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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Capítulo 10
♣
En la siguiente mañana me estoy preparando para la escuela y cometo el error de pedirle a Riley que me ayude a escoger un suéter.
— ¿Qué opinas?— Mantengo en alto un suéter azul, antes de reemplazarlo por uno verde.
—Ponte el rosa otra vez, — ella dice, sentada en mi tocador, su cabeza inclinada a un lado mientras considera las opciones.
—No tengo ningún suéter rosado. — Frunzo el ceño, deseado que por alguna vez ella se tome las cosas en serio y deje de hacer de todo un juego. —Vamos, ayúdame que no hay mucho tiempo. —
Ella se frota el mentón y entrecierra los ojos. — ¿Dirías que es azul cerúleo, o más bien azul tornasol?—
—Es todo. — Tiro el azul y comienzo a ponerme el verde.
—Ve con el azul. —
Yo me detengo, los ojos a la vista, la nariz, la boca y el mentón ocultos bajo el suéter.
—En serio. Te hace resaltar los ojos. — La miro con ojos entrecerrados por un momento, luego tiro el suéter verde y hago lo que ella me dice. Busco mi brillo labial y me detengo poco tiempo después de aplicármelo porque ella empieza, —Vaya, ¿qué es todo esto? O sea, la crisis con el suéter, las manos sudosas, el maquillaje, ¿Qué está pasando?—
—No tengo maquillaje puesto, — yo digo, avergonzándome ya que mi voz es casi un grito.
—Técnicamente, _____, el brillo labial cuenta como maquillaje. Definitivamente entra en la categoría de maquillaje y tú, querida hermana, estabas aplicándotelo. —
Lo tiro de vuelta a la gaveta y en cambio me unto mi usual Chapstick, dejando mis labios con una apariencia pálida y cerosa.
—Eh ¿hola? ¡Sigo esperando por una contestación!—
Yo presiono mis labios, dirigiéndome a la puerta y bajando las escaleras.
—Bien, juega así. Pero no creas que podrás evitar que adivine, — ella dice, detrás de mí.
—Como quieras, — digo entre dientes, entrando al garaje.
—Bueno, sabemos que no es Miles, puesto que no eres su tipo, y sabemos que no es Haven ya que ella no es tu tipo, lo que me deja con-— ella entra por la puerta cerrada del auto y se sienta en el asiento del frente, mientras yo trato de no avergonzarme. —Bueno, supongo que ese es todo tu círculo de amistades, así que dime, me rindo. —
Yo abro la puerta del garaje y subo a mi auto de la manera convencional, luego acelero el motor para ahogar su voz.
—Yo sé que te propones algo, — ella dice hablando fuerte para que yo la escuche. —Porque, discúlpame por decírtelo, pero estás actuando igual que antes de que te juntaras con Brandon. ¿Recuerdas lo paranoica y nerviosa que estabas preguntándote si tu le gustabas y todo ese bla, bla, bla? Vamos, dime. ¿Quién es el chico con mala suerte? ¿Quién es tu siguiente víctima?—
Al segundo que ella dice eso, la imagen de Zayn me viene a la mente, viéndose tan guapo, tan sexy, tan provocativo, tan palpable que me veo tentada a estirar mi mano y tenerlo. Pero en lugar de eso me aclaro a garganta, cambio a reversa y digo, —Nadie. No me gusta nadie. Pero créeme, esta es la última vez que te pido que me ayudes. —
Cuando llego a la clase de inglés, estoy tan mareada, nerviosa, de manos sudadas y ansiosas como Riley me acusó de estarlo. Pero cuando veo a Zayn hablando con Stacia, añado paranoica a la ya larga lista.
—Eh, disculpa, — digo, bloqueada por las largas y gloriosas piernas de Zayn, las cuales están tomando el lugar de la usual trampa de Stacia.
Pero él simplemente me ignora y permanece sentado en el escritorio de Stacia y observo mientras él saca un capullo de rosa de detrás de la oreja de ella.
Un capullo de rosa blanca. Un fresco, puro, brillante e inocente capullo blanco.
Y cuando él se la entrega, ella chilla tan alto que pensarías que él le ha dado un diamante.
— ¡Oh dios mío! ¡No puede ser! ¿Cómo hiciste eso?— ella grita mostrándola para que todo el mundo la pueda ver.
Yo presiono mis labios y miro al suelo, encendiendo mi iPod y subiéndolo a todo volumen hasta que ya no puedo oírla más.
—Necesito pasar, — mascullo, mis ojos encontrándose con los de Zayn, alcanzando a ver un breve segundo de calidez antes de que sus ojos se tornen fríos y se mueva fuera de mi camino.
Me precipito a mi escritorio, mis pies moviéndose como se supone que se muevan, uno en frente del otro, como un zombie, como un robot, como una cosa densa y entumecida que solo funciona por programación, incapaz de pensar por el solo. Luego me acomodo en mi silla y continúo con mi rutina, sacando papeles, libros y un bolígrafo. Fingiendo que no he notado lo reacio que está Zayn, cómo arrastra sus pies cuando el Sr. Robins lo hace regresar a su silla.
— ¿Qué diablos?— Haven dice, moviendo su flequillo a un lado y mirando directo al frente, incapaz de mantener su proposición de nuevo año de no decir más malas palabras, pero solo porque ella piensa que diablos es gracioso.
—Sabía que no iba a durar. — Miles sacude la cabeza y mira a Zayn, mirándolo cautivar al grupo popular con su natural encanto, bolígrafo mágico, y sus estúpidos endiablados capullos. —Sabía que era demasiado bueno para ser real. De hecho, dije eso exactamente el primer día. ¿Recuerdan cuándo lo dije?—
—No. — Haven masculla, aún mirando a Zayn. —No recuerdo nada de eso. —
—Pues lo dije. — Miles bebe de su agua embotellada y asiente con la cabeza. —Lo dije. Tú simplemente no me escuchaste. —
Yo miro a mi sándwich y me encojo de hombros sin quererme unir a la discusión de quién dijo qué y cuándo, y definitivamente sin estar dispuesta a mirar a ninguna parte cerca de Zayn, Stacia, o cualquiera en esa mesa. Yo sigo pensando en la clase de inglés, cuándo Zayn se inclinó hacia mí, justo en medio de la lista de asistencia, para entregarme una nota.
Pero solo para que se la pasara a Stacia.
—Dásela tú. — le dije negándome a tocarla. Preguntándome cómo un simple pedazo de papel doblado en forma de triángulo podía causarme tanto dolor.
—Vamos, — él dice, acercándola hacia mí hasta quedar a centímetros de mis dedos. —Prometo que no te van cachar. —
—No es porque me vayan a cachar. — Lo miro.
— ¿Entonces qué es?— me pregunta, sus ojos claros en los míos.
¡Es que no quiero tocarlo! ¡No quiero saber lo que dice! Porque en el momento en que mis dedos hagan contacto, veré las palabras en mi cabeza. Todo el mensaje lleno de palabras sexys, llenas de flirteo y sin nada de tapujos y aunque sea suficientemente malo escucharlo todo a través de los pensamientos de ella, al menos de esa forma puedo engañarme pensando que está todo malentendido por su lerdo cerebro. Pero si toco ese papel, entonces sabré que las palabras son ciertas y simplemente no puedo soportar el verlas.
—Dásela tú mismo, — digo finalmente, golpeándola con la punta de mi lápiz y moviéndola hasta el borde mi escritorio. Odiando la manera en que mi corazón golpea contra mi pecho mientras el ríe y se inclina para recogerla.
Odiándome por la oleada de alivio cuando él la guarda en su bolsillo en lugar de dársela a ella.
—Eh, ho-la, ¡Tierra a _____!—
Yo sacudo la cabeza y miro a Miles con los ojos entornados.
—Pregunté qué ¿qué pasó? O sea, no es por señalar a nadie, pero tú fuiste la última que lo vio hoy…—
Yo miro a Miles deseando saberlo. Recordando el día de ayer en la clase de arte, la manera en que los ojos de Zayn buscaron los míos, la manera en que sus manos calentaron mi piel, tan segura de que habíamos compartido algo personal, incluso mágico. Pero entonces recuerdo a la chica antes de Stacia, la bonita pelirroja en San Regis, la cual convenientemente me las había ingeniado para olvidar y me siento como una idiota por ser tan ingenua, por pensar que el solamente estaba interesado en mi. Porque la verdad es que Zayn es solamente eso, un jugador. Un mujeriego y él hace esto todo el tiempo.
Miro a las mesas del comedor, justo tiempo para ver a Zayn sacar un ramillete de capullos de detrás de la oreja de Stacia, de la manga, del escote y de la cartera. Luego presiono mis labios y evito mirar los abrazos gratuitos que le siguen al acto de magia.
—Yo no hice nada. — digo finalmente, tan confundida como Miles y Haven por el comportamiento errático de Zayn, solo que un poco más de lo que quiero admitir.
Puedo escuchar los pensamientos de Miles, pesando mis palabras, tratando de decidir si me debe creer o no. Luego suspira y dice, — ¿Te sientes tan rechazada, plantada y herida cómo yo?—
Yo lo miro, queriendo compartirlo con él, deseando poder contarle todo, contarle todo este el revoltijo de sentimientos. Cómo ayer estaba tan segura de que algo había pasado entre nosotros, solo para despertar hoy y encontrarme con esto. Pero en lugar de eso, solo sacudo la cabeza, recojo mis cosas y me dirijo a clases mucho antes de que la campana suene.
Durante toda la clase de francés, yo pienso en cómo salir de la clase de arte. En serio. Incluso mientras estoy participando en toda el movimiento de labios y formulación de palabras extranjeras, mi mente está completamente obsesionada en fingir un dolor de estómago, náusea, fiebre y mareos, un resfriado, lo que sea. Cualquier excusa servirá.
Y no es solamente por Zayn. Porque la verdad es que ni siquiera yo sé porque me matriculé en esa clase. No tengo habilidades artísticas, mis proyectos son un desastre y de todas maneras yo no pienso ser una artista. Y sí, supongo que si añades a Zayn en todo ese lío, no solo terminas con tu GPA (Promedio General de Calificaciones) en peligro, también con cincuenta y siete minutos de total incomodidad.
Pero al final voy porque es lo correcto y estoy tan concentrada en tomar mis útiles y ponerme el delantal que al principio ni me doy cuenta que él no está y, mientras los minutos pasan sin ninguna señal de él, yo agarro mis pinturas y me dirijo a mi caballete.
Solo para encontrar en la esquina de mi caballete esa estúpida nota doblada en forma triangular.
La miro, enfocándome en ella tan intensamente que todo a mí alrededor se torna oscuro y fuera de foco. Todo el salón de clase reducido a un punto. Todo mi mundo consistiendo en una carta de forma triangular puesta sobre un alfeizar de madera, el nombre de Stacia escrito en el frente. Y aunque no tengo idea de cómo llegó allí, aún cuando sé que Zayn no está allí, no la quiero cerca de mi- Me rehúso a participar en este pequeño y enfermizo juego.
Agarro una brocha y con ella sacudo la nota lo más fuerte que puedo, viendo como planea en el aire antes de caer al suelo, sabiendo que estoy actuando infantilmente, ridícula, especialmente cuando la Srta. Machado viene y la recoge.
— ¡Parece que se te cayó algo!— ella canta, su sonrisa deslumbrante y esperanzadora, sin tener idea de que la tiré a propósito.
—No es mía. — digo entre dientes, reacomodando mis pinturas, suponiendo que ella le puede pasar la nota a Stacia, o mejor aún, tirarla a la basura.
— ¿Entonces hay otra _____? Yo no lo sabía. — Ella sonríe.
¿Qué?
Yo tomo la nota y dice claramente _____ en el frente y escrito con la inconfundible letra de Zayn. No tengo la menor idea de cómo pasó esto, no hay explicación lógica. Yo sé lo que vi.
Mis dedos tiemblan mientras comienzo a des-doblarla, abriendo las tres esquinas y alisando los pliegues, respirando entrecortada-mente cuando un dibujo detallado es rebelado. Un pequeño y detallado dibujo de un hermoso tulipán rojo.
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Desgraciado Zayn:(
Hace unas horas lo amaba con cada fibra de mi gordo cuerpo, con locura y pasión. Ahqué xd pero lo amaba mucho y ansiaba leer este capítulo, porque juraba que algo lindo pasaría. Y no. Maldito bipolar... Ugh. Stacia, te odio.
Quiero un tulipán u.u
Es super dskfjdfk genial que hayas leído el libro, yo tengo ganas de leer el original solamente para conocer un poco de mitología griega y para conocer las características originales de los personajes, pero comenzare con la libertad cuando me libre de la asquerosa escuela hija del mismísimo satanás. Y lee "El príncipe de Piedra" yo solamente lo he leído una vez y con Harry y llore con el final. No me acuerdo bien de la historia, pero está súper genial. Ya había leído la original hace como 1 año o más, antes de que conociera el foro. Era un libro de una amiga de la secundaria y me encantó, y me lo encontré adaptado y fue mejor xd.
Bueno. Me largo Ely preciosa. Nos leemos pronto y ya sabes, ¡te amo!
Hace unas horas lo amaba con cada fibra de mi gordo cuerpo, con locura y pasión. Ahqué xd pero lo amaba mucho y ansiaba leer este capítulo, porque juraba que algo lindo pasaría. Y no. Maldito bipolar... Ugh. Stacia, te odio.
Quiero un tulipán u.u
Es super dskfjdfk genial que hayas leído el libro, yo tengo ganas de leer el original solamente para conocer un poco de mitología griega y para conocer las características originales de los personajes, pero comenzare con la libertad cuando me libre de la asquerosa escuela hija del mismísimo satanás. Y lee "El príncipe de Piedra" yo solamente lo he leído una vez y con Harry y llore con el final. No me acuerdo bien de la historia, pero está súper genial. Ya había leído la original hace como 1 año o más, antes de que conociera el foro. Era un libro de una amiga de la secundaria y me encantó, y me lo encontré adaptado y fue mejor xd.
Bueno. Me largo Ely preciosa. Nos leemos pronto y ya sabes, ¡te amo!
Invitado
Invitado
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Chicas estoy pensando en hacer maratòn, sòlo diganme si si lo quieren, pienso subirlo mañana 19 y ustedes diganme cuantos capìtulos quieren, no me voy a oponer.
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Sí, sí, sí. Quiero, queremos, eso ni se pregunta...
Oh my fucking god. Mañana cumple 11 meses mi papá... Ugh. Día triste para mí.
Oh my fucking god. Mañana cumple 11 meses mi papá... Ugh. Día triste para mí.
Invitado
Invitado
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Ay Dios mío qué clase de brujería es esa? no c pero me encantó, sisisi no sé muchos capítulos unos 4 jiji
narrysgirl
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
asdaqwd
Ayy, siguesiguesigueee<3
TTQTQTQTQTQTQTQTQTQTQTTQTQTQ,ANNA<3
Ayy, siguesiguesigueee<3
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Anna Payne1D
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Capítulo 11
♣
Faltan solo unos días para Halloween y aún sigo trabajando en los toques finales de mi disfraz. Haven va a ir disfrazada de vampira (qué sorpresa), Miles va a ir de pirata, pero eso fue después de que yo lo convenciera de no ir como Madonna en su etapa de senos en forma de cono, y yo no les voy a decir de qué iré disfrazada. Pero es solamente porque lo que una vez fue mi gran idea se ha convertido en un proyecto súper ambicioso y estoy perdiendo la fe muy rápido.
Debo admitir que me sorprendí mucho de que Sabine quisiera organizar una fiesta. En parte porque ella nunca antes se había mostrado interesada en cosas así, pero mayormente porque siempre supuse que entre ella y yo probablemente la lista de invitados no pasaría de cinco. Pero aparentemente Sabine es más popular de lo que yo pensaba ya que en cuestión de segundos ya había llenado dos columnas y media de invitados, mientras que mi lista era patéticamente mucho más corta, consistiendo únicamente de mis únicos dos amigos y sus posibles acompañantes.
Así que mientras Sabine se encargó de contratar a un proveedor que se encargue de la comida y bebida, yo dejé a Miles a cargo de lo audio/visual (lo que significa que dejará su iPod y rentará par de películas de terror), y le pedí a Haven que se encargara de los pastelitos. Lo que nos deja a mí y a Riley como los únicos miembros de la comitiva de decoración y como Sabine me dejó un catálogo y su tarjeta de crédito con las instrucciones específicas de —no escatimar en gastos —, hemos pasado las últimas dos tardes transformando la casa de su usual apariencia italiana al castillo del guardián de los muertos y ha sido tan divertido, recordándome de las veces que solíamos decorar nuestra vieja casa para pascuas, acción de gracias y navidad. Sin mencionar que el mantenernos ocupadas ha ayudado a dejar las riñas.
—Deberías disfrazarte de sirena, — Riley dice. —O como uno de esos chicos de Laguna Beach. —
—Oh dios, no me digas que todavía sigues viendo eso. — yo digo, balanceando precariamente en el penúltimo escalón para poder colgar otra tela de araña falsa.
—No me culpes, Tivo tiene mente propia. — se encoje de hombros.
— ¿Tienes Tivo?— me giro, desesperada por obtener cualquier información puesto que ella siempre es tacaña en cuanto a detalles sobre la vida en el más allá.
Pero ella solo ríe. —Lo juro, eres tan crédula. ¡Las cosas que crees!— Ella sacude la cabeza y pone los ojos en blanco, alcanzando una caja de cartón y tomando una cuerda de luces en forma de hadas. — ¿Quieres intercambiar?— me ofrece desenredando la cuerda. —Es decir, es ridícula la manera en que insistes en trepar esa escalera de mano cuando yo puedo levitar y hacerlo. —
Yo sacudo la cabeza y frunzo el ceño. Incluso aunque pueda ser más fácil, me gusta fingir que mi vida es de alguna manera normal.
— ¿Y de qué vas a ir disfrazada?—
—Olvídalo, — yo digo amarrando la red en una esquina antes de bajar de la escalera de mano para echarle una ojeada. —Si puedes tener secretos, entonces yo también puedo. —
—No es justo. — Ella se cruza de brazos y hace pucheros de la manera en que siempre funcionaban con papá, pero nunca con mamá.
—Tranquila, ya lo verás en la fiesta, — le digo, tomando un esqueleto de esos que brillan en la oscuridad y desenredando los miembros.
— ¿Quieres decir que estoy invitada?— ella pregunta, su voz chillona, y sus ojos enormes por la emoción.
—Como si pudiera detenerte. — Le digo riendo mientras recuesto al Sr. Esqueleto cerca de la entrada para que pueda recibir a todos nuestros invitados.
— ¿Tu novio también viene?—
Yo pongo mis ojos en blanco y suspiro. —Sabes que no tengo novio, — le digo aburrida del juego sin ni siquiera haber comenzado.
—Por favor. No soy una idiota. — Ella frunce el ceño. —Aún no olvido el gran debate con el suéter. Además, no puedo esperar a conocerlo, o supongo que debería decir verlo, puesto que nunca me vas a presentar. Lo que es de muy mala educación si te pones a pensarlo. Es decir, el que él no me pueda ver no significa que-—
— ¡Dios! Él no está invitado ¿bueno?— yo grito, sin darme cuenta hasta muy tarde que he caído en su trampa.
— ¡Já!— Ella me mira, con los ojos enormes, sus cejas arqueadas y sus labios curveándose con regocijo. — ¡Lo sabía!— Ella ríe, soltando las luces de hadas y saltando de la emoción, dando vueltas, empujándome y señalándome. — ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Lo sabía!— ella canta, empujando su puño en el aire. — ¡Já! ¡Lo sabía!— y da vueltas.
Yo cierro mis ojos y suspiro, reprendiéndome a mí misma por caer en su tonta trampa.
—Tú no sabes nada. — La miro y sacudo la cabeza. —Él nunca fue mi novio, OK? El-él era simplemente un chico nuevo, que al principio pensé que era lindo, pero luego, cuando me di cuenta de lo mujeriego que es, bueno, digamos que ya pasé de él. De hecho, ya ni creo que sea tan lindo. En serio, duró como diez segundos, pero sólo porque no lo conocía muy bien. Y tampoco fue la única que cayó en su juego, porque Miles y Haven estaban prácticamente peleando por él. Así que por qué mejor no dejas de estar dando puñetazos al aire y moviendo las caderas y te pones a trabajar, ¿sí?—
Al momento que paro, sé que soné demasiado a la defensiva para que me crea. Pero ahora que lo dije, no puedo retirar lo dicho, así que simplemente trato de ignorarla mientras ella da vueltas alrededor de la habitación cantando, — ¡Sip! ¡Sí que lo sabía!—
Para la noche de Halloween la casa luce increíble. Riley y yo pegamos telas de araña en todas las ventanas y esquinas, y pusimos en el medio de ellas unas viudas negras enormes. Colgamos en el techo murciélagos de plástico, esparcimos por todos lados sangre y pedazos (falsos) de cuerpo humano y pusimos una bola de cristal cerca de un cuervo eléctrico cuyos ojos se mueven y dicen — ¡Te arrepentirás! ¡Quak! ¡Te arrepentirás!— Vestimos a zombis con trapos ensangrentados y los pusimos en lugares en donde menos te lo esperarías. Pusimos en la entrada calderos de brujas hirviendo (en realidad solo es agua y hielo seco), y habían por todas partes esqueletos, momias, gatos negros, ratas (todos falsos, pero igual de espantosos), gárgolas, ataúdes, velas negras y calaveras. Hasta decoramos el patio trasero con lámparas hechas de calabazas, globos decorativos para piscinas, y luces tintineantes con forma de hadas. Y casi se me olvida, también pusimos un Grim Reaper de tamaño natural en la grama del frente.
— ¿Cómo me veo?— Riley pregunta, mirando a su sostén púrpura en forma de conchas y su pelo rojo, mientras hace crujir su coleta de sirena verde, metálica y brillosa.
—Como tu personaje favorito de Disney, — le digo, empolvando mi cara hasta verse muy pálida, intentando de encontrar la manera de deshacerme de ella para poder ponerme mi disfraz y quizá sorprenderla por primera vez.
—Voy a tomarlo como un cumplido. — Ella sonríe.
—Así es. — Me cepillo mi pelo hacia atrás y lo recojo para ponerme la enorme y altísima peluca rubia que usaré.
— ¿Y de quién te vas a disfrazar?— ella me mira. —Digo ¿me podrías decir de una vez? ¡Es que el suspenso me está matando!— Ella se agarra el estómago, mientras se ríe, meciéndose hacia atrás y adelante, hasta casi caerse de la cama. A ella le encanta hacer bromas fingiendo que está muriendo. Ella piensa que es gracioso, pero a mí me estremecen.
Ignorando la broma, me giro hacia ella y digo, — ¿Me haces un favor? Ve abajo, mira el disfraz de Sabine y déjame saber si intenta ponerse esa nariz enorme de plástico con la verruga peluda en la punta. Le dije que era un gran disfraz de bruja, pero necesita deshacerse de la nariz. A los chicos no les gustan esas cosas. —
— ¿Ella tiene un chico?— Riley pregunta, claramente sorprendida.
—No si se pone esa nariz, — yo digo viendo como ella sale de la cama y atraviesa la habitación, la cola de sirena hartándose tras de ella. —
Pero no hagas ningún ruido y no hagas nada para asustarla, ¿bueno?— Añado estremeciéndome mientras ella atraviesa la puerta de mi armario, sin inmutarse en abrirla. Es decir, solo porque haya visto eso millones de veces no significa que este acostumbrada a ello.
Me dirijo al armario y abro la bolsa que tengo escondida en la parte de atrás, sacando el hermoso vestido negro con el escote bajo en forma de V, las mangas ¾ y el corpiño súper ajustado con finales sueltos, igual al que usa Kirsten Dunst en el baile de máscaras en la película María Antonieta. Luego de luchar con la cremallera en la espalda, me pongo mi peluca rubia platinada (porque, aunque soy rubia, jamás podría peinar mi pelo así de alto), me unto un poco de labial rojo, aplico sombra negra en mis ojos y me pongo unos largos pendientes de imitación de diamantes. Cuando mi disfraz esta completado, me paro en frente de mi espejo girando y sonriendo mientras mi brillante vestido negro se mece y estoy súper emocionada de lo bien que resultó todo.
Al segundo que Riley reaparece, sacude la cabeza y dice, —Todo limpio -finalmente. O sea, primero se puso la nariz, después se la quitó, luego se la volvió a poner y se viró para verse de perfil y luego se la volvió a quitar. Te juro que me costó mucho esfuerzo el contenerme y no quitársela de la cara y tirarla por la ventana. —
Yo me paralicé, aguantando la respiración, esperando que ella no hubiera hecho nada parecido, porque uno nunca sabe con Riley.
Ella se apareció en la silla de mi escritorio y comienza a usar la punta de su verde y brillosa aleta para empujarse y dar vueltas.
—Tranquila, — me dice. —Lo último que vi fue que la dejó en el baño, cerca del lavamanos. Después un chico llamó pidiendo direcciones y ella siguió y siguió contando el gran trabajo que hiciste con las decoraciones y cómo le era casi imposible creer que lo habías hecho todo tu sola y bla bla bla. — ella sacude la cabeza y frunce el ceño. —Debes amar eso, ¿no? Tomar todo el crédito por nuestro trabajo. — Ella deja de dar vueltas y me da una larga y evaluadora vista. —Así que María Antonieta, — ella dice finalmente, sus ojos viajando por mi disfraz. — Nunca lo habría adivinado. O sea, a ti no te gustan tanto los pasteles. —
Yo pongo los ojos en blanco. —Para tu información, ella nunca dijo eso de los pasteles. Fue solamente un rumor amarillista, así que no lo creas, — le digo, sin poder dejar de mirarme en el espejo para verificar mi maquillaje y arreglar mi peluca, deseando que todo se mantenga en su lugar. Pero cuando veo el reflejo de Riley, algo en la manera en que luce me hace detenerme y moverme hacia ella. —Oye, ¿estás bien?—
Ella cierra sus ojos y se muerde el labio. Luego sacude su cabeza y dice, —dios, ¡míranos! Tú estás vestida como una trágica reina adolescente y yo haría lo que fuera por ser una adolescente. — Yo trato de tocarla, pero mis manos son torpes y se quedan a mis costados. Supongo que estoy tan acostumbrada a tenerla conmigo que a veces olvido que ella en realidad no está aquí, que ya ella no es parte de este mundo y que ella nunca crecerá, nunca tendrá la oportunidad de tener 13 años. Y luego recuerdo que todo es culpa mía y me siento mil veces peor. —Riley, yo-—
Pero ella solo sacude la cabeza y mueve su cola alrededor. —No te preocupes. — Ella sonríe, flotando sobre la silla. — ¡Es hora de recibir a los invitados!—
Haven vino con Evangeline, su amiga co dependiente donadora, quien, gran sorpresa, está vestida también como vampiro, y Miles trajo a Eric, un chico que conoce de su clase de actuación que parece ser bastante lindo detrás de esa máscara del Zorro y la capa.
—No puedo creer que no hayas invitado a Zayn, — Haven dice, sacudiendo la cabeza, y saltándose el hola. Ella ha estado enojada conmigo toda la semana, desde que se enteró que él no había entrado en la lista de invitados.
Yo pongo mis ojos en blanco y respiro profundamente, cansada de defender lo obvio, de tener que poner en claro que él fue quién nos abandonó, convirtiéndose en parte integrante no solo a la mesa de Stacia, pero también su escritorio. Sacando capullos de toda clase de lugares, y como su proyecto de arte, Mujer de Pelo Amarillo, está sospechosamente comenzando a parecerse a ella.
O sea, discúlpenme por no querer pensar demasiado en el hecho de que, salvo los tulipanes rojos, la nota misteriosa y la íntima mirada que compartimos una vez, él no ha hablado conmigo en casi dos semanas.
—Él no iba a venir de todas maneras. — digo finalmente, esperando que ella no note como mi voz suena tan herida por la traición. —Estoy segura que él está en alguna parte con Stacia, o la pelirroja, o-— sacudo mi cabeza, rehusándome a continuar.
—Espera ¿pelirroja? ¿También hay una pelirroja?— Ella me mira con los ojos entrecerrados.
Yo me encojo de hombros porque la verdad es que él puede estar con cualquiera. Todo lo que sé es que él no está aquí conmigo.
—Deberías verlo. — Ella se gira hacia Evangeline. —Él es increíble. Guapísimo como una estrella de cine, sexy como estrella de rock, él incluso hace ilusiones. — Ella suspira.
Evangeline alza sus cejas. —Suena como si él fuera una ilusión. Nadie es así de perfecto. —
—Zayn lo es. Es una lástima que no puedas verlo tú misma. — Haven otra vez me mira con el ceño fruncido, sus dedos jugueteando con la gargantilla de terciopelo negro que lleva puesto en su cuello. — Pero si llegas a verlo, no olvides que él es mío. Lo dije desde mucho antes de conocerte. —
Yo miro a Evangeline, reparando en su aura oscura y turbia, mallas, pantalones negros extremadamente cortos y una blusa de malla. Sabiendo que ella no tiene ninguna intención en mantener una promesa así.
—Sabes que podría prestarte unos colmillos y sangre falsa para tu cuello y podrías ser una vampira también, — Haven me ofrece mirándome, su mente yendo hacia atrás y adelante, queriendo ser mi amiga, convencida de que yo soy su aliada.
Pero yo me niego con la cabeza y las llevo hacia el otro lado del salón, deseando que se encapriche con otra cosa y se olvide rápido de Zayn.
Sabine está hablando con sus amigos, Haven y Evangeline le están echando alcohol a sus bebidas, Miles y Eric están bailando, mientras Riley juega con la cola del látigo de Eric, moviendo el flequillo arriba y abajo y hacia adelante y detrás, luego mirando alrededor para ver si alguien lo nota. Y cuando estoy a punto de darle la señal, la que significa que más vale que deje de hacer eso si quiere seguir aquí, el timbre de la puerta suena, y ambas hacemos competencia por quién llega primero a la puerta.
Yo llego primero y cuando abro la puerta olvido saborear mi victoria, porque Zayn está ahí con flores en una mano, y un sombrero con bordes dorados en la otra. Su pelo está recogida en una cola de caballo, su usual acicalada ropa negra reemplazada por una camisa blanca de volantes, una chaqueta con botones dorados y lo que puede ser descrito como pantalones de montar, medias ajustadas y zapatos negros puntiagudos. Y mientras pienso en que Miles estará completamente celoso de ese disfraz, me doy cuenta de quién él está disfrazado y mi corazón se salta dos latidos.
—Conde Fersen, — digo entre dientes, apenas pudiendo pronunciar las palabras.
—María. — Él sonríe, ofreciendo una galante reverencia.
—Pero… era un secreto…. y tú no estabas invitado, — Yo susurro, mirando más allá de sus hombros, buscando a Stacia, la pelirroja, cualquiera, sabiendo que es imposible que él esté aquí solamente por mí.
Pero el solo sonríe y me da las flores. —Entonces debe ser una afortunada coincidencia. —
Yo trago con dificultad y giro sobre mis tacones, conduciéndolo por la entrada, pasando el recibidor y el comedor y entrando a la sala de estar, mis mejillas sonrojándose mientras mi corazón late tan fuerte y tan rápido que podría romper mi pecho. Preguntándome cómo pudo haber pasado esto, buscando una explicación lógica para que Zayn se apareciera vestido como mi perfecta otra mitad.
—¡Dios mío, Zayn está aquí!— Haven chilla, sus brazos moviéndose frenéticamente, su rostro todo iluminado, bueno, al menos lo que una cara bien empolvada, con colmillos y sangre falsa podría iluminarse. Pero al momento que ve su disfraz, percatándose de que esta vestido como el Conde Axel Fersen, el no tan secreto amante de María Antonieta, su cara se ensombrece y sus ojos me miran acusadoramente.
— ¿Y cuándo planearon esto?— ella pregunta, acercándose a nosotros, tratando de sonar casual, neutral, pero más para el beneficio de Zayn que para mí.
—No lo hicimos, — yo digo, deseando que ella me crea aun sabiendo que no lo hará. O sea, es una coincidencia bastante rara, yo misma estoy comenzando a dudar, preguntándome si de alguna manera lo dejé saber, aun cuando sé que no lo hice.
—Fue pura casualidad, — Zayn dice, poniendo su brazo alrededor de mi cintura y aun cuando él solo lo deja ahí por un breve momento, es suficiente para causar un cosquilleo en todo mi cuerpo.
—Tú tienes que ser Zayn, — Evangeline dice, escabulléndose a su lado, sus dedos jugando con los volantes de su camisa. —Pensaba que Haven estaba exagerando, ¡pero aparentemente no es así!— Ella ríe. — ¿Y de quién estas disfrazado?—
—Conde Fersen, — Haven dice con voz dura y crispada, mirándome con ojos entrecerrados.
—El que sea. — Evangeline se encoje de hombros, robando el sombrero de él, poniéndoselo y sonriendo seductoramente bajo el ala del sombrero antes de tomar su mano y llevarlo a otra parte.
Al momento que se han ido, Haven me mira y dice, — ¡No puedo creerte!— Su cara está enojada, sus puños preparados, pero eso no es nada comparado con los horribles pensamientos arremolinados en su cabeza. —Tú sabes lo mucho que él me gusta. ¡Yo confié en ti!—
—Haven, lo juro, no fue planeado. Es solo una extraña coincidencia. Ni siquiera sé qué está haciendo aquí y tú sabes que no lo invité, — le digo queriendo convencerla, aun cuando sé que es inútil porque ya ella se convenció de lo contrario. —Y no sé si lo has notado, pero tu amiga Evangeline está prácticamente montando la pierna de él allí. —
Haven mira a través de la habitación y luego me mira encogiéndose de hombros cuando me dice, —ella hace eso con todo el mundo, ella difícilmente representa una amenaza, contrario a ti. —
Respiro profundamente, luchando por mantener la paciencia y tratando de no reír mientras Riley se para al lado de ella, imitando cada palabra y movimiento, burlándose de una manera definitivamente cómica aunque no muy amable. —Escucha, — finalmente digo. — ¡A mí no me gusta él! O sea, ¿cómo puedo convencerte de eso? ¡Solo dime y lo haré!—
Ella sacude la cabeza y mira hacia otro lado, sus hombros hundiéndose, sus pensamientos tornándose oscuros, regresando todo ese coraje hacia ella. —No lo hagas. — Ella suspira, pestañeando rápidamente para evitar las lágrimas. —No digas ni una palabra más. Si tú le gustas, entonces así son las cosas y no hay nada que yo pueda hacer. O sea, no es tu culpa que seas inteligente y bonita y los chicos siempre te preferirán. Especialmente una vez te vean sin tu capucha. — Ella trata de reír, pero no lo logra.
—Estás haciendo todo un drama por nada, — yo digo deseando convencerla y deseando convencerme a mí misma. —La única cosa que Zayn y yo tenemos en común es nuestro gusto en películas y disfraces. Eso es todo, lo juro. — y cuando sonrío, espero que se vea más real de lo que se siente.
Ella mira a través de la habitación a Evangeline, quien ha tomado el látigo del Zorro y está haciendo una demostración de cómo utilizarlo correctamente, y luego me mira y dice, —Solo hazme un favor. —
Yo asiento con la cabeza, dispuesta a hacer lo que sea para terminar con todo esto.
—Deja de mentir. Eres un desastre mintiendo. —
Yo la miro mientras se aleja, luego miro a Riley quien está saltando arriba y abajo y gritando, — ¡Oh Dios mío, esta tiene que ser la mejor fiesta que has tenido! ¡Drama! ¡Intriga! ¡Celos! ¡Y una casi-pelea! ¡Estoy tan feliz de no haberme perdido de esto!—
Estoy a punto de decirle que se calle cuando recuerdo que soy la única que puede escucharla y se vería un poco extraño que yo haga eso y cuando el timbre de la puerta suena nuevamente, a pesar de la cola de pez tras ella, esta vez es Riley quien gana.
—Oh, vaya, — la mujer dice quedándose en el porche y mirando entre Riley y yo.
— ¿Puedo ayudarla?— le pregunto, notando que no está disfrazada, a menos que la ropa casual californiana cuente como disfraz.
Ella me mira, sus ojos marrones encontrando los míos cuando dice, — Lo siento, estoy tarde, el tráfico fue un caos- bueno, ya sabes. — ella saluda a Riley asintiendo con la cabeza, como si de verdad pudiera verla.
— ¿Eres amiga de Sabine?— le pregunto, pensando que quizá sea un tic nervioso que hace que sus ojos sigan mirando a donde Riley está parada, porque aunque ella tenga un agradable aura color púrpura, por alguna razón no puedo leer sus pensamientos.
— Soy Ava. Sabine me contrató. —
—¿Eres una de las encargadas de la comida?— le pregunto, preguntándome por qué lleva puesto un top negro exponiendo un hombro, jeans de esos que son ajustados hasta los tobillos y zapatillas de suela plana, en lugar de una camisa blanca y pantalones negros como el resto del equipo.
Pero ella solo ríe y saluda con la mano a Riley, quién está escondida detrás de mí falda, como solía hacer con mamá cuando se sentía tímida. —Yo soy la psíquica, — ella dice, apartando su largo y castaño cabello de su cara y arrodillándose junto a Riley. —Y veo que tienes una amiguita aquí contigo. —
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Capítulo 12
♣
Aparentemente Ava la Psíquica se suponía que fuera una sorpresa divertida para todos. Pero créanme, nadie estaba más sorprendido que yo. O sea, ¿cómo no supe que esto iba a pasar? ¿Estaba tan envuelta en mi propio mundo, que olvidé hurgar en el de Sabine?
Tampoco es que pudiera despedirla, por más ganas que tuviera de hacerlo, pero antes de que pudiera al menos reaccionar de la impresión que tuve al saber que ella puede ver a Riley, Sabine estaba ya en la puerta invitándola a entrar.
—Qué bueno, pudiste lograrlo y veo que has conocido a mi sobrina, — ella dice llevándola a la sala de estar, en donde hay una mesa arreglada para ella.
Yo me mantengo cerca, preguntándome si Ava la Psíquica intentara mencionar a mi hermanita muerta. Pero luego Sabine me pide que le traiga un trago a Ava y para cuando regreso ya ella está haciendo una lectura.
—Deberías hacer fila antes de que se haga más larga,— Sabine me dice, su hombro presionado contra el de Frankestein, quien, con la más o sin la máscara, no es el chico bonito que trabaja en su edificio y tampoco es el exitoso banquero inversionista que él finge ser. En realidad, aún vive con su madre.
Pero no quiero decirle a ella nada de eso y destruir su buen humor, así que yo solo sacudo la cabeza y digo, —Tal vez luego. —
Es bueno ver a Sabine pasarla bien por una vez, es bueno saber que tiene toda una cadena de amistades y por lo que puedo ver, un renovado interés en salir con chicos. Aun cuando es divertido ver a Riley bailando con las personas sin estas tener la menor idea y escuchar conversaciones que seguramente no debería escuchar, necesito un descanso de todos los pensamientos al azar, auras vibrantes, energía arremolinada, pero más que nada, Zayn.
He tratado de mantener mi distancia, actual normal e ignorarlo cuando lo veo en la escuela, pero verlo esta noche, vestido en lo que es claramente la otra mitad de un disfraz de pareja… Bueno, no estoy segura qué pensar. O sea, por lo último que vi, él estaba con la pelirroja, Stacia, cualquiera menos yo. Encantándolas con su encanto, buena apariencia, carisma y sus inexplicables trucos de magia.
Entierro mi nariz entre las flores que él me trajo, veinticuatro tulipanes, todos ellos rojos, y aun cuando los tulipanes no son destacados por su aroma, de alguna manera estos son embriagadores, intoxicantes y dulces. Yo inhalo profundamente, perdiéndome en la fragancia del ramo y admitiendo secretamente que él me gusta. O sea, que de verdad me gusta. No puedo evitarlo. Simplemente así es. Nada lo hará menos cierto, sin importar cuánto me esfuerce en fingir lo contrario.
Antes de que Zayn viniera, me había resignado a un destino solitario. No es que estaba emocionada con la idea de nunca tener otro novio, o nunca volver a tener cercanía con una persona, pero ¿cómo podría salir con alguien cuando el tocar puede ser tan dominante? ¿Cómo puedo estar en una relación cuando siempre sé lo que mi compañero está pensando? Nunca tendría la oportunidad de obsesionarme, discernir y adivinar los significados ocultos de todo lo que él dice o hace.
Aunque probablemente parezca cool el que pueda leer mentes y energía y auras, créanme, no lo es. Yo daría lo que fuera por tener de vuelta mi antigua vida, por ser normal y sin idea, como cualquier otra chica. Porque a veces, incluso tus mejores amigos, pueden pensar cosas muy desagradables y no tener un botón de apagar requiere mucha capacidad para perdonar.
Pero eso es lo grandioso con Zayn. Él es como un botón de apagar. Él es el único que no puedo leer, el único que puede silenciar el sonido de los demás y aún cuando me hace sentir maravillosa y cálida y lo más cerca a ser normal que alguna vez seré, no puedo evitar el pensar que no hay nada normal en eso.
Me siento en una de las sillas de la sala y acomodo mi falda alrededor, viendo los globos acuáticos cambiar de color mientras se deslizan alrededor de la piscina y estoy tan perdida en mis pensamientos y en la increíble vista delante de mí, que al principio no noto cuando Zayn aparece.
—Hey. — él sonríe.
Y cuando lo miro, todo mi cuerpo se calienta.
—Es una buena fiesta. Estoy feliz de haber venido sin invitación. — El se sienta al lado mío, mientras yo miro hacia delante, consciente de que está bromeando, pero muy nerviosa para responder. —Haces una buena María, — él dice, sus dedos tocando la larga pluma negra que encajé en mi peluca a última hora.
Yo presiono mis labios, sintiéndome ansiosa, nerviosa, tentada a huir. Luego respiro profundamente y me relajo un poco. Permitiéndome vivir un poco, aunque sea por una noche. —Y tú haces un buen Conde Fersen, — digo finalmente.
—Por favor, llámame Axel. — él ríe.
— ¿Te cobraron extra por el agujero de polilla?— le pregunto, señalando a la parte deshilachada cerca de su hombro, decidiéndome a no mencionar que su ropa huele a rancio.
El me mira, sus ojos fijos en los míos cuando me dice, —Eso no es un agujero de polilla. Eso es producto del fuego de artillería, una casi- pérdida, como ellos le dicen. —
—Bueno, sí recuerdo bien, en esta escena en particular tú estabas persiguiendo a una chica de pelo oscuro. — Yo lo miro, recordando los tiempos cuando flirtear era fácil, tratando de despertar a la chica que solía ser.
—Hubo un re-escrito de última hora. — El sonríe. — ¿No recibiste el nuevo guión?—
Yo pateo con mi pié y sonrío, pensando lo bien que se siente finalmente dejarse ir, actuar como una chica normal, con un enamoramiento normal como cualquiera.
—Y en esta nueva versión solo somos nosotros y tú, María, mantienes tu linda cabeza. — El toma su dedo, la punta de su dedo índice, y lo desliza a través del ancho de mi cuello, dejando una huella cálida con un delicioso chisporroteo mientras él deja su dedo debajo de mi oreja.
— ¿Por qué no hiciste fila para una lectura?— él susurra, su dedo viajando por mi mandíbula, mi mejilla, trazando la curva de mi oreja mientras que sus labios se acercan tanto que nuestros alientos se encuentran y se mezclan.
Yo me encojo de hombros y presiono mis labios, deseando que se calle y me bese de una buena vez.
— ¿Eres una escéptica?—
—No. Yo solo… No lo sé, — mascullo, tan frustrada que quiero gritar.
¿Por qué insiste en hablar? ¿No se da cuenta que esta puede ser mi última experiencia como una chica normal? ¿Qué puede que nunca se me vuelva a presentar una oportunidad como esta?
— ¿Por qué tú no estás en fila?— le pregunto, ya sin tratar de ocultar mi frustración.
—Es una pérdida de tiempo. — El ríe. —No es posible leer mentes, o decir el futuro ¿verdad?—
Yo cambio la mirada y miro a la piscina, parpadeando al ver que los globos no solo han cambiado a color rosa, también están formando un corazón.
— ¿Te he contrariado?— él pregunta, sus dedos tomando mi mentón, volviendo mi cara de vuelta a la suya.
Y esa es otra cosa. A veces el usa lenguaje de surfista californiano igual que todo el mundo aquí, y otras veces parece que ha salido de las páginas de Cumbres Borrascosas. —No. No me has contrariado, — yo le digo riéndome.
— ¿Qué es tan gracioso?— él pregunta, sus dedos deslizándose bajo mi flequillo, buscando la cicatriz en mi frente y haciendo que yo lo aleje. — ¿Cómo te hiciste eso?— su mano de vuelta a su lado, mirándome con tanta calidez y sinceridad que yo estoy a punto de contarle la verdad.
Pero no lo hago porque esta es la noche del año que yo tengo para ser otra persona. Cuando puedo fingir que no soy la responsable por el fin de todo lo que quería. Esta noche puedo flirtear y jugar y hacer decisiones imprudentes de las cuales probablemente me arrepienta de por vida. Porque esta noche no soy _____, soy María y si él es el Conde Fersen, él se va a callar y me va a besar de una buena vez.
—No quiero hablar de eso, — le digo parpadeando cuando veo que los globos de la piscina ahora son rojos y están formando un tulipán.
— ¿De qué quieres hablar?— él susurra, mirándome con esos ojos, dos estanques infinitos que me atraen adentro.
—No quiero hablar, — susurro, aguantando la respiración mientras sus labios encuentran los míos.
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Capítulo 13
♣
Pensé que su voz era increíble en la manera en que me envuelve en silencio, también pensé que era increíble la manera en que me toca y hace despertar mi piel, pero la manera en que besa, bueno, es de otro mundo. Aunque no soy una experta, anteriormente solo he besado a unos cuantos chicos, sigo dispuesta a apostar que un beso como ese, un beso así de completo y trascendental, es una cosa que solo se da una vez en la vida.
Y cuando él se aparta y me mira a los ojos, yo otra vez cierro los míos, agarro sus solapas y lo atraigo de vuelta a mí.
Hasta que Haven dice, —Dios, te he estado buscando por todas partes. Debía haber sabido que estabas escondida aquí. —
Yo me aparto horrorizada por haber sido sorprendida en el acto, poco tiempo después de haber jurado que él no me gustaba.
—Nosotros estábamos solo-—
Ella levanta la mano para detenerme. — Por favor, ahórrame los detalles. Solo quería que supieras que Evangeline y yo nos vamos. —
— ¿Tan pronto?— le pregunto, mientras me pregunto a mi misma cuánto tiempo hemos estado aquí.
—Sí, mi amiga Drina vino. Ella nos va a llevar a otra fiesta. Ustedes también pueden ir con nosotros… aunque se ven muy ocupados. — ella sonríe.
— ¿Drina?— dice Zayn, parándose tan rápido que su cuerpo se hace borroso.
— ¿La conoces?— pregunta Haven, pero ya Zayn se ha ido, moviéndose tan rápido que se nos hace difícil seguirlo.
Yo me apresuro tras Haven, ansiosa por alcanzarla, desesperada por explicarle, pero cuando llegamos a las puertas francesas y yo agarro su hombro, me veo llenada de tanta oscuridad, un enojo y falta de esperanza tan insoportable, que las palabras se paralizan en mi lengua.
Luego ella me aleja y mira sobre sus hombros diciendo, —Te dije que no eres buena mintiendo. — antes de continuar.
Tomo un largo respiro y la sigo manteniéndome detrás, siguiéndolos a través de la cocina, de la sala de estar y de camino a la puerta, mientras mis ojos están fijos en la parte trasera de la cabeza de Zayn. Notando como se mueve con tanta rapidez y seguridad, como si supiera dónde encontrarla. Finalmente, cuando llego al vestíbulo, me paralizo al ver a los dos juntos: él en su esplendor de siglo dieciocho y ella vestida como María Antonieta, tan rica, tan adorable y tan exquisita que me pone en vergüenza.
—Y tú debes ser…— ella levanta su mentón mientras sus ojos se encuentran con los míos, dos esferas brillantes de un color verde oscuro como esmeraldas.
—_____, — digo entre dientes mirando su peluca rubia pálida, su piel cremosa y perfecta, las perlas que adornan su cuello, sus perfectos y rosados labios y sus dientes tan blancos que parecen irreales.
Me volteo hacia Zayn, esperando que él pueda explicar, que provea una explicación lógica de por qué la pelirroja de San Regis está en mi vestíbulo. Pero él esta tan ocupada mirándola, que ni siquiera nota que yo estoy ahí.
— ¿Qué estás haciendo aquí?— él pregunta, su voz casi un suspiro.
—Haven me invitó. — ella sonríe.
Mientras los miro a ambos, mi cuerpo se llena de un terror frío y pesado. — ¿Cómo es que ustedes se conocen?— pregunto, notando como el comportamiento de Zayn ha cambiado completamente tornándose frío y distante; como una nube oscura en dónde solía estar el sol.
—La conocí en Nocturne, — dice Drina, mirándome directamente. — Nos dirigimos hacia allá ahora. Espero que no te moleste el que la robe. —
Yo entrecierro mis ojos, ignorando la agitación en mi corazón y las punzadas en mi estómago, mientras me esfuerzo en leer su mente, pero sus pensamientos son inaccesibles, completamente sellados, y su aura es inexistente.
—Oh, que tonta soy. ¿Te referías a Zayn y a mí, no?— ella ríe, sus ojos vagando lentamente por mi disfraz hasta encontrase de vuelta con los míos y, como no respondo, ella asiente cuando dice, —Nos conocimos en Nuevo México. —
Pero cuando ella dice —Nuevo México —, Zayn dice —Nueva Orleáns— haciendo que Drina muestra una risa falsa que no alcanza sus ojos.
—Digamos que nos conocemos desde hace mucho. — ella asiente, extendiendo una mano hasta mi manga, sus dedos trazando el bordado antes de tomar mi muñeca. —Bonito vestido, — dice, apretando mi muñeca. — ¿Lo hiciste tú misma?—
De un tirón libero mi brazo, más por el frío de sus dedos que por el hecho de haber sido burlada, y las marcas de sus puntiagudas uñas congelan mi piel, disparando hielo por mis venas.
—¿No es ella genial?— dice Haven, mirando a Drina con la misma expresión que usualmente utiliza con vampiros, roqueros góticos y Zayn, mientras Drina pone los ojos en blanco y observa su reloj.
—Debemos irnos ahora si es que queremos llegar a Nocturne a la medianoche, — dice Evangeline.
—Puedes venir con nosotros. — Drina sonríe. —Tenemos una limosina completamente equipada. —
Pero cuando miro a Haven, puedo escucharla pensar: di que no, di que no ¡por favor di que no!
Drina nos mira a Zayn y a mí. —El chofer está esperando, — dice cantando,
Yo miro a Zayn, mi corazón derrumbándose al ver lo conflicto que es para él tomar una decisión. Luego aclaro mi garganta y me fuerzo a decir, —Tú puedes ir si quieres, pero yo me tengo que quedar. No puedo dejar mi propia fiesta. — Luego río, tratando de sonar ligera cuando la verdad es que apenas puedo respirar.
Drina nos mira con las cejas arqueadas y el rostro altanero, traicionándose por un segundo al dejar ver una breve expresión de asombro cuando Zayn sacude la cabeza y toma mi mano en lugar de la de ella.
—Fue maravilloso conocerte, _____, — dice Drina, haciendo una pausa antes de montarse en la limosina. —Estoy segura que nos volveremos a ver. —
Yo observo como desaparecen por el camino hacia la carretera y luego me vuelvo hacia Zayn y digo, — ¿y a quién de debo esperar ahora, a Stacia, Honor y Craig?—
Y al segundo de haberlo dicho me arrepiento por revelar lo insignificante y patéticamente celosa que soy. No debería sentirme tan sorprendida, yo ya lo conozco. Zayn es pura y sencillamente un mujeriego y hoy resultó ser mi turno.
—_____, — él dice, rozando su pulgar contra mi mejilla y mientras yo comienzo a apartarlo, negándome a escuchar sus excusas, él me mira y susurra, —creo que también debería irme. —
Yo busco sus ojos, mi mente aceptando una verdad que mi corazón preferiría negar. Sabiendo que hay más en esa frase, palabras que él no pudo incluir: debería irme para poder alcanzarla.
—Este bien, bueno gracias por venir, — finalmente digo sonando más como una mesera después de un largo día, que una posible novia.
Pero el solo sonríe, remueve la pluma de la parte trasera de mi peluca y acaricia el largo de mi cuello con ella, dando golpecitos a mi nariz con la punta mientras dice, —Me la quedo como recuerdo. —
Y luego está en su auto, alejándose mientras conduce, sin darme oportunidad para responder.
Me siento en la escalera, mi rostro en mis manos, la peluca tambaleándose precariamente, deseando poder desaparecer, regresar en el tiempo y comenzar de nuevo. Sabiendo que nunca debí permitir que me besara y que nunca debí dejarlo entrar.
— ¡Ahí estas!— dice Sabine, jalándome de la mano y poniéndome en pie. —Te he estado buscando por todas partes. Ava aceptó a quedarse hasta hacerte una lectura. —
—Pero yo no quiero una lectura, — le digo sin querer ofender, yo solo quiero ir a mi habitación, botar esta peluca, dormirme rápidamente y no soñar nada.
Pero Sabine ha estado pegada a la mesa del ponche, lo que significa que está demasiado bebida para escuchar. Así que ella agarra mi mano y me lleva al cuarto en donde Ava me está esperando.
—Hola, _____. — Ava sonríe mientras yo me hundo en la silla, agarro la mesa y espero que la energía alcoholizada de Sabine se debilite.
—Tomate todo el tiempo que quieras. — Ella sonríe.
Yo miro a las cartas del Tarot colocadas delante de mí. —Eh… nada personal, pero yo no quiero una lectura, — le digo, encontrando sus ojos antes de apartar la vista.
—Entonces no te haré una lectura. — ella se encoje de hombros tomando las cartas y barajándolas. — ¿Qué dices si fingimos que te estoy haciendo una lectura y así hacemos feliz a tu tía? Ella se preocupa por ti. Se pregunta si está haciendo lo correcto, dándote demasiada libertad. — ella me mira. — ¿Qué opinas?—
Yo me encojo de hombros y pongo los ojos en blanco. Eso difícilmente cualifica como una revelación.
— ¿Sabías que se va a casar?—
Yo la miro, mis ojos asombrados encontrando los suyos.
—Pero no hoy. — Ella ríe. —Tampoco mañana, así que no te preocupes. —
— ¿Por qué habría de preocuparme?— me muevo intranquila en la silla, mirando como divide las barajas en dos grupos y las coloca en forma de media luna. —Yo quiero que Sabine sea feliz y si hay que hacer eso-—
—Cierto. Pero pasaste por demasiados cambios el año pasado ¿no? Cambios por los cuáles aún tratas de acostumbrarte. ¿No es fácil, verdad?— ella me mira. Pero yo no respondo ¿y por qué lo haría? Le falta mucho por decir algo que haga temblar la tierra, o algo significativo. La vida está llena de cambios, gran cosa. O sea, ¿acaso no es ese el propósito de crecer: cambiar y seguir adelante? A demás, Sabine tampoco es un enigma. Ella no es tan compleja o difícil de entender.
— ¿Y cómo estas manejando tu don?— Ava pregunta mientras pone unas cartas boca arriba y otras bocabajo.
— ¿Mi qué?— la miro detenidamente, preguntándome a dónde pretende ir con todo esto.
—Tu don psíquico. — ella sonríe, asintiendo como si fuera un hecho.
—No sé de qué estás hablando. — presiono mis labios y miro a través de la habitación, viendo a Miles y a Eric bailando con Sabine y su cita, y sin ellos saberlo, con Riley.
—Es difícil al principio. — Ella asiente. —Créeme, lo sé. Yo fui la primera en saber que mi abuela había muerto. Ella fue directo a mi habitación, se paró al pie de mi cama y me dijo adiós con la mano. Yo solo tenía cuatro años en ese entonces, así que podrás imaginar cómo reaccionaron mis padres cuando corrí a la cocina para decirles. — ella sacude su cabeza y ríe. —Pero tú sí entiendes porque tú también los ves ¿verdad?—
Yo me quedo mirando a las cartas, sin decir una palabra y mis manos sujetándose fuertemente.
—Puede ser tan aplastante, tan aislante, pero no tiene que ser así. No te tienes que esconder bajo una capa y torturar tus tímpanos con música que ni siquiera te gusta. Hay maneras de cómo manejar esto y yo estaría feliz de enseñarte porque, _____, tú no tienes que vivir así. —
Yo agarro fuertemente el borde de la mesa y me levanto de la silla, mi estómago inestable y sintiendo mis piernas inseguras y tambaleantes. Esta señora está loca si piensa que lo que yo tengo es un don. Yo sé más que eso. Yo sé que es solo un castigo más por todo lo que hice, todo lo que causé. Es mi carga personal y tengo que lidiar con eso. — No tengo idea de qué estás hablando, — finalmente digo.
Pero ella simplemente asiente y desliza su tarjeta hacia mí. —Cuando estés lista, me puedes conseguir aquí. —
Yo tomo su tarjeta, pero solo porque Sabine nos está mirando desde el otro lado de la habitación y no quiero parecer grosera. Luego, muy enojada, la estrujo en la palma de mi mano hasta convertirla en una bola y le pregunto, — ¿Ya terminamos?— ansiosa por salir.
—Solo una cosa más. — ella guarda las barajas en un estuche de cuero marrón. —Estoy preocupada por tu hermanita. Creo que ya es hora de que se vaya, ¿no crees?—
Yo la miro, sentada allí con ese aire de engreída y sabelotodo, juzgando mi vida cuando ni siquiera me conoce. —Para tu información, Riley se ha ido ¡está muerta!— susurro, arrojando su estrujada tarjeta a la mesa, ya sin importarme si alguien me ve.
Pero ella solo sonríe y dice, —Yo creo que sabes a qué me refiero. —
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Capítulo 14
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Esa noche, mucho tiempo después que la fiesta terminara y todos nuestros invitados se habían ido, estaba acostada en mi cama pensando en Ava, seguía pensando en lo que me dijo sobre Riley y de cómo yo tenía la culpa. Supongo que siempre di por sentado que Riley no tenía asuntos pendientes, que no tenía nada que la atara aquí y que si me visitaba era porque ella así lo quería, porque yo nunca le he pedido que venga. Es simplemente algo que ella decidió por su cuenta y creo que en tiempo que no está conmigo, se la pasa en algún lugar en el cielo. Incluso cuando se que Ava está tratando de ayudar, ofreciéndose a ser algo así como una hermana mayor psíquica, lo que ella no entiende es que yo no quiero ninguna ayuda. Que aunque quiera ser normal otra vez y regresar a como las cosas eran antes, también se que este es mi castigo. Este horrible —don— es lo que merezco por todo el daño que he causado, por las vidas que destruí y ahora tengo que vivir con esto y tratar de no lastimar a nadie más.
Cuando finalmente me dormí, soñé con Zayn y todo en el sueño se sintió tan poderoso, tan intenso, tan urgente, que pensé que era real. Pero en la mañana todo lo que recuerdo son piezas fragmentadas, imágenes cambiantes sin principio ni final. La única cosa que puedo recordar claramente es nosotros dos corriendo a través de un cañón con un viento helado, apresurándonos hacia algo que no puedo ver.
— ¿Cuál es tu problema? ¿Por qué tan gruñona?— Riley pregunta, sentada en la esquina de mi cama, vestida con un disfraz del Zorro idéntico al que Eric tenía en la fiesta.
—Halloween terminó, — le digo, mirando al látigo de cuero negro mientras ella golpea el piso con él.
—No me digas. — Ella hace una mueca y continúa castigando la alfombra. —Me gusta el disfraz ¿algún problema? Estoy pensando en disfrazarme todos los días. —
Yo me inclino hacia el espejo, me pongo mis pequeños aretes de diamantes y recojo mi cabello en una coleta.
—No puedo creer que te sigas vistiendo así, — ella dice, arrugando su nariz en disgusto. —Pensé que te habías conseguido un novio. — Ella tira el látigo y agarra mi iPod, sus dedos deslizándose alrededor de la rueda mientras inspecciona mi lista de música.
Yo me giro, preguntándome exactamente qué vio.
— ¿Ho-la? En la fiesta, en la piscina ¿O fue solamente un polvazo?—
Yo la miro, mi cara tornándose rojo carmesí, — ¿Qué sabes sobre polvazos? ¡Tienes solo 12 años! ¿Y por qué rayos me estás espiando?—
Ella pone sus ojos en blanco. —Por favor, como si quisiera perder mi tiempo espiándote cuando puedo ver mejores cosas. Para ti información, casualmente fui afuera en el momento exacto en que metías tu lengua por la garganta de ese tal Zayn y, créeme, desearía no haberlo visto. —
Sacudo la cabeza y revuelvo mi tocador, desviando mi enojo contra mis suéteres. —Sí, bueno, odio darte la noticia, pero él difícilmente sería mi novio. No he hablado con él desde, — le digo, odiando la manera en que mi estómago se revuelca cuando digo eso. Luego tomo un suéter gris y me lo pongo descuidadamente, arruinando completamente la coleta que me acabo de hacer.
—Yo puedo espiarlo, si quieres, o rondarlo. — ella sonríe.
Yo la miro y suspiro. Parte de mí queriendo que lo haga, y la otra parte sabiendo que ya debo cortar por lo sano, dejarlo ir y olvidar que alguna vez pasó. —Solo mantente fuera de esto ¿bueno?— finalmente digo. —Si no te importa, quiero pasar normalmente mis años en la preparatoria. —
—Tú dirás. — ella se encoge de hombros, lanzándome el iPod. —Pero para que sepas, Brandon esta nuevamente disponible. —
Tomo una pila de libros y los meto en mi mochila, asombrada de cómo esa noticia no me hace sentir ni un poquito mejor.
—Sip. Rachel cortó con él en Halloween cuando lo cachó besándose con una conejita playboy. Era Heather Watson vestida como una. —
— ¿En serio?— la miro boquiabierta. — ¿Heather Watson? Estas bromeando. — Trato de imaginarlo, pero no puedo.
—Palabra de honor. Deberías verla, perdió veinte libras, se deshizo de los frenos, se alisó el cabello y ahora luce como una persona completamente diferente. Desafortunadamente, también actúa como una persona completamente diferente. Ella ahora es, ya sabes, como una PU con una T y una A, — ella susurra, volviendo a golpear el suelo con su látigo, mientras yo proceso la nueva noticia.
— ¿Sabes? No deberías estar espiando a las personas, — le digo, más preocupada de que me espíe a mí, en lugar de a mis viejos amigos. —Es como grosero ¿no crees?— Pongo mi mochila en mi hombro y me dirijo a la puerta.
Riley ríe. —No seas ridícula. Es bueno estar al tanto con las personas de tu antigua vecindario. —
— ¿Vienes?— le pregunto, girándome impacientemente.
—Sip ¡A ver quién llega primero!— ella dice, escabulléndose y trepando el pasamanos. Su capa flota en el aire mientras se desliza escaleras abajo.
Cuando llego a casa de Miles, él ya está esperando afuera, sus pulgares presionando botones en su celular. —Solo-un-segundo- ¿bueno? ¡Listo!— El se sienta en el asiento del pasajero y se acerca a mí mirándome. — ¡Ahora cuéntame todo de principio a fin! ¡Quiero todos los detalles sucios, sin dejar nada afuera!—
— ¿De qué estás hablando?— Me retiro de su calle y conduzco hacia la carretera, dándole una mirada de advertencia a Riley, quien está sentada sobre la rodilla de Miles, soplando en su cara y riendo cuando él trata de ajustar el ventilador.
Miles me mira y sacude la cabeza. — ¿Ho-la? ¿Zayn? Escuché que ustedes lo estaban haciendo a la luz de la luna, besándose en la piscina, haciendo cositas bajo la luz plateada de la lun-—
— ¿A dónde quieres llegar con todo esto?— le pregunto, aún cuándo ya sé, pero deseando que exista alguna manera de detenerlo.
—Escucha, la noticia se ha corrido así que no trates de negarlo y te hubiera llamado ayer pero mi papá me confiscó el teléfono y me arrastró hasta las jaulas de batear para poder verme batear como niña.— el ríe —Debiste verme ¡actué bien afeminado y él estaba ho- rro-ri-za-do! Eso le enseñará. En fin, de vuelta al tema. Vamos, la revelación comienza ahora. Cuéntamelo todo. — él dice, girándose hacia mí y asintiendo impacientemente. — ¿Fue tan genial como todos nosotros soñamos que sería?—
Me encojo de hombros, mirando brevemente a Riley y advirtiéndole con mis ojos que deje de fastidiar o desaparezca. —Lamento decepcionarte, — finalmente digo, —Pero no hay nada que contar. —
—Eso no fue lo que escuché. Haven me dijo-—
Presiono mis labios y sacudo la cabeza, el que ya sepa que Haven le dijo no significa que quiera escucharlo en voz alta. Así que lo corto en seco cuando digo, —Esta bien, nos besamos. Pero fue solo una vez. — Puedo sentirlo mirándome, sus cejas arqueadas, sus labios sonriendo con una mueca de sospecha. —Quizá dos veces. No lo sé, no conté, — yo mascullo, mintiendo como una principiante con la cara colorada, las manos sudorosas, evitando miradas y deseando que él no lo note. Porque la verdad es que en mi mente he repetido ese beso tantas veces, que se ha tatuado en mi cerebro.
— ¿Y?— él dice, impaciente por más.
—Y nada. — le digo, aliviada cuando lo miro y veo que Riley se ha ido.
— ¿No te llamó? ¿No te mandó un mensaje de texto o un email? ¿No volvió a visitarte?— Miles jadea, visiblemente disgustado, preguntándose qué significa no solo por mí, también por el futuro de nuestro grupo.
Yo sacudo mi cabeza y miro directo al frente, molesta conmigo misma por no haber manejado mejor las cosas, odiando la manera en que mi garganta se ha achicado y mis ojos comienzan a arder.
— ¿Pero que él dijo? Me refiero a cuando se fue de la fiesta. ¿Cuáles fueron sus últimas palabras?— Miles pregunta, determinado a encontrar algún rayo de esperanza en este deprimente y amargo paisaje.
Yo giro en la luz, recordando nuestro extraño y precipitado adiós en la puerta. Luego encaro a Miles, trago pesadamente, y digo, —Él dijo ´souvenir`. —
Y al momento que lo digo, sé que es realmente una mala señal. Nadie toma algo como recuerdo de un lugar que planea frecuentar. Miles me mira, sus ojos expresando las palabras que sus labios han negado.
—Dímelo a mí…— le digo, sacudiendo mi cabeza mientras entro en el estacionamiento.
Aunque estoy totalmente comprometida a no pensar en Zayn, no puedo evitar sentirme decepcionada cuando voy a la clase de inglés y veo que él no está ahí. Lo que, por supuesto, me hace pensar aún más en él hasta rayar en la obsesión.
O sea, el que para mi nuestro beso haya parecido algo más que un simple beso al azar, no significa que él se siente de la misma manera.
El que para mí se haya sentido tan sólido, tan verdadero y tan transcendental, no significa que para él haya sido así. Porque no importa cuánto lo intente, no puedo borrar la imagen de él y Drina juntos, un perfecto Conde Fersen con una idílica María, mientras yo me quedo al margen con mucho brillo y cancán como la peor imitadora del mundo.
Estoy a punto de prender mi iPod cuando Stacia y Zayn entran juntos por la puerta, riendo y sonriendo, sus hombros casi tocándose, dos capullos blancos en las manos de ella. Y cuando él la deja en el escritorio de ella y se dirige hacia mí, torpemente me ocupo con unos papeles y finjo que no lo vi.
—Hola, — él dice, sentándose en su silla. Actuando como si todo fuera perfectamente normal. Como si no hubieran pasado menos de cuarenta y ocho horas desde que él me manoseó y luego se largó. Yo presiono mi mejilla contra mi mano y me fuerzo a bostezar, esperando parecer aburrida, cansada, agobiada por actividades que él no puede imaginar, garabateando en un pedazo de papel de mi libreta con dedos tan temblorosos que mi bolígrafo se resbala de mi mano. Me inclino para recogerlo y cuando regreso a mi escritorio me encuentro con un tulipán rojo en el tope.
— ¿Qué pasó? ¿Se te acabaron los capullos blancos?— le pregunto, hojeando libros y papeles como si tuviera algo importante que hacer.
—Jamás te daría un capullo, — él dice, sus ojos buscando los míos.
Pero yo me rehúso a mirarlo, me rehúso a verme envuelta en su jueguito sadista. Yo solo agarro mi mochila y finjo que estoy buscando algo, maldiciendo en voz baja cuando encuentro que está lleno de tulipanes.
—Tu eres estrictamente una chica de tulipanes; tulipanes rojos. — él sonríe.
—Que emocionante. — digo entre dientes, dejando caer al suelo mi mochila y alejándome a la parte más lejana de mi asiento, sin tener la menor idea de qué signifique todo eso.
Cuando llego a nuestra mesa de almuerzo, soy un desastre sudoroso preguntándome si Zayn estará ahí, si Haven estará ahí -porque, aunque no he hablado con ella desde la noche del sábado, apostaría todo a que sigue molesta conmigo. Pero a pesar de que me pasé toda la clase de química pensando en todo un discurso, al momento de verla se me olvidan todas las palabras.
—Bueno, miren quién está aquí. — Haven dice, mirándome.
Me siento junto a Miles en el banco, quién está demasiado ocupado enviando mensajes de texto para notar mi presencia, y no puedo evitar preguntarme si debería buscarme nuevas amistades. Aunque dudo que alguien me quiera.
—Estaba contándole a Miles todo lo que se perdió en Nocturne. Solo que está determinado a ignorarme. — ella frunce el ceño.
—Solamente porque estuve forzado a escucharla durante toda la clase de historia, y aún así no habías terminado y me hiciste llegar tarde a la clase de español. — él sacude la cabeza y continúa con su celular.
Haven se esconde de hombros. —Lo que pasa es que estas celoso porque no fuiste. — Luego, mirándome, ella intenta arreglarlo. —No es que tu fiesta no fuera buena, porque sí lo fue. Es solo que esta fue más mi ambiente. Tú entiendes ¿verdad?—
Yo limpio mi manzana con mi manga y me encojo de hombros, sin querer escuchar más sobre Nocturne, —su ambiente— o Drina. Pero cuando finalmente la miro, estoy asombrada de ver cómo sus usuales lentes de contacto amarillos han sido remplazados por unos nuevos de color verde.
Un verde tan familiar que me roba el aliento. Un verde que solo puede ser descrito como el verde de los ojos de Drina.
—Debiste haberlo visto, había una fila larguísima en la entrada, pero nos dejaron entrar al segundo de haber visto a Drina. ¡Ni siquiera tuvimos que pagar! No tuvimos que pagar nada, toda la noche estuvo paga. Hasta me quedé en el cuarto de ella. Se está quedando en esta increíble suite en el Hotel San Regis hasta que consiga un lugar más permanente para vivir. Deberías verlo: vista al océano, jacuzzi, un minibar, ¡de todo!— ella me mira, sus ojos esmeraldas grandes, llenos de emoción, esperando por una respuesta entusiasta que yo simplemente no puedo proveer.
Presiono mis labios y me fijo en el resto de su apariencia, notando como su delineador es más suave, difuminado, más parecido al estilo de Drina, y su usual lápiz labial color rojo-sangre ha sido remplazado por un rosado más ligero, como el que usa Drina. Incluso su cabello, el cual siempre ha estado alisado desde que la conozco, ahora está ondulado y peinado como el de Drina. En cuanto a su vestido, este está hecho a la medida, sedoso y clásico, como algo que Drina se pondría.
— ¿Y dónde está Zayn?— Haven me mira como si yo debería saberlo.
Yo le doy un mordisco a mi manzana y me encojo de hombros.
— ¿Qué pasó? Pensé que ahora eran pareja. — ella pregunta sin querer dejar el tema.
Pero antes de que pueda responder, Miles deja su celular y mira a Haven de una manera que le deja saber sin palabras que tenga cuidado con lo que vaya a decir.
Ella deja de mirar a Miles y me mira, luego sacude la cabeza y suspira. —Lo que sea. Yo solo quiero que sepas que no me molesta que estés con Zayn, así que sin preocupaciones ¿bueno?— Ella se encoje de hombros. —Lo he superado completamente. En serio. Promesa de meñique. —
Yo sin mucho ánimo enrosco mi meñique alrededor del de ella y también me envuelvo en toda su energía y estoy completamente sorprendida de ver que ella está siendo sincera. O sea, a penas este fin de semana ella me catalogó como la enemiga pública número uno y ahora no le importa, aunque no puedo ver el por qué.
—Haven-— yo comienzo, preguntándome si de verdad debería hacer esto, pero luego pienso qué diablos, no tengo nada que perder.
Ella me mira, sonriendo, esperando.
— ¿Este… cuando ustedes fueron a Nocturne, por casualidad vieron a Zayn?— presiono mis labios y espero, sintiendo la mirada brusca de Miles, mientras Haven solo me mira claramente confusa. —Es que, lo que pasa es que él se fue poco tiempo después de ustedes, así que pensé que tal vez-—
Ella sacude la cabeza y se encoje de hombros. —No, nunca lo vi. — ella dice, removiendo con la lengua un poco de glaseado de su labio.
Aun cuando ya sé lo que veré, escojo ese momento para echar una ojeada a todo el comedor escolar, mirando el casto sistema de las mesas, la jerarquía alfabética, comenzando con nuestra pobre mesa Z y avanzando hacia la A. Preguntándome si encontraré a Zayn y Stacia retozando en un lecho de capullos, o envueltos en alguna otra sórdida actividad que preferiría no ver.
Pero, aunque en la mesa siguen haciendo las mismas actividades de siempre, con las mismas personas de siempre, al menos por hoy la mesa está libre de flores.
Supongo que es porque Zayn no está allí
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
Capítulo 15
♣
Zayn me llama poco tiempo después de haberme quedado dormida y aunque he pasado las últimas dos semanas convenciéndome de que él no me gusta, me rindo al segundo de haber escuchado su voz.
— ¿Es muy tarde?—
Trato de enfocar mi vista para poder ver la hora en mi reloj despertador, confirmando que sí es tarde, pero en cambio diciendo — No, está bien.—
— ¿Estabas dormida?—
—Casi. — Pongo mis almohadas en el espaldar de la cama y luego me recuesto en ellas.
— ¿Puedo ir a tu casa?—
Yo miro nuevamente al reloj, pero solo para comprobar que su pregunta es una locura. —Probablemente no sea una buena idea. — Le digo y él se queda callado por tanto tiempo que pienso que ha colgado.
—Siento no haber podido estar contigo durante el almuerzo, — finalmente dice. —y durante la clase de arte. Me fui luego de la clase de inglés. —
—Eh, está bien, — mascullo, insegura de qué responder puesto que no somos una pareja y él no tiene que explicarme nada.
— ¿Estás segura de que es muy tarde?— él pregunta con voz profunda y persuasiva. —De verdad que quiero verte. No me quedaré mucho tiempo. —
Yo sonrío, contenta con este pequeño cambio de papeles, de tener ahora yo el poder y permitiéndome una victoria mental cuando digo, —Mañana en inglés me parece bien. —
— ¿Qué tal si te llevo a la escuela?— él pregunta, su voz casi convenciéndome de olvidar a Stacia, a Drina, su rápida retirada, olvidar todo, borrón y cuenta nueva.
Pero no he llegado hasta tan lejos para luego rendirme tan fácilmente. Así que me obligo a decir, —Miles y yo vamos juntos a la escuela. Así que mejor te veo en la clase de inglés. — y para evitar que él me convenza de lo contrario, cuelgo el teléfono y lo arrojo lejos de mí.
La próxima mañana cuando Riley se aparece, ella se para frente a mí y dice, — ¿Sigues irritable?—
Yo pongo mis ojos en blanco.
—Voy a tomar eso como un sí. — Ella ríe, sentándose en el tope de mi tocador y pateando mis gavetas con sus tacones.
— ¿Y de qué estas disfrazada hoy?— yo arrojo una pila de libros en mi mochila y miro su apretado corpiño, falda ancha y larga cabellera marrón.
—Elizabeth Swann. — ella sonríe.
Yo entrecierro los ojos tratando de recordar el nombre. — ¿Piratas?—
—Ajá. — Ella pone los ojos bizcos y saca la lengua. — ¿Y cómo van las cosas contigo y el Conde Fersen?—
Yo pongo la mochila sobre mi hombro y me dirijo a la puerta, determinada a ignorar la pregunta cuando digo, — ¿vienes?—
Ella sacude la cabeza. —Hoy no. Tengo una cita. —
Me recuesto del marco de la puerta y la miro con ojos entrecerrados. — ¿Qué quieres decir con eso de que tienes una cita?—
Pero ella sacude la cabeza y se baja del tocador. —No es asunto tuyo. — ella ríe, camina directo hacia la pared y desaparece.
Como a Miles se le hizo tarde, a mí también se me hizo tarde y cuando llegamos a la escuela, el estacionamiento está completamente lleno. Todos están ocupados excepto por él último, el que todos quieren porque está al final, cerca de la salida.
Y resulta que está justo al lado del auto de Zayn.
—¿Cómo lo hiciste?— Miles pregunta, agarrando sus libros y bajándose de mi auto compacto rojo, mirando a Zayn como si fuera el mago más sexy del mundo.
— ¿Hacer qué?— Pregunta Zayn, mirándome.
—Guardar el lugar. Tienes que llegar aquí mucho antes de que el año escolar comience para poder tomar este sitio. —
Zayn ríe, sus ojos buscando los míos. Pero yo solo lo saludo con un movimiento de cabeza como si él fuera mi farmacéutico o cartero y no el chico con el que he estado obsesionada desde el momento que lo vi.
—El timbre va a sonar, — digo, apresurándome hacia la entrada y dirigiéndome directo a clases, notando como él se mueve tan rápido que llega a la puerta antes que yo sin ningún esfuerzo.
Yo me apresuro hacia Honor y Stacia, pateando a propósito la mochila de Stacia cuando ella mira a Zayn y dice, — ¿Oye, dónde está mi capullo?—
Luego lamentándose al segundo cuando él responde, —Lo siento, hoy no. —
Él se sienta en su silla y me dirige una mirada divertida. —Alguien está de pésimo humor. — y ríe.
Pero yo solo me encojo de hombros y dejo caer mi mochila al suelo.
— ¿Por qué tanta prisa?— él se inclina hacia mí. —El Sr. Robins se va a quedar en su casa. —
Yo me giro. — ¿Cómo-?— pero luego me detengo antes de poder terminar. O sea ¿cómo Zayn puede saber lo que yo sé, que el Sr. Robins sigue en su casa, con resaca, sufriendo por su esposa e hija que lo dejaron recientemente?
—Vi a la sustituta mientras te esperaba, — él sonríe. —Se veía un poco perdida, así que la acompañé hasta el salón de maestros, pero se veía tan confundida que probablemente termine en el laboratorio de ciencias en lugar de aquí. —
Al momento que lo dice, sé que es cierto porque la acabo de ver entrando a otra clase pensando que era la nuestra.
—Y dime ¿qué he hecho para haberte hecho enojar tanto?—
Yo miro a Stacia susurrarle al oído de Honor y veo como sacuden su cabeza y me miran.
—Ignóralas, son idiotas, — Zayn susurra, inclinándose hacia mí y poniendo su mano sobre la mía. —Lo siento no he estado contigo mucho tiempo. Tuve una visita que no pude evitar. —
— ¿Te refieres a Drina?— y al momento que lo digo, me avergüenzo de lo mal y celosa que soné. Deseando poder ser más natural y calmada, actuar como si ni siquiera hubiera notado como todo cambió al momento que ella apareció. Pero la verdad es que eso es completamente imposible para mí porque estoy más cerca de ser paranoica que de ser ingenua.
—_____-— él comienza.
Pero como ya he comenzado, más vale que continúe. — ¿Has visto últimamente a Haven? Ella es como una pequeña copia de Drina. Se viste como ella, actúa como ella, incluso tiene el mismo color de ojos. En serio, ve un momento a la mesa del almuerzo y lo verás. — Lo miro como si él fuera el responsable, como si fuera su culpa. Pero al momento que nuestros ojos se encuentran, estoy nuevamente bajo su hechizo, un indefenso pedazo de metal contra su irresistible fuerza magnética.
El respira profundamente, luego sacude su cabeza mientras dice, — _____, no es lo que tú piensas. —
Yo me alejo y presiono mis labios. No tienes ni idea de lo que pienso.
—Déjame arreglar las cosas contigo. Déjame salir contigo, ir a un lugar especial, por favor. —
Puedo sentir en mi piel la calidez de su mirada, pero no me voy a arriesgar a mirarlo. Quiero que él se preocupe, que tenga dudas. Quiero alargar esto lo más que pueda.
Así que me muevo en mi silla, lo miro brevemente y digo, —Ya veremos. —
Cuando salgo del quinto periodo, la clase de historia, Zayn me está esperando en la puerta y, pensando que él solo quiere acompañarme hasta la mesa del comedor, le digo, —déjame antes dejar mi mochila en mi casillero. —
—No hay necesidad. — Él sonríe, rodeando mi cintura con su brazo. —La sorpresa comienza ahora. —
— ¿Sorpresa?— y cuando miro a sus ojos, el mundo entero se achica hasta solo ser él y yo, rodeados por estática.
Él sonríe. —Ya sabes, te voy a llevar a lugar especial. Tan especial que olvidarás mis transgresiones. —
— ¿Y qué pasa con nuestras clases, nos saltaremos el resto del día?— yo cruzo mis brazos sobre mi pecho, aunque es solo por apariencias.
El ríe y se inclina hacia mí, sus labios rozando el lado de mi cuello formando la palabra sí, y mientras me alejo estoy sorprendida de escucharme decir ¿cómo? en lugar de no.
—No te preocupes. — él sonríe, apretando mi mano mientras me lleva hacia la salida. —Estarás a salvo conmigo. —
Harriet
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
aydios diols dioooooooooooooooooooooos<3
HAN PASADO TAAAAAAAANTAS COSAS QUE JODER, JODER! Ya me entiendes ely xxxx Pues nada, que me encanta Zaynie aunque aun lo encuentro muy raro y sigo creyendo, que no me gustara tanto como Lazos de Sangre, aunque sabes que esta e ecanta
GRACIAS POR SUBIR 5 CAPS, 5, 5, 5, ,5, 5, 5, 5, 5!!!
Mil gracias
TQTQTQTQTQTQTQTQTQTQTQ,ANNA<3
HAN PASADO TAAAAAAAANTAS COSAS QUE JODER, JODER! Ya me entiendes ely xxxx Pues nada, que me encanta Zaynie aunque aun lo encuentro muy raro y sigo creyendo, que no me gustara tanto como Lazos de Sangre, aunque sabes que esta e ecanta
GRACIAS POR SUBIR 5 CAPS, 5, 5, 5, ,5, 5, 5, 5, 5!!!
Mil gracias
TQTQTQTQTQTQTQTQTQTQTQ,ANNA<3
Anna Payne1D
Re: Los Inmortales [Zayn Malik y Tú] TERMINADA
ay Diossss me muero, se besaron!!!!!! y ahora están como en algo es que ésta fic no puede estar mejor, amo la nove!!!! ya quiero que la sigasssss x
narrysgirl
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