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A new story. {inscripciones cerradas.
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Re: A new story. {inscripciones cerradas.
:deos: asfkljaskfljfkljasoijsafkljasfkl Estoy en las escritoras! :shakeitbb: :shimi: Okya mucho baile de celebración.
Snow.
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
Yo tampoco aguanto.Fantaisie. escribió:Acabo de ver que estoy en la lista de escritoras alksjdaslkdjaslkdjaslkdj <3 No puedo esperar para comenzar
Te mando un beso, linda. (y sigo molestando a la gente con esto pero) ¡Feliz Año nuevo! :hug:
En un rato cierro las inscripciones; esperaré si alguien más dejará un capítulo.
Yo también te mando un beso, atrápalo (?
Igual, ¡Feliz año!
Vicky.
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
mariiwis escribió::deos: asfkljaskfljfkljasoijsafkljasfkl Estoy en las escritoras! :shakeitbb: :shimi: Okya mucho baile de celebración.
Vicky.
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
Quiero comenzar
✦ ausente.✦
pixie.
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
omg. me voy por un tiempo y esto ya tiene seis página.
JotaImagine
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
- to change everything. | prólogo. :
- Abril, 2137.
Últimamente me he quedado flotando en el limbo de mis pensamientos y la realidad. De todas maneras, a todos nos ha pasado y supongo que es normal. Ese momento en el que te sientes perdida y acomplejada, incomprendida y juzgada. Somos seres humanos y hasta el más fuerte sufre.
Mi papá solía decirme que yo era una pequeña fuerte, aunque en realidad siempre fui una niña cobarde y tímida. Pero creo que lo dice por el hecho de que todas las veces que me caí en mi niñez, yo me levantaba, aún con rasmillones en las rodillas, y seguía jugando. Sin siquiera botar una lágrima. Al pasar los años me di cuenta que las personas deberíamos aprender de ello. Pequeñas experiencias de nuestra niñez, en realidad son enseñanzas de vida. Y no nos dábamos cuenta. Esa es la razón por la cual las personas han cambiado, la sociedad ha cambiado, aunque yo siempre lo he vivido todo igual.
Papá me contaba que cuando él era niño no era tan así. La tecnología existía, pero ellos tenían claro que habían cosas que eran más importantes. Sus padres lo incentivaban a seguir sus sueños, y él se esforzaba por ello. Ahora tienes el futuro completamente asegurado y pocas veces te encuentras con una persona pobre. Aunque si te puedes encontrar con personas realmente ignorantes.
A veces me pregunto, ¿Quiénes somos realmente?
Las personas somos como una moneda. Tenemos dos caras; la que mostramos a la gente y la que ocultamos. Únicamente conocida por nosotros mismos. Somos quienes queremos ser, uno muestra lo que quieren que vean cuando en realidad todos los sentimientos están escondidos. Escondidos tras nuestra segunda cara. La vida. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción. Nunca el mundo estará hecho solamente de honestidad, porque todos tenemos secretos. Todos escondemos algo y todos ocultamos quien realmente somos. A veces fingimos ser felices cuando en realidad uno solo quiere abrir unas alas imaginarias y volar lejos. Alejarse de los problemas, ser libres. Dejar de fingir todo lo que decimos ser. Podemos arriesgarnos a serlo, pero no lo hacemos. ¿Por qué? Simplemente cobardía. La cobardía, el temor a ser juzgados nos consume. ¿Por qué ahora no puedes ser tu mismo? ¿Por qué no podemos dejar los comentarios atrás? Fácil. El temor a ser juzgado. Y no seré hipócrita, yo tengo miedo de los comentarios hacia mí. Tengo ganas de solamente pasar desapercibida entre la gente. Que no me noten, ni me juzguen. Ser invisible. Y no me afectaría. Ya nada podría afectarme más. Mis alas de los sueños y la esperanza se rompieron. Estoy hueca. Ya no siento nada más que tristeza, y la felicidad que solía tener está cubierta bajo los mantos del temor y la inseguridad. Mis pensamientos encerrados en mi cabeza, sin salir de allí. Permanecen, sin irse, metiéndome en mi mundo. Siempre hay soluciones, pero he perdido las ganas de luchar, de levantarme nuevamente. Me dejo caer sin intentar superar cada problema. No hago el esfuerzo de volver a levantarme, simplemente lo dejo. Me echo a morir. Sin valor para superar todo y seguir adelante. Aunque siempre hay algo que jamás querrás dejar. Cuando leo, por ejemplo. Siento que me voy, me desvanezco poco a poco y luego aparezco encerrada en el mundo de mi imaginación, sin querer salir de allí, con la ilusión de quedarme para siempre. La lectura me lleva a mundos fantásticos, a lugares extraordinarios. Abre las puertas de nuestra mente a reflexionar que es la verdadera vida. Nos hace preguntarnos cosas que jamás nos preguntamos. ¿En realidad existo? ¿Que será de mí? ¿De mi vida? ¿Cuando muera? ¿Quedaré en el olvido o mi ausencia será notada? ¿Habrá vida después de la muerte o simplemente seré...nada? Nosotros elegimos quienes somos. Nosotros elegimos el rumbo que queremos tomar. Solo nosotros. El destino es solo una excusa para no luchar por nuestro futuro o lo que será de nosotros. Nosotros elegimos en que creer. Yo tenía la mentalidad de no pensar en un futuro, vivir del pasado. Vivir de los recuerdos, vivir para respirar y no para vivir.
Recuerdo aquellas mañanas de Invierno que solía sentarme con mi padre en el viejo sofá que teníamos. Nos tomábamos un café y hablábamos sobre diversos temas. Recuerdo que un día quisimos hablar sobre la vida. Él se quedó callado largos segundos, pero luego habló. "La muerte está tan segura de su victoria, que te da toda una vida de ventaja" había dicho. Y allí empecé a mirar las cosas de manera diferente. Lo había comprendido. Nada es más importante que la vida. Aunque estés triste, feliz o enojado. Deprimido o confundido. Solo son etapas. Etapas que nos enseñan a superarnos, porque la vida es una etapa de superación. No hay que rendirse sin intentarlo. Todo problema tiene solución. Todo abismo tiene forma de cruzar. Todo se puede lograr. Simplemente debes luchar por ello. Y eso estoy haciendo yo, superaré cada problema con la frente en alto y saldré adelante. Levantándome una y otra vez si es necesario. Mi padre se va a morir, no tengo amigos y las pocas personas que conozco solo se burlan de mi personalidad. Tengo completamente presente que soy extraña. Me lo repito una y otra vez. Ahora solo me queda recordar sus consejos.
Tomé su mano, fría y algo arrugada debido a la leucemia. Las lágrimas comienzan a brotar por sí solas de mis ojos. Él me sonríe con esfuerzo.
—No llores. —me susurra —Por favor, no lo hagas.
Le sonrío una vez más, como siempre hago para él. Sabía que sería la última vez. El sujeta mi mano, con fuerza, como si no quisiera dejarme.
—Te tengo un regalo, pequeña Samantha. —tose un poco, pero continúa. —En casa, cuando te vayas, ve al laboratorio.
Mi padre era científico.
En realidad, actualmente los estereotipos de “científicos locos” ya no estaban presentes, ya que ellos descubrieron el uso de muchos de los artefactos tecnológicos actuales, hecho que los hizo respetables e incluso dignos de admiración.
Sinceramente, creo que le debo mucho de lo que soy a mi papá. No diré que fue perfecto, porque todos en algún momento tenemos problemas con nuestros padres.
Tengo la suerte de que él no me odia, pero hay gente a la que si le sucede, y lo siento mucho. Además de todo, papá siempre me hacía sentir única. Yo siempre me sentí especial y distinta a los demás, no por lucirme, solo creo que voy mas allá. Soy más…profunda. Y eso en este tiempo es raro. ¡Solo tengo trece años y he leído más libros que cualquier persona adulta de esta generación!
Cuando sentí que el pulso de mi padre desapareció, solté su mano. Sabía que debía hacerlo, no podía seguir viviendo del pasado.
« Se supone que no debo mirar atrás, ¿verdad? »
Decidí hacer la última petición que él me había planteado. Antes de salir realicé los trámites correspondientes después de su muerte. Por alguna razón sentí que luego no podría hacerlo.
Tomé un taxi, el cual se demoró en llegar, y me dirigí a mi casa.
No vivía en una mansión. Mi casa siempre ha sido una humilde vivienda, no pequeña, pero distinta a cualquier otra. Lo que yo tenía entendido era que la casa había pertenecido a mi tatarabuelo, aunque nunca he tenido razones para creer que es verdad o mentira. El piso es de mármol y la mayoría de los objetos que hay dentro son de épocas antiguas, lo cual me parece algo muy interesante. Cada uno de ellos tiene una historia diferente.
Cuando llegué, sentía que debía dar mil pasos para llegar a la puerta. Porque tenía la seguridad de que no volvería a ser lo mismo entrar. Ahora estaría todo callado, sin vida. Y la culpa se estaba apoderando de mi corazón. Dolía mucho saber que de un momento a otro me había quedado sola para siempre.
Suspiré y me adentré, intentando que mis sentimientos no escaparan. Corrí al laboratorio ubicado al otro lado de la vivienda. Coloqué la contraseña para que la compuerta se abriera y esperé unos mínimos segundos. Frente a mis ojos se encontraba aquella sala en la que crecí y viví la mayoría de los mejores momentos de mi vida. Hasta que vi algo extraño, muy extraño.
Comencé a caminar con lentitud hacía el invento desconocido para mí. Era por llamarle de alguna manera “peculiar”. Por suerte, mi padre solía dejar una pequeña descripción cerca de sus máquinas.
Comencé a buscar entre el desorden, hasta que encontré lo que creí era una breve descripción, aunque en realidad era una carta.
“Querida Samantha:
Cuando leas esto yo ya estaré muerto, y por esa misma razón cambiará tu vida para siempre. La máquina que está frente a tus ojos es el objeto que te llevará a cumplir tu mayor sueño.
Yo siempre quise que tú fueras feliz por sobre todo, y después de varios años, he logrado mi objetivo.
No puedo sacar a los personajes de los libros, Sam. Intenté de todo, pero no pude. No me rendí, porque yo te enseñé que eso es incorrecto. Encontré otra manera. Tú puedes adentrarte en ellos. Más abajo te dejaré las instrucciones para ocuparla. Úsala con sabiduría, y espero que de una vez por todas, seas feliz.
Te ama mucho, tu papá.”
Por un momento me sentí en shock, pero bastaron unos segundos para darme cuenta de que yo estaba sonriendo.
Me puse nerviosa luego de comenzar a leer las instrucciones. Esto, como la carta decía, cambiaría completamente toda mi vida.
Cuando ya sabía cómo ocuparla, me posicioné frente a ella y realicé los procedimientos necesarios.
Vi una resplandeciente luz blanca que era tan intensa a tal punto de que sentía que me cegaría.
—Gracias, papá.
Y luego no vi nada.
- ashes of love. | one shot.:
[/color][/font]Ella solía sentarse bajo aquel robusto árbol, miraba el cielo y al pasar la mano por el césped sentía como se le mojaban los dedos. Sonreía, y luego sacaba su libro para leer.
Sersh siempre realizaba la misma rutina, no había siquiera un alma que la molestara; aquella sensación le agradaba por completo, y solo la podía sentir en aquel parque cercano a su casa.
Solo ese lugar era importante para ella, ningún otro. Era especial, y por sobre todo; único. En aquel único lugar conoció después de un tiempo, al que sería el amor de su vida.
Fue un recuerdo que duró en ella para siempre, a lo largo de su vida; ella recordó cada detalle de su historia con él, cada promesa, cada palabra, cada beso y cada sentimiento. Todo estaba presente, absolutamente en su cabeza.
Se conocieron en una bellísima Primavera de 2010, exactamente en el 12 de Abril. El cumpleaños de la chica, aunque no le importaba mucho. Corría mientras las lágrimas caían sin parar de sus azulados ojos. La respiración se le acababa, solamente quería llegar a su árbol.
Sus padres la habían regañado por el hecho de llegar un poco atrasada a casa, y lo peor, habían olvidado que ese día, Sersh cumplía años.
Nunca había pasado, sus padres la querían y sobreprotegían muchísimo, Saoirse sabía que este último tiempo ellos se encontraban bastante estresados por sus gastos económicos, pero jamás pensó que olvidarían algo tan importante, o al menos para ella.
Y cuando pensó que se calmaría, estaba muy equivocada.
Frente a ella, sentado bajo el gran árbol, había un chico escribiendo en un libro, quitándole su lugar.
Inhaló sorprendida, nadie jamás, en todos los años en los que ella iba al parque, se había puesto en aquel lugar, nadie menos ella.
El chico levantó la mirada y frunció el ceño al ver sus lágrimas. Se paró y se acercó a ella a pasos lentos.
—No llores, pequeña. —el rubio le sonrió intentando alentarla. —Por favor, no llores. —el chico era inexperto consolando a la gente, pero hacía lo que podía, y no se le ocurrió más que abrazarla.
—Ey, suéltame. —logró decir ella, cesando su llanto. —Ni siquiera te conozco.
—Soy Jake Abel, tengo 22 años. —le sonrió, aquella chica para él era solo una niña. Una niña muy atractiva.
—¿22? —indagó Saoirse y él asintió. —Saoirse Ronan, 16 años.
Jake lo presintió, no parecía ser de su edad.
—¿Seahorse Ronan? —ella lo miró seria. — ¿Swishy?
Quizás la manera en la que él la había hecho reír había sido especial, y ella no lo notó hasta después de mucho tiempo.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
12 de Agosto de 2010, habían pasado exactamente cuatro meses desde que se conocieron. Se habían vuelto grandes amigos, y ahora compartían aquel especial árbol.
Los padres de Sersh estaban de acuerdo con ello, porque ellos tenían la mentalidad de que tanto para el amor como para la amistad; no hay edad, además de que la diferencia no era tan grande.
El padre de Jake también lo aceptaba, incluso la chiquilla le caía de maravilla, el problema era Kim Abel.
—¡Es solo una niña! — le había gritado a su hijo. —¡Tiene 16 años, Jacob! ¡No puedes!
—¡Pero yo amo a esa niña, mamá! —y ella había quedado en silencio. Jake hace mucho tenía claridad de sus sentimientos hacia Saoirse, y no dejaría que nada los separara. —Yo amo a esa niña.
Ahora se encontraban allí, recostados en el pasto, uno al lado del otro.
Faltaba un mes para que llegara la Primavera, pero por alguna extraña razón, ese día parecía que las floreces crecían en torno a las hojas de los árboles sobre ellos.
—¿Sabes? Es curioso. —el rubio había comenzado a hablar de la nda.
—¿Qué cosa? —la chica lo miró a los ojos, sin saber a qué se refería.
—Una de las razones por la cual amo tu nombre es su significado, libertad. Es exactamente como me siento cuando estoy a tu lado, libre. —Sersh no pudo disimular su sorpresa, su boca formó una gran ‘O’ por lo que el ojiazul rió fuertemente. Con esa risa que tanto la hipnotizaba.
En realidad, ambos se gustaban, o más que gustar, se querían. Un sentimiento completamente puro y transparente.
Sus miradas conectaron, como siempre lo hacían y unieron sus manos.
—Quiero que seas mi novia. —le susurró él unos minutos después, con suavidad y sin siquiera mirarla.
—Y yo quiero ser tu novia. —ella sonrió, sin mirarlo también. No se acercaron, ni se alejaron, simplemente se mantuvieron quietos toda la tarde mirando el cielo. Juntos, y sin separar sus manos.
Nada importaba, nada más que ellos.
—Te quiero, Jacob Allen Abel.
—Yo también te quiero, Saoirse Una Ronan.
Ese día quisieron dejar su amor proclamado en aquel especial árbol, que después llevaría las iniciales de ambos encerradas en un corazón.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
—¿Alguna vez te has preguntado cómo será cuando fallezcamos? —Sersh levantó la mirada para encontrarse con los orbes azules de su novio, que la miraban tiernamente mientras le acariciaba el cabello. —Yo sí, estaremos viejitos y acostados en nuestro dormitorios, tomados de las manos, y sin que nos demos cuenta, morimos dormidos. Recordando nuestra vida juntos, morimos felices.
La chica se abrazó a su pecho.
—Cuando muera, quiero que lancen mis cenizas al mar. —murmuró mirando el océano frente a ellos, Jake la sentó sobre su regazo y le besó la frente.
—Lanzaran las cenizas de ambos al mar, estaremos juntos para siempre. Nuestras cenizas al mar, serán nuestras cenizas de amor. —ninguno de los dos lo supo, pero esa sería su promesa más importante.
Quizás, aún después de dos años, Kim Abel no aceptaba la relación, y no se molestaba en disimular su poco agrado por Saoirse, pero después de todo, ellos superarían cada barrera que se les interpusiera. Ellos eran fuertes, el amor que se tenían los hacía fuertes, y no se dejarían consumir por el fracaso.
Se amaban, eso era seguro.
Jacob se levantó de la alta roca en la que estaban sentados y le ofreció la mano a su chica. Las olas les salpicaban ferozmente. Habían sido unos descuidados al ubicarse en aquella gran roca dentro del océano.
—¡Estás loco, vas a matarte! —gritó ella a carcajadas, pero el rubio no le hizo caso, la levantó de un tirón y la tomó en brazos mientras ella gritaba. —¡No, bájame! ¡Jake, en serio, bájame! —el la posicionó a su lado, sujetándola por la cintura para que no se callera y comenzó a gritar en dirección al mar.
—¡Amo a Saoirse Ronan! ¡Mi Sersh! ¡La amo! —sonreía como nunca, y sus gritos se escuchaban llenos de entusiasmo a lo largo de toda la playa.
—¡Escuche mundo, amo a Jake Abel! —el nuevamente la tomó entre sus brazos, y se lanzó al agua.
Ambos se hundieron en el refrescante mar, y cuando salieron a flote, con el agua a altura de sus cuellos, se acercaron hasta que sus labios se unieron en un beso.
—Estás loco. —le dijo ella cuando se separaron.
—Sí, por ti. —y se volvieron a besar. Demostrando el amor que se tenían, sin importar nada.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
23 de Octubre de 2014.
El tiempo pasaba muy rápido, y Saoirse con Jake estaban formando su propia familia. Tenían un pequeño hijo, de solamente un año y medio de edad, Tyler Abel.
¡Oh, que niño más bello! Poseía un hermoso cabello rubio, ojos extremadamente calipsos y una sonrisa encantadora. Un bebé hermosísimo, incluso, el regalón de su abuela paterna, que actualmente al menos toleraba a su yerna.
El pequeño se encontraba con Kim, mientras ellos se dirigían a su vivienda.
Era de noche, se encontraba todo muy oscuro y frío, pero aún así ellos estaban felices.
Aún se encontraban cerca de la casa de los señores Abel, aunque actualmente era solamente Kim Abel, pues su marido había muerto poco después del nacimiento de Tyler debido a una enfermedad terminal.
Iban con precaución debido a la poca visión que tenían.
Aún así no sirvió de nada.
—Estoy preocupado, Sersh. —le susurró de repente Jake, y ella se asustó, ya que él siempre se tomaba todo con calma.
—¿Sucede algo? —cuestionó la irlandesa.
—Siento que va a suceder algo. —contestó, con miedo en la voz. —Te amo más que a cualquier cosa, a ti y a Tyler, son mi todo. —
Ella sin darse cuenta y sin saber la razón comenzó a llorar, aquellas palabras le sonaban como una despedida. Aunque en realidad lo fueron.
—También te amo, eres lo más importante para mí. —pero ella no pudo continuar, porque sintió como un impactó la golpeó fuertemente. Después sintió un peso sobre ella, pero no pudo abrir los ojos. Lo único que escuchaba era un pitido que la desesperaba en aquel infierno negro. No veía, no oía, no sentía. Estaba tan asustada que perdió el conocimiento, y al despertar, quiso no haberlo hecho.
Se encontraba recostada en una camilla blanca, de la cual se levantó de golpe al abrir los ojos.
—¡Jake, Jake! —chilló. Aún se encontraba en la fría carretera, por lo que el viento le golpeaba el rostro.
—Señorita, cálmese. —le susurró una enfermera, pero Sersh no hizo caso.
—¡Jake! —siguió gritando. Hasta que sus ojos se encontraron con una imagen horrible.
Una auto destrozado junto a un cuerpo, cubierto por una manta gris.
—¿Jake? —susurró con un hilo de voz, la misma enfermera se posicionó a su lado observándola con lástima y comenzó a hablar.
—El auto que los chocó vino por su lado. —Sersh esperó que siguiera. —Probablemente el choque a usted no la hubiera matado…pero si la bolsa de aire. —la chica sintió las lágrimas picarles en los ojos, la enfermera continuó. —Pero el chico se interpuso, y el impacto de la bolsa de aire lo recibió él.
No necesitó nada más para romper a llorar allí mismo.
A lo lejos, pudo observar a una persona en un sus mismas condiciones, cargando un bebé.
Allí se encontraba Kim, llorando a mares por la pérdida de su hijo.
Sersh se acercó a ella con lentitud, y cuando estuvieron frente a frente, sin importar sus diferencias, se abrazaron sin cesar el llanto. Se necesitaban la una a la otra, estaban igual de destruidas, igual de acabadas.
—No llores, pequeña. —le susurró la mujer. —Por favor, no llores. —la irlandesa lloró con más intensidad. Kim era tan parecida a Jake…Aún pensaba que todo era una pesadilla de la cual despertaría en la mañana, pero no era así. Lamentablemente todo lo que estaba ocurriendo era verdad, completamente real. Ese era el problema.
Una realidad rota, en eso se había transformado aquel 23 de Octubre, el infierno en vida.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
10 de Enero de 2015.
Allí se encontraba Kim Abel, en la roca donde Jake y Sersh habían hecho la promesa.
Y era hora de cumplirla.
Hace unos días la chica había muerto debido a un disparo no premeditado que ocasionaron unos ladrones en un robo, Sersh no tenía oportunidades.
Kim abrió el frasco, donde yacían las cenizas de ambos y las lanzó al mar, tal como ambos habrían querido.
Dejando libres sus cenizas de amor....
—Tus padres se amaban muchísimo, Tyler. —le susurró la envejecida mujer a su nieto, de solo unos 17 años de edad. —Y te amaban muchísimo a ti.
—Te quiero, abuela. —susurró el chiquillo de ojos calipsos.
—Y yo a ti, pequeño.
taeyong.
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
Wanda. escribió:
- to change everything. | prólogo. :
Abril, 2137.
Últimamente me he quedado flotando en el limbo de mis pensamientos y la realidad. De todas maneras, a todos nos ha pasado y supongo que es normal. Ese momento en el que te sientes perdida y acomplejada, incomprendida y juzgada. Somos seres humanos y hasta el más fuerte sufre.
Mi papá solía decirme que yo era una pequeña fuerte, aunque en realidad siempre fui una niña cobarde y tímida. Pero creo que lo dice por el hecho de que todas las veces que me caí en mi niñez, yo me levantaba, aún con rasmillones en las rodillas, y seguía jugando. Sin siquiera botar una lágrima. Al pasar los años me di cuenta que las personas deberíamos aprender de ello. Pequeñas experiencias de nuestra niñez, en realidad son enseñanzas de vida. Y no nos dábamos cuenta. Esa es la razón por la cual las personas han cambiado, la sociedad ha cambiado, aunque yo siempre lo he vivido todo igual.
Papá me contaba que cuando él era niño no era tan así. La tecnología existía, pero ellos tenían claro que habían cosas que eran más importantes. Sus padres lo incentivaban a seguir sus sueños, y él se esforzaba por ello. Ahora tienes el futuro completamente asegurado y pocas veces te encuentras con una persona pobre. Aunque si te puedes encontrar con personas realmente ignorantes.
A veces me pregunto, ¿Quiénes somos realmente?
Las personas somos como una moneda. Tenemos dos caras; la que mostramos a la gente y la que ocultamos. Únicamente conocida por nosotros mismos. Somos quienes queremos ser, uno muestra lo que quieren que vean cuando en realidad todos los sentimientos están escondidos. Escondidos tras nuestra segunda cara. La vida. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción. Nunca el mundo estará hecho solamente de honestidad, porque todos tenemos secretos. Todos escondemos algo y todos ocultamos quien realmente somos. A veces fingimos ser felices cuando en realidad uno solo quiere abrir unas alas imaginarias y volar lejos. Alejarse de los problemas, ser libres. Dejar de fingir todo lo que decimos ser. Podemos arriesgarnos a serlo, pero no lo hacemos. ¿Por qué? Simplemente cobardía. La cobardía, el temor a ser juzgados nos consume. ¿Por qué ahora no puedes ser tu mismo? ¿Por qué no podemos dejar los comentarios atrás? Fácil. El temor a ser juzgado. Y no seré hipócrita, yo tengo miedo de los comentarios hacia mí. Tengo ganas de solamente pasar desapercibida entre la gente. Que no me noten, ni me juzguen. Ser invisible. Y no me afectaría. Ya nada podría afectarme más. Mis alas de los sueños y la esperanza se rompieron. Estoy hueca. Ya no siento nada más que tristeza, y la felicidad que solía tener está cubierta bajo los mantos del temor y la inseguridad. Mis pensamientos encerrados en mi cabeza, sin salir de allí. Permanecen, sin irse, metiéndome en mi mundo. Siempre hay soluciones, pero he perdido las ganas de luchar, de levantarme nuevamente. Me dejo caer sin intentar superar cada problema. No hago el esfuerzo de volver a levantarme, simplemente lo dejo. Me echo a morir. Sin valor para superar todo y seguir adelante. Aunque siempre hay algo que jamás querrás dejar. Cuando leo, por ejemplo. Siento que me voy, me desvanezco poco a poco y luego aparezco encerrada en el mundo de mi imaginación, sin querer salir de allí, con la ilusión de quedarme para siempre. La lectura me lleva a mundos fantásticos, a lugares extraordinarios. Abre las puertas de nuestra mente a reflexionar que es la verdadera vida. Nos hace preguntarnos cosas que jamás nos preguntamos. ¿En realidad existo? ¿Que será de mí? ¿De mi vida? ¿Cuando muera? ¿Quedaré en el olvido o mi ausencia será notada? ¿Habrá vida después de la muerte o simplemente seré...nada? Nosotros elegimos quienes somos. Nosotros elegimos el rumbo que queremos tomar. Solo nosotros. El destino es solo una excusa para no luchar por nuestro futuro o lo que será de nosotros. Nosotros elegimos en que creer. Yo tenía la mentalidad de no pensar en un futuro, vivir del pasado. Vivir de los recuerdos, vivir para respirar y no para vivir.
Recuerdo aquellas mañanas de Invierno que solía sentarme con mi padre en el viejo sofá que teníamos. Nos tomábamos un café y hablábamos sobre diversos temas. Recuerdo que un día quisimos hablar sobre la vida. Él se quedó callado largos segundos, pero luego habló. "La muerte está tan segura de su victoria, que te da toda una vida de ventaja" había dicho. Y allí empecé a mirar las cosas de manera diferente. Lo había comprendido. Nada es más importante que la vida. Aunque estés triste, feliz o enojado. Deprimido o confundido. Solo son etapas. Etapas que nos enseñan a superarnos, porque la vida es una etapa de superación. No hay que rendirse sin intentarlo. Todo problema tiene solución. Todo abismo tiene forma de cruzar. Todo se puede lograr. Simplemente debes luchar por ello. Y eso estoy haciendo yo, superaré cada problema con la frente en alto y saldré adelante. Levantándome una y otra vez si es necesario. Mi padre se va a morir, no tengo amigos y las pocas personas que conozco solo se burlan de mi personalidad. Tengo completamente presente que soy extraña. Me lo repito una y otra vez. Ahora solo me queda recordar sus consejos.
Tomé su mano, fría y algo arrugada debido a la leucemia. Las lágrimas comienzan a brotar por sí solas de mis ojos. Él me sonríe con esfuerzo.
—No llores. —me susurra —Por favor, no lo hagas.
Le sonrío una vez más, como siempre hago para él. Sabía que sería la última vez. El sujeta mi mano, con fuerza, como si no quisiera dejarme.
—Te tengo un regalo, pequeña Samantha. —tose un poco, pero continúa. —En casa, cuando te vayas, ve al laboratorio.
Mi padre era científico.
En realidad, actualmente los estereotipos de “científicos locos” ya no estaban presentes, ya que ellos descubrieron el uso de muchos de los artefactos tecnológicos actuales, hecho que los hizo respetables e incluso dignos de admiración.
Sinceramente, creo que le debo mucho de lo que soy a mi papá. No diré que fue perfecto, porque todos en algún momento tenemos problemas con nuestros padres.
Tengo la suerte de que él no me odia, pero hay gente a la que si le sucede, y lo siento mucho. Además de todo, papá siempre me hacía sentir única. Yo siempre me sentí especial y distinta a los demás, no por lucirme, solo creo que voy mas allá. Soy más…profunda. Y eso en este tiempo es raro. ¡Solo tengo trece años y he leído más libros que cualquier persona adulta de esta generación!
Cuando sentí que el pulso de mi padre desapareció, solté su mano. Sabía que debía hacerlo, no podía seguir viviendo del pasado.
« Se supone que no debo mirar atrás, ¿verdad? »
Decidí hacer la última petición que él me había planteado. Antes de salir realicé los trámites correspondientes después de su muerte. Por alguna razón sentí que luego no podría hacerlo.
Tomé un taxi, el cual se demoró en llegar, y me dirigí a mi casa.
No vivía en una mansión. Mi casa siempre ha sido una humilde vivienda, no pequeña, pero distinta a cualquier otra. Lo que yo tenía entendido era que la casa había pertenecido a mi tatarabuelo, aunque nunca he tenido razones para creer que es verdad o mentira. El piso es de mármol y la mayoría de los objetos que hay dentro son de épocas antiguas, lo cual me parece algo muy interesante. Cada uno de ellos tiene una historia diferente.
Cuando llegué, sentía que debía dar mil pasos para llegar a la puerta. Porque tenía la seguridad de que no volvería a ser lo mismo entrar. Ahora estaría todo callado, sin vida. Y la culpa se estaba apoderando de mi corazón. Dolía mucho saber que de un momento a otro me había quedado sola para siempre.
Suspiré y me adentré, intentando que mis sentimientos no escaparan. Corrí al laboratorio ubicado al otro lado de la vivienda. Coloqué la contraseña para que la compuerta se abriera y esperé unos mínimos segundos. Frente a mis ojos se encontraba aquella sala en la que crecí y viví la mayoría de los mejores momentos de mi vida. Hasta que vi algo extraño, muy extraño.
Comencé a caminar con lentitud hacía el invento desconocido para mí. Era por llamarle de alguna manera “peculiar”. Por suerte, mi padre solía dejar una pequeña descripción cerca de sus máquinas.
Comencé a buscar entre el desorden, hasta que encontré lo que creí era una breve descripción, aunque en realidad era una carta.
“Querida Samantha:
Cuando leas esto yo ya estaré muerto, y por esa misma razón cambiará tu vida para siempre. La máquina que está frente a tus ojos es el objeto que te llevará a cumplir tu mayor sueño.
Yo siempre quise que tú fueras feliz por sobre todo, y después de varios años, he logrado mi objetivo.
No puedo sacar a los personajes de los libros, Sam. Intenté de todo, pero no pude. No me rendí, porque yo te enseñé que eso es incorrecto. Encontré otra manera. Tú puedes adentrarte en ellos. Más abajo te dejaré las instrucciones para ocuparla. Úsala con sabiduría, y espero que de una vez por todas, seas feliz.
Te ama mucho, tu papá.”
Por un momento me sentí en shock, pero bastaron unos segundos para darme cuenta de que yo estaba sonriendo.
Me puse nerviosa luego de comenzar a leer las instrucciones. Esto, como la carta decía, cambiaría completamente toda mi vida.
Cuando ya sabía cómo ocuparla, me posicioné frente a ella y realicé los procedimientos necesarios.
Vi una resplandeciente luz blanca que era tan intensa a tal punto de que sentía que me cegaría.
—Gracias, papá.
Y luego no vi nada.
- ashes of love. | one shot.:
[/color][/font]Ella solía sentarse bajo aquel robusto árbol, miraba el cielo y al pasar la mano por el césped sentía como se le mojaban los dedos. Sonreía, y luego sacaba su libro para leer.
Sersh siempre realizaba la misma rutina, no había siquiera un alma que la molestara; aquella sensación le agradaba por completo, y solo la podía sentir en aquel parque cercano a su casa.
Solo ese lugar era importante para ella, ningún otro. Era especial, y por sobre todo; único. En aquel único lugar conoció después de un tiempo, al que sería el amor de su vida.
Fue un recuerdo que duró en ella para siempre, a lo largo de su vida; ella recordó cada detalle de su historia con él, cada promesa, cada palabra, cada beso y cada sentimiento. Todo estaba presente, absolutamente en su cabeza.
Se conocieron en una bellísima Primavera de 2010, exactamente en el 12 de Abril. El cumpleaños de la chica, aunque no le importaba mucho. Corría mientras las lágrimas caían sin parar de sus azulados ojos. La respiración se le acababa, solamente quería llegar a su árbol.
Sus padres la habían regañado por el hecho de llegar un poco atrasada a casa, y lo peor, habían olvidado que ese día, Sersh cumplía años.
Nunca había pasado, sus padres la querían y sobreprotegían muchísimo, Saoirse sabía que este último tiempo ellos se encontraban bastante estresados por sus gastos económicos, pero jamás pensó que olvidarían algo tan importante, o al menos para ella.
Y cuando pensó que se calmaría, estaba muy equivocada.
Frente a ella, sentado bajo el gran árbol, había un chico escribiendo en un libro, quitándole su lugar.
Inhaló sorprendida, nadie jamás, en todos los años en los que ella iba al parque, se había puesto en aquel lugar, nadie menos ella.
El chico levantó la mirada y frunció el ceño al ver sus lágrimas. Se paró y se acercó a ella a pasos lentos.
—No llores, pequeña. —el rubio le sonrió intentando alentarla. —Por favor, no llores. —el chico era inexperto consolando a la gente, pero hacía lo que podía, y no se le ocurrió más que abrazarla.
—Ey, suéltame. —logró decir ella, cesando su llanto. —Ni siquiera te conozco.
—Soy Jake Abel, tengo 22 años. —le sonrió, aquella chica para él era solo una niña. Una niña muy atractiva.
—¿22? —indagó Saoirse y él asintió. —Saoirse Ronan, 16 años.
Jake lo presintió, no parecía ser de su edad.
—¿Seahorse Ronan? —ella lo miró seria. — ¿Swishy?
Quizás la manera en la que él la había hecho reír había sido especial, y ella no lo notó hasta después de mucho tiempo.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
12 de Agosto de 2010, habían pasado exactamente cuatro meses desde que se conocieron. Se habían vuelto grandes amigos, y ahora compartían aquel especial árbol.
Los padres de Sersh estaban de acuerdo con ello, porque ellos tenían la mentalidad de que tanto para el amor como para la amistad; no hay edad, además de que la diferencia no era tan grande.
El padre de Jake también lo aceptaba, incluso la chiquilla le caía de maravilla, el problema era Kim Abel.
—¡Es solo una niña! — le había gritado a su hijo. —¡Tiene 16 años, Jacob! ¡No puedes!
—¡Pero yo amo a esa niña, mamá! —y ella había quedado en silencio. Jake hace mucho tenía claridad de sus sentimientos hacia Saoirse, y no dejaría que nada los separara. —Yo amo a esa niña.
Ahora se encontraban allí, recostados en el pasto, uno al lado del otro.
Faltaba un mes para que llegara la Primavera, pero por alguna extraña razón, ese día parecía que las floreces crecían en torno a las hojas de los árboles sobre ellos.
—¿Sabes? Es curioso. —el rubio había comenzado a hablar de la nda.
—¿Qué cosa? —la chica lo miró a los ojos, sin saber a qué se refería.
—Una de las razones por la cual amo tu nombre es su significado, libertad. Es exactamente como me siento cuando estoy a tu lado, libre. —Sersh no pudo disimular su sorpresa, su boca formó una gran ‘O’ por lo que el ojiazul rió fuertemente. Con esa risa que tanto la hipnotizaba.
En realidad, ambos se gustaban, o más que gustar, se querían. Un sentimiento completamente puro y transparente.
Sus miradas conectaron, como siempre lo hacían y unieron sus manos.
—Quiero que seas mi novia. —le susurró él unos minutos después, con suavidad y sin siquiera mirarla.
—Y yo quiero ser tu novia. —ella sonrió, sin mirarlo también. No se acercaron, ni se alejaron, simplemente se mantuvieron quietos toda la tarde mirando el cielo. Juntos, y sin separar sus manos.
Nada importaba, nada más que ellos.
—Te quiero, Jacob Allen Abel.
—Yo también te quiero, Saoirse Una Ronan.
Ese día quisieron dejar su amor proclamado en aquel especial árbol, que después llevaría las iniciales de ambos encerradas en un corazón.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
—¿Alguna vez te has preguntado cómo será cuando fallezcamos? —Sersh levantó la mirada para encontrarse con los orbes azules de su novio, que la miraban tiernamente mientras le acariciaba el cabello. —Yo sí, estaremos viejitos y acostados en nuestro dormitorios, tomados de las manos, y sin que nos demos cuenta, morimos dormidos. Recordando nuestra vida juntos, morimos felices.
La chica se abrazó a su pecho.
—Cuando muera, quiero que lancen mis cenizas al mar. —murmuró mirando el océano frente a ellos, Jake la sentó sobre su regazo y le besó la frente.
—Lanzaran las cenizas de ambos al mar, estaremos juntos para siempre. Nuestras cenizas al mar, serán nuestras cenizas de amor. —ninguno de los dos lo supo, pero esa sería su promesa más importante.
Quizás, aún después de dos años, Kim Abel no aceptaba la relación, y no se molestaba en disimular su poco agrado por Saoirse, pero después de todo, ellos superarían cada barrera que se les interpusiera. Ellos eran fuertes, el amor que se tenían los hacía fuertes, y no se dejarían consumir por el fracaso.
Se amaban, eso era seguro.
Jacob se levantó de la alta roca en la que estaban sentados y le ofreció la mano a su chica. Las olas les salpicaban ferozmente. Habían sido unos descuidados al ubicarse en aquella gran roca dentro del océano.
—¡Estás loco, vas a matarte! —gritó ella a carcajadas, pero el rubio no le hizo caso, la levantó de un tirón y la tomó en brazos mientras ella gritaba. —¡No, bájame! ¡Jake, en serio, bájame! —el la posicionó a su lado, sujetándola por la cintura para que no se callera y comenzó a gritar en dirección al mar.
—¡Amo a Saoirse Ronan! ¡Mi Sersh! ¡La amo! —sonreía como nunca, y sus gritos se escuchaban llenos de entusiasmo a lo largo de toda la playa.
—¡Escuche mundo, amo a Jake Abel! —el nuevamente la tomó entre sus brazos, y se lanzó al agua.
Ambos se hundieron en el refrescante mar, y cuando salieron a flote, con el agua a altura de sus cuellos, se acercaron hasta que sus labios se unieron en un beso.
—Estás loco. —le dijo ella cuando se separaron.
—Sí, por ti. —y se volvieron a besar. Demostrando el amor que se tenían, sin importar nada.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
23 de Octubre de 2014.
El tiempo pasaba muy rápido, y Saoirse con Jake estaban formando su propia familia. Tenían un pequeño hijo, de solamente un año y medio de edad, Tyler Abel.
¡Oh, que niño más bello! Poseía un hermoso cabello rubio, ojos extremadamente calipsos y una sonrisa encantadora. Un bebé hermosísimo, incluso, el regalón de su abuela paterna, que actualmente al menos toleraba a su yerna.
El pequeño se encontraba con Kim, mientras ellos se dirigían a su vivienda.
Era de noche, se encontraba todo muy oscuro y frío, pero aún así ellos estaban felices.
Aún se encontraban cerca de la casa de los señores Abel, aunque actualmente era solamente Kim Abel, pues su marido había muerto poco después del nacimiento de Tyler debido a una enfermedad terminal.
Iban con precaución debido a la poca visión que tenían.
Aún así no sirvió de nada.
—Estoy preocupado, Sersh. —le susurró de repente Jake, y ella se asustó, ya que él siempre se tomaba todo con calma.
—¿Sucede algo? —cuestionó la irlandesa.
—Siento que va a suceder algo. —contestó, con miedo en la voz. —Te amo más que a cualquier cosa, a ti y a Tyler, son mi todo. —
Ella sin darse cuenta y sin saber la razón comenzó a llorar, aquellas palabras le sonaban como una despedida. Aunque en realidad lo fueron.
—También te amo, eres lo más importante para mí. —pero ella no pudo continuar, porque sintió como un impactó la golpeó fuertemente. Después sintió un peso sobre ella, pero no pudo abrir los ojos. Lo único que escuchaba era un pitido que la desesperaba en aquel infierno negro. No veía, no oía, no sentía. Estaba tan asustada que perdió el conocimiento, y al despertar, quiso no haberlo hecho.
Se encontraba recostada en una camilla blanca, de la cual se levantó de golpe al abrir los ojos.
—¡Jake, Jake! —chilló. Aún se encontraba en la fría carretera, por lo que el viento le golpeaba el rostro.
—Señorita, cálmese. —le susurró una enfermera, pero Sersh no hizo caso.
—¡Jake! —siguió gritando. Hasta que sus ojos se encontraron con una imagen horrible.
Una auto destrozado junto a un cuerpo, cubierto por una manta gris.
—¿Jake? —susurró con un hilo de voz, la misma enfermera se posicionó a su lado observándola con lástima y comenzó a hablar.
—El auto que los chocó vino por su lado. —Sersh esperó que siguiera. —Probablemente el choque a usted no la hubiera matado…pero si la bolsa de aire. —la chica sintió las lágrimas picarles en los ojos, la enfermera continuó. —Pero el chico se interpuso, y el impacto de la bolsa de aire lo recibió él.
No necesitó nada más para romper a llorar allí mismo.
A lo lejos, pudo observar a una persona en un sus mismas condiciones, cargando un bebé.
Allí se encontraba Kim, llorando a mares por la pérdida de su hijo.
Sersh se acercó a ella con lentitud, y cuando estuvieron frente a frente, sin importar sus diferencias, se abrazaron sin cesar el llanto. Se necesitaban la una a la otra, estaban igual de destruidas, igual de acabadas.
—No llores, pequeña. —le susurró la mujer. —Por favor, no llores. —la irlandesa lloró con más intensidad. Kim era tan parecida a Jake…Aún pensaba que todo era una pesadilla de la cual despertaría en la mañana, pero no era así. Lamentablemente todo lo que estaba ocurriendo era verdad, completamente real. Ese era el problema.
Una realidad rota, en eso se había transformado aquel 23 de Octubre, el infierno en vida.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
10 de Enero de 2015.
Allí se encontraba Kim Abel, en la roca donde Jake y Sersh habían hecho la promesa.
Y era hora de cumplirla.
Hace unos días la chica había muerto debido a un disparo no premeditado que ocasionaron unos ladrones en un robo, Sersh no tenía oportunidades.
Kim abrió el frasco, donde yacían las cenizas de ambos y las lanzó al mar, tal como ambos habrían querido.
Dejando libres sus cenizas de amor....
—Tus padres se amaban muchísimo, Tyler. —le susurró la envejecida mujer a su nieto, de solo unos 17 años de edad. —Y te amaban muchísimo a ti.
—Te quiero, abuela. —susurró el chiquillo de ojos calipsos.
—Y yo a ti, pequeño.
Ems, el prólogo que dejaste está muy lindo, pero me he enamorado por completo del one shot, ¡es hermoso!
Tus escritos están aceptados.
Besos<3
Vicky.
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
XDJavImagine escribió:omg. me voy por un tiempo y esto ya tiene seis página.
Vicky.
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
Hola, volví. xd Perdona la tardanza, lo iba a subir ayer pero no sé que hice que se me olvidó pero aquí está mi escrito. Fue lo mejor que encontré pero espero que te guste y sea suficiente para poder participar.
- Prólogo. :
- Mullingar, Irlanda. 24 de Noviembre de 1998.
Los hospitales son los lugares más tristes y menos deseados, el lugar que todos tratan de evitar pero algún día sin previo aviso llegan ahí, sin embargo son esenciales. Un lugar donde yace el dolor y la esperanza, la salud y la enfermedad, la muerte y la vida. Donde todos los días alguien lucha por vivir o donde alguien termina de vivir.
Y aquí me encontraba en la sala de espera de un hospital, acostado en el regazo de mi tía Lauren —la hermana de mi mamá—, atento a que nos dieran cualquier información sobre la situación de mi mami.
Hace días se había desmayado, ya no tenía las fuerzas suficientes para mantenerse de pie, yo no tenía idea de lo que estaba sucediendo así que cuando logró despertar me dio la orden de llamar a mi tía para que se encargara de todo. La ventaja era que mi tía no vivía tan lejos y pudo llegar rápido.
Una señora con traje blanco y un gorrito, que asumí que sería la enfermera, llamó a mi tía luego de un rato de conversación entre las dos noté el ceño fruncido de mi tía. Oh no, esto significaba que no tendrían buenas noticias. La señora volteó hacia mi dirección y me mostró una falsa sonrisa para que me mantuviera tranquilo.
Mi tía se dirigió hacia a mí: — Niall, tu mami te quiere ver.
Y esas eran exactamente las palabras que esperaba escuchar. Mi corazón se aceleró. Estaba muy ansioso por verla de nuevo.
La enfermera tomó mi mano y me llevó a un cuarto que por afuera estaba marcado con el número 345. En cuanto entré me deshice de su agarre y corrí directamente hacia mi mami.
Ella se encontraba en una camilla, estaba conectada a no sé cuantas cosas. En cuanto me divisó me indicó con un asentimiento de cabeza que me acercara más a ella. Mi mami agarró mi manita y vi que sus manos estaban temblando, volteé arriba para alcanzar a ver su rostro. Su cara estaba pálida, ya no tenían el tono rosado de siempre y en sus mejillas surcaban arrugas profundas. Sus ojos ya no eran tan brillantes, debajo de ellos yacían unas ojeras y tenía una débil sonrisa en el rostro.
— Niall. — Su voz estaba rasposa, le costaba mucho trabajo hablar. Tenía ganas de decirle que se quedara callada para que pudiera descansar pero, en cambio, me encontraba congelado en mi propio lugar, viendo como agonizaba sin saber cómo actuar para que dejara de sufrir. — Pase lo que pase —tosió y suspiró—. Tienes que ser fuerte, no importa que vaya a suceder siempre te mantendrás fuerte. ¿Lo prometes? — Alzó el dedo meñique y yo junté el mío con el de ella cruzándolos. Era nuestro signo para hacer una promesa inquebrantable.
— Lo prometo.
Ella me dijo una vez: — No prometas cosas que no vas a cumplir porque lo único que logras es destrozar la ilusión de alguien que cree en ti.
No entendí nada pero creí que algún día me serviría por eso trato de tenerlo presente en mi mente.
— ¿Y tu padre? — Murmuró luego de darle una mirada a toda la habitación. — ¿Dónde está James?
— No lo sé. — Susurré, mirando mis pies. La miré de reojo y vi que trató de fingir su rostro de desilusión por haber oído aquella respuesta.
De seguro ella estaba pensando algo como «Ni siquiera en mi agonía me acompañas», me la imagino diciéndole eso a mi padre negando con la cabeza y mirándolo con decepción.
Me metí mi dedo gordo a la boca, aunque sabía que a ella no le gustaba que hiciera eso no lo pude evitar.
— Sólo quiero que sepas— empezó a decir — Que siempre estaré contigo aunque no me veas. —Estaba confundido, ¿cómo sería capaz de hacer algo así? Siempre creí que mi mami era como un tipo de Diosa o algo así porque todo lo lograba hacer, para todo encontraba una solución. Continuó: — Siempre estaré aquí. — Señaló mi pecho donde se suponía que se situaba mi corazón. — No importa lo que pase, nunca te abandonaré.
Sus ojos se comenzaron a cerrar y su mano se separó de mi pecho y cayó a su costado. Un pitido que provenía de una máquina de la habitación me aturdió, de inmediato entró la enfermera —que le había avisado a mi tía todo— junto con otras personas que traían la misma vestimenta. Mi tía me tomó entre sus brazos y salió corriendo del cuarto mientras que cerraba la puerta tras de ella.
— Niall. — Habló mi tía después de varios segundos pero que me parecieron horas. — Sabes que tu mami se tiene que ir a un lugar mejor para que pare de sufrir, ¿verdad?
Asentí. Las palabras no me salían pero no lloraría, había prometido a mi mami ser fuerte y eso haría…
A pesar de decir que ella se tenía que ir no lograba comprender nada, ¿a dónde se iría? ¿Por qué se va si me tiene que cuidar? Tantas preguntas que por ahora se iban a quedar sin respuesta. Sólo tenía cinco años y al parecer nadie me quería decir nada pero de todos modos algún día lo sabría.
holiscrayolis
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
holiscrayolis escribió:Hola, volví. xd Perdona la tardanza, lo iba a subir ayer pero no sé que hice que se me olvidó pero aquí está mi escrito. Fue lo mejor que encontré pero espero que te guste y sea suficiente para poder participar.
- Prólogo. :
Mullingar, Irlanda. 24 de Noviembre de 1998.
Los hospitales son los lugares más tristes y menos deseados, el lugar que todos tratan de evitar pero algún día sin previo aviso llegan ahí, sin embargo son esenciales. Un lugar donde yace el dolor y la esperanza, la salud y la enfermedad, la muerte y la vida. Donde todos los días alguien lucha por vivir o donde alguien termina de vivir.
Y aquí me encontraba en la sala de espera de un hospital, acostado en el regazo de mi tía Lauren —la hermana de mi mamá—, atento a que nos dieran cualquier información sobre la situación de mi mami.
Hace días se había desmayado, ya no tenía las fuerzas suficientes para mantenerse de pie, yo no tenía idea de lo que estaba sucediendo así que cuando logró despertar me dio la orden de llamar a mi tía para que se encargara de todo. La ventaja era que mi tía no vivía tan lejos y pudo llegar rápido.
Una señora con traje blanco y un gorrito, que asumí que sería la enfermera, llamó a mi tía luego de un rato de conversación entre las dos noté el ceño fruncido de mi tía. Oh no, esto significaba que no tendrían buenas noticias. La señora volteó hacia mi dirección y me mostró una falsa sonrisa para que me mantuviera tranquilo.
Mi tía se dirigió hacia a mí: — Niall, tu mami te quiere ver.
Y esas eran exactamente las palabras que esperaba escuchar. Mi corazón se aceleró. Estaba muy ansioso por verla de nuevo.
La enfermera tomó mi mano y me llevó a un cuarto que por afuera estaba marcado con el número 345. En cuanto entré me deshice de su agarre y corrí directamente hacia mi mami.
Ella se encontraba en una camilla, estaba conectada a no sé cuantas cosas. En cuanto me divisó me indicó con un asentimiento de cabeza que me acercara más a ella. Mi mami agarró mi manita y vi que sus manos estaban temblando, volteé arriba para alcanzar a ver su rostro. Su cara estaba pálida, ya no tenían el tono rosado de siempre y en sus mejillas surcaban arrugas profundas. Sus ojos ya no eran tan brillantes, debajo de ellos yacían unas ojeras y tenía una débil sonrisa en el rostro.
— Niall. — Su voz estaba rasposa, le costaba mucho trabajo hablar. Tenía ganas de decirle que se quedara callada para que pudiera descansar pero, en cambio, me encontraba congelado en mi propio lugar, viendo como agonizaba sin saber cómo actuar para que dejara de sufrir. — Pase lo que pase —tosió y suspiró—. Tienes que ser fuerte, no importa que vaya a suceder siempre te mantendrás fuerte. ¿Lo prometes? — Alzó el dedo meñique y yo junté el mío con el de ella cruzándolos. Era nuestro signo para hacer una promesa inquebrantable.
— Lo prometo.
Ella me dijo una vez: — No prometas cosas que no vas a cumplir porque lo único que logras es destrozar la ilusión de alguien que cree en ti.
No entendí nada pero creí que algún día me serviría por eso trato de tenerlo presente en mi mente.
— ¿Y tu padre? — Murmuró luego de darle una mirada a toda la habitación. — ¿Dónde está James?
— No lo sé. — Susurré, mirando mis pies. La miré de reojo y vi que trató de fingir su rostro de desilusión por haber oído aquella respuesta.
De seguro ella estaba pensando algo como «Ni siquiera en mi agonía me acompañas», me la imagino diciéndole eso a mi padre negando con la cabeza y mirándolo con decepción.
Me metí mi dedo gordo a la boca, aunque sabía que a ella no le gustaba que hiciera eso no lo pude evitar.
— Sólo quiero que sepas— empezó a decir — Que siempre estaré contigo aunque no me veas. —Estaba confundido, ¿cómo sería capaz de hacer algo así? Siempre creí que mi mami era como un tipo de Diosa o algo así porque todo lo lograba hacer, para todo encontraba una solución. Continuó: — Siempre estaré aquí. — Señaló mi pecho donde se suponía que se situaba mi corazón. — No importa lo que pase, nunca te abandonaré.
Sus ojos se comenzaron a cerrar y su mano se separó de mi pecho y cayó a su costado. Un pitido que provenía de una máquina de la habitación me aturdió, de inmediato entró la enfermera —que le había avisado a mi tía todo— junto con otras personas que traían la misma vestimenta. Mi tía me tomó entre sus brazos y salió corriendo del cuarto mientras que cerraba la puerta tras de ella.
— Niall. — Habló mi tía después de varios segundos pero que me parecieron horas. — Sabes que tu mami se tiene que ir a un lugar mejor para que pare de sufrir, ¿verdad?
Asentí. Las palabras no me salían pero no lloraría, había prometido a mi mami ser fuerte y eso haría…
A pesar de decir que ella se tenía que ir no lograba comprender nada, ¿a dónde se iría? ¿Por qué se va si me tiene que cuidar? Tantas preguntas que por ahora se iban a quedar sin respuesta. Sólo tenía cinco años y al parecer nadie me quería decir nada pero de todos modos algún día lo sabría.
¡Hola!, don't worry. Claro que sí, el capítulo está genial, amo tu forma de escribir .
Tú escrito está aceptado.
Kisses.
Vicky.
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
:meh:
✦ ausente.✦
pixie.
Re: A new story. {inscripciones cerradas.
:ñomñom:
✦ ausente.✦
pixie.
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