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The Love Game
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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The Love Game Harry Styles y tu
Capítulo 15
_____
—Toda la línea: ¿Ignoras siempre a las chicas con las que duermes? fue magia, _____. Pura maldita magia.
Megan se ríe en la habitación. Me detengo, mi varita de rímel suspendida en el aire y le sonrió a través del espejo. Me alegro de esté pensando sobre el plan, porque yo no lo estoy.
Estoy muy preocupada con lo que siento cuando me está tocando.
Cuando hizo el movimiento de la mano en mi muslo antes, quería castrarlo. Realmente, quería arrancarle sus partes caballerosas y frotarlas contra un rallador de queso. Repetidamente. Cuando él empezó a frotar mi pierna, quería darle un puñetazo, pero cuando él apartó la mano quería agarrarlo y exigir que la dejara allí.
Ese pensamiento me hace sentir un poco enferma. Quería que Harry Styles me tocara, y cuando lo hizo me gustó mucho. Disfruté mucho ese movimiento inocentemente sexy que hizo con la yema del pulgar contra la parte interior de mi pierna. Este plan se está poniendo peligroso.
Es una semana y ya puedo sentir una pequeña grieta en contra de mi atracción por él. Sí, la misma atracción que encerré en una caja completa con candado de acero de alta resistencia y una contraseña.
Lo que me pone es la forma en que podría estar disgustada con él un minuto y besarlo otro. Y no me importaba. Todavía no me importa. Ugh, ¿cómo puede gustarme besar a alguien que odio tanto? Tengo que recordar que esto es un juego, y para ganar tengo que jugar. Tengo que jugar con las reglas. Sus reglas. La única manera de ganar es por el respeto de las normas del jugador.
Sexo gobierna el juego. Es el objetivo, el gran premio. Cualquier cosa que no sea la atracción sexual y sentimientos de deseo sexual no tienen un lugar aquí, no en mi reloj.
Una semana más abajo y tres para el final. Se siente algo más que sexo conmigo, eso está claro. Mi acto es creíble, y sé que él está cayendo por él. Y por mí.
Sólo tengo que recordar odiarlo.
*****************************************************************************************
Mi pelo flota en el viento, y lo enredo alrededor de mi cuello, sosteniéndolo a un lado. La brisa es una adición bienvenida al clima demasiado caliente de otoño, así que no me importa. Ojalá se me hubiera ocurrido traer una diadema conmigo.
Cindhy tararea en voz alta a medida que avanzamos hacia el sonido, siguiendo los sonidos de risas y vítores hasta el otro extremo de la playa. Todo el primer año está aquí, parece, y la música suena desde alguna parte. Una hoguera se está creando, y oigo a Megan gemir.
— ¿Por qué necesitan una hoguera? Todavía está a 80 grados afuera.
—Debido a que son geniales. —Kay ríe—. Rayos.
Gruño en acuerdo y busco entre la multitud, mis ojos buscando a Harry. ¿Puedo tener cinco minutos para realmente disfrutar de este partido antes de obligarme a jugar a la nueva novia cariñosa?
Parece que sí.
Encontramos un lugar, y Cindhy inmediatamente comienza a examinar la arena por piedras y trozos de madera. Que Dios ayude a cualquier trozo de madera que rasguñe o roce su pierna. Al parecer, considerando lo segura que se siente, se sienta y se apoya contra un árbol. Megan niega con la cabeza, y tanto ella como Kay caen en la arena. Sigo su ejemplo, pero más conservadoramente de lo que hicieron.
Paso los dedos por mi pelo, soltando pequeños enredos de mis rizos suaves en los extremos. La arena se desplaza detrás de mí. Dos manos agarran de mi cintura, y salto, dejando escapar un grito.
—¿Qué… —me vuelvo a mirar directamente a los ojos verdes brillantes y divertidos—. Harry. Me asustaste.
—Lo siento, Ángel. Pensé en darte una sorpresa —responde, cambiando y moviéndose más cerca de mí.
—Creo que has logrado eso —murmuro, odiando la forma en que su piel se siente contra la mía.
¿O estoy odiando el hecho de que me gusta cómo se siente? Ni siquiera lo sé.
Él descansa su barbilla en mi hombro, presionando su mejilla contra la mía.
—Pensé que estaban empezando la fiesta sin mí, chicas.
—Al igual que habíamos hecho alguna vez —dice Kay en un agradable tono falso—. Todos sabemos que eres la vida y el alma de las fiestas, Styles.
—Guarda tus garras, gatita. —Cindhy mete un vaso de plástico en su cara—. Entonces cállate y bebe.
—Sí, empleada del zoológico. —Kay rueda los ojos y le sonríe a Cindhy antes de pasar a Harry.
— ¿Dónde está Niall?
—Está tomando cerveza en el coche con Liam. Estarán aquí en un minuto —responde Harry, moviendo la cabeza así su respiración pasa a través de mi mejilla.
—Cindhy, ¿puedo tomar un trago? —le pregunto.
Necesito algo para pasar la noche cuerda.
—Mi trabajo está hecho. —Kay levanta sus manos, su vaso descansando en la arena. —He corrompido exitosamente a _____.
—No del todo, —Megan medio sonríe—. Todavía no jura o duerme con todo a la vista.
—Ella no lo hará, sin embargo, —murmura Harry—. La parte de dormir con todo fuera.
—Porque eres un ejemplo. —Cindhy levanta una ceja.
—Oye. —La señala con el dedo—. Estaba soltero entonces. Soy un hombre nuevo.
Quiero rodar los ojos. Varias veces. Por supuesto que lo es, y si no lo es, pronto lo será, cortesía de su servidora. Porque puedo hacer esto.
Cindhy pone los ojos en mí, y Niall y Liam se acercan a nosotros. Niall saluda a Cindhy, mientras que Liam casualmente se encuentra cerca de Megan. Oh, ¿alguien tiene un pequeño enamoramiento? No, eso sería estúpido. Lo único por lo que se siente atraído es por lo que hay dentro de sus bragas.
—Estás muy callada —me dice Harry en voz baja.
Sonrío y giro la cara hacia él.
—Estoy escuchando.
—Oh, ¿puedes escuchar? —Él me hace cosquillas un poco, y me retuerzo.
—No me hagas cosquillas —me retuerzo.
— ¿Por qué? ¿Eres cosquillosa?
—No lo soy. No. No. Del. Todo.
—Apuesto a que lo eres.
— ¡No lo soy!
Él mueve sus dedos sobre mi cintura, y chillo, moviéndome y retorciéndome en su agarre para escapar.
— ¡Harry, para! —farfullo a través de la risa controlada.
—No hasta que digas que eres cosquillosa —bromea y me cosquillea un poco más.
Grito y caigo hacia atrás, levantando un poco de arena. Él viene abajo conmigo, medio tumbado sobre mí, su brazo todavía alrededor de mi cintura.
—Dilo —susurra, mirándome a los ojos.
—No —le susurro—. No voy a darme por vencida.
—Yo tampoco.
Deja caer la cabeza, y sus labios capturan los míos, suaves y cálidos. Mis ojos se cierran, y mi mano se apoya en su cuello.
Mis dedos presionan su piel, atrayéndolo a mí.
Harry chasquea la lengua y recorre mi labio inferior, succionándolo suavemente en su boca. Sus dientes rozan ligeramente, mordisqueando mientras me libera. Ignoro el jadeo que quiere escapar de mi boca y la difusión de calor a través de mi cuerpo. Piscinas en la boca de mi estómago como lava fundida, una masa hirviente de deseo y necesidad.
Y entonces recuerdo que lo odio.
—Hey —me quejo—. No me distraigas con besos.
Levanta la cabeza y me sonríe. Es una especie de sonrisa sexy, y una que me hubiera fundido si se tratara de alguien que no fuese Harry. Sí Harry. Playboy, jugador, el que usa a las mujeres para su propio placer.
Sip. Eso hizo.
Me deslizo a un lado de él y me siento, sacudiendo la arena de mi pelo.
—Mira dónde estás. —Kay señala mi pelo—. Eso podría llevarse mi ojo. ¡Es un arma letal, Mads!
—Oh, cállate, tú. —Sacudo los extremos mis rizos y noto que los otros han desaparecido—. ¿A dónde se fueron todos?
—Fueron a buscar comida de la barbacoa mientras que tú y Casanova estaban chupando sus caras.
Niego con la cabeza. Ella puede ser cruda a veces, pero es sólo ella. No me gustaría que fuera de otra manera.
—Hey, Kay. —Harry se inclina a mí alrededor—. ¿No es tu amiga la de allá? ¿Darla o como se llame? —Oh, genial.
Kay resopla.
—Si quieres estar solo, solo dilo.
Ella está de pie, me da un saludo juguetón, y se pasea fuera a donde la bomba rubia Darla está de pie.
Vuelvo la cara y miro más allá del fuego y agua, que se lleva la arena. Siempre es lo mismo en las fiestas. Ya sea una fiesta de fraternidad, de dormitorio, o una fiesta en la playa. Siempre me siento como la única que no disfruta de ella.
Después de seis meses de seguir a mi mejor amiga mientras ella perseguía a mi hermano, sólo para conseguir su corazón roto, ¿puedes culparme? No. No me culpo tampoco.
—Estás en otro lugar —señala Harry.
Recordar que lo odio sería mucho más fácil si él no estuviera ya tan sintonizado conmigo.
—Sólo pensando —respondo, manteniendo los ojos fijos en el mar azul claro—. No tienes que quedarte aquí, ya sabes. Puedes ir a buscar a los chicos.
—No. —Él se inclina contra el árbol y acaricia el espacio junto a él.
Suspiro.
Me arrastro hacia atrás y me siento a su lado, acurrucándome a su lado mientras él envuelve un brazo alrededor de mí. Apoyo la cabeza en su hombro, y levanto las piernas por lo que están descansando sobre las suyas. Trae las rodillas hacia arriba, y me envuelve a su alrededor como una manta. Su mejilla se apoya en la parte superior de mi cabeza.
Puedo sentir los ojos de la gente de la fiesta en nosotros. Está haciendo que mis vellos se levanten, haciéndome querer levantarme y huir de toda esta falsa producción.
Pero entonces, entonces hay una pequeña parte de mí disfrutándolo.
Isabela85
The Love Game Harry Styles y tu
Capítulo 16
Harry
Aprendí tres cosas anoche.
Una, _____ Stevens encaja perfectamente en mis brazos. Dos, quiero follarla, desesperadamente. Al igual que, realmente desesperadamente. Y tres, su pelo huele a manzanas.
Han pasado nueve días desde que Niall y Liam me retaron para que _____ se enamore de mí, dando el límite de un mes para hacerlo. No voy a necesitar un maldito mes a este ritmo. Ella está cayendo, y está cayendo fuerte y rápido. Le doy diez días, y voy a demostrarles que puedo hacerlo y entonces me alejo de ella.
Porque, seamos sinceros, si yo fuera un hombre de enamorarse, me enamoraría de alguien como ella. En virtud de ese cuerpo con curvas, cabello de fuego, y detrás de esos ojos muy verdes es una chica diferente a cualquier persona que conozco. También estoy muy, muy seguro de que no voy a conocer a alguien como ella tampoco.
Y ese es el problema. Cuando ella me sonríe, sonríe realmente, puedo verla convirtiéndome en un hombre enamoradizo. Eso la hace peligrosa, demasiado peligrosa, y tengo que meterla en la cama e irme antes de que sea demasiado tarde.
Ella está viendo un mensaje en su celular con el ceño fruncido mientras camina alrededor de la esquina hacia mí. Su cabello está hacia a un lado, ocultando su rostro del resto del mundo. Salgo de donde estaba esperando, la escalera y tomo su mano, girándola contra mí.
Ella me mira con los ojos muy abiertos y se apoya en mi pecho.
— ¡Maldita sea, Harry! Tienes que dejar de hacerme eso.
— ¿Hacer qué? —Sonrío hacia ella.
—Asustarme —resopla, guardando su teléfono.
— ¿Todo bien? —Empujo el pelo de su cara.
—Sí, sólo mi hermano. —Ella frunce el ceño de nuevo y sacude la cabeza—. No importa. Sólo él siendo estúpido.
— ¿Segura? —Suavizo las líneas de expresión con mi pulgar.
—Sí —dice alegremente.
Un poco demasiado brillante. Sonríe, pero no hay luz en ella, no como anoche. Y que me torturen si quiero saber lo que está pasando en lugar de querer follármela en todas las formas posibles en estos momentos.
Es porque ella es amiga de Megan. Eso explica todo lo cuidadoso que estoy empezando a ser. Por supuesto.
Beso su frente y enlazo nuestros dedos. Dejamos el hueco de la escalera y nos dirigimos hacia la cafetería del campus. No es la mejor comida del mundo, pero sé que tiene una clase en media hora. Juro que toma cada maldita clase posible.
Seguimos la fila y encontramos una pequeña mesa en la esquina. Ya me he dado cuenta de que ella odia ser el centro de atención.
Está recogiendo su comida y apenas come algo de eso. Quiero hablar con ella, pero no tengo ni idea de qué decir. Debo ser el hombre más insensible, pero los sentimientos nunca me han importado mucho. Para mí, los únicos sentimientos que significan algo y son reales están en el dormitorio.
Hasta que miro los ojos tristes de _____. Luego sus sentimientos son muy, muy reales.
En lugar de hablar, me conformo con deslizar mi mano sobre la mesa y tomar la de ella en la mía. He visto chicos hacerlo en esas películas tontas que Meggy me ha hecho mirar. _____ mira hacia arriba y me da una sonrisa triste y preocupada y me imagino consolándola un poco.
¿Cómo diablos voy a saberlo?
—Hola, Harry.
Una chica con pelo largo y rubio se acerca a mí. La distracción perfecta. Si no estuviera en esta relación falsa.
— ¿Hola? —respondo.
Estoy bastante seguro de que debo saber su nombre, pero estoy en blanco.
—Así que me preguntaba si estabas libre esta noche. ¿Podríamos, ya sabes, continuar donde lo dejamos la última vez? —Ella hace girar un poco de pelo alrededor de su dedo y saca la cadera.
Maldición. ¿Por qué esta mierda sigue pasando?
—No, lo siento —le digo, sintiendo los ojos de _____ en mí—. No estoy disponible ya.
— ¿Qué quieres decir con que no estás disponible? —La chica rubia mira entre nosotros.
¿Son todas las chicas con las que duermo rubias?
Mierda.
—Al igual que, tengo una novia.
—Que pasa a estar sentada frente a él —murmura _____.
No hay suficientes “mierda” para demostrar cómo me siento en este momento. ¿Por qué siempre las chicas pueden echar a perder mi plan cuidadosamente trazado?
—Oh, sí. No me di cuenta. —La chica rubia se gira hacia _____—. Quiero decir, no eres su tipo habitual, cariño.
—Tal vez es por eso que soy su novia, y eres una mierda de fin de semana desechada cuyo nombre ni siquiera recuerda, cariño.
¿_____ sólo maldijo? Carajo. Ella lo hizo. ¿Fue secuestrada por extraterrestres durante la noche?
Miro entre las dos chicas. La chica rubia está tirando dagas con la mirada en la cabeza de _____, mientras que casualmente recoge su comida como si no hubiera dicho algo completamente fuera de lugar.
—Tal vez deberías irte. —Asiento hacia la chica rubia.
Ella le da a _____ una última mala mirada y se vuelve hacia mí, una dulce sonrisa en su rostro.
—Cuando hayas terminado con ella, llámame, ¿bien? —Ella se da vuelta y se aleja, exagerando el balanceo de sus caderas.
—Tienes un muy mal gusto de chicas —dice _____ cuando la chica rubia ha desaparecido.
Parece que sí.
— ¿Estás incluida en eso?
Ella levanta la vista hacia ella, sus ojos tristes anteriormente ahora tan fríos como el hielo. Esa mirada congelaría el infierno, estoy seguro de eso.
—No me jodas, Harry. Hoy no. No voy a sentarme aquí y hacer frente a un montón de putas de senos falsos que vienen y me dicen que no soy tu "tipo normal". —Ella saca su mano de la mía y se levanta, pasando a mi lado.
Inclino mi cabeza hacia atrás, suspirando, y levantándome para seguirla. ¿Por qué, oh por qué, esto es tan jodidamente difícil?
La sigo por las puertas a un área sombreada por árboles. Ella está de pie allí, la luz del sol brillando en lo alto de su cabeza, donde ella no está totalmente bajo la cubierta de árboles. Tiene los brazos cruzados sobre su pecho agitado, y se inclina contra un tronco de árbol, descansando su cabeza contra la áspera corteza del tronco.
—Ahora, Ángel —le digo, acercándome a ella—. ¿Por qué no me dices que fue todo eso?
—No estoy de humor para hablar sobre tus anteriores compañeras de cama, Harry —responde ella, con los ojos cerrados.
—No estoy hablando de eso. —Me acerco a ella—. Por qué no me dices de donde vinieron las malas palabras, porque estoy bastante seguro de que no te he oído maldecir. Nunca.
—Un mal día. Un desliz. No hagas caso de ello.
— ¿Por qué lo ignoraría?
—Porque te lo digo.
—Si estás teniendo un mal día, habla conmigo. Es por eso que estoy aquí, ¿no? —Hago una pausa—. Te dije que quería estar allí para ti, así que permítemelo.
Ella se ríe amargamente y niega con la cabeza. Tiene los ojos abiertos y una mirada cautelosa endurecida está pasando por alto el verde brillante al que estoy tan acostumbrado.
—Mi vida antes de Berkeley y la tuya eran muy, muy diferentes. Ni siquiera puedes imaginar, así que no hay razón para hablar. No lo entenderías.
—Entonces ayúdame, —Pongo una mano en su torso, de pie delante de ella. Sus ojos se encuentran con los míos—. Ayúdame a entender. Ayúdame a ayudarte.
Se muerde el labio superior.
—Hoy no —susurra—. Yo sólo, no puedo hablar ahora.
Deslizo mi mano detrás de su cuello y tiro de ella hacia mí, presionando su cuerpo contra mí. Pone sus manos contra mi estómago y empuja hacia atrás.
—No —le digo al oído—. Si no quieres hablar conmigo, _____, deja que te abrace. Puedo hacer eso, por lo menos.
Ella se congela, atrapada en un estado de indecisión, antes de relajarse contra mí y envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.
—Lo siento —murmura—. Por ser una perra rabiosa.
—No —contesto, acariciando la parte posterior de su cabeza. Vi eso en una película también—. Lo siento.
Y lo hago. Es sólo que no sé por qué demonios lo hago.
Isabela85
The Love Game Harry Styles y tu
Capítulo 17
_____
Mi hermano, está actualmente a trescientas millas de distancia, pero todavía tiene la habilidad de arruinar mi día, y mi humor. Y aparentemente, la habilidad de arruinar cerca de nueve días de trabajo duro con Harry.
Pero en serio, ¿quién rayos aborda a alguien en plena cafetería de la escuela y exige que termine lo que empezaron? Es cruel, y me recuerda porque exactamente estoy haciendo esto. También restablece el odio por Harry que perdí cuando me sostuvo de la manera que lo hizo luego de mi arrebato.
Suspiro, y mis pensamientos regresan a Pearce, rabia burbujea en mi interior y tengo el loco impulso de arrojar mi teléfono fuera de la ventana de mi dormitorio. Sería tan, tan, satisfactorio verlo destruirse en millones de piezas en la acera. O, por supuesto, también podría conseguirme otro número. Esa probablemente sería una mejor idea, pero de ninguna manera tan estimulante.
No me sorprende que me haya contactado tan pronto desde la última vez, me imagine que quería el dinero para pagar la renta, pero estaba equivocada. Tan equivocada.
Hay una enorme diferencia entre Pearce y Harry que tengo que reconocer. Esa diferencia estaría en la forma de drogas ilegales.
Pearce comenzó a tomarlas cuando mamá fue asesinada. Era su “escape”. No hay nada de malo con querer un escape. Pero cuando ese escape te lleva aún más abajo, tienes un problema. Mi querido hermano resolvió eso obteniendo más de su escape.
Y en este momento tiene una deuda tan grande que ochocientos dólares ya transferidos de mi cuenta no cubren ni la mitad de ella.
Naturalmente le dijo a quien quiera que le venda la droga que conseguiría el dinero, asumiendo que se lo daría como siempre lo hago, pero esta vez dije que no. Le dije que no iba a pagar por él nunca más, y se volvió loco.
Su mensaje de texto de ayer en la mañana me informaba que estaba haciendo planes para venir aquí, y debería verlo en algún momento de la semana que viene.
Chasquee mi lengua. Dos vidas diferentes fusionándose. Todo el mundo aquí sabe que tengo un hermano mayor en Brooklyn pero no saben los detalles. Además de Kay, Megan y Cindhy, solo Harry sabe del asesinato de mi Mama. Nadie me pregunto, y nunca sentí ganas de ofrecer dicha información.
Pero Pearce, ¿aquí? La idea me asusta, porque sé cómo es él. Después de todo, ¿no lo vi dominar, controlar y llevar a mi mejor amiga a intentar cometer suicidio, todo por su adicción a las drogas y complejo de inferioridad?
— ¡Argh! —Froto mis ojos con las palmas de mis manos, cavando en ellos como si pudiera lanzar lejos las memorias del último año. Debo ser tan afortunada.
Los brillantes colores de nuestro poster de Operación Juega con el Jugador atrapan mis ojos. Día diez, y estoy inclusive más determinada de ver a través de esto. Por lo que se siente la centésima vez en dos días, construyo una pared alrededor de mi corazón.
A pesar de todo lo malo, Megan tenía razón. Harry es cariñoso, dulce y reflexivo. Él tiene un corazón, en algún lado, al menos.
Pero también lo tenía Pearce, antes de destrozar el corazón de Abbi.
*****************************************************************************************
Camino por el césped hacia la casa de fraternidad de Harry. No hemos hablado en verdad desde mi explosión en la cafetería ayer, así que sé que necesito “hacer las paces” por el bien del plan. Todo lo que en realidad deseo hacer es huir y esconderme en algún lugar donde Pearce no pueda encontrarme.
Cindhy me deja pasar la puerta.
—Está en la parte de atrás, vamos.- Le sonrío agradecidamente, pero aun suspiro. —Hey —rodea un brazo alrededor de mis hombros. —Todo estará bien, inclusive si el aparece todos estaremos allí. Prometido. No estarás sola.
—Lo sé —dejo caer mis ojos hacia el suelo mientras ella abre la puerta.
—Tiempo fuera —grita Harry. Miro hacia arriba de nuevo y me encuentro con un Harry sudado, y sin camisa trotando hacia mí. Su rostro se rompe en una sonrisa y salta dentro del pequeño porche. — Hey, Ángel.
—Hey —digo quedamente—Harry.
—Si te vas a disculpar acerca de ayer, entonces detente ahí— camina hacia mí y quita algo de mi cabello fuera de mis ojos. —Todos tenemos derecho a enloquecer de vez en cuando, ¿cierto?
—Cierto —Sonrío hacia él. — ¿Entonces estamos bien?
El ríe.
—_____, nosotros nunca estuvimos mal. Solo pensé que necesitabas algo de tiempo para enfriarte.
Asentí en acuerdo, él se acerca para envolverme en su costado. Descansamos en el porche, de espaldas al resto del campo. Mis manos descansan en su estómago, y con mi decisión fresca en mi mente de terminar esto, llevo el juego al siguiente nivel.
Trazo las líneas de su torso con la punta de mi dedo, mi pulgar rozando los sólidos bultos de musculo mientras lo hago. Su agarre en mi cintura se aprieta mientras me acerco a la ‘v’ sutilmente definida de la cintura de sus shorts. Lo siento temblar, y su mano libre se aferra a la mía una pulgada antes de alcanzar sus shorts.
—_____ —susurra en la voz más profunda que lo he oído usar—, si yo fuera tú, me detendría ahí.
Bingo.
— ¿Por qué? —sonrío, entretenida, y miro hacia él. —Solo estaba preguntándome si ese musculo llega tan abajo como parece.
El gira hacia mí, sus ojos azul eléctrico nublados con deseo.
—Va más lejos.
Muerdo mi labio superior, metiendo la esquina dentro de mi boca y miro a nuestras manos entrelazadas. Se aclara la garganta, y miro a sus ojos.
—Lo siento. —Susurro—. Solo tenía curiosidad.
Harry baja su cabeza, poniendo sus labios cerca de mi oreja.
—Ángel, puedes ser todo lo curiosa que quieras, pero a menos que quieras que mis hermanos de fraternidad te vean como Dios te trajo al mundo, sería prudente que te detuvieras justo allí.
Calidez estalla en mi vientre. Santa… trago. Esto se está volviendo contra mí. No puedo ni siquiera hacer justicia al tono cachondo de su voz. Es un ronco, sonido masculino que vibra a través de mi cuerpo. Lo puedo sentir envolviéndose alrededor de cada pulgada de mi piel.
—Está bien —respiro. —, me detendré.
Deslizo mi mano lejos de la parte inferior de su cuerpo, alcanzando su hombro y moviéndola hacia su brazo. Piel de gallina estalla por donde mi mano pasa, y hace un sonido de gruñido profundo en su garganta. Controlo mi sonrisa. Entrelazando mis dedos a través de los suyos más grandes.
-Dije que me detendría. No dije cuándo.
El exhala ruidosamente, su aliento revoloteando en mi cabello.
—_____.
—Me he detenido. —muerdo mi labio. —Lo siento.
Sacude su cabeza, sonriendo e inclina su frente sobre la mía. Miro en sus ojos, mis pestañas cosquilleando en su piel. Roza la punta de su nariz contra la mí y gentilmente inclina su cabeza para que sus labios toquen los míos. Me pongo de puntillas, apretando su mano. Envuelvo suavemente mi brazo libre sobre su cuello, devolviendo el beso.
Así que me gusta besar al chico que odio. Dispárenme.
— ¡Hey Styles! Baja a mi chica. —Grita Kay, una puerta cerrándose detrás de ella.
Sonrío contra los labios de Harry y me dejo caer en mis talones.
—Hola Kay —la saludo, girándome.
Ella mira de mí a Harry.
—Ustedes dos son como una película porno andante.
—Oye, ¿ahora no puedo besar a mi chica? —Harry la mira. —No es mi culpa que quiera presumir de ella.
Me sonrojo un poco. Un rubor forzado. Un rubor muy forzado. No, estoy mintiendo. No fue forzado para nada. Rayos.
—Si pueden. —Ella inhala. —Solo cuando no estoy cerca.
Megan golpea la parte de atrás de su brazo.
—No seas tan jodidamente gruñona. ¡Es lindo verlos felices!
Le sonrió.
—Gracias, Meggy —Harry le sonríe. Kay bufa, lo rodea, y gira a unirse a Cindhy y Niall—, ella me odia en verdad, ¿huh?
—Es porque no tienes una vagina. —Se carcajea Megan. —Al menos, espero que no la tengas.
—Te puedo asegurar —responde Harry, mirándome solo a mí. —, que no hay vagina en mis pantalones.
Muerdo mi labio otra vez para no sonreír como loca. Así que me salte una etapa. Esta es mucho más divertida.
Isabela85
Re: The Love Game
Holaa!
Por fin me puse al día con esta novela, ya la extrañaba.
Me encantaron los capítulos!
Seguilaa! :)
Besos.
Por fin me puse al día con esta novela, ya la extrañaba.
Me encantaron los capítulos!
Seguilaa! :)
Besos.
ᴍᴀʀ.
Re: The Love Game
ᴍᴀʀ. escribió:Holaa!
Por fin me puse al día con esta novela, ya la extrañaba.
Me encantaron los capítulos!
Seguilaa! :)
Besos.
hola!!!! que bien que ya estas al corriente
no habia podido subir porque la uni me vuelve loca pero ahora subire dos capis!!!!
gracias por comentar!!!
Isabela85
The Love Game Harry Styles y tu
Capítulo 18
Harry
Estoy jodido. Genuinamente jodido.
La mano de _____ bajando por mi estómago equivale a una instantánea, dura como una roca, y furiosa erección. Mi pene se está levantando tan rápido por atención que bien podría haber sido un taladro del ejército.
Maldigo al hecho de que ella no es como mis chicas de siempre. Generalmente, una sonrisa sugestiva y un guiño es todo lo que se necesita. Pero no, tengo que darle una jodida cita a _____. También podría darle una serenata debajo de las jodidas estrellas, ¿y sabes qué? Si pudiera cantar, malditamente lo haría.
Porque tengo que tener lo que no puedo tener, todo el tiempo. ¿Y _____? _____ está a la cabeza de la lista. Infiernos, ella está a la cabeza de todas las listas que tengo.
Ella es tan malditamente intocable, como una piedra poco común en un museo rodeada de láseres. Me siento como un ninja, esquivando un láser por día y acercándome un paso más cerca de su corazón.
Pero entonces, ¿quiero que se enamore de mí? El problema con este reto es que no es solo un rollo rápido en el heno. Tengo que llegar a conocerla, tengo que pretender que me preocupo por ella, ¿pero cuando pretender comienza a volverse real?
Sé que su mama fue asesinada. Sé que no es cercana a su hermano, que ama a su papa, y también sé que cuando esta de mal humor su boca sucia puede rivalizar con la mía en un buen día. Y eso es sexy, en ella.
La correcta, y remilgada _____ volviéndose mala es lo que más me ha encendido.
Mierda.
Me levanto, azotando la puerta de mi cuarto detrás de mí. No puedo quedarme en mi habitación pensando en ella. Prácticamente corro hacia Liam y Niall al final de las escaleras y tomo sus brazos, empujándolos a través de la puerta principal y rodeando un lado de la casa.
— ¿Hombre? ¿Qué rayos? —Liam frota sus brazos.
—Ustedes dos —miro entre ellos. —, me están volviendo jodidamente loco.
— ¿Qué?
—Este reto. ¿Saben cuán difícil es tener ese pedazo de trasero caliente frotándose contra mí, sabiendo que no puedo llevármela para follarla? —Resisto la urgencia de estampar mi puño contra la pared.
Niall sonríe afectadamente.
—Tú aceptaste, hermano. Solo estaba bromeando, pero entonces aceptaste. No puedes retractarte ahora. Ella está envuelta alrededor de tu pequeño dedo.
—Sí, y ese es el problema —lo miro intencionadamente. —No la quiero envuelta alrededor de mi pequeño dedo. La quiero envuelta alrededor de mi jodido pene.
—Solo arrástrala a la cama —sugiere Liam. —Ustedes dos se estaban poniendo muy cariñosos anoche, si sabes a lo que me refiero.
—No han pasado ni dos semanas. —Sacudo mi cabeza. —No puedo ni siquiera considerar eso hasta la próxima semana. Ella está atraída hacia mí, y está enamorándose, pero no totalmente. No lo hará hasta que esté completamente enamorada de mí. Tampoco ayuda que chicas que ni puedo recordar sigan viniendo y preguntando por otra ronda.
Ambos chicos rompen en risas.
—Amigo, estas bromeando, ¿cierto? —Liam se reclina contra la pared.
—Desearía estarlo —Froto mi frente. —Es como si me vieran con mi novia falsa y de repente soy el hombre más sexy de este maldito campus.
—Apuesto a que eso no está yendo bien —Niall medita. —Con _____, es decir. Apuesto a que lo estas amando.
—En realidad, lo odio.
— ¿Estás bromeando? ¿En realidad lo odias?
—Es de cerca tan encantador como un agujero en la cabeza. Así es como lo odio. No ayuda con la cosa de la confianza —especialmente desde que no puedo recordarlas.
Liam se carcajea.
—Mándamelas a mí la próxima vez. Siempre hay espacio en mi cama.
—Estoy seguro de que lo hay —Replico ciegamente. — ¿Qué hago acerca de _____? Me está volviendo loco. Es como un anuncio de sexo andante para mi cerebro.
—Follala. —Dice Niall simplemente. —La follas, la sacas de tu sistema. Solo más pronto de lo que habías planeado.
*****************************************************************************************
El cabello rubio de Meggy rebota mientras se sienta en mi cama.
—Entonces, tú y _____.
— ¿Qué acerca de nosotros? —La miro.
—Te ves muy interesado en ella.
— ¿Lo hago? Es porque lo estoy, Meggy.
— ¿En serio, Harry? Porque sé que puedes actuar muy bien. No puedes esconder nada de mí.
Y ese es el jodido problema.
—No estoy actuando. Me gusta ella.
— ¿O te gusta el sexo que pudieras obtener?
¿En serio?
—Meggy.
—Harry.
La miro, y ella levanta sus cejas.
—Me gusta ella, en verdad. Me refiero a, ¿qué es lo que no me gustaría?
Ella se reclina contra la pared y cruza los brazos sobre su pecho. Sus ojos llegan dentro de mí y me retuerzo ligeramente bajo su intenso escrutinio. Mierda. ¿Por qué ella puede hacerme esto? ¿Cómo lo hace?
—Te quiero, Harry. Eres como mi hermano, pero si solo la estas jodiendo, te castrare y colgare tus bolas como una campana de viento en la ventana principal de la casa.
Ouch. Me estremezco.
—No estoy jodiendola.
Mucho.
—Harry Edward Carter. —chasquea. —Lo digo en serio. Te puedo leer como a un libro, y lo que dices y lo que quieres decir son cosas diferentes.
—Por favor, Meggy —digo sarcásticamente—, ilumíname en lo que dices, lo que quiero decir y lo que pienso.
—Lo que dices es que quieres estar con ella. Lo que quieres decir es que quieres dormir con ella, y lo que piensas es dejarte sentir por ella como lo haces, en tu corazón, lo que significa que eres una gallina.
— ¿Qué quieres decir, dejarme sentir algo por ella? Acabo de admitir que me gusta.
—Sí, Harry. —dice irónicamente. —Pero eso no es lo que quieres decir. No soy estúpida. Estas en algo fuerte con _____, y aunque no debo meterme, me preocupo por ustedes dos. A menos que saques tu cerebro de tu pene, vas a terminar herido. Ambos lo harán. El sexo no es todo.
—No estoy en ella por el sexo.
Odio mentirle, pero tengo que hacerlo.
—-Digo que mientes en eso y en cualquier otra patética excusa que has guardado en tu cerebro, en donde sea que se encuentre en tu cuerpo. —Salta de la cama, cruza la habitación, y entierra un dedo en mi pecho. —Tú, necesitas dejar de pensar que eres el próximo Hugh Hefner y comenzar a pensar en cómo te sientes en verdad. Tus amigos no te controlan, Harry.
—Tú solo dices eso porque crees que son imbéciles.
Me burlo.
—Eso es porque son imbéciles. No dejes que te hagan pensar que deberías pasar los próximos cuatro años en esta universidad follando todo lo que tiene pulso, porque mientras estas ocupado con eso, tu futuro podría estar justo frente a ti. ¿Y sabes qué más? A menos que abras los ojos, perderás tu futuro. Ella vendrá y se irá tan rápido que parpadearas y la perderás. —Exhala y se mueve a la puerta. —Decide si _____ es algo con pulso, o algo más que eso. Ha pasado por mucho como para lidiar con tu mierda de prostituto. Siéntate y pregúntate a ti mismo que es ella, no idiota número uno y a idiota número dos. —Ella abre la puerta y la cierra detrás de ella.
—Vete. —murmuro, tomando una almohada y arrojándola a la puerta cerrada. —Jodido futuro. Basura. Tengo casi diecinueve. ¿Quién rayos encuentra su futuro a esta edad?
Isabela85
The Love Game Harry Styles y tu
Capítulo 19
_____
He comprobado mi móvil obsesivamente desde el lunes. Es miércoles, y no he oído nada de Pearce. Si él estaba diciendo la verdad, una semana a partir de ahora voy a estar mirando a sus ojos lastimeros.
Y eso me asusta.
No lo quiero aquí, y solamente hay más tiempo que puedo pretender y no decirles a las chicas exactamente lo que está pasando. No quiero evitarlo por ellas, pero no hay mucho que pueda hacer. Si él no viene, entonces no hay necesidad de decirles los detalles arenosos de mi vida en Brooklyn. Si él viene... Entonces puede ser que sea demasiado tarde.
Odio no saber. No me gusta la incertidumbre que abarca a mi hermano en una nube espesa. Nada con él es nunca definitivo, excepto las drogas. Pero una vez más, ¿Cuándo es algo con alguien alguna vez definitivo? No lo es. No siempre.
Trago mi suspiro, golpeando mi bolígrafo sobre la mesa. Echo un vistazo al reloj por milésima vez en diez minutos. El segundero se está moviendo a un ritmo muy lento, cero punto cero millas por hora, lo que parece.
Por primera vez en mi vida, realmente quiero ver a Harry. Cuando él está cerca tengo algo en qué concentrarse, el reto, el juego. La necesidad de ganar el juego que él ni siquiera sabe que está siendo jugado se hace cargo.
Pero, ¿eso me compara a mi hermano? ¿Jugar con alguien por tu propia satisfacción?
No. No, es diferente. Meggy dijo que el plan es por Harry, para hacer de él una mejor persona. No obtengo satisfacción de ello. Sólo frustración.
Pero sigue siendo dos vidas fusionándose en una sola. Estoy sentada aquí, en clase, la chica mala de Brooklyn, pero cuando salgo de la puerta y lo veo, seré la buena chica de la Universidad de California.
Finalmente suena la campana, y agarro mis cosas, casi corriendo del salón de clases. El aire parece sofocante, pesado con el silencio de mi hermano. Cada pensamiento que he tenido en los últimos diez minutos se arremolinaba alrededor de mi mente, una y otra y otra vez.
Me siento mareada. No puedo respirar, demasiadas cosas se están deslizando sobre mí. Mi hermano y los acontecimientos del año pasado están viniendo sobre mí a partir de tres mil kilómetros de distancia. Puse una mano sobre mis ojos, decidida a luchar por los pasillos y salir afuera al aire libre, donde puedo respirar.
Dos brazos me agarran, y en mi estado de pánico, grito. Estoy presionada contra un cuerpo duro y reconozco el olor boscoso. Harry. Mi mano que no sostenía mis libros agarra su camisa. Necesito algo para conectarme a tierra. Es un movimiento casi desesperado, pero no me importa.
—Shhh —susurra. —Te tengo. Estás bien.
Cierro mis ojos y respiro profundamente mientras él envuelve sus brazos a mí alrededor con fuerza. Entierro mi cara en su pecho. Puesta a tierra. Centrada. Recuerdo la respiración de las clases de yoga que hice en el último año de instituto y canto las instrucciones en mi mente, respirando profundamente, exhalando profundamente.
El ruido que nos rodea se apaga, y me doy cuenta que no tengo ni idea de cuánto tiempo he estado de pie en los brazos de Harry.
— ¿Estás bien, Ángel? —pregunta en voz baja.
—Sí —le susurro—, creo que sí.
Él pasa una mano por mi cabello, sus dedos tirando ligeramente de los nudos de mis rizos.
—No fue mi intención asustarte hace un minuto. Parecía que estabas a punto de desmayarte.
— ¿Así que pensaste que vendrías cabalgando como un caballero de brillante armadura? —Ese pensamiento es divertido.
—Algo por el estilo. —Se ríe. — ¿Qué pasa?
—Oh, nada —lo descarto y me aparto, sonriéndole.
—No me mientas, _____. Puedo ver en tus bonitos ojos verdes que algo te está molestando. —Recorre su pulgar por el lado de mi cara. Lucho por mantener mis ojos abiertos. —Habla conmigo.
—Es mi hermano. —Miro hacia abajo.
—Recuerdo que dijiste que no se llevan bien.
—Eso es un eufemismo. —Resoplo —Me dijo algo de venir aquí... Y yo... No quiero que lo haga. No quiero que venga aquí.
—Entonces díselo.
—No es así. Simplemente no digas cosas de Pearce.
—Entonces, ¿qué puedes hacer?
—No importa. —Mis ojos se mueven hacia arriba hacia él y de nuevo hacia abajo. —No importa.
Harry toma mi barbilla, forzando mi cara hacia arriba, pero yo mantengo mis ojos desconcertados hacia abajo.
—_____, mírame. —Niego con la cabeza. —_____. Por favor.
La dulzura de su voz me interrumpe y me quiebro, mirando hacia él.
— ¿Qué?
—Sí importa, ¿de acuerdo? —Dice en voz baja. —Siempre es importante.
—No, no es así.
— ¿Por qué no hablas conmigo?
Porque cuando estás así, blando y cariñoso, es difícil recordar que te odio y que esto es un juego.
—No puedo hablar de eso, Harry.
Él suspira.
— ¿Por qué no me dejas entrar? Deja que te ayude.
Porque tú eres la primera persona aparte de las chicas que realmente se preocupa por mí y lo demuestra desde el día en que ella murió y preocuparse no es bueno para nadie. No cuando todo lo que crees que sabes es un juego.
*****************************************************************************************
— ¿Por qué? —Veo a los patines de ruedas en frente de mí. — ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?
—Apuesto a que Megan piensa que ella es jodidamente hilarante — Cindhy se queja, mirando a los patines con el mismo desdén que yo estoy.
— ¿Por qué la dejamos siquiera organizar esto? —Murmuro.
—No tengo ni idea, pero nunca lo haré de nuevo.
—Estoy muy contigo en eso.
No sólo son patines, son el color rosa. Condenado rosa. No me viene bien el rosa.
— ¡Vamos, ustedes dos! —Niall patina hacia nosotras como si él lo estuviese estado haciendo toda su vida, lo que es probable.
—Uhh. —Cindhy todavía está congelada en su lugar, mirando los patines.
—En serio, cariño. —Niall patina hasta ella. —No es tan difícil.
—Maldita sea, Niall, —ella resopla. — ¿Cuántas veces crees que he patinado en Washington? ¿En serio?
—Pensé que todos lo habíamos hecho en algún momento. —Él me mira. —No me digas que ¿Nunca has patinado tampoco, cierto, _____?
—Eso sería correcto —le respondo, finalmente levantando la vista de los patines. —En realidad no es un “de moda” en Brooklyn, aunque parezca extraño.
—Malditas chicas de ciudad. —Él sacude su cabeza.
—Ah, no es tan malo. —Harry patina de espaldas por la acera hacia nosotros.
—Puto Presumido —murmura Cindhy.
—Escuché eso, Cindhy.
—Se suponía que debías, Harry.
Él se detiene delante de mí. Miro hacia él.
— ¿Qué?
— ¿Realmente nunca has patinado antes?
—No. —Cruzo mis brazos sobre mi pecho. —No. Nunca.
—Vamos. —Él toma mis manos. —Póntelos e inténtalo. Te prometo que es divertido. Sólo inténtalo, una vez.
Miro a los patines y de vuelta hacia él. Tenía una súplica, mirada de esperanza en su rostro.
— ¿Vas a parar con los ojos de cachorrito?
—Te lo prometo. —Hace la señal de la cruz.
Suspiro y me siento.
—Está bien. —Agarro los patines y después de quitarme mis zapatos, deslizo mis pies dentro, sólo para enredarme con las confusas hebillas después.
Harry suspira y sacude la cabeza.
—Ven aquí.
Se agacha a mi cintura y asegura todos para mí, ajustándolos en su lugar. Toma mis manos, levantándome, y chillo cuando me balanceo hacia delante y directamente hacia él. Pongo mis manos sobre su pecho para estabilizarme, ignorando el fuerte latido de mi corazón.
—Estás bien. —Él sonríe, divertido.
—Sí —le respondo—. Estoy bien.
—Vamos. —Sonríe y toma mi mano, moviéndose detrás de mí.
Miro adelante y encuentro a Niall tirando de Cindhy a lo largo. Sus pies están al ancho de hombros y sus piernas están temblando. Ella se parece un poco a un potro recién nacido tratando de caminar por primera vez, y río en silencio, sabiendo que probablemente tengo el mismo aspecto.
Ella echa un vistazo sobre su hombro hacia mí y articula "ayúdame". Me encojo de hombros indefensa cuando Harry se mueve un poco más rápido y me sacudo hacia delante.
— ¡Está bien, lento, lento, lento! —Protesto, agitando mi brazo libre en el aire.
—Oh, Dios mío, _____ —se queja—. ¿En serio?
— ¡Sí! Nunca he hecho esto antes, jamás. —Gruño. —Al igual que, nunca, Harry.
—A la mierda esto —Niall chasquea. —Curso intensivo
Patina alrededor de Cindhy y agarra su cintura antes de empujarla a lo largo de la acera. Ella grita en voz alta, y sus manos van a donde los de Niall están en su cintura para mantener el equilibrio.
— ¡Niall, idiota! —Oigo su grito antes de que desaparezcan de la vista.
Me río y me inclino a un lado. Harry suelta mi mano
— ¡No, no, no, Harry! ¡No te atrevas!
Trato de darme vuelta, y siento sus manos en mi cintura, su aliento en mi oído.
—Curso intensivo, Ángel.
—No —Mi protesta se convierte en un grito cuando nos disparamos a andar por el hormigón de la manera que Cindhy y Niall hicieron. —Oh, Dios mío, oh Dios mío. —Quiero cerrar mis ojos, pero no, eso no sería una buena idea.
Mi corazón está golpeando contra mi pecho, y me encuentro agarrando las manos de Harry, mis dedos deslizándose entre las suyas.
—No es tan malo. —Se ríe en mi oído.
—Eso depende de qué lado estás —le respondo, mi espalda volviéndose rígida. —Harry, quiero parar.
—No. —Desliza uno de sus brazos alrededor mío y me jala hacia él así mi espalda queda contra su pecho, nuestros dos brazos envolviendo mi estómago. — ¿Ves? Te tengo. Está bien, hermosa.
—Esto es una locura. Nunca más Megan estará organizando una cita.
—Sí, ella consiguió uno bueno con esto. —Se ríe de nuevo, y sacudo la cabeza.
—No, no, no lo hizo. Esto es terrible.
— ¿En serio? Habría pensado que estar contra mí sería una cosa buena.
—Tal vez lo sería si en realidad pudiera enfocarme en el hecho de que estoy presionada contra tu cuerpo.
—Bueno, entonces. —Él se gira por lo que está delante de mí, patinando hacia atrás.
—Harry, ¡no puedes ver hacia dónde vamos!
—Ese es tu trabajo.
—Oh, Dios mío. —Trato de mirar por encima de su hombro, pero no puedo. Él es demasiado alto, maldita sea. — ¡Eres demasiado alto!
—Entonces sólo tienes que confiar en mí.
Sus labios toman los míos en un apasionado beso, y suspiro por dentro, aferrándome a él con fuerza. Sus manos encuentran mi cintura y tira de mis caderas contra él, nuestra velocidad lentamente se vuelve lenta. Profundiza el beso, su lengua moviéndose entre mis labios, y muerdo su labio inferior antes de abrirlos para él. Mis dedos se enredan en su cabello mientras nuestras lenguas se encuentran, comenzando una intrincada danza de deseo.
Por un segundo, me olvido del juego. Me olvido de la falsa relación. Me olvido del hecho que estoy en patines y Harry no está.
— ¡Oomph! —gruñe Harry, golpeando la hierba.
Río, rodando fuera de él.
—Te dije que no sabíamos a dónde íbamos —digo a través de mi risa, las hojas de hierba cosquilleando mis oídos.
—Hey. —Rueda hacia mí, apoyándose sobre su codo. Su cabello se deja caer hacia mi cara, proyectando pequeñas sombras sobre mi rostro. —Sabía totalmente a dónde íbamos hasta que tú me distrajiste.
— ¿Yo te distraje a ti? ¡Oh, no, señor! Tú me besaste, y no a la inversa.
—Y no he oído ninguna queja sobre eso.
—Tal vez es porque no había ninguna.
—Oh, ¿sí?
—Sí.
—Entonces vamos a intentarlo de nuevo.
Me arqueo hacia él cuando se presiona contra mí, su recta lengua deslizándose entre mis labios. Agarro su cabello de nuevo, sosteniendo su boca contra la mía. Pasa una mano por mi costado, encendiendo un rastro abrasador de piel de gallina debajo de mi ropa. Mi pierna se dobla, apoyándose contra su cadera y su mano encuentra mi muslo, sosteniéndolo debajo. Sus dedos acarician y exploran suavemente la piel desnuda, y me presiono a mí misma más cerca de él, en llamas por todas las partes que él me ha tocado.
Él empuja sus caderas hacia mí y puedo sentirlo contra mi otro muslo, duro y listo. Gimo profundamente en mi garganta, desear al chico que odio supera cualquier otro sentimiento en mi cuerpo. Éste se acumula, subiendo más y más, y sé que si no estuviéramos en público, no hay manera de que yo no terminaría lo que él empezó.
Estoy medio considerándolo, y estamos en medio de un parque. Sus dientes rozan mi labio inferior mientras se aleja. Mis ojos se abren a una masa de nubes, el azul eléctrico de necesidad en los suyos.
Respira con dificultad, sus ojos fijos en los míos.
—_____, yo-
— ¡Ahí estás! ¡Oh, mierda! —grita Cindhy. —No vi nada. Lo prometo. Adelante. Me voy ahora.
Me río y descanso mi frente contra el hombro de Harry, el momento entre nosotros se ha terminado.
—No hay nada que ver, Cindhy —le dice Harry a ella. —Sólo un beso.
—Oh. ¡Levántense entonces!
Los dos nos reímos, y Harry se pone de pie, ofreciéndome sus manos para ayudarme a levantarme. Envuelvo mis dedos alrededor de los suyos, y me levanta, sorprendiéndome con otro beso antes de que tirara de mí después de él por el parque.
Trago saliva y dejé que me guiara. El juego estaba alcanzando rápidamente los niveles para los que no estaba preparada.
Isabela85
Re: The Love Game
OMG! Morí con ese beso!
Lo que daría por saber que quería decirle Harry!
Adoré los capítulos! Seguila. :)
Besos.
Lo que daría por saber que quería decirle Harry!
Adoré los capítulos! Seguila. :)
Besos.
ᴍᴀʀ.
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