Chicas Tumblr | NC | ¡Audiciones Cerradas! R E S U L T A D O S

La única verdad en este mundo es la muerte. Sea como sea algún día tendremos que morir. Hay que aprovechar cada momento de nuestras vidas, ya sea cantando, riendo, gritando, pero siendo feliz. Nada ni nadie es para siempre y ella lo sabía.

Cierta morena se encontraba acostada en el sofá de la sala de su enorme departamento. Su mirada era dirigida al vacío. Desde hace varios días que se encontraba así, completamente deprimida, cuando no debía sentirse así.
Ese día debía haber sido el más feliz de su vida, debía… mas sin embargo todo se había arruinado.
Uno de los días mas importantes para cualquier mujer, el día de su boda.
Pero todo había cambiado en cuestión de momentos, hace apenas dos semanas se encontraba completamente feliz y emocionada para que ese día llegase, hasta que le dieron una trágica noticia. Su prometido había fallecido.
¿Cómo se sintió cuando se enteró de esto por una llamada telefónica? Fatal. No podía creerlo, no quería hacerlo.

Los recuerdos volvieron a llegar a su mente, las lagrimas estaban volviendo a salir, era algo inevitable, no podía hacer nada al respecto; se sentía sola e impotente.
Las lagrimas caían incansablemente de sus ojos, lo extrañaba demasiado.
Esa era su rutina desde que le habían dado la noticia, permanecer en casa y llorar hasta conciliar el sueño, ni siquiera comía debidamente; las pocas veces que había salido habían sido para ir al funeral de él, de Cory.

—Esto no debía haber pasado, yo no debería de estar aquí.—dijo entre sollozos.

Se incorporó un poco para lograr sentarse en aquel sofá, observo la pequeña mesa de centro que estaba frente a ella y agarró su celular. Tenía mas de treinta y seis llamadas perdidas, de diferentes personas, su mamá, amigos y demás gente, sin contar todos los mensajes que tenía acumulados desde hace tiempo.

—Solo quiero estar sola.—se dijo así misma—Solo quiero dormirme y no despertar jamás.

Se levantó del sofá y tomo dirección a la cocina, abrió el refrigerador y rió un poco, estaba completamente vacío, unas cuantas cosas se encontraban en él. Decidió agarrar un pequeño yogurt que había ahí y se sentó en la mesa.

Limpió rápidamente sus lagrimas. Si Cory la viera en esos momentos de seguro la regañaría por no estar comiendo a como debía hacerlo.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos debido a un sonido, algo agudo, proveniente de la habitación que ella compartía con Cory. Dejo de un lado el yogurt y camino lentamente hasta llegar a su habitación, su labio inferior temblaba un poco debido al miedo que la estaba consumiendo.
Entró a la habitación, observo todo detenidamente, no había nada fuera de lo normal, excepto una cosa, la ventana se encontraba abierta y debido al fuerte viento una de las fotos que estaban en una mesa ahora estaba en el suelo.
Se acerco hasta esta y la levantó, sonrió melancólicamente y una lagrima volvió a deslizarse por su mejilla. Era una foto de ella y Cory.

—Esto realmente no puede estar sucediendo.—susurró mientras cerraba la ventana para después acostarse en la cama.

Comenzó a llorar, demasiado a decir verdad, desde que le habían dado la noticia había dormido en el sofá, no sabía el porque pero lo hacía. Ni siquiera había entrado a esa habitación que tantos recuerdos le traía.

No había podido ni despedirse de él y eso era una de las cosas que más la hacia llorar. Nunca imagino que algo como eso llegaría a suceder, bien sabía del problema de él con las drogas, pero hasta lo había acompañado a rehabilitación. ¿Por qué se tuvo que ir? ¿Por qué se lo arrebataron?
Muchas preguntas como estas se asomaban en su mente, pero no había ninguna respuesta.
Apoyo su cabeza contra la almohada, sus ojos comenzaron a sentirse cansados, y de un momento a otro se había quedado dormida, no sin antes susurrar un pequeño pero significativo…
“Te extraño”.

Abrió sus ojos pesadamente y observó la ventana, por lo que se veía aun era de noche. Observó el pequeño reloj que se encontraba a lado de su cama, eran las 2:37 a.m.
Suspiró y salió de su cuarto en busca de un vaso de agua. Tomó entro sus manos el vaso de cristal y comenzó a beber hasta que una imagen se apareció ante sus ojos haciendo que ella escupiera toda el agua y tirara el vaso, haciendo que este se rompiera al hacer contacto con el suelo.

—¿Tanto miedo te doy?—rió una persona ante ella.
—¿Qué? ¿Cómo? Pero si tu estas…
—Muerto.—terminó de decir—Lo sé y si, estoy muerto Lea, pero necesitaba verte por última vez. Necesitaba despedirme de ti.
—¿Qué? ¿Pero como rayos estas aquí?—dijo tartamudeando un poco, estaba nerviosa, confundida y hasta con un poco de miedo, ¿quién no lo tendría? Aquello era algo prácticamente imposible. Su labio inferior comenzó a temblar de nuevo y pequeñas lagrimas comenzaron a salir de igual forma mientras ella daba unos pasos hacia atrás hasta toparse con la pared y deslizarse hasta el suelo—Esto no puede estar pasando.
—Yo tampoco se como…—respondió tristemente el chico de cabellos negros acercándose a la morena, la cual se había tapado los ojos con sus manos.—Pero aquí estoy.—se agacho hasta ella y retiro las manos para poder observarla. Ella tenía miedo y el lo sabía.
—¿Por qué te fuiste?—preguntó con algo de enojo y tristeza.
—No lo sé, quisiera saberlo pero no se, yo estaba en este mundo pero de un momento a otro me había ido.—susurró con dolor.
—Tenias tantos sueños, y teníamos tantos sueños juntos, no se como puedes estar tan tranquilo. Ambos queríamos formar una familia juntos.
—No sabes cuanto daría por poder hacerlo, pero ya he aceptado que no puedo, pero tu si, puedes cumplir todo lo que desees si te lo propones.—contesto el pelinegro.
—Me dejaste sola.—dijo cortantemente mientras las lagrimas seguían cayendo.
—Lo sé y es una de las cosas que mas me duele.—comentó Cory mientras secaba con una mano las lagrimas de la chica—Me duele el saber que ya no voy a poder protegerte como yo quería, pero es algo que yo no decidí Lea.
—No sabes como estoy sufriendo en estos momentos, lloro todos los días, te extraño como no tienes idea.
—Yo igual te extrañare pequeña, y lo haré siempre.—sonrió tristemente—Pero tu no puedes seguir así.
—No quiero.—susurró con un tono de niña pequeña a lo cual Cory rió un poco.
—Se supone que no debes mirar atrás, no debes estancarte. Se supone que tienes que seguir adelante.
—Pero…—trató de decir la chica pero fue interrumpida.
—Pero nada. No aceptaré que arruines todo de ti, tu carrera, tu salud, incluso tu vida solo por mi.
—Esa es mi decisión. Eras y seguirás siendo el amor de mi vida Cory. No quiero aceptar que te has ido.—ante estas palabras el pelinegro no pudo evitar que una lagrima rodara por su mejilla.
—Tu igual siempre serás el amor de mi vida Lea, pero debes seguir adelante, encontrarás a alguien mas algún día.
—No quiero ni planeo encontrar a alguien más, nunca encontraré a alguien como tu.—susurró Lea.
—Puede que no encuentres a alguien como yo, pero sin duda encontrarás a alguien que te haga feliz.—sonrió tristemente Cory y ahora fue el turno de Lea de sorprenderse ante sus palabras—La vida es muy corta para ser serio, para amargarse o lamentarse por algo que ya no tiene solución pequeña.
—Lo se… Solo que, no se si pueda.
—Claro que puedes y lo harás, tal vez no tan rápido, pero se que seguirás adelante.
—¿C-cómo te sientes?—preguntó algo nerviosa Lea.
—Ni yo sabría como decirte.—rió tristemente—Los extraño y demasiado, en especial a los chicos, al elenco, mi familia y mis amigos, el apoyo de los fans. Todo. Quisiera volver, quisiera poder volver a estar con todos ustedes, regresar el tiempo,—las lagrimas comenzaron a caer—Pero no puedo. Y no sabes lo dificil que fue lograr llegar hasta aquí.
—No se que decir al respecto, nosotros igual te extrañamos demasiado.—dijo Lea abrazando fuertemente a Cory.
—No tienes que decir nada, solo quiero que sigas adelante. No dejes que mi recuerdo afecte tu futuro, pero igual te pido que no dejes que tu futuro dañe mi recuerdo.
—Eso nunca pasará, eres la persona mas importante en mi vida, gracias Cory. Te amo.—sonrió aun con lagrimas en los ojos.
—Yo te amo mas Lea. Y no dudes de que aunque no este aquí, siempre te protegeré y cuidare donde quiera que este.—comentó mientras depositaba un pequeño beso en la frente de la chica.—Solo te pido algo…
—¿Qué cosa?—preguntó Lea cerrando los ojos ante el contacto de los labios de Cory con su frente.
—Nunca me olvides.—terminó de decir.

Lea abrió sus ojos para poder decir su respuesta, ya nadie se encontraba ahí. Se preguntó así misma si había sido una alucinación, pero sabía que no era eso. Observó una pequeña pluma, como si fuera de un ángel, si algo muy extraño había sucedido esa noche.

—Nunca te olvidare amor.

Tenía que ser fuerte, no solo por ella, sino también por Cory; lo que él le había dicho era cierto, ella podía seguir adelante, podía seguir luchando por sus sueños, en cambio él aunque quisiera ya no iba a poder hacerlo.
Ahora sabía que alguien la cuidaba desde el cielo, alguien que siempre vería por su felicidad, una pequeña estrella siempre estaría ahí para ella.
Una persona que le había enseñado que la vida hay que vivirla al máximo pues nunca sabes cuando es el final de esta.
Nosotros simplemente estamos aquí por algo, y solo estaremos por un tiempo determinado; nada ni nadie es para siempre. La vida es aquello que puede pasar en un abrir y cerrar de ojos, podemos estar aquí y en otro momento habernos ido.
Por ello hay que disfrutar de nuestros seres queridos, hacer lo que nos gusta, sonreír, luchar por lo que queremos, reír, y no dejar que los malos momentos nos arruinen, siempre tenemos que seguir adelante y dar gracias por todo pues no sabemos cuando llegará nuestro momento. No sabemos cuando nuestras lagrimas se encontrarán en el cielo.

En proceso(?)