Seducción ~El Día o La Noche~ (Joe&Tu)

esperando capis, por cierto ya leí tu nove ”delicioso” con kevin, y me encanto la ame me hubiera gustado comentar cuando la ibas subiendo pero llegue tarde, a veces kevin me sacaba de quisio y me ponia a gritarle a mi pobre perro tu crees y mi familia se me quedaba viendo como diciendo esta loca que?.... Bien cambiando de tema espero capi *-*

wiii pag 50 felicidades jajaja siguela pronto

holaa...
nueva lectora.... La nove es lo maximo porfa siguela

ya poss sube nove!! :(

ok es hora de subir la noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

porfaa sube un capis

esperando maraton ok no soy tan pediche pero por lo menos un capi pliiss

Subeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

yeii yo espero no te preocupes pero sube pliiisss demientras hago mi tarea esperando*-*

Meel, creo que es aqui donde quedaste! (?) :DD

-19- Season II

-Lo conozco -cortó- dile de mi parte que si sabe lo que le conviene se aleje de mí y de lo que es mío.

Dicho esto dejó a una confundida Kate y a un complacido Ian, todavía no entendía ingles pero sabía que en esos momentos Joe lo odiaba tanto como él lo odiaba a él.

El pelinegro estaba entrando a la Universidad hecho una furia, ahora ese desgraciado estudiaría en el mismo sitio que él y _______ pero como intentase algo con ella se encontraría con que él, Joe Jonas, le iba a joder la vida de principio a fin.

De un momento a otro delante de él aparecieron Vanessa y Zac, el rubio al ver a Joe acercándose a ellos de semejante humor ya pensaba que tendría los días contados.

-Joe, venga que la broma no fue para tanto -dijo.

Joe lo fulminó.

-Cállate la boca si quieres seguir viviendo Zac y mejor prepárate para lo que te hará ________ cuando te vea.

-_______ y tú... -murmuró el rubio.

Iba a continuar pero Joe ya se había ido.

-¿Qué demonios le pasará a este ahora?-se preguntó.

* * *

Levantó levemente el puño hacia la puerta de la entrada, pero ahí lo dejó, flotando en el aire, temblando de nervios e indecisión sin saber muy bien que la había movido a ir hacia aquella casa.

Las palabras de Denisse aún resonaban fuertemente en el interior de su cabeza, ¿cómo el señor Jonas había sido capaz de tal aberración? ya no solo era el hecho de menospreciar de esa manera a una persona tan bondadosa como Denisse sino por mentirles tan vilmente a sus hijos.

¿Qué pretendía haciendo aquello? ¿Castigar a aquella mujer que le había negado su amor a cambio del de otra persona, más joven y más pobre económicamente?

Odiaba a esa gente, en concreto a esos hombres que trataban a las mujeres como adornos que solo servían para satisfacer sus necesidades y luego las trataban como a cualquier trapo viejo.

Al principio, en cuanto Denisse abandonó el piso, había estado llena de furia y rabia y lo único que fue capaz de hacer fue salir corriendo hacia la casa de los Jonas, a recriminarle su comportamiento a ese mal nacido.

Pero ahora que se encontraba en frente de la casa su determinación se esfumó en un soplido y ahora estaba allí parada como una auténtica tonta.

Para su sorpresa la puerta se abrió y por ella apareció Mary, la sirvienta la cual llevaba un uniforme diferente al anterior, un vestido de manga corta y de color blanco con un delantal color beige. La mujer se la quedó mirando sorprendida, mientras dejaba el cubo de basura que llevaba en las manos apoyado en un de las jambas de la puerta.

-¿Señorita _______?-preguntó en un claro tono de desconcierto- ¿ha sucedido algo?

_________ le sonrió.

-No, no es nada, solo venía a hablar con el señor Jonas.

Mary se sorprendió aún más.

-¿Con el señor? Pero señorita usted...bueno ya sabe que él desde lo que paso...

-No vengo a hablar de lo que ha pasado conmigo y Joe, es otro tema diferente.

Mary iba a decir algo pero se vio interrumpida.

-¿Con quién hablas Mary? -Kevin apareció por la puerta, vestido con un elegante traje negro a juego con el maletín y las gafas de sol.

El pelinegro primero se quedó asombrado de ver allí a _______ y luego sonrió de medio lado.

-Vaya, ¿vienes de visita?

_________ le regresó la sonrisa.

-Bueno...no precisamente pero me alegro de verte -contestó- solo quería hablar con tu padre.

Kevin alzó las cejas.

-Hablar con mi padre -repitió- después de lo que pasó, estás loca.

-Es probable pero es urgente que contraste una serie de cuestiones con él.

-¿Y qué cuestiones si se puede saber?

_________ no supo si contestar o no, por lo que sabía Kevin tampoco tenía en buena estima a su madre, y aunque su padre no fuese el colmo de su adoración no creía que fuese a creer nada de lo que Denisse le había dicho.

-Es un tema bastante delicado -contestó.

-Ya -asintió él- pues déjame decirte que hoy no es su mejor día para atender ''asuntos delicados'' y mucho menos a alguien que detesta tanto como lo eres tú.

Bien, eso la animaba muchísimo más.

-Estás a tiempo de irte -continuó él- yo me quedaría y te haría de guardaespaldas pero tengo una reunión muy importante que atender y no puedo retrasarme.

-Tranquilo, no me da miedo -aunque la verdad estaba aterrada.

El pelinegro se encogió de hombros.

-Mary, acompáñala al despacho de mi padre -ordenó- esperó que nos veamos pronto ________, y ten cuidado con mi padre.

Ella se despidió con un ademán mientras Mary la guiaba por esa casa que llevaba tanto tiempo sin visitar. Todo seguía igual, pero ahora en su interior se había alojado una sensación de vacío que casi hacía parecerla una casa fantasmal.

Siguió en completo silencio a Mary hacia uno de los pasillos.

-Yo debo ir de inmediato a tirar la basura y recoger las camisas del señor de la tintorería, si me ve aún aquí se enfadará -dijo la sirvienta- el despacho se encuentra en este pasillo lo diferenciará por la puerta grande de madera, tenga cuidado señorita, el señor Paul no suele ser muy amigable.

-Lo sé, muchas gracias.

Mary se marchó y ella se quedó sola en mitad del pasillo, ahora sí que podía decir que estaba totalmente sola con aquel sujeto, ¿y si le hacía algo? desde luego que lo creía totalmente capaz.

-No seas cobarde -se reprendió.

Armándose de valor recorrió cuatro escasos pasos hasta que divisó la puerta de madera mencionada por Mary. Se quedó allí parada, de nuevo con la mano en alto y sin saber exactamente qué hacer, Dios santo, aquello era tan difícil.

Pero algo más llamó su atención, desde dentro llegaban una especie de dos sonidos amortiguados, como si algún tipo de superficie fuese doblada o presionada por algo, no quiso darle importancia al asunto pero la cosa empeoró cuando escuchó los gemidos de una mujer.

Se quedó congelada, aquello no podía ser cierto, si su oído no le fallaba, ahí dentro había dos personas haciendo el amor.

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