transcendence | novela colectiva.

Prólogo

Frase, Frase, Frase, Frase, Frase, Frase, Frase, Frase, Frase

Esto era algo que superaba lo que Will Caster podía soportar, o más bien, su mente podía soportar. Su mayor sueño se pusó en su contra. Pero era Ray Montes el que controlaba su gran trabajo, el que con todo su esfuerzo había conseguido elaborar. Si bien lo pensaba, todo lo que estaba pasando podía pasar perfectamente por una película. Will no podía soportar el hecho de ser el causante de poner el planeta en peligro.
Ray sabía perfectamente como elaborar su plan. Estando dentro de aquel ordenador pudo crear un virus que se expandiría por todos los ordenadores del mundo, subiendo un video que hipnotizaría a todas las personas que lo vieran. Ray tenía encerrados a todos los empleados de Will, y a el mismo Will. Sabía perfectamente que ellos eran los únicos que podían frustrar su plan, y no estaba dispuesto a correr el riesgo de que su plan fuera mal.
— Espero que estéis pasando una gran estancia todos juntos en esta habitación.— la voz tétrica de Ray resonó por toda la habitación causando el asombro de la mayoría de ellos. Menos de uno, Will. Quien no hacía más que esperar el siguiente paso de Ray.
— ¿Qué es lo que quieres de nosotros? — la dura voz de Will habló antes de que Ray prosiguiera con sus palabras.
— Nada, pero debo teneros aquí encerrado, no me voy a arriesgar a que frustréis mis planes.
Will se resignó y prefirió no seguir hablando, o sería peor. Se sentía como un traidor a la raza humana por haber creado tal invento. Pero en cierto modo no era toda su culpa. No pensaba que Ray era una persona tan vil. Ray Montes era una persona totalmente distinta a lo que aparentaba ser.
Ahora todo quedaba en manos de las únicas personas que se puedan creer capaces de retener a Ray. Los trancendentes son cada vez más, se multiplican y la población de trancendentes crece rápidamente. Cada vez quedan menos humanos sin hipnotizar por Ray.
¿Estas dispuesto a intentar salvar el mundo? ¿O te unes a su conquista?