Enemigos Extraños [Logan Lerman]

El ambiente seguía húmedo y frío en el lugar, y no solo hablando de la temperatura fría, sino que Summer estaba haciendo la ley del hielo a todos sus amigos por que se habían metido con sus cosas y las había tenido que arreglar toda la mañana, luego llamar a William e inventar la excusa de que la fuerte lluvia había hecho que perdiera todo tipo de contacto.
Estaba sentada mirando la televisión, pero en realidad estaba muy metida en sus pensamientos. Lo que había sucedido ayer definitivamente no era normal. Logan había tratado de hacerla… sentirse mal por verlo con Georgia. Eso obviamente tenía que significar que quería darle celos. Podía oír de forma distante a Logan tocar el piano, mientras enseñaba a Jennifer algunas canciones fáciles.
— ¿seguirás enojada conmigo?—preguntó Eric, sentándose a su lado en el sillón y ella se sobresaltó, pero al instante siguió mirando la televisión—. Porque sabes, yo simplemente quería hacer algo que te hiciera feliz.
Ella simplemente lo ignoró, aun con la imagen de tener a Logan tan cerca a punto de besarla en su mente. Lo más extraño era que en realidad el no tenía resaca, por lo que había descubierto que él en realidad no estaba tan borracho. Podía ser que quería simplemente molestarla, como siempre lo había hecho.
— Por favor perdóname, Summer. No pensé que te molestaría—dijo él y Summer lo miró un momento.
— Déjame en paz.
— ¡De acuerdo! ¡Lo haré!—exclamó levantándose—. Solo trato de ayudarlos a ustedes dos tarados que se comportan como idiotas y tratan de escapar de la realidad, pero muy pronto van a tener que enfrentarla. Ya no me pidan nada nunca más ¿quedó claro?
— Clarísimo—replicó Summer y siguió mirando la televisión.
Además de saber que él no estaba tan ebrio, recordó todas las veces que había estado cerca de besarlo. El nunca se había embriagado. Había tomado, pero nunca tanto como para emborracharse. Solo una vez. Luego pensó en las diferentes frases extrañas que le había dicho. Como “Tal vez no sea tan malo que estés enamorada de mi” ¿Qué podía significar eso?
Volteó su cabeza para mirar a Logan con los ojos abiertos como platos y su respiración se detuvo por un momento.
Esto no era posible. Logan no podía estar enamorado de ella.
Se levantó, y agarró la sombrilla para salir afuera mientras todos sus amigos se divertían adentro. Abrió la sombrilla y caminó hasta el lago, y la zona que tenía un pequeño muelle donde se podía pescar. Se quedó a unos metros del muelle, bajo un árbol que tenía miles de hojas que habían caído con la lluvia de ayer.
Aunque pareciera que así fuera, había la posibilidad de que ninguna de esas cosas que habían sucedido fueran con aquella intención. Tal vez simplemente todo era una gran confusión.
— ¿enojada con el mundo?—preguntó Nathan colocándose a su lado.
— Sé que tú estuviste involucrado en lo de William.
— Todo lo estuvimos—respondió con una sonrisa orgullosa—. No me arrepiento, ¿sabes?
— Claro que no, todos ustedes son unos malditos y jamás pedirían perdón por algo así.
— No hables así de tus mejores amigos, Summer y dime que es lo que realmente te molesta.
— No me molesta nada—respondió a la defensiva y Nathan soltó una risotada recordando a Logan el día de ayer.
— Estás pensando en romper tu compromiso ¿no?—interrogó, adivinando lo que sucedía como siempre lo hacía—. Y la culpa te come por dentro.
— Logan parece…
— ¿enamorado de ti?—preguntó y ella asintió.
— Creo que el… no sé, simplemente tengo sospechas tontas de que tal vez le guste.
— Por Dios, está más enamorado de ti de lo que tú lo estás de él—respondió y ella abrió sus ojos como platos, pero luego suavizó sus gestos.
— No… es imposible que él me quiera a mí. El me odia…
— Un cuento que tu y él se han estado tratando de aplicar y es una fantasía. Ustedes lo último que sienten por el otro es odio. Solo digo.
— Entonces quiero que el pruebe lo que siente. Si no hace nada, yo no haré nada.
— Así que si es que Logan se acobarda, tu simplemente te casaras con el lunático de William.
— Ten cuidado de lo que dices de William. Aunque a ustedes es probable que no les agrade, William es una gran persona y también me hace feliz.

Ambos siguieron hablando por un rato del tema, y Nathan logró razonar por completo con Summer, haciendo que ella se abriera con temas que nunca le había contado antes.
Luego de una gran charla, ambos fueron a almorzar junto con todos sus amigos, quienes habían estado esperándolos un rato. Se sentaron y todo fue normal, excepto por el hecho de que Summer y Logan guardaron silencio durante todo momento.
Después de comer todos fueron dispersándose a diferentes lugares de la casa. Pero luego algunos decidieron tomar una siesta. En cambio Summer se sentó en el sillón de la sala y simplemente quedó pensando en el silencio, hasta que eso fue interrumpido por Logan.
— ¿Qué te pasa? Estás más rara de lo usual hoy—alegó y ella le dirigió una pequeña mirada, y luego volvió su mirada hacia el vacío de nuevo—. Summer—dijo tratando de llamar su atención.
— ¿Qué quieres?
— ¿Qué te pasa?—preguntó de nuevo.
— ¿Realmente estabas borracho ayer?—preguntó súbitamente mientras Logan se sentaba, aun sorprendido por la pregunta.
— Para serte honesto, no lo estaba—respondió con sinceridad y sus mejillas se tornaron rojas, mientras una sonrisa se dibujaba debajo de su nariz.
— Entonces estabas consiente de todo lo que me dijiste—siguió ella.
— Se podría decir que si…
— ¿por qué Logan?—preguntó ella, realmente sonando dolida—. ¿Cuál es la maldita necesidad?
— Summer—dijo el suavemente—. Tú sabes que hay una necesidad. Lo sabes y lo tienes dentro de ti pero simplemente no puedes aceptar que yo pueda empezar a sentir que… que tal vez no te odie.
— Es que Logan, eres tú—respondió ella con una sonrisa forzada—. El chico que dijo que jamás se enamoraría de alguien como yo.
— Eso viene de la chica que dijo que nunca sucedería nada entre nosotros. Pero aquí estoy yo, diciendo que tal vez corresponda los sentimientos que confesaste hace 6 años.
Ella lo miró con ojos perdidos de nuevo y el extendió su mano hacia ella.
— Ven, quiero mostrarte algo—ella simplemente se levantó sin darle la mano, y el rió—. Luego dicen que yo soy frío.
— Cállate.
Ambos se sentaron en el piano y Logan comenzó a tocar “Can’t help falling in love” de Elvis Presley, con una sonrisa traviesa en su rostro. Miró a Summer, quien miraba los dedos de él con fascinación y dijo:
— Solía tocarlo todo el tiempo cuando estaba en la universidad. Había un teatro al que siempre iba para tocar el piano de cola, aunque igual tenía mi teclado, no era igual de divertido de tocar. Solía tocarlo porque me hacía acordar a ti—dijo y lentamente detuvo la música, un tanto nostálgico.
— ¿Qué hiciste en tus años de universidad, Logan?—preguntó ella, y presionó algunas teclas sin saber que hacía. Logan agarró la mano de ella con suavidad y con movimientos gentiles empujaba cada dedo hacia cada tecla.
— Pues… estudié—contestó riendo, mientras todavía tocaban el piano—, y me reencontré con Georgia…, tuve una amiga que casi…
— Cuéntame sobre Georgia—dijo ella, prefiriendo que él no hablara de aquella chica, ya que sabía de lo que se trataba.
— Cuando me encontré con ella en la universidad, ambos empezamos a hablar y volvimos a ser amigos. Primero yo no tenía muchas ganas de hablarle, porque como ya sabes… ella fue mi novia y terminó conmigo para irse con Peter—ella asintió con suavidad y el continuó—: pero luego me explico que en realidad ella no me engaño, y que…
— Terminó las cosas antes de que tuvieran un mal final—Logan la miró sorprendido y asintió.
— Si… ¿Cómo lo sabías?
— Lo dijo ayer—respondió con una sonrisa y presionó todas las teclas que sus manos le permitían haciendo un escándalo—. Ahora ¿Cómo se llama la chica que casi fue tu novia en la universidad?—preguntó de forma celosa y posesiva, haciendo que Logan riera.

— Lo dijo ayer—respondió con una sonrisa y presionó todas las teclas que sus manos le permitían haciendo un escándalo—. Ahora ¿Cómo se llama la chica que casi fue tu novia en la universidad?—preguntó de forma celosa y posesiva, haciendo que Logan riera.
— No te doy información sobre ella porque sé de lo que eres capaz—dijo él y ella se sonrojó y bajó la cabeza—. Pero puedo decirte que tú eres diferente a todas ellas.
— ¿Qué quieres decirme con eso, Lerman?—preguntó mirándole con ojos entre cerrados, casi sospechosos.
— Aceptemos el hecho que no finjo que estoy borracho para cualquiera.
— ¿eh?—preguntó ella aun en incógnita pero riendo.
— Tal vez seas la persona con la que me falta definir realmente… la relación…
— Bueno, define lo que sientes, borra el tal vez y yo podré dudar de mi boda. Porque de otra manera, no lo haré.
El la miró con una sonrisa picara mientras la veía irse hacia la puerta de la salida. Ella volteó un momento y levantó sus cejas, para luego salir al patio.
— Oh por Dios—dijo emocionada y retuvo sus grititos pero comenzó a bailar de la felicidad.
— ¿Qué pasó? Ya te pareces a Georgia—dijo Brenda y Summer se arrojó sobre ella a abrazarla.
— Muchas demostraciones de cariño para Brenda, ¿no hay nada para mí?—preguntó Eric riendo y Summer también lo abrazó a él emocionada.
— Logan… me dijo que puede ser que está enamorado de mi.
Brenda la miró como si aquello fuera obvio, y en cambio fue Eric quien hizo el papel de mejor amiga y empezó soltar gritos de emoción y se agarró de ella por ambos brazos.
— Tenemos que conseguir alguna forma de que ustedes se queden solos—dijo Eric con una mirada suspicaz—. ¿Qué tal si hoy salimos a algún lugar?
— Siempre salimos, nunca sucede nada—dijo Brenda, luego entrando a la casa y dejándolos con un aire negativo.
— Quiero ir al bowling, ¿Qué dices?—preguntó Eric y Summer asintió, soltando algunas risitas, aun risueña por lo que había sucedido.
Como si ninguna pelea hubiera sido peleada, todos se reconciliaron. Olvidando sus problemas como usualmente lo hacían cuando estaban juntos.

Todos fueron al local donde se jugaba bowling y fueron a pagar por una hora de juego. Se sentaron todos en su puesto y comenzaron a colocarse los zapatos que les entregaron. 2 se sentaron a cada lado de aquel espacio, en cada correspondiente asiento y Logan y Eric caminaron por el medio. Estaban pretendiendo que de alguna forma esto era un asunto muy serio y ellos eran los jefes de algún tipo de ejército.
— Señores, no estamos aquí para jugar—dijo Eric.
— Em, si vinimos para jugar—dijo Brenda y Logan se acercó a mirarla muy de cerca con un semblante enojado y desafiante.
— ¿TE DIMOS LA PALABRA?—preguntó en un gritó—. ¿TE LA DIMOS?—repitió y ella negó con la cabeza asustada, el se alejó lentamente.
— Allí tienen. Comportamiento inaceptable—dijo Eric apuntando a Brenda—. Ve a la esquina a marginarte—le ordenó apuntando hacia un lado del local pero la chica simplemente lo ignoró, ya que sabía que estas cosas sin sentido no durarían mucho—. ¡No queremos más de esto!
— Regla número 1 del club del bowling—dijo Logan, caminando de adelante a atrás por el mismo pasillito—. No hablaras del club del bowling.
— ¿Estás citando al club de la pelea?—preguntó Nathan y Eric lo golpeó en la cabeza. Logan negó con la cabeza, y rodó sus ojos para luego soltar un suspiro frustrado.
— ¿continuamos?—preguntó mirándolo a Nathan y el asintió con un rostro serio.
— Regla numero dos—dijo Logan y Summer se levantó.
— Me voy a formar los equipos en la tabla de puntajes—dijo cortantemente y todos se levantaron ignorando a sus dos amigos quienes habían estado pretendiendo que jugar bowling era un campo de batalla.
— Yo con Jennifer—dijo Brenda y ambas se pusieron en el mismo equipo.
— Entonces yo con Eric—dijo Nathan y Logan lo miró.
— Lo siento, pero Eric es mío—replicó en una voz afeminada y todos rieron.
— Lo siento, Logan, ya te puse con Summer—dijo Jennifer y Summer se sonrojó.
— Me empujaron para que no lo manejara yo—se justificó sin necesidad, pero Logan le miró con una media sonrisa.
— Vamos a ganar—levantó su mano al aire y ella después de unos segundos, chocó su palma con la de él, atónita.
— ¿Quién es primero?—preguntó Summer, tomando actitud y el juego empezó.
Jennifer y Brenda habían logrado tirar 9 de los 10 bolos y Nathan y Eric habían logrado un strike. Ahora Logan se acercaba para tirar la bola contra los pinos. Summer se colocó atrás y miró con nervios todo.
— Si hago strike me compras una pizza—le dijo a Eric y el asintió.
— Claro, princesita—contestó y Logan volvió a voltear con una sonrisa confiada.
Como lo había creído, Logan tiró todos los bolos en un intento y llamó rápidamente al camarero para que les trajera una pizza y la comieran. Luego de esperar un rato, la comida llegó y Logan y Summer se sentaron a comer. Sus amigos se acercaron con intenciones de comer también pero el levantó una mano como diciéndoles que esperaran un momento.
— ¿Qué es esto? La pizza no es suya—dijo Logan y todos se congelaron donde estaban.
— ¿Cómo que no es nuestra?—preguntó Jennifer enojada.
— No se la ganaron. Yo me gané esta pizza con sudor de mi frente.
Summer lo fulminó con la mirada y le dio suave un golpe en la cabeza.
— La pizza es de todos—Logan simplemente rió mientras todos sus amigos se llevaban un pedazo y dejaban el plato sin nada más.
— De acuerdo, ahora por tu generosidad nos quedamos sin comida.
Dijo Logan en una queja. Summer lo miró con una sonrisa y dejó su pizza en el plato.
— Cómela si quieres—se levantó de allí y fue a agarrar una bola para hacer esta vez ella su tiro.
Logan simplemente la observó mientras iba y tiraba la bola y derribaba 8 de los 10 en dos tiros. Ella vino con un poco de color en sus mejillas y se sentó al lado de Logan.
— Buen tiro—le dijo Logan y ella negó con la cabeza.
— Ya sé que soy horrible en esto.
— No lo eres—respondió mientras le servía un vaso de gaseosa—. Solo diviértete y verás que la pasaras mejor. Ya ganamos la pizza, Summer. Ahora vamos a ganar un buen tiempo.
Ella asintió con una mueca de aceptación y siguieron jugando.

— Aun no puedo creer que Brenda y Jennifer nos ganaran—dijo Summer mientras salían del local riendo y se dirigían hacia donde Nathan había estacionado su auto.
— Fue muy divertido, deberíamos repetirlo—propuso Eric y todos estuvieron de acuerdo con él, dejando ir algunos “Si” y “Por supuesto”.
Entraron todos al auto, y todos hicieron un complot para que Logan y Summer terminaran juntos en el asiento trasero de la tercera hilera de la camioneta. La castaña revisó su celular al recibir un mensaje y lo leyó.
“¿cómo está todo allí? Yo estoy por ir a dormir ahora, y estaba pensando en que te extrañaba”
Ella sonrió amargamente y miró a Logan por un momento. Estaba mirando a través de la ventana, y lucía pensativo.
“Todo está bien, estamos divirtiéndonos bastante. Solo espero que todo el asunto de tu película te dé un respiro de vez en cuando”
— Summer, ¿recuerdas este disco?—preguntó Eric feliz, volteando a mirarla—. Me lo regalaste hace años en navidad.
— Ah sí, ese fue el disco que ponías todo el día ¿no?—preguntó Jennifer y todos empezaron a soltar sus propias opiniones en el asunto.
— Esa fue mi navidad favorita porque fue el momento en que comencé a sanar de verdad—dijo Summer un tanto agridulce.
La nieve caía suavemente, cubriendo los diferentes lugares de toda la ciudad. Los padres de Jennifer y Eric estaban colocando los diferentes platos de comida sobre la mesa, esperando a que llegaran los padres de Brenda y Nathan, y los abuelos de Logan. Los tíos de Summer ya habían confirmado que no vendrían, pero ella había querido celebrar aquella navidad con amigos.
Estaba sentada en el sillón que se encontraba frente a la chimenea. El arbolito de navidad brillaba alegremente, pero ella mantenía sus ojos hacia abajo, mirando fijamente hacia el regalo que tenía entre sus manos. Pensaba en la posible reacción de sus amigos al saber que los regalos no eran lo más grande y costoso. ¿Cómo podía regalarles cosas tan pequeñas? ¿Tan simples? Ellos le habían dado todo.
Una pequeña lágrimas cayó de sus ojos y se la secó al instante.
Sus tíos estaban pasando por una situación económica no muy buena, y había tenido que darles gran parte del dinero que había ganado en el pequeño trabajo que tenía en una pizzería. Solo le había quedado un poco para comprarles unos simples regalos a sus amigos.
— Ey, Summer, Jennifer dice que vengas y dejes de marginarte—replicó Logan de forma simpática y la castaña asintió su cabeza con suavidad.
Dejó la cajita bajo el árbol y se colocó la capucha sobre su cabeza para tratar de cubrir lo que podía.
— ¿se puede saber qué te pasa?—preguntó Logan y ella lo fulminó con la mirada, por fin dirigiendo sus ojos a él.
Allí estaba, con el sweater que le había regalado ella el año pasado. Era una prenda horrible con unos dibujos de renos en el frente, y de un color rojo que detendría el tráfico. Su cabello estaba un poco desordenado y su rostro estaba pálido, haciendo que el color azul de sus ojos resaltaran de una forma extraña a la luz del fuego de la chimenea.
Summer suavizo sus gestos y sonrió levemente.
— Todo está bien—respondió en un hilo de voz a punto de quebrarse.