Re: El matrimonio tenía un precio- nick & tu-Terminada.

por Invitado Vie 26 Ago 2011, 6:20 pm

Waaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Siguela please pily please siguelaaaaaaaaa!
Waaaaaaaaaaaaaaaaaa :D

por **CrazyxJonas** Vie 26 Ago 2011, 6:43 pm

Wow!! Nick no recibe ordenes!
Me encanto la parte en la qe se lo dijo!! hahahaha
La nove es fantastica!
Tienes qe seguirlaaa, sino... te mato :)
SIGUEEEE!

por **Pily....** Vie 26 Ago 2011, 7:09 pm

Las horas siguientes se le hicieron a __________ interminables. No volvieron a parar, ni casi a hablar. Solo algún comentario sobre el paisaje o sobre algún conductor imprudente. nick canturreaba algunas de las canciones de la radio. El pánico se estaba adueñando de ella.
«Estoy perdida», admitió para sí. «Cuando llegue la noche acabaré en la cama con Jack Falconer. No vale la pena seguir luchando».
Mejor hacerlo voluntariamente, y no a regañadientes como hace Biggs cuando lo llevo al veterinario.
Sonrió al imaginarse con un collar al cuello y a nick estirando de la correa para llevarla a su cama mientras ella clavaba las uñas en la madera del suelo, gimiendo de miedo. Se le escapó una risita.
No. Ella no era así. No era una cobarde, ni una víctima. Eso sí, imponía las reglas de su vida amorosa. Y esa noche también las impondría, y si nick quería probar algo diferente a lo que ella estaba dispuesta a ofrecer, le diría que lo tomara o lo dejara.
Sin duda le gustaría. A todos los hombres que había conocido les había gustado, y habían vuelto implorando más.
—¿Quieres compartir conmigo la razón por la que vuelves a estar de buen humor?—preguntó nick.
—¡No!—le contestó tajante—. Toma el próximo giro a la izquierda.
—Queenswood, diez kilómetros —leyó en un letrero—. ¿Está muy lejos tu casa?
—A unos quince kilómetros del otro lado de la ciudad, pero quisiera parar en Queenswood, si no te importa. Tengo que recoger un par de cosas. Si hay algo que necesites, sugiero que lo compres ahora. Así evitarás el ir y venir. La carretera de Crosswinds no es de las mejores. El asfalto está hecho polvo y hay muchísimos baches desde las lluvias de este invierno.
—¿Demasiada lluvia?
—Mucha lluvia en invierno es un arma de dos filos. Salieron muy buenos pastos en la primavera, pero se pudrió parte de la avena que plantamos. Pero no me quejo. Podemos plantar más.
—Eres muy optimista. Me gusta.
—No soy tan optimista como Lois. A veces me revienta.
—¿Estás advirtiéndome otra vez sobre las probabilidades de que Big Brutus gane la Copa de Melbourne?
—¡No, de ninguna manera! Ni siquiera pensaba en Big Brutus.
—¿Entonces, en qué pensabas?
—Nada concreto.
__________ si había estado pensando en algo concreto: en el atrevimiento de Lois de emplear a hombres que le gustaban y coaccionarlos para que se acostaran con ella, por ser la jefa. __________ se creía atrevida, pero Lois la superaba con creces.
Por lo menos, nick quería irse a la cama con ella.
No tenía segundas intenciones. Para él era simplemente una cuestión de sexo.
Y eso era precisamente lo que sería esa noche. Una pura cuestión de sexo. No sería diferente de las otras relaciones que había tenido en el pasado.
—Ya estamos aquí —dijo sintiéndose mucho mejor.
Queenswood era un ciudad típica australiana, con una calle principal llena de tiendas, un pequeño parque, una taberna, la oficina de correos y el ayuntamiento, casi siempre con una torre y un reloj.
El reloj marcaba las cuatro. Habían tardado muy poco, aún sin rebasar el límite de velocidad.
—Aparca ahí en el centro —le dijo—. Hay mucho sitio. Es domingo y no hay mucha gente en la ciudad.
Casi todas las tiendas estarán cerradas, excepto el supermercado y la farmacia. ¿Necesitas algo?
—No, creo que no.
—No tardaré.
_________ entró en la farmacia para comprar preservativos, pero no se atrevió. Estaba despachando Maggie, la mujer del farmacéutico y la persona más chismosa del pueblo, por lo que compró un desodorante, lo primero que encontró, y se marchó. Luego entró en el supermercado. Por fortuna, la cajera era una chica que ___________ no conocía y que no dejó de masticar chicle y leer mientras le cobraba los preservativos. Los guardó en la bolsa con el desodorante y se apresuró hacia el coche, contenta de que no la hubiera visto nadie.
Las habladurías eran la base de la vida de campo y era necesario tener mucha discreción.
Nunca le había importado lo que pensara la gente, pero desde la muerte de su madre, la responsabilidad de Crosswinds era solo suya y debía cuidar su reputación.
nick había salido del coche y estaba apoyado en la puerta con los brazos cruzados, la cabeza inclinada hacia atrás y los ojos cerrados, aprovechando los últimos rayos de sol. Estaba irresistible.
________ no dejaba de mirarlo de forma casi lasciva, y sobre todo, aquel bulto en los pantalones. Era impresionante.
Cuando levantó la vista, él había abierto los ojos.
La había sorprendido en su minucioso e íntimo escrutinio.
—Veo que tú has estado pensando en lo mismo —murmuró él. _________ tragó saliva pero no apartó la vista. No debía dejar que él se sintiera seguro de ella.
nick añadió mientras le abría el coche—. Como ya te dije ayer vas segunda en la carrera de superarpías.
—Nunca fui segunda en nada —rebatió _________, molesta porque él la hubiera comparado con la calculadora Katrina—. No es un delito que una chica mire. Pero ya te lo advertí, nick. No mezclo los negocios con el placer. Deberías haberme creído.
—Empiezo a darme cuenta.
—No puedes ganar siempre, ¿sabes?
—¡Qué demonios! Entra en el coche.
—De acuerdo.
Entraron los dos dando un portazo. _________, tiró el paquete al suelo, arrepentida de haber comprado los preservativos. Todo el deseo que sentía se había esfumado después de su discusión. Era mejor así.
nick arrancó de golpe como un caballo espoleado.
El coche salió de la ciudad en medio de una nube de polvo y humo.
—Ten cuidado —le dijo ___________—. El año pasado acabé en la cuneta por ir demasiado deprisa en esta carretera.
—Lástima que no te hubieras roto tu lindo cuello.
___________ no sabía si sentirse ofendida o halagada. No pensaba que su cuello fuera lindo. Era demasiado largo.
—La adulación te puede llevar a cualquier parte.
—¿Me llevará ahora?—sus ojos azules brillaban con dureza mientras miraba el cuerpo de _______ enfundado dentro de unos vaqueros apretados y una camisa de franela a cuadros. _________ era consciente de que no era tan elegante ni tan perfecta como Katrina, pero aún así, nick la examinaba con una mirada sensual llena de avidez—. En ese caso…, también tienes una boca y unos ojos preciosos, unas piernas preciosas, unos pechos preciosos, no digamos, un trasero precioso. ¿Hasta dónde he llegado con todo esto? ¿He conseguido atravesar la puerta de tu dormitorio, o necesito mencionar que tu personalidad es refrescante, que tienes un espíritu alegre, que eres muy sensual y que tienes un maldito sentido del humor?
—¿Tú crees?—_________ no pudo evitar soltar una carcajada y afortunadamente, él bajo de tono.
—Me mentiste —dijo nick con una sonrisa.
—¿Sobre qué?
—Sobre que la adulación me puede llevar a cualquier parte. No me ha llevado muy lejos, ¿verdad?
—No.
—Y supongo que fui un estúpido al pensar que tienes preservativos en esa bolsa.
—Lo siento. Sólo desodorante para mí y unos analgésicos para Agnes —le contestó con toda seriedad.
—¡Lástima!
—Así es la vida.
—Esa era tu última oportunidad de rendirte con honor. A partir de ahora es la guerra y se pueden emplear todo tipo de tácticas.
—¿Cómo cuáles?
—No esperaras que te las diga… Así no es el juego.
—La guerra no es un juego.
—Puede serlo. De pequeño he jugado muchas veces a la guerra y me sé todas las jugadas.
—Estoy segura.
—Y especialmente las de este juego —replicó nick con una mirada picarona—. Lo he practicado mucho.
—Empezaste joven, ¿no?
—Tendría unos catorce años.
—¡Qué repugnante!
—Te apuesto a que tú tampoco perdiste el tiempo pequeña hipócrita. Las chicas de campo son famosas por empezar su vida sexual muy pronto. Tiene algo que ver con presenciar el apareamiento de los animales desde muy joven. El sexo pierde su misterio.
—Ahí tienes razón. El sexo no tiene ningún misterio para mí y por eso no me molesté en experimentarlo hasta los veinte años —él la miró asombrado—. Es cierto. Antes de los veinte ni siquiera besé a un chico. Ver a los sementales copulando con las yeguas hizo que tomara la decisión de no caer en una actividad tan machista. No es bonito verlo. Ni siquiera es sexy. La yegua está atada y a menudo no quiere, pero no tiene elección. Le traen al semental y la monta tanto si ella quiere como si no. Las yeguas vírgenes relinchan de dolor. Otras se quedan heladas de la impresión.
—Seguro que todas las yeguas no reaccionan así.
—Cierto. Hay quien nace zorra, incluso entre las yeguas. Al menos eso decía mi madre.
nick frunció el ceño.
—¿Tú no creerás que si una mujer disfruta del sexo es una zorra, verdad?
—No, ya no. Pero lo creí durante mucho tiempo. Odiaba la idea de tener a un hombre encima de mí, forzando parte de su cuerpo a entrar en el mío. No entendía cómo eso podía ser placentero, ni siquiera tolerable.
—Pero es obvio que ya no piensas eso —nick todavía estaba asombrado.
—No. Ya no lo pienso, gracias a Larry.
—¿Larry?—repitió pensativo—. ¿Larry qué?
—Larry Madon. Era un domador especializado en potrillas difíciles.
—Muy gracioso. ¿Estabas enamorada de él?
—¡No, por favor!—contestó _________ riendo—. Pero era muy atractivo, tipo John Wayne.
—¿Y?
—Me gustaba mucho.
—¿Y?

chikas vere si puedo subirles mas tarde ahora no me siento muy bien pero perdoneme siiiiiiii

por #Fire Rouge..* Sáb 27 Ago 2011, 12:13 pm

llegue jajaj me encanta siguelaaa
me da cosa lo de las pobre yeguas
:( pero bueno plis siguelaaa

por **chelis** Sáb 27 Ago 2011, 1:53 pm

wuuuuaaaauuu

que caaaaapiiisssss

jejejejejejejeje

siguela porfaaaaaa

por #Fire Rouge..* Sáb 27 Ago 2011, 3:52 pm

por **angie.lore6** Sáb 27 Ago 2011, 5:32 pm

siguelaaa

por **WhoIam13** Sáb 27 Ago 2011, 7:11 pm

bdjfkeshrbfc
QUIEROOOOOOOOOOOOOO MAAAAAAS -.-
NO AGUANTO AA QUE LLEGUE LA NOCHEEEEEE :bounce: :bounce:

NUEVAAAAAAAA LECTORA!
ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! QUE ZORRAAAAAA LA SUPERARPIA :¬¬: ARRANCARLE LAS SILICONAS U.U Quede traumada con la conver de los caballos y el sexo x'DD La rayis esta LOCA
Siguelaaaaaaaaaaa!

por Invitado Sáb 27 Ago 2011, 9:03 pm

Waaaaaaaaa1 Pily mi vida, please siguela.
Ame este cap. Amo todos los caps de este libro, pero o sea hahahaha Pobre Nick u_U
Y POBRE _____ TAMBIEN1
ME ENOJA QUE EL SE QUIERA PASAR DE VIVO Y TOMAR EL CONTROL! ¬¬'
La chica debe tener el control, a mi me gusta ser DOminante :twisted:
Y me encantaria serlo con Nick :twisted: como sumizo y dominante! :twisted:
baba

xD Hahhahaha siguelaaaaaaaaa
siguela please

por #Fire Rouge..* Dom 28 Ago 2011, 1:56 am

por **chelis** Dom 28 Ago 2011, 1:39 pm

esperaaandoooo

caaapiiissssss

por #Fire Rouge..* Dom 28 Ago 2011, 5:40 pm

sisisiissi

por **chelis** Dom 28 Ago 2011, 6:47 pm

esperaaandooo

caaapiiisss

por **Pily....** Dom 28 Ago 2011, 7:24 pm

De pronto le vinieron los recuerdos como en una película a cámara lenta. Había ido a una de las cuadras a buscar algo y se encontró a Larry haciendo el amor con una chica. Larry estaba tumbado sobre unas pacas de heno y la chica estaba sentada encima de él, con los ojos cerrados, gimiendo de placer y totalmente abstraída. __________ se había quedado helada, pero fascinada.
La chica no la había visto, pero Larry sí y le había guiñado un ojo. ________ se había quedado mirando varios minutos y luego echó a correr.
Desde entonces, siempre que se encontraba a Larry, él la miraba y ella se estremecía. Luego se quedaba pensando, y soñaba que cabalgaba sobre él y que gemía por el orgasmo, igual que la chica.
_________ había leído sobre los orgasmos, pero nunca antes había deseado tenerlos. Hasta que deseó a Larry.
Sin embargo, no se atrevió a acercarse a él por miedo a que su madre se enterara. Pero cuando supo que al día siguiente se marcharía al sur de Australia, decidió aprovechar esa oportunidad. Y así lo hizo. Aquella noche era ella quien estaba en la cuadra y aprendió a hacer todo lo que había visto y mucho más.
A _________ le había gustado. No había perdido el control y nadie la había dominado. La próxima vez que le gustara un hombre sabría exactamente lo que debía hacer. Tampoco había encontrado tantos. Tres o cuatro en cinco años.
—Larry debió de gustarte muchísimo —insistió nick—, si fue capaz de vencer todas tus defensas. O bien era tan buen seductor como Casanova. ¿Cuál de las dos razones?
Las preguntas de nick se hacían demasiado íntimas.
Era hora de terminar la conversación.
—Me gustaba muchísimo —contestó—. ¡Cuidado con esa curva! Ahí es donde me salí de la carretera.
A pesar de los surcos de la lluvia y de los baches, el coche de nick tomó la curva con seguridad, pero los bajos rozaron el suelo.
—¡Ya veo porqué usáis coches todoterreno por aquí!
—Pronto tendrán que pasar la apisonadora. Lo hacen dos veces al año.
—Deberían también asfaltarla. Esto es horrible.
—Esto es el campo, nick, y no la ciudad.
—De todos modos…
_________ volvía a estar alerta. De pronto veía Crosswinds a través de los ojos de nick. La arcada de hierro de la entrada estaba oxidada y también la caja que servía de buzón para el correo. Las cercas estaban despintadas. No era una visión muy grata para un posible inversor y _________ esperaba algún comentario crítico. Pero nick no hizo ninguno. Se limitó a conducir por el camino de gravilla que conducía a la casa. Por fortuna, la tierra tenía buen aspecto y los prados estaban verdes. Las yeguas pacían tranquilas y los potrillos jugueteaban, y en la distancia, las cuadras y los graneros no se veían demasiado mal, por lo que _________ esperaba que nick no se llevara una mala impresión. Ya le había advertido de que no había tenido dinero para un buen mantenimiento de las instalaciones. Y la tierra y los caballos eran lo que realmente importaba.
nick continuó por el camino a poca velocidad, mirando a diestra y siniestra y observándolo todo. Hasta que fijó la vista en la colina de enfrente donde se veía la magnífica casa de _________.
—Que caserón antiguo tan fantástico —dijo afectuosamente.
—Me alegra que pienses eso.
__________ sonrió mirando hacia la casa que ganaba en grandeza bajo los rayos del sol poniente. El techo metálico gris brillaba, y las barandillas, blancas de hierro forjado, de las terrazas relucían. La luz del sol disimulaba la falta de pintura.
—Mi tatarabuelo la construyó en mil ochocientos cincuenta y dos, cuando compró el terreno y montó las cuadras. Era un comerciante escocés y bastante rico. Las paredes están hechas de piedra de arenisca y toda la carpintería, de cedro australiano. Los paneles de las puertas y ventanas son de plomo y los hicieron en Melbourne. Las baldosas del zaguán son de mármol traído de Devon y las lámparas son de latón fabricado en Inglaterra. Llenó la casa de muebles europeos maravillosos, pero por desgracia ya nos quedan muy pocos.
—¡Qué pena!
—Ni que lo digas. Si aún los tuviera, no habría ido mendigando a Sydney. Los habría subastado para pagar mis deudas. Pero mamá me ganó. Cada vez que quería comprar una yegua de cría, vendía una pieza y la reemplazaba por una reproducción. Ahora sólo nos queda una cama con dosel y cuatro postes, y eso porque no cabía por la puerta de la alcoba sin desmontarla.
—¿Nos?—repitió nick—. Creía que eras hija única.
—Lo soy. Me refería a Agnes y a mí.
—¿El ama de llaves?
—Yo no la llamaría así. Es mucho más que un ama de llaves. Ella es una de las razones por las que haré todo lo posible para quedarme con Crosswinds. Estaría perdida si tuviera que mudarse a otro lugar para vivir. La casa es su vida. Y yo también, supongo. A veces nuestra relación es de amor y odio.
—¿Qué edad tiene Agnes?
—No tengo ni idea. No dice su edad, pero debe de tener unos sesenta años, quizá sesenta y cinco. Es una de esas mujeres delgadas, que siempre están moviéndose. Infatigable, decía mi madre.
—Parece todo un personaje.
—Lo es. Y muy cariñosa a pesar de su apariencia brusca. Y si le dices que te gusta como cocina, será tu esclava para siempre. Ahí está, esperándonos en el porche. La llamé esta mañana para decirle que llegaríamos a la hora de cenar.
—A mí me parece que ronda los setenta —dijo nick mientras detenía el coche delante de la escalinata.
________ se fijó en que Agnes estaba cargada de hombros e inclinaba la espalda. nick tenía razón. Agnes era mucho mayor de lo que ella creía.
Se le encogió el corazón. Pobrecilla. La muerte de su mejor amiga había sido un duro golpe, y también su preocupación por las deudas de Crosswinds. ________ se lo había contado todo antes de ir a Sydney.
Esa mañana había sido estupendo darle la buena noticia.
_________ salió del coche y subió los escalones.
—¡Hola Aggie!—le dijo dándole un beso en la mejilla. No un abrazo. Eso no se hacía en Crosswinds—. Ya puedes dejar de preocuparte. He regresado sana y salva.
Agnes se encogió de hombros, con una expresión en los ojos mezclada entre cariño y enojo.
—Dejé de preocuparme por ti hace ya veinte años, chiquilla. Vamos, ¿por qué no eres una chica bien educada una vez en la vida y me presentas a tu invitado?
__________ se volvió. nick estaba detrás de ella llevando las maletas. Sonreía con una sonrisa encantadora. Cuando sonreía así estaba irresistible.
—Si esperamos a que _________ encuentre su buena educación —bromeó—, podemos esperar toda la noche.
—Soy nick Falconer, agente de inversiones en misión de rescate —soltó las maletas y extendió la mano—, y tú debes ser Agnes, el corazón de Crosswinds. ___________ me ha dicho cosas estupendas de ti.
—¡Da gusto conocer a un verdadero caballero!—dijo Agnes sonriendo, radiante—. ¡Vaya si eres grande! Creo que tendré que alojarte en la alcoba que tiene la cama con dosel y cuatro postes.
__________ abrió la boca para protestar, porque esa antigua cama había sido el escenario de sus más salvajes fantasías sexuales. Ya iba a resultarle difícil resistirse a nick sin pensar en él desnudo, estirado sobre la colcha de terciopelo rojo, y atado a los postes de la cama.
Pero claro, eso no podía decirlo y no se le ocurría ninguna otra buena razón para que no durmiera en esa habitación.
nick sonrió con aire de triunfo como si supiera lo que ella estaba pensando.
Y para empeorar las cosas, Biggs saltó del balancín y fue a olfatear a nick, ignorando a ________ por completo.
—Bonito perro —dijo nick.
—Se está haciendo viejo —comentó Agnes—, como yo.
—Tú no, Agnes. Eres como un polluelo de primavera.
Era una frase hecha, pero a Agnes le encantó.
—Aún me quedan al menos veinte años, nick joven —le contestó.
—¿Qué es lo que huele tan bien?—dijo olfateando el aire.
—Estoy asando una pata de cerdo. Espero que te gusten los asados.
—¿Qué si me gustan? Mataría por ellos, pero no he encontrado a nadie que cocine como lo hacía mi madre. Mi querida mamá falleció hace ya varios años, pero si no me falla la memoria, sus asados de cerdo olían igual que éste. ¿Cuál es el secreto, Agnes?
—Es la salvia y la cebolla que le pongo —reveló Agnes—. A algunas personas les gusta con manzana, pero no tiene ni punto de comparación.
—Estoy totalmente de acuerdo. No puedo esperar a la cena…
—La cena es a las seis en punto. Pero el viaje te habrá dado sed. ¿Quieres un buen vaso de jerez? Yo siempre tomo uno a esta hora.
—Agnes, eres malvada y me quieres corromper. Dime donde tengo que dejar estas maletas y me tomaré ese vaso de jerez.
—_______, acompaña a nick arriba y muéstrale donde esta todo. Ah, y dale toallas limpias. Será mejor que le des las grandes que Hilary compró estas Navidades. nick necesita unas grandes. No hay más que verlo. Iré a mirar el asado y en diez minutos me reuniré con vosotros en el salón.
—Estupendo —asintió nick.
Agnes se fue, dejando solos a _________ y a nick.
—Yo si sé quién es el malvado corruptor —dijo _________ con sequedad.
—Y yo estoy contento de ver que tu perro guardián esta en tan buena forma —replicó nick mientras acariciaba a Biggs detrás de las orejas. Biggs se tumbó en el suelo para que le rascara la barriga.
—¡Por favor!—dijo ___________ agarrando las maletas—. Deja ya de malcriar a ese maldito perro y sígueme.

por **angie.lore6** Lun 29 Ago 2011, 9:04 am

sigula esta buenisima

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