American Horror Story {Murder house

Capítulo 010

save me, from this fucking world

Hacía por lo menos diez minutos que Roman se había despertado sin embargo no quería abrir los ojos, los cuales seguían con los párpados cerrados. No le apetecía abrirlos. Oía las voces de sus hermanos hablando. Emitió un gruñido seguido de un estiramiento de brazos para luego acomodarse al asiento incómodo del coche, después se dejó sus gafas de sol para mirar por la ventana como se acercaban a su destino cruel.
Sus padres se habían empeñado en que mudarse a California era la mejor idea que podían haber tenido, sin embargo no parecían notar que a ninguno más le agradaba. Para Roman en cierto modo le era indiferente, si tenía alguna que otra amistad pero no es la típica de la que se iban a jugar al baloncesto ni pasar una romántica velada. Los planes de Roman siempre se habían basado en quedar con sus amigos por el puente o en un parque y drogarse para pasar el rato, lo que podría añorar serían las noches en las que disfrutaba de la experiencia y el placer que le daba la hermana mayor de su colega, también el robarle a este mismo su droga para poder disfrutarla conjuntamente. Pero a quien iba a engañar ahora le tocaría disfrutarla él solo al igual que tener que permitirse darse placer manualmente hasta encontrar a alguien que lo comparta.


El sonido de la pelota pegando contra la pared era lo único que se escuchaba en el lugar. Allí una figura pequeña, pálida y rubia sentada mientras jugaba con el juguete completamente aburrida. Una mano cogió el objeto de color rojo antes de que golpeara por decimoquinta vez la pared.

—¿Piensas quedarte aquí marginada todo el día? —le cuestionó el chico que había cogido la pelota hasta llegar a su lado.
—¿Alguna otra idea de pasar el rato Tate? —le preguntó la rubia de forma pícara.
—Lils… —una bozina procedente de la calle le interrumpió lo que iba a decir— Han llegado los nuevos inquilinos.

Lilith se levanta del suelo de madera hasta llegar a la ventana, el rubio la sigue para mirar por encima de su hombro. Ella empieza a ver a cada uno de los miembros de la familia y sonríe de forma algo malvada.

—Por fin algo de diversión.


Finalmente el coche se estacionó en una calle amplia con árboles completamente ordenados y frente a una enorme casa que daba cierto grima.

— Vamos familia ¡esto va a ser una aventura!  — gritó el padre con alegría en la voz, la madre simplemente se tensó ante la palabra aventura.  
— Para aventura la que tuvo él —dijo en un susurro que solo su hermano Jack consiguió captar y rió junto a él. Sin embargo el entusiasmo de su padre no parecía calmarse "y luego me dicen a mi que no me fume cosas raras" pensó el castaño mientras hacía una mueca.

Ben y Violet estaban teniendo una de sus discusiones familiares por la infelicidad que esta mostraba, cosa que le llevó a confesarle a su padre quien le daba su mercancía de tabaco, cosa que tanto a Jack como Roman hizo gracia.  Poco después empezaron a a recoger sus cosas para ir llevándolas a su habitación, para su sorpresa los trillizos debían permanecer en la misma habitación.

La casa había presenciado dos muertes, cosa que a más de uno de los hermanos les interesó. Roman quería algo más, y el hecho de que la casa tuviera un pasado siniestro le atraía demasiado.
Al entrar a la habitación se encontró con tan solo dos camas, genial, ahora también debería dormir en el suelo pero Tris sacó un colchón de debajo de la suya, el castaño se sentó sobre la cama con una mueca. Violet se disculpó para ir al baño.

— ¿Donde crees que va? —preguntó él. Su hermana le miró con una mirada que todo lo decía y obviamente él sabía la respuesta.
— Debe haberse estresado por el viaje, es evidente que se cortará, Roman —respondió Tris apenada. Él se mojó los labios y se levantó bruscamente para darle una patada a una de las cajas.
— Me siento idiota. No entiendo por que no hago nada —dijó con un suspiro— A veces quisiera ayudaros, a ella y a ti —pasa por la habitación hasta coger una foto de la mesita donde salían los tres, con una sonrisa y por un momento pudo recordar aquél día. Fue un día de lo más sencillo en un lago cerca de donde vivían pero ese día consiguió ver que en la vida se podía sentir ese sentimiento de felicidad, aun que no fuera demasiado casual, existía. — Se que es extraño pero incluso en ocasiones por más que lo ignore, siento que tenemos una conexión, siento que toda la pena que vosotras sentís puedo sentirlas y es de algún modo extraño pero existente.
—En primer lugar, Roman yo no necesito ayuda —le respondió Tris alzando sus ojos azules— Y en segundo lugar, creo que deberías preocuparte por ti mismo antes de hacerlo por Violet o por mi, estas igual o peor.
Probablemente debería de haber emitido alguna respuesta pero simplemente se quedó mirando a su hermana, al igual que lo hacía ella para después empezar a rebuscar en sus cosas. Encontrar su estuche especial y salir de la habitación dando un portazo.


—¡Pero mira que ha traído el viento! —exclamó Lilith viendo como la mujer de temprana edad se adentraba por la puerta de atrás— Constance, pero que alegría verte. ¿Ya vienes a coger alguno de los objetos preciados de los nuevos inquilinos?
—Apuesto a que tu ya has optado por ello.
—Touché.
—¿Y bien? —preguntó ella con su sonrisa.
—Lo cierto es que tienen ciertas cosas de valor y algunas bastantes bonitas —le respondió— ¿Vienes a hacer de las tuyas?
—Eso siempre —le dijo mirando alrededor de la casa— Dile a Tate que venga, tu que le convences.

Como un soldado la joven fue a buscar al rubio, sin embargo al encontrarle no le gustó ver lo que veía. Era una chica, ese era el punto de mira, ¿acaso no es el de todos los hombres?
La frágil chica de cabello liso y sin forma de color rubio ceniza, vestido largo y rebeca a conjunto, sin duda a esa chica no le importaba ir horrenda. Parecía bastante triste, el comportamiento con su familia era distante y respondía con ironía. Una punzada en el corazón de Lilith le hizo un dolor inesperado en este. Lo cierto es que es un comportamiento algo parecido al de ella, pero por lo menos con su padre se llevaba bien y tenía gusto por la moda. El rubio la miraba anonadado con sus ojos oscuros sin quitarle ni un instante la vista de encima, el objeto que la chica mantenía en su mano derecha se convirtió en polvo debido a su rabia.

—Tate tu madre te busca y debemos reunirnos en el sótano, ¿recuerdas?
—Si, ahora voy —se limitó a responder para bajar su mirada y marcharse.

Caminó cabreada por toda la casa por lo que no dudó en recolectar algún que otro objeto como un reloj o un poco de chocolate. Para su sorpresa se encontró con un chico alto de compostura delgada que bajaba cabreado las escaleras con prisa hasta llegar a una de las puertas que daba al patio trasero; el jardín. Entonces pudo recordar las veces que ella misma se sentaba en esos pilares intentando que la misma brisa del aire pudiera hacer que sus problemas se fueran, algo húmedo cayó por su rostro pero la rubia simplemente volvió a la casa y se encontró con Savannah a quien le dio el mensaje de que bajara.


Roman simplemente se dedicó a lo que solía hacer: huir.
Después de la charla con Tris sentía como todo se le volvía encima de nuevo, se preguntaba si esa sensación no acabaría nunca para luego proceder a liarse el porro y hacer que todo fluyera. Pero no podía evitar en pensar lo mal que se sentía por el sentimiento de no hacer nada, su familia estaba destrozada y su padre que era psicólogo ni si quiera parecía notarlo. No dudó en dejar que sus lágrimas empezaran a salir, sabía que algo le estaba pasando a una de sus hermanas. Sentía la ausencia y el dolor que la conexión le proporcionaba.

A menudo se preguntaba filosoficamente su lugar en el mundo, no lograba entender que hacía él allí, no le proporcionaba nada al mundo. Además no le gustaba vivir en él, las personas de este simplemente se han vendido al consumismo y la mierda, ya le pasaba, salía con chicas estúpidas por que no quedaba ninguna verdadera chica pura que sepa pasar un buen rato, ellas les gusta vez de ir de compras o hablar de gilipolleces en vez de poder pasar un buen rato y conocer verdaderamente a alguien, a veces piensa que debería haber nacido en otra época donde las personas solían ser reales y no plásticos.

La soledad le inundaba y parecía no soltarle, una brisa helada recorrió su cuerpo incitandole a mirar hacia atrás. Tenía en presentimiento de que alguien le estaba observando con ojos tristes, era una presencia extraña como si llegar a sentir lo mismo que él. movió la cabeza como gesto de despertar de esa ilusión para luego encender su porro, mirar al cielo y dejar de pensar aun que solo fuera por un instante.

Capítulo 011

You are doing it wrong

La verdad  Violet no tenía la menor idea de porque había accedido a visitar la escuela, no es que tuviera alguna elección en el asunto, la única parte buena de todo era que Chloe su hermana también iba a ir, así que se podían fugar juntas a la plaza o solo a fumar al parque, de toda su familia Chloe era su única amiga o al menos eso sentía ella, puesto que era la única que lograba comprender su amor hacia la oscuridad, había algo en ella que simplemente resultaba hermoso, increíblemente perfecto.
La escuela le había resultado insulsa y hasta cierto punto aburrida, no le terminaba de convencer, pero de nuevo no tenía ni voz ni voto en el asunto, su mente seguía divagando por el suceso con Tris, ella nunca le había importado, estaba todo el día pegada con Jack y ahora resultaba que hasta la había curado.
Terminando el recorrido Violet se fue con Chloe a un parque, ella no hablaban mucho, pero sus silencios lo decían todo.
— ¿Cuántos?
— Unos quince creo — Violet respondió al cuestionamiento de su hermana, ella era la única que estaba al pendiente de su situación o eso creía.
— ¿Y ahora por qué?
— Sabes, ser la menor de 9 no es precisamente lo más divertido, todos me toman el pelo y suelen pasar su mirada en mí como si no existiera, tienden a subestimarme por ser la pequeña.
— ¿Crees que ser la de en medio es mejor? A nadie le importa mi opinión no soy lo suficientemente grande, pero no soy lo suficientemente chica.
Juntas las dos hermanas regresaron a su casa y encontraron a una señora mayor discutiendo con dos adolescentes, uno castaño y otro rubio, el cual llamo la atención de Violet, se veía perturbado, pero atractivo, los ojos de ambos se encontraron y Violet retiro rápidamente la mirada sintiendo arder sus blancas mejillas, miro al suelo y se metió directamente a su cuarto. Su alarma la despertó, sus padres habían decidido que los chicos empezarían las clases de inmediato, no había tiempo de adaptarse, se vistió sin darle menor importancia al asunto, despertó ligeramente a Tris y salto encima de Roman para despertarlo, recibiendo un almohadazo de parte de su trillizo.
Antes de bajar las escaleras, paso al cuarto de Jack, para abastecerse de sus cigarros, ya que Roman no le quería dar.
— Siempre me pregunto ¿Qué hay para mí? — pregunto su hermano levantando una ceja.
— No lo sé, podría cubrirte hoy en la escuela.
— Yo no necesito que me cubran.
— ¿Seguro? Porque hoy es el primer día de clases y papá tiene otra actitud, de hecho creo que el mismo te quiere llevar al colegio — Jack levanto una ceja y golpeo la pared con tanta fuerza que Violet dio un paso atrás.
— Viejo gilipollas infeliz, esta me la paga, está bien, toma pulga. — le entrego un paquete nuevo junto con un encendedor y ambos bajaron al desayuno.
Todos los Harmon estaban reunidos en el comedor y desayunando cereal, ya que Vivien no se había levantado a hacer el desayuno y pese a que todos contaban con que Jude lo haría nadie se atrevió a pedirlo, todos querían a su hermana mayor y sabían que no le podían pedir que fuera su madre.
— Papá, he pensado mucho en mi relación con Jack, él se pasa todo el día en su habitación solo y quiero pasar más tiempo con él, aparte da pena que tu papá te lleve el primer día de clases, sobre todo si tu primer día de clases es en miércoles y vamos a  mitad del semestre — comento Violet con una voz inocente.
— ¿Quieres que Jack te lleve al colegio?
— Si no es mucha molestia — su padre pareció meditarlo por un segundo y después accedió.
Todos los chicos salieron juntos al colegio y a media cuadra Jack se separó de los demás para saltarse la escuela, todos comenzaron a tomar diferentes caminos para ir al colegio excepto Dallas y Violet.
— Escuche que mamá te mando al sótano.
— Ya no, Jude me ofreció su cuarto — contesto la castaña en un tono rudo y violento. — Lo lamento, solo tengo un mal día
— No te preocupes, todos los tenemos, por cierto el ático este vacío, digo por si quieres ocuparlo de cuarto. — Violet era observadora, ella sabía perfectamente los problemas de su familia, sabia de las enfermedades de sus hermanos, pero nadie sabía la de ella.
— Valla que sí, oye mi clase es en este edificio, suerte Violet.
— Te veo después Dals.
Violet se separó de su hermana y encendió un cigarro dejando que la nicotina entrara en sus pulmones o eso hasta que una descerebrada se lo arrebato y comenzó a golpear a la rubia, ninguno de sus hermanos estaba cerca, por lo que un profesor tuvo que parar la pelea. La escuela termino rápido, no sin antes ser golpeada un par de veces por las mismas chicas, ninguno de sus hermanos estaban cerca por lo que comenzó a caminar sola por la calle, hasta llegar a su casa, claro pudo tomar el autobús, pero se terminaría perdiendo, por lo que decidió caminar. No se sorprendió cuando llego a su casa, todos sus hermanos ya estaban ahí, su madre hablaba con la señora a la que había visto ayer y su padre daba consulta, nadie noto la herida sangrante en su frente, por lo que ella sola fue al baño a limpiarse. Se secó la herida y camino por la casa, sus pies se detuvieron inconscientemente frente al sótano, por acto de inercia bajo las escaleras.
Estaba oscuro, muy oscuro, pero eso no le importo, siguió bajando hasta encontrarse con el interruptor de luz, lo acciono y una pelota roja rodo a sus pies, ella la recogió pensando que sería de alguno de sus hermanos y no le importaría mucho que la tomara, por lo cual la levanto sintiendo una mirada de odio en su espalda, una mirada que le helo la sangre y la hizo correr hacia arriba. — Acepto, pero con una condición — dijo el chico rubio a su madre.
— La que sea.
— Rew también va — el mencionado se quejó y maldijo a su amigo.                                
— Si, como sea, el puto también va.
— Siempre es un placer hablar contigo Constance, nunca  cambies — Rew río y soltó su comentario — tienes razón Tate, tu madre es la encarnación del diablo mismo.
— Y yo pensé que no te agradaba Rew, ahora me voy, tengo una cita muy importante.
— ¿Por cita importante te refieres al chico con el que te acuestas? ¿Sabes que tiene mi edad?
— Cállate, ahora hazme un favor y vete con Lilith.
Constance se retiró de la casa llevándose a los dos adolescentes para presentarlos con el señor Harmon. La reunión de los muertos había resultado bastante bien, Gwen había dejado de ser virgen y se había quitado a Pets de la espalda, aunque Adrien no estaba muy contento, ya que él quería follar con Gwen.
Savannah se había ido con Rew y Hope, dejando a Lilith y Tate solos.
— Vamos, hay que hacerlo ahora — le decía la joven.
— No
— ¿Es esto por la viva?
— Si, es esto por la viva, ahora si me disculpas tengo que ir a hablar con ella. — o mínimo ese era el plan de Tate, pero por alguna razón no lo había llevado a cabo. Salía de su terapia con el doctor Harmon y se dirigía al sótano para pasar el resto del día, hasta que Lilith salió hecha una furia y lo acorralo contra la pared.
— Tu amiguita me robo mi pelota.
— Yo no veo el problema, tú se la robaste a mi hermano.
— Es diferente, quiero esa pelota.
— Es solo una pelota. — Tate la retiro bruscamente y subió a la que antes era su habitación, el día de hoy si le iba a hablar.
Ella se encontraba sentada en su cama mirando a la ventana con los ojos tristes, detrás de una cortina de cabello se podía ver la sangre seca, producto de una herida aún abierta, entre más veía Tate, más quedaba enamorado de esa chica, todos su detalles y la manera en la que su pecho subía y bajaba, un indicio de su vida, miro detenidamente sus muñecas y pudo ver raspones o mejor dicho, cortadas, Tate lo sabía muy bien, el mismo las tenía, fue entonces cuando ella levanto la vista y miro a la puerta.
— ¿Qué haces tú aquí extraño?
— Buscaba el baño — escusa tonta, se maldijo el chico en su cabeza.
— Bueno ¿esto parece baño?
— No, la verdad no — Tate sonrió y pudo ver la sangre juntarse en las mejillas de la chica. — Tate, por cierto, me llamo Tate.
— Violet.
— Por cierto, algo estás haciendo mal.
— ¿A qué te refieres?
— Si buscas matarte, debes cortar en forma vertical, no pueden coser eso.
— ¿Cómo sabes eso?
— Digamos que lo sé —Violet vio las marcas en los brazos de Tate y se sintió pequeña y ruborizada, desvió la mirada al suelo y cuando la volvió a levantar, Tate ya se había ido.    

holaaaaa: