Run, honey, run 'cause you're Timeless| Harry s. |SE NECESITAN LECTORAS!

Nunca he visto un diamante en carne y hueso, y mucho menos a TI.

 
Camino con rápidamente hacia las bandas por donde pasaban las maletas. Vago sus ojos alrededor de la habitación rápidamente, la suya era fácil de reconocer. Pasaron unos minutos hasta que por fin dio con ella, al final de la hilera. La tomo con torpeza, y la arrastro tras de sí hacia la salida del aeropuerto. Afuera el cielo nublado me dio la bienvenida con una brisa fresca y húmeda a la vez. Tenía que buscar un taxi para que me pudiese llevar a las instalaciones de la F.C., quienes me habían otorgado la beca para estudiar aquí, ellos me dirían exactamente donde me hospedaría, la escuela y me facilitarían el dinero.
Hora y media después estaba parada frente unos enormes ventanales opacos. En un principio se sintió intimidada por la magnitud del edificio, su sexto sentido le decía que tomara el taxi de nuevo y regresara por donde venía. Decidió ignorar ese llamado de su conciencia y comenzó a caminar hacia la entrada, con su bolso colgando de su delgaducho brazo y su maleta dando tumbos detrás de ella. Sus converse negras resonaban en la acera con cada paso que daba.
Empujo con fuerza la pesada puerta de cristal y se introdujo en las instalaciones del F.C. con temor. Frente a ella desfilaban un sinfín de personas con trajes ejecutivos, y por alguna razón ella se sintió fuera de lugar. 
Se acercó hacia la enorme recepción, junto a una señorita que le sonreía a la vez que levantaba el brazo.
-*¿Usted es la señorita Navarro?*
Pregunto con una dulce voz y marcado acento.
-*Si, soy yo.
Cossette sonrió a medias. La joven mujer saco un sobre negro y se lo entrego, junto con un celular del mismo color.
-*¿Y esto?*
Pregunto ensenándole el aparato.
-*Se lo explicaran más tarde.*- tomo el teléfono que reposaba a su derecha- *¿Bueno? Si, ya llego. No, aun no. No. ¿Ahora? Acaba de llegar, trae consigo una maleta. Ya se lo envió. SI señor.*
Termino la llamada y la volteo a ver.
-*Cariño, ¿Te importaría esperarme un minuto?*
Ella negó con la cabeza.
-*Perfecto, siéntate por allá*-señalo unas bancas color blanco, impecable como todo lo demás ahí-*Yo te llamo, ¿está bien?*
No espero respuesta y se giró para continuar con lo que sea que estaba haciendo.
Cossette suspiro pesadamente, esperaba que no la tardasen mucho. Estaba cansada y agradecería de sobremanera un baño caliente y una cama tibian Se dejó caer en la dura silla, y soltó un quejido de dolor. La maleta, en cambio, cayó a unos pasos de ahí, pero ella ni siquiera se inmuto.
Xoxoxoxoxoxoxoxoxoxoxoxo
Hora y media después…
Sus ojos se  cerraban, le habían tenido alrededor de una hora esperando indicaciones. Le dolía el cuello y sentía entumidas las piernas, necesitaba urgentemente descansar.
Gracias a dios ya estaba en el hotel, el pasillo en el que caminaba tenía un aspecto algo lúgubre, tal vez fuese por la hora, y le ponía la piel de punta. Metros más adelante diviso la que sería su habitación, y tomando tarjeta color verde entre sus dedos abrió la puerta. 
El cuarto no era ni muy grande, ni muy pequeño. Para ser sincera, era más de lo que había estado esperando. Lamentablemente solo iba a estar allí un esa niche, pues mañana la trasladarían a la que sería su nueva casa por el próximo año.
Dejo sus cosas descuidadamente en un pequeño sofá justo al lado de la cama, y tomando su neceser, se metió al baño.
Mañana sería otro día, y esperaba que le fuera de maravilla, pues tenía una junta alrededor de las 10 A.M. según le habían dicho, era algo de suma importancia. Le habían tomado muestras de sangre, y su brazo aun le dolía un poco, no entendía para que las necesitaran. Cuando pregunto, le dijeron que para saber si era compatible, pero ¿Compatible con que o a qué?
Porfirio no hacer indagaciones que la llevarían a todos lados menos a la verdad, y solo servirían para espantarla.
La pobre no sabía lo que le esperaba.