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Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Capitulo 4
La Reunión
El sábado en la mañana prepare el desayuno para Sebastián y mamá quien aún dormía. Después de desayunar Sebastián me arrastro hasta el centro comercial para encontrar el regalo perfecto para su amigo Henry, Sebastián estaba decidido a encontrar el juguete más genial del mundo aunque eso costara una fortuna, después de horas de mostrarle juguetes por fin se decidió por un dinosaurio enorme que según lo que entendí era como una mascota, esa cosa era horrenda pero Sebastián se veía emocionado así que lo compre. Cuando llagamos a casa mamá ya estaba despierta viendo T.V con una taza de café en su mano.
— ¿Cómo les fue? ¿Encontraron algo genial para Henry?—Mamá nos observó mientras bebía su taza de café.
—Sí, mira es estupendo, después... ¿Puedes comprar uno para mi mamá? _________ no quiso comprarme uno. —Rodé los ojos con el capricho de mi hermano.
—Claro que si amor, te comprare lo que quieras. — Sebastián se lanzó a los brazos de mi madre haciendo que derramara un poco de café.
—Sebastián. Sube a bañarte y arréglate ya casi es hora. — Sebastián me miro sonriendo y asintió caminando hacia las escaleras con el juguete en sus manos. —Hey dame eso, lo voy a envolver.
Con una mueca en su rostro Sebastián me entrego el juguete y subió corriendo, estaba segura que tenía pensado jugar con él antes de entregárselo a Henry, camine a la cocina con mi madre siguiendo mis pasos de cerca.
—Las cosas para envolver están en el último cajón también hay listones y moños. —busque el papel con estampado de pequeños coches y tome un moño celeste, Mamá se sentó en el taburete frente a mí. — ¿Y? ¿Tienes algo que contarme?
Mire a mi madre de manera extraña antes de comenzar a envolver el regalo de Henry.
— ¿De qué hablas?—pregunte nerviosa sin saber por qué.
—Ya sabes, quiero saber si mi hija está interesada en alguien después de casi dos meses en preparatoria.
Rodé los ojos y suspire.
— ¿Por qué tanto interés?
—Bueno mientras no estabas hablo un chico llamado Andy, preguntando por ti. —Los ojos de mi madre brillaron al decir su nombre.
—Andy es solo un amigo, mamá.
—Es muy amable, al menos por teléfono. —La sonrisa de mi madre me molesto.
—Si Andy es amable, pero solo es mi amigo, así que olvídalo.
Después de unas cuantas preguntas vergonzosas más mi madre se rindió y subió a prepararse para su turno en el hospital, el regalo me había quedado tan bien que no quería que lo destrozara Henry al abrirlo.
Subí las escaleras y tome una ducha rápida antes de que tuviera que dejar a Sebastián quien ya se escuchaba impaciente en la sala. Me coloque unos pantalones cortos de mezclilla, una camisa negra ajustada con la palabra Fuck You en el pecho y unas sandalias, baje las escaleras y me encontré con Sebastián tomado de la mano de mi madre y el regalo en la otra mano.
— ¿Que sucede?—Pregunte observando a mi madre.
—Decidí acompañarlos hasta la casa de Henry.
Mamá le dedico una sonrisa a Sebastián que estaba más que feliz, salimos a la calle y empezamos a caminar por la acera.
— ¡_______!
Mi estómago se apretó cuando escuche la voz de Joe gritando mi nombre, apresure el paso empujando a mi madre y Sebastián esperando que no hubieran escuchado.
— ¡_______!
Joe grito de nuevo, su voz se escuchó más cerca y supe que estaba corriendo tras de mí, mi madre freno en seco y se giró buscando al chico que gritaba mi nombre, los ojos de mi madre brillaron al verlo y después me observo con una risita extraña en su rostro.
Joe se acercó a mí trotando con una sonrisa en su rostro.
—Pensé que no te detendrías—Dijo riendo y después observo a mi madre quien lo veía con curiosidad—Oh, perdón, mi nombre es Joe, Joe Vandergeld—Extendió su mano hacia mi madre.
Su manera de presentarse me recordó a James Bond, reprimí una sonrisa, Joe me observo.
—No me dijiste que también tenías una hermana— ¿Qué? Mi madre sonrió como una adolescente y tomo la mano de Joe.
—Soy Mónica Blake soy la madre de _______—Joe la observo fingiéndose sorprendido ante tal revelación.
—Con todo respeto señora, pero no me lo pareció, es usted muy joven—Joe sonrió mostrando su par de hoyuelos viéndose jodidamente sexy y después hizo esa cosa con su cabello que dejo a mi madre sin aliento, rodé los ojos con tal espectáculo.
— ¿Mamá?—Sebastián dio un jalón a la mano de mamá y ella despertó de su sueño soltando la mano de Joe.
—Joe luego hablamos, en estos momentos no tengo tiempo.—Murmure empujando a mi madre que no se movía.
—Hija él podría acompañarte a dejar a Sebastián, a mí se me hace tarde para el trabajo. —La observe con ojos entrecerrados y ella le sonrió a Joe.
—No es necesario mamá puedo ir sola, Joe tiene cosas que hacer.
Joe se agacho y quedo a la altura de mi hermano.
—Tú eres Sebastián supongo—Sebastián asintió con la cabeza tímido— ¿Te molesta si los acompaño?—Sebastián negó con su cabeza, Joe me miro con una sonrisa victoriosa.
—Bien, entonces me voy— Mi madre se agacho y beso a Sebastián en la mejilla—Diviértete cariño, no molestes a la señora Gibbson... no demasiado.—Se acercó a mí para besar mi mejilla.—Es muy lindo—Susurro en mi oído antes de retirarse y lanzarle una mirada con sonrisa incluida a Joe.—Nos vemos Joe fue un placer conocerte.
—Igualmente señora Blake—Respondió Joe con esa sonrisa suya del millón.
—Oh no, llámame Mónica— ¡Por Dios! mi madre coqueteaba con Joe.
Antes de subir a su camioneta mamá nos lanzó una última mirada y se despidió sonando el claxon.
—_________ vámonos ya. —Sebastián sonó desesperado.
Lo tome de la mano y camine hacia la casa de su amigo, Joe caminaba a mi lado en silencio con una estúpida sonrisa en su rostro.
— ¿No tienes nada mejor que hacer que coquetear con mi madre?—Las palabras salieron sin pensar. Joe me miro sonriendo.
— ¿Celosa?—Lo ignore y me quede callada acelerado mi paso—Linda blusa.
—Tal vez presentía que vendrías a joder.
—Wow que ruda. Sigue hablando así y podrás entrar en mi banda.
Sebastián se detuvo de golpe y se giró hacia Joe.
— ¿Tienes una banda?—Pregunto emocionado.
—Así es, una banda de Rock, la mejor por cierto.
—Wow, ¿Me enseñarías a tocar guitarra?
—Claro, incluso si eres bueno te contratare, serás un imán de chicas. — Sebastián se giró hacia mí sonriendo de forma extrema.
— ¿Escuchaste _________? Tu novio me enseñara a tocar guitarra. —Joe soltó una carcajada y yo enrojecí.
—Él no es mi novio Sebastián y no te enseñara nada— Me gire hacia Joe quien reía animadamente— Y Tú. Deja de trastornar a mi hermano es suficientemente molesto sin la necesidad de una guitarra ruidosa. —Joe sonrió y levanto sus manos en forma de rendición.
— ¿Por qué no es tu novio? Él tiene una banda—Sebastián me dijo las palabras como si fuera la chica más estúpida del mundo.
—Oye se hace tarde, Henry debe estar esperando por ti. —Murmure irritada.
Sebastián sonrió y comenzó a caminar de nuevo, el resto del recorrido fue en silencio pero podía sentir a Joe mirándome, lo ignore tanto como me fue posible. Cuando llegamos a casa de Henry me acerque y toque la puerta, Sebastián saltaba emocionado, la puerta se abrió y apareció la señora Gibbson quien fue empujada segundos después por Henry.
—_________ linda, que gusto verte de nuevo—Me dio un ruidoso beso en la mejilla y observo a la persona detrás de mí— Joe cariño, ¿Cómo estás?—Pregunto sonriendo y dirigiéndome una mirada que decía "Mentirosa".
—Bien, gracias señora Gibbson. —Respondió Joe con sus manos en los bolsillos.
—Mira Henry él es el novio de mi hermana, él tiene una banda de Rock y me enseñara a tocar guitarra ¿Verdad Joe?—Mis ojos se abrieron como patos mientras Henry observaba a Joe como si fuera un súper héroe.
—Claro Sebastián, serás mi guitarrista—Sebastián sonrió emocionado.
—No... Yo... no—Intente aclarar el mal entendido pero Joe se acercó a mi tomándome por la cintura, su mano se sentía fría contra mi cuerpo.
—Bueno diviértete Sebastián, feliz cumpleaños Henry—Henry sonrió y se llevó a Sebastián dentro de la casa—Bueno nosotros nos vamos señora Gibbson.
—Oh claro, _________ linda yo me encargo mañana de entregar a Sebastián al medio día.
—Emm... si gracias—me moví tratando de soltarme del agarre de Joe pero él me apretó más contra su cuerpo.
—Buenas noches señora Gibbson.
Joe se despidió y me arrastro por los escalones de la casa sin soltarme. Me revolví en sus brazos intentando zafarme, Joe deslizo su mano y hundió sus dedos en mi cadera.
—Quédate quieta, aun nos está mirando—Murmuro riendo divertido, me gire y la señora Gibbson seguía afuera de su casa mirándonos con una sonrisa.
—Y eso a mí que me importa. Suéltame.
Joe se detuvo y se giró a verme poniendo sus manos sobre mis hombros.
—Debería importarte, si no te quedas quieta hare algo pero que solo tomarte por la cintura y a la señora Gibbson no le quedara duda alguna de que somos novios y correrá a chismosear con los demás vecinos sobre _______ sola en su casa con su apuesto novio Joe Vandergeld.
—Pero no somos novios. Idiota.
—Uy eso hará el chisme más interesante. Ahora compórtate—En un rápido movimiento Joe coloco su mano en mi cintura de nuevo y comenzó a caminar, me revolví en su agarre— ¡_______!—Murmuro en tono de advertencia.
—No me interesa gracias a ti no me bajan de puta en la escuela qué más da unos cuantos vecinos. Ahora suéltame Joe—Me moví como un demonio tratando de zafarme Joe sonrió diabólicamente sexy.
—Te lo advertí.
Deteniéndose de golpe frente a mí me dedico una sonrisa antes de tomar mi rostro entre sus frías manos, mis ojos se abrieron de pánico al saber lo que iba a hacer, sin reaccionar a tiempo Joe se estampo contra mis labios en un fuerte beso, lleve mis manos a su pecho e intente empujarlo no pude moverlo ni un centímetro Joe movía sus labios sobre los míos apretados, estuve a punto de responderle el beso pero fueron más mis ganas de empujarlo, intente de nuevo golpeando su pecho y después le pegue una bofetada tan fuerte que me dolió la mano. Joe abrió sus ojos verdes sorprendido y llevo su mano a su mejilla. Sonreí.
—La señora Gibbson tendrá un muy buen chisme que contar—Murmure riéndome en su cara.
La mejilla de Joe comenzó a tomar un color escarlata, incluso podía ver mis dedos empezar a marcarse, Joe sonrió.
—Oh ya lo creo que lo tendrá—Y antes de que me diera cuenta Joe me había puesto sobre su hombro.
— ¡JOE! ¿QUE MIERDA TE SUCEDE? ¡BAJAME AHORA!
Joe se carcajeo y siguió caminando a grandes zancadas, note a la señora Gibbson mirarnos con interés. Saque la liga elástica que llevaba en la muñeca y la puse sobre la espalda de Joe la estire tanto como la liga me lo permitió y después la solté causando un lindo y sonoro ruido al golpear la espalda de Joe quien grito de inmediato.
—AAHH QUE MIERDA... ¿CON QUE ME GOLPEASTE _______?
Estire la liga de nuevo y lo volví a golpear más arriba esta vez, el sonido de un grito se volvió a escuchar, eso era muy divertido.
—DEJA DE HACER ESO, ¿ESTAS LOCA?
— ¡BAJAME JOE!—No me respondió y siguió caminando, estire la liga y volví a golpearlo en un nuevo lugar por sus costillas, estaba a punto de reír con su grito cuando sentí un fuerte golpe en mi trasero. — ¡JOE!
Joe se carcajeo, busque un nuevo lugar donde golpearlo y estire la liga.
—Vuelve a golpearme con eso y azotare de nuevo tu lindo culo.
Me quede quieta durante el resto del corto camino, en ocasiones me vi tentada a golpearlo de nuevo pero mi trasero me dolía aún y no me arriesgaría a ser azotada de nuevo por Joe, la señora Gibbson tenía suficiente material para chismosear ahora. Genial.
Al llegar a mi casa Joe se detuvo frente a la puerta de mi casa, note que me bajaría cuando se agacho para poner mis pies en el suelo, aprovechándome de eso estire la liga y la solté sobre su espalda cuando me sentí segura que no podría golpear mi trasero. Joe se quejó.
—AHH DIABLOS _______ ¿TIENES UNA IDEA DE COMO DUELE ESO?
— ¿Tienes una idea de lo incomodo que fue viajar sobre tu hombro?—Joe me ignoro, quitándose su camisa negra sin mangas, mi respiración se detuvo al ver su cuerpo musculoso, los tatuajes de sus brazos se unían en su espalda y pecho, Joder esos tatuajes eran calientes. Y si, tal como en mi sueño tenía un six pack bien marcado en su abdomen pálido, sentí el rubor subir por mis mejillas y aparte la mirada rápido, Joe giro su cabeza tratando de ver su espalda.
—Genial, seguro me quedaran marcas. —Murmuro contorsionándose, se me escapo una risita, Joe me fulmino con la mirada— ¿Tienes algún espejo?— Lo mire extraño.
—Claro que tengo.
—Bien.
Camino hacia mí y trato de abrir la puerta de mi casa, me recargue en la puerta con los brazos extendidos tratando de bloquear el paso.
— ¿Que mierda crees que haces?—gruñí.
—Entrar a tu casa, quiero ver mi espalda.
—Yo también quiero verla, pero mientras te alejas caminando hacia TU casa. — Respondí presionándome más contra la puerta, Joe sonrió mostrándome sus hipnóticos hoyuelos.
—Estoy seguro que si caminara hacia mi casa lo último que me verías seria la espalda, ahora muévete _______.
—Claro que no, no entraras sin camisa a mi casa—Joe rodo los ojos con diversión y eso me hizo sonreír.
—En verdad te gusta pelear conmigo ¿Te causa alguna clase de placer hacerlo? Yo pienso que sí. —Sonrió mordiendo su labio inferior. JODER.
Mis ojos se abrieron y Joe se burló de mi expresión, muy tarde me di cuenta de que lo había dicho para distraerme, Joe tomo mis muñecas con una sola mano me dio la vuelta estrellando mi espalda contra su pecho desnudo, el presiono mis muñecas contra mi pecho, con su mano libre abrió la puerta de mi casa, camino empujándome con su cuerpo, una vez que estuvimos dentro de la casa cerró la puerta con una patada, el golpe de la puerta hizo eco en mi cabeza, Joe coloco su mano libre sobre mi cadera y presiono más mis muñecas sobre mi pecho, sentí sus labios rosar mi cuello, su aliento frio chocaba contra mí. Luche por no temblar en sus brazos.
—Ves. No fue tan difícil dejarme entrar. —Murmuro contra mi cuello y después lentamente me soltó.
Me quede quieta en el mismo lugar mientras Joe analizaba el gran recibidor como si nada. Lo observe, ¡Rayos! él tenía razón, si me diera la espalda definitivamente lo último que vería seria su espalda porque tenía un trasero espectacular, sacudí mi cabeza para alejar aquellos pensamiento y observe su ancha y musculosa espalda en ella había 4 largas rayas rojas, me sentí terriblemente mal y culpable. Joe se giró hacia mí.
— ¿Dónde está el espejo?—Pregunto jugando con la camisa en su mano.
—Emm... arriba pero no creo que sea correcto que tú... —No había terminado de hablar cuando Joe ya se encontraba en lo alto de la escalera.
— ¿En qué puerta?—Apunto el largo pasillo y yo comencé a subir las escaleras.
—Es la última puerta—Joe camino sin esperarme y yo contemple culpable las marcas en su espalda.
Cuando llegue a mi habitación Joe se contorsionaba frente al espejo girando su cabeza de un lado a otro tratando de ver todas las marcas.
—No se ve tan mal— Murmure, Joe me observo a través del espejo con sus manos en las caderas y una sonrisa divertida.
—Sí, bueno espero que no te quejes cuando les cuente a los de la escuela que tú me hiciste esto—Me encogí de hombros— ¿Te da igual? por qué tal vez altere un poco la verdad.
—No es nuevo en ti, te has pasado haciendo eso los últimos meses Joe.
—Tienes razón. —Joe miro hacia mi balcón y sonrió, después camino hacia mí y se detuvo cuando estuvo a solo centímetros de mí. —Eres tan... Extraña _______.
Joe soltó un suspiro y puso sus manos sobre mis hombros, inmediatamente me puse nerviosa pero no lo demostré, al contrario lo observe con ojos entrecerrados mientras se acercaba a mí lentamente.
El timbre de la puerta se escuchó y salí corriendo hacia las escaleras, seguro era Andy. Abrí la puerta tan rápido que Andy me observo divertido.
—Hola—Saludo Andy animado.
—Me alegra tanto verte—Abrase a Andy tomándolo por sorpresa después de unos segundos me abrazo también.
—A mí también me alegra verte _________—Respondió confundido. El sonido de alguien aclarándose la garganta me hizo soltar a Andy.
— ¿Joe?—Andy tenía los ojos abiertos mientras observaba a un Joe sin camisa detrás de mí.
—Hola Alfonso—Respondió Joe indiferente estaba a punto de corregirlo cuando se giró hacia mí. — ¿Puedes darme Hielo?—Suspire.
—Ve a la cocina y tómalo, es esa puerta de ahí. —Joe asintió y nos dio la espalda caminando hacia la cocina.
— ¿Qué diablos le sucedió?
Andy escupió las palabras al ver la espalda de Joe, las 4 líneas se veían peor que antes ahora no solo eran rojas si no que saltaban sobre su piel. Joe se giró hacia nosotros de nuevo.
—Veras Alan, tu amiga aquí presente es una salvaje de uñas afiladas, te diré que llegaste en muy mal momento si sabes a lo que me refiero.
Joe me observo de pies a cabeza y me lanzo una sonrisa que cualquiera mal entendería. Andy abrió su boca sorprendido mientras Joe camino de nuevo a la cocina y se perdió tras la puerta.
—Oye perdón si interrumpí algo, hasta donde yo sé, ayer aún odiabas a Joe. —Las mejillas de Andy estaban rojas.
—No Andy, lo que dijo es mentira, yo sí le hice eso, pero fue con una banda elástica, lo golpee.
—Tu. Golpeaste a Joe—Andy murmuro incrédulo y después sonrió.
— ¿Vas a creer más en el que en mí?—Indignada mire molesta a Andy.
—Claro que no _________, sé que tú no eres como las demás—Andy me sonrió de manera dulce.
—Sí, Si, que bonitos somos todos. ¿Por qué no terminas de entrar Amir?—Sentí un escalofrió al escuchar la voz de Joe tan cerca de mí.
Andy entro y cerró la puerta, las mejillas de Andy estaban rojas y Joe sonrió al verlo.
—Bonita casa _________. —Andy me sonrió. El sonido de Joe fingiendo reprimir una carcajada inundo la entrada. — ¿Algún problema Joe?—Andy se veía furioso.
—Si uno, pero ya tendré tiempo de ocuparme de ello—Joe respondió acercándose a Andy mientras cuadraba sus hombros para tomar toda su estatura, Andy hizo lo mismo pero estaba varios centímetros por debajo de Joe.
— ¿Por qué esperar? arréglalos ahora Joe—La voz de Andy me asusto, Joe le sonrió de manera arrogante y camino hacia mí.
—Créeme lo haría, pero tengo películas que ver con _______.
Joe coloco su brazo sobre mis hombros arrastrándome hacia la sala. Me solté de su agarre. Joe sonrió tumbándose en el sofá.
— ¿No tienes una camiseta?—Andy refunfuño y Joe se carcajeo.
— ¿Que pasa Arturo? ¿Te excita verme sin camisa?
Andy camino furioso hacia Joe, antes de llegar me atravesé en su camino estrellándome contra su pecho, Joe ya se encontraba de pie con una sonrisa divertida en su rostro.
—Joe ponte tu camiseta, o vete de mi casa.
—Bien iré a mi casa por otra camisa y unas películas no quiero intimidar a Alejandro.
Andy intento dar otro paso pero se lo impedí. Joe tomo su camiseta y paso a nuestro lado carcajeándose, lo vi caminar hacia la puerta y no pude evitar contemplar los pequeños huecos al final de su espalda marcada, desvié la mirada de Joe hacia Andy quien respiraba agitadamente, el golpe de la puerta lo relajo visiblemente.
—Es un jodido imbécil.
—Estoy de acuerdo, relájate Andy.
—_________, no creo que lo soporte durante mucho tiempo y no quiero causar una pelea en tu casa no estaría bien.
—No dejare que eso suceda.
Abrase a Andy para calmarlo y me respondió el abrazo, segundos después nuestro abrazo se sintió extraño cuando Andy presiono su rostro sobre mi cabello e inhalo abrazándome más fuerte, lo solté lentamente dando palmaditas en su espalda, Andy soltó un suspiro y después me libero, cuando me observo sabía que eso no terminaría bien, sus enormes ojos azules me observaban diferente. Andy me sonrió y tomo mis manos entre la suyas.
—_________, estoy jodido. —murmuro viendo nuestras manos—muy jodido, yo, no quiero arruinar nuestra amistad...
La puerta se azoto de nuevo y yo sentí un gran alivio, Joe entro a la sala con una nueva camisa color blanco y con una calavera negra en el pecho, camino hacia nosotros concentrado en las pequeñas cajas en sus manos, metiéndose entre Andy y yo me entrego las cajas, le di una mirada a Andy disculpándome por la idiota idea de decir que veríamos películas, Andy me dio una leve sonrisa y camino hacia el sofá, Examine las películas en mis manos y después le di una mirada a Joe quien me sonreía ampliamente.
— ¿Qué? ¿No me digas que te asustan?—Pregunto Joe divertido.
—Qué dices, son mis favoritas. Amo las películas de zombis, he visto tantas que estoy preparada para un apocalipsis—Joe hizo un gesto y después sonrió y se sentó en el sofá dejando un espacio entre él y Andy. Camine hacia Andy y le entregue las películas.
— ¿Cual prefieres Andy? A mí me gustara cualquiera. —Andy analizo las portadas de las cajas con una mueca en su rostro.
—La que tu decidas, estoy seguro que cualquiera tendrá suficiente sangre para marearme. —Joe se burló por lo bajo.
Tome las películas y camine hacia el DVD frente a nosotros y puse la película que había llamado más mi atención, camine hacia el sillón y me quede pensando donde me sentaría, había un lugar disponible a la izquierda de Andy pero si me sentaba ahí dejaría a Joe cerca de Andy para joderlo, en cambio sí me sentaba en medio de ambos crearía una barrera entre ambos, Joe sonreía divertido como si supiera lo que pensaba mientras Andy parecía completamente incomodo en el sofá, a paso lento tome mi lugar en medio de ellos, pero en cuanto me senté me puse de pie de un salto, Joe y Andy me observaron extraño y después al sofá sonreí ante sus expresiones.
— ¿Quieren palomitas?
—Claro—respondieron al mismo tiempo y yo reí.
—Tengo naturales, de mantequilla y mi favorito. Sabor Infierno, lo que significa que les harán sorber su nariz y rogar por agua. —Joe sonrió de manera extraña. Andy decidió primero.
—Yo prefiero naturales. —Lo observe decepcionada. — Mi gastritis ya sabes cómo es eso. —Explico avergonzado.
—Yo quiero sorber mi nariz, Alberto le quita lo divertido a las palomitas—Joe sonriera burlonamente y Andy lo ignoro.
—Genial, ya vuelvo.
Cuando regrese Andy estaba cruzado de brazos viendo la pantalla con un gesto en su cara, Joe tenía sus piernas extendidas y su brazo sobre el respaldo del sofá, le entregue el tazón de palomitas naturales a Andy. Joe me arrebato el tazón de palomitas infierno y metió un puño a su boca.
—Apaga las luces se supone que estas películas se ven en la obscuridad. —Dijo con la boca llena y yo rodé los ojos mientras caminaba al apagador, regrese y tome mi lugar entre los chicos, intente tomar el tazón pero Joe se negó a regresarlo y lo mantuvo en su regazo dándome una mirada en la obscuridad lo ignore y tome un puño dirigiendo mi atención a la película.
Tal y como había esperado la película era genial los zombis eran rápidos y destrozaban personas de manera sádica, y eran tan geniales físicamente que si no los amara me asustarían. Joe y yo reímos cuando pelearon por el cuerpo de un hombre y le arrancaron las extremidades en el forcejeo Andy nos observó con cara de asco, de hecho Andy estaba más pálido de lo normal y su tazón de palomitas estaba casi lleno, lo observe tocarse el estómago un par de veces. Al terminar la película Joe encendió las luces y se ofreció a llenar de nuevo el tazón de palomitas y se marchó a la cocina
— ¿Estás bien Andy? ¿Listo para la siguiente película?—Dije sentándome de lado para observarlo, Andy frunció el ceño.
—No creo _________, no me estoy sintiendo bien, creo que debería ir al doctor—murmuro tocando su estómago, una leve capa de sudor llenaba su frente.
— ¿Tan mal te sientes?—asintió con la cabeza— ¿Quieres que te acompañe?
—No estoy bien, quédate veo que te divierten estas películas, yo no soy bueno viendo tanta sangre, lo siento.
—Está bien Andy, vamos no quiero que enfermes.
Ayude a Andy a ponerse de pie, parecía como si en cualquier momento fuera a desmayarse, caminamos en silencio hacia la puerta y se despidió de mí con un gesto de dolor en su rostro.
—Perdón por abandonarte con esa bestia _________, pero prefiero irme antes de que me vea y empiece a joder.
—Entiendo, de verdad, quiero que me mandes un mensaje cuando estés en casa ¿Si?
Andy asintió y camino hacia su coche y se despidió con su mano a lo lejos, entre a la casa cuando ya no lo pude ver. Al llegar a la sala obscura Joe ya estaba sentado en el sofá comiendo palomitas y viendo la otra película.
— ¿Se le acabó el tiempo a cenicienta?—Joe se burló desde el sofá, me deje caer junto a él.
—Se sentía mal, en verdad se veía peor de lo que dijo. —Tome un puño de palomitas.
—Sí que es de estómago delicado, la próxima debería traer las películas de chicas que seguro ve.
—Joe deja de Joder. —Lo note observarme en la oscuridad con una sonrisa.
— ¿Te gusta?—Me ahogue con las palomitas y Joe me miro serio.
—Andy es mi amigo—Dije una vez que me recupere.
—Es obvio que él no quiere ser tu amigo. —Murmuro metiendo otro puño de palomitas en su boca.
—Pues es lo que somos. Además ¿A ti qué demonios te importa?
—Eres tan caliente cuando hablas así— Rodé los ojos, ignorándolo centre mi atención en la película frente a mí.
Joe no volvió a decir nada durante la película, solamente me observo la mayor parte del tiempo lo que era igual de incómodo, de vez en cuando reíamos con lo falso que se veían los intestinos de las personas o con lo fácil que los zombis les abrían el estómago con el dedo meñique, pero aun así me fascinó, así fuera la película más estúpida y falsa me había gustado. Al terminar la película Joe y yo nos quedamos aun riendo, no quería admitirlo pero me lo estaba pasando bien con Joe. Tal vez me equivoque con él.
— ¿Por qué tienen que perseguir a tipas pechugonas en ropa interior?—Joe se carcajeo al escuchar mi pregunta.
—Bueno no esperes que la chica se ponga a vestirse cuando ve que zombis tratan de comérsela.
—Todo el mundo sabe que va a terminar siendo comida de zombi.
—Entonces solo les ahorra la molestia, sería como un dulce sin envoltura—Joe me guiño sonriendo.
—No me convence tu teoría Joe. Admítelo solo les encanta ver tipas medio desnudas corriendo.
—Yo preferiría verte a ti corriendo en ropa interior—Se encogió de hombros y yo lo golpe en el brazo. Joe se carcajeo con una risa melodiosa que resonó por todo mi cuerpo.
—Eso no sucederá.
—Debería intentarlo y perseguirte. —Dijo mientras se inclinaba poniendo el tazón en la mesa frente a nosotros.
— ¿Crees que saldría corriendo por qué me persigues? —Dije burlándome.
Joe me dedico una sonrisa e hizo un flip con su cabello sus ojos verdes brillaron con la luz del televisor el verde en sus ojos era aún más brillante que normalmente, lo sentí acercarse a mi despacio, su respiración estaba fría contra mis labios.
—Deberías huir de mi _______.
Murmuro tan bajo que apenas logre escuchar sus palabras, su voz había sonado tan seria que me dio escalofríos, mi cuerpo se erizo al sentir su mano fría sobre mi cuello mi respiración se detuvo en automático.
—Yo debería...
Joe no termino de hablar y rozo sus labios contra los míos su respiración era pesada y profunda, sus ojos viajaron de mis labios a mis ojos, y después me beso.
Su boca estaba fría como todo su cuerpo pero sus labios eran tan suaves como la seda, Joe profundizo nuestro beso, mis manos viajaron a su cabello y lo acerque hacia mí, separe mis labios y Joe introdujo su lengua en mi boca, era como si antes de besarme hubiera estado comiendo hielo su legua era fría contra la mía era una sensación increíble, la batalla entre el frio y el calor de su lengua y la mía.
Joe me recostó en el sofá despacio sin romper nuestro beso, mi respiración ya se encontraba entrecortada, abrase las caderas de Joe con mis piernas y lo acerque a mí, su gruñido vibro en su garganta haciéndome a mi soltar un gemido en su boca, Joe se movía contra mi lenta y sensualmente haciéndome moverme a mí también, mis manos abandonaron su cabello y fueron a su camiseta blanca, comencé a subirla por sus costados hasta que la saque por su cabeza, Joe me observo y volvió a besarme enterrando sus manos en mis caderas para moverme con él, mis manos se movieron por su marcado abdomen hasta la hebilla de su cinturón, Joe se movió contra mí con más fuerza y otro gemido salió de mi boca, esta vez Joe gruño más fuerte, abandono mis labios comenzó un camino de besos por mi cuello levante mi barbilla para darle mejor acceso, Joe daba ligeras mordidas a mi cuello y yo me arqueaba en respuesta, su respiración era rápida su pecho subía y bajaba, sus manos se apretaron en mí con más fuerza y entonces de la nada Joe se puso de pie de un salto asustándome, me senté en el sofá aturdida y lo observe, sus ojos brillaban, se veían casi fosforescentes.
—Joe...
—Sera mejor que me valla _______, tengo cosas que hacer. —Dijo mientras recogía su camisa y avanzaba a la puerta.
— ¿A las 1 de la madrugada?—Pregunte detrás de él.
—Quédate con las películas, nos vemos luego—Dijo poniéndose su camisa abriendo la puerta de golpe.
— ¿Joe que mierda te sucede?
Joe ya se encontraba afuera de mi casa dándome una mirada extraña que no supe descifrar.
—_______ tengo que....
— ¡JOE!—Una voz lo interrumpió.
Los ojos de Joe se abrieron y se giró hacia la voz, yo hice lo mismo al ver la expresión de Joe, dos chicas venían corriendo las observe mientras esperaban a cruzar la calle, las dos era altas y delgadas bien pasarían por modelos de Victoria Secret, me enfoque en la pelirroja que había gritado, ella era hermosa su piel blanca resaltaba con el rojo intenso de su cabello rizado y sus labios resaltaban pintados de un rojo sangre, ambas vestían completamente de negro acentuando sus delicadas y esbeltas figuras, la segunda chica era igual de hermosa pero poseía un cabello lacio y obscuro, las chicas se acercaron a Joe sonriendo, mi estómago cayó al suelo cuando la pelirroja se lanzó a los brazos de Joe y lo beso en los labios.
—Joe Amor, pensé que no estabas. —Dijo dándole otro beso.
—Karen ¿Qué haces aquí? —Gruño.
Joe me miro un segundo antes de volver a mirar a la zorra en sus brazos. La chica se giró hacia mí y su sonrisa se hizo divertidamente amenazadora.
— ¿Quién es tu amiga? ¿No me vas a presentar?—Murmuro mirándome a los ojos ella poseía unos ojos marrón tan intimidantes que me hizo bajar la mirada.
—Ella es _______ una compañera de la escuela. —Joe murmuro sin mirarme.
—Yo soy Karen, la novia de Joe—Joe abrió la boca pero Karen lo interrumpió—Y ella es Jessie mi cuñada ósea hermana de Joe. — ¿Hermana? Me gire hacia Joe pidiendo respuestas pero el observaba el pasto con sus manos en los bolsillos.
—Mucho gusto _______, es la primera vez que conozco una amiga de mi hermano—la voz de Jessie me saco de mis pensamientos y me gire hacia ella, tenía un par de ojos tan verdes como los de Joe y me sonreía.
—Solo somos compañeros de clase, no sabía que Joe tuviera una hermana—O novia.
Karen sonrió como si pudiera leer mi mente y se colgó aún más de Joe quien aún no se atrevía a mirarme.
—Sí, el no habla mucho sobre mí, actúa como si lo avergonzara. — Respondió Jessie mientras golpeaba a su hermano en el hombro.
El silencio incomodo apareció por lo que pareció una eternidad y Joe seguía sin mirarme, la ira se estaba acumulando y creciendo cada vez más y más en mi interior.
—Bueno yo tengo que entrar ya... gusto en conocerlas.
Ambas chicas sonrieron una más falsa que la otra pero sonrieron, le dedique a Joe una última mirada y esta vez me observaba fijamente, intente la mirada más agresiva e indiferente que sabia y entre a la casa, cerré la puerta lentamente aguantando el deseo de azotarla, escuche sus voces aun afuera y agudice mi oído.
— ¿Que mierda hacen aquí?—Murmuro Joe molesto.
—No. ¿Qué mierda sucede contigo?—Respondió Karen— ¿Enserio? ¿Con ella Joe?
—Karen cierra la boca—Jessie se escuchó enfadada—Vamos a casa este no es lugar para conversar.
Escuche pasos y murmullos alejarse, solté un suspiro y fui escaleras arriba me sentía extraña no sabía porque me importaba lo que ellas pensaran sobre mí, y cada que recordaba la manera en que Joe había evitado mi mirada mi ira se hacía más grande. Tenía ganas de golpearlo fuerte muy fuerte y no detenerme hasta que me sintiera como antes de que el llegara a mi vida. Desde que había llegado aquí Joe había sido como un molesto y enorme grano en el trasero un grano molesto y doloroso aunque era el grano más atractivo que había visto jamás, mi ira creció más aun cuando lo recordé sobre mí en el sofá pero que estúpida fui ¿Como pude ceder así de fácil después de jurar que lo odiaba? Debí echarlo de mi casa en cuanto Andy se fue no quedarme viendo películas en la obscuridad, era obvio que algo como eso iba a ocurrir. Por Dios actué como una tipa urgida y necesitada de caricias, que patética debí haberme visto, prácticamente le arranque la ropa.
Entre a la ducha con todos esos pensamientos atormentándome, no sé cuánto tiempo estuve sumergida en la bañera pero para cuando salí estaba arrugada como una pasa, me coloque mi pijama morada y entre a mi cuarto a cepillar mi cabello, me pase media hora con el cepillo en mis manos antes de darme cuenta que no había empezado a cepillarme enfadada me desquite con mi cuero cabelludo cepillándome con fuerza. Al terminar el cepillo tenía la mitad de mi cabello entre las cerdas, lo lance sobre el peinador me puse de pie, apague la luz y camine hacia mi cama la brisa helada me detuvo a medio camino y note la ventana de mi balcón abierta, camine lentamente hacia él y antes de cerrarlo note a Joe en su balcón observándome, el muy imbécil se atrevió a alzar su mano y saludarme le saque el dedo medio y azote las puertas de mi balcón, coloque las cortinas y me dirigí hacia mi cama.
Ese Idiota.
¿Qué demonios esperaba? ¿Qué le saludara como si nada? Ese hombre era más estúpido de lo que pensé. Me revolví varias veces en mi cama antes de comenzar a llorar cuando pensé en lo decepcionado que estaría mi padre, el nudo invadió mi garganta y el frio hueco en mi pecho se abrió un poco más, abrase mis almohadas intentando sentirme mejor pero todo empeoro yo necesitaba un abrazo de mi padre y eso jamás lo volvería tener, recuerdos de mi padre conmigo inundaron mi cabeza enviando una enorme punzada de dolor a mi pecho, causando más llanto, no sé en qué momento en medio de mi llanto me quede dormida.
Hey chicas gracias por seguir leyendo y comentando ñ_ñ les cuento que subiré 2 capítulos por semana para que no se vallan tan rapido por que aun la sigo escribiendo :/ bueno dicho eso espero que les guste el capitulo ñ_ñ
La Reunión
El sábado en la mañana prepare el desayuno para Sebastián y mamá quien aún dormía. Después de desayunar Sebastián me arrastro hasta el centro comercial para encontrar el regalo perfecto para su amigo Henry, Sebastián estaba decidido a encontrar el juguete más genial del mundo aunque eso costara una fortuna, después de horas de mostrarle juguetes por fin se decidió por un dinosaurio enorme que según lo que entendí era como una mascota, esa cosa era horrenda pero Sebastián se veía emocionado así que lo compre. Cuando llagamos a casa mamá ya estaba despierta viendo T.V con una taza de café en su mano.
— ¿Cómo les fue? ¿Encontraron algo genial para Henry?—Mamá nos observó mientras bebía su taza de café.
—Sí, mira es estupendo, después... ¿Puedes comprar uno para mi mamá? _________ no quiso comprarme uno. —Rodé los ojos con el capricho de mi hermano.
—Claro que si amor, te comprare lo que quieras. — Sebastián se lanzó a los brazos de mi madre haciendo que derramara un poco de café.
—Sebastián. Sube a bañarte y arréglate ya casi es hora. — Sebastián me miro sonriendo y asintió caminando hacia las escaleras con el juguete en sus manos. —Hey dame eso, lo voy a envolver.
Con una mueca en su rostro Sebastián me entrego el juguete y subió corriendo, estaba segura que tenía pensado jugar con él antes de entregárselo a Henry, camine a la cocina con mi madre siguiendo mis pasos de cerca.
—Las cosas para envolver están en el último cajón también hay listones y moños. —busque el papel con estampado de pequeños coches y tome un moño celeste, Mamá se sentó en el taburete frente a mí. — ¿Y? ¿Tienes algo que contarme?
Mire a mi madre de manera extraña antes de comenzar a envolver el regalo de Henry.
— ¿De qué hablas?—pregunte nerviosa sin saber por qué.
—Ya sabes, quiero saber si mi hija está interesada en alguien después de casi dos meses en preparatoria.
Rodé los ojos y suspire.
— ¿Por qué tanto interés?
—Bueno mientras no estabas hablo un chico llamado Andy, preguntando por ti. —Los ojos de mi madre brillaron al decir su nombre.
—Andy es solo un amigo, mamá.
—Es muy amable, al menos por teléfono. —La sonrisa de mi madre me molesto.
—Si Andy es amable, pero solo es mi amigo, así que olvídalo.
Después de unas cuantas preguntas vergonzosas más mi madre se rindió y subió a prepararse para su turno en el hospital, el regalo me había quedado tan bien que no quería que lo destrozara Henry al abrirlo.
Subí las escaleras y tome una ducha rápida antes de que tuviera que dejar a Sebastián quien ya se escuchaba impaciente en la sala. Me coloque unos pantalones cortos de mezclilla, una camisa negra ajustada con la palabra Fuck You en el pecho y unas sandalias, baje las escaleras y me encontré con Sebastián tomado de la mano de mi madre y el regalo en la otra mano.
— ¿Que sucede?—Pregunte observando a mi madre.
—Decidí acompañarlos hasta la casa de Henry.
Mamá le dedico una sonrisa a Sebastián que estaba más que feliz, salimos a la calle y empezamos a caminar por la acera.
— ¡_______!
Mi estómago se apretó cuando escuche la voz de Joe gritando mi nombre, apresure el paso empujando a mi madre y Sebastián esperando que no hubieran escuchado.
— ¡_______!
Joe grito de nuevo, su voz se escuchó más cerca y supe que estaba corriendo tras de mí, mi madre freno en seco y se giró buscando al chico que gritaba mi nombre, los ojos de mi madre brillaron al verlo y después me observo con una risita extraña en su rostro.
Joe se acercó a mí trotando con una sonrisa en su rostro.
—Pensé que no te detendrías—Dijo riendo y después observo a mi madre quien lo veía con curiosidad—Oh, perdón, mi nombre es Joe, Joe Vandergeld—Extendió su mano hacia mi madre.
Su manera de presentarse me recordó a James Bond, reprimí una sonrisa, Joe me observo.
—No me dijiste que también tenías una hermana— ¿Qué? Mi madre sonrió como una adolescente y tomo la mano de Joe.
—Soy Mónica Blake soy la madre de _______—Joe la observo fingiéndose sorprendido ante tal revelación.
—Con todo respeto señora, pero no me lo pareció, es usted muy joven—Joe sonrió mostrando su par de hoyuelos viéndose jodidamente sexy y después hizo esa cosa con su cabello que dejo a mi madre sin aliento, rodé los ojos con tal espectáculo.
— ¿Mamá?—Sebastián dio un jalón a la mano de mamá y ella despertó de su sueño soltando la mano de Joe.
—Joe luego hablamos, en estos momentos no tengo tiempo.—Murmure empujando a mi madre que no se movía.
—Hija él podría acompañarte a dejar a Sebastián, a mí se me hace tarde para el trabajo. —La observe con ojos entrecerrados y ella le sonrió a Joe.
—No es necesario mamá puedo ir sola, Joe tiene cosas que hacer.
Joe se agacho y quedo a la altura de mi hermano.
—Tú eres Sebastián supongo—Sebastián asintió con la cabeza tímido— ¿Te molesta si los acompaño?—Sebastián negó con su cabeza, Joe me miro con una sonrisa victoriosa.
—Bien, entonces me voy— Mi madre se agacho y beso a Sebastián en la mejilla—Diviértete cariño, no molestes a la señora Gibbson... no demasiado.—Se acercó a mí para besar mi mejilla.—Es muy lindo—Susurro en mi oído antes de retirarse y lanzarle una mirada con sonrisa incluida a Joe.—Nos vemos Joe fue un placer conocerte.
—Igualmente señora Blake—Respondió Joe con esa sonrisa suya del millón.
—Oh no, llámame Mónica— ¡Por Dios! mi madre coqueteaba con Joe.
Antes de subir a su camioneta mamá nos lanzó una última mirada y se despidió sonando el claxon.
—_________ vámonos ya. —Sebastián sonó desesperado.
Lo tome de la mano y camine hacia la casa de su amigo, Joe caminaba a mi lado en silencio con una estúpida sonrisa en su rostro.
— ¿No tienes nada mejor que hacer que coquetear con mi madre?—Las palabras salieron sin pensar. Joe me miro sonriendo.
— ¿Celosa?—Lo ignore y me quede callada acelerado mi paso—Linda blusa.
—Tal vez presentía que vendrías a joder.
—Wow que ruda. Sigue hablando así y podrás entrar en mi banda.
Sebastián se detuvo de golpe y se giró hacia Joe.
— ¿Tienes una banda?—Pregunto emocionado.
—Así es, una banda de Rock, la mejor por cierto.
—Wow, ¿Me enseñarías a tocar guitarra?
—Claro, incluso si eres bueno te contratare, serás un imán de chicas. — Sebastián se giró hacia mí sonriendo de forma extrema.
— ¿Escuchaste _________? Tu novio me enseñara a tocar guitarra. —Joe soltó una carcajada y yo enrojecí.
—Él no es mi novio Sebastián y no te enseñara nada— Me gire hacia Joe quien reía animadamente— Y Tú. Deja de trastornar a mi hermano es suficientemente molesto sin la necesidad de una guitarra ruidosa. —Joe sonrió y levanto sus manos en forma de rendición.
— ¿Por qué no es tu novio? Él tiene una banda—Sebastián me dijo las palabras como si fuera la chica más estúpida del mundo.
—Oye se hace tarde, Henry debe estar esperando por ti. —Murmure irritada.
Sebastián sonrió y comenzó a caminar de nuevo, el resto del recorrido fue en silencio pero podía sentir a Joe mirándome, lo ignore tanto como me fue posible. Cuando llegamos a casa de Henry me acerque y toque la puerta, Sebastián saltaba emocionado, la puerta se abrió y apareció la señora Gibbson quien fue empujada segundos después por Henry.
—_________ linda, que gusto verte de nuevo—Me dio un ruidoso beso en la mejilla y observo a la persona detrás de mí— Joe cariño, ¿Cómo estás?—Pregunto sonriendo y dirigiéndome una mirada que decía "Mentirosa".
—Bien, gracias señora Gibbson. —Respondió Joe con sus manos en los bolsillos.
—Mira Henry él es el novio de mi hermana, él tiene una banda de Rock y me enseñara a tocar guitarra ¿Verdad Joe?—Mis ojos se abrieron como patos mientras Henry observaba a Joe como si fuera un súper héroe.
—Claro Sebastián, serás mi guitarrista—Sebastián sonrió emocionado.
—No... Yo... no—Intente aclarar el mal entendido pero Joe se acercó a mi tomándome por la cintura, su mano se sentía fría contra mi cuerpo.
—Bueno diviértete Sebastián, feliz cumpleaños Henry—Henry sonrió y se llevó a Sebastián dentro de la casa—Bueno nosotros nos vamos señora Gibbson.
—Oh claro, _________ linda yo me encargo mañana de entregar a Sebastián al medio día.
—Emm... si gracias—me moví tratando de soltarme del agarre de Joe pero él me apretó más contra su cuerpo.
—Buenas noches señora Gibbson.
Joe se despidió y me arrastro por los escalones de la casa sin soltarme. Me revolví en sus brazos intentando zafarme, Joe deslizo su mano y hundió sus dedos en mi cadera.
—Quédate quieta, aun nos está mirando—Murmuro riendo divertido, me gire y la señora Gibbson seguía afuera de su casa mirándonos con una sonrisa.
—Y eso a mí que me importa. Suéltame.
Joe se detuvo y se giró a verme poniendo sus manos sobre mis hombros.
—Debería importarte, si no te quedas quieta hare algo pero que solo tomarte por la cintura y a la señora Gibbson no le quedara duda alguna de que somos novios y correrá a chismosear con los demás vecinos sobre _______ sola en su casa con su apuesto novio Joe Vandergeld.
—Pero no somos novios. Idiota.
—Uy eso hará el chisme más interesante. Ahora compórtate—En un rápido movimiento Joe coloco su mano en mi cintura de nuevo y comenzó a caminar, me revolví en su agarre— ¡_______!—Murmuro en tono de advertencia.
—No me interesa gracias a ti no me bajan de puta en la escuela qué más da unos cuantos vecinos. Ahora suéltame Joe—Me moví como un demonio tratando de zafarme Joe sonrió diabólicamente sexy.
—Te lo advertí.
Deteniéndose de golpe frente a mí me dedico una sonrisa antes de tomar mi rostro entre sus frías manos, mis ojos se abrieron de pánico al saber lo que iba a hacer, sin reaccionar a tiempo Joe se estampo contra mis labios en un fuerte beso, lleve mis manos a su pecho e intente empujarlo no pude moverlo ni un centímetro Joe movía sus labios sobre los míos apretados, estuve a punto de responderle el beso pero fueron más mis ganas de empujarlo, intente de nuevo golpeando su pecho y después le pegue una bofetada tan fuerte que me dolió la mano. Joe abrió sus ojos verdes sorprendido y llevo su mano a su mejilla. Sonreí.
—La señora Gibbson tendrá un muy buen chisme que contar—Murmure riéndome en su cara.
La mejilla de Joe comenzó a tomar un color escarlata, incluso podía ver mis dedos empezar a marcarse, Joe sonrió.
—Oh ya lo creo que lo tendrá—Y antes de que me diera cuenta Joe me había puesto sobre su hombro.
— ¡JOE! ¿QUE MIERDA TE SUCEDE? ¡BAJAME AHORA!
Joe se carcajeo y siguió caminando a grandes zancadas, note a la señora Gibbson mirarnos con interés. Saque la liga elástica que llevaba en la muñeca y la puse sobre la espalda de Joe la estire tanto como la liga me lo permitió y después la solté causando un lindo y sonoro ruido al golpear la espalda de Joe quien grito de inmediato.
—AAHH QUE MIERDA... ¿CON QUE ME GOLPEASTE _______?
Estire la liga de nuevo y lo volví a golpear más arriba esta vez, el sonido de un grito se volvió a escuchar, eso era muy divertido.
—DEJA DE HACER ESO, ¿ESTAS LOCA?
— ¡BAJAME JOE!—No me respondió y siguió caminando, estire la liga y volví a golpearlo en un nuevo lugar por sus costillas, estaba a punto de reír con su grito cuando sentí un fuerte golpe en mi trasero. — ¡JOE!
Joe se carcajeo, busque un nuevo lugar donde golpearlo y estire la liga.
—Vuelve a golpearme con eso y azotare de nuevo tu lindo culo.
Me quede quieta durante el resto del corto camino, en ocasiones me vi tentada a golpearlo de nuevo pero mi trasero me dolía aún y no me arriesgaría a ser azotada de nuevo por Joe, la señora Gibbson tenía suficiente material para chismosear ahora. Genial.
Al llegar a mi casa Joe se detuvo frente a la puerta de mi casa, note que me bajaría cuando se agacho para poner mis pies en el suelo, aprovechándome de eso estire la liga y la solté sobre su espalda cuando me sentí segura que no podría golpear mi trasero. Joe se quejó.
—AHH DIABLOS _______ ¿TIENES UNA IDEA DE COMO DUELE ESO?
— ¿Tienes una idea de lo incomodo que fue viajar sobre tu hombro?—Joe me ignoro, quitándose su camisa negra sin mangas, mi respiración se detuvo al ver su cuerpo musculoso, los tatuajes de sus brazos se unían en su espalda y pecho, Joder esos tatuajes eran calientes. Y si, tal como en mi sueño tenía un six pack bien marcado en su abdomen pálido, sentí el rubor subir por mis mejillas y aparte la mirada rápido, Joe giro su cabeza tratando de ver su espalda.
—Genial, seguro me quedaran marcas. —Murmuro contorsionándose, se me escapo una risita, Joe me fulmino con la mirada— ¿Tienes algún espejo?— Lo mire extraño.
—Claro que tengo.
—Bien.
Camino hacia mí y trato de abrir la puerta de mi casa, me recargue en la puerta con los brazos extendidos tratando de bloquear el paso.
— ¿Que mierda crees que haces?—gruñí.
—Entrar a tu casa, quiero ver mi espalda.
—Yo también quiero verla, pero mientras te alejas caminando hacia TU casa. — Respondí presionándome más contra la puerta, Joe sonrió mostrándome sus hipnóticos hoyuelos.
—Estoy seguro que si caminara hacia mi casa lo último que me verías seria la espalda, ahora muévete _______.
—Claro que no, no entraras sin camisa a mi casa—Joe rodo los ojos con diversión y eso me hizo sonreír.
—En verdad te gusta pelear conmigo ¿Te causa alguna clase de placer hacerlo? Yo pienso que sí. —Sonrió mordiendo su labio inferior. JODER.
Mis ojos se abrieron y Joe se burló de mi expresión, muy tarde me di cuenta de que lo había dicho para distraerme, Joe tomo mis muñecas con una sola mano me dio la vuelta estrellando mi espalda contra su pecho desnudo, el presiono mis muñecas contra mi pecho, con su mano libre abrió la puerta de mi casa, camino empujándome con su cuerpo, una vez que estuvimos dentro de la casa cerró la puerta con una patada, el golpe de la puerta hizo eco en mi cabeza, Joe coloco su mano libre sobre mi cadera y presiono más mis muñecas sobre mi pecho, sentí sus labios rosar mi cuello, su aliento frio chocaba contra mí. Luche por no temblar en sus brazos.
—Ves. No fue tan difícil dejarme entrar. —Murmuro contra mi cuello y después lentamente me soltó.
Me quede quieta en el mismo lugar mientras Joe analizaba el gran recibidor como si nada. Lo observe, ¡Rayos! él tenía razón, si me diera la espalda definitivamente lo último que vería seria su espalda porque tenía un trasero espectacular, sacudí mi cabeza para alejar aquellos pensamiento y observe su ancha y musculosa espalda en ella había 4 largas rayas rojas, me sentí terriblemente mal y culpable. Joe se giró hacia mí.
— ¿Dónde está el espejo?—Pregunto jugando con la camisa en su mano.
—Emm... arriba pero no creo que sea correcto que tú... —No había terminado de hablar cuando Joe ya se encontraba en lo alto de la escalera.
— ¿En qué puerta?—Apunto el largo pasillo y yo comencé a subir las escaleras.
—Es la última puerta—Joe camino sin esperarme y yo contemple culpable las marcas en su espalda.
Cuando llegue a mi habitación Joe se contorsionaba frente al espejo girando su cabeza de un lado a otro tratando de ver todas las marcas.
—No se ve tan mal— Murmure, Joe me observo a través del espejo con sus manos en las caderas y una sonrisa divertida.
—Sí, bueno espero que no te quejes cuando les cuente a los de la escuela que tú me hiciste esto—Me encogí de hombros— ¿Te da igual? por qué tal vez altere un poco la verdad.
—No es nuevo en ti, te has pasado haciendo eso los últimos meses Joe.
—Tienes razón. —Joe miro hacia mi balcón y sonrió, después camino hacia mí y se detuvo cuando estuvo a solo centímetros de mí. —Eres tan... Extraña _______.
Joe soltó un suspiro y puso sus manos sobre mis hombros, inmediatamente me puse nerviosa pero no lo demostré, al contrario lo observe con ojos entrecerrados mientras se acercaba a mí lentamente.
El timbre de la puerta se escuchó y salí corriendo hacia las escaleras, seguro era Andy. Abrí la puerta tan rápido que Andy me observo divertido.
—Hola—Saludo Andy animado.
—Me alegra tanto verte—Abrase a Andy tomándolo por sorpresa después de unos segundos me abrazo también.
—A mí también me alegra verte _________—Respondió confundido. El sonido de alguien aclarándose la garganta me hizo soltar a Andy.
— ¿Joe?—Andy tenía los ojos abiertos mientras observaba a un Joe sin camisa detrás de mí.
—Hola Alfonso—Respondió Joe indiferente estaba a punto de corregirlo cuando se giró hacia mí. — ¿Puedes darme Hielo?—Suspire.
—Ve a la cocina y tómalo, es esa puerta de ahí. —Joe asintió y nos dio la espalda caminando hacia la cocina.
— ¿Qué diablos le sucedió?
Andy escupió las palabras al ver la espalda de Joe, las 4 líneas se veían peor que antes ahora no solo eran rojas si no que saltaban sobre su piel. Joe se giró hacia nosotros de nuevo.
—Veras Alan, tu amiga aquí presente es una salvaje de uñas afiladas, te diré que llegaste en muy mal momento si sabes a lo que me refiero.
Joe me observo de pies a cabeza y me lanzo una sonrisa que cualquiera mal entendería. Andy abrió su boca sorprendido mientras Joe camino de nuevo a la cocina y se perdió tras la puerta.
—Oye perdón si interrumpí algo, hasta donde yo sé, ayer aún odiabas a Joe. —Las mejillas de Andy estaban rojas.
—No Andy, lo que dijo es mentira, yo sí le hice eso, pero fue con una banda elástica, lo golpee.
—Tu. Golpeaste a Joe—Andy murmuro incrédulo y después sonrió.
— ¿Vas a creer más en el que en mí?—Indignada mire molesta a Andy.
—Claro que no _________, sé que tú no eres como las demás—Andy me sonrió de manera dulce.
—Sí, Si, que bonitos somos todos. ¿Por qué no terminas de entrar Amir?—Sentí un escalofrió al escuchar la voz de Joe tan cerca de mí.
Andy entro y cerró la puerta, las mejillas de Andy estaban rojas y Joe sonrió al verlo.
—Bonita casa _________. —Andy me sonrió. El sonido de Joe fingiendo reprimir una carcajada inundo la entrada. — ¿Algún problema Joe?—Andy se veía furioso.
—Si uno, pero ya tendré tiempo de ocuparme de ello—Joe respondió acercándose a Andy mientras cuadraba sus hombros para tomar toda su estatura, Andy hizo lo mismo pero estaba varios centímetros por debajo de Joe.
— ¿Por qué esperar? arréglalos ahora Joe—La voz de Andy me asusto, Joe le sonrió de manera arrogante y camino hacia mí.
—Créeme lo haría, pero tengo películas que ver con _______.
Joe coloco su brazo sobre mis hombros arrastrándome hacia la sala. Me solté de su agarre. Joe sonrió tumbándose en el sofá.
— ¿No tienes una camiseta?—Andy refunfuño y Joe se carcajeo.
— ¿Que pasa Arturo? ¿Te excita verme sin camisa?
Andy camino furioso hacia Joe, antes de llegar me atravesé en su camino estrellándome contra su pecho, Joe ya se encontraba de pie con una sonrisa divertida en su rostro.
—Joe ponte tu camiseta, o vete de mi casa.
—Bien iré a mi casa por otra camisa y unas películas no quiero intimidar a Alejandro.
Andy intento dar otro paso pero se lo impedí. Joe tomo su camiseta y paso a nuestro lado carcajeándose, lo vi caminar hacia la puerta y no pude evitar contemplar los pequeños huecos al final de su espalda marcada, desvié la mirada de Joe hacia Andy quien respiraba agitadamente, el golpe de la puerta lo relajo visiblemente.
—Es un jodido imbécil.
—Estoy de acuerdo, relájate Andy.
—_________, no creo que lo soporte durante mucho tiempo y no quiero causar una pelea en tu casa no estaría bien.
—No dejare que eso suceda.
Abrase a Andy para calmarlo y me respondió el abrazo, segundos después nuestro abrazo se sintió extraño cuando Andy presiono su rostro sobre mi cabello e inhalo abrazándome más fuerte, lo solté lentamente dando palmaditas en su espalda, Andy soltó un suspiro y después me libero, cuando me observo sabía que eso no terminaría bien, sus enormes ojos azules me observaban diferente. Andy me sonrió y tomo mis manos entre la suyas.
—_________, estoy jodido. —murmuro viendo nuestras manos—muy jodido, yo, no quiero arruinar nuestra amistad...
La puerta se azoto de nuevo y yo sentí un gran alivio, Joe entro a la sala con una nueva camisa color blanco y con una calavera negra en el pecho, camino hacia nosotros concentrado en las pequeñas cajas en sus manos, metiéndose entre Andy y yo me entrego las cajas, le di una mirada a Andy disculpándome por la idiota idea de decir que veríamos películas, Andy me dio una leve sonrisa y camino hacia el sofá, Examine las películas en mis manos y después le di una mirada a Joe quien me sonreía ampliamente.
— ¿Qué? ¿No me digas que te asustan?—Pregunto Joe divertido.
—Qué dices, son mis favoritas. Amo las películas de zombis, he visto tantas que estoy preparada para un apocalipsis—Joe hizo un gesto y después sonrió y se sentó en el sofá dejando un espacio entre él y Andy. Camine hacia Andy y le entregue las películas.
— ¿Cual prefieres Andy? A mí me gustara cualquiera. —Andy analizo las portadas de las cajas con una mueca en su rostro.
—La que tu decidas, estoy seguro que cualquiera tendrá suficiente sangre para marearme. —Joe se burló por lo bajo.
Tome las películas y camine hacia el DVD frente a nosotros y puse la película que había llamado más mi atención, camine hacia el sillón y me quede pensando donde me sentaría, había un lugar disponible a la izquierda de Andy pero si me sentaba ahí dejaría a Joe cerca de Andy para joderlo, en cambio sí me sentaba en medio de ambos crearía una barrera entre ambos, Joe sonreía divertido como si supiera lo que pensaba mientras Andy parecía completamente incomodo en el sofá, a paso lento tome mi lugar en medio de ellos, pero en cuanto me senté me puse de pie de un salto, Joe y Andy me observaron extraño y después al sofá sonreí ante sus expresiones.
— ¿Quieren palomitas?
—Claro—respondieron al mismo tiempo y yo reí.
—Tengo naturales, de mantequilla y mi favorito. Sabor Infierno, lo que significa que les harán sorber su nariz y rogar por agua. —Joe sonrió de manera extraña. Andy decidió primero.
—Yo prefiero naturales. —Lo observe decepcionada. — Mi gastritis ya sabes cómo es eso. —Explico avergonzado.
—Yo quiero sorber mi nariz, Alberto le quita lo divertido a las palomitas—Joe sonriera burlonamente y Andy lo ignoro.
—Genial, ya vuelvo.
Cuando regrese Andy estaba cruzado de brazos viendo la pantalla con un gesto en su cara, Joe tenía sus piernas extendidas y su brazo sobre el respaldo del sofá, le entregue el tazón de palomitas naturales a Andy. Joe me arrebato el tazón de palomitas infierno y metió un puño a su boca.
—Apaga las luces se supone que estas películas se ven en la obscuridad. —Dijo con la boca llena y yo rodé los ojos mientras caminaba al apagador, regrese y tome mi lugar entre los chicos, intente tomar el tazón pero Joe se negó a regresarlo y lo mantuvo en su regazo dándome una mirada en la obscuridad lo ignore y tome un puño dirigiendo mi atención a la película.
Tal y como había esperado la película era genial los zombis eran rápidos y destrozaban personas de manera sádica, y eran tan geniales físicamente que si no los amara me asustarían. Joe y yo reímos cuando pelearon por el cuerpo de un hombre y le arrancaron las extremidades en el forcejeo Andy nos observó con cara de asco, de hecho Andy estaba más pálido de lo normal y su tazón de palomitas estaba casi lleno, lo observe tocarse el estómago un par de veces. Al terminar la película Joe encendió las luces y se ofreció a llenar de nuevo el tazón de palomitas y se marchó a la cocina
— ¿Estás bien Andy? ¿Listo para la siguiente película?—Dije sentándome de lado para observarlo, Andy frunció el ceño.
—No creo _________, no me estoy sintiendo bien, creo que debería ir al doctor—murmuro tocando su estómago, una leve capa de sudor llenaba su frente.
— ¿Tan mal te sientes?—asintió con la cabeza— ¿Quieres que te acompañe?
—No estoy bien, quédate veo que te divierten estas películas, yo no soy bueno viendo tanta sangre, lo siento.
—Está bien Andy, vamos no quiero que enfermes.
Ayude a Andy a ponerse de pie, parecía como si en cualquier momento fuera a desmayarse, caminamos en silencio hacia la puerta y se despidió de mí con un gesto de dolor en su rostro.
—Perdón por abandonarte con esa bestia _________, pero prefiero irme antes de que me vea y empiece a joder.
—Entiendo, de verdad, quiero que me mandes un mensaje cuando estés en casa ¿Si?
Andy asintió y camino hacia su coche y se despidió con su mano a lo lejos, entre a la casa cuando ya no lo pude ver. Al llegar a la sala obscura Joe ya estaba sentado en el sofá comiendo palomitas y viendo la otra película.
— ¿Se le acabó el tiempo a cenicienta?—Joe se burló desde el sofá, me deje caer junto a él.
—Se sentía mal, en verdad se veía peor de lo que dijo. —Tome un puño de palomitas.
—Sí que es de estómago delicado, la próxima debería traer las películas de chicas que seguro ve.
—Joe deja de Joder. —Lo note observarme en la oscuridad con una sonrisa.
— ¿Te gusta?—Me ahogue con las palomitas y Joe me miro serio.
—Andy es mi amigo—Dije una vez que me recupere.
—Es obvio que él no quiere ser tu amigo. —Murmuro metiendo otro puño de palomitas en su boca.
—Pues es lo que somos. Además ¿A ti qué demonios te importa?
—Eres tan caliente cuando hablas así— Rodé los ojos, ignorándolo centre mi atención en la película frente a mí.
Joe no volvió a decir nada durante la película, solamente me observo la mayor parte del tiempo lo que era igual de incómodo, de vez en cuando reíamos con lo falso que se veían los intestinos de las personas o con lo fácil que los zombis les abrían el estómago con el dedo meñique, pero aun así me fascinó, así fuera la película más estúpida y falsa me había gustado. Al terminar la película Joe y yo nos quedamos aun riendo, no quería admitirlo pero me lo estaba pasando bien con Joe. Tal vez me equivoque con él.
— ¿Por qué tienen que perseguir a tipas pechugonas en ropa interior?—Joe se carcajeo al escuchar mi pregunta.
—Bueno no esperes que la chica se ponga a vestirse cuando ve que zombis tratan de comérsela.
—Todo el mundo sabe que va a terminar siendo comida de zombi.
—Entonces solo les ahorra la molestia, sería como un dulce sin envoltura—Joe me guiño sonriendo.
—No me convence tu teoría Joe. Admítelo solo les encanta ver tipas medio desnudas corriendo.
—Yo preferiría verte a ti corriendo en ropa interior—Se encogió de hombros y yo lo golpe en el brazo. Joe se carcajeo con una risa melodiosa que resonó por todo mi cuerpo.
—Eso no sucederá.
—Debería intentarlo y perseguirte. —Dijo mientras se inclinaba poniendo el tazón en la mesa frente a nosotros.
— ¿Crees que saldría corriendo por qué me persigues? —Dije burlándome.
Joe me dedico una sonrisa e hizo un flip con su cabello sus ojos verdes brillaron con la luz del televisor el verde en sus ojos era aún más brillante que normalmente, lo sentí acercarse a mi despacio, su respiración estaba fría contra mis labios.
—Deberías huir de mi _______.
Murmuro tan bajo que apenas logre escuchar sus palabras, su voz había sonado tan seria que me dio escalofríos, mi cuerpo se erizo al sentir su mano fría sobre mi cuello mi respiración se detuvo en automático.
—Yo debería...
Joe no termino de hablar y rozo sus labios contra los míos su respiración era pesada y profunda, sus ojos viajaron de mis labios a mis ojos, y después me beso.
Su boca estaba fría como todo su cuerpo pero sus labios eran tan suaves como la seda, Joe profundizo nuestro beso, mis manos viajaron a su cabello y lo acerque hacia mí, separe mis labios y Joe introdujo su lengua en mi boca, era como si antes de besarme hubiera estado comiendo hielo su legua era fría contra la mía era una sensación increíble, la batalla entre el frio y el calor de su lengua y la mía.
Joe me recostó en el sofá despacio sin romper nuestro beso, mi respiración ya se encontraba entrecortada, abrase las caderas de Joe con mis piernas y lo acerque a mí, su gruñido vibro en su garganta haciéndome a mi soltar un gemido en su boca, Joe se movía contra mi lenta y sensualmente haciéndome moverme a mí también, mis manos abandonaron su cabello y fueron a su camiseta blanca, comencé a subirla por sus costados hasta que la saque por su cabeza, Joe me observo y volvió a besarme enterrando sus manos en mis caderas para moverme con él, mis manos se movieron por su marcado abdomen hasta la hebilla de su cinturón, Joe se movió contra mí con más fuerza y otro gemido salió de mi boca, esta vez Joe gruño más fuerte, abandono mis labios comenzó un camino de besos por mi cuello levante mi barbilla para darle mejor acceso, Joe daba ligeras mordidas a mi cuello y yo me arqueaba en respuesta, su respiración era rápida su pecho subía y bajaba, sus manos se apretaron en mí con más fuerza y entonces de la nada Joe se puso de pie de un salto asustándome, me senté en el sofá aturdida y lo observe, sus ojos brillaban, se veían casi fosforescentes.
—Joe...
—Sera mejor que me valla _______, tengo cosas que hacer. —Dijo mientras recogía su camisa y avanzaba a la puerta.
— ¿A las 1 de la madrugada?—Pregunte detrás de él.
—Quédate con las películas, nos vemos luego—Dijo poniéndose su camisa abriendo la puerta de golpe.
— ¿Joe que mierda te sucede?
Joe ya se encontraba afuera de mi casa dándome una mirada extraña que no supe descifrar.
—_______ tengo que....
— ¡JOE!—Una voz lo interrumpió.
Los ojos de Joe se abrieron y se giró hacia la voz, yo hice lo mismo al ver la expresión de Joe, dos chicas venían corriendo las observe mientras esperaban a cruzar la calle, las dos era altas y delgadas bien pasarían por modelos de Victoria Secret, me enfoque en la pelirroja que había gritado, ella era hermosa su piel blanca resaltaba con el rojo intenso de su cabello rizado y sus labios resaltaban pintados de un rojo sangre, ambas vestían completamente de negro acentuando sus delicadas y esbeltas figuras, la segunda chica era igual de hermosa pero poseía un cabello lacio y obscuro, las chicas se acercaron a Joe sonriendo, mi estómago cayó al suelo cuando la pelirroja se lanzó a los brazos de Joe y lo beso en los labios.
—Joe Amor, pensé que no estabas. —Dijo dándole otro beso.
—Karen ¿Qué haces aquí? —Gruño.
Joe me miro un segundo antes de volver a mirar a la zorra en sus brazos. La chica se giró hacia mí y su sonrisa se hizo divertidamente amenazadora.
— ¿Quién es tu amiga? ¿No me vas a presentar?—Murmuro mirándome a los ojos ella poseía unos ojos marrón tan intimidantes que me hizo bajar la mirada.
—Ella es _______ una compañera de la escuela. —Joe murmuro sin mirarme.
—Yo soy Karen, la novia de Joe—Joe abrió la boca pero Karen lo interrumpió—Y ella es Jessie mi cuñada ósea hermana de Joe. — ¿Hermana? Me gire hacia Joe pidiendo respuestas pero el observaba el pasto con sus manos en los bolsillos.
—Mucho gusto _______, es la primera vez que conozco una amiga de mi hermano—la voz de Jessie me saco de mis pensamientos y me gire hacia ella, tenía un par de ojos tan verdes como los de Joe y me sonreía.
—Solo somos compañeros de clase, no sabía que Joe tuviera una hermana—O novia.
Karen sonrió como si pudiera leer mi mente y se colgó aún más de Joe quien aún no se atrevía a mirarme.
—Sí, el no habla mucho sobre mí, actúa como si lo avergonzara. — Respondió Jessie mientras golpeaba a su hermano en el hombro.
El silencio incomodo apareció por lo que pareció una eternidad y Joe seguía sin mirarme, la ira se estaba acumulando y creciendo cada vez más y más en mi interior.
—Bueno yo tengo que entrar ya... gusto en conocerlas.
Ambas chicas sonrieron una más falsa que la otra pero sonrieron, le dedique a Joe una última mirada y esta vez me observaba fijamente, intente la mirada más agresiva e indiferente que sabia y entre a la casa, cerré la puerta lentamente aguantando el deseo de azotarla, escuche sus voces aun afuera y agudice mi oído.
— ¿Que mierda hacen aquí?—Murmuro Joe molesto.
—No. ¿Qué mierda sucede contigo?—Respondió Karen— ¿Enserio? ¿Con ella Joe?
—Karen cierra la boca—Jessie se escuchó enfadada—Vamos a casa este no es lugar para conversar.
Escuche pasos y murmullos alejarse, solté un suspiro y fui escaleras arriba me sentía extraña no sabía porque me importaba lo que ellas pensaran sobre mí, y cada que recordaba la manera en que Joe había evitado mi mirada mi ira se hacía más grande. Tenía ganas de golpearlo fuerte muy fuerte y no detenerme hasta que me sintiera como antes de que el llegara a mi vida. Desde que había llegado aquí Joe había sido como un molesto y enorme grano en el trasero un grano molesto y doloroso aunque era el grano más atractivo que había visto jamás, mi ira creció más aun cuando lo recordé sobre mí en el sofá pero que estúpida fui ¿Como pude ceder así de fácil después de jurar que lo odiaba? Debí echarlo de mi casa en cuanto Andy se fue no quedarme viendo películas en la obscuridad, era obvio que algo como eso iba a ocurrir. Por Dios actué como una tipa urgida y necesitada de caricias, que patética debí haberme visto, prácticamente le arranque la ropa.
Entre a la ducha con todos esos pensamientos atormentándome, no sé cuánto tiempo estuve sumergida en la bañera pero para cuando salí estaba arrugada como una pasa, me coloque mi pijama morada y entre a mi cuarto a cepillar mi cabello, me pase media hora con el cepillo en mis manos antes de darme cuenta que no había empezado a cepillarme enfadada me desquite con mi cuero cabelludo cepillándome con fuerza. Al terminar el cepillo tenía la mitad de mi cabello entre las cerdas, lo lance sobre el peinador me puse de pie, apague la luz y camine hacia mi cama la brisa helada me detuvo a medio camino y note la ventana de mi balcón abierta, camine lentamente hacia él y antes de cerrarlo note a Joe en su balcón observándome, el muy imbécil se atrevió a alzar su mano y saludarme le saque el dedo medio y azote las puertas de mi balcón, coloque las cortinas y me dirigí hacia mi cama.
Ese Idiota.
¿Qué demonios esperaba? ¿Qué le saludara como si nada? Ese hombre era más estúpido de lo que pensé. Me revolví varias veces en mi cama antes de comenzar a llorar cuando pensé en lo decepcionado que estaría mi padre, el nudo invadió mi garganta y el frio hueco en mi pecho se abrió un poco más, abrase mis almohadas intentando sentirme mejor pero todo empeoro yo necesitaba un abrazo de mi padre y eso jamás lo volvería tener, recuerdos de mi padre conmigo inundaron mi cabeza enviando una enorme punzada de dolor a mi pecho, causando más llanto, no sé en qué momento en medio de mi llanto me quede dormida.
Hey chicas gracias por seguir leyendo y comentando ñ_ñ les cuento que subiré 2 capítulos por semana para que no se vallan tan rapido por que aun la sigo escribiendo :/ bueno dicho eso espero que les guste el capitulo ñ_ñ
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Okey Acabo de organizarme con las novelas y decidi que queden asi:
Lunes: Conociendo a 50 Sombras
Martes: Devilish Temptation
Miercoles: Amore Joe&Tu
Jueves: Conociendo a 50 Sombras
Viernes: Devilish Temptation.
Lunes: Conociendo a 50 Sombras
Martes: Devilish Temptation
Miercoles: Amore Joe&Tu
Jueves: Conociendo a 50 Sombras
Viernes: Devilish Temptation.
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
gracias por el cap!!!!!! :D
esperaré al día que toque para leer el resto!
esperaré al día que toque para leer el resto!
helado00
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Hay dios y la vas a dejar alli? Sigue pliz
*annie d' jonas*
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
aaaahhh!!!... como que joe tiene novia????....
chelis
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Capítulo 5
Amiga, Enemiga.
La ira me abordo de nuevo a la mañana siguiente no importo cuan molesta o cuanto odiara a Joe, a mi subconsciente pareció no importarle porque en cuanto me dormí soñé con él, no fue el típico sueño erótico de siempre pero había soñado con Joe, él había entrado por mi balcón como siempre lo hacía, pero ahora era diferente, él me había dado un casto beso en los labios antes de acostarse a mi lado y atraerme hacia él para después abrazarme y consolarme mientras yo lloraba y parloteaba cosas sobre mi padre, Joe me abrazaba y frotaba mi espalda mientras yo sollozaba en su pecho incluso le dije un par de malas palabras recordándole lo imbécil que era y el solo se había reído diciendo que lo sabía.
La tarde del domingo fue una completa mierda habían dejado a Sebastián en casa y la tranquilidad se había esfumado. Cuando mamá despertó se encargó de lidiar con él y yo me senté a ver las demás películas de Joe... ¿Qué? No por odiarlo voy a desperdiciar mis películas favoritas, los Zombis no tenían la culpa. Las películas eran realmente buenas, pensé que ya había visto todas las películas sobre Zombis pero Joe tenía 3 que yo jamás escuche mencionar y eran excesivamente sangrientas justo como me gustaban.
Cuando termine de ver la última ya estaba obscuro y mamá se había ido a trabajar dejando a Sebastián dormido en su cuarto, me levante y quite la película dispuesta a subir a mi habitación, apague el equipo y las luces de la sala. Subía por las escaleras cuando sonó el timbre, soltando un suspiro de molestia baje los pocos escalones a un paso lento el timbre sonó insistente, abrí la puerta con un fuerte ¡QUE! Joe sonrió del otro lado.
— ¿Interrumpo?—Murmuro sonriendo ocasionando que sus hoyuelos se asomaran.
Observe a Joe con ojos entrecerrados y después cerré la puerta azotándola en su cara tan fuerte que desee lograr golpearlo, me deslice por la puerta hasta el piso, Joe respondió con una fuerte carcajada al otro lado de la puerta.
— ¿En serio _______? Esa reacción solo me hace pensar que estas celosa.
Enfadada me puse de pie de un salto y abrí la puerta, Joe me sonrió de lado satisfecho mientras hacía un flip con su cabello, me cruce de brazos y me recargue en el marco de la puerta.
—Sabía que saldrías si te provocaba.
Ladee mi cabeza sin responder y Joe se cruzó de brazos imitando mi acción ladeando su cabeza de manera jodidamente sexy.
—Quería explicarte algunas cosas _______—Murmuro y después balanceo su peso.
—A mí no me tienes que explicar nada Joe, tu vida me da exactamente igual. —Dije de manera más calmada y Joe apretó sus labios.
—Entonces. ¿Por qué carajos estás molesta?
Solté una risa nerviosa tratando de escucharme burlona.
—No estoy molesta.
—El enseñarme tu dedo medio anoche y cerrar la puerta en mi cara hace unos minutos me dice lo contrario _______.
— ¿Y por qué te sorprende? no es la primera vez que te enseño mi dedo, todo sigue igual Joe, lo que paso en el sofá no cambia nada, aun creo que eres un imbécil y me caes terriblemente mal.
Eso era la respuesta más estúpida que había dado en toda mi vida y esperaba que Joe no lo notara, el me observaba detenidamente escaneando mi rostro en busca de algún indicio de que mentía, después soltó una risa negando con su cabeza.
—Ah _______, eres tan extraña.
—Deja de decir que soy extraña, el que no me arrastre ante ti como todas no me convierte en extraña.
La sonrisa de Joe se ensancho y sus hoyuelos se hicieron más profundos.
—Tu estas tan loca por mí como todas.
Solté una risa y me gire hacia mi casa mostrándole a Joe que no caería en su juego.
—_______, solo bromeo, ¿Hablemos quieres?—Joe me tomo por la muñeca.
—No entiendo de que quieres hablar Joe. — Dije liberando mi muñeca.
—Sobre lo de ayer por la noche, Karen no es mi novia—Solté una risa incrédula y Joe me observo— Lo que digo es cierto.
—Créeme me tiene sin cuidado si es tu novia o no Joe, solo déjame en paz.
Entre rápido a mi casa y trate de cerrar la puerta lo más rápido posible pero Joe uso su pie para impedírmelo.
—Mueve tu estúpido pie Joe—Él se rio—No es gracioso idiota.
—Es gracioso el que intentes huir de mí para que no note lo celosa que estas.
¿Qué? ¿Celosa yo? Joe comenzaba a cansarme, era tan estúpidamente arrogante que daba por hecho que el sol salía por el cada día, Joe era el tipo de chico que podía fingir ser un ángel ante todo el mundo para conseguir lo que quiere, el seria capas de fingir todo si recibiría algo a cambio, y el saberlo me molestaba sabía que había usado sus encantos no solo con mi madre y la señora Gibbson si no conmigo y seguro con miles de chicas más, me sentía estúpida al saber que caí la noche anterior, si Joe no se hubiera detenido no quiero saber en qué hubiera terminado aquello.
—Termina de decir lo que quieres y despues vete Joe, ya quiero ir a dormir.
—Karen no es mi novia...
—Eso ya lo dijiste
— ¿Me vas a dejar terminar?—lo observe molesta y él sonrió—No voy a negar que salí un tiempo con ella pero jamás le di el título de novia, chicas como ella no lo merecen.
—Que tranquilidad saberlo. —Murmure sarcástica— Si ya terminaste...
—Aun no termino, respecto a mi hermana, ella estudia fuera del país nadie la conoce así que no vi necesidad de hablar sobre ella, si no lo has notado yo no hablo mucho sobre mi vida personal.
— ¿Entonces qué haces explicándome a mi Joe?
—No tengo ni puta idea, solo no quería que pensaras cosas que no son.
—No entiendo cómo podría pensar mal. —Murmure.
Joe me sonrió haciendo que sus hoyuelos se notaran, me perdí completamente al verlo, por más que estuviera molesta no podía negar lo atraída que estaba hacia Joe él era un hombre atractivo a mas no poder, sus ojos verdes brillaban a la luz de la luna al igual que su obscuro cabello, sus manos en sus bolsillo lo hacían lucir indefensamente peligroso no sabía cómo lograba ese aspecto pero él era toda una estrella de Rock.
— ¿Entonces? ¿Ya no estas molesta?
Su voz me saco de mis pensamientos, lo mire confusa y él me sonreía.
—No estaba molesta.
—Te creo, entonces me voy, te dejare dormir— Asentí con la cabeza. —Buenas noches _______.
Joe se inclinó de manera lenta y aun así no pude moverme sabía que iba a besarme, una parte de mí no quería impedirlo, pero mi parte de venganza si, cuando estuvo a centímetros de mi rostro sonreí.
—Buenas noches Joe.
Dije sonriendo mientras daba un paso hacia atrás y cerraba la puerta en su rostro, la carcajada de Joe me hiso sonreír.
—Te crees muy lista ¿He? No puedes escapar _______.
Me recargue en la puerta sonriendo como estúpida esperando las próximas palabras de Joe, minutos despues supe que él ya se había ido dejándome confundida, subí las escaleras hacia mi habitación, tome una ducha rápida y me coloque mi pijama negra que consistía únicamente en un corto vestido de seda y unas bragas negras, me recosté en mi cama para leer un rato, pero la sonrisa en mi rostro no dejaba concentrarme, cerré mi libro y lo deje en la mesita de noche, apague las luces para quedarme en la extraña obscuridad de mi habitación, la luz de la luna se hizo presente lentamente dándome un ligero alivio, mis parpados comenzaron a pesar cada vez más y más.
La familiar silueta borrosa apareció sobre mi acariciando mi rostro con su mano fría, sonreí con el contacto, el peso de su cuerpo presionaba el mío de manera excitante, note que mis sabanas y cobertor habían desaparecido, Joe se movió acomodándose mejor sobre mí, su mano bajo a mi cuello y su mano libre voló a mi cadera, el enterró su rostro en el espacio entre mi cuello y mi hombro y aspiro con fuerza, mi piel se erizo en segundos, mis manos estaban contra su pecho frio y desnudo, Joe recorrió mi cuello con su nariz y labios hasta llegar hasta mi oído dándole un mordisco a mi lóbulo.
—Te dije que no escaparías. —Susurro de manera sensual haciéndome estremecerme en sus brazos.
Su mirada sostuvo la mía durante segundos, analicé sus verdes ojos que ya brillaban de esa forma extraña y fosforescente, mordí mi labio esperando el siguiente movimiento pero todo parecía indicar que no haría nada más, medite sobre si debía besarlo o no, todo aquello era un sueño ¿Que si lo besaba? De todas formas al despertar todo quedaría en mis recuerdos únicamente, con esa idea tome valor y moví mis manos hasta el cuello de Joe para atraerlo hacia mis labios, levante mi cabeza de la almohada lo necesario para unir nuestros labios, la sonrisa de Joe sobre mis labios me hiso sonreír también. Nuestro beso comenzó lento y sensual nuestras lenguas solo se rosaban incitándonos a más, Joe se apretó más a mi recorriendo con sus manos mi cuerpo profundizando el beso, ahora era de manera salvaje y ruda, sentir a Joe apretarse contra mí me volvía loca, recorrí su ancha espalda desnuda con mis manos, sus labios dejaron los míos y como si leyera mi mente bajo a mi cuello con besos y mordidas húmedas, solté un gemido sin poder detenerlo, Joe mordió mi cuello mientras me tomaba por las caderas y se giraba para dejarme sobre el en cuestión de segundos, sentada a horcajadas sobre el acaricie su pecho despacio delinee el contorno de sus tatuajes, Joe tomo mi mano y se sentó quedando a centímetros de mi rostro su mano libre se enredó en mi cabello y me acerco a él con fuerza en un beso insistente, mi corazón se aceleró de inmediato. Libere mi mano y lance mis brazos a su cuello presionándome contra él, atrape su gruñido en mis labios y vibro en mi pecho, Joe movió sus manos a mis caderas y de forma rápida me saco la pijama dejándome desnuda de la parte superior al igual que él, sus labios volvieron a los míos y sus manos frías recorrieron mi espalda de arriba a abajo la respiración de ambos era fuerte y entrecortada, el frio de su pecho contra el mío se sentía malditamente bien, sus labios dejaron los míos y bajaron por mi mandíbula a mi cuello deje caer mi cabeza hacia atrás, todos mis sentidos estaban despiertos funcionando al mismo tiempo las sensaciones comenzaban a marearme, me sujete con fuerza de los hombros de Joe y él me sostuvo por la cintura, girándose me recostó de nuevo, me sonrió antes de besarme otra vez, mis parpados pesaban cansados, las manos frías de Joe se hacían lentas sobre mi cuerpo hasta que se detuvieron, volvió a acariciar mi rostro como en un inicio dejando un beso lento sobre mis labios para despues alejarse.
—Nos vemos _______. —Murmuro antes de depositar un último beso en mis labios.
El sol entro por el balcón tan brillante que molestaba, mis ojos ardían de solo intentar abrirlos, parpadee lentamente acostumbrándome a la luz cegadora, minutos despues logre mantenerlos abiertos con un gesto en mi rostro, frote mis ojos una última vez antes de sentarme en la cama, la habitación giraba a mi alrededor, mi cuerpo se sentía como si tuviera resaca, la misma sensación de mi primera noche en esta casa seguro enfermaría, moví mis piernas fuera de la cama y camine hasta el cuarto de baño, abrí el grifo y moje mi rostro, el agua fría me despertó lo necesario como para notar mi reflejo en el espejo ¿Qué Demonios? Yo estaba casi desnuda. Sin entender nada observe mi reflejo medio desnudo, mi mente comenzó a girar y girar trayendo imágenes de mi sueño con Joe, maldije por lo bajo mientras caminaba de regreso a mi habitación encontrando mi pijama en el suelo junto a mi cama.
El resto de la mañana me la pase recordando mi sueño y evitando a Joe como me fue posible, a la hora del almuerzo le rogué a Andy para comer en el campo o en cualquier otro lugar que no fuera la cafetería.
—No comeré afuera. Yo quiero mis papas fritas. —Murmuro Andy arrastrándome por los pasillos.
—Bien cómpralas y te veo afuera. —Respondí tratando de liberarme.
—Eso no sucederá.
Andy me empujo dentro de la cafetería y de inmediato sentí las miradas sobre mí, era como si toda la cafetería conociera mis sueños pervertidos, podía sentir todas las miradas pero una en especial atravesó la sala, Joe me observaba desde su mesa con una sonrisa en su rostro de inmediato desvié la mirada y me escondí tras el cuerpo de Andy quien pedía la orden de papas, cuando le entregaron la orden se giró hacia mi sonriendo y paso su brazo libre sobre mis hombros, no puse resistencia alguna y agradecí el escudo humano mientras pasábamos frente a la mesa de Joe que reía animadamente con sus compañeros, lo ignore encogiéndome más junto a Andy, mi corazón latió con fuerza cuando escuche parte de la conversación de Joe.
—Tengo aun las cicatrices en mi espalda—Los amigos de Joe se carcajearon con él.
Ese idiota les contaba lo que sucedió el sábado y seguro les distorsionaría la historia sobre las marcas como lo había prometido, me desplome en mi silla molesta mientras Andy se sentaba frente a mí depositando la orden de papas en la mesa, comimos en silencio durante varios minutos.
— ¿Y cómo te fue el sábado?—Pregunto Andy mientas tomaba una papa del plato.
—Bien... ¿Tú fuiste al doctor? no te veías muy bien. —Dije intentando desviar la atención de mí.
Andy metió unas papas a su boca y sacudió sus manos mientras me observaba.
—No fue necesario... —Andy se inclinó sobre la mesa— ¿Paso algo despues de que me fui _______?
Mi corazón latió con fuerza, intente mantener mi expresión facial serena y en un solo color, Andy entrecerró sus ojos mientras fijaba su mirada hacia la mesa de Joe, mis palmas comenzaron a sudar, Andy me había atrapado, seguro toda la escuela ya lo sabía, abrí mi boca a punto de soltarme a llorar y contarle todo a Andy.
—Hola _______—La voz de Joe me erizo la piel en segundos—Hola Alonso.
Joe se sentó junto a mi poniendo su brazo en el respaldo de mi silla, podía sentir mi corazón latiendo en mis oídos estaba segura que estaba sufriendo un ataque cardiaco ya no podía sentir mi brazo izquierdo. ¿O es el derecho? Da igual no podía sentir nada en mi cuerpo ni siquiera podía moverme, ubique el rostro de Andy frente a mí, todo su rostro estaba rojo y sus puños cerrados sobre la mesa incluso mis puños estaban cerrados clavando mis uñas en mis palmas.
— ¿Qué? ¿Ya no saludan?—Joe pregunto riendo.
— ¿Qué es lo que quieres Joe?—Dijo Andy molesto.
—Contigo nada, solo te saludo porque soy educado Aron. —Joe se giró a verme. — ¿Cómo estas _______?
—Estoy bien Joe, y no tengo intenciones de pelear hoy contigo, tengo un terrible dolor de cabeza—Respondí cubriendo mi rostro con las manos.
— ¿Dolor de cabeza? ¿Qué tan malo?
Joe retiro mis manos de mi rostro y despues me obligo a verlo mientras me examinaba como si fuera un doctor. Retire sus manos de mi rostro y el espero mi respuesta.
— ¿Qué tan malo? Del nivel Joe así de malo—Murmure.
Esperaba una carcajada o comentario sarcástico de Joe pero él solo apretó sus labios formando una dura línea.
—Lo siento—Murmuro.
Lo observe sin entender, Andy estaba igual o más confundido que yo su color ahora era más rojo que antes no creí que eso fuera posible.
— ¿Por qué lo sien...
No pude terminar mi pregunta por qué una voz melosa pasó sobre la mía y de inmediato supe quién era la dueña, el rostro de Joe me lo termino de confirmar.
—JOE AMOR—Grito Karen a media cafetería.
Me gire a verla, ella venía haciendo su camino como si se tratara de una pasarela de modas, no pude evitar sentir envidia, Karen balanceaba sus caderas enfundada en una minifalda negra ajustada y sobre la falda vestía un top blanco y solo eso, estaba más segura que nada que la zorra no llevaba sostén alguno y para terminar con su look llevaba un par de botas negras hasta el muslo, su cabello rojo caía como casadas de fuego sobre su pecho y espalda, molesta me gire de nuevo hacia Andy quien tenía la boca abierta contemplando a Karen, rodé mis ojos y observe a Joe quien también la observaba con ceño fruncido.
—Te llama tu novia no oficial—Le murmure.
—_______....
Joe había comenzado a hablar pero no termino, unos brazos se enredaron sobre su cuello desde atrás, el rostro de Karen apareció a un lado del rostro de Joe depositando un beso en su mejilla dejando sus labios rojos marcados.
—Te estuve buscando como loca.
Karen me lanzo una mirada de arrogancia antes de rodear a Joe y sentarse en sus piernas, la ignore y me enfoque en Andy quien ya había superado su sock y ahora me observaba.
—Hola... ¿_______ cierto?—Dijo Karen de manera inocente.
—Sí. Hola—Respondí por lo bajo y ella sonrió.
— ¿Y quién es él? ¿Es tu novio _______?—Karen sonreía mirando hacia Andy.
—Son solo amigos Karen—Joe respondió de manera fría.
—Pues harían una linda pareja, cualquiera diría que nos novios.
—PUES NO LO SON. —Respondió Joe alzando la voz.
Toda la cafetería estaba observando ahora o tal vez ya lo estaban haciendo pero hasta ese momento yo no lo había notado, Karen me observaba de manera asesina mientras Joe apretaba su puño sobre la mesa, mire hacia Andy tomando mi libro de la mesa y metiéndolo a mi bolso, le hice una señal apuntando la puerta y el asintió.
—Bueno supongo que tienen mucho de qué hablar, nosotros nos vamos.
—_______...
—No Joe déjalos, tal vez tienen un romance secreto—Karen sonrió echando sus brazos al cuello de Joe.
Observe a Joe unos segundo antes de colgarme mi bolso y caminar hacia la puerta de la cafetería con Andy pisándome los talones, definitivamente Karen me odiaba era más que obvio una mujer se puede dar cuenta fácilmente cuando alguien es falsa contigo y la única verdad es que te quiere muerta y bajo tierra. Cuando me encontré en los pasillos de la escuela tuve un ligero alivio sobre mí, el silbido de Andy tras de mí me puso furiosa.
—No sabía que Joe tuviera novia—Murmuro riendo y yo quise golpearlo.
Camine por el pasillo ignorándolo y él me alcanzo rápido caminando junto a mí.
—Ella me cae bien. —Siguió hablando.
Contuve las inmensas ganas de golpear a Andy con mi bolso en la cabeza, ¿Cómo podía decir que le cae bien Karen? Acelere mi paso y me despedí de Andy de la manera menos grosera posible. Corrí hacia los sanitarios y entre empujando la puerta de forma violenta, agradecí que el baño estuviera solo, camine de lado a lado controlando mi ira hacia la pelirroja y el idiota de Andy, la puerta rechino al abrirse, me gire hacia ella quedándome muda al ver quien había entrado.
—Hola _______. —Jessie me sonreía desde la puerta. — ¿Estas bien? Te vez algo pálida.
Jessie camino hacia mí y se recargo en el lavamanos mirándome con sus ojos verdes.
—Sí, yo estoy bien, solo desperté con un dolor de cabeza horrible, no debí venir hoy.
—Ya veo.
Ella me observo con una sonrisa en su rostro e increíblemente unos hoyuelos aparecieron, rodee los ojos al recordar a su estúpido hermano.
—Tenía entendido que estudias fuera del país, ¿Estas de vacaciones?
Jessie soltó una risita melódica mientras se sentaba sobre el lavamanos y cruzaba las piernas.
— ¿Eso te dijo Joe? Sí. Bueno me transferí, hoy es mi primer día de clases aquí.
—Genial eso quiere decir que ahora tú serás la observada y me dejaran en paz.
—Ah, no importa estoy acostumbrada a las miradas, —Ella sonrió—Karen también está aquí.
Jessie me observo mientras me daba la fatídica noticia. Genial tendré 2 personas torturándome personalmente.
—Ah, lo imagine acabo de verla en la cafetería.
—Siento que ella sea una perra, _______. —Mis ojos se abrieron y me gire hacia Jessie—Yo no soy como ella, si la trato y nos llevamos bien pero ella solo lo hace porque está obsesionada con Joe.
—Me doy cuenta de eso.
—Te considera un peligro entre ella y Joe.
—Que pierda cuidado Joe no me interesa.
Esto era demasiado extraño, Jessie estaba siendo demasiado amable, bien podría ser un plan entre ella y Karen para vigilar al enemigo y yo no caería.
—No es ninguna clase de plan _______. —Mi corazón latió con fuerza. —No me veas así es obvio que pienses eso.
—Yo no quiero tener problemas con nadie y menos por un idiota como Joe, perdón sé que es tu hermano pero...
—Ya lo sé y estoy de acuerdo, Joe tiene sus momentos de estupidez, bastante seguido de hecho, pero es un buen... chico cuando lo llegas a conocer.
La observe en silencio unos segundos, Jessie no tenía esa mirada fría y arrogante que Karen me daba tal vez decía la verdad, tal vez no era como Karen, o tal vez de eso se trataba todo eso y ella estaba haciendo un buen trabajo de actuación.
—Entiendo que no confíes en mí, pero no tengo intención de engañarte ni ayudar a Karen, además tú me caes bien.
Jessie sonreía de manera inocente y casi me convencía, no sabía que responderle yo no la conocía del todo, el timbre anunciando el final del almuerzo me salvo, lave mis manos rápido antes de caminar a la puerta.
— ¿Que clase tienes?—Pregunto Jessie bajando del lavamanos de un salto.
—Am. Pintura.
—Ahh yo también ¿Tu en que aula? ¿A5?
Soltando un suspiro de resignación asentí y Jessie esbozo una sonrisa saltando hacia mí.
—Genial compartiremos una clase.
Enlazo su brazo con el mío y nos empujó hacia el pasillo caminando con un paso delicado y decidido, en la clase se sentó junto a mí, Jessie bromeaba conmigo sobre su hermano, de verdad no era nada parecida a Karen, de manera extraña el poco tiempo que habíamos platicado me hizo confiar en ella y aumentar mi curiosidad.
— ¿Tu y Joe son gemelos o algo así?
—No. Joe es un año mayor que yo. Él está repitiendo su último año por eso vamos igual.
—Así que perdió un año—Murmure concentrándome en la pintura frente a mí.
—No lo perdió por ser idiota créeme, ese año tuve unos problemas Joe solo fue en mi rescate.
Las clases restantes se fueron más rápido de lo normal agradecí no compartir ninguna clase con la odiosa de Karen, al terminar las clases me encontré con Jessie junto a Karen colgada del cuello del Joe en el estacionamiento, los ignore fingiendo buscar algo en mi bolso mientras pasaba junto a ellos, Jessie me llamo.
—Adiós _______. Te veo mañana.
Grito alzando su mano despidiéndome, sonreí apenas y Karen la asesino con la mirada, me aleje a pasa acelerado y logre escuchar parte del pleito entre Karen y Jessie, seguro la estaba colgando por atreverse a dirigirme la palabra.
Sebastián y yo caminamos hacia la casa en silencio o al menos yo lo hacía, Sebastián saltaba mientras platicaba todo su emocionante día junto a su amigo Henry, trate de ignorarlo lo más posible, mi dolor de cabeza no había disminuido y solo quería llegar a casa a dormir, mi cuerpo se sentía pesado a cada paso, sentía como si toda mi energía se esfumara cada hora que pasaba. A duras penas logre entrara a la casa Sebastián corrió escaleras arriba y se encerró en su cuarto, yo no pude hacer lo mismo así que me desplome en el sofá y me quede profundamente dormida.
Hola chicas como están? espero que muy bien, ya listas para navidad? ñ_ñ bueno me tengo que ir espero que disfruten el capitulo y comenten :) Gracias por leer las quiero <3
MileyCyruZ
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Creo que no son sueños!!!!... Y que joe si se cuela en su habitación!!!..... Odio a la tal Karen!!!!!....
chelis
Re: Devilish Temptation.©(Hell, Yes) Joe & Tu (Hot)
Si...esos ya no me parecen sueños!! hmm...
Gracias por el cap! Espero al sigas prontito! :D
Gracias por el cap! Espero al sigas prontito! :D
helado00
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Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
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Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
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Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
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