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Nothing is as before | Novela Colectiva.
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
Vic, el prólogo te quedo estupendo, omg jaksjskd Las chicas son tan increíblemente poco suertudas, i can't believe que esos inútiles les dio por aparecer de nuevo :o son psicópatas, ah jkagdjs Escribes hermoso, bb <3 i love u.
Invitado
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
Vic! Me encanto el prologo c: Me quedo con muchas ganas de leer mas y ansío pronto que subas
Jaeger.
----
Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
y bueno que puedo decir... pos señoras saluden a mi esposa la vic... y no; no romperemos el matrimonio..dejemos que dure
y respecto al prologo..o dios mio.. :ala:todo esta dicho alli esta y me gusto y quiero primer cap, y seguirlo esta predestinado algun dia iremos a Italia y nos encontraremos y todo ello..
y respecto al prologo..o dios mio.. :ala:todo esta dicho alli esta y me gusto y quiero primer cap, y seguirlo esta predestinado algun dia iremos a Italia y nos encontraremos y todo ello..
dragón.
Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
El prologo te quedo genial Vic. Realmente son unos psicópatas, y ellas simplemente esperan no volver a caer. Me emocione. Ya quiero leer el primer capitulo. Besos <3
Invitado
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
ldjfnvdjfn VICTORIA, amé el prólogo. Escribir tan bien debe ser ilegal, wn. sjkdvns Yo desearía viajar a Italia, ¡Con mis amigas! En verdad son unas suertudas.
No puede ser que las hayan seguidoooo sjdkvns chicos malos, están obsesionados, dejen de joder y vivan sus vidas(?) Mentira, si no las hubieran seguido no habría historia que contar c': ah. Perdón, comí algo que me puso hiperactiva, a veces pienso que solo es el sueño .-.
Amé el prólogo, no esperaba otra cosa de vos, Vicky. Tu narración es estupenda, no podes decir lo contrario.
Esperaré con muchísimas ansias el primer capítulo, estoy tan entusiasmada con esta nc
Las amo a todas<3333
No puede ser que las hayan seguidoooo sjdkvns chicos malos, están obsesionados, dejen de joder y vivan sus vidas(?) Mentira, si no las hubieran seguido no habría historia que contar c': ah. Perdón, comí algo que me puso hiperactiva, a veces pienso que solo es el sueño .-.
Amé el prólogo, no esperaba otra cosa de vos, Vicky. Tu narración es estupenda, no podes decir lo contrario.
Esperaré con muchísimas ansias el primer capítulo, estoy tan entusiasmada con esta nc
Las amo a todas<3333
Invitado
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
Miluh. escribió:Me encanto djksadhasjkdsahd, lo ame, lo ame, lo ame! Los chicos son unos psicópatas, esta más que claro, siganlaaaaaaa
Me alegra que te haya gustado Miluh c: dbhsbdja son algo insistente, a mí parecer xd en un rato subo c: besos<333
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
Lore. escribió:Vic, el prólogo te quedo estupendo, omg jaksjskd Las chicas son tan increíblemente poco suertudas, i can't believe que esos inútiles les dio por aparecer de nuevo :o son psicópatas, ah jkagdjs Escribes hermoso, bb <3 i love u.
dnjshb Lore<333 sdjbfsj ay gracias but a mí no me ha gustado tanto ;-; asdbaj intenté hacerlo mejor el capítulo c: kajsbdk al menos siguen apostando al amor, ¿no? Aunque hicieron todo mal xd ksajdba ay no me digas eso escribes también hermoso Lorú<333 te amou too<333
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
Kande escribió:Vic! Me encanto el prologo c: Me quedo con muchas ganas de leer mas y ansío pronto que subas
¡Kande! aksdba qué bueno que te haya gustado c: en minutos nomás subiré el capítulo kbdjhsf yo estoy ansiosa por leer el de todas c: besos bby<333
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
Lizzie Boo escribió: y bueno que puedo decir... pos señoras saluden a mi esposa la vic... y no; no romperemos el matrimonio..dejemos que dure
y respecto al prologo..o dios mio.. :ala:todo esta dicho alli esta y me gusto y quiero primer cap, y seguirlo esta predestinado algun dia iremos a Italia y nos encontraremos y todo ello..
Omg sí<3 asbdaj somos marida y mujer(?) kbdasjh que conste que eres mi mensaje 3000 y te lo dedicaré a ti Lizzo bc somos recién casadas(?) xd jahbdaj me alegra que te haya gustado xd kajdb idk en minutos subo c: jajajaja síp, todo está dicho c: besos bby<333 love you<333
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
WN. ósea pls, tengo que conectarme más seguido DD: tres páginas y el prólogo subido, perdón si estoy ausente jks. vinna, el prólogo. ósea no, los chicos no hicieron eso. ellas querían estar tranquilas y se enteran de que las siguieron ;-; jskljssñsñs, putos. (?) ay me encantó. amo como escribís, tu ortografía y narración wn. cccccccccccccccccccc:
Invitado
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
Priscilla.- escribió:El prologo te quedo genial Vic. Realmente son unos psicópatas, y ellas simplemente esperan no volver a caer. Me emocione. Ya quiero leer el primer capitulo. Besos <3
Me alegra que te parezca eso, Pris<333 ajksdnas bueno, son bastante insistentes e irritantes xd después de todo quieren volver y lo único que hacen es molestar xd ajksndkas subiré el capítulo en cuestión de minutos c: ahbdaj besos<333
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
Deby. escribió:ldjfnvdjfn VICTORIA, amé el prólogo. Escribir tan bien debe ser ilegal, wn. sjkdvns Yo desearía viajar a Italia, ¡Con mis amigas! En verdad son unas suertudas.
No puede ser que las hayan seguidoooo sjdkvns chicos malos, están obsesionados, dejen de joder y vivan sus vidas(?) Mentira, si no las hubieran seguido no habría historia que contar c': ah. Perdón, comí algo que me puso hiperactiva, a veces pienso que solo es el sueño .-.
Amé el prólogo, no esperaba otra cosa de vos, Vicky. Tu narración es estupenda, no podes decir lo contrario.
Esperaré con muchísimas ansias el primer capítulo, estoy tan entusiasmada con esta nc
Las amo a todas<3333
¡DEBY! kajsnda me alegra muchísimo que te haya gustado bby<333 ay basta, escribo común y ustedes escriben pechocho<333 JAJAJAJA esa palabra, obsesionados, me gusta bc creo que lo están pero todo es por amor(?) asbdajh no problem xd ya lo estoy por subir xd ilysm too<333
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Re: Nothing is as before | Novela Colectiva.
Frazer. escribió:WN. ósea pls, tengo que conectarme más seguido DD: tres páginas y el prólogo subido, perdón si estoy ausente jks. vinna, el prólogo. ósea no, los chicos no hicieron eso. ellas querían estar tranquilas y se enteran de que las siguieron ;-; jskljssñsñs,putos. (?) ay me encantó. amo como escribís, tu ortografía y narración wn. cccccccccccccccccccc:
Ay mi bby<33:'cc askjdba pero, no pasa nada xd te amou<333 son irritantes, o por lo menos para las muchachas xd akjsd me alegra que te haya gustado Gia<333 aunque debo decir gracias xd la tuya es también muy admirable, y no me digas que no<333 te amou<333
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Capítulo 001.
La vida es cruel y difícil, lo acepto.◖◗
Capítulo 001
Beatrice Gabe
Escrito por truelove.
Todo había comenzado bien en aquel día; estaba completamente normal, aunque nosotras nos encontrábamos tan ansiosas por la partida de allí hacia Italia que era imposible no sonreír como una tonta, al fin salía como lo deseábamos. Nos alejabamos de todo lo que en algún momento nos hizo mal y, por qué no, comenzariamos de nuevo, en cuanto al amor.
Ya había preparado una desayuno energético, aunque los nervios me cerraban el estómago y no comí demasiado. Tal vez más tarde podía ser. Mientras tanto, acomodaba mis prendas en la valija para tener ya listo en el momento de la ida. Cuando estaba ya terminando con el exasperante trabajo, ya que a veces se me daba la gana de llevar demasiada ropa, sonó el timbre del teléfono.
Tuve la idea de que tal vez, podía ser una llamada de él. Pero, ¿Tenía sentido ahora eso? Habíamos roto la relación hacía aproximadamente dos semanas, ya con todo planeado y aunque me costó muchísimo dejar de sentir culpa por todo ello, me sentía como una mujer nueva. Es decir, salir de una relación a bases de mentiras ya de por sí era lo bastante dificil para una persona como yo que siempre creyó en los cuentos de princesas y una vez que pensé en positivo y dejar atrás todos los malos recuerdos de mis padres, sucedió ésto. Era el destino, pero como sea, ya todo estaba preparado.
Por tardar tanto, dejé que se me escapara la llamada, aunque a los dos minutos volvió a saltar el irritante sonido del artefacto. Con un suspiro, me acerco hasta él y vacilando, lo tomé entre mis manos, las cuales estaban temblando más que cuando tienes tanto frió que ni siquiera con cinco mantas puedes dejar de tiritar.
— Hable — Era la forma en la que yo contestaba, neutra y sin ningún tipo de alteración en la voz. Una risa se oyó desde el otro lado de la línea.
— Debes dejar de decir eso — Era mi mamá, qué genial —. Llamaba para ver cómo te encontrabas antes de tu viaje con tus…
— Estoy bien, gracias — La detuve antes de que dijera algo inapropiado, ya que no estaba muy de acuerdo con el paseo y ni agregar el aborrecimiento que sentía a cada persona que me tenía afecto, las odiaba —. ¿Necesitas algo, Alice? — La indagué con una voz tan impaciente que ella gruño por lo bajo.
— Deja de tratar así a tu madre, no eres nadie Beatrice, nadie — Esa última palabra la deletreo y no pude hacer otra cosa que reírme tan cínicamente. Fue un sonido gutural que salió desde lo más profundo de mi garganta, sin previo aviso — ¿Te sucede algo, Tris?
— No me llames así. Y no, no me pasa nada. Me iré de aquí, en cuanto llegue te mandaré un mensaje de texto avisando cómo me encuentro. Adiós madre.
— Llamame mejor — Puse los ojos en blanco, asentí como si ella me hubiese visto pero la realidad era que me importaba muy poco ya que me dijera. Lo haga o no, jamás podría tener mi consentimiento ante lo que diga ya que era mi madre. Y ni siquiera debía tener ese título.
— Adiós.
Al cortar, mordí el interior de mi mejilla derecha, ahuyentando las ganas de llorar por el dolor. Casi siempre lo hacía, pero esa vez sentía una opresión en el pecho tan profunda que tuve que agarrarme de algo y sentarme en un pequeño sillón que se encontraba a un metro mío. Siempre pasaba lo mismo, y seguiría así, no quedaba otra.
Aleje esos pensamientos y como ya se haría de tarde, debía comenzar a arreglarme, tan sólo un poco, para estar lista al despegue. Y me sentí mejor cuando aquellas cosquillas en la panza regresaron, por fin cambiaría todo.
No era de arreglarme demasiado, y nunca lo sería, simplemente me había maquillado con algo natural y me había colocado mis típicos pantalones negros con elástico, una musculosa floreada para al menos no parecer una cualquiera junto con mis convers. Seguro mi madre me amonestraría diciéndome que parecía una total hippie y no era adecuado para un muchacha de diecinueve años. Y como siempre, yo la insultaba mentalmente tanto como pudiese hasta cansarme. Típico.
Ya eran pasadas las ocho, y si no llegaban a hacer todos los papeleos, sería adiós Italia. Pero debería pensar en positivo. Al instante, llegó un mensaje de Charlie a mi celular, ésta me avisaba que estaban a unas cuadras y cuando pensaba en contestarle, el claxon de la camioneta en la cual nos transportamos, retumbo por toda la casa.
Apagando el televisor y dejando en paz al fin el control remoto, ya lo que pasaba de una mano a otra por todo el remolino de sentimientos, tomé mis maletas y salí de allí, no sin antes cerrar y cuando estoy lista, respiré el aire. Mis pulmones se llenaban de aquel limpio y suave brisa que no chocaba violentamente contra mí.
Mientras bajaba, observó que había una especie de pluma tirada sobre el pavimento. Me agaché a tomarla entre mis manos y de solo mirarla me recordaba a unos viejos tiempos en los cuales jugaba con unos vecinos, tiempos en los que no pensaba en el amor y no me preocupaba por lo que le deparaba la vida en el día de mañana. Cuando podía ser una chica feliz, despreocupada, sonriente de todo y nada nerviosa. Rasqué mi cabello y me levanté. No sin antes guardar dentro de mi bolso de mano la pluma. Una demostración de lo que al fin podría experimentar.
La libertad.
Esperábamos todas sentadas en la sillas. Hablamos de cosas triviales, como cualquier amiga lo haría. Nos encontrábamos cansadas, por todo el día que habíamos pasado, pero seguro que ninguna como yo. Dentro de todo, se sentía genial tener amigas como ellas, las cuales podían entenderte perfectamente y que, en esos precisos instantes, les estaba sucediendo lo mismo.
— ¿No les ha surgido en el día, una llamada anónima? — Puse más atención a lo que decía Blaire. Se habían callado todas, y supongo que tratando de recordar alguna llamada del día. Al segundo, pensé en la conversación que había mantenido con mi madre, luego de que el teléfono sonó una vez y no lo conteste. Ahora sí, estaba intrigada.
Menos de la mitad asintieron, mientras que el resto seguía pensando. Me atreví a preguntar el porqué, a lo que Lisset me respondió, luego de pensar en la respuesta:
— Porque no ha respondido nadie, sólo se sentía la respiración de alguien, o por lo menos en mí caso.
La minoría, de las cuales sí habían tenido esa llamada, aceptó la respuesta de Lisset como válida y se armó un pequeño bullicio. Absorta de todo lo que se decía, recordé el estribillo de una canción que alguna vez oí por la radio.
Trague fuertemente, cada palabra me afectaba un poco más de lo que creía que ya había podido superar. Pero parecía que no era como lo imaginaba. Tan sólo eso faltaba para que todo se cayera de apoco, que todas la barreras que había armado se destruyeron, se fueron demoliendo de a poco al tararear en silencio la canción. ¡Oh vamos! ¿Era posible aquello? Podía ponerme tan melancólica a veces, que hasta yo misma me parecía un bicho raro.
Pero, por muy desgraciada e inapropiada que fuera el ambiente, pude acordarme de una de las tantas peleas que había tenido con Zayn, ahora mi expareja.
— ¿Por qué siempre me haces lo mismo? — Le había preguntado a los gritos a él. Estábamos solos, en mi casa. Rememoraba perfectamente como las lágrimas caían de mis ojos, como una catarata.
— ¿Qué es lo que hago, siempre? — Inquirió ajeno a mi aspecto. Ni siquiera se movió un poco para tranquilizarme, o siquiera decirme unas palabras de apoyo.
— Me echas la culpa de todo. ¿Y sabes por qué lo haces? — En esos momentos me había tomado por sorpresa su indiferencia y una gran rabia apareció sobre mí.
— ¿Por qué, Tris? — En el recuerdo había cerrado los ojos al sentir mi apodo sobre sus labios, y ahora también lo estaba haciendo. Vaya mentirosa era, por supuesto, solamente quería creerme que lo pude olvidar, pero no era así.
— Eres un maldito celoso que no soporta la verdad. Una persona tan hiriente como lo es mi familia. Te pedí por favor que me trataras con cariño y no como el ejemplo de mis padres. Te detesto, y vete de mi casa, ahora mismo.
Todo pasó tan rápido que cuando lo quise recapitular lo tonta que había sido, me encontré con otra alusión cuando volviamos a los dos días de aquella pelea. Sí, realmente cuando se trataba del amor, era una completa idiota.
Sacudiendo la cabeza, sin dirección alguna, volví a la realidad. Una cruel y difícil vida, una que te sacudía con tanta fuerza que te quedabas unos cuantos minutos sin reaccionar, hasta que por fin logras captar que no era lo que esperabas. Dulce, y maldita realidad.
La aguda voz de la azafata resonó por toda la estancia advirtiendo que en unos cuantos minutos despegaria el avión y debíamos hacer la clásica fila de espera para que aceptaran todos los papeles y al fin; adios a todos, hola bonita Verona.
Había sido el viaje más largo de toda mi vida, sin mencionar que había hecho tres en todos mis diecinueve años y nada más para visitar a mis abuelos. Exaltadas, y cómo no lo estaríamos, nos dirigimos a tomar las maletas.
A la media hora, ya que nuestras últimas equipajes fueron los finales, Lisset nos daba la penosa noticia de que todos los chicos también se situaban en la gran Italia, y a ninguna le causaba mucha gracia. Admito que pude divisar una cabellera como la de Zayn, pero la incertidumbre se fue al llegar y pues, ya lo había olvidado todo.
Tal vez todo no estaba saliendo como desde un principio se había planeado, sí pero si podíamos hacer oídos sordos como siempre, ¿Por qué ahora no? Luego de debatirnos juntas unas cuantas cuestiones relacionadas con ellos, decidimos al menos olvidarlo y dejarlo de lado por ese día e irnos al hotel.
Debíamos ir en parejas, ya que éramos todas par y el límite de personas, por extraño que sonara, era de ese número. Cuando me lo había contado alguien, que no podía rememorar de quién se trataba, me pareció tan tonto que solo me reí, veo que tendría que haber tenido un poco más de conocimiento y no ser tan impulsiva. Exhalé, observando con tristeza a una pareja que se notaba a kilómetros que estaban enamorados. Si no tuviese sentido común, los hubiera maldecido hasta que dejará de pensar en los felices que se notaban, pero no. Por suerte no lo hice.
Yendo con Charlie, ya que habíamos decidido las dos juntas ir en el minúsculo automóvil que se hacía llamar taxi, me limite a mirar toda la vista de Verona. Tal vez, si no fuera a veces tan hiperactiva e inquieta, pudiese olvidar todo. Pero conociéndome bien, me tomaría mi tiempo todo eso y con las nuevas noticias, aún peor.
Ya había preparado una desayuno energético, aunque los nervios me cerraban el estómago y no comí demasiado. Tal vez más tarde podía ser. Mientras tanto, acomodaba mis prendas en la valija para tener ya listo en el momento de la ida. Cuando estaba ya terminando con el exasperante trabajo, ya que a veces se me daba la gana de llevar demasiada ropa, sonó el timbre del teléfono.
Tuve la idea de que tal vez, podía ser una llamada de él. Pero, ¿Tenía sentido ahora eso? Habíamos roto la relación hacía aproximadamente dos semanas, ya con todo planeado y aunque me costó muchísimo dejar de sentir culpa por todo ello, me sentía como una mujer nueva. Es decir, salir de una relación a bases de mentiras ya de por sí era lo bastante dificil para una persona como yo que siempre creyó en los cuentos de princesas y una vez que pensé en positivo y dejar atrás todos los malos recuerdos de mis padres, sucedió ésto. Era el destino, pero como sea, ya todo estaba preparado.
Por tardar tanto, dejé que se me escapara la llamada, aunque a los dos minutos volvió a saltar el irritante sonido del artefacto. Con un suspiro, me acerco hasta él y vacilando, lo tomé entre mis manos, las cuales estaban temblando más que cuando tienes tanto frió que ni siquiera con cinco mantas puedes dejar de tiritar.
— Hable — Era la forma en la que yo contestaba, neutra y sin ningún tipo de alteración en la voz. Una risa se oyó desde el otro lado de la línea.
— Debes dejar de decir eso — Era mi mamá, qué genial —. Llamaba para ver cómo te encontrabas antes de tu viaje con tus…
— Estoy bien, gracias — La detuve antes de que dijera algo inapropiado, ya que no estaba muy de acuerdo con el paseo y ni agregar el aborrecimiento que sentía a cada persona que me tenía afecto, las odiaba —. ¿Necesitas algo, Alice? — La indagué con una voz tan impaciente que ella gruño por lo bajo.
— Deja de tratar así a tu madre, no eres nadie Beatrice, nadie — Esa última palabra la deletreo y no pude hacer otra cosa que reírme tan cínicamente. Fue un sonido gutural que salió desde lo más profundo de mi garganta, sin previo aviso — ¿Te sucede algo, Tris?
— No me llames así. Y no, no me pasa nada. Me iré de aquí, en cuanto llegue te mandaré un mensaje de texto avisando cómo me encuentro. Adiós madre.
— Llamame mejor — Puse los ojos en blanco, asentí como si ella me hubiese visto pero la realidad era que me importaba muy poco ya que me dijera. Lo haga o no, jamás podría tener mi consentimiento ante lo que diga ya que era mi madre. Y ni siquiera debía tener ese título.
— Adiós.
Al cortar, mordí el interior de mi mejilla derecha, ahuyentando las ganas de llorar por el dolor. Casi siempre lo hacía, pero esa vez sentía una opresión en el pecho tan profunda que tuve que agarrarme de algo y sentarme en un pequeño sillón que se encontraba a un metro mío. Siempre pasaba lo mismo, y seguiría así, no quedaba otra.
Aleje esos pensamientos y como ya se haría de tarde, debía comenzar a arreglarme, tan sólo un poco, para estar lista al despegue. Y me sentí mejor cuando aquellas cosquillas en la panza regresaron, por fin cambiaría todo.
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No era de arreglarme demasiado, y nunca lo sería, simplemente me había maquillado con algo natural y me había colocado mis típicos pantalones negros con elástico, una musculosa floreada para al menos no parecer una cualquiera junto con mis convers. Seguro mi madre me amonestraría diciéndome que parecía una total hippie y no era adecuado para un muchacha de diecinueve años. Y como siempre, yo la insultaba mentalmente tanto como pudiese hasta cansarme. Típico.
Ya eran pasadas las ocho, y si no llegaban a hacer todos los papeleos, sería adiós Italia. Pero debería pensar en positivo. Al instante, llegó un mensaje de Charlie a mi celular, ésta me avisaba que estaban a unas cuadras y cuando pensaba en contestarle, el claxon de la camioneta en la cual nos transportamos, retumbo por toda la casa.
Apagando el televisor y dejando en paz al fin el control remoto, ya lo que pasaba de una mano a otra por todo el remolino de sentimientos, tomé mis maletas y salí de allí, no sin antes cerrar y cuando estoy lista, respiré el aire. Mis pulmones se llenaban de aquel limpio y suave brisa que no chocaba violentamente contra mí.
Mientras bajaba, observó que había una especie de pluma tirada sobre el pavimento. Me agaché a tomarla entre mis manos y de solo mirarla me recordaba a unos viejos tiempos en los cuales jugaba con unos vecinos, tiempos en los que no pensaba en el amor y no me preocupaba por lo que le deparaba la vida en el día de mañana. Cuando podía ser una chica feliz, despreocupada, sonriente de todo y nada nerviosa. Rasqué mi cabello y me levanté. No sin antes guardar dentro de mi bolso de mano la pluma. Una demostración de lo que al fin podría experimentar.
La libertad.
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Esperábamos todas sentadas en la sillas. Hablamos de cosas triviales, como cualquier amiga lo haría. Nos encontrábamos cansadas, por todo el día que habíamos pasado, pero seguro que ninguna como yo. Dentro de todo, se sentía genial tener amigas como ellas, las cuales podían entenderte perfectamente y que, en esos precisos instantes, les estaba sucediendo lo mismo.
— ¿No les ha surgido en el día, una llamada anónima? — Puse más atención a lo que decía Blaire. Se habían callado todas, y supongo que tratando de recordar alguna llamada del día. Al segundo, pensé en la conversación que había mantenido con mi madre, luego de que el teléfono sonó una vez y no lo conteste. Ahora sí, estaba intrigada.
Menos de la mitad asintieron, mientras que el resto seguía pensando. Me atreví a preguntar el porqué, a lo que Lisset me respondió, luego de pensar en la respuesta:
— Porque no ha respondido nadie, sólo se sentía la respiración de alguien, o por lo menos en mí caso.
La minoría, de las cuales sí habían tenido esa llamada, aceptó la respuesta de Lisset como válida y se armó un pequeño bullicio. Absorta de todo lo que se decía, recordé el estribillo de una canción que alguna vez oí por la radio.
Tell them all I know now
Shout it from the roof tops
Write it on the sky line
All we had is gone now
Tell them I was happy
And my heart is broken
All my scars are open
Tell them what I hoped would be
Impossible, impossible
Impossible, impossible
Shout it from the roof tops
Write it on the sky line
All we had is gone now
Tell them I was happy
And my heart is broken
All my scars are open
Tell them what I hoped would be
Impossible, impossible
Impossible, impossible
Trague fuertemente, cada palabra me afectaba un poco más de lo que creía que ya había podido superar. Pero parecía que no era como lo imaginaba. Tan sólo eso faltaba para que todo se cayera de apoco, que todas la barreras que había armado se destruyeron, se fueron demoliendo de a poco al tararear en silencio la canción. ¡Oh vamos! ¿Era posible aquello? Podía ponerme tan melancólica a veces, que hasta yo misma me parecía un bicho raro.
Pero, por muy desgraciada e inapropiada que fuera el ambiente, pude acordarme de una de las tantas peleas que había tenido con Zayn, ahora mi expareja.
— ¿Por qué siempre me haces lo mismo? — Le había preguntado a los gritos a él. Estábamos solos, en mi casa. Rememoraba perfectamente como las lágrimas caían de mis ojos, como una catarata.
— ¿Qué es lo que hago, siempre? — Inquirió ajeno a mi aspecto. Ni siquiera se movió un poco para tranquilizarme, o siquiera decirme unas palabras de apoyo.
— Me echas la culpa de todo. ¿Y sabes por qué lo haces? — En esos momentos me había tomado por sorpresa su indiferencia y una gran rabia apareció sobre mí.
— ¿Por qué, Tris? — En el recuerdo había cerrado los ojos al sentir mi apodo sobre sus labios, y ahora también lo estaba haciendo. Vaya mentirosa era, por supuesto, solamente quería creerme que lo pude olvidar, pero no era así.
— Eres un maldito celoso que no soporta la verdad. Una persona tan hiriente como lo es mi familia. Te pedí por favor que me trataras con cariño y no como el ejemplo de mis padres. Te detesto, y vete de mi casa, ahora mismo.
Todo pasó tan rápido que cuando lo quise recapitular lo tonta que había sido, me encontré con otra alusión cuando volviamos a los dos días de aquella pelea. Sí, realmente cuando se trataba del amor, era una completa idiota.
Sacudiendo la cabeza, sin dirección alguna, volví a la realidad. Una cruel y difícil vida, una que te sacudía con tanta fuerza que te quedabas unos cuantos minutos sin reaccionar, hasta que por fin logras captar que no era lo que esperabas. Dulce, y maldita realidad.
La aguda voz de la azafata resonó por toda la estancia advirtiendo que en unos cuantos minutos despegaria el avión y debíamos hacer la clásica fila de espera para que aceptaran todos los papeles y al fin; adios a todos, hola bonita Verona.
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Había sido el viaje más largo de toda mi vida, sin mencionar que había hecho tres en todos mis diecinueve años y nada más para visitar a mis abuelos. Exaltadas, y cómo no lo estaríamos, nos dirigimos a tomar las maletas.
A la media hora, ya que nuestras últimas equipajes fueron los finales, Lisset nos daba la penosa noticia de que todos los chicos también se situaban en la gran Italia, y a ninguna le causaba mucha gracia. Admito que pude divisar una cabellera como la de Zayn, pero la incertidumbre se fue al llegar y pues, ya lo había olvidado todo.
Tal vez todo no estaba saliendo como desde un principio se había planeado, sí pero si podíamos hacer oídos sordos como siempre, ¿Por qué ahora no? Luego de debatirnos juntas unas cuantas cuestiones relacionadas con ellos, decidimos al menos olvidarlo y dejarlo de lado por ese día e irnos al hotel.
Debíamos ir en parejas, ya que éramos todas par y el límite de personas, por extraño que sonara, era de ese número. Cuando me lo había contado alguien, que no podía rememorar de quién se trataba, me pareció tan tonto que solo me reí, veo que tendría que haber tenido un poco más de conocimiento y no ser tan impulsiva. Exhalé, observando con tristeza a una pareja que se notaba a kilómetros que estaban enamorados. Si no tuviese sentido común, los hubiera maldecido hasta que dejará de pensar en los felices que se notaban, pero no. Por suerte no lo hice.
Yendo con Charlie, ya que habíamos decidido las dos juntas ir en el minúsculo automóvil que se hacía llamar taxi, me limite a mirar toda la vista de Verona. Tal vez, si no fuera a veces tan hiperactiva e inquieta, pudiese olvidar todo. Pero conociéndome bien, me tomaría mi tiempo todo eso y con las nuevas noticias, aún peor.
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