Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 10 de 52. • Comparte
Página 10 de 52. • 1 ... 6 ... 9, 10, 11 ... 31 ... 52
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Pido disculpas por no haber subido capítulo. No tuve luz ni internet los últimos días, por eso estuve un poco alejada.. Espero que las lectoras que no pudieron comentar vuelvan pronto! Ahora sí, el cap...
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Capítulo 11.
El almuerzo del jueves se sintió extraño. Nosotros tres, los de siempre, estábamos sentados comiendo juntos, mientras el resto comía en la mesa de los Populares. Nos lanzaban miradas desde allí, cansados de los besuqueos de la nueva pareja de moda.
La clase de química fue una tortura. Ni bien entré al aula y vi a la pareja, sentados juntos, reprimí el dolor que apuñalaba mi pecho. Me ubiqué en mi lugar, demasiado cerca del suyo para mi gusto, y esperé que Niall o el profesor llegaran para distraerme. El primero llegó en primer lugar, casi corriendo, ataviado de libros que sostenía con ambas manos.
— ¿Qué hacés con todo eso?— le pregunté, entre risas.
— ¿Podés creer que tengo que leer libros y estudiar? ¿YO?— bromeó, sarcástico.
—El “hombre del partido” no debería ser tratado como el resto de los mortales. — consentí, dándole un pequeño golpe de puño en el hombro.
— ¿Y vos no empezaste a estudiar?
—No, ya sabés, soy de las que se dan cuenta tarde de todo lo que hay por hacer.
—Me di cuenta…— murmuró.
No pude ni siquiera iniciar a analizar lo que había dicho, pues el profesor Cowell había atravesado la puerta con una expresión más enojada que de costumbre. Eso sólo podía indicar que estaba a punto de hacernos sufrir, sufrir mucho.
—Ya saben que estamos en la mitad del primer trimestre, alumnos, y aún no los he evaluado. — dijo, paseándose entre los asientos con las manos entrelazadas en su espalda. —Y, ya que hoy tenemos tiempo suficiente, he decidido evaluar sus conocimientos con un examen sorpresa. — Las expresiones conjuntas de descontento se escuchaban por lo bajo como sonido de fondo.
—Nada de quejas, señores y señoras, tienen dos horas. Procedo a entregarles las consignas. Pueden trabajar con sus compañeros de laboratorio. La nota es individual, los estaré observando.
Nos pusimos a trabajar de inmediato. Sabíamos bien que hacer, y eso nos simplificaba mucho la tarea. Además, somos un buen equipo, nos conocemos, y sabemos cómo coordinar nuestras acciones a la perfección. Hicimos todas las soluciones, ácidos y experimentos que el papel señalaba. Terminamos media hora más tarde, los primeros del grupo. Cowell nos felicitó y nos puso un 10 a cada uno.
Para mi sorpresa, Mariana y Harry terminaron pocos minutos después, y fueron calificados con notas bastante altas para los dos. Chocaron los cinco, felices.
Carla, detrás de nosotros se rió, nerviosa. No tenía ni la más pálida idea sobre qué hacer, y dejaba que su novio hiciera todo el trabajo. Él tampoco sabía demasiado, las cosas no le estaban saliendo de acuerdo al plan. Cuando la hora pactada hubo terminado, el resto de la clase ya había sido calificada. Cowell se paró al lado de su banco, muy consternado, observando todos los frasquitos y vasos de soluciones a medio terminar.
— ¿Qué es esto?— preguntó irritado.
—Hice todo lo que pude, profesor. — se lamentó el castaño, mirando a Carla, claramente culpándola por su fracaso.
—Le doy un cuatro por el esfuerzo, Tomlinson. Estudie más para a próxima. En cuanto a usted, señorita…
La morena de rulos vio lo que se avecinaba e intentó cubrirse, bromeando con el profesor.
— ¡Pero, profe! ¡Si todo el mundo se da cuenta que tenemos química!— rió. Sonaba histérica, con la voz algunas octavas más aguda que lo normal.
—Señorita Hammington, voy a tener que hablar con sus padres.
—Pero papá está ocupado en la oficina, y mamá…— se defendió.
—No me importa, van a tener que hacerse un tiempo para ocuparse de usted. — sentenció. Carla se puso colorada, parecía a punto de romper en llanto. Se contuvo, y enseguida reacomodó su careta, cubriéndolo todo.
Ni siquiera tuve que acercarme a él, porque él me buscó primero. Niall y Liam nos observaban mientras practicaban juntos. El rubio parecía un poco desconcentrado, sin prestarle atención a lo que estaba haciendo. Su rostro denotaba que el curso de sus pensamientos me involucraba. Dejé de mirarlos. No podían hacerme sentir mal, no estaba haciendo nada malo.
—Mar, ¿Cómo andas?— me preguntó, sonriente. Desconfié, nunca me había hablado así. “Seguro necesita algo”, pensé. Nadie me hablaba si había oportunidad de evitarme, mucho menos el rey de la secundaria, esa era la regla y no la excepción.
—Muy bien, ¿vos?— respondí, temerosa, mientras comenzaba con nuestra práctica. Le pasaba la pelota, luego continuaba corriendo hacia adelante para que él me la devolviera, y así sucesivamente, formando una pared, agilizando nuestro pique.
—Bien… ¿Complicado el examen de Cowell, no?
—Más o menos. — mentí. Me había parecido bastante fácil, en realidad, pero no podía contestarle eso. No cuando llevaba semanas sin llamarme nerd ni nada parecido. No cuando parecía estar de buen humor, dispuesto a entablar una conversación.
—Seguro para vos fue fácil, si sos muy inteligente. — siguió, leyéndome la mente. Noté un avance en su terminología para referirse a mí. Había dicho Inteligente. Sonreí.
—A vos te despedazó, ¿qué pasó?
—Nada, la verdad me regaló nota. — rió, un poco agitado por la carrera, con esa voz entrecortada que el deporte te hacía adoptar a veces. — No entiendo nada, y Carly no me ayudó mucho que digamos.
—Es complicado. — consentí.
Corrimos un poco más en silencio. No quería romperlo y decir ninguna estupidez. Miré a mi alrededor. En la tribuna vacía, Lourdes charlaba con Mariana, un poco escondidas. Lo hacían animadamente, no me prestaban atención. Seguro me querrían matar si me vieran, al menos Lu lo haría. Mariana probablemente se pondría un poco celosa. Hay algo en la manera en que actúa que me hace dudar de su “amistad” con Lou, yo creo que ella siente algo más. A su vez, su relación tan cercana con Harry siembra aún más incógnitas. Ellos se miran como si fueran el uno para el otro, con ojos de enamorados, miradas pícaras, sinceras, compenetrantes.
Miré para el otro lado y crucé miradas con Niall. Me sonrió, aún corriendo con toda su potencia. Por un momento, sus ojos parecieron cansados, o tal vez tristes. Le sonreí y dejé de ver esa pena en él. Mi mente seguramente me jugaba malas pasadas, tratando de confundirme.
—Te quería hacer una pregunta. — dijo Louis cuando terminamos con los sucesivos ejercicios. Estaba muy transpirado, y yo obviamente estaba empapada en sudor. Yo, un asco total. Él puso los brazos en jarra, y la camiseta se le pegaba a su figura delgada y con el toque justo de musculatura. Como la tela era blanca, se le transparentaban algunos de sus tatuajes. Era un modelo directamente salido de la pasarela.
—Decime. — contesté sin mirarlo. Todo en él era una distracción que no necesitaba. Me saqué los botines, las medias, y me puse mis zapatillas, sentada en el verde y mullido césped. El pelo se me pegaba a la cara mojada, mis ojos claros, de un color que nunca supe describir, pero que es una mezcla de verde con celeste, se achicaban por el sol poniente que me enfocaba con su blanca luz.
—Seguro estás muy ocupada, ¿pero no te interesaría ayudarme un poco a entender química?
— ¿No te puede ayudar Niall?— inquirí, sin mala intención. Me parecía raro que un ofrecimiento de ese estilo proviniese de él. —Digo, él es tu amigo y es mucho más rápido que yo para estas cosas…
—No me sabe explicar, se harta. No me tiene paciencia. — sonrió, con una de sus sonrisas traviesas que ocultan cosas secretas. Su barba incipiente era lo único que me recordaba que ya no es un niño. —Es verdad que es mi amigo, pero ni que nosotros fuéramos enemigos…— empezó a decir. –Puede que a veces te moleste, pero soy así, no me doy cuenta. — murmuró, nervioso.
—No tengo problema en ayudarte, pero… ¿Y Carla? No creo caerle muy bien. — Ni siquiera me puse a pensar en lo que me había dicho. No podía recordarlo y abrir las heridas ya cerradas. Ese capítulo había concluido.
—No, ella no tiene problema. — rió. — Confía en mí. Además, ¿somos amigos, no?
—Amigos. — sonreí, sin una pizca de falsedad. Ese momento se asemejó lo suficiente a la felicidad que buscaba, y lo abracé con ganas.
El almuerzo del jueves se sintió extraño. Nosotros tres, los de siempre, estábamos sentados comiendo juntos, mientras el resto comía en la mesa de los Populares. Nos lanzaban miradas desde allí, cansados de los besuqueos de la nueva pareja de moda.
La clase de química fue una tortura. Ni bien entré al aula y vi a la pareja, sentados juntos, reprimí el dolor que apuñalaba mi pecho. Me ubiqué en mi lugar, demasiado cerca del suyo para mi gusto, y esperé que Niall o el profesor llegaran para distraerme. El primero llegó en primer lugar, casi corriendo, ataviado de libros que sostenía con ambas manos.
— ¿Qué hacés con todo eso?— le pregunté, entre risas.
— ¿Podés creer que tengo que leer libros y estudiar? ¿YO?— bromeó, sarcástico.
—El “hombre del partido” no debería ser tratado como el resto de los mortales. — consentí, dándole un pequeño golpe de puño en el hombro.
— ¿Y vos no empezaste a estudiar?
—No, ya sabés, soy de las que se dan cuenta tarde de todo lo que hay por hacer.
—Me di cuenta…— murmuró.
No pude ni siquiera iniciar a analizar lo que había dicho, pues el profesor Cowell había atravesado la puerta con una expresión más enojada que de costumbre. Eso sólo podía indicar que estaba a punto de hacernos sufrir, sufrir mucho.
—Ya saben que estamos en la mitad del primer trimestre, alumnos, y aún no los he evaluado. — dijo, paseándose entre los asientos con las manos entrelazadas en su espalda. —Y, ya que hoy tenemos tiempo suficiente, he decidido evaluar sus conocimientos con un examen sorpresa. — Las expresiones conjuntas de descontento se escuchaban por lo bajo como sonido de fondo.
—Nada de quejas, señores y señoras, tienen dos horas. Procedo a entregarles las consignas. Pueden trabajar con sus compañeros de laboratorio. La nota es individual, los estaré observando.
Nos pusimos a trabajar de inmediato. Sabíamos bien que hacer, y eso nos simplificaba mucho la tarea. Además, somos un buen equipo, nos conocemos, y sabemos cómo coordinar nuestras acciones a la perfección. Hicimos todas las soluciones, ácidos y experimentos que el papel señalaba. Terminamos media hora más tarde, los primeros del grupo. Cowell nos felicitó y nos puso un 10 a cada uno.
Para mi sorpresa, Mariana y Harry terminaron pocos minutos después, y fueron calificados con notas bastante altas para los dos. Chocaron los cinco, felices.
Carla, detrás de nosotros se rió, nerviosa. No tenía ni la más pálida idea sobre qué hacer, y dejaba que su novio hiciera todo el trabajo. Él tampoco sabía demasiado, las cosas no le estaban saliendo de acuerdo al plan. Cuando la hora pactada hubo terminado, el resto de la clase ya había sido calificada. Cowell se paró al lado de su banco, muy consternado, observando todos los frasquitos y vasos de soluciones a medio terminar.
— ¿Qué es esto?— preguntó irritado.
—Hice todo lo que pude, profesor. — se lamentó el castaño, mirando a Carla, claramente culpándola por su fracaso.
—Le doy un cuatro por el esfuerzo, Tomlinson. Estudie más para a próxima. En cuanto a usted, señorita…
La morena de rulos vio lo que se avecinaba e intentó cubrirse, bromeando con el profesor.
— ¡Pero, profe! ¡Si todo el mundo se da cuenta que tenemos química!— rió. Sonaba histérica, con la voz algunas octavas más aguda que lo normal.
—Señorita Hammington, voy a tener que hablar con sus padres.
—Pero papá está ocupado en la oficina, y mamá…— se defendió.
—No me importa, van a tener que hacerse un tiempo para ocuparse de usted. — sentenció. Carla se puso colorada, parecía a punto de romper en llanto. Se contuvo, y enseguida reacomodó su careta, cubriéndolo todo.
——————————————————————————————————————————————————————
Por la tarde, se ausentó al entrenamiento. Aproveché para poder hacer grupo con Louis. Tal vez ya tenía novia, pero aún podía ser su amiga, ¿no?Ni siquiera tuve que acercarme a él, porque él me buscó primero. Niall y Liam nos observaban mientras practicaban juntos. El rubio parecía un poco desconcentrado, sin prestarle atención a lo que estaba haciendo. Su rostro denotaba que el curso de sus pensamientos me involucraba. Dejé de mirarlos. No podían hacerme sentir mal, no estaba haciendo nada malo.
—Mar, ¿Cómo andas?— me preguntó, sonriente. Desconfié, nunca me había hablado así. “Seguro necesita algo”, pensé. Nadie me hablaba si había oportunidad de evitarme, mucho menos el rey de la secundaria, esa era la regla y no la excepción.
—Muy bien, ¿vos?— respondí, temerosa, mientras comenzaba con nuestra práctica. Le pasaba la pelota, luego continuaba corriendo hacia adelante para que él me la devolviera, y así sucesivamente, formando una pared, agilizando nuestro pique.
—Bien… ¿Complicado el examen de Cowell, no?
—Más o menos. — mentí. Me había parecido bastante fácil, en realidad, pero no podía contestarle eso. No cuando llevaba semanas sin llamarme nerd ni nada parecido. No cuando parecía estar de buen humor, dispuesto a entablar una conversación.
—Seguro para vos fue fácil, si sos muy inteligente. — siguió, leyéndome la mente. Noté un avance en su terminología para referirse a mí. Había dicho Inteligente. Sonreí.
—A vos te despedazó, ¿qué pasó?
—Nada, la verdad me regaló nota. — rió, un poco agitado por la carrera, con esa voz entrecortada que el deporte te hacía adoptar a veces. — No entiendo nada, y Carly no me ayudó mucho que digamos.
—Es complicado. — consentí.
Corrimos un poco más en silencio. No quería romperlo y decir ninguna estupidez. Miré a mi alrededor. En la tribuna vacía, Lourdes charlaba con Mariana, un poco escondidas. Lo hacían animadamente, no me prestaban atención. Seguro me querrían matar si me vieran, al menos Lu lo haría. Mariana probablemente se pondría un poco celosa. Hay algo en la manera en que actúa que me hace dudar de su “amistad” con Lou, yo creo que ella siente algo más. A su vez, su relación tan cercana con Harry siembra aún más incógnitas. Ellos se miran como si fueran el uno para el otro, con ojos de enamorados, miradas pícaras, sinceras, compenetrantes.
Miré para el otro lado y crucé miradas con Niall. Me sonrió, aún corriendo con toda su potencia. Por un momento, sus ojos parecieron cansados, o tal vez tristes. Le sonreí y dejé de ver esa pena en él. Mi mente seguramente me jugaba malas pasadas, tratando de confundirme.
—Te quería hacer una pregunta. — dijo Louis cuando terminamos con los sucesivos ejercicios. Estaba muy transpirado, y yo obviamente estaba empapada en sudor. Yo, un asco total. Él puso los brazos en jarra, y la camiseta se le pegaba a su figura delgada y con el toque justo de musculatura. Como la tela era blanca, se le transparentaban algunos de sus tatuajes. Era un modelo directamente salido de la pasarela.
—Decime. — contesté sin mirarlo. Todo en él era una distracción que no necesitaba. Me saqué los botines, las medias, y me puse mis zapatillas, sentada en el verde y mullido césped. El pelo se me pegaba a la cara mojada, mis ojos claros, de un color que nunca supe describir, pero que es una mezcla de verde con celeste, se achicaban por el sol poniente que me enfocaba con su blanca luz.
—Seguro estás muy ocupada, ¿pero no te interesaría ayudarme un poco a entender química?
— ¿No te puede ayudar Niall?— inquirí, sin mala intención. Me parecía raro que un ofrecimiento de ese estilo proviniese de él. —Digo, él es tu amigo y es mucho más rápido que yo para estas cosas…
—No me sabe explicar, se harta. No me tiene paciencia. — sonrió, con una de sus sonrisas traviesas que ocultan cosas secretas. Su barba incipiente era lo único que me recordaba que ya no es un niño. —Es verdad que es mi amigo, pero ni que nosotros fuéramos enemigos…— empezó a decir. –Puede que a veces te moleste, pero soy así, no me doy cuenta. — murmuró, nervioso.
—No tengo problema en ayudarte, pero… ¿Y Carla? No creo caerle muy bien. — Ni siquiera me puse a pensar en lo que me había dicho. No podía recordarlo y abrir las heridas ya cerradas. Ese capítulo había concluido.
—No, ella no tiene problema. — rió. — Confía en mí. Además, ¿somos amigos, no?
—Amigos. — sonreí, sin una pizca de falsedad. Ese momento se asemejó lo suficiente a la felicidad que buscaba, y lo abracé con ganas.
Última edición por FearlessStayer el Sáb 01 Mar 2014, 9:01 pm, editado 3 veces
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
*MARINA TRAIDORA TU NO RIES TU NO LLORASSS*
no puedo creerlo osea, va a explicarle a ese tarado quimica? que se joda por forro e imbecil, encima que ay no no puede ser, QUE HICISTE MARINA! NO CAIGAS EN SUS REDES!
por otro lado, me copa que en el almuerzo el harry y la mariana nos hagan caras y chistes, ya me caen bien :D (para mi que entre esa lourdes y mariana van a explotar el colegio o algo asi... lo sospecho)
sigo odiando a carla
:)
LuuPayne
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Oh, Louis... Loui... Tommo.
Síguela pronto x.
Síguela pronto x.
{@idrunkniall.}
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
qUERIA hacerrme la gran CARLA pero no me puedo resistir. Tengo que comentar.
LFSDKSGHÑÑGJFG AMO COMO VA SALIENDO TODOOOOOOOOOOOOO, MARINA TENE CUIDADO CON EL LUIGI.
siguela :bye:
LFSDKSGHÑÑGJFG AMO COMO VA SALIENDO TODOOOOOOOOOOOOO, MARINA TENE CUIDADO CON EL LUIGI.
siguela :bye:
marytomlinson
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
LuuPayne escribió:
*MARINA TRAIDORA TU NO RIES TU NO LLORASSS*
no puedo creerlo osea, va a explicarle a ese tarado quimica? que se joda por forro e imbecil, encima que ay no no puede ser, QUE HICISTE MARINA! NO CAIGAS EN SUS REDES!
por otro lado, me copa que en el almuerzo el harry y la mariana nos hagan caras y chistes, ya me caen bien :D (para mi que entre esa lourdes y mariana van a explotar el colegio o algo asi... lo sospecho)
sigo odiando a carla
:)
Yo sí rio y lloro mucho. La Mar de la nove, no sé. Tal vez es algo traidora, pero vos la traicionaste con Mariana y ni te importó(? Jjaja
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Oh my Louis :D{@idrunkniall.} escribió:Oh, Louis... Loui... Tommo.
Síguela pronto x.
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
No te hagas la Carla, Porfi. Esa va a tener que dejar un comentario por cada capítulo que lea, es ley. Ya va a cobrar. Jajajaj Marina tiene cuidado, no te preocupes!marytomlinson escribió:qUERIA hacerrme la gran CARLA pero no me puedo resistir. Tengo que comentar.
LFSDKSGHÑÑGJFG AMO COMO VA SALIENDO TODOOOOOOOOOOOOO, MARINA TENE CUIDADO CON EL LUIGI.
siguela :bye:
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Capítulo 12.
La semana siguiente fue un caos. La mitad del trimestre indicaba que los profesores debían tener algún registro de nuestro desempeño en clase, por lo cual todos habían fechado exámenes para los mismos días. No me preocupaba demasiado, porque confío en mi memoria y en mi auto—exigencia (que jamás me dejaría rendir una prueba sin haber estudiado hasta el hartazgo, y mucho menos reprobar). Ayudé durante esa semana a mi ahora amigo (¿de verdad?) Louis, yendo a su casa casi todos los días para explicarle un poco de la materia que tanto lo aquejaba. Siempre me invitaba a quedarme un rato más, para jugar a la play, al fútbol, o simplemente charlar un rato. En realidad había cambiado su actitud hacia mí, y podía notar que no era la falsedad lo que lo causaba. Ese tiempo extra me aseguraba poder seguir creyendo eso, al igual que sus sonrisas honestas, transparentes.
Lo estaba conociendo más, sabiendo un poco más de su vida. Me contó que sus padres se divorciaron cuando él era aún muy pequeño, que jamás logró superarlo, y que eso es muchas veces lo que lo pone de mal humor. Las parejas solían deprimirlo al recordarle lo que había perdido, y por mucho tiempo no creyó en el amor.
También descubrí cosas que no quería saber, como que a Carla le encantan tal o cual canciones, que ella canta muy bien, que su auto fue importado directamente desde Italia… Pero, bueno, haciendo un balance, lo positivo era bastante superior a lo negativo.
Nuestros encuentros eran secretos, ya que él no quería que su novia se enterara de que estaba estudiando sin ella (ya que ella también necesitaba ayuda urgente con esa materia), y yo tampoco quería que mis amigos supieran de ellos, que me juzgaran y criticaran.
Otros encuentros secretos eran los que organizábamos con Harry y Mary, evitando ser juzgados por andar con nosotros, los marginados. A mis amigos no les era nada fácil lidiar con la época de exámenes. Niall y yo, que compartimos todas las materias y estamos bastante avanzados con el contenido, nos propusimos explicarles a nuestros amigos, enseñarles, ayudarles, mientras la pasábamos bien juntos. Por eso, llevábamos a nuestras salidas grupales toneladas de libros, que aprovechábamos a leer mientras comíamos, así aclarábamos dudas y sembrábamos un poco de debate.
Esa tarde de viernes en que finalizamos esa agobiante semana, salimos a festejar. Ni Niall ni Harry podían unírsenos, ya que ya habían quedado para salir a bailar con Louis y Zayn, entonces organizamos una salida de chicas.
—Siéntanse como en su casa.— sonrió Mariana cuando nos hizo pasar a su departamento, muy bien situado en el centro de la ciudad. Estaba realmente en un punto estratégico, muy cercano a diversos sitios de entretenimientos: cines, restaurantes, centros comerciales…
Nos mostró su habitación, amplia, completamente pintada de blanco, y con un enorme ventanal que daba al pulmón del edificio, donde los árboles daban vida y oxígeno a todos los habitantes. Su cubrecamas, almohadones, muebles y hasta su computadora, todos los objetos eran de distintas tonalidades de rosa. Me llamó la atención su gran armario, con la ropa organizada por colores, y con puertas completamente espejadas, en las que muchas veces la sorprendimos mirándose. Era, en resumen, una habitación muy femenina.
Los peluches invadían su cama, principalmente personajes de Disney, de los muppets… Divisé un enorme peluche en “tamaño real” del gato de Cheshire e inmediatamente me adueñé de él, sentándome y poniéndolo sobre mi regazo como si fuera real. Lourdes se sentó a mi lado y la dueña de casa optó por sentarse en su trono: la silla de su escritorio.
—¿Qué querés hacer?— le preguntó Lu. Estaba lista para lo que fuera: desde tener que salir a bailar, toda una pesadilla, hasta sufrir un cambio de Look.
—Nada, ¿quieren comer en frente?— respondió, muy simple, señalando hacia el centro comercial que se ubicaba cruzando la avenida.
Lourdes y yo la miramos sorprendidas.
—Perdonen, es que no me gusta ir a bailar.— se excusó, recogiéndose el cabello que le llegaba por debajo de la cintura en una cola de caballo.
Cruzamos para comer en el McDonald’s del lugar. Lourdes parecía estar esperando que nuestra amiga se pusiera a contar calorías, mas ella devoró su comida tan ferozmente como nosotras. Es más, Lourdes quedó rezagada, habiéndosele revuelto el estómago mientras las dos rubias hablábamos sobre los rumores extraños que giran en torno a los componentes secretos de las tan famosas hamburguesas. Nos burlamos de ella, con cariño, por supuesto. Por una vez, mostraba debilidad ante algo.
Volvimos a su casa muy tarde, pero no estábamos cansadas. Nos pusimos los pijamas, el mío compuesto por una vieja camiseta de fútbol y unos shorts que había encontrado tirados en mi casa, el de mi amiga de pelo azul, por una remera de su banda favorita y unos shorts. Mary no contrastaba con nosotras para nada, vistiendo una vieja remera, obtenida en uno de sus muchos viajes por el mundo, y pantalones cortos.
Nos recostamos sobre los colchones que habíamos dispuesto en el suelo y comenzamos a charlar. Un chisme llevó al otro, y ese chisme llevó a otro tema. Los temas se iban derivando sucesivamente, cada vez poniéndose más profundos. Así, llegamos a hablar sobre nuestras realidades, a conocernos de verdad.
—No te entiendo, sos divertida.— se quejó Lu, sin que la rubia pudiera entender a qué se refería.
—Ella quiere decir que sos muy divertida, demasiado como para ser popular.— expliqué.
—Bueno, lo tomo como un halago…— rió ella.
— De verdad.— siguió mi mejor amiga.—Si sos divertida, sos vos misma, ¿por qué sos popular?—
—Lourdes, No podés preguntarle a la gente por qué es popular…— la reté. No quería que alguno de sus comentarios acabara costándonos la pérdida de una bonita amistad.
—Bueno, en realidad siempre quise ser popular desde que era chiquita. Como a esa edad estaba haciendo muchos castings como modelo, los chicos en el jardín de infantes y en la primaria me trataban mal. Ya saben cómo pueden ser de crueles los niños, y ellos siempre me maltrataban verbal y hasta físicamente porque…— hizo una pausa.— En realidad, no sé por qué. Tal vez era envidia, tal vez bronca. O tal vez simplemente no les gustaba.—
—Tal vez esos nenes eran unos tontos.— masculló Lu. Ambas comprendíamos lo que es ser objeto de burlas, de atosigamiento, acoso escolar, pero nunca nos habríamos imaginado que Mariana había sufrido lo mismo.
—El único que me hacía caso, que me defendía, era Harry, y somos amigos desde que tengo memoria…— dijo. Se volvió a interrumpir. Podíamos notar en su mirada que sus recuerdos la llevaban a algún lugar oscuro en su pasado.—Yendo al grano, desde entonces siempre quise caerle bien a la gente, hacer lo posible por agradarle a todos, ser popular, para poder evitar repetir la misma historia.—
La entendimos. Muchas veces habíamos sentido lo mismo, habíamos charlado, soñando con un futuro en que nosotros, los marginados, hubiésemos crecido como personas, hubiésemos alcanzado el éxito a nuestra manera, y pudiéramos demostrarles nuestro valor a quienes nos hicieron sufrir.
—¿Quién lo diría? Una popular marginada, con razón nos caés bien.— bromeó Lourdes, tratando de diluir la atmósfera de depresión.
—Sos una de nosotras.— afirmé.— La diferencia es que vos lograste infiltrarte.
Continuamos charlando hasta las cinco de la mañana. Descubrimos que ninguna de nosotras jamás había tenido novio, aunque ella iba un paso adelante que nosotras, al haber dado ya su primer beso. Nos confesamos nuestros miedos, que eran similares: soledad, rechazo, vivir en las sombras, no poder salir de ellas. Cuando todos los temas profundos estuvieron cubiertos, volvimos al chisme y a la difusión de rumores.
—¿Sabían que Zayn todavía duerme con su osito de peluche?— rió Lourdes, dispuesta a develar felizmente todos los secretos.
—No sé cómo puede ser tan tierno y tonto dentro de su casa y tener la reputación de chico malo que todos ven…— suspiré. A pesar de parecer un chico oscuro, misterioso, Zayn siempre había sido un hermano protector, de esos que se ponen delante de una pelota, arriesgando su integridad, para evitar un aterrizaje no deseado en el rostro de su hermanita. Siempre lo había visto como un chico bueno, un poco distraído, mas últimamente, su exterior no se condice con su interior. Es posible que este último también haya sufrido cambios grandes. Su hermana odiaba esos cambios con todo su ser.
—Tal vez es porque se acuesta con la mitad de la escuela…— murmuró Mary. Nuestra conversación había bajado considerablemente su volumen. Hablábamos acostadas en nuestras improvisadas camas, a oscuras. Los pajaritos afuera habían comenzado a cantar. A esa altura, el sueño comenzó a borronear los contornos de mis recuerdos, y sólo puedo recordar las conversaciones a medias. No faltaba mucho para el amanecer, y seguíamos despiertas. El intercambio de rumores duró unos cuantos minutos más, hasta que las tres quedamos profundamente dormidas.
La semana siguiente fue un caos. La mitad del trimestre indicaba que los profesores debían tener algún registro de nuestro desempeño en clase, por lo cual todos habían fechado exámenes para los mismos días. No me preocupaba demasiado, porque confío en mi memoria y en mi auto—exigencia (que jamás me dejaría rendir una prueba sin haber estudiado hasta el hartazgo, y mucho menos reprobar). Ayudé durante esa semana a mi ahora amigo (¿de verdad?) Louis, yendo a su casa casi todos los días para explicarle un poco de la materia que tanto lo aquejaba. Siempre me invitaba a quedarme un rato más, para jugar a la play, al fútbol, o simplemente charlar un rato. En realidad había cambiado su actitud hacia mí, y podía notar que no era la falsedad lo que lo causaba. Ese tiempo extra me aseguraba poder seguir creyendo eso, al igual que sus sonrisas honestas, transparentes.
Lo estaba conociendo más, sabiendo un poco más de su vida. Me contó que sus padres se divorciaron cuando él era aún muy pequeño, que jamás logró superarlo, y que eso es muchas veces lo que lo pone de mal humor. Las parejas solían deprimirlo al recordarle lo que había perdido, y por mucho tiempo no creyó en el amor.
También descubrí cosas que no quería saber, como que a Carla le encantan tal o cual canciones, que ella canta muy bien, que su auto fue importado directamente desde Italia… Pero, bueno, haciendo un balance, lo positivo era bastante superior a lo negativo.
Nuestros encuentros eran secretos, ya que él no quería que su novia se enterara de que estaba estudiando sin ella (ya que ella también necesitaba ayuda urgente con esa materia), y yo tampoco quería que mis amigos supieran de ellos, que me juzgaran y criticaran.
Otros encuentros secretos eran los que organizábamos con Harry y Mary, evitando ser juzgados por andar con nosotros, los marginados. A mis amigos no les era nada fácil lidiar con la época de exámenes. Niall y yo, que compartimos todas las materias y estamos bastante avanzados con el contenido, nos propusimos explicarles a nuestros amigos, enseñarles, ayudarles, mientras la pasábamos bien juntos. Por eso, llevábamos a nuestras salidas grupales toneladas de libros, que aprovechábamos a leer mientras comíamos, así aclarábamos dudas y sembrábamos un poco de debate.
Esa tarde de viernes en que finalizamos esa agobiante semana, salimos a festejar. Ni Niall ni Harry podían unírsenos, ya que ya habían quedado para salir a bailar con Louis y Zayn, entonces organizamos una salida de chicas.
—Siéntanse como en su casa.— sonrió Mariana cuando nos hizo pasar a su departamento, muy bien situado en el centro de la ciudad. Estaba realmente en un punto estratégico, muy cercano a diversos sitios de entretenimientos: cines, restaurantes, centros comerciales…
Nos mostró su habitación, amplia, completamente pintada de blanco, y con un enorme ventanal que daba al pulmón del edificio, donde los árboles daban vida y oxígeno a todos los habitantes. Su cubrecamas, almohadones, muebles y hasta su computadora, todos los objetos eran de distintas tonalidades de rosa. Me llamó la atención su gran armario, con la ropa organizada por colores, y con puertas completamente espejadas, en las que muchas veces la sorprendimos mirándose. Era, en resumen, una habitación muy femenina.
Los peluches invadían su cama, principalmente personajes de Disney, de los muppets… Divisé un enorme peluche en “tamaño real” del gato de Cheshire e inmediatamente me adueñé de él, sentándome y poniéndolo sobre mi regazo como si fuera real. Lourdes se sentó a mi lado y la dueña de casa optó por sentarse en su trono: la silla de su escritorio.
—¿Qué querés hacer?— le preguntó Lu. Estaba lista para lo que fuera: desde tener que salir a bailar, toda una pesadilla, hasta sufrir un cambio de Look.
—Nada, ¿quieren comer en frente?— respondió, muy simple, señalando hacia el centro comercial que se ubicaba cruzando la avenida.
Lourdes y yo la miramos sorprendidas.
—Perdonen, es que no me gusta ir a bailar.— se excusó, recogiéndose el cabello que le llegaba por debajo de la cintura en una cola de caballo.
Cruzamos para comer en el McDonald’s del lugar. Lourdes parecía estar esperando que nuestra amiga se pusiera a contar calorías, mas ella devoró su comida tan ferozmente como nosotras. Es más, Lourdes quedó rezagada, habiéndosele revuelto el estómago mientras las dos rubias hablábamos sobre los rumores extraños que giran en torno a los componentes secretos de las tan famosas hamburguesas. Nos burlamos de ella, con cariño, por supuesto. Por una vez, mostraba debilidad ante algo.
Volvimos a su casa muy tarde, pero no estábamos cansadas. Nos pusimos los pijamas, el mío compuesto por una vieja camiseta de fútbol y unos shorts que había encontrado tirados en mi casa, el de mi amiga de pelo azul, por una remera de su banda favorita y unos shorts. Mary no contrastaba con nosotras para nada, vistiendo una vieja remera, obtenida en uno de sus muchos viajes por el mundo, y pantalones cortos.
Nos recostamos sobre los colchones que habíamos dispuesto en el suelo y comenzamos a charlar. Un chisme llevó al otro, y ese chisme llevó a otro tema. Los temas se iban derivando sucesivamente, cada vez poniéndose más profundos. Así, llegamos a hablar sobre nuestras realidades, a conocernos de verdad.
—No te entiendo, sos divertida.— se quejó Lu, sin que la rubia pudiera entender a qué se refería.
—Ella quiere decir que sos muy divertida, demasiado como para ser popular.— expliqué.
—Bueno, lo tomo como un halago…— rió ella.
— De verdad.— siguió mi mejor amiga.—Si sos divertida, sos vos misma, ¿por qué sos popular?—
—Lourdes, No podés preguntarle a la gente por qué es popular…— la reté. No quería que alguno de sus comentarios acabara costándonos la pérdida de una bonita amistad.
—Bueno, en realidad siempre quise ser popular desde que era chiquita. Como a esa edad estaba haciendo muchos castings como modelo, los chicos en el jardín de infantes y en la primaria me trataban mal. Ya saben cómo pueden ser de crueles los niños, y ellos siempre me maltrataban verbal y hasta físicamente porque…— hizo una pausa.— En realidad, no sé por qué. Tal vez era envidia, tal vez bronca. O tal vez simplemente no les gustaba.—
—Tal vez esos nenes eran unos tontos.— masculló Lu. Ambas comprendíamos lo que es ser objeto de burlas, de atosigamiento, acoso escolar, pero nunca nos habríamos imaginado que Mariana había sufrido lo mismo.
—El único que me hacía caso, que me defendía, era Harry, y somos amigos desde que tengo memoria…— dijo. Se volvió a interrumpir. Podíamos notar en su mirada que sus recuerdos la llevaban a algún lugar oscuro en su pasado.—Yendo al grano, desde entonces siempre quise caerle bien a la gente, hacer lo posible por agradarle a todos, ser popular, para poder evitar repetir la misma historia.—
La entendimos. Muchas veces habíamos sentido lo mismo, habíamos charlado, soñando con un futuro en que nosotros, los marginados, hubiésemos crecido como personas, hubiésemos alcanzado el éxito a nuestra manera, y pudiéramos demostrarles nuestro valor a quienes nos hicieron sufrir.
—¿Quién lo diría? Una popular marginada, con razón nos caés bien.— bromeó Lourdes, tratando de diluir la atmósfera de depresión.
—Sos una de nosotras.— afirmé.— La diferencia es que vos lograste infiltrarte.
Continuamos charlando hasta las cinco de la mañana. Descubrimos que ninguna de nosotras jamás había tenido novio, aunque ella iba un paso adelante que nosotras, al haber dado ya su primer beso. Nos confesamos nuestros miedos, que eran similares: soledad, rechazo, vivir en las sombras, no poder salir de ellas. Cuando todos los temas profundos estuvieron cubiertos, volvimos al chisme y a la difusión de rumores.
—¿Sabían que Zayn todavía duerme con su osito de peluche?— rió Lourdes, dispuesta a develar felizmente todos los secretos.
—No sé cómo puede ser tan tierno y tonto dentro de su casa y tener la reputación de chico malo que todos ven…— suspiré. A pesar de parecer un chico oscuro, misterioso, Zayn siempre había sido un hermano protector, de esos que se ponen delante de una pelota, arriesgando su integridad, para evitar un aterrizaje no deseado en el rostro de su hermanita. Siempre lo había visto como un chico bueno, un poco distraído, mas últimamente, su exterior no se condice con su interior. Es posible que este último también haya sufrido cambios grandes. Su hermana odiaba esos cambios con todo su ser.
—Tal vez es porque se acuesta con la mitad de la escuela…— murmuró Mary. Nuestra conversación había bajado considerablemente su volumen. Hablábamos acostadas en nuestras improvisadas camas, a oscuras. Los pajaritos afuera habían comenzado a cantar. A esa altura, el sueño comenzó a borronear los contornos de mis recuerdos, y sólo puedo recordar las conversaciones a medias. No faltaba mucho para el amanecer, y seguíamos despiertas. El intercambio de rumores duró unos cuantos minutos más, hasta que las tres quedamos profundamente dormidas.
Última edición por FearlessStayer el Sáb 01 Mar 2014, 9:02 pm, editado 3 veces
FearlessStayer
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
IÑFGSLdÑGH ME QUERES MATAR MARINA???? ME ENTERNECIÓ EL CAPITULO, ME HACE ACORDAR A UNAS CHICAS QUE CONOZCO, AUNQUE UNA DE ELLAS CND SE JUNTAN DICE A CADA HORA "TODAVIA ES TEMPRANO"!!!!!
EL NEGRO DUERME CON UN OSITO DE PELUCHE ME MUERO
AMO ESTA AMISTADDDDDDDD, :(L): :enamorado:
EL NEGRO DUERME CON UN OSITO DE PELUCHE ME MUERO
AMO ESTA AMISTADDDDDDDD, :(L): :enamorado:
marytomlinson
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
MORI
TIPO
MORI
OSEA BASTA ESTOY AMANDO ESTA VERSION DE ZAYN Y YO ODIO A ZAYN (onda no mentira pero nunca ame tanto una version de el como esta), pasando de tema... me encanto la intimidad de las chicas, re divinas, ahora, falto un pequeño chisme... MARINA LES DIJO QUE SE JUNTABA CON LOIUS? ojala que nunca se enteren porque se arma, capitulo melancolico aw
go on :) añsldkf no puedo esperar
LuuPayne
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Oh, una bonita noche dsalkndka.
Zayn y el peluche xdddddddddddddddddddddddd.
Síguela pronto x.
Zayn y el peluche xdddddddddddddddddddddddd.
Síguela pronto x.
{@idrunkniall.}
Re: Mullingar High || One Direction || Necesito Lectoras!
Jjaja quiero matarlas a todas, recién se dan cuenta? Awww me hubiera gustado incluir esa muletilla en el repertorio del personaje susodicho... Zayn es un bombón de chocolate amargo por fuera, relleno de dulce de leche(? Jjajaja qué bonita amistad!!! I'll be there for youuuuumarytomlinson escribió:IÑFGSLdÑGH ME QUERES MATAR MARINA???? ME ENTERNECIÓ EL CAPITULO, ME HACE ACORDAR A UNAS CHICAS QUE CONOZCO, AUNQUE UNA DE ELLAS CND SE JUNTAN DICE A CADA HORA "TODAVIA ES TEMPRANO"!!!!!
EL NEGRO DUERME CON UN OSITO DE PELUCHE ME MUERO
AMO ESTA AMISTADDDDDDDD, :(L): :enamorado:
FearlessStayer
Página 10 de 52. • 1 ... 6 ... 9, 10, 11 ... 31 ... 52
Temas similares
» Only Girl...(necesito lectoras)(One Direction,JB,BTR y mas)
» Invisible(necesito lectoras) One direction y tu
» Las hijas de Simon Cowell || One direction || Necesito lectoras.
» LOVE IN PARTY (One Direction)//NECESITO CHICAS&LECTORAS♥
» |NECESITO LECTORAS| Atrapada en su mundo [One Direction y ____]
» Invisible(necesito lectoras) One direction y tu
» Las hijas de Simon Cowell || One direction || Necesito lectoras.
» LOVE IN PARTY (One Direction)//NECESITO CHICAS&LECTORAS♥
» |NECESITO LECTORAS| Atrapada en su mundo [One Direction y ____]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 10 de 52.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.