Valentina -Zayn Malik-

-¿A dónde vamos?
-A escondernos.
-Ok. Pero no entrare contigo a ningún lugar reducido de espacio. –Le advertí.
-Eso te gustaría.
-Idiota.
Admito que me divertían un poco sus comentarios, pero eso no quería decir que el dejara de ser un idiota. Caminamos sigilosamente por los pasillos hasta que él se detuvo frente a la puerta del laboratorio.
-Entremos aquí.
-No, ¿Estás loco?
-No hay nadie y el profesor de esta aula siempre se la pasa fuera de aquí.
-¿Estás seguro? –Le mire a los ojos.
-Sí. Vamos.
Entramos al saló. Él tomo asiento en el lugar del profesor y yo en uno de los pupitres que estaba justo al frente de él; de modo que ambos nos veíamos la cara.
-¿De dónde eres? –Preguntó.
-De Florencia, Italia.
-¿Cuándo llegaste?
-El sábado por la mañana. –Respondí cortante.
-Escucha; Lamento mucho haberte ofendido. Tal vez en Italia los chicos no acostumbran alagar a las chicas y por eso te ofendiste, pero sucede aquí en Inglaterra hacer un cumplido a alguien no es algo malo.
-En realidad los chicos son más halagadores en Italia. –Cuando escucho mi respuesta se enfureció, no sé porque razón exactamente, pero se levantó de su silla, se dirigió hacia mí y se inclinó hacia un costado mío viéndome directamente a los ojos.
-¿Entonces qué hay de malo en mí? –Me miro a los ojos y me robo la respiración por la forma tan directa en que se dirigió hacia a mí, parecía que nos habíamos congelado en ese instante. Quería responder, pero no salía de mi boca una sola palabra.
-Es que tú… No eres…
-¿No soy qué? ¿No soy tu tipo? –Pregunto un poco molesto. Yo fruncí el ceño y solté una pequeña bocanada de aire.
-No.
-Me rompes el corazón. –Lo dijo en un tono de broma, pero al ver sus ojos supe que en buena parte lo que me decía tal vez no era verdad, pero estaba segura de que si estaba decepcionado al escuchar mis palabras. Le dedique una sonrisa de consolación, el me miro a los labios y luego se dio cuenta de que yo lo miraba, me miro a los ojos y yo a él. Quedamos en un pequeño trance de unos pocos segundos hasta que fuimos interrumpidos por ruidos de afuera. Al parecer alguien deseaba entrar en el aula, se escuchaba el ruido de unas llaves. Me exalte al instante.
-Es el profesor. –Dijo Zayn quien ya había recuperado su postura y estaba de pie junto a mí.
-Dijiste que nunca estaba por aquí. –Le reclame enojada.
-Tal vez olvido algo.
-¿Qué hacemos?
-Salgamos por la ventana.
-¿Qué? No. No saldré por la ventana. –Le respondí en un susurro furioso.
-Salgamos ya. –Estiro mi mano y abrió la ventana. Él salió primero, se sostuvo de algo que estaba pegado a la pared, no estoy segura de que es lo que era pero cuando ya no había mas de esas cosas, se arrojó y cayó al suelo de pie. Impresionante, pero yo no podía saltar, era un segundo piso y seguro que me mataba en el intento. –Salta ya. Yo te atrapare.
Lance mi mochila y luego trepe a la ventana, cerré mis ojos y me arroje, solté un suspiro de alivio cuando sentí sus brazos alrededor de mis piernas y espalda. Me atrapo. Lo logro. Estaba tan asustada que ni siquiera me di cuenta de que estaba escondiendo mi cara entre su pecho, así que rápidamente intente retirarla pero él no me lo permitió. Estaba a punto de reclamarle cuando escuche gritar a alguien.
-¡Malik! ¡Otra vez tú! ¿Quién es esa chica? Iré ya mismo por ti.
El me bajo con cuidado y me miro a los ojos. Yo mire hacia arriba y vi que el profesor ya no estaba ahí.
-Tenemos que irnos. –Me dijo en un tono serio. Tomo de mi mano y me llevo de prisa hacia el estacionamiento. Trepo en lo que parecía una Harley-Davidson y espero a que yo trepara también. Mierda. No quiero subir. Seguro que maneja como un lunático. –Sube ya.

Mire detrás de mí y observe como corrían hacia nosotros, no solo el profesor de laboratorio, sino varias personas más. Así que antes de que pudieran verme bien el rostro subí a la motocicleta y Zayn arranco. Lo abrace lo más fuerte que mis brazos me permitieron y recargue mi mejilla en su espalda, cerrando mis ojos para tratar de no sentir la velocidad.

mmnmn huele a peligro en dos ruedas jam jam is so sexy mas mas maaaaaas porfis porfis porfis me encanto el cap.

Jajajajajaja siiii reconoci tu letra y tu entusiasmo jaijiji <3

Jajajajjaja mejor asi te destacas del resto y haces notar que eres unica ;) jejeje

Apoyo mi cabeza en su hombro y lo observo detalladamente. Su perfil es casi perfecto, o más bien dicho es perfecto. Todo su rostro armoniza perfectamente; desde el último cabello peinado hacia arriba hasta los pequeños pelos que hay en su barbilla. Su manera tan directa de hablar me asusta, pero debo admitir que es muy guapo. La manera en que sus ojos me miran me entorpece y cuando me sonríe las palabras no logran salir de mi boca. Observo sus labios y noto como en ellos se dibuja una sonrisa, no puedo evitar sonreír también. Mis ojos suben hasta los suyos y me doy cuenta como me observa por el rabillo de su ojo. Ha notado que lo he estado mirando como una completa estúpida. Debo hacer algo al respecto.
-¿Quieres besarme?
-Eso es lo que tú quisieras. –Debo parecer un tomate. Me molesta la forma en que me atonta. Sé que lo hace con intención, pero yo también puedo jugar ese juego. Se detuvo, pero no bajo de la motocicleta.
-Sí. Eso es lo que deseo. –Mierda. Otra vez estaba jugando conmigo.
-No juegues conmigo. –Le advierto. El baja de la motocicleta, se recarga en el manubrio y me mira.
-No lo hago. En verdad deseo besarte. Quiero probar el sabor de tus labios. Quiero que mi boca toque esos pequeños lunares que están sobre tus labios.
-Tal vez yo también quiera eso. –Lo reto y le miro a los ojos con la mayor intensidad posible, luego bajo la mirada hacia sus labios. Él se acerca hacia mí. Va a besarme. Lo sé. Quiero que lo haga, pero si lo hace yo perderé en este estúpido juego. Así que cuando se acerca a mis labios me muevo rápidamente y le doy la mejilla. Ahí cae el beso. Siento como sus labios presionaron mi mejilla. Lo hice. Yo gane. Se retira y me mira, no está furioso. Debería de estarlo. Debo pensar en algo más.
-Tramposa. –Me dice.
-No eres el único que puede jugar este juego.
-¿Me estas declarando la guerra? –Justo eso estaba haciendo.
-Sí.
-Es un juego muy peligroso, Valentina. Espero que no te arrepientas cuando yo salga ganando.
-No lo creo. –Me burlo.
-No podemos regresar a la escuela, ¿Quieres que te lleve a tu casa? –Cambia bruscamente de tema y entonces vuelvo a la realidad. Estoy fuera de la escuela. Me he fugado con el maleante del parque. Debo llamarle a Alessandro para que pase por mí a la escuela, pero yo no estoy ahí.  
-No. No puedo ir a mi casa.
-Entiendo.
-Es que… vivo con mi padre y mis tres hermanos y seguro que alguno debe estar en casa, cuando se den cuenta de que llegue antes seguro que estaré en problemas.
-Bueno, pues aún tenemos más de dos horas, ¿Qué quieres hacer?
-No lo sé. No sé qué clase de actividades hacen los ingleses para divertirse.
-Pues no hay mucho que hacer por la mañana. –Aprieto los labios y muevo la cabeza de arriba hacia abajo. Comprendo lo que dice. Él vuelve a subir a la motocicleta, pero esta vez se coloca detrás de mí.
-Te toca conducir. –Me dice al oído y un escalofrió recorre todo mi cuerpo.
-Yo no sé conducir motocicletas.
-Yo te ayudare.
Me da las instrucciones para arrancar. Lo hago mal. La segunda vez que lo intento él me ayuda y lo logramos con éxito. Prácticamente no hago nada, solo llevo mis manos como si condujera, pero es él quien en realidad lo hace. Sus manos están sobre las mías. La posición es algo torpe así que suelto mis manos de las suyas. A él no parece molestarle, supongo que es porque ahora su cuerpo se presiona más contra el mío. Esta vez maneja un poco más despacio, llegamos al lugar después de unos diez minutos. Es un parque. El baja de la motocicleta y luego me ayuda a bajar a mí. Estira su mano para que yo la tome, lo hago y comenzamos a caminar sobre el parque. Es un parque bastante amplio y justo en el centro hay un gran lago donde hay hermoso patos, cisnes y flamencos. Es hermoso.
-Espera aquí. –Me dice y se aleja. Yo observo el lugar que es simplemente fantástico. El no tarda mucho y cuando regresa lleva dos pequeñas bolsas que parecen llevar pan adentro. –Ven, vamos.
Camino detrás de él y nos aproximamos a un lugar donde hay un montón de patos todos juntos. El me entrega una bolsa de las que llevaba, abre la suya y comienza a lanzarles comida a los patos, yo le imito y comienzo a lanzarles comida también. Es divertido. El puente de Santa trinidad es lindo, pero no puedes arrojarles comida a los patos; porque no hay patos, ni peces, ni cisnes, ni flamencos. Solo es un simple puente que sirve para atravesar al Rio Arno. Al menos era antiguo y tenía casi 500 años.
-Quisiera ver a los flamencos más de cerca. Son hermosos. –Justo en el medio del lago había dos pequeñas islas, donde se encontraban todos los flamencos, no se podían acercar mucho a la orilla.
-No te dejan acercarte mucho, pero si puedes verlos más cerca. Ven conmigo. –Tome su mano y camine detrás de él hasta llegar a un pequeño edificio de vidrio al que entramos. –Espera aquí.
Él caminó hacia el mostrador y habló con uno de los hombres que estaba encargado allí, saco su billetera y le entrego varios euros a cambio el hombre le dio una tarjeta y varios papeles más, eran pequeños, parecían boletos. Cuando termino su asunto con el hombre, me miro y apunto con su cabeza hacia afuera en señal de que lo siguiera. El edificio tenía una puerta trasera que llevaba al lago, salimos y Zayn le entrego la tarjeta a un hombre que al parecer estaba a cargo de las lanchas. Le indico a Zayn cuál era la nuestra, yo subí y Zayn y el hombre empujaron nuestra lancha hacia el lago. Cuando ya estaba flotando correctamente Zayn dio un salto y subió en ella. Era una lancha de pedales, así que ambos comenzamos a pedalear y nos fuimos acercando poco a poco a los cisnes y después a los flamencos.
-Esto es lo más cerca que podemos estar de ellos.
-Está bien. No importa. Se ven muy lindos desde aquí.
-Tú también te ves hermosa a la distancia, pero si me pudiera acercar más; sería perfecto. –Ni siquiera me tome la molestia de responder a su comentario. Tenía que acostumbrarme a esa actitud de él que parece que así siempre seria. Tal vez era su naturaleza. Seguro que así era con todas las chicas.
Observe en el fondo del lago. Había peces, muchos peces. No lo había notado cuando les arrojaba comida a los patos, supongo que ahora puedo verlos porque estoy más cercas del lago. Observo a los flamencos, están comiendo, están comiendo peces. Después observo a Zayn y el no observa los peces, ni a los patos, ni a los flamencos, ni a los cisnes o a los árboles o el resto del parque; él me observa a mí y su mirada tan intensa en cierto punto me incomoda.
-¿Podemos regresar ya?
-Seguro.
Ambos empezamos a pedalear hacia la orilla y cuando llegamos él baja primero, después me ayuda a bajar a mí. 
-Es un hermoso lugar.
-Me alegra que te haya gustado, pero aún no lo conoces todo. –No puedo creer que pueda ser aún más grande, la entrada es tan pequeña que me es imposible creer que haya más lugares. –¿Te gustan los animales?
-Claro que sí.
-Vamos al zoológico.
Esta vez no caminamos hacia el zoológico, tomamos un pequeño tren que da vueltas por todo el parque y bajamos justo en la entrada. Eso era lo que le había dado el hombre a Zayn; los boletos para el zoológico. Ya dentro observamos los animales. Todos eran salvajes, había desde leones y osos panda, hasta elefantes y mariposas. No estaban en jaulas, ni nada parecido. Todos estaban en lo que parecía una adaptación de su verdadero hogar.
-Ven. Esto te va a encantar. –Lo seguí y entramos a un lugar donde había un monto de insectos, todos eran bastante interesantes. Eran de mil colores y tamaños diferentes, pero no sé porque creyó que eso me encantaría. Hasta que se detuvo hablando con un hombre que parecía guardián del zoológico, él tenía un pequeño chimpancé en el hombro. Era muy simpático. Zayn me entrego unas pequeñas frutas, yo las tome y las observe; después el chimpancé salto sorpresivamente a mis hombros. Yo era la única sorprendida, al parecer Zayn y el hombre guardián ya sabían que es lo que iba a hacer el mono. –Aliméntalo.
Comencé a hacerlo y sé de qué hablaba Zayn cuando dijo que me encantaría. Así fue. Seguí dándole la fruta por un pequeño rato más hasta que termine con toda ella.
-Carlos quiere agradecerte. –Dijo el hombre trabajador del zoo.
-¿Su nombre es Carlos? –Pregunte curiosa. En mi país los hombres se llamaban Carlo, no Carlos.
-Sí. ¿Lo dejaras darte las gracias?
-Seguro.
-Carlos agradécele a la señorita.
Carlos trepo de mis hombros hacia mi pecho, sujetándose de mi cuello; después el sorpresivamente beso mis labios. Me sorprendió mucho y fue muy desagradable.
-No te preocupes. –Dijo el hombre. –Carlos lava sus dientes tres veces al día.
Dicho eso Carlos me regalo una sonrisa enorme y me mostro todos sus dientes. Mire a Zayn y me di cuenta de cómo trataba de ocultar su risa. Le dimos gracias al hombre y nos despedimos de Carlos, después comenzamos a caminar hacia la salida del zoológico. Ya afuera subimos al tren.
-Ahora no me gustaría besarte. –Me dijo Zayn.
-Lastima. –Le dije. -Esta vez te iba a dejar hacerlo.
-¿Por qué? ¿Te has enamorado de mí? –Reí un poco irónicamente.
-Por qué no creo que sea capaz de besarme después de que…

Fui interrumpida por sus labios. Si fue capaz. Me beso. No le importo en lo absoluto que un chimpancé me haya besado. Me resistí al beso. No me permitió apartarme, me junto más a él y yo lo acepte, también lo bese. Me perdí en sus perfectos labios carnosos y lo disfrute; lo disfrute como nunca había disfrutado otro beso.

jajajajajajajajajajajajajajaajajajajajaja me imagine yoda esa escena con carlos y me dio mucha risa Kajajajajajja ves valentina que mi chico rudo y maleante puede ser tierno? jajaja me encantooo en realidad me imagine todo el capitulo pero espespecficame esa y despues los dos besos fueron mis partes favoritas jejejeje sigue sigue.sigue :)))

Chicas perdón por no reportarme hasta ahora pero me fui de campamento. Me invito una amiga y fue muy rapido todo por eso hasta ahorita pueden saber de mi; para conpensarles les prometo un maratón :)

Nos separamos. Aun no puedo creer que haya correspondido al beso. Soy una completa idiota, no debí haber permitido que me besara, no debí haberlo correspondido.
-Creí que te daba asco besarme. No debiste haberlo hecho. –Se puso serio, como pensando. Creí que no iba a responder nada hasta que su mirada se giró hacia la mía.
-Jamás desaprovecharía la oportunidad de besarte, -Hizo una pequeña pausa y soltó un pequeño suspiro- no importa cuales fueran las circunstancias.
Bufe. -¿Todo el tiempo eres así?
-Al menos tú sabes como soy yo.
-¿De qué hablas? –Pregunte irritada.
-Olvídalo. -¿Qué le sucede? No sé ni siquiera porque estoy aquí con él. Malditas y estúpidas circunstancias que me han obligado a estar aquí en este momento.
-Idiota.
Me ignoró totalmente, yo decidí hacer lo mismo. Trate de no mirarlo en todo el viaje que hizo el tren, pero me fue imposible y las pocas veces que lo mire me di cuenta que el no dejaba de mirar hacia el otro lado, ahora yo era un cero a la izquierda. Me frustraba demasiado su indiferencia. Idiota. Cuando el tren paro cerca de la puerta donde habíamos entrado. Yo baje rápidamente sin mirarlo. Me dirigí hacia el tráfico tratando de encontrar algún taxi en el que marcharme cuando de pronto  sentí los brazos de Zayn sobre mi cintura.
-¿Qué te sucede?-Le grite, lo patee, lo insulte, lo golpee, pero el parecía no sentir nada. Me sentó a la fuerza en la motocicleta, pero al revés; es decir después cuando él se subió atrás de mí a la motocicleta su rostro y el mío se encontraban; después arranco a toda velocidad. Iba tan rápido que incluso se pasaba los semáforos.  Debió haber roto como unas cincuenta reglas de tránsito. La velocidad me obligo a abrazarlo y esconder mi rostro en su cuello. No tardamos ni cinco minutos en llegar a la escuela. Allí se bajó y se quedó observándome, yo estaba inmóvil, asustada por la velocidad y el peligro. Cuando reaccione le mire con rabia.
-Eres un idiota.
-Lo sé. –Dijo burlándose. No lo soporte así que me le lance en sima y comencé a darle golpes en el pecho con la mayor fuerza posible. –Es de lo que hablo.
Volvió a abrir ese mismo tema, pero no entiendo una mierda de lo que quiere decir.
-Soy un idiota. Quisiera preguntarte que debo hacer para dejar de serlo pero da igual porque siempre lo seré. ¿O no, Valentina? –Me tomo de los hombros y me miro directo a los ojos- Si te halago soy un idiota, si soy lindo contigo soy un idiota, si trato de ser tierno soy un idiota, incluso cuando de verdad soy un idiota seré un idiota para ti. Así que me da igual lo que pienses de mí.
Baje la mirada y no respondí en lo absoluto. Tal vez tenía razón porque él se portó increíble conmigo y yo fui una estúpida. Pero el me beso y eso fue lo que me disgusto y creo que tengo derecho a enojarme por eso. De cualquier modo no me haría mal pedirle una disculpa.
-Tal vez tienes razón. –Sus ojos representaban algo más allá que la ironía, pero él se relajó cuando me disculpe. –De verdad lo siento pero no puedes volverme a besar así.
-Perdón.
Acepte su disculpa. Me retire de él y comencé a llamar a Alessandro para que pasara por mí, dijo que tardaría alrededor de quince minutos y mientras hablaba con él observe a Zayn quien y su alrededor. Todos lo observaban; las chicas le sonreían y los chicos le saludaban. Llamaba la atención de todos. Él me miro, se dio cuenta de que lo observaba y cuando colgué a Alessandro, camino hacia a mí. 
-Valentina, tengo un amigo que está en el mismo curso que tú. Él nos podría decir sí tienes alguna tarea de la última clase. –Para mí ahora todo estaba bien. Ese era un gesto muy amable de su parte.
-Eso estaría perfecto. Te lo agradezco mucho.
-Anota tu número de teléfono. –Estiro su mano y yo tome el celular que me entregaba y escribí mi número de teléfono en él.
-Yo te llamare más tarde para reunirnos con él. ¿Está bien? –Asentí.  
-Perfecto. Muchas gracias.
Le regale una sonrisa y después mire hacia dónde venían los coches y alcance a percibir el coche azul.
-Tengo que irme. Ciao Zayn. –Bese su mejilla y Salí disparada hacia el coche, ocupe el asiento de atrás porque en el asiento de adelante estaba Nicco.
-Como estuvo tu primer día, ragazza? –Pregunto Nicco.
-Bien.
Llegamos a casa y le hablé a Alessandro acerca de que deseaba cocinar algo de comida italiana. Todos estuvieron de acuerdo. Así que no permitimos que Arundhati realizara su trabajo y Alessandro me llevo al supermercado a comprar todos los ingredientes para la comida. También compramos un vino muy costoso de los que fábrica mi padrino Fabio. Él es dueño de una empresa fabricadora de vino. Mi padre trabajaba para él al menos lo hacía cuando vivíamos en Italia. Ahora que estamos aquí en Inglaterra no sé qué haya estado haciendo para mantenernos.
-Llamó el tío Fabio. – Dijo Nicco. En realidad no era nuestro tío, así le llamábamos por ser el mejor amigo de mi papa desde que tengo uso de razón. Papá dice que se conocieron en la Universidad y han sido amigos desde entonces. Fabio me ha apadrinado a mí y a mis tres hermanos por la iglesia y mientras yo sea menor de edad y si algo llega a sucederle a mis padres él es quien se haría cargo de mí.
-Su nuevo "hijo" ha organizado una fiesta en la Toscana por su cumpleaños. Es una pool party. Ha llamado para invitarnos. –Dijo Alessadro algo emocionado. Amo a mi padrino; pero estoy consciente de que es un hombre millonario, lo que para él implica cambiar de esposa cada 2 años como mínimo. Esta vez se ha casado con una mujer inglesa que tiene un hijo de mi edad. No los conozco. Nos invitó a la boda, pero sólo asistieron papá y mamá. Leandro, Alessandro, Nicco y yo nos recusamos a asistir porque sabemos que no durará mucho. Tal vez a la próxima boda sí asistamos. Aunque papá dice que esta vez tío Fabio parece estar enamorado de verdad. Quizás sea verdad porque está vez su nueva esposa no es una chica de 21 años, sino una mujer de su edad que incluso tiene un hijo.
-Ni siquiera lo conocemos. –Le dije a Alex.
-Su nombre es Harry. Y vamos a asistir a su fiesta. Es en dos semanas. Tío Fabio nos ha comprado ya los boletos de avión.
-¿De verdad? –Pregunté sorprendida. Por eso amaba a mi padrino Fabio. Sólo él sabía cuánto extrañaba Italia.
-Sí. Nos iremos por un fin de semana. Podrás ver a todos tus amigos.
-Es la mejor noticia que he escuchado desde que llegue a Inglaterra.
-Lo sé.
Ya en casa prepare Rissoto y Focaccia. A todos les fascinó. Nos hacía mucha falta comer algo de comida Italiana. Más tarde me puse a realizar mis otras tareas y cuando termine Zayn llamó. Me dijo que pasaba por mí dentro de una hora. Le di la dirección de mi casa y hable con Alessandro, que en ausencia de mi padre era él quien autorizaba mis permisos. No le di muchos detalles. Sólo le dije que era para realizar una tarea y él acepto.
Perdí el tiempo en lo que se pasaba la hora que me había dicho Zayn. Cuando llego yo lo observaba por la ventana y salí corriendo antes de que pudiera tocar el timbre y uno de mis hermanos saliera a abrirle la puerta y se dieran cuenta de con quién iba a salir; un chico perforado tatuado y montado en una motocicleta. Seguro que todos olvidarían sus rivalidades para darle una golpiza juntos. Cuando salí grite "Nos vemos más tarde" y cerré la puerta bruscamente detrás de mí.
Trepe a la moto y Zayn arranco de prisa.
-Te he contado que tengo tres hermanos? -Le pregunte al oído.
-No. Eso explica lo de hace rato. El condujo hacia la casa de su amigo y aparco justo afuera. Me ayudo a bajar y luego tocamos el timbre. Nos abrió la puerta un chico de estatura un poco baja, rubio y de ojos azules. Saludo a Zayn de la manera en que los hombres se saludan y luego me saludo a mi con un beso en la mejilla y un pequeño abrazo. Fue extraño.
-Es un placer, Donna. Mi nombre es Niall. No pude evitar reírme. O mi rostro de Italiana era más que evidente o Zayn le había hablado de mi
-No la asustes, idiota.
-Mucho gusto, Niall. Mi nombre es Valentina.
-No la asuste. ¿O sí? –Me preguntó.
-Para nada. Sólo creí que eras extranjero.

-Lo soy. -Dijo el Rubio. -Soy irlandés.