Re: Mas Alla de lo Terrenal (Joe y Tu) Adaptacion (Terminada)

por **chelis** Miér 04 Dic 2013, 1:20 pm

si llore con este caaapiiiiss!!!..... creo que morire de tristesa!!!!... con el que sigue!!!!.....
aaaaaaahhhhh!!!!!..... que pasara con ellos??....

por **Kari_JB** Miér 04 Dic 2013, 8:04 pm

Capitulo 15

Hasta el día siguiente al de su conversación con Elena, _______ no se acordó de la información sobre la historia de la casa que la secretaria de Larry había recopilado para ella. Quizás había querido quitárselo de la cabeza hasta entonces porque en el fondo sospechaba que Cecilia podía haber encontrado algo que ella no quisiera saber.

Efectivamente, la mujer había cumplido su tarea con creces. Había copias de páginas del registro, permisos, títulos y testamentos. Incluso había una copia del plano del terreno antes de la construcción. Y al final de la carpeta había una copia de un artículo periodístico: Un arquitecto muere en accidente de tránsito.

_______ lo leyó, lo releyó y lo volvió a leer. Cada vez que repasaba el texto, le parecía más real, hasta que al final le pareció la noticia más importante de su vida. Joe Jonas había muerto el día de Fin de Año de 1899, atropellado por un coche de motor cuando cruzaba por una calle de Baltimore. Sin trompetas, ni fanfarria, ni grandes gestos heroicos… un simple y prosaico accidente. Se mencionaba la casa de Walnut Street, y se decía que sería un hombre muy añorado.

Aquella información no cambiaba materialmente nada, pues no era ninguna sorpresa enterarse de su muerte. Lo que ocurría era que verlo así, impreso, le daba un aire definitivo y real. Un accidente callejero. Un estúpido accidente.

Estaba sola, sentada en el mostrador que separaba la cocina del salón en su apartamento con una taza de café ante sí. A primera hora de la mañana tenía tiempo para estar sola; por eso algunas veces le decía a Joe, en broma, que no le gustaba madrugar. Pero en aquel momento hubiera preferido no estar tan sola.

-La noche de Fin de Año – murmuró -. Seguramente iba a alguna fiesta – los ojos se le llenaron de lágrimas, y susurró -: Sólo unas pocas horas más, Joe, habrías vivido lo suficiente para ver el nuevo siglo que con tanta ansiedad esperabas…

En ese momento el teléfono se puso a sonar. _______ se limpió apresuradamente las lágrimas y carraspeó para que no se le notara por la voz que había estado llorando.

Era Larry.

-Bienvenido, me alegro de que ya estés aquí. ¿Has llegado muy pronto, no?

-Imagínate. Hemos salido a las seis de la mañana – se le notaba cansado, pero tan afectuoso como siempre con ella -. Estoy muy contento de haber vuelto. Pero, ¿qué tal estás tú?

_______ ya no estaba enfadada con él por haber enviado a Elena a comprobar cómo estaba. Al fin y al cabo, los dos tenían razón: debía hacer algo consigo misma.

Joe no le había comentado nada acerca de su conversación con Elena, pero ella sospechaba que la había escuchado entera. Desde aquel día, ella no había pensado en otra cosa, y había llegado a una conclusión muy clara: no podía permitir que Joe se adueñara de su vida, por grande que fuera la tentación. Tenía que empezar a comportarse racionalmente de nuevo, poner en claro sus prioridades y recordar que vivía en el mundo real, con gente real. Y tener claro que esa gente real la quería tanto como Joe. Y a ella le importaban casi tanto como Joe. Quizás encontraría la manera de conjurar las dos partes de su vida de manera que funcionaran.

-Estoy muy bien, Larry – le dijo -. Me alegro mucho de que hayas vuelto.

-Sabes, durante este viaje he estado pensando mucho en nosotros dos.

-¿Ah, sí?

-No me preguntes ahora. Ya hablaremos de ello… largo y tendido. Pero antes de nada quería decirte que mis padres nos invitan a cenar con ellos esta noche. ¿Vendrás?

-¿A cenar? – aquello era una verdadera sorpresa, porque ella no conocía a la familia de Larry, y no se explicaba qué interés podrían tener en invitarla a cenar -. ¿Con tu familia?

-Quiero que te conozcan – le dijo Larry -. Y quiero que tú también los conozcas a ellos. Ya va siendo hora, ¿no crees?

-Bueno, yo…

-Es muy importante para mí, _______. Y espero que después de decirte lo que tengo que decirte también lo sea para ti.

Debido quizás a un cierto sentimiento de culpabilidad provocado por su incapacidad de corresponder la ternura de Larry con algo distinto a la indiferencia, o quizás movida por su reciente decisión de poner su vida en orden, _______ dijo:

-Vamos a hacer una cosa. Di a tus padres que vengan a mi casa. Yo prepararé la cena.

Larry se quedó callado, pues sin duda no salía de su asombro.

-Pero cariño, ¿estás segura? Lo digo porque tú odias recibir en casa, y vas a tener poco tiempo para prepararte. No quiero ponerte en un compromiso…

-¿Qué te pasa? ¿Es que tienes miedo de mi manera de cocinar? Cualquier es capaz de meter un rollo de carne y unas patatas en el horno.

-No, si estoy seguro de que será estupendo. Lo digo porque vas a tener que molestarte. Al fin y al cabo, soy yo quien te ha invitado a cenar.

-Quiero invitarte yo, Larry – dijo _______ con toda sinceridad.

-Eres estupenda, querida. No sabes cuánto te quiero.

A _______ le costó encontrar el tono de voz justo, un poco burlón, y a la vez sincero.

-Sí, ya me lo has comentado un par de veces – y luego añadió -: Mira, Larry, descansa ahora. Yo tengo que ponerme a trabajar. ¿Podéis venir a las siete? ¿Te parece demasiado temprano?

-No, no, a las siete será perfecto.

-Muy bien. Nos vemos entonces – pero temiendo que aquella despedida fuera un poco fría, añadió después -. Bienvenido a casa de nuevo.

-Vamos, vamos – dijo Joe, que estaba ya a su lado cuando colgó el teléfono -. En buen compromiso te has metido, ¿eh?

_______ metió el recorte que había estado leyendo en el sobre apresuradamente, temiendo que lo hubiera visto.

-No sé por qué dices eso. Me he ofrecido yo.

-¿Y cómo se te ha ocurrido hacer esa tontería?

_______ no lo sabía. Lo cierto es que tenía ya la mitad de sus pertenencias metidas en cajas de cartón para la mudanza y la nevera prácticamente vacía. No iba a quedarle más remedio que comprar algún vaso que iba a hacer falta o llamar a un proveedor.

-No lo sé – reconoció pasándose distraídamente la mano por el pelo -. Ni siquiera adivino todavía por qué Larry quería invitarme a cenar.

-Pues te lo diré yo. Ese hombre quiere que conozcas a sus padres para que veas la familia tan simpática que puedes tener. Y tú lo has invitado para demostrar que puedes ser una perfecta esposa.

_______ lo miró atónita.

-¡Eso es una tontería!

-Si lo ha dicho bien claro – insistió Joe -. Y tú has caído en la trampa. ¡El rey del aburrimiento va a pedir que te cases con él!

_______ iba a contradecirle otra vez, pero consideró más prudente callarse. Probablemente, tenía razón, y ella en el fondo lo sabía desde el principio, pero no había hecho nada para disuadirlo.

Frunció el ceño y llevó la taza de café a la pila.

-Pero eso no significa que tenga que decirle que sí.

-Lo que no comprendo es cómo puedes siquiera considerar la idea.

-¿Y por qué no iba a considerarlo? Larry es muy bueno conmigo, y se ha portado maravillosamente desde que lo conozco. Nos llevamos bien. Tenemos los mismos gustos y nos interesan las mismas cosas. Nos comprendemos. Es lo que necesito para mantener los pies en el suelo.

Por fin había llegado el momento de la verdad entre ellos; el asunto que habían evitado desde la visita de Elena. Pero Joe, en lugar de hacer un comentario sarcástico, despectivo, o echarse a reír, sonrió. Fue una sonrisa seca, pero tenía más ternura que resentimiento.

-Entonces, hemos llegado a esto – dijo en voz baja -. Te he empujado a los brazos de otro hombre. De todas maneras – añadió con la voz un poco alterada, aunque resultaba evidente que se esforzaba por ser natural -, dime una cosa, ¿por qué no sabe nada de mí?

_______ tragó saliva.

-Yo… tú ya sabes por qué. No puedo decírselo. No lo comprendería.

-Pues tu amiga Elena sí lo comprende – insistió Joe -. Quizás no demasiado bien, pero por lo menos lo intenta. Y lo acepta. ¿Por qué no le hablas a Larry de mí?

-¡Porque no tiene nada que ver con él! No le interesaría, no…

-Pero tú acabas de decirme que te comprende muy bien. Creía que teníais muchas cosas en común. ¿Eso también se aplica a los dragones de cristal, a los cuentos de hadas y todo eso?

-No sé a qué viene eso.

-¿Por qué no le cuentas lo mío, _______?

-¡Porque no puedo! – gritó ella, cada vez más acalorada y a punto de llorar -. No puedo contárselo, ¿comprendes? Porque es una historia demasiado confusa. Porque tú y yo procedemos de mundos separados y quiero que siga así.

-¿Y prefieres su mundo al mío? – le preguntó Joe en voz baja -. ¿Vas a condenarte a una vida de hipotecas, tasas de porcentajes y detalles prosaicos? ¿Es eso lo que quieres?

-Pues sí, quizás sea eso lo que quiero. Una vida tranquila, sin demasiados problemas ni aspiraciones, cosas con las que pueda contar siempre, y que no me sea difícil comprender. Tengo que tener una vida normal, Joe.

-Pero tú no eres una persona normal – dijo él suavemente -. Eres una persona extraordinaria, mágica, con sueños que todavía no has conseguido y el poder necesario para convertirlos en realidad.

-¡Yo me dedico a la ciencia!

Él se quedó mirándola largamente, pensativo, y ella hubiera sido capaz de taparse la cara con las manos con tal de no someterse a aquel escrutinio. Pero no lo hizo.

-Oí lo que te dijo tu amiga Elena. No puedo culparte a ti ni a ella. Esa mujer es sabia en muchas cosas, pero en otras se equivoca. De todas formas, todavía no has respondido a la pregunta más importante que te hizo. ¿Estás enamorada de mí, _______?

_______ se llevó la mano a la boca, como si quisiera reprimir la respuesta sincera que se le venía a los labios espontáneamente. Volvió la cara.

-¡No! – susurró sin mirarle -. ¡No! No puedo amarte. Eres un fantasma, un espíritu prisionera en la tierra que ni siquiera debería estar aquí.

-La única prisionera de la tierra eres tú. Y lo serás para siempre como sigas renunciando así a tus sueños. No me gustaría que te ocurriera algo así, _______, amor – añadió suavemente -. En cualquier caso, tú decides.

Aunque después de aquella conversación el ambiente entre ellos quedó más que enrarecido, Joe finalmente consintió en ayudarla con los preparativos de la cena, y cuando llegó la hora apareció con un esmoquin blanco y una rosa roja prendida en la solapa. Una vez más, _______ pensó que era el hombre más guapo y más elegante que conocía.

El padre de Larry era un hombre de constitución fuerte y aspecto distinguido, abogado de profesión. Su mujer era menuda y tenía el pelo negro. Lo cierto era que su aspecto y su tamaño recordaban a _______.

-Qué conmovedor – comentó Joe mientras _______ le cogía el abrigo de pieles -. Tenéis la misma talla.

_______ también se había llevado una sorpresa al ver el parecido, y quizás por eso le respondió.

-Es normal que a los hombres les gusten las mujeres que se parecen a su madre.

-¿Decías algo, cariño?

Larry acababa de acercarse a ella, y _______ le dirigió una sonrisa nerviosa.

-No me habías dicho que eran ricos – respondió en voz baja, observando cómo la madre inspeccionaba el sofá antes de sentarse -. Es visón auténtico.

Larry soltó una risita.

-Creo que se lo ha ganado con creces por haber aguantado a papá durante todos estos años.

-Pues él también se parece un poco a su padre – comentó Joe -. Salvo porque el padre tiene algo más de pelo.

-Bueno – dijo _______ alegremente, quizás demasiado -. ¿Os apetece un vino?

_______ se daba cuenta de que a Larry aquel encuentro lo ponía un poco nervioso, y eso se lo hacía más difícil. Aunque ya se arrepentía de haber organizado la cena, estaba más decidida que nunca a que la velada resultara perfecta… sobre todo porque Joe lo miraba todo con aire suspicaz.

-Entonces – dijo la madre de Larry cuando todos estuvieron sentados en el salón tomando el aperitivo -. Larry nos ha contado que eres maestra.

-¡Maestra! – exclamó Joe -. Lo dice como si te estuvieras ganando la vida de mala manera a la espera que alguien venga a sacarte de esa situación.

_______ hizo lo posible por no darse por aludida.

-Estoy trabajando en mi doctorado en ciencias físicas. Enseño en una escuela universitaria para pagarme los gastos.

-¡Dios mío, qué ambiciosa! – exclamó la señora Hanes arqueando las cejas -. Admiro a las mujeres de hoy en día. Yo he tenido bastante con criar a mis tres hijos y ser una buena anfitriona con los clientes de Charlie… ¡puedes creerme si te digo que era un verdadero trabajo! Pero me imagino que tú querrás seguir trabajando, aunque tengas una familia. Es verdaderamente asombroso.

-Hoy en día las mujeres tienen más posibilidades de elegir, señora Hanes – dijo _______ cuidadosamente. Larry le cogió la mano y se la apartó con más fuerza de lo normal.

-_______ es una mujer muy inteligente, y brillante, mamá – dijo con energía -. Y tiene un gran talento. Estoy muy orgulloso de ella.

-De todas formas, las mujeres que tienen su profesión se encuentran con problemas, cariño. Ya sé que mis ideas son anticuadas, pero…

-¿Es que su marido no habla nunca? – comentó Joe frunciendo el ceño -. Quiero saber de dónde ha sacado su hijo su deslumbrante personalidad.

El padre de Larry tomó un sorbo de vino y volvió a dejar el vaso. _______ se arrepintió de no haber comprado una marca más cara.

-A lo mejor le apetece ver la televisión – comentó Joe cogiendo el mando a distancia que estaba en un extremo de la mesa, al lado de _______.

Ella logró arrebatárselo cuando ya había pegado un golpe a la lámpara y había aparecido en la pantalla un partido de fútbol. Cuando apagó el aparato, los tres invitados se quedaron mirándola atónitos.

-¿Dónde está el gato?

-¿Qué gato? – repitió ella con la respiración entrecortada.

Hubo un momento de silencio, y Larry se volvió a su madre con una risita nerviosa.

-_______ tiene el gato más listo…

-Perdonad un momento – dijo _______ poniéndose en pie de pronto -. Voy a ver qué tal va el asado.

Abrió violentamente la puerta del horno y empezó a hacer ruido de sartenes para evitar que se oyera su voz.

-¡Cómo te has atrevido! Qué diablo estás…

-Mi única intención es entretener a tus invitados como un buen anfitrión – respondió Joe con aire inocente.

-Pues a mí no me hacen ninguna falta tus comentarios sarcásticos, ni tu ayuda – dijo _______ mientras abría la puerta de la nevera y sacaba la ensalada -. Estás poniéndome nerviosa a propósito.

-Eso no es verdad. Y mis comentarios no son sarcásticos, sino simples constataciones de hechos…

-¡Eso te parecerá a ti!

-Vamos, _______, no pretenderás en serio pasar el resto de tu vida con gente como ésa, y con el tiempo convertirte en una de ellos…

-¡Yo soy quien decide lo que voy a hacer el resto de mi vida!

-¿_______?

_______ se volvió tan asustada que estuvo a punto de volcar la fuente.

-¿Qué está pasando aquí? – preguntó Larry en voz muy baja -. ¿Qué estás diciendo entre dientes? Te estamos oyendo desde el salón.

-Perdona, Larry. Es que estoy un poco nerviosa.

Larry sonrió y le pasó el brazo por los hombros.

-No tienes por qué estar nerviosa. Puede que sean un poco estirados, pero son buena gente, y seguramente están tan nerviosos como tú.

_______ miró ansiosamente hacia el salón.

-Creo que no le gusto a tu padre.

-Tonterías. ¿Cómo no vas a gustarle?

-No ha dicho ni media palabra.

-No es muy hablador en las reuniones sociales. Bueno, vuelvo con ellos.

_______ llevó las cosas a la mesa y cuando se acercó al anunciar que la cena estaba lista, oyó que el padre de Larry comentaba:

-Esa chica parece un poco rara, hijo. ¿Sabes que hoy en día en las universidades hay muchas personas que se drogan…?

_______ se sonrojó de indignación, y Joe dijo.

-¿Y dice que tú eres rara? Debería mirarse al espejo.

Anunció la cena con la mayor amabilidad posible, pero se dio cuenta de que Joe estaba furioso. Y aunque tenía los nervios de punta y él le había hecho perder la paciencia como nunca, se sintió agradecida por su solidaridad. Se había dado cuenta de que Larry no había salido en su defensa con la energía que era de esperar.

-La mesa está preciosa, querida – comentó la madre de Larry cuando se sentaron a la mesa -. ¿Quién iba a pensar que una chica tan ocupada como tú tiene tiempo para cocinar?

Joe tenía razón: eran insoportables. Pero al fin y al cabo, Larry no había elegido a sus padres.

-Así que física, ¿eh? – comentó intempestivamente el padre de Larry dirigiéndole una penetrante mirada -. Cuéntanos qué ofrece el mundo de la ciencia a los jóvenes brillantes en la actualidad.

_______ quiso responder, pero se le adelantó la madre de Larry.

-¡Quién iba a decir que eres toda una científica! Pero si apenas pareces lo suficientemente mayor como para estar en el instituto. ¿Has sido una niña prodigio?

-Habría que trinchar el asado – intervino Joe.

_______ cogió violentamente los cubiertos de trinchar y los tendió a Larry.

-¿Puedes trinchar tú, por favor?

Larry comenzó cuidadosamente la tarea, y su padre, echándose a reír, comentó:

-Menos mal que no se ha dedicado a la cirugía, ¿verdad hijo? Yo siempre digo que no hay nada tan peligroso como una mujer con un cuchillo en la mano.

Larry sonrió débilmente, aunque miró a _______ con impaciencia contenida. Ella nunca lo había visto tan al borde de perder los estribos. Tratando de aparentar tranquilidad, cogió la cesta del pan, y se la pasó a la madre, pero la señora la rechazó con un mohín.

-No, hija, tengo que cuidar mi figura. A tu edad no se tienen esos problemas, pero… a propósito, ¿qué edad tienes tú, si no te molesta la pregunta?

Larry lanzó una risotada forzada y le hizo un guiño a su madre.

-Ya es mayor de edad, mamá – dijo -. No salgo con niñas desde que dejé el instituto.

Nadie se rió, y _______ se sintió un poco violenta. Se preguntaba si Larry había sido siempre tan estirado y aburrido o si estaría portándose así porque sus padres se encontraban delante.

La cena transcurrió a duras penas, así como la conversación. La madre apenas probó bocado, y por fin djio que la carne estaba un poco seca. Fue, en resumidas cuentas, la velada más tensa y aburrida que _______ había pasado en su vida.

Por fin terminaron el asado, y _______ se levantó para servir el postre. Cuando volvía a sentarse, Larry se incorporó y levantó su copa de vino.

-Quiero proponer un brindis. Por la amable hospitalidad de _______ Castle, encantadora anfitriona, excelente cocinera y espero – añadió dirigiéndole una sonrisa llena de afecto y ternura -, que futura esposa mía, si consiente.

La madre de Larry se atragantó con la tarta y su padre murmuró secamente:

-Vaya sorpresa.

Por su parte, _______ se quedó tan atónita que no dijo nada, sorprendida de que aquella velada pudiera ir todavía a peor.

Larry la miró afectuosamente, todavía sonriendo.

-¿Y bien, _______? ¿Cuál es tu respuesta?

Parecía totalmente seguro de su respuesta, y ella se dio cuenta de que lo había planeado todo, pensando quizás que hacía falta que se declarara públicamente para que ella se decidiera a aceptar.

_______ dirigió una mirada cargada de desesperación a Joe, pero él se limitó a arquear las cejas y no dijo nada.

-¿_______? – repitió Larry.

-No.

Lo dijo en voz baja, pero se oyó perfectamente, pues en toda la habitación reinaba un silencio absoluto. La tensión había alcanzado unas cotas tan altas que prácticamente podía tocarse. _______ lo miró a los ojos y repitió con voz más clara.

-No, Larry. Lo siento mucho, pero no puedo casarme contigo.

Larry se quedó tan asombrado que su expresión resultaba casi cómica. Luego se sonrojó y empezó a balbucear:

-Es que no te lo esperabas. Necesitas más tiempo para pensarlo…

-¡No! – exclamó _______ sintiéndose tan humillada como él y perdiendo los nervios -. Siento haberte hecho pasar esta vergüenza y esta decepción, pero no deberías haber hecho esto. No quiero casarme contigo. No puedo hacerlo. No necesito tiempo para pensarlo. He tomado una decisión, y se acabó.

-Pero _______, tú y yo estábamos de acuerdo…

-¡Nosotros no estábamos de acuerdo en nada! – gritó ella poniéndose en pie -. ¡Nunca me escuchabas! ¿Es que te has creído que quiero pasar el resto de mi vida así? – exclamó haciendo un ademán que abarcaba a sus padres y a la mesa de la cena -. ¿Tú crees que quiero convertirme en una persona cuya única preocupación sean los abrigos de visón, las cenas y si el asado está jugoso o seco? Ésa no soy yo, Larry, y si me conocieras un poco lo comprenderías.

-¡Esto es increíble! – exclamó la madre.

-No tienes por qué levantar la voz, _______.

-Puedo levantar la voz si quiero, porque estoy en mi casa. No deberías haberme hecho esto, Larry – repitió indignada -. No deberías haber traído a tus padres aquí; no deberías haberme pedido que me casara contigo, y no deberías haber dado por supuesta mi respuesta. Es posible que esta noche estés descubriendo una parte de mí que no conoces, pero yo también he visto otra parte de ti, y no sé si me gusta, sinceramente.

Larry dejó la copa en la mesa e hizo un ademán de cogerle las manos, pero _______ se apartó.

-No puedes controlarme, Larry – dijo secamente -. ¿Cuándo vas a comprenderlo?

-Tenemos que hablar.

-No – respondió ella apartando la vista -. Lo mejor será que os marchéis. Quiero estar sola.

-Bueno, me parece que está muy claro – observó el padre de Larry, poniéndose de pie.

Larry se quedó indeciso y luego se volvió apesadumbrado hacia sus padres.

-Por lo que parece, _______ no se encuentra bien…

-Sí, y a mí se me está levantando una jaqueca – murmuró su madre.

_______ dio media vuelta, odiándose a sí misma por lo que había hecho, queriendo disculparse, pero era imposible, porque se sentía incapaz. Oyó cómo se preparaban para salir, y le pareció que la madre de Larry murmuraba algo así como: “una velada encantadora”. Antes de salir, Larry se le acercó, con aire confuso y dolido.

-Te llamaré – dijo en tono casi suplicante.

-No, no llames – respondió ella con aire cansado -. No veo por qué.

Larry se quedó un momento de pie, indeciso, pero sus padres lo estaban esperando. Por fin se alejó, y salieron todos del apartamento.

por **Kari_JB** Miér 04 Dic 2013, 8:06 pm

chicas mañana subire el ultimo capitulo y el mas triste espero qe esten bien y qe les aya gustado la novela =) gracias Chelis por tus comentarios =)

por **chelis** Miér 04 Dic 2013, 9:37 pm

Aaaahhhh!!!!..... Que pasara?????..... Se morirá la rayiiiiiisss!!!?????....

por **Kari_JB** Jue 05 Dic 2013, 11:13 am

Editando Capitulo.....

por **Kari_JB** Jue 05 Dic 2013, 11:30 am

Capitulo 16

_______ se quedó de pie, desolada. Con la cabeza baja, murmuró:

-¿Estás satisfecho?

-Sí – respondió Joe con mucha calma -. Estoy muy satisfecho. Has hecho lo que debías, tal y como yo esperaba. Y ahora que te has librado de él, tú y yo podemos seguir adelante con nuestra vida.

_______ se volvió a mirarlo indignada.

-¿Nuestra vida? ¿Qué vida? ¡Nosotros no tenemos vida, Joe! Lo único que hay entre nosotros son tus intrusiones, tu manipulación y tu empeño de acabar con lo poco que queda de mi vida en cuanto tienes oportunidad.

-Perdona, pero yo no he rechazado a tu pretendiente. Fuiste tú.

-Pero no lo habría rechazado si tú no hubieras estado de por medio. Si tú no hubieras estado ahí, pinchando, criticando, diciéndome lo que quería… - haciéndome ver la verdad, debería haber añadido -. ¿No se te ha ocurrido pensar que a lo mejor tú tienes tan poca idea como Larry de lo que verdaderamente quiero?

-Todo lo que he hecho ha sido por ti – dijo él suavemente.

-¡Tú no has hecho nada por mí! – exclamó ella, furiosa con él y con su propia incertidumbre -. Te has comportado únicamente como un niño consentido y mimado al que sólo le importa lo suyo. Bueno, pues no voy a aguantarlo más, ¿me oyes? ¡No estoy dispuesta a aguantarlo más!

Él avanzó hacia ella con aire apaciguador.

-_______, sé razonable.

-¡No! – exclamó apartándose de él -. No quiero volver a escuchar tus hermosas palabras, ni voy a dejarme seducir por tu encanto. Ya no aguanto más, ¿comprendes? Es mi vida, y tengo el derecho de vivirla.

-_______ – insistió él con dulzura -, en realidad no sabes lo que dices. Sabes perfectamente que yo no he hecho nada con mala intención.

-¡Pero me estás haciendo daño! ¿No te das cuenta? Desde el momento en que apareciste empezaste a hacerme daño, y no creo que te importe siquiera. Solamente me utilizas para seguir conectado a una vida que ya no te pertenece, y para ello estás echando a perder la mía. ¡Y eres tan egoísta que ni siquiera te das cuenta!

-Eso no es cierto, _______ – replicó él con voz ronca, con una expresión de sufrimiento que _______ no advirtió.

-Joe, tú estás muerto – exclamó con aspereza -, pero eres demasiado terco, o demasiado egoísta como para reconocerlo. No hay sitio para ti en mi vida. ¡No hay futuro, ni esperanza!

-_______, no me hagas esto…

-¡No tengo más remedio! – gritó ella, mirándole con desesperación -. Joe, esto es imposible, ¿no te das cuenta? ¡Lo nuestro no tiene futuro, es imposible, y está acabando conmigo! Yo no puedo vivir así. No estoy hecha para vivir así. ¡He estado intentando que todo fuera bien, pero he visto que no puedo! ¡Dios mío, esto no está bien! ¡No puedes seguir pidiéndome que haga esto!

Viendo la expresión atormentada de Joe se dio cuenta de que no podía seguir diciéndole aquellas cosas, pero ya había perdido los nervios. Por eso lo miró a los ojos y le dijo con crueldad.

-¡Estás muerto! ¿Es que no lo comprendes? ¡Tienes que marcharte! Moriste bajo las ruedas de un automóvil en Baltimore el día de Fin de Año de 1899, y eso no va a poder cambiar nunca. ¡Tu tiempo pasó, y no puedes recuperarlo!

De pronto, Joe la miraba asustado e inmóvil, con un gesto de suma incredulidad y de indignación.

-No. ¡No ocurrió así! Yo recuerdo perfectamente…

-¡Tú no te acuerdas de nada!

_______ lo miró horrorizada, horrorizada por lo que le había dicho. Pero la cabeza le latía y tenía los puños tan apretados que no notaba que se estuviera clavando las uñas.

-Mientras no lo recuerdes, puedes seguir fingiendo que no ocurrió, pero sí ocurrió, Joe. ¡Estás muerto! ¡Todo ha terminado!

-¡Nooooo! – gritó él con furia, con angustia -. ¡No!

_______ lo contempló horrorizada. Hubiera querido volver la cabeza y gritar también de angustia y de dolor, porque era ella quien había desatado la bestia del recuerdo. Después de lanzar aquel aullido sobrehumano, Joe bajó la cabeza, presa de un abatimiento infinito, y susurró:

-Estaba nevando. Yo me dirigía a la estación. Volvía a casa. Estaba pensando… - de repente, la tristeza se transformó en angustia y en desesperación, y gritó: - ¡Dios mío, _______, no era justo! Yo no había terminado todavía, estaba esperando… te estaba esperando a ti, _______. Pero no llegué a conocerte, no llegué a amarte… _______, ¿por qué no estabas allí?

_______ rompió a sollozar y avanzó hacia él. Él lanzó un gemido ahogado mientras se sumergían en un abrazo desesperado, cálido y lleno de color. La abrazó ansiosamente, y se sintió envuelta por su fuerza, apretada contra él, sintió sus músculos, sus palpitaciones, su aliento. Y sin embargo no sentía su propio cuerpo, pues su alma se había fundido con la de Joe, estaba llena de Joe… Y entonces la verdad la inundó por completo.

Joe. Desde siempre había sido Joe, la parte perdida de ella misma que se buscaba. Para todos los hombres hay una mujer; para todas las mujeres, un hombre que están destinadas a amar. Y Joe era su destino, pero por un accidente del tiempo lo había perdido. Él había vivido y había muerto amándola sin conocerla, y durante años y años había permanecido en la nada, esperándola, mientras que una parte de sí misma permanecía oculta y sola durante todos aquellos años, esperándolo a él. Pero ella no lo había sabido hasta entonces. Todo aquel tiempo había permanecido sola, sin saber que era a Joe a quien esperaba. ¿Por qué no se habría dado cuenta? ¿Por qué había tardado tanto tiempo en comprender, y por qué había tenido que comprenderlo entonces, cuando ya era demasiado tarde…?

De pronto, en medio de su desesperación, se dio cuenta de que ya no lo sentía. Trató de abrir los ojos, pero no pudo. Trató de gritar, pero no tenía voz. Lo único que sentía de él era tristeza y resignación. Una tristeza insoportable.

-Te he encontrado, amor – susurró Joe -. Quizás era esto lo que tenía que hacer.

Sintió que se apartaba de ella y quiso gritar, pero no pudo.

-Yo ya he vivido mi vida – dijo -. Y ahora te devuelvo la tuya.

Con un esfuerzo desesperado, _______ abrió los ojos y lo vio. Pero ya no era él. Solamente se adivinaba un perfil tenue, triste y vacío, como un recuerdo que se desvanecía destruido por el tiempo.

-Adiós, _______…

-¡Joe! ¡Joe, no!

Quiso tocarlo, pero solo encontró vacío.

Al cabo de tres días, _______ se encontraba sentada junto a la ventana de un restaurante, contemplando cómo caían los primeros copos de nieve de la temporada.

-Es bonito, ¿verdad? – dijo Larry suavemente.

_______ sonrió haciendo un esfuerzo.

-La nieve hace que todo parezca… nuevo.

Larry la había llamado todos los días después de la cena, pero _______ necesitó tomarse su tiempo para tener el valor de enfrentarse a él. Aunque su vida estaba hecha pedazos, empezaba a tener el coraje suficiente como para tomar las riendas y seguir adelante. Tenía que adaptarse y poner en claro sus prioridades. Joe se había marchado para siempre. Todo había terminado. Y ella se sentía vacía.

Larry le cogió una mano y la apretó con fuerza.

-Supongo que te imaginarás lo que te quiero decir. Cariño, estoy aquí para pedirte perdón.

_______ lo miró sorprendida.

-Tú no tienes que pedirme perdón. Soy yo quien me porté fatal delante de tus padres. Te puse en vergüenza a ti, a mí y también a ellos…

Larry le apretó la mano.

-Yo no tenía ningún derecho a ponerte en un compromiso semejante. Debería haber sido un poco más sensible. Tenías razón para enfadarte, _______ – dijo ansiosamente -. Si existe algún problema, no importa de qué se trate, podemos solucionarlo juntos. No voy a abandonarte.

-Aun después de la escena, ¿estarías dispuesto a…?

-Quiero que te cases conmigo, _______ – dijo sencillamente -. Hace tiempo que lo tengo claro. Quiero ser tu marido para lo bueno y para lo malo.

_______ lo miró largamente sin decir nada, maravillada. Luego dijo:

-Creo que no me había dado cuenta de lo maravilloso que eres.

Larry sonrió.

-¿Significa eso que tu respuesta es sí?

Qué fácil habría sido… Larry era un hombre maravilloso. Su lealtad se había visto sometida a la prueba máxima, y aún después de eso, seguía queriéndola. Era un hombre sólido, responsable y honesto. ¿Qué más podía pedir una mujer?

Resultaba extraño. Antes de Joe, no sentía nada, no echaba de menos nada. Pero Joe le había enseñado la alegría de compartir, de comprometerse, de querer profunda e intensamente a alguien distinto de sí misma… a ser parte de la vida de otra persona. Y ahora que ya no estaba, la necesidad seguía allí. Y Larry se ofrecía para llenar aquel vacío.

Tenía lo que quería. Volvía a encontrarse en posesión plena de su vida, y podía ya vivirla de forma ordinaria y pragmática. Pequeñas superaciones, pequeños triunfos, pequeños sueños. Tenía frente a sí a un hombre que le ofrecía todo lo que necesitaba… todo, menos una cosa.

-Quiero hacerte una pregunta, Larry – dijo con aire pensativo.

-Pregúntame lo que quieras.

-¿Te gustan los dragones?

Él parpadeó, extrañado, y se puso tenso.

-¿Qué?

La verdad era que no le hacía falta oír la respuesta. Con mucha ternura, cogió su mano entre las suyas y dijo:

-Tú serías un marido maravilloso, Larry. Hay una parte en mí que desea, más que nada en el mundo, que tú seas mi marido. Pero yo no te amo, Larry. Y vivir en un matrimonio sin amor sería peor que… vivir con un fantasma.

_______ se puso de pie y lo besó en la mejilla.

-Escucha. Hay una mujer para cada hombre, una persona que te ha deparado el destino y a la que amarás para siempre. En el mundo hay alguien esperándote, Larry. Debes encontrarla, aunque te cueste una eternidad – contempló la nieve con aire melancólico -. O aún más.

El día 10 de diciembre, _______ se trasladó a su nueva casa. Sabía que iba a resultarle difícil, que la tristeza la abrumaría, que los recuerdos pesarían tanto que sería incapaz de vivir allí. Pero lo que sintió a la hora de la verdad fue todo lo contrario.

Los pasillos estaban llenos de ecos de Joe, en las paredes se notaba su presencia, en cada detalle estaba su espíritu. Aquélla era la casa que había construido para ella. Allí había vivido, allí había esperado, y allí estaría siempre, aunque sólo fuera en sus recuerdos. Por eso _______ no podría vivir en ningún otro sitio.

Todavía quedaba mucho trabajo por hacer. El cuarto de baño del piso de arriba tenía las cañerías en muy mal estado. Todos los dormitorios menos uno permanecían cerrados hasta que tuviera tiempo para arreglarlos. La cocina se encontraba a medio pintar, y el suelo estaba cubierto con un hule mientras ponían el nuevo entarimado. Pero en la biblioteca había un cómodo sillón frente a la chimenea, y junto a la venta del salón había colocado un árbol de Navidad con todos sus adornos. Los muebles de la habitación secreta estaban limpios y relucientes. Todo lo que perteneció a Joe permanecía en el mismo sitio en que él lo dejó. Aquella habitación pertenecía a los dos, tal y como él había querido.

_______ sentía un vacío interior que nada podía llenar, pero a medida que transcurrían los días, le resultaba más fácil sobrellevarlo. Gracias a Joe había cambiado; se había convertido en una persona más fuerte, y nunca se arrepentiría de lo que le había dado.

En aquel momento se encontraba en el vestíbulo, colgando un espejo. El sol entraba a raudales por la ventana, todavía sin cortinas. Gracias al espejo y a la vitrina de las figuritas de cristal de su colección, la habitación parecía inundada de luz.

_______ retrocedió para comprobar el efecto del espejo. Se acercó a la vitrina donde estaban los dos últimos dragones que había comprado. Pendrake y Ulyssia. Cogió la figurita y la apretó contra su mejilla, presa de una gran melancolía.

-Oh, Joe – susurró -. Te amo. Siempre te he amado…

Entonces oyó el sonido de una voz suave a sus espaldas.

-He esperado una eternidad para oírte decir esas palabras.

_______ sintió que su corazón dejaba de latir. Se quedó paralizada. Alzó la vista, y vio una figura reflejada en el espejo, junto a su propia imagen. Dio media vuelta, y comprobó que no era una alucinación.

-¡Joe!

El sol arrancaba destellos de su suave cabello castaño, y brillaba en sus ojos. Vio sombras y brillos en su piel. Deseaba tocarle para comprobar que lo que estaba viendo era real. Dio un paso hacia delante, pero de pronto la incertidumbre y la confusión la hicieron detenerse.

Él sonrió.

-Siempre te decía que tienes el don de convertir tus sueños en realidad – dijo con ternura -. Y el amor es el don más grande de todos, ¿verdad?

_______ estaba temblando de pies a cabeza. Casi no podía respirar. El dragón se escurrió de entre sus manos y cayó al suelo sin romperse.

-Pero, ¿cómo…? Yo creía… - de pronto se volvió hacia el espejo y se llevó la mano a la garganta -. ¡Te estoy viendo! ¡Tu imagen se refleja en el espejo!

-¿Por qué lo dices? ¿Es que no debería reflejarse?

-¡No! – gritó _______.

En su mente se forjó una esperanza hasta entonces desconocida. Una esperanza demasiado hermosa como para ser real… Cuando volvió a mirarlo supo lo que había ocurrido. Contra toda razón y toda lógica, lo supo.

_______ tendió la mano, y Joe extendió la suya hacia ella. Sus dedos se tocaron y se entrelazaron… piel cálida, huesos cálidos, la fuerza y la seguridad del tacto humano…

-Eres real – susurró -. Tienes un cuerpo…- con la otra mano, le palpó el brazo, y el pecho, sólido y musculoso. Sintió las pulsaciones del corazón y su respiración. Entonces lo miró a los ojos, radiante de alegría -. Joe, has vuelto a mí, y eres real, estás aquí, vivo…

-Sí – dijo él abriendo desmesuradamente los ojos -. Estoy aquí.

Él alzó las manos y le acarició el rostro.

-_______… tu piel es tan suave, mucho más suave de lo que imaginaba… Y tu pelo… _______, te estoy sintiendo, amor mío. Puedo tocarte…

Ella quería reír y llorar al mismo tiempo. Ansiosamente, siguió palpando sus brazos y su cuello, y lo único que consiguió articular fue un entrecortado susurro.

-Pero no puede ser… Es imposible. ¿Cómo puede haber ocurrido?

-¡Siempre cuestionando lo imposible! – murmuró Joe con una sonrisa mientras seguía tocándola -. Dios mío, _______, ¿qué importa el cómo? Ha ocurrido. Estoy aquí, contigo, y me quedaré para siempre. ¿De verdad te importa el por qué?

No, no le importaba. Cuando el amor es profundo y verdadero, todo es posible. Se echó a reír, recreándose en su felicidad.

-¡Oh, Joe, no importa! ¡Lo único que importa es esto! – exclamó apretándole la mano y deleitándose en el tacto de su piel, en la fuerza de sus dedos. Sintió que la invadía una sensación de calor… calor humano, calor sexual, el calor del hombre al que amaba -. ¡No ha terminado! Has vuelto a mí. Ahora tenemos una vida para nosotros, la vida que debimos tener. ¡Nuestra vida juntos!

-Qué extraño – murmuró Joe -, me siento un poco confuso. Hace apenas un momento sabía lo que había ocurrido, pero ahora ya no estoy seguro. No me acuerdo…

_______ contuvo el aliento.

-¿No te acuerdas de cómo nos conocimos? ¿De cómo me esperaste durante todo este tiempo, de cómo vivías antes…?

-Me acuerdo de ti – le dijo él mirándola con adoración -. Es como si te conociera desde siempre. Estás en todos mis recuerdos. También recuerdo el tiempo que hemos pasado juntos, el apartamento en el que vivías y las cosas que nos dijimos y sentimos… Y también recuerdo esta casa.

Miró a su alrededor, pero su expresión se volvió confusa.

-Tengo la sensación de que ha habido otro tiempo antes, pero los detalles están borrosos, y a medida que hablo, los recuerdos se borran – entonces la miró y sonrió. Le acarició el pelo y su inquietud desapareció -. Supongo que sería poco conveniente recordar una vida cuando se está viviendo otra, ¿verdad?

-¡Oh, Joe!

Joe la estrechó entre sus brazos y sus bocas se unieron en un beso. _______ sintió todo el poder de su fuerza. Sentía sus muslos duros contra los suyos, su pecho duro como una roca contra sus senos, y oleadas de puro placer sexual que la recorrían de arriba abajo como una descarga eléctrica. Tenían tiempo… todo el tiempo del mundo.

Cuando dejaron de besarse, siguieron abrazados el uno al otro, dominados por el deseo, sin poder esperar a tenerse. _______ tenía todos los sentidos puestos en los latidos de su corazón y en su aliento. Le cogió la cara entre las manos y lo miró a los ojos largamente.

-Bienvenido a casa – susurró.

Joe sonrió y la cogió en brazos.

-Sí, amor mío. Ésta es nuestra casa. A pesar de tus ideas, ¿querrás casarte conmigo?

_______ estuvo a punto de echarse a llorar de alegría.

-Sí, amor.

Y entonces Joe se dirigió hacia la escalera llevándola en sus brazos.

por **Kari_JB** Jue 05 Dic 2013, 11:32 am

bueno chicas hay esta el ultimo capitulo gracias por sus comentarios, Gracias Chelis por siempre comentar y ser una lectora fiel. espero qe les haya gustado la novela tanto como a mi. qe estes bien y gracias nuevamente por sus comentarios. =)

por **chelis** Jue 05 Dic 2013, 1:29 pm

llore con el hermoso final!!!!..... aaaaahhhh!!!!... como es posible que joe este vivo????..... aaahh no importa!!!!!.... lo que importa es el verdadero amor!!!!!.....

gracias por compartirla!!!!!!...... y de nada me gusta mucho leer!!!!...
. si subes otra ahi me veras!!!!!...

por **Kari_JB** Jue 05 Dic 2013, 4:02 pm

chelis escribió:llore con el hermoso final!!!!..... aaaaahhhh!!!!... como es posible que joe este vivo????..... aaahh no importa!!!!!.... lo que importa es el verdadero amor!!!!!.....

gracias por compartirla!!!!!!...... y de nada me gusta mucho leer!!!!...
. si subes otra ahi me veras!!!!!...

joe reencarno por eso esta vivo =)

por **chelis** Jue 05 Dic 2013, 5:53 pm

ooooohhh!!!!.... lo relei y me di cuenta que fue un milagro!!.... a favor del verdadero amor!!!!!....

jejejejejeje
subiras otra?????....

si subes me pasas el link!!!!!!....

por **Kari_JB** Jue 05 Dic 2013, 6:40 pm

chelis escribió:ooooohhh!!!!.... lo relei y me di cuenta que fue un milagro!!.... a favor del verdadero amor!!!!!....

jejejejejeje
subiras otra?????....

si subes me pasas el link!!!!!!....

todabia nose si subire otra ya qe no e leido otra novela tan buena, pero si llego a subir por supuesto qe te pasare el link =)

por **chelis** Jue 05 Dic 2013, 9:22 pm

;) :) okiiisss

por **JB&1D2** Vie 06 Dic 2013, 4:09 am

Como que se acabo????/
Esta novela fue perfecta me encanto
Me enamore. Ay que bello que haya reencarnado y puedan estar juntos forever

por **Monse_Jonas** Sáb 18 Ene 2014, 1:35 pm

Dios!!!! lloré hahaha Joe esta vivo, me sentí tan bien hahaha Gracias por haberla subido, de verdad xD

por **Monse_Jonas** Sáb 18 Ene 2014, 1:36 pm

Dios!!!! lloré hahaha Joe esta vivo, me sentí tan bien hahaha Gracias por haberla subido, de verdad xD

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