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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Friendzone | resultados.
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Re: Friendzone | resultados.
Jajajaja entonces la presión esta puesta hay que poner caos (? Okno
Kurisu
Re: Friendzone | resultados.
:rhianpls:
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I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
I'm just not sure whether my heart is working. And yours is beating double time. Cole & Ro. New Rules
Kida
---------
Re: Friendzone | resultados.
marie, no me puedes hacer esperar para saber si quedé o no :'c. coño, pija, verga, todo, pon los resultados ahora ya :'c. ahre.
Invitado
Invitado
Re: Friendzone | resultados.
Sunrise. escribió:
Spring & DarrenNombres completos: Spring Marshall | Darren Johnson.
Representantes: G. W. | Dylan O.
Rol: Ella en la friendzone.
Escrito de tu autoría: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
FICHA ACEPTADA
Tu no tienes respeto por los sentimientos de las demás :skip: de las personas que lean tan bello os. Idk, fue demasiado hermoso y triste para mí. Amo como escribes, lo sabes. Así que bue, ficha aceptada y deséame suerte (?) ahre. Te amo.
wanweird
Re: Friendzone | resultados.
taemin. escribió:
Jay & DayNombres completos: Jason Dustin Douglas & Day Austin Jhonson
Representantes: Kim Jonghyun & Lee Taemin
Rol: Day en la friendzone
Escrito de tu autoría:
- headphone actor:
Otro día igual de aburrido que ayer, y el día anterior, y el día anterior a ese. No tenía otra cosa para hacer más que escuchar la radio desde mi viejo celular mientras me recostaba contra mi librero, sin ganas siquiera de levantarme.
El día estaba despejado, con unas pocas nubes desparramadas a lo largo del cielo azul de cada día. Sonreí, pensando en todo lo que podría hacer hoy con el clima increíble, antes de darme cuenta de cómo no haría nada de eso y, en cambio, me quedaría jugando videojuegos el resto de la tarde.
De la nada, unas palabras resonaron en mis audífonos. “Es muy desafortunado lo que tengo que decir pero, hoy será el fin del mundo”. El presidente de algún país dijo eso entre lágrimas, justo antes de que una gran conmoción se hiciera afuera, y lo sabía por la perfecta vista que tenía a través de la ventana. Al mismo tiempo, una bandada de pájaros cubrió la luna creciente que se asomaba en el cielo, con un rumbo desconocido.
Me exalté y mis cosas se cayeron, desparramándose en el piso, y con suerte sin que nada me cayera encima, salvo por unas pocas novelas y alguna revista que golpearon mi cabeza y tiraron mis audífonos. Los libros en mi estantería quedaron esparcidos por todos lados, mientras que el mundo parecía caerse a pedazos en el exterior.
Sin darme cuenta, había comenzado a temblar. Odiaba eso, me hacía parecer débil, y yo no era débil.
Un juego a medio terminar sin guardar, un libro que apenas había hojeado sobre el escritorio, pero no podía hacer nada de lo que haría un día cualquiera. ¿Quién podría? Por supuesto que nadie, y por eso mismo busqué lo único que podría calmarme en un momento así. Busqué mis audífonos entre la pila de libros, y volví a ponérmelos. No es que fuera mejor, pero habían sido un regalo de una persona muy especial, y pensaba..., no, sabía, que solo él podría calmarme en un momento así. Pero ahora sólo tenía mis audífonos.
Un artista oscuro cantando una canción de nombre desconocido, eso era lo que resonaba en la radio, como si quisieran acompañar el ambiente apocalíptico con un montón de desesperanza sonora. Pero de la nada, la canción se cortó. Como si un disco se hubiera rayado de repente, y todo hubiera quedado en silencio.
“¿Quieres sobrevivir, verdad?”.
De repente, una voz conocida llegó a mis oídos.
Una voz de la que me cansé de escuchar.
Sin embargo, una voz que alguien amaba.
Mi voz.
“Tienes que cruzar la colina dentro de 20 segundos. Tú sabrás lo que te quiero decir, para bien o mal. No debes dudar, sólo escucha. Tienes 20 segundos”.
Dudé. Quién no dudaría.
La voz volvió a hablar.
"Tienes alguien especial, ¿no?".
Escuché con atención.
En el cruce había mucha gente, por supuesto. Hombres, mujeres, niños, no importa. Yo estaba siendo enterrada por los gritos de la gente y el llanto de los bebés. Todo era un gran escándalo, pero no podía oír nada por la tranquila voz que salía de mis audífonos, indicando el camino a la tan aclamada colina.
La voz en los audífonos insistió: “12 minutos para terminar”.
Si todo se iba a ir, a desvanecerse, entonces yo no tenía otra opción. Tenía mis dudas, pero no importa quién lo hizo. No había ninguna canción sobre el fin de la humanidad.
Las piernas me dolían y sentía mi pecho quemándose. Por mi enfermedad, estaba siempre malhumorada, y no podía hacer esfuerzo físico por el riesgo de tener un ataque. Pero ahora todo era diferente, y corría como nunca antes lo hice.
Pensaba en él y cómo estaría feliz cuando llegue a la colina. Con su tranquila voz, sonreiría y me preguntaría como estaba, no sin antes saludarme como siempre hacía. Tal vez era sólo una ilusión, pero ese dulce sueño me daba fuerzas.
“Corre, sólo queda un minuto”.
Ya no podía entender lo que me decía la voz, la colina estaba en frente de mí.
No sé cómo es posible, pero agoté mis últimas fuerzas y aumenté mi ritmo. Mi respiración se entre cortaba y podía sentir que en cualquier momento me desmayaría, pero todo se calmo al ver una gran pared proyectando el amplio cielo de color carmesí. Detrás de la pared, se podían ver a un montón de hombres con batas blancas aplaudiendo. “Magnífico” dijo uno de ellos, y me tomó por la mano, obligándome a entrar.
Observaba la ciudad desde algún tipo de instalación experimental, donde se veía perfectamente la ciudad llena de desesperación por el probablemente falso anuncio del fin del mundo. Me volví a los aparentes científicos que no dejaban de anotar cosas, y uno de ellos me tomó del hombro antes de explicar que toda mi vida había vivido en un pequeño mundo dentro de una caja. No entendía nada, sólo pensaba en él, si de verdad era una ilusión después de todo.
Abrí mi boca para preguntar, pero las palabras no salían. Uno de los hombres sonrió y se acercó a una caja no muy lejos de nosotros. La abrió y sacó algo de ella, y gracias a los tantos juegos de acción que jugué a lo largo de mi vida, pude reconocer que eso era claramente el control de una bomba. Me estremecí por completo.
“Ya no es necesario” dijo, y tranquilamente explotó la bomba en el centro de la ciudad.
En un segundo, la ciudad en la que había vivido toda mi vida se convirtió en un agujero de cenizas y restos de quién sabe qué. Miré, atónita, como todo lo que alguna vez conocí se esfumaba en un instante.
Y entonces, desde los audífonos en mis oídos, oí un leve: “Lo siento”.
- vanilla ice cream:
Caspar era un simple chico que vivía en la no tan tranquila París, ya saben, la ciudad del amor, aunque eso no es siempre cierto. Su madre, quién había conseguido que la reasignaran, había hecho un escándalo acerca de si Caspar iba con ella o se quedaba con su padre en París. Su padre, quien había sugerido el divorcio, quería que Caspar se quedara con él y con su amante, la causante del divorcio, para que Caspar "reiniciara su vida" sin su madre biológica. Pero Caspar no era idiota, y aunque esa chica 10 años más joven que su padre, a pesar de ser amable y dulce con él, y amar verdaderamente a su padre, nunca reemplazaría su histérica e intranquila madre. Con una sonrisa tranquila, un niño de tan sólo 10 años calmó a la señora Lee con un simple "Iré contigo, madre", una sonrisa tranquila y un leve movimiento de manos.
Cuando llegó a Londres, lugar de la reasignación de su madre, no fue aceptado inmediatamente por los chicos de su barrio. Su acento era raro, y muchas veces terminaba hablando francés al no saber qué palabras utilizar en inglés. Sus vecinos no eran del todo pacientes y por eso prefirieron no hablar con él, al menos hasta que pudiera hablar inglés decentemente.
El hecho de que nadie en su cuadra quería hablar con él lo volvió un poco antisocial, por lo que le fue difícil relacionarse con otras personas cuando comenzó la escuela. A veces se llenaba de valor y le dirigía la palabra a alguno de sus compañeros, pero este sólo le ignoraba. Nadie tenía la mínima intención de relacionarse con el extranjero. Un tiempo después, Caspar aceptó la realidad y también dejó de intentar hablar con otros.
Su capacidad de ser antisocial logró que Caspar desarrollara gustos algo extraños. Lo único que él hacía era dormir todo el día y estar en la computadora de madrugada. También, su actitud al hablar con alguien no era la mejor, por lo que prefería mostrarse indiferente, aún cuando le estuvieran hablando. Ya que ni su madre soportaba su horrible personalidad, le dio todos los lujos que él quiso, con tal de permanecer alejado de ella lo mayormente posible. Uno pensaría dos veces al regalarle la taza con el logo de "Mi madre es la #1" el día de las madres, pero a Caspar ya le daba igual eso, él tenía todo lo que quería y necesitaba.
Aún siendo una persona antisocial, mal educada y caprichosa, él seguía siendo Caspar, un chico de 13 años que quería vivir como un adolescente normal, con amigos, risas y diversión. Por eso, una solución para el problema de su incapacidad para socializar, fue internet.
Él tenía miles de amigos en línea, muchos de ellos medianamente famosos en sus ciudades por razones que nunca le dijeron a Caspar, pero a pesar del misterio ellos eran la solución perfecta para la vida horrible y desastrosa en la que Caspar vivía. Pero, aún si eran la solución, sólo eran una fantasía con la que hablar en la noche y en los recesos de la escuela. Caspar no podía escapar de su realidad siendo una persona solitaria.
Un día, uno de sus amigos, el más cercano a Caspar, le aconsejó que pusiera un poco de su parte cuando hablara con otros.
“Si tú te sigues manteniendo indiferente nadie va a querer hablarte, y en parte es por eso que nadie te habla y te muestras indiferente. Como un círculo vicioso”.
Caspar se mantuvo pensando en ello toda la noche y parte de la madrugada. Y tenía razón. Nunca lograría nada mostrándose así.
Ese mismo día, Caspar amaneció con una gran sonrisa en el rostro, para luego volver a dormir como hacía normalmente.
Hasta ahora no había tenido oportunidad de poner en práctica lo que había decidido hacer hace unas semanas. Nadie le había hablado más que su madre, y no había tenido oportunidad de entablar una conversación con ella, aunque no es como si quisiera. Pero había intentado, sin logro alguno.
Estaba por darse por vencido. Era como si él no existiera, y nadie hablaría con un fantasma, ¿no? No, nadie lo haría. Eso estaba claro para él.
Ahora mismo se encontraba en el banco de una plaza que daba hacia la calle. Hacía calor y él se encontraba comiendo un cono de helado mientras revisaba su celular. No había nadie en línea, por lo que lo guardó y siguió comiendo su cono. Se imaginó a sí mismo en esa situación, pero a los ojos de otra persona, y era simplemente patético. Entendía el por qué nadie le hablaba.
Volvió a revisar su celular. Nadie en línea.
Había un silencio extraño en el lugar. Cada tanto pasaban uno o dos autos por esa calle, y lo único que podía escucharse era el cantar de algunas pocas aves, algo extraño para la ajetreaba ciudad en la que se encontraba. Tanto silencio lo estaba desesperando, pero tenía un helado que comer y él era muy estricto con la comida. A pesar de estar delgado, comía mucho y nunca dejaba una comida a medio comer. Más ahora, con el calor que hacía solo un helado podía refrescarte.
Escuchó unos pasos extraños a lo lejos que iban acercándose y miró de dónde provenían. Un chico venía corriendo por la vereda, pero Caspar simplemente lo ignoró. Estaba lamiendo la punta de su helado de vainilla cuando escuchó un ruido sordo proviniendo de enfrente de él. El chico se había caído, y parecía que se había lastimado.
Caspar reaccionó al instante. Dejó su helado a un lado y se paró para ayudarlo, sin importarle que el cono se había volteado y ahora estaba desparramado por toda la banca.
—¿Estás bien? —dijo, arrodillándose a su lado. Probablemente este fuera el acto más heroico y significativo que hizo en toda su vida, pero poco importaba ahora, el chico parecía haberse doblado el tobillo, y su muñeca estaba raspada—. Estás herido.
—Sí —el chico de nombre desconocido tenía el ceño fruncido y miraba con dolor su pierna mientras masajeaba su tobillo.
—Espera —Caspar sacó la servilleta que venía con el helado que había guardado en uno de los bolsillos de su pantalón y se lo ofreció a la chico—. Toma.
Al principio el chico miró el pañuelo improvisado sin entender, hasta que su muñeca ardió sorpresivamente y se dio cuenta de que sangraba.
Un poco ruborizado, aceptó la servilleta pronunciando un leve “Gracias” y comenzó a limpiar su herida, para luego presionar sobre ella intentando parar el leve sangrado que tenía. El chico levantó la cabeza para mirar a quien le había ayudado, y se encontró con el rostro de un chico manchado en la zona de la barbilla con lo que parecía helado. No pudo evitar soltar una pequeña risa.
—Perdón —volvió a mirar al chico confundido—, pero te hubieras guardado la servilleta —comentó con una sonrisa.
Caspar frunció el ceño mientras el extraño señalaba su boca. Él la tocó para encontrar helado derretido en sus dedos y se sonrojó fuertemente por la vergüenza.
El muchacho quitó el papel de su herida y, al ver que no sangraba más, abrió la servilleta y limpió la comida de la cara del chico con delicadeza mientras éste se sonrojaba.
—¿Vainilla? —había preguntado, mientras Caspar se sonrojaba aún más fuerte y el chico sólo reía. Cuando se aseguró de que ya no estaba manchado volvió a doblar la servilleta y se paró, ofreciendo su mano para que el chico también se levantara. Caspar, aún sonrojado, la aceptó y pronto ambos estuvieron frente a frente sin decir ni una palabra.
—Eh… —Caspar quiso decir algo, pero las palabras simplemente no salían.
—Gracias por ayudarme —dijo él, al ver que Caspar no diría nada— y perdón por molestarte mientras estabas comiendo; algún día te pagaré ese helado.
—Oh no, no es necesario —negó rápidamente.
—Lo haré —sonrió, y Caspar no pudo negarse al ver esos ojos que demostraban que en serio quería pagar por molestarlo, aunque en realidad no había sido ninguna molestia.
—E-está bien…, si tú lo dices.
—Bueno, lamento mucho lo que pasó, pero debo irme. Adiós.
Sin decir una palabra más, él le dio una última sonrisa y luego se alejó caminando hacia donde se dirigía, intentando no forzar su pierna. Caspar lo miró alejarse hasta que lo perdió de vista.
¿Qué rayos había pasado?
Esa noche, Caspar no dejó de pensar en el encuentro con el chico. Su cuerpo había actuado por si solo, y se sentía tremendamente avergonzado. Aunque sea un desconocido, lo habían visto en las condiciones en las que se encontraba. Tal y como él se había imaginado: patético. Si pudiera, desearía que ese chico nunca se hubiera caído, y él nunca le hubiera ayudado. Pero no podía, lo único que podía hacer era pretender que nunca pasó, pero sería inútil si él no hacía lo mismo.
Ahogando su cara en la almohada, sacó su teléfono y se conectó. Había alguien en línea, y era el mismo que le había dado el consejo de ser social. Ahora que lo pensaba, tal vez ayudó al chico porque su subconsciente quería hacerle caso a su contacto y ser más social, pero miren lo que pasó.
Caspar comenzó a hablarle, lo regañó y le contó todo lo que había pasado, con una extraña sonrisa en el rostro. Y también se lo imaginaba a él con una sonrisa, leyendo las incoherencias de Caspar y cómo él le contaba su terrible vergüenza, sin guardar nada.
A eso de las dos de la mañana, ellos se despidieron, no sin antes el chico decirle a Caspar que estaría unos días en Londres, y que tenía un nuevo sabor de helado preferido.
FICHA ACEPTADA
Qué miedo con el primer spoiler :lizzena: me quedé like, wut, cuando aventaron la bomba a la ciudad y eso. Se me hace como TMR, so cool. Y bueno, amé el escrito de Caspar, es tan... yo (?) muchos feels. Ficha aceptada Soph, mucha suerte<33.
wanweird
Re: Friendzone | resultados.
Tessa escribió:
Coraline Harrison & Owen ReynoldsNombres completos: Coraline Harrison & Owen Reynolds
Representantes: Freya Mavor & Dylan O'Brien
Rol: Él en la friendzone.
Escrito de tu autoría: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- Escrito aleatorio:
Corría por la calle como si no hubiera mañana, empujando a las personas que se metían en mi camino, pero en realidad el mañana si estaba en peligro, corría por él.
Doble la esquina en varias calles por si me seguía, rogaba porque no fuera así como la vez anterior en Canadá. En cuanto llegue a mi casa, me lance en contra de la puerta y la cerré de una patada, no tenía tiempo, nada de tiempo. Subí las escaleras en varias zancadas y abrí la puerta de mi dormitorio con un golpe que fácilmente pude alertar a los vecinos.
Me lance debajo de la cama y saque las maletas que ya estaban hechas en caso del riego inminente, abrí una de ellas comprobando que si contenía los pasaportes falsos y los pocos ahorros que había juntado, un pequeño escalofrío de alivio inundo mi espalda tensa y volví a cerrar la maleta en cuanto me dije a mi misma que todo estaba bien.
¿Cuántas veces había hecho el mismo procedimiento? Tal vez la cuenta se me había perdido después del millón excusas que daba a las cuentas o servicios para que no mandaran correo a mi nombre a esta dirección. Y nuevamente recordé volver a llamar para cancelar las suscripciones de aquí.
Baje las maletas al suelo y camine a las escaleras, tenía que pensar un nuevo destino, todo se había estropeado con este pequeño y no nuevo suceso.
A veces deseaba que todo se acabara, así que tal vez fuera sencillo entregarme, pero en cierto sentido eso pondría en riesgo a alguien más, era cobarde de mi parte.
Al estar al pie de las escaleras lance un suspiro de frustración al pensar en la respuesta obvia, tenía que irme lejos, lo más lejos que pudiera con el dinero, no podía volver con mi madre y exponerla al riesgo, nunca lo volvería a hacer, no de nuevo, aunque me muera por llamarla y decirle que estoy bien, pero sé que él está vigilando cualquier llamada hacia mi anciana madre.
Saque la nota del bolsillo trasero de mi pantalón y lo avente a la mesa de centro, más tarde vendría a esta casa y vería la nota con el mensaje que nuevamente me he ido.
Seguiremos jugando al policía y al ladrón eternamente. Y por más veces que yo me esconda, siempre me encontrará, siempre.
Quizá solo me queden dos escapadas más pero lo único que me quedaba era resistir.
Salí de la casa con el mensaje grabado a fuego en mi mente, como siempre lo hacía cuando me enviaba la misma nota, en el mismo papel, con la misma letra.
Te he encontrado.
FICHA ACEPTADA
Gente mala ¿cómo es posible que el amor de mi vida haya estado enfermo? ¿cómo es que fuiste capaz de casi matar a mi bebé? ahredramática. Fue un shot demasiado triste y demasiado hermoso, simplemente re mono. Y el escrito random, sdfhkdfh, qué feo ha de ser vivir con miedo (?) idk. En fin, mucha suerte Steph, ficha más que aceptada<3.
wanweird
Re: Friendzone | resultados.
Skyscraper. escribió:
Valerie & NathanNombres completos: Valerie Mills | Nathan Gardner
Representantes: Selena Gomez | Gregg Sulkin
Rol: Ella en la friendzone.
Escrito de tu autoría: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
- I want to be with you:
― ¿Enserio llegaste a creer que alguien como yo se fijaría en ti? ―me observa detenidamente y comienza a reír, en coro lo siguen sus amigos, humillándome aún más. ―Solo mírate, tú no eres nada. ―siento cada una de sus palabras directo a mi corazón y eso me hace sentir aún peor, no falta tanto para que comiencen a salir mis lágrimas.
― ¿Y todas esas palabras que me decías; enserio no sentiste nada por mí? ―con dificultad artículo esas palabras y Brian suelta una carcajada.
―No seas ingenua, por favor. Y deja de molestarme de una buena vez.
Todos me miraban, algunos reían y a otros les daba lástima, corro hacia una dirección inexacta deseando que esto no fuera real.
Abro los ojos de sopetón, mi respiración está agitada y tengo unas pequeñas gotitas de sudor en todo mi cuerpo. Ya pasó medio año y yo sigo teniendo esas pesadillas, recordando aquella vez, en la que Brian había logrado que mi autoestima se fuera por los suelos y yo dejara de confiar en mí. Miro mi reflejo y lo único que logro sentir hacía mí misma es lástima. Finalmente, decido arreglarme para ir al instituto, aunque mis ganas de ir fueran nulas, mamá empezaría a molestar y a decirme todo un sermón sobre que la escuela es esencial y blablablá.
Tomo mi mochila, bajo las escaleras y observo a mis padres charlando animadamente, como todos los días.
―Buenos días cariño. –me saluda mi madre, con una tierna sonrisa.
―Hola. ―comento, tratando de sonar con mayor normalidad posible.
― ¿Desayunarás con nosotros? ―pregunta papá.
―No, se me hace algo tarde para ir al colegio. ―cojo una manzana y decido salir lo más rápido posible de mi casa, para no escuchar algún tipo de reproches de su parte.
Miro la hora, y ¡mierda! Creo que llegaré tarde, corro lo más rápido posible para tomar el bus, y para buena suerte, llega en menos de un minuto.
Diviso, si algún asiento está vacío, y por fortuna, está uno sin ocuparse; miro a mi alrededor y un chico me está viendo, no estoy segura si su mirada va dirigida a mí, y para cerciorarme miro hacia los lados, para ver si no se encuentra otra persona, pero no. Me quedo perpleja y no puedo creer que él me esté observando; es todo un adonis, sus exuberantes ojos celestes me miran impaciente, y su sonrisa me deja aún sin palabras, cortándome la respiración y sintiendo una rara corriente eléctrica. Espero impaciente en llegar a mi destino, pero todo resultaba lo contrario, el camino fue demasiado lento, para ser exacta. Jamás me había pasado que alguien como él, se me quedara viendo tanto tiempo. «Debe ser, que le resultas familiar, y por eso te mira tanto» Opina mi subconsciente y yo le doy la razón, tal vez, existen muchas causas por las cuales me mira tanto. Al fin había llegado a mi destino y bajo a toda prisa hacia la escuela. Hecho un vistazo hacia atrás, y él, no me quita la vista de encima.
El resto del día, pasó lento, como en la mañana. No dejaba de pensar en ojos azules, sonrisas bonitas, y miradas sin razones.
― ¿Qué pasa contigo Claire? ―indaga Jessie preocupada.
―No pasa nada. ―respondo. ―Es solo…
―Es solo que. ¿Qué? ¿Sucede algo?
―Hoy conocí a un chico. ―hablo, restándole importancia. Veo a mi amiga y sonríe con emoción.
― ¿¡Es enserio!? Eso es estupendo. ¿Y cómo se llama, es guapo? ―inmediatamente niego con la cabeza, tratando de controlarla.
―Tranquila; solamente, nos miramos, y ya, fue todo.
― ¿Me lo juras? ¿No pasó nada más?
―No, solo fue eso. Pero, lo que me tiene tan inquieta es, ¿Por qué me miraba?
― ¿Por qué más? Eres muy bonita, es obvio que lo hacía por eso.
―No lo soy, yo jamás le he llamado la atención a nadie y no creo que él sea la excepción, además, de que era muy guapo.
―Me molesta que seas tan pesimista. ―me encojo de hombros y decido cambiar el tema.
Trato de dormir, pero no lo consigo. Desde que lo vi, no puedo dejar de pensar en él ¿Cómo se llamará? ¿Vivirá cerca de aquí? ¿Le parecí linda?
Y automáticamente, las palabras de Brian aparecen en mi cabeza: ― ¿Enserio llegaste a creer que alguien como yo se fijaría en ti?
Suspiro, tratando de contener mis lágrimas y lo consigo, tal vez, debería de descartar la última idea. Las personas bonitas, se fijan en personas bonitas; me lo grabo una y otra vez.(…)Cada mañana, antes de irme a la escuela, a la primera persona que veía era a él, si fuera más linda, o me pareciera a alguna de las chicas bonitas de mi instituto. Tendría la valentía de hablarle y estar consciente de que él está interesado en mí.
Me miro en el espejo, y por primera vez, después de tantos años, me siento… bonita. Saludo a mis padres, e inmediatamente, espero el autobús de todos los días. Por fin pasa, subo y visualizo si aquél, no hace acto de presencia, pero nada sucede como lo planeo. El chofer arranca, y me quedo mirando hacia la ventana, si no se le había hecho tarde o algo parecido; hago una mueca y sé, que hoy no lo veré.
Los días pasaban, y no había rastro de él, tal vez y solamente había sido como un sueño, en el cuál alguien como él se interesaba en mí.
― ¿Te puedo hacer una pregunta? ―me encontraba con Jessie, en la cafetería.
― ¿Qué pasa? ―pregunta gentilmente.
― ¿Es posible, extrañar a una persona, sin conocerla?
― ¿A qué te refieres?
― ¿Extrañarías a una persona, que sí has visto por la calle y todo eso, pero jamás has cruzado palabra alguna con él?
―Te refieres, a que ¿si yo extrañaría a alguien que no conozco realmente?
―Algo así.
―No lo sé Claire. ―se queda callada unos segundos. ―Tal vez, sí, pero pensaría que es una tontería eso, me refiero que, está mal enamorarte de alguien que no conoces bien.
― ¿Porqué?
―Pues, por que no lo conoces realmente, no sabes cómo es él, no sabes si tienes gustos diferentes a los suyos.
Esa noche, no había podido conciliar el sueño, a pesar de que estaba cansada, las palabras de Jessie me habían hecho reflexionar, pero, por alguna razón, me preocupaba que él estuviera bien.
Espero sin ningún entusiasmo el bus; por fin pasa, me subo, y miro hacia la ventana, el camión está a punto de arrancar, pero alguien lo detiene, y es él. Mi corazón comienza a latir desenfrenadamente, sintiendo que está a punto de salirse de mi pecho, y mis piernas comienzan a temblar, una sonrisa interna se aparece en mí, lo había extrañado. Se sienta en frente de mí, ambos nos miramos por varios segundos, me regala una sonrisa, poniéndome más nerviosa, cierro los ojos y al abrirlos, él aparta la vista. Suspiro y miro hacia otro lado, tratando de ignorar su presencia.
Debería de hacer las cosas ahora, y no quedarme estancada, pensando en “qué habría pasado sí…” debía dejar el pasado atrás, y estar consiente de quién era yo y lo mucho que valía, poco a poco se iba vaciando el autobús, y en dónde estaba él no se encontraba nadie, decido tomar valor y sentarme a un lado suyo, todo temblaba en mí, me sentía como una gelatina de fresa, de las que hacía mi tía Paty. Mi corazón toma un revuelo y siento que voy a morir.
―Ho… hola. ―tartamudeo, y me siento más tonta de lo normal, seguramente, él debe de estar pensando que soy una chica tonta, sí, eso debe de estar pensando. Parece, como si el tiempo se detiene, voltea hacia mí, regalándome una sonrisa y ¡santo dios! De cerca se ve aún más lindo.
―Hola. ―responde aún con esa sonrisa de oreja a oreja, contagiándome a mí. No sabía que decir, me sentía pequeñita, guardo silencio durante varios segundos y él lo rompe. ―Perdón por no haberte hablado yo, todos los días me preguntaba cuál era tu nombre, pero por alguna razón no me atrevía a hablarte. ―susurra. Y me deja perpleja, mis ojos se abren y no sé qué decir, si supiera que a mí me pasaba lo mismo.
―Claire. ―murmuro apenada. ―Me pasaba lo mismo a mí, me moría por saber tu nombre, pero pensé que solo era coincidencia.
―Niall, me llamo Niall. ¿Coincidencia por qué? ―siento un peso de menos, ahora que por fin sé su nombre, y no es la clase de chico tan modesto y vanidoso.
―Porque, no lo sé. Tal vez, solo me mirabas porque se te hacia conocida o algo así.
― ¿Cómo puedes decir eso? Oye, tú eres la chica más linda que mis ojos hayan podido ver. ―me ruborizo al escuchar su comentario. Hecho un vistazo hacia fuera, y he llegado a mi destino, hago una mueca desilusionada, no me quiero ir.
― Nos vemos luego ―me levanto del asiento, ya que en menos de un minuto las puertas se cerrarían y llegaría tarde, corro hacia la salida, para finalmente, entrar a clases. No quiero mirar hacia tras, porque sé que inmediatamente sospecharía que estaba muerta por él, aunque, estaría en lo correcto, pero no me quería ver tan atosigadora.
Al salir de la escuela, varias chicas se cuchichean entre sí, mencionando sobre “un chico guapísimo, fuera del instituto” no le tomo importancia y sigo caminando, hasta que escucho como alguien anuncia mi nombre. Giro mis talones, y me quedo congelada, mi cuerpo se tensa y no sé qué hacer, siento que voy a vomitar. Ahí está él… mirándome, con esa sonrisa encantadora, y esos ojos que te dejan sin palabras, se acerca aún más a mí, y yo me quedo como estatua, parada, y sin hacer nada.
―No podía esperar más de quince horas para verte. ―me dice, alborotándose el cabello y yo aún no me la creo.
―Yo… yo tampoco podía esperar. ―respondo, apenas se escucha lo que acabo de decir y me siento una completa idiota.
―Tal vez suene apresurado, te puedo parecer el chico más tonto del mundo, pero, me gustas Claire, me gusta tu mirada, tu sonrisa, tus ojos, sé que eres una persona diferente a las demás y no soy tan fuerte como para esperar más tiempo y confesártelo. Quiero estar contigo y sé que tú también quieres estar conmigo, te he soñado desde hace mucho tiempo. Cuando te vi, jamás saliste de mi cabeza, ese día en que te conocí, mi auto había dejado de funcionar, por eso nos encontramos, pero al verte, llegué a pensar en que las cosas pasaban por algo, y que eras especial, pasaban los días, y a pesar de lo mucho que odio el transporte público, lo hice para verte, para acercarme aún más a ti, quiero conocerte más, y que tú también me conozcas a mí, estoy segura que no te arrepentirás.
Una enorme sonrisa invade todo mi rostro, y en ese momento, sé, que yo también quiero estar con Niall, debía de olvidar el pasado y confiar en él, no todas las personas son iguales, no todos te lastiman y juegan contigo. Estoy segura, que todo cambiaría a su lado.
- Hey there Delilah:
—Te ves hermosa. —comenta mi madre detrás de mí, acompañada de una radiante sonrisa. Me miro en el espejo por enésima vez y lo único que logra salir de mí es una mueca; mis ojos están hinchados, pero gracias al maquillaje, parece como si fuera una futura novia feliz, solamente falta ponerme el vestido y en menos de una hora, sería la "Señora de Wheeler"
—Vamos, quita esa cara Delilah, que tu futuro esposo, te verá mal y no sé qué otra cosa le puedes inventar.
—Pero, ver a la novia antes de la boda, es de mala suerte así que cuando él me vea, yo seré la mujer que sueña tener y la esperanza de todos ustedes. —respondo con cierta ironía.
—Ya vas a empezar, al final me lo vas a agradecer. —pone los ojos en blanco. —Te dejo, tienes media hora para bajar o iré a rastras por ti. —asiento y por fin, decide dejarme en paz. ¡Pensé que nunca se iría! doy una voltereta de la felicidad imaginaría, después de tres insoportables horas, me siento tranquila.
Sé que esto, es lo más importante que le puede pasar a mi papá en toda su vida, si no me casara con Patrick, mi familia estaría prácticamente en la calle, soy la única esperanza para ellos. Pero, por una obvia razón no puedo evitar sentirme tan mal, siento un enorme nudo en mi garganta. Me paro de aquella silla y decido buscar algo, que hace años no veía; debajo de mi cama saco una enorme caja de madera, llena de polvo… sé que si la veo, varios recuerdos aparecerán y me será inútil olvidarme de él, pero una parte de mí, ansiaba volver a sentirse viva, aunque fuera con solo recuerdos.
Doy un largo suspiro y por fin decido rebuscar todo lo que se encuentra ahí, varías lágrimas comenzaron a descender de mí. Había una foto, en dónde salíamos él y yo haciendo caras graciosas, otra en donde nos besábamos, la primera vez que me enseñó a andar en bicicleta… me sentía un asco de persona.
—Como te extraño. —susurro. —Perdóname, en serio… espero que algún día me perdones, nunca te podré olvidar, te lo prometo. —percibo que alguien se asoma detrás de la puerta y logro distinguir aquellos ojos verdes de Lucy, rápidamente, borro las pequeñas lágrimas que tenía en mi rostro.
— ¿Puedo pasar? —murmura.
—Claro.
— ¿Estás bien? —indaga, con cierto tono de preocupación. Ella era mi hermana menor, la que más quería de todos, así que no podía ocultarle nada.
— ¿La verdad? Me siento fatal.
—Lo extrañas ¿cierto?
—Demasiado.
— ¿Y qué pasaría si él regresara, aún te casarías con Patrick? —aquella pregunta, me había dejado perpleja, y siendo sincera, no sabía que contestar, porque por una parte, estaba mi familia y por otra, mi felicidad.
—No… no lo sé. —confieso, mordiéndome el labio inferior.
—Si yo estuviera en tu lugar, lucharía por mi felicidad, sin importar lo que pasara, desde que él se fue, tu sonrisa cambió, ya no eres la misma persona de antes.
—Pero él ya no está aquí, me dejó sin importarle mis sentimientos; a veces es mejor estar con una persona a la que no quieres para nunca salir lastimada.
— ¿Por eso te casarás con Patrick? —Lucy cruza los brazos, sabía que estaba molesta.
—Exacto.
—Pues, déjame decirte que estás muy mal. ¿Acaso vas a ser infeliz siempre? ¿No piensas tener hijos y extasiarte de las cosas grandiosas que te da la vida?
—La vida no es un cuento de hadas, Lucy, no va a llegar mi príncipe azul en un caballo blanco, para rescatarme. —acoté sarcásticamente. —Y si me perdonas, tengo que terminar de arreglarme para mi boda.
—Tú no eres así. —me mira con decepción y a los pocos segundos desaparece. Siento una pequeña carga de conciencia y es bochornoso sentirme así, tal vez me porté muy grosera con ella, porque sabía que en el fondo tenía razón.
Doy un largo suspiro y decido seguir hurgando aquella cajita de hace unos instantes; habían algunos cd’s, las canciones que más nos gustaban a él y a mí, en realidad él y yo éramos tan iguales, que algunas veces eso me asustaba. Sutilmente mi mente viaja al pasado, reviviendo algunos de los mejores momentos con él:
— ¡Plain White T’s! Hey there Delilah. —comento fascinada, escuchando plácidamente el disco que había puesto él, hace unos segundos. Me encuentro acostada en el cómodo suelo de su cuarto, jugando a tratar de adivinar canciones; él me regala una sonrisa y se recuesta a mi lado, cierro mis ojos, dejándome llevar por la canción.
—Hey there Delilah I’ve got so much left to stay, if every simple song I wrote to you would take your breath away. I’d write it all. Even more in love with me you’d fall. —susurra esa estrofa, abro mis ojos como plato, y lo encuentro mirándome tiernamente, me acerco aún más a él, chocando nuestras respiraciones y deseando probar sus labios, hace unas semanas mis sentimientos estaban confundidos, por un momento había llegado a pensar que él me gustaba, pero ahora… estaba más que segura.
—Estoy enamorada de ti. —musito, él me regala una sonrisa de oreja a oreja, me acerco aún más a él y por fin, pasa lo que había añorado hace meses, nos besamos.
Aún sigo recordando cada momento en el que habíamos pasado juntos, y jamás se me habría pasado por la cabeza, que me llegaría a enamorar de mi mejor amigo y aún peor, que lo extrañaría, como lo extraño ahora.
Tomo mi celular, busco en mis contactos su número, y me quedo pensando unos segundos en llamarlo, sé que la última vez en la que él y yo hablamos, terminamos mal, pero ahora, si tan solo escuchara su voz… tal vez me llegaría a sentir feliz, como antes. Estoy a punto de llamarlo, pero varias ideas se me cruzan por la cabeza, ¿y si él ya conoció a otra persona? ¿Y si ya no quiere saber más de mí?
¿En qué demonios estás pensando Delilah? Tú estás a pocas horas de casarte, y en lugar de pensar en tu futuro esposo, piensas en un amor de tu juventud; mi conciencia me regaña y yo agacho la cabeza avergonzada, tenía razón, hacer eso, era una locura.
Faltaba media hora para por fin casarme, el vestido era muy bonito, pero por más que intentara en convencerme a mí misma en que todo esto era una buena idea, no lograba conseguirlo. Tocan la puerta con brusquedad y sé que solamente se trata de una persona.
— ¿Ya estás lista? Delilah, ya tienes que bajar, todos te estamos esperando. —chilla mi madre, del otro lado de la puerta, pongo los ojos en blanco fastidiada.
— ¡En un rato bajo! Además, falta media hora mamá, llegaremos a tiempo.
—Más te vale. —noto que baja las escaleras, por la resonancia de sus tacones.
Decido que antes de irme, debía poner Plain White T’s y escuchar aquella canción, que significaba un millón de cosas para mí.
Hey there Delilah What’s it like in New York City? I’am a thousand miles away but girl tonight you look so pretty yes, you do.
La canción suena, y yo comienzo a llorar como una niña pequeña.
“Esa es nuestra canción, recuerda que yo siempre estaré a tu lado” recuerdo cada palabra que había dicho antes de irse. Nuevamente, la puerta de mi habitación resuena, sé que es la atosigadora de mi madre, aún tengo lágrimas en mi rostro, pero ahora, es lo que menos me importa, así que decido abrirle y gritarle en su cara que deje de estar molestando.
— ¡TE DIJE QUE YA CASI TERMINO! DEJA DE MOLESTAR. —inmediatamente abro la puerta para gritarle, pero al darme cuenta de quién se encontraba enfrente de mí, me quedo boquiabierta, no dudo ni un segundo y me abalanzo en él. Lo abrazo fuertemente, no puedo creer que esté aquí, comienzo a llorar aún más, pero ahora, no sé qué emoción tengo en ese momento.
—A thousand miles seems pretty far But they’ve got planes and trains and cars. I’d walk to you if I had no other away. —susurra aquella estrofa de la canción contra mi oído, aún sin soltarme. Lo abrazo aún más fuerte, parece que todo esto fuera un sueño.
— ¿Estoy soñando? —lo miro a los ojos anonadada.
—No. —me dice sonriendo, se acerca a mí acortando distancia entre nosotros dos y me besa, posiciono mi mano en su rostro, y él me toma de la cintura alargando el beso, haciendo, que el resto del mundo dejara de importar y solamente me concentrara en él y yo, había extrañado tanto sus besos, su aroma, sus abrazos… finalmente, deposita un tierno beso en mi frente.
—Tenía tanto miedo de perderte, quería explicarte que lo que pasó aquella vez, yo… —trató de hablar, pero lo interrumpí.
—Louis, eso no me importa ya, sé que fue un mal entendido, pero estaba tan angustiada por perderte, que hice todo ese escándalo.
—Pero creo, que el que terminó perdiendo a alguien fui yo. —me mira de arriba abajo, contemplando mi vestido de novia. —Te ves hermosa, pero creo que llegué tarde. —hace una mueca, y sus ojos se cristalizan al igual que los míos.
— ¡No! Llegaste a tiempo, tal vez todo lo que piensas está mal, necesito explicártelo, por favor, a la única persona que te amo es a ti. —mi voz cada vez se quebraba más, no quería perderlo, enserio, no quería.
—Te escucho…
Le conté todo lo que había pasado, que mis padres me habían obligado a casarme con Patrick, pero que yo nunca quise, porque a la única persona que quería era a él.
— ¿Y qué es lo que harás? —me pregunta angustiado, pero ahora, no tenía una respuesta concreta; no sabía que decir, así que me quedé callada.
—Veo que no dirás nada. —toma un suspiro y mira el techo, pensando en qué decirme. —No sé qué es lo que realmente sientes Delilah, pero yo no te quiero obligar a nada, si decides estar conmigo, ya sabes en dónde encontrarme. —me quedo paralizada, porque soy tan malditamente cobarde, que no lo puedo detener. Da unos pasos, y se retira de mi habitación. Y yo sigo sin saber qué hacer, que lo único que logro es soltar un sollozo y seguir llorando.[…]
Mi padre está a un lado mío con un traje negro hecho a su medida, supongo que está más nervioso que yo.
—Hace meses que no veía a Louis ¿para qué te buscó? Creí que ya no se hablaban. —rompe el silencio de hace unos minutos, absortándome de mis ideas.
—Yo tampoco; solamente fue a desearme suerte con… Patrick. Siempre hemos sido los mejores amigos de toda la vida pá. —le regalo una media sonrisa. Nadie de mi familia se había enterado que yo tuve una relación por más de tres años con él, con excepción de Lucy.
—A tu madre no le agradó para nada que él fuera a visitarte.
—A ella nunca le agrada nada. —comento molesta.
— ¿Qué sucede contigo Delilah?
— ¿Qué sucede de qué?
— Desde que eras pequeña y lo conociste, siempre sonreías y créeme que tú iluminabas la casa con tus risas, pero ahora cuando se fue este chico, te veía triste, tu mirada se apagó, ahora, cuando hablé de él, pude notar un brillo en tus ojos, dime… ¿Estás enamorada de él? —aquella pregunta, me había dejado sin palabras, pero ya no me quería callar, debía de hacerle caso a Lucy y guiarme por mis sentimientos.
—Sí papá, he amado a Louis desde que lo conocí, su voz… su risa, cada acción que hace es especial para mí y jamás lograré sacarlo de mi corazón. —respondo con firmeza, él esboza una sonrisa.
—Entonces ¿qué estás haciendo aquí? —me pregunta curioso.
— ¿Es enserio? Todo esto lo hago por ustedes, jamás he estado enamorada de Patrick, nunca lo llegaré a querer.
—Eres la mejor hija que alguien pudiera tener, pero ¿sabes qué? En este aspecto manda a la mierda a tu familia, lucha mi amor, a mí me importa que seas feliz, y si Louis es tu felicidad, ve por él. —mis ojos se abrieron como platos y sentí una ilusión muy grande.
— ¿Es enserio? —le digo sorprendida y lo abrazo fuertemente.
—Muy enserio. Joven, deténgase aquí. —le indica, al chofer que hace unos minutos nos llevaría a mi boda.
—Pero, ¿qué le dirás a los invitados, a mamá… a Patrick?
—Eso yo me lo inventaré, mientras tanto, vete y sé feliz, por favor. —asiento, le doy un beso en la mejilla, y bajo del auto. El vestido me estorba, pero quiero correr para llegar lo más pronto posible con él.
Toco una y otra vez la puerta de su casa, hasta que por fin me abren, me mira y ambos sonreímos, me abalanzo sobre él tirándolo al piso y nos besamos, como nunca.
—Creí que no vendrías. —susurra sobre mis labios.
—Prométeme que nunca me vas a volver a dejar. —me separo un poco de él.
—Y tú prométeme que si me llego a ir, solamente pensarás en casarte con migo y nadie más. —suelto una risita y le doy un suave golpe.
—No te volverás a ir. ¿O sí? —enarco una ceja.
— ¿Y dejarte sola de nuevo? No gracias. Quiero que sepas, que jamás te dejé de amar, tú siempre serás mi Delilah. —sonrío, y une mis labios con los suyos, ahora me siento realmente feliz, con la única persona que he amado y con la única que quiero compartir el resto de mis días.
- Soy un lindo spoiler y te ordeno que me abras:
Marie bebé, espero que estén bien mis escritos, porque para mí están del asco, en fin, te dejé tres, para que tuvieras variedad y así :roll:te amo<33
FICHA ACEPTADA
Sólo me leí el shot bc la paja es un estilo de vida :lizzena: no sé de cuándo será o si es un poco más viejo que los demás, pero bue. Pa que me dejas tanta cosa sabiendo que soy una huevona. Es un hermoso os, Maggy bebé. Odié las mentiras de Zayn y odié más que no se decidiera por ninguno de los dos y que haya terminado inconcluso, como para que tu te imaginaras un final. Estoy acostumbrada a mis corazones y flores usuales, ahre. Mucha suerte mi amorsote, te amo con todo mi ser<3<3<3.
wanweird
Re: Friendzone | resultados.
megg. escribió: Scar & IanNombres completos: Gissel Scarlett Johnson & Ian Johnson.
Representantes:
Rol:Acacia Clark (ella en la friendzone) & Sam Pottorff
Escrito de tu autoría: onlywn.activoforo.com/t80652-momi-m-scared-of-not-waking-up-and-not-see-you-anymore#4514794
Liriella rls da world
FICHA ACEPTADA
Qué jodidamente triste el título del escrito es tan llegador... y la temática, simplemente original y demasiado real hoy en día. Y no escribas esas cosas que me muero si te llega a ocurrir algo, mi amor. Ficha aceptada, amé como escribes. Te amo<333. Suerte.
wanweird
Re: Friendzone | resultados.
arabella. escribió:
dylan & savannahNombres completos: Dylan Stuart & Savannah Wade
Representantes: D. Henrie & D. Campbell
Rol: Él en la friendzone.
Escrito de tu autoría:
- clickah here para ver un mini cap mierrrdoso escrito por muah aka prinsloo aka alexa:
Una finísima capa de sudor recubría su rostro, gran parte de su torso desnudo, y sus largos y musculosos brazos. Algunos de sus rizos castaños, ligeramente desordenados, caían sobre su húmeda frente. Y su maldita sonrisa perversa, aún permanecía ahí, tan amplia y brillante, tan burlona, tan perfecta, tan... él. Definitivamente, tendría que ser delito nacer tan jodidamente guapo pero tan jodidamente capullo.
—¿Necesitas algo, nena? —preguntó él, con un notable deje arrogante en su voz ronca—. Un cubo de agua helada para salir de tu embobamiento, ¿quizá?
—La verdad es que así estoy bien. Pero gracias por la preocupación, Harry, es un acto precioso de tu parte —le respondí sin balbuceo alguno, deseando que no fuese tan imbécil como para no notar el sarcasmo que plasmaba mi voz.
Una leve risa ronca y profunda salió de sus labios. Sus pupilas verdes aún seguían fuertemente clavadas sobre las mías.
—Por cierto, ¿no tendrás planes este viernes, verdad, guapa? —cambió de tema bruscamente, aunque ahora sus labios no se curvaban en una sonrisa.
Carraspeé. ¿Estaba insinuando, lo que yo creía que estaba insinuando? Pasaron unos pocos segundos inundados de un incómodo silencio. Por un momento, consideré la idea. Pero luego recobré mi querida cordura.
—Guapo —comencé segura—, no es que quiera acabar con tus ilusiones, pero no eres mi tipo en absoluto. Es que a mí no es que me vayan mucho los capullos, ya sabes —finalicé, con una sonrisa soberbia sobre mi rostro.
Harry volvió a romper en carcajadas, esta vez fuertes carcajadas. Empecé a dudar de mí misma, ¿había dicho algo mal, acaso?
—Ni tú el mío, cielo —me respondió entre risas, aunque más calmado que hace apenas unos dos segundos—. No me van las niñas mentirosas, ya sabes.
Lo miré atónita durante un pequeño lapso de segundos. ¿Entonces qué...? Él pareció comprender mi confusión.
—A ver, hermosa, te preguntaba lo del viernes por otras razones. He oído por ahí que ofreces tus servicios como niñera ocasionalmente, y pues como mi padre está fuera de la ciudad tengo que encargarme de Max este viernes. Y pues como no es que me apetezca mucho y tengo planes, me preguntaba si tú podrías cuidarlo —dijo rápidamente, pero yo aún me hallaba algo desorbitada, por un momento creí que Harry Styles me había pedido salir un viernes—. No sé cuanto cobras, pero te aseguro que el dinero no es problema —acabó finalmente.
—Ajá —fue lo único que pude responder.
—¿Qué se supone que significa eso? Un sí, ¿verdad? —preguntó él con, nuevamente, su sonrisa arrogante sobre el rostro.
Iba a decir que así era, no tenía ningún plan para ese viernes, y ni siquiera para el resto del fin de semana. Pero tampoco quería quedar como una antisocial delante de él, porque realmente tenía amigos, solo que yo era una chica que únicamente sale una vez al mes por que tiene la necesidad imperiosa de forjarse un futuro digno. Él y todos los jóvenes Styles ya tenían su futuro forjado, por lo cual él no lo entendería.
—Lamento decirte que sí que tengo planes, ricitos —le respondí todo lo segura que podría mostrarme.
—¿Segura, Phoebe? —preguntó él, alzando las cejas en señal de extrañeza—. ¿Con quién? ¿Con los señores libros de texto? Porque he preguntado a tus amigos y todos y cada uno de ellos me ha respondido que se quedarán en casa, por el examen ese de Física del lunes.
Comencé a ponerme nerviosa, ¿cómo respondía ahora yo a eso? Supuse que no me quedaba más opción que volver a escupir otra de mis ingeniosísimas mentiras.
—Con mi novio.
La brillante sonrisa de Harry Styles se desvaneció nada más oír aquello.
FICHA ACEPTADA
Eh, qué qué qué, ¿qué más? :skip: yo quiero saber qué sucede con ellos. Aish, me imaginé a Phoebe como tu adorada Danielle bc en Starstruck es re así (?). Amo como escribes, casémonos, ahre. Ficha ultra aceptada Alex, te deseo suerte (?) ily<3<3.
wanweird
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