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L'amour du pirate (nick y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por candysjonas Dom 08 Nov 2009, 5:19 pm
candysjonas escribió:SIGUEE!!!SIGUEE!!!
candysjonas
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por joe_love Lun 09 Nov 2009, 1:29 pm
candysjonas escribió:candysjonas escribió:SIGUEE!!!
joe_love
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por MaryPeters Mar 10 Nov 2009, 7:48 pm
plis siguee
tu nove esta super ;)
me encanta
soy tu fan #1
me encanta plis sigueee
tu nove esta super ;)
me encanta
soy tu fan #1
me encanta plis sigueee
MaryPeters
joe_love
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Invitado Jue 12 Nov 2009, 2:03 pm
SIGUE
SIGUE
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Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Invitado Dom 15 Nov 2009, 12:43 am
Soy nuevaa en el foro,, :D okayy no tan nuevaa,, me registreeh && hastaaaa ahorita posteeo xDD proo nenaaa! tienees qee seguirlaaaaa :D waaaa adoro la noveee (: me clavee con estaa al igual qe lo hisee con la otra de "Un amante de ensueño" waaa :D qiiero a un Nicholas de Macedonia :¬w¬: okayy "eqiis" xD proo waaa! me encantaah la noveee :D estaaa asii supeeer sigelaaa :D
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por joe_love Dom 15 Nov 2009, 10:54 am
SIGUELAAAA!!!
hace mucho tiempo que estamoos sin cap!!!
necesitamooos!!
hace mucho tiempo que estamoos sin cap!!!
necesitamooos!!
joe_love
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Invitado Dom 22 Nov 2009, 1:50 pm
olga escribió:SIGUE
SIGUE
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Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Invitado Sáb 05 Dic 2009, 9:27 pm
omj! :pale:
perdonenme! :oops:
omg ! lo se llevama MUCHO tiempo k no posteaba
de vdd perdonenme por haverlas dejado asi
pro lo k pasa ps esk pense k ps..k no les gustaba la nove :oops: ...
y asi la deje :oops:
haoritititita les dejo los caps
spero k sigan apoyando la nove :D
wueno y de nuevo
perdon!
no era mi intencion dejarlas asi
ademas nunca NUNCA me llego una notificacion de los mensajes ni nada
y por eso pense eso !
bye
perdonenme! :oops:
omg ! lo se llevama MUCHO tiempo k no posteaba
de vdd perdonenme por haverlas dejado asi
pro lo k pasa ps esk pense k ps..k no les gustaba la nove :oops: ...
y asi la deje :oops:
haoritititita les dejo los caps
spero k sigan apoyando la nove :D
wueno y de nuevo
perdon!
no era mi intencion dejarlas asi
ademas nunca NUNCA me llego una notificacion de los mensajes ni nada
y por eso pense eso !
bye
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Invitado Sáb 05 Dic 2009, 9:31 pm
Capítulo 30
Sus ojos eran como el hielo azul, y su sonrisa muy rígida.
—¿Cómo puedo ayudarlo, monsieur?
—Busco a un amigo mío —dijo Nick. Me han dicho que fue huésped suyo últimamente.
—¿De quién habla? —preguntó Javier—. Tengo muchos huéspedes en mi plantación.
—Don León de Bastida. El...
—¿Cuál es su nombre, monsieur? —interrumpió Javier, llevando lentamente la mano hacia su espada.
—Perdóneme. Mi nombre es Jesse. Tal vez don León le habló de mí. Me salvó la vida años atrás en una batalla.
—Don León no mencionó ninguna batalla mientras estuvo conmigo, ni tampoco su nombre.
—Bien, supongo que no es hombre de alardear de sus hechos —rió Nick, sintiéndose inquieto. Habría preferido desenvainar la espada, pero no podía matar al hombre porque tal vez ______ sería la madre de su hijo—. ¿Puede decirme dónde encontrar a don León? Es importante para mí.
—¿Por qué? —preguntó Javier con escepticismo, aunque estaba seguro de que ese Jesse no podía ser la persona que él pensaba. No, el pirata que había raptado a ______ no se atrevería a acercarse a él.
—Como le dije, don León salvó mi vida. Me gustaría agradecérselo... Tal vez convertirme en su guardia personal para poder salvar su vida algún día.
—Bien, lo lamento, pero no puedo ayudarle. Don León se fue un poco repentinamente hace más de tres meses, y yo estaba demasiado preocupado por un asunto personal como para pensar en su destino.
—¿Entonces no tiene idea de dónde puede estar?
—Me imagino que don León está todavía en algún lugar del Caribe. Quería resolver algunos negocios antes de volver a España.
—¿Dijo de qué clase de negocios se trataba? —Preguntó esperanzadamente Nick—. De esa manera podría encontrarlo.
—Lo dudo, monsieur Jesse. Los asuntos de don León no lo retienen mucho tiempo en ningún puerto —dijo Javier—. Ahora debo decirle buenas noches... Alguien me espera.
—Por supuesto —dijo Nick, y se volvió para caminar hacia su mesa. La sonrisa de sus labios se desvaneció tan rápidamente como si se apagara una vela, pero el fuego seguía ardiendo en sus ojos.
...
—Me sorprende que no le hayas preguntado directamente si se había acostado con ________. Eso deseabas hacer, ¿verdad? —preguntó acaloradamente Joe cuando Nick se sentó.
—Sí, pero no podía esperar que me dijera la verdad sobre el tema. ¿De manera que oíste mi conversación?
—¡No pude evitar oírla! Fuiste un tonto al hablar con el conde. Vi su cara cuando le dijiste que buscabas a don León. Por un momento creo que adivinó quién eres realmente. Me sorprende que haya creído el cuento que le contaste sobre Bastida.
—Bien, lo creyó —replicó secamente Nick—. Te dije que no había de qué preocuparse.
—Sí, pero corriste el riesgo por nada. Aún no sabemos dónde está Bastida. Podríamos buscarlo en estas aguas toda la vida sin encontrarlo.
—Supongo que quieres abandonar...
—Bien, me gustaría volver a la isla por algún tiempo —respondió Joseph.
—Sólo hace un mes que nos hemos marchado y sólo hemos tocado cuatro puertos hasta el momento. Si echas tanto de menos a tu esposa, deberías haberte quedado con las mujeres como te pedí.
—No me preocupa su seguridad. Cole y los hombres que dejamos las protegerán. Pero no soy el único que piensa en volver a casa. El resto de la tripulación también... y también tú, amigo mío. No viniste a Saint Martin a averiguar sobre Bastida. Viniste a ver cómo es el prometido de ________. ¿Te desilusiona descubrir que el conde no es viejo y picado de viruelas?
—¿Por qué habría de molestarme? —preguntó Nick con calma. Luego, de pronto, explotó—: ¿Qué diablos hace en un prostíbulo? Si yo estuviera en su lugar, buscaría en todas las islas desde aquí hasta las colonias. Pero, ¿dónde hace él su búsqueda? ¡En la cama de una prostituta! Estoy seguro de que no tiene ningún barco a la búsqueda de ________.
—¿Eso es lo que quieres que haga? ¿Quieres que la encuentre?
—No.
—Bien, ¿entonces?
Sus ojos eran como el hielo azul, y su sonrisa muy rígida.
—¿Cómo puedo ayudarlo, monsieur?
—Busco a un amigo mío —dijo Nick. Me han dicho que fue huésped suyo últimamente.
—¿De quién habla? —preguntó Javier—. Tengo muchos huéspedes en mi plantación.
—Don León de Bastida. El...
—¿Cuál es su nombre, monsieur? —interrumpió Javier, llevando lentamente la mano hacia su espada.
—Perdóneme. Mi nombre es Jesse. Tal vez don León le habló de mí. Me salvó la vida años atrás en una batalla.
—Don León no mencionó ninguna batalla mientras estuvo conmigo, ni tampoco su nombre.
—Bien, supongo que no es hombre de alardear de sus hechos —rió Nick, sintiéndose inquieto. Habría preferido desenvainar la espada, pero no podía matar al hombre porque tal vez ______ sería la madre de su hijo—. ¿Puede decirme dónde encontrar a don León? Es importante para mí.
—¿Por qué? —preguntó Javier con escepticismo, aunque estaba seguro de que ese Jesse no podía ser la persona que él pensaba. No, el pirata que había raptado a ______ no se atrevería a acercarse a él.
—Como le dije, don León salvó mi vida. Me gustaría agradecérselo... Tal vez convertirme en su guardia personal para poder salvar su vida algún día.
—Bien, lo lamento, pero no puedo ayudarle. Don León se fue un poco repentinamente hace más de tres meses, y yo estaba demasiado preocupado por un asunto personal como para pensar en su destino.
—¿Entonces no tiene idea de dónde puede estar?
—Me imagino que don León está todavía en algún lugar del Caribe. Quería resolver algunos negocios antes de volver a España.
—¿Dijo de qué clase de negocios se trataba? —Preguntó esperanzadamente Nick—. De esa manera podría encontrarlo.
—Lo dudo, monsieur Jesse. Los asuntos de don León no lo retienen mucho tiempo en ningún puerto —dijo Javier—. Ahora debo decirle buenas noches... Alguien me espera.
—Por supuesto —dijo Nick, y se volvió para caminar hacia su mesa. La sonrisa de sus labios se desvaneció tan rápidamente como si se apagara una vela, pero el fuego seguía ardiendo en sus ojos.
...
—Me sorprende que no le hayas preguntado directamente si se había acostado con ________. Eso deseabas hacer, ¿verdad? —preguntó acaloradamente Joe cuando Nick se sentó.
—Sí, pero no podía esperar que me dijera la verdad sobre el tema. ¿De manera que oíste mi conversación?
—¡No pude evitar oírla! Fuiste un tonto al hablar con el conde. Vi su cara cuando le dijiste que buscabas a don León. Por un momento creo que adivinó quién eres realmente. Me sorprende que haya creído el cuento que le contaste sobre Bastida.
—Bien, lo creyó —replicó secamente Nick—. Te dije que no había de qué preocuparse.
—Sí, pero corriste el riesgo por nada. Aún no sabemos dónde está Bastida. Podríamos buscarlo en estas aguas toda la vida sin encontrarlo.
—Supongo que quieres abandonar...
—Bien, me gustaría volver a la isla por algún tiempo —respondió Joseph.
—Sólo hace un mes que nos hemos marchado y sólo hemos tocado cuatro puertos hasta el momento. Si echas tanto de menos a tu esposa, deberías haberte quedado con las mujeres como te pedí.
—No me preocupa su seguridad. Cole y los hombres que dejamos las protegerán. Pero no soy el único que piensa en volver a casa. El resto de la tripulación también... y también tú, amigo mío. No viniste a Saint Martin a averiguar sobre Bastida. Viniste a ver cómo es el prometido de ________. ¿Te desilusiona descubrir que el conde no es viejo y picado de viruelas?
—¿Por qué habría de molestarme? —preguntó Nick con calma. Luego, de pronto, explotó—: ¿Qué diablos hace en un prostíbulo? Si yo estuviera en su lugar, buscaría en todas las islas desde aquí hasta las colonias. Pero, ¿dónde hace él su búsqueda? ¡En la cama de una prostituta! Estoy seguro de que no tiene ningún barco a la búsqueda de ________.
—¿Eso es lo que quieres que haga? ¿Quieres que la encuentre?
—No.
—Bien, ¿entonces?
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Invitado Sáb 05 Dic 2009, 9:32 pm
—Simplemente no entiendo por qué no lo intenta —dijo Nick con más tranquilidad.
—Tú no sabes si lo intenta o no. Pero no esperaremos para preguntárselo cuando baje. La comida se ha enfriado, de todas maneras. Propongo volver al barco... ahora.
Nick rió.
—¿Qué te ha sucedido, amigo? Antes no te molestaba correr pequeños riesgos.
—Sí, pero sólo comienzo a conocer a mi nueva hija. Y Demi está encinta nuevamente. Sólo he tenido niñas hasta ahora, me gustaría ver un hijo varón antes de morir.
Nick frunció el ceño mientras salían de la taberna, acordándose de las noches atormentadas e insomnes que había pasado el último mes, pensando en ________ y en el bebé que crecía dentro de ella…
Capítulo 31
La casa estaba agradablemente fresca durante la mañana, y sólo el persistente sol de la tarde calentaba las gruesas paredes de piedra blanca. ________ bajaba lentamente las escaleras una tarde, un mes y medio después de la partida de Nick, con un cómodo vestido sin mangas de algodón amarillo y una gran toalla en un brazo.
En Francia, ________ sólo usaba las ropas más a la moda, aunque las detestaba. Pensaba que la ropa debía ser atractiva pero también cómoda. Pero Edward nunca le había permitido vestirse con una indumentaria tan simple. Pero en esta isla tropical, ________ abandonó las dos enaguas, la bata y la falda que siempre se revelaban bajo la vestimenta externa. Simplemente cosía la falda a la bata de sus vestidos, en lugar de dejarlos abiertos en la parte delantera.
Con una enagua era suficiente para el pudor, y no necesitaba usar los grandes cuellos de encaje y las mangas abullonadas.
Al principio había decidido no abullonar sus faldas porque le ensanchaban las caderas. Que Nick mirara sus caderas estrechas, para que luego le atrajeran otras más redondeadas. Esa era su esperanza, pero a Nick no parecía importarle que ________ no tuviese demasiadas curvas.
________ contempló el gran comedor con una sonrisa.
Los tapices de colores brillantes que Cole había traído del sótano estaban ahora colgados sobre la chimenea, y había hecho cortinas blancas para las pocas ventanas. Las ventanas eran demasiado pequeñas y demasiado altas como para dejar entrar mucha luz en la habitación, y ________ decidió que había que agrandarlas, pero tendría que esperar y hablar del asunto con Nick. Cinco sillas tapizadas en colores claros fueron agregadas a la habitación, y en esos momentos Cole estaba en los sótanos de la casa construyendo un sofá.
Por suerte, Nick nunca había dispuesto del botín del último barco español capturado, y Cole pudo encontrar muebles y telas para mejorar todas las habitaciones de la casa.
El botín estaba en el sótano, y a ninguna de las mujeres se le permitía bajar, sino que tenían que llamar a uno de los hombres si necesitaban algo. ________ sólo advirtió después de la partida de Nick que la habitación estaba cerrada con llave en todo momento. Cole le aseguró que no había nada misterioso en el sótano, sólo bienes capturados, trastos, y una provisión de comida. Pero le parecía extraño que Nick pudiera traerle un par de zapatos que fueran exactamente de su tamaño, y un par para su madre.
________ había pasado la mañana en su habitación con Demi. Se habían hecho amigas, y como Demi también estaba encinta, tenían mucho en común. Tejían mantitas para los bebés, pero aunque ________ disfrutaba de las mañanas que pasaba cosiendo y charlando, no podía apartar totalmente a Nick de sus pensamientos
Un mes atrás, Demi había comenzado a engordar por el niño que llevaba en su vientre. Daría a luz sólo dos semanas antes que ________, pero la figura de ________ seguía tan esbelta como siempre.
No dudaba de que estaba encinta, pero esperaba perder pronto su figura. Deseaba estar enormemente gruesa antes de que Nick volviera de la isla, para que él tuviera que buscar satisfacción para su lujuria en otra parte.
Nick se había ido enojado, y se había llevado sólo a la mitad de los hombres. Ni siquiera le había dicho adiós a ________, sino que se había ido el mismo día de la agria discusión. Pero ella no lo echaba de menos, o eso se decía continuamente. No sabía cuándo volvería pero esperaba que no volviera en mucho tiempo... o mejor, nunca.
________ pasó por la zona de la cocina y se quedó allí un momento, aspirando el aroma del pan que se horneaba. Luego salió por la puerta trasera y caminó por el patio. Se detuvo junto a un joven corpulento de rizados cabellos rubios que trabajaba en la estructura del nuevo sofá. Sonrió con aprobación a Cole cuando él la miró.
—Tienes talento para la carpintería, Cole —dijo ________, contemplando su trabajo—. ¿Este ha sido alguna vez tu oficio?
—Soy carpintero de barcos, mademoiselle. Me gusta trabajar en madera.
—¿Cuánto hace que estás con Nick?
—Desde,, que compró el "Dama Alegre". Nunca vi razones para desear navegar en algún otro barco. El capitán trata con mucha equidad a su tripulación. Pero ahora tengo una esposa y dos hijos, y he pensado abandonar el mar.
—¿Entonces piensas establecerte? —preguntó ________. De manera que había hombres honorables entre la tripulación de Nick, pensó.
—Renunciaré al mar, sí, ahora que mis dos hijos son lo suficientemente grandes como para necesitar un padre. Iba a preguntar al capitán Nick si podía quedarme aquí. Tengo una pequeña cabaña en la costa norte que puedo mejorar, y esta isla es ideal para criar una familia.
—Supongo que sí —dijo ________, contemplando toda la belleza tropical que la rodeaba—. Bien, hasta luego Cole.
________ se alejó y cruzó el césped del fondo hasta llegar al bosque. Iba a un lugar secreto que había encontrado un día que había salido a explorar sola, iba allí a menudo, porque en esa área recluida, ________ podía imaginar que la isla era su hogar, que los meses pasados eran sólo un sueño, y que jamás había conocido a un hombre llamado Nick. Pero por más que intentara concentrarse en cosas agradables, Nick siempre se introducía en sus pensamientos
Era primavera, y la isla era dos veces más hermosa que cuando ________ la viera por primera vez. El cielo estaba claro, y el sol ardiente no tenía lugar donde ocultarse; la alta montaña se elevaba, sola, sin la niebla que generalmente la rodeaba.
________ vio a William Moseley arrancando hierbas en un cantero de flores que había plantado alrededor de un árbol que llamaba lluvia de oro. El árbol había florecido recientemente en un estallido de capullos y pétalos amarillos. ________ se maravillaba por el césped y los canteros inmaculados, pero había conocido a William Moseley después que Nick le diera libertad para andar por la isla y se había enterado de que era el responsable de los hermosos jardines.
________ saludó con la mano a William antes de entrar en el bosque y echar a andar por el sendero. Durante la mayor parte de su vida, William Moseley fue jardinero jefe en alguna gran heredad inglesa, pero siempre deseó ser marinero y visitar otras tierras. Había llegado al nuevo mundo en un barco mercante, pero luego, había conocido a Nick y se había convertido en miembro de la tripulación del "Dama Alegre'. Cuando encontraron esa isla con su Injuriosa jungla cinco años antes, había querido quedarse. Nick asintió, y en cinco años William había convertido el terreno que rodeaba la casa en jardines dignos de un palacio. Era feliz allí... Se le veía en la cara, y a ________ le gustaba hablar con él.
Pronto salió del sendero y tuvo que abrirse camino alrededor de los árboles cubiertos por enredaderas y entre la maleza. Siguió hacia la montaña y hacia el centro de la isla. La montaña era su destino el día que por primera vez decidió explorar. Pensaba trepar por las colinas hasta llegar a las nubes grises. Deseaba perderse en ese esplendor primitivo, deseaba que un solo rayo de sol apareciera entre las nubes y la tocara como había tocado el corazón de la montaña en su primer día en la isla. Pero nunca cumplió con ese deseo, porque encontró otra maravilla en la isla ese día.
________ pasaba junto a palmeras de todas las alturas y variedades que crecían junto a altos pinos, cuyo perfume llenaba el aire. En el suelo había cocos, y por todas partes se veían magníficas flores... azules, lilas, amarillas y rosadas.
Pronto oyó el murmullo del agua... un arroyo que bajaba de la montaña, unos pasos más y finalmente llegó a su pequeño paraíso... un estanque escondido formado por la corriente. Había lirios en la orilla opuesta, grandes flores del tamaño de su mano abierta. Eran de color rojo y amarillo brillante, y había una sola flor blanca, que ella seguramente recogería antes de volver a la casa.
________ llegó al sol ardiente que cubría la orilla izquierda del arroyo. Dejó la toalla que traía, y comenzó a desvestirse.. A su izquierda, unas piedras como peldaños parecían subir a la montaña misma, y una cascada en miniatura resbalaba sobre ellos formando un estanque de agua cristalina. El estanque estaba rodeado por altos árboles, espesos helechos y flores, y sobre el arroyo caían pesadas ramas desde uno y otro lado, que casi tocaban el agua. ________ estaba oculta como si estuviera en una pequeña habitación.
Al entrar en el agua fría, ________ se preguntó fugazmente si podría conservar en secreto este paraíso cuando Nick volviera. Luego se regañó a sí misma. ¿Por qué no podía dejar de pensar en ese hombre, aunque fuera por un momento?.....
—Tú no sabes si lo intenta o no. Pero no esperaremos para preguntárselo cuando baje. La comida se ha enfriado, de todas maneras. Propongo volver al barco... ahora.
Nick rió.
—¿Qué te ha sucedido, amigo? Antes no te molestaba correr pequeños riesgos.
—Sí, pero sólo comienzo a conocer a mi nueva hija. Y Demi está encinta nuevamente. Sólo he tenido niñas hasta ahora, me gustaría ver un hijo varón antes de morir.
Nick frunció el ceño mientras salían de la taberna, acordándose de las noches atormentadas e insomnes que había pasado el último mes, pensando en ________ y en el bebé que crecía dentro de ella…
Capítulo 31
La casa estaba agradablemente fresca durante la mañana, y sólo el persistente sol de la tarde calentaba las gruesas paredes de piedra blanca. ________ bajaba lentamente las escaleras una tarde, un mes y medio después de la partida de Nick, con un cómodo vestido sin mangas de algodón amarillo y una gran toalla en un brazo.
En Francia, ________ sólo usaba las ropas más a la moda, aunque las detestaba. Pensaba que la ropa debía ser atractiva pero también cómoda. Pero Edward nunca le había permitido vestirse con una indumentaria tan simple. Pero en esta isla tropical, ________ abandonó las dos enaguas, la bata y la falda que siempre se revelaban bajo la vestimenta externa. Simplemente cosía la falda a la bata de sus vestidos, en lugar de dejarlos abiertos en la parte delantera.
Con una enagua era suficiente para el pudor, y no necesitaba usar los grandes cuellos de encaje y las mangas abullonadas.
Al principio había decidido no abullonar sus faldas porque le ensanchaban las caderas. Que Nick mirara sus caderas estrechas, para que luego le atrajeran otras más redondeadas. Esa era su esperanza, pero a Nick no parecía importarle que ________ no tuviese demasiadas curvas.
________ contempló el gran comedor con una sonrisa.
Los tapices de colores brillantes que Cole había traído del sótano estaban ahora colgados sobre la chimenea, y había hecho cortinas blancas para las pocas ventanas. Las ventanas eran demasiado pequeñas y demasiado altas como para dejar entrar mucha luz en la habitación, y ________ decidió que había que agrandarlas, pero tendría que esperar y hablar del asunto con Nick. Cinco sillas tapizadas en colores claros fueron agregadas a la habitación, y en esos momentos Cole estaba en los sótanos de la casa construyendo un sofá.
Por suerte, Nick nunca había dispuesto del botín del último barco español capturado, y Cole pudo encontrar muebles y telas para mejorar todas las habitaciones de la casa.
El botín estaba en el sótano, y a ninguna de las mujeres se le permitía bajar, sino que tenían que llamar a uno de los hombres si necesitaban algo. ________ sólo advirtió después de la partida de Nick que la habitación estaba cerrada con llave en todo momento. Cole le aseguró que no había nada misterioso en el sótano, sólo bienes capturados, trastos, y una provisión de comida. Pero le parecía extraño que Nick pudiera traerle un par de zapatos que fueran exactamente de su tamaño, y un par para su madre.
________ había pasado la mañana en su habitación con Demi. Se habían hecho amigas, y como Demi también estaba encinta, tenían mucho en común. Tejían mantitas para los bebés, pero aunque ________ disfrutaba de las mañanas que pasaba cosiendo y charlando, no podía apartar totalmente a Nick de sus pensamientos
Un mes atrás, Demi había comenzado a engordar por el niño que llevaba en su vientre. Daría a luz sólo dos semanas antes que ________, pero la figura de ________ seguía tan esbelta como siempre.
No dudaba de que estaba encinta, pero esperaba perder pronto su figura. Deseaba estar enormemente gruesa antes de que Nick volviera de la isla, para que él tuviera que buscar satisfacción para su lujuria en otra parte.
Nick se había ido enojado, y se había llevado sólo a la mitad de los hombres. Ni siquiera le había dicho adiós a ________, sino que se había ido el mismo día de la agria discusión. Pero ella no lo echaba de menos, o eso se decía continuamente. No sabía cuándo volvería pero esperaba que no volviera en mucho tiempo... o mejor, nunca.
________ pasó por la zona de la cocina y se quedó allí un momento, aspirando el aroma del pan que se horneaba. Luego salió por la puerta trasera y caminó por el patio. Se detuvo junto a un joven corpulento de rizados cabellos rubios que trabajaba en la estructura del nuevo sofá. Sonrió con aprobación a Cole cuando él la miró.
—Tienes talento para la carpintería, Cole —dijo ________, contemplando su trabajo—. ¿Este ha sido alguna vez tu oficio?
—Soy carpintero de barcos, mademoiselle. Me gusta trabajar en madera.
—¿Cuánto hace que estás con Nick?
—Desde,, que compró el "Dama Alegre". Nunca vi razones para desear navegar en algún otro barco. El capitán trata con mucha equidad a su tripulación. Pero ahora tengo una esposa y dos hijos, y he pensado abandonar el mar.
—¿Entonces piensas establecerte? —preguntó ________. De manera que había hombres honorables entre la tripulación de Nick, pensó.
—Renunciaré al mar, sí, ahora que mis dos hijos son lo suficientemente grandes como para necesitar un padre. Iba a preguntar al capitán Nick si podía quedarme aquí. Tengo una pequeña cabaña en la costa norte que puedo mejorar, y esta isla es ideal para criar una familia.
—Supongo que sí —dijo ________, contemplando toda la belleza tropical que la rodeaba—. Bien, hasta luego Cole.
________ se alejó y cruzó el césped del fondo hasta llegar al bosque. Iba a un lugar secreto que había encontrado un día que había salido a explorar sola, iba allí a menudo, porque en esa área recluida, ________ podía imaginar que la isla era su hogar, que los meses pasados eran sólo un sueño, y que jamás había conocido a un hombre llamado Nick. Pero por más que intentara concentrarse en cosas agradables, Nick siempre se introducía en sus pensamientos
Era primavera, y la isla era dos veces más hermosa que cuando ________ la viera por primera vez. El cielo estaba claro, y el sol ardiente no tenía lugar donde ocultarse; la alta montaña se elevaba, sola, sin la niebla que generalmente la rodeaba.
________ vio a William Moseley arrancando hierbas en un cantero de flores que había plantado alrededor de un árbol que llamaba lluvia de oro. El árbol había florecido recientemente en un estallido de capullos y pétalos amarillos. ________ se maravillaba por el césped y los canteros inmaculados, pero había conocido a William Moseley después que Nick le diera libertad para andar por la isla y se había enterado de que era el responsable de los hermosos jardines.
________ saludó con la mano a William antes de entrar en el bosque y echar a andar por el sendero. Durante la mayor parte de su vida, William Moseley fue jardinero jefe en alguna gran heredad inglesa, pero siempre deseó ser marinero y visitar otras tierras. Había llegado al nuevo mundo en un barco mercante, pero luego, había conocido a Nick y se había convertido en miembro de la tripulación del "Dama Alegre'. Cuando encontraron esa isla con su Injuriosa jungla cinco años antes, había querido quedarse. Nick asintió, y en cinco años William había convertido el terreno que rodeaba la casa en jardines dignos de un palacio. Era feliz allí... Se le veía en la cara, y a ________ le gustaba hablar con él.
Pronto salió del sendero y tuvo que abrirse camino alrededor de los árboles cubiertos por enredaderas y entre la maleza. Siguió hacia la montaña y hacia el centro de la isla. La montaña era su destino el día que por primera vez decidió explorar. Pensaba trepar por las colinas hasta llegar a las nubes grises. Deseaba perderse en ese esplendor primitivo, deseaba que un solo rayo de sol apareciera entre las nubes y la tocara como había tocado el corazón de la montaña en su primer día en la isla. Pero nunca cumplió con ese deseo, porque encontró otra maravilla en la isla ese día.
________ pasaba junto a palmeras de todas las alturas y variedades que crecían junto a altos pinos, cuyo perfume llenaba el aire. En el suelo había cocos, y por todas partes se veían magníficas flores... azules, lilas, amarillas y rosadas.
Pronto oyó el murmullo del agua... un arroyo que bajaba de la montaña, unos pasos más y finalmente llegó a su pequeño paraíso... un estanque escondido formado por la corriente. Había lirios en la orilla opuesta, grandes flores del tamaño de su mano abierta. Eran de color rojo y amarillo brillante, y había una sola flor blanca, que ella seguramente recogería antes de volver a la casa.
________ llegó al sol ardiente que cubría la orilla izquierda del arroyo. Dejó la toalla que traía, y comenzó a desvestirse.. A su izquierda, unas piedras como peldaños parecían subir a la montaña misma, y una cascada en miniatura resbalaba sobre ellos formando un estanque de agua cristalina. El estanque estaba rodeado por altos árboles, espesos helechos y flores, y sobre el arroyo caían pesadas ramas desde uno y otro lado, que casi tocaban el agua. ________ estaba oculta como si estuviera en una pequeña habitación.
Al entrar en el agua fría, ________ se preguntó fugazmente si podría conservar en secreto este paraíso cuando Nick volviera. Luego se regañó a sí misma. ¿Por qué no podía dejar de pensar en ese hombre, aunque fuera por un momento?.....
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Invitado Sáb 05 Dic 2009, 9:34 pm
Capítulo 32
Nick sonrió y sacudió la cabeza. Salió de la taberna llena de humo al sol deslumbrante; entonces volvió a suspirar. No tenía verdaderos deseos de ver a la viuda, aunque siempre había estado ansioso por visitarla antes. Era una mujer hermosa, sólo tres años mayor que él, y muy apasionada.
Nick pasó frente a una pequeña joyería y decidió entrar. Un collar de perlas apaciguaría el genio de la viuda cuando le dijera que no podía quedarse con ella esa noche. Pero... caramba, ¿por qué no habría de quedarse esa noche con ella? Un día perdido no importaría, y sería hermoso hacer el amor con una mujer que no gritaba constantemente su odio, que abría los brazos y las piernas de buena gana.
Nick salía de la joyería, ya que ahora no había necesidad de comprar un regalo para Sele, cuando vio un par de pendientes. Eran zafiros, pequeñas piedras montadas en oro, y suspendidos en el centro había zafiros de color azul oscuro que recordaron a Nick los ojos de _______ cuando era feliz. Le habría gustado ver ese color todo el tiempo, y mentalmente imaginó los zafiros colgando de las orejas de _______, un hermoso contraste con sus cabellos, y haciendo juego con sus ojos azul oscuro.
Compró los pendientes y también un largo hilo de perlas... por si acaso.
Selena Hagen vio llegar a Nick por la calle empedrada hasta su casa de tres plantas. Antes de que él pudiera golpear a la puerta, la puerta se abrió y Nick fue recibido por unos furiosos ojos oscuros. Pero la ira desapareció rápidamente, y Selena echó los brazos al cuello de Nick y lo besó intensamente, oprimiendo su cuerpo suave contra el suyo.
—Nick, cuánto te he echado de menos —susurró ella en su oído. Luego le hizo entrar a la casa y cerró rápidamente la puerta—. Me enojé tanto cuando no viniste esta mañana —le regaño.—Pero ahora que estás aquí, no puedo seguir enfadada contigo.
Le tomó la mano para llevarle arriba, pero él la obligó a entrar en la sala.
—No has cambiado, Sele —rió él con suavidad.
—Pero tú sí.. de varias maneras. Antes me llevabas en brazos por la escalera hasta mi cama aun antes de que pudiera saludarte. ¿Has estado con otra mujer esta mañana? ¿Por eso no viniste? —Preguntó excitada.
—No, me detuve a comprarte un regalo —dijo él con ligereza, y sacó las Perlas del bolsillo de su abrigo.
Ella demostró gran alegría, y levantó sus largos cabellos negros para que él pudiera colocarle las perlas alrededor del cuello. Volvió a enfrentarse con él y sonrió mientras tocaba amorosamente las Perlas.
—Sé que no te llevó toda la mañana comprarlas, pero no te hago más reproches. —Le tomó la mano y lo condujo a un sofá negro y dorado.—Ahora dime, ¿por qué te has afeitado? No es que me importe, pero te diré Nick, que pareces mucho más joven sin ella.
—Tenía que hacerlo. Y desde entonces me he acostumbrado a no usarla.
—¿Por qué tenías que afeitarte? Es ridículo —replicó ella.
—Es una larga historia, Sele, y creo que no tengo tiempo de contártela —dijo Nick—. Partiré dentro de unas horas.
—¿Pero por qué?
—Sabes que no puedo descansar hasta que encuentre a Bastida. Y aunque robar oro a los españoles es muy provechoso, hace que pase demasiado tiempo en el mar. Si he de descubrir a ese asesino, tengo que dedicar todo mi tiempo a perseguirlo, y eso es lo que he decidido hacer.
—¿Por qué no abandonas la idea, Nick? Probablemente nunca encontrarás a Bastida.
—Nuestros caminos se cruzarán un día, de eso estoy seguro —dijo Nicholas con la voz llena de amargo odio.
—Entonces te lo diré. Bastida estuvo aquí hace dos meses.
—¡Demonios! —explotó Nick, dándose un puñetazo en el muslo—. ¿Por qué no habré venido antes aquí? Ya podría haberlo encontrado dos veces, ¡pero mi mente estaba en otra parte!
—Dudo que lo hubieras encontrado aquí, Nick. Sólo estuvo unas horas. Parece que él también busca a alguien o a algo.
—¿Qué puedes decirme?
—No mucho, creo. Bastida preguntaba por un barco mercante, y sólo se quedó hasta asegurarse de que no estaba en el puerto.
—¿Por qué un barco mercante?
—No tengo ni idea. Pero si busca en cada isla como tú, y sólo se detiene un día en cada una, es improbable que lo encuentre hasta que uno de vosotros se dirija casualmente al mismo lugar que el otro —replicó Sele
—Tal vez tengas razón.
—¿Entonces te quedarás aquí un tiempo? —preguntó ella, acariciándole el pecho.
—No —respondió él, y se puso de pie con rapidez—. Debo marcharme.
—Hay otra mujer, ¿verdad? —preguntó ella, haciendo un esfuerzo por sonreír.
Nick decidió decirle la verdad.
—Sí, supongo que tú podrías decir eso.
—¿Es bonita? Claro que sí —dijo Sele—. Cuando decías que tu mente había estado en otra parte, te referías a esa mujer. Debes amarla mucho.
—No la amo, pero la deseo. Me obsesiona —replicó él con irritación.
—¿Y qué siente ella por ti?
Nick rió brevemente.
—Me detesta, y sin embargo no puedo culparla. Tal vez porque me odia la deseo aún más. Es un desafío.
—Me resulta difícil creer que alguna mujer pueda odiarte, Nick. —Se puso de pie y lo besó ligeramente en la mejilla—. Pero si estás seguro de que no la amas, yo puedo esperar hasta que la apartes de tu vida.
—Bien, no abandones a tus innumerables amantes mientras esperas —se burló él.
—Sabes que jamás podría hacerlo —rió ella—. Al menos que desees casarte conmigo, por supuesto. Renunciaría a cualquier hombre si te tuviera, Nick. Seguramente valdría la pena.
Nick salió de la casa de Selena con mejor ánimo. Había pensado pasar la noche con Sele, pero por algún motivo no podía. El viejo deseo por ella había desaparecido. No sabía qué le sucedía, y no quería preocuparse por ello en ese momento.
No tenía sentido continuar la búsqueda de Bastida ahora. Esperaría hasta que Bastida encontrara a la persona que él estaba buscando y volviese a España. Pero por ahora.. por ahora Nick volvería a su casa.
Capítulo 33
Después de dos meses y medio de ausencia, Nick apenas podía contener su excitación al avistar la isla. Qué tonto había sido al dejar a _______ después de enterarse de que tendría a su hijo. La había añorado continuamente. Ahora ya llevaría cuatro meses y medio de embarazo, pero él rogaba que no estuviera demasiado gruesa como para hacer el amor con él.
Nick se paseaba nerviosamente por la cubierta hasta que el barco llegó a la pequeña bahía y echaron anclas. Luego, con voz fuerte, atronadora, informó a la tripulación que podían marcharse de inmediato, ordenaría a los hombres que se habían quedado en la isla que vinieran a asegurar el barco. Si los hombres de a bordo estaban tan ansiosos por ver a sus mujeres como él a _______, tendría un motín si los demoraba en el barco.
El padre Hadrian andaba por allí, mirando a los hombres que bajaban los pequeños botes. Se preguntaba si debía hablar con el capitán sobre la necesidad de mantener a estos hombres apartados de sus esposas hasta que se celebrara el matrimonio. Pero al ver la alegría en los rostros de la tripulación, dudaba de que atendieran a sus razones.
No, bastaría con que los ojos y rogaba que las ceremonias tuvieran lugar pronto. Además, el capitán Nick no le ayudaría. El sacerdote sabía que Nick tenía una mujer francesa en la isla, y el joven había aclarado al padre Hadrian que no toleraría que tratara de interferir en su forma de vida. Pensaba que era absurdo que algunos de sus hombres desearan casarse ya que no tenían necesidad de hacerlo, y no tenía intención de casarse con esta señora.
En menos de veinte minutos, los botes llegaron a la costa y después de otros diez minutos de trayecto, caminando, corriendo, Nick llegó a la puerta de su casa, completamente asombrado por los cambios que veía.
—Parece que las mujeres han estado ocupadas durante nuestra ausencia —dijo Joe acercándose a Nick—. Creo que hay un verdadero progreso. Han convertido esta vieja fortaleza en un hogar. Y, ¡mira, hasta han puesto cortinas!
Nick miró las cortinas blancas y sonrió. Al menos _______ no había hecho un vestido de bodas con la tila como deseaba.
Sonrió mientras su tripulación hacía un barullo terrible al pasar frente a la casa para llegar a sus hogares. Los gritos y las risas atrajeron a Demi a lo alto de la escalera, y Nick se quedó con la boca abierta al ver cómo había engordado. Nunca se habían quedado en la casa el tiempo suficiente como para ver a las mujeres en una etapa avanzada del embarazo, y Nick rogaba que _______ no estuviera tan gruesa todavía. Pero se preguntaba por qué no aparecía.
—Te veré más tarde, Nick... Mucho más tarde —dijo Joe por encima de su hombro mientras comenzaba a subir la escalera.
Nick sonrió mirando a Joe que se reunía con su mujer. William se ofreció a llevar al padre Hadrian al pueblo, donde él había querido estar, y Nick se sintió aliviado al saber que el padre no dormiría en la habitación contigua a la suya.
Echó a andar hacia la escalera, y luego comenzó a correr.
—Capitán, ella no está en su habitación.
Nick se detuvo bruscamente y dio media vuelta al ver a Danielle parada en la puerta de la cocina. Fue hacia ella con el ceño fruncido, imaginando lo peor.
—¿Dónde está? —preguntó bruscamente.
—No hay razón para que usted se altere. _______ ha salido a caminar... Como hace todas las tardes —dijo Danielle con calma.
—¿Dónde?
—No tengo idea en qué dirección va. Siempre sale sola.
—Me alegro de verlo de regreso, capitán —dijo Cole Sprouse que venía desde el fondo de la casa—. ¿Ha tenido éxito su viaje?
—No, pero te dejé a cargo de esto, Cole, y será mejor que te escondas si no puedes decirme dónde está _______ ahora —rugió Nick.
—Está en el bosque, capitán —replicó débilmente Cole—. Siempre va por el mismo camino, sale del sendero en el punto en que éste dobla hacia el pueblo.
—¿Sigue en línea recta o dobla hacia la derecha?
—En línea recta.
—Y ahora dime, ¿por qué diablos la dejas ir sola al bosque?
—Usted se lo permitía antes de marcharse, capitán, y ella se enfurecía cuando yo le decía que alguien debía acompañarla. Insistía en ir sola, y realmente yo no veía nada malo en ello —respondió nerviosamente Cole.
—¡Demonios! Esa mujer no tiene derecho a insistir en nada, y yo te di instrucciones antes de partir. ¡Debías cumplir mis órdenes, no las de ella! —gritó Nick.
—Mi hija ya no es una niña, capitán. Puede cuidarse sola. Y siempre le ha gustado su privacidad. En Francia, daba largos paseos por el campo, sola —dijo Danielle.
—¡Esto no es Francia, madame! Aquí hay cerdos salvajes al pie de la montaña. Si _______ fuera demasiado lejos, podrían atacarla y matarla.
—¡Matarla! —Danielle se puso pálida.
—Nunca salió durante el tiempo suficiente para llegar a la montaña, porque yo habría ido detrás de ella —respondió rápidamente Cole.
—¿Cuánto hace que se fue?
—Sólo una hora —replicó Cole.
Nick no dijo nada más, pero salió de la casa por la puerta del fondo. Corriendo, sólo tardó unos minutos en llegar al lugar donde doblaba el sendero. Al salir del sendero y seguir hacia la montaña, se preguntó si _______ habría encontrado el mismo estanque donde él solía ir. Si era allí donde iba en sus caminatas, podía comprender su deseo de privacidad.
Cuanto Nick vio que las huellas llevaban hacia el arroyo, comenzó a andar más lentamente y decidió sorprender a _______. Pero cuando llegó a los árboles que bordeaban el arroyo, fue él quien se sorprendió. _______estaba tendida en la hierba junto al estanque, completamente tranquila y desnuda.
La sangre corría rápidamente por las venas de Nick mientras sus ojos la miraban. Todo su cuerpo tenía un color dorado. Estaba tendida de espaldas y el sol la acariciaba, y sus cabellos húmedos estaban extendidos sobre la hierba. Nick miró unos momentos su vientre ligeramente prominente y otra vez surgieron sus dudas. Allí había un niño, pero, ¿de quién era ese niño? Pero apartó esos pensamientos de su mente, porque lo que importaba ahora era su deseo.
—¡Nick! —jadeó _______al abrir los ojos cuando lo encontró mirándola.
El la contempló durante un tiempo que parecía una eternidad, sin poder decir nada. Ella sentía el deseo que crecía dentro en ella, casi como un dolor. Él estaba parado, con las piernas separadas y las manos en las caderas. El sol iluminaba sus cabellos hasta convertirlos en oro, y ella deseaba acariciárselos, tocar sus mejillas bronceadas, apretar sus labios con los de ella.
_______ miró con ansiedad cómo Nick se quitaba la camisa, y luego las botas y los pantalones. Pero cuando él estuvo desnudo y ella vio la expresión de triunfo en su rostro al inclinarse sobre ella, finalmente salió de su trance. Rápidamente se apartó de su alcance, tomó su vestido para ocultar su desnudez y se puso de pie, con el vestido ante ella.
Nick rió con ganas.
—Si has tardado tanto tiempo en recordar que me odias realmente no me odias, ¿verdad, _______? ¿Por qué no te entregas a lo que sentías hace unos momentos?
¡Ay, Dios mío! ¿por qué lo había mirado durante tanto tiempo? Seguramente él había visto el deseo en sus ojos.
—¡No sé de qué hablas! —replicó _______. Sus mejillas se habían puesto de un rosado intenso pero se dominaba.
—Sí que lo sabes, pequeña —dijo él con voz ronca y comenzó a aproximarse a ella.
—Nick, no te acerques —gritó ella retrocediendo—. ¡No te acerques a mí!
—Voy a hacer el amor contigo, _______, y lo sabes. Lo deseas. Entonces, ¿por qué no dejas de fingir? —preguntó él con suavidad.
—¡Estás loco! —gritó ella, llena de miedo—. Si deseara tocarte, ¿te pediría que te apartaras? Todavía te odio, Nick... no lo dudes.
—Mientes, _______, especialmente te mientes a ti misma —dijo él con voz tranquila, saltó hacia adelante y la tomó por la cintura.
—¡Nick, por favor! —rogó ella mientras él la llevaba a la sombra y la colocaba en el suelo—, si tengo que luchar contra ti, dañarás al bebé.
El se colocó sobre ella a pesar de sus ruegos, y mantuvo sus brazos extendidos a sus costados mientras se inclinaba sobre su cuerpo.
—No lucharás contra mí, pequeña. He pensado en este momento todos los días que estuve lejos de ti, y sabes que nada me detendrá de poseerte ahora. —Soltó los brazos de ella y se apoyó en los codos, cuidando de no oprimirla con todo su peso; la besó con suavidad, luego le sonrió perezosamente—. Tendrás que abandonar tu resistencia por un tiempo, por el bebé. El niño te dará una excusa para no luchar contra mí, de manera que relájate y disfruta de esto mientras puedas.
—¡Pero yo no quiero una excusa! ¿Por qué no usas tú esa excusa y encuentras a otra para obligarla a someterse a ti? —preguntó _______ acaloradamente.
—Es a ti a quien deseo... y a ti te tendré. Tú no quieres seguir luchando contra mí, _______. Es sólo tu orgullo el que te hace continuar.
—¡No es verdad! —gritó ella indignada.
—¿Por qué eres tan terca? —preguntó él exasperado—. Ahora tienes una razón para ceder... Sin perder tu orgullo. Por Dios, ¡no me burlaré de ti por eso!
—¡No!
Entonces Nick la besó apasionadamente, tapándole la boca. Penetró en ella, profundamente. Sintió sus uñas que se clavaban en su cuello, y se puso tenso, esperando el dolor. Pero entonces ella recorrió sus cabellos con sus dedos y le acarició la espalda. La pasión que siempre había entre los dos crecía, y mientras el placer flotaba dentro de Nick, la besó intensamente, elevándose a alturas que sólo podía alcanzar con esta mujer.
Cuando Nick se tendió a su lado sobre la hierba, _______se sentó y se abrazó las rodillas, mientras sus cabellos cubrían su cuerpo como una capa de seda. Miró, malhumorada la pequeña cascada.
—Te he echado de menos, _______—dijo Nick con suavidad a sus espaldas. Le desordenó los cabellos y le acarició la espalda—. He pensado en ti constantemente... todos los días, y especialmente de noche, cuando estaba en mi camarote recordando cómo lo compartíamos.
—Estoy segura de que fuiste a la costa y encontraste compañeras adecuadas para aliviar tus sufrimientos —replicó ella con sarcasmo.
—Pareces celosa, pequeña —rió Nick.
—¡Qué absurdo! —respondió ella con furia volviéndose hacia él—. Ya te he dicho muchas veces que encuentres otra.
—Es bastante fácil de decir, aunque no sé qué significa. Piensa en tus verdaderos sentimientos, _______. Tú también me has echado de menos, ¿verdad?
—Por supuesto que no. ¿Cómo podría echarte de menos cuando rogaba que nunca volvieras? ¿Por qué has vuelto tan pronto? ¿Encontraste a don León?
—No, he decidido esperar algún tiempo antes de continuar la búsqueda.
—¿Cuánto tiempo? —preguntó ella.
—Estos meses que he estado lejos de ti me parecieron una eternidad. He decidido quedarme aquí hasta que se cumpla el año que prometiste.
—¡Pero... pero no puedes! —dijo ella—. Cuando te di mi palabra de que me quedaría un año aquí, era sólo porque tú dijiste que no estarías aquí todo el tiempo.
—Y no he estado. Ya has pasado dos meses y medio sola, y es suficiente.
—Entonces supongo que debo agradecerte estar encinta, porque me liberarán de tus avances cuando se acerque el momento. Entonces tendrás que encontrar otra —replicó ella con agudeza, poniéndose de pie para vestirse.
Nick frunció el ceño al oír estas palabras, mientras buscaba su propia ropa. ¿Y si el niño nacía con cabellos negros? Peor aún, ¿si el niño tenía los cabellos de _______ y ojos oscuros? Entonces nunca sabría la verdad.
—Pareces preocupado, capitán —se burló _______ mientras se inclinaba a recoger un ramillete de flores de color violeta—. ¿Encuentras difícil decidir quién me remplazará?
Él la miró unos momentos, y sus ojos se detuvieron en su cintura. Ahora que estaba vestida, su forma parecía la misma que cuando la dejara.
—Vi a Demi en la casa, — comentó Nick, ignorando la pregunta—. Ya ha engordado mucho, y tú has cambiado muy poco. ¿Estás segura de que hace cuatro meses y medio que estás encinta?
_______ rió alegremente, y sus ojos azules brillaron.
—Te gustaría creerlo, ¿verdad? Entonces no tendrías dudas de que el niño es tuyo. Bien, lamento desilusionarte, Nick, pero mis cálculos son correctos. Ahora, si no te molesta, regresaré a la casa.
Él la tomó de los brazos mientras ella trataba de seguir adelante, dejando caer las flores que llevaba.
—¿Pero dices que el niño es mío? —preguntó.
—Te he dicho que sí.
—Dijiste que mentías sobre de Lambert, pero en realidad podrías estar mintiendo ahora.
—Puedes creer lo que quieras, Nick. Ya te dije antes que no me importa.
—¡Pero sí que importa! —Su voz se hizo más aguda, y sus manos apretaron los brazos de _______—. ¡Por amor de Dios, _______! No puedo seguir soportando esta duda. ¡Júrame que ese niño es mío!
Nick sonrió y sacudió la cabeza. Salió de la taberna llena de humo al sol deslumbrante; entonces volvió a suspirar. No tenía verdaderos deseos de ver a la viuda, aunque siempre había estado ansioso por visitarla antes. Era una mujer hermosa, sólo tres años mayor que él, y muy apasionada.
Nick pasó frente a una pequeña joyería y decidió entrar. Un collar de perlas apaciguaría el genio de la viuda cuando le dijera que no podía quedarse con ella esa noche. Pero... caramba, ¿por qué no habría de quedarse esa noche con ella? Un día perdido no importaría, y sería hermoso hacer el amor con una mujer que no gritaba constantemente su odio, que abría los brazos y las piernas de buena gana.
Nick salía de la joyería, ya que ahora no había necesidad de comprar un regalo para Sele, cuando vio un par de pendientes. Eran zafiros, pequeñas piedras montadas en oro, y suspendidos en el centro había zafiros de color azul oscuro que recordaron a Nick los ojos de _______ cuando era feliz. Le habría gustado ver ese color todo el tiempo, y mentalmente imaginó los zafiros colgando de las orejas de _______, un hermoso contraste con sus cabellos, y haciendo juego con sus ojos azul oscuro.
Compró los pendientes y también un largo hilo de perlas... por si acaso.
Selena Hagen vio llegar a Nick por la calle empedrada hasta su casa de tres plantas. Antes de que él pudiera golpear a la puerta, la puerta se abrió y Nick fue recibido por unos furiosos ojos oscuros. Pero la ira desapareció rápidamente, y Selena echó los brazos al cuello de Nick y lo besó intensamente, oprimiendo su cuerpo suave contra el suyo.
—Nick, cuánto te he echado de menos —susurró ella en su oído. Luego le hizo entrar a la casa y cerró rápidamente la puerta—. Me enojé tanto cuando no viniste esta mañana —le regaño.—Pero ahora que estás aquí, no puedo seguir enfadada contigo.
Le tomó la mano para llevarle arriba, pero él la obligó a entrar en la sala.
—No has cambiado, Sele —rió él con suavidad.
—Pero tú sí.. de varias maneras. Antes me llevabas en brazos por la escalera hasta mi cama aun antes de que pudiera saludarte. ¿Has estado con otra mujer esta mañana? ¿Por eso no viniste? —Preguntó excitada.
—No, me detuve a comprarte un regalo —dijo él con ligereza, y sacó las Perlas del bolsillo de su abrigo.
Ella demostró gran alegría, y levantó sus largos cabellos negros para que él pudiera colocarle las perlas alrededor del cuello. Volvió a enfrentarse con él y sonrió mientras tocaba amorosamente las Perlas.
—Sé que no te llevó toda la mañana comprarlas, pero no te hago más reproches. —Le tomó la mano y lo condujo a un sofá negro y dorado.—Ahora dime, ¿por qué te has afeitado? No es que me importe, pero te diré Nick, que pareces mucho más joven sin ella.
—Tenía que hacerlo. Y desde entonces me he acostumbrado a no usarla.
—¿Por qué tenías que afeitarte? Es ridículo —replicó ella.
—Es una larga historia, Sele, y creo que no tengo tiempo de contártela —dijo Nick—. Partiré dentro de unas horas.
—¿Pero por qué?
—Sabes que no puedo descansar hasta que encuentre a Bastida. Y aunque robar oro a los españoles es muy provechoso, hace que pase demasiado tiempo en el mar. Si he de descubrir a ese asesino, tengo que dedicar todo mi tiempo a perseguirlo, y eso es lo que he decidido hacer.
—¿Por qué no abandonas la idea, Nick? Probablemente nunca encontrarás a Bastida.
—Nuestros caminos se cruzarán un día, de eso estoy seguro —dijo Nicholas con la voz llena de amargo odio.
—Entonces te lo diré. Bastida estuvo aquí hace dos meses.
—¡Demonios! —explotó Nick, dándose un puñetazo en el muslo—. ¿Por qué no habré venido antes aquí? Ya podría haberlo encontrado dos veces, ¡pero mi mente estaba en otra parte!
—Dudo que lo hubieras encontrado aquí, Nick. Sólo estuvo unas horas. Parece que él también busca a alguien o a algo.
—¿Qué puedes decirme?
—No mucho, creo. Bastida preguntaba por un barco mercante, y sólo se quedó hasta asegurarse de que no estaba en el puerto.
—¿Por qué un barco mercante?
—No tengo ni idea. Pero si busca en cada isla como tú, y sólo se detiene un día en cada una, es improbable que lo encuentre hasta que uno de vosotros se dirija casualmente al mismo lugar que el otro —replicó Sele
—Tal vez tengas razón.
—¿Entonces te quedarás aquí un tiempo? —preguntó ella, acariciándole el pecho.
—No —respondió él, y se puso de pie con rapidez—. Debo marcharme.
—Hay otra mujer, ¿verdad? —preguntó ella, haciendo un esfuerzo por sonreír.
Nick decidió decirle la verdad.
—Sí, supongo que tú podrías decir eso.
—¿Es bonita? Claro que sí —dijo Sele—. Cuando decías que tu mente había estado en otra parte, te referías a esa mujer. Debes amarla mucho.
—No la amo, pero la deseo. Me obsesiona —replicó él con irritación.
—¿Y qué siente ella por ti?
Nick rió brevemente.
—Me detesta, y sin embargo no puedo culparla. Tal vez porque me odia la deseo aún más. Es un desafío.
—Me resulta difícil creer que alguna mujer pueda odiarte, Nick. —Se puso de pie y lo besó ligeramente en la mejilla—. Pero si estás seguro de que no la amas, yo puedo esperar hasta que la apartes de tu vida.
—Bien, no abandones a tus innumerables amantes mientras esperas —se burló él.
—Sabes que jamás podría hacerlo —rió ella—. Al menos que desees casarte conmigo, por supuesto. Renunciaría a cualquier hombre si te tuviera, Nick. Seguramente valdría la pena.
Nick salió de la casa de Selena con mejor ánimo. Había pensado pasar la noche con Sele, pero por algún motivo no podía. El viejo deseo por ella había desaparecido. No sabía qué le sucedía, y no quería preocuparse por ello en ese momento.
No tenía sentido continuar la búsqueda de Bastida ahora. Esperaría hasta que Bastida encontrara a la persona que él estaba buscando y volviese a España. Pero por ahora.. por ahora Nick volvería a su casa.
Capítulo 33
Después de dos meses y medio de ausencia, Nick apenas podía contener su excitación al avistar la isla. Qué tonto había sido al dejar a _______ después de enterarse de que tendría a su hijo. La había añorado continuamente. Ahora ya llevaría cuatro meses y medio de embarazo, pero él rogaba que no estuviera demasiado gruesa como para hacer el amor con él.
Nick se paseaba nerviosamente por la cubierta hasta que el barco llegó a la pequeña bahía y echaron anclas. Luego, con voz fuerte, atronadora, informó a la tripulación que podían marcharse de inmediato, ordenaría a los hombres que se habían quedado en la isla que vinieran a asegurar el barco. Si los hombres de a bordo estaban tan ansiosos por ver a sus mujeres como él a _______, tendría un motín si los demoraba en el barco.
El padre Hadrian andaba por allí, mirando a los hombres que bajaban los pequeños botes. Se preguntaba si debía hablar con el capitán sobre la necesidad de mantener a estos hombres apartados de sus esposas hasta que se celebrara el matrimonio. Pero al ver la alegría en los rostros de la tripulación, dudaba de que atendieran a sus razones.
No, bastaría con que los ojos y rogaba que las ceremonias tuvieran lugar pronto. Además, el capitán Nick no le ayudaría. El sacerdote sabía que Nick tenía una mujer francesa en la isla, y el joven había aclarado al padre Hadrian que no toleraría que tratara de interferir en su forma de vida. Pensaba que era absurdo que algunos de sus hombres desearan casarse ya que no tenían necesidad de hacerlo, y no tenía intención de casarse con esta señora.
En menos de veinte minutos, los botes llegaron a la costa y después de otros diez minutos de trayecto, caminando, corriendo, Nick llegó a la puerta de su casa, completamente asombrado por los cambios que veía.
—Parece que las mujeres han estado ocupadas durante nuestra ausencia —dijo Joe acercándose a Nick—. Creo que hay un verdadero progreso. Han convertido esta vieja fortaleza en un hogar. Y, ¡mira, hasta han puesto cortinas!
Nick miró las cortinas blancas y sonrió. Al menos _______ no había hecho un vestido de bodas con la tila como deseaba.
Sonrió mientras su tripulación hacía un barullo terrible al pasar frente a la casa para llegar a sus hogares. Los gritos y las risas atrajeron a Demi a lo alto de la escalera, y Nick se quedó con la boca abierta al ver cómo había engordado. Nunca se habían quedado en la casa el tiempo suficiente como para ver a las mujeres en una etapa avanzada del embarazo, y Nick rogaba que _______ no estuviera tan gruesa todavía. Pero se preguntaba por qué no aparecía.
—Te veré más tarde, Nick... Mucho más tarde —dijo Joe por encima de su hombro mientras comenzaba a subir la escalera.
Nick sonrió mirando a Joe que se reunía con su mujer. William se ofreció a llevar al padre Hadrian al pueblo, donde él había querido estar, y Nick se sintió aliviado al saber que el padre no dormiría en la habitación contigua a la suya.
Echó a andar hacia la escalera, y luego comenzó a correr.
—Capitán, ella no está en su habitación.
Nick se detuvo bruscamente y dio media vuelta al ver a Danielle parada en la puerta de la cocina. Fue hacia ella con el ceño fruncido, imaginando lo peor.
—¿Dónde está? —preguntó bruscamente.
—No hay razón para que usted se altere. _______ ha salido a caminar... Como hace todas las tardes —dijo Danielle con calma.
—¿Dónde?
—No tengo idea en qué dirección va. Siempre sale sola.
—Me alegro de verlo de regreso, capitán —dijo Cole Sprouse que venía desde el fondo de la casa—. ¿Ha tenido éxito su viaje?
—No, pero te dejé a cargo de esto, Cole, y será mejor que te escondas si no puedes decirme dónde está _______ ahora —rugió Nick.
—Está en el bosque, capitán —replicó débilmente Cole—. Siempre va por el mismo camino, sale del sendero en el punto en que éste dobla hacia el pueblo.
—¿Sigue en línea recta o dobla hacia la derecha?
—En línea recta.
—Y ahora dime, ¿por qué diablos la dejas ir sola al bosque?
—Usted se lo permitía antes de marcharse, capitán, y ella se enfurecía cuando yo le decía que alguien debía acompañarla. Insistía en ir sola, y realmente yo no veía nada malo en ello —respondió nerviosamente Cole.
—¡Demonios! Esa mujer no tiene derecho a insistir en nada, y yo te di instrucciones antes de partir. ¡Debías cumplir mis órdenes, no las de ella! —gritó Nick.
—Mi hija ya no es una niña, capitán. Puede cuidarse sola. Y siempre le ha gustado su privacidad. En Francia, daba largos paseos por el campo, sola —dijo Danielle.
—¡Esto no es Francia, madame! Aquí hay cerdos salvajes al pie de la montaña. Si _______ fuera demasiado lejos, podrían atacarla y matarla.
—¡Matarla! —Danielle se puso pálida.
—Nunca salió durante el tiempo suficiente para llegar a la montaña, porque yo habría ido detrás de ella —respondió rápidamente Cole.
—¿Cuánto hace que se fue?
—Sólo una hora —replicó Cole.
Nick no dijo nada más, pero salió de la casa por la puerta del fondo. Corriendo, sólo tardó unos minutos en llegar al lugar donde doblaba el sendero. Al salir del sendero y seguir hacia la montaña, se preguntó si _______ habría encontrado el mismo estanque donde él solía ir. Si era allí donde iba en sus caminatas, podía comprender su deseo de privacidad.
Cuanto Nick vio que las huellas llevaban hacia el arroyo, comenzó a andar más lentamente y decidió sorprender a _______. Pero cuando llegó a los árboles que bordeaban el arroyo, fue él quien se sorprendió. _______estaba tendida en la hierba junto al estanque, completamente tranquila y desnuda.
La sangre corría rápidamente por las venas de Nick mientras sus ojos la miraban. Todo su cuerpo tenía un color dorado. Estaba tendida de espaldas y el sol la acariciaba, y sus cabellos húmedos estaban extendidos sobre la hierba. Nick miró unos momentos su vientre ligeramente prominente y otra vez surgieron sus dudas. Allí había un niño, pero, ¿de quién era ese niño? Pero apartó esos pensamientos de su mente, porque lo que importaba ahora era su deseo.
—¡Nick! —jadeó _______al abrir los ojos cuando lo encontró mirándola.
El la contempló durante un tiempo que parecía una eternidad, sin poder decir nada. Ella sentía el deseo que crecía dentro en ella, casi como un dolor. Él estaba parado, con las piernas separadas y las manos en las caderas. El sol iluminaba sus cabellos hasta convertirlos en oro, y ella deseaba acariciárselos, tocar sus mejillas bronceadas, apretar sus labios con los de ella.
_______ miró con ansiedad cómo Nick se quitaba la camisa, y luego las botas y los pantalones. Pero cuando él estuvo desnudo y ella vio la expresión de triunfo en su rostro al inclinarse sobre ella, finalmente salió de su trance. Rápidamente se apartó de su alcance, tomó su vestido para ocultar su desnudez y se puso de pie, con el vestido ante ella.
Nick rió con ganas.
—Si has tardado tanto tiempo en recordar que me odias realmente no me odias, ¿verdad, _______? ¿Por qué no te entregas a lo que sentías hace unos momentos?
¡Ay, Dios mío! ¿por qué lo había mirado durante tanto tiempo? Seguramente él había visto el deseo en sus ojos.
—¡No sé de qué hablas! —replicó _______. Sus mejillas se habían puesto de un rosado intenso pero se dominaba.
—Sí que lo sabes, pequeña —dijo él con voz ronca y comenzó a aproximarse a ella.
—Nick, no te acerques —gritó ella retrocediendo—. ¡No te acerques a mí!
—Voy a hacer el amor contigo, _______, y lo sabes. Lo deseas. Entonces, ¿por qué no dejas de fingir? —preguntó él con suavidad.
—¡Estás loco! —gritó ella, llena de miedo—. Si deseara tocarte, ¿te pediría que te apartaras? Todavía te odio, Nick... no lo dudes.
—Mientes, _______, especialmente te mientes a ti misma —dijo él con voz tranquila, saltó hacia adelante y la tomó por la cintura.
—¡Nick, por favor! —rogó ella mientras él la llevaba a la sombra y la colocaba en el suelo—, si tengo que luchar contra ti, dañarás al bebé.
El se colocó sobre ella a pesar de sus ruegos, y mantuvo sus brazos extendidos a sus costados mientras se inclinaba sobre su cuerpo.
—No lucharás contra mí, pequeña. He pensado en este momento todos los días que estuve lejos de ti, y sabes que nada me detendrá de poseerte ahora. —Soltó los brazos de ella y se apoyó en los codos, cuidando de no oprimirla con todo su peso; la besó con suavidad, luego le sonrió perezosamente—. Tendrás que abandonar tu resistencia por un tiempo, por el bebé. El niño te dará una excusa para no luchar contra mí, de manera que relájate y disfruta de esto mientras puedas.
—¡Pero yo no quiero una excusa! ¿Por qué no usas tú esa excusa y encuentras a otra para obligarla a someterse a ti? —preguntó _______ acaloradamente.
—Es a ti a quien deseo... y a ti te tendré. Tú no quieres seguir luchando contra mí, _______. Es sólo tu orgullo el que te hace continuar.
—¡No es verdad! —gritó ella indignada.
—¿Por qué eres tan terca? —preguntó él exasperado—. Ahora tienes una razón para ceder... Sin perder tu orgullo. Por Dios, ¡no me burlaré de ti por eso!
—¡No!
Entonces Nick la besó apasionadamente, tapándole la boca. Penetró en ella, profundamente. Sintió sus uñas que se clavaban en su cuello, y se puso tenso, esperando el dolor. Pero entonces ella recorrió sus cabellos con sus dedos y le acarició la espalda. La pasión que siempre había entre los dos crecía, y mientras el placer flotaba dentro de Nick, la besó intensamente, elevándose a alturas que sólo podía alcanzar con esta mujer.
Cuando Nick se tendió a su lado sobre la hierba, _______se sentó y se abrazó las rodillas, mientras sus cabellos cubrían su cuerpo como una capa de seda. Miró, malhumorada la pequeña cascada.
—Te he echado de menos, _______—dijo Nick con suavidad a sus espaldas. Le desordenó los cabellos y le acarició la espalda—. He pensado en ti constantemente... todos los días, y especialmente de noche, cuando estaba en mi camarote recordando cómo lo compartíamos.
—Estoy segura de que fuiste a la costa y encontraste compañeras adecuadas para aliviar tus sufrimientos —replicó ella con sarcasmo.
—Pareces celosa, pequeña —rió Nick.
—¡Qué absurdo! —respondió ella con furia volviéndose hacia él—. Ya te he dicho muchas veces que encuentres otra.
—Es bastante fácil de decir, aunque no sé qué significa. Piensa en tus verdaderos sentimientos, _______. Tú también me has echado de menos, ¿verdad?
—Por supuesto que no. ¿Cómo podría echarte de menos cuando rogaba que nunca volvieras? ¿Por qué has vuelto tan pronto? ¿Encontraste a don León?
—No, he decidido esperar algún tiempo antes de continuar la búsqueda.
—¿Cuánto tiempo? —preguntó ella.
—Estos meses que he estado lejos de ti me parecieron una eternidad. He decidido quedarme aquí hasta que se cumpla el año que prometiste.
—¡Pero... pero no puedes! —dijo ella—. Cuando te di mi palabra de que me quedaría un año aquí, era sólo porque tú dijiste que no estarías aquí todo el tiempo.
—Y no he estado. Ya has pasado dos meses y medio sola, y es suficiente.
—Entonces supongo que debo agradecerte estar encinta, porque me liberarán de tus avances cuando se acerque el momento. Entonces tendrás que encontrar otra —replicó ella con agudeza, poniéndose de pie para vestirse.
Nick frunció el ceño al oír estas palabras, mientras buscaba su propia ropa. ¿Y si el niño nacía con cabellos negros? Peor aún, ¿si el niño tenía los cabellos de _______ y ojos oscuros? Entonces nunca sabría la verdad.
—Pareces preocupado, capitán —se burló _______ mientras se inclinaba a recoger un ramillete de flores de color violeta—. ¿Encuentras difícil decidir quién me remplazará?
Él la miró unos momentos, y sus ojos se detuvieron en su cintura. Ahora que estaba vestida, su forma parecía la misma que cuando la dejara.
—Vi a Demi en la casa, — comentó Nick, ignorando la pregunta—. Ya ha engordado mucho, y tú has cambiado muy poco. ¿Estás segura de que hace cuatro meses y medio que estás encinta?
_______ rió alegremente, y sus ojos azules brillaron.
—Te gustaría creerlo, ¿verdad? Entonces no tendrías dudas de que el niño es tuyo. Bien, lamento desilusionarte, Nick, pero mis cálculos son correctos. Ahora, si no te molesta, regresaré a la casa.
Él la tomó de los brazos mientras ella trataba de seguir adelante, dejando caer las flores que llevaba.
—¿Pero dices que el niño es mío? —preguntó.
—Te he dicho que sí.
—Dijiste que mentías sobre de Lambert, pero en realidad podrías estar mintiendo ahora.
—Puedes creer lo que quieras, Nick. Ya te dije antes que no me importa.
—¡Pero sí que importa! —Su voz se hizo más aguda, y sus manos apretaron los brazos de _______—. ¡Por amor de Dios, _______! No puedo seguir soportando esta duda. ¡Júrame que ese niño es mío!
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Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Invitado Sáb 05 Dic 2009, 9:37 pm
_______oyó a Joe, y se detuvo a escuchar en lo alto de la escalera, escondida por la pared del corredor. Cuando Mayra llegó al corredor, se sorprendió al encontrar a _______ parada allí, pero cuando la joven le hizo señas de que guardara silencio, ella también permaneció allí para escuchar la conversación en el salón.
—¡Sé que ese niño no es mío! —gruñó Nick, con su rostro convertido en una máscara de amarga frustración.
—No eres razonable, Nick.
—¡Sí que lo soy! Esa mujer miente según le conviene, lo mismo que yo. Pero cuando da su palabra, sé que es cierto, y en este caso no quiere darla.
—La has insultado pidiéndole su palabra —exclamó Joe.
—¡Ja! ¡Haré algo más a esa mujer que insultarla! Hoy quería pegarle para que me dijera la verdad, y aún pienso hacerlo.
—No puedo permitirte que lo hagas, Nick —dijo Joe con calma.
—¿No puedes? —dijo Nick asombrado—. ¿Desde cuándo defiendes a esa arpía? Me has dicho muchas veces que necesita unos azotes.
—Cuando los necesitaba, sí, pero ya no los merece. Y aunque así fuera, tendría que detenerte, por su estado. Podrías dañar al niño... a tu hijo... y yo no puedo permitírtelo.
—Te digo que no es mío! Sé que _______miente, sólo que no sé por qué. Cuando nazca el niño, verás la verdad de mis palabras. Y tal vez entonces descubrirás el juego de _______.
—¡Tal vez entonces verás que has sido un tonto! —dijo Joseph con dureza.
Más tarde, cuando _______ bajó a cenar, pasó junto a Joe en la escalera. Se detuvo frente al hombre y le dio un ligero beso en la mejilla para agradecerle el haberla defendido. Joe se sonrojó considerablemente bajo su bronceado, y _______ siguió bajando la escalera mientras él sacudía la cabeza, desconcertado.
Nick estaba solo en la cabecera de la mesa. No había visto a _______ besar a Joe, y la miró con furia cuando ella se sentó junto a él en el lugar habitual. No dijo nada mientras rápidamente llenaba su plato. Ella esperaba que él volviera a regañarle, de manera que se sintió aliviada por su silencio.
Nick no tocó la comida, pero bebió una enorme cantidad de ron aunque, sorprendentemente parecía permanecer sobrio. Cuando llegaron los demás, la comida continuó en silencio, y _______ comió rápidamente para poder volver a su habitación.
Después de varias horas tratando inútilmente de dormir _______oyó pasos en el corredor frente a su puerta. Estaba segura de que Nick no quería compartir su cama con ella esa noche, pero a medida que pasaban los minutos, comenzaba a sentirse inquieta, preguntándose por qué él seguiría parado frente a la puerta.
Luego la puerta se abrió de pronto, golpeando contra la pared, y _______se sentó rápidamente en la cama. Cuando vio la expresión de Nick, supo que había golpeado la puerta a propósito, para asegurarse de que ella estaba despierta, cerró la puerta silenciosamente y la miró con frialdad unos momentos antes de aproximarse lentamente a la cama. Se apoyó contra el poste y siguió mirándola.
Furiosa y molesta, ella comenzó a hablar, pero él la detuvo con su propia voz profunda.
—Quítate la enagua, _______. A pesar de todo lo que has dicho y hecho hoy, te haré el amor. —Hablaba con tranquilidad, pero sus ojos tenían un color azul helado.
_______ no podía creer lo que oía. Él estaba furioso y sin embargo la deseaba. ¿O sólo quería castigarla?
Ella comenzó a protestar, pero él la interrumpió antes de que pudiera decir una palabra, con voz amenazadora.
—Esto no es un ruego _______, sino una orden. ¡Quítate la enagua!
_______temblaba, aunque en la habitación hacía calor. Nick había dicho a Joe que quería arrancarle la verdad, y _______se dio cuenta con temor de que ni Joe ni nadie podían protegerla ahora.
_______ se quitó la camisa, y luego subió las mantas para cubrir su desnudez. Podía soportar cualquier cosa, pero tenía que pensar en su bebé y protegerlo de cualquier daño.
Aunque había hecho lo que él quería no había satisfacción en el rostro de Nick. Su expresión era fría, aun cuando le arrancó las mantas y comenzó a quitarse su propia ropa con deliberada lentitud.
—Quiero que comprendas que yo no toleraré tu fingida resistencia, _______—dijo con dureza—. Te he tratado con cuidado porque eres hermosa y porque no quería estropear tu belleza. He sido blando contigo, y ese fue mi error.
Se tendió a su lado en la cama y la atrajo hacia él, desafiándola a que se resistiera. Su voz era un susurro mortal mientras continuaba.
—Eres mía. Tendría que haberte azotado la primera vez que mostraste tu terrible genio. Tendría que haberte encadenado a mi cama para que no pudieras escapar Pero, sobre todo, jamás tendría que haber puesto mis ojos en ti. De esa manera no tendría este dolor que me consume. Y, Dios mío, aunque sé que llevas al bastardo de Lambert, no puedo dejar de desearte.
Sus labios se posaron en los de ella lastimándola con su salvaje presión. _______ sabía que Nick estaba destrozado. La odiaba, la odiaba por muchas razones, pero inevitablemente, su necesidad de ella superaba su odio. Y después de unos momentos, también ella se perdió en el deseo.
Capítulo 34
Llegó el verano trayendo un glorioso estallido de colores. Por todas partes se abrían flores hermosas que _______ nunca había visto antes. Conoció deliciosas frutas nuevas que la fascinaban, su favorita era el gran mango de color amarillo rojizo, y William Moseley hacía un viaje especial desde el pueblo, donde vivía, para traerle dos de esas frutas maravillosas cada día.
Los días eran calurosos, pero soportables por la constante brisa, y las noches eran agradablemente frescas, y convertían a la isla en un paraíso. Pero el paraíso se hacía pedazos con los conflictos dentro de la casa. El mal humor de Nick había empeorado en el mes desde que llegara a la isla. _______ evitaba estar con él lo más posible, porque cada vez que él miraba su cuerpo redondeado, su ira volvía a encenderse.
_______ nunca había vuelto a su pequeño estanque en el bosque. Imaginaba que sería aún más hermoso con las nuevas flores que se abrían en todas partes, pero se decía tercamente que Nick había estropeado su placer por ese lugar secreto. En cambio, a menudo iba con su madre y a veces con Demi hasta una pequeña bahía donde estaba anclado el barco. Allí se quitaba los zapatos, se levantaba las faldas, y caminaba por la playa sobre la arena fresca y húmeda, sintiendo las pequeñas olas que lamían sus piernas.
_______ se sentía bien con su madre. Hablaban de cosas agradables o simplemente caminaban en silencio, perdidas en sus propios pensamientos. Cuando Mayra iba con ellas, hablaban de Francia y de los amigos que habían dejado allí, pero principalmente de la gran celebración, que había tenido lugar tres semanas antes, en honor de las nueve parejas unidas en matrimonio por el sacerdote.
La fiesta había sido un éxito, y la mala disposición de Nick no había logrado estropearla. A pesar de su oposición a que se celebraran las bodas, permitió que se usara el comedor para esa ocasión. Hubo música y baile. Se sirvió una gran comida que llevó todo el día preparar, y que fue totalmente consumida a medida que avanzaba la noche. Asistieron casi todos los indios del pueblo, que llevaron un enorme cerdo asado, y bailaron también... hermosas danzas de su propia cultura.
A _______ le resultaba fácil perderse en la felicidad de las jóvenes nativas que ahora se casaban por la iglesia. Pero Danielle se sentía triste cada vez que se mencionaba el matrimonio. _______sabía que su madre quería que ella también conociera esa felicidad. Pero no veía cómo sería posible hasta que partiera de la isla.
Una mañana, _______ estaba sola en su habitación terminando de coser una ropita de bebé que había comenzado días antes. Se sorprendió al ver entrar a Nick, porque rara vez iba a su habitación por la mañana. Se acercó a la cama donde trabajaba _______, y vio el vestidito.
—De manera que esperas que sea una niña —dijo con sarcasmo, apoyándose contra uno de los pilares de la cama—. Entiendo que eso te divertiría si la criatura fuera mía pero, ¿qué excusa tienes para desear dar una hija a tu amado conde? Todos los hombres desean un hijo varón, y estoy seguro de que con este pasa lo mismo.
_______ lo ignoró, porque sabía que buscaba una pelea. Como no obtuvo respuesta, Nick se acercó a la silla que había junto a la ventana y comenzó a pulir su espada. Parecían ignorarse mutuamente, aunque tenían absoluta conciencia de la presencia del otro. Después de un rato, la situación se convirtió en una competencia por quién hablada primero o quién se marcharía primero de la habitación. Pero en ese momento entró Danielle, agitada y furiosa, y atrajo la atención de _______ y Nick.
—¡Por Dios! —exclamó Danielle en francés —¿Qué le sucede? Hizo un gesto señalando a Nick.
—¿Por qué no se lo preguntas a él? —respondió _______ tranquilamente.
—No me lo dirá, pero tú puedes decírmelo. He tratado de no interferir, pero esta pelea ha continuado durante demasiado tiempo.
—Mamá, ¿no puedes esperar a que estemos solas?
—No. No entiende nuestro idioma y quiero hablar contigo ahora. Me acaban de decir que esta mañana hizo salir llorando de la casa a Karina, la criada. Ella le trajo la comida, ¡y no estaba lo suficientemente caliente para su gusto! La muchacha se niega a volver. Le aterroriza que él pueda acusarla de algo,
—Sus amenazas son solamente verbales, mamá, jamás las cumple —replicó _______.
—Los sirvientes no lo saben. Con sus ataques de furia, tienen miedo de acercársele.
—Hablaré con las muchachas. Les explicaré que sólo busca una forma de liberar su ira, y que no les hará daño —aplicó _______.
—Pero Mayra dice que podrías terminar con el malhumor de Nick.
—¡No lo nombres, mamá! Sabrá que estamos hablando de él —interrumpió _______.
Miró a Nick, pero él estaba concentrado en limpiar su espada y no parecía prestarles atención. Frunció el ceño ligeramente, preguntándose por qué Nick la había dejado hablar tanto tiempo en francés, cuando lo habitual era que la interrumpiera. Pero entonces, como si de pronto él hubiera visto algo en la mente de ella, se puso de pie y salió a grandes pasos de la habitación, murmurando curiosamente algo sobre las mujeres y sus malditos secretos.
Danielle estaba demasiado alterada como para advertir la brusca partida de Nick.
—¿Puedes terminar con la forma en que actúa Nick? —preguntó a su hija.
—Tal vez —susurró _______.
—Entonces, por Dios, ¿por qué no lo haces?
—¡Tú no lo entiendes, mamá!
—¡Entonces explícamelo! —exclamó Danielle, exasperada—. ¿Por qué se ha comportado Nick como un monstruo desde que volvió hace un mes?
_______ suspiró y miró la puerta que había dejado abierta Nick.
—El piensa que el hijo que voy a tener es de Javier.
—Mayra me dijo que ese era el problema, pero yo no le creía —dijo Danielle acaloradamente—. La idea es ridícula. Estuviste menos de un día en la casa de Javier. Nick debe estar loco si piensa que podrías llegar a tener relaciones íntimas con Javier antes de casarte.
—Yo le di razones para pensar que fue así.
—Pero, ¿por qué?
—Me enfurecí cuando volvió a raptarme. Y además me humilló más de lo que podía soportar, para castigarme por escapar de él. Tenía que devolverle las ofensas. De manera que le mentí y le dije que me había acostado con Javier voluntariamente. Nick se enfureció tanto que me asustó, de manera que admití que había mentido, Sólo que... lo hice en forma tal que le dejé la duda. Se olvidó de ello hasta que le dije que estaba embarazada. Entonces me preguntó de quién era el hijo que tendría. Le dije honestamente que el niño era suyo, pero otra vez lo dejé en la duda. Cuando me pidió que le jurara que el niño era suyo, me negué, y él pensó que Javier era el padre.
—Pero, ¿por qué lo hiciste, _______? ¿Por qué no le dices la verdad?
—Le he dicho la verdad —replicó _______.
—Entonces, ¿por qué dejaste esa duda en su mente? —preguntó Danielle.
—Tú me disuadiste de que buscara su muerte, de manera que elegí una venganza diferente. Y esta venganza fue dulce al comienzo, pero...
—¿Pero ahora te lamentas? —interrumpió Danielle.
—Si.
—Entonces habla claramente con Nick.
_______evitó mirar a los ojos a su madre. Miró con tristeza el vestidito que tenía en sus manos.
—Ahora es tarde para enmendar las cosas. A menudo he pensado en ello. Aunque le contara todo, no me creería. Pensaría que sólo trato de apaciguarlo. Siempre dudaría de mí aunque le diera mi palabra.
—Ya no odias a Nick, ¿verdad? —preguntó Danielle con suavidad.
—Ay, mamá, realmente no lo sé. El deseo que siento por él me confunde. A veces le deseo tanto como él a mí. Otras veces todavía le odio. Es arrogante, me enfurece, y nunca puedo olvidar lo que me hizo.
—Te tomó contra tu voluntad pero ahora admites que tú también lo deseas.
—¡Pero eso no es lo que importa!
—¿No? Entonces sigue mi consejo, amor mío, y considera qué es lo que importa. El año que te pidió pronto terminará. —Dichas estas palabras, Danielle salió de la habitación, y _______ se quedó mirando el suelo con expresión vacía.
—¡Sé que ese niño no es mío! —gruñó Nick, con su rostro convertido en una máscara de amarga frustración.
—No eres razonable, Nick.
—¡Sí que lo soy! Esa mujer miente según le conviene, lo mismo que yo. Pero cuando da su palabra, sé que es cierto, y en este caso no quiere darla.
—La has insultado pidiéndole su palabra —exclamó Joe.
—¡Ja! ¡Haré algo más a esa mujer que insultarla! Hoy quería pegarle para que me dijera la verdad, y aún pienso hacerlo.
—No puedo permitirte que lo hagas, Nick —dijo Joe con calma.
—¿No puedes? —dijo Nick asombrado—. ¿Desde cuándo defiendes a esa arpía? Me has dicho muchas veces que necesita unos azotes.
—Cuando los necesitaba, sí, pero ya no los merece. Y aunque así fuera, tendría que detenerte, por su estado. Podrías dañar al niño... a tu hijo... y yo no puedo permitírtelo.
—Te digo que no es mío! Sé que _______miente, sólo que no sé por qué. Cuando nazca el niño, verás la verdad de mis palabras. Y tal vez entonces descubrirás el juego de _______.
—¡Tal vez entonces verás que has sido un tonto! —dijo Joseph con dureza.
Más tarde, cuando _______ bajó a cenar, pasó junto a Joe en la escalera. Se detuvo frente al hombre y le dio un ligero beso en la mejilla para agradecerle el haberla defendido. Joe se sonrojó considerablemente bajo su bronceado, y _______ siguió bajando la escalera mientras él sacudía la cabeza, desconcertado.
Nick estaba solo en la cabecera de la mesa. No había visto a _______ besar a Joe, y la miró con furia cuando ella se sentó junto a él en el lugar habitual. No dijo nada mientras rápidamente llenaba su plato. Ella esperaba que él volviera a regañarle, de manera que se sintió aliviada por su silencio.
Nick no tocó la comida, pero bebió una enorme cantidad de ron aunque, sorprendentemente parecía permanecer sobrio. Cuando llegaron los demás, la comida continuó en silencio, y _______ comió rápidamente para poder volver a su habitación.
Después de varias horas tratando inútilmente de dormir _______oyó pasos en el corredor frente a su puerta. Estaba segura de que Nick no quería compartir su cama con ella esa noche, pero a medida que pasaban los minutos, comenzaba a sentirse inquieta, preguntándose por qué él seguiría parado frente a la puerta.
Luego la puerta se abrió de pronto, golpeando contra la pared, y _______se sentó rápidamente en la cama. Cuando vio la expresión de Nick, supo que había golpeado la puerta a propósito, para asegurarse de que ella estaba despierta, cerró la puerta silenciosamente y la miró con frialdad unos momentos antes de aproximarse lentamente a la cama. Se apoyó contra el poste y siguió mirándola.
Furiosa y molesta, ella comenzó a hablar, pero él la detuvo con su propia voz profunda.
—Quítate la enagua, _______. A pesar de todo lo que has dicho y hecho hoy, te haré el amor. —Hablaba con tranquilidad, pero sus ojos tenían un color azul helado.
_______ no podía creer lo que oía. Él estaba furioso y sin embargo la deseaba. ¿O sólo quería castigarla?
Ella comenzó a protestar, pero él la interrumpió antes de que pudiera decir una palabra, con voz amenazadora.
—Esto no es un ruego _______, sino una orden. ¡Quítate la enagua!
_______temblaba, aunque en la habitación hacía calor. Nick había dicho a Joe que quería arrancarle la verdad, y _______se dio cuenta con temor de que ni Joe ni nadie podían protegerla ahora.
_______ se quitó la camisa, y luego subió las mantas para cubrir su desnudez. Podía soportar cualquier cosa, pero tenía que pensar en su bebé y protegerlo de cualquier daño.
Aunque había hecho lo que él quería no había satisfacción en el rostro de Nick. Su expresión era fría, aun cuando le arrancó las mantas y comenzó a quitarse su propia ropa con deliberada lentitud.
—Quiero que comprendas que yo no toleraré tu fingida resistencia, _______—dijo con dureza—. Te he tratado con cuidado porque eres hermosa y porque no quería estropear tu belleza. He sido blando contigo, y ese fue mi error.
Se tendió a su lado en la cama y la atrajo hacia él, desafiándola a que se resistiera. Su voz era un susurro mortal mientras continuaba.
—Eres mía. Tendría que haberte azotado la primera vez que mostraste tu terrible genio. Tendría que haberte encadenado a mi cama para que no pudieras escapar Pero, sobre todo, jamás tendría que haber puesto mis ojos en ti. De esa manera no tendría este dolor que me consume. Y, Dios mío, aunque sé que llevas al bastardo de Lambert, no puedo dejar de desearte.
Sus labios se posaron en los de ella lastimándola con su salvaje presión. _______ sabía que Nick estaba destrozado. La odiaba, la odiaba por muchas razones, pero inevitablemente, su necesidad de ella superaba su odio. Y después de unos momentos, también ella se perdió en el deseo.
Capítulo 34
Llegó el verano trayendo un glorioso estallido de colores. Por todas partes se abrían flores hermosas que _______ nunca había visto antes. Conoció deliciosas frutas nuevas que la fascinaban, su favorita era el gran mango de color amarillo rojizo, y William Moseley hacía un viaje especial desde el pueblo, donde vivía, para traerle dos de esas frutas maravillosas cada día.
Los días eran calurosos, pero soportables por la constante brisa, y las noches eran agradablemente frescas, y convertían a la isla en un paraíso. Pero el paraíso se hacía pedazos con los conflictos dentro de la casa. El mal humor de Nick había empeorado en el mes desde que llegara a la isla. _______ evitaba estar con él lo más posible, porque cada vez que él miraba su cuerpo redondeado, su ira volvía a encenderse.
_______ nunca había vuelto a su pequeño estanque en el bosque. Imaginaba que sería aún más hermoso con las nuevas flores que se abrían en todas partes, pero se decía tercamente que Nick había estropeado su placer por ese lugar secreto. En cambio, a menudo iba con su madre y a veces con Demi hasta una pequeña bahía donde estaba anclado el barco. Allí se quitaba los zapatos, se levantaba las faldas, y caminaba por la playa sobre la arena fresca y húmeda, sintiendo las pequeñas olas que lamían sus piernas.
_______ se sentía bien con su madre. Hablaban de cosas agradables o simplemente caminaban en silencio, perdidas en sus propios pensamientos. Cuando Mayra iba con ellas, hablaban de Francia y de los amigos que habían dejado allí, pero principalmente de la gran celebración, que había tenido lugar tres semanas antes, en honor de las nueve parejas unidas en matrimonio por el sacerdote.
La fiesta había sido un éxito, y la mala disposición de Nick no había logrado estropearla. A pesar de su oposición a que se celebraran las bodas, permitió que se usara el comedor para esa ocasión. Hubo música y baile. Se sirvió una gran comida que llevó todo el día preparar, y que fue totalmente consumida a medida que avanzaba la noche. Asistieron casi todos los indios del pueblo, que llevaron un enorme cerdo asado, y bailaron también... hermosas danzas de su propia cultura.
A _______ le resultaba fácil perderse en la felicidad de las jóvenes nativas que ahora se casaban por la iglesia. Pero Danielle se sentía triste cada vez que se mencionaba el matrimonio. _______sabía que su madre quería que ella también conociera esa felicidad. Pero no veía cómo sería posible hasta que partiera de la isla.
Una mañana, _______ estaba sola en su habitación terminando de coser una ropita de bebé que había comenzado días antes. Se sorprendió al ver entrar a Nick, porque rara vez iba a su habitación por la mañana. Se acercó a la cama donde trabajaba _______, y vio el vestidito.
—De manera que esperas que sea una niña —dijo con sarcasmo, apoyándose contra uno de los pilares de la cama—. Entiendo que eso te divertiría si la criatura fuera mía pero, ¿qué excusa tienes para desear dar una hija a tu amado conde? Todos los hombres desean un hijo varón, y estoy seguro de que con este pasa lo mismo.
_______ lo ignoró, porque sabía que buscaba una pelea. Como no obtuvo respuesta, Nick se acercó a la silla que había junto a la ventana y comenzó a pulir su espada. Parecían ignorarse mutuamente, aunque tenían absoluta conciencia de la presencia del otro. Después de un rato, la situación se convirtió en una competencia por quién hablada primero o quién se marcharía primero de la habitación. Pero en ese momento entró Danielle, agitada y furiosa, y atrajo la atención de _______ y Nick.
—¡Por Dios! —exclamó Danielle en francés —¿Qué le sucede? Hizo un gesto señalando a Nick.
—¿Por qué no se lo preguntas a él? —respondió _______ tranquilamente.
—No me lo dirá, pero tú puedes decírmelo. He tratado de no interferir, pero esta pelea ha continuado durante demasiado tiempo.
—Mamá, ¿no puedes esperar a que estemos solas?
—No. No entiende nuestro idioma y quiero hablar contigo ahora. Me acaban de decir que esta mañana hizo salir llorando de la casa a Karina, la criada. Ella le trajo la comida, ¡y no estaba lo suficientemente caliente para su gusto! La muchacha se niega a volver. Le aterroriza que él pueda acusarla de algo,
—Sus amenazas son solamente verbales, mamá, jamás las cumple —replicó _______.
—Los sirvientes no lo saben. Con sus ataques de furia, tienen miedo de acercársele.
—Hablaré con las muchachas. Les explicaré que sólo busca una forma de liberar su ira, y que no les hará daño —aplicó _______.
—Pero Mayra dice que podrías terminar con el malhumor de Nick.
—¡No lo nombres, mamá! Sabrá que estamos hablando de él —interrumpió _______.
Miró a Nick, pero él estaba concentrado en limpiar su espada y no parecía prestarles atención. Frunció el ceño ligeramente, preguntándose por qué Nick la había dejado hablar tanto tiempo en francés, cuando lo habitual era que la interrumpiera. Pero entonces, como si de pronto él hubiera visto algo en la mente de ella, se puso de pie y salió a grandes pasos de la habitación, murmurando curiosamente algo sobre las mujeres y sus malditos secretos.
Danielle estaba demasiado alterada como para advertir la brusca partida de Nick.
—¿Puedes terminar con la forma en que actúa Nick? —preguntó a su hija.
—Tal vez —susurró _______.
—Entonces, por Dios, ¿por qué no lo haces?
—¡Tú no lo entiendes, mamá!
—¡Entonces explícamelo! —exclamó Danielle, exasperada—. ¿Por qué se ha comportado Nick como un monstruo desde que volvió hace un mes?
_______ suspiró y miró la puerta que había dejado abierta Nick.
—El piensa que el hijo que voy a tener es de Javier.
—Mayra me dijo que ese era el problema, pero yo no le creía —dijo Danielle acaloradamente—. La idea es ridícula. Estuviste menos de un día en la casa de Javier. Nick debe estar loco si piensa que podrías llegar a tener relaciones íntimas con Javier antes de casarte.
—Yo le di razones para pensar que fue así.
—Pero, ¿por qué?
—Me enfurecí cuando volvió a raptarme. Y además me humilló más de lo que podía soportar, para castigarme por escapar de él. Tenía que devolverle las ofensas. De manera que le mentí y le dije que me había acostado con Javier voluntariamente. Nick se enfureció tanto que me asustó, de manera que admití que había mentido, Sólo que... lo hice en forma tal que le dejé la duda. Se olvidó de ello hasta que le dije que estaba embarazada. Entonces me preguntó de quién era el hijo que tendría. Le dije honestamente que el niño era suyo, pero otra vez lo dejé en la duda. Cuando me pidió que le jurara que el niño era suyo, me negué, y él pensó que Javier era el padre.
—Pero, ¿por qué lo hiciste, _______? ¿Por qué no le dices la verdad?
—Le he dicho la verdad —replicó _______.
—Entonces, ¿por qué dejaste esa duda en su mente? —preguntó Danielle.
—Tú me disuadiste de que buscara su muerte, de manera que elegí una venganza diferente. Y esta venganza fue dulce al comienzo, pero...
—¿Pero ahora te lamentas? —interrumpió Danielle.
—Si.
—Entonces habla claramente con Nick.
_______evitó mirar a los ojos a su madre. Miró con tristeza el vestidito que tenía en sus manos.
—Ahora es tarde para enmendar las cosas. A menudo he pensado en ello. Aunque le contara todo, no me creería. Pensaría que sólo trato de apaciguarlo. Siempre dudaría de mí aunque le diera mi palabra.
—Ya no odias a Nick, ¿verdad? —preguntó Danielle con suavidad.
—Ay, mamá, realmente no lo sé. El deseo que siento por él me confunde. A veces le deseo tanto como él a mí. Otras veces todavía le odio. Es arrogante, me enfurece, y nunca puedo olvidar lo que me hizo.
—Te tomó contra tu voluntad pero ahora admites que tú también lo deseas.
—¡Pero eso no es lo que importa!
—¿No? Entonces sigue mi consejo, amor mío, y considera qué es lo que importa. El año que te pidió pronto terminará. —Dichas estas palabras, Danielle salió de la habitación, y _______ se quedó mirando el suelo con expresión vacía.
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Invitado Sáb 05 Dic 2009, 10:27 pm
seguiiiiiiiiiiiiilaaaaaaa :bounce: :bounce: :bounce: :bounce:
Invitado
Invitado
Re: L'amour du pirate (nick y tu)
por Belieber&Smiler♥ Sáb 05 Dic 2009, 11:56 pm
siguee!!!
esta muy bna!!!
:D
x sierto soy nueva lectora!!
:lol!:
pasa x mi nove: https://onlywn.activoforo.com/solo-para-mayores-f8/un-amante-de-ensueno-nick-y-tu-t1076.htm
:love: "Pucky Love" :love:
esta muy bna!!!
:D
x sierto soy nueva lectora!!
:lol!:
pasa x mi nove: https://onlywn.activoforo.com/solo-para-mayores-f8/un-amante-de-ensueno-nick-y-tu-t1076.htm
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Belieber&Smiler♥
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