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Cautiva del griego [Joe Jonas & Tù] TERMINADA!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Cautiva del griego [Joe Jonas & Tù] TERMINADA!
—Un niño tiene derecho a saber quién es su padre. Hasta que cumplí siete años, creí que mi padre era el primer marido de mi madre. Pero tras el divorcio, me enteré de que había sido otro hombre. Sé de lo que hablo. ¿Piensas mentirle a Elias?
—Sí… ¡no! ¡Ay, por el amor de Dios! —jadeó ________, retirándose el pelo de la frente con mano ansiosa, desarmada ante su sinceridad—. Haré lo que sea mejor para Elias.
—Algún día Elias se hará mayor y lo perderás si le mientes sobre su nacimiento —atacó Joe con frialdad—. ¿Habías pensado en esto, o en el hecho de que Elias también tiene sus derechos?
___________ se acobardó ante aquel recordatorio tan desagradable.
—¿Y si te pasa algo? ¿Quién iba a cuidar de él?
—Eso ya está previsto en mi testamento.
Joe se quedó tan inmóvil como una pantera a punto de saltar. Sus esfuerzos por mantener la calma se disiparon al oír aquellas palabras.
—¿Aparezco yo?
Tensa como un arco, ___________ negó lentamente con la cabeza.
Entonces se hizo un silencio tan espeso como la niebla.
Con gran esfuerzo, _________ volvió a mirarle.Joe la observaba con una expresión condenatoria que le caló hasta los huesos. Era obvio que él ya había sacado sus propias conclusiones sobre la paternidad del niño. Se sintió hundida, ya que no podía convencerlo de lo contrario. No contaba con un método mágico que les hiciera retroceder en el tiempo y garantizara que él no averiguase lo que, según creía ella, él hubiese sido feliz ignorando.
—De acuerdo —dijo bruscamente, y sus hombros se desplomaron, porque se sentía tan agotada como si llevara peleando ya diez asaltos con un peso pesado—. Me dejaste embarazada.
A Joe le sorprendió la enorme satisfacción que se apoderó de él y el alivio que le supuso no tener que presionarla. Tal y como él pensaba,___________ había escuchado a su conciencia. Así que era hijo suyo. El niño era un Jonas: la siguiente generación de la familia. Sus tres tías abuelas se alegrarían enormemente al saber de la continuación del linaje de los Jonas, y sus parientes más avariciosos quedarían destrozados al verse apartados de la herencia. Leonidas había decidido hacía tiempo no casarse ni tener hijos, pero hasta entonces no se le había ocurrido que podía disfrutar de un heredero sin tener que preocuparse demasiado.
—Sabía que no me mentirías —dijo con aprobación. Pero __________ sentía que había hecho mal porque la decencia era en ella una debilidad cuando estaba con él. Seguía atrapada en el brillo de aquellos ojos; su mirada seguía dejándole sin habla.
Con un movimiento ágil, Joe abandonó la posición engañosamente casual que había adoptado al apoyarse en la mesa y enderezó la espalda mostrando la fuerza de su cuerpo y su impresionante altura. Estiró los dedos crispados de __________ para atraerla aún más hacia él.
—Has hecho lo correcto —murmuró—. Te admiro por haberme dicho la verdad.
—Pues yo creo que decirte la verdad ha sido una de las cosas más absurdas que he hecho jamás —sus dedos temblaron en los de él mientras luchaba contra la fuerza insidiosa de su sensualidad. «El gato escaldado del agua fría huye», se recordó desesperadamente a sí misma. Él estuvo a punto de acabar con su autoestima dos años antes porque, aunque Imogen y otras muchas mujeres habían logrado de algún modo mantener con él una relación superficial, para ella fue como si le arrancaran lentamente el corazón y aquello le fuese a durar de por vida. Y así fue durante meses.
—¿Y eso por qué? —Joe notaba la agitación que ella intentaba ocultarle y le extrañaba, porque no entendía por qué seguía mostrándose tan aprensiva. Masajeando lentamente su delgada muñeca, la miró, entreteniéndose en la plenitud carnosa y rosada de su boca. Se apoderó de él una corriente de excitación que no intentó detener. De hecho, disfrutaba con la increíble fuerza de sus reacciones ante ella. Seducir a __________, según recordaba, había sido de una dulzura inesperada, y hacerlo ahora acabaría con toda discusión—. No estoy enfadado contigo.
—No, por el momento… no —asintió __________ con la boca seca, al notar el cambio que se había producido en el ambiente. Su corazón se disparó. Fue como si el tiempo se ralentizara y se despertaran todos sus sentidos. Respirando agitadamente, intentó controlarse.
—No tuvimos cuidado —comentó Joe bajando la voz, preguntándose si lograría cerrar la puerta con llave y aprovechar aquella situación.
Ella sabía que no era sencillo, sabía que era complicado. Incluso sabía que era un terrible error y que se odiaría más tarde por ello. Pero cuando él inclinó su cabeza hermosa y oscura, se encontró a sí misma estirándose hasta ponerse de puntillas para no tener que esperar ni un segundo más de lo necesario para obtener un contacto físico. Joe era ante todo un hombre embriagador. Sus labios buscaron los de ella con una avidez y exigencia que le llegó a la punta de los pies. Su lengua encontró la de ella y aquello la hizo estremecer. Se apretó contra ella, acercándola con sus fuertes manos, dejándole sentir abiertamente la fuerza de su erección. Ella sintió una llamarada de calor bajo su vientre y jadeó ante el acoso de su boca, clavándole los dedos en los hombros. Sin acordarse de cómo habían llegado a aquella situación, ella apartó de pronto sus manos sintiéndose culpable. Tuvo que obligarse a liberarse de su abrazo, y aquello le dolió tanto como si le arrancaran un pedazo de piel.
Con los ojos encendidos de resentimiento ante aquel descaro, __________ se apartó torpemente de su lado y fue a topar con un armario que tenía justo detrás y que proporcionó un piadoso punto de apoyo a sus piernas temblorosas.
—¿A qué demonios estás jugando? —le dijo bruscamente, condenándolo furiosa y enfadada por su debilidad y la odiosa inevitabilidad de que él se aprovechara de ello—. ¿Es porque te eché de mi casa ayer? ¿Insulté a tu ego? ¡Acabas de descubrir que eres el padre de mi hijo! ¿Y qué es lo que haces? ¡Intentar seducirme!
—¿Y por qué no? —Joe había seguido su natural inclinación y había encontrado en ella una respuesta alentadora, de modo que no estaba de humor para disculparse, sobre todo porque estaba reprimiendo un enorme deseo de volver a tenerla entre sus brazos—. Creo que me estoy portando muy bien. Y estoy dispuesto a aceptar mi responsabilidad…
—¡Jamás en tu vida has aceptado responsabilidades! —afirmó __________ con una amargura que él encontró inconcebible.
—Estoy dispuesto a responsabilizarme de Elias.
—¡Pero estás tan ocupado seduciéndome que me acabas de volver a demostrar por qué no soporto la idea de introducirte en la vida de mi hijo! —le gritó _________, y la fuerza de sus sentimientos resonó en su voz. Todo su cuerpo hormigueaba de forma casi dolorosa, inundada por un sentimiento que sólo podía describirse como privación. La vergüenza que sentía por haber perdido el control amenazaba con asfixiarla.
—Tendrás que aprender a soportar la idea y también a mí, porque no tengo intención de apartarme de mi hijo —sus ojos oscuros como la noche se clavaron en ella como estocadas de advertencia—. Elias es un Jonas.
—No importa lo que haga falta, pero te juro que no permitiré que tengas contacto alguno con él —respondió _________ apretando los puños.
Joe espiró en un siseo lento y burlón.
—Dame una buena razón por la que debas comportarte así conmigo.
—Fuiste tú el que no tuviste cuidado —susurró __________, incapaz de eximirlo de culpa al hacer aquella injusta afirmación a pesar de que su cerebro se estaba sumergiendo en un estado de sensualidad.
—Me dejé la cartera en la limusina y no me dejaste llamar para que me la trajeran, así que no llevaba preservativos…
—¡No quería que tu chófer y tu condenado equipo de seguridad se enterasen de lo que estabas haciendo! —protestó ___________, y se ruborizó al acordarse de lo vergonzoso de aquella situación.
Joe le sonrió pícaramente.
—Pasé la noche contigo. ¿Y qué?
—No quiero hablar del tema —________ se dio cuenta de la engañosa intimidad de la discusión. Resistiéndose a la atracción de su magnetismo animal, giró la cabeza.
Él alzó su mano bronceada para retirar de su pálida frente un mechón de cabello color ámbar. Consciente de su proximidad, _______ se estremeció. Todo su cuerpo se inclinaba hacia él. Era como si hubiese pulsado un botón que hiciera que se derritiera, y sus ansias pudiesen más que su sentido común. Sentía un enorme deseo por lo prohibido y, por más que lo intentase, se veía incapaz de sofocarlo.
—Conviertes esto en algo muy complicado —susurró Joe, y acarició la curva de su cadera para tranquilizarla y evitar que se alejase—. Pero para mí es muy sencillo.
—Sí… ¡no! ¡Ay, por el amor de Dios! —jadeó ________, retirándose el pelo de la frente con mano ansiosa, desarmada ante su sinceridad—. Haré lo que sea mejor para Elias.
—Algún día Elias se hará mayor y lo perderás si le mientes sobre su nacimiento —atacó Joe con frialdad—. ¿Habías pensado en esto, o en el hecho de que Elias también tiene sus derechos?
___________ se acobardó ante aquel recordatorio tan desagradable.
—¿Y si te pasa algo? ¿Quién iba a cuidar de él?
—Eso ya está previsto en mi testamento.
Joe se quedó tan inmóvil como una pantera a punto de saltar. Sus esfuerzos por mantener la calma se disiparon al oír aquellas palabras.
—¿Aparezco yo?
Tensa como un arco, ___________ negó lentamente con la cabeza.
Entonces se hizo un silencio tan espeso como la niebla.
Con gran esfuerzo, _________ volvió a mirarle.Joe la observaba con una expresión condenatoria que le caló hasta los huesos. Era obvio que él ya había sacado sus propias conclusiones sobre la paternidad del niño. Se sintió hundida, ya que no podía convencerlo de lo contrario. No contaba con un método mágico que les hiciera retroceder en el tiempo y garantizara que él no averiguase lo que, según creía ella, él hubiese sido feliz ignorando.
—De acuerdo —dijo bruscamente, y sus hombros se desplomaron, porque se sentía tan agotada como si llevara peleando ya diez asaltos con un peso pesado—. Me dejaste embarazada.
A Joe le sorprendió la enorme satisfacción que se apoderó de él y el alivio que le supuso no tener que presionarla. Tal y como él pensaba,___________ había escuchado a su conciencia. Así que era hijo suyo. El niño era un Jonas: la siguiente generación de la familia. Sus tres tías abuelas se alegrarían enormemente al saber de la continuación del linaje de los Jonas, y sus parientes más avariciosos quedarían destrozados al verse apartados de la herencia. Leonidas había decidido hacía tiempo no casarse ni tener hijos, pero hasta entonces no se le había ocurrido que podía disfrutar de un heredero sin tener que preocuparse demasiado.
—Sabía que no me mentirías —dijo con aprobación. Pero __________ sentía que había hecho mal porque la decencia era en ella una debilidad cuando estaba con él. Seguía atrapada en el brillo de aquellos ojos; su mirada seguía dejándole sin habla.
Con un movimiento ágil, Joe abandonó la posición engañosamente casual que había adoptado al apoyarse en la mesa y enderezó la espalda mostrando la fuerza de su cuerpo y su impresionante altura. Estiró los dedos crispados de __________ para atraerla aún más hacia él.
—Has hecho lo correcto —murmuró—. Te admiro por haberme dicho la verdad.
—Pues yo creo que decirte la verdad ha sido una de las cosas más absurdas que he hecho jamás —sus dedos temblaron en los de él mientras luchaba contra la fuerza insidiosa de su sensualidad. «El gato escaldado del agua fría huye», se recordó desesperadamente a sí misma. Él estuvo a punto de acabar con su autoestima dos años antes porque, aunque Imogen y otras muchas mujeres habían logrado de algún modo mantener con él una relación superficial, para ella fue como si le arrancaran lentamente el corazón y aquello le fuese a durar de por vida. Y así fue durante meses.
—¿Y eso por qué? —Joe notaba la agitación que ella intentaba ocultarle y le extrañaba, porque no entendía por qué seguía mostrándose tan aprensiva. Masajeando lentamente su delgada muñeca, la miró, entreteniéndose en la plenitud carnosa y rosada de su boca. Se apoderó de él una corriente de excitación que no intentó detener. De hecho, disfrutaba con la increíble fuerza de sus reacciones ante ella. Seducir a __________, según recordaba, había sido de una dulzura inesperada, y hacerlo ahora acabaría con toda discusión—. No estoy enfadado contigo.
—No, por el momento… no —asintió __________ con la boca seca, al notar el cambio que se había producido en el ambiente. Su corazón se disparó. Fue como si el tiempo se ralentizara y se despertaran todos sus sentidos. Respirando agitadamente, intentó controlarse.
—No tuvimos cuidado —comentó Joe bajando la voz, preguntándose si lograría cerrar la puerta con llave y aprovechar aquella situación.
Ella sabía que no era sencillo, sabía que era complicado. Incluso sabía que era un terrible error y que se odiaría más tarde por ello. Pero cuando él inclinó su cabeza hermosa y oscura, se encontró a sí misma estirándose hasta ponerse de puntillas para no tener que esperar ni un segundo más de lo necesario para obtener un contacto físico. Joe era ante todo un hombre embriagador. Sus labios buscaron los de ella con una avidez y exigencia que le llegó a la punta de los pies. Su lengua encontró la de ella y aquello la hizo estremecer. Se apretó contra ella, acercándola con sus fuertes manos, dejándole sentir abiertamente la fuerza de su erección. Ella sintió una llamarada de calor bajo su vientre y jadeó ante el acoso de su boca, clavándole los dedos en los hombros. Sin acordarse de cómo habían llegado a aquella situación, ella apartó de pronto sus manos sintiéndose culpable. Tuvo que obligarse a liberarse de su abrazo, y aquello le dolió tanto como si le arrancaran un pedazo de piel.
Con los ojos encendidos de resentimiento ante aquel descaro, __________ se apartó torpemente de su lado y fue a topar con un armario que tenía justo detrás y que proporcionó un piadoso punto de apoyo a sus piernas temblorosas.
—¿A qué demonios estás jugando? —le dijo bruscamente, condenándolo furiosa y enfadada por su debilidad y la odiosa inevitabilidad de que él se aprovechara de ello—. ¿Es porque te eché de mi casa ayer? ¿Insulté a tu ego? ¡Acabas de descubrir que eres el padre de mi hijo! ¿Y qué es lo que haces? ¡Intentar seducirme!
—¿Y por qué no? —Joe había seguido su natural inclinación y había encontrado en ella una respuesta alentadora, de modo que no estaba de humor para disculparse, sobre todo porque estaba reprimiendo un enorme deseo de volver a tenerla entre sus brazos—. Creo que me estoy portando muy bien. Y estoy dispuesto a aceptar mi responsabilidad…
—¡Jamás en tu vida has aceptado responsabilidades! —afirmó __________ con una amargura que él encontró inconcebible.
—Estoy dispuesto a responsabilizarme de Elias.
—¡Pero estás tan ocupado seduciéndome que me acabas de volver a demostrar por qué no soporto la idea de introducirte en la vida de mi hijo! —le gritó _________, y la fuerza de sus sentimientos resonó en su voz. Todo su cuerpo hormigueaba de forma casi dolorosa, inundada por un sentimiento que sólo podía describirse como privación. La vergüenza que sentía por haber perdido el control amenazaba con asfixiarla.
—Tendrás que aprender a soportar la idea y también a mí, porque no tengo intención de apartarme de mi hijo —sus ojos oscuros como la noche se clavaron en ella como estocadas de advertencia—. Elias es un Jonas.
—No importa lo que haga falta, pero te juro que no permitiré que tengas contacto alguno con él —respondió _________ apretando los puños.
Joe espiró en un siseo lento y burlón.
—Dame una buena razón por la que debas comportarte así conmigo.
—Fuiste tú el que no tuviste cuidado —susurró __________, incapaz de eximirlo de culpa al hacer aquella injusta afirmación a pesar de que su cerebro se estaba sumergiendo en un estado de sensualidad.
—Me dejé la cartera en la limusina y no me dejaste llamar para que me la trajeran, así que no llevaba preservativos…
—¡No quería que tu chófer y tu condenado equipo de seguridad se enterasen de lo que estabas haciendo! —protestó ___________, y se ruborizó al acordarse de lo vergonzoso de aquella situación.
Joe le sonrió pícaramente.
—Pasé la noche contigo. ¿Y qué?
—No quiero hablar del tema —________ se dio cuenta de la engañosa intimidad de la discusión. Resistiéndose a la atracción de su magnetismo animal, giró la cabeza.
Él alzó su mano bronceada para retirar de su pálida frente un mechón de cabello color ámbar. Consciente de su proximidad, _______ se estremeció. Todo su cuerpo se inclinaba hacia él. Era como si hubiese pulsado un botón que hiciera que se derritiera, y sus ansias pudiesen más que su sentido común. Sentía un enorme deseo por lo prohibido y, por más que lo intentase, se veía incapaz de sofocarlo.
—Conviertes esto en algo muy complicado —susurró Joe, y acarició la curva de su cadera para tranquilizarla y evitar que se alejase—. Pero para mí es muy sencillo.
StayMemiFaither
Re: Cautiva del griego [Joe Jonas & Tù] TERMINADA!
Chicas siento hacer tardado tanto en subir capitulo! He estado muy ocupada! pero aqui os dejo esos, espero que lo disfruteis! xox :D
StayMemiFaither
Re: Cautiva del griego [Joe Jonas & Tù] TERMINADA!
me encanto el cap tienes qe seguirla plis
Nani Jonas
Re: Cautiva del griego [Joe Jonas & Tù] TERMINADA!
oh siguela me ah encantado es asi toda ahhhh y me gusta mucho siguela porfa!!!
joseph
Re: Cautiva del griego [Joe Jonas & Tù] TERMINADA!
awwww que prepotente es Joe! jajajajaja,baahhh me encantaron los cap! XD Por Dios ya quiero ver cuando se encuentren Elias y Joe! :¬w¬: Y obvio quiero saber ah q ira a parar tanto acercamiento :¬w¬: ,tienes que seguirla! ;) No puedes dejarnos asi XDDD
Chaoo,hasta luegoo!
Chaoo,hasta luegoo!
Invitado
Invitado
Re: Cautiva del griego [Joe Jonas & Tù] TERMINADA!
wuuuuaaaauuu
que caaaapiiissss
___ tiene que entender que casi todos los hombres no se hacen responsables por las responsabilidades que atrae un hijo.......
pero joe se pasa de arrogante
que le baje un poco
jejejeje
siguela porfaaaaaaa
que caaaapiiissss
___ tiene que entender que casi todos los hombres no se hacen responsables por las responsabilidades que atrae un hijo.......
pero joe se pasa de arrogante
que le baje un poco
jejejeje
siguela porfaaaaaaa
chelis
Re: Cautiva del griego [Joe Jonas & Tù] TERMINADA!
aaaaaa
asi o mas perfectooo
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
asi o mas perfectooo
sigueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
next to you
Re: Cautiva del griego [Joe Jonas & Tù] TERMINADA!
chelis escribió:un capis????
porfisss
Invitado
Invitado
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