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CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 3 de 7. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
Pero si es un amor louis, igual me gusta que harry se haga el dificil ;)
Nelshipper
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
Dios! morí con lo de el trío adgjlñsd
pobre Eddy, lo va a traumar
y Lou siendo todo un caballero adg lo amé
no te preocupes si es corto, algo es algoxd
en fin más rato te leo denuevo xd
adiós .xx
pobre Eddy, lo va a traumar
y Lou siendo todo un caballero adg lo amé
no te preocupes si es corto, algo es algoxd
en fin más rato te leo denuevo xd
adiós .xx
Justrunfromthem
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
:wut: Dios esta hermosa síguela
FutureMrs.Malik
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
Ese libro sho lo lei
:$
Esta bien pinche bueno
Argentinoalemana?
Pos me mato
hahaha okno xD
Hermana alemana
(·3·)7
¡Venga honremos a nuestro Führer!
Ña mentira .-.
hehehe ok
Beshos :*
Bye
:$
Esta bien pinche bueno
Argentinoalemana?
Pos me mato
hahaha okno xD
Hermana alemana
(·3·)7
¡Venga honremos a nuestro Führer!
Ña mentira .-.
hehehe ok
Beshos :*
Bye
Kamm Kay :33
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
Omg siguelaa x faas. Me encantoooooo
VaaneStylesHoran <3
2 Capitulo segunda parte
El aliento de Harry se quedo atascado en los pulmones, cuando momentáneamente quedó atontado por sus palabras. ¿Cómo sabía que tenía miedo? Su estomago le dio vueltas, tembloroso. Por suerte, la camarera volvió con el café de Louis, dándole así, la posibilidad de reponerse. Forzó una sonrisa casual e hizo que su mano permaneciera inmóvil bajo la del ojiazul.
- ¿Qué te hace pensar que tengo miedo de ti, Louis?
- ¿Intuición varonil? – Increpó Louis, antes de tomar un sorbo de café. Le costó no decirle la verdad. Como cuando cazaba una presa, podía sentir su inquietud, oler su miedo.
- No creo haber oído que nosotros los hombres tengamos esa intuición – contestó Harry algo cáustico.
- ¿A caso piensas que solo las mujeres tienen esa capacidad? – preguntó Louis examinando la mano que tenía sujeta. Sus dedos eran largos y delgados, con unas uñas pulcras y cortas. Su otra mano se unió a la primera y comenzó a explorar suavemente los contornos del apresado. Colocó una mano bajo la suya mientras los dedos de la otra se deslizaban sensualmente sobre su palma.
Cuando sintió que las puntas de los dedos de Louis se deslizaban sobre su palma, Harry apretó convulsivamente sus muslos. Esa simple caricia pareció conectarse directamente con su miembro. Sintió la necesidad de tocarse el vientre. Sus pezones se pusieron tensos y un temblor involuntario se deslizo por toda la longitud de su espalda. Emitió un gemido estrangulado.
- Para.
Louis miró hacia arriba. Sus ojos, de un azul oscuro, capturaron los ojos verdes abiertos con aprehensión y, si, también excitación. La rica y embriagadora fragancia a pasión que desprendía inundo sus sentidos. Las puntas endurecidas de sus pezones se apretaban contra su ligera camisa y casi gimió al pensar en succionarlos. Su excitación involuntaria causó el engrosamiento en la ingle de Louis. Luchó para conservar el control de su entrepierna.
- Cenaras conmigo mañana.
No fue una pregunta, sino más bien una declaración, cosa que ofendió a Harry.
- No.
Harry tiro de su mano capturada. ¿Fue su imaginación o el juego de los rayos del sol que pasaban por las ventanas hicieron que sus ojos parecieran brillar?
Con un supremo esfuerzo de voluntad, se mantuvo impasible, aun cuando Louis todavía retenía su mano a la espera, estudiándolo atentamente. Cavilando, sabía lo que él veía. Su pelo castaño oscuro, con rulos rebeldes, grandes ojos verdes, enmarcados por sus cejas arqueadas. Labios llenos y una nariz recta.
Rápidamente una imagen sin invitación lleno su mente. Su pelo enredado salvajemente sobre una almohada mientras que sus ojos se llenaban de calor y necesidad. Sus labios perniabiertos, hinchados por los besos de él, gemidos y suplicas rasgadas saliendo de su garganta mientras su cuerpo se movía sobre Harry, tocándolo, llenándolo. Sus cuerpos juntos retorciéndose ante el calor tórrido que habían creado.
Harry sintió calor en sus mejillas bajo su escrutinio, agradecido que Louis no pudiera leer los pensamientos generados por su imaginación desmedida. De todos modos debió presentir algo. Harry mordió el labio ante un destello especulativo en sus ojos.
- Te recogeré a las siete – declaró, su tono no toleraba ninguna replica. Louis no estaba dispuesto a dejarlo retroceder. No esta vez. Ya no esperaría más. El lobo exigía a su compañero.
- ¿Siempre eres tan dominante? – inquirió Harry, la irritación eclipsó su inquietud.
- Solo cuando veo algo que quiero – volvió a decir rotundamente.
- Comienzas a molestarme, Louis.
Harry sintió ganas de retorcerse bajo su intenso escrutinio, pero juró no darle la satisfacción de verlo acobardado.
Una lenta sonrisa curvo sus labios.
- Bueno. Si estas enojado o tendrás tiempo de tener miedo.
¡Señor que estas en los cielos!, Las imágenes pasaron otra vez por su cabeza ante su mirada dura, decidida. Haciendo que su imaginación nuevamente tomara el control. Imágenes de un Louis medio desnudo con ropa de pirata, listo para el pillaje de su propio y tembloroso cuerpo, lo abrumó. Seguramente podría sentir el temblor de sus cimientos, pensó el rizado irreverentemente.
Harry sintió como una recia sonrisa sonrisa tiraba de sus propios labios. Su loca fantasía de un pirata había aflojado sus tensos nervios.
- Vale, solo que no esperes demasiado.
- Esperaré solo lo que estés dispuesto a dar – aseguro Louis, su expresión inocente declaraba que era una solemne mentira, Por supuesto, tenía la intención de ayudarlo a desear dar bastante. No solo por su propio placer, sino que era su deber como su futuro compañero.
Harry lo observo receloso.
- ¿Por qué tengo la sensación de que no debería encontrar estas palabras consoladoras? O soy yo. ¿Me estoy perdiendo de algo?
- ¿Eres siempre tan desconfiado o es solo conmigo?
La curiosidad y la consternación apremiaban en respuesta.
Harry reflexionó mirando a Louis mientras este esperaba paciente. Sentado allí con él, había descubierto cuanto quería en realidad llegar a conocerle. Estaba cansado de esta soledad auto impuesta, y se sentía renovado de una manera que nunca había sentido con nadie más. El deseo le lleno su corazón.
- Lo siento, Louis – Sintió la leve picadura de las lagrimas, giró la cabeza para mirar por la ventana que había en la cafetería -. Las promesas de mi ex marido más o menos agotaron mi confianza. No eres tú.- Se sintió agitado con el mero pensamiento de su ex marido. Y también sintió cólera por el mismo, por lo fácil que se le habían formado las lagrimas de lastima. Lamentó tener miedo. Esta era la herencia que había recibido por ser lo bastante tonto como para amar.
Louis extendió la mano, tomando la barbilla de Harry, le giró para que le mirara. Sus ojos azules estaban llenos de entendimiento.
- Está bien, cariño. Antes de que te des cuenta, sabrás que no debes tener dudas y confiaras en mí. Te lo prometo Harry.
Escuchar sus suaves palaras, junto con la convicción con que las decía, lo lleno de una conmovedora esperanza.
- Me gustaría tanto, Louis – murmuró.
Utilizó palabras que él esperó aliviaran su estado de ánimo, que llenaran de luz sus ojos, así como crearan una imperceptible sonrisa en sus labios.
- Pasará, amor. Confía en mí.
Primero una sesgada sonrisa rompió sus labios, separándolos.
- Si tú lo dices.
Sería tan maravilloso que dijera la verdad. Apenas se atrevía a tener esperanza, y con todo ese atractivo tan seductor que él poseía, casi dejó que su imaginación volara a lo que sería una vida compartida con este hombre.
- ¿no me discutes? – los ojos de Louis se abrieron sorprendidos -. Es un progreso, deja que te acompañe hasta tu coche-
Harry frunció los labios y arrugo la nariz.
- No soy tan malo, ¿verdad? – preguntó Harry.
Louis arqueó una ceja en su dirección.
- Vale. Lo soy- confesó.
Una sonrisa compartida los unió.
Mordiéndose el labio, Harry se sintió por primera vez tímido y feliz por la esperanza que lo embargaba.
Salieron del reservado y Harry espero mientras Louis cogía su cartera para pagar la factura. Tomando su mano de nuevo al rizado, lo condujo por la acera hasta la parte trasera de la librería. Sonrió ante la sensación que le proporcionaba tener su mano cogida por la del ojiazul. Sintiéndose de nuevo como un crío, mientras iba de la mano con su novio. Mirando los expositores de las tiendas por las que pasaban, de repente se puso serio. Louis ciertamente no era ningún muchacho. Harry era de por sí alto, con un metro ochenta. El tamaño de Louis lo hizo tener la sensación de ser casi menudo. La verdad, era una novedad para él.
Le gusto la actitud enérgica de Louis cuando tomo la cuenta para pagar. Su confianza brillaba como un faro, atrayéndolo. Y su forma de ser era natural – y a cada oportunidad lo tocaba, dándole la sensación de ser protegido y deseado. Era una sensación que encontraba cada vez más agradable.
Los ojos de Louis se sintieron atraídos por los elegantes movimientos de su compañero. La imagen de montar este cuerpo, siendo amortiguado por esa carne ah tan dulce y generosa, hacia que su sangre pasara a cien por hora por sus venas y se reuniera en su ingle, crenado un aumento muy sensible en sus vaqueros.
La anticipación constreñía su cuerpo, pero se puso serio cuando recordó la expresión triste en sus ojos y el brillo de las lagrimas que había tratado de esconder. Había ocupado la rabia que sintió por el otro hombre que debería haber cuidado de él. Sus entrañas ardieron al pensar en su dolor. Tomando la determinación de eliminar su miedo y llenarlo de energía. Su compañero sería feliz. No aceptaría lo contrario.
Pasaron la librería, que ya estaba cerrada, caminando el corto callejón entre ella y la tienda de regalos. Su coche estaba aparcado en una pequeña zona detrás de las tiendas. El calor brilló sobre el asfalto, como un horno de sol a media tarde.
Harry buscó sus llaves dentro de su bolsillo y abrió la puerta. Se dio la vuelta hacia Louis para decirle adiós, solo para descubrir que había perdido toda su atención. Estaba quieto y alerta, con la cabeza ligeramente levantada, Harry casi podría decir que estaba olfateando el aire.
No sabiendo que pensar de esto, le miró, inconsciente de que Louis había oído a un hombre lobo que desconocía. Primitivamente, cuando un macho de una especie se sentía con derecho sobre una hembra o un macho, como en este caso, y lo sentía amenazado, respondía demostrando su propiedad. El lobo que había en Louis era también una criatura de instintos. Inconsciente del efecto que tenia sobre él, Harry era también inconsciente de que estaba a punto de ser reclamado.
Harry miró alrededor, contemplando la parte de los edificios circundantes, sin ver nada.
- Louis, ¿por qué…? – comenzó, se encontró arrastrado hacia sus brazos.
Atrapado desprevenido, no tuvo tiempo para pronunciar ni una protesta cuando los labios de Louis cayeron sellando los suyos. Después de su sorpresa inicial, que rápidamente se trasformo en placer y luego en una creciente excitación. Se derritió en el calor de su abrazo, sintiendo que su miembro empezaba a levantarse ante la necesidad, así como la erección de Louis se apretaba punzante e insistentemente contra su estomago.
Louis era tan estable como un viejo roble en una tormenta tumultosa y Harry por instinto se agarro a él, con miedo a dejarse ir. Su mente, la que le quedaba, giró en círculos formados por el deseo inflamado. Por propia voluntad, su cuerpo tomo el control, ofreciéndose gustoso a que Louis lo explorara. Todas sus dudas y miedos fueron reducidos a ceniza ante las caricias de su carne temblorosa.
Inundado por las sensaciones. La percepción de los músculos acordonados que había debajo de sus manos, del olor caliente, almizcleño del macho mientras se excitaba y la aprensión del duro hierro de su erección cuando este casi le tiro contra su vientre, lo condujo hacia el orgasmo. Cuando la mano de Louis tomo posesión de su polla, y masajeó suavemente de arriba abajo, al instante se convulsiono con fuerza. Harry gimió, presionándose urgentemente contra él.
En su cabeza resonó un gruñido satisfecho emitido por Louis, cuando lo inclino sobre sí mismo. Por la fricción creciente y la presión entre ellos, sintió que la verga del mayor se endurecía aun mas contra la suya. Harry tembló cuando la otra mano de Louis vagó bajando hasta la plena redondez de su nalga, tirando para unirlos aun mas, amasando la carne a fondo. Su boca se abrió sobre la suya, su lengua encontró la entrada. Harry se la concedió con un gemido ahogado, aceptando la aterciopelada textura mientras le acariciaba cruelmente.
Un mareo le sobrevino cuando el castaño devasto su boca, la lengua lamía y se enredaba en la suya. Su sabor era irreversible, adictivo. El aroma acre, dulce, almizcleño de su miembro se elevó en el perfume de la calle.
La sensación de los dedos de Louis cuando estos encontraron y rodearon uno de sus pezones fue electrificarte. Su gemido de excitación envió un temblor de anticipación a través de Harry. El se meció contra Louis en una necesidad irreflexiva.
Otro gemido salió de la garganta de Louis, éste teñido con pesar cuando luchó por separarse del rizado. Harry en protesta cuando el ojiazul, lentamente, se fue echando hacia atrás colocando pequeños e insistentes besos en sus labios hinchados.
- Mírame, nene – pidió Louis suavemente.
Él quiso aullar de necesidad, pero su suerte era pasajera, debía cesar su reclamación. Su miembro no era un campista feliz, tomando vida propia, se movía nervioso por la agitación despertada, solo para serle negado el premio.
Los ojos de Harry se abrieron. Ligeramente vidriosos, su iris se había oscurecido a un verde tempestuoso. Su respiración acelerada comenzó a estabilizarse cuando se concentro en la de Louis. Un rubor atractivo coloreo sus majillas cuando la cordura volvió.
- ¿Vale por ahora? – Él sonrió, tiernamente acaricio el rubor acalorado de su mejilla.
- B-bien – Harry se aclaró la garganta ante el sonido inestable de su voz -. Estoy bien. – Parecía algo desorientado como si hubiera estado durmiendo y de repente, de manera brusca, lo hubieran despertado.
Louis abrió la puerta del coche y lo ayudó a introducirse. Con cierta incomodidad se agachó.
- ¿Tienes un bolígrafo y un papel para escribir? – le preguntó.
Hurgando en su bolso, sacó un bolígrafo y una pequeña libreta que utilizaba habitualmente para hacer la lista de compra. Harry luchó por aclarar su cabeza mientras miraba a Louis garabatear algo notando distraídamente que era zurdo. También noto claramente el duro bulto en sus vaqueros, que era el que había presionado recientemente. Su pene, ahora goteando pre semen, protestó por la ausencia que deseaba. Sobre todo cuando lo que deseaba estaba… prácticamente allí.
Su erección, firme, masculina, lo llama y le decía: Mírame, tócame. Él la imaginó al descubierto, con ese pequeño ojo en la punta guiñando con lasciva invitación. Sus dientes se hundieron en su labio inferior otra vez, esta vez con agitación. Desconcertado, por caer en una fantasía extravagante rápidamente devolvió la mirada a sus manos. El daño, sin embargo, estaba hecho. La combinación de las recientes sensaciones táctiles y la confirmación visual de sus grandes atributos, se enfrentaron e intentó no retrocederse en el asiento.
Consciente de su examen, orgulloso de mostrarle el efecto que Harry tenía sobre él y complacido al saber cómo estaba afectado el ojiverde, Louis le devolvió el bolígrafo y la libreta.
- Aquí está mi teléfono móvil. Llámame cuando llegues a casa.
- ¿Por qué? – pregunto Harry ácidamente.
- Quiero saber que has llegado – contesto Louis y al ver la luz batalladora de sus ojos se inclinó y le estampo un beso firme en los labios. Su propio nivel de frustración era alto, pero estaba determinado a salirse con la suya, nada mas -. No discutas, Harry. Llámame.
Todavía sacudido por la pasión que se había elevado tan fácilmente por su toque, Harry decidió que la retirada era la mejor estrategia.
- Vale, te llamare – prometió haciendo un mohín.
Louis pasó un dedo a lo largo de su mejilla y se puso de pie. Cerrando su puerta, retrocedió y observo como daba marcha atrás, giraba a la izquierda y desaparecía calle abajo.
Louis dejo salir un suspiro apenado. Lógicamente sabía que había hecho lo correcto al dejarlo marchar. Todavía le debía una explicación, sin contar con el hecho de que no sabía que era su compañero. La excitación que le había poseído habría permitido que avanzara, pero cuando sus cabezas se despejaran, sabía que toda la confianza que se había ganada hasta ahora, habría desaparecido de manera irreversible.
Su sonrisa fue algo atormentada cuando recordó la expresión de su cara. Si le ansiara tanto como le ocurría a él, iban a tener una noche bastante agitada. Dejo que sus ojos, de nuevo, vagaran por el área. El montesino olor a hombre lobo se mecía con la brisa. A pesar de la frustración de detenerse en lo que podría haber sido una actividad aun más agradable, la satisfacción llenaba su ser. Su reclamación de Harry había comenzado y pensaba que, por su reacción, estaba más que receptivo hacia él. Dejándole a este testigo desconocido testimonio del hecho que Harry le pertenecía.
**************************************
Reece Cofield paseó calle abajo hacia el lugar donde tenía aparcado el coche. Esperaba el próximo entrenamiento. Lillian iba a ponerse PN cuando escuchara sus noticias. Louis Tomlinson había elegido a su compañero.
Todavía no había hecho ningún anuncio, pero estaba claro que haría una reclamación formal, pues su intención resulto descaradamente obvia, a juzgar por su comportamiento en el aparcamiento hacia tan solo unos minutos, Reece sabía que Louis había captado su olor. No hubo ninguna confusión cuando Louis marcó su territorio.
El muchacho con el que estaba era en verdad bonito. Si no estuviera comprometido ya con Lillian, no le habría importado tener un pedazo para él mismo. Por supuesto, el tener que pasar por encima de louis había colocado un freno a aquellos agradables pensamientos. Podría ponerle caliente, pero no era nada estúpido.
Colocándose detrás del volante, sonrió descaradamente mientras se dirigía hacia el lugar donde estaba Lillian. Se iba a poner muy furiosa. Lillian tenía la loca idea de que haría de Louis un animal domestico. Era verdad que habían tenido un encuentro sexual hacía varios años, pero Louis dejó muy en claro que no tenía ningún interés en hacer de eso un apareamiento permanente.
Tal vez con esto Lillian pudiera tomar más enserio los propios impulsos de Reece. Sin más, sabia que estaba a punto de experimentar un pase por el infierno esta misma noche. Una vez que Lillian terminara su rabieta se calmaría, estaría preparada para el siguiente movimiento. Mientras conducía, sintió que su verga temblaba a la espera y con bastante especulación.
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Les paso a dejar la segunda parte del 2 capitulo, Por favor comenten si les gusta con un"siguela" yo soy feliz. :hug:
- ¿Qué te hace pensar que tengo miedo de ti, Louis?
- ¿Intuición varonil? – Increpó Louis, antes de tomar un sorbo de café. Le costó no decirle la verdad. Como cuando cazaba una presa, podía sentir su inquietud, oler su miedo.
- No creo haber oído que nosotros los hombres tengamos esa intuición – contestó Harry algo cáustico.
- ¿A caso piensas que solo las mujeres tienen esa capacidad? – preguntó Louis examinando la mano que tenía sujeta. Sus dedos eran largos y delgados, con unas uñas pulcras y cortas. Su otra mano se unió a la primera y comenzó a explorar suavemente los contornos del apresado. Colocó una mano bajo la suya mientras los dedos de la otra se deslizaban sensualmente sobre su palma.
Cuando sintió que las puntas de los dedos de Louis se deslizaban sobre su palma, Harry apretó convulsivamente sus muslos. Esa simple caricia pareció conectarse directamente con su miembro. Sintió la necesidad de tocarse el vientre. Sus pezones se pusieron tensos y un temblor involuntario se deslizo por toda la longitud de su espalda. Emitió un gemido estrangulado.
- Para.
Louis miró hacia arriba. Sus ojos, de un azul oscuro, capturaron los ojos verdes abiertos con aprehensión y, si, también excitación. La rica y embriagadora fragancia a pasión que desprendía inundo sus sentidos. Las puntas endurecidas de sus pezones se apretaban contra su ligera camisa y casi gimió al pensar en succionarlos. Su excitación involuntaria causó el engrosamiento en la ingle de Louis. Luchó para conservar el control de su entrepierna.
- Cenaras conmigo mañana.
No fue una pregunta, sino más bien una declaración, cosa que ofendió a Harry.
- No.
Harry tiro de su mano capturada. ¿Fue su imaginación o el juego de los rayos del sol que pasaban por las ventanas hicieron que sus ojos parecieran brillar?
Con un supremo esfuerzo de voluntad, se mantuvo impasible, aun cuando Louis todavía retenía su mano a la espera, estudiándolo atentamente. Cavilando, sabía lo que él veía. Su pelo castaño oscuro, con rulos rebeldes, grandes ojos verdes, enmarcados por sus cejas arqueadas. Labios llenos y una nariz recta.
Rápidamente una imagen sin invitación lleno su mente. Su pelo enredado salvajemente sobre una almohada mientras que sus ojos se llenaban de calor y necesidad. Sus labios perniabiertos, hinchados por los besos de él, gemidos y suplicas rasgadas saliendo de su garganta mientras su cuerpo se movía sobre Harry, tocándolo, llenándolo. Sus cuerpos juntos retorciéndose ante el calor tórrido que habían creado.
Harry sintió calor en sus mejillas bajo su escrutinio, agradecido que Louis no pudiera leer los pensamientos generados por su imaginación desmedida. De todos modos debió presentir algo. Harry mordió el labio ante un destello especulativo en sus ojos.
- Te recogeré a las siete – declaró, su tono no toleraba ninguna replica. Louis no estaba dispuesto a dejarlo retroceder. No esta vez. Ya no esperaría más. El lobo exigía a su compañero.
- ¿Siempre eres tan dominante? – inquirió Harry, la irritación eclipsó su inquietud.
- Solo cuando veo algo que quiero – volvió a decir rotundamente.
- Comienzas a molestarme, Louis.
Harry sintió ganas de retorcerse bajo su intenso escrutinio, pero juró no darle la satisfacción de verlo acobardado.
Una lenta sonrisa curvo sus labios.
- Bueno. Si estas enojado o tendrás tiempo de tener miedo.
¡Señor que estas en los cielos!, Las imágenes pasaron otra vez por su cabeza ante su mirada dura, decidida. Haciendo que su imaginación nuevamente tomara el control. Imágenes de un Louis medio desnudo con ropa de pirata, listo para el pillaje de su propio y tembloroso cuerpo, lo abrumó. Seguramente podría sentir el temblor de sus cimientos, pensó el rizado irreverentemente.
Harry sintió como una recia sonrisa sonrisa tiraba de sus propios labios. Su loca fantasía de un pirata había aflojado sus tensos nervios.
- Vale, solo que no esperes demasiado.
- Esperaré solo lo que estés dispuesto a dar – aseguro Louis, su expresión inocente declaraba que era una solemne mentira, Por supuesto, tenía la intención de ayudarlo a desear dar bastante. No solo por su propio placer, sino que era su deber como su futuro compañero.
Harry lo observo receloso.
- ¿Por qué tengo la sensación de que no debería encontrar estas palabras consoladoras? O soy yo. ¿Me estoy perdiendo de algo?
- ¿Eres siempre tan desconfiado o es solo conmigo?
La curiosidad y la consternación apremiaban en respuesta.
Harry reflexionó mirando a Louis mientras este esperaba paciente. Sentado allí con él, había descubierto cuanto quería en realidad llegar a conocerle. Estaba cansado de esta soledad auto impuesta, y se sentía renovado de una manera que nunca había sentido con nadie más. El deseo le lleno su corazón.
- Lo siento, Louis – Sintió la leve picadura de las lagrimas, giró la cabeza para mirar por la ventana que había en la cafetería -. Las promesas de mi ex marido más o menos agotaron mi confianza. No eres tú.- Se sintió agitado con el mero pensamiento de su ex marido. Y también sintió cólera por el mismo, por lo fácil que se le habían formado las lagrimas de lastima. Lamentó tener miedo. Esta era la herencia que había recibido por ser lo bastante tonto como para amar.
Louis extendió la mano, tomando la barbilla de Harry, le giró para que le mirara. Sus ojos azules estaban llenos de entendimiento.
- Está bien, cariño. Antes de que te des cuenta, sabrás que no debes tener dudas y confiaras en mí. Te lo prometo Harry.
Escuchar sus suaves palaras, junto con la convicción con que las decía, lo lleno de una conmovedora esperanza.
- Me gustaría tanto, Louis – murmuró.
Utilizó palabras que él esperó aliviaran su estado de ánimo, que llenaran de luz sus ojos, así como crearan una imperceptible sonrisa en sus labios.
- Pasará, amor. Confía en mí.
Primero una sesgada sonrisa rompió sus labios, separándolos.
- Si tú lo dices.
Sería tan maravilloso que dijera la verdad. Apenas se atrevía a tener esperanza, y con todo ese atractivo tan seductor que él poseía, casi dejó que su imaginación volara a lo que sería una vida compartida con este hombre.
- ¿no me discutes? – los ojos de Louis se abrieron sorprendidos -. Es un progreso, deja que te acompañe hasta tu coche-
Harry frunció los labios y arrugo la nariz.
- No soy tan malo, ¿verdad? – preguntó Harry.
Louis arqueó una ceja en su dirección.
- Vale. Lo soy- confesó.
Una sonrisa compartida los unió.
Mordiéndose el labio, Harry se sintió por primera vez tímido y feliz por la esperanza que lo embargaba.
Salieron del reservado y Harry espero mientras Louis cogía su cartera para pagar la factura. Tomando su mano de nuevo al rizado, lo condujo por la acera hasta la parte trasera de la librería. Sonrió ante la sensación que le proporcionaba tener su mano cogida por la del ojiazul. Sintiéndose de nuevo como un crío, mientras iba de la mano con su novio. Mirando los expositores de las tiendas por las que pasaban, de repente se puso serio. Louis ciertamente no era ningún muchacho. Harry era de por sí alto, con un metro ochenta. El tamaño de Louis lo hizo tener la sensación de ser casi menudo. La verdad, era una novedad para él.
Le gusto la actitud enérgica de Louis cuando tomo la cuenta para pagar. Su confianza brillaba como un faro, atrayéndolo. Y su forma de ser era natural – y a cada oportunidad lo tocaba, dándole la sensación de ser protegido y deseado. Era una sensación que encontraba cada vez más agradable.
Los ojos de Louis se sintieron atraídos por los elegantes movimientos de su compañero. La imagen de montar este cuerpo, siendo amortiguado por esa carne ah tan dulce y generosa, hacia que su sangre pasara a cien por hora por sus venas y se reuniera en su ingle, crenado un aumento muy sensible en sus vaqueros.
La anticipación constreñía su cuerpo, pero se puso serio cuando recordó la expresión triste en sus ojos y el brillo de las lagrimas que había tratado de esconder. Había ocupado la rabia que sintió por el otro hombre que debería haber cuidado de él. Sus entrañas ardieron al pensar en su dolor. Tomando la determinación de eliminar su miedo y llenarlo de energía. Su compañero sería feliz. No aceptaría lo contrario.
Pasaron la librería, que ya estaba cerrada, caminando el corto callejón entre ella y la tienda de regalos. Su coche estaba aparcado en una pequeña zona detrás de las tiendas. El calor brilló sobre el asfalto, como un horno de sol a media tarde.
Harry buscó sus llaves dentro de su bolsillo y abrió la puerta. Se dio la vuelta hacia Louis para decirle adiós, solo para descubrir que había perdido toda su atención. Estaba quieto y alerta, con la cabeza ligeramente levantada, Harry casi podría decir que estaba olfateando el aire.
No sabiendo que pensar de esto, le miró, inconsciente de que Louis había oído a un hombre lobo que desconocía. Primitivamente, cuando un macho de una especie se sentía con derecho sobre una hembra o un macho, como en este caso, y lo sentía amenazado, respondía demostrando su propiedad. El lobo que había en Louis era también una criatura de instintos. Inconsciente del efecto que tenia sobre él, Harry era también inconsciente de que estaba a punto de ser reclamado.
Harry miró alrededor, contemplando la parte de los edificios circundantes, sin ver nada.
- Louis, ¿por qué…? – comenzó, se encontró arrastrado hacia sus brazos.
Atrapado desprevenido, no tuvo tiempo para pronunciar ni una protesta cuando los labios de Louis cayeron sellando los suyos. Después de su sorpresa inicial, que rápidamente se trasformo en placer y luego en una creciente excitación. Se derritió en el calor de su abrazo, sintiendo que su miembro empezaba a levantarse ante la necesidad, así como la erección de Louis se apretaba punzante e insistentemente contra su estomago.
Louis era tan estable como un viejo roble en una tormenta tumultosa y Harry por instinto se agarro a él, con miedo a dejarse ir. Su mente, la que le quedaba, giró en círculos formados por el deseo inflamado. Por propia voluntad, su cuerpo tomo el control, ofreciéndose gustoso a que Louis lo explorara. Todas sus dudas y miedos fueron reducidos a ceniza ante las caricias de su carne temblorosa.
Inundado por las sensaciones. La percepción de los músculos acordonados que había debajo de sus manos, del olor caliente, almizcleño del macho mientras se excitaba y la aprensión del duro hierro de su erección cuando este casi le tiro contra su vientre, lo condujo hacia el orgasmo. Cuando la mano de Louis tomo posesión de su polla, y masajeó suavemente de arriba abajo, al instante se convulsiono con fuerza. Harry gimió, presionándose urgentemente contra él.
En su cabeza resonó un gruñido satisfecho emitido por Louis, cuando lo inclino sobre sí mismo. Por la fricción creciente y la presión entre ellos, sintió que la verga del mayor se endurecía aun mas contra la suya. Harry tembló cuando la otra mano de Louis vagó bajando hasta la plena redondez de su nalga, tirando para unirlos aun mas, amasando la carne a fondo. Su boca se abrió sobre la suya, su lengua encontró la entrada. Harry se la concedió con un gemido ahogado, aceptando la aterciopelada textura mientras le acariciaba cruelmente.
Un mareo le sobrevino cuando el castaño devasto su boca, la lengua lamía y se enredaba en la suya. Su sabor era irreversible, adictivo. El aroma acre, dulce, almizcleño de su miembro se elevó en el perfume de la calle.
La sensación de los dedos de Louis cuando estos encontraron y rodearon uno de sus pezones fue electrificarte. Su gemido de excitación envió un temblor de anticipación a través de Harry. El se meció contra Louis en una necesidad irreflexiva.
Otro gemido salió de la garganta de Louis, éste teñido con pesar cuando luchó por separarse del rizado. Harry en protesta cuando el ojiazul, lentamente, se fue echando hacia atrás colocando pequeños e insistentes besos en sus labios hinchados.
- Mírame, nene – pidió Louis suavemente.
Él quiso aullar de necesidad, pero su suerte era pasajera, debía cesar su reclamación. Su miembro no era un campista feliz, tomando vida propia, se movía nervioso por la agitación despertada, solo para serle negado el premio.
Los ojos de Harry se abrieron. Ligeramente vidriosos, su iris se había oscurecido a un verde tempestuoso. Su respiración acelerada comenzó a estabilizarse cuando se concentro en la de Louis. Un rubor atractivo coloreo sus majillas cuando la cordura volvió.
- ¿Vale por ahora? – Él sonrió, tiernamente acaricio el rubor acalorado de su mejilla.
- B-bien – Harry se aclaró la garganta ante el sonido inestable de su voz -. Estoy bien. – Parecía algo desorientado como si hubiera estado durmiendo y de repente, de manera brusca, lo hubieran despertado.
Louis abrió la puerta del coche y lo ayudó a introducirse. Con cierta incomodidad se agachó.
- ¿Tienes un bolígrafo y un papel para escribir? – le preguntó.
Hurgando en su bolso, sacó un bolígrafo y una pequeña libreta que utilizaba habitualmente para hacer la lista de compra. Harry luchó por aclarar su cabeza mientras miraba a Louis garabatear algo notando distraídamente que era zurdo. También noto claramente el duro bulto en sus vaqueros, que era el que había presionado recientemente. Su pene, ahora goteando pre semen, protestó por la ausencia que deseaba. Sobre todo cuando lo que deseaba estaba… prácticamente allí.
Su erección, firme, masculina, lo llama y le decía: Mírame, tócame. Él la imaginó al descubierto, con ese pequeño ojo en la punta guiñando con lasciva invitación. Sus dientes se hundieron en su labio inferior otra vez, esta vez con agitación. Desconcertado, por caer en una fantasía extravagante rápidamente devolvió la mirada a sus manos. El daño, sin embargo, estaba hecho. La combinación de las recientes sensaciones táctiles y la confirmación visual de sus grandes atributos, se enfrentaron e intentó no retrocederse en el asiento.
Consciente de su examen, orgulloso de mostrarle el efecto que Harry tenía sobre él y complacido al saber cómo estaba afectado el ojiverde, Louis le devolvió el bolígrafo y la libreta.
- Aquí está mi teléfono móvil. Llámame cuando llegues a casa.
- ¿Por qué? – pregunto Harry ácidamente.
- Quiero saber que has llegado – contesto Louis y al ver la luz batalladora de sus ojos se inclinó y le estampo un beso firme en los labios. Su propio nivel de frustración era alto, pero estaba determinado a salirse con la suya, nada mas -. No discutas, Harry. Llámame.
Todavía sacudido por la pasión que se había elevado tan fácilmente por su toque, Harry decidió que la retirada era la mejor estrategia.
- Vale, te llamare – prometió haciendo un mohín.
Louis pasó un dedo a lo largo de su mejilla y se puso de pie. Cerrando su puerta, retrocedió y observo como daba marcha atrás, giraba a la izquierda y desaparecía calle abajo.
Louis dejo salir un suspiro apenado. Lógicamente sabía que había hecho lo correcto al dejarlo marchar. Todavía le debía una explicación, sin contar con el hecho de que no sabía que era su compañero. La excitación que le había poseído habría permitido que avanzara, pero cuando sus cabezas se despejaran, sabía que toda la confianza que se había ganada hasta ahora, habría desaparecido de manera irreversible.
Su sonrisa fue algo atormentada cuando recordó la expresión de su cara. Si le ansiara tanto como le ocurría a él, iban a tener una noche bastante agitada. Dejo que sus ojos, de nuevo, vagaran por el área. El montesino olor a hombre lobo se mecía con la brisa. A pesar de la frustración de detenerse en lo que podría haber sido una actividad aun más agradable, la satisfacción llenaba su ser. Su reclamación de Harry había comenzado y pensaba que, por su reacción, estaba más que receptivo hacia él. Dejándole a este testigo desconocido testimonio del hecho que Harry le pertenecía.
**************************************
Reece Cofield paseó calle abajo hacia el lugar donde tenía aparcado el coche. Esperaba el próximo entrenamiento. Lillian iba a ponerse PN cuando escuchara sus noticias. Louis Tomlinson había elegido a su compañero.
Todavía no había hecho ningún anuncio, pero estaba claro que haría una reclamación formal, pues su intención resulto descaradamente obvia, a juzgar por su comportamiento en el aparcamiento hacia tan solo unos minutos, Reece sabía que Louis había captado su olor. No hubo ninguna confusión cuando Louis marcó su territorio.
El muchacho con el que estaba era en verdad bonito. Si no estuviera comprometido ya con Lillian, no le habría importado tener un pedazo para él mismo. Por supuesto, el tener que pasar por encima de louis había colocado un freno a aquellos agradables pensamientos. Podría ponerle caliente, pero no era nada estúpido.
Colocándose detrás del volante, sonrió descaradamente mientras se dirigía hacia el lugar donde estaba Lillian. Se iba a poner muy furiosa. Lillian tenía la loca idea de que haría de Louis un animal domestico. Era verdad que habían tenido un encuentro sexual hacía varios años, pero Louis dejó muy en claro que no tenía ningún interés en hacer de eso un apareamiento permanente.
Tal vez con esto Lillian pudiera tomar más enserio los propios impulsos de Reece. Sin más, sabia que estaba a punto de experimentar un pase por el infierno esta misma noche. Una vez que Lillian terminara su rabieta se calmaría, estaría preparada para el siguiente movimiento. Mientras conducía, sintió que su verga temblaba a la espera y con bastante especulación.
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Les paso a dejar la segunda parte del 2 capitulo, Por favor comenten si les gusta con un"siguela" yo soy feliz. :hug:
L(ove)arry Stylinson
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
Muajajjajajaja esto se pone cada vez mejor
marcar territorio se llama ahora, que yo sepa estuvieron casi a punto de joder en un aparcamiento, la verdad... no conocen algo llamado Motel? creo que es mas limpio y menos publico, bueno vale la cosa esa es totalmente publica pero creo que es mejor que un aparcamiento.
Como que me dieron mala espina los ultimos nombrados, Hum que haran? para ello seguire esperando a que subas.
Besitos cuidate.
Invitado
Invitado
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
¿Que si me gusta? Me encanta fjhuasdf O/ nueva lectora... síguela por favor
@Daniela1D
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
Venga Carajo!
Hay que esperar el siguiente c:
Besos
:*
Bye
:$
Hay que esperar el siguiente c:
Besos
:*
Bye
:$
Kamm Kay :33
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
Quede intrigada!!!! tienes que seguirla pronto ;)
Nelshipper
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
Me encanta, soguela:D
Dulce xx.
Dulce xx.
LarryLarcel Stylinson
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
Tienes que seguirlaaaa!! Muero de amorrrr!!! Ayyy Lou reclama lo tuyooo!! GO! GO!
MyKryptonitLarry
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
disculpa que no te conteste cuando subi el capitulo anterior pero es que lo termine a las 6 a.m y estaba cansada y me fui a dormir.Y disculpame tambien por no haber subido ayer pero es que estaba ocupada ,dentro de unas horas subo capitulo ok? bueno eso besos.Justrunfromthem escribió:Dios! morí con lo de el trío adgjlñsd
pobre Eddy, lo va a traumar
y Lou siendo todo un caballero adg lo amé
no te preocupes si es corto, algo es algoxd
en fin más rato te leo denuevo xd
adiós .xx
L(ove)arry Stylinson
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
ya la segui , ahora subo capitulo dentro de unas horas. besos!FutureMrs.Malik escribió::wut: Dios esta hermosa síguela
L(ove)arry Stylinson
Re: CONFIAR EN UN LOBO-(Larry Stylinson/Adaptación/Smut)
si! jajaja bueno para mi lo uso de escusa para garcharse al harold .Maria_Smile escribió:
Muajajjajajaja esto se pone cada vez mejor
marcar territorio se llama ahora, que yo sepa estuvieron casi a punto de joder en un aparcamiento, la verdad... no conocen algo llamado Motel? creo que es mas limpio y menos publico, bueno vale la cosa esa es totalmente publica pero creo que es mejor que un aparcamiento.
Como que me dieron mala espina los ultimos nombrados, Hum que haran? para ello seguire esperando a que subas.
Besitos cuidate.
um.. habrá que ver que harán.. dentro de unas horas la sigo, no subi ayer y me siento mal por eso asi que prometo subir el capitulo entero .besos
L(ove)arry Stylinson
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