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Zombieland | Segunda Temporada |
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Bart Simpson
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
¡Oh dios, Jenn vives! ¡Ya vez como no soy yo la pervertida! *Corro a llorar a tus brazos* ¡ellas me pervierten!Coraline Jones escribió:LUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUNNNNNNNNNAAAAAAAAAAAAA FGSDIUJKHSAKJHDSLJDKLJSDJÑS
Eres tan amorosa al escribir, niña
Me encanta la rubia Luna e.é
Ama a Logan pero no lo admite pls
Cuando está con él es una niñita que se hace la rudota sola pero... no sé, me encanta
Cada vez que veo a Emily Osment me recuerda a ti fhidlkjsjdskjsdñkdñ
Me encantó tu capítulo :3
Emily fue utilizada solo por que Miley no se parece a Kendall pero aún así amo a Osment aunque no enciento gifs de ella:c
LunaLunnel.
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
Feliz año a ti también, Luna.
Es el turno de Dani, quesoesposa(?) no podrá subir
Es el turno de Dani, quesoesposa(?) no podrá subir
Bart Simpson
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
Danielle James { Keke
Definitivamente soy un imán para los malos momentos y las catástrofes; Dios, desde que nací solo hay problemas a mi alrededor. Mi madre murió, mi abuela me arrebato de los brazos de mi padre porque él prefirió a la milicia que a mí, mi abuela murió, papa me recogió en su casa pero ya tenía familia; un amor de familia que se esfumo. Esta peste ha arrasado con todo. Las personas se quejaban de que los huracanes y las tormentas, o cualquier otra catástrofe natural, acaban con todo y tenían que gastar demasiado dinero para reconstruir todo de nuevo. Mírennos ahora, escondidos, apartados, cagados hasta la medula porque no sabemos a dónde correr sin que un no muerto nos ataque. Son estos los momentos en que nosotros comprendemos que siempre se puede estar peor, así que de nada vale la puñetera frase “no podría ser peor” el imbécil que lo invento de seguro ya forma parte de los no muertos. No es que sea pesimista, pero me han pasado muchas cosas como para pensar que alguna vez esto va a mejorar. A veces me hago sugerencias a mí misma sobre lanzarme a los no muertos así les dejo de estorbar a los demás, pero una vocecita, muy en el fondo de mi cabeza me lo impide, soy cobarde hasta para suicidarme.
Antes no solía ser tan así, siempre fui una persona recelosa que no confiaba en nadie salvo en si misma; y aún sigue siendo así. Tampoco es como si mi familia se mereciera mi apreciación, mi abuela era un amor, y pensar en ella me hace sentir incluso más triste de lo que lo estoy ahora. Ella era muy celosa conmigo, no le gustaba compartirme con nadie, tal vez era entendible porque yo era su única nieta y no tenía a nadie más que a mí, y yo solo la tenía a ella. Mi padre estuvo para mi muchas veces, pero nada que fuera memorable, lo único que le parecía apreciar de mí era lo idéntica que era a mi madre. La muerte más rara del universo fue la suya- si se podría sentir mi sarcasmo.- No es que las de los no muertos sean muy normales, pero al menos ellos solo tienen una razón a su estado. Mi madre, según mi abuela, murió dándome a luz, no aguanto el parto y pereció al instante, o al menos esa es la versión uno de su muerte, la segunda es la contada por mi padre, según él, mama murió cuando cumplí los dos años, él y mama ya se habían separado y pues él ya tenía una familia, tenía cáncer de pulmón y de eso murió. Sinceramente no sé a quién creerle, nunca supe a quién. No podría saber si de verdad ella murió cuando nací, o si lo hizo cuando tenía dos años, nunca he visto una fotografía de mama conmigo, pero papa no tendría por qué mentirme, la verdad dejo de interesarme luego de escuchar la segunda versión cuando cumplí los 12. Aun sin saber cómo carajos murió mama, mi vida no fue tan complicada, fue simple pero sin afecto salvo el que me daban mi hermanastro y su madre.
Veo a Scott tumbado sobre la mesa y me aterro incluso más. No quiero que muera, no es que todos hayan sido muy lindos conmigo, pero no por eso me voy a sentir feliz de su estado. Hice talleres de primeros auxilios cuando me mude con mi padre; Matt, como uno de los grandes militares de este país, le gustaba tener a sus hijos seguros, así que también nos enseñó tiro al blanco con arcos y esgrima. Bien podría curar la herida de Scott, pero me asusta hacerlo mal y que la tal Jill me corte la cabeza, le temo más a ella y su forma de ser tan ruda que a los mismos zombis. También tengo una buena puntería, pero los nervios pueden más que yo, así que solo me limito a arrinconarme en este sofá y llorar mientras rezo en silencio para que no muera, para que mi hermano vuelva a mí y para que Jennah haya encontrado la paz.
- Deja de llorar, keke.- escucho a Zuka reprenderme desde la parte de atrás. La ignoro y me hago un ovillo entre mis piernas y el sofá.
¿Por qué le molesta? No es como si llorara con un megáfono para que todos escucharan, lloraba en silencio solo para mí. A los 20 años normalmente estas en la universidad, luchando para entrar en una facultad decente y trabajando para darte tus gustos. Pero no, aquí estamos, viendo personas morir y huyendo de los que deberían estar bajo tierra. Keke, ese es mi nuevo nombre, ya no escucho el Danielle o el Dani, por ninguna parte. Extraño a Josh, lo extraño y muchísimo, estando con él no me hacía falta nada, tenía a alguien a mi lado que me tranquilizaba y me daba valor.
Reclino mi cabeza hasta atrás y seco mis lágrimas. Desearía darme un baño, uno largo y caliente, pero estoy asustada por el hecho de que han pasado más de dos horas y el grupo que salió a la ciudad aun no regresa. Mi pecho esta apretado por mi propio recelo, trato de no ser paranoica, pero no creo que la situación ayude en nada con eso. Miro hasta donde estaba Zuka y veo que ya no está, miro en todas direcciones y no hay nadie salvo Scott quien mira el techo y esa tan pálido que parece uno de ellos. Me levanto un poco temblorosa en su dirección y el me dedica una mirada aguada y adolorida. Me abrazo a mí misma al ver algo que odio tanto como a los no muertos; sangre.
- ¿Te duele mucho?
- Tu qué crees…- murmura con la voz áspera y entrecortada. Arrugo la nariz al sentir su dolor como propio y miro el frasco de alcohol junto a mesa.- Aun no vuelven.
- Eso suena más a una afirmación que a una pregunta.- le respondo y camino hasta el frasco tomando las gazas y unas pinzas del botiquín de Jill. – pero no, no han vuelto.- suspiro y me detengo frente a él encogiéndome de hombros. No poder curársela como tal, pero a pesar del torniquete, está perdiendo sangre y tengo que limpiársela, debo hacer tiempo antes de que la morena llegue con lo necesario, se la dejare limpia al menos. –Tengo que limpiártela o será peor la cosa.
- ¿estas segura?- pregunta incrédulo abriendo los ojos tanto como puede. Ladeo la mirada sonrojada y sintiéndome inútil.- No quiero que pases un mal rato.- agrega al final con la intención de hacerme sentir mejor. Me encojo de hombros y arrastro una silla hasta el para tomar lugar.
- Solo no se lo digas a nadie.- el sonríe de lado y ladea la cabeza en mi dirección.
- Lo prometo, rubia.
Sonrió tímida y me vuelvo para asegurarme de que nadie estará mirándome, no quiero que me usen en momentos de presión, no podría controlar los nervios, y si Jill y ese clan de locos se entera que se de primeros auxilios, de seguro me querrán de enfermera, no querría decepcionar a nadie. Me acerco tanto como puedo a la herida y se me sube el color al ver lo profunda que es, es demasiada sangre y carne a los lados para mi gusto, pero sé que puedo controlarlo. Al menos Scott lo espera, su mirada impaciente y adolorida esta sobre mí y no se aparta mientras echo alcohol y se arruga.
- Keke.- chasquea de dolor.
- No me pongas nerviosa, por favor.- le pido en tono bajo y suplicante y el asiente.- te prometo que no me sentirás la mano.
Y en eso si puedo estar 100 % segura, tengo manos delgadas y muy buen tacto, no soy osca. El asiente con la cabeza y se aprieta el labio inferior con los diente cuando le pongo el ultimo poco de alcohol, lo bueno es que Jill ya le había puesto un poco antes de irse, hay menos probabilidades de una infección grave. Quito el torniquete de la herida y paso las gazas con el mayor cuidado posible, no quiero que me quemen por llorona y haber herido aun peor a Scott.
Mientras le limpio y veo hacia los demás espacios de la casa cerciorándome de no estar siendo vigilada por nadie, pienso en cómo podría estar Josh, aun no pierdo las esperanzas de que este vivo, entre nosotros dos él es el que más probabilidades tiene de volver a casa con vida, si es que eso es posible. Extraño mucho sus burlas a mi persona cuando me ponía toda paranoica, y pensar en la mísera posibilidad de volver a verlo me ensancha el corazón y me anima un poco. Pero así como produce todo eso en mí, también crea un miedo inmenso en mi interior, más grande del que ya tengo, debo prepararme para una decepción si no lo encuentro. Miro a Scott de reojo y me tranquilizo al verlo tan calmado, claro como el dolor de la herida se lo permite, al menos no lo estoy lastimando más. Miro en la parte más profunda de la herida y me pongo nerviosa de nuevo, le va a doler ahí.
- Tengo que limpiarte adentro. – le comunico y el hace un asentimiento de cabeza en mi dirección con los ojos apagados.
- Has ido bien por los momentos.- sonrió satisfecha de no haberle hecho daño.- ¿Por qué no quieres que los demás sepan que al menos puedes aguantar un poco la sangre? Haces esto muy bien, tenías razón no te siento la mano.
- Tu sabes porque.- niego con la cabeza y hundo las gazas al interior de la herida y me detengo un poco esperando a que Scott se acostumbre a mi mano ahí dentro.- No soy buena ayudando o bajo presión, me va siendo la rubia inútil.
- Nah.- chista entre dientes y continuo con lo mío.- Tal vez… solo necesites práctica.
- Estoy bien así, no quiero decepcionar a nadie.- suelta un gemido y yo me trago el sollozo, no quiero hacerle daño y verlo quejarse me hace entrar en nervios.- solo no digas nada. De pensarlo ya solo estoy nerviosa.
- Podrías ser útil.- me detengo y le miro suplicante con mis ojos verdes que podría apostar que están cristalinos como siempre.- bien, no diré nada.
- Gracias
Asiento un poco más tranquila y paso la gaza por el último pedazo de carne en mal estado. Ya vendría siendo hora de que todos vuelvan, pero aún no hay ni rastro. Hago el torniquete de nuevo y paso una última gaza limpia para quitar residuos de sangre. Scott se mira la herida y me sonríe agradecido.
- Se ve menos fea.
- No hay de que.- sonrió y recojo todas las gazas que utilice para botarlas.- se pondrá mejor una vez que ella regrese.- el gira los ojos con gesto de frustración.- ya vendrán.- le ánimo y paso mi mano derecha por su pálida frente y la retiro rápidamente al sentirla tan caliente.- estas ardiendo.
- Dime algo que no sepa, pequeña.
- No me digas pequeña.- me quejo mientras tomo un pequeña toalla de la repisa y me dirijo al cuarto de baño para mojarla. Regreso y se la coloco sobre la frente.- puede que sea incluso mayor que tú.
- No lo creo.- se ríe entre dientes.- dime cuántos años tienes.
- No debería.
- No seas ridícula.
- Tengo 20 años.- le termino diciendo y me vuelvo a botar las gazas de una vez. Regreso con una pequeña ponchera de llena de agua.
- No pareces de 20.- farfulla y yo me rio.- Yo me veo mayor.
- Eso es bueno, paso por menor, así envejezco lento.
- Vieja ridícula.- se ríe entre dientes haciendo que en sus ojos se marquen unas pequeñas líneas.
Escucho un ruido provenir de las escaleras y me apresuro a tapar el alcohol y esconder la bolsa llena de gazas. Podría ser la entrepita de koco, o zuka, aunque no estaría mal que fueran los que han salido hace bastante, seria hora de que volvieran.
- ¡Chicos!- escucho a zuka gritar ya tan cerca que no me da chance de lanzarme al sofá. Veo a Scott y el me guiña el ojo.
- Yo te cubro… pequeña.- agrega al final en tono burlón y yo bufo con disgusto. Esta incluso más dormido que despierto, ¿que podría cubrirme? Más rápido que de lo que me doy cuenta, Chris está a mi lado empapándose las manos en el agua y simulando que tapa el pote de alcohol que yo ya he cerrado, lo miro sin comprender y el me dedica una mirada ladeada y poco expresiva. Recoge las pinzas y simula estar centrado en algo que no logro comprender. Zuka no tarda ni dos segundos en aparecer frente a nosotros con los ojos abiertos de par en par.
- ¿Qué le hacen?- pregunta una vez que nos estudia a su hermano y a mi.
- Lo estaba limpiando.- responde Chris rápidamente antes de que siquiera yo me anticipe. Mis manos ya tiemblan por si solas.- le pedí a Keke que me ayudara al menos a sostener la basura.- mis ojos quieren salir de sus orbitas. Chris me está cubriendo, eso significa que el ha estado viendo todo este tiempo. Mis nervios se estabilizan un poco, de haber querido meterse conmigo ya habría dicho algo. Tomo la bolsa de las gazas que acababa de esconder y se las muestro a Zuka colocando mi mejor cara de poker.
- Vaya.- murmura parpadeando un par de veces y luego sacude la cabeza.- no era eso lo que les venía decir. Koco, no está.
- ¡¿Qué?!- pregunto más como un chillido que como un tono común de una persona normal. Con razón no han vuelto, esa niña es un imán para los problemas, incluso más que yo.
- ¿Cómo que no esta?- pregunta Chris entre dientes. Se lleva las manos al rostro tapandolo con frustracion y luego niega con la cabeza.- Recuerdenme atarla en una silla cuando ella insista en salir.
- Esto es terrible.
- No empiences, por favor.- Nialler aparece en la sala y los mira a todos.-¿Qué hacemos?
- Esperar a que lleguen.
- Pero Scott esta muy mal.
- ¿Quieres ir tu por ellos, keke?
- Ni de coña.- le respondo a Zuka que me mira con una de sus cejas enarcadas. Scott tose y todos nos volvemos a mirarle. El rubio da un paso y lo ve mas de cerca.
- ¿Quién le limpio?
- Yo.
- Vaya, para ser grande y odioso, eres bastante bueno.- El rubio le palmea el hombro a Chris y este lo mira con desdén.- deberias aprender a hacer algo útil.- me señala y mis mejillas de inmediato toman color de vergüenza. Si el supiera.
- Dejala en paz.- sisea el castaño y yo le veo de reojo.- mejor ve a ver si los demas vienen.
Miro al rubio alejarse a regaña dientes. Debería estar sorprendida por el comportamiento del castaño, pero lo mas seguro es que este agradecido de que he limpiado la herida de Scott. Zuka se entretiene charlando con el de las diferentes formas en que van a gritarle a Koco si algo malo llega a pasar, o si es que vuelven. Alejo la idea de mi cabeza rápidamente y veo a Scott dormido, la fiebre lo ha tumbado, mas vale que se apresuren. El paño de su frente esta casi seco así que lo levanto y lo mojo de nuevo para ponerlo.
- Quisiera darme un baño.- La chica pelirroja aparece junto a Dylan en el mostrador, pero se detienen a hablar con Zuka.
- El primer baño a la derecha en el piso de arriba.- dice el castaño en voz baja.- tiene agua caliente.- le miro un poco recelosa y luego hago un gesto con la cabeza parpadeando un par de veces.
- Claro, gracias.
Me alejo del lugar donde mantienen a Scott y tomo mi mochila del mueble. Debo recordar que cuando salgamos a buscar proviciones debo buscar mas ropa. O al menos intentar conseguir, no quiero salir nunca mas de aquí, por mas que me lo pidan. Tal vez las demás se apiaden de mi y me traigan algo de ropa cuando vuelvan a salir, si es que antes regresan con las medicinas de Scott.
Desde aquí arriba puedo claramente escuchar los gritos de los demás, en parte eso es bueno porque es señal de que todos han regresado. No tengo mucho apuro en ir abajo y verles, no quiero estar en vuelta en todo ese embrollo, ya hice lo único que podía hacer, así que de nada sirve que vaya a convivir con ellos. Tampoco es como si fuera muy bienvenida, solo soy una carga para ellos. De seguro estarán asesinando a Koco, se lo merece, no entiendo porque se entusiasma en salir de donde sea que estemos escondidos, a verse con un montón de muertos, tal vez solo intente ser útil, pero resulta una gran contrariedad al momento de huir o el logro exitoso de un plan. No es que no me agrade la chica, es bastante chiquilla y divertida, pero no estamos jugando podríamos morir mañana y ella no hace más que jugar y joder con el que la juzgan con su edad.
Me detengo junto al espejo mientras estoy en ropa interior y envuelvo mi melena en la toalla, tengo el rostro blanco pero aun conservo un poco de rosa en mis mejillas, mis ojos verdes se mantienen cristalizados, preparados para lanzar lagrimas, ya todos deben haberse acostumbrado a tenerme de este modo, nunca verían el brillo de alegría en ellos, siempre serán brillantes de miedo. Mi cara está llena de rasguños al igual que mis brazos, mi nariz esta roja e hinchada, parezco un tierno cerdito de una película de terror. Ya ni se en que pienso. Me vuelvo hasta mi morral y cojo mis pantalones negros ajustados - desde que estamos corriendo en todas direcciones no puedo dormir decentemente- me meto en ellos y saco mi camiseta blanca sin mangas, una camisa a cuadros rojos y negros para arroparme los brazos, que de día haga sol no implica el frio de la noche, últimamente lo único que hay es lluvia y frio, la dejo sin abrochar y me recojo los puños. Cojo las placa que mi padre me regalo y me las pongo, es lo único que no cambia de mi vestimenta, ellas siempre están en mi cuello es lo único que me mantiene mas o menos estable, ya que suelo perder el control de mis nervios demasiado rápido. Saco mi sudadera negra y me la coloco, estoy muriendo de frio a pesar de tener la camisa encima.
Me recuesto un poco de la pared sin quitar mis ojos del espejo mientras escucho las palabras “irresponsable” “irracional” “obtusa” y un sinfín de cosas más. Me desespera escucharles pelear, en realidad en este punto todo me desespera cada día estoy más nerviosa con lo que pueda pasar, además sus peleas no me ayudan, intentan hacerme valiente pero no lo lograran nunca si me siguen presionando de esta forma; si me presionas solo conseguirás ponerme peor. Volteo hasta mi bolso y luego veo mis pies descalzos, que genia, casi me voy descalza. Saco mis medias negras y mis vans que parecen haber sido atropellados por un camión, están mugrientos pero al menos el negro le ayuda a disimular. Veo en el fondo de mi bolso mi amado ipod, está cargado desde el último lugar donde estuvimos. Recuerdo que antes de que todo explotara ya papa se había ido a Washington y Jennah nos había pedido que hiciéramos unos bolsos de emergencias, lo primero que metí fueron los cargadores de mis equipos electrónicos, lástima que mi teléfono paso a mejor vida, y en todo caso ¿Qué podría hacer con él? No había mucho que hacer, pero mi ipod era la única cosa en este mundo sin la que no podía vivir además de Josh. Lo saco del bolso y me llevo un audífono al oído, necesito escuchar aunque sea un coro de algo antes de salir de este baño el cual ciento como mi refugio, de no ser porque sé que los demás vendrán a darse un baño dormiría aquí con tranquilidad. Dejo que oasis toque acordes en mis oídos con Wonderwall y lo guardo en mi bolcillo, dejo uno de los audífonos metido entre mi pecho y saco mi cabello de la toalla para secarlo con ella y peinarme.
Mientras me relajo un poco y algunas lágrimas de tristeza ruedan por mis ojos, dos golpes en la puerta y un chasquido entre dientes me hacen voltear y mirar la madera.
- Keke, quiero utilizar el maldito baño.- escupe Koco del otro lado de la puerta y yo suelto un suspiro cansado. - ¿Escuchaste?
- Si, ya salgo.- respondo con tono calmado mientras cepillo mis rizos.
Guardo todo en mi bolso menos el ipod, y salgo del cuarto de baño. No he abierto la puerta cuando Koco, ya está llevándome por en medio chocando conmigo estampándome con la pared. Le dedico una mirada confundida y ella solo tira la puerta en mis narices y suelta un grito de rabia una vez que nos separa la madera. Se quejan de mi, y aquí nadie es normal. Me quedo mirando la puerta con incredulidad y dejo salir el aire lentamente de mis pulmones mientras ato mi cabello mojado en una cola alta. Mis manos son tumbadas de mi cabeza con otras mas grandes y me volteo rápidamente.
- Déjalo que se seque.- me reprende el castaño terminando de soltar mi cabello.- Te enfermaras.
- No me gusta cargar el cabello mojado.
- A mí no me gusta cuidar enfermos.
- No tendrías que hacerlo.
- ¿Por qué no?- pregunta enarcando una de sus gruesas y perfectas cejas. Yo solo niego con la cabeza y desvió mis ojos hacia otro lugar lejos de los suyos.
- No es tu deber, solo eso.- contesto y lo puedo escuchar sonreír, le miro de reojo y si, esta sonriendo el muy engreído.- ¿Por qué tardaron tanto?
- Complicaciones.- responde simplemente encogiéndose de hombros. Bufo y me cruzo de brazos mientras comienzo a caminar y el fulano Ele, se me pega atrás.- ¿A dónde vas?
- Quiero dormir.- le contesto con tono frio y distante. Pero el tipo no deja de seguirme-¿podrías irte?- me vuelvo de manera brusca colocando una mano delante de mi para detenerlo, pero la retiro al sentir su duro pecho bajo mis dedos. Me sonrojo y bajo la mano junto con mis ojos que van a otra dirección.
- Quiero charlar con alguien, no seas odiosa.- se queja entre risas. Supongo que notando mi incomodidad.
- Abajo hay suficientes personas con quien charlar.
- Nah, no tengo ganas de estar hablando con ellos.- chasquea.- Me canso de tantas peleas.
- No es para menos que todos abajo estén alarmados.- vuelvo a cruzarme de brazos y le miro inquisitiva.- Tardaron demasiado en llegar y Scott estaba muy mal.
- De no ser por esa chiquilla.- señala el baño donde se encuentra koco y luego las escaleras hacia la planta de abajo.- y el despeinado shazzan o como sea que se llame, habríamos vuelto hace mucho.
- Como sea.- zarandeo mi mano restándole importancia.- ¿Al menos ya curaron a Scott?
- Jill se encarga de eso.
- Genial.- asiento y me doy la vuelta para seguir caminando hacia el mirador de la enorme casa. Me sigue.- ¿De verdad no me dejaras en paz?
- Es divertido hablar contigo.- se ríe. Este tipo tiene problema, creo que de haber estado más tiempo en el vientre de su madre sale enfermo.- No seas amargada, platiquemos.
- ¿Sobre qué?
- No lo sé, eres la mas callada de aquí.- se encoje de hombros.- y siempre estas recelosa y llorando. Tengo curiosidad.
- Discúlpame si mis lágrimas te han causado molestias.- respondo con sarcasmos y sigo caminando hasta llegar por fin a los ventanales. Me siento en el suelo y el castaño se sienta junto a mí.
- Es molesto algunas veces, entendible otras…- murmura- Pero me divierte la variedad de personajes en este grupo.
- Me alegra que te sea divertida.
Le escucho reír de nuevo y me relajo un poco mientras escucho la música y tarareo un poco. Le miro de reojo y le veo viendo al cielo oscuro a través de los ventanales, tiene cara de buena persona, pero su actitud desde que llego ha sido tan arrogante que me cuesta creerle esa cara de nostalgia que lleva. Saco el audífono que no llevo puesto y se lo ofrezco intentando ser amable. El lo acepta con una sonrisa blanca y perlada. Intimidada, vuelvo mi vista al frente, no podría negar que el chico es lindo, de hecho lo es y sus ojos cafés son hermosos con esta luz. Me reprendo y me doy una cachetada mental para alejar mis halagos hacia el de mi cabeza, no puedo encariñarme con nadie por más amable que el intente serlo.
Nos quedamos así en silencio un rato. Aun puedo escuchar los murmullos de los demás en la planta de abajo. Coloco mi morral detrás de nosotros y me acuesto dejando mi cabeza en el. Ele, me imita y seguimos en silencio tarareando Payphone de Marron 5 la ultima buena canción que pude descargarle.
- Entonces. – susurra interrumpiendo el silencio.- ¿Por qué siempre estas llorando?
- ¿Te parece poco mi miedo hacia los no muertos?- se rie.
- No me refiero a eso.- comenta burlón.- Eso es entendible. Me refiero a aquí. ¿Por qué aun cuando estamos aquí tu igual tienes ojos cristalinos?
- Mi vida no fue muy bonita.- digo en voz baja tratando de alejar el fantasma de mi madre que lo único que hace es daño a mi cabeza.- Me crie con mi abuela.
- ¿Tus padres?
- Mi madre murió y mi papa era un hombre muy ocupado como para hacerse cargo de una niña. – respondo sin dar muchos detalles del dilema de mi vida. – Cuando mi nana murió tuve que irme con mi papa, con su inesperada familia.
- ¿No sabías que la tenía?
- Nop, nunca me lo dijo.- niego con la cabeza recordando mi sorpresa.
- Jodido imbécil.- masculla y yo bufo de acuerdo con el.- No te ofendas, pero lo es.
- Nah, tienes razón. Pero no podía odiar a Jennah…- sonrío con nostalgia y el vuelve a mirarme confundido.- Ni mucho menos a Josh, El solo era unos meses menor que yo.- sus ojos me examinan incluso más curiosos, supongo que no es normal tenerle cariño a la fulana que te roba a tu padre y al mocoso que nace de ellos. Pero no fue así, Jennah era especial y josh igual.
- Comprendo.- asiente al final y vuelve la mirada hacia el cielo.- ¿Por qué no están aquí resistiendo contigo?
- Mi padre se fue de casa un mes antes de que la peste comenzara, el era un alto mando militar, de seguro ya veian venir esto y por eso se lo han llevado.
- Pero a la mayoría de las familias importantes se las llevaron.
- Asi es, pero la peste llego a Los Angeles antes de que lo notáramos, Jennah solo nos mantenía prevenidos. Yo iba y venía de la universidad con Josh y luego a trabajar.- tomo una boconada de aire profunda y continuo.- Ella fue la primera en caer mientras huíamos. Josh tuvo que…- ladeo la cabeza recordando lo horrible que fue. Ele suspira y me vuelvo hacia él. Ya sabe lo que diré.
- Comprendo, no debe haber sido fácil. – se detiene unos segundos con la mirada baja como si estuviera recordando algo y luego vuelve a mi.- ¿Josh?
- No lo se.- En mis ojos siento las lagrimas aglomerarse apuradas en salir y navegar en mis mejillas. Ele se apresura a quitar la primera que rueda. Aparto las demás de mi rostro cuando me vuelvo al frente.- Tuvimos que separarnos, corrí y corrí lejos de su alcance mientras el intentaba salvarme hasta que caí inconsciente. Cuando desperté, Chris y Scott me habían salvado. Pero Josh no estaba.
- Lo siento mucho.- sus palabras suenan pesadas y me parece que no soy la única aquí con esperanzas de algo mas.- ¿Crees que siga con vida?
- Si hay alguien que de verdad pueda sobrevivir a esto, es el.
Me gustaría preguntarle sobre el, pero no quiero ser metiche tampoco. Mi infancia fue complicada, cualquiera podría entenderlo al escuchar las posibles muertes de mi madre, pero no quiero fastidiarle con eso, es mejor ser breve como lo he sido, llorar de tristeza mas no por el dolor que siento cada vez que pienso en ella. Veo a Ele de reojo y vuelvo la vista al frente, podría quedarme dormida en cualquier momento.
- ¿Me diras como te llamas?
- No.- respondo divertida y el rie. Limpio mi rostro y suspiro.
- Si tu hermano sigue con vida…-comienza con tono bajo acariciándose la barbilla. – Le encontraremos.
- ¿Intentas darme aliento?
- Intento ser lindo.- se vuelve a mirarme con una sonrisa de coqueto engreído y yo me rio.
- Ridículo.
- O tal vez intento hacerte sentir más a gusto.- Añade luego. Le dedico una mirada agradecida y tiro los ojos al final del pasillo encontrándome con los ojos de Chris mirándome serios y su seño medio fruncido.
No comprendo su actitud y no quiero agobiarme pensando en porque me ha cubierto con Zuka y los demás, tal vez, no mejor dicho; el me escucho charlando con Scott. El siempre trata de calmarme un poco, pero es jodidamente confuso que sea distante conmigo y luego me cubra. Me hago la vista gorda de su mirada y me vuelvo de nuevo a los ventanales cerrando mis ojos.
- ¿Me diras tu nombre?- la voz del castaño me hace abrir los ojos solo para dedicarle una mirada burlona.
- Ni de coña.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Tendría que ser una jodida broma, pero no, es malditamente enserio y es escalofriante y horrible. ¿Por qué me nominan a mí para las misiones suicidas? Es injusto, soy la menos indicada y la primera en ser lanzada a los leones. Hazza está “castigado” por su hazaña de anoche con Koco, y yo soy la que está pagando la penitencia. Al parecer en la casa donde el rubio nos ha llevado a escondernos, ya no tenemos agua potable para atragantarnos. Tuvimos que salir en busca de agua, lo bueno es que es a plena luz del día y no se pillan no muertos por aquí mientras todos invaden el súper mercado, con todos me refiero a Zuka, Jill, Kilam- claro, el moreno no la deja ni lanzarse un gas si no está con ella.- Nialler, el chico de apodo gay, sasha, Dylan y yo. Chris insistió en venir, pero Zuka le pidió que se quedara con Scott a cuidarle, el castaño no se quedo para nada contento, pero le exigió a Ele, que se quedara con el por si algo pasaba, solo se quedarían ellos dos con Scott herido, Koco y Mariela.
Todos han entrado al Marquet enorme, Todos menos Nialler al que han dejado cuidando la camioneta, claro y a la idiota de yo que han dejado vigilando la entrada del lugar desde los arboles. Joder, quiero echar a correr y no mirar atrás, estoy cagada hasta la medula, no me siento ni los dedos de los pies. Aprieto las mangas de mi camisa de cuadros, hace un calor de infierno pero estoy tan cagada que siento más frio que un perro recién rasurado. No dejo de mirar en todas direcciones, sé que si le hago mente las cosas aparecen, pero no puedo alejar ideas de mi cabeza. Jill me ha dejado un bate a mi disposición, no sé si seré capaz de utilizarle antes de echar a correr y llorar como cerdo en matadero.
Me escondo detrás del árbol mas grande mientras observo lo claro que esta el cielo hoy, si estuviera en casa de seguro estaría una playa con Josh, pero no, tenían que venir los bichos raros a acabar con mi poca felicidad, que poco me duro la compañía agradable y el calor de hogar. Me giro sobre mis talones para mirar si todos han salido y aun nada. Ya quiero volver, de solo recordar que estoy aquí a unos cuantos metros de la camioneta y el rubio me dan ganas de correr a esconderme con el ahí.
Saco mis manos de mis bolcillos tan rápido como puedo y trago pesado. Las lagrimas amenazan con salir, no es que hayan estado muy lejos siempre están nadando en mis ojos, pero escuchar cómo se mueven los arbustos me llena de terror y por instinto doy unos pasos hacia atrás tomando el bate de beisbol en mis manos. ¡Maldicion! Mi pecho se contrae y se expande con mis respiraciones forzadas. No alejo mis ojos de los arbustos y tampoco suelto el bate, lo mantengo junto a mi tomando pose de bateador, estoy más cagada que antes y quiero echar a correr, pero no pero tengo que avisarles a los demás, no puedo dejar que les lleguen, aunque me tiemblen las piernas de pollo.
El arbusto de abre en dos y lo primero que veo son dos manos rasguñadas y el terror invade mi cuerpo asi que con un grito de guerra corro hacia mi posible atacante y le suelto un batazo en plena cabeza con toda la fuerza que mis bracitos me lo permiten. Mi atacante grita del susto antes de caer desmayado a mis pies. Suelto el bate en el suelo y me echo a llorar de susto y desesperación; Dios, posiblemente acabo de matar a la madre o el padre de alguien. Escucho pasos detrás de mi y con recelo me echo hacia adelante abriendo mis ojos observando a la persona que he dejado en el suelo; ¡Joder, es una chica!
- ¡Keke!.- escucho a Nialler llamarme a mis espaldas y me vuelvo a mirarle.-¿Qué paso?- se acerca rápido y me levanta del suelo.- ¿Estas bien?.- no respondo aun, Dios, ¿Y si la he matado por cagona?- ¡Responde!
Suelto un sollozo y señalo en dirección al cuerpo en el suelo, Boo bear no tarda en aparecer junto a Zuka. La castaña toma mis brazos cuando el rubio se agacha a ver el cuerpo.
- ¿Esta bien?- pregunto con la voz ahogada por el llanto.
- Eso parece.- dice cuando coloca las manos en su cuello y muñeca para medir su pulso.- No la mataste, solo esta inconsciente quédate tranquila.
- ¿Qué fue lo que paso?
- No la vi bien, solo la ataque por el miedo de que fuera uno de ellos.- le respondo al castaño.
- Esta bien.- asiente Zuka.- al menos intentaste defenderte, eso es un avance.
Nuestra charla se interrumpe por algunos gemidos provenientes de la chica en el suelo.¡Oh, gracias al cielo! No he matado a nadie. Nialler se apresura a medio levantarle mientras ella se lleva la mano a la cabeza y se queja por el dolor chasqueando los dientes y maldiciendo.
- ¿Estás bien?- le pregunta el castaño acercándose un poco.
- Me han bateado la cabeza.- escupe ella.- ¿Tu qué crees?
- De verdad lo siento, es que me asustaste.
- Y tú me asustaste a mí, por eso me acerque a ver si eras un no muerto.
- Lo importante es que estas bien.- agrega zuka rodando los ojos.- ¿Quién eres?
- Soy Jodie.
No ha terminado de decirnos quien es cuando sus ojos han vuelto a cerrarse. Nialler suspira con cansancio y se levanta trayéndola consigo. Me separo de Zuka y camino detrás del rubio, ahora me siento culpable por haber golpeado a la chica, ella me asusto, es la única excusa que puedo poner.
- ¿Vendra con nosotros?- pregunta Zuka a mis espaldas.
- Vendra con nosotros.- sentencia el rubio.
- Genial, mas personas.- añade el castaño de buena manera.
Yo no digo nada, soy completamente interrumpida cuando los vidrios del Marquet se vienen abajo y los chicos salen corriendo como antílopes en época de caseria. Siento todo salir de mi cuerpo, color, aire y corazón cuando veo los bicho quijada rota detrás de ellos mientras los nuestros corren con agua en sus brazos. Lo ultimo que escucho es a jill maldiciendo a Nialler y apurándole para que mueva la camioneta y ellos puedan subir; yo estoy paralizada, ni siquiera siento cuando muevo mis pies y subo a bordo. ¡Joder, siempre se puede estar peor!
Antes no solía ser tan así, siempre fui una persona recelosa que no confiaba en nadie salvo en si misma; y aún sigue siendo así. Tampoco es como si mi familia se mereciera mi apreciación, mi abuela era un amor, y pensar en ella me hace sentir incluso más triste de lo que lo estoy ahora. Ella era muy celosa conmigo, no le gustaba compartirme con nadie, tal vez era entendible porque yo era su única nieta y no tenía a nadie más que a mí, y yo solo la tenía a ella. Mi padre estuvo para mi muchas veces, pero nada que fuera memorable, lo único que le parecía apreciar de mí era lo idéntica que era a mi madre. La muerte más rara del universo fue la suya- si se podría sentir mi sarcasmo.- No es que las de los no muertos sean muy normales, pero al menos ellos solo tienen una razón a su estado. Mi madre, según mi abuela, murió dándome a luz, no aguanto el parto y pereció al instante, o al menos esa es la versión uno de su muerte, la segunda es la contada por mi padre, según él, mama murió cuando cumplí los dos años, él y mama ya se habían separado y pues él ya tenía una familia, tenía cáncer de pulmón y de eso murió. Sinceramente no sé a quién creerle, nunca supe a quién. No podría saber si de verdad ella murió cuando nací, o si lo hizo cuando tenía dos años, nunca he visto una fotografía de mama conmigo, pero papa no tendría por qué mentirme, la verdad dejo de interesarme luego de escuchar la segunda versión cuando cumplí los 12. Aun sin saber cómo carajos murió mama, mi vida no fue tan complicada, fue simple pero sin afecto salvo el que me daban mi hermanastro y su madre.
Veo a Scott tumbado sobre la mesa y me aterro incluso más. No quiero que muera, no es que todos hayan sido muy lindos conmigo, pero no por eso me voy a sentir feliz de su estado. Hice talleres de primeros auxilios cuando me mude con mi padre; Matt, como uno de los grandes militares de este país, le gustaba tener a sus hijos seguros, así que también nos enseñó tiro al blanco con arcos y esgrima. Bien podría curar la herida de Scott, pero me asusta hacerlo mal y que la tal Jill me corte la cabeza, le temo más a ella y su forma de ser tan ruda que a los mismos zombis. También tengo una buena puntería, pero los nervios pueden más que yo, así que solo me limito a arrinconarme en este sofá y llorar mientras rezo en silencio para que no muera, para que mi hermano vuelva a mí y para que Jennah haya encontrado la paz.
- Deja de llorar, keke.- escucho a Zuka reprenderme desde la parte de atrás. La ignoro y me hago un ovillo entre mis piernas y el sofá.
¿Por qué le molesta? No es como si llorara con un megáfono para que todos escucharan, lloraba en silencio solo para mí. A los 20 años normalmente estas en la universidad, luchando para entrar en una facultad decente y trabajando para darte tus gustos. Pero no, aquí estamos, viendo personas morir y huyendo de los que deberían estar bajo tierra. Keke, ese es mi nuevo nombre, ya no escucho el Danielle o el Dani, por ninguna parte. Extraño a Josh, lo extraño y muchísimo, estando con él no me hacía falta nada, tenía a alguien a mi lado que me tranquilizaba y me daba valor.
Reclino mi cabeza hasta atrás y seco mis lágrimas. Desearía darme un baño, uno largo y caliente, pero estoy asustada por el hecho de que han pasado más de dos horas y el grupo que salió a la ciudad aun no regresa. Mi pecho esta apretado por mi propio recelo, trato de no ser paranoica, pero no creo que la situación ayude en nada con eso. Miro hasta donde estaba Zuka y veo que ya no está, miro en todas direcciones y no hay nadie salvo Scott quien mira el techo y esa tan pálido que parece uno de ellos. Me levanto un poco temblorosa en su dirección y el me dedica una mirada aguada y adolorida. Me abrazo a mí misma al ver algo que odio tanto como a los no muertos; sangre.
- ¿Te duele mucho?
- Tu qué crees…- murmura con la voz áspera y entrecortada. Arrugo la nariz al sentir su dolor como propio y miro el frasco de alcohol junto a mesa.- Aun no vuelven.
- Eso suena más a una afirmación que a una pregunta.- le respondo y camino hasta el frasco tomando las gazas y unas pinzas del botiquín de Jill. – pero no, no han vuelto.- suspiro y me detengo frente a él encogiéndome de hombros. No poder curársela como tal, pero a pesar del torniquete, está perdiendo sangre y tengo que limpiársela, debo hacer tiempo antes de que la morena llegue con lo necesario, se la dejare limpia al menos. –Tengo que limpiártela o será peor la cosa.
- ¿estas segura?- pregunta incrédulo abriendo los ojos tanto como puede. Ladeo la mirada sonrojada y sintiéndome inútil.- No quiero que pases un mal rato.- agrega al final con la intención de hacerme sentir mejor. Me encojo de hombros y arrastro una silla hasta el para tomar lugar.
- Solo no se lo digas a nadie.- el sonríe de lado y ladea la cabeza en mi dirección.
- Lo prometo, rubia.
Sonrió tímida y me vuelvo para asegurarme de que nadie estará mirándome, no quiero que me usen en momentos de presión, no podría controlar los nervios, y si Jill y ese clan de locos se entera que se de primeros auxilios, de seguro me querrán de enfermera, no querría decepcionar a nadie. Me acerco tanto como puedo a la herida y se me sube el color al ver lo profunda que es, es demasiada sangre y carne a los lados para mi gusto, pero sé que puedo controlarlo. Al menos Scott lo espera, su mirada impaciente y adolorida esta sobre mí y no se aparta mientras echo alcohol y se arruga.
- Keke.- chasquea de dolor.
- No me pongas nerviosa, por favor.- le pido en tono bajo y suplicante y el asiente.- te prometo que no me sentirás la mano.
Y en eso si puedo estar 100 % segura, tengo manos delgadas y muy buen tacto, no soy osca. El asiente con la cabeza y se aprieta el labio inferior con los diente cuando le pongo el ultimo poco de alcohol, lo bueno es que Jill ya le había puesto un poco antes de irse, hay menos probabilidades de una infección grave. Quito el torniquete de la herida y paso las gazas con el mayor cuidado posible, no quiero que me quemen por llorona y haber herido aun peor a Scott.
Mientras le limpio y veo hacia los demás espacios de la casa cerciorándome de no estar siendo vigilada por nadie, pienso en cómo podría estar Josh, aun no pierdo las esperanzas de que este vivo, entre nosotros dos él es el que más probabilidades tiene de volver a casa con vida, si es que eso es posible. Extraño mucho sus burlas a mi persona cuando me ponía toda paranoica, y pensar en la mísera posibilidad de volver a verlo me ensancha el corazón y me anima un poco. Pero así como produce todo eso en mí, también crea un miedo inmenso en mi interior, más grande del que ya tengo, debo prepararme para una decepción si no lo encuentro. Miro a Scott de reojo y me tranquilizo al verlo tan calmado, claro como el dolor de la herida se lo permite, al menos no lo estoy lastimando más. Miro en la parte más profunda de la herida y me pongo nerviosa de nuevo, le va a doler ahí.
- Tengo que limpiarte adentro. – le comunico y el hace un asentimiento de cabeza en mi dirección con los ojos apagados.
- Has ido bien por los momentos.- sonrió satisfecha de no haberle hecho daño.- ¿Por qué no quieres que los demás sepan que al menos puedes aguantar un poco la sangre? Haces esto muy bien, tenías razón no te siento la mano.
- Tu sabes porque.- niego con la cabeza y hundo las gazas al interior de la herida y me detengo un poco esperando a que Scott se acostumbre a mi mano ahí dentro.- No soy buena ayudando o bajo presión, me va siendo la rubia inútil.
- Nah.- chista entre dientes y continuo con lo mío.- Tal vez… solo necesites práctica.
- Estoy bien así, no quiero decepcionar a nadie.- suelta un gemido y yo me trago el sollozo, no quiero hacerle daño y verlo quejarse me hace entrar en nervios.- solo no digas nada. De pensarlo ya solo estoy nerviosa.
- Podrías ser útil.- me detengo y le miro suplicante con mis ojos verdes que podría apostar que están cristalinos como siempre.- bien, no diré nada.
- Gracias
Asiento un poco más tranquila y paso la gaza por el último pedazo de carne en mal estado. Ya vendría siendo hora de que todos vuelvan, pero aún no hay ni rastro. Hago el torniquete de nuevo y paso una última gaza limpia para quitar residuos de sangre. Scott se mira la herida y me sonríe agradecido.
- Se ve menos fea.
- No hay de que.- sonrió y recojo todas las gazas que utilice para botarlas.- se pondrá mejor una vez que ella regrese.- el gira los ojos con gesto de frustración.- ya vendrán.- le ánimo y paso mi mano derecha por su pálida frente y la retiro rápidamente al sentirla tan caliente.- estas ardiendo.
- Dime algo que no sepa, pequeña.
- No me digas pequeña.- me quejo mientras tomo un pequeña toalla de la repisa y me dirijo al cuarto de baño para mojarla. Regreso y se la coloco sobre la frente.- puede que sea incluso mayor que tú.
- No lo creo.- se ríe entre dientes.- dime cuántos años tienes.
- No debería.
- No seas ridícula.
- Tengo 20 años.- le termino diciendo y me vuelvo a botar las gazas de una vez. Regreso con una pequeña ponchera de llena de agua.
- No pareces de 20.- farfulla y yo me rio.- Yo me veo mayor.
- Eso es bueno, paso por menor, así envejezco lento.
- Vieja ridícula.- se ríe entre dientes haciendo que en sus ojos se marquen unas pequeñas líneas.
Escucho un ruido provenir de las escaleras y me apresuro a tapar el alcohol y esconder la bolsa llena de gazas. Podría ser la entrepita de koco, o zuka, aunque no estaría mal que fueran los que han salido hace bastante, seria hora de que volvieran.
- ¡Chicos!- escucho a zuka gritar ya tan cerca que no me da chance de lanzarme al sofá. Veo a Scott y el me guiña el ojo.
- Yo te cubro… pequeña.- agrega al final en tono burlón y yo bufo con disgusto. Esta incluso más dormido que despierto, ¿que podría cubrirme? Más rápido que de lo que me doy cuenta, Chris está a mi lado empapándose las manos en el agua y simulando que tapa el pote de alcohol que yo ya he cerrado, lo miro sin comprender y el me dedica una mirada ladeada y poco expresiva. Recoge las pinzas y simula estar centrado en algo que no logro comprender. Zuka no tarda ni dos segundos en aparecer frente a nosotros con los ojos abiertos de par en par.
- ¿Qué le hacen?- pregunta una vez que nos estudia a su hermano y a mi.
- Lo estaba limpiando.- responde Chris rápidamente antes de que siquiera yo me anticipe. Mis manos ya tiemblan por si solas.- le pedí a Keke que me ayudara al menos a sostener la basura.- mis ojos quieren salir de sus orbitas. Chris me está cubriendo, eso significa que el ha estado viendo todo este tiempo. Mis nervios se estabilizan un poco, de haber querido meterse conmigo ya habría dicho algo. Tomo la bolsa de las gazas que acababa de esconder y se las muestro a Zuka colocando mi mejor cara de poker.
- Vaya.- murmura parpadeando un par de veces y luego sacude la cabeza.- no era eso lo que les venía decir. Koco, no está.
- ¡¿Qué?!- pregunto más como un chillido que como un tono común de una persona normal. Con razón no han vuelto, esa niña es un imán para los problemas, incluso más que yo.
- ¿Cómo que no esta?- pregunta Chris entre dientes. Se lleva las manos al rostro tapandolo con frustracion y luego niega con la cabeza.- Recuerdenme atarla en una silla cuando ella insista en salir.
- Esto es terrible.
- No empiences, por favor.- Nialler aparece en la sala y los mira a todos.-¿Qué hacemos?
- Esperar a que lleguen.
- Pero Scott esta muy mal.
- ¿Quieres ir tu por ellos, keke?
- Ni de coña.- le respondo a Zuka que me mira con una de sus cejas enarcadas. Scott tose y todos nos volvemos a mirarle. El rubio da un paso y lo ve mas de cerca.
- ¿Quién le limpio?
- Yo.
- Vaya, para ser grande y odioso, eres bastante bueno.- El rubio le palmea el hombro a Chris y este lo mira con desdén.- deberias aprender a hacer algo útil.- me señala y mis mejillas de inmediato toman color de vergüenza. Si el supiera.
- Dejala en paz.- sisea el castaño y yo le veo de reojo.- mejor ve a ver si los demas vienen.
Miro al rubio alejarse a regaña dientes. Debería estar sorprendida por el comportamiento del castaño, pero lo mas seguro es que este agradecido de que he limpiado la herida de Scott. Zuka se entretiene charlando con el de las diferentes formas en que van a gritarle a Koco si algo malo llega a pasar, o si es que vuelven. Alejo la idea de mi cabeza rápidamente y veo a Scott dormido, la fiebre lo ha tumbado, mas vale que se apresuren. El paño de su frente esta casi seco así que lo levanto y lo mojo de nuevo para ponerlo.
- Quisiera darme un baño.- La chica pelirroja aparece junto a Dylan en el mostrador, pero se detienen a hablar con Zuka.
- El primer baño a la derecha en el piso de arriba.- dice el castaño en voz baja.- tiene agua caliente.- le miro un poco recelosa y luego hago un gesto con la cabeza parpadeando un par de veces.
- Claro, gracias.
Me alejo del lugar donde mantienen a Scott y tomo mi mochila del mueble. Debo recordar que cuando salgamos a buscar proviciones debo buscar mas ropa. O al menos intentar conseguir, no quiero salir nunca mas de aquí, por mas que me lo pidan. Tal vez las demás se apiaden de mi y me traigan algo de ropa cuando vuelvan a salir, si es que antes regresan con las medicinas de Scott.
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Desde aquí arriba puedo claramente escuchar los gritos de los demás, en parte eso es bueno porque es señal de que todos han regresado. No tengo mucho apuro en ir abajo y verles, no quiero estar en vuelta en todo ese embrollo, ya hice lo único que podía hacer, así que de nada sirve que vaya a convivir con ellos. Tampoco es como si fuera muy bienvenida, solo soy una carga para ellos. De seguro estarán asesinando a Koco, se lo merece, no entiendo porque se entusiasma en salir de donde sea que estemos escondidos, a verse con un montón de muertos, tal vez solo intente ser útil, pero resulta una gran contrariedad al momento de huir o el logro exitoso de un plan. No es que no me agrade la chica, es bastante chiquilla y divertida, pero no estamos jugando podríamos morir mañana y ella no hace más que jugar y joder con el que la juzgan con su edad.
Me detengo junto al espejo mientras estoy en ropa interior y envuelvo mi melena en la toalla, tengo el rostro blanco pero aun conservo un poco de rosa en mis mejillas, mis ojos verdes se mantienen cristalizados, preparados para lanzar lagrimas, ya todos deben haberse acostumbrado a tenerme de este modo, nunca verían el brillo de alegría en ellos, siempre serán brillantes de miedo. Mi cara está llena de rasguños al igual que mis brazos, mi nariz esta roja e hinchada, parezco un tierno cerdito de una película de terror. Ya ni se en que pienso. Me vuelvo hasta mi morral y cojo mis pantalones negros ajustados - desde que estamos corriendo en todas direcciones no puedo dormir decentemente- me meto en ellos y saco mi camiseta blanca sin mangas, una camisa a cuadros rojos y negros para arroparme los brazos, que de día haga sol no implica el frio de la noche, últimamente lo único que hay es lluvia y frio, la dejo sin abrochar y me recojo los puños. Cojo las placa que mi padre me regalo y me las pongo, es lo único que no cambia de mi vestimenta, ellas siempre están en mi cuello es lo único que me mantiene mas o menos estable, ya que suelo perder el control de mis nervios demasiado rápido. Saco mi sudadera negra y me la coloco, estoy muriendo de frio a pesar de tener la camisa encima.
Me recuesto un poco de la pared sin quitar mis ojos del espejo mientras escucho las palabras “irresponsable” “irracional” “obtusa” y un sinfín de cosas más. Me desespera escucharles pelear, en realidad en este punto todo me desespera cada día estoy más nerviosa con lo que pueda pasar, además sus peleas no me ayudan, intentan hacerme valiente pero no lo lograran nunca si me siguen presionando de esta forma; si me presionas solo conseguirás ponerme peor. Volteo hasta mi bolso y luego veo mis pies descalzos, que genia, casi me voy descalza. Saco mis medias negras y mis vans que parecen haber sido atropellados por un camión, están mugrientos pero al menos el negro le ayuda a disimular. Veo en el fondo de mi bolso mi amado ipod, está cargado desde el último lugar donde estuvimos. Recuerdo que antes de que todo explotara ya papa se había ido a Washington y Jennah nos había pedido que hiciéramos unos bolsos de emergencias, lo primero que metí fueron los cargadores de mis equipos electrónicos, lástima que mi teléfono paso a mejor vida, y en todo caso ¿Qué podría hacer con él? No había mucho que hacer, pero mi ipod era la única cosa en este mundo sin la que no podía vivir además de Josh. Lo saco del bolso y me llevo un audífono al oído, necesito escuchar aunque sea un coro de algo antes de salir de este baño el cual ciento como mi refugio, de no ser porque sé que los demás vendrán a darse un baño dormiría aquí con tranquilidad. Dejo que oasis toque acordes en mis oídos con Wonderwall y lo guardo en mi bolcillo, dejo uno de los audífonos metido entre mi pecho y saco mi cabello de la toalla para secarlo con ella y peinarme.
Mientras me relajo un poco y algunas lágrimas de tristeza ruedan por mis ojos, dos golpes en la puerta y un chasquido entre dientes me hacen voltear y mirar la madera.
- Keke, quiero utilizar el maldito baño.- escupe Koco del otro lado de la puerta y yo suelto un suspiro cansado. - ¿Escuchaste?
- Si, ya salgo.- respondo con tono calmado mientras cepillo mis rizos.
Guardo todo en mi bolso menos el ipod, y salgo del cuarto de baño. No he abierto la puerta cuando Koco, ya está llevándome por en medio chocando conmigo estampándome con la pared. Le dedico una mirada confundida y ella solo tira la puerta en mis narices y suelta un grito de rabia una vez que nos separa la madera. Se quejan de mi, y aquí nadie es normal. Me quedo mirando la puerta con incredulidad y dejo salir el aire lentamente de mis pulmones mientras ato mi cabello mojado en una cola alta. Mis manos son tumbadas de mi cabeza con otras mas grandes y me volteo rápidamente.
- Déjalo que se seque.- me reprende el castaño terminando de soltar mi cabello.- Te enfermaras.
- No me gusta cargar el cabello mojado.
- A mí no me gusta cuidar enfermos.
- No tendrías que hacerlo.
- ¿Por qué no?- pregunta enarcando una de sus gruesas y perfectas cejas. Yo solo niego con la cabeza y desvió mis ojos hacia otro lugar lejos de los suyos.
- No es tu deber, solo eso.- contesto y lo puedo escuchar sonreír, le miro de reojo y si, esta sonriendo el muy engreído.- ¿Por qué tardaron tanto?
- Complicaciones.- responde simplemente encogiéndose de hombros. Bufo y me cruzo de brazos mientras comienzo a caminar y el fulano Ele, se me pega atrás.- ¿A dónde vas?
- Quiero dormir.- le contesto con tono frio y distante. Pero el tipo no deja de seguirme-¿podrías irte?- me vuelvo de manera brusca colocando una mano delante de mi para detenerlo, pero la retiro al sentir su duro pecho bajo mis dedos. Me sonrojo y bajo la mano junto con mis ojos que van a otra dirección.
- Quiero charlar con alguien, no seas odiosa.- se queja entre risas. Supongo que notando mi incomodidad.
- Abajo hay suficientes personas con quien charlar.
- Nah, no tengo ganas de estar hablando con ellos.- chasquea.- Me canso de tantas peleas.
- No es para menos que todos abajo estén alarmados.- vuelvo a cruzarme de brazos y le miro inquisitiva.- Tardaron demasiado en llegar y Scott estaba muy mal.
- De no ser por esa chiquilla.- señala el baño donde se encuentra koco y luego las escaleras hacia la planta de abajo.- y el despeinado shazzan o como sea que se llame, habríamos vuelto hace mucho.
- Como sea.- zarandeo mi mano restándole importancia.- ¿Al menos ya curaron a Scott?
- Jill se encarga de eso.
- Genial.- asiento y me doy la vuelta para seguir caminando hacia el mirador de la enorme casa. Me sigue.- ¿De verdad no me dejaras en paz?
- Es divertido hablar contigo.- se ríe. Este tipo tiene problema, creo que de haber estado más tiempo en el vientre de su madre sale enfermo.- No seas amargada, platiquemos.
- ¿Sobre qué?
- No lo sé, eres la mas callada de aquí.- se encoje de hombros.- y siempre estas recelosa y llorando. Tengo curiosidad.
- Discúlpame si mis lágrimas te han causado molestias.- respondo con sarcasmos y sigo caminando hasta llegar por fin a los ventanales. Me siento en el suelo y el castaño se sienta junto a mí.
- Es molesto algunas veces, entendible otras…- murmura- Pero me divierte la variedad de personajes en este grupo.
- Me alegra que te sea divertida.
Le escucho reír de nuevo y me relajo un poco mientras escucho la música y tarareo un poco. Le miro de reojo y le veo viendo al cielo oscuro a través de los ventanales, tiene cara de buena persona, pero su actitud desde que llego ha sido tan arrogante que me cuesta creerle esa cara de nostalgia que lleva. Saco el audífono que no llevo puesto y se lo ofrezco intentando ser amable. El lo acepta con una sonrisa blanca y perlada. Intimidada, vuelvo mi vista al frente, no podría negar que el chico es lindo, de hecho lo es y sus ojos cafés son hermosos con esta luz. Me reprendo y me doy una cachetada mental para alejar mis halagos hacia el de mi cabeza, no puedo encariñarme con nadie por más amable que el intente serlo.
Nos quedamos así en silencio un rato. Aun puedo escuchar los murmullos de los demás en la planta de abajo. Coloco mi morral detrás de nosotros y me acuesto dejando mi cabeza en el. Ele, me imita y seguimos en silencio tarareando Payphone de Marron 5 la ultima buena canción que pude descargarle.
- Entonces. – susurra interrumpiendo el silencio.- ¿Por qué siempre estas llorando?
- ¿Te parece poco mi miedo hacia los no muertos?- se rie.
- No me refiero a eso.- comenta burlón.- Eso es entendible. Me refiero a aquí. ¿Por qué aun cuando estamos aquí tu igual tienes ojos cristalinos?
- Mi vida no fue muy bonita.- digo en voz baja tratando de alejar el fantasma de mi madre que lo único que hace es daño a mi cabeza.- Me crie con mi abuela.
- ¿Tus padres?
- Mi madre murió y mi papa era un hombre muy ocupado como para hacerse cargo de una niña. – respondo sin dar muchos detalles del dilema de mi vida. – Cuando mi nana murió tuve que irme con mi papa, con su inesperada familia.
- ¿No sabías que la tenía?
- Nop, nunca me lo dijo.- niego con la cabeza recordando mi sorpresa.
- Jodido imbécil.- masculla y yo bufo de acuerdo con el.- No te ofendas, pero lo es.
- Nah, tienes razón. Pero no podía odiar a Jennah…- sonrío con nostalgia y el vuelve a mirarme confundido.- Ni mucho menos a Josh, El solo era unos meses menor que yo.- sus ojos me examinan incluso más curiosos, supongo que no es normal tenerle cariño a la fulana que te roba a tu padre y al mocoso que nace de ellos. Pero no fue así, Jennah era especial y josh igual.
- Comprendo.- asiente al final y vuelve la mirada hacia el cielo.- ¿Por qué no están aquí resistiendo contigo?
- Mi padre se fue de casa un mes antes de que la peste comenzara, el era un alto mando militar, de seguro ya veian venir esto y por eso se lo han llevado.
- Pero a la mayoría de las familias importantes se las llevaron.
- Asi es, pero la peste llego a Los Angeles antes de que lo notáramos, Jennah solo nos mantenía prevenidos. Yo iba y venía de la universidad con Josh y luego a trabajar.- tomo una boconada de aire profunda y continuo.- Ella fue la primera en caer mientras huíamos. Josh tuvo que…- ladeo la cabeza recordando lo horrible que fue. Ele suspira y me vuelvo hacia él. Ya sabe lo que diré.
- Comprendo, no debe haber sido fácil. – se detiene unos segundos con la mirada baja como si estuviera recordando algo y luego vuelve a mi.- ¿Josh?
- No lo se.- En mis ojos siento las lagrimas aglomerarse apuradas en salir y navegar en mis mejillas. Ele se apresura a quitar la primera que rueda. Aparto las demás de mi rostro cuando me vuelvo al frente.- Tuvimos que separarnos, corrí y corrí lejos de su alcance mientras el intentaba salvarme hasta que caí inconsciente. Cuando desperté, Chris y Scott me habían salvado. Pero Josh no estaba.
- Lo siento mucho.- sus palabras suenan pesadas y me parece que no soy la única aquí con esperanzas de algo mas.- ¿Crees que siga con vida?
- Si hay alguien que de verdad pueda sobrevivir a esto, es el.
Me gustaría preguntarle sobre el, pero no quiero ser metiche tampoco. Mi infancia fue complicada, cualquiera podría entenderlo al escuchar las posibles muertes de mi madre, pero no quiero fastidiarle con eso, es mejor ser breve como lo he sido, llorar de tristeza mas no por el dolor que siento cada vez que pienso en ella. Veo a Ele de reojo y vuelvo la vista al frente, podría quedarme dormida en cualquier momento.
- ¿Me diras como te llamas?
- No.- respondo divertida y el rie. Limpio mi rostro y suspiro.
- Si tu hermano sigue con vida…-comienza con tono bajo acariciándose la barbilla. – Le encontraremos.
- ¿Intentas darme aliento?
- Intento ser lindo.- se vuelve a mirarme con una sonrisa de coqueto engreído y yo me rio.
- Ridículo.
- O tal vez intento hacerte sentir más a gusto.- Añade luego. Le dedico una mirada agradecida y tiro los ojos al final del pasillo encontrándome con los ojos de Chris mirándome serios y su seño medio fruncido.
No comprendo su actitud y no quiero agobiarme pensando en porque me ha cubierto con Zuka y los demás, tal vez, no mejor dicho; el me escucho charlando con Scott. El siempre trata de calmarme un poco, pero es jodidamente confuso que sea distante conmigo y luego me cubra. Me hago la vista gorda de su mirada y me vuelvo de nuevo a los ventanales cerrando mis ojos.
- ¿Me diras tu nombre?- la voz del castaño me hace abrir los ojos solo para dedicarle una mirada burlona.
- Ni de coña.
✖✖✖✖
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Tendría que ser una jodida broma, pero no, es malditamente enserio y es escalofriante y horrible. ¿Por qué me nominan a mí para las misiones suicidas? Es injusto, soy la menos indicada y la primera en ser lanzada a los leones. Hazza está “castigado” por su hazaña de anoche con Koco, y yo soy la que está pagando la penitencia. Al parecer en la casa donde el rubio nos ha llevado a escondernos, ya no tenemos agua potable para atragantarnos. Tuvimos que salir en busca de agua, lo bueno es que es a plena luz del día y no se pillan no muertos por aquí mientras todos invaden el súper mercado, con todos me refiero a Zuka, Jill, Kilam- claro, el moreno no la deja ni lanzarse un gas si no está con ella.- Nialler, el chico de apodo gay, sasha, Dylan y yo. Chris insistió en venir, pero Zuka le pidió que se quedara con Scott a cuidarle, el castaño no se quedo para nada contento, pero le exigió a Ele, que se quedara con el por si algo pasaba, solo se quedarían ellos dos con Scott herido, Koco y Mariela.
Todos han entrado al Marquet enorme, Todos menos Nialler al que han dejado cuidando la camioneta, claro y a la idiota de yo que han dejado vigilando la entrada del lugar desde los arboles. Joder, quiero echar a correr y no mirar atrás, estoy cagada hasta la medula, no me siento ni los dedos de los pies. Aprieto las mangas de mi camisa de cuadros, hace un calor de infierno pero estoy tan cagada que siento más frio que un perro recién rasurado. No dejo de mirar en todas direcciones, sé que si le hago mente las cosas aparecen, pero no puedo alejar ideas de mi cabeza. Jill me ha dejado un bate a mi disposición, no sé si seré capaz de utilizarle antes de echar a correr y llorar como cerdo en matadero.
Me escondo detrás del árbol mas grande mientras observo lo claro que esta el cielo hoy, si estuviera en casa de seguro estaría una playa con Josh, pero no, tenían que venir los bichos raros a acabar con mi poca felicidad, que poco me duro la compañía agradable y el calor de hogar. Me giro sobre mis talones para mirar si todos han salido y aun nada. Ya quiero volver, de solo recordar que estoy aquí a unos cuantos metros de la camioneta y el rubio me dan ganas de correr a esconderme con el ahí.
Saco mis manos de mis bolcillos tan rápido como puedo y trago pesado. Las lagrimas amenazan con salir, no es que hayan estado muy lejos siempre están nadando en mis ojos, pero escuchar cómo se mueven los arbustos me llena de terror y por instinto doy unos pasos hacia atrás tomando el bate de beisbol en mis manos. ¡Maldicion! Mi pecho se contrae y se expande con mis respiraciones forzadas. No alejo mis ojos de los arbustos y tampoco suelto el bate, lo mantengo junto a mi tomando pose de bateador, estoy más cagada que antes y quiero echar a correr, pero no pero tengo que avisarles a los demás, no puedo dejar que les lleguen, aunque me tiemblen las piernas de pollo.
El arbusto de abre en dos y lo primero que veo son dos manos rasguñadas y el terror invade mi cuerpo asi que con un grito de guerra corro hacia mi posible atacante y le suelto un batazo en plena cabeza con toda la fuerza que mis bracitos me lo permiten. Mi atacante grita del susto antes de caer desmayado a mis pies. Suelto el bate en el suelo y me echo a llorar de susto y desesperación; Dios, posiblemente acabo de matar a la madre o el padre de alguien. Escucho pasos detrás de mi y con recelo me echo hacia adelante abriendo mis ojos observando a la persona que he dejado en el suelo; ¡Joder, es una chica!
- ¡Keke!.- escucho a Nialler llamarme a mis espaldas y me vuelvo a mirarle.-¿Qué paso?- se acerca rápido y me levanta del suelo.- ¿Estas bien?.- no respondo aun, Dios, ¿Y si la he matado por cagona?- ¡Responde!
Suelto un sollozo y señalo en dirección al cuerpo en el suelo, Boo bear no tarda en aparecer junto a Zuka. La castaña toma mis brazos cuando el rubio se agacha a ver el cuerpo.
- ¿Esta bien?- pregunto con la voz ahogada por el llanto.
- Eso parece.- dice cuando coloca las manos en su cuello y muñeca para medir su pulso.- No la mataste, solo esta inconsciente quédate tranquila.
- ¿Qué fue lo que paso?
- No la vi bien, solo la ataque por el miedo de que fuera uno de ellos.- le respondo al castaño.
- Esta bien.- asiente Zuka.- al menos intentaste defenderte, eso es un avance.
Nuestra charla se interrumpe por algunos gemidos provenientes de la chica en el suelo.¡Oh, gracias al cielo! No he matado a nadie. Nialler se apresura a medio levantarle mientras ella se lleva la mano a la cabeza y se queja por el dolor chasqueando los dientes y maldiciendo.
- ¿Estás bien?- le pregunta el castaño acercándose un poco.
- Me han bateado la cabeza.- escupe ella.- ¿Tu qué crees?
- De verdad lo siento, es que me asustaste.
- Y tú me asustaste a mí, por eso me acerque a ver si eras un no muerto.
- Lo importante es que estas bien.- agrega zuka rodando los ojos.- ¿Quién eres?
- Soy Jodie.
No ha terminado de decirnos quien es cuando sus ojos han vuelto a cerrarse. Nialler suspira con cansancio y se levanta trayéndola consigo. Me separo de Zuka y camino detrás del rubio, ahora me siento culpable por haber golpeado a la chica, ella me asusto, es la única excusa que puedo poner.
- ¿Vendra con nosotros?- pregunta Zuka a mis espaldas.
- Vendra con nosotros.- sentencia el rubio.
- Genial, mas personas.- añade el castaño de buena manera.
Yo no digo nada, soy completamente interrumpida cuando los vidrios del Marquet se vienen abajo y los chicos salen corriendo como antílopes en época de caseria. Siento todo salir de mi cuerpo, color, aire y corazón cuando veo los bicho quijada rota detrás de ellos mientras los nuestros corren con agua en sus brazos. Lo ultimo que escucho es a jill maldiciendo a Nialler y apurándole para que mueva la camioneta y ellos puedan subir; yo estoy paralizada, ni siquiera siento cuando muevo mis pies y subo a bordo. ¡Joder, siempre se puede estar peor!
Última edición por Nirvana el Dom 17 Ago 2014, 5:15 pm, editado 1 vez
Ariel.
---
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
El capítulo me encantoooooooooo! Keke es media boba, la adoro!
Y Josh, es mi Josh? Mi Hutcher? :OOOOOO impaktadeishon
En fin, espero el otro capítulo, el capítulo me encanto, esta novela esta quedando zombiemagnifica(? ok, me calmo
Bye
Y Josh, es mi Josh? Mi Hutcher? :OOOOOO impaktadeishon
En fin, espero el otro capítulo, el capítulo me encanto, esta novela esta quedando zombiemagnifica(? ok, me calmo
Bye
Miluh.
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
Tengo que comentar varios capítulos Los leo de nuevo y vuelvo a comentar.
Invitado
Invitado
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
o mai gosh !! OOOO MAI GOSH!! pero que capítulo kdkdkdjd esa keke ... creo que ahora la amo :((( tan ...tan... ay no se :( es adorlable ... y se pone toda rudota pegándole a la jodie kdkfjfjfk cosita *-* ... ya... y eso.... me encanto *-* ... y... que siga la que viene e.e :bye:
littledirectionermonster
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
YA YA YA YA.
LO SE, SE LO QUE ESTÁN PENSANDO Y YA NO TIENEN QUE LLORAR MAS POR QUE:
¡LLEGO POR EL QUE LLORABAN!
Ay, que lindo que soy.
Hellow, hellow girls, ¿como están? ¿Me recuerdan? ¿Si? Yo se que si porque soy super sexy y ustedes deben recordarme e.e
Jajaja, bueno, ¡decidieron seguir la novela!
Pensaba que se iba a quedar en una sola temporada. Leí el epilogo de la primera y esta de fkvbujbsjkbsfhbsjhbsvjvbs. Y ahora ya comencé a leer los capítulos de la segunda. Esta todo emocionante.
You know, I love zombies <3 y la muerte también 3:).
Síganla, síganla, síganla (?)
PD: Tendrán que repetirme sus nombres porque solo me acuerdo de algunas como Luna, Jenni y Vane xD.
Y los dejo con un viejo proverbio chino que dice "Es el fin del mundo, no el fin de la electricidad". (que? yo no lo invente e.e cállense).
LO SE, SE LO QUE ESTÁN PENSANDO Y YA NO TIENEN QUE LLORAR MAS POR QUE:
¡LLEGO POR EL QUE LLORABAN!
Ay, que lindo que soy.
Hellow, hellow girls, ¿como están? ¿Me recuerdan? ¿Si? Yo se que si porque soy super sexy y ustedes deben recordarme e.e
Jajaja, bueno, ¡decidieron seguir la novela!
Pensaba que se iba a quedar en una sola temporada. Leí el epilogo de la primera y esta de fkvbujbsjkbsfhbsjhbsvjvbs. Y ahora ya comencé a leer los capítulos de la segunda. Esta todo emocionante.
You know, I love zombies <3 y la muerte también 3:).
Síganla, síganla, síganla (?)
PD: Tendrán que repetirme sus nombres porque solo me acuerdo de algunas como Luna, Jenni y Vane xD.
Y los dejo con un viejo proverbio chino que dice "Es el fin del mundo, no el fin de la electricidad". (que? yo no lo invente e.e cállense).
#YassG.
YassGenao
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
¡Ohhh! YASS VINO ¡PARTY PEOPLE! ¡WOOHOO! SAYING YEAH YEAH(?YassGenao escribió:YA YA YA YA.
LO SE, SE LO QUE ESTÁN PENSANDO Y YA NO TIENEN QUE LLORAR MAS POR QUE:
¡LLEGO POR EL QUE LLORABAN!
Ay, que lindo que soy.
Hellow, hellow girls, ¿como están? ¿Me recuerdan? ¿Si? Yo se que si porque soy super sexy y ustedes deben recordarme e.e
Jajaja, bueno, ¡decidieron seguir la novela!
Pensaba que se iba a quedar en una sola temporada. Leí el epilogo de la primera y esta de fkvbujbsjkbsfhbsjhbsvjvbs. Y ahora ya comencé a leer los capítulos de la segunda. Esta todo emocionante.
You know, I love zombies <3 y la muerte también 3:).
Síganla, síganla, síganla (?)
PD: Tendrán que repetirme sus nombres porque solo me acuerdo de algunas como Luna, Jenni y Vane xD.
Y los dejo con un viejo proverbio chino que dice "Es el fin del mundo, no el fin de la electricidad". (que? yo no lo invente e.e cállense).#YassG.
LunaLunnel.
Re: Zombieland | Segunda Temporada |
ame los capitulos, mujeres ;-; en serio, pero no ando de buenas para comentar cada uno respectivamente D: lo lamento. Si los lei todos y me enamore(?) ademas de que me intriga saber mas de que pasa Luna tiene que aceptar que ella y Logan estan destinados u.u
Ese Josh, es el Josh que Keke busca?
Dani, ame a Keke y a L en tu cap :aah: son hermosos :aah: Jo, casi mata a Jodie XD JAJAJAJAJJA Ay, ya quiero ver que sigue
Ese Josh, es el Josh que Keke busca?
Dani, ame a Keke y a L en tu cap :aah: son hermosos :aah: Jo, casi mata a Jodie XD JAJAJAJAJJA Ay, ya quiero ver que sigue
hange.
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