The demonic pact | ¡RESULTADOS!

Andrew se tumbó en la cama confuso, sintiendo la húmeda recorriendo sus mejillas. ¿Quién se esperaba que enamorarse fuese tan traicionero? ¿Cuándo todos se darían cuenta de que su homosexualidad no es más que otra parte de él?
Aparentemente, la sociedad seguía sin madurar, y Andrew seguía sin comprender las razones que tiene su novio para agredirle. Nadie le comprendía, ni tampoco le quería. Tampoco sus padres deseaban contemplarle por la calle, ni siquiera se cruzaba con su hermana por miedo a que le recordara que no era más que un engendro para Dios.
Puede parecer todo extraño, pero, ¿y si vivierais un día en la vida de Andrew Tomson? ¿Seguirías creyendo que el dolor es solo una mentira más? Acababa se cambiarse al pijama y solo tenía ganas de subir un vídeo a internet y despedirse. En su piernas se ocultaban moretones violetas, producidos por la despreciable y cruel ira de su novio, o quizás ya solo era la persona que tapaba sus dolores para mostrarlos en la piel del que quiere.
Nadie demuestra ser razonable con eso de la humildad, pero tampoco Andrew desea ser débil. Nadie se imaginó que ese sería el sentimiento de dormir entre pesadillas irreparables, o el de desear que todo acabe aunque tengas miedo a la muerte.
Aquello demostraba ser tortura psicológica para uno mismo; prescindía de armas afiladas o balas en el estómago, y conseguía ser más doloroso que cualquier corte en su físico.
En eso momentos, no tenía ni una mínima preocupación por su apariencia, porque sabía perfectamente que se veía como un vagabundo cansado de pedir dinero. Andrew era despreciado, tanto por su familia o amigos, y estaba desesperado por un poco de consuelo.
Ese día, tomo la decisión que marcaría su historia.
Algunos aún recuerdan las portadas del periódico del otoño de 2006, cuando el hijo de los Tomson, la familia más rica de Francia, se suicidio sin dejar rastro de existencia. Su familia lloró durante semanas, y en algunas televisiones juraron haber ignorado a su hijo por ser homosexual. Habían rezado para que dios les perdonará por su ingenuidad, y habían denunciado a su maltratador, encerrándole entre rejas por cincuenta años.