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"El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
NO LO PUEDO CREEERRR TIENE QUE HABER UNA TRAMA EN TODO ESTOOOOO!!!!
PORFAAA SIGUELAAA
JEJEJEJE
PORFAAA SIGUELAAA
JEJEJEJE
chelis
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
wuoooooo qeu capii!! :D siigueelaa prontoo1!!
Florjudith96
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
chicaas miren este video https://www.facebook.com/pages/En-mi-vocabulario-y-coraz%C3%B3n-siiempre-existir%C3%A1-la-Palabra-J%CF%83%D0%B8%CE%B1%D1%95/143787882357583
Florjudith96
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
o.o ME ENCANTARON LOS CAPS!!!
PERO LO DEL TESTAMENTO :suspect: NO LO SE NO ME DA...
PERO ME ENCANTA LA NOVE Y YA CASI ACABA U,U NOOO...
PERO BUENO ...
SIGUELA!!!!
PERO LO DEL TESTAMENTO :suspect: NO LO SE NO ME DA...
PERO ME ENCANTA LA NOVE Y YA CASI ACABA U,U NOOO...
PERO BUENO ...
SIGUELA!!!!
Just Me! Melissa! :)
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
OMJ
No se por que siento que su primo la
Engaña cierto!!?
Ohhh vamos siguelaaaaaaaaa!!
No se por que siento que su primo la
Engaña cierto!!?
Ohhh vamos siguelaaaaaaaaa!!
Karli Jonas
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
olaaa chicas como estan??? espero q esten muuy bien ;) chicas kiero q sepan q como voy subiendo la nove la voy leyendo tambien y estos caps q siguen no me gustan para nada :x pero bueno son la parte fundamental de la nove :roll: me hubiese gustado q todo siguiera bien entre nick y la rayis pero bueno... ya mejor subo el cap no kiero adelantarles nada mas!! :yonofui: q lo disfruten!! :D las kiero :hug:
¿O no lo era?
Desde que su padre había fallecido, había descubierto cosas que le hacían dudar de él. Sintió una extraña punzada de culpabilidad; ¿y si el capitán había cambiado de opinión y le había dejado su dinero a Galen? Pero ¿habría hecho su padre algo tan precipitado? ¿Realmente habría deseado, a las puertas de la muerte, atender las necesidades económicas de su primo?
—No sé qué decir —murmuró ella.
—Pequeña, sé que todo esto es muy difícil. Tu marido lo entenderá, estoy seguro de ello.
____ gimió; ella no lo veía tan claro. De pronto, se levantó y cogió el testamento que Galen había dejado sobre la mesa con las otras cosas y lo hojeó nerviosa. Era idéntico al que ella tenía, salvo que le legaba la fortuna a Galen, no a ella. Como le había dicho su primo, el testamento estipulaba la cancelación de las deudas de Nicholas como dote de ____. Y, por si le quedaba alguna duda, la peculiar caligrafía de su padre era bien visible en la página, y el documento estaba fechado un mes o más después que el suyo. Tomó una gran bocanada de aire para combatir la histeria que empezaba a apoderarse de su ser.
Sabía, instintivamente, lo mal que le parecería a Nicholas todo aquello. Su padre ya lo había engañado una vez y, de repente, remataba su engaño desde la tumba. Le había dejado su dote a Galen. No un barco, su dote. Pero ¿qué iba a pensar Nicholas? ¿Que lo habían camelado para que se casara con ella para luego descubrir que ____ no aportaba absolutamente nada a aquella unión, con lo que todo había sido en balde? En semejantes circunstancias, él no se habría casado con ella, eso se lo había dejado bien claro, muy a su pesar. Pero, después de aquello, ¿supondría que lo habian embaucado para que se casara con ella?
— ¡No! —susurró con voz ronca, y se volvió en dirección a la repisa de la chimenea, sujetando el testamento con firmeza contra su pecho. Se dijo nerviosa que Nicholas jamás creería que ella lo había engatusado, pero ni siquiera ella lo creía.
— ¡Madre mía! —oyó musitar a Galen, y notó que una mano fuerte le agarraba el codo, la llevaba hasta un sofá y la obligaba a sentarse. Su primo se arrodilló a su lado, cogiéndole las manos. — ¡____, no te disgustes! ¡Todo irá bien, te lo prometo! —Pero ésta no pensaba más que en Nicholas, que pronto se enteraría de otro engaño. — ¡No temas, por favor! —le suplicó. —Yo te apoyaré cuando se lo cuentes; le explicaré que tú no podías haberlo sabido. ¡Nadie tiene por qué enterarse nunca! Muchos hombres cambian sus testamentos en el lecho de muerte.
Galen hablaba en voz baja, con precipitación. ____ se sentía enferma de miedo.
—Mira, te he traído todas las pruebas que necesitas, los gemelos de marfil, la muñeca de tu infancia, ¡y el testamento, maldita sea! ¿Qué otra prueba puede necesitar tu marido?
Lata náuseas que se apoderaron de ella le impidieron contestar. Demasiado conmocionada y contusa para hacer nada, se quedó mirando impotente los gemelos que estaban en la mesa, la muñeca tirada en el sillón y el testamento que Galen le había quitado de las manos y había vuelto a dejar en la mesa.
Se obligó a mirar al joven, cuya preocupación genuina se revelaba en el contorno de sus ojos. Volvió la mirada a la muñeca, que la miraba fijamente con sus ojos negros. Era idéntica a la que ella había tenido todos aquellos años, pero la última vez que la había visto no tenía cabeza. ¿La habría reparado su padre? ¿La habría guardado de verdad para ella?
En aquel instante fue consciente de la enormidad de la rabia que el capitán le inspiraba. Rompió a llorar y, presa de una dolorosa furia, se enterró el rostro entre las manos. Galen se levantó de inmediato y le pasó el brazo por el hombro para consolarla.
Nicholas miró curioso al criado apostado a la puerta del salón.
— ¿Qué haces ahí? —le preguntó amable.
El hombre se aclaró la garganta.
—La marquesa tiene una visita, milord.
Nicholas supuso que era Joe, que los visitaba con frecuencia, y abrió la puerta.
No estaba preparado para lo que vio. ____, de espaldas a él, estaba inclinada hacia adelante. A su lado, estaba sentado un joven, que la rodeaba con el brazo. Cuando éste se volvió para mirarlo, Nicholas reconoció de inmediato al desconocido de Blessing Park. El desconocido al que ella había abrazado tan cariñosamente.
— ¿Qué demonios hace éste aquí? —tronó la voz de Nicholas en el salón mientras cruzaba la estancia. El individuo se puso de pie de un brinco, pero ____ no se movió. Nicholas fue corriendo a ella y se agachó para mirarla a la cara, llena de lágrimas. — ¡Cielo santo!, ____, ¿qué ha ocurrido? —le preguntó de repente aterrado sin saber bien por qué.
— ¡Ay, Nicholas! —musitó ella abatida.
Éste se irguió y miro furioso a Galen.
— ¡Más le vale explicarme qué está ocurriendo aquí!
—Por favor, milord, soy Galen Carrey, primo de su esposa. —Nicholas anotó mentalmente aquel nombre, que le era vagamente familiar. —Me temo que soy portador de noticias inquietantes —anuncio en voz baja. Al detectar la mirada cada vez más oscura del marqués, Galen se explicó en seguida. —Tiene que ver con su padre. Son novedades preocupantes. Quizá quiera sentarse...
—Más vale que me lo cuente ya si no quiere que le obligue a hacerlo. —La voz de Nicholas había pasado de furiosa a peligrosamente serena.
Galen palideció visiblemente.
—Lord Darfield, lamento comunicarle que el capitán Carrington hizo un segundo testamento. Uno posterior, que no es el que obra en su poder.
Atónito, Nicholas le lanzó una mirada feroz. Menuda sandez, menuda locura, menudo disparate.
— ¡¿Qué?!
—Al parecer, el señor Strait fue demasiado eficiente. Empezó a disponer del patrimonio del capitán antes de que éste muriese. Por desgracia, el capitán cambió de parecer en el último momento y, antes de fallecer, firmó otro testamento que invalida el primero.
A juicio de Nicholas, aquello resultaba descabellado y demasiado propicio para algunos.
—Imposible —murmuró furioso.
—Lamento comunicarle que es perfectamente posible, milord —dijo Galen muy tranquilo.
—E imagino que ese nuevo testamento lo beneficia a usted de algún modo, ¿no es así?
Algo sonrojado, Galen alargó el brazo para coger el testamento de la mesa.
—Me lega a mí toda su herencia, milord —declaró tendiéndole el testamento para que lo viera. —La dote que usted ha recibido me pertenece.
Eso era absurdo. A Nicholas le importaba un comino la dote de ____, pero no se tragaba ni por un momento que el capitán hubiese redactado un segundo testamento. Le arrebató el documento de la mano a Galen y lo examinó por encima. Estaba todo allí, el condenado acuerdo, la liquidación de las deudas... Todo era igual, salvo que, en lugar de aceptar como compensación una suma a modo de dote, debía aceptar la cancelación de las deudas. El patrimonio de Carrington se cedía, en su totalidad, a Galen Carrey.
— ¡Este documento es falso!
—Esa es su firma —señaló ____ en voz baja.
Aquellas palabras estallaron en la cabeza de Nicholas; apartó la vista del documento para mirarla. Ella lo miró a su vez, con los ojos enrojecidos y tristes, luego miró a Galen Carrey. «Claro, Galen no besaba así.» Nicholas se sintió como si le hubiesen dado un puñetazo en el estómago, Galen. El abrazo. ¡Por favor!, era Inconcebible, pero no podía descartar la posibilidad de que ella formase parte de aquel fraude. Su gesto se mantuvo inescrutable, a pesar de las ideas que le hervían en la cabeza. Dobló con cuidado el pergamino y lo dejó en la mesa.
—Milord, su esposa no pudo enterarse de que había un segundo testamento porque ya estaba en Inglaterra, Y yo no se lo mencioné en las cartas que le envié a Blessing Park, sólo le dije que esperaba noticias importantes —intervino Galen.
« ¿Cartas?» Atónito Nicholas se quedó mirando fijamente al hombre que tenía delante. ¿Se habían escrito? Apretó la mandíbula al recordar el día en que lo había visto en Blessing Park. Ella le había dicho que era un grumete del Dancing Maiden, amigo de Withers. No le había hablado de ninguna carta. Ni del parentesco. De hecho, había omitido por completo el hecho de que fueran primos.
—Usted, señor, es un fraude —proclamó categóricamente, con visible repugnancia.
Galen pestañeó nervioso.
—Lo siento de verdad, milord. Sé que esto le cae por sorpresa, pero no miento. La propia ____ le ha dicho que es la firma del capitán. Además, he traído otras cosas con el testamento, algunos efectos personales que sólo el padre de ____ podía haber tenido —Señaló los gemelos y la muñeca.
Nicholas, irritado por la familiaridad con que trataba a su esposa, se quedó mirando los objetos que le indicaba, la muñeca le trajo un recuerdo distante, vago.
¿O no lo era?
Desde que su padre había fallecido, había descubierto cosas que le hacían dudar de él. Sintió una extraña punzada de culpabilidad; ¿y si el capitán había cambiado de opinión y le había dejado su dinero a Galen? Pero ¿habría hecho su padre algo tan precipitado? ¿Realmente habría deseado, a las puertas de la muerte, atender las necesidades económicas de su primo?
—No sé qué decir —murmuró ella.
—Pequeña, sé que todo esto es muy difícil. Tu marido lo entenderá, estoy seguro de ello.
____ gimió; ella no lo veía tan claro. De pronto, se levantó y cogió el testamento que Galen había dejado sobre la mesa con las otras cosas y lo hojeó nerviosa. Era idéntico al que ella tenía, salvo que le legaba la fortuna a Galen, no a ella. Como le había dicho su primo, el testamento estipulaba la cancelación de las deudas de Nicholas como dote de ____. Y, por si le quedaba alguna duda, la peculiar caligrafía de su padre era bien visible en la página, y el documento estaba fechado un mes o más después que el suyo. Tomó una gran bocanada de aire para combatir la histeria que empezaba a apoderarse de su ser.
Sabía, instintivamente, lo mal que le parecería a Nicholas todo aquello. Su padre ya lo había engañado una vez y, de repente, remataba su engaño desde la tumba. Le había dejado su dote a Galen. No un barco, su dote. Pero ¿qué iba a pensar Nicholas? ¿Que lo habían camelado para que se casara con ella para luego descubrir que ____ no aportaba absolutamente nada a aquella unión, con lo que todo había sido en balde? En semejantes circunstancias, él no se habría casado con ella, eso se lo había dejado bien claro, muy a su pesar. Pero, después de aquello, ¿supondría que lo habian embaucado para que se casara con ella?
— ¡No! —susurró con voz ronca, y se volvió en dirección a la repisa de la chimenea, sujetando el testamento con firmeza contra su pecho. Se dijo nerviosa que Nicholas jamás creería que ella lo había engatusado, pero ni siquiera ella lo creía.
— ¡Madre mía! —oyó musitar a Galen, y notó que una mano fuerte le agarraba el codo, la llevaba hasta un sofá y la obligaba a sentarse. Su primo se arrodilló a su lado, cogiéndole las manos. — ¡____, no te disgustes! ¡Todo irá bien, te lo prometo! —Pero ésta no pensaba más que en Nicholas, que pronto se enteraría de otro engaño. — ¡No temas, por favor! —le suplicó. —Yo te apoyaré cuando se lo cuentes; le explicaré que tú no podías haberlo sabido. ¡Nadie tiene por qué enterarse nunca! Muchos hombres cambian sus testamentos en el lecho de muerte.
Galen hablaba en voz baja, con precipitación. ____ se sentía enferma de miedo.
—Mira, te he traído todas las pruebas que necesitas, los gemelos de marfil, la muñeca de tu infancia, ¡y el testamento, maldita sea! ¿Qué otra prueba puede necesitar tu marido?
Lata náuseas que se apoderaron de ella le impidieron contestar. Demasiado conmocionada y contusa para hacer nada, se quedó mirando impotente los gemelos que estaban en la mesa, la muñeca tirada en el sillón y el testamento que Galen le había quitado de las manos y había vuelto a dejar en la mesa.
Se obligó a mirar al joven, cuya preocupación genuina se revelaba en el contorno de sus ojos. Volvió la mirada a la muñeca, que la miraba fijamente con sus ojos negros. Era idéntica a la que ella había tenido todos aquellos años, pero la última vez que la había visto no tenía cabeza. ¿La habría reparado su padre? ¿La habría guardado de verdad para ella?
En aquel instante fue consciente de la enormidad de la rabia que el capitán le inspiraba. Rompió a llorar y, presa de una dolorosa furia, se enterró el rostro entre las manos. Galen se levantó de inmediato y le pasó el brazo por el hombro para consolarla.
Nicholas miró curioso al criado apostado a la puerta del salón.
— ¿Qué haces ahí? —le preguntó amable.
El hombre se aclaró la garganta.
—La marquesa tiene una visita, milord.
Nicholas supuso que era Joe, que los visitaba con frecuencia, y abrió la puerta.
No estaba preparado para lo que vio. ____, de espaldas a él, estaba inclinada hacia adelante. A su lado, estaba sentado un joven, que la rodeaba con el brazo. Cuando éste se volvió para mirarlo, Nicholas reconoció de inmediato al desconocido de Blessing Park. El desconocido al que ella había abrazado tan cariñosamente.
— ¿Qué demonios hace éste aquí? —tronó la voz de Nicholas en el salón mientras cruzaba la estancia. El individuo se puso de pie de un brinco, pero ____ no se movió. Nicholas fue corriendo a ella y se agachó para mirarla a la cara, llena de lágrimas. — ¡Cielo santo!, ____, ¿qué ha ocurrido? —le preguntó de repente aterrado sin saber bien por qué.
— ¡Ay, Nicholas! —musitó ella abatida.
Éste se irguió y miro furioso a Galen.
— ¡Más le vale explicarme qué está ocurriendo aquí!
—Por favor, milord, soy Galen Carrey, primo de su esposa. —Nicholas anotó mentalmente aquel nombre, que le era vagamente familiar. —Me temo que soy portador de noticias inquietantes —anuncio en voz baja. Al detectar la mirada cada vez más oscura del marqués, Galen se explicó en seguida. —Tiene que ver con su padre. Son novedades preocupantes. Quizá quiera sentarse...
—Más vale que me lo cuente ya si no quiere que le obligue a hacerlo. —La voz de Nicholas había pasado de furiosa a peligrosamente serena.
Galen palideció visiblemente.
—Lord Darfield, lamento comunicarle que el capitán Carrington hizo un segundo testamento. Uno posterior, que no es el que obra en su poder.
Atónito, Nicholas le lanzó una mirada feroz. Menuda sandez, menuda locura, menudo disparate.
— ¡¿Qué?!
—Al parecer, el señor Strait fue demasiado eficiente. Empezó a disponer del patrimonio del capitán antes de que éste muriese. Por desgracia, el capitán cambió de parecer en el último momento y, antes de fallecer, firmó otro testamento que invalida el primero.
A juicio de Nicholas, aquello resultaba descabellado y demasiado propicio para algunos.
—Imposible —murmuró furioso.
—Lamento comunicarle que es perfectamente posible, milord —dijo Galen muy tranquilo.
—E imagino que ese nuevo testamento lo beneficia a usted de algún modo, ¿no es así?
Algo sonrojado, Galen alargó el brazo para coger el testamento de la mesa.
—Me lega a mí toda su herencia, milord —declaró tendiéndole el testamento para que lo viera. —La dote que usted ha recibido me pertenece.
Eso era absurdo. A Nicholas le importaba un comino la dote de ____, pero no se tragaba ni por un momento que el capitán hubiese redactado un segundo testamento. Le arrebató el documento de la mano a Galen y lo examinó por encima. Estaba todo allí, el condenado acuerdo, la liquidación de las deudas... Todo era igual, salvo que, en lugar de aceptar como compensación una suma a modo de dote, debía aceptar la cancelación de las deudas. El patrimonio de Carrington se cedía, en su totalidad, a Galen Carrey.
— ¡Este documento es falso!
—Esa es su firma —señaló ____ en voz baja.
Aquellas palabras estallaron en la cabeza de Nicholas; apartó la vista del documento para mirarla. Ella lo miró a su vez, con los ojos enrojecidos y tristes, luego miró a Galen Carrey. «Claro, Galen no besaba así.» Nicholas se sintió como si le hubiesen dado un puñetazo en el estómago, Galen. El abrazo. ¡Por favor!, era Inconcebible, pero no podía descartar la posibilidad de que ella formase parte de aquel fraude. Su gesto se mantuvo inescrutable, a pesar de las ideas que le hervían en la cabeza. Dobló con cuidado el pergamino y lo dejó en la mesa.
—Milord, su esposa no pudo enterarse de que había un segundo testamento porque ya estaba en Inglaterra, Y yo no se lo mencioné en las cartas que le envié a Blessing Park, sólo le dije que esperaba noticias importantes —intervino Galen.
« ¿Cartas?» Atónito Nicholas se quedó mirando fijamente al hombre que tenía delante. ¿Se habían escrito? Apretó la mandíbula al recordar el día en que lo había visto en Blessing Park. Ella le había dicho que era un grumete del Dancing Maiden, amigo de Withers. No le había hablado de ninguna carta. Ni del parentesco. De hecho, había omitido por completo el hecho de que fueran primos.
—Usted, señor, es un fraude —proclamó categóricamente, con visible repugnancia.
Galen pestañeó nervioso.
—Lo siento de verdad, milord. Sé que esto le cae por sorpresa, pero no miento. La propia ____ le ha dicho que es la firma del capitán. Además, he traído otras cosas con el testamento, algunos efectos personales que sólo el padre de ____ podía haber tenido —Señaló los gemelos y la muñeca.
Nicholas, irritado por la familiaridad con que trataba a su esposa, se quedó mirando los objetos que le indicaba, la muñeca le trajo un recuerdo distante, vago.
Andrea P. Jonas:)
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
Ahhhhh este tal galen lo detesto
Se que miente, hasta donde yo entendí
Nick se quedo con la verdadera muñeca no!!?
AHHH ya mis tontas conclusiones
SIGUELA plis!!
Ahhhhhhhh muero de las ansias
Plis siguelaaaaaaa!!
Se que miente, hasta donde yo entendí
Nick se quedo con la verdadera muñeca no!!?
AHHH ya mis tontas conclusiones
SIGUELA plis!!
Ahhhhhhhh muero de las ansias
Plis siguelaaaaaaa!!
Karli Jonas
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
oh dios va a quedar la grande aqui siguela...
Nixa
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
siguela ! por lomenos sube un cap más no puedes dejarla asi por favor :( además podrías decirnos cuantos capitulos duran mas o menos la tormenta ? además Nicholas no es el que tenía la muñeca de ______ que de hecho la había roto o algo asi?
Flor
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
destesto a Galen!!! :@ jaja Sigueela prontoo1! ojala sea todo una mentira pobre de Lady
Florjudith96
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
GALEN ES UN MENTIROSO!!!
LA MUÑECA SE LA HABIA QUEDADO NICHOLAS,PUES CUANDO LA REPARO LA RAYIS ESTABA YA EN EL COLEGIO...SE LA LLEVO CON EL CUANDO DEJO EL BARCO NO?
SISISI TIENE QUE SER ASI!
ESTA SUPERHIPERMEGAADICTIVAWOW TU NOVE!!!
SIGUELA!!!!!
LA MUÑECA SE LA HABIA QUEDADO NICHOLAS,PUES CUANDO LA REPARO LA RAYIS ESTABA YA EN EL COLEGIO...SE LA LLEVO CON EL CUANDO DEJO EL BARCO NO?
SISISI TIENE QUE SER ASI!
ESTA SUPERHIPERMEGAADICTIVAWOW TU NOVE!!!
SIGUELA!!!!!
Just Me! Melissa! :)
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