Awkward {One Direction.

Devonne, es una chica más de la preparatoria Brighton, no resalta por sus buenas calificaciones o por formar parte del grupo de porristas. Es más una chica invisible intentando sobrevivir al drama adolescente, pero al recibir una carta anónima, y leerla, tiene un accidente autentico el cual da el aspecto de haberse querido suicidar. Sin embargo, este pequeño inconveniente le trae popularidad a Dev, haciendo su vida más interesante.

Capítulo 001

Durante 15 años fantaseé con que todos me mirasen cuando caminara por el pasillo. ¿Qué llevaría puesto? ¿Todos los chicos me adorarían? ¿Sería 12 centímetros más alta y tendría senos de estrella porno? No, esa no era mi realidad. Mi momento de gloria fue desastroso. Pero como en toda buena película mi calvario empezó en el campamento de verano.

Era un tonto baile de tarde pero… había magia en el aire. Los cerebritos se estaban emborrachando y los demás también. Y por primera vez desde que me quitaron los frenos no me sentía invisible. Y por alguna extraña razón Harry no paraba de mirarme haciéndome sentir especial, ¿yo siendo notada por el chico más popular del instituto? Debería estar bromeando. Pero no era así, todo comenzó cuando se tomó la molestia de guiñarme el ojo. Ahí estaba. La señal. Esperaba que el hiciera algo más inspirado que olerse las axilas pero Harry tenía la costumbre de hacer eso. Con frecuencia. La atención al aseo personal era uno de los numerosos atributos estelares de Harry, él era la perfección. A diferencia de mí, yo era un manojo de nervios porque Harry Styles quería verme en el cuarto de limpieza.

De un momento a otro me encontraba en el piso, con Harry encima de mí. Por supuesto, no jugábamos twister o practicábamos una posición de yoga. Él estaba metiendo su miembro una y otra vez dentro de mí. Este no era el incidente de alguna telenovela adolescente sobre como quede embarazada el ultimo día del campamento. Yo sabía cómo arreglármelas.
Nuestro apasionado choque de cuerpos era una señal. Este año iba a ser mi año. Por una vez, no pasaría desapercibida al menos no teniendo a Harry en mí…

—¡Puerta trasera! —exclame. Tenía que hacerlo, hubo unas veces en las que Harry pasaba su miembro no necesariamente solo por un lado.
—Lo siento, se me resbaló —jadeo.

El cambio estaba en el aire, yo podía sentirlo. Había olor a cambio y a… limpiador de pino.

—¿Te estoy haciendo daño? —indago, Harry. Parando por completo lo que sea que estuviera haciendo. En su frente corrían unas gotas de sudor bajando por su bello rostro y terminando en su barbilla.

Admitir mi condición de virgen no parecía muy erotizante.

—Debe ser la alergia —dije, limpiando con mi mano una lágrima que corría por mi rostro. Tenía que admitirlo, la primera vez puede ser dolorosa—, me da todo el tiempo. Que eso no te detenga.

Harry solo rio y siguió con lo suyo, solo que ahora un poco más rápido aumentando la satisfacción como el dolor. Hasta que…

—¡Genial! —dijo un tono algo ¿raro?, era obvio que se había venido dentro de mí. Yo lo sentía.

Siendo sincera esperaba algo más en mi primera vez, nunca espere hacerlo en el cuarto de limpieza del instituto, pero que más podía pedir. Que el chico que me gustara me quitara la virginidad, y aun siendo el más popular de la escuela me parecía genial.
Empezamos a vestirnos, era raro. Nunca habíamos hablado, solo comenzamos a besarnos y terminamos en el piso practicando posiciones del kamasutra. Ahora todo lo que hacía era mirarlo con atención, a su bello cuerpo bien definido y su abdomen trabajado. Todo envuelto en una fina capa de sudor causada por la fricción de nuestros cuerpos.

—¿Te molesta que el verano termine? —cuestiono, rompiendo el incómodo silencio que hubo después de nuestros gemidos anteriores.
—Si —conteste acomodando mi playera con el logo estampado del instituto. Era lo que nos obligaban a poner todos aquellos que asistiéramos al campamento de verano.
—¿Algún plan para las últimas dos semanas?
—Pasarla bien, supongo —musite, no sabía lo que decía. ¿Pasarla bien? Yo no sabía lo que era pasarla bien, tener sexo en el cuarto de limpieza con Harry Styles era lo mejor que me había ocurrido en el verano, bueno, en toda mi vida—. No lo sé, ver película, nadar o algo así.
—Excelente.
—¿Vas a ir a la orientación para primer año? —dije, intentando no volver a ese incomodo silencio.
—¿No es obligatorio? —respondió.
—Si, por supuesto —trágame tierra—. Quise decir que…

No podía contenerme, Harry había roto mi cascara y yo estaba llena de dulce amor.

—¿Quieres que vayamos juntos? —finalice.

Mientras yo intentaba contener mi emoción interna el parecía no haberle causado nada. Y por alguna extraña razón le causo risa mi propuesta.
Se acercó a mí y tomo mis cachetes acercándome a él y plantando un beso en mi frente.

—Eres lo máximo, D-town —musito.

No era un poeta. Seguía siendo Harry Styles.

—Pero nadie puede saber que me gustas…

Mi sonrisa se borró por completo, ya no había rastro alguno de emoción por Harry. Trataba de comprender que era lo que había dicho y el porqué. ¿Qué tenía de malo que alguien se enterara sobre esto? ¿Qué si yo le gustaba y otros lo supieran?
Me dedico una de sus hermosas y relucientes sonrisas, girando y saliendo del cuarto de limpieza…