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"El Dolor De La Traición" - Joe y tu
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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"El Dolor De La Traición" - Joe y tu
Nombre: El Dolor De La Traición
Autor: Nani Jonas
Adaptacion: Si
Genero: Romantica y Hot
Advertencias: No de mi parte
Otras paginas: No de mi parte
Hola chicas aqi subiendoles una nueva nove la verdad me a gustado mucho y me a trapo encuento empeze a leerla y espero qe a ustedes les pase igual les dejo la sinopsis y mañana les subo el primer capitulo
Sinopsis:
Aquella mujer pagaría por haberlo traicionado…
Joseph Jonas no había dudado en echar a ________ al enterarse de que aquella cazafortunas lo había traicionado. Embarazada, sin casa y sin dinero, ________ no podía creer que el futuro padre de su hijo pudiera ser tan cruel.
Tres años después, Joe volvió a aparecer con la intención de recuperar a la mujer que más había deseado en toda su vida. Tenía una proposición que hacerle: o se convertía en su amante o la arruinaría. Ella elegía…
Pero cuando Joe descubrió que era el padre del hijo de ________, retiró la oferta. ________ sería su esposa, quisiera o no…
La sigo?
Autor: Nani Jonas
Adaptacion: Si
Genero: Romantica y Hot
Advertencias: No de mi parte
Otras paginas: No de mi parte
Hola chicas aqi subiendoles una nueva nove la verdad me a gustado mucho y me a trapo encuento empeze a leerla y espero qe a ustedes les pase igual les dejo la sinopsis y mañana les subo el primer capitulo
Sinopsis:
Aquella mujer pagaría por haberlo traicionado…
Joseph Jonas no había dudado en echar a ________ al enterarse de que aquella cazafortunas lo había traicionado. Embarazada, sin casa y sin dinero, ________ no podía creer que el futuro padre de su hijo pudiera ser tan cruel.
Tres años después, Joe volvió a aparecer con la intención de recuperar a la mujer que más había deseado en toda su vida. Tenía una proposición que hacerle: o se convertía en su amante o la arruinaría. Ella elegía…
Pero cuando Joe descubrió que era el padre del hijo de ________, retiró la oferta. ________ sería su esposa, quisiera o no…
La sigo?
Última edición por Nani Jonas el Miér 25 Jul 2012, 9:32 pm, editado 2 veces
Nani Jonas
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
2da lectora!!!! ame la anterior y ya estoy amando esta!
siguela xfaa
siguela xfaa
jonatic&diectioner
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
Como preguntas, si la sigues o no! obvio que debes seguirla :D
Koni
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
Tu siempre subes novelas tan buenas que es imposible decirte que no la sigas! en serio. así que SÍGUELA POR FAVOR!
misterygirl
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
Nueva lectora, ame legalmente tuya.
SIGUELA
SIGUELA
Creadora
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
olaaa aqui me tines jejeje
me ha enkntado!!!
y siguela!!!
ya quiero cap!!!!
me ha enkntado!!!
y siguela!!!
ya quiero cap!!!!
jamileth
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
ohhh!! por supuesto que si siguelaaaaaaa!!
me ha encantado la sinopsis
quiero ya el primer cap!!!
me ha encantado la sinopsis
quiero ya el primer cap!!!
Karli Jonas
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
me encanta la sinopsis nena la nove promete xD siguela
nataly jonas
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
Hola chicas sean todas bienvenidas a la nove muchas gracias a todas por pasarse
Capítulo 1
Había empezado como cualquier otro lunes por la mañana. ________ dejó a Matthew, de tres años, en la guardería después del habitual forcejeo lloroso de que no lo abandonara, y se abrió paso entre el denso tráfico hasta su pequeño estudio de diseño de interiores en Woollahra. E igual que cualquier otro lunes por la mañana, su socia en los negocios y su mejor amiga, Angela Hartley, le entregó un cargado café con leche cuando entró, al tiempo que le preguntaba cómo había sido su fin de semana.
—No preguntes —repuso ________ con cansancio, bebiendo un sorbo que la revivió.
—¿Debo dar por hecho que la cita a ciegas que te preparó tu hermana no fue un éxito? —preguntó Angela al sentarse en el borde del escritorio de ________.
________ puso los ojos en blanco.
—Depende de a qué te refieres por cita a ciegas. Era evidente que la idea de este sujeto era convertirla en una cita para emborracharse. Y durante una hora y media se puso a lloriquear sobre su ex mujer, hasta que al fin conseguí escapar.
—Pobrecilla —dijo Angela con simpatía—. Pero no te rindas todavía. Hay alguien bueno para ti ahí afuera.
—Eso estaría bien —encendió el ordenador—. Una buena figura paterna para Matthew sería estupendo también, pero en cuanto los hombres escuchan que tengo un hijo de tres años, parecen perder el interés.
—Bueno, los hombres de hoy en día son muy superficiales —convino Angela—. No se comprometen y quieren sexo de inmediato.
—Dímelo a mí —movió el ratón para activar la pantalla y comprobar las citas que tenía para ese día. Se puso las gafas y parpadeó hasta tres veces, con el corazón agitado al ver ese nombre.
—¿Qué sucede? —preguntó Angela.
________ giró el sillón para mirar a su socia.
—¿Me has arreglado una cita con un tal Joseph Jonas? —soltó, pálida.
Angela le sonrió entusiasmada.
—Sí. Quería que fuera una sorpresa, de lo contrario te habría llamado el fin de semana para contártelo. Llamó el viernes por la tarde justo después de que tú te marcharas. Es un contrato enorme, ________. El valor financiero de este hombre es incalculable, y si conseguimos el proyecto piensa cómo nos lanzará. Apareceremos en todas las revistas de diseño de interiores del planeta. Ya no tendremos que pagar más alquiler, podremos comprar el edificio, no… —juntó las manos—¡podremos comprar toda la calle!
________ se puso de pie.
—No pienso verlo —soltó con los labios apretados—. No quiero el contrato. No quiero tener nada que ver con él.
Angela puso expresión de no poder creer lo que acababa de oír.
—¿Por casualidad le has echado últimamente un vistazo a nuestro extracto bancario? —preguntó mientras se levantaba del escritorio—. Vamos, ________, nuestra línea de crédito está al límite, tú lo sabes. Es la oportunidad de una vida. Es justo lo que necesitamos en este momento. Joseph Jonas ha comprado el viejo edificio del Hotel Arlington en la ciudad. Va a convertirlo en un hotel de lujo, con tres plantas de áticos para los multimillonarios. Y quiere que nosotras nos encarguemos del diseño de los interiores. ¡Nosotras! ¿Puedes creértelo? Es como si nos tocara la lotería.
—No puedo verlo, Angela —insistió ________—. Por favor, no me lo pidas.
Una bombilla pareció encenderse en la cabeza de Angela al estudiar a su amiga.
—Un momento… ¿has salido con él en el pasado o algo por el estilo?
—Más que salido —repuso ________ ceñuda.
Angela la escudriñó.
—¿Qué quieres decir con eso de «más que salido»?
________ respiró hondo.
—Es el padre de Matthew.
Angela se quedó boquiabierta y los ojos casi se le desencajaron.
—¿Que es qué? —jadeó.
—No pienso verlo, Angela —afirmó con tensión—. Ni lo sueñes. Lo odio por lo que me hizo y no voy a…
El rugido inconfundible de un Maserati de repente sonó en la calle. Las dos miraron por la ventana frontal del estudio y observaron la pericia del conductor al meter el coche negro y aerodinámico entre sus dos pequeños utilitarios en el aparcamiento.
Angela miró los ojos gris azulados y sobresaltados de su amiga.
—Me parece que no tienes alternativa —comentó, añadiendo al tiempo que la puerta se abría con el repiqueteo de las pequeñas campanillas del techo—: Mmm… ¿olvidé comentar que la reunión era aquí, a las nueve y cuarto?
________ sintió que cada fibra de su cuerpo se ponía en estado de alerta cuando la figura imponente y atractiva se inclinó para cruzar la puerta. Su corazón pareció un martillo neumático y se preguntó si el palpitar resultaría visible a través del ligero algodón blanco de su blusa.
Los ojos verdes de él se encontraron con los suyos. Pero en esa ocasión ella sintió que había sombras misteriosas acechando en esas profundidades.
—Hola, ________ —saludó al final.
Con la misma voz aterciopelada que años atrás había representado su perdición.
Ésta alzó el mentón y miró a Angela, que abría y cerraba la boca como un pez aturdido.
—Angela, ¿querrías informarle, por favor, al señor… mmm… —miró su agenda como si quisiera recordarse el nombre antes de continuar con la misma voz altiva— al señor Jonas que no acepto clientes nuevos ya que estoy ocupada hasta fin de año?
—Pero… —tartamudeó su socia.
Pero Joe la cortó al adelantarse con una sonrisa letal en la cara.
—Señorita Hartley, ¿sería tan amable de dejarnos a la señorita Roberts y a mí continuar con nuestra reunión privada? —preguntó.
—¡No! No te atrevas a marcharte —soltó ________ apresuradamente. «Por favor, por favor, no me dejes a solas con él», suplicó en silencio.
Angela frunció los labios, y tras un momento de titubeo, recogió su bolso y la taza con el café con leche.
—Claro, puedo hacerlo —le sonrió a Joe —. Además, he de ver a un distribuidor de azulejos. Volveré a las once.
________ le lanzó una mirada asesina antes de ocupar su sitio detrás del escritorio, por si las piernas cumplían la amenaza que le transmitían y le cedían.
La puerta del estudio se cerró tras la partida de Angela. El silencio reverberó en sus oídos y sintió como si un par de manos la ahogara.
—¿De modo que no tienes interés en hacer negocios conmigo, ________? —preguntó Joe con una sonrisa impersonal y distante.
—No —la respuesta breve salió de su boca como una bala.
—¿Por qué? —preguntó, enarcando una ceja con gesto irónico—. Pensé que darías saltos de alegría ante esta oportunidad de poner tus manos en mi dinero.
Se obligó a mirarlo.
—Me sorprende que estés interesado en contratar los servicios de una pequeña zorra codiciosa… ésas fueron las palabras que me dedicaste entonces, ¿no?
Capítulo 1
Había empezado como cualquier otro lunes por la mañana. ________ dejó a Matthew, de tres años, en la guardería después del habitual forcejeo lloroso de que no lo abandonara, y se abrió paso entre el denso tráfico hasta su pequeño estudio de diseño de interiores en Woollahra. E igual que cualquier otro lunes por la mañana, su socia en los negocios y su mejor amiga, Angela Hartley, le entregó un cargado café con leche cuando entró, al tiempo que le preguntaba cómo había sido su fin de semana.
—No preguntes —repuso ________ con cansancio, bebiendo un sorbo que la revivió.
—¿Debo dar por hecho que la cita a ciegas que te preparó tu hermana no fue un éxito? —preguntó Angela al sentarse en el borde del escritorio de ________.
________ puso los ojos en blanco.
—Depende de a qué te refieres por cita a ciegas. Era evidente que la idea de este sujeto era convertirla en una cita para emborracharse. Y durante una hora y media se puso a lloriquear sobre su ex mujer, hasta que al fin conseguí escapar.
—Pobrecilla —dijo Angela con simpatía—. Pero no te rindas todavía. Hay alguien bueno para ti ahí afuera.
—Eso estaría bien —encendió el ordenador—. Una buena figura paterna para Matthew sería estupendo también, pero en cuanto los hombres escuchan que tengo un hijo de tres años, parecen perder el interés.
—Bueno, los hombres de hoy en día son muy superficiales —convino Angela—. No se comprometen y quieren sexo de inmediato.
—Dímelo a mí —movió el ratón para activar la pantalla y comprobar las citas que tenía para ese día. Se puso las gafas y parpadeó hasta tres veces, con el corazón agitado al ver ese nombre.
—¿Qué sucede? —preguntó Angela.
________ giró el sillón para mirar a su socia.
—¿Me has arreglado una cita con un tal Joseph Jonas? —soltó, pálida.
Angela le sonrió entusiasmada.
—Sí. Quería que fuera una sorpresa, de lo contrario te habría llamado el fin de semana para contártelo. Llamó el viernes por la tarde justo después de que tú te marcharas. Es un contrato enorme, ________. El valor financiero de este hombre es incalculable, y si conseguimos el proyecto piensa cómo nos lanzará. Apareceremos en todas las revistas de diseño de interiores del planeta. Ya no tendremos que pagar más alquiler, podremos comprar el edificio, no… —juntó las manos—¡podremos comprar toda la calle!
________ se puso de pie.
—No pienso verlo —soltó con los labios apretados—. No quiero el contrato. No quiero tener nada que ver con él.
Angela puso expresión de no poder creer lo que acababa de oír.
—¿Por casualidad le has echado últimamente un vistazo a nuestro extracto bancario? —preguntó mientras se levantaba del escritorio—. Vamos, ________, nuestra línea de crédito está al límite, tú lo sabes. Es la oportunidad de una vida. Es justo lo que necesitamos en este momento. Joseph Jonas ha comprado el viejo edificio del Hotel Arlington en la ciudad. Va a convertirlo en un hotel de lujo, con tres plantas de áticos para los multimillonarios. Y quiere que nosotras nos encarguemos del diseño de los interiores. ¡Nosotras! ¿Puedes creértelo? Es como si nos tocara la lotería.
—No puedo verlo, Angela —insistió ________—. Por favor, no me lo pidas.
Una bombilla pareció encenderse en la cabeza de Angela al estudiar a su amiga.
—Un momento… ¿has salido con él en el pasado o algo por el estilo?
—Más que salido —repuso ________ ceñuda.
Angela la escudriñó.
—¿Qué quieres decir con eso de «más que salido»?
________ respiró hondo.
—Es el padre de Matthew.
Angela se quedó boquiabierta y los ojos casi se le desencajaron.
—¿Que es qué? —jadeó.
—No pienso verlo, Angela —afirmó con tensión—. Ni lo sueñes. Lo odio por lo que me hizo y no voy a…
El rugido inconfundible de un Maserati de repente sonó en la calle. Las dos miraron por la ventana frontal del estudio y observaron la pericia del conductor al meter el coche negro y aerodinámico entre sus dos pequeños utilitarios en el aparcamiento.
Angela miró los ojos gris azulados y sobresaltados de su amiga.
—Me parece que no tienes alternativa —comentó, añadiendo al tiempo que la puerta se abría con el repiqueteo de las pequeñas campanillas del techo—: Mmm… ¿olvidé comentar que la reunión era aquí, a las nueve y cuarto?
________ sintió que cada fibra de su cuerpo se ponía en estado de alerta cuando la figura imponente y atractiva se inclinó para cruzar la puerta. Su corazón pareció un martillo neumático y se preguntó si el palpitar resultaría visible a través del ligero algodón blanco de su blusa.
Los ojos verdes de él se encontraron con los suyos. Pero en esa ocasión ella sintió que había sombras misteriosas acechando en esas profundidades.
—Hola, ________ —saludó al final.
Con la misma voz aterciopelada que años atrás había representado su perdición.
Ésta alzó el mentón y miró a Angela, que abría y cerraba la boca como un pez aturdido.
—Angela, ¿querrías informarle, por favor, al señor… mmm… —miró su agenda como si quisiera recordarse el nombre antes de continuar con la misma voz altiva— al señor Jonas que no acepto clientes nuevos ya que estoy ocupada hasta fin de año?
—Pero… —tartamudeó su socia.
Pero Joe la cortó al adelantarse con una sonrisa letal en la cara.
—Señorita Hartley, ¿sería tan amable de dejarnos a la señorita Roberts y a mí continuar con nuestra reunión privada? —preguntó.
—¡No! No te atrevas a marcharte —soltó ________ apresuradamente. «Por favor, por favor, no me dejes a solas con él», suplicó en silencio.
Angela frunció los labios, y tras un momento de titubeo, recogió su bolso y la taza con el café con leche.
—Claro, puedo hacerlo —le sonrió a Joe —. Además, he de ver a un distribuidor de azulejos. Volveré a las once.
________ le lanzó una mirada asesina antes de ocupar su sitio detrás del escritorio, por si las piernas cumplían la amenaza que le transmitían y le cedían.
La puerta del estudio se cerró tras la partida de Angela. El silencio reverberó en sus oídos y sintió como si un par de manos la ahogara.
—¿De modo que no tienes interés en hacer negocios conmigo, ________? —preguntó Joe con una sonrisa impersonal y distante.
—No —la respuesta breve salió de su boca como una bala.
—¿Por qué? —preguntó, enarcando una ceja con gesto irónico—. Pensé que darías saltos de alegría ante esta oportunidad de poner tus manos en mi dinero.
Se obligó a mirarlo.
—Me sorprende que estés interesado en contratar los servicios de una pequeña zorra codiciosa… ésas fueron las palabras que me dedicaste entonces, ¿no?
Nani Jonas
Re: "El Dolor De La Traición" - Joe y tu
hay Joseph le dijiste zorra codiciosa :x
Y asi la quieres recuperar
Siguela!!!! Me encanta!!!
Y asi la quieres recuperar
Siguela!!!! Me encanta!!!
aranzhitha
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