a hurried looks. | resultados.

— ¡Dunia! ¡Baja a desayunar! — Gritó mi madre desde el comedor.—¡Dunia! ¡No lo voy a repetir!— Se enojó, seguramente despertó con el pie izquierdo.
—¡Ya bajo, mama!— Grité mientras metía mi libro, Romeo & Julieta, en mi bolsa, probablemente para leerlo en la hora de comer.
Baje las escaleras de dos en dos para después entrar al comedor soltando un sonoro "¡Hey!". Primero caminé hacia mi padre, para darle un beso en la mejilla, después fui a mi madre, que se encontraba dejando la comida en la mesa, o como yo lo llamo, las bombas de calorías de Rosse Green (De ahí mi segundo nombre). Preferí no darle ningún beso a mi hermano mayor, porque seguramente al dárselo, me abrazaría fuertemente, dejándome sin respiración. A los mellizos Jake y Lily(De 12 Años),si los besé, después mire el sitio donde se suponía que se encontraba Jesy, su hermana mayor, pero ella se encontraba en California, trabajando duramente para mantener a sus 2 niñas, gemelas, Lucy y Dunia, sí, mi hermana llamó a mi sobrina como yo. Su vida no es fácil, su novio, al enterarse de su embarazo, la dejo tirada, sin dinero y con 2 criaturas. Cada vacaciones viene con las pequeñas a visitarnos, son dos hermosas niñas morenas, con los ojos verdes, como mi padre. Después de estar sumergida en mis pensamientos miré la mesa. Al mirarla, mi sonrisa se esfumó, para que llegase una triste mueca. En la mesa se encontraba su bomba de caloría más grande. Había huevos, bollos, panqueques con miel y mermelada, cola-cao con muchísima azúcar, café y tostadas con mantequilla y aceite. Me senté, al lado de Ashton y  Lily, Jake siempre prefería sentarse con mamá. Solamente cogí un café, sin azúcar. Me lo tomé y al terminar, los mellizos, Ashton y yo fuimos al instituto. Después, acompañamos a los mellizos a sus clases. Ashton me dejo en mi aula y se fue a su aula, el era 1 año mayor que yo. Me senté en mi sitio de siempre, sola, en casi la última fila. El profesor entró. Ordeno sacar los cuadernos y lápices.
— Antes que nada, me gustaría hacer un cambio en los asientos.— Miró la lista de los alumnos.— Robert Collins se sienta con Lucy Williams, Rebeca O'Brien se sienta con Jackson Levy, Dunia Irwin se sienta con Liam Payne.— Me sorprendí demasiado al escuchar con quien me sentaría. Seguramente Lindsay (La novia de Liam), estaría enojadísima. Después el profesor siguió nombrando las parejas.— Bueno, espero que este cambio ayude a los de bajas notas.
Después de eso, no me atreví a levantar la cabeza, no quería ver a Liam Payne tan cerca de mi. Empezó a escribir en su cuaderno, todo lo que el profesor escribía. De pronto, sentí unos golpes en su brazo, pero eran pequeños, se giro para ver a Liam, el cual la llamaba.
—Oye, ¿Me puedes dejar un lápiz?— Me susurró, yo asentí, para buscar uno y dárselo.— Gracias.— Dijo para después sonreírme.
Cuando la clase termino, el profesor no me dejo salir, pero me di cuenta de que tampoco dejo salir a Liam.
—Bueno, Liam, como sabrás, tus notas han bajado demasiado este curso y es muy preocupante, antes sacabas unas notas magnificas ¿Qué te paso?— Dijo y Liam agacho su cabeza.— En cambio, Dunia, tus notas siguen siendo perfectas, no me decepcionas, es más, superas mis expectativas.— Yo sonreí.— Por lo que decidí que seas la tutora de Liam, al menos durante lo que queda de curso.
Yo solamente asentí y salí de ahí. Me dirigí a un banco, para sacar mi libro y seguir leyendo. Pero como siempre, alguien se puso en mi camino. Ese alguien tiene nombre, Liam Payne.
—¿Qué quieres Payne?— Dije al verle llegar a mi lado.— No tengo tiempo para tus estupideces.
—Por favor, aunque solo sea hoy, ven a comer conmigo y mis amigos, tenemos que hablar de las clases.— Dijo, yo me negué varias veces, hasta que logró que aceptara.—Vamos.
Me cogió de la mano, hasta llegar a la mesa de los populares. Me senté a su lado, recibiendo las miradas de desprecio de todos. Me empecé a tocar la pulsera de mi mano, siempre lo hacía cuando estaba nerviosa. Liam me dio una cálida mirada, me trasmitía confianza. Todos estaban callados.
—Liam, ¿Porqué la has traído? No pertenece a nuestro grupo, que se valla con los nerds.— Dijo Lindsay, mientras se echaba el pelo hacia atrás.
—Porque será mi tutora y no es ninguna mala persona.— Me defendió. Me sentía mal, no debería estar aquí, solo le busco problemas— Así que déjenla en paz.
—Pero es una marginada. No pertenece a nuestra clase social, no tiene buen aspecto, no sabe de moda, no es de nuestro nivel.— Respondió Rebecca.
Yo salí corriendo de ahí. Por suerte, sonó el timbre por lo que espere a mis hermanos fuera del instituto. Los 3 notaron mi tristeza pero no preguntaron. Al llegar a casa corrí a mi habitación. Me eché a la cama, a pensar en todo.
— Hermanita, baja, hay una sorpresa.— Dijo Lily entrando a mi habitación, me seque las lágrimas y me levante, sonriéndole.
Bajamos y me encontré con la mejor sorpresa del mundo.
—¡Tita!—Gritaron Lucy y Dunia, las gemelas de 5 años, corriendo a mis brazos.
Las achuché fuertemente. Las dos me correspondieron. Levante la mirada y me encontré a mi hermana mayor. Tenía lágrimas en los ojos. Me separé de las gemelas y fui a sus brazos. Solté algunas lágrimas y me escondí en su pecho.
—¿Estas bien?— Me preguntó. Ahora si lo estaba, necesitaba a mi hermana mayor.
— Si, gracias a que ahora estáis aquí.— Dije.

[....]

Después de vario tiempo, mi hermana pudo venir conmigo a mi habitación. Allí empezamos a hablar de todo. Me contó que conoció a un chico, Edward, dice que le gusta mucho. Yo le conté sobre como estaba en este instituto, obviamente le conté que estaba harta de mudanzas.
— Pero ahora soy tutora de un chico, Liam Payne.— Dije.
—¿Y es lindo?— Preguntó en tono pervertido. Yo la miré sorprendida.—¿Qué?¿ No puedo preguntártelo?
— Si es lindo ¿Contenta?— Contesté y ella asintió.