|La casa para pobres | Zayn y tu|

Un día cualquiera? Claro que no, este no seria un día cualquiera. Este día definiría la vida de 13 jóvenes tirados en la calle sin ninguna ayuda. 
La familia Wens estaba nuevamente dispuesta a ayudar personas, por lo que aguardaban con los brazos abiertos en la puerta de su gran casa, casi podría decirse mansión (aunque era muy simple para ser algo lujoso). La pequeña Wens, _____, miraba hacia el camino con la mirada perdida. Odiaba cada vez que llegaban "visitas" a su casa, y no porque era codiciosa, si no, porque siempre se iban y la dejaban nuevamente sola...en su mundo.
Los padres de la joven no notaban su depresión  y por mas que fueran muy atentos al ser su única hija, ni siquiera de ellos, trataban de que sea lo mas feliz posible...aunque no lo fuera ni un poco. 
Y ella, no se imaginaria que en distintas partes de Londres, 13 adolescentes se encontraban leyendo el anuncio publicado por sus padres. Claro que ninguno sabia lo que le esperaría y no tenían ninguna información de con quienes les tocaría compartir la gran casa. Pero los señores Wens están mas que complacidos con tener mas victimas, digo, huéspedes para hospedar en su "humilde" hogar.
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-A donde iremos esta vez?- me pregunto mi subconsciente.
-Vamos al centro, debe haber algún trabajo disponible-
Genial, hablando sola nuevamente. Pero así era como me encontraba, sola es una gran casa destruida. Estúpido tornado. Pero por mas de no tener esta casa, ya no tenia a mis padres y todo por el ebrio que conducía  Maldigo el día en el que comenzaron todos estos sucesos, aun no entiendo porque, porque siempre a mi me pasan estas cosas?
Mis padres, mi casa y por ultimo mi mejor amiga. Pero claro, yo era la chica perfecta. Ahora, se dan cuenta de que no era lo que todos pensaban? Eso me gustaría gritarle al mundo.




Llegue al centro, donde estaba la pequeña oficina turística llena de promociones y empleos disponibles. Pero un cartel me llamo la atención ..'Casa hogar Wens'. Simplemente seguí leyendo y vi que era justo lo que yo necesitaba ,y aunque el lugar quedaba en Londres podía colarme en algún tren. Londres, desde Liverpool....
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5:45, me desperté rápidamente para empezar a prepararle el desayuno a los niños Brown. El trabajo de niñera no era lo mas adecuado, pero era de tiempo completo así que podía vivir ahí.
-Danna! Los niños ya están por bajar!- me grito mi señora.
-Ya estoy terminado el desayuno- y como si fuera verdad termine los huevos en un tiempo récord - hola chicos- salude a los gemelos y les pase un plato.
-Hola linda- coqueteo Michael.
-Sigo siendo mayor que tu- canturree.
-En algún momento tendré 18- repitió mi acción.




Los hermanos salieron a tomar su autobús, pero mi mañana se arruinaría con esas simples palabras.
-Danna, tenemos que hablar-
Me senté en el sillón individual frente a mi "jefa". 
-Se que has estado haciendo un excelente trabajo y ademas los niños me hablan excelencias de ti pero, nos mudaremos-
-Genial, cuando sera?- pregunte entusiasmada.
-Ese es el tema...-titubeo- tu no puedes venir con nosotros, mi madre se encargara de cuidar a los niños-
Me levante el silencio y me dirigí a mi cuarto, pequeño pero podía dormir allí  Tome mis pocas pertenencias y las puse en una mochila. Me despedí de los señores Brows y recorrí las calles, buscando nuevamente trabajo. Y un cartel, ese cartel fue mi salvación ..'Casa hogar Wens', es todo lo que necesito. Londres, desde Derby... 
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-Necesitamos todo el dinero ahora- todas mis mañanas escuchaba eso. A mis 18 años tenia que vivir en un hotel, si podía llamarlo así  y simplemente recibía un dinerillo por mes. Aun no entiendo como es que seguía viva y no morí de hambre.
-Ya le dije que es todo lo que tengo- suspire. Mis ojos se cristalizaron, mi vida era una mierda y lo admitía.
-Lo lamento, o se busca otro trabajo o váyase de aquí  una rebelde lagrima cayo por mi mejilla cuando termino esas palabras. No quería volver a la calle.
Y como si fuera magia un anuncio en la radio llamo mi atención  'Casa hogar Wens', era para pobres o personas en situación de calle. Perfecto para mi.
-Me iré de aquí- le sonreí con frialdad al anciano frente a mi.
Londres, desde Manchester...
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Risas, esas torpes risas de los niños con padres que son felices.
No recuerdo porque duermo en un parque, a si, se incendio mi casa. El destino me odia y me seguirá odiando a no ser que me de una ayuda.
Salí de entre los arbustos para intentar encontrar ayuda o un trabajo nuevamente, pero mi cansancio me venció y me senté mas alejada de mi "hogar". Encontré un periódico tirado por allí y empece a leerlo. La política estaba del asco y no había ninguna oferta, excepto por la 'Casa hogar Wens'. 
Te amo destino.
Londres, desde Bolton...
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Despedida, nuevamente.
Mi trabajo como modelo ya no es tan fluido como antes, no consigo trabajo y estoy totalmente endeudada. 
Mi hermano desaparece todo el tiempo y no me ayuda con ningún gasto. Mis nervios están por explotar y el no lo entiende. Ya creo que voy a irme a ese lugar que había oído, sea con el o no.
Empezare una nueva vida, y eso arrancare con mudarme a la 'Casa hogar Wens'.
Londres, desde Leeds...
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Dejen de fumar cerca mio! Quería gritarles al grupo de drogadictos que se encontraba a solo metros de mi. Aunque para mi suerte yo estaba escondida y no podrían verme, pero yo si podía olerlos y ese aroma era enfermizo. Mi temor se hizo mas presente cuando escuche pasos aproximarse a mi "escondite", a lo que tuve que tomar medidas drásticas y huir de allí.
-Mi suerte no podría ser peor- susurre para mi misma, y justo un segundo después un papel azoto mi cabeza. 'Casa hogar Wens', no sera peor.


Sonreía como estúpida mientras pensaba como llegaría allí, y eso seria lo mas pronto posible. Londres, desde Coventry...

Las gotas caían sobre la casa Wens, y las esperanzas de próximos huéspedes se perdían por cada minuto que continuaba lloviendo. La pequeña de la familia estaba sentada frente a la ventana rogando por que alguien llegara y sus padres terminen ya con toda la ayuda. Odiaba ese sentimiento de espacio, quería hacer amistad con chicos de su edad. Pero sus padres, y la lejanía de un pueblo, le prohibían ir a una escuela común; por lo que ella tomaba clases en casa.




El sonido del timbre alarmo a la pareja, logrando que bajaran corriendo las escaleras a abrir la puerta. Nuevas voces se hicieron presentes en el silencio del hogar y _____ se alarmo por no estar presentable ante aquellas visitas.
La chica se apresuro a correr y adentrarse en su habitación para ponerse uno de sus peculiares vestidos y algún zapato del mismo color. Ato su cabello en su coleta; y como si fuera cosa del destino, empezó a bajar las escaleras justo cuando sus padres hablaban de ella con las visitas. Treces cabezas, sin contar las de sus padres, se voltearon a verla y se sorprendieron por lo arreglada que podía estar una chica -que según habían dicho los señores Wens- era como ellos.




_____ no era como ellos, no era una chica que tuvo problemas de familia ni fue pobre. Solo era adoptada, sus padres jamas la quisieron y por eso tuvo esa suerte de caer en los brazos de los que ahora son sus padres. Pero ella no lo sabia, y no lo sabría en un largo tiempo.




-_____, cariño, acércate  dijo Marylin con esa sonrisa hogareña que siempre tenia.- chicos esta es mi hija, _____ ellos son los nuevos huespedes. Puedes mostrarles sus cuartos?- pregunto con la mirada fija en su hija.
-Claro- suspiro pesadamente y volvió a subir las escaleras, con los trece adolescentes detrás de ella murmurando cosas que jamas entendería a no ser que hablaran uno a la vez.




-Haber, cuantos son...-susurre para mi misma dándome la vuelta y empezando a contar- trece, bien, son menos de los que había pensado- dije.
-Si, si, ya danos los cuartos- dijo una chica de unos 17 años con cabello rojizo. Suspire frustrada, uno que los quiere ayudar y así te pagan.
-Las chicas pueden dormir en ese cuarto- dije señalando una puerta al principio del pasillo.- y los chicos en el de enfrente-
Cada grupo entro al cuarto que le corresponde y yo baje a sentarme nuevamente en mi ventana. Las gotas estaban cesando cuando mis padres subieron a  ver que tal estaban los invitados.
-_____, podrías cocinar?- me gritaron desde arriba.
-Genial- bufe.




La chica se dirigió a la cocina donde saco los condimentos ideales para preparar pasta. Ademas de que odiaba cocinar eso era lo único que sabia hacer y le quedaba bastante rico.
Al poco tiempo el delicioso aroma de la comida se hizo presente en el lugar. Y unos muy hambrientos estómagos bajaron a la sala-comedor para deleitarse con la comida que había preparado la pequeña Wens. Todos tomaron asiento en sus respectivos lugares para esperar a que todo este listo.
-Debemos irnos, volveremos tarde, si cariño?- dijo John despidiendo a su hija con un beso en la frente.
-Si, adiós padre- suspiro cuando la puerta se cerro y empezó a servir la comida.- si quieren algo mas estaré en mi cuarto-




Ellos notaron una actitud deprimida en la chica, pero no dijeron nada. Apenas la conocían y tal vez y solo estaba cansada. Ademas de que ella mostraba algo de indiferencia, tal vez no le agradaba que ellos estuvieron ahí. 


Pero nadie lo sabia, solo ella. Y ella quería que quedara así, sola en su mundo...