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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por fernanda Lun 28 Oct 2013, 8:32 pm

OH GOD!
SÍGUELA! POR FAVOR!
fernanda
fernanda


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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por ElitzJb Mar 29 Oct 2013, 4:40 pm

Chicas animenme estoy destrozada x la noticia help me please ya no quiero leer nada q me los recuerden me duele su separación de banda
ElitzJb
ElitzJb


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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por chelis Mar 29 Oct 2013, 5:00 pm

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHH!!!... MIRA JOE LO QUE PROVOCAAASS!!!...
AAAAAHHH SIGUE PRONTO PORFIIISSS
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por ElitzJb Jue 31 Oct 2013, 6:36 pm


CAPÍTULO 8


Parte 1

(_Tn) , debía suponer que Henry Brockman la llevaría a un lugar como ese, era evidente que quería impresionarla, pero también que le estaba dando larga a la propuesta, la cena de la semana pasada en la que le traería la idea del diseñador gráfico, no fue más que una especie de bosquejo sin ninguna importancia, pues no le concretó nada, solo esperaba que la de hoy si fuese más específica y que sobretodo se decidiera si iba o no a ofrecerle su ayuda, pero que no le hiciese perder el tiempo, porque estaba loco si creía que se acostaría con él sin conseguir nada a cambio, podía ser un hombre muy atractivo y elegante, pero no estaría con él por su linda cara.
-Estás realmente hermosa (_Tn) . —le dijo el hombre admirándola con vehemencia.
-Gracias señor Brockman, es usted muy amable. —mostrándole una sonrisa.
-De verdad eres un ejemplo de elegancia, no tienes nada que envidiarle a ninguna actriz de Hollywood, me siento halagado al poder estar contigo esta noche y ser el hombre más envidiado de este lugar.¿Es uno de tus diseños? —preguntó observando el vestido negro, cuello redondo, sin mangas, recto que se adhería al cuerpo, con un largo hasta las rodillas al estilo de Jackie Onassis.
-Sí señor, la mayoría de las veces uso mis propios diseños.
-Son de gran calidad, sabes, aquí tengo lo que propone el diseñador gráfico para empezar con unas vallas publicitarias y viéndote a ti, no creo que sea necesario contratar a ninguna modelo, tú misma podrías hacerlo, tienes una mirada que despertará emociones, -hablaba cuando ella intervino.
-La verdad me gustaría trabajar con alguna modelo reconocida, creo que vendería un poco más y debido a la trayectoria de la modelo el público se acercaría más a mis diseños.
-Bueno tú eliges, pero yo como presidente de Elite, te recomiendo que tú también poses para el lente del fotógrafo, revisa los patrones y verás, por cierto hay dos o tres folletos en el que encontraras dos modelos, bien podrías contratar una modelo y la otra podrías ser tú, para que te vayas
identificando un poco más con el público, la mejor manera de ganarse a la gente (_Tn) , es uno mismo dándose a conocer, tu mejor que nadie sabes cómo llevar tus diseños.
-Déjeme pensarlo señor Brockman, revisaré los folletos y apenas tenga la idea lo llamaré, muchas gracias por los consejos.
-Es un verdadero placer para mí el ayudarte (_Tn) . —expuso con voz lenta mientras observaba con intemperancia el niveo y largo cuello de la joven.
-La cena ha estado exquisita, gracias por ofrecerme su ayuda, sabe en estos momento estoy en un proyecto de diseños de interiores, creo que podré abonarle al menos un porcentaje del equivalente a la publicidad completa de la colección, me gustaría que me hiciese llegar el presupuesto.
-Te he dicho que no te preocupes. —tomaba la botella de vino y le servía un poco más. —Ya después hablaremos de eso, lo importante es hacer la publicidad del año de Winstead Boutique, aun no quiero ofrecerte nada, porque quiero que sea una sorpresa, pero estoy negociando con una reconocida marca de accesorios para que acompañen tus diseños.
-Es usted muy amable señor Brockman, la verdad nunca tendré como pagar su ayuda. —elevó la copa con el vino y él hizo lo mismo, mientras sonreían para después saborear la bebida.
-No exageres (_Tn) , el poder ayudarte es un gran placer para mí, porque confió en que si sigues mis consejos y mi ayuda podrás alcanzar lo que tanto anhelas.
-Eso espero. —susurró con la mirada fija en la verde gris del hombre.
-Creo que es hora de llevarte a tu casa. —le hizo saber, anhelando el poder estar a solas con ella cuanto antes.
-Si señor ya es tarde y mañana tengo que ir con algunos trabajadores al apartamento donde estamos rediseñando. —le hizo saber.
El caballero se puso de pie y le ayudó a ella a hacerlo, salieron del cubículo privado y se encaminaron al vestíbulo, donde le entregarían los abrigos.
El de (_Tn)  era un abrigo de cachemir blanco que le llegaba hasta las rodillas, con dos hileras de botones negros, dejando el vestido escondido tras la prenda.
-Permítame ayudarla. —le pidió el hombre, para colocarle el abrigo, ella no vio ningún inconveniente, por el contrario se vio complacida, que uno de los empresarios más importantes de Estados unidos, se mostrase
prendado de ella.
Mientras Henry le colocaba el abrigo su mirada de topó con un hombre que bajaba las escaleras, logrando que en su estómago millones de mariposas hicieran fiesta, venía acompañado de otro hombre castaño y una chica rubia que al parecer eran pareja porque venían tomados de la mano.
Su vista se ancló en los ojos de fuego, pero la mirada que le dedicó era más fría que el iceberg que hundió al Titanic, hasta sintió cierto miedo porque se sentía bajo la mirada de Sauron, ella elevó la comisura derecha en un gesto por saludarlo, pero Joe  Jonas  la ignoró totalmente.
¿Este que se ha creído? entonces es así, no te conozco, no te saludo... pendejo de mierda. —se decía mentalmente cuando en realidad quería gritárselo.
-Muchas gracias, señor Brockman. —le dijo, mientras ella misma se abotonaba el abrigo y se encaminaron a la salida donde ya los esperaba la limosina, el hombre la invitó a subir, antes de hacerlo desvió la mirada a la puerta y los vio salir, sintiéndose amenazada por la mirada de Joe  y ella le dedicó una de desprecio para después subir.
Henry subió a su lado y le pidió al chofer que los llevase hasta el departamento de la joven, durante el trayecto ella tuvo que retirar la mano del hombre que se posaba en su rodilla de manera sutil, además de hacerse la estúpida y hacerle creer que no entendía sus conversaciones con doble sentido, insinuándole ligeramente que se moría por cogérsela esa noche, pero estaba muy alejado de la tangente si creía que ella le cedería al menos un beso.
El cereal con fresas y leche descremada aún esperaban que (_Tn)  los comiera, mientras ella solo los revolvía con la cuchara, perdida en sus pensamientos y emociones que la estaban poco a poco consumiendo sin darse cuenta.
-(_Tn)  llevas cinco minutos con el desayuno y no has probado bocado. —se dejó escuchar la voz de Sophia sentada en la silla del frente.
-¿Ah? —preguntó, regresando de donde quiera que la tuviesen sus cavilaciones al comedor de su departamento.
-Veo que no me paras, desayuna mujer, mira nada más, estás más delgada, está bien que te alimentes sanamente, que te mates tres horas diaria en el gimnasio, entre spinning, tae bo, zumba, boxeo, pilates y miles de cosas más, pues te mantiene a los hombres atrás como moscas tras la
miel, pero que dejes de comer, eso si no lo voy a permitir. —le dijo con tono de regaño.
-Sophi, no estoy dejando de comer. —dijo llevándose una cucharada a la boca, mastico y tragó. —Solo que no tengo mucho apetito y estoy algo distraída.
-Sí, de eso me he dado cuenta. ¿Es el proyecto de Henry? ¿Anda de tacaño el viejo?, pues mamita mándalo a volar y a buscar otro. — le dijo chasqueando los dedos.
-No, de hecho Henry anoche me entregó una excelente propuesta, unas vallas publicitarias, solo me toca buscar la modelo, él se encargará del fotógrafo y la escenografía, eso sí de acuerdo a mi gusto.
-Es que lo tienes babeando por ti, la verdad no está nada mal, un hombre realmente elegante, apuesto, inteligente.
-Y casado Sophia, recuerda que está casado, solo que le gusta quitarse el anillo, dime algo ¿Aún se me ve cara de pueblerina estúpida? —inquirió señalándose el rostro.
-No mi vida, para nada, eres una diva, hermosa, elegante. —acotó la pelirroja sonriendo.
-Bueno no sé qué pretende Henry, anoche durante todo el trayecto no hizo más proponerme "sutilmente" el acompañarme, que podríamos conversar mejor aquí, no quería creerme cuando le dije que no podía, que tú estabas aquí.
-Es que sabes cuáles son sus intenciones mi vida. —la chica riendo y elevando ambas cejas. —Cuando me vio casi le da el infarto. —no pudo retener la carcajada.
-Si es que no hubo manera de sacármelo de encima, quería comprobar si era cierto que estabas. —acotó la chica acompañando a su amiga con la carcajada. —Son tan tontos, una los puede manejar a su antojo y Henry cree que me acostaré con él sin que antes me haga la publicidad completa. —en medio de la risa su mirada se percató de la hora en el reloj de la pared, por lo que se puso de pie como un resorte. -¡Mierda! Es tardísimo Sophia. —exclamó tomando la taza con el cereal y llevándolo a la cocina dejándolo sobre la barra.
-Loca, no es tarde, si son las siete y media ¿No tienes que estar allá a las nueve? —inquirió.
-Sí, pero sabes lo que tardo arreglándome y no podré estar a las nueve en punto.
-¿Y qué? Si llegas diez o veinte minutos más tarde, no es una empresa donde te van a chequear el horario, esa puntualidad que se te pegó de Richard, bendita puntualidad inglesa.
-Es que tengo que dar el ejemplo, no puedo dejar a los trabajadores esperando y hoy llevan los espejos. —se encaminó y se paró delante de Sophia. —¿Enserio estoy muy flaca? —preguntó levantándose la franelilla del pijama y mostrándole el torso.
-No mi vida, estás bellísima. —la giró para que diera media vuelta. — Mira nada más que culo más hermoso tienes, si fuese hombre no te perdonaría, crees que podrías estar mal cuando vives pendiente de tu apariencia, ¿Sabes? menos mal que no me hiciste caso y te dejaste tus tetas naturales, porque si no hubieses parecido una puta, así te ves perfecta.
-Gracias Sophi, si fueses hombre te juro que me hubiese enamorado de ti. pero lastimosamente no lo eres.
-No y tampoco quiero serlo, me gustan mucho los penes así bien grandes, jugosos, calientes, -hablaba con voz morbosa y haciendo un ademan con las manos, cuando (_Tn)  intervino.
-¡Bueno! ya deja tus vulgaridades.
-Ah sí, porque me vas a decir que no te gustan, zorrona. - dándole una nalgada a su amiga y riendo de muy buena gana.
-¡Ya! me voy a bañar, prepárate tú también, te dejo en la boutique y de ahí me voy a Upper East Side, para empezar con la redecoración del gimnasio.
Ambas chicas se fueron a sus habitaciones y después de una hora y veinte minutos, (_Tn)  estaba lista, con un jeans desgastado, una franelilla marrón tipo halter, una chaqueta de cuero negra y unas botas sin tacón, peinada con una trenza de medio lado.
-Te has llevado una vida (_Tn) . —Sophia que llevaba más de veinte minutos esperándola.
-Es que no sabía que ponerme. ¿Me veo bien? —preguntó extendiendo los brazos.
-Te ves hermosa ¿Y a qué se debe ese interés desmedido por tu apariencia el día de hoy? —indagó al notar a su amiga extraña.
-Es igual que todo los días. —acotó colocándose las gafas de sol, Roberto Cavalli.
-No. -hizo una pausa mientras estudiaba con la mirada a la pelinegra. - Te has pasado preguntando toda la mañana, ¿Sophi me veo bien? ¿Sophi
estoy gorda o muy flaca? ¿Cómo piensas que se me ve mejor el cabello suelto o recogido? —hablaba repitiendo las preguntas de (_Tn) . -¿No será que donde estas redecorando hay algún tipo interesante? —inquirió levantando la ceja izquierda con sarcasmo.
(_Tn)  abrió la boca para dar una respuesta coherente, pero al no encontrarla la cerró inmediatamente.
-¡Si lo hay! —adivinó y soltó una carcajada, ya que la actitud de (_Tn)  lo gritó.
-Está bien, si lo hay ¡Si lo hay! —exclamó sintiéndose molesta con ella misma, por confesarlo. —Pero es un imbécil con ínfulas de actor de cine, que digo actor de cine, se cree ¡Dios! Ahora vámonos que es tarde. — tomando su bolso y encaminándose al ascensor dentro de su piso.
-Entonces está buenísimo el tipo.
-Si lo está, ya lo vi desnudo, y que te digo, me descontroló como a una estúpida adolescente. — le explicó sin poder disimular la sonrisa tonta.
-Ah, pero ya te lo has llevado a la cama. —dijo soltando un suspiro de alivio. —¿Y qué tal, se mueve bien o es un maniquí? —preguntó divertida.
-No. ni pienso hacerlo, no quiero que siga apoderándose de mis emociones.
-Entonces no te pongas tan guapa para ir a verlo.-le pidió guiñándole un ojo con picardía. -(_Tn) , llegará el momento en que te enamores te lo he dicho.
-No voy a enamórame Sophia, no voy a entregarme por completo a ningún desgraciado que a la primera vuelta me ponga los cuernos o que termine agrediéndome cuando no cumpla sus órdenes ¡Primero muerta! — hablaba mientras las puertas del ascensor se abrían y se encaminaban hacia el Nissan 370z roadster blanco en el estacionamiento.


P.D:mis chicas a pesar de todo lo ocurrido con los jonas
quiero q sepan q seguiré apoyándolos x separado oki
y seguiré colocando nove de ellos
espero q estén de acuerdo, también se q esta separación de
banda duele, pero hay q apoyarlos y seguir adelante y bueno  nunca dejare se esperan el dia q vuelvan a ser banda. Parami siempre habrá un Jonas Brothers aunq no estén cantando juntos. Se q hay chicas q estan super molestas x eso pero bueno ellos sabran lo q hacen y cada libro tiene su final, para volver a comenzar una historia mucho mejor
ElitzJb
ElitzJb


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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por ElitzJb Jue 31 Oct 2013, 6:38 pm

Capítulo 8


Parte 2

(_Tn) dejó a Sophia en la boutique y se dirigió hacia el departamento de Joe Jonas , fue recibida por una mujer de unos cuarenta años, que se encontraba en compañía de dos más, ella pasó con los tres hombres que se encargarían de hacer el trabajo pesado, como mover las maquinas, remover las alfombras y adherir los espejos.
Sintió una mezcla de tranquilidad-decepción, quería y no quería verlo, sin embargo la esperanza hundía la espinita aumentando esas ganas de un posible encuentro el día de hoy.
Una de las mujeres se acercó a ella, que se encontraba admirando el paisaje y le ofreció un menú variado para que eligiera el almuerzo de ella y
de los hombres.
-No señora, la verdad no hace falta, yo me llevó a los chicos a almorzar por aquí cerca, ya que esto no está incluido en el contrato.
-Señorita es que son órdenes del señor Joe , nos pidió que le proporcionáramos todo lo que necesitase, está incluido el almuerzo y cualquier aperitivo que desee.
-Sí, entiendo, pero la alimentación no está incluida y él lo sabe.
-Señorita sí, usted le informó y está estipulado en el contrato, pero a él no le importa, por favor. —la mujer prácticamente le rogaba y sabía que tal vez ese hombre como jefe debía ser un tirano y se condolió con la pobre mujer.
-Está bien déjeme preguntarle a los chicos que quieren comer y le aviso.
-Gracias señorita. —le dijo con una amable sonrisa a la cual (_Tn) correspondió y se encaminó de nuevo al gimnasio, percatándose de como limpiaban las otras dos mujeres y era necesario para que un hogar de hombres estuviese tan organizado.
Pasó todo el día en el apartamento y Joe no se apareció en ningún momento, se animó a si misma al pensar que todavía se encontraba en el despacho de abogados.
Al día siguiente decidió irse un poco más cómoda, por lo que se fue con ropa deportiva, la misma que usaba para ir al gimnasio, no ganaría nada con arreglarse, si no causaría ningún efecto en nadie y al igual que el día anterior, fue recibida y atendida por las señoras de limpieza.
Ya estaba casi listo el espacio y le encantaba como estaba quedando, le daba instrucciones a los jóvenes y estos obedecían, ella misma se encargaría de colocar los instrumentos musicales en la parte superior de los espejos donde dejo un espacio de medio metro recubierto por madera, otros los dejaría en algunas esquinas, todo al mejor ambiente Brasileño.
Subió la escalera de metros, mientras los trabajadores le pasaban los instrumentos y ella los colocaba en el lugar apropiado.
Joe entraba al lugar con las manos en los bolsillos, cuando se encontró con un espectáculo que lo desconcertó completamente, al ver a (_Tn) Winstead sobre una escalera, con monos de licra, las piernas,
trasero y la trenza ébano que llegaba a la cintura lo dejaron sin aliento, despertando reacciones a su cuerpo que poco podría esconder si seguía admirándola, en ese instante fue consiente que los hombres que la ayudaban y que estaban arremolinados bajo la escalera, se encontraban igual o peor que él, pues las miradas de ellos iban más allá, eran lascivas. Sin poder evitarlo, nuevamente sintió esa sensación de angustia - ira que lo invadió unas noches atrás, cuando la vio en el restaurante con el hombre que más odiaba.
Dio largas zancadas para acortar la distancia lo más rápido posible, irrumpiendo en el lugar y los hombres desviaron las miradas rápidamente, tratando de disimular.
-Señorita Winstead, bajé de ahí inmediatamente. —le exigió cómo si ella fuese de su propiedad.
(_Tn) volvió medio cuerpo y antes de verlo había empezado a temblar, por lo que se aferró a la escalera, para no caer, fue suficiente con escuchar su voz, para sentir que se desarmaba, sin embargo no pudo evitar molestarse ante el tono utilizado por él.
-¿Disculpe? — preguntó con sarcasmo.
-Que se baje le he dicho, dejé eso así. —le pidió moderando un poco la exigencia, ante las miradas atónitas de los trabajadores.
-No tengo porque hacerlo, es mejor que me deje trabajar y regresé cuando yo le diga, ahora por favor le pido retírese, que solo está interrumpiendo mi trabajo y desconcertando a mis trabajadores. —le dijo sin bajar un solo escalón.
-No soy yo quien los está desconcertando, señorita. —le hizo saber al tiempo que estiraba las manos y sin permiso la tomó por la cintura para bajarla, ella dejó libre un grito ante el susto y en un acto reflejo de seguridad llevó sus manos a las de Joe que la tomaban de la cintura.
Cuando la bajó, adhirió su trasero al cuerpo de él y lo rozó hasta que la puso de pie en el suelo, pero aún estaban tan cerca que podía sentirlo, sentir en la parte superior de sus nalgas el miembro del joven. Todo pasó muy rápido y no sabía a ciencia cierta si lo hizo intencionalmente o no, solo era consciente de las miles de emociones que la azotaban sin piedad y seguía aferrada a las manos de él que cerraban su cintura.
Acarició con su trasero, pecho abdomen y pene de Joe Jonas y sentía que se iba a morir, a estallar, aun lo sentía pegado a ella y una pulsación de una inevitable erección la hizo salir del trance de placer en el
que se encontraba, siendo consiente que habían personas a su alrededor, por lo que se soltó abruptamente.
-¡Esta usted loco señor Jonas ! —exclamó volviéndose, pero sin la fuerza de voluntad para mirarlo a la cara.
-Loca está usted señorita, acaso no es consiente que lo que hace es peligroso y la verdad yo no quiero al FBI aquí investigando su muerte, ni mucho menos que me manche de sangre el lugar —dijo dándose media vuelta y encaminándose.
Ella lo siguió en un acto reflejo, sintiéndose molesta y excitada, ese hombre primero la descontrolaba y después la dejaba a la deriva.
Al llegar a la sala, él se encaminó hacia un estante, donde se hallaban varias esculturas, detrás de una de ella, sacó el iPod.
-Lo ha olvidado. —le dijo entregándoselo.
-Gracias. —casi arrancándoselo de la mano. —¿Puedo hacerle una pregunta señor Jonas ?
-Si quiere, pero no aseguro responderla. —le advirtió.
-¿Es así todo el tiempo? saluda solo cuando le da la gana, digo porque yo amablemente hago el intento por saludarlo y usted me ignora totalmente, solo dígalo y no haré el ridículo. —exponiendo lo sucedió en el restaurante.
-Estaba ocupada y acompañada, no quería causar problemas. —le hizo saber mostrándose nuevamente enfadado, de la nada le explotaba el carácter.
-No veo nada de malo que me salude y mucho menos que pueda causarme problemas, Henry no se molestaría porque usted me salude.
-Él no, pero a mi si me molestaría saludar a su amante. —su tono de voz era helado e hiriente.
-Es un amigo, -intentaba hablar cuando Joe intervino.
-Se acuesta con él, no son amigos, son amantes. —soltó sin más en la
cara.
-Sabe señor Jonas , usted no es quien para juzgarme, yo me acuesto con quien me da la gana, cuando, cómo y donde quiera, soy una mujer que sabe tomar sus propias decisiones, dueña de mi cuerpo y mis actos, tampoco tengo porque darle ningún tipo de información a usted de mi vida privada. —le dijo sintiéndose molesta y herida.
-Debería elegir mejor, cómo, dónde y con quien lo hace. — mirándola a los y ojos apretando los dientes para contener la rabia y no gritarle.
-¿Tiene algo en contra de Henry Brockman? —inquirió mirándolo a los ojos.
-Quiero que se vaya. —le pidió dándose media vuelta y dejándola a ella parada en el lugar, pero regresó sobre sus pasos y le quito el iPod. — Se lo haré llegar después.
-¡Regréseme mi iPod! —le exigió en un grito. —Es mío, no tiene derecho.
-Hay algo que no puede ver en él. ahora ¡Lárguese! Deje el maldito trabajo así.
-Sabe que, señor Jonas ¡Váyase a la mierda! —le grito. -¡Y quédese con el iPod! No es más que un imbécil con ínfulas de Dios, que se cree que todo lo puede, -hablaba cuando una voz masculina interrumpió.
-Buenas tardes.
(_Tn) volvió medio cuerpo, encontrándose con el hombre y la mujer que estaban en el restaurant con él, pero esta vez traían a un niño como de un año en los brazos.
-Ian, Thais. pasen. —saludó Joe con voz normal como si nada hubiese pasado, ella aprovechó y le jaló el ipod, dejándolo desconcertado y se encaminó rápidamente, subió a un ascensor que hasta ahora no había visto, dándose cuenta que era privado. —Un minuto por favor. —pidió Joe a su primo que lo miraba confuso y con una sonrisa burlona.
Casi corrió para alcanzar a (_Tn) , pero cuando estaba por entrar se cerraron las puertas y ella dejo libre un suspiro, seguido de un grito para drenar la rabia.
Joe golpeó la puerta dejándose llevar por el impulso, cerró los ojos y dejó libre un suspiro.
-Es la primera mujer que te manda a la mierda, -dijo Ian riendo. — De esa es la que te vas a enamorar, si no es que ya lo estas.
-No le hagas caso Joe , él lo dice porque como yo fui la única que lo mando a la mierda, -desvió la mirada a su esposo. —Amor no todos los hombres son masoquistas, dame a Liam que voy a darle de comer. —le pidió al hijo de ambos que estaba en los brazos del castaño.
(_Tn) presentía que la seguiría por lo que apenas las puertas del ascensor se abrieron en el estacionamiento buscó rápidamente las llaves de su auto.
-¡Maldita sea! —exclamó al ver que no las tenía, que todo lo había dejado en el apartamento, pero no regresaría, no lo haría hasta que no
revisará su ipod y saber que era lo que no podía ver.
Salió del estacionamiento y se encaminó a la calle, bajó una cuadra y encontró un taxi disponible.
-Señor a la quinta avenida entre la 50 y 60 por favor. —le pidió al taxista, para después empezar a revisar el ipod, tenía miles de canciones y todas las conocía, deslizaba rápidamente el dedo en la pantalla táctil en busca de algo que no le perteneciese, pero no lo hallaba, en las fotografías tampoco, se fue a las carpetas de videos y revisaba uno por uno hasta que encontró uno que llevaba por nombre "Espero le sirva de ayuda"
Se colocó los audífonos y le dio reproducir, en el aparecía Joe con un pantalón de chándal blanco, el torso desnudo y descalzo, parado en una habitación inmensa con una cama exageradamente grande, la decoración en colores, negro, blanco y gris, la pared de fondo era de cristal y parecía ser la segunda planta del apartamento, dedujo que era su habitación.
-Seguramente se va a desnudar y a masturbarse, es un enfermo exhibicionista. —susurró apenas lo vio aparecer.
-(_Tn) , sé que tal vez no es la mejor manera de aprender, pero me has dicho que te gusta la capoeira —le dio pause al video.
-Me está tuteando.. .¡Me quiero morir! Pero que pocas bolas tiene, ¿Por qué no lo hace en persona? —susurraba para que el taxista no la escuchase, olvidando por completo su molestia con él, sintiendo una extraña sensación de emoción en su pecho y en la boca de su estómago. Una vez más toco la pantalla para reproducir.
-Trataré de explicarte en este video, los pasos básicos y los más fáciles, sé que costará un poco, pero todo es cuestión de práctica, a medida que los haga te los iré nombrando para que aprendas a identificarlos, espero te sirva de ayuda.
La voz de él dio pasó a la música con la cual se practicaba el deporte y empezó a moverse, le hizo saber que era el paso Ginga y en qué consistía. (_Tn) ya no podía definir lo que sentía, no tenía control sobre sus emociones, no podía tenerlos al ver semejante ejemplo de sensualidad, por lo que dejó caer la cabeza contra el asiento del frente del auto.
-¿Se siente bien señorita? —preguntó el hombre preocupado, al ver como la frente de la chica se estrellaba contra el respaldo de su asiento.
-Sí señor, no se preocupe. —le dijo sin levantar la cabeza y su mirada se perdía en el chico haciendo acrobacias que la dejaban sin aliento, sentía su vientre vibrar y que a sus pulmones no les llegaba suficiente oxígeno, la
voz ahogada de él cuando le explicaba hacía eco en sus oídos, se humedeció los labios con la lengua, para apaciguar un poco la hoguera que tenía desatada en el interior. Dejó libre un suspiro y decidió eliminar ese video porque terminaría volviéndose loca.
Creo que la solución a todo esto es que no vuelva a verlo, eliminare de raíz todo contacto con ese hombre, no puedo permitir que me domine de esta manera. — se dijo mentalmente.
-Señorita hemos llegado. —le informó el taxista.
-Sí señor, deme un minuto y le pago, voy por el dinero. —se bajó del auto y entró en la boutique ante las miradas sorprendida de Oscar y Sophia, además de sonrisas de bienvenida de dos clientes, se acercó al mostrador. - Sophi préstame efectivo por favor. —le pidió en un susurro.
-¿Es para pagar el taxi? —preguntó Oscar con precaución y (_Tn) asintió en silencio. —Deja yo lo pago, ya me lo abonarás en el sueldo. —le hizo saber con una sonrisa para después encaminarse hacia el carro amarillo, que estaba estacionado en el frente.
-Buenas tardes ¿Cómo estas señora Miller? ¿Señora Hudson? — saludó a las mujeres, al tiempo que se encaminaba y dejaba el iPod encima del mostrador.
Sophia al ver el reproductor de sonido lo agarró prestado para colocarlo en el amplificador y poner alguna música, pero era imposible que no viese el video que estaba pausado, la pelirroja tuvo que sostenerse la barbilla, porque temió que se le callera la quijada, al ver a semejante monumento haciendo acrobacias, con una destreza impresionante.
-Este sí que no debe tener ningún problema para poner en práctica todas las posiciones del Kamasutra. —susurró la pelirroja con una risita, para después mirar a su amiga conversando con las damas.
(_Tn) desvió la mirada hacia el mostrador, para pedirle unos cafés a Sophia cuando la vio con el iPod en las manos y esta mediante señas y gestos sugerentes preguntaba quién era él del vídeo.
La pelinegra le frunció el ceño para que dejará de preguntar.
-Disculpen un segundo les traeré un café. —se disculpó poniéndose de pie y haciéndole un ademan a Sophia para que la siguiera.
Entraron al salón de refrigerios, encendió la cafetera para preparar el
café.
-¿Y este malabarista del circo Soleil? —preguntó divertida. —¡Está buenísimo!
-No es malabarismo Sophia, eso es capoeira y mediante el vídeo pretende enseñarme.
-¿Es este verdad? —intervino con la pregunta sin dejar de lado la picardía. —Ya te has tardado en responder, no tengo dudas, pero que estas esperando, si se le ve que quiere contigo, no te va a grabar un vídeo, por nada.
-Yo fui quien le dijo que me interesaba la Capoeira. y hemos discutido hoy... te juro Sophia que él se cree el dueño del mundo, no soporto su manera de pedir las cosas, en realidad las exige, me va a volver loca, porque está hablando y es amable, pero al segundo es un grosero, que te echa de su casa, necesito que vayas a buscar mis cosas, están en su departamento, hablas con los trabajadores y le dices que le den el presupuesto a él. yo ya no voy a seguir trabajando en ese proyecto, me insulta, solo porque le nombre a Henry Brockman ¿Puedes creerlo? — preguntó mientras buscaba las tazas para el café.
-(_Tn) , esta celoso, es todo. —respondió Sophia con entusiasmo, para darle ánimos a su amiga
-Tú si eres tonta Sophia, cómo va a sentir celos por mí, si apenas me conoce, yo creo que tuvo algún inconveniente con Henry, pero tampoco lo sé a ciencia cierta, porque Henry no lo conoce, nunca ha hecho un comentario o algo referente al hombre que casi me atropella, para él no es más que otro ciudadano.
-¿Es el mismo que casi te atropella? Eso no me lo habías dicho, pero ya no te hagas rollos en la cabeza, si te gusta ese hombre ve por él, me has dicho que tiene mucho dinero, bueno., .niña ¿Qué esperas? te das un gusto y de paso le pides que te financie la publicidad para la colección.
-¡No! ¡Estás loca! Yo a Joe no le quitaré nada, -dijo sirviendo con manos temblorosas el café, mientras Sophia le sostenía la bandeja.
-Bueno como no quieres nada a cambio, nada te impide tirártelo. - guiñándole un ojo y dándose media vuelta, dejando a (_Tn) desconcertada.
Nada me lo impide, es solo que tengo miedo... tengo tanto miedo, porque Joe me hace sentir cosas completamente distintas., .nunca antes me había sentido tan estúpidamente confundida., .no sé qué tiene ese hombre. —pensó para ella misma.
-¡Hey! Tierra llamando a (_Tn) . —Sophia al percatarse que su amiga no la seguía regresó, encontrándosela completamente distraída.
-Si ya voy. —respondió la pelinegra al ser sacada de sus cavilaciones.
-Espero y mañana por la noche no sigas tan aturdida, no quiero andar con una zombi.
-No estoy aturdida, solo un poco confundida, lleva el café que se enfría. —le pidió sonriendo al ver el gesto de Sophia. —Dile a las señoras que regreso en un minuto, voy al baño.

ElitzJb
ElitzJb


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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por ElitzJb Jue 31 Oct 2013, 6:42 pm

CAPÍTULO 9

Parte 1

La pista de aterrizaje del aeródromo privado del grupo EMX recibía el Jet Airbus A320 Prestige con los colores verde, amarillo y blanco. Proveniente de Brasil, en el cual llegaba Reinhard Jonas , mientras que Ian y Joe aguardaban por él en la sala de espera de cristales ahumados, la aeronave se detuvo y los primos se encaminaron hacía el puente reactivo, para encontrarse con el hombre, antes de que llegase a la sala; Al toparse se saludaron primeramente con sonrisas, hasta que estuvieron cerca.
-Tío, que alegría verlo. —la voz de Joe denotaba su felicidad al tiempo que abrazaba al hombre.
-A mí también me alegra verte hijo. —recibiendo el gesto de su sobrino. -¿Y cómo te la llevas con los guardaespaldas? —inquirió divertido, ya que cuando hablaban por teléfono el chico siempre desviaba el tema.
-No me la llevo, allá afuera están, tío la verdad no es necesario. - intentaba hablar.
-Es por tú seguridad Joe y no quiero que le hagas la vida imposible como a los demás. —le dijo determinante.
-Que ya no soy un niño, se defenderme solo, me siento estúpido, es estúpido andar con niñeras.
-¿Entonces yo soy un estúpido? -inquirió y Joe desvió la mirada a los cuatro hombres que siempre lo acompañaban y que estaban a tres pasos de distancia. —No. solo soy precavido y quiero que cumplas, son mis órdenes ¿Entendido? —preguntó Reinhard con voz determinante, ya que cuando necesitaba hacerse respetar lo conseguía sin tanto esfuerzo, él les había brindado confianza y quería a cambio obediencia.
-No, la verdad no, pero me toca entenderlo supongo. —hablaban mientras se encaminaban a la sala de espera y de allí dirigirse al hotel Palace, donde también se hospedaba Ian, con su esposa e hijo.
-No supones mal. -el hombre de ojos azules desvió la mirada a su hijo mayor, al cual no veía desde hacía cuatro días. -¿Cómo le va con el clima a Liam? —preguntando por el estado de salud de su nieto.
-Bien, solo se le congestiona un poco la nariz, pero el doctor dice que
se acostumbrará. —respondió el chico caminando al lado de su padre. — Ayer llegaron Thiago y Marcelo, ya todo está preparado, hemos pasado primero por el club.
-¿Me imagino que Diogo no sabe nada? —preguntó al tiempo que se colocaba los lentes de sol y las puertas se abrían para que los tres hombres en compañía de los guardaespaldas salieran.
-No, por eso no le he dicho una sola palabra a Thor , porque es un bocón y a la primera le dice lo de la fiesta sorpresa. —la voz de Joe dio la respuesta y veía como su tío admiraba el Lamborghini. —Lo traje porque sabía que querías conducirlo. —le avisó sonriente al tiempo que le lanzaba las llaves.
Reinhard atajó las llaves y apretó el botón para que las puertas se elevaran, mientras sonreía ante la atracción que causaba en él el vehículo, ya que solo había probado la potencia del motor cuando se lo permitieron en el salón de Ginebra, a donde viajo después de recibir la llamada de la Lamborghini por ser uno de los clientes internacionales de la famosa marca de automóviles deportivos.
Subió al auto rojo brillante e hizo que los motores rugieran.
-Yo creo que mejor me voy con los guardaespaldas. —acotó Joe riendo.
-¿Tienes miedo pantera? —inquirió Ian subiendo al Mustang negro.
-Con Reinhard al volante cualquiera. —expuso, mientras que su tío lo miraba retadoramente. -Está bien. —subió al auto y el hombre hizo descender las puertas. —Tío recuerda que al entrar al tráfico tienes que manejar moderadamente. —apenas dijo esto su cuerpo se sacudió y se adhirió involuntariamente ante el arranque del auto el cual salió disparado y a segundos aumentaban la velocidad, siendo seguidos por Ian y cuatro camionetas GMC Denali terrain negras con los ocho guardaespaldas a bordo, cuatro que acompañaron a los chico y cuatro que viajaron con Reinhard, quien iba a 280 Km/h y aumentaba, seguidos por Ian que iba a 230 Km/h y los Guardaespaldas hacían el esfuerzo por mantenerles la mínima distancia.
-¿¡Música!? —preguntó Joe mientras sentía el viento silbar en sus oídos.
-Rock, pero del bueno, no vas a poner mierda Joe . —le pidió sonriendo, el joven presionó la pantalla y empezó a buscar algo que a su tío le gustase, al encontrarla le dio a reproducir y le alzó el volumen, a Mein
Teil de Rammstein.
El hombre empezó a mover la cabeza y a cantar por lo que Joe lo siguió, entonando la canción como si fuesen estrellas de rock y a segundos reían. Reinhard en los negocios era un As, hombre inteligente, culto, selecto, elegante, sin embargo una de las mejores facetas de su vida era esas en las que compartía con sus hijos y sobrino, ya que se sentía joven y lleno de vida.
La siguiente canción que les amenizó el viaje fue, Rock Of Ages e igualmente la cantaron a todo pulmón y poco a poco Reinhard fue bajando la velocidad, ya que empezaban a entrar en tráfico y era mejor evitar alguna multa, por lo que también le bajaron un poco al volumen.
-¿Han preparado lo de la banda? —preguntó Reinhard, para ponerse al
día.
-Si ya todo está listo, pero tío, ¿Está seguro que usted quiere usar el bajo? es que ya no somos unos niños y usted no puede guiarnos.
-¿Me estas llamando viejo Joe Jonas ? —desviando la mirada del camino.
-No, claro que no. solo que. -hablaba cuando el tío intervino.
-¿Cuántos años tiene Robert Trujillo, Tom Hamilton? Son bajistas profesionales, activos y son mayores que yo ¿Y quién les dice que hacen el ridículo? Nadie, porque no lo hacen. —le dijo y empezó a golpear el volante con las palmas de las manos al ritmo de, Hard as a rock, de AC/DC.
Se vieron atrapados en el trafico congestionado de una de las avenidas más transitas de Nueva York
-¿Cómo van las cosas en río? —preguntó el chico para cambiar el tema porque no podía pedirle a su tío que no se divirtiera, cuando la mayoría del tiempo la pasaba metido de cabeza en los negocios, el compartir con ellos era su manera de relajarse y dejar salir su lado más irreverente, sin embargo también le gustaba el jazz, el teatro, le apasionaba el cine clásico, casi todo tipo de lectura, era un hombre con un amplio abanico de gustos y eso mismo se lo enseño a ellos.
-Muy bien, con la excitación del mundial el próximo año, ya aseguré nuestras entradas a palco para todos los encuentros, doné quince millones de dólares, para la remodelación del estadio Arena Mineirao.
-¿Y por fin que paso con el Maracana? —preguntó, siguiendo la conversación.
-Lo están remodelando nuevamente porque no cumplía completamente los requerimientos de la FIFA.
-La FIFA si jode, siempre es lo mismo. Ya estamos por llegar, tío pasó a las once por usted para ir a almorzar.
-No Joe , tengo un almuerzo en Forbes, aproveché el viaje para la entrevista, -su mirada se ancló en dos mujeres que caminaban por la acera y se quedaron mirándolos y al segundo se dio cuenta que eran el centro de varias miradas. —Mira nada más cómo nos observan las mujeres. —dijo divertido.
-Miran el carro, no a nosotros. —aclaró Joe enfundado en las gafas de sol Oakley Hijinx.
-No te miraran a ti, porque a mí me están comiendo con la vista. — expuso con supremacía. Por lo que Joe hecho la cabeza hacia atrás para liberar una carcajada exponiendo su perfecta dentadura.
Al llegar al Palace, Reinhard bajó del Lamborghini y Joe se pasó al lado del conductor, esperando a que su tío y primo entrasen al hotel, para después arrancar, antes de salir de las instalaciones del lugar miró por el retrovisor y las dos camionetas encendían los motores, dejó libre un suspiro y observó a su tío que se despedía con una sonrisa, él solo elevó la mano en un gesto de despedida.
Sophia le dedicó una mirada a (_Tn) a través del espejo, mientras ambas se aplicaban mascara en las pestañas, sin poder evitarlo la pelinegra también sonrió ante la travesía de maquillarse.
-Creo que esta noche vamos a causar unos cuantos ataques al corazón. —expuso la pelirroja sintiéndose Jessica Rabbit. Aunque llevase un vestido negro a la altura de los muslos que se ajustaba a estos, adornado con algunos brillantes. El cabello sumamente alisado y un flequillo que se intercalaba en sus pestañas, dejando ver el contraste sensual del rojo de su cabello y el negro en estado puro a causa de la máscara, inimitable intense de Chanel, que creaba en ella una mirada intensamente turbadora, haciendo resaltar sus ojos verdes.
-Bueno en realidad yo no voy con esa intensión, solo voy a divertirme un rato. —acotó (_Tn) que llevaba el cabello en un estilo salvaje — sensual, armado con ondas agresivas, algo que le llevó mucho tiempo debido a que su pelo es extremadamente liso, su vestido al igual que el de Sophia era a la altura de los muslos, pero a diferencia del de su amiga este
tenía las mangas largas y el escote en V de color plateado con lentejuelas de distintos tamaños y formas, los zapatos de un tacón alto y elegante en el mismo tono, que lograban que sus piernas se viesen más estilizadas y atractivas.
-¡Ya es tarde, estoy esperando! —se dejó escuchar la voz de Oscar desde la sala.
-¡Si ya vamos! —respondió (_Tn) soportando la risa al tiempo que casi corría a la cama para tomar su cartera.
Al minuto dejaban al hombre pasmado ante la belleza y sensualidad de las chicas, quienes le sonreían para con esto pedir disculpas por la demora, sabían que no podían perder más tiempo por lo que salieron.
El ambiente brasileño reinaba en uno de los salones de un exclusivo local nocturno, de la ciudad de Nueva York, el cual eligieron para celebrar el cumpleaños de Diogo Ferreira, ahijado de Reinhard y que trabajaba con Thor en la sucursal del grupo EMX.
El local se encontraba dividido de un salón contiguo por cristales que aislaban el sonido para que este no afectase los ambientes musicales, Diogo fue recibido en medio de garotas que bailaban al ritmo de la samba, papelillos, efectos de humo e iluminación.
El show de las garotas terminó y todo quedó a oscuras, solo podía ver el humo envolverlo, cuándo unas luces indirectas se posaron sobre una banda en una tarima, no lograba reconocerlos hasta que las notas del Thrash metal, se dejaron escuchar y el escenario se iluminó completamente, dejando al descubierto a Thor en la batería, Joe en la primera guitarra, Ian en la segunda, Reinhard en el bajo, solo faltaba él, por lo que de un brinco subió a la tarima y se puso tras el micrófono para recordar viejos tiempo, en el cual pasaba los fines de semana en la casa de su padrino en Río.
Dando inicio al tema, Attitude de Sepultura, del cual era un gran seguidor, al terminar se acercó a su padrino y le dio un gran abrazo al tiempo que agradecía la sorpresa, igualmente a Ian, Thor y Joe al cual le dijo cuál era la siguiente canción para que con la guitarra marcará el ritmo.
Después de ocho canciones de Sepultura el espectáculo de Thrash metal llegó a su fin, los chicos bajaron y fueron recibidos por las garotas, quienes los esperaban con bebidas alcohólicas tradicionales del Brasil,
entre las cuales estaban Caipiriña o cachaba para los que querían algo más fuerte, cervezas de diferentes marcas brasileñas, Brahma, Kaiser, Antártica, entre otras.
Joe no quería de momento alcohol, por lo que prefirió una bebida energizante a base de guaraná, su mirada se paseó por el local de al lado donde todos estaban bailando, el movimiento de los cuerpos y el show de luces indirectas le indicaba que era música electrónica, regresó la mirada a la fiesta y buscó a Thor este se encontraba bailando con una garota y él se acercó siguiendo el ritmo de la samba para acompañar a su primo.
Diogo también se les unió, mientras los tres intentaban llevarle ritmo a la chica que bailaba samba, algo que se les hacía imposible ya que ella los desconcentraba completamente con la voluptuosidad de su cuerpo cubierto por escarcha en colores verde y amarillo.
El cumpleañero sintió un baño de champan helada, solo agitó los cabellos mientras reía emocionado y percatarse que quien lo bañaba era su hermano Thiago, por lo que le lanzó la caipiriña que tenía en la mano para después darle un abrazo.
El desorden y entusiasmo era total, muchas personas del local contiguo miraban y se divertían con la fiesta brasileña, los hombres admirando a las garotas, que no dejaban de contonear sus esculturales cuerpos al ritmo de la samba que era tocada por hombres con los torsos desnudos y parecían ser de acero, ganándose estos las miradas de las féminas.
La energía y risas reinaban en el lugar, tomaban y comían mientras bailaban, no se sentaban un solo segundo, hasta que el Dj colocó una de las danzas de uno de los grupos que se encargaban de animar las playas en Brasil.
Thor al escuchar la Danga da Motinha, subió al escenario quitándose la camisa.
-Ahí va. —le dijo Joe a Ian
-Y no lo vamos a dejar solo. —le dijo el mayor de los primos sonriendo y empujándolo, siendo seguidos por Thiago, Diogo, Bernardo y Renato.
Mientras se quitaban las franelas y camisas, para subir al escenario, todos llevaban jeans, los de Joe eran unos Dolce & Gabbana de tres botones, sumamente desgatados, sobre todo en la parte delantera de los muslos, se quitó la franela cuello V blanca de mangas tres cuarto, dejando
al descubierto su torso perfecto adornado por el tatuaje que solo lo hacía lucir más sensual.
Ian, se quitó la camisa a cuadro, mostrando doce de sus treinta tatuajes y al igual que todos los hombres en el escenario, exponían cuerpos envidiables, torsos bronceados y cincelados, parecían modelos de calendario, mientras que Thor ya causaba furor, tanto en el local donde se llevaba la fiesta, como en el contiguo, la mayoría de las mujeres se habían pegado al vidrio.
-¿De verdad te crees Rafael de Axe Moi? —inquirió Joe riendo colocándose al lado de él y al otro lado se plantaba Ian, siguiendo los pasos de la coreografía, la cual consistía en hacer como si estuviesen encima de una moto, que aceleraban poco a poco, moviendo sus caderas de manera sensual, hacia delante y hacia atrás, mientras que con una de sus manos hacían el gesto de acelerar.
La esposa se Ian se acercó a la tarima con billete en mano y se lo colocó en la pretina del Jean, él se dobló un poco y le dio un beso, extremadamente sexual, algo que para ellos era normal.
Las mujeres aplaudían y algunas le gritaban barbaridades, ellos solo reían y seguían con su coreografía, las del local contiguo no tenían idea que bailaban porque se les era imposible escuchar, pero eso era lo de menos, les sobraba con mirar a los hombres mover sus cuerpos, mientras pensaban que en la cama con esos movimientos las matarían, pero de placer, más de una envidió y sintió un hueco de vértigo en el estómago al ver al hombre de los tatuajes besar a la rubia.
Algunas se encargaban de elegir a su favorito, Thor por ser el más alto y con el cuerpo más ejercitado, se llevaba más suspiros y piropos, mientras que las que miraban a Joe sentían el corazón latir en la garganta y las venas palpitar rápidamente ante la sensualidad de los movimientos de abdomen y los muslos marcados en el jean.
-¡Créu! ¡Créu! ¡Créu! —pedían a coro las mujeres presentes en la celebración brasileña, cuando la Danga da Motinha llegó a su fin y ellos pensaban en bajarse, el Dj se encargó de complacer a las féminas, por lo que a los chicos no les quedó más que seguir con su show, que debido al ritmo de la danza, debía ser más rápida con más intensidad y sensualidad.
La mirada de Joe captó una figura femenina a través del cristal, la cual hizo que la sonrisa se le congelará y perdiera por unos segundos el sentido del baile, pero lo retomó casi inmediatamente, esta vez con la
mirada fijada en la chica pelinegra vestida de plateado.
(_Tn) envuelta en excitación y vértigo se dio cuenta que al fin Joe la había visto, ella había disfrutado de él desde que se montó en la tarima y agarró la guitarra eléctrica, dejándole claro que era excelente con el instrumento y que el día que le dijo no le estaba mintiendo.
Pero más excelente aún era con el baile o con el movimiento de su cuerpo, sentía una agonía en su centro, era un reclamó que le hacía cada vez que él movía sus caderas, la respiración se le agitaba cada vez más y su desconcierto era abismal, era completamente distinto al hombre que hasta ahora conocía, se le veía feliz, riendo abiertamente, como si fuese un adolescente, ella no podía descifrar, quien era realmente Joe Jonas , si era ese hombre frió y soberbio que casi la atropellaba, el exhibicionista seductor, el antipático y voluble que la mando al diablo y la echó de su departamento, ese hombre era un completo enigma que la atraía como el más poderosos de los imanes.
-Esos tipos agarraron la sexta velocidad, ¡Madre de todos los santos! —exclamó Sophia a su lado. —Sabes que un estudio reciente entre hombres y mujeres de 51 países, concluye que los brasileños son los seres más guapos del mundo. Son románticos, sexys y cogen como nadie. Viéndolos moverse de esa manera no me cabe la menor duda, si te agarran te parten. —dijo sonriendo. -Cuentan con un gran arma de seducción, ven vamos a verlos más de cerca, -jalándola por uno de los brazos.
-No Sophia. me tienes nerviosa. —le hizo saber rehusándose.
-¿Yo te tengo nerviosa? —inquirió soltando una carcajada. —No será el malabarista, con dotes de stripper, mira que bien se mueve, ese te agarra y te deja sin caminar por una semana. —expuso con picardía.
-Deja de ser tan vulgar, ese hombre no me gusta, no es más que un egocéntrico, voy a la mesa con Oscar. —dijo soltándose y encaminándose en dirección contraria, en medio del mar de personas que bailaban al ritmo del trance.
Joe se sintió desconcertado al ver que (_Tn) se daba media vuelta y se marchaba, sin embargo siguió bailando Créu con sus amigos y primos, al terminar en medio de papelillos que le lanzaban las chicas, bajaron cada uno agarrando la prenda que se habían quitado y se la colocaron, el Dj se encargó de amenizar con el género salsa, él agarró otra bebida a base de guaraná y se sentó en la mesa con su tío, buscó en el bolsillo de su chaqueta de cuero negro que reposaba en el respaldo de la
silla, sacó la cajetilla blanca con letras plateadas de cigarrillos Treasurer Luxury White, sacó uno y lanzó la caja sobre la mesa, para después encender el cigarrillo, buscó el iPhone y lo revisó, encontrando varias llamadas perdidas, las cuales devolvería cuando estuviese en un lugar apto.
-(_Tn) . sé que me pase un poco con mis comentarios. —la voz de Sophia sentándose al lado de su amiga denotaba arrepentimiento. — Ya quita esa cara, anda vamos a bailar.
-¿Qué pasa con ustedes? —preguntó Oscar removiéndose en el asiento.
-Es que a (_Tn) le gusta un chico, pero se lo niega, parece una adolescente insegura. —respondió la pelirroja.
-No soy insegura, -intentaba hablar cuando su amiga intervino.
-¿Entonces que eres? Una miedosa, ya deja de creer que todos los hombres son iguales, porque no lo son, mira nada más aquí tenemos a Oscar, ¿Acaso es igual a ese que te traumo? —preguntó desviando la mirada al afroamericano.
-Oscar es la excepción. —le hizo saber a su amigo.
-No soy ninguna excepción, hay hombres buenos (_Tn) , no tienes que buscar solo para que te beneficien en tus proyectos, también pueden ayudarte con tus sentimientos, todo ser humano necesita un poco de amor verdadero.
-No Oscar estas peor que Sophia, mejor vamos a bailar. —dijo poniéndose de pie y agarrando a su amiga por la mano, haría cualquier cosa con tal de evitar la conversación.
Ambas chicas dejaron libres gritos de emoción al escuchar. Calling con la voz de Ryan Tedder y el performing de Alesso, por lo que se dejaron llevar por el ritmo de la música, mientras cantaban.
-¿Can we freeze, come and surrender our rights and wrongs?
¿Can we just for one night let...
the stars decide where we belong?
Maybe heaven right now.
Is a devil or ángel away...
that won't change,
together we vow that our colors will sparkle the faith.
And I will findyou, i will findyou, i willreach you.
Or I, I, I will lose my mind...
lose my mind, lose my mind, and lose my mind,
yeah
A (_Tn) la voz se le congeló en la garganta y el corazón se le disparó en latidos al sentir una mano posarse en su cadera y la otra en su vientre, un cuerpo masculino con una energía única se adhería a su cuerpo y la mirada de Sophia le gritaban de quien se trataba.
-¿Estas segura que quieres perder la cabeza? —la pregunta fue susurrada en el oído de la pelinegra sintiendo el tibio aliento que atravesaba su melena revuelta sensualmente, sintió como un gran abismo se abría en la boca de su estómago, era algo parecido, como cuando bajaba la pendiente de la montaña rusa Kingda Ka en Nueva Jersey, ese morir y revivir en cuestión de segundos, sin embargo el tener a Joe Jonas agarrándola de esa manera, bailando detrás de ella era como estar en el preciso instante en la Takabisha de Japón, nunca había ido, pero ya no lo necesitaba, estaba segura que sería lo mismo.
En un acto reflejo cerró los ojos para tratar de controlar los átomos que sentía estallar uno a uno, se obligaba a no temblar y a respirar, necesitaba respirar porque iba a morir por asfixia mecánica si no lo hacía, todo le daba vueltas, no podía escuchar la música solo la respiración de él en su oído, al abrir los ojos buscó a Sophia y está ya no estaba por lo que maldijo a su amiga, por dejarla de esa manera, al borde de ese precipicio, sintiendo cómo se balanceaba agónicamente llevada por él, era quien con sus manos la movía y el abismo era cada vez más grande, seguramente terminaría perdiéndose en el hueco en su estómago.
ElitzJb
ElitzJb


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Mensaje por ElitzJb Jue 31 Oct 2013, 6:44 pm

Capitulo 9


Parte 2

El aroma masculino solo lograba excitarla cada vez más, era una extraña y deliciosa mezcla de Clive Christian, algún cigarrillo exclusivo y otro olor que de momento no podía distinguir, pero que estaba volviéndola loca.
Las manos sobre su vientre y cadera hicieron presión y la giraron lentamente, ella se obligó a abrir los ojos y no mostrarse débil o al menos que no notara el poder que estaba ejerciendo sobre ella.
Joe observó el rostro perfectamente hermoso de (_Tn) iluminado de verde por las luces indirectas, cambio a rojo, turquesa, amarilla y blanca, mientras obligaba a su cuerpo a seguir el ritmo de la música, no podía emular palabra, la belleza y sensualidad de esa mujer lo
habían dejado mudo, la excitación corría como caballo desbocado por todo su ser, nunca en su vida había sentido tanta adrenalina, ninguno de los deportes extremos que había experimentado, le habían hecho sentir lo que esa mujer estaba logrando con la mirada, podía decir que se le acercaba un poco, cuando se lanzaba de un avión, mucho antes de utilizar el paracaídas, sin embargo no era la misma sensación, para él esto era mucho más extremo.
Las ganas de tocarlo palpitaban en las yemas de los dedos de (_Tn) , por lo que siguió bailando moviendo sus caderas de un lado a otro lentamente, llevó sus manos y rozó con la punta de sus dedos la mandíbula del chico, mientras admiraba los labios masculinos, él se acercó aún más y ella aspiro el aliento definiendo el olor exótico de la guaraná, él la imitó y acarició la cara de ella, quien después de la caricia sutil, pero arrasadora, se dio vuelta y se adhirió aún más a él que sabía perfectamente como bailar, como llevarle el ritmo, mientras le quemaba las caderas con las palmas de sus manos, al aferrarse con una presión devastadora.
(_Tn) elevó los brazos y acariciaba el cuello de él quien le rozaba el de ella con los labios, sintiendo ambos descargas eléctricas de placer en ese arte sensual de bailar, una vez más él la volvía de frente y el ritmo de la música aumentaba por lo que hicieron los movimientos más rápidos balanceándose de un lado al otro, hacia atrás y hacia adelante, las manos no podían quedarse quietas por lo que los dos se pincelaban los rostros con los dedos.
Joe llevó sus manos al cuello femenino lo sostuvo y acercó su cara, tanto cómo deseaba, tanto como para hacer lo que sus ganas le gritaban, uniendo su frente a la de ella.
-Mierda, perderé la cabeza. —susurró y tomó entre sus labios el inferior de la joven, seguido succionó el superior con una lentitud torturante, grabando el momento para la eternidad, logrando que todo alrededor desapareciera, estimulando con sus labios los de ella, encontrando los mejores sabores, los más deliciosos y exóticos. Llevó su mano a la nuca femenina, inmovilizándola ya que no solo quería probar sus labios quería beber de su boca, descubrir sabores nuevos en el interior, hacer a su lengua partícipe de ese juego, de esas sensaciones, sentir las texturas, todas y cada una, mezclar su saliva con la de ella y crear el más erótico de los elixir.
La mezcla de excitación — miedo, se abrazaba y envolvía cada
partícula de su ser, porque descubría en esa mujer, nuevas sensaciones, nuevos sentimientos, nuevas ganas y temía por él, por ella, temía porque quien se atravesará.
A (_Tn) las piernas le temblaban, mientras intentaba llevar el ritmo del beso, obligándola a comparar, siempre las mujeres se encargaban de hacer comparaciones, hasta que llegaba ese que reventaba todos los esquemas, cómo lo estaba haciendo Joe Jonas en el instante con ella, nunca había sido besada con tanta intensidad, con tanta ganas, tal vez y solo tal vez, otros la hayan besado con más amor, pero aunque le estuviesen entregando el alma en los besos, ella no lo sentía así, ahora este marcaba la diferencia, cruzaba la barrera y estaba aterrorizada, porque iba en contra de su esencia, sabía que podía terminar lamentándolo sin embargo no podía alejarse, no podía impedir el movimiento de su lengua buscando en la de Joe , el sabor a guaraná y el ímpetu del musculo la sublevaba al punto de no poder reaccionar.
Si el mundo existía, ella no era consiente. Si la tierra giraba, no le importaba, se encontraba completamente entregada a ese beso, él había hechizado sus cinco sentidos, ninguno se encontraba alerta en ese instante, ni siquiera la razón podía pararlo, era como una ola con miles de emociones que la arrastraba mar adentro.
-¿Que hace aquí? —sin aliento, aturdida y perdida en la mirada de fuego nocturno, entregándose al roce de sus labios contra los de él al hablar.
-¿Quieres que te siga el juego de que no sabes que hago aquí? —la voz profunda cómo el océano y el aliento a guaraná, la envolvieron en una excitación nunca antes experimentada, su vientre se contraía y vibraba, mientras su centro empezaba a ahogarse.
Joe llevó su mano y tomó la mandíbula femenina, mientras que con su lengua pincelaba agónicamente el centro de los labios de la chica, disfrutando de la textura suave ante la hinchazón y de los pálpitos apenas perceptibles.
-Vi. vi. —intentaba hablar, pero la lengua de él irrumpiendo no le hacían nada fácil la tarea y solo se limitaba a succionarle suavemente la punta de la lengua en un movimiento repetitivo atraída por el sabor de su saliva. —El. vídeo, gracias. —logró el cometido de hacerle saber y se dejaba llevar por sus impulsos, llevó sus manos al cuello del chico y se adhirió completamente a él presionado contra el pecho masculino sus
pezones despiertos, nunca en su veintitrés años de vida había sentido tanta adrenalina correr por sus venas, tanto deseo desbocado haciendo de ella una marioneta, sin ningún control por lo que una vez más buscaba la boca del fiscal, perdiéndose, ahogándose y naufragando en él.
-Si quieres puedo darte unas clases personalizadas, ahora. —le hizo saber hipnotizándola con su mirada misteriosa, sus gestos enigmáticos y palabras que la dominaban completamente.
-¿Ahora? —preguntó titubeante y tragando en seco para ahogar sensaciones que no lograba definir.
-Solo si tú quieres. —con la mirada fija en la de ella, tratando de convencerla, porque se moría por estar en un lugar más íntimo, la deseaba como no había deseado a ninguna mujer y él sabía perfectamente a que se debía. (_Tn) para él era un reto y quería alcanzarlo, dominarla y sacarla de juego, alejarla del peligro, su instinto se lo gritaba.
-Voy por mi cartera. —sabía que se estaba comportando como una mujer fácil, pero deseaba a ese hombre, lo anhelaba desde hacía algunas semanas y prefería arrepentirse de haberse metido en la cama con él que lamentarse por no haberlo hecho, nunca se había sentido tan atraída y era hora que le diese rienda suelta a sus placeres.
-Yo voy por mi chaqueta ahí están las llaves del carro, si quieres te busco en la mesa donde estas.
La voz de él meramente explicándole ya le encendían la piel.
-No. no, mejor nos encontramos en la salida. —le pidió.
Lo que menos quería era que Sophia empezará con sus indirectas delante de él ¡Jamás le creería que le iba a enseñar capoeira!
Joe asintió en silencio y la atrajo hacía él una vez más, besándola y dejándola a medias, sembrándole ganas, por si se arrepentía en el camino, observó como ella se perdía entre la gente, por lo que se dio media vuelta y regresó al salón donde se llevaba a cabo la celebración de Diogo.
-Joe te han estado buscando los chicos. —le hizo saber Reinhard al verlo llegar a la mesa y cómo agarraba la chaqueta del respaldo de la silla.
-Me voy tío, nos vemos después. —colocándose la prenda ante la mirada desconcertada del hombre.
-¿Cómo que te vas? ¿Paso algo? —inquirió evidenciando preocupación.
-No, nada, una chica. —le guiño un ojo para que comprendiera.
-Está bien te disculparé, me mantienes informado. —mostrándole con un gesto el móvil, ante la mirada sarcástica de Joe , continúo. —digo, si se suscita algún inconveniente, no tiene que ser absolutamente de todo Joe . —la voz del hombre era picara.
-Está bien, lo haré, ahora me siento como un adolescente. —dijo sonriendo.
-¿Llevas preservativo? —preguntó en un estado total de complicidad.
-Siempre llevo, ahora si me voy, no la haré esperar.
La mirada divertida de Sophia y la cuidadosa de Oscar se paseaban por (_Tn) , quien sacaba de su cartera las llaves del auto y se las entregaba al hombre.
-No creo que pueda abrir la boutique, por favor Sophi hazlo por mí, sé que últimamente lo has hecho muy seguido y te pido disculpa por ello.
-No te preocupes, igual tengo que ir a trabajar. —la sonrisa impúdica bailaba en los labios de la pelirroja. —Ahora ve tranquila, yo me encargo, eso si lo grabas todo.
-¡Sophi! —exclamó ruborizándose la pelinegra.
-Quiero tomar unas clases de capoeira también y quiero ver que tal enseña, porque te va a enseñar capoeira ¿No es verdad? —inquirió elevando una ceja con sarcasmo.
-Por mí no se preocupen. —le hizo saber Oscar sonriendo y elevando las manos a la altura del pecho en gesto de inocencia.
En ese momento (_Tn) sintió el teléfono móvil vibrar dentro de su cartera por lo que lo buscó y lo revisó, era un WhatsApp.
"Estoy esperando señorita Winstead"
La imagen del rostro serio y provocativo, con una barba candando, una nariz perfecta y unos labios que no solo parecían enloquecer si se les besaba, si no que literalmente lo hacían, le mostraban al remitente. Ella no pudo evitar sonreír y presionar rápidamente las letras en la pantalla.
"Un minuto fiscal ¿O prefiere que le diga profesor?" —envió y no fue consiente del suspiro que revoloteo en su pecho y terminó escapándose, elevó la mirada y se encontró con las expresiones divertidas de sus amigos, para evitar dar explicaciones solo se acercó a ellos y les dio besos de despedida, marchándose sin decir nada, caminó a la salida su móvil
vibraba una vez más y cómo la más feliz y ansiosa de las adolescentes lo reviso rápidamente.
"Podríamos dejar los formalismos de lado ¿Por qué no entramos en confianza (_Tn) ?"
Millones y millones de mariposa empezaron a estrellarse en su estómago y sonreía sin ser consiente, pero al segundo se obligó a congelar la risa, no quería que la viera tan perdida en él.
"No me pida que le diga Joey , me sentiría una pedófila" —
escribió rápidamente y se lo envió, mientras seguía caminando en medio del marullo de personas a las cuales les pedía permiso sabiendo que no podrían escucharla por la música.
Su mirada se posó en la mano masculina que cerraba su brazo, un hombre vestido de negro que estaba por los dos metros, su mirada desconcertada hicieron que este le aclarara la situación.
-Señorita Winstead, vamos a guiarla a la salida —el hombre hablaba, mientras la mirada, mezcla hazel — avellana se anclaba en otro hombre a su lado derecho y como este con uno de sus brazos apartaba a las personas.
Se encontraba atrapada en un remolino de fluctuación cuando vio a Joe Jonas parado a un lado de la puerta principal, él al verla se encaminó, sin mostrar ninguna emoción en su rostro.
No sonrías, no sonrías porque parecerás una estúpida desesperada. —se decía la chica mentalmente, cuando su boca se abrió a medias sorpresivamente para liberar un jadeo, cuando sintió la mano tibia de él cerrar la suya en un gesto posesivo y protector, cómo su mano cubierta por la de él quedó realmente pequeña, dirigió la mirada y observó lo hermosa que era, cuidada, los dedos eran de un tamaño perfecto, de un grueso aprobado, las venas se apreciaban y los vellos la hacían aún más atractivas.
Sentía el corazón brincar en la garganta, sentía miedo y exaltación, todo le daba vueltas, era la misma mezcla de sentimientos que la asaltaban antes de perder la virginidad hacía casi tres años; Y por más que buscará en la tela de arañas que se había formado en su cabeza donde veía a Joe Jonas desnudo, un resquicio de control, no podía encontrarlo.
Escuchaba unos pasos hacer eco detrás de ellos y se percató que eran los mismos hombres que la ayudaron a salir del local, siendo consiente que ya se encontraban en el estacionamiento.
-Tranquila son mis guardaespaldas. —la voz segura, pero ronca de él se dejó escuchar.
(_Tn) reconoció el Lamborghini rojo, imposible no hacerlo cuando era el único en el mundo, mientras él sacaba las llaves de la chaqueta, presionó el botón en el comando, las luces parpadearon y las puertas empezaron a elevarse.
-¡Auxilio! —se dejó escuchar la voz ahogada en llanto de una mujer. —¡Por favor!
-Cállate. Cállate. —dos voces distintas de hombres le exigían.
Joe al escuchar buscó rápidamente con la mirada el lugar de donde provenían los gritos, divisó en medio de la penumbra a dos hombres sometiendo contra un muro a una mujer, la cual parecía no poner ningún tipo de resistencia.
(_Tn) sintió cómo le soltó la mano y antes que pudiese coordinar él salió corriendo con una velocidad impresionante y detrás de él corrieron los guardaespaldas.
-¡Hijos de puta! —exclamó al ver que los hombres huían, pero él no se detuvo en su persecución logró agarrar a uno jalándolo por la capucha, con esto deteniéndolo en seco y de un jalón lo tiró al suelo, colocando la bota mustang corte militar en el cuello del hombre, sacó el iPhone y le tomó varias fotos, mientras que el individuo trataba de cubrirse la cara, por lo que Joe hacia más fuerte la presión en el cuello, intentando controlarse, despejar la nube de ira de sus ojos.
-Yo no hice nada, no hice nada. —repetía el hombre que no pasaba los veintitrés años, se encontraba sumamente asustado y con la espalda adolorida ante el golpe, además de sentir la tortura de la bota lastimándole la garganta.
El brasileño retiró el pie, observando cómo el joven había quedado paralizado mirándolo aterrorizado desde el suelo.
-¡Fuera de aquí! —le gritó al tiempo que guardaba su teléfono y veía como Jackson se le acercaba. —No pasa nada ¿Puedes dejarme tranquilo? —le pidió al guardaespaldas, tratando de parecer sereno, sin embargo su semblante lucia alterado.
El delincuente aprovechó y salió corriendo. Ellos caminaron de regreso al lugar del hecho, mientras Jackson intentaba seguirle el ritmo a Joe , ante la energía que lo envolvía, parecía estar poseído.
La chica estaba sentada en el suelo tratando de unir los girones de su
blusa y (_Tn) estaba de cuclillas a su lado ayudándola, la joven lloraba y se encontraba algo distraída.
-¿Que ha pasado? ¿Te hicieron algo? —preguntó Joe colocándose frente a la joven. Y ella solo negaba en silencio, mientras temblaba, él buscó una vez más su teléfono e ilumino la pantalla, con la cual verificó las pupilas dilatadas de la chica. — ¡Mierda! ¿Con que te has drogado? — inquirió retirando con su mano el flequillo y sintiendo el sudor frió en la frente.
-¿Es usted policía? —la voz se le quebró y empezó a llorar.
-No. no soy policía, no tengas miedo. —trataba de tranquilizarla mientras le acariciaba los cabellos.
(_Tn) admiraba a Joe tan tierno y protector que le dieron ganas de abrazarlo y besarlo, demostraba ser un hombre con hermosos sentimientos, aunque unos minutos atrás, sintió pánico al ver la reacción tan agresiva cuando salió corriendo y sobre todo como trató violentamente al hombre.
Eres un completo enigma Joe , un gran misterio que me incitas a descubrir, realmente distinto a todo lo que hasta hoy conocía. —una dulce sonrisa afloró en los labios de (_Tn) , mientras observaba el perfil del chico.
-Lo parece, corrió como uno de esos policías de series. —le hizo saber la chica mientras se secaba las lágrimas con manos temblorosas.
-¿Que has consumido? —inquirió una vez más con voz tranquila.
-Una XTC, pero yo no quería, -una vez más rompía en llanto. — Es primera vez, le juro que es primera vez. ellos me dijeron que me sentiría muy bien, al principio sí, pero ya no, todo me da vueltas y veo muy borroso.
-Está bien, no te pasará nada, vamos a denunciarlos y no tienes por qué tener miedo. -Joe hablaba y ella negaba con la cabeza.
-No.no mi padre se molestará conmigo, esto sería un escándalo para él. yo solo quiero irme a casa por favor.
-Está bien.¿Has venido con alguien más? —Joe hacia la pregunta mientras pensaba en la irresponsabilidad de los padres que no podían estar pendiente de sus hijos. -¿Qué edad tienes?
-Tengo diecinueve y me escapé sola de casa, entré con documentación falsa, -aclaró ante el gesto del chico.
-Sabes que eso no lo puedes hacer, ya ves lo que puede pasar, te
vamos a llevar a tu casa, no puedes irte sola y cuando llegues te vas a dar un baño de agua fría y vas a beber mucho líquido ¿Entendido? — Joe recibió por respuesta un asentimiento. -¿Cómo te llamas?
-Megan. Megan Brockman. —respondió la chica de cabellos castaños y ojos verdes aceituna.
Joe cerró los ojos y dejó libre un suspiro lento y pesado, sintiendo como si le hubiesen pateado los testículos.
-¿Eres la hija de Henry Brockman? —preguntó Rachel sorprendida, la joven titubeo pero termino por asentir. —Entonces será mejor que llamemos a tu padre, yo lo conozco, él vendrá por ti.
-No. no mi padre va a encerrarme de por vida, no es buena idea él es un desgraciado. —dijo alterándose, presa de los nervios.
-Pero no le vamos a decir que te has escapado yo le diré que estabas conmigo.
-No lo creo necesario, la chica tiene razón. —le aconsejó Joe a (_Tn) incorporándose y caminando hacia el auto.
-¿En qué tiene razón? es mejor que él la venga a buscar, yo lo llamaré y sé que vendrá. —le dijo ella siguiéndolo.
-Tiene razón en que su padre es un desgraciado. Veo que está muy segura que el señor Brockman la buscará en cualquier lugar señorita Winstead, entonces espero que pueda llevarla a casa. —la voz del joven se transfiguró a una verdaderamente molesta al tiempo que se encaminaba al auto, subió y lo encendió, mientras las chicas desconcertadas observaron cómo las dejaba solas en el estacionamiento, detrás de él salió una camioneta con los dos guardaespaldas, dejando el sonido ensordecedor a consecuencia del rugido del motor del auto deportivo.
-¿Se ha molestado tu novio? —preguntó cautelosamente Megan.
-No es mi novio, -arrastró las palabras ante la rabia y la sensación extraña en su garganta. —Voy a llamar a tu padre. —le hizo saber sacando de su cartera estilo sobre su teléfono móvil.
-Pero te gusta.- continuo la chica con una sonrisa.
-No.no me gusta, no es más que un grosero. —informó mientras esperaba que Brockman atendiera.
-No.para mi es todo un príncipe en Lamborghini, está buenísimo. — dijo emocionada y (_Tn) solo la miro elevando una ceja con sarcasmo, en ese momento la voz aletargada de Henry se dejó escuchar al otro lado del móvil.
(_Tn) le explicó la situación, el hombre le dio las gracias y le hizo saber que enviaría a uno de los choferes por su hija, a la cual le esperaba una reprimenda, pero eso ella no se lo dijo a la chica.


Continuara...
ElitzJb
ElitzJb


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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por fernanda Jue 31 Oct 2013, 8:48 pm

DIOS TIENES QUE SEGUIRLA POR FAVOR!
QUE LE PASA A JOE EH?! ENTIENDO QUE SE ENOJE PERO DIOS!
SÍGUELA!
fernanda
fernanda


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Mensaje por aranzhitha Jue 31 Oct 2013, 9:05 pm

aww me encanta Joe!!!
Es tan sexy grr  baba
Me lo imagine bailando y todo!
Siguela!!
aranzhitha
aranzhitha


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Mensaje por chelis Vie 01 Nov 2013, 4:54 pm

aaaaaahhh!!!!!.... Quien entiende a joe?????.....
Y cielos baila como !!!... Guau!!!... Sin comentarios!!!!....
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

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Mensaje por chelis Vie 01 Nov 2013, 4:56 pm

y si es cierto!!!... siempre habra un jonas brothers!!!!.... En mi corazón!!!!!.... Jejejejejeje. Y seguiré leyendo sus noves adaptadas y originales que las chicas escriben!!!!...
chelis
chelis


http://www.twitter.com/chelis960

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Mensaje por ElitzJb Lun 04 Nov 2013, 4:40 pm

CAPÍTULO 10


Winstead Boutique, se encontraba cerrada, por inventario y cambio de tema, el cual llevaría los colores, rojo, negro y gris, dentro se encontraban (_Tn)  y Sophia, la pelirroja organizaba la nueva colección, mientras que la pelinegra colgaba un cuadro en blanco y negro del Big ben de Londres, esperaba por Oscar para que le ayudase a colgar el de la ciudad de Nueva York que era mucho más grande, ya que el moreno había salido por unas lámparas colgantes con espejos de Richard Hutten, para darle un toque más sofisticado a la decoración.
(_Tn)  bajó de la escalera y se encaminó bailando hasta donde se encontraba Sophia, golpeando la cadera de ella contra la de la pelirroja.
- Wow oh... oh. —coreaba la pelinegra la voz de Adam Levine de Maroon 5, que interpretaba This Love.
Ambas se tomaron de las manos y empezaron a bailar, mientras cantaban como si fueran unas adolescentes, Oscar y mucho menos Sophia habían hecho ningún comentario acerca del regreso a la mesa en el local nocturno el viernes pasado, si notaron el cambio en su estado de ánimo, pero sabían muy bien que no le gustaba que nadie se metiera en su vida y mucho menos en sus sentimientos, los cuales sabia dominar muy bien, el fin de semana se la pasó en su departamento y el lunes llegó como si nada a la boutique, hoy martes tenía más energías que un ejército.
-I tried my best to feed her appetite... -la voz de las chicas fue interrumpida por un hombre que llamaba a la puerta y (_Tn)  reconoció en este a uno de los guardaespaldas de Joe  Jonas  por lo que se encaminó a abrirle, más que todo por cortesía, no porque tuviese ganas de atenderlo.
-Buenos días, señorita Winstead. —saludó el moreno que parecía ser hermano gemelo de Dwayne Johnson.
-Buenos días señor, cómo puede leer estamos en inventario —le hizo saber la chica señalando el aviso en la puerta de cristal. -Si necesita alguna prenda, puede regresar mañana. —tratando de ser lo menos grosera posible.
-No he venido de compras señorita, solo a entregarle esto. — extendiendo delante de ella un sobre. —Se lo envía el señor Jonas .
(_Tn)  miró al hombre que le ofrecía el sobre y dudo en recibirlo, pero sabía que no tenía nada que perder, el guardaespaldas agradeció con una reverencia el que lo aceptara.
-Gracias señorita Winstead, feliz día. —le dijo, se dio media vuelta y se marchó.
La chica cerró la puerta y en ese momento se dio cuenta de su descortesía por no haber invitado a pasar al hombre, caminó observando el sobre al cual le daba vuelta en sus manos y lo detuvo al ver en la parte posterior el membrete en letras doradas, el nombre de un despacho de abogados con el apellido Jonas , números de teléfonos, correo electrónico y dirección.
-¿Y eso? —preguntó con curiosidad Sophia al ver el sobre en las manos de (_Tn) .
-No tengo idea, -respondió alzándose de hombros de manera despreocupada.
-Bueno revísalo. —con la mirada clavada en la envoltura, le pidió impaciente.
(_Tn)  se sentó en un banco alto y rasgó el sobre sacando un cheque, al ver la cantidad no pudo evitar que sus ojos se abriesen desmesuradamente, trataba de coordinar ante la cifra cuando Sophia se lo arrancó de la mano.
-¡La madre que lo parió! -exclamó sorprendida al ver el monto.
La pelinegra reviso el interior del sobre y encontró una nota, la cual estaba escrita a mano con una escritura imprenta que le pareció masculina y atractiva.
"Es el pago por el trabajo realizado en el gimnasio, sé que no es el monto acordado, sin embargo quise acreditar algo extra por su excelente servicio, incluyendo los besos.
Joe  Jonas ."
La boca de (_Tn)  se abrió ante la rabia y sorpresa que la azotaba, su corazón empezó a latir violentamente y la sangre aumentó su circulación y temperatura.
-Ese hijo de puta que se ha creído. —su voz evidenciaba la rabia que se había despertado en ella, le arrebató el cheque a Sophia, se puso de pie y prácticamente corrió hasta su oficina, en busca de su cartera.
-¿Qué ha pasado? -preguntó la pelirroja desconcertada ante la actitud colérica de su amiga, al ver cómo buscaba dentro las llaves del carro.
-Me cree puta el muy desgraciado, -le hizo saber sin detenerse encaminándose a la salida, con cheque, nota y sobre en mano.
-(_Tn)  espera ¿A dónde vas? Mira cómo estás vestida. —Sophia la seguía, tratando de hacerle bajar un poco la rabia y que tomará consciencia.
-Me importa una mierda como esté vestida, pero le voy a meter este papel por el culo, -le mostraba a la chica el nudo de papeles en su mano, salió y se montó al auto.
La pelirroja se sentó en el banco mientras sonreía, el abogado no se imaginaba lo que le esperaba, (_Tn)  molesta era una leona, a la cual él había enfurecido y ahora le tocaba pagar las consecuencias. Dejó libre media sonrisa y empezó a cantar.
-And I can't wait another minute,
i can't take the look she's giving,
your body rocking,
keep me up allnight,
one in a million ¡My lucky strike!
Movía su cuerpo graciosamente mientras interpretaba el tema de Maroon 5.
No le fue difícil dar con la dirección que estaba en el sobre, bajó del auto y elevó la cabeza para ver la altura del edificio de cristales negros, no lo había asociado antes, no era primera vez que lo veía, solo que anteriormente no le había dado importancia, no era más que una estructura de unos cuarenta pisos como muchos en Manhattan, en el último piso podía identificarse por sus letras de metal doradas, que cada una tendría una altura de tres metros o más.
Jonas . LLP Law office.
Bajó la mirada y encima de las puertas giratorias de cristal igualmente se encontraba el apellido, al entrar divisó un amplio lobby, con una decoración algo futurista, en colores blanco y negro, se dirigió a recepción, percatándose de como la mujer detrás del amplio mostrador de cristal la miraba de arriba abajo sin tratar de disimular lo despreciativa.
-Buenos días, ¿En qué puedo servirle señorita? —la voz de la rubia oxigenada, demostraba que se encontraba obligada a saludar.
-Buenos días, necesito hablar con el señor Jonas , por favor. — pidió obviando la actitud distante de su interlocutora.
-¿Tiene cita? —inquirió moviendo sus dedos por una tabla electrónica, tal vez para constatar.
-No, es una emergencia, soy la decoradora de interiores que está haciendo unos arreglos en su departamento, hubo un accidente. —le mintió.
-En ese caso déjeme anunciarla con su secretaria, puede esperar, tome asiento por favor. —le pidió señalando un mueble de tres puestos en cuero blanco.
(_Tn)  no quería parecer desesperada por lo que tomó asiento y se cruzó de piernas sintiendo el cuero frió, buscó su teléfono móvil para revisarlo y solo tenía unas notificaciones de redes sociales, lo guardo nuevamente y vio lo que compro antes de llegar al despacho de abogados, elevó la mirada y pudo ver a la mujer hablando por el auricular, mientras tecleaba en el ordenador.
-Disculpe señorita, necesito su nombre. —le pidió. —Es para realizarle el pase.
-(_Tn)  Winstead. —esbozó con una sonrisa de agradecimiento, se puso de pie y se encaminó de nuevo al mostrador, donde la mujer le entregó una credencial.
-Piso treinta y ocho señorita, ahí la atenderá la secretaria del señor Jonas .
-Gracias.
(_Tn)  se encaminó hacia los ascensores mientras su mirada era captada por algunos murales que alardeaban la cartera de clientes de la firma Jonas , entre las cuales se encontraban dos equipos de béisbol de las ligas mayores, tres de fútbol americano, un grupo de rock con una trayectoria envidiable y que ella admiraba, pero sobre todo al vocalista, pudo contar quince entre actores y actrices, algunas empresas reconocidas y por supuesto el grupo EMX. Dejó de observar cuando las puertas del ascensor se abrieron.
Tres hombres que no pasaban los cuarenta años con trajes de marca y perfumes exquisitos salieron del ascensor, haciendo reverencias para saludarla y cómo era de esperarse no pudieron evitar mirarla con sorpresa.
Entró, presionó el botón treinta y ocho, inhalo profundamente encontrando entre los perfumes, el Bleu de Chanel, le encantaba el olor, era
realmente masculino, aunque le gustaba más el Clive Christian, que era el que usaba Joe . Al ver el rumbo que estaban tomando sus pensamientos sacudió la cabeza y dejó libre un gran suspiro, adhiriéndose a una de las paredes de cristal del ascensor, observando como poco a poco Nueva York quedaba a sus pies, el elevador se detuvo y entraron dos hombres, con el mismo estilo de Cristhian Bale en el psicópata americano, pero en la actualidad, ya se los imaginaba con sus guerras de tarjetas. Se sentía el cordero que ellos esperaban devorar en el almuerzo ante las miradas sugestivas que le dedicaban, aunque intentaban ocultarlo detrás de sus sonrisas amables.
-Buenos días. —saludaron al unísono.
-Buenos días. — respondió ella naturalmente.
-¿Busca a algún abogado en específico? —preguntó un rubio de ojos aguamarina con un porte de modelo de Hugo Boss.
-Si, al señor Jonas .
-¿Asesoría judicial con el asistente fiscal? —a pesar que la estaba interrogando era realmente amable.
-No, es una reunión personal.
La suave sonrisa del hombre le dejo ver que pensaba que no sería sino una más del montón, por lo que se apresuró a aclararle.
-Trabajo para él, soy diseñadora de interiores.
-Interesante, -intentaba decir algo más cuando la puerta se abrió. —Ha sido un placer señorita. —la sonrisa de publicidad de dentífrico la hizo espabilar, era un hombre realmente atractivo, pero la compañía llegó a su fin porque se quedaron en el piso veintidós.
Cuando las puertas del elevador se abrieron en el último piso, la recibió un amplio, iluminado y lujoso pasillo, en una pared habían cuadros de algunos paisajes de Brasil en blanco y negro, otros a colores mostraban a Rio de Janeiro en un majestuoso atardecer que la lleno de calidez, ayudándola a sobre llevar el frió que sentía, algunas escultura en metal que parecían ser étnicas, en una esquina imponiéndose se encontraba una escultura femenina vendada, en mármol blanco y la balanza de la justica en una de su manos, en la otra tenía una espada, y debajo del pie izquierdo una serpiente era sometida, era la famosa "Dama de la justicia" y encima de ella en letras de metal dorado incrustadas en la pared, se podía leer.
"Absurda idea ese soñado derecho a tener un defensor.
O el acusado es inocente y no tiene necesidad de ser defendido; o es culpable, y no tiene razón para ser defendido"
(Pouyet 1539)
Le quedaba claro con ese anunciado sobre la escultura, que la misión de Joe  Jonas  no era más que juzgar. —Pues hasta los culpables tienen derecho a ser defendidos, a sentir que pueden impórtale a alguien, se puede ser culpable por error, creo que eso no lo toma en cuenta, fiscal. —se dijo la chica en pensamientos.
Encaminándose por ese pasillo que le parecía eterno y hasta ahora no lograba visualizarse al joven como un asistente fiscal intachable, tampoco con la agudeza para llevar ese despacho, con una cartera de clientes tan importantes y con tantos abogados bajo su mando, él que vio en el local nocturno no era más que un joven sin preocupaciones, feliz, irreverente, rebelde, aunque también conocía ese aspecto obstinado que tanto la desconcertaba, cómo algunas veces era un completo caballero y otras tantas era no era más que ¡Un cavernícola!
-Buenos días. —saludó al ver a una mujer morena de unos treinta años, algo pasada de kilos, pero de aspecto amable y elegante.
-Buenos días señorita Winstead. aún no he podido avisarle al señor Jonas  de su presencia, se encuentra sumamente ocupado y pidió no ser molestado, por nadie, sin embargo esperaré unos minutos para anunciarla, tome asiento por favor.
-Gracias. —la pelinegra agradeció con una sonrisa y se encaminó esta vez a un mueble de tres puestos de cuero negro y este se encontraba más frió que el de recepción, los minutos pasaban y la mujer solo recibía llamadas y tecleaba sin parar en el ordenador, la paciencia de (_Tn)  se agotaba cada vez más.
-Vivían, me traes un quentao por favor —la voz con acento brasileño se dejó escuchar a través de un altavoz.
-Enseguida se lo llevo señor. —(_Tn)  en ese momento le hizo un gesto, para que la anunciase. —Disculpe señor Jonas , la señorita (_Tn)  Winstead, lo busca, me ha dicho que trabaja para usted.
-Vivían en estos momentos estoy ocupado y no tengo tiempo para nadie, dile por favor a la señorita Winstead, que si en el transcurso del día cuento con unos minutos la atenderé, si no que pase otro día.
(_Tn)  sintió una hoguera cobrar vida en la boca de su estómago y la
rabia que sentía aumentó, debía esperar quien sabe por cuánto tiempo y no era seguro si la iba a atender. -Nopues, ¡Dios! Y él.
-Sí señor le informaré. —dijo la mujer poniéndose de pie.
-Lo esperaré. —se adelantó antes que la secretaria le preguntará, se cruzó de brazos, dispuesta a esperar, pero no por mucho tiempo.
-¿Se le ofrece algo? —preguntó amablemente sin embargo desvió la mirada a su vestuario y la pelinegra se preguntó si nunca habían salido de ese lujoso edificio e interactuado con personas que no vistiesen de etiqueta.
-¿Qué fue lo que pidió el señor? —la curiosidad podía más que cualquier cosa.
-Un quentao. —le dijo con una amable sonrisa. —Es un te brasileño, a base de jengibre, limón y canela, es delicioso si se toma tibio ya que tiene un sabor sorprendentemente dulce y ligeramente "picoso" ¿Desea uno? — inquirió con amabilidad.
-Si por favor. —pidió, asintiendo con una sonrisa.
-Enseguida se lo traigo. —le hizo saber y se encaminó por el pasillo, se perdió por una de las puertas y (_Tn)  observó el lugar que irradiaba paz en esa confortable soledad, se repitió, ¡Soledad!
-¡Bien! veremos si me va a dar algunos minutos cuando a él le dé la gana, -dijo poniéndose de pie y encaminándose rápidamente a las puertas dobles metalizadas al final, sabía que esa era la oficina de Joe , por lo que mientras caminaba buscaba en su bolso el cheque, la nota y lo que había comprado antes de llegar al edificio.
Joe , se encontraba en una videoconferencia con su tutor de la maestría en ciencias de la justicia penal, la cual estudiaba a distancia a través del instituto de tecnología de Rochester, cuando la puerta de su oficina se abrió sin previo aviso y vio acercarse a (_Tn)  con ímpetu, en realidad su mirada fue captada por las piernas, perfectamente definidas de la chica, la cual traía un short de jean tan corto que estaba seguro un bóxer taparía más, la respuesta a la pregunta que le había hecho el tutor se le enredo y ahogó en la garganta.
(_Tn)  divisó a Joe  sentado detrás de un amplio escritorio de vidrio ahumado, vestía un traje negro con una corbata vino tinto, los colores oscuros le hacía ver los rasgos más atractivos, el pelo, la barba, y cejas más oscuras que el ébano, en un contraste magnifico con la piel blanca, la cual se había sonrojado y los ojos fijo en ella eran dos faros de luz en la oscuridad que la deslumbraban, su rostro realmente serio
evidenciaban molestia, pero no podía ser más de la que ella sentía.
Sin decir una sola palabra colocó sobre el escritorio el cheque, la nota y un pomo de lubricante anal, clavando la mirada en él y acercándose cómo una leona al acecho.
-Ya sabe lo que tiene que hacer. —le dijo con dientes apretados.
-Estoy muy ocupado señorita, podría salir de mi oficina. —exigió con las pupilas fijas en las de ella, sintiéndose molesto, por la interrupción e insinuación de la joven.
(_Tn)  sentía tanta rabia que tenía unas ganas inmensas de llorar, la barbilla le temblaba, pero jamás se mostraría vulnerable ante ese imbécil y trató de controlar sus emociones mordiéndose el labio inferior.
Joe  se percató del ligero temblor que se había apoderado del cuerpo de la chica y su mirada se posó sobre el labio siendo torturado por los dientes, con esto las sensaciones que sintió cuando la besaba resurgieron con ímpetu.
-Doctor, se me ha presentado una emergencia con un cliente, me veo obligado a interrumpir la entrevista, le pido disculpas, lo llamaré para concretar la próxima, -pidió mirando al hombre en el monitor.
-No se preocupe Jonas  se lo difícil que es su horario, esperaré su llamada. —apenas el doctor dejó de hablar, Joe  con un toque a la pantalla dio fin a la videoconferencia.
-¡No soy ninguna puta! Y no se equivoque conmigo señor Jonas . - amenazó señalándolo y observando como él se incorporaba quedando de pie tan alto como era y ella se dio media vuelta para marcharse.
El joven a pesar de sentirse confundido y molesto no pudo evitar mirar el trasero de la chica y sus muslos, sintiendo cómo el deseo empezaba a hacerse evidente, al sentir una punzada en su entre pierna.
-Esperé, (_Tn)  espera. —saliendo detrás del escritorio y encaminándose, pero la pelinegra le llevaba varios pasos.
(_Tn)  al sentirlo cerca solo pudo cometer el mayor acto de cobardía y se echó a correr, queriendo escapar de ese lugar y no verle ni la sombra nunca más a ese hombre que la descontrolaba a tal punto, vio salir a la mujer con los tés y cómo está la miraba aturdida, sin embargo no se detuvo.
Vivían, no tenía idea de lo que había pasado, el señor Jonas  daba largas zancadas para alcanzar a la joven y su aspecto era molesto.
Seguramente le habrán roto alguna tubería. —se dijo la mujer en
pensamiento, mientras lo seguía con la mirada.
(_Tn)  presionaba insistentemente el botón del ascensor y sentía esa agonía que se debía sentir cuando se es perseguido por algún asesino, el corazón le brincaba en la garganta y sentía la boca seca, ni siquiera se atrevía a volverse, cuando las puertas se abrieron le agradeció a Dios, al tiempo que entraba y pulsaba uno de los botones interiores del elevador, se adhirió al cristal dejando libre un suspiro al ver como las puertas se cerraban y que a Joe  Jonas  no le daría tiempo de alcanzarla, por lo que se sintió victoriosa y elevó la comisura derecha con sarcasmo, al tiempo que le mostraba el dedo medio de su mano derecha, en un gesto vulgar.
El chico se sintió molesto y frustrado al ver cómo el ascensor se cerraba y cómo ella se mostraba irreverente y sátira, mandándolo al diablo con ese gesto que aunque le molestó también le provocó cierta gracia, al ver el temperamento de (_Tn) , ninguna mujer hasta ahora había osado ser tan subversiva, siempre eran sumisas que solo estaban dispuesta a obedecer y complacerlo en todo lo que él pidiera.
-¡Siempre me han quitado el sueño los retos! —exclamó y se dio media vuelta corrió a su oficina, deslizo las puertas de uno de los salones de conferencias y se dirigió al ascensor privado.
(_Tn)  se encaminó rápidamente por el lujoso, iluminado y amplio lobby, mientras levantaba miradas a su paso y se preguntaba si en ese edificio, solo trabajaban dos mujeres, porque solo tropezaba con hombres y ella se sentía caperucita roja en un bosque atestado de lobos, con trajes de diseñador.
-Señorita. —la detuvo la voz de la recepcionista cuando estaba por entrar a las puertas giratorias. —El pase por favor, -le hizo saber cuándo la pelinegra se volvió a mirarla.
(_Tn)  se dirigió rápidamente al módulo de información al tiempo que se quitaba la credencial y estaba que le decía a la rubia oxigenada. — Estarás atestada de celulitis y nunca te habrás colocado unos shorts. — pero prefirió dejar las palabras en su pensamiento y sobre el mostrador el carnet.
-¡Gracias! —con entusiasmo fingido y mostrándole una sonrisa cínica.
Salió buscando sus llaves, pero al estar en el frente del edificio, no vio su auto donde lo había dejado estacionado.
-No. no, estoy segura que lo deje aquí. —empezó a caminar de un lado a otro, sintiéndose desesperada y cómo el corazón empezaba a latirle fuertemente.
-¿Disculpe señorita, es usted la propietaria de un Nissan 370z en color blanco, con la matrícula, 8815 GTX? —preguntó uno de los hombres de seguridad de la torre, ella apenas asintió en silencio evidenciando su estado nervioso. —Le han dejado esto, se lo han llevado. —señalándole el aviso de no estacionar.
(_Tn)  se llevó las manos al rostro y dejo libre un suspiro, ante la rabia e impotencia que le dio el saber que habían remolcado su auto y la multa exagerada expuesta en el papel, ahora le tocaría sacrificar el dinero de su viaje a Italia y el pago de la credencial para el desfile de Giorgio Armani en Milán.
-Gracias. —susurró sintiendo un gran nudo en la garganta y se encaminó, se suponía que debería tomar un taxi e ir a pagar la multa para recuperar su vehículo, pero no podía pensar en eso de momento, solo necesitaba hacerse a la idea que ya no viajaría a Italia, llevaba dos años esperando, preparando el viaje y ahora en un abrir y cerrar de ojos la oportunidad se escapaba de sus manos.
No podía evitar maldecir en pensamientos, los impuestos que no le dejaban levantar cabeza, casi todo lo que ganaba terminaba pagándolo en impuestos, en cuentas de electricidad, teléfono, agua y ahora multas, caminaba sin un rumbo especifico solo quería drenar los sentimientos que la azotaban.
-¡Fantástico! —exclamó y la voz se le quebró, sintiendo cómo una lágrima le rodaba por la mejilla y se la limpio rápidamente al ver como la miraban los transeúntes, sentía la piel de sus piernas completamente erizada ante el frió y los dedos de sus pies congelados, jamás pensó que caminaría, debería estar en la calidez de su auto.
Se sentía realmente frustrada y triste, por lo que se detuvo y se dejó caer sentada al borde de uno de los edificios, como si fuese una indigente, adhirió las piernas a su pecho para sentir un poco de calor, las personas se quedaban mirándola solo faltaba que le lanzaran algunas monedas, sintiéndose más avergonzada hundió la cabeza en sus rodillas y no pudo contener el nudo en su garganta, por lo que las lágrimas empezaron a salir sin poder evitarlo, sosteniendo aun en una de sus manos la multa, queriendo en ese momento que se la tragase la tierra, sabía que no era el
fin del mundo, pero si el fin de uno de sus sueños que se había labrado durante dos años.
Sentía los pasos de las personas que transitaban por la acera hacer eco en sus oído, cómo muchos se detenían, pero al minuto retomaban su andar con prisa, cómo la mayoría de las personas en Nueva York que siempre estaban apurados para llegar a algún lugar y ella no se atrevía a levantar la cabeza no quería que nadie la reconociese, nuevos pasos se detuvieron y seguidamente una mano se posó en sus espalda evidenciando con ese toque que alguien había sentido lastima por ella, aun cuando no quería inspirarla, estaba segura que eso era lo que infundía.
-(_Tn) . —la voz en susurro de Joe  Jonas  denotó confusión y cierta impresión que de momento ella no pudo definir.
Ella cerró fuertemente los ojos y hundió aún más la cabeza, ahora si quería morirse de la vergüenza, mientras el corazón le martillaba fuertemente, sintió cómo él introducía su mano y la llevaba a la barbilla de ella obligándola a elevar la cabeza.
-No., .aléjese por favor. —por más que quiso controlar la vibración de su voz no pudo, mientras ella hacia el esfuerzo por no levantar la cabeza.
-El pavimento esta frió, hace frió y usted está dando un glorioso espectáculo con sus piernas, le está alegrando el día a más de un hombre con solo estar ahí sentada. —la voz del hombre expresaba una ternura infinita, logró que ella elevará la cabeza y lo mirase, encontrándoselo de cuclillas frente a ella, perdiéndose ambos en los ojos del otro. Joe  dejó libre un suspiro, cómo si le costase esbozar palabra. —Lo siento, no quise, no fue mi intensión humillarla, no tiene por qué llorar, no merezco sus lágrimas, sé que fui algo grosero con usted, -hablaba con una cara que el remordimiento gobernaba.
(_Tn)  a pesar de su tristeza e impotencia no pudo retener una carcajada ahogada en lágrimas, tal vez lo hizo porque aún se sentía molesta con él, por ser el mayor causante, de que su sueño se fuese a la mierda.
-¿Cree que lloro por su falta de delicadeza?, no, mejor dicho, ¿Por su brutalidad? —preguntó limpiándose con manos temblorosas las lágrimas.
El rostro desconcertado de Joe  Jonas  no tenía precio y cómo poco a poco sus rasgos se transformaban duramente, al tiempo que la tomaba por los brazos y la obligaba a ponerse en pie, ante la mirada atónita de ella, haciendo el agarre intenso por lo que ella soltó un jadeo ante el
dolor.
-Le recomiendo que no se burle. —su mirada era un tempano de hielo que le helaba la sangre.
-Y yo le recomiendo que me suelte o empezaré a gritar en plena vía pública, creo que eso no es conveniente para un asistente fiscal. — amenazó sin dejarse intimidar.
Joe  no la soltó y la retaba con la mirada, ella sentía que una vez más un gran túnel se abría en la boca de su estómago y millones de mariposas salían volando sin control, no podía retener sus pupilas y estas se anclaron en los labios de él y estaba segura que su mirada le gritaba "Bésame, bésame"
-Quiero irme, necesito realizar un trámite. —le susurró tragando en seco y él sin pedir permiso, soltó uno de los brazos de la chica y le arrebató el papel, lo miro por unos segundos.
-Jackson! —sabía que el hombre estaba cerca, por lo que lo llamó al tiempo que clavaba la mirada una vez más en los ojos de la extraña mezcla verdes hazel, sin desviarla un ápice extendió el papel. —Paga la multa de la señorita Winstead.
-¡No!., .señor Jackson regréseme la multa por favor, este señor no me va a pagar nada. —extendiéndole la mano. —Yo la voy a pagar.no tiene ningún derecho a hacerlo.
-No tiene con qué pagarla, por eso estaba llorando., .sus ojos no pueden mentir señorita.
-Pues está muy mal con su intuición, telepatía, psicología o como quiera llamarlo.
-Evidencia, es lo que veo en sus ojos y no me contradiga.. Jackson que entreguen hoy mismo el auto y que no le falte nada, sino ya sabes lo que tienes que hacer. —le dijo al guardaespaldas, al tiempo que empezó a encaminar a la joven por uno de sus brazos de regreso a la torre Jonas .
-Sí señor. —el hombre y se encaminó dejando a menos de dos metros a Logan, otro de los guardaespaldas del joven.
-Suélteme. —le pidió con dientes apretados sin poder rehusarse a caminar, porque su fuerza era mínima contra la de Joe .
-Vamos a esperar que traigan su vehículo.
-Puedo esperarlo en la boutique, no tiene por qué retenerme. - hablaba al tiempo que entraban a la puerta giratoria, cuando pisaron nuevamente al lobby, sintió la mirada envidiosa de la rubia oxigenada sobre ella y esta
vez con más fuerza.
-Entonces la llevaré. —dijo sin siquiera mirarla y se sentía como una chiguagua siendo arrastrada por la correa, se dirigieron a un pasillo donde habían unas puertas dobles de cristal.
-Podría llamar a un taxi, no quiero que se moleste, no quiero que me lleve. ¿No entiende el significado de la palabra no?. No es negativa, rechazo o inconformidad para expresar la no realización de una acción. —y sentía que el brazo le dolía. — ¡No pues! busque mejor unas esposas, que me suelte le digo —tirando fuertemente del brazo, pero no encontró ningún resultado.
-¿Podría callarse un minuto? Y dejar de lado el orgullo, no le voy a llamar a ningún taxi, ¿Tiene idea de cuantos pervertidos hay sueltos en la calle? Entre ellos taxistas.
-Y asistentes fiscales también. —susurró observando el despliegue de autos del año en el estacionamiento —Sin contar a los brutos exhibicionistas.
Joe  buscaba en su saco las llaves, al ver la Lincoln MKX gris plomo, desactivó la alarma y se dirigió con (_Tn)  al lado del copiloto, abrió la puerta y la subió a la camioneta, le pasó seguro y él se dirigió con paso confiable al otro extremo, mientras era seguido por la mirada de (_Tn) .
-Logan, necesito un poco de privacidad, por favor. —le hizo saber al hombre antes de subir a la camioneta y este asintió en silencio alejándose unos pasos.
Rachel apenas lo miraba desconcertada y cómo ponía en funcionamiento el vehículo, mientras él le dedicaba una mirada fugaz a las piernas de la joven que empezaban tomar color ya que ante el frió lucían pálidas, pero no se decidía a arrancar.
-¿Mucho mejor? —preguntó, con la mirada al frente.
-Podría estar mejor si me hubiese ido en un taxi. —objetó volviendo la cabeza al otro lado y observando a través de la ventana, para tratar de controlar las emociones que giraban dentro de ella al saberse sola en un automóvil con Joe  Jonas .
-Permiso. —dijo lanzándose hacia ella e ignorando el comentario, mientras abría la guantera del lado del copiloto y sacaba un Sony Xperia Z, ya que el iPhone lo había dejado en la oficina. Se incorporó nuevamente y lo prendió.
-¿Sabe qué? Pensándolo bien no me importa que pague la multa ya que fue su culpa el que me la colocaran. —hablo llenándose de valor y cruzando los brazos sobre la boca del estómago, para contrarrestar la sensación de cosquillas.
-¿Mi culpa? no recuerdo haber dado nunca clases de manejo, ni mucho menos pedirle que se estacionase en una área prohibida, no veo el motivo de mi culpabilidad, se empeña en culparme de sus actos. — colocando el móvil en medio de sus piernas y ella no pudo evitar mirar la prominencia que se asomaba en el pantalón del joven, tragó en seco y elevó nuevamente la mirada, encontrándose con la de él tan clara como miel caliente.
-Si es su culpa, yo ni en sueños hubiese venido a este lugar si no es porque usted me envía ese cheque. ¿Qué cree que soy? Y quiero que sea completamente sincero, prometo no ofenderme. —dijo elevando las manos a manera de rendición.
-Bueno aquí el ofendido he sido yo, ha sido usted quien ha osado que me meta el cheque por el culo. —acotó mirándola directamente a los ojos. —Aunque al menos ha sido algo condescendiente, digo por lo del lubricante.
(_Tn)  no pudo retener la sonrisa que se dibujó en sus labios, solo opto por bajar la cabeza y no mirarlo a los ojos.
-Hasta ahora no he querido investigar nada sobre usted así que no sé quién es, me gustaría ir descubriéndola de a poco, siendo completamente sincero, aunque los datos que pueda averiguar tampoco me ayudaran mucho con su personalidad.
-Ahora usted es una especie de Liam Nesson en búsqueda implacable y puede saber cosas de mí, eso es solo en películas. —le dijo con toda la intensión de burlarse.
Joe  tomó el Sony Xperia Z y antes que ella pudiese reaccionar le tomo una fotografía.
-¿Que ha hecho? borré esa fotografía no le he dado permiso, es una especie de psicópata ¿o qué? —inquirió molestándose, mientras él tecleaba en la pantalla del móvil.
-Deme un minuto. —le pidió alejando el teléfono de ella y se quedó mirándola fijamente hasta que la hizo desviar la mirada intimidándola, por lo que por instinto llevó su mano y colocó detrás de la oreja un mechón ébano sedoso que se había escapado de la cola de caballo, hipnotizándola
por completo.
Una vez más (_Tn)  se aventuró y buscó la mirada de Joe  la cual se encontraba en el mismo lugar y su vientre vibro al sentir la yema del dedo pulgar de él rozar su labio inferior con una delicadeza y una lentitud que casi le hizo perder la razón.
-Yo creo que mejor, me voy. -logró esbozar con voz trémula, mientras intentaba abrir la puerta sin ningún resultado. —¿Podría abrir? —pidió jalando la manilla, él negó con un movimiento de cabeza. —Está bien entonces gritaré y voy a decir que está intentando abusar de mí. —habló desabrochándose el short de jean prelavado y quitándose la franela beige, la cual lanzo al asiento trasero, se alzó la franelilla dejándola debajo del busto, se soltó el cabello y se lo agito con energía despeinándose completamente y empezó a gritar. — ¡Auxilio!.. .¡Alguien que me ayude! —mientras se removía en el asiento, mostrándole sin querer el encaje fino de su ropa interior, evidenciando en su cadera un tatuaje pequeño que él logro apreciar como una mariposa negra con cuerpo de mujer o una mujer con alas de mariposa, quiso poder inmovilizarla para poder apreciarlo mejor, pero sería muy osado de su parte.
Joe  no mostraba ninguna emoción en su rostro pero por dentro estaba hirviendo, sentía que la sangre entraba en ebullición al repasar mil veces con su mirada el torso definido, perfecto de la chica, sentía que debía morderse la lengua porque esta quería saltar sobre la piel nivea y saborear cada poro de ese abdomen, forjado con gran entrenamiento, a simple vista con la ropa tenía un cuerpo escultural, pero bien podría ser gracias a cirugías estéticas, como la mayoría de las mujeres, (_Tn)  lo dejaba sin aliento, al mostrarle que debía pasar horas diarias haciendo abdominales, dejándole saber que contaba con resistencia y podría aguantarlo, quiso recorrer con sus manos ese cuerpo, debía ser una travesía extraordinaria, de la cual no se iba a privar, pero no sería ese el momento, porque entonces le daría la razón.
-¡Siga gritando, nadie la escuchará la camioneta es blindada! —le informó y ella se detuvo en seco, con el cabello en completo desorden mostrándose salvaje y sensual, al tiempo que se bajaba la franelilla y se abotonaba el short.
-¿Por qué no me lo dijo antes? —inquirió buscando la liga y recogiéndose el cabello.
-Me gusta el olor que desprenden sus cabellos y su tatuaje. ¿Tiene
algún significado? —preguntó como si nada, ella cerró y abrió la boca ante la sorpresa.
-Que abusivo, me ha estado mirando. —dijo al fin. — No es su problema si tiene o no algún significado, ¿Acaso yo le he preguntado qué significado tiene Elizabeth en su vida? —inquirió sin siquiera pensar, arrepintiéndose inmediatamente por lo que cerró los ojos. "Estúpida, mil veces estúpida, ahora te va a recriminar el que le hayas visto".
-¿Y porque no lo pregunta? —la respuesta de él fue una pregunta.
-Porque no es de mi incumbencia, no me interesa y sé que tampoco me lo dirá.
-Tiene razón, no se lo diré. —expuso soltando un suspiro y en ese momento el móvil vibraba por lo que él lo agarró revisando el correo que acababa de llegarle. —Su nombre completo, (_Tn)  Glenn Winstead Colbert, nació el 21 de septiembre de 1989, lo que quiere decir que tiene veintitrés años, sabía que no llegaba a los veinticinco. — dijo con seguridad, en ese momento el móvil de él vibraba ante una llamada entrante y casi inmediatamente atendió.
-Patrick ¿Cómo estás? —saludó antes que el hombre al otro lado hablara.
-¡Jodido! Hermano, Joe  necesito tu ayuda, estoy detenido en Hawái y gracias al cielo me has contestado, te he estado llamando desde hace dos días.
-¿Qué ha pasado? —preguntó. —Este número casi nunca lo tengo conmigo, solo en casos extremos. —explicándole porque no le había contestado con anterioridad.
-Necesito un abogado, alguien que me defienda. —la voz del hombre demostraba la angustia que lo embargaba.
-Sabes que yo no lo soy.
-Si ya lo sé, pero algunos de lo que trabaja para tu firma.
-¿De qué se te acusa? —preguntó sin rodeos.
-Posesión de cocaína. —respondió con toda la confianza que le tenía a su amigo.
-¿Otra vez Patrick? Ya te he salvado el culo en dos oportunidades, ¿Cuántos gramos? ¿Y lo más importante que tan embarrado de mierda estas? -hacía las preguntas de rigor.
-Creo que esta vez mucho más que las anteriores, no fueron gramos, fueron kilos.
-Entonces púdrete Patrick con la firma Jonas  no cuentes, te lo había advertido, te dije mil veces que no te involucrarás y por ti no voy a desprestigiar la firma y mucho menos a los clientes que confían en mí. podría buscarte alguien que quiera embarrarse, pero nada más, a mí ni me nombras. —la voz del chico recriminaba las acciones de Patrick.
-Joe  ¿Acaso no eres mi amigo? —preguntó entre molesto y decepcionado.
-¡Claro que lo soy! Te he ayudado en muchas oportunidades, esta vez lamentablemente no puedo, ahora si tú me considerarías tu amigo, no me perjudicaras de la manera como lo haces, anota el número de la firma Glee, ellos te ayudaran. —a Patrick no le quedo más opción que aceptar la solución que Joe  le ofrecía, el cual le dicto el número y después colgó.
(_Tn)  se percató que Joe  se había molestado, la mandíbula se le había tensado y un pequeño musculo en esta vibraba, pero esto no iba a ser suficiente para que ella no le reprochará, abrió la boca para hablar, pero él con el dedo índice le indicaba que esperara. Otra llamada entrante.
-Verónica, en estos momentos estoy sumamente ocupado, después te llamo, si yo te llamo, no me llames cabrón que no te estoy insultando, seguro te llamaré. —una vez más finalizaba la llamada evidenciando que ni siquiera había dejado hablar a la mujer.
Mientras (_Tn)  lo miraba con la ceja izquierda elevada evidenciando sarcasmo y él colocaba el móvil en estado de silencio, con esto evadiendo a cualquiera que quisiera comunicarse con él,
Joe  elevó la mirada y la clavó en la de ella.
-Es usted un atrevido, ¿De dónde ha sacado mis datos? eso es un delito. —dijo sintiendo su privacidad violada.
-Esperé porque aquí hay más. —acotó, buscando nuevamente el correo electrónico. -Nació en Nevada, más específicamente en Tonopah, sus estudios universitarios los llevó a cabo en la universidad de las Vegas, llegó a Nueva York hace tres años, tuvo una relación con el empresario multimillonario Richard Sturgess, el cual reside ahora en Londres, -la lectura se vio interrumpida cuando la chica le arrebató el móvil y lo lanzó al suelo del vehículo, sintiéndose realmente molesta por el abuso y la mirada de Joe  la fulminó.
-Deje de estar averiguando mi vida, -hablaba cuando un mareo se apodero de ella, por lo que se llevó las manos a la cabeza, sintiéndose de pronto confundida. —Voy a vomitar. —susurró con unas nauseas
inesperadas instaladas en su garganta.
-Podría dejar el teatro, no le ha pasado nada al móvil. — revisándolo. —Tampoco soy un inquisidor que la va a torturar por lo que hizo.
-¡No es un teatro imbécil! No sé qué me pasa. —enterrando la cabeza en las rodillas. —¡Abra la maldita puerta! —explotó ante la impotencia. — Por favor. —pidió en un susurro estrangulado. —O Terminé de llevarme a la boutique, llevamos más de veinte minutos estacionados aquí y siento que me falta el aliento.
-¡Mierda! —exclamó él al tiempo que presionó el botón y empezó a bajar los vidrios. —Respire profundamente, ha sido reacción al monóxido de carbono, -sintiéndose nervioso, por no haberse percatado que estaba cometiendo una imprudencia al quedarse estacionado por tanto tiempo.
-Ha intentado asesinarme. -Murmuró con los ojos cerrados y sintió como Joe  le tocaba la frente y la ayudaba a elevarse.
—Respire profundamente y eleve la cabeza. —pidió.
(_Tn)  adhirió el cuerpo al mueble y elevó la cabeza aun con los ojos cerrados mientras todo el negro en el que se encontraba le daba vueltas.
-Tendrá que buscarse un abogado muy bueno. —sintiéndose débil, sin embargo no perdería la oportunidad de hacer sentir mal al chico. - Porque lo voy a demandar, eso si no es que muero antes de hacerlo.
-No se va a morir, no sea exagerada. —le hizo saber poniéndose en marcha.
(_Tn)  al minuto empezó a sentir la brisa fría estrellarse contra sus mejillas y cómo el mareo y la falta de aliento iban reduciendo de a poco, habrían avanzado varias cuadras cuando la camioneta nuevamente se detuvo.
-¿Algún tipo de agua en específico? —preguntó antes de bajar del auto.
-No soy de exclusividades señor Jonas . —dijo abriendo los ojos y se encontró la mirada de él esculcándola.
-Siendo diseñadora no es muy conveniente ese comentario. - respondió tratando de disimular que ella lo había pillado.
-Me refería al agua, porque para otras cosas prefiero la exclusividad. —dijo mordiéndose disimuladamente el labio inferior pero con toda la intensión de provocar, estaba en ella, en su esencia el seducir y no podía evitarlo aun con el hombre que la descontrolaba como ningún otro.
-Es bueno saberlo, le aseguró que eso no aparece en su expediente. -
elevando la comisura derecha en una sonrisa sensual que seguía el juego de ella, se pasó la lengua por los labios con esto incitándola sutilmente y después bajó de la camioneta, entrando a un local comercial.
(_Tn)  apenas vio a Joe  alejarse agarró el teléfono que había dejado al lado de la palanca de velocidades, encontrándose de primer plano con siete llamadas perdidas, todas estas eran anunciadas con nombres de mujeres, pero de momento eso no le interesaba, lo que realmente le angustiaba era su expediente, buscó los correos recibidos y ahí estaba, lo leyó completamente, siendo lo más rápida posible, mientras miraba a segundos por el retrovisor, para que él no la agarrará infraganti, un gran alivio inundo su corazón al darse cuenta, que estaba limpio, no reflejaba nada por lo cual preocuparse.
-Si al que es el amigo le hablo de esa manera y lo dejó a su suerte, que se puede esperar para con los demás. —susurró para ella misma.
Joe  entró y buscó los refrigeradores dispensadores, agarró tres botellas de agua OGO, ya que era la más apropiada por su alta concentración en oxígeno, le ayudaría a eliminar los efectos del monóxido de carbono, ella de momento necesitaba más oxígeno en la sangre, las pagó con una de las tarjetas y salió del local.
Al llegar la encontró con los pies sobre el tablero sentada de manera realmente despreocupada, mostrando las piernas que estaban atentando contra el autocontrol del chico, al verlo se sorprendió y bajó rápidamente las extremidades acomodándose en el asiento.
Él entró a la camioneta, sacó una botella de agua y la destapó entregándosela e igualmente sacó una para él, le dio dos sorbos y la dejó descansar en el posavasos del medio, una vez más encendió el auto y lo puso en marcha, mientras que ella bebía de a poco su agua.
-Podría colocar música si quiere. —le hizo saber ya que ambos se mantenían en silencio, ella por su parte sentía el corazón latirle en la garganta preguntándose si él no se iba a atrever al menos a besarla o a insinuárselo, deseaba sentir nuevamente la sensación de sus besos, esas ganas se avivaron cuando lo vio tomar de la botella.
Joe  se encontraba sumido en sus pensamientos, entre si proponerle darle otro rumbo al destino que habían tomado o controlarse y no seguir acercándose más al fuego, no hacer o decir algo por lo que ella sintiese que la estaba irrespetando.
-No creo que tengamos los mismos gustos musicales, seguramente
escucha pura música clásica, me gusta, pero solo mientras elaboro los bocetos. —espetó ella.
-Debo confesar que solo escucho música clásica cuando estudio algún caso, cuando me imagino alguna escena del crimen y cómo se dieron los hechos.
-Es algo morboso eso ¿No cree? —inquirió (_Tn) .
-¿Escuchar música clásica cuando estudio un caso? —preguntó mirándola de soslayo, mientras conducía.
-No. -respondió sonriendo. —Recreando un crimen, digo es como revivirlo, idearlo aun cuando no estuvo presente.
-Cuando llegas a la escena de un crimen, la mente se pone a trabajar e imaginas, muchas cosas, hasta los motivos que llevaron al agresor a cometerlo, sobre todo dónde puede estar escondido el culpable, también muchas veces nos sentimos consternados, hay casos que nos trastocan y aunque intentamos no tomarlos de manera personal, siempre te preguntas ¿Y si esto le pasara a algún familiar? Pero al menos tienes la satisfacción de saber que en un sesenta por ciento, depende de ti hacer justicia.
-Pero no todo el tiempo se hace justicia, hay muchos fiscales. - hablaba cuando él intervino.
-No soy de esos, si se refiere a los corruptos, lastimosamente hay muchos, tal vez porque tienen un precio, yo no lo tengo, para mí no hay mejor sabor que el de la verdad y el de hacer pagar, tiene razón no todo el tiempo se hace justicia y eso es verdaderamente frustrante, pero los asesinos siempre comenten errores, no hay crimen perfecto y tal vez después de muchos años les toque enfrentarse a la Ley, claro siempre y cuando alguien se encuentre interesado en reabrir los casos y para eso es preciso no olvidar y mucho menos perdonar. —sentenció e inmediatamente cambio de tema para no cansarla con su pasión. — ¿Y bien que desea escuchar? Seguramente podría sorprenderla con mis gustos musicales, puede buscar y elegir la que guste. —haciendo un ademan hacia la pantalla táctil del reproductor.
-No lo creo, -dijo sonriendo mientras buscaba por las carpetas y tenía cientos de nombres de artistas de los cuales ella conocía una cuarta parte, muchos le gustaban, por ejemplo Oasis, Aerosmith, Metallica le gustaba el rock clásico al igual que a ella, también había mucha electrónica, lo que no le sorprendía porque cuando bailó lo hizo muy bien, traer ese recuerdo hizo que una hoguera se instalará en su centro, revivir la manera en que se
apoderó por completo de ella. Sacudió casi imperceptiblemente la cabeza, para despejar sus emociones y pensamientos porque estas la estaban arrastrando a un terreno peligroso, uno colmado de minas, las cuales podrían estallar al mínimo movimiento en falso. -Necesito ganarle una, al menos una.
-Se lo dije, no tiene lo que quiero escuchar, ni siquiera tiene Believe, eso es imperdonable, ni una sola canción de mi artista favorito. —su voz denotaba decepción, pero por dentro se estaba ahogando de la risa, con esto sintiéndose más segura, retomando un poco su autocontrol.
-¿Esta segura? hay varios títulos con ese nombre, búsquelo por canción. —aconsejó, pues sabía que tenía un amplio repertorio.
-Segurísima, no tiene ni una sola de Justin Bieber. —expuso cómo si de verdad amará al chico que desataba locura entre las adolescentes y que ella no podía escucharlo ni por error.
El gesto de él no tenía precio, se le veía que estaba luchando por no burlarse de ella, la línea de sus labios cada vez era más evidente, pero intentaba respetar sus gustos musicales.
-Lo siento, -hizo una pausa y pudo percibir como respiraba profundo y estaba segura que era para no soltar la carcajada. —Nunca he escuchado a Bieber, no me considero una adolescente eufórica.
-¿Me está llamando adolescente eufórica? —inquirió señalándose a sí misma.
-No., .-desvió la mirada del camino y la miró a ella. —Usted es peor. —los ojos le brillaban enigmáticamente.
Ella no pudo seguir conteniéndose y se echó a reír con las ganas que le estaban torturando y él correspondió con el mismo gesto, pero menos efusivo.
-Le juro que por un momento me lo creí. —la voz de él ante el buen estado de ánimo era completamente distinta, mucho más relajada y ella quería escucharlo de esa manera siempre, no con ese tono tan imperativo que normalmente usaba.
Ella siguió deslizando su dedo por la pantalla buscando algún tema que le llamase la atención, quería recorrer completamente los gustos musicales de Joe  Jonas .
Hasta que encontró un nombre de un artista que había escuchado alguna vez y ella sabía que era brasileño, pero nunca había oído su música, solo lo conocía de nombre.
(_Tn)  se llevó una gran sorpresa cuando la dulce y sensual melodía inundo el ambiente, esperaba algo más efusivo, debido a la lista de reproducción que hasta ahora conocía.
-¿Le gustan las baladas? —preguntó ella tratando de ocultar el desconcierto en su voz.
-Algunas, muy pocas, creo que hay momentos en que el estado de ánimo requiere de ciertos géneros musicales ¿Conoce a Alexandre Pires? —su voz era ecuánime sin desviar la mirada del camino, pero el brillo en sus ojos se intensifico.
-Siendo completamente sincera, solo sé que es un cantante brasileño, pero nada más. -moviéndose en el asiento y sentándose de medio lado para admirarlo mejor, dejándose arrastrar por el perfil más atractivo que alguna vez hubiese visto.
-Si es brasileño, pero ha basado la mayoría de su carrera musical cantando en español, yo prefiero escucharlo en portugués. — aprovechando el semáforo en rojo para darle un sorbo al agua.
-Esta es en portugués, se reconocer el idioma ¿Qué dice? — preguntó, sintiéndose cada vez más atraída hacia él y percatándose que era primera vez que llevaban tanto tiempo en buenos términos.
-No se lo diré. —respondió sin más y colocando nuevamente la botella de OGO, en el portavasos, atendió la luz verde.
-¿Por qué? —preguntó sumamente desconcertada.
Joe  desvió la mirada del camino y la ancló en los ojos de ella, logrando con esto intimidarla, no dejándole más opción que tragar en seco.
-Porque depende de usted si algún día le digo lo que dice la letra. - y antes que ella pudiese ver el nombre del tema, para ayudarse con algún tipo de traductor deslizo el dedo sobre la pantalla para pasar a la siguiente.
-¿Me imagino que tampoco me dirá lo que quiere decir esta? — preguntó sintiendo la punzada de molestia contra él.
Ya me había sorprendido el que no hubiésemos discutido por tanto tiempo. — se dijo en pensamiento, mirándolo como buscando algo en él, algo que le hiciese rechazarlo, alejarlo, algo que no le gustase, pero concluyentemente no lo encontraba.
-Definitivamente. —pero a diferencia de la otra, está la dejo seguir.
-No es un gran anfitrión que se diga, no puede complacer a su invitada, -acotó sentándose nuevamente mirando hacia el frente cruzándose de brazos, queriendo con estos demostrar su molestia.
Él solo se mantuvo en silencio, tratando de controlar el fuego que recorría su cuerpo, esa cercanía con la chica lo estaba enloqueciendo, toda su concentración se posaba en su miembro ordenándole que no se elevará, que dejará de lado las pulsaciones de una inminente erección.
Sin poder más estacionó la camioneta en un lugar permitido, sabía que donde se encontraban era peligroso y mucho más para él, confiaba en que la seguridad del vehículo le permitiera poder llevar a cabo su explicación grafica del tema, con una de sus manos rodo el asiento hacia atrás, creando espacio y la otra la pasó por la cintura de ella elevándola sin el mayor de los esfuerzos, tal vez a consecuencia de la adrenalina que lo embargaba.
(_Tn)  no podía coordinar, en un abrir y cerrar de ojos, en el tiempo que le llevó liberar un jadeo se encontraba a horcajadas sobre Joe  Jonas , estaba segura que sus ojos iban a salirse de sus órbitas y el corazón le estallaría en millones de pedazos y ella se haría liquida, se escurriría y terminaría en la amenaza que sentía atentando en su entrepierna.
Ese hombre era demasiado rápido con las manos, apenas si ella podía respirar y él ya le estaba subiendo la franelilla, mirándola como lobo al acecho, quería comérsela por entero, devorarla sin piedad, sin una pizca de remordimiento, su mirada cómo el color de un whiskey, tenía el mismo poder del licor para calentarla y aturdiría, mientras sus manos se escabullían por debajo de la tela despertando, torturando de placer cada poro, las deslizaba con intensidad, su tacto era suave pero al mismo tiempo con tanto ímpetu que la instaban a danzar sobre él como una serpiente que se arrastraba dispuesta a ofrecer el pecado original.
Tragándose por entera sus palabras y su orgullo, se suponía que era el momento en que debía rehusarse y hacerse respetar, demostrarle que él no podría tener ningún control sobre ella, pero no encontraba su voluntad, esos ojos casi amarillos se la habían arrebatado, la mandíbula tensada destrozó cualquier indicio de cordura.
Joe  llevó con posesión una de sus manos a la nuca de ella obligándola a bajar y la otra la colocó bajo uno de sus muslos, apretándolo y elevándola un poco al mismo tiempo, sin previo aviso, sin permiso, le hizo girar el mundo a mil por horas, con un beso, abrazador, robándole el oxígeno, ese que apenas había recobrado con el agua y sabía que después de eso debía comprarle al menos una docena, pero que por el momento no dejaría de irrumpir con su lengua, de saquear todos los rincones de esa
boca y querer hacer suya la lengua de ella mediante succiones, tiraba de la cola de caballo ébano para tenerla rendida, para ser él quien marcará el ritmo del beso, mientras se removía contra ella haciéndole sentir su estado de excitación.
Las respiraciones ahogadas, las bocas al abrirse y cerrarse, las succiones, algunos susurros muy bajos como para poder expresar con voz clara lo que se deseaba, danzaban en el aire, un aire denso debido a la exaltación de ambos, que empañaba los vidrios del vehículo, el mismo que en ocasiones vibraba al compás de los movimientos de los amantes que anhelaban devorarse sin prejuicios.
(_Tn)  con las manos en el pecho ardiente de él se impulsó y logró alejarse un poco del beso, no deseaba hacerlo, pero si lo necesitaba para poder respirar, al menos llenar a medias los pulmones y continuar descendiendo a las profundidades de la locura y el placer, ir más allá, sin impórtale que se encontraran en plena vía pública, en pleno día.
-Quitémonos la ropa. —la voz de él era un estallido para los sentidos que aún se encontraban en juego.
-No. aquí, no podemos. —susurró dejándose llevar por el deseo feroz que la azotaba.
-Es lo que dice la canción. —le dijo elevando sensualmente la comisura derecha, mostrándole que llevaba el control de la situación y a ella la había acorralado a los extremos de la locura.
-¿La primera o la segunda? —preguntó sin dejarse intimidar, ni mucho menos sentirse ofendida, lo deseaba, deseaba a ese hombre y solo quería tenerlo así, de esa manera, no tenía por qué avergonzarse, era una mujer dueña de sus acciones y podía ofrecerle a su cuerpo los placeres que este le exigiese.
Ahora no es momento de pensar en lo correcto, solo en lo que deseo, ya después podre pensar, ahora solo quiero sentir. —caviló mientras fijaba su mirada en la boca masculina a escasos centímetros, aspirando con la de ella el aliento proveniente de la de él, robándole oxígeno y esencia.
-La segunda, pero no es todo lo que dice y no es el lugar más adecuado para seguirle demostrando gráficamente lo que dice el tema.
Ella le regalo una sonrisa sensual, de esas que demostraban la excitación, se elevó un poco y pudo ver por el vidrio trasero a Logan, que para ella era el hermano gemelo de Jason Statham, estacionado a una distancia prudente.
-Tiene razón. —le hizo saber bajándose de él, esquivando ágilmente la palanca de velocidades y dejándose caer sentada nuevamente en el asiento del copiloto sintiendo como todo su cuerpo temblaba y aun no recuperaba completamente el aliento. —¿Puedo hacer una pregunta? —mirando cómo él deslizaba nuevamente el asiento y encendía la camioneta.
-Puede, pero no aseguraré una respuesta. — le dijo regalándole una mirada fugaz.
-¿Acaso le hacen casting? ¿Cuáles son las cualidades? El que sea más alto y con más masa muscular e infaltable la cara "Soy una especie de Toreto, con traje" —le dijo señalando con el dedo pulgar por encima de su hombro y dedicándole una mirada fugaz al guardaespaldas en la GMC negra. —Porque le juro que los he confundido con Jason Statham y Dwayne Johnson. —dijo sonriendo, con esto tratando de adentrarse a un terreno seguro.
Joe  giró medio cuerpo para mirar por el vidrio trasero y vio a Logan, sin poder contener una carcajada que retumbó en el vehículo exponiendo su perfecta dentadura, logrando con esto que los latidos del corazón de (_Tn)  se desbocaran una vez más, ante la risa masculina, era ronca y poderosa, primera vez que lo hacía con tantas ganas y le sorprendió cómo le maravillo el gesto del chico, sintiéndose hipnotizada al verle el movimiento en la garganta a consecuencia de la manzana de Adán.
-Tiene razón, pero la verdad no lo sé, lo único que sé es que eran militares, ya que no los he contratado yo, ha sido mi tío, le preguntaré si en la agencia le exigen algún prototipo. —respondió sonriendo, mientras el vehículo se ponía en marcha.
-¿Y porque lo ha hecho él y no usted? ¿Claro si se puede saber? - inquirió tanteando el terreno primero, no quería parecer imprudente, ni mucho menos meterse en su vida.
-Yo no lo considero necesario, se perfectamente cuidarme solo, no soy de esos hombres que recurren a ciertos métodos, para sentirse seguros o importantes.
-Pero si su tío los ha contratado es por algo, tal vez se sienta preocupado.
-No creo que hacer justicia me ponga en riesgo. —hablaba desviando a segundos la mirada del camino para observar a (_Tn) .
-Pues cree muy mal ¿Acaso no ve las noticias? Hace algunos años en Las Vegas asesinaron a un fiscal, claro primero a toda su familia y lo
hicieron por mandar a la cárcel a un estafador profesional, mejor conocido como los tramposos en los casinos., .creo que no se enteró de la bomba que colocaron en el auto de otro fiscal en Venezuela, casi todos los días asesinan a personas por hacer lo correcto.
-Creo que me ha dejado claro que igual que la gran mayoría teme, en todos los trabajos existen riegos, claro algunos más que otros, pero si no existiesen personas dispuestas a resolver ciertos casos, el mundo estaría mucho peor de lo que está ahora.-el vehículo se detuvo. — Hemos llegado.
— le hizo saber clavando la mirada en la boutique.
(_Tn)  dirigió la mirada a su negocio, tratando de hacer lo menos perceptible el suspiro que liberaba, anhelando que el trayecto no hubiese terminado, pero no tenía más opción, debía bajar.
-De ahora en adelante tendré más cuidado con los alfileres para evitar riesgos, -dijo sonriendo y regresando la mirada al joven, perdiéndose en los ojos de gato que la dejaban sin aliento.
-O con las escaleras. —expuso acercándose peligrosamente a ella.
¡Dios mío! ¡Dios mío! Me va a besar otra vez —se repetía la chica mentalmente sin poder evitar que el abismo en su estómago se abriese nuevamente, sintió como él agarró entre su dedo índice y pulgar la barbilla e hizo el contacto de labios creando una explosión de emociones en el interior de la chica.
Esta vez no fue un beso abrazador, mucho menos posesivo, solo un suave toque, que se repitió lentamente en tres oportunidades, los labios de ella se pegaban a los de él aun cuando él se alejaba, era como si quisieran quedarse en la boca de Joe  Jonas  y ella no tenía la fuerza para reclamarlos.
-Enviaré su auto y el pago por su trabajo, espero esta vez no me regresé el cheque.
-No se lo regresaré, solo si lo envía por el monto acordado. - respondió y un acto reflejo cerró los ojos al sentir la leve cosquilla que le causo la yema del dedo pulgar masculino deslizarse lentamente por la línea de su mandíbula.
-Entendido. —Susurró, le depositó un nuevo toque de labios y se alejó indicándole con esto que era hora de bajar.
-¿Amigos? —preguntó tendiéndole la mano a modo de saludo.
-Vamos a descubrirlo, podrías empezar por tutearme. —le dijo sonriéndole y con esto derritiéndola, al tiempo que le estrechaba la mano.
El contacto que causo una extraña, pero placentera sensación llego a su fin, jaló la manilla y ella bajó colgándose su cartera, se encaminó y a través del espejo de la boutique, pudo ver como la Licoln bajaba el vidrio del copiloto, captando la mirada y la sonrisa arrebatadoramente sensual de él, por lo que se giró y regresó sobre sus pasos, apoyó las manos en la puerta del vehículo.
-¿Podrías dejar de mirarme el trasero? —preguntó, obligándose a parecer seria.
-No. —fue la respuesta tajante de Joe  Jonas  al tiempo que el motor cobraba vida.
Ella solo elevó una ceja con sarcasmo y se alejó dando un paso hacia atrás, él se marchó y ella entró a la boutique, donde Oscar y Sophia la esperaban, no le hicieron preguntas de momento, debido a la presencia del hombre, pero del interrogatorio de la pelirroja no se escaparía.
ElitzJb
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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por chelis Lun 04 Nov 2013, 7:13 pm

oooohhh!!!..... Que hombre!!!!!!...
chelis
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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por chelis Lun 04 Nov 2013, 7:14 pm

es tan ...... Ardiente!!!!!!!
...
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Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn - Página 3 Empty Re: Dulce Mentiras Amargas Verdades REVELACIONES Joe y _Tn

Mensaje por chelis Lun 04 Nov 2013, 7:15 pm

la rayis es tan suertudota!!!!!!!.....


sigue porfiiss!!!
chelis
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