As long as you love me {nc}

Niall Horan, Niall Horan, Niall Horan me repetía una y otra vez en mi cabeza pero no podía ubicarlo. Puede que sea un transferido o uno de esos chicos que por tener mucho dinero entran a mitad de año.

Luego de colocar su pista en el equipo de música el chico se ubico en medio del escenario y dio una mirada rápida a todo el público. Podía sentir su serenidad, no estaba para nada nervioso, se sentía confiado y envidiaba eso, nunca pude subir a un escenario sin que esas mariposas surgieran en el fondo de mi estomago y los vellos se me erizara.

La pista comenzó a sonar con los acordes de la canción de Ed Sheeran “Kiss Me”, entonces el corazón se me paro. En los casi dos años que llevaba en esas clases nunca nadie la había cantado y lo consideraba un misterio ya que no hay canción tan hermosa como esa. Amaba esa canción mas que a mi vida, era la canción mas reproducida en mi celular y la estaba escuchando todo el día, tanto la escuchaba que hasta Juana y la chica que vivía al lado nuestro la sabían de memoria.

El chico, Niall, cantaba bien, me gustaba y no tan solo su voz, me gustaba en combo completo. Lo observe de arriba abajo, era bien guapo y soy de gustos exigentes ya que por algo seguía siendo virgen a los diecinueve años.

Su vista se movió hacia adelante y me pillo observándolo lo que hizo que me sonroje y baje la mirada. Cuando la volví a levantar sus ojos seguían fijos en mí, es como si me estuviera escaneando, tratando de ver lo que hay más allá de mí.

La canción termina y recibe un fuerte aplauso por parte de los estudiantes. Niall con una sonrisa vuelve a su lugar. La profesora llama a alguien más, pero no estoy concentrada. Lo observo por el rabillo del ojo, esta sentado relajadamente en la silla con una mano colgando en el respaldo y la otra en su bolsillo. Es guapo, no puedo dejar de decirlo, es guapo y lo sabe, sabe el impacto que tiene en las personas.

Lo sigo mirando y estudiando un buen rato hasta que la voz de la profesora me sobresalta.

-Parker, Sophie-llama con voz potente. Es una indudable soprano.

Al escucharla inmediatamente las mariposas aparecen el mi estomago y mi piel parece la de un puercoespín. Me levanto y camino cuidadosamente tratando de no trastabillar. Las escaleras del escenario parecen más altas que antes y no falta mucho para que los nervios me hagan decir que estoy descompuesta y no puedo cantar. Ya casi ni me acuerdo la letra de la canción que iba a cantar. Cuando termino de poner la pista y me coloco en medio del escenario estoy a punto de desmayarme, entonces en el equipo comienza a reproducirse el tema “Warrior” de Demi Lovato  y ya nada importa. Mi voz sale de mi boca de acuerdo a los tonos, la canción es lenta pero yo siento que tengo que moverme. Tomo el micrófono y comienzo a recorrer el escenario sin miedo. Ya casi no siento esa sensación de pánico y en su lugar se hace presente la hermosa y dulce sensación de estar encima del escenario. Me critico a mi misma por tener miedo a subir, que era una tonta y que sabia que esto era lo que quería hacer por el resto de mi vida aunque muy dentro mío se que cuando tenga que subir nuevamente la historia se va a volver a repetir.

Cuando termino de cantar el silencio de la sala me atemoriza. Dirigí mis ojos a la profesora y ella tiene una sonrisa que apenas entra en su rostro, inspecciono las caras de mis compañeros y el asombro y la fascinación se ve reflejada en ellas, mi mirada viaja a la de el  rubio que me acoso toda la clase y en sus ojos hay una clara satisfacción y, como si no fuera obvio, confianza

El silencio de la sala se ve interrumpido por los estruendosos aplausos y silbidos. Sonrió abiertamente y bajo del escenario.

La clase sigue como si fuera cualquier otra a excepción de que Niall me sigue observando y me esta poniendo muy nerviosa.

Para resumir, mi vida gira alrededor de los nervios. Según el psicólogo al que fui un tiempo dice que es gracias a todas las situaciones que pase a lo largo de mi infancia. Estar nerviosa porque mi madre no volvía de sus salidas, nerviosa porque mi padre se juntaba con sus amigos en la sala y fumaban marihuana, nerviosa por lo que iban a decir cuando les dijera que me iba de casa y que no pensaba volver…Los nervios formaban parte de mi vida.

El timbre hizo que de un saltito de la silla. Inmediatamente acomode mis apuntes y salí de la sala.
Hasta las 14:30 no tenía ninguna clase y tampoco nada que hacer. Tal vez iría a la biblioteca o al dormitorio a terminar el trabajo de “Historia del teatro”, pero eso seria muy aburrido, no me apetecía comer… ¿Que diablos iba a hacer? Odio esos momentos en los cuales no sé que hacer pero no quiero no hacer nada.

Comencé a deambular por el pasillo siguiendo los pasos de baile que había practicado durante toda mi vida. Estaba dando un giro cuando choque con una gran espalda. Rápidamente me di vuelta para pedir disculpas, pero al ver con quien había chocado me congele.

No era nada mas, ni nada menos que el acosador de la clase de canto, Niall. Él no parecía nada sorprendido, me observo de arriba abajo y luego sonrió.

-Hola a ti-me saludo con esa perfecta sonrisa confiada y envidiable.
-¿Te conozco?-pregunte todavía aturdida por el choque.
-No, pero deberías-dijo una sonrisa. Porque siempre los hombres usan esa frase para coquetear, la odiaba.
-Ahora que dijiste eso, se me pasaron las ganas-comente tratando de seguir con mi camino, pero no pude ya que él se planto en medio.
-Me presento, soy Niall Horan. Tenemos juntos canto-dijo.-¡Como si no supiera eso!-exclame para mi misma.
-Si, ya lo sé. Yo soy Sophie Parker-me presente extendiendo mi mano. Cuando él la tomo, algo dentro mío me dijo que esto no era correcto, que de alguna manera iba a salir perdiendo.
-Sophie Parker-pronuncio lentamente mi nombre-Dime, Sophie Parker, ¿Aceptarías que te lleve a casa?-pregunto con esa sonrisa de galán. Entonces otra vez esa voz en mi cabeza me dijo que no, que no tenia que estar cerca de este chico.
-No, gracias, vivo en el campus-me excuse con mi mejor sonrisa.
-Entonces a comer, ¿Te parece?
-Otro día, tengo apuro-me excuse nuevamente.
-Eso no parecía hace cinco minutos cuando bailabas por el pasillo-no lo podía creer, me estuvo observando cuando bailaba ¡Que vergüenza! Sentí como lentamente me sonrojaba.
-Si, pero acabo de recordar que había quedado con una amiga ¡Cuánto lo siento!-dije tratando que el sarcasmo no pintara mi voz. No es que no quisiera almorzar con él, pero había algo que me decía que no lo hiciera.
-Esta bien, no quieres almorzar conmigo. Pero no puedes negarte a un paseo este fin de semana por la galería de arte-no, no podía negarme, ¿Qué persona, con un poco de sentido común, se negaría a salir con tal galán? Nadie.
-Esta bien-acepte-Nos vemos el sábado a las 17:30, ¿Te parece bien?-pregunte.
-Me parece perfecto-contesto sonriendo.
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Ahí esta mi capitulo, no es el mejor del mundo, pero peor es nada y a mi juez le gusto. Espero que lo disfruten. Besos.