dickhouse {nc.

Cami  ¿están todas? 

La música se expandía dentro de Fabric, el club nocturno mas conocido alrededor de la ciudad, albergando dentro de sus paredes de celeste cristal a jóvenes descontrolados, quienes desde los dieciocho años de edad, edad promedio y necesaria para ingresar en aquel lugar llamado "Paraíso", hasta los veinticinco, que era la mayoría de edad; si, se podría decir que solo frecuentaban personas demasiado jóvenes. Dejando sus noches de soledad y desvelo para aventurarse a la diversión sin límites, viviendo cada día como si fuese el último y disfrutando cada segundo que se les daba la oportunidad de respirar; sintiéndose despreocupados y siendo su único escape de la realidad, atrapando cada sentido de su cuerpo mediante ondas sonoras que van destruyendo cada espacio vacío que habitara en su alma. Estos jóvenes toman el lado de la vida descarrilada y sin razón de comprender, despreciando la vida formal y recta que la mayoría de personas a su edad suelen tener, sin necesidades.

Liverpool, Inglaterra; un importante empresario de la misma ciudad tuvo una gran idea, sin tener el apuro de opiniones de su mismo nivel empresarial y contando con tan solo sus pensamientos e ideas, decidió hacer un proyecto con aquel tipo de jóvenes, él los observa y la reacción clara que tiene a simple vista es que son altamente liberales, codiciados, atractivos tanto físico como mental, vanidosos, manipuladores y relajados, restándole importancia al mundo a su alrededor y amigos en su círculo social por obligación, ya que todos estos son muy influyentes, para pasar a enfocarse a ellos mismos. La idea consistía en juntar a los solteros de ambos sexos, hombre o mujer, no importaba lo que fuera, su desenvolvimiento para mostrarse como tales arpías eran igual en comparación. 

Convocar a dieciocho de ellos y colocarlos juntos en una mansión, para seguido poner a prueba a uno por uno, poniéndolos en una situación en la que encontrarán a personas de su mismo estatuto social y calaña, si asi se le puede decir al trato con este tipo de muchachos. Cayendo en sus propias redes, porque uno tendrá diecisiete espejos viviendo día a día con el susodicho, con el único afán de embaucar a la persona indicada, enamorarla, desecharla y destruir su corazón, si tal vez nació un sentimiento entre ellos dos, nadie sabe lo que puede ocurrir dentro de Dickhouse, como es llamada la lujosa, pero no famosa mansión, por ahora; tendrán que aprender a convivir con cada regla puesta por el empresario, a quien ellos tienen el deber de llamar "Mr. Jhonson." nombre oculto que usa nuestro señor de la gran propuesta, y saber como escoger cada carta sobre la mesa, solamente con la intención de dañar y eliminar al contrincante, obteniendo el título de mejor jugador.

¿Cómo eliminarlo? La respuesta es sencilla: enamorando. Irán cayendo cada vez que el sentimiento llamado "amor" se haga presente en sus corazones y sea mostrado; ellos, aunque no lo crean se verán obligados a enamorarse, cada persona en el mundo tiene su mitad y estos jóvenes no son la excepción, podrán ser vanidosos y egoístas, mentirosos y cortantes, pero nada impide que tengan el temor de enamorarse y perder el juego para siempre, renunciando contra los principios que ellos mismos crearon para si, para poder sobrevivir a otra caída más. El miedo al amor se debe a que particularmente cada uno de ellos ha sufrido mucho con su última relación, a lo que ahora no quieren saber nada sobre ese tema, decidieron olvidar y refugiarse en satisfacer en sus deseos carnales y vivenciales, olvidando y colocando una pared imaginaria que representa los sentimientos, una muy buena excusa.

No ha sido pura casualidad que nuestro Mr. Jhonson se haya sentido atraído por Fabric, se haya tomado la delicadeza y tiempo necesario para observar y analizar con sumo detalle a cada uno de los muchachos mas frecuentes al club, escogiendo a los mejores, los que son sobrevalorados y superiores a los demás, o al menos eso creen; luego de un largo y ansiado análisis, decide quienes serán sus invitados. Una noche común y normal, luciendo tan casual como le es posible, decide entrar y comenzar su juego, acercándose con cautela a cada uno de ellos y entregarle una singular carta, cada escrito en su interior es diferente y también en sentido.

A partir de esa noche, nuestro empresario no ha podido pasar una noche tranquilo, esperando que llegue el día en que cada uno de ellos vaya llegando a la mansión, sin recibimientos, ni nada por el estilo. La sexualidad no importará apenas las puertas sean abiertas, tampoco el haberse acostado con uno una noche y su aparente amigo la siguiente, en Dickhouse no hay distinciones y nadie pondrá confiar en nadie, haciéndolos utilizar las armas que más saber usar y en el momento preciso para decir: Bienvenidos a Dickhouse.

abran: