New Year | audiciones abiertas | nc.

«Recibo puñetazos invisibles que cada vez hacen que el dolor de la herida sea más grande todavía. Quiero alejarme de ti, para siempre.»

La pequeña e indefensa muchacha miraba hacia abajo; donde se encontraba su fin. Ver desde lo más alto del edificio, con al menos treinta pisos, y observar pasar los autos. Pensar que alguno de ellos la aplastaria hasta dejarla sin vida, era lo que Caitlin más deseaba. No vivir más, ¿Por qué? Era simple la respuesta: “No quiero estar viva, sufriendo como lo hago ahora”; esas eran sus palabras cada vez que se planteaba la idea en su cabeza de no encontrarse en el mismo lugar que él.

Caitlin se tomó fuertemente del barandal situado a su costado derecho y se impulsó con un breve salto hasta que sus pies se estabilizaron sobre esa pequeña y baja pared. Se encontraba agitada y sudorosa. Nerviosa de la reacción de los demás al saber lo ocurrido; pero muy poco consciente de que si perdería la vida, posiblemente él también lo haría.

Inspiró intensamente, y luego de unos segundos de retener el aire, lo expulsó. En sus pensamientos se encontraba nada más y nada menos que el mismísimo Harry Styles. El que había robado su corazón desde el primer segundo en que lo conoció en aquella fiesta de su amiga Bitley y no pudo despegar sus ojos de éste. Recordarlo le oprimía el pecho, logrando que se le escaparan algunas pequeñas lágrimas de sus brillantes ojos verdes.

Se limpió la nariz con la manga de su suéter de un color rojo intenso y también algunas rebeldes gotitas que aún se le escapaban. Después de unos dos minutos para tranquilizarse, probó la sensación de no tener un pie sobre algo sólido.

Un escalofrío le recorrió su columna vertebral y rápidamente volvió a apoyar su pie donde antes se encontraba. Jadeo al sentir el viento chocar contra su cuerpo y miro como sus pelos volaban, dándole cierto vértigo. Se balanceo una vez más y al fallarle sus piernas, se tomó de un minúsculo e irónico faro de adorno.

— ¿Qué estás haciendo, Caitlin? — Una voz masculina sonó detrás suyo. Dio un salto al escucharlo, además de un grito de frustración al darse cuenta de quién se trataba.
— Dios. Me has asustado — Dijo la muchacha, mientras posaba su mano sobre su pecho, sintiendo como su corazón golpeaba rápida y fuertemente.
— Lo lamento — Se disculpó, pero ella no noto ningún indicio de arrepentimiento en su voz —. ¿Qué estás haciendo? — Esta vez, su voz sonó más grave y Caitlin percibió que tanto su cuello como sus orejas se calentaban, y probablemente se teñían de un color carmesí.
— Solo… — Las palabras no le salían. Cerró su boca y movió, tranquilamente, sus pies —. No lo sé. Tengo un desastre en mi cabeza, pero sí sé algo, es que quiero alejarme de ti. Para siempre.

Harry se noto tenso desde ese instante. La miraba con seriedad y su respiración era pausada; aunque por dentro estaba más que nervioso, Caitlin podía hacer algún movimiento y se caería. Suspiro fuertemente, tratando de evadir ese sufrimiento que lo carcome por dentro.

— Caitlin, sabes que esto no tiene porqué terminar así.
— Sí, lo sé. Pero eres tú, el único que logra hacer esto en mí. Vete Harry, te pedi en la carta que no me vieras más, además de que me hablaras. Ésta es mi decisión, por favor, vete de aquí — Se la notaba segura, lo cual a él le partía el corazón en mil pedazos.
— Pero, Caitlin, déjame al menos explicarte qué ocurrió — Pidió Harry, casi suplicando.
— Dije que no. Vete, ahora mismo.

Y qué decir; era obvio que Harry se encontraba en un estado de shock completo, pues su hermosa Caitlin lo estaba rechazando, y de qué forma. No pudo hacer otra cosa que sollozar, pero no demasiado, pues su mentalidad de hombre fuerte no le dejaría pasar por tal ridículo, aunque sí se le escaparon unas cuantas lágrimas.

Él la miró por última vez, maldiciendo interiormente por haber hecho tal estupidez y por haberla perdido. Para siempre.

— Está bien, ya me voy — Hizo una pausa, y prosiguió luego de secarse las pocas gotas de agua que seguían escapando de sus hinchados ojos —. Pero quiero decirte, Caitlin, que de verdad lo siento.
— Yo también lo siento — La voz de Caitlin salió de forma gutural, como una especie de grito.

Sintió los pasos de Harry alejándose. Respiro hondo y luego lo expulsó. Mirar todos aquellos autos mientras hablaba con él, la había hecho refleccionar que estaba haciendo las cosas mal, pero ya no quería estar más allí. No en un lugar donde siempre salía lastimada por alguien; y esta vez, fue por la persona más importante de su vida. Harry Styles.

— Realmente, yo también lo siento.

Y finalmente se tiró al esa especie de abismo. Cerrando los ojos, y solo pensando en él. En el que fue el hombre más importante y el que sería para siempre.