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Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Micaa *-* Vie 23 Sep 2011, 3:49 pm
GirlDanger escribió:Siguela!! x fas esta muy buena!!! =) x faz!!!
Bienvenida :D
Micaa *-*
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Nani Jonas Sáb 24 Sep 2011, 11:43 am
Sube mas plis
Nani Jonas
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Micaa *-* Sáb 24 Sep 2011, 1:02 pm
-Entiendo -dijo-. Lo siento -añadió antes de sentarse tras el escritorio y encender el ordenador.
Abrió sin apresurarse la página donde introduciría sus datos personales y sus requisitos, y no levantó la vista hasta que acabó.
-¿Y qué pasa cuando estás trabajando? -preguntó por fin.
-Que a veces no aparezco -dijo él.
«Encantador», pensó ella.
Por lo visto, los hombres con aquel físico se ceñían a su molde.
Brandon nunca había llegado puntual. Claro, que Brandon tenía montones de razones para llegar tarde a sus citas con ella. O para no presentarse.
Su trabajo como agente antiterrorista, para empezar. Y su esposa y sus dos hijos, de cuya existencia ella no tenía ni idea, añadió con sorna.
Se preguntó cuáles serían las excusas de Joe Stone.
-Da la impresión de que eres adicto al trabajo.
-No es la primera vez que me lo dicen -repuso Joe encogiéndose de hombros con indiferencia.
A ________ le gustaba menos con cada segundo que pasaba.
-¿Por eso no has tenido suerte encontrando esposa hasta ahora? -preguntó con cierta exasperación.
-No. Podría haberme casado con muchas mujeres.
-¿Ah, sí? -_________ añadió «engreído» a su lista de defectos, que aumentaba por momentos.
Encontrar una esposa para Joe Stone iba a ser difícil, a pesar de su físico. Todas sus chicas querían maridos amables y generosos, no egoístas que sólo pensaban en sí mismos. La mayoría de ellas había tenido relaciones turbulentas con hombres difíciles y egoístas. Cuando acudían a ella, era porque sabían exactamente lo que querían, y no tenían intención de conformarse con menos.
_______ sospechaba que a ninguna de ellas le caería en gracia un tipo como Joe Stone.
Pero no era problema suyo que ninguna de sus chicas quisiera casarse con él. A ella les cobraba cinco mil dólares a sus clientes al principio, aunque no encontraran pareja en Se Buscan Esposas.
A cambio de su dinero, el señor Stone conocería a cinco mujeres sumamente atractivas e inteligentes que se ajustaran a sus criterios dentro de lo posible, y viceversa. Después de eso, lo que hiciera era cosa suya.
Pero tendría que mostrar un poco más de encanto en una cita si quería casarse. Ser guapo bastaba para conquistar a sus escarmentadas chicas.
Pero, aun así, eso no era problema suyo.
-Ya que tienes una empresa de software, Joe -dijo con naturalidad-, estarás familiarizado con el programa que utilizo para emparejar a mis clientes. Es bastante sencillo, en realidad. El mío, sin embargo, tiene un mecanismo de seguridad que comprueba que mis clientes son quienes dicen ser. Espero que no te importe.
-No.
-Bien. Entonces, empecemos. Tu nombre completo.
-Joe Stone.
-No, tu nombre completo -repitió ella con cierta exasperación-. El nombre de tu certificado de nacimiento y de tu carné de conducir.
-Joe Stone.
_______ apretó los dientes.
-¿No te llamas Joseph?
-Sólo Joe.
-Está bien. Tu dirección y tu número de teléfono, por favor. El móvil también.
_________ los anotó al tiempo que él se los dictaba, y pensó que su apartamento en Glebe podía ser une buena o una mala noticia, según se mirara. Glebe era un barrio de moda últimamente. Estaba cerca del centro de la ciudad y de la Universidad de Sidney; de ahí su valor. Pero algunas zonas eran todavía un poco marginales.
-¿Tu dirección de trabajo?
-Trabajo en casa.
Oh oh. Eso sí era una mala noticia. Sí, había pequeños negocios que eran muy lucrativos. Pero no muchos.
-Edad -dijo ella.
-Treinta y cuatro.
Ella levantó las cejas. Le había parecido mayor. Sus ojos parecían acumular mucha experiencia.
-Cumplo treinta y cinco en diciembre -añadió Joe-. El día quince.
-Entonces, eres Sagitario -dijo ella mientras tecleaba.
-No creo en esos rollos.
-¿Ah, no? -debería haberlo imaginado. Brandon le había dicho algo muy parecido cuando ella había asegurado que, según los astros, hacían buena pareja. Ella era Virgo, y los Virgo se llevaban bien con los Escorpio.
Pero _________lamentaba no haberse fijado en la parte que decía que los Escorpio guardaban oscuros secretos.
-¿Estado civil? -continuó.
-¿Qué?
-¿Te has casado alguna vez?
-No.
-Muchos de mis clientes sí -comentó ella.
-Pues yo no, cariño.
_______se puso tiesa antes de lanzarle una mirada tormentosa.
-Me llamo ____ -dijo con una voz que podría haber cortado el hielo-. No «cariño».
Los ojos negros de _____ brillaron un momento como si aquella rectificación le hiciera gracia.
-Admito mi error. Perdona.
________ notó que no lo sentía en absoluto. Pero por lo menos se había disculpado. Ella no soportaba a los hombres que llamaban a las mujeres por nombres genéricos como «cariño» o «corazón». Era condescendiente y despectivo.
-Bueno, de momento parece que eres quien dices ser -le dijo al cabo de unos segundos. No tenía antecedentes policiales, ni había estado en prisión-. Ahora, respecto a tu descripción física... Ya veo que tienes el pelo castaño y muy corto, y los ojos negros.
-No son negros. Son marrón oscuro. Parecen negros porque los tengo muy hundidos.
Muy hundidos y muy sexys.
-Ya -dijo ella-. ¿Altura?
-Un metro ochenta y dos u ochenta y tres.
-Pondré un metro ochenta y cinco. Yo mido uno setenta, y eres bastante más alto que yo.
En el apartado de «complexión», puso «musculoso y atlético». Ella no era la única mujer en el mundo a la que le gustaban los hombres musculosos.
-¿Fumas?
-No
-¿Bebes?
Él se echó a reír.
-¿Nadan los patos?
-¿Cuánto bebes?
-Depende.
-¿De qué?
-De si estoy trabajando o no. Cuando estoy trabajando, no bebo.
Natalie suspiró.
-¿Y cuando no?
Él se encogió de hombros.
-Me gusta beber whisky. Pero también me gusta beber un buen vino tinto en la cena o una cerveza bien fría si hace calor.
-¿Crees tener problemas con el alcohol?
-Desde luego que no.
-¿Aficiones?
-¿Aficiones? -repitió él.
-¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? -preguntó ella, y levantó la mirada del ordenador.
Sus ojos se encontraron un instante antes de que él posara los ojos sobre el lugar donde la chaqueta de _________ se tensaba sobre sus pechos.
-Además de eso -le espetó ella.
Joe achicó los ojos, y _______ se preguntó si él se estaba preguntando por qué dejaba que se sobrepasara de aquella manera.
-Me gusta hacer ejercicio -respondió él al fin-. Y salir.
-¿Adonde?
-A discotecas. A bares de copas. Dondequiera que pueda tomar una copa con mis colegas y conocer mujeres.
__________ pensó que no tendría problemas para ligar. Ni siquiera tendría que abrir la boca. Le bastaba con aquel cuerpo y aquellos ojos duros y sensuales.
-¿Eres un buen amante?
La pregunta se le escapó antes de que pudiera morderse la lengua. No solía hacer preguntas así. Pero, por suerte, él no lo sabía.
-Nunca he tenido quejas -respondió, muy serio.
Ella estuvo a punto de preguntarle si esperaba mantener relaciones sexuales muy a menudo con su mujer, pero logró refrenarse a tiempo. Ya se había pasado de la raya.
-¿Religión? -preguntó.
-Ninguna.
-¿Eres ateo?
-No.
-Entonces, ¿qué? -preguntó entre dientes.
-El Señor y yo no tenemos mucho en común, pero ¿quién sabe lo que deparará el futuro?
-Está bien. Pondré que tienes amplitud de miras en el tema de la religión. ¿Educación?
-No mucha.
-¿Podrías ser más concreto?
-Fui al colegio hasta los diecisiete, pero no acabé el bachillerato. No he ido a la universidad. Soy un genio de la informática autodidacta.
-¿Un genio? Por favor, no seas tan modesto.
-No lo soy. Es la verdad.
-De acuerdo. Pero creo que voy a poner «experto en informática». ¿No querrás ahuyentar a una posible esposa por parecer demasiado... digamos... engreído?
-Yo no soy engreído. Soy sincero. Pero pon lo que quieras.
__________ pensaba hacerlo. Pero aquel hombre era de lo más irritante.
-¿Cómo se llama tu empresa?
-Stoneware.
-¿Stoneware? -dijo ella, girando los ojos.
-Me pareció un nombre divertido -respondió él, y sonrió.
No era una sonrisa muy grande. Era más bien como si ladeara un poco la comisura de la boca.
-Entonces, ¿tienes sentido del humor?
-No es una de mis mejores cualidades.
-No sé por qué, pero me lo imaginaba -masculló ella-. Ahora, Joe, entenderé que no quieras darme una cifra precisa, pero ¿cuánto ganas al año aproximadamente?
-No me importa decírtelo. El año pasado Stoneware facturó seis coma cuatro millones de dólares de beneficios. Poseo el setenta por ciento de la compañía, así que me correspondieron cuatro coma ocho millones. Pero este año espero que las cosas vayan mucho mejor.
_________ tragó saliva, pasmada, y dijo:
-¿Cuánto de mejor?
-Muchísimo mejor -contestó él secamente-. Hemos sacado un par de juegos nuevos que han tenido mucho éxito.
-Entiendo.
-Supongo que eso mejora mis posibilidades de encontrar esposa, ¿no?
El tono de su pregunta era decididamente cínico, lo cual sacó a __________ de sus casillas.
-Con dinero solamente no conseguirás esposa entre mis chicas -replicó ásperamente.
-¿Estás segura?
-Segurísima.
-Qué pena.
-¿Qué significa eso?
Él la miró con dureza, y ________ se removió en la silla.
-¿Sabes?, no eres como esperaba -dijo por fin Joe-. Pero me doy cuenta de que eres una profesional y no te andas con tonterías. Como te decía, soy muy sincero. No me gusta engañar a la gente. Y no puedo perder el tiempo. El caso es, señorita Fairlane -continuó mientras se echaba hacia delante y apoyaba los codos en las rodillas-, que necesito una esposa antes de la primera semana de diciembre.
Abrió sin apresurarse la página donde introduciría sus datos personales y sus requisitos, y no levantó la vista hasta que acabó.
-¿Y qué pasa cuando estás trabajando? -preguntó por fin.
-Que a veces no aparezco -dijo él.
«Encantador», pensó ella.
Por lo visto, los hombres con aquel físico se ceñían a su molde.
Brandon nunca había llegado puntual. Claro, que Brandon tenía montones de razones para llegar tarde a sus citas con ella. O para no presentarse.
Su trabajo como agente antiterrorista, para empezar. Y su esposa y sus dos hijos, de cuya existencia ella no tenía ni idea, añadió con sorna.
Se preguntó cuáles serían las excusas de Joe Stone.
-Da la impresión de que eres adicto al trabajo.
-No es la primera vez que me lo dicen -repuso Joe encogiéndose de hombros con indiferencia.
A ________ le gustaba menos con cada segundo que pasaba.
-¿Por eso no has tenido suerte encontrando esposa hasta ahora? -preguntó con cierta exasperación.
-No. Podría haberme casado con muchas mujeres.
-¿Ah, sí? -_________ añadió «engreído» a su lista de defectos, que aumentaba por momentos.
Encontrar una esposa para Joe Stone iba a ser difícil, a pesar de su físico. Todas sus chicas querían maridos amables y generosos, no egoístas que sólo pensaban en sí mismos. La mayoría de ellas había tenido relaciones turbulentas con hombres difíciles y egoístas. Cuando acudían a ella, era porque sabían exactamente lo que querían, y no tenían intención de conformarse con menos.
_______ sospechaba que a ninguna de ellas le caería en gracia un tipo como Joe Stone.
Pero no era problema suyo que ninguna de sus chicas quisiera casarse con él. A ella les cobraba cinco mil dólares a sus clientes al principio, aunque no encontraran pareja en Se Buscan Esposas.
A cambio de su dinero, el señor Stone conocería a cinco mujeres sumamente atractivas e inteligentes que se ajustaran a sus criterios dentro de lo posible, y viceversa. Después de eso, lo que hiciera era cosa suya.
Pero tendría que mostrar un poco más de encanto en una cita si quería casarse. Ser guapo bastaba para conquistar a sus escarmentadas chicas.
Pero, aun así, eso no era problema suyo.
-Ya que tienes una empresa de software, Joe -dijo con naturalidad-, estarás familiarizado con el programa que utilizo para emparejar a mis clientes. Es bastante sencillo, en realidad. El mío, sin embargo, tiene un mecanismo de seguridad que comprueba que mis clientes son quienes dicen ser. Espero que no te importe.
-No.
-Bien. Entonces, empecemos. Tu nombre completo.
-Joe Stone.
-No, tu nombre completo -repitió ella con cierta exasperación-. El nombre de tu certificado de nacimiento y de tu carné de conducir.
-Joe Stone.
_______ apretó los dientes.
-¿No te llamas Joseph?
-Sólo Joe.
-Está bien. Tu dirección y tu número de teléfono, por favor. El móvil también.
_________ los anotó al tiempo que él se los dictaba, y pensó que su apartamento en Glebe podía ser une buena o una mala noticia, según se mirara. Glebe era un barrio de moda últimamente. Estaba cerca del centro de la ciudad y de la Universidad de Sidney; de ahí su valor. Pero algunas zonas eran todavía un poco marginales.
-¿Tu dirección de trabajo?
-Trabajo en casa.
Oh oh. Eso sí era una mala noticia. Sí, había pequeños negocios que eran muy lucrativos. Pero no muchos.
-Edad -dijo ella.
-Treinta y cuatro.
Ella levantó las cejas. Le había parecido mayor. Sus ojos parecían acumular mucha experiencia.
-Cumplo treinta y cinco en diciembre -añadió Joe-. El día quince.
-Entonces, eres Sagitario -dijo ella mientras tecleaba.
-No creo en esos rollos.
-¿Ah, no? -debería haberlo imaginado. Brandon le había dicho algo muy parecido cuando ella había asegurado que, según los astros, hacían buena pareja. Ella era Virgo, y los Virgo se llevaban bien con los Escorpio.
Pero _________lamentaba no haberse fijado en la parte que decía que los Escorpio guardaban oscuros secretos.
-¿Estado civil? -continuó.
-¿Qué?
-¿Te has casado alguna vez?
-No.
-Muchos de mis clientes sí -comentó ella.
-Pues yo no, cariño.
_______se puso tiesa antes de lanzarle una mirada tormentosa.
-Me llamo ____ -dijo con una voz que podría haber cortado el hielo-. No «cariño».
Los ojos negros de _____ brillaron un momento como si aquella rectificación le hiciera gracia.
-Admito mi error. Perdona.
________ notó que no lo sentía en absoluto. Pero por lo menos se había disculpado. Ella no soportaba a los hombres que llamaban a las mujeres por nombres genéricos como «cariño» o «corazón». Era condescendiente y despectivo.
-Bueno, de momento parece que eres quien dices ser -le dijo al cabo de unos segundos. No tenía antecedentes policiales, ni había estado en prisión-. Ahora, respecto a tu descripción física... Ya veo que tienes el pelo castaño y muy corto, y los ojos negros.
-No son negros. Son marrón oscuro. Parecen negros porque los tengo muy hundidos.
Muy hundidos y muy sexys.
-Ya -dijo ella-. ¿Altura?
-Un metro ochenta y dos u ochenta y tres.
-Pondré un metro ochenta y cinco. Yo mido uno setenta, y eres bastante más alto que yo.
En el apartado de «complexión», puso «musculoso y atlético». Ella no era la única mujer en el mundo a la que le gustaban los hombres musculosos.
-¿Fumas?
-No
-¿Bebes?
Él se echó a reír.
-¿Nadan los patos?
-¿Cuánto bebes?
-Depende.
-¿De qué?
-De si estoy trabajando o no. Cuando estoy trabajando, no bebo.
Natalie suspiró.
-¿Y cuando no?
Él se encogió de hombros.
-Me gusta beber whisky. Pero también me gusta beber un buen vino tinto en la cena o una cerveza bien fría si hace calor.
-¿Crees tener problemas con el alcohol?
-Desde luego que no.
-¿Aficiones?
-¿Aficiones? -repitió él.
-¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? -preguntó ella, y levantó la mirada del ordenador.
Sus ojos se encontraron un instante antes de que él posara los ojos sobre el lugar donde la chaqueta de _________ se tensaba sobre sus pechos.
-Además de eso -le espetó ella.
Joe achicó los ojos, y _______ se preguntó si él se estaba preguntando por qué dejaba que se sobrepasara de aquella manera.
-Me gusta hacer ejercicio -respondió él al fin-. Y salir.
-¿Adonde?
-A discotecas. A bares de copas. Dondequiera que pueda tomar una copa con mis colegas y conocer mujeres.
__________ pensó que no tendría problemas para ligar. Ni siquiera tendría que abrir la boca. Le bastaba con aquel cuerpo y aquellos ojos duros y sensuales.
-¿Eres un buen amante?
La pregunta se le escapó antes de que pudiera morderse la lengua. No solía hacer preguntas así. Pero, por suerte, él no lo sabía.
-Nunca he tenido quejas -respondió, muy serio.
Ella estuvo a punto de preguntarle si esperaba mantener relaciones sexuales muy a menudo con su mujer, pero logró refrenarse a tiempo. Ya se había pasado de la raya.
-¿Religión? -preguntó.
-Ninguna.
-¿Eres ateo?
-No.
-Entonces, ¿qué? -preguntó entre dientes.
-El Señor y yo no tenemos mucho en común, pero ¿quién sabe lo que deparará el futuro?
-Está bien. Pondré que tienes amplitud de miras en el tema de la religión. ¿Educación?
-No mucha.
-¿Podrías ser más concreto?
-Fui al colegio hasta los diecisiete, pero no acabé el bachillerato. No he ido a la universidad. Soy un genio de la informática autodidacta.
-¿Un genio? Por favor, no seas tan modesto.
-No lo soy. Es la verdad.
-De acuerdo. Pero creo que voy a poner «experto en informática». ¿No querrás ahuyentar a una posible esposa por parecer demasiado... digamos... engreído?
-Yo no soy engreído. Soy sincero. Pero pon lo que quieras.
__________ pensaba hacerlo. Pero aquel hombre era de lo más irritante.
-¿Cómo se llama tu empresa?
-Stoneware.
-¿Stoneware? -dijo ella, girando los ojos.
-Me pareció un nombre divertido -respondió él, y sonrió.
No era una sonrisa muy grande. Era más bien como si ladeara un poco la comisura de la boca.
-Entonces, ¿tienes sentido del humor?
-No es una de mis mejores cualidades.
-No sé por qué, pero me lo imaginaba -masculló ella-. Ahora, Joe, entenderé que no quieras darme una cifra precisa, pero ¿cuánto ganas al año aproximadamente?
-No me importa decírtelo. El año pasado Stoneware facturó seis coma cuatro millones de dólares de beneficios. Poseo el setenta por ciento de la compañía, así que me correspondieron cuatro coma ocho millones. Pero este año espero que las cosas vayan mucho mejor.
_________ tragó saliva, pasmada, y dijo:
-¿Cuánto de mejor?
-Muchísimo mejor -contestó él secamente-. Hemos sacado un par de juegos nuevos que han tenido mucho éxito.
-Entiendo.
-Supongo que eso mejora mis posibilidades de encontrar esposa, ¿no?
El tono de su pregunta era decididamente cínico, lo cual sacó a __________ de sus casillas.
-Con dinero solamente no conseguirás esposa entre mis chicas -replicó ásperamente.
-¿Estás segura?
-Segurísima.
-Qué pena.
-¿Qué significa eso?
Él la miró con dureza, y ________ se removió en la silla.
-¿Sabes?, no eres como esperaba -dijo por fin Joe-. Pero me doy cuenta de que eres una profesional y no te andas con tonterías. Como te decía, soy muy sincero. No me gusta engañar a la gente. Y no puedo perder el tiempo. El caso es, señorita Fairlane -continuó mientras se echaba hacia delante y apoyaba los codos en las rodillas-, que necesito una esposa antes de la primera semana de diciembre.
Última edición por Love Slayer (Mily) el Miér 28 Sep 2011, 2:38 pm, editado 2 veces
Micaa *-*
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Nani Jonas Sáb 24 Sep 2011, 1:28 pm
me encanto el cap gracias por subirlo :D
Nani Jonas
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Micaa *-* Miér 28 Sep 2011, 12:59 pm
Chicas les tengo una pregunta quieren que siga la nove? por fiss respondan las quiero
Micaa *-*
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Nani Jonas Miér 28 Sep 2011, 1:06 pm
ovio qe qiero qe la sigas no la dejes porfavor
Nani Jonas
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Micaa *-* Miér 28 Sep 2011, 1:23 pm
Nani Jonas escribió:ovio qe qiero qe la sigas no la dejes porfavor
Pero lo que pasa es que eres la unica que comenta las otras lectoras no comentan y eso me da pena :( :(
Micaa *-*
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Nani Jonas Miér 28 Sep 2011, 1:27 pm
si qieres yo promosiono la nove en otras noves pero no
la dejes plis
la dejes plis
Nani Jonas
AriannaJr
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Micaa *-* Miér 28 Sep 2011, 1:49 pm
Nani Jonas escribió:si qieres yo promosiono la nove en otras noves pero no
la dejes plis
Bueno....... entonces no voy a dejar la nove por que tu me lo puedes Tkm :hug:
Micaa *-*
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Nani Jonas Miér 28 Sep 2011, 2:21 pm
siiiiiiiiiiiiiiiiii gracias te prometo qe promocionare tu nove y asi tengas mas lectoras
Nani Jonas
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Micaa *-* Miér 28 Sep 2011, 2:30 pm
Nani Jonas escribió:
prometo qe promocionare tu nove y asi tengas mas lectoras
Muchisimas gracias te pasaste enserio Tkm :hug: :hug:
Pd: Me das tu face por fiss
Micaa *-*
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Nani Jonas Miér 28 Sep 2011, 2:41 pm
si mira mi face es Alma Bernes y mi msn alma_bernes@hotmail.com
los cambie porqe me jaqearon las dos cuentas y pues tuve qe borrar todo
los cambie porqe me jaqearon las dos cuentas y pues tuve qe borrar todo
Última edición por Nani Jonas el Miér 28 Sep 2011, 3:14 pm, editado 2 veces
Nani Jonas
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Micaa *-* Miér 28 Sep 2011, 2:53 pm
-¡La primera semana de diciembre! -exclamó ________-. ¡Pero si falta poco más de un mes!
-Exacto -dijo Joe, y le gustó haberla dejado de una pieza.
Había conocido a mujeres como _________ Fairlane. Por alguna razón, eran unas amargadas. Sobre todo, con los hombres. Por eso intentaban esconder su feminidad tras ropas de aspecto masculino. Vivían negando constantemente su sexo, y su sexualidad.
Y, sin embargo, había que estar ciego para no darse cuenta de que ___________ Fairlane estaba guapísima. Bien vestida y maquillada, estaría despampanante. Tenía el equipamiento básico: el pelo rojo y bonito, los ojos azules, la boca sensual. Y, si Joe no se equivocaba, debajo de aquel espantoso pantalón gris había una figura espectacular.
-¡Pero eso es imposible! -dijo ella, alterada-. Se tarda un mes y un día en conseguir una licencia matrimonial, a no ser que tengas motivos para solicitar una licencia especial. ¿Los tienes? -preguntó -. Oh, esto es ridículo. ¿Por qué tienes que estar casado para esa fecha?
_________ vio que suspiraba y se recostaba otra vez en el sofá, estirando los brazos sobre el respaldo de modo que se le abrió la chaqueta de cuero.
________ procuró no mirar. Pero ¡menudo pecho!
-¿Quieres la versión larga o la corta? -preguntó él.
-Cualquiera de las dos me sirve -repuso ella-. Siempre y cuando tenga sentido.
Me parece bien. El caso es, señorita Fairlane, que estoy en negociaciones con una compañía estadounidense llamada Comproware a la que le interesa un nuevo programa que he creado. Le interesa hasta tal punto, que me han ofrecido ser socio del negocio.
-¿Y? -insistió __________ al ver que se paraba un momento. La paciencia no era una de sus virtudes.
-Un contrato de ese tipo supondría muchos millones para mi empresa en los próximos años. Pero, por desgracia, el propietario de Comproware es un carcamal, hipócrita y santurrón, llamado Chuck Helsinger que se niega a asociarse con hombres solteros. Me han informado de que he de estar casado y tener sólidos valores familiares.
-Ah, ahora empiezo a comprender. Pero ¿por qué llamas hipócrita al señor Helsinger?
-Porque tiene setenta años y su mujer cuarenta y tantos. Su tercera mujer.
-Por lo menos se casó con ella.
-Cambiar a tu mujer por una modelo más joven cada cierto tiempo no demuestra tener precisamente sólidos valores familiares. Y no es que compadezca a sus esposas. Seguro que sólo se casaron con él por dinero.
-Que es exactamente lo que piensas hacer tú -dijo ella con aspereza-. Casarte por el dinero del señor Helsinger.
-Tienes razón. Me alegra saber que lo entiendes.
-Oh, lo entiendo perfectamente, señor Stone -replicó ella, indignada-. Pero permíteme que te dé mi opinión. Si crees que voy a insultar a alguna de mis chicas emparejándolas con un hombre como tú, estás muy equivocado. Esas mujeres no aceptarían un matrimonio sin amor como el que te propones ni por todo el oro del mundo. Quieren casarse de verdad, tener un marido de verdad y fundar una familia de verdad, lo cual, supongo, no entra en tus planes.
Su diatriba no pareció afectar a Mike lo más mínimo. Siguió recostado tranquilamente, con cara de póquer.
-Tiene mucha razón, señorita Fairlane. Ser un marido de verdad no entra en mis planes. Esto sería únicamente un acuerdo de negocios, con un discreto divorcio en un futuro cercano
-¿Un acuerdo de negocios? -repitió ella, estupefacta-. ¿Quieres decir que no habría... sexo?
-Por supuesto.
No sabía por qué, pero a _________ le costaba creerlo. Joe Stone rezumaba testosterona por todos los poros.
Pero entonces comprendió lo que quería decir. No se acostaría con su novia comprada. Pero seguramente seguiría acostándose con otras mujeres.
-Lo siento -dijo, crispada-. Aun así no se me ocurriría hacerles una proposición tan descabellada a mis chicas. No acuden a mi agencia para eso. Se sentirían ofendidas y ninguna aceptaría.
-¿Estás segura?
-Absolutamente.
-Pagaré un millón de dólares al principio. Y otro si mi acuerdo con Helsinger sale adelante -___________ se quedó boquiabierta-. Naturalmente, correré con todos los gastos de la boda -continuó Joe antes de que ella lograra recuperar la compostura-. El matrimonio tendría que parecer real. Es posible que el señor Helsinger me haga investigar.
-Entiendo -dijo ella cuando por fin consiguió cerrar la boca-. Es una... oferta muy... generosa.
Generosa y tentadora.
-Es una oferta justa, por el trabajo y los inconvenientes que implica. Aparte de la molestia de pasar por una boda que parezca real, mi esposa tendrá que pasar un par de días conmigo a bordo del yate del señor Helsinger a principios de diciembre. Helsinger va a venir a Sidney a recoger un yate de lujo nuevo y a ponerme a prueba, al mismo tiempo.
________ frunció el ceño.
-En los yates las habitaciones suelen ser pequeñas. Si se supone que sois recién casados, tendréis que compartir camarote.
-Veo por dónde vas, pero te doy mi palabra de que no habrá sexo. No quiero complicaciones. Este matrimonio no se consumará, así que, por favor, no me emparejes con una mujer que se crea una seductora, o que piense que puedo enamorarme de ella. Porque no voy a hacerlo -concluyó con un brillo acerado en la mirada-. Yo no me enamoro, y no pienso seguir casado.
-No tienes que preocuparte. Ninguna pobre criatura engañada de Se Buscan Esposas intentará seducirte -dijo ella-. Pero aun así no tengo intención de emparejarte con ninguna de mis clientas.
________ se preguntaría más tarde qué la llevó a hacer lo que hizo a continuación. ¿Fue por el dinero o por alguna otra razón más oscura?
-Exacto -dijo Joe, y le gustó haberla dejado de una pieza.
Había conocido a mujeres como _________ Fairlane. Por alguna razón, eran unas amargadas. Sobre todo, con los hombres. Por eso intentaban esconder su feminidad tras ropas de aspecto masculino. Vivían negando constantemente su sexo, y su sexualidad.
Y, sin embargo, había que estar ciego para no darse cuenta de que ___________ Fairlane estaba guapísima. Bien vestida y maquillada, estaría despampanante. Tenía el equipamiento básico: el pelo rojo y bonito, los ojos azules, la boca sensual. Y, si Joe no se equivocaba, debajo de aquel espantoso pantalón gris había una figura espectacular.
-¡Pero eso es imposible! -dijo ella, alterada-. Se tarda un mes y un día en conseguir una licencia matrimonial, a no ser que tengas motivos para solicitar una licencia especial. ¿Los tienes? -preguntó -. Oh, esto es ridículo. ¿Por qué tienes que estar casado para esa fecha?
_________ vio que suspiraba y se recostaba otra vez en el sofá, estirando los brazos sobre el respaldo de modo que se le abrió la chaqueta de cuero.
________ procuró no mirar. Pero ¡menudo pecho!
-¿Quieres la versión larga o la corta? -preguntó él.
-Cualquiera de las dos me sirve -repuso ella-. Siempre y cuando tenga sentido.
Me parece bien. El caso es, señorita Fairlane, que estoy en negociaciones con una compañía estadounidense llamada Comproware a la que le interesa un nuevo programa que he creado. Le interesa hasta tal punto, que me han ofrecido ser socio del negocio.
-¿Y? -insistió __________ al ver que se paraba un momento. La paciencia no era una de sus virtudes.
-Un contrato de ese tipo supondría muchos millones para mi empresa en los próximos años. Pero, por desgracia, el propietario de Comproware es un carcamal, hipócrita y santurrón, llamado Chuck Helsinger que se niega a asociarse con hombres solteros. Me han informado de que he de estar casado y tener sólidos valores familiares.
-Ah, ahora empiezo a comprender. Pero ¿por qué llamas hipócrita al señor Helsinger?
-Porque tiene setenta años y su mujer cuarenta y tantos. Su tercera mujer.
-Por lo menos se casó con ella.
-Cambiar a tu mujer por una modelo más joven cada cierto tiempo no demuestra tener precisamente sólidos valores familiares. Y no es que compadezca a sus esposas. Seguro que sólo se casaron con él por dinero.
-Que es exactamente lo que piensas hacer tú -dijo ella con aspereza-. Casarte por el dinero del señor Helsinger.
-Tienes razón. Me alegra saber que lo entiendes.
-Oh, lo entiendo perfectamente, señor Stone -replicó ella, indignada-. Pero permíteme que te dé mi opinión. Si crees que voy a insultar a alguna de mis chicas emparejándolas con un hombre como tú, estás muy equivocado. Esas mujeres no aceptarían un matrimonio sin amor como el que te propones ni por todo el oro del mundo. Quieren casarse de verdad, tener un marido de verdad y fundar una familia de verdad, lo cual, supongo, no entra en tus planes.
Su diatriba no pareció afectar a Mike lo más mínimo. Siguió recostado tranquilamente, con cara de póquer.
-Tiene mucha razón, señorita Fairlane. Ser un marido de verdad no entra en mis planes. Esto sería únicamente un acuerdo de negocios, con un discreto divorcio en un futuro cercano
-¿Un acuerdo de negocios? -repitió ella, estupefacta-. ¿Quieres decir que no habría... sexo?
-Por supuesto.
No sabía por qué, pero a _________ le costaba creerlo. Joe Stone rezumaba testosterona por todos los poros.
Pero entonces comprendió lo que quería decir. No se acostaría con su novia comprada. Pero seguramente seguiría acostándose con otras mujeres.
-Lo siento -dijo, crispada-. Aun así no se me ocurriría hacerles una proposición tan descabellada a mis chicas. No acuden a mi agencia para eso. Se sentirían ofendidas y ninguna aceptaría.
-¿Estás segura?
-Absolutamente.
-Pagaré un millón de dólares al principio. Y otro si mi acuerdo con Helsinger sale adelante -___________ se quedó boquiabierta-. Naturalmente, correré con todos los gastos de la boda -continuó Joe antes de que ella lograra recuperar la compostura-. El matrimonio tendría que parecer real. Es posible que el señor Helsinger me haga investigar.
-Entiendo -dijo ella cuando por fin consiguió cerrar la boca-. Es una... oferta muy... generosa.
Generosa y tentadora.
-Es una oferta justa, por el trabajo y los inconvenientes que implica. Aparte de la molestia de pasar por una boda que parezca real, mi esposa tendrá que pasar un par de días conmigo a bordo del yate del señor Helsinger a principios de diciembre. Helsinger va a venir a Sidney a recoger un yate de lujo nuevo y a ponerme a prueba, al mismo tiempo.
________ frunció el ceño.
-En los yates las habitaciones suelen ser pequeñas. Si se supone que sois recién casados, tendréis que compartir camarote.
-Veo por dónde vas, pero te doy mi palabra de que no habrá sexo. No quiero complicaciones. Este matrimonio no se consumará, así que, por favor, no me emparejes con una mujer que se crea una seductora, o que piense que puedo enamorarme de ella. Porque no voy a hacerlo -concluyó con un brillo acerado en la mirada-. Yo no me enamoro, y no pienso seguir casado.
-No tienes que preocuparte. Ninguna pobre criatura engañada de Se Buscan Esposas intentará seducirte -dijo ella-. Pero aun así no tengo intención de emparejarte con ninguna de mis clientas.
________ se preguntaría más tarde qué la llevó a hacer lo que hizo a continuación. ¿Fue por el dinero o por alguna otra razón más oscura?
Micaa *-*
Re: Un Matrimonio escandaloso Joe & Tu *Terminada*
por Nani Jonas Miér 28 Sep 2011, 3:11 pm
me gusto mucho el cap siguela porfavor
Nani Jonas
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