Enemigos Extraños [Logan Lerman]

Sintió una fuerte luz contra su rostro y abrió un ojo levemente. Por dentro se quejaba porque si era por ella, se quedaba durmiendo mucho más tiempo. Habían salido esa madrugada a las 3:30a.m ya que si iban a cualquier otra hora, sabían que iba a haber mucho más tráfico. Escuchó música de su banda favorita, Los Beatles, en la radio que estaba a un volumen razonable para que ella pudiera seguir durmiendo. Al voltear vio a su hombre tomando un café y le sonrió. Se frotó los ojos con el revés de su mano y se estiró. Apartó su manta y se miró al espejo. Su cabello estaba un desastre, pero en realidad poco le importaba.
— Tienes un sueño realmente pesado. Cuando me detuve para poder descansar un rato, ni lo notaste y menos cuando me baje a cómpranos café y unas galletitas.
— Gracias—agradeció Summer y agarró su café.
— Ah, por cierto. Recibiste unas dos o tres llamadas. Si quieres revísalas—le pasó el celular y vio que eran las 6.a.m. Como siempre el viaje duró dos horas y media. Al mirar de nuevo vio 2 llamadas de Jennifer. Marcó su número y luego escuchó como Jennifer empezaba a quejarse porque no le había atendido.
— Cálmate. Estaba durmiendo—interrumpió y luego escuchó un suspiro cansado—. Nosotros ya estamos afuera, ¿ustedes donde están?
— Llegaremos para la hora prevista—afirmó y Summer miró su reloj.
— Fantástico—comentó—. Nosotros ya llegamos y estaremos preparando todo para cuando lleguen.
— Más les vale. Te quiero.
Summer bajó del auto antes de que William estacionara su BMW y caminó hacia la gran puerta con sus llaves. Abrió la puerta y prendió las luces, haciendo que la hermosa casa se iluminara completamente. Entró hasta la sala y se sentó en el gran sillón blanco.

Summer estaba preparada para salir del auto ese fresco día, e iba a dirigirse directamente a la persona de la que más se había enamorado en toda su vida de 18 años. Se bajó con lentos movimientos y pasó sus manos por la bata azul una vez que estuvo parada. Había esperado mucho tiempo, pero por fin había juntado el valor para decirle todos sus sentimientos al chico.
Sonriendo, caminó hasta su grupo de amigos quienes estaban donde ellos siempre se sentaban. Se sentó al lado de Logan, quien le miró un poco sorprendido por el buen humor que ella tenía. Ella miró a Logan un poco sonrojada y se alejó unos centímetros a lo que él respondió riendo.
— ¿ansiosa por terminar el colegio?—le preguntó Logan.
— Podría decirlo—bajó la cabeza y sonrió.

Summer salió de sus recuerdos cuando su futuro esposo le tocó el hombro y dijo su nombre. Le sonrió a William y se levantó. Agarró por la mano a su novio y fueron afuera hasta el auto.
— Vamos a sacar las cosas—le propuso ella.
— De acuerdo—ella caminó hasta el auto y empezó a sacar las cajas junto a su novio. Tenían diferentes cosas. Comida, sabanas, cosas de limpieza, todo lo que se podría necesitar tres meses en una casa de verano.


Ambos se sentaron en la mesa del comedor, el en la cabecera y ella al lado de él, a la derecha. Había un silencio sepulcral y todas las luces, excepto por las velas sobre la mesa, estaban apagadas. Empezaron a engullir la comida con lentitud mientras lo único que se escuchaba era el sonido de sus tenedores y cuchillos contra el plato.
— ¿por qué conocí a todos tus amigos pero no a Logan?
— ¿te lo debo repetir una y otra vez lo mismo? Yo y Logan no nos hablamos mucho, ya que no nos llevamos muy bien.
— Pero…
— Mira, los dos tenemos una relación muy particular. Nos odiamos, pero jamás dejaríamos que alguien más lastime al otro y a la vez nos apoyamos el uno al otro.
— No estoy muy seguro de…, no sé…
— ¿estás preocupado por algo?
— No sé, pero él me preocupa.
— No tienes nada de qué preocuparte. Tú eres todo para mí.
El silencio reapareció y ambos siguieron comiendo, hasta que terminaron y William subió arriba para preparar la cama y bañarse, mientras Summer lavaba los platos. Cuando la chica terminó con todo, subió para darse un baño caliente que le había relajado mucho. Tenía un poco de frio ya que en ese lugar de día hacía un calor intenso, pero a la noche había un viento fresco.
Se colocó su pijama más cómodo y salió del baño. Se acostó al lado de William y apagó la luz, ya que no estaba de muy buen humor ni si quiera lo abrazo, ni le deseo buenas noches, ni nada. Cerró sus ojos y simplemente se dejó descansar pensando en los fatigantes momentos que tenía con William, que le hacía reflexionar sobre su relación con él.

William se levantó al escuchar unos gritos afuera de la casa. Asustado, se puso sus zapatos y agarró la escopeta. Miró por la ventana y vio un auto extraño. Se bajó con rapidez y corrió afuera. Luego vio a Jennifer y Nathan, en ese momento dejó la escopeta a un costado y caminó hasta ellos. Se preguntaba por qué su novia no lo había despertado, pero igual los saludo y le dio un pequeño beso a ella.
— ¿Qué hora es?—preguntó el.
— Son las 13:19—respondió Summer—. Parecías tan cansado que no quise despertarte.
— No hay problema. Me voy a dar un baño y vuelvo.
— Te esperamos—respondió Jennifer.
William subió por las escaleras y Nathan pasó a la casa con Jennifer. Todos fueron a la cocina y Summer le sirvió a cada uno un vaso de limonada. Cada uno se sentó y empezó a ponerse al día el uno con el otro, luego se unió William y después empezaron a preparar el almuerzo. Prepararon todas las mesas afuera, el almuerzo consistía en unas ensaladas y un asado exquisito, como siempre lo preparaba Nathan.
Justo a la hora en que habían prometido, llegaron Brenda y Erik tocando la bocina de la gigante camioneta mil veces, que todos sabían era de Brenda, ya que Erik estaba desempleado, y aunque no lo contara, todos sabían que seguía viviendo con sus padres…, en el garaje. Al menos había hecho algo bonito con el garaje, ya que le había dado un ambiente agradable. Todos menos Nathan, que se quedo frente a la parrilla, fueron a saludar a sus locos amigos.
Luego de una ruidosa y hermosa comida, todos fueron a sentarse a orillas del lago. Estaban todos hablando y riendo, poniéndose al día y bromeando. Summer fue adentro de la casa, para ir a servirse un poco de agua. Miró por la ventana de la cocina y vio un auto llegando. Supo entonces que el último integrante de los amigos había llegado.
Dejó el vaso sobre la encimera de la cocina y salió a avisarle a los demás que Logan había llegado. Todos sus amigos, con gran animo corrieron hacia el auto de Logan. Logan terminó de estacionar del auto y Summer miró desde la puerta de la casa como todos estaban expectantes de que Logan saliera del auto. Cruzada de brazos y haciendo un gran esfuerzo para contenerse, Summer miró a sus amigos abrazando a Logan en grupo y a él sonriendo. Su mandíbula tocó el suelo al verlo. Ese no podía ser el Logan que ella conocía, estaba…, era simplemente muy diferente a él ñoño que había conocido hace años. Entonces vio a la novia de Logan.
<<Parece una maldita modelo>>—pensó Summer mirándola fijamente.
William se acercó a Logan y ambos se saludaron con un apretón de manos. Escuchó que alguien pronunciaba su nombre, pero ella estaba perdida en los recuerdos. Al despertar de su trance, simplemente suspiró y entró a la casa.
— Eso fue bastante maleducado—replicó la novia de Logan, que acababa de saludar a todos y mirar a Summer.
— Summer siempre tiene sus razones—explicó Logan—. Es solo porque está mal de la cabeza—el empezó a reír cuando todos sus amigos le dieron un golpe en el hombro.
Todos empezaron a ayudarlos con sus maletas y cosas, mientras que Summer estaba en el baño mirándose al espejo. Cerró sus ojos y frotó su frente con su mano. Trató de respirar con tranquilidad y se preguntó que le pasaba. Nunca le había vuelto a pasar esto desde que terminó el colegio.
— Summer, hay alguien que quiere saludarte—dijo la voz de Nathan al otro lado de la puerta. Entonces ella soltó un suspiro y abrió la puerta. Vio a todos sus amigos afuera de la habitación. Logan estaba en la parte de atrás, susurrando algo en el oído de la rubia que estaba al lado suyo, mientras ella reía—. Logan, ven a saludar a Summer.
<<Me tratan como si fuera una nena de ocho años que se pone tímida>>—se dijo a sí misma. Sintiéndose enojada.
— ¿por qué? Ella al parecer no quería ningún saludo—su novia soltó algunas risitas y Summer se acercó a ambos. Estiró la mano hacia la novia y sonrió.
— Hola, soy Summer—la rubia rechazó el saludo.
— Sé muy bien quién eres. Y no debes actuar como si te importara yo.
— ¿Qué?—preguntó Summer, totalmente desconcertada.
— Que ambas sabemos que no te llevas bien con Logan, no debes fingir interés en el o en mi.
— Pues, ahora de pronto no sé porque ya no tengo el interés que habías despertado en mí.
— Oh Dios, ya empezaron. 5 minutos. ¡5 MALDITOS MINUTOS SIN PELEARSE POR FAVOR!—dijo Erik desesperado y todos lo miraron sorprendidos.
— Necesito tomar un poco de aire—Summer salió de la casa y se alejó dando rápidas y grandes zancadas. Llegó al hermoso puente que cruzaba el pequeño arroyo que desembocaba en el lago. Se sentó allí y apretó los dientes mientras se agarraba la cabeza con ambas manos—. Por Dios—empezó a derramar lágrimas y le suplicó a Dios que la próxima vez no fuera tan impulsiva.