The Bakery Girl (One Direction)

ooooooooooh me encantooooooooooooooooooooo este capitulo, tremenda sorpresa de verdad, ta tenias tiempito que no subias y bueno me encantaaaaaaa que ahora podas subir mas a menudo, sooooooo espero que lo hagas porque ahora se viene lo bueno, lo que es jajaja
beeeeeesos linda loveeeeeeeeu xox

Holii :3 no me conecté en mucho tiempo y no pude leer tu nove, me he leido toooooooooodos los cap que me faltaban. La amooo siguela porfavooor :D

jahsjhjshjahd
Ya quiero ver el vestido ._.
Momento de ternura *-*
Siguela! :D

TE AMOOOO <3 AMO TU NOVELA SOS UN DIOSS <3

pasate por mi novela!!!! https://onlywn.activoforo.com/t13713-te-amo-zayn-malik-y-briannatu#940157 la acabo de empezar!!! es nueva!! :D

:cheers: Nueva lectora aquii :) okno amo amo tu nove siguelaa :cheers:

heey, ¿dónde estás? :(

Siguelaaa! Muero sin tu nove :(

asdfghjk ¿nos abandonaste? :(

Yeru, siguela.

Escribes muy bien, amo tu novela. Síguela pronto, nueva lectora

Me observé por última vez en el espejo. El color de mi vestido era similar al beige, delicado, claro y notablemente naif. Me acomodé el vestido y mandé mi cabello para atrás, era algo simple pero bastante lindo, tenía un escote redondeado no muy pronunciado. La parte superior era de encaje, un encaje hermoso; era ligeramente ajustada la zona superior y un poco debajo de la altura de los senos la falda se volvía ligeramente más suelta con una tela diferente al encaje pero de igual tono. Este terminaba con un corte recto unos cuantos dedos sobre la rodilla, era perfecto para mí, ya que mis caderas eran ligeramente anchas. Este vestido lograba hasta que me sintiera linda y satisfecha conmigo misma. Me coloqué los zapatos de un tono más claro que del vestido, tomé mi celular, el regalo de Gemma, bajé a la planta inferior tras el llamado de mi madre y me puse el abrigo que una vez puesto rozaba mis rodillas.

Mi madre estacionó el auto, miré una vez más el papel que sostenía entre mis dedos. “ Wall Rose Street 869” leí en voz baja. La fachada de la casa era bastante bonita.
- ¿Pero que estas esperando? – Miré confundida a mi madre. – Ve y diviértete. – Sonreí y la abracé. – Llámame para que pase a buscarte. – Estaba a punto de cuestionarle el horario cuando de pronto surgió un milagro – Mañana es sábado, supongo que podrías disfrutar de tu juventud hasta las tres.
- ¿Mamá, estas hablando en serio?
- Si, además parece ser una familia decente. – Acomodó el cuello de mi abrigo, dejó ver una sonrisa reluciente en sus labios, una sonrisa especial, una sonrisa maternal. Besé su mejilla y me bajé del auto. Caminé hasta la cerca de madera blanca, la puertezuela de esta se encontraba abierta, caminé algo insegura por el pequeño sendero de piedras el cual se encontraba iluminado por pequeñas velitas circulares y achatadas, al llegar al final del camino subí los tres escalones y una vez en el pórtico volteé hacia el auto de mi madre, con su mano me indicó que tocara el timbre y yo solo conseguí asentir como una completa tonta, coloqué mi dedo índice sobre el botón del timbre y no fue hasta unos segundos que lo presioné, me removí en mi abrigo y di unos cuantos pasos dispuesta a poder admirar lo que se encontraba a mi alrededor. No me había fijado que pegado a la cerca se encontraba plantado un rosal con rosas de color rosa, sonreí débilmente. El sonido que produjo la puerta al abrirse logró que me exaltara, volteé, no pude evitar que un sentimiento de alegría me embargara al verla.
- Cariño, estas aquí. – La señora Styles me abrazó con fuerza como si me conociera de toda la vida. – Me alegra mucho que hayas venido. ¿Esa de allá es tu madre?
- Si, ella fue la que me trajo hasta aquí. – Pero que estupideces digo, era obvio que me había traído.
- Iré a hablar con ella mientras tanto tú.. – Una figura salió detrás de ella diciendo mi nombre.
- ¡Gemma! Muchísimas felicidades. – La abracé, una vez desecho el abrazo le entregué su obsequio. – Espero te guste.
- Muchísimas gracias, me alegro tanto que hayas venido. Pero que descortés de mi parte, pasa, pasa. – Abrió de par en par la puerta principal de su casa.
- De acuerdo pero me despediré de mi madre.
- ¿La que está en el auto? – Preguntó.
- La misma. – Respondí.
- Descuida, creo que mi madre ya encontró como distraerla. – Agregó mientras agitaba su mano hacia mi madre y la suya. Estas dos respondieron con el mismo gesto, con un movimiento de cabeza me indicó que pasara, reí y la obedecí. Una vez adentro pude apreciar lo acogedora que era su casa, el estilo con el que estaba decorado me recordaba bastante a la mía; me ayudó a sacarme el abrigo y lo guardó en el armario que se encontraba a un costado de la entrada. Estaba siguiendo a Gemma cuando frenó de repente, volteó con los ojos bien abiertos, la miré confundida.
- Creo que hay una cosa que olvidé decirte. – Su tono me confundía aún más, no sabía si preocuparme o seguir calmada. – Mi hermano no sabe que te he invitado. – Ok. – Pero no es importante. Yo no tengo que estar informándole todo lo que hago o dejo de hacer. – Pareció más que lo había dicho para convencerse a si misma que a mí. La miré con los ojos ligeramente entrecerrados. Relajé mi rostro y me encogí de hombros.
- No importa. Después de todo es tu cumpleaños, y yo vengo a verte a ti. – Aseguré. No podía evitar que mis manos se pusieran sudorosas ya que ¿Qué pensaría Gemma si supiera que desde que conocí a su hermano su rostro a rondado por mis pensamientos? No, pero que fuera atractivo no significaba absolutamente nada, la apariencia puede atraer pero lo que realmente enamora es la actitud y su actitud no era mucho de mi agrado que se pudiera decir. Al salir al patio trasero supe que su patio era bien grande para poder tener a esa cantidad de personas allí, había en varios sectores juegos de pufs cuadrados alrededor de unas mesas blancas de la misma altura de estos, por la zona de la piscina habían instalado una mesa bastante larga llena de bocaditos dulces, salados y bebidas; en la piscina habían puesto a flotar ingeniosamente unos globos de un material similar al papel con velas adentro de color crema que iban a juego con los globos grandes de papel que se encontraban colgados a lo largo del patio en distintos sectores. Habían logrado poner una pista de madera removible junto a un equipo de Dj con su Dj instalado en este ambientando la fiesta con canciones movidas, había una tarima que probablemente me llegaría hasta la mitad de mis muslos, había chicos y chicas de alrededor de unos veinte años por todo el lugar yendo y viniendo, riendo, hablando, bailando, divirtiéndose. “Sólo será una cena entre familiares y amigos cercanos” susurré cerca de Gemma la cual rió a carcajadas.
- Oh si, lo que pasa es que nunca puedes festejar tus veintiún años con sólo una cena, sobre todo si tienes amigos y familiares que te incentivan a organizar algo grande. – Me respondió bastante animada. Reí ante su explicación, ya que tenía toda la razón, al fin y al cabo era su cumpleaños y lo más importante es que ella lo disfrutara de la forma que más quisiera.
- Pero al menos me hubieras avisado, así me hubiera arreglado más. – Le contesté a la par que observaba mi vestido.
- ¿Bromeas? Te ves increíble, ese modelo de vestido va perfectamente con tu cuerpo.
- ¿En serio? – Pregunté con un atisbo de alegría a la par que alisaba mi vestido con las manos.
- Claro, luces hermosa. – Sonrió. Me hacía sentir bien que Gemma me lo dijera, ya que ella era una chica hermosa, arreglada o no ella podría conquistar a cualquier chico que se propusiera, mientras tanto yo sólo era una chica normal, sin ningún dote que me destacara de las demás, no poseía una belleza sobrehumana, no tenía las piernas como unos escarba dientes, no era alta ni sexy. Prácticamente era todo lo opuesto a uno de los famosos estereotipos que el mundo te colocaba en frente con el simple objetivo de hacer que te sientas mal y que las más débiles arruinen su vida tratando de acercarse a ese estereotipo. No se en que momento fue que creí lo que me había dicho Gemma, me sentía linda, obviamente no todas teníamos los mismos cuerpos, ni las mismas facciones y mucho menos la misma contextura física; todas éramos lindas de diferentes formas, comprendí que todas éramos lindas a nuestra manera, y lo que realmente importa es sentirnos bien con nosotras mismas. Sonreí a Gemma y dejé que me guiara hasta la mesa de bocaditos.
- Oh, cuanto siento molestarlas chicas – Nos detuvo la Señora Styles – Gemma cielo ¿Te importaría acompañarme a sacar más bocaditos del horno? – Gemma me miró por unos segundos, me encogí de hombros.
- ¿Te importaría quedarte sola por unos segundos? Apenas termine volveré.
- Descuida. – Asintió.
- Para el fondo está la mesa de bocaditos, la veraz fácilmente, sírvete lo que quieras. Volveré en unos minutos, lo prometo. – Su madre la arrastró prácticamente hasta la casa, lo cual me produjo gracia. Me pare a un lado de la mesa, valla que era grande, estaba buscando con la vista algo para beber ¿Habría algo sin alcohol? No era partidaria de ingerir bebidas alcohólicas, no a esta edad.
- No sabía que vendrías.

Chicas mil perdones pero tuve un par de problemillas sumado con el cansancio, las agotadoras tareas y el colegio. Pero estoy bien, gracias por todos sus hermosos comentarios y quiero repartir mucho muuucho amor a las Nuevas Lectoras. Espero que les guste este capítulo, como verán (literalmente) les dejé una imagen para que puedan ver como es el vestido de la rayita, esto se debe a que leí el comentario de una encantadora lectora y decía “Ya quiero ver el vestido” entonces pensé ¿Porqué no? Y he aquí la imagen del vestido. Las amo chicas, espero que el capítulo sea de su agrado y cualquier cosa háganmela saber ¿Si?. Besitos con mucho amor.

jksjdksdjkdsjskjd
Ya se lo encontro ._.
Oh gosh!
Siguela Yeru! :D