strong as a stone | zayn y tú.

por **Milangas** Dom 13 Ene 2013, 3:36 am

Ficha.

Nombre: strong as a rock.

Autor: milangas (yo)

Adaptación: No

Género: Romántica.

Advertencias: -

Prologo.

Él nunca conoció el amor. Es fuerte como una roca, rudo y rebelde, nunca sigue las reglas y escupe sobre todo lo que es catalogado como correcto. Podría llamarse como el típico chico malo de chaqueta de cuero que no quiere a nadie. Sin embargo, escarbando sobre toda esa capa de matón, se encuentra el chico que se derrite por su hermana y se siente vacío como un tubo.

Ella tiene el corazón roto o eso cree. Es persistente, correcta y atlética. Podría llamarse como la típica chica linda e inteligente que bajo el ala de su novio a crecido en popularidad. Sin embargo, ella ya no tiene novio y se encuentra dudando de casi todo. De sus actitudes con su hermano enfermo, de su enamoramiento sobre su ex y de si ella es tan fuerte como dicen.

Juntos podrían ser la combinación perfecta. Ella hace que él se sienta completo, como si estuviera todo el tiempo en casa. Él hace que ella se sienta segura, como si de su mano pudiera contra el mundo. Sin embargo, las diferencias construyen muros entre ellos y dudan si ellos se quieren el uno al otro o si solo quieren la sensación que el otro le entrega.

***

Holis, holis. Mi nombre es milu y les traigo mi tercer novela. Espero que les guste, que no me abandonen, que no me pidan cada dos minutos que la empareje con alguien y hacernos buenas amigas. Gracias y hasta el primer capítulo.

por **peralta.** Dom 13 Ene 2013, 4:09 am

Nueva Lectora! Amé el prólogo<3 Espero que la empieces pronto:3 suena demasiado interesante:')
P.s. Mi nombre es Stephanie y soy de México:3 y amo tu firma, adiós:)

por **Milangas** Dom 13 Ene 2013, 9:41 am

Hola Steph, yo soy de Argentina, algo lejos.
Yo amé la tuya, edchú es tan lindo. Gracias por leer.

por **Milangas** Lun 14 Ene 2013, 11:55 am

Capítulo uno.

Invitado

Morgan estaba haciendo un gran escándalo. Sólo podía ver sus pies desnudos sobre la alfombra purpura de su habitación y aún en esa posición, con la cara totalmente enterrada en su ropero podía escuchar sus gritos de frustración.

—¿Me escuchaste engendro?— preguntó, volteándose con las mejillas ardiendo. Ella tenía una piel aceituna, en cambio a la mía que era tan pálida como el papel. No era solo eso en los que nos diferenciáramos. Físicamente eramos los polos opuestos representados en dos piernas. Mientras mentalmente, bueno, también eramos distintas en nuestra forma de pensar.

A veces ella actuaba como si habría perdido la cabeza. Y por "a veces" me refiero a siempre. Pero la amaba y era mi mejor amiga.

—Mmmph.— mascullé mientras miraba la pila de ropa que Morgan había tirado en el suelo.

Ella levanto una ceja, incrédula. —¿Entonces es un "sí"?— preguntó, podía ver una chispa de esperanza en sus ojos grandes y pardos.

—Eso es un "obviamente no"— contesté. Yo no quería ser grosera pero en realidad estaba perdiendo mi escasa paciencia.

—Vamos, estoy haciendo esto por ti— al decir eso, revoloteo su dedo en el aire — Yo quiero que lo superes, él es un idiota. ¿Lo sabes verdad?—

En parte. Quiero decir, sí, Matt era un estúpido por haber roto conmigo, pero yo había amado a ese estúpido. Habíamos estado todo un año juntos. Habíamos hecho el amor. Habíamos jurado cosas verdaderamente cursis. Había terminado conmigo por otra chica, sin embargo no se podía borrar todo un año vivido, y menos cuando tu novio era el gran Matt Rickford capitán del equipo de baloncesto y al que nombraban como "rey del sexo" en las puertas de los baños femeninos.

—Oh. Mi. Dios.— exclamó Morgan —¿No vas a llorar o si?— preguntó casi horrorizada.

No lo haría, yo nunca lloraba. Era una costumbre, mi pequeño hermano, Tom se asustaba hasta la muerte cuando yo lo hacía en casa, él se asusta con casi todo en realidad. Una vez me encontró llorando en mi habitación porque alguien le había dicho a otro alguien que yo era horrible. Entonces, él entró y se encontró con su hermana mayor totalmente miserable. Él no lo pudo controlar y entró en una crisis. Sus crisis eran, y siguen siendo duras para mí. Por eso, desde ese día nunca cerré la puerta de mi habitación y tampoco volví a llorar.

Morgan dice que soy como una roca. Yo no me siento tan así, sin embargo.

—Yo no lloro, Mor— repliqué — ¿Porqué no podemos quedarnos aquí, comiendo helado y haciendo esas cosas de chicas-deprimidas?— tiré de mi espalda hacía atrás y me hundí en el edredón purpura.

—Porque nosotras no tenemos catorce años, ilusa.— río —Vamos a salir y conquistar algunos machos ¿Qué te parece?—

—Dime una vez más porque esto no me hará sentir peor.—

Morgan respiro hondo y luego cruzo sus brazos por su pecho. —C'mon C'mon. Todos saben que un clavo quita a otro clavo...

Tuve la necesidad de interrumpir —Lo que menos quiero ahora es un clavo—

—¿No quieres un clavo? Bien, por esta noche y solo por esta noche, vamos a buscar un tornillo. Vaaaamos. Solo pregúntate. ¿Porqué no?— Ella estaba haciendo pucheros, pero con sus últimas palabras me había convencido.

No del todo, pero un poco.

Aunque, este poco era suficiente para Mor. Quince minutos después yo estaba frente al espejo, luciendo una mini-falda que dejaba ver más de lo que alguna vez mostré. Era ropa de Morgan, quien era muchísimo más baja que yo. Cuando pedí su opinión, sólo dijo que envidiaba y quería mi trasero.
Estuve tentada a sacar mi móvil y preguntarle a Matt sobre este vestuario. Él siempre decía que ponerme, al principio porque afirmaba que no tenía el cuerpo para ciertas prendas, tiempo después porque yo pertenecía a su importante circulo social, donde todo era importante. Aunque ahora no estaba en su circulo social y hace ya tiempo que mi cuerpo había cambiado. Así que tomé mi bolso y mis tacones hicieron ruido hasta la puerta.

Zayn.

Harry sacudió sus rulos dorados hacía un lado y paso una mano por su cabello. Justo como hacía cada vez que veía a una presa. Miré hacía la izquierda, no muy lejos se encontraba la puerta de entrada donde un hombro robusto hacía entrar a unas rubias tetonas.

Reí un poco, expulsando el humo de cigarrillo. —Hombre, ¿no te cansas de las rubias?— le pregunté a mi mejor amigo.

Él negó con la cabeza. —¿Cómo te puedes cansar de las mujeres? ¿Tú lo haces?—

Sí. A veces. No de todas, claro y tampoco todo el tiempo, sólo que cuando te enrollas con puros rostros lindos que se escapan antes del amanecer algunas veces se siente vacío. Hasta que vuelves a llenar ese vacío con otra cosa. Cerveza, adrenalina, o incluso otro enrollamiento. Suena totalmente gay, peo ¿qué puedo decir? noches frías hacen que el hombre sensible destelle dentro mío.

Harry movió sus dedos frente mis ojos. —¿A caso estas escuchando?— preguntó

—Sí, y no, nunca me cansó— mentí. —Solo entremos— ordené y me despegué de la pared mientras apagaba el cigarrillo con mi zapatilla.

Nos acercamos a Austin, el guardia de seguridad del club. Tanto frencuentrar el mismo lado por tanto tiempo nos había hecho algo así como buenos amigos. Saludamos y nos colamos en la cola, tras de nosotros pude escuchar algunas quejas las cuales ignoramos. La oscuridad se cernió sobre nosotros y la música golpeó fuerte contra mis oídos. Hoy, particularmente me molestó. No se sentía bien estar aquí, lo que era ridículo. Todos estos síntomas extraños pedían a gritos una cerveza.

Perdí a Harry mientras me habría paso entre el océano de cuerpos. Esto no era extraño, perderlo quiero decir. Nosotros veníamos aquí conquistábamos un par de chicas y nos íbamos con ellas, personalmente creo que mi mejor amigo lo hacía como una manera de desahogarse, él contenía tanta mierda llena de sentimientos que nunca hablaba. Por mi parte, en realidad no lo tenía del todo claro. Era sexo. Un poco de diversión y nada más.

Pedí una cerveza al chico de la barra y me apoyé sobre mis codos a espaldas de este, analizando la pista de baile. Se veía algo atediado el día de hoy. Distinguí la remera negra de Harold mientras él hacía su estrategia sobre esta chica rubia que habíamos visto rato antes. Sonreí por él. Era un buen chico, dejando de lado las pestes que decían de él.

Con mi cerveza en mano y sintiéndome un poco más en casa me moví contra la barra un poco más cerca de la multitud. Hoy no me apetecía moverme mucho, aunque sabía que algo se acercaría. No me llamen creído, siempre se acerca algo, en serio.

Tiempo después, cuando la música pasó a algo mucho más lento me di vuelta rotundamente, yo odiaba esta cosa lenta. Al girarme, mi remera blanca escote en V, se vio empapada por dos martinis. Apreté mis labios en una línea recta. Ésta era una buena remera.

—Lo sientoooooo— dijo el-estúpido-mancha-camisas. Yo sabía que en la manera en la que este tipo arrastraba las palabras estaba ebrio.

—En serio, hermano ¿que...— me quede en media frase al ver al-estúpido-mancha-camisas que ahora pasaba a ser una-chica-totalmente-caliente-mancha-camisas.

Ajuste mi sonrisa a un lado, la que Saafa me habría dicho que era de pirata encantador. Saafa era mi pequeña hermana. Ella era un sol.

Casi iba a hacer una jugada cuando la chica se encogió de hombros y me dio la espalda para pedir otro par de martinis. Mierda.

Me senté en el taburete que estaba a su lado. —¿Tú no sabes que tienes que mantener los tragos arriba de tu cabeza en un club para no tener un accidente?— pregunté, sin mirarla fijo. No parecer demasiado interesado, buen truco.

Por el rabillo de mi ojo pude ver como se encogía de hombros. —En realidad, noppp— Ella no estaba ebria, solo arrastraba sus palabras por costumbre.

Su respuesta tan poco pensada, hizo que la viera directamente a su rostro. Tenía los ojos verdes exageradamente claros, yo podía ver a través de ellos. Busqué algo inteligente que decir, pero antes de que mis neuronas vuelvan a funcionar ella ya tenía sus martinis de vuelta. —¿Para quién son?— pregunté casi desesperado para retenerla un poco más.

Ella me miró. Quiero decir, me miró realmente. Una gran, lenta y silenciosa mirada. Froté mis dedos por mi mandíbula sin afeitar. La chica-derrama-martinis pestañeó. —Los tiraré a algún otro muchacho— dijo mientras una blanca sonrisa se deslizaba por sus labios.

Coloqué mi mano en mi pecho, fingiendo estar herido. —Wow. Yo pensé que habías tirado eso en mí solo para llamar mi atención

Su sonrisa nunca vaciló. Era linda. Linda como la de Saafa. —Que lastima desilusionarte muchachón— dicho esto ella me rodeo y me dio la espalda.

Casi volé del asiento, cuando la seguí. Un solo toque en el hombro fue suficiente para que ella volteara. Sus ojos verdes bailaron. Era bueno saber que no era el único afectado aquí. —Voy a tener que pasar un buen tiempo en la lavandería tratando de sacar esto —señale la mancha húmeda sobre mi remera — así que por lo menos dime tu nombre, así tengo a quien maldecir— dije.

Río un poco y luego chasqueo su lengua. —Invitado— dijo. Solo su nombre, nada de apellido, nada de número telefónico. Solo nombre.

Horas más tarde me subí a mi jeep. No había hecho una jugada con nadie y tampoco estaba llevando a alguien a mi habitación hoy, sin embargo me sentía un poco más lleno.

por **Milangas** Sáb 19 Ene 2013, 11:45 pm

Capítulo dos.

Invitado

—El era como el rey del sexo, literalmente amiga— abrí mi boca para protestar, pero Morgan me interrumpió —Y me importa una mierda si ese es el apodo de Matt. Él en verdad era lindo, Invitado — la última frase ella prácticamente lo grito.

—Claro, que lo era— grité de vuelta y reí histérica.

Había volcado mis dos martinis en su remera blanca. Pobre de él, pero no podía decir lo mismo. ¿Alguien sabía que las guerras de camisetas mojadas no solo son lindas en las mujeres? Yo estaba babeando por su abdomen duro. No es que lo tocará, pero ustedes entienden. Él era lindo. Aún así me negué a derretirme a sus pies, lo que fue difícil. Tal vez por su sonrisa de medio lado, que lo hacía ver como un ladrón encantador, me alejé. Bueno, la verdad era que no tenía las agallas para quedarme allí y afrontar a un tornillo. Aunque me comporté como si tuviera todo bajo control.

—Bueno ¿y qué?— preguntó Morgan mientras me sacaba mis zapatos de tacón.

Estreché mis ojos. —¿Qué quieres decir?

—Vamos chica, ¿qué pasó con él?— preguntó casi saltando sobre su cama.

Luego de encogerme de hombros dije: —Nada.

Por que esa era la verdad, le dije mi nombre y estuve a punto de preguntar el suyo, justo cuando vi sus tatuajes por su clavícula y brazos. No eran como los de un chico malo, tipo rosas, demonios, motocicletas y demás, pero yo no era chica de tatuajes. Entonces, dudé de mi misma y luego dude de él. Cuando me aleje una voz dentro de mi grito: ¡¡Cobarde!!

—¿Cómo que nada?— ella aplasto su mano contra su frente. —Te encuentras con un chico así y no haces nada. Eres un desastre

En realidad, me había gustado eso. Él no me acosó, lo que me gustó. Hasta que Morgan dijo que tal vez él no me siguió porque no le interesaba demasiado. Le respondí que no era una buena alentadora y ella se tragó sus palabras.

Dentro de todo ella tenía razón. ¿Qué importa? me pregunté, no era como si lo volviera a ver o algo así.

Esa noche, dormí un poco más orgullosa, de mi misma. No había pensando en Matt, había usado una falda que asfixiaba mi trasero toda la noche y dentro de todo me sentía algo más segura cuando apoyé mi cabeza en la almohada de Morgan.

Luego de despertar me alisté hacía mi casa. Mi mejor amiga llevaría una resaca grande como toda china, así que tendría el día libre. Cuando llegué a casa me encontré con mi hermano Tom en el jardín delantero de nuestra casa. Estaba jugando con sus dedos mientras su pelo rubio caía sobre sus ojos.

Él era un chico maravilloso y aunque a veces cueste admitirlo, él era especial. A los seis años le diagnosticaron Esquizofrenia indiferenciada. Era un caso algo raro, tanto por su edad, como por su clasificación. Esta significaba que podía tener cualquier otro síntoma que las otras esquizofrenias. Nuestra familia había pasado por cosas duras. Nunca en mi corta vida me había asustado tanto como cuando surgió un pequeño episodio de esquizofrenia desorganizada, él reía sin razón alguna y en verdad parecía que había perdido la cabeza.

Después de varios años habíamos aprendido a vivir con esto, sobre todo porque amábamos a Tom.

Me acerque a él de a poco y luego susurré: —Hola Tomi

Él sonrió, me miró con sus ojos claros brillando bajo el sol. —¿Cómo estas hoy?

—Bien— se limitó a contestar yo asentí y acaricié su pelo mientras volvía a jugar con sus dedos.

A los siete años, el psicólogo de Tom dijo que tenía un retraso. En realidad nunca entendí el tema y no quería meterme en él. Tom era mi principito y no importaba nada más. Sé que él se comporta como un niño de seis años y que probablemente lo haga por siempre, pero lo amaba. Con seis años o con cuarenta, yo solo lo hacía.

Pasé el día coloreando con Tom y hablando con Samie, la niñera-especialista de mi hermano menor. Mis padres vivían trabajando, lo que no me afectaba. Lo que en realidad, me estaba afectando era en volver a clase mañana. Había hecho mi tarea y tenía todo preparado, menos mi mente para encontrarme con Matt nuevamente.

Él solo mandó un mensaje diciendo que tendríamos que terminar porque nosotros nos estábamos volviendo aburridos. Él no devolvió mis llamadas, ni mis mensajes desesperados. Por lo que interpreté que nuestra relación era cosa del pasado. Más tarde me enteré que él había encontrado la diversión en otra chica y hasta ahí fui capas de escuchar.

La mañana siguiente cuando bajé del automóvil de Morgan ella seguía hablando del morocho de la noche anterior. —Mor, solo superalo— dije —él es historia de una sola noche

—¡¡Claro que no lo es!!— se quejo ella, repiqueteando sus pies en la acera.

—Ni siquiera sé su nombre Mor, probablemente nunca lo volveré a ver— dije sacando importancia al tema.

Zayn.

Nunca me gustó estacionar mi jeep en el estacionamiento del instituto. Apestaba. No el estacionamiento, sino todas las miradas sucias con las que te tiroteaban allí. Podías sentir como las miradas hacían un gran y profundo hueco en tu cabeza mientras caminabas entre los autos.

La mañana del lunes algún idiota había estacionado su gran camioneta cuatro por cuatro en mi lugar. Este era uno en la parte trasera del establecimiento. Era alejado y tenía que caminar bastante pero me gustaba. Conducí hasta el estacionamiento donde se podían apreciar desde un mercedes a un viejo ford oxidado. Aparqué mi jeep negro perfectamente lustrado en una de las puntas del estacionamiento.

Bajé y en ese momento descubrí mi error. Yo tendría que pasar por todo el estacionamiento para llegar hasta la puerta.

Con la mirada clavada en el asfalto, yo no era un chico amargado, marginado o antisocial, pero si nos referíamos a la escuela prefería andar por las sombras. Bueno, esto me hace sonar un poco siniestro, pero quería mantener el perfil bajo.

Una mano, con cinco uñas esculpidas de un rojo brillante paso cerca de mi mirada. Paré de golpe y traté de no estabilizarme sin caerme por la sorpresa. Nora se paraba frente a mi con una sonrisa picara, sus colmillos blancos brillando por la luz del sol.

—Heeeeey

—Heey para ti también

Mi sonrisa de pirata se deslizó por mis labios. Conocí a Nora en una clase de química, yo sabía que ella se estaba colando porque se veía algo nerviosa, luego lo comprobé la mañana siguiente cuando ella no estaba.

— Hace tanto no hablamos...

Ella hinchó su labio inferior y podría haber pensado que era linda, pero ella sostenía estos pompones azules de porristas, que yo odiaba con intensidad. Así que nop, no era linda.

—Uh, sí. ¿Química fue muy difícil para ti o solo escapabas de mi?

Sonrió y yo lo hice de vuelta. Era tan fácil filtrear con ella, que era casi imposible no hacerlo. Sin embargo, yo no la quería y ella lo sabía. Digamos que deje correr el chisme que no me interesaba después de la tercera vez que se sentó en las gradas en mis clases de educación física.

— ¿Escapando? ¿yo? ¿de ti? — ella rió y fue tan histérico que casi salgo corriendo —Jamás— concluyó con una super sonrisa.

— Es bueno saberlo — le disparé con la mano mientras me alejaba.

—Oye...— se quejó a mis espaldas.

No la escuché, ni la miré. Estaba prestando mi atención en el coche celeste cielo y en las dos chicas que salían de él. Invitado. Ella meneaba su cabello mientras discutía con su amiga.

Antes de que estuviera consciente de lo que estaba haciendo, tracé largas zancadas hasta quedar cerca de Invitado.

—Hey— dije a sus espaldas. Yo no solía ser tan impulsivo, ni tan obvio, ni tan desesperado... pero algún imán o fuerza de atracción me acercó hasta aquí.

Pude ver los labios de Invitado abrirse lo suficiente para que emitiera un gemido silencioso. Sus labios eran rosados y el de abajo se encontraba levemente más relleno que el superior. Sexys. Yo me iría al infierno por estar pensando estas cosas. Demonios, hace tanto no me fijaba tanto en algo.

Como un hechizo, la morena y pequeña amiga me sacó de mis pensamientos. — Hola — ella alargo tanto la palabra que llegué a pensar si en algún momento terminaría, pero lo hizo.

—Hola, ¿sabes si tu amiga le pasa algo? quiero decir, ella no esta hablando y creo que me asusta. ¿Perdió la lengua en un accidente hogareño?

La morena rió, por otra parte las mejillas de Invitado se ruborizaron con rabia. —Yo no...

—Uppps... Yo no quiero verla enojada, les doy su espacio— intervino la morena y sin más preámbulos desapareció.

—¿Qué decías?— pregunté, apretando mis labios para no sonreír.

—Nada. Solo, —ella vaciló por un instante —¿qué quieres?

Auch. Golpe bajo. No es como si yo hubiera sido un total estúpido con ella, no del todo. Invitado me sostenía la mirada fija, su rostro serio. Ella despegó sus ojos de mí solo para saludar a un fornido chico al otro lado del estacionamiento.

—¿Me tengo que poner celoso?— dije señalando con mi cabeza hacía el chico rubio. Esa era una salida fácil.

Su ira desapareció por un momento, pero al pestañear había vuelto. —No más de lo que yo tendría que estar de Nora Watts

Sus ojos brillaron, una motivación para seguir. —Oh, ¿estas celosa?

Ella bufó. —¿Estas loco? Ni siquiera sé tu nombre.

Sonreí, una gran sonrisa. Saqué una lapicera de mi bolsillo trasera y estiré su palma hacía mí. Este mínimo roce hizo lo suficiente para que no pudiera descolocar mi sonrisa. —Puedes preguntarlo cuando quieras— y luego, deje siete dígitos tatuados en su cristalina piel.

por **Mayri16** Dom 20 Ene 2013, 1:38 pm

Me encantaaaaaaaaaaaaaaa :o

Pasate por mi nove y deja tu opinion: https://onlywn.activoforo.com/t29345p30-agente-secreta-zayn-malik-tu#1669461

Gracias :D

por **beautifuleyes** Lun 28 Ene 2013, 3:34 pm

¿Así o más perfecta? Dios, me encantó loco. Seguila, leí todas tus fanfics pero nunca comenté, pensé que ya era hora de hacerme presente (?). Ah, me llamo Lucía -Luli- soy de Argentina, tengo 14 y nada, amo a Zayn con todo mi ser. Bueno, seguila, chau<3.

por **beautifuleyes** Lun 28 Ene 2013, 3:35 pm

Ah, y ¿cómo haces para que las fotos te queden con el bordesito redondo? ¿Me pasas el código? :D

por **valentynittaStyles** Lun 28 Ene 2013, 4:24 pm

Hola nueva lectora, necesitas chicas?? me gustaria con Harry si no, no importa.
Me ah encantado tu novela & la tienes que seguir :(L):

por **littlesunshine*~** Sáb 23 Feb 2013, 10:38 am

hey preciosa! siguela me encanta un besote :enamorado:

por **Milangas** Vie 19 Abr 2013, 12:41 pm

Capítulo tres.

Invitado

Mis mejillas quemaban, ellas estaban ardiendo en realidad. Yo habría retirado la mano si Matt no estaría clavándonos la mirada como un alcon en busca de su próxima presa. Quiero decir, este chico estaba usando su encantadora sonrisa con Nora Watts y por la forma en que ella se balanceaba con sus pompones en mano ellos seguramente estaban coqueteando. No es que me importe claro, pero yo solo quería seguir su juego. Además su actitud tan segura, rozando la arrogancia me exasperaba.

Matt estaba recostado sobre el capot de su mercedes, con sus brazos definidos cruzados sobre su pecho. Y mi estomago empezó a saltar. ¿Estaría celoso? Quería que esté celoso. ¿Qué tan malo es eso? En parte me sentí un poco culpable por usar a este chico, pero luego me pregunté cuantas veces habría él usado a las chicas. Ayer parecía casi adorable con su remera limpia y lisa, hoy con su chaqueta de cuero se veía un poco más peligroso.

Más tarde, la hora del almuerzo tocó y Mor agarró mi codo como si fuera un rifle. Sus ojos brillaban como los de una pequeña niña.

—Dime que es lo que pienso— rogó mi mejor amiga.

Me despegué de sus garras, tomé mis libros y empecé a marchar hasta el comedor. —Esto querida, es un brazo

—No uses ese tonó conmigo. Lo vi mientras te acomodabas un mechón de pelo— protestó Mor, caminando a mi par.

—¿Ver qué?— yo sabía de lo que hablaba. De los números tatuado en mi palma.

—Vamos chica, tienes su número. Eso es tan genial. ¿Cómo se llama?— ella empezó a gesticular con sus manos como hacía cuando se interesaba por algo. —No sabía que venía a esta escuela. ¿Cómo no lo vimos? Ohpordios. Él es más chico, ¿verdad? ¿Por eso no lo quieres? Vaaaamos, no se nota. Él es todo un espécimen

—¡Morgan!— chille —Basta, deja de hablar sola. Y la respuesta es, no lo sé. No sé su nombre, ni a que curso va. Por favor tenme piedad.

—¿No sabes su nombre pero tienes su número? Eso es misterioso, me gusta

Después de guardar nuestros libros nos dirigimos hasta la cafetería, aunque terminamos comiendo en uno de los bancos de afuera gracias a la presencia de Matt y todo su circulo social, que antes también era el mío.

Tiempo después de haber cortado, me encontré con que Charlotte ya no contestaba el teléfono. Y con Patrick, que estoy casi segura que al verme el dobló por un pasillo. Esos eran mis dos amigos más cercanos, con los cuales compartí interminables noches de pizzas y películas. Nos gustaba estar los cuatro juntos, empezó con algunas citas en parejas. Más tarde, habría interminables conversaciones con Patrick de cualquier cosa y con los millones de concejos que me daba Charlotte para ser una "chica bien". Todo eso, para terminar en esto. Dos personas ignorándome.

Yo había sido el patito feo hasta que Matt se fijo en mí, aunque antes y después siempre había estado Mor para mí.

Pinche mi ensalada y aprecié como los números se empezaban a borrar de mi palma. Y sin querer mi cabeza comenzó a reproducir mil preguntar. ¿Cómo nunca lo había visto antes? ¿Si yo lo llamaría, de que hablaríamos? ¿Él pondría mala cara si yo pidiera una hamburguesa, tal como hacía matt? ¿Usaría la misma mirada conmigo que con Nora? ¿Sería tan seguro tanto el tiempo?

¿Yo sería tan segura para llamarlo?

Morgan dice que soy fuerte como una roca. Cerré mi mano en un puño, ignorando esos números. No me siento como una roca ahora mismo.

Zayn.

Descolgué mi teléfono con una sonrisa en la boca, mientras ocupaba mi otra mano en el volante de mi jeep. —¿Hola?

—Hola amigo, ¿que haremos hoy?— Casi golpeó mi cabeza contra la ventana a escuchar la voz de mi mejor amigo, en vez de lo que yo esperaba.

—Mierda Harry, corta.

—¿Qué? ¿Por qué? Tu sabes que yo no le hice ese rayón a tu jeep, no te enojes conmigo.

—Solo corta Harold, estoy esperando una llamada.

Harry silbó del otro lado. —Eso es importante eh, ¿de qué se trata?

—Adiós Harro.

Mi celular volvió a sonar y un chispazo de esperanza revolvió mis adentros, que fue apagado con un chorro de agua fría cuando vi la pantalla.

—No solo te cortare el celular si sigues llamando— amenacé, apretando mi mandíbula.

Harry rió histericamente. —Vamos, pasame a buscar por mi casa. Prometo no llamarte más si lo haces.

—Eres un estúpido— corté y sin más di la vuelta, encaminándome a la cara de H.

Cada vez que yo daba mi número a mi chica, ellas solían llamar o mandar un mensaje el mismo día. Sin embargo, ella era una excepción. Nunca había estado tan pendiente de mi celular, lo que me hacía sentir un enfermo. Pero recordar su mirada, llena de complejos y al mismo tiempo llena de viveza, de ganas de seguir adelante. Quería entender esos complejos, quería que me llamé y me pregunté mi nombre.

Ya habían pasado dos días, cuales me estacioné en el estacionamiento. Dos días en los cuales yo levantaba mi mirada en la cafetería para registrar la zona. Dos días en los cuales no había vuelto a verla.

¿En verdad me llamaría, alguna vez?

por **ili19.** Jue 20 Jun 2013, 7:37 am

Siiiiiiiiiiiiiguela! como pudiste dejarla?!? :( Es increiible me encantaaaaa! Sigueeeela poorfavooor strong as a stone | zayn y tú. 1857533193

por **LauMalik97** Jue 20 Jun 2013, 10:27 am

Holis! Aqui Laura! Por favorcito, sube en cuanto puedas!!!!!
La adoro<3
Es como mi nueva obsesión!

Gracias por escribir así de KSDFKGLHDFLKGHDGKLHSAFLKSHDF.
:3

por **isa ☯** Jue 20 Jun 2013, 10:58 am

hfahfk dios linda adoro esta novela!
me encanta, me encanta, amo la manera en la que escribes es como muy woo

wojjjooo zayn esta enamorado, o esta preocupado por que rayita no quiere nada con el! pillado pillado <3

seguila cuando podas xx

PD. necesitas chicas?

por **Milangas** Jue 27 Jun 2013, 1:50 pm

Capítulo cuatro.

Tú:

Dos días transcurrieron. Los números se borraron pero en un impulso de confianza los agendé en mi teléfono. Mor también ayudo con un millón de quejas y protestas, diciendo que no podía desperdiciarlo. Así que lo hice, lo guardé. Sin embargo, vale recalcar que si el nombre del contacto dice "chico caliente" es sólo porque así lo escribió mi mejor amiga. Y el nombre es tan absurdo porque Mor intentó escribir "Príncipe azul que puede salvarme de las tinieblas de la soltería y la depresión" que por suerte este último nombre fue descartado, ya que gracias a dios no alcanzaban los caracteres.

Después de verlo aquel día, lo vi el siguiente. Estaba sentado cómodamente en una de las mesas de la cafetería. Él usaba la misma campera de cuero y estaba sentado con un par de chicos los cuales no había visto nunca en mi vida. Tal vez por eso tampoco lo había visto a él. Para ser sincera parecía casi camuflado entre tanta gente. Casi me acercó, pero ese pensamiento lo tuve antes de darme cuenta que estaba su mesa estaba al lado de la mesa de Matt. Así que recojí mi ensalada y salí al patio.

Después de dos días, estaba acostada sobre mi colcha floreada, mirando a Tomi durmiendo a mi lado. Sus mechones rubios caían por un lado de su frente y sus pequeños ojos cerrados. Era raro que quisiera acercase tanto y más si fuera para dormir, así que estaba aprovechando el momento.

Su rostro mostraba tanta paz, que gran parte me la transmitía a mí. Y aunque seguía pensando en el chico de profundos ojos, no iba a desperdiciar este momento con estupideces que podrían terminar en un buen corazón roto. Así que seguí con ese pensamiento después de que Tomi despertó y ese mismo día por la noche, incluso toda la semana siguiente seguía con el mismo pensamiento clavado con una estaca en mi mente. Sabía que mi corazón lo agradecería más tarde.

Zayn:

Una patata frita chorreando grasa pasó por mi oreja izquierda.

—Buen intento idiota, la próxima será— le escupí a Harry desde el otro lado de la mesa.

Estábamos en un Mc, tomando un rápido almuerzo y decidiendo que hacer por el resto del día.

—Vamos, hombre de donde sacas esos reflejos— se quejó en voz alta. Nenito de mami —Oh, mira eso. Necesito unas piernas como esas— dijo cuadrando sus hombros en su asiento y golpeando su puño contra la mesa.

—Son como kilométricas— acotó Jeff, uno de nuestros amigos —¿Te imaginas mi carro ronroneado por esas piernas?

Reímos un poco ante su comentario, pero no me voltee. Hoy no tenía ganas de chicas o de piernas kilométricas. Sólo quería tranquilidad con mis amigos.

—Espera— dijo Harry y me miró con los ojos bien abiertos —Es ella— murmuró siendo demasiado gestual.

Jeff, a su lado apretó las cejas y comenzó a hacer preguntas a que se refería, pero yo ya estaba volteado para ver a la chica del bar de hace unas semanas, buscando una mesa con la misma amiga morena y enana. Llevaba un short color rosa pálido que hacía ver sus piernas más morenas. Carajo.

Después de contarle a Harry lo genial que había sido y presumir como un idiota que ella me llamaría pronto (lo cual no hizo) pensé en ella una sólo vez más. El domingo a la madrugada. Mi cama estaba fría y vacía, parecía demasiado grande para mí y la habitación demasiada chica. Entonces pensé en ella, en mi pulgar sobre su brazo, en sus ojos sobre los míos, en sus labios levemente abiertos y después vino la oscuridad del sueño.

Luego de eso, la había expulsado de mi mente en cada ocasión.

—Ella flechó a Zayn— le explicó Harry a Jeff

Antes de Jeff hiciera una escena me volví a ellos con mi ceño fruncido —No, no lo hizo

—Lo hizo y en grande— dijo él y me tiro otra patata. Esta pego en mi frente dejando un rastro de grasa y aroma a frito —Ajá en tu cara. Como te decía Jeff, piernas flechó a Zayn en club, él le dió su número y ella nunca llamó

—Wooooow, eso es todo un caso— dijo Jeff y hubo un momento de silencio, pensé que estaban esperando una respuesta.

—No es nada. Ella no me flechó, ni siquiera me importa que no me llamará— me quejé medio en serio medio verdad. Yo no era un loco acosador, aunque mierda sí, me hubiera gustado hasta el infierno que me llamará, pero no me iba a arrastrar. No era de ese tipo.

Nadie contesto. Entonces, Harry levantó una mano en modo de saludo, sus ojos brillando.

—Hola piernas.

Holas:

por Contenido patrocinado

ϟ hypatia. aka Kate. MP ϟ Ver perfil.	ϟ dépayser aka Lea. MP ϟ Ver perfil.
ϟ youngjae aka . MP ϟ Ver perfil.	ϟ Stark. aka Cande. MP ϟ Ver perfil.

ϟ Legendary. aka Steph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ chihiro aka Zoe. MP ϟ Ver perfil.
ϟ Kurisu aka Teph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Calore aka idk. MP ϟ Ver perfil.

strong as a stone | zayn y tú.

strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

Re: strong as a stone | zayn y tú.

ϟ ego. aka Kalgh/Charlie. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Asclepio. aka Gina. MP ϟ Ver perfil.
ϟ mieczyslaw aka Alec. MP ϟ Ver perfil.