Love Never Felt So Scary [Zayn & Sky]

CAPÍTULO 12: JAMÁS DEJARÍA QUE TE PASARA NADA MARATÓN [3/3]

-Me gusta que contesten a mis mensajes-me dice en el oído, no le hace falta gritar debido a la cercanía entre nuestros cuerpos; me tiene bien aprisionada a él.
-¿El mensaje que recibí hace un momento?-siento como asiente en mi hombro-no creí que fueras tú…-en ese momento sé que he metido la pata, pero aún me puedo salvar.
-¿Quién creías que podría ser?-pregunta con el ceño fruncido.
-No sé, cualquiera que se hubiera equivocado al marcar el número-resuelvo encogiéndome de hombros.
-Estás muy sexy-gruñe cambiando de tema mordisqueando el lóbulo de mi oreja izquierda a la vez que las yemas de sus dedos acarician mi muslo derecho por debajo de la falda.
-¿Qué haces aquí Zayn?
Estoy un poco harta de que aparezca y desaparezca cuando le da la gana sin ningún tipo de explicación. Porque merezco una explicación… ¿no? No tenemos bien definido lo que hay entre nosotros pero creo que es más que evidente que nos hemos saltado el paso de “ser amigos y conocernos”. Porque, si bien no conozco mucho al chico, de lo que estoy más que segura es que es con el que más lejos he llegado.
-¿No te alegras de verme?
-No me alegra que desaparezcas sin dejar rastro-contesto sin apartar la vista del guitarrista que se ha quitado la camiseta y ahora la lleva enganchada en la cabeza.
-Joder…-gruñe él malhumorado ahora-¿de verdad quieres hablar de eso justo ahora, Sky?

La verdad es que no quiero, porque estoy cansada del vaivén que tenemos y he decidido venir aquí a divertirme, ya que está él aquí… ¿Por qué no divertirme con él? Voy a aprovechar el tiempo con él. Doy la vuelta sobre mi propio eje sin salir de sus brazos quedando ahora de frente a él, sus brazos se posan sobre mi cintura algo inseguros por mi acción pero yo sigo adelante posando mi mano derecha sobre su mejilla. Su ceño se frunce profundamente y con su mirada me pregunta algo así como: “¿Qué coño haces, Sky?”
Le sonrío, una sonrisa que jamás le he dado a un chico, una sonrisa traviesa. Me elevo suavemente sobre las puntas de mis pies y ataco sus labios. Mi mente es una nebulosa de emociones cuando mi boca es correspondida por la suya con el doble de necesidad y deseo. Siento los labios totalmente hinchados debido a la agresividad de los suyos mientras sus manos viajan de mi cintura a mis nalgas y de un solo movimiento me aprieta más contra él, si es que eso es posible. Adelanta su entrepierna para crear fricción entre nosotros y ese movimiento hace que un gemido ahogado salga de mí, Zayn aprovecha el momento para introducir su lengua en mi boca sin previo aviso, y juro que las caricias de su lengua hacen que sienta mil cosas. ¿Decir que siento mariposas en el estómago sería demasiado cliché? Porque lo hago.
Mis manos van directas a su nuca para poder acercarlo más a mí y disfrutar del calor que emana de él. Después de lo que parecen horas besándonos nos separamos y me doy cuenta de que los tíos del infierno han sido sustituidos por una banda más pop. Zayn me sonríe de lado y agarra mi mano para jalar de mí hasta la barra, donde me sienta en un taburete alto para separar mis piernas y encajarse en ellas de manera que estamos cara a cara.
-¿Quieres tomar algo gatita?-pregunta con una sonrisa, le devuelvo la sonrisa mientras niego-te dejaré beber de lo mío-dice él de todos modos guiñándome un ojo.

Sale del espacio entre mis piernas y se acerca a la barra, se apoya en ella sobre el brazo derecho mientras echa la mirada hacia atrás para poder verme desde su posición, cuando el camarero llega veo como intercambian algunas palabras e incluso se sonríen, algo verdaderamente raro en Zayn. Cuando vuelve a mi lado no oculto mi curiosidad.
-¿No se pueden tener secretos contigo, eh?-afirma más que pregunta con una sonrisa divertida-es un colega-explica luego sencillamente.
-¿Hace mucho que os conocéis?-se queda mirándome unos segundos, investigando toda mi cara.
-Algunos años.
-¿Más que a Louis?
-Más o menos, ¿se ha acabado ya el interrogatorio agente?-pregunta para dar un trago de su cerveza, yo le sonrío con cariño, a estas alturas él ya conoce lo suficiente mi lado curioso como para no molestarse tanto como al principio. Inclina el botellín hacia mí y yo arrugo la nariz.
-No Zayn, que asco-digo alejándome de la cerveza.
-¿Asco? Asco es lo que te metiste en la fiesta, a saber qué coño tenías en el estómago al final de la noche-me regaña y mi ceño se frunce pero antes de que pueda contraatacar él sostiene mi cara con la botella en una de sus manos y estrella sus labios en los míos-así está mejor.
-Pensé que habías venido aquí porque te habías enterado de alguna manera de que venía y querías verme… pero ahora veo que solo viniste por la bebida gratis.
-Po supuesto, no podía desperdiciar la oportunidad de que el camarero sea mi amigo-ríe y yo le doy un golpe juguetón en el brazo.
-Odio cuando desapareces-confieso sin pensar cuando él pega su frente a la mía y su aliento a alcohol choca con mi boca.
-Odio la razón por la que lo hago-admite, y sé que lo ha dicho sin pensar, lo veo en su cara cuando se da cuenta de que ha compartido un cachito de su verdad conmigo.
Agradecida por esa pequeña información que sin querer me ha revelado, le doy un casto beso en los labios y noto que sabe que le agradezco que poco a poco confíe en mí aunque sea subconscientemente. Sonríe el poco tiempo que dura el contacto de nuestros labios y vuelve a ofrecerme de su cerveza, ruedo los ojos pero esta vez sí acepto un poco.
-Puaj-mi cara se arruga ante el sabor del líquido amarillento cuando éste baja por mi garganta.
-¿Rico?- su cara parece la de un niño pequeño después de haber hecho una travesura.

De repente todo el cuerpo de Zayn choca bruscamente con el mío y yo caigo de espaldas al suelo, aterrizo con toda la superficie de mi espalda y por un segundo pierdo la capacidad de respirar debido al inesperado impacto. La cara de Zayn está teñida en confusión e ira contenida mientras se da la vuelta.
-¡Joder! ¡Pero si es el puto J!-grita el chico rubio que se ha chocado con zayn y sostiene en la mano un vaso con un extraño líquido negro-¿Has terminado con el trabajo que te mandé?-le pregunta sin bajar el tono de voz.
El tipo es alto y rubio, tiene ese peinado que ahora muchos llevan, rapado por los lados y más largo por el centro; el peinado se llama moicano si mal no recuerdo. Los mechones rubios más largos están aplastados hacia atrás por acción de la gomina... no está mal. Lleva un chaleco vaquero encima de la camiseta de manga corta, y puedo ver que sus brazos están bañados en tinta; sus tatuajes son tenebrosos, calaveras y humo del infierno suben por sus tonificados brazos hasta desaparecer bajo las mangas de su ropa. Lleva también una dilatación, puedo ver un círculo a través de su oreja izquierda, además de eso la aleta izquierda de su nariz está perforada y un aro plateado la decora.
Nunca le he prestado demasiada atención, aunque es cierto que Zayn tiene pendientes pero no dilataciones... no me gustan las dilataciones. Los ojos oscuros del chico apuntan a Zayn con cinismo y diversión mientras él mantiene una distancia prudente con el chico desconocido y me da la espalda, me levanto con cuidado de no tocar los trozos de la botella que Zayn tenía en la mano antes y que ahora son pedazos de cristal esparcidos por el suelo.
-¿Te ha comido la lengua el gato, J?-pregunta con sorna.
-No me jodas Jason, no te esperaba por este lugar.
La diversión que mostraba la cara del chico hace solo un segundo desaparece cuando Zayn le contesta y ahora lo mira muchísimo más serio, los músculos de su cara se tensan y su mirada es realmente molesta, se acerca a él haciendo que sus caras queden a milímetros de distancia, no separa sus intimidantes ojos de los de Zayn.
-¿Me estás diciendo por dónde debo estar, J?-no ignoro el hecho de que lo está llamando J y no Zayn. El moreno no contesta, está tan serio como el rubio y puedo ver en sus hombros y cuello lo tenso que él también está.

A nuestro alrededor nada ha cambiado, la fiesta sigue en todo su apogeo, los chicos de la banda pop no paran de tocar canciones una detrás de otra, las parejas siguen enrollándose y las chicas siguen mirando a mí chico; pero yo sé que Zayn, por alguna razón que desconozco pero que estoy segura que tiene que ver con este chico, está más alerta que de costumbre.
-Claro que no Jason, joder, solo te he dicho que no esperaba verte por aquí-contesta Zayn y noto que su voz no es tan dominante como lo suele ser cuando se enfada con cualquier otra persona.
Jason inspecciona a fondo a Zayn unos segundos más antes de poner espacio entre ellos, entonces me doy cuenta de que detrás de Jason hay unos ocho chicos más que vienen con él, todos tienen una mano metida en el bolsillo y por las pintas que llevan me temo que en ellos hay algo peligroso. Zayn se destensa un poco cuando el rubio se aleja de él pero sigue sin hacerme caso.
-¿Has hecho lo que te pedí sí o no?-le vuelve a preguntar.
-Ahora estoy disfrutando de la fiesta, no pensando en trabajo-contesta el moreno.
-¡No te he preguntado qué cojones estás haciendo ahora!-espeta el chico rubio alterándose-¿Lo has hecho o no?-puedo ver una vena resaltar en su cuello y como su cara se a teñido en furia.
La tensión hace acto de presencia en el ambiente, las parejas que andaban cerca de nosotros han parado de intercambiar fluidos y ahora miran curiosos mientras otros, más prudentes, se van lejos. Los chicos con los que ha venido Jason forman un círculo alrededor de Zayn, manteniéndose al lado del rubio que parece ser el líder del grupo; me dejan fuera del círculo y me es casi imposible ver a Zayn teniendo en cuenta que son mucho más altos que yo. De repente noto movimiento entre los chicos que forman el círculo y los veo avanzar hasta la salida de emergencia, una pequeña puerta que da a un mugritento callejón detrás del garito situada en un lateral del escenario.

Cuando finalmente Zayn y los otros salen del local miro aterrada a todos lados, no tenían pinta de querer hablar pacíficamente con él y por lo que parece no van desarmados... ¿Qué hago yo ahora? ¿Cómo lo salvo de nueve tíos con ganas de pelea? Tras unos segundos en shock corro hacia la puerta esquivando chicos borrachos y parejas sudorosas, en mi camino a la puerta inspecciono el lugar rápidamente en busca de Rita, la encuentro "hablando" con el DJ que esta noche gracias al concierto no trabaja. Sabiendo a mi amiga a salvo sigo hasta llegar a la salida, con cuidado entreabro la puerta lo justo como para poder visualizar bien lo que está ocurriendo en el exterior.
Jason está de espaldas a mí gritando cosas que no soy capaz de entender por el ruido envolvente de dentro de la discoteca, frente a él Zayn es sostenido por cuatro de los chicos que vinieron con Jason; tiene un corte en el labio y la nariz le sangra. Ninguno ha notado mi presencia así que aprovecho eso para asomarme un poco más e intentar escuchar lo que dicen, Zayn no aparta su mirada de Jason, nunca lo hace, siempre lo reta a seguir hablando, ¿intentando intimidarle tal vez? Entonces su mirada se aparta de los pozos que son los ojos de Jason para centrarse en mí y solo en mí durante una fracción de segundo, lo suficiente como para distinguirme entre las luces que salen del local pero no como para que su oponente se de cuenta de que estoy aquí. El moreno niega con la cabeza varias veces pero esta vez no lo hace mirando a Jason, ese es un mensaje para mí y probablemente se esté preguntando "por qué mierda tendrá que ser tan jodidamente entrometida", como si lo estuviera oyendo...

Cierro despacio la puerta dejando el panorama de Zayn siendo agarrado por cuatro tíos mientras otros cinco lo enfrentan y pienso rápido en como intervenir sin empeorar las cosas. Mientras camino sin rumbo analizando el sitio y buscando una solución rápida mientras me siento totalmente hiperactiva, recuerdo el chico de la barra, al que Zayn saludó y me dirijo hacia ella como un rayo.
-¡Hey!-llamo la atención del chico y él se me acerca con una sonrisa coqueta plasmada en su cara.
-Dime preciosa.
Mi plan era pedirle ayuda directamente diciéndole que Zayn estaba en problemas y que necesitaba que me ayudara,  pero ahora pensándolo bien... ¿este chico lo conoce como Zayn o como J? Algo me dice que eso del cambio de nombre esconde algo gordo y no quiero meter la pata...
-¿Recuerdas el chico con el que estaba antes?-él me mira confundido y yo me desespero aún más, no paro de gesticular cuando se lo describo-así de alto, pelo negro algo de punta, moreno, pendientes, barba de tres o cuatro días...
-¿Zayn?-pregunta entre obvio y desconfiado.
-¡Zayn, sí!-grito feliz.
-¿Qué pasa con él?
-Tiene problemas-el chico frunce el ceño y la mueca divertida que tenía mientras intentaba adivinar de quién estaba hablando ha desaparecido-unos chicos se lo llevaron fuera, yo iría pero...-sin dejarme terminar el chico salta por encima de la barra y aterriza a mi lado-¡Espera!-le chillo agarrándolo por la camiseta-son nueve-le digo realmente preocupada, vuelve a fruncir el ceño y mirándome con duda alarga la mano por encima de la barra y de detrás de ella saca una escopeta.

El chico sale corriendo hacia la puerta trasera cuando se la señalo y yo lo sigo con el corazón en un puño ¿debería llamar a la policía? Me debato en mi interior y me autoconvenzo de que si las cosas se tuercen aún más lo haré, pero no todavía. Alcanzo la puerta de emergencias y oigo un disparo, al parecer soy la única lo suficientemente cerca de la puerta como para poder oírlo, cuando salgo al callejón Zayn está en el suelo y el chico corre hacia él, los matones se han dispersado y no hay ni rastro de ellos ahora.
-¡Zayn!
Corro hacia él y compruebo que no esté herido, él no se ha llevado el disparo.
-¿Estás bien colega?-le pregunta el chico incorporando su cabeza entre sus manos.
-Si, no te preocupes, estoy bien-Zayn se termina de levantar él solo; la nariz le sigue sangrando y su camiseta negra está salpicada de rojo-¿Por qué coño has salido aquí? Y encima con una escopeta... estás como una puta cabra-se lamenta-esos tíos podrían haberte matado si les hubiera apetecido, ahora los trocitos de tu cuerpo estarían tirados por este mugriento callejón y nadie lo sabría.
Veo al chico tragar saliva pero no hay arrepentimiento en su cara.
-La chica estaba cagada de miedo, colega-explica él.
Por primera vez Zayn posa sus ojos en mí y un escalofrío recorre mi médula espinal entera, es el efecto que él causa en mí y que me temo que lo seguirá causando cada vez que me mire. Por sus ojos pasan emociones a la velocidad de la luz, soy incapaz de captar siquiera una, el chico sabe muy bien como no reflejarlas y odio eso de él, odio que no se abra a mí.
-La chica es un poco entrometida-murmura con un toque de agradecimiento en su voz, y para mi sorpresa pone un brazo sobre mis hombros al tiempo que deposita un suave beso en mi frente, mantiendo el contacto unos segundos más de los necesarios.
-Bueno, creo que vulevo dentro, he dejado la barra desatendida y no quiero que el jefe me haga trabajar gratis la próxima noche-habla el camarero.
-Espera, no os he presentado-interviene Zayn antes de que el chico se pueda ir-Liam, ella es Sky; Sky, él es Liam, un buen amigo.
Liam se acerca y deposita un beso en el dorso de mi mano sorprendiéndome, ya que yo esperaba el típico apretón.
-Es un placer-me dice con una encantadora sonrisa. El chico es muy guapo y para nada como Zayn, no le veo lo misterioso por ningún lado y no tiene piercings, y dos únicos tatuajes decoran sus brazos. Tiene el pelo bien peinado hacia un lado con algo de gomina en él y una barba de tres días que lo hace verse muy sexy.
Yo le devuelvo la sonrisa educadamente, entonces la mano de Zayn aparece en escena apartando mi mano de la de Liam y dedicándonos a ambos una sonrisa inocente. Liam ríe divertido con una risa contagiosa y tras despedirse una vez más se da la vuelta para volver al trabajo.
-¡Oye!-llamo antes de que entre del todo, ya sostiene la puerta abierta-¿por qué tenías una escopeta bajo la barra?
-Trabajo todas las noches aquí, y muchos chicos no saben cuando parar de beber, o se ponen pesados o... agresivos-comenta señalando al callejón y todo lo que ha pasado esta noche-es solo para asustarles, te juro que no he matado a nadie-me guiña un ojo y finalmente entra.

Zayn nos dirige a la plaza y le mando un rápido mensaje a Rita para que sepa que estoy con Zayn y que estoy bien. Son casi las once de la noche y con  todo lo que ha pasado no tengo más ganas de fiesta...
-Gracias-habla de repente él.
-No hay de qué... no podría haber hecho otra cosa.
-Podrías haberte largado y dejarme a mi suerte... lo cual hubiera sido lo más inteligente-añade-pero se ve que lo tuyo no es actuar con lógica.
-¿La próxima vez quieres que vuelva dentro, me busque otra pareja y siga con la fiesta?
-Si con eso evitas ponerte en peligro por mi culpa, sí-contesta serio-no quiero que te hagan daño ¿vale? Y esa gente no de anda con tonterías, podrían haber matado a Liam si no hubiera sacado la escopeta.
-¿Le disparó a alguno?
-No, fue un disparo al aire, ellos sólo tenían navajas y seguramente llevaban las de perder.
-Me alegro que no te hirieran-me paro y quedo cara a cara con él y me besa, un beso dulce y con cariño -te...te... ¿te apetece dar una vuelta?
¿¡Casi le digo que le quiero!? ¡Genial Skyler, lo siguiente será esperar que Rita se meta en un convento! Zayn me mira extrañado por mi inoportuna invitación pero asiente y enroscado su brazo en mi cintura, me lleva hasta su moto.
Conduce hasta el parque donde siempre nos encontramos y paseamos en silencio un rato con su brazo izquierdo en mi cintura y mi brazo derecho en la suya.
-Dispara-dice con con una enorme sonrisa engreída y yo sonrío de vuelta.
-¿Quién era ese tipo?
-Jason...es un mal tío.
-¿Y por qué te relacionas con él entonces?
-Yo también soy un mal tío-contesta juguetón, adoro esta faceta suya.
-Sí, ya.
-Claro que sí, puedo ser muy malo.
-Ajá, cuéntame otro chiste.
De repente estoy de espaldas a la corteza de un enorme árbol con todo el cuerpo de Zayn sobre mí, su mirada penetrante me atraviesa e inspecciona cada mínimo trocito de mi ser, me siento desnuda cuando me mira así, totalmente vulnerable. Puede que después de todo no sea tan bueno como me lo imaginaba...
-Te voy a enseñar lo malo que puedo llegar a ser-susurra en mi oído.
Sus manos comienzan a moverse frenéticas por mis costados y estallo en carcajadas por las cosquillas que me hace.
-¡Para, Zayn, por favoooooor!-le grito sin parar de reír.
-¡No! ¿Has visto lo malo que soy?-me pregunta riendo él también.
-¡Ya está Zayn, para!-me cuesta respirar entre risas.
-¿Soy malo o no?-esta vez no puedo contestar, solo me retuerzo entre él y el árbol-admite que soy malo o seguiré así toda la noche.
-Si sigues... creo... que... moriré asfixiada...-balbuceo a través de las carcajadas y él para en seco acercándose más a mí.
-Jamás permitiría que te pasara nada.

Mi respiración es agitada mientras contemplo su hermoso rostro, sus labios que piden ser besados y sus ojos que brillan con la luna. Lo beso sin pensarlo, enredando mis brazos en su cuello, él agarra mis caderas pero no intenta que haya ningún otro contacto que nos distraiga del beso que compartimos. En el beso le demuestro el alivio que siento de que esté bien y el ¿amor? No, mejor cariño, el cariño que le tengo.
Cuando nos separamos me sonríe, es una sonrisa algo confusa, me mira pero sé que está viendo más haya de mí, ¿está intentando poner en orden sus pensamientos? Enreda sus dedos con los míos y nos sentamos en uno de los bancos cercanos.
-¿Me lo vas a contar?-le pregunto.
-Si te lo contara tendría que matarte-me rio de su humor pero no desisto.
-En serio, Zayn-acaricio su pelo dándole tiempo para pensar.
-Esos tíos son miembros de una de las peores bandas de por aquí-empieza.
-¿Qué hacen?
-Cosas... esa historia te la contaré otro día, gatita.
-Pero te han dicho algo sobre un trabajo.
-Otro día-replica-¿Me dejas seguir hablando?
-Perdón-el sonríe y continúa.
-Mi hermana mayor...
-¡Doniya!-el me mira entre divertido y cansado-perdón... sigue.
-Conoció a uno de los miembros de esa banda de mierda y... se enamoró.
Esto pinta mal.
-Por lo que noté en tu casa el tema de Doniya es algo delicado-él asiente-¿Qué ocurrió?
-Está totalmente convencida de que estar allí con ellos, con él... pertenecer a la banda y eso, es lo mejor y lo que más le conviene. Es más su esclava que su novia, alguien debe hacerla entrar en razón y pronto. No sé qué mierda pasa en la vida de mi hermana ¿entiendes? ¡No sé si se está drogado o la andan prostituyendo como a sus otras putas, no sé si ese hijo de puta le pega! Nadie puede acercarse a ellos a menos que estés en la banda.
-Entonces tú...
-Estoy en la banda.

Llegamos a mi casa cuando quedan apenas diez minutos para que el reloj marque las doce de la noche y no puedo evitar acordarme de la Cenicienta y su toque de queda. Las doce no es el mío pero aquí estoy; no acompañada por un príncipe que casi roza la perfección, no vestida con un lujoso vestido de baile más caro que toda mi casa, no he llegado en una hermosa carroza blanca tirada por caballos del mismo color, y aún conservo mis dos zapatos. He llegado en una ruidosa moto negra, con un casco negro para nada femenino y agarrada a la cazadora de cuero de un chico que está muy lejos de rozar lo que para el resto de la gente sería la perfección, la ironía de todo el asunto es que soy incapaz de imaginar una escena más perfecta con alguien más perfecto; lo cierto es que me importa poco en qué líos ande metido Zayn ya que la razón por la que está en ellos está más que justificada.