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The demonic pact | ¡RESULTADOS!
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Re: The demonic pact | ¡RESULTADOS!
■ Nombre completo: Willow Antoniette Morrison Foster.
■ Edad: 19 años.
■ Chico: Niall Horan.
■ Rol: Artista en descenso.
■ Representante: Grace Phipps
■ Capítulo o One shot de tu autoría:- [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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■ Edad: 19 años.
■ Chico: Niall Horan.
■ Rol: Artista en descenso.
■ Representante: Grace Phipps
■ Capítulo o One shot de tu autoría:- [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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- A mach made in a University:
- Spoiler:
- Capitulo 5Jenna Green.
"Jenna", mi nombre sonaba lejano en la habitación, como si lo estuvieran susurrando o incluso como si la persona que lo pronunciaba tuviese miedo de lo que podría llegar a suceder. "Jenna", insistieron. Definitivamente esa voz tímida y temblorosa era de Carter White, mi compañera de habitación. ¿Que rayos quería ahora? Aun no había cumplido mis ocho horas diarias de sueños para poder empezar bien el día, y vaya que lo iba a necesitar. Estaba predestinado que ese día iba a ser el peor de todos, gracias a nuestra no tan adorable directora que había planeado "casarnos" con alguno de los estudiantes de Universidad, solo para satisfacer un capricho propio.
"Jenna", volvió a repetir. Entreabrí mis ojos y pude ver aun estaba oscuro. Dios, ¿Que hora serian? Cinco, quizás seis de la mañana. "Jenna", grito esta vez, y de inmediato se tapo la boca arrepintiéndose.
Carter seguía teniéndome miedo, y aun que le jure mas de mil veces que no haría nada en se contra, ella era demasiado insegura para creerlo del todo. La castaña era una chica simpática, con quien solía hablar a menudo, siempre y cuando no estuviese enfrascada en algún libro o lo suficientemente ocupada con su tarea, cosa que me volvía loca. Yo era responsable, pero Carter me ganaba.
-¿Que demonios quieres Carter? ¡Necesito dormir!-solté, tirando de mis sabanas para tapar mi cara por completo, quizás, así se diera cuenta que no quería hablar en ese preciso momento.
-Jenna... Son las siete y media...-susurro mi compañera de habitación. ¡Siete y media! ¡Carajo!
Salte de la cama, tirando todo lo que se atravesaba en mi camino. Carter ya estaba lista sentaba en su cama con el mismo libro que había estado leyendo la noche anterior entre sus manos.
-¿Por que mierda no me despertaste? ¡Voy a llegar tarde! ¡Carajo!-solté, entrando al baño, sin darle tiempo a Carter para responder. No era su culpa, ella me había despertado, pero ¡Estaba llegando tarde!
Cepille mis dientes lo mas rápido que pude, y recogí mi pelo en una coleta alta, así era como me peinaba a diario, y hoy no seria la excepción, por mas que estuviera a punto de contraer matrimonio con un desconocido, gracias a la Marcie Stevenson y su estúpida baja autoestima producto de una relación amorosa fracasada. Vieja maldita. ¿Que culpa teníamos nosotros que su marido se hubiese dado a la fuga con alguien veinte años menos que ella? ¿No podía simplemente comprar helado, alquilar películas, y llorar a hasta olvidarlo? Eso hacían las personas normales, pero ella... Ella estaba loca.
Carter seguía en su mundo literario cuando salí y comencé a revolver mi maleta aun hecha. La sorpresa y el cansancio me había vencido el día anterior, tanto, que me había quedado dormida. Saque al azar un pantalón de jean y una remera que decía "Cambridge" en la parte delantera.
-Listo, vamos-le dije a Carter, terminando de atar mis zapatillas. Me había acostumbrado ya a salir con ella de la habitación. Casi siempre me esperaba, y aunque al principio me moría de ganas de bañarla con mi café diario, misteriosamente, la comprendí y me compadecí de ella, cuando Ciara Evans y Savahtine Wells la utilizaron como blanco principal de sus bromas. Bueno, ella y Olivia Steinfield. Podres chicas.
Nunca en mi vida me había reído tanto como esa vez en la que Olivia había terminado en el bote de basura que estaba afuera de la cafetería, luego de que la castaña hubiese mirado mas de la cuenta al "chico" de Ciara.
Aun así, eran demasiado perras. Ni Carter ni Olivia les habían hecho algo a ellas para que las mantuvieran tan vigiladas.
-A decir verdad, hubiese sido perfecto haberme quedado dormida... Así no habría tenido que asistir a esta estúpida ceremonia, y quizás, con un poco de suerte, seria la única sin un marido a quien atender, ni responsabilidades "conyugales" que cumplir-dije, mientras comenzaba a caminar por los pasillos de la Universidad, ya repletos de adolescente hormonales y malhumorados por la misma causa.
¿Acaso Marcie era ciega? Ninguno quería eso. Ninguno.-Esa vieja se va a arrepentir... Hablare con Olivia para que convoque a los alumnos a una reunión, junta o como sea, para tratar el tema... Marcie no puede ignorarnos... ¿Tu que dices Carter? ¿Estas conmigo en esto?-pregunte antes de abrir las puertas del gimnasio. La vi asentir, y susurrar un tímido "Si".-Perfecto-
El gimnasio estaba aun mas lleno. Nunca lo había visto así, ni siquiera en los partidos de basketball o fútbol. Nuestra directora si que sabia poner a todo el alumnado bajo sus pies.
La mayoría estaban molestos, otros simplemente asustados, y otros, como Carter, quien aun seguía a mi lado, parecían que estaban a punto de vomitar.
Cassie Lancaster entro a la oficina donde seriamos "casados" justo cuando encontramos un lugar para sentarnos. Dios, que terminara pronto.
Con suerte me tocaría algún miembro del equipo de fútbol. Los conocía a todos, y la mayoría eran mis amigos. Quizás así no seria tan malo después de todo... Pero las cosas cambiaban si me tocaba algún nerd o descerebrado, y ahí si, necesitaría toda la ayuda divina para poder calmar mis ansias de golpearlo cuando se pasara de listo.
—Jenna Green, por favor, siga al señor Stewart —escuche como el sub-director me llamaba. Refunfuñe, dejando claro mis sentimientos, y me levante para dirigirme hacia donde se encontraba el profesor, no sin antes mirar por ultima vez a mi compañera de habitación. Parecía que estaba a punto de morir, y yo... yo simplemente quería matar a Marcie.
Toque dos veces la puerta de madera cuando estuve frente a esta. Un cálido y dulce "adelante" de parte de la directora fue el detonante de mi ira interna. Ahora si podría matarla. ¿Por que debía tomárselo con tanta calma, siendo que la universidad entera estaba a punto de saltar sobre ella y golpearla a mas no poder? Bueno, quizás esa solo seria yo...
"Calma Jenna, puedes hacerlo... ¿Que tan difícil puede ser? Mientras no te toque un nerd o descerebrado... o un nerd descerebrado, todo estará bien", recite un mantra para calmarme y luego entre a la oficina, para encontrarme con la despechada directora detrás de su escritorio, papeles en sus manos y un rubio que me daba la espalda, hasta que escucho la puerta cerrarse, y giro para encontrarse con su futura esposa. Mierda... Eso esta peor que el nerd descerebrado.
-Jenna, adelante... Siéntate junto al señor Horan para poder comenzar. Bueno ya saben de que se trata esto...-
-¡Me esta jodiendo!-solté, interrumpiéndola, aun parada frente a la puerta que acabada de cerrar. No, no, no... De ninguna manera me "casaría" con Niall Horan.
-Señorita Green, ¿Debo recordarle acaso a donde se encuentra?-pregunto Marcie frunciendo el ceño.
-No se gaste Directora, Jenna suele ser un tanto... ¿maleducada?-dijo finalmente aquel rubio, al cual había esquivado durante todo el año anterior. Maldito Horan. Aun me lo debía, aun debía cobrarle por lo que me había dicho.
-Tú cállate imbécil... No hablo contigo, ni mucho menos seré tu esposa ¡Antes muerta!-solté girando sobre mis talones dispuesta a volver junto a Carter o directamente a mi habitación. Esa vieja no iba a obligarme a casarme con ese chico por que su matrimonio no había funcionado.
-¡Señorita Green! Le exijo que se retracte y camine hasta acá para poder comenzar con la ceremonia...-dijo la directora levantando la voz. Escuche como Horan soltaba una carcajada que se hizo estremecer de la rabia. Oh, realmente deseaba hacerle tragar sus palabras y carcajadas. Lo odiaba demasiado.
-¿O si no que? Reprobaré el semestre... ¡Bien, no me interesa! ¡Usted no puede obligarme a casarme con él! ¡No con él! Prefiero estudiar día y noche antes que "casarme" con ese tipo...-hable, dejando bien en claro lo mal que me caía Niall Horan.
-Sino se sienta en esta silla dentro de los próximos cinco minutos, me veré obligada a quitarle la beca señorita Green. ¿Es a acaso eso lo que esta buscando con sus rabietas?-
-Oh no, ella solo llama la atención. Le encanta hacerlo... Sobretodo por que sabe que nunca podrá conseguir algo tan bueno como esposo-dijo Niall, antes de que pudiera responder. ¿Que carajo le había hecho yo al mundo para que me castigara de esta manera?
-¡Ve! ¡A eso me refiero! Usted no pude castigarme de esa manera-
-Estas siendo demasiado infantil Jenna-dijo Marcie mientras comenzaba a acomodar un par de papeles sobre el escritorio.-Eso sera un buen tema de conversación en sus terapias-
-Un minuto ¿Que terapias?-la interrumpió esta vez Niall. Yo, aun permanecía frente a la puerta dispuesta a irme en cualquier momento.
-Si señor Horan, terapias... Tendrán una a la semana, donde podrán discutir sus problemas, gustos, debilidades, y se podrán conocer aun mas. Ademas, tendrán un acompañante terapéutico, quien les ayudara a sobrellevar el "matrimonio". Podrán hablar ahí temas mas íntimos, como que les molesta de la pareja, y entro otras cosas, el trabajo, el dinero que necesitan reunir, y como podrán hacerlo...-
-¡Pare el carro!-solté aun de pie. Esa vieja estaba completamente fuera de sus casilla.- ¿Trabajo? ¿Dinero? ¿¡Que carajos es eso!?-
-¡Jenna Green! Le advierto que si sale una palabra mas de su boca, lo próximo que vera sera sus maletas hechas y un taxi esperándola afuera de la institución. Esto es algo serio...-dijo mientras se levantaba, elegantemente de su asiento y acomodaba su cardigan rosa pastel. Mas nauseas me daban. ¿Acaso pensaba que así podría salvarnos a todos de un fracaso matrimonial? Quise protestar en contra, pero Niall Horan se adelanto.
-Por favor señora Directora, nos haría un favor echándola-soltó. Ese chico se superaba cada vez mas. "Calma Jenna", pensé, mientras contaba hasta tres y caminaba hasta el escritorio para sentarme junto a Niall.
Llevaba puesta una remera blanca debajo de la chaqueta del equipo de fútbol. Eso era lo único que teníamos en común. Ambos amábamos el fútbol, e irónicamente, gracias a eso nos habíamos conocido. Maldito día.
-Gracias Jenna por tu amabilidad, espero que podamos terminar pronto.... Aun me queda la mitad de la Universidad... ¿Por donde íbamos? ¡Ah, si! El trabajo que deberán hacer en equipo... Como una pareja. Deberán no solo unirse para poder pasar este año juntos sin problema, sino que también, como pareja, deberán enfrentar realidades, y una de las mas importantes dentro del matrimonio es el dinero. Para eso, deberán trabajar en equipo para conseguir dinero suficiente, de lo contrario, fracasaran... Pero eso lo hablaran luego con su terapeuta... Estos serán sus compañeros de terapia-dice, deslizando sobre el escritorio dos trozos de papel blanco doblados a la mitad. Niall toma uno sin decir nada y yo, aunque me pese, lo imito.
Las letras negras resaltaban sobre el papel, y puede ver claramente sus nombres. Olivia Steinfield, Ciara Evans, Carter White, Savahtine Wells y Cassie Lancaster. Eso iba de mal en peor. La maldición seguía cayendo sobre mi sin piedad... Al menos Carter estaría ahí, y aunque no quería asumirlo, lo mas probable es que me sintiera igual que ella en ese momento. Como sapo de otro pozo. Nada bueno saldría de esas sesiones.
-¿Alguna otra pregunta?-preguntó Marcie al ver que ninguno de los dos hablaba. Mire a Niall, quien seguía analizando el papel, probablemente, intentando descifrar quienes eran sus compañeros de terapia.
-¿No hay otra cosa que se pueda hacer?-volví a insistir, pero el ceño fruncido de Marcie me dejo en claro que estaba perdida. Me hundí en mi asiento soltando un bufido. Mierda, un año entero con el machista egocéntrico y narcisista de Niall Horan.
-Su habitación sera la de Jenna, por lo que tanto Carter White como usted, señor Horan, deberán mudarse-sonreí victoriosa por que al menos era una tarea menos que debía hacer.- Sin mas que decir... Jenna Green y Niall Horan, los declaro, oficialmente, marido y mujer... Voy a necesitar que firmen esto, para aclarar que están de acuerdo y se comprometen a ser "esposos" durante todo el años-No estaba de acuerdo y mucho menos quería comprometerme con ese individuo, pero la beca, mi carrera y mi futuro, era mas valiosos que ese chico que había dicho que yo no era lo suficientemente femenina como para que un hombre se me acercara con una intención mas allá de la amistad.
Tome el lápiz entre mis dedos y firme, deseando no arrepentirme luego de no haber luchado en contra, un poco mas.
El gimnasio estaba aun mas lleno cuando salimos de la oficina improvisadora que habían armado. Sentía que el aire estaba dejando de entrar a mis pulmones y Niall pisándome los talones no ayudaba demasiado. El profesor Stewart, nos hecho prácticamente fuera del gimnasio cuando vio que no nos habíamos movido, aunque no fue hasta que sentí la mano de Horan sobre mi espalda, cuando comencé a moverme hacia la puerta.
-No voy a morderte Jenna... Ni siquiera en mis sueños mas locos-dijo soltando una carcajada. Eso respondía mis preguntas. Era el el que no dejaba pasar ninguna oportunidad para recordarmelo y hacerme sentir... ¿mal?. No, de ninguna manera. No por él. Podría hacerlo.- Aunque debo admitir que me gustaría conocer alguno de tus secretos-sus cejas se elevaron y un brillo perverso se planto en sus ojos. Podía sentir la sangre acumulándose en mis mejillas tan violentamente que me dio miedo, mientras mi puño se elevaba inconscientemente dispuesto a aterrizar sobre su no tan perfecta nariz. Pero Horan fue mas rápido y atajo el golpe.-Jenna, cariño... No quiero que nuestra relación se sadomasoquista... si quieres sentir placer, no me pegues, solo dímelo, y alquilaré un par de películas condicionadas para ti.-soltó, aun si liberar mi puño. Quería gritarle en la cara cuanto lo odiaba, pero misteriosamente las palabras habían desaparecido de mi boca. Maldito.- Iré a juntar mis cosas, y en media hora voy a tu habitación... quizás así, puedas relajarte, y entablar una conversación mas... amena. Y ¿quien dice?, contarme tus secretos sucios...-su voz sonaba tan jodidamente malvada. El sabia lo que estaba haciendo y lo odiaba. Quizás esta noche lo dejaría afuera, y la siguiente... Y la tercera.
Niall Horan era odiado por la mitad de la universidad, y la otra mitad lo creía un playboy. Aunque esta de mas decir que esa mitad era la que carecía de sentido común. Ciara y Savahtine, estaban en ella.
Lo vi alejarse por el pasillo casi vacío, deteniéndose solo para ver el trasero de una de la porristas que pasaba junto a el.
-Maldito Horan. Juro que me las pagaras-logre decir, pero ya de nada servia.
-¿Niall Horan?-pregunto el castaño parándose junto a mi.
-Si, el muy maldito es mi "esposo"-respondí.
-Uh, eso si que sera divertido de ver-
-No es divertido para mi Tomlinson...-dije mirándolo de soslayo. El había entrado antes que yo, si mal no lo recordaba.-¿Y tu esposa?-
-Huyo del altar la muy perra...-soltó Louis dirigiendo la mirada hacia todos lados. La estaba buscando.
-¿Como que huyo?-
-Huyo Jen, huyo... Salimos de ahí , y no quiso si quiera hablar conmigo-
-Eres un idiota Tomlinson, nadie quiere hablar contigo-
-Gracias Jenna, eres una gran amiga-dijo el castaño, rodeándome con sus brazos- Seguiré buscando-
-Buena suerte- Louis era el único en el equipo que aguantaba, y mi amigo desde que llegue a la Universidad, pero sentía verdadera pena por quien quiera que fuera su esposa. Louis era un ser especial en el mundo.
Olvide a Louis, y a Niall también, y decidí volver a mi habitación. Quizás Carter ya estaría ahí, y necesitaría ayuda.
La habitación se encontraba vacía cuando entre, pero unos ruidos en el baño me dieron a entender que estaba equivocada.
-¿Carter?-pregunté apoyando un oído sobre la puerta.
-Estoy bien Jenna, solo necesito un momento-respondió, seguido de otro ruido. ¿Estaba vomitando?
-Demonios, Carter, te dije que no quería mas vómitos en nuestra habitación...-
-No estoy vomitando-Si, si lo estaba. La puerta se abrió minutos después dejando ver a una Carter completamente pálida y desfigurada. Resistí el deseo de reírme, por que no era para nada gracioso.
-¿Tan malo fue?-pregunte, imaginando cual era el motivo de su estado.
-Vomite sobre sus zapatos-respondió la castaña tirando su cepillo de dientes dentro de su maleta. Solo le faltaba meter los libros y se iría, aunque por primera vez en mucho tiempo, no quería que se fuera... Necesitaba que se quedara un rato mas. Quizás todo el año.
-Oh, eso es malo-dije mirando como terminaba de guardar sus cosas. "No te vayas Carter, no ahora", pensé, aunque no iba a ser capaz de decirlo en voz alta.
Un golpe en la puerta llamo la atención de ambas, pero fue mi compañera la que abrió. Su rubia cabellera apareció detrás de la puerta, y solo sostenía una maleta en su mano y un cigarro en la otra. me había olvidado de ese pequeño, gran detalle. No iba a permitir que fumara acá dentro.
-Así que esta es la guarida de Jenna, eh-soltó dando un paso adelante para entrar. Oí como Carter contenía la respiración, y automáticamente, me interpuse en su camino- Vamos Jenna, déjame entrar... Prometo callarme-dijo levantando sus manos en señal de paz. Paz, ese chico no sabia lo que era paz.
-El cigarrillo Horan, no entraras con el aquí adentro...-solté, sacándoselo para luego tirarlo por la ventana.
-Oye, eso es injusto. Yo prometí que me callaría y tu tiras mi cigarrillo-dijo, entrando a la habitación. Mi compañera se encontraba de pie mirando el espectáculo que estábamos dando, seguramente.
-Yo... me voy-dijo Carter, arrastrando su maleta.
-Suerte-dije antes de que cerrara la puerta y me dejara sola, con Horan.
-¿Como la aguantas?-pregunto, tirándose a la cama que había dejado ella.
-Te estoy aguantando a ti, eso dice mucho de mi capacidades...-respondí lo mas fría posible. Pensé que se iba a callar.
-¿Y que otras capacidades tienes Jenna Green?-
-Dijiste que te callarías-nuevamente, levanto sus cejas. Parecía que disfrutaba de hacer eso.
-Esta bien, si eso quieres cariño-
-No me llames cariño-
-¿No es así como se trata un pareja recién casada?-
-Niall por favor, no estamos casados. Esto es solo un estúpido capricho de Marcie-solté, caminando hacia mi maleta. Necesitaba una ducha de agua caliente para despejar mis ideas. No quería matarlo a mitad de camino.
-¿Lo es?-
-Si lo es... Busca algo con que entretener tu pervertida mente Horan. No quiero mas de ti en este día. Ya tuve suficientes... Me iré a bañar, y luego a dormir. Quizás, todo esto sea un jodido sueño y cuando me despierte todo este mejor-dije mientra me metía al baño.
Ese iba a ser verdaderamente mi refugio durante varios meses. Nunca creí que podría amar una baño, y era la idea mas idiota que había tenido desde... siempre. Pero seria mi salvador. Podría encerrarme en el cuando estuviese enojada, o cuando no lo quisiera ver. Todo seria mejor en el bendito baño.
-No encuentro nada mejor que hacer que esperarte Jenna-escuche que decía detrás de la puerta. Quizás si traía una radio, podría prenderla y evitar escucharlo también.-Me muero de ganas de saber si duermes en ropa interior, con una remera o con un camisón de vieja...-Señor, paciencia, por favor.- Aunque conociéndote, lo mas probable es que uses boxer y una camiseta vieja y arrugada.-Mire el par de prendas que se encontraban sobre el lavado para que no se mojaran, y mi sangre hirvió debajo de mi piel. ¿Por que mierda me estaba dejando humillar de esa manera? Sin dejarlo soltar otra burrada mas, abrí la puerta y saque mi mano derecha levantando el dedo medio, para después volver a cerrarla.
No, no me humillaría mas. Si quería superar eso, le daría su merecido al maldito de Niall Horan.
- Spoiler:
- Capitulo 9Jenna Green
-Maldito Horan… Voy a matarlo, juro por mi vida que mataré a ese chico antes que termine el semestre-La cafetería estaba casi llena, pero no me interesaba en lo absoluto que la mitad de los alumnos, en su mayoría los chismosos de siempre, giraran a verme en ese estado. Iba a matarlo. Claro que lo haría.
Mi vida se había convertido en un infierno desde que Marcie nos obligo a convivir juntos y fingir ser una pareja feliz. Al principio pensé que podría sobrellevar la situación, aunque debo decir que no soy la persona más paciente del mundo, creí, o espere, que llegaríamos a un acuerdo rápidamente y podríamos vivir juntos en la misma habitación sin tener ningún tipo de roces o comentarios el uno hacia el otro. Pero todo eso se fue a la basura cuando el señor colgó mi ropa interior en la ventana, a la vista de todo el mundo, sin mencionar el cartel que pego en el vidrio. “Exhibición cultural: la evolución. El antes y el ahora de los calzones femeninos”. Sí, junto a mi “calzones”, colgó algún otro de alguna que se presto para la broma y algo más.
Lo odiaba antes, lo odie en ese momento, y ahora quiero matarlo.
Me había tirado al barro mientras discutíamos sobre el trabajo que debíamos realizar y ahora tenía la espalda completamente cubierta de barro seco que se pegaba a mi piel, a mi ropa y a mi pelo. La psicóloga nos lo había propuesto días antes en nuestra primera sección, que para no variar, fue un completo desastre.
-¿Usted sabe lo que es convivir con una persona que tiene la delicadeza de despertarme con un vaso de agua cada mañana?-dije sin aparar la mirada de aquella mujer. Era sofisticada, joven, glamorosa… Todo lo que un chico como Niall Horan quiere.
-Entiendo lo que eso significa, Jenna… Pero son las reglas del juego. Tendrás que encontrar la manera de hacer un balance. No sé, podrías comenzar levantándote temprano-
-¡¿Más temprano?! ¡Me levanta a la cinco de la mañana!-grite esta vez. Niall soltó una carcajada a mi lado retorciéndose en si silla para contenerse.
-¿Qué es lo que te da tanta gracia Niall?-le pregunto esta vez al rubio oxigenado.
-Me da gracia que siga empeñándose en arreglar esto. No voy a hacer las paces con ella, no se moleste. Jenna es mi pequeño conejo de la india con quien estoy experimentando nuevas bromas….-
-Conejo las…-
-¡Jenna!-me interrumpió la psicóloga- Esa no es la forma en la que actúa una señorita…-
-Ahí está el problema, Jenna no es una “señorita”-replico el rubio riéndose aun mas. Podría haberle bajado todos los dientes en ese preciso momento si su comentario no me hubiese afectado de tal manera. Por primera vez me quedaba sin palabras.
-Eres un estúpido-articulé, con el poco aliento que me quedaba. No debía reaccionar así, no frente a él.
-Lo sé-
Posiblemente, eso era lo que más odiaba de su persona: la capacidad que tenía para destruir mi coraza, meterse debajo de mi piel y herirme. Solo él podía hacerlo, y no tenía ni la menor idea porque me producía eso.
Compre mi almuerzo, bajo la mirada curiosa de todos los alumnos en la fila e incluso de la señora que atendía detrás de la barra, antes de comenzar a caminar hasta una de las mesas, donde Carter ya se había ubicado. Al parecer, no era la única que estaba sucia. La diferencia era que yo tenía el trasero marrón y ella un hermoso sombrero hecho exclusivamente de yogurt. Creía saber quién era el diseñador.
-¿Y a ti que te paso?-le pregunte, sentándome frente a ella. La castaña estaba muy ocupada limpiándose el engrudo que se le había formado en el cabello, por lo que contesto minutos después.
-Ciara-mire hacia la mesa donde estaban todos los niños de papá con sus perfectos peinados, sus perfectas sonrisas, su perfecta vida social, y su perfecta mente podrida dispuesta a arruinar la vida de cualquier ser humano que se interpusiera en su camino.-No entiendo qué problema tiene conmigo…-
-Hoy se pusieron de acuerdo, por lo visto- La rubia se había pegado como chicle a Niall en cuanto este se sentó junto a ella. A decir verdad, no sabía exactamente si lo hacía de lo insoportable que era, o era una excusa para dar celosos a Styles, y ya que esta, a Payne también. Carter me había contado brevemente el problema que habían tenido el primer día, pero había sido Liam el encargado de darme todo los detalles y algún que otro insulto hacia la rubia.
-¿Decidiste bañarte con barro, o qué?-pregunto Malik sentándose junto a Carter que parecía haberse sumergido en su propio mundo. No la juzgaba, yo también quería un mundo propio para huir cada vez que quisiera.
-Que dices, Malik … Horan me empujo al barro mientras caminábamos hacia acá y discutíamos la probabilidad de tener un trabajo exitoso y una buena nota al final del semestre-dije, sonriendo falsamente, arreglándole alegría en exceso a mi tono de voz. No había pasado eso exactamente.
Esa había sido su venganza por haberle metido la mano dentro de una taza con agua mientras dormía. Reí recordando como se había despertado de un salto, para salir corriendo al baño.
-Tendrías que haber ido a cambiarte en ese momento, puedes enfermarte-sugirió el moreno restándole importancia.
-¡Qué gran idea Malik! ¡Eres un genio! ¿Lo sabías? La verdad es que no se me había ocurrido algo tan sorprendente- solté con entusiasmo. La mirada de Zayn claramente me preguntaba si estaba bien o estaba practicando para a interpretar a la tonta del año- Claro que lo pensé Malik… No soy estúpida… Pero el muy… hijo de su madre me quito las llaves de la habitación antes de salir corriendo por el campus y perderse entre los edificios… No tuve otra opción-le explique mientras jugaba con el puré de papas que tenía en el plato. Locamente imaginaba que esa era la cabeza de Horan y… ¡Pum!, mi puño estrellaba contra su perfecta cara.
Abrí los ojos cuando sentí algo pegajoso entre mis dedos. Definitivamente había estrellado mi puño… Aunque no contra la cara de mi “esposo”, sino contra el puré.
-Lo odio-solté a modo de explicación. Sospechaba que Zayn saldría corriendo a buscar a la enfermera en cualquier momento, pero no podía reprimir mis sentimientos. Nialler estaba sacando lo peor de mí.
-Me di cuenta-respondió el moreno terminando su hamburguesa. Carter seguida dentro de su mente, o quién sabe dónde.
-Mejor voy a exigirle que me devuelva la llave-en realidad, no comería el puré ni nada más de lo que quedaba en mi plato. Ya lo había asociado con él y eso me daba nauseas.
Me levante para dirigirme a su mesa cuando me percate de que él no estaba. Solo las descerebradas y Styles. Cero Horan. ¿Dónde rayos se había metido ahora?
Camine hacia la salida encontrándome a Louis en la puerta. El castaño discutía con quien parecía ser su esposa. ¿Así seria la relación de todas las parejas en el campus? ¿Acaso había alguna que se llevase medianamente bien? Marcie estaba cometiendo un grave error entonces.
Entendía el hecho de que quisiera darnos una elección de vida a todos, sobre como convivir con tu pareja o como tomar decisiones dentro del matrimonio, pero al menos, hubiese tenido la amabilidad de dejarnos elegir. No todos los estudiantes se casarían, y solo el cincuenta por ciento de los que si lo harían tendrían problemas matrimoniales que los llevarían al divorcio. Pero no importaba, porque ahí, la culpa seria plenamente de ellos dos, porque ellos fueron los que tomaron la decisión.
Mire a Louis una vez mas mientras mandaba a volar a su esposa. Podre chica, tenia lastima por ella. Louis podía llegar a ser demasiado infantil y fastidioso cada vez que se lo proponía.
-Jenna-saludo en cuanto me vio. Sonreí intentando darle ánimos, pero a quien iba a engañar, seguro que ella tenía razón. Tomlinson era otro bastardo más.
-Tomlinson-
-¿Problemas?-pregunto, mientras sacada de su bolsillo un cigarrillo y lo encendía para luego ponerlo en sus labios. Sabía perfectamente que no debía hacer eso. Si el entrenador lo veía en esa situación, lo echaría del equipo. Odiaba que fumaran, y aun más que se drogaran.
Se le saque de la boca antes que pudiera dar la primera calada y luego lo tire al suelo para apagarlo con mis zapatillas. Me miro feo, y con ganas de matarme, pero era su amiga y no iba a dejar que se arruinara la vida de esa manera.
-No te importan, cierra el pico por qué no eres el mejor para hablar sobre eso- El castaño abrió la boca para protestar, pero volvió a adelantarme.- ¿Viste a Horan salir?-le pregunte.
-Sí, fue hacia las habitaciones, pero no creo que sea una buena idea molestarlo, Jenna- soltó fríamente, a la vez que buscaba de nuevo en sus bolsillos por otro cigarro. La suerte estaba de mi lado, porque se le habían acabado.
-¿Por qué no?-pregunte, sonriendo aun mas ante su desgracia.
-Ya sabes… cosas de chicos-
-¿Cosas de chicos?-quizás era demasiado tonta por no entender eso, pero Louis estaba actuando aun peor al no contarme la verdad directamente como si de esa forma fuera a traicionar menos a su amigo.- No entiendo Louis, deja de dar vueltas-
-Se fue con una chica. Dijo que iba a “estudiar”, pero es mentira-
-¿Y qué otra cosa harían que no fuese…?- Entonces, me di cuenta de lo que estaba hablando. Sentí como mi sangre bombeaba en mis venas a una velocidad extrema. Ahora si podría matarlo, ir a la cárcel por homicidio agradado por el vinculo y obtener solo cuatro años tras haber actuado bajo mucha presión y estrés. Debía encargarme de encontrar un buen abogado y listo.
Di un paso al frente dispuesta a salir corriendo hacia mi habitación y encontrarlo in fraganti, pero la mano de Louis me lo impidió.
-No creo que sea lo mejor Jenna-
-¡¿Cómo que no!? ¡¿Cómo que no?! Ambos fírmanos un contrato prometiendo ser fiel. Estoy quedando como una estúpida si no hago algo, y solo le estaría dando via libre para que me sea infiel cada vez que quiera… Ahora dime, ¡¿Cómo que no es una buena idea!?-grite, sintiendo como se me iba la voz con cada palabra. Estaba a punto de entrar en una crisis nerviosa, y no tenía mis pastillas conmigo.
-Entonces déjame ir contigo…-***
Louis camino junto a mí todo el tiempo manteniendo su mano en mi hombro, fingiendo estar dándome apoyo, pero yo sabía que era si extraña forma de impedir que saliera corriendo a matar al rubio oxigenado.
Lo apreciaba mucho, pero realmente debía dejarme ser. De lo contrario, iba a dirigir mi ira hacia él y no lo deseaba, ya que él era mi amigo. Uno muy querido y extraño.
Si no fuera por lo gritos proveniente de una habitación en particular, la misma que compartía con Carter y lamentablemente con él, habría pensado que todos habían vuelto a clases.
Acelere el paso hasta llegar frente a la puerta. Algo pesado cayó en mi estomago impidiendo que respirara correctamente. Realmente estaba ahí adentro con una chica haciendo algo completamente distinto a estudiar.
-Horan, abre la puerta ahora mismo-grite, pero mi voz se fue apagando poco a poco hasta quedarme muda. Quería gritarme mil cosas, todas diferentes y para nada gratas, pero no podía. ¿Por qué no podía? Me sentía extraña, tenía ganas de llorar, me dolía el pecho, y no podía respirar. ¿Qué me pasaba?
-Niall, abre la puerta ahora mismo-soltó Louis al ver que yo no podía. Comencé a golpear la puerta frenéticamente al ver que era lo único que podía hacer-Si no lo haces, irnos con Marcie y le contaremos todo…- parecía que algo le daba gracias, pero nuevamente, no iba a dirigir me rabia hacia el.
-Maldición, ya abro-grito Horan detrás de la puerta. Me detuve en seco cuando escuche que la puerta de destrababa, y se abría dejando salir una rubia, despeinada, con el maquillaje corrido y seguramente de primer año. ¡Primer año! No cabía duda de que esa sería la próxima Ciara Evans. Volví mi mirada hacia el rubio y descubrí que no estaba para nada enojada, sino todo lo contrario. Una sonrisa de oreja a oreja surcaba su cara.
-¿Te divertiste?-pregunte, agregando un tono histérico a mi voz, uno que jure nunca utilizar. Había visto a muchas chicas discutir con sus novios en el campus y solo había una palabra para describirlo: patético. No estaba siendo del todo yo, sino el demonio psicópata que se encargaba de poseer a Savahtine y de vez en cuando a Ciara.
-Claro que me divertí. Aunque hubiese estado mucho mejor sino interrumpían…. Ya saben-guiño un ojos, pero no iba dirigido hacia mí, sino hacia Louis. Parecían estar en medio de una muy mala broma y yo era la protagonista.
-Es mi cuarto, Horan- volví a gritar. Mañana me arrepentiría, ya que probablemente no tendría voz para hablar como una persona civilizada que claramente no era.
-Ya lo sé… Podrías haberte unido a la diversión Jenna-
-¿Estás loco? … Si, es eso. ¡Estas malditamente loco!-
-Ya cálmate-No pude contestar, pero en cambio me adelante antes de levantar mi rodilla derecha y dirigirla hacia su entrepierna. El brillo en sus ojos y el dolor en su cara me llenaron de satisfacción. Estaba un poco mejor.
Sin más, entre a la habitación, empujándolo, y me metí al baño decidida a tomar un buen baño renovador para limpiar todo el barro y toda la mierda de Niall Horan que llevaba encima.
Ese chico me estaba volviendo loca, y aun no llegábamos al mes. Pero lo peor era el hecho de estar sintiendo cosas por ese chico. Cosas locas, horribles… Algo que entra dimensión, diferente a la mía, podrían llamarse celos.***
Cruce lo brazos mientras movía mi pierna excesivamente de arriba abajo para demostrarle mi discuto y lo mucho que me fastidiaba perder una hora semanal en algo tan poco productivo como lo era esta terapia grupal.
Había salido corriendo de mi última clase para llegar a tiempo y aun no podíamos empezar porque faltaban alumnas.
Podía entender la situación de Cassie, había llegado tarde porque debía cerrar la biblioteca, pero definitivamente, no iba a entender a Ciara y Savahtine. Ellas eran el principal punto por lo que esto no iba a funcionar.
Seguramente, Cassie y Carter no hablarían en toda la sección, Olivia replicaría cada vez que algo no le gustara, y yo… Yo las mandaría a callar a todas sí se ponían pesadas. Pero Ciara y Savahtine, no solo buscarían problemas, sino que, serian el problema.
Empezarían a hablar cosas sin sentido, buscando peleas, riéndose de la situación de una u otra, como si las de ellas fueran mucho mejor.
Estaba más que claro que no íbamos a poder “ayudarnos”, como Stella, y Marcie pretendían que hiciéramos. Eso sería como un campo de guerra, todas tirando a matar, defendiéndose de los golpes a de las otras e intentando sobrevivir para la siguiente sección. Podría llegar a ser divertido, solo que hoy no estaba de humor y quería que los siguientes cuarenta y cinco minutos pasaran lo más rápido posible.
La puerta volvió abrirse dejando entrar a las dos chicas que faltaban, quince minutos después de lo establecido. Ninguna de las dos hizo el intento de inventar una escusa, simplemente se sentaron en las dos últimas sillas frente al escritorio de la Sra. Harrison mirándola de forma desafiante… como solo ellas sabían hacerlo.
-Bueno, chicas, ahora que estamos todas podemos empezar- Stella sonreía demasiado, y parecía ser adicta al café y al lápiz labial rojo. Además de eso, estaba vestida con ropa elegante, como si fuera a tomar el té con la Reina de Inglaterra.- ¿Quién quiere empezar?- mire a cada una de las chicas, y ninguna de ellas parecía estar emocionada con eso. ¿A caso nadie se daba cuenta que todo ese teatro apestaba?- Vamos chicas… Puede llegar a ser divertido. ¿Por qué no empezamos comentando las cosas que vivieron esta semana? Podrán ayudarse entre todas y apoyarse….-
-¿Por qué no deja de fingir que le importamos? A usted le están pagando por esto… Dígame cuanto, y le pago el doble para que nos deje ir-soltó Savahtine, tomando por sorpresa a Stella. La mujer enfoco su mirada en la morena, intentando entender lo que acabada de decir. No puedo creer que este por decir esto, pero si Savahtine nos salvaba de esa tortura, le daría las gracias definitivamente.
-¿Perdón?-pregunto Stella volviendo a cargar su tasa con café.
-¿Cuánto le paga Marcie?-volvió a preguntar la morena. Ninguna de las que estábamos ahí podíamos dar crédito de sus palabras, pero vaya que estaba emocionada por saber si la psicóloga aceptaría el trato o no.
-Eso no es de tu incumbencia y no es un tema a discutir en esta sección. ¿Podríamos continuar con lo que realmente interesa?-
-Por favor, Stella… Todo el mundo tiene un precio-soltó esta vez Ciara. Parpadee un par de vez mientras una gran sonrisa se formaba en mi rostro. Asi que esa era la forma en la que las dos chantajeaban a la gente…
-Les pido a amabas que corten el tema ahí. Yo no pienso venderme. Eso sería poco profesional, y Marcie cuanta conmigo. ¿Podría alguna comenzar a contar su semana, o se lo pregunto yo?- La Sra. Harrison nos miro a todas. Estaba roja como un tomate, casi del mismo color que su labial. Sonreí aun más. Esa mujer no me agradaba y por lo visto, el sentimiento era mutuo.
-Sra. Harrison, porque no lo piensa mejor… Ninguna de nosotras está dispuesta a colaborar con usted, ¿Cree a caso que podremos llegar a ayudarnos entre nosotras?-Savahtine parecía estar dispuesta a hacerla cambiar de opinión. Si tuviese plata, un auto convertible, y ropa de diseñador, podría ayudarla. Pero no tenía nada de eso.
-Ya que estas tan entusiasmada, ¿Por qué no nos cuentas como es tu relación con Zayn Malik?-pregunto Stella. Debía agregar que admira su capacidad para mantenerse calmada, yo ya habría explotado desde de todo eso.
-Esto no es un cuento de hadas, Sra. Harrison. Es un asco, un completo desastre-respondió la morena. Todo eso sería algo divertido, claro. Pero le agradecería al tiempo si se moviera más rápido.
-Voy a cortarme la lengua después de decir esto… Pero no queremos hablar de lo que nos pasa con nuestro “esposos”. Está claro que Marcie estaba borracha cuando eligió las parejas-dijo Ciara. Solté una carcajada de inmediato, pero tuve que taparme la boca cuando Stella me fulmino con la mirada. Si, esa mujer me odiaba.
-¿Ya superaste el tema de la infidelidad?-le pregunto a Ciara.
-No estamos casados realmente, no son cosas que deba explicarle a Liam. Sobre todo cuando fue él, y Carty los que me traicionaron-
-Es Carter-hablo la castaña que estaba sentada a mi derecha, aunque de inmediato la vi arrepentirse.
-¿Qué dijistes?-Justo eso era lo que no tenía ganas de presenciar.
-Que es Carter, no Carty-
-Ya sé lo que dije, engendro. No me corrijas, no tienes derecho…-
-¡Ciara!- la interrumpió Stella. Podía fingir estar descompuesta y largarme de ahí cuando quisiera. No iba a soportar eso.
-Esto es estúpido-soltó Savahtine. Puse mis ojos en blanco, antes de mirar el reloj y darme cuenta que la diversión había acabado, y solo habían pasado quince minutos. Quedaba aun media hora… Una larga media hora.***
Un par de minutos y tres peleas después, logre salir de la oficina de la Sra. Harrison prometiéndome a mi misma jamás volver a ese lugar. Era una completa locura si Marcie pesaba que podíamos ayudarnos a superar todo eso entre nosotras después de esa última sección.
El dolor de cabeza incrementaba con cada paso y para ser sincera, no sabía si era por el montón de griteríos que habían entrado a mi sistema durante la terapia o el hecho de que me estaba acercando a mi habitación y debía volver a ver a Horan y su coqueta cara de “yo no hice nada”.
Podía soportar muchas cosas, había vivido con mis primos y mi hermano la mayor parte de mi vida. Horan no representaba un problema en ese aspecto. Mi límite era definitivamente ese.
Había dormido en esa habitación junto a Carter durante todo el año que paso y posiblemente, seguiríamos ahí mismo hasta que nos graduáramos. Pero ahora él le había dejado una especie de marca que lo hombres consideraban algo genial, mas para mi era una completa falta de respeto, asqueroso, repugnante…
Mi mente batallaba entre decirle a Marcie y acabar con el problema, o guardar el secreto, evitando disminuir las probabilidades de tener una buena nota a fin del semestre.
Decidí ignorarlo orgullosamente antes de entrar al cuarto.
El rubio oxigenado se encontraba estudiando sobre su cama, la misma en la que se había acostado con la rubia de primer año, intentando retener la mayor parte de información que extraía de sus libros. No se inmuto cuando entre, mejor para mí.
Seguí mi camino hacia el baño para ponerme mi pijama y así, al fin, poder enterrarme en mi cama para obtener mis benditas ocho horas de sueño.
Una vez lista, ate mi pelo en una coleta y distendí mi cama, aun sin mirarlo o dirigirle la palabra.
-No le dijiste a Marcie-fue más una afirmación que una pregunta. Me molesto que estuviese tan seguro, por lo que considere mentir para no perder la poca dignidad que me quedaba-¿Por qué?-se adelanto, antes de que pudiera abrir la boca y protestar en contra. Había decidido ignorarlo, eso era mucho mejor que mentir. Me metí a la cama y tape mi cabeza intentando que sintiera la indirecta y se diera por vencido. Pero no lo hizo-Jenna, ¿Por qué?-insistió una vez más. Abrí mis ojos, ya resignaba. Ese chico no se rendiría fácilmente, debí suponerlo, ya que era tan testarudo y fastidioso al mismo tiempo, que no le bastaba haberme hecho pasar un momento de humillación pública sino que ahora también estaba empeñado en impedir que durmiera tranquila a cambio de un par de respuestas de mi parte que prefería mantener en secreto. Seria aun más vergonzoso admitir la verdad frente a él.
Su mirada azul se cruzo con la mía produciéndome infinitas sensaciones, entre ellas las ganas de golpearlo hasta que implorara para que lo dejara a cambio de la paz total durante los próximos meses.
-Jenn… ¿Por qué?- un apodo. Eso estaba mal, muy mal- Por favor…-
-¿Quieres saber por qué no le dije a Marcie?-solté finalmente, poniéndome de pie para enfrentarlo. Estaba claro que no podría dormir. Al ver que no iba a responder, proseguí- Porque a diferencia de ti, yo no tengo a nadie que pueda pagar una cuota mensual que me permita terminar mi carrera pase lo que pase. Soy una becada, Niall… Una becada. Y por lo tanto, necesito que mis notas superen las anteriores cada semestre. Decírselo a Marcie, tiraría a la basura mí esperanza de tener un aprobado. Así que si no quieres que me vea en esa situación, te pido por favor que colabores conmigo. No te metas en mi vida, y juro que no me meteré en la tuya- Niall pareció analizarlo durante unos minutos, mientras yo reponía aire de mi agitada carrera con las palabras, antes de responder.
-Está bien-dejo de mirarme, dejándome aliviada. Me sentía desnuda ante él, y eso era malo, muy malo. Inclusa mucho peor que el apodo.
-Ignorarnos es lo mejor, Horan. Ambos sabemos que no podemos mantener una buena relación… Nunca nos llevaremos bien…-
-Si es lo que quieres-me interrumpió, cerrando sus libros para luego ponerse de pie. Estaba tan serio que parecía un completo extraño.
-Es lo mejor…-
-Está bien…-Me volvió a interrumpir- Solo, no te arrepientas luego- Antes de poder decir cualquier otra cosa, sabio de la habitación dejándome sola con mil preguntas en mi cabeza.
¿Qué se pensaba? ¿Me estaba amenazando? ¿Acaso pensaba que yo, Jenna Green, iba a caer como cualquiera de las otras estudiantes a sus pies, los besaría y le imploraría que se acostara conmigo? Era él quien estaba equivocado entonces, porque yo seguirá ignorándolo hasta el final del semestre, y el otro también… Hasta que todo ese teatro se acabara y pudiéramos volver a ser personas normales, estudiante en una Universidad normal, con relaciones amorosas normales y que nosotros mismos pudiéramos elegir.
Última edición por Priscilla.- el Vie 31 Ene 2014, 5:23 pm, editado 1 vez
Invitado
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Re: The demonic pact | ¡RESULTADOS!
Andy es todo un semental Es, y sera, stalkeado por todas
Andy, eres el primer hombre que veo en una ene cé <3
Andy, eres el primer hombre que veo en una ene cé <3
Bloom.
Re: The demonic pact | ¡RESULTADOS!
¿A quien engaño? Yo también voy a acosarlo...Pero de otra manera, porque sino me sentiría toda una pervertida.
Invitado
Invitado
Re: The demonic pact | ¡RESULTADOS!
hola prisc ahora que lo pienso hemos hablado muy pocas veces :c
tobias.
Re: The demonic pact | ¡RESULTADOS!
GRACE PHIPPS ES MÍA ahqué. No es cierto Prisc, te la presto (?) xddd. Yo amo Grayn, idk, queda hermosa con el Neill igual, ahorita leo tu ficha fichosa.
wanweird
Re: The demonic pact | ¡RESULTADOS!
Estamos acosándolo y hablando de él muy directamente, somos unas descaradas xd.
wanweird
Re: The demonic pact | ¡RESULTADOS!
mientras no tenga que ver con coreanos o chinos lo dejare en paz
kai.
Re: The demonic pact | ¡RESULTADOS!
Andrés nos dijo descaradas Es cierto, so, da igual but, yo no he dicho nada malo :fiu: creo.
Bloom.
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