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The Roadtrip
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: The Roadtrip
hoy no me duermo hasta ver el capítulo de mily kjasdjasdjnsad :C tengo filz y muchas ideas para esta nc ;_;
Atenea.
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Re: The Roadtrip
Ya me devolvieron mi lap de nuevo y eso, me pondré a escribir, si quieren puedo subir mañana cap (:
believe.
Re: The Roadtrip
todavía es el turno de Mily, Yaz así que creo que subirás después que ella c:
peralta.
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Re: The Roadtrip
MAÑANA ÚLTIMO DÍA PARA Mily
ya te di dos semanas Mily/: si no sube mañana, Yaz seguirá
peralta.
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Re: The Roadtrip
- OPEN:
- Así que básicamente este es un capítulo que tardó tres semanas o algo así, usualmente surgen cosas personales y por eso mismo no subí el domingo ni ayer, pero es la misma basura de siempre. Como sea, creo que no es muy interesante, pero me gusta hacer sufrir a Gin bc ella me hace lo mismo con sus ships c':SIGUE: ANTO.
CAPITULO 31.
✖BY KITTY SYKES 2014.
Lástima. Una palabra poco común en su no tan extenso diccionario, pero aun así Sebastien simplemente podía sentir lástima por si mismo.
Absurdo. Exactamente era irracional que algo tan simple, quizá no para él, le llegara como cientos y cientos baldes de agua helada.
De por sí tenía bastante claro que cometía errores a diario, pero nunca creyó que uno tan crucial, como lo había sido abrirle su corazón a Myra, lo dejaría precisamente herido. Solo aquella indescifrable estructura de un metro sesenta y cinco lograba que él doblegara su orgullo y anduviera penosamente tras ella como un perro faldero. Lo sabía. Aquel Sebastien Parker que por años había disfrutado y aborrecido ser comenzaba a desmoronarse. Honestamente no tenía idea alguna de quién era ahora. ¿Podía preocuparle alguien además de él mismo? Lastimosamente sí, y justo por aquello ya no quería meter la pata con nadie más. ¿Sería capaz de pensar en una sola mujer? Sí, por más que lo detestase ya no podía hacer nada para evitarlo. ¿Tenía sentimientos? Al parecer sí, y sencillamente aquello lo jodía demasiado.
Desde esa penosa noche solo conseguía alivio leve cuando maldecía. Se maldecía por haber sido tan ingenuo y por haber tenido las esperanzas tan altas al pensar que ella aceptaría ser algo más. Maldecía a la estúpida voz de Marcie, que le recordaba solo tonterías. Maldecía a Mason por haberle asegurado que todo saldría bien. Maldecía a cada criatura viviente sobre el planeta. Maldecía a Daniel por ser su mejor amigo y justamente el hermano de ella… Ella, la maldecía más que a todos por ser… por ser justamente ELLA, la principal razón de todo esto, de no ser por Myra lo más seguro es que jamás se hubiese llegado a sentir así. Pero muy dentro de él sabía que no solo Myralli era la culpable, una relación como la suya no es de uno solo, se necesitan dos y Sebastien tenía buena parte de culpa en sus problemas actuales.
A este punto estaba bastante seguro que intentar ser alguien mejor solo lo hundía más. Tal vez nunca apreció lo alto que estaba hasta que cayó al más profundo de los abismos. Tal vez algún día entendería por qué todo lo que tocaba solo perecía. No sabía cómo le haría, pero esta vez no daría su brazo a torcer tan fácilmente. Él le dio opciones, le dejo en claro que la quería solo para él, y Myra lo dejó. No insistiría más, ahora solo faltaba poner en práctica ese mantra. Admitía que le iba a costar bastante olvidarse de ella. La veía incluso al cerrar los ojos.
Le dio la última calada al cigarrillo disfrutando de la sensación a tabaco y como la misma inundaba sus pulmones. La abstinencia no era para nada agradable, ya olvidaba cuándo fue la última vez que fumó. A decir verdad no recordaba hace cuánto tiempo fue que olvidó cómo vivir a su propio estilo. Pensar en ella era doloroso y solo lo llevaba a un hoyo de melancolía del cual luchaba por salir. Esa tristeza vaga, permanente y profunda no lo hacía sentir a gusto ni dejaba que disfrutase de la vida, se supone que había aceptado este viaje justamente por eso, para divertirse en compañía de su mejor amigo. «Bueno, tenemos el pequeño detalle de que ambos sabíamos que ella iba a ir también.» Susurró una de las molestas voces en algún lado de su cabeza.
Negando levemente con la cabeza, procedió a aplastar la colilla de cigarro contra la tierra húmeda a sus pies. Levantó la mirada al frente para encontrarse con las de Zuzu y Penny. Oh vaya, esperaba que ninguna hubiera notado que suspiraba y se comportaba cual mujer dolida. Que vergonzoso sería que lo vieran sentimental.
A veces Sebastien simplemente era un cerdo sexista.
Notó que Penny en especial lo veía de una forma… extraña, se sintió incómodo ante eso, era como si la rubia de ojos verdes lo estuviera desvistiendo con tan solo mirarlo. Lane seguía sosteniéndole la mirada, «De seguro se burla de mí. –Pensó.» Esa opción pudo ser factible de no ser porque la rubia le sonrió para luego morderse el labio inferior. Un escalofrío le recorrió toda la columna, sus terminaciones nerviosas enviaban las señales incorrectas a partes que prefería mantener en secreto.
Algo que también lo venía carcomiendo era el sentimiento de abstinencia, me refiero a la sexual. Desde sus acostones con Zuzu no había tenido relaciones con nadie más. Otra razón extra para estar avergonzado y decepcionado de sí mismo. Se preguntaba si la rubia más pálida estaría dispuesta a divertirse de nuevo, lo veía posible. ¿Y Penny? Claro que no, de algún lado intuía que Daniel se preocupaba de una forma diferente por esa rubia que por cualquier otra persona, el asunto es que aún no se daba cuenta. Pero Sebastien lo había notado, esa mirada de tonto era inconfundible para él, lo sabía por experiencia personal.
—Hey. —Aquella voz tímida e insegura lo alejó de esa molesta actividad mental. Giró la cabeza a su derecha para encontrarse con el pálido muchacho. Una de las personas a quien maldecía desde esa noche. —¿Cómo te va?
—De verdad, no acabas de preguntar semejante estupidez. —Respondió el castaño con tono condescendiente.
—¿Qué ocurre? Solo pregunté cómo te iba, has estado evitándome estos días. —Musitó el otro muchacho algo molesto y apenado, sabía que no era buena idea hablar con Sebastien, seguía dolido.
—¿Cómo me va? —Repitió el oji-azul, el castaño, con tono molesto. —¿Quieres saber cómo carajos me va? —Continuó levantando la voz y acercándosele de forma peligrosa.
—Yo… yo solo.
—Deberías saberlo ya que por tu culpa jodí todo.
—¿Mi culpa? —Mason intentaba hacerle frente al castaño haciéndose el rudo, se notaba muy forzado. —Solo te di un consejo, para eso están los amigos. —Indicó bajando la mirada.
—Te equivocas. —Sebastien retrocedió un par de pasos. —Los amigos no te mandan directo al sufrimiento… A todo esto, ni siquiera somos amigos. —Bajó la mirada sonriendo con melancolía.
Era mejor así. Volvería a ser como antes, solo con Daniel y punto, porque a él ya lo había herido. De verdad seria duro serle indiferente a Drew y Jeremy, pero lo más probable es que Myra se acercaría a ello o viceversa y bueno, simplemente no lo soportaría… algo moría en él cada vez que la veía con alguien más. De todas formas esta vez no arrastraría a nadie a su posible desgracia.
—Lo-lo siento. —Musitó el peli-negro. —No sabía que ella reaccionaría de esa forma.
—Como sea. Solo aléjate de mí. —Dicho esto, Parker se marchó molesto sin rumbo específico, solo quería estar solo.
El muchacho caminó hecho una furia sin fijarse por dónde iba ni a quien empujaba en el camino. Pasó al lado de la morena golpeándola por el hombro logrando que aquella se balanceara torpemente hacia atrás. De haberlo notado, Sebastien, se hubiera sumido más en aquel vórtice depresivo del que tanto intentaba huir.
La oji-miel lo miró irse confundida y con los brazos cruzados, claramente estaba indignada y esperaba que él se diera cuenta y volviera a disculparse o algo. A decir verdad comenzaba a extrañarlo, sus constantes pero agradables intentos de molestarla… ahora era ella quien no conseguía estar en paz si por lo menos no lo escuchaba una vez en todo el día. Pero no, el orgullo y la preocupación por el bien de su hermano era más importante que cualquiera sea el sentimiento que ella llegase a sentir por quien sea, en especial por Sebastien.
«No seas estúpida. Eres patética, simplemente no puedo contigo.» Le gruñó su subconsciente, siempre mirándola cual arpía. Tenía razón, aunque no quisiera admitirlo. Esto ya era absurdo, Daniel de cierta forma aceptó que estuviese con su mejor amigo, pero ahí surgía otro problema… Myra ya lo había arruinado. Vaya frustración la que sentía, se maldecía cientos de veces por ser tan débil. Caitlin estaba en lo correcto al llamarla estúpida porque ella misma fue la que se privó de cualquier tipo de felicidad que le esperase con Sebastien.
Tal vez era mejor así, Myralli siempre terminaba arruinándolo todo, le estaba haciendo tremendo favor al chico al negársele. Veámoslo de esta forma, dado el caso que ella hubiera aceptado ser algo más, es decir novios ¿cuánto iba a durar eso? Creía conocerlo muy bien y sabía que se aburriría de ella al poco tiempo. No era una persona interesante, no era bonita, claramente no era cariñosa ni sus derivados… a decir verdad no entendía qué demonios le atraía tanto a Sebastien para insistirle de esa forma. Solo era una adolescente más con problemas de seguridad y que siempre mentía al respecto, nada nuevo ni extraño. «Le gustan los casos perdidos, ese tipo de caridad se le da muy bien.» Añadió su siempre adorable subconsciente.
Resopló cansada entendiendo que él no regresaría. Retomó su camino en dirección a Jeremy, tal vez él podría ayudarla, la perspectiva masculina no estaba demás. De todas formas sabía que él le echaría en cara lo cobarde que fue. Divisó al rubio charlando amenamente con Drew cerca de las camionetas. Oh vaya, serían dos hombres los que se burlarían de ella.
—No, rubia, te aseguro que… —El blondo, Drew, se detuvo al notar a una poco común nerviosa Myralli parada frente a ellos.
—Já, lo sabía. No tienes excusas. —Siguió Jeremy de espaldas a la morena. Un poco audible “Shh” lo hizo callar, Drew ladeó la cabeza en dirección a la torpe chica detrás de Jer. El rubio número dos giró para encontrarse con el motivo de desconcierto de su amigo. —Hey, Myra. —Le saludó.
—Ustedes dos, los necesito. Ahora. —Ordenó con su ternura habitual.
—¿En qué lio nos has metido, rubia? —Dijo el rubio número uno, Drew, mirando aterrado al chico junto a él.
—No he hecho nada, lo juro.
—Po-por favor. —Masculló la oji-miel.
—Esto es serio, ha usado la palabra con “P”. —Añadió Drew.
—Solo, síganme. —Indicó ella comenzando a caminar. Al no escuchar pasos detrás de ella se giró para verlos, estaban mirándola como bicho raro. Suspiró cansada, regresó con ellos para empujarlos hacia un lugar más, digamos, discreto.
Entre quejidos, por parte de los chicos, y amenazas por parte de Myra se acomodaron al pie de un árbol lo bastante grueso para cubrirlos.
—Si lo que les voy a contar es sabido por alguien más, les juro que no van a tener descendientes. —Expresó la morena. Ambos chicos hicieron ademanes con las manos cubriendo sus bocas y sus partes más sensibles, respectivamente. —Como sea. Ehm… bueno, ¿han notado a Sebastien extraño estas semanas?
—Wow. —Enfatizó Jeremy. —Has dicho su nombre sin soltar algún insulto.
—Bien, ¿han notado al incompetente de Sebastien Parker extraño durante estas semanas? —Se corrigió Myra.
—Algo así. —Inició Drew. —De hecho ha estado un poco retraído de nosotros y del resto, pero no sé por qué.
—Seguro tu hermano lo sabe, pasa más tiempo con él que con cualquiera de nosotros. Nos ha olvidado. —Continuó el rubio número dos, dramatizando exageradamente la última frase.
—Es cierto, esta relación ya no parece importarle. —Genial, Drew le seguía el juego.
—Esto es serio. —Comentó Myra. —No sé en qué pensaba al creer que se comportarían.
—Oye, a todo esto ¿por qué te importa saber cómo está él? Creí que no lo soportabas. —Dijo Drew. Jeremy se removió en su lugar porque él tenía una idea de la razón por la que le importaba.
—Yo. Ehm. —La oji-miel bajó la mirada nerviosa. —Pongámoslo así, tengo una amiga, y bueno ella y…
—¿Tienes amigas? —Bromeó el rubio número uno.
—Cierra la boca. —Le atacó ella. —El asunto es que… necesito un punto de vista masculino… o lo que sea que ustedes dos sean. Vale, esta “amiga” —hizo comillas al decirlo. —tenía una relación simplemente sexual con un chico como… Parker, entonces él comenzó a comportarse de una forma extraña que solo confundía a esta “amiga”. El problema va en que este muchacho le propuso una relación seria en lugar de la sexual, pero también le dio a escoger entre terminarlo todo y dejarla en paz, como ella quería. —suspiró cansada. —Y bueno, ella solo lo dejó porque no era capaz de escoger… ahora siente culpa pero sabe que fue lo mejor porque él se iba a aburrir y la dejaría tarde o temprano. Ustedes ¿qué piensan?
—Este “chico” ¿es simplemente idiota o gay? —Preguntó Drew con cara rara. Se ganó miradas de reprobación por parte del rubio y la morena. —Me refiero a… ¿a qué hombre en su sano juicio se le ocurre cambiar el sexo por el amor?
—Nunca dije que fuera amor. —Aclaró la chica Turner.
—Pero es evidente. —Siguió Jeremy. —Este “chico” de forma indirecta le estaba declarando su amor o alguna bobería similar. ¿Te imaginas lo destruido que se quedó cuando ella lo dejó? Fue una cobarde. —Terminó mirándola de forma disimulada, parece que este rubio lo sabía todo. Demonios.
—No conocía ese lado sentimental tuyo, mi rubia. —Dijo el rubio número uno.
—Solo contigo, hermosa.
—De verdad, no sé en qué pensaba. —Decía Myra parándose herida en el orgullo porque Jeremy tenía razón, no importaba a quién se lo dijera, la respuesta sería la misma. Dejó a ambos chicos aún más confundidos.
Al otro lado del campamento, Sebastien seguía vagando por ahí, intentando pensar en algo que no fuera ella. Esto ya era molesto. No llevaba la cuenta de cuánto tiempo había pasado, comenzaba a atardecer. Una sensación de estar siendo seguido lo invadió al percatarse que una sombra acompañaba a la suya. Escuchó algunas ramas y hojas crujir, definitivamente alguien lo seguía. Se detuvo de golpe y sintió como alguien chocaba contra su espalda, giró para evitar que lo que había identificado como una chica cayera. La ayudó a equilibrarse y de inmediato reconoció el rostro de esa belleza rubia.
—¿Qué hacías siguiéndome? —Inquirió en tono desconfiado.
—No te seguía solo… bueno puede que lo estuviera haciendo. —Respondió la oji-verde acomodando su ropa.
—¿Por qué?
—Te vi mal después de esa escena con Mason, creí que necesitabas compañía.
—Son ideas mías o… espera ¿desde cuándo Penny Lane es generosa?
—Puedo ser algo más que…
—Una molestia constante. —Le interrumpió Sebastien.
—Como sea, solo me preocupabas. —La rubia se esforzó por sonreír de manera agradable, esto de acercarse al castaño era complicado. —¿Me dirás qué pasó? —Siguió, mirándolo como niña que pide dulces.
—Buen intento, pero no. Es personal. —Se dio media vuelta para regresar al campamento.
Penny debía hacer lo que sea para tener más tiempo a solas con Parker. No sabía qué hacer, parecía que hubiese olvidado lo que Zuzu le aconsejó hace unas horas. Parpadeó rápidamente y solo una cosa se le ocurrió, fingió que se había caído. Al escuchar aquello, Sebastien giró para luego ir a ayudarla. Y creía que no existía ser humano más torpe que Myralli.
—Me di la vuelta unos segundos y te caes ¿es enserio? —Espetó el oji-azul ayudándola a pararse.
—No es culpa mía.
—Lo sé, es culpa de tus padres por haberte heredado genes defectuosos. —Bromeó él, ganándose unos golpecitos patéticos por parte de la rubia quien se rio junto a él. —Con eso no matas ni a una hormiga. —Se preguntaba qué pasaría si Myra estuviera en lugar de Penny, ella si lo habría dejado adolorido, Myra sí que golpeaba como hombre.
—Vas a tener que ayudarme a caminar. Me duele.
—¿Qué te duele? —Expresó el castaño colocando una mano en su cintura mientras ella ponía un brazo alrededor de su cuello. —¿El orgullo o dónde sea que te hayas lastimado por la caída? —Si fuera Myra estaba seguro que ella lo golpearía en el orgullo literal masculino y le saldría con algo como: “No lo sé, dime tú.” Sonrió por inercia al recordar que eso ocurrió hace unos meses cuando ella tropezó con la ropa que dejaron tirada la noche anterior en el departamento de Sebastien. Realmente ambas eran muy distintas, la hermanita de Daniel simplemente era una niña en cuerpo de mujer, pero por más que fuera así, la quería… y mucho.
Mientras se acercaban al lugar donde habían levantado el campamento, Penny sigilosamente comenzó a sentir el brazo musculoso de Sebastien que la tenía sujetada por la cintura. ¿Qué era lo que Zuzu le dijo que hiciera?
—¿Qué haces? —Preguntó el muchacho mirándola extrañado.
—Solo. Tienes muy buenos brazos, ¿corres mucho, digo, vas al gimnasio? —Dijo la oji-verde intentando recuperar el hilo. Le sonrió pestañeando de una forma lejana de ser sexy.
—Eres pésima coqueteado. —Soltó Parker.
—Dame créditos por intentarlo.
—Eres graciosa. —Sonrió negando levemente con la cabeza. Recordó los chistes malos que ella solía hacer, tenía claro que eran malos pero aun así se reía para no quedarle mal, lo importante era disfrutar del tiempo que pasaba con Myra.
Los demás chicos reunidos se sorprendieron al ver a Sebastien llegar con Penny de esa forma. Como lo metiches que suelen ser los adolescentes se acercaron cual buitres en busca de explicaciones.
Al verlos así, Myra no pudo evitar sentir inmensas ganas de ir a apuñalar a Lane de forma amigable por lo menos unas quince veces. Maldición, no era posible que sintiera celos.
—Me caí y Sebastien me ayudó, es todo. —Explicó Penny.
—Vaya torpe, siempre dando lástima. —Comentó Caitlin. Por esto y más, Myra, adoraba a la peli-negra, es como si intuyera que ella la necesitaba.
—Basta. —Dijo Daniel acercándose a la rubia. —¿Segura estás bien?
—Ya déjala, no le veo sangre ni nada. Está bien, seguro quería más atención. —Siguió Caitlin. Un “no sabes cuánto te adoro.” le susurró Myra a su querida amiga.
—Sí, estoy bien. Gracias por preguntar, supongo. —Contestó Penny de una manera tosca hacia el moreno.
Para la hora de la fogata Penny seguía pegada a Sebastien. «Demonios, ¿acaso no le da ganas de ir al baño o irse a la mierda?» Maldecía la peli-negra entre dientes. Los veía hablar y reírse de rato en rato ¿qué era tan gracioso? Intentaba controlarse y prestarle atención a lo que sea que Mason le estuviese contando, parecía muy importante. Myra lo sentía pero justo ahora no podía hacerse las de buena amiga y escucharlo, solo imaginaba decenas de formas para herirlos físicamente. Penny se veía muy bien siendo apuñalada y Sebastien no se quedaba atrás al ser castrado. Sonrió con malicia.
De rato en rato durante su conversación con la rubia, Sebastien, miraba de reojo inspeccionando el lugar en busca de Myra. Cruzó miradas con ella unos tres segundos, lo asustaba la forma en la que ella lo veía, era casi… siniestra. Con esto ella sabría lo que él sentía al verla con algún chico. Dejando a la hermana de Daniel de lado, Penny lo divertía con sus penosos intentos de coqueteo, por lo menos él creía que eso intentaba. Al parecer Lane tenía un lado agradable, quién lo diría.
—Todos, escuchen. —La voz de Daniel capturó la atención de los presentes. —Mañana será el día turístico y aún no sabemos a dónde ir. ¿Tienen ideas?
—¿Y si vamos a Six Flags? —Sugirió Violett. —Sé que hay uno acá en Vallejo.
—Suena bien. ¿Qué dicen? —Preguntó Daniel, una ola de aprobación se dejó escuchar por parte de los adolescentes. —Pues bien, salimos mañana a primera hora. Que nadie se retrase.
Otro aburrido viaje de madrugada. Peor hermano en el mundo, simplemente podía catalogar a Daniel de esa forma por haberla levantado a las 5:30 am. El maldito parque de diversiones no se iría a ningún lado, podía dejarla dormir un poco más. ¿Desde cuándo Myra no madrugaba? Desde que una parte de ella se quedó esa noche con Sebastien. Lo malo de Myra es que una vez despierta difícilmente podía dormir de nuevo.
Despegó la mirada de la ventana en busca de alguien con quien hablar o distraerse. Miró a su lado queriendo conversar por primera vez con Sam, el maldito estaba profundamente dormido. Echó un vistazo a los asientos de adelante y Jackie se encontraba igual o más perdida que Sam, maldijo por lo bajo. Asomó la vista al lugar de Mason, quizá él estaba despierto… y sí que lo estaba, su amigo de ojos azules tenía la mirada clavada en las manos entrelazadas de Caitlin y su hermano. «Oh, vaya. Quizá de eso hablaba ayer.» Pensó. Posiblemente él le dijo que Caitlin pasaba más tiempo con Daniel y quién sabe qué, ahora estaba molesta con ella misma por no haberle prestado atención.
Finalmente llegaron al dichoso parque a eso de las ocho y más de la mañana. Uno a uno sus compañeros de viaje fueron bajando de las camionetas, algunos más animados que otros. Mientras Sam, Daniel y la cosa por la que sentía algo más, compraban los boletos, Myra se acercó a Mason para preguntarle qué le había dicho la noche anterior. No solía ser alguien meramente chismosa, pero necesitaba con desesperación concentrarse en algo más que no fuera Sebastien y Penny. Ah, lo maravilloso del asunto es que la rubia mal teñida se fue con él en la camioneta que manejaba.
Se fretó ambos ojos intentando lucir más despierta y de mejor humor, simplemente las mañanas así la fastidiaban enormemente. Intentó peinar su molesto cabello, pero el desgraciado no quería cooperar. Bufó cansada sabiendo que no mejoraría así que simplemente se le acercó al muchacho de piel pálida.
—Voy a necesitar tu ayuda. —Indicó la morena apareciendo detrás del peli-negro, causándole un leve susto pues pegó un leve respingo.
—¿Un mal día?
—Algo así, ¿no tendrás alguna gorra o beanie para esta cosa? —Siguió la chica señalando su alborotada melena.
—No, perdona. —Respondió él encogiéndose de hombros.
—Como sea. —Soltó un suspiro agotada. —Oh, por cierto ¿hay algo que te moleste?
—¿Debería?
—No lo sé, por eso te pregunto. El asunto es que posiblemente ayer no haya escuchado muy bien lo que decías. —Myra apoyó su cabeza en el hombro del muchacho.
—Myra. —Se quejó el joven Cardiggan alargando el nombre de la muchacha. —¿Sabes? Ya no importa. Estoy bien, de verdad. —Terminó enfatizando lo último.
—No luces muy bien.
—Mira quién lo dice.
—No te pases, Mason. Ando de muy mal humor por las mañanas. —Señaló la oji-miel dándole un leve golpe en el hombro. —Se me olvidaba, Cait está preocupada por ti. —Continuó de manera un poco más seria. Notó un brillo especial en el chico al decir aquello. Un poco audible “Ah ¿sí?” se le escapó a Mason. —Sí. Y ahora que lo pienso mejor, yo también. Pero si le dices a alguien, me negaré. Has estado más extraño de lo habitual y no creo que estés bien como aseguras.
—Tú tampoco luces muy bien, sin ofender. ¿Sabes quién más luce terrible? Sebastien.
—Siempre me he preguntado por qué los demás dicen que no te ofendas, pero al final terminan haciéndolo.
—No has respondido y me has cambiado de tema. —Rezongó Mason.
—¿No crees que hace un lindo día? ¿A dónde crees que deberíamos ir primero? Sé que Fauna y Violett me dejarán exhausta. —Myra seguía siendo indiferente con ese tema.
—Myra. —Reprendió el oji-azul. —No finjas no haber escuchado lo que dije.
—A veces simplemente actúas como mi madre y mira que ni mi hermano me trata así.
—Myralli. —Oh, se ponía serio. Mason la llamó por el nombre completo. —Responde.
—¿Sabes que es lo lindo de ser yo?
El muchacho soltó aire cansado, no la haría hablar. —Vale. No lo sé, dime.
—Que puedo fingir demencia cuando quiera. —Dicho esto le sonrió de forma autosuficiente a su amigo. —Nos vemos dentro, mamá. —Le depositó un beso en la mejilla, dejándolo fastidiado
Tal vez Daniel haya acertado en algo, llegar temprano les dejaba todo el día para distraerse en el lugar. Cada quien fue a ver el parque en pequeños grupos acordando encontrarse en la entrada de la montaña rusa del Discovery Kindgdom antes de la hora del almuerzo.
Myralli adoraba la energía y entusiasmo que tenían Fauna, Violett y Jackie. Lucían como niñas en una dulcería. La hicieron subirse a varias atracciones, haber recuperado en parte su antigua relación con ellas le reconfortaba y aunque Cailtin la haya acogido cuando más lo necesitaba, ellas fueron las primeras con las que se sintió a gusto en este viaje. Quizá Caitlin estaría molesta por no haberse ido con ella y Daniel, luego se lo recompensaría. Por un momento olvidaba al mejor amigo de su hermano, pero si eso pasaba al poco rato volvía con mayor fuerza.
Se le quedó mirando a un muchacho que parecía ser más torpe que ella, el chico en cuestión guiaba a un grupo de turistas por el parque. Parecía necesitar ayuda con unos niños que lo molestaban mientras sus padres sacaban fotografías del lugar. ¿Debería? No. Vio pasar a Zuzu y Tyler, detrás de ellos venían… demonios, Parker y esa rubia. Volvió a preguntarse ¿Debería? Por supuesto que sí.
—Por última vez, no. No tenemos baños para tu muñeca. —Le explicaba el oji-verde a la niña pelirroja de unos cinco años que tenía colgada de sus pies.
—¿Necesitas ayuda? —Inquirió Myra dándole golpecitos al hombro del chico para llamar su atención. Jesús. Cuando lo vio de cerca se quedó sin aliento y con un pequeño ataque, sin duda era hermoso. Un espécimen masculino posiblemente unos diez o doce centímetros más alto que ella, con ojos verdes salpicados con algo de azul, cabello castaño chocolate, piel blanca, una nariz europea particular y cejas algo gruesas pero de todos modos a él le quedaban perfectas. Intentó mantenerse de pie obviando que las piernas comenzaban a temblarle.
—Ehm… bueno, creo. Pero eres una visitante, soy yo quien debería ofrecerte ayuda. —Indicó el castaño rascándose levemente la nuca indicando nerviosismo. —Pero a decir verdad, sí. No soy bueno con los niños.
—Yo me encargo. —Le sonrió nerviosa, bajó la mirada a la pequeña pelirroja. —Yo sé de un lugar para esa muñeca, pero comprenderás que para ir allá solo los que conocen las palabras secretas podrán. Si quieres puedes dármela y la llevo, te prometo que volveré antes de que cuentes hasta 10 ¿sí? —Expresó rogando porque le creyera. La niña asintió y algo insegura le entrego su muñeca. La morena caminó hasta detrás de unas palmeras y al poco tiempo regresó. —Aquí la tienes, ¿verdad que no fue mucho? —La pelirroja pegó saltitos de alegría abrazando a su muñeca para luego aferrarse a Myra.
—Gracias. —Dijo la niña para posteriormente regresar con sus padres.
—¿Cómo hiciste eso? —Preguntó el oji-verde.
—No tengo idea, pero al parecer funcionó. La verdad es que tampoco soy muy buena con los niños. —Sonrió avergonzada bajando la mirada. Al instante sintió que unos brazos la rodeaban, no sabía qué hacer, él la estaba abrazando.
—Perdona, no quise sobrepasarme. —Indicó el muchacho de cejas gruesas. —A veces soy muy expresivo.
—¿Puedes enseñarme el lugar?
Un brillo especial invadió los ojos verdosos del chico. —Sería un gusto, pero… aguarda unos cinco minutos, mi descanso ya iniciará.
—Oh, no. No quiero molestarte en tu tiempo libre.
—No es nada, de verdad. Quédate ahí, cinco minutos. —Pidió él. —Por cierto, soy Will. —Exclamó volviendo con los turistas.
—Myra. —Respondió ella.
No entendía por qué lo hacía «Porque eres una celosa más y quieres molestar a Sebastien.» Aseguró su subconsciente. Will se veía agradable además de ser muy apuesto, no tendría que hacerle esto. Como sea, esperó el tiempo que le había indicado. Ni un segundo más ni un segundo menos, él apareció junto a ella exactamente en cinco minutos.
—Perdona la espera. —Mierda, era muy dulce.
—No. Llegaste justo a tiempo.
La morena se disculpó con sus amigas explicándoles lo de Will, por suerte entendieron. Pasó algo así como una hora bromeando con el chico ¿por qué no existían más personas como él? ¿por qué debía estar atada a alguien como Sebastien si existía Will?
Mientras pasaban por una de las enormes atracciones y el oji-verde le explicaba en qué consistía, sintió que alguien la llamaba. Giró para encontrarse con Cait corriendo hacia ella. ¿Habría pasado algo?
—Ay por los cielos, no sabes lo mucho que te buscaba. —Dijo la morena apenas jadeando por el cansancio.
—¿Ocurrió algo?
—Oh no. Nada, solo quería que vinieras con nosotros. Vi al dúo de rubias y a la extranjera solas por ahí, te deshiciste muy bien de ellas. —Continuó la chica recuperando el ritmo normal de respiración.
—No fue exactamente así. —Explicó la morena, Myra, ladeando la cabeza en dirección a Will.
—Myralli Turner, pequeña perra. Trabajas muy rápido.
—No es lo que crees, es un amigo. Supongo.
—Como sea, déjalo y ven con nosotros. Has estado alejada de mí estos días. No creas que no lo noté.
—Que sea luego, por favor.
—¿Estás prefiriendo a un chico sobre mí? —Caitlin se cruzó de brazos con el entrecejo fruncido. Ante el silencio de Myra, continuó. —Eres una malagradecida, como Mason. Ahora que tienen a más personas ya no me necesitan ¿eh? Recuerda, Myra, que yo fui la única que estuvo ahí cuando tus “amigas” —hizo comillas con los dedos. —te dejaron, yo te consolé cuando la cagaste con Sebastien. ¿Así es como me lo agradeces?
—¿Disculpa? —La Turner menor se le acercó desafiante. —En primer lugar tú fuiste la que insistió con que vaya con él esa noche.
—Intentaba ser amable ¿qué demonios sucede contigo? No sabía que terminarías arruinándolo todo, como siempre.
Un corto silencio se apoderó de ambas.
—Nunca quisiste ser mi amiga ¿cierto? —Dijo Myra.
—Te lo he dicho, yo no tengo amigos.
Aquello le llegó directo, sintió como si unas púas se le hubieran atorado en la garganta. ¿Por qué demonios seguía insistiendo con eso si sabía que tenía a Mason y a ella? —¿Sabes algo? No eres más que una perra egoísta, no todo se trata de ti. Mason y yo no estaremos a disposición tuya cuando se te de la regalada gana… pero lo hemos hecho porque nos importas. Te he soportado todo este tiempo porque de verdad me interesas, sé que existe una mejor Caitlin debajo de todo eso —explicó señalándola. —Las personas se cansan, querida, no puedes seguir aparentando y esperar que el resto siga contigo.
Al escuchar esto, Caitlin le dio una bofetada a Myralli, como es de esperarse ella se la devolvió.
Will tuvo que interponerse para que siguieran con esa escena, ninguna dijo o hizo algo más. Caitlin se fue hecha una furia, la oji-miel estaba igual. Llevó a la chica a distraerse por ahí mientras la escuchaba quejarse sobre Cailtin.
—¿Así que tú y los demás van de viaje por el país?
—Exacto. —Afirmó ella. —No somos ladrones, ni hemos nada ilegal. —Mintió ante la expresión de incredulidad de Will.
—Eso me recuerda a algo muy gracioso que le pasó a un amigo mientras estaba de vacaciones en Fresno. —Él quería verla de mejor ánimo y contarle la mala suerte de su rizado amigo era una buena idea. —Él y un compañero de universidad suyo están algo obsesionados con el billar, son bastante buenos, pero una noche un par de chicas los vencieron. Él asegura que lo estafaron. En lo personal creo que se confiaron mucho.
—Ah ¿sí? —Ella rio nerviosa. Mierda. ¿Era posible que el karma la estuviera buscando? Myra conocía a la perfección a ese amigo de Will, no creía posible semejante coincidencia.
Llegaron a la sección de comidas, le rugía el estómago como mil demonios y Will se dio cuenta, por eso mismo la llevó hasta ahí.
—¿Por qué las relaciones deben ser tan complicadas? —Siguió ella dejándose caer sobre la silla.
—No lo son. Es solo que las personas son quienes lo complican todo.
El castaño fue en busca de unas gaseosas y unos trozos de pizza.
—Ah, no hay sensación más dulce que la de ser reemplazada. —Soltó con pleno sarcasmo al observar a Parker y Penny sentándose a comer con Zuzu y Tyler a unas mesas de distancia.
—¿Es él? —Preguntó el castaño señalando con la vista a Sebastien a tiempo que dejaba las bandejas sobre la mesa. Myra soltó un “ajá” en respuesta. —No se ve muy interesante.
—Lo sé, pero intenta decirle eso. Es bastante narcisista cuando se lo propone.
—¿Y quién no lo es?
Myralli sonrió. —¿Siempre eres así de…?
—¿Molestamente directo? Sí, y lo siento.
—Me gusta, de verdad.
Will bajó la mirada nervioso sonriendo por inercia frente al comentario de la morena.
Pasaron el resto de la comida conversando de varias cosas, ella le pidió su punto de visto sobre lo sucedido con Parker. Era inusual, jamás confiaría en un completo extraño, pero sentía que lo conocía de toda la vida.
—Sé lo que se siente. —Will le dio un sorbo a su gaseosa. —Aunque no lo parezca, los chicos también sufren. Uno se queda mirando fijamente al techo en la oscuridad, sintiendo el mismo viejo sentimiento de vacío en su corazón. —Sonrió débilmente. —Y es tonto, lo sé, lo sabemos. Pero no podemos luchar contra eso.
—¿Ya te he dicho lo mucho que me fascinas?
—Siento lo mismo.
Volvió a bajar la mirada para que no lo viera sonrojarse. Y volvió a la realidad, hace mucho que su descanso había terminado. Torpemente se paró de la silla.
—Lo siento, debo irme.
La oji-miel se paró igual. —Siento haberte distraído.
—No te preocupes, fue mejor de lo que esperaba. Y de verdad, ruego porque te quedes más tiempo en Vallejo. —Ante esto ella solo pudo sonreír. —Espero que no me hayan despedido todavía. Nos vemos. —Dicho esto quiso acercarse para darle un beso en la mejilla, pero no, se lo dio muy cerca a la comisura de los labios y salió corriendo mucho más nervioso.
Maravilloso. Will solo podía ser descrito con aquello, vaya chico. Eran ideas suyas o comenzaba a gustarle de manera exagerada. No lo sabía, pero él tenía razón en todo y eso la molestaba. Ahora tenía en claro que lo quería, lo supo cuando lo dejo irse… pero ¿a quién? Lo mismo sentía Sebastien, luchaba contra las ganas de ir y llevarse a Myra para besarla hasta que no pudiera respirar, no soportaba verla con ese chico. Simplemente no. La quería tanto que llegaba a dolerle, todo tuvo sentido cuando se marchó esa noche.
Absurdo. Exactamente era irracional que algo tan simple, quizá no para él, le llegara como cientos y cientos baldes de agua helada.
De por sí tenía bastante claro que cometía errores a diario, pero nunca creyó que uno tan crucial, como lo había sido abrirle su corazón a Myra, lo dejaría precisamente herido. Solo aquella indescifrable estructura de un metro sesenta y cinco lograba que él doblegara su orgullo y anduviera penosamente tras ella como un perro faldero. Lo sabía. Aquel Sebastien Parker que por años había disfrutado y aborrecido ser comenzaba a desmoronarse. Honestamente no tenía idea alguna de quién era ahora. ¿Podía preocuparle alguien además de él mismo? Lastimosamente sí, y justo por aquello ya no quería meter la pata con nadie más. ¿Sería capaz de pensar en una sola mujer? Sí, por más que lo detestase ya no podía hacer nada para evitarlo. ¿Tenía sentimientos? Al parecer sí, y sencillamente aquello lo jodía demasiado.
Desde esa penosa noche solo conseguía alivio leve cuando maldecía. Se maldecía por haber sido tan ingenuo y por haber tenido las esperanzas tan altas al pensar que ella aceptaría ser algo más. Maldecía a la estúpida voz de Marcie, que le recordaba solo tonterías. Maldecía a Mason por haberle asegurado que todo saldría bien. Maldecía a cada criatura viviente sobre el planeta. Maldecía a Daniel por ser su mejor amigo y justamente el hermano de ella… Ella, la maldecía más que a todos por ser… por ser justamente ELLA, la principal razón de todo esto, de no ser por Myra lo más seguro es que jamás se hubiese llegado a sentir así. Pero muy dentro de él sabía que no solo Myralli era la culpable, una relación como la suya no es de uno solo, se necesitan dos y Sebastien tenía buena parte de culpa en sus problemas actuales.
A este punto estaba bastante seguro que intentar ser alguien mejor solo lo hundía más. Tal vez nunca apreció lo alto que estaba hasta que cayó al más profundo de los abismos. Tal vez algún día entendería por qué todo lo que tocaba solo perecía. No sabía cómo le haría, pero esta vez no daría su brazo a torcer tan fácilmente. Él le dio opciones, le dejo en claro que la quería solo para él, y Myra lo dejó. No insistiría más, ahora solo faltaba poner en práctica ese mantra. Admitía que le iba a costar bastante olvidarse de ella. La veía incluso al cerrar los ojos.
Le dio la última calada al cigarrillo disfrutando de la sensación a tabaco y como la misma inundaba sus pulmones. La abstinencia no era para nada agradable, ya olvidaba cuándo fue la última vez que fumó. A decir verdad no recordaba hace cuánto tiempo fue que olvidó cómo vivir a su propio estilo. Pensar en ella era doloroso y solo lo llevaba a un hoyo de melancolía del cual luchaba por salir. Esa tristeza vaga, permanente y profunda no lo hacía sentir a gusto ni dejaba que disfrutase de la vida, se supone que había aceptado este viaje justamente por eso, para divertirse en compañía de su mejor amigo. «Bueno, tenemos el pequeño detalle de que ambos sabíamos que ella iba a ir también.» Susurró una de las molestas voces en algún lado de su cabeza.
Negando levemente con la cabeza, procedió a aplastar la colilla de cigarro contra la tierra húmeda a sus pies. Levantó la mirada al frente para encontrarse con las de Zuzu y Penny. Oh vaya, esperaba que ninguna hubiera notado que suspiraba y se comportaba cual mujer dolida. Que vergonzoso sería que lo vieran sentimental.
A veces Sebastien simplemente era un cerdo sexista.
Notó que Penny en especial lo veía de una forma… extraña, se sintió incómodo ante eso, era como si la rubia de ojos verdes lo estuviera desvistiendo con tan solo mirarlo. Lane seguía sosteniéndole la mirada, «De seguro se burla de mí. –Pensó.» Esa opción pudo ser factible de no ser porque la rubia le sonrió para luego morderse el labio inferior. Un escalofrío le recorrió toda la columna, sus terminaciones nerviosas enviaban las señales incorrectas a partes que prefería mantener en secreto.
Algo que también lo venía carcomiendo era el sentimiento de abstinencia, me refiero a la sexual. Desde sus acostones con Zuzu no había tenido relaciones con nadie más. Otra razón extra para estar avergonzado y decepcionado de sí mismo. Se preguntaba si la rubia más pálida estaría dispuesta a divertirse de nuevo, lo veía posible. ¿Y Penny? Claro que no, de algún lado intuía que Daniel se preocupaba de una forma diferente por esa rubia que por cualquier otra persona, el asunto es que aún no se daba cuenta. Pero Sebastien lo había notado, esa mirada de tonto era inconfundible para él, lo sabía por experiencia personal.
—Hey. —Aquella voz tímida e insegura lo alejó de esa molesta actividad mental. Giró la cabeza a su derecha para encontrarse con el pálido muchacho. Una de las personas a quien maldecía desde esa noche. —¿Cómo te va?
—De verdad, no acabas de preguntar semejante estupidez. —Respondió el castaño con tono condescendiente.
—¿Qué ocurre? Solo pregunté cómo te iba, has estado evitándome estos días. —Musitó el otro muchacho algo molesto y apenado, sabía que no era buena idea hablar con Sebastien, seguía dolido.
—¿Cómo me va? —Repitió el oji-azul, el castaño, con tono molesto. —¿Quieres saber cómo carajos me va? —Continuó levantando la voz y acercándosele de forma peligrosa.
—Yo… yo solo.
—Deberías saberlo ya que por tu culpa jodí todo.
—¿Mi culpa? —Mason intentaba hacerle frente al castaño haciéndose el rudo, se notaba muy forzado. —Solo te di un consejo, para eso están los amigos. —Indicó bajando la mirada.
—Te equivocas. —Sebastien retrocedió un par de pasos. —Los amigos no te mandan directo al sufrimiento… A todo esto, ni siquiera somos amigos. —Bajó la mirada sonriendo con melancolía.
Era mejor así. Volvería a ser como antes, solo con Daniel y punto, porque a él ya lo había herido. De verdad seria duro serle indiferente a Drew y Jeremy, pero lo más probable es que Myra se acercaría a ello o viceversa y bueno, simplemente no lo soportaría… algo moría en él cada vez que la veía con alguien más. De todas formas esta vez no arrastraría a nadie a su posible desgracia.
—Lo-lo siento. —Musitó el peli-negro. —No sabía que ella reaccionaría de esa forma.
—Como sea. Solo aléjate de mí. —Dicho esto, Parker se marchó molesto sin rumbo específico, solo quería estar solo.
El muchacho caminó hecho una furia sin fijarse por dónde iba ni a quien empujaba en el camino. Pasó al lado de la morena golpeándola por el hombro logrando que aquella se balanceara torpemente hacia atrás. De haberlo notado, Sebastien, se hubiera sumido más en aquel vórtice depresivo del que tanto intentaba huir.
La oji-miel lo miró irse confundida y con los brazos cruzados, claramente estaba indignada y esperaba que él se diera cuenta y volviera a disculparse o algo. A decir verdad comenzaba a extrañarlo, sus constantes pero agradables intentos de molestarla… ahora era ella quien no conseguía estar en paz si por lo menos no lo escuchaba una vez en todo el día. Pero no, el orgullo y la preocupación por el bien de su hermano era más importante que cualquiera sea el sentimiento que ella llegase a sentir por quien sea, en especial por Sebastien.
«No seas estúpida. Eres patética, simplemente no puedo contigo.» Le gruñó su subconsciente, siempre mirándola cual arpía. Tenía razón, aunque no quisiera admitirlo. Esto ya era absurdo, Daniel de cierta forma aceptó que estuviese con su mejor amigo, pero ahí surgía otro problema… Myra ya lo había arruinado. Vaya frustración la que sentía, se maldecía cientos de veces por ser tan débil. Caitlin estaba en lo correcto al llamarla estúpida porque ella misma fue la que se privó de cualquier tipo de felicidad que le esperase con Sebastien.
Tal vez era mejor así, Myralli siempre terminaba arruinándolo todo, le estaba haciendo tremendo favor al chico al negársele. Veámoslo de esta forma, dado el caso que ella hubiera aceptado ser algo más, es decir novios ¿cuánto iba a durar eso? Creía conocerlo muy bien y sabía que se aburriría de ella al poco tiempo. No era una persona interesante, no era bonita, claramente no era cariñosa ni sus derivados… a decir verdad no entendía qué demonios le atraía tanto a Sebastien para insistirle de esa forma. Solo era una adolescente más con problemas de seguridad y que siempre mentía al respecto, nada nuevo ni extraño. «Le gustan los casos perdidos, ese tipo de caridad se le da muy bien.» Añadió su siempre adorable subconsciente.
Resopló cansada entendiendo que él no regresaría. Retomó su camino en dirección a Jeremy, tal vez él podría ayudarla, la perspectiva masculina no estaba demás. De todas formas sabía que él le echaría en cara lo cobarde que fue. Divisó al rubio charlando amenamente con Drew cerca de las camionetas. Oh vaya, serían dos hombres los que se burlarían de ella.
—No, rubia, te aseguro que… —El blondo, Drew, se detuvo al notar a una poco común nerviosa Myralli parada frente a ellos.
—Já, lo sabía. No tienes excusas. —Siguió Jeremy de espaldas a la morena. Un poco audible “Shh” lo hizo callar, Drew ladeó la cabeza en dirección a la torpe chica detrás de Jer. El rubio número dos giró para encontrarse con el motivo de desconcierto de su amigo. —Hey, Myra. —Le saludó.
—Ustedes dos, los necesito. Ahora. —Ordenó con su ternura habitual.
—¿En qué lio nos has metido, rubia? —Dijo el rubio número uno, Drew, mirando aterrado al chico junto a él.
—No he hecho nada, lo juro.
—Po-por favor. —Masculló la oji-miel.
—Esto es serio, ha usado la palabra con “P”. —Añadió Drew.
—Solo, síganme. —Indicó ella comenzando a caminar. Al no escuchar pasos detrás de ella se giró para verlos, estaban mirándola como bicho raro. Suspiró cansada, regresó con ellos para empujarlos hacia un lugar más, digamos, discreto.
Entre quejidos, por parte de los chicos, y amenazas por parte de Myra se acomodaron al pie de un árbol lo bastante grueso para cubrirlos.
—Si lo que les voy a contar es sabido por alguien más, les juro que no van a tener descendientes. —Expresó la morena. Ambos chicos hicieron ademanes con las manos cubriendo sus bocas y sus partes más sensibles, respectivamente. —Como sea. Ehm… bueno, ¿han notado a Sebastien extraño estas semanas?
—Wow. —Enfatizó Jeremy. —Has dicho su nombre sin soltar algún insulto.
—Bien, ¿han notado al incompetente de Sebastien Parker extraño durante estas semanas? —Se corrigió Myra.
—Algo así. —Inició Drew. —De hecho ha estado un poco retraído de nosotros y del resto, pero no sé por qué.
—Seguro tu hermano lo sabe, pasa más tiempo con él que con cualquiera de nosotros. Nos ha olvidado. —Continuó el rubio número dos, dramatizando exageradamente la última frase.
—Es cierto, esta relación ya no parece importarle. —Genial, Drew le seguía el juego.
—Esto es serio. —Comentó Myra. —No sé en qué pensaba al creer que se comportarían.
—Oye, a todo esto ¿por qué te importa saber cómo está él? Creí que no lo soportabas. —Dijo Drew. Jeremy se removió en su lugar porque él tenía una idea de la razón por la que le importaba.
—Yo. Ehm. —La oji-miel bajó la mirada nerviosa. —Pongámoslo así, tengo una amiga, y bueno ella y…
—¿Tienes amigas? —Bromeó el rubio número uno.
—Cierra la boca. —Le atacó ella. —El asunto es que… necesito un punto de vista masculino… o lo que sea que ustedes dos sean. Vale, esta “amiga” —hizo comillas al decirlo. —tenía una relación simplemente sexual con un chico como… Parker, entonces él comenzó a comportarse de una forma extraña que solo confundía a esta “amiga”. El problema va en que este muchacho le propuso una relación seria en lugar de la sexual, pero también le dio a escoger entre terminarlo todo y dejarla en paz, como ella quería. —suspiró cansada. —Y bueno, ella solo lo dejó porque no era capaz de escoger… ahora siente culpa pero sabe que fue lo mejor porque él se iba a aburrir y la dejaría tarde o temprano. Ustedes ¿qué piensan?
—Este “chico” ¿es simplemente idiota o gay? —Preguntó Drew con cara rara. Se ganó miradas de reprobación por parte del rubio y la morena. —Me refiero a… ¿a qué hombre en su sano juicio se le ocurre cambiar el sexo por el amor?
—Nunca dije que fuera amor. —Aclaró la chica Turner.
—Pero es evidente. —Siguió Jeremy. —Este “chico” de forma indirecta le estaba declarando su amor o alguna bobería similar. ¿Te imaginas lo destruido que se quedó cuando ella lo dejó? Fue una cobarde. —Terminó mirándola de forma disimulada, parece que este rubio lo sabía todo. Demonios.
—No conocía ese lado sentimental tuyo, mi rubia. —Dijo el rubio número uno.
—Solo contigo, hermosa.
—De verdad, no sé en qué pensaba. —Decía Myra parándose herida en el orgullo porque Jeremy tenía razón, no importaba a quién se lo dijera, la respuesta sería la misma. Dejó a ambos chicos aún más confundidos.
Al otro lado del campamento, Sebastien seguía vagando por ahí, intentando pensar en algo que no fuera ella. Esto ya era molesto. No llevaba la cuenta de cuánto tiempo había pasado, comenzaba a atardecer. Una sensación de estar siendo seguido lo invadió al percatarse que una sombra acompañaba a la suya. Escuchó algunas ramas y hojas crujir, definitivamente alguien lo seguía. Se detuvo de golpe y sintió como alguien chocaba contra su espalda, giró para evitar que lo que había identificado como una chica cayera. La ayudó a equilibrarse y de inmediato reconoció el rostro de esa belleza rubia.
—¿Qué hacías siguiéndome? —Inquirió en tono desconfiado.
—No te seguía solo… bueno puede que lo estuviera haciendo. —Respondió la oji-verde acomodando su ropa.
—¿Por qué?
—Te vi mal después de esa escena con Mason, creí que necesitabas compañía.
—Son ideas mías o… espera ¿desde cuándo Penny Lane es generosa?
—Puedo ser algo más que…
—Una molestia constante. —Le interrumpió Sebastien.
—Como sea, solo me preocupabas. —La rubia se esforzó por sonreír de manera agradable, esto de acercarse al castaño era complicado. —¿Me dirás qué pasó? —Siguió, mirándolo como niña que pide dulces.
—Buen intento, pero no. Es personal. —Se dio media vuelta para regresar al campamento.
Penny debía hacer lo que sea para tener más tiempo a solas con Parker. No sabía qué hacer, parecía que hubiese olvidado lo que Zuzu le aconsejó hace unas horas. Parpadeó rápidamente y solo una cosa se le ocurrió, fingió que se había caído. Al escuchar aquello, Sebastien giró para luego ir a ayudarla. Y creía que no existía ser humano más torpe que Myralli.
—Me di la vuelta unos segundos y te caes ¿es enserio? —Espetó el oji-azul ayudándola a pararse.
—No es culpa mía.
—Lo sé, es culpa de tus padres por haberte heredado genes defectuosos. —Bromeó él, ganándose unos golpecitos patéticos por parte de la rubia quien se rio junto a él. —Con eso no matas ni a una hormiga. —Se preguntaba qué pasaría si Myra estuviera en lugar de Penny, ella si lo habría dejado adolorido, Myra sí que golpeaba como hombre.
—Vas a tener que ayudarme a caminar. Me duele.
—¿Qué te duele? —Expresó el castaño colocando una mano en su cintura mientras ella ponía un brazo alrededor de su cuello. —¿El orgullo o dónde sea que te hayas lastimado por la caída? —Si fuera Myra estaba seguro que ella lo golpearía en el orgullo literal masculino y le saldría con algo como: “No lo sé, dime tú.” Sonrió por inercia al recordar que eso ocurrió hace unos meses cuando ella tropezó con la ropa que dejaron tirada la noche anterior en el departamento de Sebastien. Realmente ambas eran muy distintas, la hermanita de Daniel simplemente era una niña en cuerpo de mujer, pero por más que fuera así, la quería… y mucho.
Mientras se acercaban al lugar donde habían levantado el campamento, Penny sigilosamente comenzó a sentir el brazo musculoso de Sebastien que la tenía sujetada por la cintura. ¿Qué era lo que Zuzu le dijo que hiciera?
—¿Qué haces? —Preguntó el muchacho mirándola extrañado.
—Solo. Tienes muy buenos brazos, ¿corres mucho, digo, vas al gimnasio? —Dijo la oji-verde intentando recuperar el hilo. Le sonrió pestañeando de una forma lejana de ser sexy.
—Eres pésima coqueteado. —Soltó Parker.
—Dame créditos por intentarlo.
—Eres graciosa. —Sonrió negando levemente con la cabeza. Recordó los chistes malos que ella solía hacer, tenía claro que eran malos pero aun así se reía para no quedarle mal, lo importante era disfrutar del tiempo que pasaba con Myra.
Los demás chicos reunidos se sorprendieron al ver a Sebastien llegar con Penny de esa forma. Como lo metiches que suelen ser los adolescentes se acercaron cual buitres en busca de explicaciones.
Al verlos así, Myra no pudo evitar sentir inmensas ganas de ir a apuñalar a Lane de forma amigable por lo menos unas quince veces. Maldición, no era posible que sintiera celos.
—Me caí y Sebastien me ayudó, es todo. —Explicó Penny.
—Vaya torpe, siempre dando lástima. —Comentó Caitlin. Por esto y más, Myra, adoraba a la peli-negra, es como si intuyera que ella la necesitaba.
—Basta. —Dijo Daniel acercándose a la rubia. —¿Segura estás bien?
—Ya déjala, no le veo sangre ni nada. Está bien, seguro quería más atención. —Siguió Caitlin. Un “no sabes cuánto te adoro.” le susurró Myra a su querida amiga.
—Sí, estoy bien. Gracias por preguntar, supongo. —Contestó Penny de una manera tosca hacia el moreno.
Para la hora de la fogata Penny seguía pegada a Sebastien. «Demonios, ¿acaso no le da ganas de ir al baño o irse a la mierda?» Maldecía la peli-negra entre dientes. Los veía hablar y reírse de rato en rato ¿qué era tan gracioso? Intentaba controlarse y prestarle atención a lo que sea que Mason le estuviese contando, parecía muy importante. Myra lo sentía pero justo ahora no podía hacerse las de buena amiga y escucharlo, solo imaginaba decenas de formas para herirlos físicamente. Penny se veía muy bien siendo apuñalada y Sebastien no se quedaba atrás al ser castrado. Sonrió con malicia.
De rato en rato durante su conversación con la rubia, Sebastien, miraba de reojo inspeccionando el lugar en busca de Myra. Cruzó miradas con ella unos tres segundos, lo asustaba la forma en la que ella lo veía, era casi… siniestra. Con esto ella sabría lo que él sentía al verla con algún chico. Dejando a la hermana de Daniel de lado, Penny lo divertía con sus penosos intentos de coqueteo, por lo menos él creía que eso intentaba. Al parecer Lane tenía un lado agradable, quién lo diría.
—Todos, escuchen. —La voz de Daniel capturó la atención de los presentes. —Mañana será el día turístico y aún no sabemos a dónde ir. ¿Tienen ideas?
—¿Y si vamos a Six Flags? —Sugirió Violett. —Sé que hay uno acá en Vallejo.
—Suena bien. ¿Qué dicen? —Preguntó Daniel, una ola de aprobación se dejó escuchar por parte de los adolescentes. —Pues bien, salimos mañana a primera hora. Que nadie se retrase.
✖✖✖
Al día siguiente. Otro aburrido viaje de madrugada. Peor hermano en el mundo, simplemente podía catalogar a Daniel de esa forma por haberla levantado a las 5:30 am. El maldito parque de diversiones no se iría a ningún lado, podía dejarla dormir un poco más. ¿Desde cuándo Myra no madrugaba? Desde que una parte de ella se quedó esa noche con Sebastien. Lo malo de Myra es que una vez despierta difícilmente podía dormir de nuevo.
Despegó la mirada de la ventana en busca de alguien con quien hablar o distraerse. Miró a su lado queriendo conversar por primera vez con Sam, el maldito estaba profundamente dormido. Echó un vistazo a los asientos de adelante y Jackie se encontraba igual o más perdida que Sam, maldijo por lo bajo. Asomó la vista al lugar de Mason, quizá él estaba despierto… y sí que lo estaba, su amigo de ojos azules tenía la mirada clavada en las manos entrelazadas de Caitlin y su hermano. «Oh, vaya. Quizá de eso hablaba ayer.» Pensó. Posiblemente él le dijo que Caitlin pasaba más tiempo con Daniel y quién sabe qué, ahora estaba molesta con ella misma por no haberle prestado atención.
Finalmente llegaron al dichoso parque a eso de las ocho y más de la mañana. Uno a uno sus compañeros de viaje fueron bajando de las camionetas, algunos más animados que otros. Mientras Sam, Daniel y la cosa por la que sentía algo más, compraban los boletos, Myra se acercó a Mason para preguntarle qué le había dicho la noche anterior. No solía ser alguien meramente chismosa, pero necesitaba con desesperación concentrarse en algo más que no fuera Sebastien y Penny. Ah, lo maravilloso del asunto es que la rubia mal teñida se fue con él en la camioneta que manejaba.
Se fretó ambos ojos intentando lucir más despierta y de mejor humor, simplemente las mañanas así la fastidiaban enormemente. Intentó peinar su molesto cabello, pero el desgraciado no quería cooperar. Bufó cansada sabiendo que no mejoraría así que simplemente se le acercó al muchacho de piel pálida.
—Voy a necesitar tu ayuda. —Indicó la morena apareciendo detrás del peli-negro, causándole un leve susto pues pegó un leve respingo.
—¿Un mal día?
—Algo así, ¿no tendrás alguna gorra o beanie para esta cosa? —Siguió la chica señalando su alborotada melena.
—No, perdona. —Respondió él encogiéndose de hombros.
—Como sea. —Soltó un suspiro agotada. —Oh, por cierto ¿hay algo que te moleste?
—¿Debería?
—No lo sé, por eso te pregunto. El asunto es que posiblemente ayer no haya escuchado muy bien lo que decías. —Myra apoyó su cabeza en el hombro del muchacho.
—Myra. —Se quejó el joven Cardiggan alargando el nombre de la muchacha. —¿Sabes? Ya no importa. Estoy bien, de verdad. —Terminó enfatizando lo último.
—No luces muy bien.
—Mira quién lo dice.
—No te pases, Mason. Ando de muy mal humor por las mañanas. —Señaló la oji-miel dándole un leve golpe en el hombro. —Se me olvidaba, Cait está preocupada por ti. —Continuó de manera un poco más seria. Notó un brillo especial en el chico al decir aquello. Un poco audible “Ah ¿sí?” se le escapó a Mason. —Sí. Y ahora que lo pienso mejor, yo también. Pero si le dices a alguien, me negaré. Has estado más extraño de lo habitual y no creo que estés bien como aseguras.
—Tú tampoco luces muy bien, sin ofender. ¿Sabes quién más luce terrible? Sebastien.
—Siempre me he preguntado por qué los demás dicen que no te ofendas, pero al final terminan haciéndolo.
—No has respondido y me has cambiado de tema. —Rezongó Mason.
—¿No crees que hace un lindo día? ¿A dónde crees que deberíamos ir primero? Sé que Fauna y Violett me dejarán exhausta. —Myra seguía siendo indiferente con ese tema.
—Myra. —Reprendió el oji-azul. —No finjas no haber escuchado lo que dije.
—A veces simplemente actúas como mi madre y mira que ni mi hermano me trata así.
—Myralli. —Oh, se ponía serio. Mason la llamó por el nombre completo. —Responde.
—¿Sabes que es lo lindo de ser yo?
El muchacho soltó aire cansado, no la haría hablar. —Vale. No lo sé, dime.
—Que puedo fingir demencia cuando quiera. —Dicho esto le sonrió de forma autosuficiente a su amigo. —Nos vemos dentro, mamá. —Le depositó un beso en la mejilla, dejándolo fastidiado
Tal vez Daniel haya acertado en algo, llegar temprano les dejaba todo el día para distraerse en el lugar. Cada quien fue a ver el parque en pequeños grupos acordando encontrarse en la entrada de la montaña rusa del Discovery Kindgdom antes de la hora del almuerzo.
Myralli adoraba la energía y entusiasmo que tenían Fauna, Violett y Jackie. Lucían como niñas en una dulcería. La hicieron subirse a varias atracciones, haber recuperado en parte su antigua relación con ellas le reconfortaba y aunque Cailtin la haya acogido cuando más lo necesitaba, ellas fueron las primeras con las que se sintió a gusto en este viaje. Quizá Caitlin estaría molesta por no haberse ido con ella y Daniel, luego se lo recompensaría. Por un momento olvidaba al mejor amigo de su hermano, pero si eso pasaba al poco rato volvía con mayor fuerza.
Se le quedó mirando a un muchacho que parecía ser más torpe que ella, el chico en cuestión guiaba a un grupo de turistas por el parque. Parecía necesitar ayuda con unos niños que lo molestaban mientras sus padres sacaban fotografías del lugar. ¿Debería? No. Vio pasar a Zuzu y Tyler, detrás de ellos venían… demonios, Parker y esa rubia. Volvió a preguntarse ¿Debería? Por supuesto que sí.
—Por última vez, no. No tenemos baños para tu muñeca. —Le explicaba el oji-verde a la niña pelirroja de unos cinco años que tenía colgada de sus pies.
—¿Necesitas ayuda? —Inquirió Myra dándole golpecitos al hombro del chico para llamar su atención. Jesús. Cuando lo vio de cerca se quedó sin aliento y con un pequeño ataque, sin duda era hermoso. Un espécimen masculino posiblemente unos diez o doce centímetros más alto que ella, con ojos verdes salpicados con algo de azul, cabello castaño chocolate, piel blanca, una nariz europea particular y cejas algo gruesas pero de todos modos a él le quedaban perfectas. Intentó mantenerse de pie obviando que las piernas comenzaban a temblarle.
—Ehm… bueno, creo. Pero eres una visitante, soy yo quien debería ofrecerte ayuda. —Indicó el castaño rascándose levemente la nuca indicando nerviosismo. —Pero a decir verdad, sí. No soy bueno con los niños.
—Yo me encargo. —Le sonrió nerviosa, bajó la mirada a la pequeña pelirroja. —Yo sé de un lugar para esa muñeca, pero comprenderás que para ir allá solo los que conocen las palabras secretas podrán. Si quieres puedes dármela y la llevo, te prometo que volveré antes de que cuentes hasta 10 ¿sí? —Expresó rogando porque le creyera. La niña asintió y algo insegura le entrego su muñeca. La morena caminó hasta detrás de unas palmeras y al poco tiempo regresó. —Aquí la tienes, ¿verdad que no fue mucho? —La pelirroja pegó saltitos de alegría abrazando a su muñeca para luego aferrarse a Myra.
—Gracias. —Dijo la niña para posteriormente regresar con sus padres.
—¿Cómo hiciste eso? —Preguntó el oji-verde.
—No tengo idea, pero al parecer funcionó. La verdad es que tampoco soy muy buena con los niños. —Sonrió avergonzada bajando la mirada. Al instante sintió que unos brazos la rodeaban, no sabía qué hacer, él la estaba abrazando.
—Perdona, no quise sobrepasarme. —Indicó el muchacho de cejas gruesas. —A veces soy muy expresivo.
—¿Puedes enseñarme el lugar?
Un brillo especial invadió los ojos verdosos del chico. —Sería un gusto, pero… aguarda unos cinco minutos, mi descanso ya iniciará.
—Oh, no. No quiero molestarte en tu tiempo libre.
—No es nada, de verdad. Quédate ahí, cinco minutos. —Pidió él. —Por cierto, soy Will. —Exclamó volviendo con los turistas.
—Myra. —Respondió ella.
No entendía por qué lo hacía «Porque eres una celosa más y quieres molestar a Sebastien.» Aseguró su subconsciente. Will se veía agradable además de ser muy apuesto, no tendría que hacerle esto. Como sea, esperó el tiempo que le había indicado. Ni un segundo más ni un segundo menos, él apareció junto a ella exactamente en cinco minutos.
—Perdona la espera. —Mierda, era muy dulce.
—No. Llegaste justo a tiempo.
La morena se disculpó con sus amigas explicándoles lo de Will, por suerte entendieron. Pasó algo así como una hora bromeando con el chico ¿por qué no existían más personas como él? ¿por qué debía estar atada a alguien como Sebastien si existía Will?
Mientras pasaban por una de las enormes atracciones y el oji-verde le explicaba en qué consistía, sintió que alguien la llamaba. Giró para encontrarse con Cait corriendo hacia ella. ¿Habría pasado algo?
—Ay por los cielos, no sabes lo mucho que te buscaba. —Dijo la morena apenas jadeando por el cansancio.
—¿Ocurrió algo?
—Oh no. Nada, solo quería que vinieras con nosotros. Vi al dúo de rubias y a la extranjera solas por ahí, te deshiciste muy bien de ellas. —Continuó la chica recuperando el ritmo normal de respiración.
—No fue exactamente así. —Explicó la morena, Myra, ladeando la cabeza en dirección a Will.
—Myralli Turner, pequeña perra. Trabajas muy rápido.
—No es lo que crees, es un amigo. Supongo.
—Como sea, déjalo y ven con nosotros. Has estado alejada de mí estos días. No creas que no lo noté.
—Que sea luego, por favor.
—¿Estás prefiriendo a un chico sobre mí? —Caitlin se cruzó de brazos con el entrecejo fruncido. Ante el silencio de Myra, continuó. —Eres una malagradecida, como Mason. Ahora que tienen a más personas ya no me necesitan ¿eh? Recuerda, Myra, que yo fui la única que estuvo ahí cuando tus “amigas” —hizo comillas con los dedos. —te dejaron, yo te consolé cuando la cagaste con Sebastien. ¿Así es como me lo agradeces?
—¿Disculpa? —La Turner menor se le acercó desafiante. —En primer lugar tú fuiste la que insistió con que vaya con él esa noche.
—Intentaba ser amable ¿qué demonios sucede contigo? No sabía que terminarías arruinándolo todo, como siempre.
Un corto silencio se apoderó de ambas.
—Nunca quisiste ser mi amiga ¿cierto? —Dijo Myra.
—Te lo he dicho, yo no tengo amigos.
Aquello le llegó directo, sintió como si unas púas se le hubieran atorado en la garganta. ¿Por qué demonios seguía insistiendo con eso si sabía que tenía a Mason y a ella? —¿Sabes algo? No eres más que una perra egoísta, no todo se trata de ti. Mason y yo no estaremos a disposición tuya cuando se te de la regalada gana… pero lo hemos hecho porque nos importas. Te he soportado todo este tiempo porque de verdad me interesas, sé que existe una mejor Caitlin debajo de todo eso —explicó señalándola. —Las personas se cansan, querida, no puedes seguir aparentando y esperar que el resto siga contigo.
Al escuchar esto, Caitlin le dio una bofetada a Myralli, como es de esperarse ella se la devolvió.
Will tuvo que interponerse para que siguieran con esa escena, ninguna dijo o hizo algo más. Caitlin se fue hecha una furia, la oji-miel estaba igual. Llevó a la chica a distraerse por ahí mientras la escuchaba quejarse sobre Cailtin.
—¿Así que tú y los demás van de viaje por el país?
—Exacto. —Afirmó ella. —No somos ladrones, ni hemos nada ilegal. —Mintió ante la expresión de incredulidad de Will.
—Eso me recuerda a algo muy gracioso que le pasó a un amigo mientras estaba de vacaciones en Fresno. —Él quería verla de mejor ánimo y contarle la mala suerte de su rizado amigo era una buena idea. —Él y un compañero de universidad suyo están algo obsesionados con el billar, son bastante buenos, pero una noche un par de chicas los vencieron. Él asegura que lo estafaron. En lo personal creo que se confiaron mucho.
—Ah ¿sí? —Ella rio nerviosa. Mierda. ¿Era posible que el karma la estuviera buscando? Myra conocía a la perfección a ese amigo de Will, no creía posible semejante coincidencia.
Llegaron a la sección de comidas, le rugía el estómago como mil demonios y Will se dio cuenta, por eso mismo la llevó hasta ahí.
—¿Por qué las relaciones deben ser tan complicadas? —Siguió ella dejándose caer sobre la silla.
—No lo son. Es solo que las personas son quienes lo complican todo.
El castaño fue en busca de unas gaseosas y unos trozos de pizza.
—Ah, no hay sensación más dulce que la de ser reemplazada. —Soltó con pleno sarcasmo al observar a Parker y Penny sentándose a comer con Zuzu y Tyler a unas mesas de distancia.
—¿Es él? —Preguntó el castaño señalando con la vista a Sebastien a tiempo que dejaba las bandejas sobre la mesa. Myra soltó un “ajá” en respuesta. —No se ve muy interesante.
—Lo sé, pero intenta decirle eso. Es bastante narcisista cuando se lo propone.
—¿Y quién no lo es?
Myralli sonrió. —¿Siempre eres así de…?
—¿Molestamente directo? Sí, y lo siento.
—Me gusta, de verdad.
Will bajó la mirada nervioso sonriendo por inercia frente al comentario de la morena.
Pasaron el resto de la comida conversando de varias cosas, ella le pidió su punto de visto sobre lo sucedido con Parker. Era inusual, jamás confiaría en un completo extraño, pero sentía que lo conocía de toda la vida.
—Sé lo que se siente. —Will le dio un sorbo a su gaseosa. —Aunque no lo parezca, los chicos también sufren. Uno se queda mirando fijamente al techo en la oscuridad, sintiendo el mismo viejo sentimiento de vacío en su corazón. —Sonrió débilmente. —Y es tonto, lo sé, lo sabemos. Pero no podemos luchar contra eso.
—¿Ya te he dicho lo mucho que me fascinas?
—Siento lo mismo.
Volvió a bajar la mirada para que no lo viera sonrojarse. Y volvió a la realidad, hace mucho que su descanso había terminado. Torpemente se paró de la silla.
—Lo siento, debo irme.
La oji-miel se paró igual. —Siento haberte distraído.
—No te preocupes, fue mejor de lo que esperaba. Y de verdad, ruego porque te quedes más tiempo en Vallejo. —Ante esto ella solo pudo sonreír. —Espero que no me hayan despedido todavía. Nos vemos. —Dicho esto quiso acercarse para darle un beso en la mejilla, pero no, se lo dio muy cerca a la comisura de los labios y salió corriendo mucho más nervioso.
Maravilloso. Will solo podía ser descrito con aquello, vaya chico. Eran ideas suyas o comenzaba a gustarle de manera exagerada. No lo sabía, pero él tenía razón en todo y eso la molestaba. Ahora tenía en claro que lo quería, lo supo cuando lo dejo irse… pero ¿a quién? Lo mismo sentía Sebastien, luchaba contra las ganas de ir y llevarse a Myra para besarla hasta que no pudiera respirar, no soportaba verla con ese chico. Simplemente no. La quería tanto que llegaba a dolerle, todo tuvo sentido cuando se marchó esa noche.
bxmbshell.
Re: The Roadtrip
algún día de estos te devolveré todos los feels que me haces sentir con uno de mis capítulos:)) enserio
empezando por la imagen, dios es perfecta y notar que la hiciste tú, la hace más perfecta <3 ok debo de decir que este ha sido uno de tus mejores capítulos, ¡enserio que sí! me encantó muchísimo y la forma en la que expresaste los sentimientos, tanto de Sebastien como de Myra, me encantó muchísimo... además apareció Will y NASMINE BITCHES!debe de ir al viaje porque amo los triángulos amorosos, además loUATHAN
No me gustó que Sebastien se haya peleado con Mason, i mean si lo aconsejó a que hiciera eso pero tampoco era para que le dejara de hablar:c pero el orgullo ante todo #yass
Cuando Myra se acercó hacia Drew y Jeremy me recordó a mi y a mis vecinos:') siempre que los veo afuera ahí voy de chismosa y a reírme un rato, y idk me encanta cuando estoy con dos amigos hombres porque te ayudan mucho y te hacen ver que no son tan estúpidos como actúan o quieren verse realmente xd
y omg le dijeron gay a Sebastien
y Caitlin Myra en cuánto leí "Six Flags" fue como 'omG MILY SABE A DONDE IRÉ EL DOMINGO ' y morí, hahaha
Tengo una rara sensación cada vez que Myra se quiere acercar a Mason y no se porque ): siento que terminará lastimándolo al no decirle algo de Caitlin oh al saber que estaba mintiendo oh algo asi, y Mason no merece sufrir porque es un pedacito de cielo:c y luego apareció Will... :buho: OMG NASMINE BITCHES y controlaron a una niña, eso quiere decir que están listos para ser papás :jiji:
la pelea de Myra con Caitlin me dieron ganas de golpear mucho a Caitlinlo sientoooooo Gina, pero Caitlin Young es la Kristen Murray de TR, excepto por la parte gay y eso
y los celos de Myra hacia Penny :jiji: El casi beso de Nasmine :jiji: los sentimientos de Myra hacia Sebastien :jiji: me quieres matar enserio Milenka.c
Y hasta aquí ha llegado mi comentario, i luv u, la espera valió la pena :aah:
empezando por la imagen, dios es perfecta y notar que la hiciste tú, la hace más perfecta <3 ok debo de decir que este ha sido uno de tus mejores capítulos, ¡enserio que sí! me encantó muchísimo y la forma en la que expresaste los sentimientos, tanto de Sebastien como de Myra, me encantó muchísimo... además apareció Will y NASMINE BITCHES!
y luego que Penny lo mirara de aquella manera oh mai gad Penny es una papa para coquetear:') pero da su mejor intento hahaha,Tal vez nunca apreció lo alto que estaba hasta que cayó al más profundo de los abismos. Tal vez algún día entendería por qué todo lo que tocaba solo perecía. No sabía cómo le haría, pero esta vez no daría su brazo a torcer tan fácilmente
oh my zianna feels! enserio que amé cuando te metiste en la cabeza de cada personaje y lo manejaras como si fueran tuyos, o sea no todas tenemos ese tipo de don para hacerlo hahaha, agh enserio que jashdjkhkjshdkjah feels¿Y Penny? Claro que no, de algún lado intuía que Daniel se preocupaba de una forma diferente por esa rubia que por cualquier otra persona
No me gustó que Sebastien se haya peleado con Mason, i mean si lo aconsejó a que hiciera eso pero tampoco era para que le dejara de hablar:c pero el orgullo ante todo #yass
nonoNONONON SEBASTIEN NO—Te equivocas. —Sebastien retrocedió un par de pasos. —Los amigos no te mandan directo al sufrimiento… A todo esto, ni siquiera somos amigos. —Bajó la mirada sonriendo con melancolía.
Cuando Myra se acercó hacia Drew y Jeremy me recordó a mi y a mis vecinos:') siempre que los veo afuera ahí voy de chismosa y a reírme un rato, y idk me encanta cuando estoy con dos amigos hombres porque te ayudan mucho y te hacen ver que no son tan estúpidos como actúan o quieren verse realmente xd
y omg le dijeron gay a Sebastien
y oh my Pebastien feelings(?) Sebasnny(?) PennyxLouis(?) enserio que lo narraste como yo me imaginé a Penny "coqueteando" con Sebastien—No conocía ese lado sentimental tuyo, mi rubia. —Dijo el rubio número uno.
—Solo contigo, hermosa.
—¿Qué te duele? —Expresó el castaño colocando una mano en su cintura mientras ella ponía un brazo alrededor de su cuello. —¿El orgullo o dónde sea que te hayas lastimado por la caída?
HAHAHAHAHAHAH omg te amo más, Mily <3—Eres pésima coqueteado. —Soltó Parker.
—Dame créditos por intentarlo.
y Caitlin Myra en cuánto leí "Six Flags" fue como 'omG MILY SABE A DONDE IRÉ EL DOMINGO ' y morí, hahaha
Tengo una rara sensación cada vez que Myra se quiere acercar a Mason y no se porque ): siento que terminará lastimándolo al no decirle algo de Caitlin oh al saber que estaba mintiendo oh algo asi, y Mason no merece sufrir porque es un pedacito de cielo:c y luego apareció Will... :buho: OMG NASMINE BITCHES y controlaron a una niña, eso quiere decir que están listos para ser papás :jiji:
Nasmine, Nasmine, Nasmine, NasmineUn brillo especial invadió los ojos verdosos del chico.
la pelea de Myra con Caitlin me dieron ganas de golpear mucho a Caitlin
y la bofetada y quiero dejar en claro que soy #TEAMWILL hahaha—Nunca quisiste ser mi amiga ¿cierto? —Dijo Myra.
—Te lo he dicho, yo no tengo amigos.
[...]
—¿Sabes algo? No eres más que una perra egoísta, no todo se trata de ti. Mason y yo no estaremos a disposición tuya cuando se te de la regalada gana… pero lo hemos hecho porque nos importas. Te he soportado todo este tiempo porque de verdad me interesas, sé que existe una mejor Caitlin debajo de todo eso —explicó señalándola. —Las personas se cansan, querida, no puedes seguir aparentando y esperar que el resto siga contigo.
y los celos de Myra hacia Penny :jiji: El casi beso de Nasmine :jiji: los sentimientos de Myra hacia Sebastien :jiji: me quieres matar enserio Milenka.c
Y hasta aquí ha llegado mi comentario, i luv u, la espera valió la pena :aah:
SIGUE YAZ
debemos de aprovecharla ya que tiene Laptop<3
debemos de aprovecharla ya que tiene Laptop<3
peralta.
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