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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
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Re: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
Wanda. escribió:
- ajtr || capítulo:
Capítulo 07
Luke O'Donnell || Suzanne StryderTenía sueño, bastante a decir verdad.
Los ojos se le cerraban y de alguna manera, eso la aliviaba
No había logrado dormir en toda la noche. Su hermano, Jamie, la había mantenido despierta toda esta misma; sabiendo cuanto la fastidiaría eso, pero también con el conocimiento de que estaría tan cansada que no se tomaría el tiempo de regañarlo.
Y así fue. Ella ya no tenía fuerzas si quiera para acomodarse de alguna madera más cómoda para conciliar el sueño. Solamente quería dejar de escuchar la batahola que era presente en el avión —gracias a sus compañeros— y dormir, aunque fuera como estaba ahora, con su cabeza apoyada en la ventana.
No le agradaba la idea de ir a Francia, pero tampoco le desagradaba. Simplemente sentía que extrañaría mucho a su madre y a su hermano, pero, como decía su madre “Todo por los estudios” y ahora se encontraba en un avión en dirección a París.
Por alguna razón, ella creía que ir a la “ciudad del amor” no sería del todo “estudioso” como estaba previsto.
Y extrañamente a ella lo que maravillaba más que cualquier cosa, a diferencia de la mayoría de las chicas, no era la ciudad del amor; era el café. Bastante extraño, pero cuando era pequeña su madre siempre hablaba de la exquisitez del café de París. Y Susie, como —por llamarlo de una manera— amante del café, quería comprobar las palabras de su progenitora.
Y si alguien se lo pregunta, sí, Suzanne es bastante extraña. Aunque la definen como una persona común y corriente es porque no la conocen, y siendo honesta, a ella le agrada eso. Que no la tomen en cuenta ya que la atención no es su mayor agrado ni tampoco una preocupación. Sí, tiene un amigo, quizás algunos conocidos y a su familia. No significa que sea una insociable, es simplemente porque a ella le gustan las cosas así.
En realidad, estaba cómoda con tener amigos que ella consideraba reales, ya que, la mayoría de sus compañeros —según su opinión— eran unos falsos de lo peor.
Suzanne seguía apegada a la ventana, intentando apartarse del bullicio presente en la realidad y aún, con los ojos cerrados. Cualquiera pensaría que estaba demente, pero el sueño nos lleva a tal punto de hacer lo que sea por intentar dormir, en especial a ella, que dormir es una de sus “actividades” favoritas.
Nate a su lado hizo un movimiento extraño en el cual accidentalmente empujó a Susie, quien sobresaltada lo primero que hizo fue darle un fuerte golpe a su amigo en el hombro.
Él se quejó en voz alta.
—Estaba quedándome dormida. —explicó, él simplemente le lanzó una mirada de esas que te asesinan sin siquiera tocarte, pero no causó nada en ella más que una simulada gracia.
Aprovechó de acomodarse para quedar apoyada en el asiento, pero Nate nuevamente se movió, saliéndose del asiento.
—¿Pero qué haces? —la frustración de su voz era notable, su amigo se acercó a ella.
—Luke consiguió sentarse con Spencer, y me ha cambiado de lugar.
Luke era el mejor amigo de Nate, y al igual que el viaje a Francia, a Susie no le agradaba ni le desagradaba, simplemente le era indiferente.
Suzanne dirigió su mirada al techo en gesto de fastidio, a veces Nate se volvía demasiado idiota para su gusto. Quería seducir a Spencer, gracias a dios Susie conocía bien a la chica y sabría que no lo lograría. En realidad, la podía llamar amiga, porque no era una simple conocida. Las podían ver juntas la mayor parte del tiempo, ni ellas sabían porque, solo necesitaban de sus compañías ya que pocas veces intercambiaban palabras; pero sabían que podían contar la una con la otra, aunque ninguna quisiera admitirlo.
Cuando Luke se sentó a su lado, ella lo saludó con un asentimiento de cabeza.
—¿Tienes un cigarrillo? —le preguntó el rubio.
Ella lo miró con cara fastidiada. Repentinamente se sentía bastante despierta.
—¿Sabes que estamos en un avión, cierto? —fueron las palabras que salieron de su boca. Él sonrió. Asintiendo arrogantemente. —¿Entonces por qué pides cigarrillos si sabes que no puedes fumar?
—Molestarte, simplemente. —murmuró. Luego observó los ojos de Suzanne.
Tenía ojos asombrosamente azules, como pálidos zafiros.
—Lindos ojos. —la alagó— ¿Los heredaste de tu padre?
—En realidad de mi mamá, no tengo padre. —susurró, pero el la oyó perfectamente.
—Genial, yo tampoco. —dijo el tranquilamente, casi como si no le importara. —O al menos así lo tomo yo. ¿Tienes hermanos?
La chica estaba confundida.
—Nos conocemos hace…no sé cuantos años, ¿y ahora me preguntas por mi vida personal? ¿qué te sucede? ¿Quieres jugarme una broma?
—Podría. —admitió él. —Pero no creo que fueras a caer. Simplemente…, curiosidad.
—Un hermano. —murmuró luego de unos segundos. —Solo tengo a mi madre, mi hermano y a mi perrita, Sassy.
Él no hizo más preguntas ni ella tampoco. Se quedaron callados, mientras ella observaba por la ventana como era el cielo. En cambio Luke estaba completamente aburrido, pensaba que sentarse con Suzanne podía ser, más divertido. Pero no lo era, para nada.
—¿Podrías por lo menos fingir que tienes curiosidad por mi vida? —habló Luke, y Suzanne apartó su mirada de la ventana para ahora posarla en él.
—¿Por qué debería mentir?
Él se exasperó, y Susie al notarlo soltó un suspiro.
—¿Tienes hermanos? —dijo suave.
—No. —bravó.
—¿Para qué quieres que te pregunte si me responderás cortante? —inquirió enojada.
—¿Para qué quieres que te responda si no quieres preguntarme? —contraatacó.
—Eres insoportable.
—Cállate.
Y por lo que restó del camino se ignoraron completamente, sin siquiera mirarse. Por primera vez habían intentado entablar conversación y ahora simplemente ambos anhelaban volver el tiempo y no realizar ese ridículo intercambio de asientos.Capítulo AceptadoEms me encanto tu capítulo estas participando sin ninguna duda <3 ilyInvitado
InvitadoRe: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
Haces una coleciva y no me dices
Okya, igual audicionaré :meh:
Quiero al Malik y a la Selalaes el mismo cap que siempre dejo, ah.ilysm<3
- Capítulo:
Capítulo 01[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-Narrador Omnisciente-
-Liam Payne-
Liam se encontraba parado frente al espejo, ajustando su corbata para proceder a cepillar su alborotado cabello. Había acordado con los chicos de encontrarse unas cuadras antes del Braclays Center, para no llegar muy cerca a la multitud. Terminó de arreglarse y se dispuso a salir de su casa.
Recibió una llamada de David, diciendo que estaría allí en unos minutos.
Casi al instante, su novia le había enviado un mensaje
¿Dónde diablos estás? La ceremonia empieza en treinta minutos, te quiero aquí ahora. Sabes que no me gusta entrar sola.
Liam dio un resoplido. Cuanto odiaba que Sophia fuera tan impaciente
-de hecho era una razón de sus discusiones-
Levantó la mirada hacia la entrada y divisó una grande limosina, que tenía vidrios polarizados y un mini-bar (Claro, como toda limosina).
Liam se introdujo dentro del lujoso vehículo y saludo a su guardaespaldas.
-¿Qué tal todo David?
-De lo mejor señor Payne. Jocelynn está más que contenta por la llegada de Clary a nuestras vidas.
-Me alegro por ustedes- Dijo- Pero por favor, evita llamarme "señor Payne" haces que parezca viejo
-Oh claro, lo olvidaba señor Pa.... Liam.- Espetó David, al mismo tiempo que miraba de soslayo por el espejo.
A pesar de que el tráfico en Brooklyn solía ser terrible, aquella noche estaban tranquilas las calles. Lo cual no tendría mucho sentido siendo la premiación de los MTV Music Video Awards. En poco tiempo se hallaban cerca de un enorme y adornado coliseo, con su elegante alfombra roja y largas varillas de metal que separaban a los fans de los famosos.
Habían reporteros y estrellas por doquier, preparándose para dar una excelente impresión frente al público.
Aunque estuvieran un poco lejos, aquel sitio era tan grande que se veía a kilómetros.
Louis, Harry, Niall y Zayn esperaban dentro de una vieja camioneta, para pasar -o al menos intentarlo-
Desapercibidos.
-Hey!- Grito el castaño, mientras caminaba hacia sus cuatro mejores amigos.
-Te tardaste demasiado.
¿Es que Zayn te ha pegado esa manía de demorarte un siglo arreglándote?- Bromeó el único rubio del quinteto.
-Muy gracioso Niall, pero me quedé dormido dos horas antes y tuve que correr prácticamente. ¡Mírame! Soy un remolino andante.-Se quejó éste.
-Ven Payne, déjame ayudarte- A continuación, el joven morocho, quién estaba frente a Liam, se encontraba moviendo sus manos por todo su castaño cabello.
-Señoritas, ¿Necesitan perfume y tacones también?-Ésta vez, había sido Louis quién habló, mientras los demás soltaban una carcajada.
-Nos odian Liam. Vamos, tu novia está esperándote.
Pronto, los presentes estaban subidos en la limosina camino a la gala que los esperaba. Tal y como lo habían previsto, el lugar emitía gritos de emoción, risas y muchos comentarios.
-Prepárense para el alboroto, muchachos.- Dijo David, antes de que los susodichos bajaran del vehículo. Le dedicaron una sonrisa, para despedirse con un movimiento de su mano. No hizo falta mucho tiempo para que la emoción se sintiera en el aire al tener a One Direction haciendo su aparición. Las fanáticas extendían sus plumas y papeles con el fin de conseguir un autógrafo de sus ídolos, los cuales socializaban con sus "directioners".
Acto seguido, alrededor de cincuenta cámaras los rodeaban junto con Justin Timberlake y Bruno Mars. Minutos después, los chicos se separaron, y Liam fue a buscar a Sophia. Ella llevaba un corto vestido color azul cielo, que resaltaba su figura. Además, su prolongado escote y dobleces en el pecho dejaba muy poco a la imaginación -aunque, claramente ella no abusaría de la confianza de su novio-
-Llegas tarde- le habló mirándolo a los ojos- ¿Sabes cuantas fotos pude haberme tomado con Lady Gaga? Bien, vamos ya para no perder más tiempo.- Dicho esto, Sophia tomó del antebrazo a Liam para llevarlo hasta adentro del establecimiento, y ubicarse en sus respectivos asientos.-_____ Collins-
_____ estaba tomada de la mano con su novio Justin, mientras habían paparazzis tomándoles fotos. Ellos estaban posando para las cámaras, pero sólo _____ sabía que estaba fingiendo. La verdad, el único motivo de su relación era un bien para ambos. La disquera había tenido una "gran idea", ¿Qué mejor forma de incrementar la popularidad y fama de ______, que saliendo con Justin Bieber? Obviamente muchas "beliebers" no estaban a favor de l relación, y tenían sus razones. Todos pensaban que estaban enamorados, pero siempre fue una farsa. No habían sentimientos, al menos no por su parte.
En aquel momento, su mano estaba unida a la del joven, quien parecía disfrutar la atención que estaba recibiendo. _____ rodó los ojos. Mientras forcejaba para apartarse de su "pareja"
-¿Qué estas haciendo?- Susurró de forma discreta mientras apretaba la cintura de la muchacha.
-Demasiadas fotos, ¿Podríamos entrar?- Le dijo ésta a Justin
-Pero cariño...
-Te he dicho que no me llames así- Replicó ella, poniendo su mejor sonrisa.
-¿Quieres empezar una discusión? Yo creo que no.-Respondió Justin, imitando la acción de su novia para acto seguido robarle un beso en la mejilla. Un beso cualquiera, sin emociones. Por fin, el chico se rindió ante las peticiones de _____, y apretando más fuerte su mano contra la anatomía de ella, caminaron hacia sus lugares, en primera fila, cerca del escenario.
______ traía un largo vestido negro azabache ceñido, que moldeaba sus curvas y dejaba a la vista un atractivo escote en la parte superior. Llevaba sólo una pizca de maquillaje, excepto por sus labios, que se encontraban de un rojo sangre en su totalidad. Su castaña melena iba recogida en una alta cola de caballo, y terminaba ondulada. Sin duda alguna, la muchacha había conseguido acaparar todas las miradas, inclusive la de Liam, quién desde su asiento no le quitaba los ojos de encima ni por un minuto. Cada risa, cada movimiento era captado por ese para de ojos avellana. No se habían presentado formalmente, hasta ahora sólo le habían contado lo hermosa que era, pero nunca se imaginó que sería de tan inigualable belleza.
Pasaron varias presentaciones y entrega de galardones, hasta que fue el turno de One Direction se subir al escenario y cantar su exitoso single "Best Song Ever"
-Said her name was Georgia Rose, and her daddy was a dentist- Cantó Liam, mostrando toda su dedicación hacia sus fans... Y a _____. La chica no apartaba la vista de él, o más bien del grupo. Cantó desde su lugar toda la canción, y aquello fue bastante notorio. Al terminar, el quinteto se dispuso a presentar la mejor canción pop. Nombraron a los nominados, y posteriormente al ganador.
-Memories, de _____ Collins- Espetó Liam.
Justin abrazó a la recién nombrada, y él sintió que se le formaba un nudo en el estómago. Quería gritarle varias palabras a aquel chico. Pero, ¿En qué estaba pensando? No la conocía, no sabía nada de ella y ya se sentía celoso. Sophia no pudo contener un suspiro lleno de ira, al ver a la ganadora captar toda la atención de los presentes allí. Y sobretodo a SU novio.
______ subió las escalares con porte y elegancia, moviéndose al compás de la música y los gritos de alegría que emanaban de el lugar. Saludó afectuosamente a Harry, para continuar de la misma forma con Louis, Zayn y Niall. Pero, de repente su actitud cambió con Liam. Fue involuntario por parte de ambos, pero su saludo fue lento, delicado. Cómo si el mundo dependiera de ello.
Él le entregó su premio, y la muchacha -ruborizada por el momento- pasó a decir unas palabras de agradecimiento.
Tan pronto hubo acabado, bajó del escenario para devolverse a su asiento.
-¿Qué mierda hiciste allá arriba?-Preguntó su "novio" con su voz ronca y molesta.
-No sé de que me hablas- Contestó ella, girando su cabeza para seguir observando la presentación de Selena Gómez.
-No empieces, me di cuenta como lo mirabas, ese chico me da mala espina.
Ella ignoró su comentario.
-Cálmate de una buena vez, ¿O quieres que esto termine en la portada de los periódicos mañana?
-No.
El resto de la ceremonia pasaron cosas divertidas en algunas ocasiones. Pero en cuanto a éstos dos no hubo ninguna otra palabra.
Mientras tanto, Sophia no dejaba de cuestionar y criticar el comportamiento de _____, su horrible vestido y su superficialidad -Que eran mentira-
Se acabó a las nueve y treinta de la noche, donde todos los invitados se marcharon a la entrada principal o algunos a diferentes destinos. Los chicos estaban conversando con varias personas.
-Con que tú eres Liam Payne-Dijo una cálida voz, sacando de sus pensamientos a el joven.
-Si, ese soy...-Sus palabras fueron interrumpidas al ver una figura femenina frente a él. Era _____ Collins.
-Un placer de conocerte- Dijo él
Las sonrisas se dibujaron en el rostro de ambos, pero fueron nuevamente interrumpidas por otra voz.
-¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?!.
- Audición:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Novio: James McVey<3 ||Selena Gomez || Zayn Malik
Te amo<3 Y quiero al Malik~Lucy~
Re: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
~Lucy~ escribió:Haces una coleciva y no me dices
Okya, igual audicionaré :meh:
Quiero al Malik :fry:y a la Selalaes el mismo cap que siempre dejo, ah.
ilysm<3
- Capítulo:
Capítulo 01[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-Narrador Omnisciente-
-Liam Payne-
Liam se encontraba parado frente al espejo, ajustando su corbata para proceder a cepillar su alborotado cabello. Había acordado con los chicos de encontrarse unas cuadras antes del Braclays Center, para no llegar muy cerca a la multitud. Terminó de arreglarse y se dispuso a salir de su casa.
Recibió una llamada de David, diciendo que estaría allí en unos minutos.
Casi al instante, su novia le había enviado un mensaje
¿Dónde diablos estás? La ceremonia empieza en treinta minutos, te quiero aquí ahora. Sabes que no me gusta entrar sola.
Liam dio un resoplido. Cuanto odiaba que Sophia fuera tan impaciente
-de hecho era una razón de sus discusiones-
Levantó la mirada hacia la entrada y divisó una grande limosina, que tenía vidrios polarizados y un mini-bar (Claro, como toda limosina).
Liam se introdujo dentro del lujoso vehículo y saludo a su guardaespaldas.
-¿Qué tal todo David?
-De lo mejor señor Payne. Jocelynn está más que contenta por la llegada de Clary a nuestras vidas.
-Me alegro por ustedes- Dijo- Pero por favor, evita llamarme "señor Payne" haces que parezca viejo
-Oh claro, lo olvidaba señor Pa.... Liam.- Espetó David, al mismo tiempo que miraba de soslayo por el espejo.
A pesar de que el tráfico en Brooklyn solía ser terrible, aquella noche estaban tranquilas las calles. Lo cual no tendría mucho sentido siendo la premiación de los MTV Music Video Awards. En poco tiempo se hallaban cerca de un enorme y adornado coliseo, con su elegante alfombra roja y largas varillas de metal que separaban a los fans de los famosos.
Habían reporteros y estrellas por doquier, preparándose para dar una excelente impresión frente al público.
Aunque estuvieran un poco lejos, aquel sitio era tan grande que se veía a kilómetros.
Louis, Harry, Niall y Zayn esperaban dentro de una vieja camioneta, para pasar -o al menos intentarlo-
Desapercibidos.
-Hey!- Grito el castaño, mientras caminaba hacia sus cuatro mejores amigos.
-Te tardaste demasiado.
¿Es que Zayn te ha pegado esa manía de demorarte un siglo arreglándote?- Bromeó el único rubio del quinteto.
-Muy gracioso Niall, pero me quedé dormido dos horas antes y tuve que correr prácticamente. ¡Mírame! Soy un remolino andante.-Se quejó éste.
-Ven Payne, déjame ayudarte- A continuación, el joven morocho, quién estaba frente a Liam, se encontraba moviendo sus manos por todo su castaño cabello.
-Señoritas, ¿Necesitan perfume y tacones también?-Ésta vez, había sido Louis quién habló, mientras los demás soltaban una carcajada.
-Nos odian Liam. Vamos, tu novia está esperándote.
Pronto, los presentes estaban subidos en la limosina camino a la gala que los esperaba. Tal y como lo habían previsto, el lugar emitía gritos de emoción, risas y muchos comentarios.
-Prepárense para el alboroto, muchachos.- Dijo David, antes de que los susodichos bajaran del vehículo. Le dedicaron una sonrisa, para despedirse con un movimiento de su mano. No hizo falta mucho tiempo para que la emoción se sintiera en el aire al tener a One Direction haciendo su aparición. Las fanáticas extendían sus plumas y papeles con el fin de conseguir un autógrafo de sus ídolos, los cuales socializaban con sus "directioners".
Acto seguido, alrededor de cincuenta cámaras los rodeaban junto con Justin Timberlake y Bruno Mars. Minutos después, los chicos se separaron, y Liam fue a buscar a Sophia. Ella llevaba un corto vestido color azul cielo, que resaltaba su figura. Además, su prolongado escote y dobleces en el pecho dejaba muy poco a la imaginación -aunque, claramente ella no abusaría de la confianza de su novio-
-Llegas tarde- le habló mirándolo a los ojos- ¿Sabes cuantas fotos pude haberme tomado con Lady Gaga? Bien, vamos ya para no perder más tiempo.- Dicho esto, Sophia tomó del antebrazo a Liam para llevarlo hasta adentro del establecimiento, y ubicarse en sus respectivos asientos.-_____ Collins-
_____ estaba tomada de la mano con su novio Justin, mientras habían paparazzis tomándoles fotos. Ellos estaban posando para las cámaras, pero sólo _____ sabía que estaba fingiendo. La verdad, el único motivo de su relación era un bien para ambos. La disquera había tenido una "gran idea", ¿Qué mejor forma de incrementar la popularidad y fama de ______, que saliendo con Justin Bieber? Obviamente muchas "beliebers" no estaban a favor de l relación, y tenían sus razones. Todos pensaban que estaban enamorados, pero siempre fue una farsa. No habían sentimientos, al menos no por su parte.
En aquel momento, su mano estaba unida a la del joven, quien parecía disfrutar la atención que estaba recibiendo. _____ rodó los ojos. Mientras forcejaba para apartarse de su "pareja"
-¿Qué estas haciendo?- Susurró de forma discreta mientras apretaba la cintura de la muchacha.
-Demasiadas fotos, ¿Podríamos entrar?- Le dijo ésta a Justin
-Pero cariño...
-Te he dicho que no me llames así- Replicó ella, poniendo su mejor sonrisa.
-¿Quieres empezar una discusión? Yo creo que no.-Respondió Justin, imitando la acción de su novia para acto seguido robarle un beso en la mejilla. Un beso cualquiera, sin emociones. Por fin, el chico se rindió ante las peticiones de _____, y apretando más fuerte su mano contra la anatomía de ella, caminaron hacia sus lugares, en primera fila, cerca del escenario.
______ traía un largo vestido negro azabache ceñido, que moldeaba sus curvas y dejaba a la vista un atractivo escote en la parte superior. Llevaba sólo una pizca de maquillaje, excepto por sus labios, que se encontraban de un rojo sangre en su totalidad. Su castaña melena iba recogida en una alta cola de caballo, y terminaba ondulada. Sin duda alguna, la muchacha había conseguido acaparar todas las miradas, inclusive la de Liam, quién desde su asiento no le quitaba los ojos de encima ni por un minuto. Cada risa, cada movimiento era captado por ese para de ojos avellana. No se habían presentado formalmente, hasta ahora sólo le habían contado lo hermosa que era, pero nunca se imaginó que sería de tan inigualable belleza.
Pasaron varias presentaciones y entrega de galardones, hasta que fue el turno de One Direction se subir al escenario y cantar su exitoso single "Best Song Ever"
-Said her name was Georgia Rose, and her daddy was a dentist- Cantó Liam, mostrando toda su dedicación hacia sus fans... Y a _____. La chica no apartaba la vista de él, o más bien del grupo. Cantó desde su lugar toda la canción, y aquello fue bastante notorio. Al terminar, el quinteto se dispuso a presentar la mejor canción pop. Nombraron a los nominados, y posteriormente al ganador.
-Memories, de _____ Collins- Espetó Liam.
Justin abrazó a la recién nombrada, y él sintió que se le formaba un nudo en el estómago. Quería gritarle varias palabras a aquel chico. Pero, ¿En qué estaba pensando? No la conocía, no sabía nada de ella y ya se sentía celoso. Sophia no pudo contener un suspiro lleno de ira, al ver a la ganadora captar toda la atención de los presentes allí. Y sobretodo a SU novio.
______ subió las escalares con porte y elegancia, moviéndose al compás de la música y los gritos de alegría que emanaban de el lugar. Saludó afectuosamente a Harry, para continuar de la misma forma con Louis, Zayn y Niall. Pero, de repente su actitud cambió con Liam. Fue involuntario por parte de ambos, pero su saludo fue lento, delicado. Cómo si el mundo dependiera de ello.
Él le entregó su premio, y la muchacha -ruborizada por el momento- pasó a decir unas palabras de agradecimiento.
Tan pronto hubo acabado, bajó del escenario para devolverse a su asiento.
-¿Qué mierda hiciste allá arriba?-Preguntó su "novio" con su voz ronca y molesta.
-No sé de que me hablas- Contestó ella, girando su cabeza para seguir observando la presentación de Selena Gómez.
-No empieces, me di cuenta como lo mirabas, ese chico me da mala espina.
Ella ignoró su comentario.
-Cálmate de una buena vez, ¿O quieres que esto termine en la portada de los periódicos mañana?
-No.
El resto de la ceremonia pasaron cosas divertidas en algunas ocasiones. Pero en cuanto a éstos dos no hubo ninguna otra palabra.
Mientras tanto, Sophia no dejaba de cuestionar y criticar el comportamiento de _____, su horrible vestido y su superficialidad -Que eran mentira-
Se acabó a las nueve y treinta de la noche, donde todos los invitados se marcharon a la entrada principal o algunos a diferentes destinos. Los chicos estaban conversando con varias personas.
-Con que tú eres Liam Payne-Dijo una cálida voz, sacando de sus pensamientos a el joven.
-Si, ese soy...-Sus palabras fueron interrumpidas al ver una figura femenina frente a él. Era _____ Collins.
-Un placer de conocerte- Dijo él
Las sonrisas se dibujaron en el rostro de ambos, pero fueron nuevamente interrumpidas por otra voz.
-¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?!.
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Novio: James McVey<3 ||Selena Gomez || Zayn Malik
Te amo<3 Y quiero al MalikCapítulo AceptadoPerdón por no avisar amo tu capítulo amo la novela, amo tu ship de gomez con malik es hermoso amo todo(? suerte lucInvitado
InvitadoRe: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
oh dios acabo de ver re leer la ficha de kary esta audicionando por liam así que cuando kat suba su ficha cierro y doy resultadosInvitado
InvitadoRe: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
Nah, eres demasiado loveable<3 Gracias Karls, ah. Yo también amo todo<3.Louise. escribió:~Lucy~ escribió:Haces una coleciva y no me dices
Okya, igual audicionaré :meh:
Quiero al Malik :fry:y a la Selalaes el mismo cap que siempre dejo, ah.
ilysm<3
- Capítulo:
Capítulo 01[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
-Narrador Omnisciente-
-Liam Payne-
Liam se encontraba parado frente al espejo, ajustando su corbata para proceder a cepillar su alborotado cabello. Había acordado con los chicos de encontrarse unas cuadras antes del Braclays Center, para no llegar muy cerca a la multitud. Terminó de arreglarse y se dispuso a salir de su casa.
Recibió una llamada de David, diciendo que estaría allí en unos minutos.
Casi al instante, su novia le había enviado un mensaje
¿Dónde diablos estás? La ceremonia empieza en treinta minutos, te quiero aquí ahora. Sabes que no me gusta entrar sola.
Liam dio un resoplido. Cuanto odiaba que Sophia fuera tan impaciente
-de hecho era una razón de sus discusiones-
Levantó la mirada hacia la entrada y divisó una grande limosina, que tenía vidrios polarizados y un mini-bar (Claro, como toda limosina).
Liam se introdujo dentro del lujoso vehículo y saludo a su guardaespaldas.
-¿Qué tal todo David?
-De lo mejor señor Payne. Jocelynn está más que contenta por la llegada de Clary a nuestras vidas.
-Me alegro por ustedes- Dijo- Pero por favor, evita llamarme "señor Payne" haces que parezca viejo
-Oh claro, lo olvidaba señor Pa.... Liam.- Espetó David, al mismo tiempo que miraba de soslayo por el espejo.
A pesar de que el tráfico en Brooklyn solía ser terrible, aquella noche estaban tranquilas las calles. Lo cual no tendría mucho sentido siendo la premiación de los MTV Music Video Awards. En poco tiempo se hallaban cerca de un enorme y adornado coliseo, con su elegante alfombra roja y largas varillas de metal que separaban a los fans de los famosos.
Habían reporteros y estrellas por doquier, preparándose para dar una excelente impresión frente al público.
Aunque estuvieran un poco lejos, aquel sitio era tan grande que se veía a kilómetros.
Louis, Harry, Niall y Zayn esperaban dentro de una vieja camioneta, para pasar -o al menos intentarlo-
Desapercibidos.
-Hey!- Grito el castaño, mientras caminaba hacia sus cuatro mejores amigos.
-Te tardaste demasiado.
¿Es que Zayn te ha pegado esa manía de demorarte un siglo arreglándote?- Bromeó el único rubio del quinteto.
-Muy gracioso Niall, pero me quedé dormido dos horas antes y tuve que correr prácticamente. ¡Mírame! Soy un remolino andante.-Se quejó éste.
-Ven Payne, déjame ayudarte- A continuación, el joven morocho, quién estaba frente a Liam, se encontraba moviendo sus manos por todo su castaño cabello.
-Señoritas, ¿Necesitan perfume y tacones también?-Ésta vez, había sido Louis quién habló, mientras los demás soltaban una carcajada.
-Nos odian Liam. Vamos, tu novia está esperándote.
Pronto, los presentes estaban subidos en la limosina camino a la gala que los esperaba. Tal y como lo habían previsto, el lugar emitía gritos de emoción, risas y muchos comentarios.
-Prepárense para el alboroto, muchachos.- Dijo David, antes de que los susodichos bajaran del vehículo. Le dedicaron una sonrisa, para despedirse con un movimiento de su mano. No hizo falta mucho tiempo para que la emoción se sintiera en el aire al tener a One Direction haciendo su aparición. Las fanáticas extendían sus plumas y papeles con el fin de conseguir un autógrafo de sus ídolos, los cuales socializaban con sus "directioners".
Acto seguido, alrededor de cincuenta cámaras los rodeaban junto con Justin Timberlake y Bruno Mars. Minutos después, los chicos se separaron, y Liam fue a buscar a Sophia. Ella llevaba un corto vestido color azul cielo, que resaltaba su figura. Además, su prolongado escote y dobleces en el pecho dejaba muy poco a la imaginación -aunque, claramente ella no abusaría de la confianza de su novio-
-Llegas tarde- le habló mirándolo a los ojos- ¿Sabes cuantas fotos pude haberme tomado con Lady Gaga? Bien, vamos ya para no perder más tiempo.- Dicho esto, Sophia tomó del antebrazo a Liam para llevarlo hasta adentro del establecimiento, y ubicarse en sus respectivos asientos.-_____ Collins-
_____ estaba tomada de la mano con su novio Justin, mientras habían paparazzis tomándoles fotos. Ellos estaban posando para las cámaras, pero sólo _____ sabía que estaba fingiendo. La verdad, el único motivo de su relación era un bien para ambos. La disquera había tenido una "gran idea", ¿Qué mejor forma de incrementar la popularidad y fama de ______, que saliendo con Justin Bieber? Obviamente muchas "beliebers" no estaban a favor de l relación, y tenían sus razones. Todos pensaban que estaban enamorados, pero siempre fue una farsa. No habían sentimientos, al menos no por su parte.
En aquel momento, su mano estaba unida a la del joven, quien parecía disfrutar la atención que estaba recibiendo. _____ rodó los ojos. Mientras forcejaba para apartarse de su "pareja"
-¿Qué estas haciendo?- Susurró de forma discreta mientras apretaba la cintura de la muchacha.
-Demasiadas fotos, ¿Podríamos entrar?- Le dijo ésta a Justin
-Pero cariño...
-Te he dicho que no me llames así- Replicó ella, poniendo su mejor sonrisa.
-¿Quieres empezar una discusión? Yo creo que no.-Respondió Justin, imitando la acción de su novia para acto seguido robarle un beso en la mejilla. Un beso cualquiera, sin emociones. Por fin, el chico se rindió ante las peticiones de _____, y apretando más fuerte su mano contra la anatomía de ella, caminaron hacia sus lugares, en primera fila, cerca del escenario.
______ traía un largo vestido negro azabache ceñido, que moldeaba sus curvas y dejaba a la vista un atractivo escote en la parte superior. Llevaba sólo una pizca de maquillaje, excepto por sus labios, que se encontraban de un rojo sangre en su totalidad. Su castaña melena iba recogida en una alta cola de caballo, y terminaba ondulada. Sin duda alguna, la muchacha había conseguido acaparar todas las miradas, inclusive la de Liam, quién desde su asiento no le quitaba los ojos de encima ni por un minuto. Cada risa, cada movimiento era captado por ese para de ojos avellana. No se habían presentado formalmente, hasta ahora sólo le habían contado lo hermosa que era, pero nunca se imaginó que sería de tan inigualable belleza.
Pasaron varias presentaciones y entrega de galardones, hasta que fue el turno de One Direction se subir al escenario y cantar su exitoso single "Best Song Ever"
-Said her name was Georgia Rose, and her daddy was a dentist- Cantó Liam, mostrando toda su dedicación hacia sus fans... Y a _____. La chica no apartaba la vista de él, o más bien del grupo. Cantó desde su lugar toda la canción, y aquello fue bastante notorio. Al terminar, el quinteto se dispuso a presentar la mejor canción pop. Nombraron a los nominados, y posteriormente al ganador.
-Memories, de _____ Collins- Espetó Liam.
Justin abrazó a la recién nombrada, y él sintió que se le formaba un nudo en el estómago. Quería gritarle varias palabras a aquel chico. Pero, ¿En qué estaba pensando? No la conocía, no sabía nada de ella y ya se sentía celoso. Sophia no pudo contener un suspiro lleno de ira, al ver a la ganadora captar toda la atención de los presentes allí. Y sobretodo a SU novio.
______ subió las escalares con porte y elegancia, moviéndose al compás de la música y los gritos de alegría que emanaban de el lugar. Saludó afectuosamente a Harry, para continuar de la misma forma con Louis, Zayn y Niall. Pero, de repente su actitud cambió con Liam. Fue involuntario por parte de ambos, pero su saludo fue lento, delicado. Cómo si el mundo dependiera de ello.
Él le entregó su premio, y la muchacha -ruborizada por el momento- pasó a decir unas palabras de agradecimiento.
Tan pronto hubo acabado, bajó del escenario para devolverse a su asiento.
-¿Qué mierda hiciste allá arriba?-Preguntó su "novio" con su voz ronca y molesta.
-No sé de que me hablas- Contestó ella, girando su cabeza para seguir observando la presentación de Selena Gómez.
-No empieces, me di cuenta como lo mirabas, ese chico me da mala espina.
Ella ignoró su comentario.
-Cálmate de una buena vez, ¿O quieres que esto termine en la portada de los periódicos mañana?
-No.
El resto de la ceremonia pasaron cosas divertidas en algunas ocasiones. Pero en cuanto a éstos dos no hubo ninguna otra palabra.
Mientras tanto, Sophia no dejaba de cuestionar y criticar el comportamiento de _____, su horrible vestido y su superficialidad -Que eran mentira-
Se acabó a las nueve y treinta de la noche, donde todos los invitados se marcharon a la entrada principal o algunos a diferentes destinos. Los chicos estaban conversando con varias personas.
-Con que tú eres Liam Payne-Dijo una cálida voz, sacando de sus pensamientos a el joven.
-Si, ese soy...-Sus palabras fueron interrumpidas al ver una figura femenina frente a él. Era _____ Collins.
-Un placer de conocerte- Dijo él
Las sonrisas se dibujaron en el rostro de ambos, pero fueron nuevamente interrumpidas por otra voz.
-¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?!.
- Audición:
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Novio: James McVey<3 ||Selena Gomez || Zayn Malik
Te amo<3 Y quiero al MalikCapítulo AceptadoPerdón por no avisar :ay:amo tu capítulo amo la novela, amo tu ship de gomez con malik es hermoso amo todo(? :ay:suerte luc
Ilysm<3~Lucy~
Re: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
- Capítulo:
Swansea, (Gales) 1874
Se escuchaba crepitar la madera en el fuego, lentamente mientras las ascuas naranjas volaban en la chimenea. Evangeline cogió entre sus manos pequeñas la muñeca de trapo que la niñera le tendía y sonrió débilmente, al ver a sus padres bajo el umbral de la puerta, preparados para marcharse esa noche. El señor Morgan y la señora Morgan hablaban con la niñera, dándole breves indicaciones de cómo deberían de tratar a su hija. Ella no podía escuchar a la perfección lo que decían, tan solo breves palabras sueltas que volaban sobre la cabeza de la niña de seis años.
El viento entraba en diminutas corrientes por la ventana, que estaba entreabierta, permitiendo que ella pudiera escuchar el relinchar de los caballos, que se encontraban fuera, atados al carruaje que esperaba a los señores Morgan.
—Evan —llamó desde la puerta una voz masculina, que la niña no tardó en reconocer como la de su padre.
La niña alzó la cabeza, provocando que algunos mechones de color castaño oscuro se soltaran del agarre de las pinzas doradas que se encontraban en su cabello. Sus ojos de color azul claro, con motas doradas, buscaron inseguros a los de su padre, que eran del mismo tono dorado que sus motas. Ella sonrió, y se puso en pie, para después lanzarse a los férreos brazos de su padre. Éste la apretó contra su pecho, que olía a colonia de caballero.
—Compórtate bien, Evan —dijo el señor Morgan, mientras dejaba a su primogénita en el suelo y le colocaba un mechón de cabello—. Volveremos pronto.
Evan asintió levemente, y después contempló como la puerta se abría. La señora Morgan se giró una vez más, con sus ojos azules llameando preocupados, y advirtió a la niñera, con voz dura:
—No lo olvides, Jane.
Jane asintió, cogiendo de los hombros a Evangeline y clavándole levemente sus uñas en la pálida piel de la chica.
—No, señora Morgan.
La señora Morgan asintió con la cabeza, y sonrió a su hija con gracia. La puerta se cerró instantáneamente detrás de la pareja, y luego se escucharon los cascos de los caballos alejarse, junto a los relinchos de estos y las ruedas del carro contra la piedra húmeda. Evangeline se asomó a la ventana, corriendo con su pequeña mano la cortina blanca. Solamente puedo alcanzar a ver la sombra del carro, desaparecer entre niebla blanca.
—Vamos, señorita Morgan —dijo Jane, cogiéndola de los hombros una vez más y alejándola de la ventana, donde su aliento había quedado plasmado en vaho blanco.
Jane llevaba trabajando con Evangeline desde hace cuatro meses, desde que la señora Marge había desaparecido en drásticas circunstancias. Los señores Morgan le habían dicho a su hija que Marge se había ido, porque sus hijos habían caído enfermos debido a una pulmonía. Evangeline se lo había creído, sin poner ninguna duda a las palabras de sus padres. Jane era bonita, con sus delicados ojos marrones claros y su cabello rubio ceniza, siempre recogido en un moño alto. Evan siempre se había preguntado por qué ningún pretendiente iba a por ella, para pedir su mano. La señora Morgan le había explicado que a las criadas como Jane, huérfanas y sin fortuna, no se les pedía la mano.
—¿Quieres jugar un rato? —cuestionó Jane, mostrando de manera delicada otra muñeca, con un vestido de color amarillo canario.
Evangeline negó con la cabeza, y se sentó frente al fuego, a una distancia precavida con la intención de evitar que algunas chipas cayeran en su regazo e incendiaran su vestido. Las llamas se erizaban entre ellas, de color naranja y rojas sobre los trozos de madera dura que se encontraban hechos cenizas. Se sentía bien la manera en la que la calidez del fuego besaba la piel de la chica, y el hedor a romero y madera impregnaban su ropa e inundaban sus fosas nasales. Evan se tumbó en el suelo, y cerró los ojos lentamente, para después quedarse dormida sobre la alfombra.
La música inundaba los oídos de la pequeña, y las luces doradas embriagaban sus ojos de manera dolorosa. Ella podía ver a las personas que bailaban en la pista. Los vestidos elegantes y las joyas brillantes, junto el olor a perfume caro y maquillaje. La sala se fue alejando con rapidez, hasta conducirla a uno de los pasillos, donde los sirvientes paseaban con bandejas plateadas repletas de copas vidriosas de champán y otras sustancias más oscuras de color rojo. La imagen se frenó, justo frente a una enorme puerta de madera, con signos extraños marcados en el marco. El pomo dorado era apenas visible, debido a la oscuridad que inundaba el pasillo delgado y largo que había recorrido segundos antes. El pomo se giró lentamente, mientras el frío besaba la piel de su muñeca y palma. La puerta se abrió ligeramente, con un chirrido que le puso los pelos de punta. Ella sentía temor.
Cuando abrió los ojos, estaba en una enorme biblioteca. Las estanterías eran enormes, repletas de libros llenos de polvo y viejos. Una lámpara de araña colgaba frágilmente del techo, meciéndose con delicadeza de un hilo plateado que parecía que se rompería fácilmente. La imagen se amplió un poco más, dirigiéndose a una estantería que se encontraba en la pared. Una mano grande con un guante negro tiró de uno de los libros, activando un mecanismo que provocó que la estantería se echara hacia atrás.
Delante de ella estaba un pasillo, cuyo suelo era de arena y las paredes de piedra. Varias antorchas estaban incrustadas en la pared. Todo estaba demasiado oscuro, y ella pudo sentir como un pequeño animal peludo caminaba cerca de ella, rozando su pelaje sucio contra la piel fina. Un escalofrío repugnante recorrió su garganta y la imagen continuó avanzando. Se escuchaban voces, que hablaban entre sí en murmullos, como si no desearan que nadie les escuchara. Ella distinguió la imagen delicada de su madre, al lado del cuerpo moribundo de su padre que yacía contra la pared, en un gesto de protección. Frente a los señores Morgan se veía un hombre, que hablaba entrecortadamente, con voz queda. Sus palabras eran en otro idioma, algo parecido al inglés.
Se veía el rostro de la señora Morgan, crispado por la preocupación de las palabras del hombre inglés. Ella pudo ver como el señor Morgan hablaba dulcemente a su mujer, y le decía palabras en un idioma desconocido, con su informal acento galés. La señora Morgan se tranquilizó, hasta después gritar, con el rostro enrojecido por la furia por algo que le había dicho el inglés. Ella pudo contemplar como el señor Morgan se alejaba de su mujer, e intentaba asestarle un puñetazo al inglés. Éste se movió con rapidez, convirtiendo sus ojos en un fuerte plateado azulado. Sonrió, curvando sus labios por la satisfacción y mostrando unos terroríficos colmillos blancos. Una daga se materializó en la mano del hombre inglés y, de un simple movimiento de mano, hizo un corte en el estómago del señor Morgan. Éste cayó al suelo, mientras de la herida manaba sangre y sus repentinas manos pálidas intentaban detener la hemorragia.
La señora Morgan se agachó sobre su esposo, llorando. Sus delicados guantes quedaron salpicados de sangre roja, y su atención estaba sobre la de su marido. Estaba tan despistada que no se dio cuenta de que el inglés se encontraba en ella, con la daga apuntando a su cuello, dispuesta a decapitarla en el acto. Quizás fue demasiado tarde…
Evangeline se despertó sobresaltada, con el sudor acumulado en las sienes de su pequeña cabeza. Algo la había despertado, había descubierto la niña. Era una mano fría, que pertenecía a Jane.
—Señorita Morgan —llamó la joven, con el rostro maquillado por el miedo—. Levántese del suelo, es hora de marcharnos.
La niña parpadeó seguidamente, adormilada y arrugó el ceño, sin poder decir palabra ya que Jane la había puesto en pie, de manera violenta. Evangeline se balanceó hacía los lados, mareada y sintió como sus piernas temblaban bajo su propio peso. Jane la arrastró, sacándola de manera brusca del salón y conduciéndola hacia las escaleras que descendían hacia la puerta de metal oxidada que llevaba al sótano. La joven sacó una llave, que colgaba de una cadena de oro. Se quitó el collar, e introdujo la llave en la cerradura, para después girarla varias veces.
La puerta se abrió, chirriando. Jane cogió en brazos a Evangeline y corrió con ella dentro. La puerta se cerró detrás de ella, en un fuerte sonido que sacó de su somnoliento trance a Evangeline.
—¿A dónde vamos? —preguntó la niña, susurrando.
Jane no contestó.
Pronto, se encontraron en una sala pequeña, llena de frascos repletos de sangre rojiza. Evangeline sintió nauseas, al contemplar como Jane sin querer golpeaba uno de los frascos que se encontraban en una estantería, y éste caía al suelo, rompiéndose. El líquido rojo se extendió por la superficie del sótano. Se escuchó un sonido, procedente de arriba. Había sonado como si la puerta principal hubiera caído contra el suelo, empujada por algo. Pronto, varios pasos se unieron. Evangeline sintió terror.
—¿Qué ha sido eso?
—Chsss —siseó Jane, colocando una mano sobre la boca de la chica—. Si no quieres que nos maten, cállate.
Evangeline se estremeció, y miró al techo, donde una de las cortinas de luz era tapada. Unas botas militares tapaban una de las ranuras, sobre sus cabezas. Se escuchaban voces, que hablaban en el mismo idioma que el hombre de su sueño, el que había matado a su padre en aquel extraño lugar.
—They are not here —dijo un hombre, con la voz ronca.
—They’ll be out —gruñó otro hombre, con acento alemán.
Los ruidos se acrecentaron, con fuerza. Se escuchaba la agitada respiración de Jane, y los temblores que golpeaban a Evangeline.
—Debemos marcharnos —musitó Jane, arrastrando a Evangeline.
Jane empujó con fuerza dos puertas que se encontraba sobre sus cabezas, y se subió, tomando impulso de manera sobrenatural. Evangeline miró a sus alrededores. Descubrió que en la entrada, se encontraban varios caballos que pertenecían a los hombres que entraron en su casa. Las dos caminaron por el jardín trasero, hasta detenerse frente delante de varios árboles.
De la nada emergió un carruaje, de color negro conducido por caballos del mismo color que éste. El cochero era un hombre pálido, de cabellos rubios y ojos verdosos.
—Subid —dijo, deteniendo a los caballos.
Ambas obedecieron y se subieron al carruaje, temblando de frío. En el interior, había una mujer que las esperaba. Era delgada, con cabellos rojos como el fuego y ojos plateados, como la luna llena. Evangeline sintió miedo.
No sabía de qué tenía que ser el capítulo así que improvise sobre la marcha :S Espero que te guste, y que aceptes mi capítulo.
Harry Styles / Joe Adams / Jemima West
Con mucha ansiedad, JoeJockie.
Re: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
Ame tu capítulo es bello ya participas linda c:JocelyneAdams escribió:
- Capítulo:
Swansea, (Gales) 1874
Se escuchaba crepitar la madera en el fuego, lentamente mientras las ascuas naranjas volaban en la chimenea. Evangeline cogió entre sus manos pequeñas la muñeca de trapo que la niñera le tendía y sonrió débilmente, al ver a sus padres bajo el umbral de la puerta, preparados para marcharse esa noche. El señor Morgan y la señora Morgan hablaban con la niñera, dándole breves indicaciones de cómo deberían de tratar a su hija. Ella no podía escuchar a la perfección lo que decían, tan solo breves palabras sueltas que volaban sobre la cabeza de la niña de seis años.
El viento entraba en diminutas corrientes por la ventana, que estaba entreabierta, permitiendo que ella pudiera escuchar el relinchar de los caballos, que se encontraban fuera, atados al carruaje que esperaba a los señores Morgan.
—Evan —llamó desde la puerta una voz masculina, que la niña no tardó en reconocer como la de su padre.
La niña alzó la cabeza, provocando que algunos mechones de color castaño oscuro se soltaran del agarre de las pinzas doradas que se encontraban en su cabello. Sus ojos de color azul claro, con motas doradas, buscaron inseguros a los de su padre, que eran del mismo tono dorado que sus motas. Ella sonrió, y se puso en pie, para después lanzarse a los férreos brazos de su padre. Éste la apretó contra su pecho, que olía a colonia de caballero.
—Compórtate bien, Evan —dijo el señor Morgan, mientras dejaba a su primogénita en el suelo y le colocaba un mechón de cabello—. Volveremos pronto.
Evan asintió levemente, y después contempló como la puerta se abría. La señora Morgan se giró una vez más, con sus ojos azules llameando preocupados, y advirtió a la niñera, con voz dura:
—No lo olvides, Jane.
Jane asintió, cogiendo de los hombros a Evangeline y clavándole levemente sus uñas en la pálida piel de la chica.
—No, señora Morgan.
La señora Morgan asintió con la cabeza, y sonrió a su hija con gracia. La puerta se cerró instantáneamente detrás de la pareja, y luego se escucharon los cascos de los caballos alejarse, junto a los relinchos de estos y las ruedas del carro contra la piedra húmeda. Evangeline se asomó a la ventana, corriendo con su pequeña mano la cortina blanca. Solamente puedo alcanzar a ver la sombra del carro, desaparecer entre niebla blanca.
—Vamos, señorita Morgan —dijo Jane, cogiéndola de los hombros una vez más y alejándola de la ventana, donde su aliento había quedado plasmado en vaho blanco.
Jane llevaba trabajando con Evangeline desde hace cuatro meses, desde que la señora Marge había desaparecido en drásticas circunstancias. Los señores Morgan le habían dicho a su hija que Marge se había ido, porque sus hijos habían caído enfermos debido a una pulmonía. Evangeline se lo había creído, sin poner ninguna duda a las palabras de sus padres. Jane era bonita, con sus delicados ojos marrones claros y su cabello rubio ceniza, siempre recogido en un moño alto. Evan siempre se había preguntado por qué ningún pretendiente iba a por ella, para pedir su mano. La señora Morgan le había explicado que a las criadas como Jane, huérfanas y sin fortuna, no se les pedía la mano.
—¿Quieres jugar un rato? —cuestionó Jane, mostrando de manera delicada otra muñeca, con un vestido de color amarillo canario.
Evangeline negó con la cabeza, y se sentó frente al fuego, a una distancia precavida con la intención de evitar que algunas chipas cayeran en su regazo e incendiaran su vestido. Las llamas se erizaban entre ellas, de color naranja y rojas sobre los trozos de madera dura que se encontraban hechos cenizas. Se sentía bien la manera en la que la calidez del fuego besaba la piel de la chica, y el hedor a romero y madera impregnaban su ropa e inundaban sus fosas nasales. Evan se tumbó en el suelo, y cerró los ojos lentamente, para después quedarse dormida sobre la alfombra.
La música inundaba los oídos de la pequeña, y las luces doradas embriagaban sus ojos de manera dolorosa. Ella podía ver a las personas que bailaban en la pista. Los vestidos elegantes y las joyas brillantes, junto el olor a perfume caro y maquillaje. La sala se fue alejando con rapidez, hasta conducirla a uno de los pasillos, donde los sirvientes paseaban con bandejas plateadas repletas de copas vidriosas de champán y otras sustancias más oscuras de color rojo. La imagen se frenó, justo frente a una enorme puerta de madera, con signos extraños marcados en el marco. El pomo dorado era apenas visible, debido a la oscuridad que inundaba el pasillo delgado y largo que había recorrido segundos antes. El pomo se giró lentamente, mientras el frío besaba la piel de su muñeca y palma. La puerta se abrió ligeramente, con un chirrido que le puso los pelos de punta. Ella sentía temor.
Cuando abrió los ojos, estaba en una enorme biblioteca. Las estanterías eran enormes, repletas de libros llenos de polvo y viejos. Una lámpara de araña colgaba frágilmente del techo, meciéndose con delicadeza de un hilo plateado que parecía que se rompería fácilmente. La imagen se amplió un poco más, dirigiéndose a una estantería que se encontraba en la pared. Una mano grande con un guante negro tiró de uno de los libros, activando un mecanismo que provocó que la estantería se echara hacia atrás.
Delante de ella estaba un pasillo, cuyo suelo era de arena y las paredes de piedra. Varias antorchas estaban incrustadas en la pared. Todo estaba demasiado oscuro, y ella pudo sentir como un pequeño animal peludo caminaba cerca de ella, rozando su pelaje sucio contra la piel fina. Un escalofrío repugnante recorrió su garganta y la imagen continuó avanzando. Se escuchaban voces, que hablaban entre sí en murmullos, como si no desearan que nadie les escuchara. Ella distinguió la imagen delicada de su madre, al lado del cuerpo moribundo de su padre que yacía contra la pared, en un gesto de protección. Frente a los señores Morgan se veía un hombre, que hablaba entrecortadamente, con voz queda. Sus palabras eran en otro idioma, algo parecido al inglés.
Se veía el rostro de la señora Morgan, crispado por la preocupación de las palabras del hombre inglés. Ella pudo ver como el señor Morgan hablaba dulcemente a su mujer, y le decía palabras en un idioma desconocido, con su informal acento galés. La señora Morgan se tranquilizó, hasta después gritar, con el rostro enrojecido por la furia por algo que le había dicho el inglés. Ella pudo contemplar como el señor Morgan se alejaba de su mujer, e intentaba asestarle un puñetazo al inglés. Éste se movió con rapidez, convirtiendo sus ojos en un fuerte plateado azulado. Sonrió, curvando sus labios por la satisfacción y mostrando unos terroríficos colmillos blancos. Una daga se materializó en la mano del hombre inglés y, de un simple movimiento de mano, hizo un corte en el estómago del señor Morgan. Éste cayó al suelo, mientras de la herida manaba sangre y sus repentinas manos pálidas intentaban detener la hemorragia.
La señora Morgan se agachó sobre su esposo, llorando. Sus delicados guantes quedaron salpicados de sangre roja, y su atención estaba sobre la de su marido. Estaba tan despistada que no se dio cuenta de que el inglés se encontraba en ella, con la daga apuntando a su cuello, dispuesta a decapitarla en el acto. Quizás fue demasiado tarde…
Evangeline se despertó sobresaltada, con el sudor acumulado en las sienes de su pequeña cabeza. Algo la había despertado, había descubierto la niña. Era una mano fría, que pertenecía a Jane.
—Señorita Morgan —llamó la joven, con el rostro maquillado por el miedo—. Levántese del suelo, es hora de marcharnos.
La niña parpadeó seguidamente, adormilada y arrugó el ceño, sin poder decir palabra ya que Jane la había puesto en pie, de manera violenta. Evangeline se balanceó hacía los lados, mareada y sintió como sus piernas temblaban bajo su propio peso. Jane la arrastró, sacándola de manera brusca del salón y conduciéndola hacia las escaleras que descendían hacia la puerta de metal oxidada que llevaba al sótano. La joven sacó una llave, que colgaba de una cadena de oro. Se quitó el collar, e introdujo la llave en la cerradura, para después girarla varias veces.
La puerta se abrió, chirriando. Jane cogió en brazos a Evangeline y corrió con ella dentro. La puerta se cerró detrás de ella, en un fuerte sonido que sacó de su somnoliento trance a Evangeline.
—¿A dónde vamos? —preguntó la niña, susurrando.
Jane no contestó.
Pronto, se encontraron en una sala pequeña, llena de frascos repletos de sangre rojiza. Evangeline sintió nauseas, al contemplar como Jane sin querer golpeaba uno de los frascos que se encontraban en una estantería, y éste caía al suelo, rompiéndose. El líquido rojo se extendió por la superficie del sótano. Se escuchó un sonido, procedente de arriba. Había sonado como si la puerta principal hubiera caído contra el suelo, empujada por algo. Pronto, varios pasos se unieron. Evangeline sintió terror.
—¿Qué ha sido eso?
—Chsss —siseó Jane, colocando una mano sobre la boca de la chica—. Si no quieres que nos maten, cállate.
Evangeline se estremeció, y miró al techo, donde una de las cortinas de luz era tapada. Unas botas militares tapaban una de las ranuras, sobre sus cabezas. Se escuchaban voces, que hablaban en el mismo idioma que el hombre de su sueño, el que había matado a su padre en aquel extraño lugar.
—They are not here —dijo un hombre, con la voz ronca.
—They’ll be out —gruñó otro hombre, con acento alemán.
Los ruidos se acrecentaron, con fuerza. Se escuchaba la agitada respiración de Jane, y los temblores que golpeaban a Evangeline.
—Debemos marcharnos —musitó Jane, arrastrando a Evangeline.
Jane empujó con fuerza dos puertas que se encontraba sobre sus cabezas, y se subió, tomando impulso de manera sobrenatural. Evangeline miró a sus alrededores. Descubrió que en la entrada, se encontraban varios caballos que pertenecían a los hombres que entraron en su casa. Las dos caminaron por el jardín trasero, hasta detenerse frente delante de varios árboles.
De la nada emergió un carruaje, de color negro conducido por caballos del mismo color que éste. El cochero era un hombre pálido, de cabellos rubios y ojos verdosos.
—Subid —dijo, deteniendo a los caballos.
Ambas obedecieron y se subieron al carruaje, temblando de frío. En el interior, había una mujer que las esperaba. Era delgada, con cabellos rojos como el fuego y ojos plateados, como la luna llena. Evangeline sintió miedo.
No sabía de qué tenía que ser el capítulo así que improvise sobre la marcha :S Espero que te guste, y que aceptes mi capítulo.
Harry Styles / Joe Adams / Jemima West
Con mucha ansiedad, JoeInvitado
InvitadoRe: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
No me lo creo, entro :lloro: Oc no,.Louise. escribió:Ame tu capítulo es bello ya participas linda c:JocelyneAdams escribió:
- Capítulo:
Swansea, (Gales) 1874
Se escuchaba crepitar la madera en el fuego, lentamente mientras las ascuas naranjas volaban en la chimenea. Evangeline cogió entre sus manos pequeñas la muñeca de trapo que la niñera le tendía y sonrió débilmente, al ver a sus padres bajo el umbral de la puerta, preparados para marcharse esa noche. El señor Morgan y la señora Morgan hablaban con la niñera, dándole breves indicaciones de cómo deberían de tratar a su hija. Ella no podía escuchar a la perfección lo que decían, tan solo breves palabras sueltas que volaban sobre la cabeza de la niña de seis años.
El viento entraba en diminutas corrientes por la ventana, que estaba entreabierta, permitiendo que ella pudiera escuchar el relinchar de los caballos, que se encontraban fuera, atados al carruaje que esperaba a los señores Morgan.
—Evan —llamó desde la puerta una voz masculina, que la niña no tardó en reconocer como la de su padre.
La niña alzó la cabeza, provocando que algunos mechones de color castaño oscuro se soltaran del agarre de las pinzas doradas que se encontraban en su cabello. Sus ojos de color azul claro, con motas doradas, buscaron inseguros a los de su padre, que eran del mismo tono dorado que sus motas. Ella sonrió, y se puso en pie, para después lanzarse a los férreos brazos de su padre. Éste la apretó contra su pecho, que olía a colonia de caballero.
—Compórtate bien, Evan —dijo el señor Morgan, mientras dejaba a su primogénita en el suelo y le colocaba un mechón de cabello—. Volveremos pronto.
Evan asintió levemente, y después contempló como la puerta se abría. La señora Morgan se giró una vez más, con sus ojos azules llameando preocupados, y advirtió a la niñera, con voz dura:
—No lo olvides, Jane.
Jane asintió, cogiendo de los hombros a Evangeline y clavándole levemente sus uñas en la pálida piel de la chica.
—No, señora Morgan.
La señora Morgan asintió con la cabeza, y sonrió a su hija con gracia. La puerta se cerró instantáneamente detrás de la pareja, y luego se escucharon los cascos de los caballos alejarse, junto a los relinchos de estos y las ruedas del carro contra la piedra húmeda. Evangeline se asomó a la ventana, corriendo con su pequeña mano la cortina blanca. Solamente puedo alcanzar a ver la sombra del carro, desaparecer entre niebla blanca.
—Vamos, señorita Morgan —dijo Jane, cogiéndola de los hombros una vez más y alejándola de la ventana, donde su aliento había quedado plasmado en vaho blanco.
Jane llevaba trabajando con Evangeline desde hace cuatro meses, desde que la señora Marge había desaparecido en drásticas circunstancias. Los señores Morgan le habían dicho a su hija que Marge se había ido, porque sus hijos habían caído enfermos debido a una pulmonía. Evangeline se lo había creído, sin poner ninguna duda a las palabras de sus padres. Jane era bonita, con sus delicados ojos marrones claros y su cabello rubio ceniza, siempre recogido en un moño alto. Evan siempre se había preguntado por qué ningún pretendiente iba a por ella, para pedir su mano. La señora Morgan le había explicado que a las criadas como Jane, huérfanas y sin fortuna, no se les pedía la mano.
—¿Quieres jugar un rato? —cuestionó Jane, mostrando de manera delicada otra muñeca, con un vestido de color amarillo canario.
Evangeline negó con la cabeza, y se sentó frente al fuego, a una distancia precavida con la intención de evitar que algunas chipas cayeran en su regazo e incendiaran su vestido. Las llamas se erizaban entre ellas, de color naranja y rojas sobre los trozos de madera dura que se encontraban hechos cenizas. Se sentía bien la manera en la que la calidez del fuego besaba la piel de la chica, y el hedor a romero y madera impregnaban su ropa e inundaban sus fosas nasales. Evan se tumbó en el suelo, y cerró los ojos lentamente, para después quedarse dormida sobre la alfombra.
La música inundaba los oídos de la pequeña, y las luces doradas embriagaban sus ojos de manera dolorosa. Ella podía ver a las personas que bailaban en la pista. Los vestidos elegantes y las joyas brillantes, junto el olor a perfume caro y maquillaje. La sala se fue alejando con rapidez, hasta conducirla a uno de los pasillos, donde los sirvientes paseaban con bandejas plateadas repletas de copas vidriosas de champán y otras sustancias más oscuras de color rojo. La imagen se frenó, justo frente a una enorme puerta de madera, con signos extraños marcados en el marco. El pomo dorado era apenas visible, debido a la oscuridad que inundaba el pasillo delgado y largo que había recorrido segundos antes. El pomo se giró lentamente, mientras el frío besaba la piel de su muñeca y palma. La puerta se abrió ligeramente, con un chirrido que le puso los pelos de punta. Ella sentía temor.
Cuando abrió los ojos, estaba en una enorme biblioteca. Las estanterías eran enormes, repletas de libros llenos de polvo y viejos. Una lámpara de araña colgaba frágilmente del techo, meciéndose con delicadeza de un hilo plateado que parecía que se rompería fácilmente. La imagen se amplió un poco más, dirigiéndose a una estantería que se encontraba en la pared. Una mano grande con un guante negro tiró de uno de los libros, activando un mecanismo que provocó que la estantería se echara hacia atrás.
Delante de ella estaba un pasillo, cuyo suelo era de arena y las paredes de piedra. Varias antorchas estaban incrustadas en la pared. Todo estaba demasiado oscuro, y ella pudo sentir como un pequeño animal peludo caminaba cerca de ella, rozando su pelaje sucio contra la piel fina. Un escalofrío repugnante recorrió su garganta y la imagen continuó avanzando. Se escuchaban voces, que hablaban entre sí en murmullos, como si no desearan que nadie les escuchara. Ella distinguió la imagen delicada de su madre, al lado del cuerpo moribundo de su padre que yacía contra la pared, en un gesto de protección. Frente a los señores Morgan se veía un hombre, que hablaba entrecortadamente, con voz queda. Sus palabras eran en otro idioma, algo parecido al inglés.
Se veía el rostro de la señora Morgan, crispado por la preocupación de las palabras del hombre inglés. Ella pudo ver como el señor Morgan hablaba dulcemente a su mujer, y le decía palabras en un idioma desconocido, con su informal acento galés. La señora Morgan se tranquilizó, hasta después gritar, con el rostro enrojecido por la furia por algo que le había dicho el inglés. Ella pudo contemplar como el señor Morgan se alejaba de su mujer, e intentaba asestarle un puñetazo al inglés. Éste se movió con rapidez, convirtiendo sus ojos en un fuerte plateado azulado. Sonrió, curvando sus labios por la satisfacción y mostrando unos terroríficos colmillos blancos. Una daga se materializó en la mano del hombre inglés y, de un simple movimiento de mano, hizo un corte en el estómago del señor Morgan. Éste cayó al suelo, mientras de la herida manaba sangre y sus repentinas manos pálidas intentaban detener la hemorragia.
La señora Morgan se agachó sobre su esposo, llorando. Sus delicados guantes quedaron salpicados de sangre roja, y su atención estaba sobre la de su marido. Estaba tan despistada que no se dio cuenta de que el inglés se encontraba en ella, con la daga apuntando a su cuello, dispuesta a decapitarla en el acto. Quizás fue demasiado tarde…
Evangeline se despertó sobresaltada, con el sudor acumulado en las sienes de su pequeña cabeza. Algo la había despertado, había descubierto la niña. Era una mano fría, que pertenecía a Jane.
—Señorita Morgan —llamó la joven, con el rostro maquillado por el miedo—. Levántese del suelo, es hora de marcharnos.
La niña parpadeó seguidamente, adormilada y arrugó el ceño, sin poder decir palabra ya que Jane la había puesto en pie, de manera violenta. Evangeline se balanceó hacía los lados, mareada y sintió como sus piernas temblaban bajo su propio peso. Jane la arrastró, sacándola de manera brusca del salón y conduciéndola hacia las escaleras que descendían hacia la puerta de metal oxidada que llevaba al sótano. La joven sacó una llave, que colgaba de una cadena de oro. Se quitó el collar, e introdujo la llave en la cerradura, para después girarla varias veces.
La puerta se abrió, chirriando. Jane cogió en brazos a Evangeline y corrió con ella dentro. La puerta se cerró detrás de ella, en un fuerte sonido que sacó de su somnoliento trance a Evangeline.
—¿A dónde vamos? —preguntó la niña, susurrando.
Jane no contestó.
Pronto, se encontraron en una sala pequeña, llena de frascos repletos de sangre rojiza. Evangeline sintió nauseas, al contemplar como Jane sin querer golpeaba uno de los frascos que se encontraban en una estantería, y éste caía al suelo, rompiéndose. El líquido rojo se extendió por la superficie del sótano. Se escuchó un sonido, procedente de arriba. Había sonado como si la puerta principal hubiera caído contra el suelo, empujada por algo. Pronto, varios pasos se unieron. Evangeline sintió terror.
—¿Qué ha sido eso?
—Chsss —siseó Jane, colocando una mano sobre la boca de la chica—. Si no quieres que nos maten, cállate.
Evangeline se estremeció, y miró al techo, donde una de las cortinas de luz era tapada. Unas botas militares tapaban una de las ranuras, sobre sus cabezas. Se escuchaban voces, que hablaban en el mismo idioma que el hombre de su sueño, el que había matado a su padre en aquel extraño lugar.
—They are not here —dijo un hombre, con la voz ronca.
—They’ll be out —gruñó otro hombre, con acento alemán.
Los ruidos se acrecentaron, con fuerza. Se escuchaba la agitada respiración de Jane, y los temblores que golpeaban a Evangeline.
—Debemos marcharnos —musitó Jane, arrastrando a Evangeline.
Jane empujó con fuerza dos puertas que se encontraba sobre sus cabezas, y se subió, tomando impulso de manera sobrenatural. Evangeline miró a sus alrededores. Descubrió que en la entrada, se encontraban varios caballos que pertenecían a los hombres que entraron en su casa. Las dos caminaron por el jardín trasero, hasta detenerse frente delante de varios árboles.
De la nada emergió un carruaje, de color negro conducido por caballos del mismo color que éste. El cochero era un hombre pálido, de cabellos rubios y ojos verdosos.
—Subid —dijo, deteniendo a los caballos.
Ambas obedecieron y se subieron al carruaje, temblando de frío. En el interior, había una mujer que las esperaba. Era delgada, con cabellos rojos como el fuego y ojos plateados, como la luna llena. Evangeline sintió miedo.
No sabía de qué tenía que ser el capítulo así que improvise sobre la marcha :S Espero que te guste, y que aceptes mi capítulo.
Harry Styles / Joe Adams / Jemima West
Con mucha ansiedad, Joe
Mi capítulo no es bello, pero por lo menos me sirvió para entrar. Yeih.
Espero que pronto subas los resultados
Espero quedar aunque he leido varios capitulos y son rebuenos :OWO:Jockie.
Re: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
¿karls, puedo cambiar mi audición? por louis, so, con emily rudd bc loumily rlz<3 eso<3taeyong.Re: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
esta bien ily <3Wanda. escribió:¿karls, puedo cambiar mi audición? por louis, so, con emily rudd bc loumily rlz<3 eso<3Invitado
InvitadoRe: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
bueno lindas en eso de las ocho cierro y doy resultados <3Invitado
InvitadoRe: Fame [N.C|Audiciones Cerradas|Resultados]
bueno lindas en eso de las ocho cierro y doy resultados <3Invitado
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