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UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
Y como ustedes son genialees les dejo otro cap mas :D
.Lu' Anne Lovegood.
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
CAPITULO 19
—Cierra los ojos y no los abras hasta que yo te lo diga —ordenó Joe Agarrada de su mano, _____ mantuvo los ojos firmemente cerrados mientras seguía a su marido. Sabía que se dirigían hacia los establos, pero no podía imaginar qué tenía tan excitado a Joe. Al despertar de la siesta esa tarde lo había encontrado en la cocina, esperándola, con la mirada brillante y esperanzada. Parecía un niño que no pudiera esperar a compartir un nuevo juguete, y su entusiasmo se le había contagiado.
Finalmente, se detuvieron. Joe la soltó para poder colocarse tras ella y apoyar las manos en sus hombros, y entonces le dijo que podía abrir los ojos.
_____ obedeció... y se quedó sin aliento mientras contemplaba dos de los caballos más magníficos que había visto en su vida. Estaban en el corral, aparentemente cómodos en su nuevo entorno. Su pelo color castaño, saludable y fuerte, brillaba a la luz del sol.
—Oh, Joe —dijo maravillada—. ¡Son preciosos!—
—Son dos yeguas. La que está más cerca, Sophie, es tuya —dijo Joe, sonriendo satisfecho—. Y la otra es Maggie—
La yegua llamada Sophie se acercó a la valla y resopló, dándoles la bienvenida. _____ rio, encantada, y le acarició el morro.
—Siempre quise tener un caballo mío.—
—Me alegra haber podido ofrecértelo —Joe alargó una mano y colocó un mechón de pelo suelto tras la oreja de _____. Ella sospechó que había sido una excusa para tocarla, pero disfrutaba con las caricias de Joe, y le gustaba cómo se suavizaban sus ojos cuando la miraba.
—Gracias —dijo, emocionada. Como sentía una irresistible necesidad de expresar su gratitud, apoyó una mano contra el pecho de Joe, se puso de puntillas y lo besó en los labios. Pretendía que fuera un beso rápido y casto, pero no había anticipado el anhelo que se apoderó de ella en cuanto sus bocas se tocaron.
Joe deslizó una mano por su espalda, atrayéndola hacia sí, pero dándole también suficiente espacio para apartarse si quería. _____ no lo hizo. Se apoyó contra él todo lo que la curva de su vientre le permitía y entreabrió los labios. Y, por primera vez desde que se habían casado, fue ella la que inició el beso.
Joe le dejó tomar la iniciativa, limitándose a seguirla. Ella le dio un beso lento, profundo, de los que más le gustaban, porque le hacían sentir que tenían toda la vida por delante para disfrutar de la perezosa y agradable fusión de sus labios y lenguas.
Para cuando se apartó, ambos respiraban pesadamente.
—Guau —murmuró Joe, sonriendo picaramente—. Si hubiera sabido que ibas a reaccionar así, te habría comprado un caballo mucho antes—
Asombrada por su propio descaro, _____ se apartó y se aclaró la garganta. Luego volvió su atención hacia Sophie, encantada con la naturaleza dulce del animal.
—¿Cuándo las has comprado?—
Joe se colocó junto a ella y apoyó una bota en la valla.
—Las han traído mientras echabas la siesta, cosa que me ha venido muy bien, porque quería que fueran una sorpresa—
—Y lo ha sido —_____ rio cuando Sophie le acarició el cuello con el morro—. ¿Podemos montarlas?—
La sonrisa de Joe expresó cuánto estaba disfrutando con aquello.
—Eso depende. Tengo todo lo necesario para hacerlo, pero creo que deberías llamar al doctor Chase para que te diga si puedes montar a caballo. Si te da permiso, podemos salir a cabalgar un rato—
—Ahora mismo lo llamo —_____ se volvió y se encaminó hacia la casa, excitada ante la perspectiva de montar su nueva yegua.
Como era domingo, llamó al médico a su casa. Este le dio permiso para montar, aunque solo al paso. Su embarazo iba muy bien, pero, según le dijo el doctor, no le convenía el excesivo movimiento que suponía el trote o el galope.
Joe insistió en que preparara algo de comida para llevar mientras él ensillaba las yeguas. _____ no tenía idea de lo que se proponía, pero una hora después habían recorrido el bosque que separaba Cutter Creek de su casita y conducían sus caballos hacia el lago que se hallaba frente a esta.
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó _____, curiosa.
—He pensado que tal vez te apetecería echar un vistazo a tu casa—
Habían pasado al menos dos semanas desde la última vez que _____ había pasado por allí, y supuso que no estaría mal entrar para asegurarse de que todo estaba en orden.
Joe la ayudó a bajar de Sophie y, mientras élatendía a los caballos, ella entró en la casa. Lógicamente, el ambiente estaba un poco cargado después de tantos días sin abrir las ventanas, pero, aparte de eso, todo estaba en orden. _____ había contratado un jardinero para que se ocupara del césped y las plantas que rodeaban la casa. A pesar de que echaba de menos su agradable casita, empezaba a pensar en la casa de Joe como en su hogar.
Cuando salió, él ya había sujetado las yeguas a un arbusto bajo que les permitía agachar las cabezas para pastar.
Protegiéndose los ojos del sol con una mano, buscó a su marido con la mirada y lo encontró en el muelle de madera que entraba en el lago, con la cesta del picnic en la mano. Se acercó y frunció el ceño al ver que había un bote de remos nuevo sujeto al muelle.
—¿De dónde ha salido ese bote? —preguntó, mirando a su alrededor y preguntándose si habría alguien ocultándose en algún lugar de su propiedad.
—Hice que lo trajeran hace unos días —dijo Joe, sonriendo.
_____ se quedó mirándolo, perpleja.
—¿Para qué?—
—Para que lo usemos, por supuesto —como si hubiera hecho una pregunta absurda, Joe deslizó un dedo por la nariz de _____ y luego le hizo una galante reverencia—. El marinero Jonas a su servicio, señora—
—¿Vas a llevarme a dar una vuelta en bote? —preguntó ella, sorprendida y encantada.
—Sí —Joe bajo a la embarcación y colocó los pies a ambos lados para evitar que se balanceara. Tras dejar a un lado la cesta del picnic, alargó una mano hacia _____—. Todo lo que tienes que hacer es sentarte en la manta y alimentarme. Yo me ocuparé del trabajo muscular—
—Es una oferta realmente difícil de rechazar —encantada con el romántico gesto de Joe, _____ apoyó su mano en la de él y dejó que la ayudara a bajar al bote. Luego se sentó en la manta que Joe había colocado en un extremo y apoyó la espalda contra la pared del casco.
Tras soltar amarras, Joe ocupó el banco que había frente a ella, colocó los remos y comenzó a remar para alejar la embarcación de la orilla.
_____ suspiró, complacida, disfrutando de la relajante sensación del bote deslizándose por el agua, y de la visión de su guapo y sexy marido mientras manejaba los remos rítmicamente, sin aparente esfuerzo. El sol formaba un halo en torno a su pelo oscuro y revuelto, y el placer que sentía se evidenciaba en su pacífica expresión.
_____ cerró los ojos y apoyó la cabeza en el borde de la embarcación, disfrutando de los rayos del sol en su rostro. Poco después, la tranquilidad reinante la sumergió en un delicioso sopor.
—Eh, bella durmiente —dijo Joe, tocándole un pie con delicadeza—. Hoy ya te has echado la siesta—
_____ abrió los ojos y le dedicó una adormecida sonrisa.
—Esto es una maravilla. Si hubiera sabido lo que tenías planeado, me habría reservado la siesta para ahora—
Joe negó con la cabeza.
—Este es mi rato contigo y, por preciosa que estés dormida, quiero disfrutar de este paseo contigo despierta—
El corazón de _____ latió más deprisa al pensar que Joe la encontraba preciosa estando embarazada.
—Los halagos pueden llevarte adonde quieras, señor Jonas —bromeó. El le guiñó un ojo.
—Eso espero.—
Apoyando ambas manos en su vientre, _____ lo miró con gesto pensativo.
—Hoy estás lleno de sorpresas, ¿no?— Joe se encogió de hombros.
—Me gusta verte feliz.—
—Lo soy —dijo _____.
Joe captó un sutil matiz de cautela en su voz.
—¿Excepto por?—
—La testarudez de mi padre, por supuesto —contestó _____. Su padre no había hecho el más mínimo esfuerzo por salvar el abismo que se había abierto entre ellos. A sus ojos, ella había hecho algo imperdonable al casarse con Joe, a pesar de que le estaba ofreciendo un regalo muy especial con el hijo que llevaba dentro—. Me entristece pensar que no va a formar parte de la vida de su nieto —dijo y se acarició distraídamente el vientre—. Y sabe muy bien lo que significa este bebé para mí, porque creía que nunca iba a poder tener uno—
—Pero también es mi hijo, y eso no puede sorportarlo —dijo Joe.
—Eso no debería importar —argumentó _____, frustrada con la incapacidad de su padre para superar el rencor que sentía hacia Joe, que solo serviría para perjudicar a su nieto en el futuro.
—Me alegra que pienses eso—
Las delicadas palabras de Joe conmovieron a _____, y le hicieron comprender cuánto significaba aquel bebé para el hombre con el que se había casado.
—Joe... sé que nos casamos por el bien del bebé,y a pesar de la conmoción que supuso averiguar que estaba embarazada, no lamento nada de lo sucedido— Joe le dedicó una picara sonrisa.
—¿Ni siquiera que te obligara a casarte conmigo?—
—Comprendo tus motivos —contestó _____—. No querías que tu hijo creciera siendo ilegítimo y, francamente, yo tampoco—
Joe asintió.
—Esa fue una de las razones— Sus palabras implicaban que había algo más, y despertaron la curiosidad de _____.
—¿Y la otra?—
Él la miró un largo rato.
—Si aún no sabes cuál es, la averiguarás con el tiempo—
Sus crípticas palabras confundieron a _____. Joe no le había dicho nunca que la amaba, ni había insinuado que sus sentimientos por ella fueran más allá de la amistad y el cariño. Se preguntó si estaría tan inseguro como ella en cuanto a revelar sus sentimientos. Había algo extremadamente vulnerable en estar enamorado sin saber lo que sentía la otra persona.
—¿Por qué te casaste con Kevin? —preguntó Joe, cambiando a un tema tan inquietante para _____ como el que acababa de interrumpir.
Lo más lógico habría sido responder que se casó con Kevin porque lo quería, pero ese no había sido el caso para ella. Podía inventarse toda clase de excusas creíbles, pero no quería estropear la confianza que había ido creciendo entre ellos desde que se habían casado.
Mirando a Joe a los ojos, dijo:
—Me casé con Kevin para salvar mi reputación. Y él se casó conmigo porque siempre le había gustado—sonrió sin humor—. No puede decirse que fuera una buena base para un matrimonio.—
—¿A qué te refieres con lo de «salvar tu reputación»? —preguntó Joe, sin dejar de remar.
_____ miró hacia la orilla y calculó que se hallaban a una milla y media de la casita. Se sentía como si estuviera en un lugar totalmente desconocido.
—Después de que te fueras, corrieron rumores sobre nuestra relación. Supongo que alguien nos vio juntos y se dedicó a cotillear. Ya que mi virtud había quedado en entredicho, mi padre alentó mi noviazgo con Kevin. Estaba decidido a salvaguardar el nombre de la familia y mi reputación, así que cuando Kevin me propuso matrimonio, acepté como siempre, hizo lo correcto, demostrándole a su padre que era una «buena chica».—
Joe dejó de remar y permitió que el bote se deslizara libremente por el agua.
—¿Amabas a Kevin?— «No como te amo a ti».—
—Sentía cariño por él y lo quería —admitió _____—. Pero eso no basta para casarse, y las cosas se torcieron definitivamente al comprobar que no conseguía quedarme embarazada. Nos divorciamos al cabo de cinco años. Ahora Kevin está encantado con su nueva familia, así que me alegro por él—
Joe asintió solemnemente.
—Lamento que tuvieras que pasar por todo eso.— _____ sonrió, sintiéndose emocionalmente conectada con él.
—Al final fue para bien.—
—Sí, supongo que sí —dijo Joe, devolviéndole la sonrisa. Luego estiró perezosamente los brazos—. Si esperas que reme de vuelta hasta la casa, más vale que me des algo de comer para que recupere las fuerzas—
_____ se puso de rodillas para tomar la cesta. El bote se balanceó con suavidad y Joe simuló caerse hacia un lado.
—Tómatelo con calma —dijo, sonriendo—, o tendremos que volver a nado—
_____ cruzó las piernas frente a él y colocó unas servilletas sobre la manta. Luego puso un trozo de queso en una galleta salada y lo alzó hasta los labios de Joe. A continuación abrió un bote de refresco y se lo ofreció. Tras comer un poco más, sacó un recipiente con unas manzanas troceados y le ofreció un trozo a su marido.
—Mmm, manzanas —murmuró él—. ¿Sabes a qué me recuerdan las manzanas?—
_____ sabía con exactitud a qué se refería, porque a ella le pasaba lo mismo.
—¿A qué? —preguntó, porque no quería ser la primera en revivir aquel sensual recuerdo.
—Me recuerda al día en que pasaste por mi casa para traerme dos sandwiches de carne asada y el pastel de manzana que habías preparado para mí—
_____ asintió, recordaba dolorosamente bien cómo aceptó Joe la comida. El hambre que tenía superó con creces a su orgullo en aquella ocasión. Su madre solía olvidar a menudo que tenía un hijo, y no era raro que este se pasara más de un día sin comer.
—Me encontraste en el establo viejo que había tras la casa, tratando de cortar algunas vigas para poder encender el fuego por la noche. Llevaba casi dos días sin comer nada sustancioso, y estaba realmente hambriento. Me comí los sandwiches y la mitad del pastel tan rápido que estuve a punto de ponerme malo.
_____ rio y movió un dedo admonitorio ante el rostro de Joe.
—Te advertí que comieras despacio—
Joe atrapó la mano en el aire, se la llevó a los labios y le besó la punta de los dedos. _____ sintió que se derretía por dentro.
—Pensé que eras un ángel por traerme aquella comida —dijo él, con voz ronca—. Solo pretendía darte un beso de agradecimiento, pero sabías aún mejor que el pastel de manzana y, cuando suspiraste y entreabriste los labios no pude resistirme...—
Un dulce estremecimiento recorrió a _____. Aquella fue la primera vez que hicieron el amor, y fue tan sensual, tan tierno, tan conmovedor y mágico...
Como si hubiera sentido la misma corriente de deseo que afectaba a _____, Joe le soltó la mano para cortar el contacto físico entre ellos.
—Se está haciendo tarde —dijo, mientras recogía la comida y la guardaba en la cesta—. Conviene que volvamos antes de que oscurezca.—
Unos minutos después, _____ volvió a reclinarse contra el casco mientras regresaban hacia la orilla. No quería pensar en lo que acababa de suceder entre ellos, introdujo una mano en el agua y se distrajo contemplando la estela que dejaba tras ella.
El regreso al rancho a caballo fue tranquilo y agradable y, cuando llegaron a los establos, Joe desmontó y se acercó enseguida a ayudar a _____. La tomó por la cintura con ambas manos y ella apoyó las pahuas en sus hombros, pero lo que debería haber sido una rápida ayuda para bajar de Sophie se transformó en cuanto Joe la alzó. El cuerpo de _____ se deslizó a lo largo del de él, y Joe no hizo nada por evitar el tentador roce. Una intensa y mutua conciencia de sus cuerpos crepitó entre ellos, y la mirada de Joe se ensombreció.
—He pasado un día maravilloso —dijo _____, tratando de refrenar su pulso, de contener el calor que se extendía por sus venas.
Él la mantuvo contra sí, sin apartar las manos de su cintura.
—Sí, yo también.—
Ambos inclinaron la cabeza en el mismo instante, ella hacia arriba, él hacia abajo. Sus alientos se fundieron hasta convertirse en uno. Esa vez el beso fue totalmente compartido, y ambos alentaron una unión más profunda con las caricias de sus lenguas.
Una inesperada sensación en el vientre de _____ hizo que esta se apartara con los ojos abiertos de par en par.
—Oh —dijo, llevándose una mano al abdomen.
—¿Qué sucede? —preguntó Joe, preocupado.
—Creo que el bebé se ha movido —_____ alzó la mirada hacia Joe, maravillada—. Antes he sentido algo parecido, pero no estaba segura de lo que era. Pero esta vez si lo estoy—
Sin preguntar, Joe apoyó la pahua de la mano en el vientre de _____, con expresión ansiosa y emocionada. Pero el momento había pasado y el bebé no quiso cooperar. Parecía tan decepcionado que _____ no pudo evitar sonreír.
—Volverá a suceder —dijo, muy consciente de los cálidos dedos de Joe en su vientre.
Él parecía muy descontento, como si se hubiera visto privado de algún gran misterio.
—_____... —se interrumpió, indeciso, y se pasó los dedos por el pelo.
_____ no podía imaginar por qué estaba tan afectado.
—¿Qué sucede, Joe?—
Él frunció el ceño y, finalmente, dijo:
—Quiero que compartas mi cama— Sorprendida por aquella petición tan directa, _____ dio un paso atrás. Por mucho que deseara volver a experimentar el placer de hacer el amor con Joe, sabía que no podía entregarle su cuerpo sin entregarle también su corazón. Y no podía hacer eso si él no la correspondía.
Pero rechazarlo era mucho más difícil de lo que había imaginado.
—Sé que nuestra relación está cambiando, Joe, y que en las últimas semanas ha mejorado, pero creo que es mejor que sigamos durmiendo en camas separadas —«hasta que me digas que me amas».
Joe movió la cabeza.
—Quiero que duermas conmigo para poder compartir la experiencia de tu embarazo. Es algo que me resulta fascinante, y no es justo que tú lo experimentes todo y yo solo pueda imaginar cómo es—
_____ rio con suavidad.
—Me temo que no vas a poder hacer mucho más que imaginarlo.
—Quiero formar parte de este embarazo —insistió Joe—. Quiero sentir los primeros movimientos, quiero ver los cambios diarios de tu cuerpo, y quiero hablar con mi hija mientras crece.
—¿Hija? —repitió _____, totalmente cautivada por la petición de Joe.
Él se encogió de hombros y le acarició la mejilla con el pulgar.
—Me gustaría tener una niñita tan preciosa como su madre—
_____ sintió que se le hacía un nudo en la garganta, y su corazón se vio invadido por una multitud de cálidas emociones.
—¿Vendrás a mi dormitorio? —preguntó Joe.
_____ no pudo resistir su dulce petición. En esa ocasión no le estaba exigiendo nada, sino que se lo estaba pidiendo. Ella también quería compartir aquella experiencia con alguien... ¿y quién mejor que su marido?
—Estaré allí esta noche —prometió.
_____ se sentía tan tímida como una recién casada en su noche de bodas, cosa que era ridicula, se reprendió, mirándose en el espejo del baño de Joe. No iban a hacer el amor. Joe solo quería estar cerca del bebé que llevaba dentro, algo que no le podía criticar.
Trató de reprimir los nervios que se arremolinaron en su estómago y ató las cintas del camisón por encima de sus senos. El diseño del camisón que había elegido no era especialmente halagador para su figura, pero tenía unos botones delanteros que le permitirían dar de mamar al bebé cuando naciera.
Se pasó un cepillo por el pelo suelto, deseando tener algo más bonito que ponerse, pero enseguida apartó aquel pensamiento de la cabeza. El propósito de trasladarse al dormitorio de Joe no era seducirlo, sino darle tiempo para crear lazos afectivos con su bebé.
continuara...
—Cierra los ojos y no los abras hasta que yo te lo diga —ordenó Joe Agarrada de su mano, _____ mantuvo los ojos firmemente cerrados mientras seguía a su marido. Sabía que se dirigían hacia los establos, pero no podía imaginar qué tenía tan excitado a Joe. Al despertar de la siesta esa tarde lo había encontrado en la cocina, esperándola, con la mirada brillante y esperanzada. Parecía un niño que no pudiera esperar a compartir un nuevo juguete, y su entusiasmo se le había contagiado.
Finalmente, se detuvieron. Joe la soltó para poder colocarse tras ella y apoyar las manos en sus hombros, y entonces le dijo que podía abrir los ojos.
_____ obedeció... y se quedó sin aliento mientras contemplaba dos de los caballos más magníficos que había visto en su vida. Estaban en el corral, aparentemente cómodos en su nuevo entorno. Su pelo color castaño, saludable y fuerte, brillaba a la luz del sol.
—Oh, Joe —dijo maravillada—. ¡Son preciosos!—
—Son dos yeguas. La que está más cerca, Sophie, es tuya —dijo Joe, sonriendo satisfecho—. Y la otra es Maggie—
La yegua llamada Sophie se acercó a la valla y resopló, dándoles la bienvenida. _____ rio, encantada, y le acarició el morro.
—Siempre quise tener un caballo mío.—
—Me alegra haber podido ofrecértelo —Joe alargó una mano y colocó un mechón de pelo suelto tras la oreja de _____. Ella sospechó que había sido una excusa para tocarla, pero disfrutaba con las caricias de Joe, y le gustaba cómo se suavizaban sus ojos cuando la miraba.
—Gracias —dijo, emocionada. Como sentía una irresistible necesidad de expresar su gratitud, apoyó una mano contra el pecho de Joe, se puso de puntillas y lo besó en los labios. Pretendía que fuera un beso rápido y casto, pero no había anticipado el anhelo que se apoderó de ella en cuanto sus bocas se tocaron.
Joe deslizó una mano por su espalda, atrayéndola hacia sí, pero dándole también suficiente espacio para apartarse si quería. _____ no lo hizo. Se apoyó contra él todo lo que la curva de su vientre le permitía y entreabrió los labios. Y, por primera vez desde que se habían casado, fue ella la que inició el beso.
Joe le dejó tomar la iniciativa, limitándose a seguirla. Ella le dio un beso lento, profundo, de los que más le gustaban, porque le hacían sentir que tenían toda la vida por delante para disfrutar de la perezosa y agradable fusión de sus labios y lenguas.
Para cuando se apartó, ambos respiraban pesadamente.
—Guau —murmuró Joe, sonriendo picaramente—. Si hubiera sabido que ibas a reaccionar así, te habría comprado un caballo mucho antes—
Asombrada por su propio descaro, _____ se apartó y se aclaró la garganta. Luego volvió su atención hacia Sophie, encantada con la naturaleza dulce del animal.
—¿Cuándo las has comprado?—
Joe se colocó junto a ella y apoyó una bota en la valla.
—Las han traído mientras echabas la siesta, cosa que me ha venido muy bien, porque quería que fueran una sorpresa—
—Y lo ha sido —_____ rio cuando Sophie le acarició el cuello con el morro—. ¿Podemos montarlas?—
La sonrisa de Joe expresó cuánto estaba disfrutando con aquello.
—Eso depende. Tengo todo lo necesario para hacerlo, pero creo que deberías llamar al doctor Chase para que te diga si puedes montar a caballo. Si te da permiso, podemos salir a cabalgar un rato—
—Ahora mismo lo llamo —_____ se volvió y se encaminó hacia la casa, excitada ante la perspectiva de montar su nueva yegua.
Como era domingo, llamó al médico a su casa. Este le dio permiso para montar, aunque solo al paso. Su embarazo iba muy bien, pero, según le dijo el doctor, no le convenía el excesivo movimiento que suponía el trote o el galope.
Joe insistió en que preparara algo de comida para llevar mientras él ensillaba las yeguas. _____ no tenía idea de lo que se proponía, pero una hora después habían recorrido el bosque que separaba Cutter Creek de su casita y conducían sus caballos hacia el lago que se hallaba frente a esta.
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó _____, curiosa.
—He pensado que tal vez te apetecería echar un vistazo a tu casa—
Habían pasado al menos dos semanas desde la última vez que _____ había pasado por allí, y supuso que no estaría mal entrar para asegurarse de que todo estaba en orden.
Joe la ayudó a bajar de Sophie y, mientras élatendía a los caballos, ella entró en la casa. Lógicamente, el ambiente estaba un poco cargado después de tantos días sin abrir las ventanas, pero, aparte de eso, todo estaba en orden. _____ había contratado un jardinero para que se ocupara del césped y las plantas que rodeaban la casa. A pesar de que echaba de menos su agradable casita, empezaba a pensar en la casa de Joe como en su hogar.
Cuando salió, él ya había sujetado las yeguas a un arbusto bajo que les permitía agachar las cabezas para pastar.
Protegiéndose los ojos del sol con una mano, buscó a su marido con la mirada y lo encontró en el muelle de madera que entraba en el lago, con la cesta del picnic en la mano. Se acercó y frunció el ceño al ver que había un bote de remos nuevo sujeto al muelle.
—¿De dónde ha salido ese bote? —preguntó, mirando a su alrededor y preguntándose si habría alguien ocultándose en algún lugar de su propiedad.
—Hice que lo trajeran hace unos días —dijo Joe, sonriendo.
_____ se quedó mirándolo, perpleja.
—¿Para qué?—
—Para que lo usemos, por supuesto —como si hubiera hecho una pregunta absurda, Joe deslizó un dedo por la nariz de _____ y luego le hizo una galante reverencia—. El marinero Jonas a su servicio, señora—
—¿Vas a llevarme a dar una vuelta en bote? —preguntó ella, sorprendida y encantada.
—Sí —Joe bajo a la embarcación y colocó los pies a ambos lados para evitar que se balanceara. Tras dejar a un lado la cesta del picnic, alargó una mano hacia _____—. Todo lo que tienes que hacer es sentarte en la manta y alimentarme. Yo me ocuparé del trabajo muscular—
—Es una oferta realmente difícil de rechazar —encantada con el romántico gesto de Joe, _____ apoyó su mano en la de él y dejó que la ayudara a bajar al bote. Luego se sentó en la manta que Joe había colocado en un extremo y apoyó la espalda contra la pared del casco.
Tras soltar amarras, Joe ocupó el banco que había frente a ella, colocó los remos y comenzó a remar para alejar la embarcación de la orilla.
_____ suspiró, complacida, disfrutando de la relajante sensación del bote deslizándose por el agua, y de la visión de su guapo y sexy marido mientras manejaba los remos rítmicamente, sin aparente esfuerzo. El sol formaba un halo en torno a su pelo oscuro y revuelto, y el placer que sentía se evidenciaba en su pacífica expresión.
_____ cerró los ojos y apoyó la cabeza en el borde de la embarcación, disfrutando de los rayos del sol en su rostro. Poco después, la tranquilidad reinante la sumergió en un delicioso sopor.
—Eh, bella durmiente —dijo Joe, tocándole un pie con delicadeza—. Hoy ya te has echado la siesta—
_____ abrió los ojos y le dedicó una adormecida sonrisa.
—Esto es una maravilla. Si hubiera sabido lo que tenías planeado, me habría reservado la siesta para ahora—
Joe negó con la cabeza.
—Este es mi rato contigo y, por preciosa que estés dormida, quiero disfrutar de este paseo contigo despierta—
El corazón de _____ latió más deprisa al pensar que Joe la encontraba preciosa estando embarazada.
—Los halagos pueden llevarte adonde quieras, señor Jonas —bromeó. El le guiñó un ojo.
—Eso espero.—
Apoyando ambas manos en su vientre, _____ lo miró con gesto pensativo.
—Hoy estás lleno de sorpresas, ¿no?— Joe se encogió de hombros.
—Me gusta verte feliz.—
—Lo soy —dijo _____.
Joe captó un sutil matiz de cautela en su voz.
—¿Excepto por?—
—La testarudez de mi padre, por supuesto —contestó _____. Su padre no había hecho el más mínimo esfuerzo por salvar el abismo que se había abierto entre ellos. A sus ojos, ella había hecho algo imperdonable al casarse con Joe, a pesar de que le estaba ofreciendo un regalo muy especial con el hijo que llevaba dentro—. Me entristece pensar que no va a formar parte de la vida de su nieto —dijo y se acarició distraídamente el vientre—. Y sabe muy bien lo que significa este bebé para mí, porque creía que nunca iba a poder tener uno—
—Pero también es mi hijo, y eso no puede sorportarlo —dijo Joe.
—Eso no debería importar —argumentó _____, frustrada con la incapacidad de su padre para superar el rencor que sentía hacia Joe, que solo serviría para perjudicar a su nieto en el futuro.
—Me alegra que pienses eso—
Las delicadas palabras de Joe conmovieron a _____, y le hicieron comprender cuánto significaba aquel bebé para el hombre con el que se había casado.
—Joe... sé que nos casamos por el bien del bebé,y a pesar de la conmoción que supuso averiguar que estaba embarazada, no lamento nada de lo sucedido— Joe le dedicó una picara sonrisa.
—¿Ni siquiera que te obligara a casarte conmigo?—
—Comprendo tus motivos —contestó _____—. No querías que tu hijo creciera siendo ilegítimo y, francamente, yo tampoco—
Joe asintió.
—Esa fue una de las razones— Sus palabras implicaban que había algo más, y despertaron la curiosidad de _____.
—¿Y la otra?—
Él la miró un largo rato.
—Si aún no sabes cuál es, la averiguarás con el tiempo—
Sus crípticas palabras confundieron a _____. Joe no le había dicho nunca que la amaba, ni había insinuado que sus sentimientos por ella fueran más allá de la amistad y el cariño. Se preguntó si estaría tan inseguro como ella en cuanto a revelar sus sentimientos. Había algo extremadamente vulnerable en estar enamorado sin saber lo que sentía la otra persona.
—¿Por qué te casaste con Kevin? —preguntó Joe, cambiando a un tema tan inquietante para _____ como el que acababa de interrumpir.
Lo más lógico habría sido responder que se casó con Kevin porque lo quería, pero ese no había sido el caso para ella. Podía inventarse toda clase de excusas creíbles, pero no quería estropear la confianza que había ido creciendo entre ellos desde que se habían casado.
Mirando a Joe a los ojos, dijo:
—Me casé con Kevin para salvar mi reputación. Y él se casó conmigo porque siempre le había gustado—sonrió sin humor—. No puede decirse que fuera una buena base para un matrimonio.—
—¿A qué te refieres con lo de «salvar tu reputación»? —preguntó Joe, sin dejar de remar.
_____ miró hacia la orilla y calculó que se hallaban a una milla y media de la casita. Se sentía como si estuviera en un lugar totalmente desconocido.
—Después de que te fueras, corrieron rumores sobre nuestra relación. Supongo que alguien nos vio juntos y se dedicó a cotillear. Ya que mi virtud había quedado en entredicho, mi padre alentó mi noviazgo con Kevin. Estaba decidido a salvaguardar el nombre de la familia y mi reputación, así que cuando Kevin me propuso matrimonio, acepté como siempre, hizo lo correcto, demostrándole a su padre que era una «buena chica».—
Joe dejó de remar y permitió que el bote se deslizara libremente por el agua.
—¿Amabas a Kevin?— «No como te amo a ti».—
—Sentía cariño por él y lo quería —admitió _____—. Pero eso no basta para casarse, y las cosas se torcieron definitivamente al comprobar que no conseguía quedarme embarazada. Nos divorciamos al cabo de cinco años. Ahora Kevin está encantado con su nueva familia, así que me alegro por él—
Joe asintió solemnemente.
—Lamento que tuvieras que pasar por todo eso.— _____ sonrió, sintiéndose emocionalmente conectada con él.
—Al final fue para bien.—
—Sí, supongo que sí —dijo Joe, devolviéndole la sonrisa. Luego estiró perezosamente los brazos—. Si esperas que reme de vuelta hasta la casa, más vale que me des algo de comer para que recupere las fuerzas—
_____ se puso de rodillas para tomar la cesta. El bote se balanceó con suavidad y Joe simuló caerse hacia un lado.
—Tómatelo con calma —dijo, sonriendo—, o tendremos que volver a nado—
_____ cruzó las piernas frente a él y colocó unas servilletas sobre la manta. Luego puso un trozo de queso en una galleta salada y lo alzó hasta los labios de Joe. A continuación abrió un bote de refresco y se lo ofreció. Tras comer un poco más, sacó un recipiente con unas manzanas troceados y le ofreció un trozo a su marido.
—Mmm, manzanas —murmuró él—. ¿Sabes a qué me recuerdan las manzanas?—
_____ sabía con exactitud a qué se refería, porque a ella le pasaba lo mismo.
—¿A qué? —preguntó, porque no quería ser la primera en revivir aquel sensual recuerdo.
—Me recuerda al día en que pasaste por mi casa para traerme dos sandwiches de carne asada y el pastel de manzana que habías preparado para mí—
_____ asintió, recordaba dolorosamente bien cómo aceptó Joe la comida. El hambre que tenía superó con creces a su orgullo en aquella ocasión. Su madre solía olvidar a menudo que tenía un hijo, y no era raro que este se pasara más de un día sin comer.
—Me encontraste en el establo viejo que había tras la casa, tratando de cortar algunas vigas para poder encender el fuego por la noche. Llevaba casi dos días sin comer nada sustancioso, y estaba realmente hambriento. Me comí los sandwiches y la mitad del pastel tan rápido que estuve a punto de ponerme malo.
_____ rio y movió un dedo admonitorio ante el rostro de Joe.
—Te advertí que comieras despacio—
Joe atrapó la mano en el aire, se la llevó a los labios y le besó la punta de los dedos. _____ sintió que se derretía por dentro.
—Pensé que eras un ángel por traerme aquella comida —dijo él, con voz ronca—. Solo pretendía darte un beso de agradecimiento, pero sabías aún mejor que el pastel de manzana y, cuando suspiraste y entreabriste los labios no pude resistirme...—
Un dulce estremecimiento recorrió a _____. Aquella fue la primera vez que hicieron el amor, y fue tan sensual, tan tierno, tan conmovedor y mágico...
Como si hubiera sentido la misma corriente de deseo que afectaba a _____, Joe le soltó la mano para cortar el contacto físico entre ellos.
—Se está haciendo tarde —dijo, mientras recogía la comida y la guardaba en la cesta—. Conviene que volvamos antes de que oscurezca.—
Unos minutos después, _____ volvió a reclinarse contra el casco mientras regresaban hacia la orilla. No quería pensar en lo que acababa de suceder entre ellos, introdujo una mano en el agua y se distrajo contemplando la estela que dejaba tras ella.
El regreso al rancho a caballo fue tranquilo y agradable y, cuando llegaron a los establos, Joe desmontó y se acercó enseguida a ayudar a _____. La tomó por la cintura con ambas manos y ella apoyó las pahuas en sus hombros, pero lo que debería haber sido una rápida ayuda para bajar de Sophie se transformó en cuanto Joe la alzó. El cuerpo de _____ se deslizó a lo largo del de él, y Joe no hizo nada por evitar el tentador roce. Una intensa y mutua conciencia de sus cuerpos crepitó entre ellos, y la mirada de Joe se ensombreció.
—He pasado un día maravilloso —dijo _____, tratando de refrenar su pulso, de contener el calor que se extendía por sus venas.
Él la mantuvo contra sí, sin apartar las manos de su cintura.
—Sí, yo también.—
Ambos inclinaron la cabeza en el mismo instante, ella hacia arriba, él hacia abajo. Sus alientos se fundieron hasta convertirse en uno. Esa vez el beso fue totalmente compartido, y ambos alentaron una unión más profunda con las caricias de sus lenguas.
Una inesperada sensación en el vientre de _____ hizo que esta se apartara con los ojos abiertos de par en par.
—Oh —dijo, llevándose una mano al abdomen.
—¿Qué sucede? —preguntó Joe, preocupado.
—Creo que el bebé se ha movido —_____ alzó la mirada hacia Joe, maravillada—. Antes he sentido algo parecido, pero no estaba segura de lo que era. Pero esta vez si lo estoy—
Sin preguntar, Joe apoyó la pahua de la mano en el vientre de _____, con expresión ansiosa y emocionada. Pero el momento había pasado y el bebé no quiso cooperar. Parecía tan decepcionado que _____ no pudo evitar sonreír.
—Volverá a suceder —dijo, muy consciente de los cálidos dedos de Joe en su vientre.
Él parecía muy descontento, como si se hubiera visto privado de algún gran misterio.
—_____... —se interrumpió, indeciso, y se pasó los dedos por el pelo.
_____ no podía imaginar por qué estaba tan afectado.
—¿Qué sucede, Joe?—
Él frunció el ceño y, finalmente, dijo:
—Quiero que compartas mi cama— Sorprendida por aquella petición tan directa, _____ dio un paso atrás. Por mucho que deseara volver a experimentar el placer de hacer el amor con Joe, sabía que no podía entregarle su cuerpo sin entregarle también su corazón. Y no podía hacer eso si él no la correspondía.
Pero rechazarlo era mucho más difícil de lo que había imaginado.
—Sé que nuestra relación está cambiando, Joe, y que en las últimas semanas ha mejorado, pero creo que es mejor que sigamos durmiendo en camas separadas —«hasta que me digas que me amas».
Joe movió la cabeza.
—Quiero que duermas conmigo para poder compartir la experiencia de tu embarazo. Es algo que me resulta fascinante, y no es justo que tú lo experimentes todo y yo solo pueda imaginar cómo es—
_____ rio con suavidad.
—Me temo que no vas a poder hacer mucho más que imaginarlo.
—Quiero formar parte de este embarazo —insistió Joe—. Quiero sentir los primeros movimientos, quiero ver los cambios diarios de tu cuerpo, y quiero hablar con mi hija mientras crece.
—¿Hija? —repitió _____, totalmente cautivada por la petición de Joe.
Él se encogió de hombros y le acarició la mejilla con el pulgar.
—Me gustaría tener una niñita tan preciosa como su madre—
_____ sintió que se le hacía un nudo en la garganta, y su corazón se vio invadido por una multitud de cálidas emociones.
—¿Vendrás a mi dormitorio? —preguntó Joe.
_____ no pudo resistir su dulce petición. En esa ocasión no le estaba exigiendo nada, sino que se lo estaba pidiendo. Ella también quería compartir aquella experiencia con alguien... ¿y quién mejor que su marido?
—Estaré allí esta noche —prometió.
_____ se sentía tan tímida como una recién casada en su noche de bodas, cosa que era ridicula, se reprendió, mirándose en el espejo del baño de Joe. No iban a hacer el amor. Joe solo quería estar cerca del bebé que llevaba dentro, algo que no le podía criticar.
Trató de reprimir los nervios que se arremolinaron en su estómago y ató las cintas del camisón por encima de sus senos. El diseño del camisón que había elegido no era especialmente halagador para su figura, pero tenía unos botones delanteros que le permitirían dar de mamar al bebé cuando naciera.
Se pasó un cepillo por el pelo suelto, deseando tener algo más bonito que ponerse, pero enseguida apartó aquel pensamiento de la cabeza. El propósito de trasladarse al dormitorio de Joe no era seducirlo, sino darle tiempo para crear lazos afectivos con su bebé.
continuara...
.Lu' Anne Lovegood.
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
En la pagina anterior hay tres cap mas xD
Espero Q les gusten... Cuidense muchoo!!
¡Peace&Love!
Espero Q les gusten... Cuidense muchoo!!
¡Peace&Love!
.Lu' Anne Lovegood.
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
me encantaron los caps esta hermosa
tu nove siguela plis
tu nove siguela plis
Nani Jonas
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
Yaaa arreglastee lo q la PC???????? Esoo quiere decirr q nos puedes publicar mas seguiidO!!!!
Siguelaa plsss!
Nawuaaa ya la rayiss see esta mudando para el cuarto de Joee ahhhhhhhh q emocion!!!!!!!!!!!!!!!
Siguelaaa plssss!
Nawuaaa esta novee me pone mas adicta cada diaaa!!!!
Sigueelaaaa yaaaa!!!!!
Muero de angustaaa ya quiero q joe te le diga "TE AMO" ahhhhhh
Sigueeeelaaaaaaaa
Megaa adoro sta noveeee! :D
Attr: tu siempree fiell y adictiva lectoraaa!!!!! :D
Siguelaa plsss!
Nawuaaa ya la rayiss see esta mudando para el cuarto de Joee ahhhhhhhh q emocion!!!!!!!!!!!!!!!
Siguelaaa plssss!
Nawuaaa esta novee me pone mas adicta cada diaaa!!!!
Sigueelaaaa yaaaa!!!!!
Muero de angustaaa ya quiero q joe te le diga "TE AMO" ahhhhhh
Sigueeeelaaaaaaaa
Megaa adoro sta noveeee! :D
Attr: tu siempree fiell y adictiva lectoraaa!!!!! :D
Yhosdaly
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!
TE ADORO!!! GRACIAS POR PONERNOS TANTOS CAPITULOS!!
estuvieron superhipermegadupergeniales!!!
los ame!!! llore con el de la historia de la muerte del hermano de _____! pobresito joe! el no tuvo la culpa de nada!
y el padre de ____ deberia reflexionar osea es su nieto el que nacera!!
espero que no traiga problemas lo de JAJ y la compra de los locales de la calle aunque bueno ya tambien quisiera demoler es bar!
y el cap del lago! aaaaaaaaawwwwww y doble aaaawwwwww
estuvo super tierno! joe te amo!! hehe
PORFAVOR SIGUELA!! ERES SUPER!!
TE ADORO!!! GRACIAS POR PONERNOS TANTOS CAPITULOS!!
estuvieron superhipermegadupergeniales!!!
los ame!!! llore con el de la historia de la muerte del hermano de _____! pobresito joe! el no tuvo la culpa de nada!
y el padre de ____ deberia reflexionar osea es su nieto el que nacera!!
espero que no traiga problemas lo de JAJ y la compra de los locales de la calle aunque bueno ya tambien quisiera demoler es bar!
y el cap del lago! aaaaaaaaawwwwww y doble aaaawwwwww
estuvo super tierno! joe te amo!! hehe
PORFAVOR SIGUELA!! ERES SUPER!!
yamijonasforever
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
aaaaaaaaaaaaaiiiiiiiiiiiiiii
es lo mas tiernooooooooo!!!!!!!!!1111
tienes que seguirla porfaaaaaa
aaaaandaaaaaaa
es lo mas tiernooooooooo!!!!!!!!!1111
tienes que seguirla porfaaaaaa
aaaaandaaaaaaa
chelis
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
es una de mis nives FAVORITAS, gracias x los caps me gustaron mucho, siguela plis y sube caps pronto :)
adina
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
me encantooo el capppp
bello joeeeee
siguela
siguela
siguela
bello joeeeee
siguela
siguela
siguela
nickian
Re: UNA BODA SORPRESA (Joe&tu) [TERMINADA]
Yaaaa stoyy delirandO! NecesiitO capiii!!!!!!
Plsssss
Siguelaaaa!!!! MuerO de angustiaaa esta novee es super adicivaaa!!!!!
Siguelaa PIEDAD!!!!!!
Sigueaaaaa
Ahhh x lo q mas quierassss!!!!!!!!
Sigueaaaaa Mujerrrr
Estoy desespersadaaa!!!!!!!!!!!!
Plsssss
Siguelaaaa!!!! MuerO de angustiaaa esta novee es super adicivaaa!!!!!
Siguelaa PIEDAD!!!!!!
Sigueaaaaa
Ahhh x lo q mas quierassss!!!!!!!!
Sigueaaaaa Mujerrrr
Estoy desespersadaaa!!!!!!!!!!!!
Yhosdaly
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