Wicked is good. |Newt|

Nombre: Wicked is good. 

Autor: Floyd.

Adaptación: Nope.

Advertencias: Contiene spoilers de Maze Runner la Cura Mortal

Género: Dramático y Romántico.

Otras páginas: Facebook.

My bones maybe falling apart
But you'll help put me back together.

=CAMZ.

1) La historia está en tercera persona. Por tanto, necesitaba inventar un personaje que nos represente a nosotras, digamos, ya que en tercera persona no puedo estar poniendo la rayita cada dos renglones. Aprovechando que todos en el Área tenían apodos, a este personaje, que seríamos nosotras, la apodé Connie, por Madame Curie. Así que imaginen que "Connie" es el apodo de ustedes.

2) Connie fue una de las primeras treinta personas en el Área, junto con Newt, Minho, Alby y los demás. Entró disfrazada como un muchacho, al que apodaban Coco, siendo Minho, Alby y Newt los únicos que sabían que era una mujer. Thomas se entera cuando llega al Área de que ella es una chica. Y al final, los habitantes se enteran la noche que atraviesan el Laberinto para escaparse por la fosa.

3) Connie es inmune. También es la hermana melliza de Alby, la mejor amiga de Minho, y siempre estuvo enamorada de Newt (obvio(?)), por lo cual estaba con él todo el tiempo. Cuando Newt se queda solo en el Berg, Connie se queda a hacerle compañía, y cuando se llevan a Newt al Palacio de los Cranks, ella lo sigue a escondidas, y luego se queda con él, haciéndose pasar por Crank. Cuando Minho y Thomas van a buscarlos, ella les dice que no se irá, y que se quedará con Newt en ese lugar.

4) Es solo un crack-fic, para sentirnos partes de la historia. Es obvio que la chica va a ser la protagonista. Ah, otra cosa, "Newtie" es la forma cariñosa en la que Connie llama a Newt. Por el contrario, él la llama "Conn".

5) Y último, pero no menos importante, esta pequeña historia es en el momento de la muerte de Newt. Preparen los pañuelos.

¡Que empiece la función!

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Ocurrió algo muy extraño, después del súbito choque y destrozo de la camioneta. Thomas miró por la ventana, y, a seis metros de distancia, encontró dos cranks maltrechos que lo observaban. Le tomó una milésima de segundo darse cuenta de que esos dos eran sus amigos.

Esos dos cranks eran Newt y Connie.

Newt tenía muy mal aspecto. Parte del cabello arrancado de su cabeza, la cual ahora estaba cubierta de manchas enrojecidas. Su cuerpo estaba lleno de rasguños y moretones. No tenía puesta la camisa, y sus pantalones estaban destrozados, cubiertos de lodo y sangre. Sin embargo, seguía conservando esa fachada y esa belleza inhumana que lo caracterizaba, y por la que tantas veces Connie había suspirado mientras estaban en el Área, y corriendo por el Desierto. Ella, por su parte, solo estaba terriblemente desalineada, y con la ropa hecha pedazos. Ya ni siquiera tenía remera propiamente dicha, sino, solamente un intento de sujetador deportivo. Su cabello estaba más corto que antes, y además de rasguños y moretones, no tenía otras señales de heridas.

Thomas no entendía que hacía allí la muchacha, y mucho menos en ese estado. Después de todo, Connie era inmune. Cuando vinieron a buscar a Newt, al enterarse de que se lo habían llevado, Connie estaba con él. Y no había querido irse, a pesar de no ser una crank. Sin embargo, el amor que sentía Connie por Newt era algo bastante sobrenatural, algo que sobrepasaba los límites. Era como si a la chica no le importase matarse con tal de estar al lado del rubio.

Cuando Lawrence amagó con arrancar la camioneta para seguir el trayecto, Thomas empezó a gritarle. A gritarle que se detuviera, que sus amigos estaban ahí afuera, que tenía que hablar con ellos. Sin siquiera hacerle caso al hombre cuando le advertía que no saliera, el chico prácticamente saltó de la camioneta, y empezó a caminar hacia ellos. Los brazos de Connie rodeaban la cintura de Newt, y el brazo del rubio estaba sobre los hombros de la muchacha. Parecían la loca pareja enfermiza que se ve en los loqueros. Thomas podía perfectamente imaginarlos, más allá del final, comiéndose la nariz y los ojos de algún crank muerto, y luego besándose descontroladamente, histéricamente, poseídos, con locura, juntos.

—Newt, Connie, soy yo, Thomas. Todavía se acuerdan de mí, ¿no es así? —cuestionó el de ojos oscuros, mirando a la extraña pareja. Los ojos de Connie volvieron a la cordura, sin duda lo había reconocido, incluso llegó a sonreír de lado. Sin embargo, Newt, a pesar de saber quién era, mantenía sus ojos en la peor de las locuras.

—Claro que te recuerdo, Tommy. Fuiste al Palacio, a refregarme en las narices que habías ignorado mi nota. Me chiflé en muy pocos días. De no ser porque Conn está aquí conmigo, estaría más loco aún. —habló con desdén el rubio, furioso, girando a ver a su acompañante, a quien aún abrazaba.

Thomas notó perfectamente que, cuando Newt lo miraba a él, sus ojos brillaban con una demencia inhumana, pero que cuando volteaba a ver a la chica, su mirada regresaba a la cordura, incluso transmitiendo calidez y dulzura. Recordaba vagamente, en algunos momentos en el Área, e incluso mientras estaban en el Desierto, haberse despertado en mitad de la noche, y haberse encontrado con Newt y Connie besándose. Sí, su romance era y no era un secreto. Las señales de amor que lanzaba la chica, por supuesto, no pasaban desapercibidas. Menos aún ante Minho, proclamado el mejor amigo de la chica, y ante Alby, mejor amigo de Newt y hermano de ella. Era como si todos supiesen que Newt y ella estaban destinados a estar juntos.

—¿Entonces, qué hacen aquí, Newt? ¿Por qué están con… ellos?

Ambos echaron una mirada hacia los otros cranks, y volvieron la vista hacia Thomas. Newt fue el primero en responder.

—Es algo que va y viene, viejo. No puedo explicarlo. A veces la demencia me llega a atrapar totalmente, pero generalmente es una picazón en el cerebro. Trastorna todo, y te transforma en un ser irritable.

—Ahora pareces estar bien.

—Sí, bueno, en realidad es gracias a ella. —aclaró Newt, mirando a Connie y depositando un beso en su mejilla. Thomas aún no entendía del todo como podía estar ella tan demente, siendo que era una inmune. O era muy buena fingiendo, o… —En fin, la única razón para estar con estos chiflados es porque no tenemos nada mejor que hacer. Estamos solos. Ellos son un grupo. Se nos acabaron las oportunidades hace tiempo.

—Chicos, vengan conmigo. Podemos llevarlos a un lugar más seguro.

Newt se echó a reír, seguido por Connie. La cabeza de ambos se agitó de manera extraña.

—Vete de aquí, Tommy. Lárgate. —habló el chico.

—Hazlo, Tom. Vete, por favor. —añadió ella. Thomas recordó que Connie era la única persona que había permitido que lo llamara así. Además de Teresa.

—Vengan conmigo. —volvió a pedir, terco. —Newt, te ataré si eso te hace sentir mejor.

De repente, el muchacho estalló. Pero estalló de una manera impropia. Estaba rígido de ira, y casi se lanza contra Thomas, de no ser porque Connie lo estrechó más entre sus brazos. Los gritos de odio hacia el de cabello oscuro, de parte del rubio, no tardaron en llegar.

-¡Shuck! ¡Cállate la boca, traidor! ¿Acaso no leíste mi nota? ¿No puedes hacer ni una miserable cosa por mí? ¿Tienes que ser el mismo héroe de siempre? ¡Te odio! ¡Siempre te odié!

No habla en serio, se dijo Thomas. No eran más que palabras.

Y siguió así. Otra certería de palabras brotando de los labios del que alguna vez, fue su mejor amigo. Insultos, gritos. El rostro de Newt se había puesto de un rojo intenso, y al gritar, la saliva salía a escupitajos de su boca. Con los puños apretados, comenzó a avanzar hacia él. Su renguera no había desaparecido en lo absoluto. Detrás de él, venía Connie, que se mantenía aferrada al brazo del rubio como si fuese un bálsamo.

Lawrence, desde la camioneta, le gritó a Thomas que se apartase, que le iba a disparar. Sin embargo, Thomas lo detuvo, diciendo que no se metiera, que este asunto era entre ellos y él.

—¡Te odio, Tommy! ¡Te odio, te odio, te odio! —los gritos de Newt no tenían final. Ambos estaban a pocos centímetros de Thomas, quién retrocedió espantado. El de ojos oscuros buscó la mirada de Connie, desesperado, pero solo encontró frenesí en sus ojos. No, ella no pensaba detener a Newt, ¿cómo hacerlo? Si ella lo amaba más que a su vida. —¡Después de todo lo que hice por ti, después de toda la garlopa que tuve que soportar en el maldito laberinto, no puedes hacer la única cosa que te pedí en toda mi vida! ¡Ni siquiera puedo tolerar la imagen de tu cara miertera!
Thomas retrocedió un par de pasos más, asustado.

—Newt, tienes que detenerte. Les van a disparar. ¡Quédate quieto y escúchame! Suban a la camioneta, deja que te ate. ¡Dame una oportunidad!

Newt lanzó un alarido, soltándose de la mano de Connie, y salió volando hacia adelante. La muchacha demoró en reaccionar, y luego, salió corriendo detrás de él. Un haz de luz brotó desde la camioneta, pero no dio en el blanco. Newt le hizo un tacle a Thomas, que cayó duro al piso, con la respiración cortada. Mientras luchaba por llenar de aire sus pulmones, Newt se tiró sobre él, inmovilizándolo. Parecía a punto de hablarle, pero en ese momento, Connie se lanzó sobre Newt, aferrándole la cintura con ambos brazos. Trató de moverlo de arriba de Thomas, pero no lo consiguió. Sin embargo, no se alejó, se quedó abrazándolo con fuerza, al borde de las lágrimas, tratando de calmarlo, sin mucho éxito.

—Debería arrancarte los ojos. —dijo Newt, rociándolo con saliva. —Darte una lección acerca de la estupidez. ¿Quién te mandó a venir aquí? ¿Esperabas que te recibiera con un maldito abrazo, eh? ¿Qué pasáramos un rato recordando los buenos momentos que vivimos en el Área?

Preso del terror, Thomas sacudió la cabeza, y buscó sigilosamente la pistola en su bolsillo. Cuando la vio a los ojos, supo que Connie sabía lo que pretendía hacer. Las lágrimas que la chica contenía en el borde de sus ojos, se derramaron. Se aferró más al rubio, acariciando su espalda.

—Por favor, Newt… Por favor, para… Newtie… —susurraba la chica, casi sin fuerzas. Pero él estaba fuera de sí, ni siquiera Connie parecía calmarlo.

—Tommy, ¿sabes por qué tengo esta renguera? ¿Alguna vez alguien te lo dijo? Me parece que no.

—¿Qué sucedió? —cuestionó Thomas, tratando de ganar tiempo, mientras deslizaba los dedos alrededor del arma.

—Traté de matarme en el Laberinto. Trepé hasta la mitad de uno de esos malditos muros y salté. Alby y Connie me encontraron, y me trajeron de regreso antes de que se cerraran las puertas. Ese día Connie me besó por primera vez. Sólo ella me ha sacado de ese abismo. Odiaba ese lugar, Tommy. Deteste hasta el último segundo de cada día que pasé allí ¡Y todo fue por… tu… culpa!

De repente, Newt giró, y sujetó la mano de Thomas que sostenía la pistola. La atrajo bruscamente, haciendo que la punta chocase contra su propia frente.

—¡Intenta redimirte! ¡Mátame antes de que me convierta en uno de esos monstruosos caníbales! ¡Mátame! ¡Te confié la carta! ¡A ti, y a nadie más! ¡Llévate a Connie, ella puede salvarse! ¡Sácanos de esta tortura!

Thomas intentó desprenderse de él, pero su amigo era muy fuerte. Connie también intentaba sacárselo de encima, pero la furia de Newt superaba cualquier fuerza humana.

—No puedo, Newt, no puedo.

—¡Arrepiéntete de lo que hiciste! —sus palabras eran como látigos que hacían temblar todo su cuerpo. Después, su voz se convirtió en un suspiro áspero y urgente. —Mátame, maldito cobarde. Demuéstrate a ti mismo que puedes hacer lo correcto. No me hagas sufrir más.

Las palabras de Newt horrorizaron a ambos chicos.

—Newt, tal vez podamos…

—¡Cállate, yo confié en ti! ¡Hazlo de una vez!

—No puedo.

— ¡Hazlo!

—Newtie, por favor, ya para…

—¡No puedo! —gritó Thomas. ¿Cómo podía pedirle que hiciera algo así? ¿Cómo iba a matar a uno de sus mejores amigos? Jamás se lo perdonaría a sí mismo. Connie tampoco lo perdonaría nunca.

—Mátame, o yo te mataré a ti. ¡Hazlo! ¡Mátame!

—Newt…

—¡Mátame! ¡Hazlo antes de que me convierta en uno de ellos!

—Yo…

—¡MÁTAME! —rugió, y luego sus ojos se iluminaron, como si hubiera recibido un último atisbo de cordura. Su voz se suavizó. —Por favor, Tommy. Por favor…

Y luego, toda la cosa se fue al desastre.

Con una fuerza sobrehumana, Connie se arrojó sobre Newt, atrapándole el cuello, y, de manera veloz, invirtiendo las poses en que estaban. Connie estaba de espaldas a Thomas, aferrando a Newt por los hombros, chocando su frente con la de él. La voz de la chica no tardó en salir, desesperada, como si supiese lo que iba a pasar.

—¡Tom, dispara ya! ¡Mátanos a ambos! ¡Es la única forma!

Thomas estaba a punto de enloquecer. No podía ni pensar en matar a Newt, y ahora, Connie le pedía dispararles a ambos.

—Connie, pueden venir con nosotros. Si me dejas atar a Newt, y accedes a venir, tal vez…

—¡No, Tom, no! Basta un solo tiro, acabarás con los dos. ¡Termina con esta tortura ya, por favor!

—Connie… tú puedes salvarte… eres inmune.

—¡No me importa! —la chica empezó a sollozar, y apegó más su rostro al de Newt, que la observaba con los ojos desencajados. Por la sorpresa. Ante el terror. —No me iré sin Newtie… ¡Mátanos a ambos de una vez! ¡Sólo quiero estar con él para siempre! ¡HAZLO YA, TOM!

Al apretar el gatillo, cerró los ojos, y el corazón de Thomas se desbarrancó por un abismo negro.

La bala atravesó ambos cráneos, y por la fuerza del impacto, Newt se fue de espaldas al piso, con Connie sobre él. Thomas se dio vuelta, y no abrió los ojos hasta que empezó a correr. No soportaba ni siquiera ver lo que había hecho.

Connie seguía consiente, aunque sabía que le quedaban pocos segundos de vida. Newt estaba igual que ella. La chica se acercó al rubio, y lo abrazó con fuerza, tratando de aferrarse a él los últimos momentos en los que ambos estarían vivos.

—Conn… ¿Por qué…?

—Te… prometí… estar contigo… para siempre. —sonrió la muchacha, hilos de sangre hirviendo caían de sus labios. Haciendo un esfuerzo sobrehumano, Newt se acercó a ella, y besó sus labios.

—Te amo, Conn… —susurró el rubio.

—Te amo, Newtie…

Ambos chicos sonrieron, y se fundieron en otro beso, correspondido por ambos, antes de hundirse para siempre, en la inconsciencia.

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Es el primer shot que subo a onlywn, espero os guste. 
Las criticas de cualquier tipo y/o comentarios son más que bienvenidos.