Re: Cuando el ciego no es el amor [Harry Styles y tú]

por **jaquiz1Dlove** Dom 25 Mayo 2014, 7:56 pm

YEEEIII¡ :corre: subiste cap me alegre mucho grasias sube cuando puedas y puedes contar conmigo para lo que sea :bye:

por **DanaJones** Vie 30 Mayo 2014, 2:29 pm

Capítulo 5

De repente el sonido de la puerta principal interrumpió nuestra conversación. Una figura cansada se asomó en la sala. Mi madre. Mamá le sonrió a Harry y luego a mí. Podía ver a través de esos ojos azules, invadidos por la edad, el esfuerzo y la tristeza. Ella lo es todo para mí, lo único que tengo. Recuerdo cuando era pequeña y me llevaba al parque de diversiones. Daría lo que fuera por verla sonreír así una vez más. Éramos felices, pero todo siempre acaba; y nuestra felicidad no fue la excepción. Poco a poco el recuerdo fue invadiendo mi mente.

Volé hasta la sala de nuestra casa, con papá aún en nuestras vidas. Corrí hasta él y me senté en su regazo, hundiéndome en su pecho y su olor…

-Papi. –Pronuncié tiernamente. Él me miró con aquellos ojos de océano, casi parecidos a los de mi madre. Sonreí dejando ver mis pequeños e incompletos dientes. –Te quiero, papá.

-Y yo te amo, ____. –Besó mi mejilla y me atrajo más hasta sí.

Mi padre fue el primer amor de mi vida, hasta que… Un día todo terminó.

-¡Teresa! –Gritó mi padre molesto. Enseguida la melena dorada de mi madre se asomó por el umbral de la puerta. Ella también estaba furiosa. -¿Dónde diablos está mi guitarra?

-No lo sé, André, tú deberías saber. –Dijo calmada, pero se notaba el enojo en ella. De nuevo mis padres estaban peleando. Odiaba eso. Yo permanecí en silencio mientras jugaba con el teclado que me había regalado mi padre. Hacía un tiempo todo se pintó color gris. Ya nada era igual. Papá llegaba tarde a casa, y mi madre no cocinaba para él. Ya no hacíamos música juntos y pronto comencé a ir sola al colegio.

-Estoy harto de tu estupidez, Teresa. ¿Acaso no puedes hacer nada bien?

-Oh, ¿y tú crees que eres perfecto? ¡Por Dios, André! –Esta vez se había precipitado. –Ubicas mal alguna de tus cosas y ya piensas que fui yo.

-¿Entonces quién? ¡¿Quién si no tú?!

-¡No me grites! –Exigió mi madre gritando aún más fuerte.

-Eres torpe, torpe, torpe.

-¿Y qué me dices de ti? Te la pasas todo el tiempo en la calle, quién sabe haciendo qué. Te has vuelto un borracho.

-¡Cállate! –Demandó mi padre y alzó la mesita del correo con todas sus fuerzas y la lanzó contra la pared. Yo me sobresalté del susto. Llevé mis pequeñas manos hasta mis oídos para cubrirlos de tantas palabras necias e hirientes.

-¡Eres un bueno para nada! ¡Ya ni trabajo tienes! –Dijo mi madre.

-¿Sabes qué? Me harté de todo esto. Te diré la verdad, para ver si de una buena vez te largas de mi vida. –Se acercó a mi madre y la tomó por el cuello, apretando cada vez más su agarre. Yo solo observaba aquella escena, callada y al margen de todo. Con nada más que lágrimas deslizándose por mis mejillas encendidas cual riachuelo.

-Tengo otra mujer, Teresa. No estoy en la quiebra… Estoy mejor que nunca, ¿y sabes qué? No te daré nada de ello. –Decía mientras sonreía como un loco. Aquel recuerdo se sentía cada vez más ferviente. Sentía todo tan reciente.

-¡Desgraciado! –Dijo mi madre seguido de una bofetada en el rostro de mi padre. Él reaccionó con más furia y le devolvió la bofetada, provocando la caída de mi madre. Después de eso se dio la vuelta y caminó hacia la puerta, donde segundos después se detuvo y me miró. Su seño estaba fruncido, sus ojos inyectados en sangre y sus mejillas rojas. Relajó su entrecejo y me miró con dolor. Yo cerré mis ojos con fuerza y para cuando los abrí él ya no estaba.

Esa fue la última vez que le vi. Ya no queda nada de los recuerdos buenos, lo único que abunda es dolor y odio… La escena de él maltratando a mi madre.

Reaccioné y me di cuenta que estaba apretando mi falda. Miré a Harry y traté de calmarme.

-¿Estás bien, mi amor? –Me preguntó mi madre. Yo sonreí y me levanté precipitada a abrazarla. La amaba más que a mi vida. Esa mujer había dado todo por mí.

-Sí, ma, todo bien. –Sonreí. –Mira, este es Harry.

Mi madre se acercó a él y tomó su mano. Vi como Harry sonreía.

-Mucho gusto, amor, soy Teresa.

-Harry. Bueno, será mejor que suba a mi habitación, estoy un poco cansado. ____, ¿me ayudas?

Yo asentí, aunque él no pudiera verme. Tomé su brazo y lo conduje hasta su habitación, el resto lo hizo él. Yo regresé con mi madre a su habitación. Hablamos durante un largo rato. Ella me contó su día y yo el mío. Le conté sobre Charlott y la ducha. No parábamos de reír.

por **DanaJones** Vie 30 Mayo 2014, 4:53 pm

Capítulo 6

Harry había comenzado sus vacaciones, así que estaría más tiempo en casa. Últimamente hemos hablado más. Hemos compartido información como nuestro color favorito, lugares a los que queríamos ir, nuestra música. Me sorprendió saber que era un auténtico fan de Elvis Presley y que su color favorito era el naranja. Yo no lo entendí, porque hasta donde mis conocimientos llegaban, los ciegos no podían ver ni tenían una idea clara de las cosas. Tal vez más adelante le preguntaría acerca de eso. También me dijo que amaba cantar, pero le daba vergüenza hacerlo frente a personas.

Hoy daríamos un paseo por la ciudad. Vestí unos shorts azules con estrellitas blancas, adornado con un cinturón amarillo y una blusa del mismo azul con estrellitas blancas que se abotonaba hasta el cuello. Calcé una vans y cubrí mis ojos con los Ray.Ban amarillas.

Lucía así:

Cuando el ciego no es el amor [Harry Styles y tú] - Página 2 Ropa-Bershka-verano-2012-10-Custom

Bajé hasta la sala y ahí estaba él sentado en el sillón con un libro en sus manos. Me acerqué a él y vi lo que tenía entre las manos. No eran más que simples círculos que él palpaba delicada y cuidadosamente cada uno. Se veía increíble. Su hermana Gemma había escogido su ropa y lo había ayudado a peinar su despeinado cabello rizado.

Cuando el ciego no es el amor [Harry Styles y tú] - Página 2 Styles-house-hunting-19

-¿Nos vamos? –Pregunté. Él se puso de pie y cogió su bastón. -¿No llevas gafas?

-No. Así está bien. –Sonrió. –Gemma dice que uso mucho esas cosas.

Yo reí levemente.

-Sí. ¡Nunca se las quita! –Rió su hermana. –Bueno, váyanse ya, se hace tarde.

-¿Y tú no vienes? –Pregunté. Ella negó con la cabeza.

-Tengo deberes.

Gemma me dio las llaves de su auto y salimos de casa. Era un humilde Chevrolet Cruze. Harry pudo caminar solo hasta la puerta del copiloto y yo manejaba. Conduje por las calles de Londres y mientras pasábamos por algún lugar interesante, le explicaba a Harry cómo era. Él estaba bastante entretenido escuchándome hablar, aunque me sentía un poco incómoda, ya que no traía sus lentes. Hablábamos de todo. Él me relataba breves resúmenes de los libros que había leído. Yo odiaba leer. Nunca cree ese hábito en mí y tampoco me lo inculcaron cuando era pequeña. Todo lo bueno que puedo recordar de mi infancia es la música. Yo tocando el piano. Tal vez en algún momento me anime a tocar algo para Harry.

-Oye, Harry, ¿puedo preguntarte algo?

-Por supuesto, lo que quieras.

-Ahm… -La pregunta era bastante imprudente, pero necesitaba saber. Era urgente. -¿Cómo… cómo sabes que tu color favorito es el naranja?

Él sonrió.

-Pues… He leído muchos libros. Te sorprendería lo hermoso que encuentro al mundo gracias a los libros.

-Amas leer, ¿cierto?

-Tanto como amo la música, ____, no te imaginas cuánto. Además de mi familia, eso es lo que me ha impulsado a seguir adelante. Mi vida no ha sido fácil, aunque tenga todo el dinero del mundo, puedo llegar a ser tan pobre como un mendigo.

-Imagino... –Logré decir. Estaba bastante impactada. Jamás había oído a alguien hablar de esa manera.

-No. No puedes imaginarlo. Nadie que no esté en mis condiciones puede imaginarlo. Es terrible. ¿Sabes? Jamás he estado con nadie... Ese es mi sueño.

-¿Estar con alguien?

-Sí. Alguien que me quiera tal cual, aunque no pueda ver nunca su propio reflejo en mis inservibles ojos.

-Harry, no hables así. –Dije en un tono dulce.

-Todo el mundo habla de amor, pero yo no lo siento.

Hubo un silencio. Después de eso nadie dijo nada. Conduje hasta un restaurante al que los Styles solían frecuentar. La dueña nos recibió cordialmente. Ella, su esposo e hijos saludaron a Harry como si de alguien muy importante se tratase. Con un gran amor que yo ni siquiera podría explicar. Nos llevaron hasta una mesa en una esquina, aparentemente exclusivo de Harry. Nos enseñaron el menú y nos dejaron unos momentos a solas para que pudiésemos elegir. Harry tenía su propio menú con el método braille.

-¿Qué quieres comer? –Pregunté mientras observaba su menú con curiosidad.

-Bueno, yo comeré una pasta con salsa bechamel y vino.

-Excelente elección. Creo que también comeré eso.

Harry llamó al mesonero -quien también mostró actitudes de aprecio hacia él- y pidió la cena. Mientras esperábamos, conversábamos acerca de la noche. Mientras Harry me hablaba mi menté voló a mis primero días en la casa Styles. Harry había sido muy audaz conmigo, pero ahora era todo lo contrario. Se veía más tímido. Tal vez todo lo había hecho para divertirse o causar alguna impresión. Pero me alegraba el hecho de que ahora fuese más… tranquilo. Me agradaba esa versión suya. El auténtico Harry.

-Oye, ¿por qué todos te tratan como a un rey? –Pregunté sonriente. Él también sonrió.

-Mi familia viene aquí desde que yo era un niño y se hicieron más que clientes de estas personas. Somos muy unidos, ¿sabes? Grandes amigos.

-Qué bien. Se ve que te quieren mucho. Te tratan de una manera muy especial y hasta tienen un lugar exclusivo para tu familia.

-¡Oh, no! –Rió. –Esta mesa es únicamente mía. La reservo para salidas especiales.

Al oír aquello mis ojos se extendieron y sentí como mis mejillas se enrojecían. Gracias a Dios él no podía ver aquello. Las palabras “Salidas especiales” retumbaban en mis oídos todavía. Yo definitivamente era una salida especial… No podía dejar de sonreír.

-¿Estás sonriendo?

Sonreí aún más.

-Sí… Es que acabo de ver algo gracioso.

-¿Ah, sí? ¿Y qué es? –Preguntó curioso. Yo no sabía qué responder. Bien podía mentir, pero no quería. No estaba bien. -¿Y bien…?

Justo en ese momento apareció el mesonero para salvarme. Traía los dos platos. Luego regresó a la cocina a por el vino. Le serví un poco a Harry y un poco a mí. Comimos en silencio. Harry me contaba chistes y yo no paraba de reír. Sabía divertirse él y a mí también. Después que comimos, me pidió que lo llevara a un muelle. Me gustó la idea y conduje hasta allá.

-____, ¿cómo eres? –Preguntó. Lo último que quería responder era eso. Yo no era nada agraciada. Creo que lo único bonito en mí eran mis ojos azules. El resto era un desastre.

-Bueno… Tengo ojos azules y cabello caoba. Mi piel es tan pálida que parezco un muerto. –Harry rió. –No soy tan alta.

-Oh, sí, eso lo noté. –Sonrió. –Suenas bastante bonita.

-Sí… eso dicen. –Dije con un poco de sarcasmo, pero traté de que él no lo notara.

por **jaquiz1Dlove** Vie 30 Mayo 2014, 7:41 pm

Hooo pobre rayis
con lo q le paso con su papa
Y harry tan dulce jaja gracias por subir
me encantaron xD espero el siguiente cap
I love you <3 besos

por **Believe Ziam** Vie 30 Mayo 2014, 8:29 pm

Hola nueva lectora seguila pls

por **сσвαιи.** Vie 30 Mayo 2014, 9:28 pm

Hola nueva y fiel lectora
debes de seguirla
me encanta!! *---*

por **Deni rt** Vie 30 Mayo 2014, 11:40 pm

Uanajdkdbuwajsj....!!! Suena genial la historia, SIGUELA...!!! Nueva lectora!!!

por **DanaJones** Sáb 31 Mayo 2014, 1:02 pm

Capítulo 7

Llegamos al muelle y ayudé a Harry a bajar. Entrelacé mi brazo al suyo y caminamos por todo el lugar. Ya era de noche. El cielo estaba colmado de estrellas brillantes. Era una lástima no poder compartirlas con Harry. Lo encaminé hasta un banco y nos sentamos. Olía a mar, y se sentía bastante fresco. Harry me transmitía mucha paz y calma. Me gustaba mi trabajo. Me gustaba estar cerca de él.

-El aire se siente suave, ¿no te parece? –Dijo. -¿Brilla mucho la luna? Aunque me digas que sí, no lo entenderé porque no sé con claridad qué es brillar.

-Brilla mucho, sí. –Dije tranquila. Estaba muy alegre por aquel momento. Me gustaba ver por Harry. ¿Cómo sabes que es de noche?

-Pues, porque… es de día cuando estamos juntos y… es de noche cuando nos separamos. (1)

Mi corazón dio un vuelco y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Aquellas palabras produjeron algo nuevo dentro de mí. Algo que jamás había sentido por nadie. Algo… maravilloso. Algo que fue creciendo a medida que Harry tocaba mi mano y lentamente la atraía hasta su pecho. La mano que tenía libre la llevó hasta mi mejilla y comenzó a recorrer todo mi rostro, palpando cada área hasta llegar a los labios.

-Bonitos. –Susurró. –Tú eres bonita. –Se fue acercando cada vez más. Yo tenía miedo. Nico apareció en mi mente de repente e hizo que me separara de Harry. Me levanté del banco. -¿A dónde te has ido?

-Estoy aquí…

-Lo siento mucho. Perdona mi atrevimiento, ¿sí? –Dijo levantándose también.

-Mira, Harry, creo que estás confundiendo las cosas. –Dije. Hice un gran esfuerzo para decir aquello. Me pesaba. En realidad mentía. Si se trataba de una confusión, quería no aclararla nunca. –Entre nosotros no puede haber nada.

-¿Por qué? ¿Porque no puedo verte?

-No, Harry, ¿cómo se te ocurre? –Dije consternada. –Por supuesto que no es eso.

-¿Entonces qué es? Sé que no tenemos mucho tiempo conociéndonos, pero sé que puede funcionar, ____. Tú y yo nos llevamos bien.

-Pero…

Me interrumpió.

-¿Pero qué, ____? No creo que sea algo que lo justifique.

-¡Tengo novio, Harry! –Dije por fin. Me costó decir aquello. Cada palabra.

-Ah, es eso… -Dijo con decepción. Vi como bajó lentamente su cabeza y sentí una puñalada en el pecho. –Perdóname, confundí todo.

-Está bien, Harry. Mereces algo mejor que yo. Alguien bonita y que…

Me interrumpió de nuevo.

-¡Eres bonita! Puedo sentirlo. –Añadió el ciego extendiendo sus brazos.

-¡Bonita yo! –Repliqué llena de confusión y ansiedad. –Pues esa que veo a diario en el espejo, esa que ve la gente… no creo que a ella se le pueda decir bonita, Harry.

-¡La gente, la gente, la gente! –Exclamó exasperado. -¡La gente no sabe ver, ____!

Las palabras de Harry inundaban todo mi ser. Me llenaban de felicidad, pero a la vez me hundían más al saber que venían de alguien que no sabe precisamente lo que es belleza. Se acercó con dificultad hasta mí y tomó mis manos entre las suyas.

-La humanidad está sujeta a miles de errores, ____, y uno de ellos es creer en la fealdad. No creo que haya nada feo en este mundo, solo personas que le dan una forma o apariencia distinta a las cosas o personas.

-Haces esto cada vez más difícil… -Susurré a su oído. Sin darme cuenta, me encontraba envuelta en sus brazos. Mi cabeza quería soltarlo, pero mi corazón quería permanecer atado al suyo por siempre. Quería quererlo.

-Regresemos a casa, ojos míos. –Dijo con ternura. Acababa de afirmar que yo era sus ojos… Todo empeoraba cada vez más, mi corazón se acercaba cada vez más al suyo. No quería terminar herida.

Nos desplazamos hasta el auto. De vez en cuando veía a Harry. Si tan solo supiera lo que yo sentía… Una vocecita en mi cabeza comenzó a molestar. Tonta… deja a Nico. No lo quieres. Cierto… ¿Por qué estaba con él? Lo único que me hacía feliz de todo eso era que alguien se fijaba en mí. No me importaba nada con tal de ser querida por alguien. Tal vez deba arreglarme más, pero… no sé hacerlo. Soy un desastre con esas cosas. No importa la cantidad de ropa hermosa que me compre mi madre, siempre seguiré siendo yo… una chica ordinaria sin nada que ofrecer.

por **Deni rt** Dom 01 Jun 2014, 8:21 am

Akdneueheuenfb.... Akdbeuejebeeh..... Me matas... Me encanta tu nove mujer tienes q seguirla....!!!!

por **Believe Ziam** Dom 01 Jun 2014, 8:42 am

Awwwww osea Harry es un amor una ternurita y rayiss no quiere con el? :kalgh:
Que se calme y deje al otro
seguilaa

por **jaquiz1Dlove** Dom 01 Jun 2014, 12:26 pm

Haaaaaa entre harry y rayis iba a ver un beso
Dioooos que tirno es harry y rayis porque no quiere
Como sea siguela linda porfis

por **DanaJones** Dom 01 Jun 2014, 4:33 pm

Capítulo 8

Hoy tenía que ir a clases. Tenía tanta flojera como ganas de vivir. Lo más terrible de todo era tener que ver a Nico. Harry estuvo insistiendo toda la mañana para que lo llevase conmigo, pero me negué. Nico no lo podía ver, enseguida se daría cuenta de que había “algo” entre nosotros y reaccionaría de la peor manera. Es algo impulsivo, pero me quiere. Me ha defendido muchas veces de quienes se meten conmigo. Siempre me dice que lo que más le gusta de mí son mis sentimientos, y tiene razón. No puedo ofrecer más que eso. Yo quiero sentir algo por él, pero… no puedo. Algo dentro de mí no me lo permite, y es irritante.

A mamá no le agrada Nico para nada. Dice que es un mal muchacho y una muy mala influencia para mí, solo por el hecho de ser piloto en carreras de autos. He ido muchas veces como copiloto y es bastante divertido, pero en cierto modo me aterra. Él siempre me pone en peligro, supongo que por eso me gustan las cosas extremas.

Vestí unas pantimedias negras con un short de bluejean encima, una franelilla rosa viejo y una cazadora negra. Mi cabello enmarañado estaba bajo un sombrero negro y calcé mis zapatos con botas Mustang negras. Cogí mi bolso y salí de mi habitación. Antes pasé por la habitación de Harry. Toqué tres veces y me pidió que entrara.

-Oye, me voy, ¿necesitas algo? –Pregunté. -¿Quieres algo de la ciudad?

-Un café Starbucks, por favor. –Dijo con su voz ronca. Estaba recostado a su cama con los headphones al cuello y el iPod en la mano.

Di unos cuantos pasos para salir de la habitación cuando…

-Ten un buen día.

Sonreí y entonces salí, sin responder nada.

La señora Anne insistió en que llevara el auto de Gemma. Yo me negué, por supuesto, pero la familia Styles suele ser algo… insistente. Estaba empezando a creer que estaban confiando demasiado en mí. ¿Eso podría ser bueno o malo? Sabía que eran buenas personas, pero me mantendría alerta todo el tiempo. Nunca se sabe. Hoy en día no podría confiar ni en mí misma.

Llegué a la universidad y aparqué el auto de Gemma. Nico se encontraba con sus amigos frente a su auto, y al verme manifestó una expresión de desconcierto. Hasta donde él sabía, yo no tenía auto. Se acercó a mí y me miró con aquellos ojos verdes. Me sonrió e hizo ademán hacia las llaves que yo traía en las manos.

-Es parte de mi trabajo. –Dije.

-¿Qué trabajo? Estás con personas de dinero, ¿verdad?

Yo asentí. Que no me pregunte, que no me pregunte…

-¿Y qué haces?

¡Rayos! ¿Qué debería decirle? Se pondría furioso si le digo que cuido de un chico. Bueno, me salva el hecho de que sea ciego. Cuánto lo siento por decir esto, Harry.

-Ahm… -Titubeé. –Es de… Soy la mensajera de la familia, y también me encargo de la limpieza.

-Está bien. –Se acercó más a mí y besó mi frente. -¿Entramos?

-Si tus amigos no comienzan a insultarme… -Murmuré. Él bufó.

-¿Volveremos a pelearnos por eso? –Objetó. –Ya te dije que no volverá a suceder, ____.

-Ya, ya, está bien, Nico.

Tomó mi mano con fuerte agarre y entramos a la universidad. Él era estudiante de veterinaria también. Como yo, amaba los animales. Nos conocimos de una manera bastante extraña.

Para ese entonces, era yo quien pagaba la universidad y no el señor Styles. Iba corriendo por los pasillos de los laboratorios con una pecera de cristal, con pececitos incluidos. Necesitaba llegar rápido al laboratorio donde examinaría a los peces, así que me apresuré a correr más rápido, y cuando iba a cruzar ¡Pufff! Tropecé con Nico. El agua de la pecera saltó a su ropa. Un desastre total. Los peces saltando de un lado a otro en el piso, buscando a tientas el poco de agua que quedaba. Nico me ayudó a auxiliar a los peces y a llevarlos al laboratorio. Ahí dentro establecimos una conversación.

Con el tiempo hablamos más. Él no es el típico chico que me gustaría tener de amigo. Simplemente lo consideré una buena persona. Le llamaría colega, pero jamás amigo.

Un día, en la clase de anatomía, escribió en un pedazo de hoja “Me gustas”. Me sentí… extraña. Jamás le había gustado a nadie, y menos a alguien bonito. No sabía qué decirle. Él me miraba insistente, anhelando una respuesta pronta. Muy bien pude decirle que no, porque no me gustaba. En cambio, dije que sí. El resto fue un paraíso para él, y una pesadilla para mí. Es terrible estar con alguien a quien no quieres. Tener que besarle y abrazarle sin sentir una pizca de amor.

-¿Salimos hoy? –Me preguntó, pero yo estaba ida. Pensaba en otras cosas.

Agitó varias veces su mano frente a mis ojos hasta hacerme reaccionar.

-Lo siento, Nico, ¿qué decías?

-Que si salíamos… ¿Te pasa algo?

Negué la cabeza. Sí. Pasaba todo.

-Perdón, es que estoy algo cansada. –Dije aburrida. –Me voy a clases. Adiós.

Avancé unos pasos, abandonándolo, pero de repente tenía a Nico bloqueando mi camino.

-Saldremos, ¿de acuerdo? Esta noche. Te buscaré, ya lo sabes.

Y se fue, dejándome las palabras en la boca. Tenía que acudir a esa cita o se pondría como un loco.

por **Ale♥** Dom 01 Jun 2014, 5:12 pm

Holuuu.
Desapareci mucho, lo se y lo lamento. Me siento una pesima lectora ): pero aqui estoy. Omaigaa tantas cosas que han pasado. Harry! Es demasiado tierno y profundo, sabe como enamorar a una chica con palabras. Eso es maravilloso. Creo que rayuela es demasiado insegura, creo qur no deberia estar con Nico si no lo ama. Ajam ama a Harry jajaja. Y Nico, creo que la quiere en verdad (? Pero es demasiado impulsivo. Siguela pronto linda. Me encanta como es Harold. Besos

por **DanaJones** Dom 01 Jun 2014, 7:31 pm

Capítulo 9

Llegué cansada a casa. Después de dejar mis cosas en la habitación, me dirigí a la de Harry. Toqué y al escuchar su voz, entré. Estaba sentado en el piso. Sonreí al verlo y me senté junto a él.

-¿Por qué estás aquí sentado? –Pregunté sonriente. Él palpó el piso hasta encontrar mi mano, después la soltó.

-Estaba buscando a Charlott pero no la encuentro, ¿la has visto?

-No, Harry. –Dije. ¿Quieres que te ayude a buscarla?

-No, debes estar cansada.

-Quiero ayudarte, Harry. –Moví uno de sus rulos. –La buscaré abajo.

-Quédate conmigo, ¿sí? He estado aburrido toda la mañana. –Sonrió.

-Muy bien. –Dije sonriente. –Oye, Harry…

-¿Sí?

-Tú… ¿crees que puedas ver algún día? –Pregunté. No quería ser imprudente, pero tenía la espinosa necesidad de preguntar aquello.

-La esperanza parece que se agarra más cuando más pequeña es. –Dijo sonriente y tomó mi mano. Palpando cada uno de mis dedos. –Quiero decir que no, no, no, Harry, no verás jamás, pero ahí está ese sentimiento.

-De que sí podrás ver. –Asentí. –Solo debes tener un poco de fe y aferrarte a ella.

-¡Ay, ____, cuánto quisiera verte! Aunque solo durara un día mi vista, cuán agradecido estaría de poder verte.

Apreté fuerte su mano y cerré mis ojos. Esto no podía pasar. No, no, tenía que detenerlo. En cualquier momento podrían operarlo y vería… ¡Sé que no le gustaré! Tengo que hacer que se le olvide esa tonta idea de verme. Cuánto daría por tener un poquito de gracia. Más de un problema estaría resuelto.

El sonido de mi celular me sacó de mis pensamientos.

-¿Hola?

Se trataba de Nico. Vi a Harry, luego a nuestras manos juntas.

-Nico, no puedo salir contigo hoy, tengo mucho trabajo. –Mentí. Harry apretó fuerte mi mano y negó con la cabeza. Tal vez quería que yo saliera. Aparté un poco el teléfono para ver qué diría.

-Quiero que vayas con tu novio, ____, por favor. –Dijo con desánimo.

-Muy bien, Nico, nos vemos donde siempre. –Contesté a mi novio. Estaba muy apenada, pero tal vez serviría para que Harry se olvidara de mí.

-Nico… -Musitó Harry. –Es muy afortunado. Él puede ver tu belleza, no puedo quitarle esa dicha.

-Harry, hablas como si… -Me interrumpí. No podía decir aquello, no podía mencionar la palabra “Amor”. –Como sea, ¿quieres comer?

-Sí, por favor.

Entrelacé su brazo al mío y bajamos juntos a la cocina. Él se sentó sobre el mesón, viendo hacia el frente como siempre, mientras yo preparaba comida. Junto a él tengo espontaneidad, agudeza, sensibilidad, paz.

-¿Sabes? Aunque no puedas ver nada a tu alrededor… Todo lo llevas por dentro. El sol, las hierbas, la luna y el cielo grande y azul, lleno siempre de estrellas… todo, todo lo llevamos por dentro; quiero decir, que además de las cosas divinas que hay afuera, nosotros llevamos otras dentro. Y nada más… Aquí tienes una flor. –Dije sacando un jazmín del florero. –Otra, otra. Todas son distintas. ¿A que no sabes qué son las flores?

-Pues… -Comenzó. –Las flores son las sonrisas de la tierra, la verdad no sé mucho de plantas. –Dijo riendo. Yo también reí.

-¡No sabes nada, Harry! –Dije y me acerqué a él para hacerle cosquillas, él sin duda y a tientas me tomó de la cintura y me atrajo hasta sí. Estaba nerviosa y temblando, temía que él lo notara. Quería soltarme, lo anhelaba… No, no. No quiero. Quiero quedarme así por siempre.

-Entonces… -Susurró a mi oído. La distancia entre nosotros era corta. –Dime qué son las flores.

Había olvidado cómo hablar. Su respiración en mi cuello provocaba un escalofrío que erizaba mi piel y recorría todo mi cuerpo como si de electricidad se tratara.

-Las… -Buscaba palabras. –Flores… son las estrellas de la tierra.

-¿Y las estrellas qué son?

-Son las miradas de los que se han ido al cielo.

Nuestros rostros estaban cada vez más cerca, más, más… Mi nariz roza la suya, él ladea un poco su cabeza y… ¡Plin! El irritante sonido del microondas interrumpió un perfecto y deseado casi beso. Lo odié tanto que fruncí el ceño.

Me dirigí al microondas y saqué el plato de allí, cuando regresé noté una amplia sonrisa dibujada en el rostro de Harry. Una sonrisa triunfante.

-¡Cómo te haces querer! -Dijo sonriente. –Eres tan buena. Me alegra que seas mis ojos.

Besé su frente y le serví la comida.

por **Deni rt** Dom 01 Jun 2014, 7:46 pm

Akvsussbuwbdjwjwhs..... !!! Tu nove es tan perfecta tienes q seguirla!!!!

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