American Horror Story {Murder house

Capítulo 006

What is masturbation?

Los ojos castaños oscuros, casi negros, de Gwen observaron a la familia nueva, estaba segura que no durarían mucho en la antigua casa, siempre era igual. Al ver que los Harmon, abrían la puerta, se escondió y los siguió viendo minuciosamente. Vio a una chica encerrarse en el baño, que según había escuchado, se llamaba Violet. Miro por la rendija de la puerta que agarraba un objeto punzante y empezaba a hacerse cortes en las muñecas. El liquido rojo se hizo presente en los flacuchos brazos de la chica, sonrió esa escena era perfecta para la colección. Después de haber analizado a cada facción. Se dirigió hacia el sótano, abriendo la trampilla, esta era una gran habitación, iluminada por una lámpara de gas, las paredes estaban cubiertas de dibujos, por ejemplo, el favorito de ella, un boceto de Tate sonriendo. Peter su odioso compañero de casa, aborrecía la imagen, ella nunca entendió, el extraño odio de Pet hacia Tate.
Por mientras se dedico a dibujar a la nueva familia, le gustaba hacer eso, así cuando ellos de fueran, podría recordarlos. Trazo primero a Violet, preocupándose de que la tristeza en sus ojos se notara, que la sangre en sus muñecas fuera algo real, que las cicatrices realmente se sintieran reales. Que todo lo que dibujado, fuera factible, que después recordara todo sobre ellos.
Escucho como la puerta se abría, era Peter, el único que conocía la existencia del cuarto.
— ¿Qué quieres, Pete? —Dijo la chica.
—Oh, nada—Gwen hizo una ademan, prosiguió el chico—La otra noche deje un cuaderno forrado en…
La chica señalo un escritorio de caoba, donde se encontraba un libro forrado en cuero, el asistió.
Odiaba que ella fuera tan esquiva con él, intentaba todo, para poderle agradarle, pero nada funcionaba. Se sentó en una silla, observo a Gwen dibujar algo.
Abrió el cuaderno en una página al azar, encontrándose con dibujo de él, hojeo rápidamente, y luego vio la primera pagina donde se leía: “Diario de Wenddy”.
— ¡Adiós, Gwen¡ —Dijo cerrando la puerta apresuradamente, la chica simplemente suspiro.
Los gemidos resonaban en los oídos de la chica, ella había escuchado palabras extrañas para su conocimiento como: paja, masturbación, follar. “Nota mental: Preguntar a Pet, Tate o Rew, sobre el significado de esas palabras”. Siguió observando como el chico con pinturas en la piel hacia movimientos bruscos, metía y sacaba su pene del culo de su hermano.
Wendy no entendía lo que significaba eso, seguramente era algo común en los adolecente de esta época, sus ojos se fijaron en una figura distinta. Era un chico, lo que más destacaba era el bulto ente sus piernas.
El gran cuarto era iluminado por un par de lámpara de gas y un viejo candelabro inservible chino, todos se encontraban sentados en un círculo, hoy era la típica reunión donde se sentaban a hablar de los nuevos inquilinos.
—Un tal Jack, tiene excelente culo—Opino Tate.
—Una tal Violet tiene lindos ojos—Completo Rew, era idea de Peter o Tate realmente se había sonrojado.
—Cosas mías seguramente—Susurro, sin percatarse que Gwen lo había oído.
Con el paso de los minutos la risas fueron disminuyendo, Gwen solo anotaba la suposiciones sobre la familia en una libreta que decía Los Harmon, después junto a los dibujos iría la colección de carpeta que tenía sobre las familias, cada una de estas contenía dibujos detallados y la muertes extrañas de los integrantes, era como un archivo de la policía, pero mejor. Al cabo de una media hora solo quedaban Peter, Rew, Tate y Gwen. La chica supo que era el momento de preguntar las palabras que no entendía.
—Chicos…-Estos pusieron atención en el rostro de la joven y prosiguió—¿Qué es la masturbación, follar y… paja?
En la habitación se escuchaba una sonora carcajada por parte de los chicos, mientras que Gwen se enrojecía por la reacción de ellos, Pet empezó a dar golpes en el piso, Tate a sostenerse el estómago y Rew a llorar de tanta conmoción, la pobre chica estaba entre aterrada y avergonzada.
—¿Qué es tan gracioso?
—Oh, nada Gwen, nada. —La chica asistió, pero no estaba completamente segura de la respuesta de Pet.
—Entonces ¿Qué es masturbación…—Las risotadas se hicieron presentes—y follar?
Después de unos minutos de risas enloquecidas, Tate hablo:
—Creo que lo más conveniente es que Peter te lo explique—Dijo mirando a el recién mencionado con una cara pervertida, agarrando de la camisa a Rew para que o impidiera nada. Segundos después el chico relaciono lo dicho con Tate y lo que se refería, pero era demasiado tarde no había rastro de los jóvenes.
—Creo que lo mas prudente es que dejes que si diviertan—Expreso Tate, sabiendo de buena fuente que un buen sexo con Gwen relajaría Peter.
El chico había agarrado de la mano a Gwen, la conducía a la trampilla escondida, ella simplemente lo siguió, al entrar el chico hizo un rápido movimiento dejando acorralada a la chica contra la pared.
—¿Quiere que te lo demuestre o te lo explico?—Pregunto Peter al oído, mientras lamia el lóbulo. La chica simplemente no se resintió y asistió enérgicamente.
Peter beso a Gwen, ella entreabrió local labios como respuesta, la lengua del chico recorrió la cavidad bucal, los dos abrieron los ojos y la chica sonrió. Pet tomo la cintura de Gwen y ella apoyo sus brazos en el cuello y acaricio el cabello color azabache del chico. Peter tomo a Gwen entre sus brazos y la restos en la cama, apoyando sus dos extremidades entre la cabeza de la chica. Comenzó a besar a su cuello, produciendo espasmos y gemidos por parte de la chica. Pronto la ropa fue innecesaria, el recorrió todo el cuerpo de la chica con su lengua, ella acariciaba por debajo de la ropa la gran espalda de él, de repente los dos estaban desnudos, como el chico no tomaba la iniciativa, ella motivo a Peter a entrar en ella, eso consistía en hacer pequeñas caricia en el miembro de él, y en unos minutos la espera se hizo insaciable y entre finalmente en ella. Wendy beso a Peter, el comenzó a hacer movimientos despacio dentro de ella, los gemidos se hicieron presentes por parte de los dos, ahora eran más rápidos.
— ¡Peter, por Dios!—Grito agudamente.
— ¡Gwen!—Replico gravemente y los dos ¿se desplomaba en la cama, después del mejor orgasmo de su vida.
 

holi:

Capítulo 007

hopeless, like nothing.

Prefirió encerrarse en un mundo que solo existía para él y nadie más. Escuchó las voces de sus hermanos, estando todos confinados en el mismo auto para llegar al nuevo infierno, uno que Zac veía como su propia mente. Apretó con fuerza su muñeca, con el propósito de no gritar sus molestias. El viaje pudo durar menos si la mudanza no fuera tan pesada y para dejar tantos errores atrás.


Arrastró sus pies a lo largo de la casa, cargando la pesada caja con algunas de sus pertenencias. Se apartó de sus demás hermanos y, en silencio,  se movió hasta donde su padre, quien le llamaba con un movimiento de su mano.
—Zachari, compartirás habitación con Jack. No hay peros.
—Estaría más tranquilo si cerca de él no sintiera que fuera a ser violado—bufó con molestia—. No querrá compartir el cuarto conmigo.
—Tendrá qué. Tú solo trata de no molestar, ¿de acuerdo?

Frunció el ceño y asintió con molestia. Se mantuvo detrás de su padre mientras ambos caminaban escaleras arriba. Prefirió no intervenir, no veía caso. Las paredes de la casa se volvieron pesadas y cada vez más antiguas a sus ojos, aún conociendo que había sido remodelada. Pensó en cuantos gritos pudieron ser retenidos en este lugar y cuanta sangre derramada en los suelos pudo haber. Él sabía que habría más sangre.
No lo notó. Quedó solo. Sin importarle mucho, siguió caminando, aún admirando todo el lugar. Sus ojos oscuros miraron a su alrededor, con nerviosismo, desesperación. Miedo. Se sentía observado, con los ojos sobre él.

—Sufre de insomnio…—escuchó cerca de él.
—Me paso por la punta de la polla lo que tenga el crío ese, no pienso dejar que me jodáis el sueño con ese...
Soltó la caja a un lado de la puerta y con repentina tranquilidad entró al lugar, escondido tras la figura de Ben.
— ¿Raro? ¿Idiota? ¿Loco? ¿Pesado? ¿Gilipollas? —interrumpió, enumerando cosas que él mismo pensaba. Asomó su cabeza por detrás de su padre y miró a su hermano—. Hola, Jack. Yo tampoco quiero compartir habitación contigo, créeme.
Las estruendosas carcajadas de su padre le causaron diversión y solo la sombra de una sonrisa se percibió en su rostro cansado.
Así como el mayor, Zac se percató del tamaño de la cama. Inmediatamente, negó mirando a su hermano preparándose para hablar y decir algo referente al tema. Lo conocía. En el silencio, Zac aprendió a ver más que los demás, a sentir más y simplemente a estar peor.

— ¿Vamos a dormir juntos? —preguntó con su típica sonrisa, haciendo que él se ruborizara al instante. Por vergüenza, tal vez.
—Sí, Thomas, y espero que no le dañes —vio a Jack guiñándole un ojo, con esa actitud extrovertida que a Zachari a veces desesperaba.
Lo demás fue un sonido distante. Otro más.


Hope tarareó en silencio y se paró al sentir al rubio bajar las escaleras. Sonrió por inercia y esperó en las sombras como lo había hecho toda su muerte. Lo miró por pocos segundos hasta que se acercó por su espalda.
— ¿Qué?—susurró él para luego cubrirse a él mismo con sus propios brazos.
Le parecía dulce, tierno. Su dedo índice estuvo por tocar su nuca, de verdad deseaba hacerlo.
— ¿Zac? —la voz femenina le obligó a alejarse y volver a las sombras, convirtiéndose en otra. Había desaparecido.


— ¡Duerme de una puta vez! —gritó su hermano desesperado por el inquieto movimiento que hacía mientras daba vueltas en la cama.
Suspiró y salió de las colchas.

La madera del suelo crujió al instante en el que sus pies descalzos comenzaron a moverse por esta. Salió del cuarto y se dedicó a entretenerse y no pensar más. Solo deseaba que la oscuridad se cerniera sobre él, como lo hacía las noches en las que se escabullía por la ventana y deambulaba en las calles de Boston.
El gélido aire le acarició los vellos de la nuca.
— ¿Qué? —murmuró acariciando el área fría.
No había nada, todos dormían o eso creía él. Se movió de nuevo, caminando un poco más rápido por el pasillo. Escaleras abajo sus pies se movieron. La luz de la calle entraba por las ventanas y la claridad era suficiente como para que no todo se sintiera tan oscuro.
Oscuro. Como su mente.

Nuevamente, sintió a alguien a su espalda, mirándole y solo haciendo eso. Sus manos empezaron a temblar con miedo. Era débil y lo sabía. Se abrazó a si mismo mientras hacía un intento por no voltear hacia atrás, sintiendo que algo lo atraparía como la pesadilla que vivía bajo su cama a los cinco años.
— ¿Zac? —el susurro le dejó de estremecer y solo se dio la vuelta mientras miraba a una de sus hermanas mirándolo con extrañes.
—Jude—susurró aliviado, aún manteniéndose cauto en sus propios brazos—. Me asustaste.
Sintió los brazos de su hermana mayor reemplazando los suyos.
—Tranquilo.

Temblaba sin darse cuenta.


Se sintió como un niño pequeño siendo mandado a dormir por su hermana. Solo acató órdenes de acostarse pero no prometió dormir. De todas maneras no lo haría. Intentó no molestar a su hermano. Solo entró en la cama y todo comenzó de nuevo.
Al cabo de un rato, tal vez horas o minutos, Jack habló con molestia, al fin poniéndole atención a la posición de Zac.
— ¿Qué cojones quieres, Zac? —lo miró por un corto tiempo, debatiendo entre si debía molestarlo o solo irse de nuevo.
—No puedo dormir…
— ¡Hazte un puta paja! Los orgasmos cansan al cuerpo—exclamó el mayor, causando que Zac se quedara atónito por la crudeza de su hermano.
Tal vez no debió seguir con todo lo que comenzó después de eso.
Una sonrisa bastó para que Zac temiera de nuevo. El contacto de los labios calientes de su hermano le hizo estremecer y cedió ante algo inimaginable para el chico que sabía que era totalmente heterosexual.


“Hopeless”, la palabra quedó tallada en la madera de la puerta. Desesperanzada. Atormentada. Escuchó risas al final del pasillo y se levantó del suelo del pasillo, dejando el cuchillo en este. Los miró parados allí y decidió solo saludar con su mano.
—Hope—le llamó alguien desde el otro lado.
—Adrien, ve a ver a Dallas y tranquilízate.
El bufido del otro le hizo reír con gracia.
—No creas que no me di cuenta, Adri—murmuró riendo con diversión, mientras se daba la vuelta y veía la expresión seria en el rostro del otro. Así dejó a sus fantasías colgadas.
—Yo no estaba viendo a nadie.
—Nunca dije que lo hayas hecho, solo dije que lo hicieras, tonto—replicó de manera infantil.

Caminó hacia Adrien y puso una mano en su hombro, proporcionando pequeñas palmaditas en este, cuando sonreía con pena.
—Estas personas están cargadas de problemas, ¿sabías? Parecen más rotos que nosotros.
—Al menos están vivos.
Su expresión se volvió seria de repente, como si el agua se hubiera convertido en hielo con tan solo una brisa. Ella bufó mientras se alejaba y volvía a la puerta, en la cual desde cerca se escuchaba un suave sollozo masculino.
—Vivir no es un “al menos” cuando se está muerto en vida, ¿no crees?

Desesperanzada y vacía, ella tomó el cuchillo en sus manos y se largó, dejando un hilo en el aire y su marca en la puerta de quien quería conocer. Los llantos silenciosos del Zac qué se quedó apoyado contra la puerta le fueron suficientes como para simplemente querer estar allí para él.

Spoiler: