Luna de Navidad (Zayn ; Niall y tu)

_____está lista para un cambio importante en su vida y enseguida se abalanza sobre la oferta de trabajo en las Montañas Apalaches que le hace su mejor amiga. El trabajo está disponible poco antes de las navidades y sus nuevos empleadores insisten en que se traslade a tiempo para pasarlas allí. Es un trabajo de ensueño con gente que le gusta.
Sobre lo que no le advirtieron fue sobre los hombres lobo.
Zayn y Niall Williamson le echan un vistazo y ya saben que es perfecta. Su belleza. Su capacidad para comunicarse con los animales. Harían cualquier cosa para hacerla suya, para protegerla. ¿Pero podrán salvarla del peligro que amenaza entre los bosques?



HOOOOOOOOOOOOOOOOLA c: espero que les gusten los hombres lobos *.* , es sobre los chicos no se pelean por rayita asi que no se hagan ilusiones(? , bueno no les pongo su apellido real porque serian ellos como gemelos si ? c: es una historia media cortita pero linda y tiene sus capitulos que son subidos de tono pero linda en fin c: comente y subo el primer capppppppppppppppppitulo :D

hooooo mi dios.. me encanto la snopsis.. sin dudas la  tenes que seguir !!!

Capítulo 1

—No creo que tengamos elección, Jackson.
—Seh, tal vez. Pero odio traer a una forastera. Sería distinto si esta mujer fuera de nuestro mundo.
Con los brazos cruzados sobre el pecho, Niall Williamson se apoyó en la pared y observó el partido de tenis verbal entre su Alfa y su Beta. Habían estado así toda la mañana y no cedió al impulso de sonreír. Como nuevo Enforcer de la manada, presenciar el espectáculo se estaba convirtiendo en un acontecimiento habitual.
El asunto sobre la mesa no era sobre si contratar o no un contable para la manada. Sin duda necesitaban uno. El verdadero dilema era dónde conseguir uno. Una posición tan confidencial normalmente sería cubierta por un cambiante o la compañera de un cambiante. Desafortunadamente, no había nadie calificado para el puesto. Así que se había extendido la búsqueda llevando a cabo unas cuantas entrevistas.
Él estaba a cargo de la seguridad y la comprobación de los antecedentes, había descartado a todos los candidatos. Excepto a uno.
—¿Y tú qué piensas, Niall?
Cada cierto tiempo se lo preguntaban. Se encontró con la mirada de su Alfa y asintió con la cabeza.
—Ella servirá. —Claro que sí, seguro que serviría. Probablemente también resultaría igual de buena como nueva contable. Aunque esa era la última de sus preocupaciones. Las miradas de ambos hombres se clavaron en él. Maldición. Algo en su tono, en sus ojos o en su porte debía haber revelado sus intenciones. Tal vez debería haberse quedado con los Hunters.
Jackson sonrió y se recostó en la silla.
—Así es, ¿no?
Niall se encogió de hombros. ¿Qué podía decir?
—¿Y qué piensa Zayn? —preguntó Billy.
—Todavía no la conoce, ¿recuerdas?
¿Cómo podría conocerla? Su gemelo todavía era un Hunter. Y en el fondo no importaba lo que pensara su hermano. No elegías a tu compañera. El destino lo hacía por ti.
Jackson suspiró.
—Esto complica las cosas. Primero, ella no sabe nada sobre hombres lobo y no hay modo de traerla aquí sin que nos descubra. Luego cuando llegue, tendrá no solo un compañero sino dos. Vas a tener que andarte con mucho cuidado.
Él no estaba tan seguro. Ella no le parecía del tipo que se asustaba con facilidad. Pero había estado equivocado antes y tenía las cicatrices que lo demostraban. El tiempo lo diría.
—A Summer le gusta, y Chloe la conoce desde hace años —dijo Billy—. Confío en sus instintos cuando lo dicen y ambas piensan, que será una buena adquisición para la manada. —Jackson asintió de nuevo y Niall reconoció la mirada en su rostro, un cruce entre rebeldía y aceptación. Le habló a Billy:
—Haz los arreglos. Puede quedarse en la vieja cabaña de Wilkes. —Echó un vistazo a Niall—. Hasta que estén los otros arreglos. —Niall aplastó su sensación de triunfo, su entrenamiento Hunter todavía lo bastante arraigado resistiéndose a mostrar sus pensamientos, sus emociones. La conversación siguió, cambió y fue hacia otros derroteros. Se obligó a permanecer inmóvil cuando su cuerpo quería moverse. A concentrarse cuando su mente quería deambular.
Por fin terminaron y fue libre para marcharse.
Saliendo a zancadas de la casa, volvió andando por el camino que se dirigía a la vieja cabaña de Wilkes. Billy le había dado la llave y la puso en la cerradura oxidada, girándola hasta que la puerta cedió y entró en el interior.
La ráfaga de aire agitó lo que parecía el polvo de un siglo y estornudó a través de las motas de polvo danzantes. Esto no serviría. Mientras cruzaba la casita, un plan se formó en su mente y para cuando se fue estaba sonriendo.
Para hacer el lugar habitable le harían falta semanas a un equipo de limpieza y los muebles tenían que ser reemplazados. Se tendrían que hacer otros arreglos para dormir y daba la casualidad que él tenía una casa de cinco dormitorios justo al final del camino. Abrió el teléfono mientras andaba en esa dirección, tecleando el número de la memoria.
—Sí —provino la respuesta entrecortada del otro lado.
Sonrió. Sonaba como si hubiera perturbado el hermoso sueño de Zayn.
—¿Trasnochando?
Un resoplido. Una carcajada cortada tan rápido que fue más un ladrido.
—Por lo menos una misión terminada.
—Bien. Entonces puedes venir a casa.
Hubo una larga pausa. Niall se había retirado hacía unos meses. Zayn insistió en que él no estaba preparado aún.
Las cosas ahora eran diferentes.
—¿Tienes aquella foto que te mande por email? —Entró en la casa, fue por el pasillo hacia su oficina y abrió la carpeta sobre su mesa. Mirando fijamente la foto, esperó la respuesta de su hermano.
—Una foto no me dice nada. Podrías estar equivocado.
Niall sonrió.
—No lo estoy.
Otra larga pausa. Zayn estaba pensando; Niall lo notaba a pesar de la distancia entre ellos.
—¿Y si no puede aceptar a dos hombres? Si vuelvo a casa… sabes que no habrá vuelta atrás.
Niall trazó un dedo sobre la foto, bajó por la mejilla hasta la línea elegante de su garganta y luego trazó el largo cabello rizado que volaba libre al viento. La determinación aumentó en él. Los aceptaría.
—La convenceremos —le respondió en voz baja, sintiendo la convicción y la determinación barriéndole.
Ella les pertenecía. Tenían que poseerla. ¿Qué otra alternativa les quedaba?
Hubo una larga y suave exhalación en el otro extremo. Zayn no la conocía pero notaba con qué intensidad la deseaba Niall. El vínculo entre ellos siempre había sido fuerte y la distancia no lo templaba en absoluto.
—Ya he aceptado otra misión. Seguramente pasarán un par de semanas antes de que pueda ir allí. —Justo a tiempo para Navidad, y era un año de luna en Navidad, una luna llena en la noche de Navidad. Un buen augurio y un momento excelente para tomar una nueva compañera.
—Bien. No estoy seguro cuando empezará ella el trabajo. Seguramente no será antes.
Zayn gruñó.
—¿Qué trabajo? Ninguna compañera nuestra va a necesitar trabajar.
Niall sonrió. Tenía el presentimiento de que esta compañera suya presionaría todos y cada uno de los botones de Zayn. Sería interesante de ver.
—Le hemos ofrecido un trabajo de contable. —Hizo una pausa, dejando que lo asimilara. Había mantenido a su hermano informado de los acontecimientos de la manada.
Zayn no le decepcionó. Gruñó de nuevo.
—Es demasiada exposición, Niall. Dile a Jackson que no.
Niall se rió .
—¿Qué propones para traerla aquí? No sabe nada de nosotros. —El viento aulló y él miró por la ventana para ver las ráfagas de nieve. La promesa de la primera nevada de la temporada había llegado.
—Mierda.
Sí. Consideró las diferencias entre él y su gemelo. En lo más profundo no eran tan diferentes.
Hombres duros. Soldados bien entrenados. Extremadamente leales el uno con el otro, con la familia, con la manada. Pero en la superficie eran como la noche y el día. Donde Niall era afable, Zayn era sombrío. Niall era abierto y Zayn reservado. Eso podría ser un serio problema.
—Tal vez necesites trabajar algo en ese temperamento tuyo. Ella es una compañera, no una subordinada. No me da la impresión de que acepte muy bien las órdenes.
—Lo superará. Habla con Jackson de ese maldito trabajo —resopló. ¡Ni hablar! Pero antes de poder contestar, Zayn colgó. Él sacudió la cabeza. Se ocuparía de su hermano más tarde.



______ abrió la puerta del SUV y tembló por el frío. Cuando Jackson le hizo la oferta de trabajo hacía dos semanas, no lo dejó escapar. Quería salir del agobiante mundo empresarial. Lo que no se había parado a considerar era la diferencia climática entre Orlando y las montañas Apalaches. Su fino jersey no la protegía del frío aire nocturno.
Al menos experimentaría su primera Navidad blanca. Se quedó de piedra cuando insistieron en que hiciera el traslado tan próximo a las vacaciones en vez de esperar hasta el año nuevo. Pero la anticipación triunfó sobre la sorpresa y cogió la oportunidad al vuelo de pasar las vacaciones con amigos, algo que no había hecho en años. Normalmente pasaba el día sola.
Billy se apresuró a rodear el Tahoe para ayudarla a salir y ella sonrió en agradecimiento. Las palabras no se hubieran oído sobre el viento aullador y de todos modos estaba distraída. La puerta de la casa se abrió de golpe y una figura oscura salió apresurada. ¿Quién era? ¿Dónde estaba? Le prometieron una casa como parte del trabajo, pero Billy dijo que todavía estaba siendo limpiada y puesta a punto. Esperaba que la llevaran a un hotel. En cambio, salieron del pequeño aeropuerto y subieron en coche por la montaña hasta esta casa.
El extraño los alcanzó cuando rodeaban la parte frontal del coche. Estaba oscuro y ella iba encorvada por el frío. No obtuvo un buen vistazo de él excepto para notar que era enorme. Parecía grande como una pared altísima sobre ella. Sacándose el abrigo, la cubrió con este y su brazo, robándola con eficacia del cuidado de Billy, al suyo.
Estaba desconcertada y encantada cuando la hizo avanzar, colocándose entre ella y lo peor del viento. Dentro, la dejó en un sofá frente a un fuego crepitante y desapareció. Cuando volvió, le tendió una taza de té caliente. Ella sonrió todavía más encantada.
Era huérfana. Nadie la había cuidado desde la larga ristra de casas de acogida de las que había escapado años atrás, y cuidar no era exactamente la palabra que utilizaría para describirlas. Una vez pensó que había encontrado su lugar en el mundo y que crearía su propia familia. No funcionó y aceptó que había faltado algo, algo que nunca encajó. O tal vez había algo en ella. Su extraña afinidad a los animales había puesto los pelos de punta a más de un novio.
Rodeó la taza con las manos, dejando que su calor le penetrara. Este lugar era diferente. No estaba segura como lo sabía, pero confiaba en sus instintos. Chloe la había puesto en contacto con Jackson, recomendándola para el trabajo. Cuando fue a la entrevista se sorprendió de lo mucho que lo deseaba, de lo mucho que le gustaban Jackson, Summer, Chloe y su nuevo marido, Billy. Y las montañas. Parecían llamarla. Extraño para una niña del árido desierto y las luces de neón de Las Vegas. Bien pensado, había escapado de ese lugar para asistir a la universidad en Florida y nunca había mirado atrás.
Nunca sintió como que estaba abandonando el hogar.
La sensibilidad empezó a volver a sus dedos y los meneó, sacándose el pesado abrigo unos segundos después. La calidez y el confort caló en sus huesos.
—¿Te sientes mejor?
Parpadeando, miró hacia arriba. Se había olvidado de que no estaba sola. No había señales de Billy, únicamente del extraño.
Debería estar alarmada, pero solo tenía curiosidad. ¡Dios, era guapísimo!
Lo examinó con el mismo descaro que él. Nada sutil en aquella mirada. Era alto y de hombros anchos, pero su primera impresión iba un poco errada. Estaba bien musculado pero tiraba más a delgado que a corpulento. Sus ojos brillaban con un gris plateado. Le llevó un minuto descubrir por qué le parecía tan familiar. Hubo un hombre durante su entrevista con el mismo aspecto que él, excepto que donde él tenía un estricto corte de pelo estilo militar, el rubio claro del extraño le rozaba el cuello. Tuvo el impulso de pasarle los dedos por el cabello. Ver si era tan sedoso y suave como parecía. Era hermoso y hacía un destacado contraste a su propio cabello negro.
Entonces entró el otro hombre, con los brazos cargados de madera. La dejó caer al lado de la chimenea y se posicionó al lado del primer extraño. Ella miró una y otra vez a los dos hombres. Hermanos. Gemelos, a menos que errara en su suposición. Si no fuera por el corte de pelo distinto, no habría sido capaz de distinguirlos.
El del cabello corto habló. Su voz era grave y con tono de reproche.
—Te has cortado el pelo. —Sintiendo una punzada de pérdida, levantó la mano para tocar las puntas que le caían un poco más abajo de los hombros. No sabía lo que la había poseído. La semana pasada había pasado de largo una peluquería, dio media vuelta, volvió y cuando salió, su melena hasta las caderas había desaparecido, sustituida por este peinado más corto que la dejó sintiéndose desnuda.
Algunas mujeres no se ocupaban de su pelo. A algunas no les gustaba el pelo largo. Ella no era una de ellas. Había llorado durante días pero al final decidió que ya crecería. No valía la pena seguir disgustada por algo que ya estaba hecho.
Notó sus miradas sobre ella y volvió bruscamente al presente. Permanecían uno al lado del otro, sus posturas eran una perfecta imitación la una de la otra. Los pies plantados y alineados con las caderas, los brazos cruzados sobre sus torsos impresionantes. Se preguntó si intentaría salir con uno de ellos, si a uno de ellos le gustaría el sexo a su manera. Tirando hacia lo rudo. Intenso y carnal. La excitación le subió la temperatura mientras pensaba en ello y esperaba que no se dieran cuenta de que sus pezones se habían endurecido. Gracias a Dios no notarían que sus bragas estaban mojadas.
El silencio se alargó y ella de pronto se dio cuenta de que su escolta había desaparecido. La alarma, tardía y aguda, la embargó.
—¿Dónde ha ido Billy?
El del cabello largo arqueó una ceja perfecta.
—Seguramente a casa con su compañera. —¿Compañera? Qué elección más extraña de palabras. Lo ignoró y asimiló la información. Billy la había dejado aquí, así que debía confiar en estos dos hombres. Ya que se había casado con la única amiga de verdad que tenía en el mundo, estaba inclinada a confiar en su juicio.
—¿Quiénes sois?
El del cabello largo le sonrió a su hermano.
—Todo perfectamente pronunciado. Definitivamente no es sureña. —Se giró hacia ella—. Soy Niall, este es mi hermano, Zayn.
Ella resopló.
—Zayn, Niall y ____. No podríais haberlo planeado mejor ni queriéndolo. —Se rieron y ella estaba extrañamente complacida. Otra rareza. Eran desconocidos. ¿Por qué parecía tan importante entretenerlos a ambos? Le gruñó el estómago e intentó recordar cuánto rato hacía que había comido. La risa se cortó como si ellos tuvieran un interruptor y el del pelo largo, Niall, le tendió la mano.
—Vamos a alimentarte.
Se levantó, pero vaciló y le observó. A los dos. Ojos de un gris plateado, pelo de un rubio plateado. Eran hermosos, sobrenaturales. Y aun así, se sentía como si les conociera. Nunca antes había experimentado algo parecido.
¿Era el deseo de Navidad? Su corazón se saltó un latido. De ninguna manera. Era una tradición estúpida que aprendió de una de sus madres de acogida. Pedir un deseo en Acción de Gracias de lo que querías para Navidad. No tenía ni idea de por qué lo mantenía y normalmente esperaba algo tan sencillo que sabía que sería una posibilidad si no una probabilidad. Cubriendo las apuestas. La beca que estaba cantada que conseguiría. El bolso que no se pudo resistir a comprarse. Su primer trabajo al salir de la universidad del que sabía que tendría una oferta porque, en serio, ¿cuánto podía un hombre comérsele las piernas con los ojos? Hacía unas semanas, en un momento de locura y de extrema soledad, había deseado un hogar, un hombre que le perteneciera y que la aceptara, rarezas incluidas.
—¿____? —Niall estiró la mano al lado de la de Zayn.
¿Qué era aquello? ¿El deseo? Y si lo era, ¿cuál de los dos? Sería casi imposible elegir entre ambos. No aceptó ninguna mano, pero sí sonrió, ocultando su confusión, sintiéndose como si hubiera un mundo de conversaciones allí que se estaba perdiendo.
—Cenar sería fantástico.
Zayn se giró y entró en el pasillo. Ella lo siguió y Niall en la retaguardia con la mano descansando en la parte baja de su espalda. El cuerpo le hormigueó al ser consciente y se preguntó si sería capaz de comer. Anduvieron una corta distancia hasta la cocina y Niall la guió hacia una mesa larga donde ella se sentó en un taburete.
Los hermanos trabajaron juntos reuniendo boles y cucharas. Sirvieron el oloroso chili especiado y se lo pusieron delante. También vertieron té en vasos antes de sentarse, uno a cada lado de ella.
—Lo enviaron de la casa grande —dijo Zayn—. Seguramente es de Chloe. Es la que cocina la mayoría de las veces.
Niall le guiñó el ojo.
—Su cocina es la más comestible.
____ levantó la cuchara. Recordaba la comida de Chloe de sus días de compañeras en la universidad. Era más que comestible y supo que era de Chloe desde la primera cucharada. Gimió de placer.
¡Impresionante! Nunca había conocido a nadie que cocinara tan bien y se había pasado horas intentando aprender de ella. Adoraba comer y su culo demostraba dicha devoción. Cocinar era una alegría, una manera de relajarse al final del día. Pero nunca había igualado la habilidad de Chloe.
—Definitivamente es de Chloe —dijo, suspirando cuando se acabó el tazón.
Zayn se giró hacia ella, levantó la servilleta y le limpió la comisura de la boca. Su rostro estaba sereno pero sus ojos eran ardientes y abrasadores. Su coño se contrajo y se preguntó cómo sería poseerle. No, que él la poseyera a ella. Porque tan liberal e independiente como era, se moría por algo más.
Alguien que tomara el mando, alguien en quien confiara lo suficiente para cederle todo el control. Porque ella estaba sola en el mundo, no contaba con nadie más que consigo misma, a veces se moría por la libertad de simplemente dejarse llevar. ¿Y qué mejor manera de conseguirlo? Había conocido a personas —algunos hombres— que entendían aquel anhelo.
El instinto le decía que Zayn lo entendería pero no confiaba en él. Se apartó, levantándose de golpe del asiento y retrocediendo varios pasos.
Para ocultar su nerviosismo, recogió sus tazones y los llevó al fregadero, ensimismándose con el simple ritual de lavar. Cuando acabó, colocó la loza en el escurreplatos y se dio la vuelta para encarar a los extraños y atrayentes hombres. Ambos la observaban sin cesar como si vieran directamente a través de ella. Se preguntó qué pasaría después y pensó que fue su vagabunda educación tan permisiva lo que le permitió considerarlo sin perder los papeles. Quería pertenecer pero no quería el riesgo del proceso. Quería saber desde el principio que todo saldría bien. Necesitaba garantías y promesas que eran imposibles de dar.
Mejor que mantengas la distancia, ____. Nunca había sido una temeraria.
Había mucho que tener en cuenta y de cualquier manera no era como si le hubieran dado alguna señal de que la deseaban a un nivel personal. No podía empezar a justificar la extraña conversación consigo misma. ¿Por qué le atraían tanto dos completos extraños? Había estado despierta desde mucho antes del amanecer, ansiosa y excitada por empezar con su nueva vida. Hacía rato que estaba oscuro y se encontró reprimiendo un bostezo. Ellos se dieron cuenta. ¿Había algo que no notaran?
Niall hizo un gesto con la cabeza para que le siguiera y volvieron al salón. Él recogió su maleta y subieron un tramo de escaleras que no había notado antes, deteniéndose en la primera puerta a la izquierda y abriéndola. Él entró y puso sus cosas en la cama.
—Te quedarás aquí durante unos días. La cabaña no está lista y con esta nieve pasará un tiempo antes de que el equipo pueda volver.
Ella asintió en respuesta, guardándose las preguntas. ¿Por qué no se quedaba con Chloe y Billy? ¿Quiénes eran exactamente estos tipos? Se acercó a la ventana y miró al exterior, preguntándose no por primera vez que la atrajo a este lugar.
—Bueno. Te dejaremos dormir un rato.
Dándose cuenta de lo maleducada que estaba siendo, se giró y forzó una sonrisa, esperando que pareciera de gratitud en vez de cansancio y descortesía.
—Gracias. Siento molestaros a tu hermano y a ti de esta manera. —Su sonrisa estaba más cerca de ser verdadera esta vez—. Realmente agradezco la habitación. Y la cena. —Él parpadeó. Un largo y lento descenso de sus párpados. Sorprendida de lo sexy que era. Luego él se movió, el movimiento fue tan suave, tan ágil, que le costó un rato concentrarse en su rostro. Lo que vio la hizo jadear. Caliente. Hambriento. Territorial. Sabía que debía moverse, ponerse en una mejor posición que de espaldas a la pared pero los ojos masculinos la dejaron clavada en el sitio. Se detuvo justo frente a ella, tan cerca que su torso le rozó el pecho, pero el contacto fue suficiente para que sus pezones se le pusieran como guijarros y su coño se contrajera.
Las fosas nasales masculinas se ensancharon como si supiera, como si estuviera inhalando el olor de su excitación. Levantó una mano y ligeramente le acarició el lateral de su rostro.
—No nos molestas, ___. No eres ningún inconveniente. —Le sostuvo la mirada, llena de una silenciosa exigencia que le debilitó las rodillas. Tan rápido como llegó el contacto, desapareció, con la mano de vuelta a su costado, cruzó la habitación y sujetó la puerta antes de que ella pudiera parpadear. Nunca había visto a un hombre moverse así de rápido. Le echó un último y largo vistazo antes de cerrar la puerta tras él.
—Te veremos por la mañana.



Okey hola C: check my flow ♪ me encantaria saber tu nombre :3 espero que te guste :$ nos vemos en el siguiente capitulo ah , como en los comenciales jajaaja chau ♥

Una genia. Realmente.
Me ha encantado. Espero leer mas pronto :)
Steph

Capítulo 2

____ abrió su maleta y sacó la ropa de dormir (un top de tirantitos y un pantalón de franela) y la pequeña bolsa con sus cosas personales. Había unas puertas en la pared opuesta y abrió ambas, aliviada de ver que una era un baño. La otra conducía a un dormitorio gigante.
Decidió darse una rápida ducha caliente, esperando que se llevara lo que le quedaba de frío en el cuerpo y le ayudara a dormir. En unos minutos estaba fuera, envolviéndose el cabello con una toalla para secárselo tanto como fuera posible y poniéndose las bragas para alejar el frío. Después de colgar la toalla para que se secara en la barra de la cortina, se metió entre las sábanas de la cama de tamaño extra grande y cerró los ojos.
Después de unos minutos, suspiró y dio un golpe a la almohada. No se iba a dormir. Estaba cansada pero demasiado nerviosa, emocionada por su nuevo trabajo y curiosa por los hermanos con los que había acabado hasta que su cabaña estuviera lista. Levantándose, cruzó la habitación hacia la ventana y se inclinó contra el marco, restregándose los brazos que se le habían puesto con piel de gallina. Más le valía  acostumbrarse pronto al clima frío o pasaría un invierno asqueroso.
Todavía nevaba, pero el viento ya no golpeaba la casa. A pesar de estar cubierto de nubes, el patio se veía bien iluminado. Luces de las habitaciones de abajo se filtraban e iluminaban la zona circundante del largo porche trasero.
Se oyó un aullido en el aire de la noche y ella se estiró de golpe, buscando entre las sombras al fondo del patio. Un lobo surgió entre los árboles con un segundo siguiéndole los talones. El perseguidor saltó, aterrizando en la espalda del primer lobo y ella se puso la mano en la boca para acallar un grito de advertencia. Ambos cayeron de golpe e instantáneamente se levantaron, rodando por el patio juntos, mordisqueando y arañando.
Le llevó un momento comprender que no había sangre y finalmente se le ocurrió usar su extraña habilidad. Extendió su mente hacia ellos, esperando sentir enfado o agresión. Frunció el ceño. Sus mentes no se notaban correctas. En vez de las emociones abiertas que normalmente recibía de los animales, estos dos estaban en su mayoría cerrados, como los humanos cuando intentaba leerlos. Sí notó una sensación de juego, que ninguno de los dos iba a hacer daño al otro. Le achacó las diferencias al hecho de que eran lobos. Jamás se había encontrado con lobos salvajes. Tal vez eso lo explicaba.
Los observó unos segundos todavía, sonriendo cuando se convenció más de que estaban jugando.
Quería verlos de cerca, así que se puso las zapatillas, y agarró un edredón de la cama y se lo envolvió alrededor de los hombros. Se movió tan silenciosamente como pudo al bajar las escaleras e ir por el pasillo. Algo le decía que Zayn y Niall no aprobarían que saliera afuera a observar cómo jugaba la fauna local. Sintió una punzada de dolor ante eso. Mejor no involucrarse con ninguno de ellos. La mayoría de la gente no apreciaba lo que era diferente, y ella era definitivamente diferente.
En el salón, se giró hacia las puertas francesas que había visto antes y las abrió, aliviada cuando no crujieron. El viento ya no soplaba constantemente, pero oleadas ocasionales mecían, en el cielo oscuro, las copas de los árboles de alrededor con grandes meneos. Hacía un frío terrible. Muchísimo más frío que cuando llegó. Se arrebujó contra el edredón, cubriéndose hasta el pelo todavía húmedo, y se dirigió a las escaleras. Se sentó cuidadosamente, silenciosa, no queriendo llamar la atención.
Confiada por sus habilidades, jamás había temido a los animales, ni domésticos ni salvajes. Cuando empezó en la universidad había sido con la intención de convertirse en veterinario. Era la elección lógica para alguien que podía comunicarse con los animales. No es que fuera la Doctora Doolittle, pero sí algo parecido. Pero con un solo verano trabajando en una clínica veterinaria, cambió de opinión.
Cuando atravesó la puerta por primera vez, cada animal del lugar se volvió salvaje, y ella se agotó calmándolos uno a uno. Había estado mejor preparada cuando regresó, enviando vibraciones relajantes y de bienvenida mientras atravesaba las puertas delanteras. Se volvió un poco más fácil con el tiempo, pero para cuando acabó el verano estaba exhausta, y quedó claro que esa clase de ambiente jamás funcionaría con ella.
Además, los otros empleados parecían saber que había algún tipo de conexión entre ella y los animales de la clínica. Algo que no estaba bien. Se sintió aliviada de dejar atrás las miradas extrañadas y felizmente se cambió a contabilidad al regresar a la escuela.
Ignorando los recuerdos incómodos, se concentró en los lobos, sonriendo por cómo bromeaban el uno con el otro, mordisqueándose las piernas y gruñéndose burlones. Cuanto más observaba, más fascinada estaba. Ni siquiera notó lo fría que se había quedado, el temblor que se había instalado en su cuerpo y cómo le chocaban los dientes, hasta que ambos la miraron.



Holis c: hola a mi nueva lectora c: ♥ les voy comentando , mañana a la noche subo la otra parte del capitulo , es SUBIDA DE TONO ME ENTIENDEN NO? , espero que sigan leyendo ♥

Steph Gómez escribió:Una genia. Realmente.
Me ha encantado. Espero leer mas pronto :)
Steph

Hola:D jaja me mata tu firma harry y zayn xD

ANTES QUE NADA ESTE CAPITULO ES CALIEEEENTE♪ AH , ES HOOT ASI H O T , MUY HOT ES TU DECISIÓN LEER



Capitulo 3

Intentó mandarles vibraciones calmantes, intentó asegurarles que no les deseaba ningún mal, pero no pudo decir si la entendieron. Se acercaron. Lentamente. Cautos. Era casi como si tuvieran miedo de asustarla. Al final de las escaleras, se detuvieron. Debería estar asustada pero no, e intentó alcanzar sus mentes todavía más. Sólo obtuvo una vaga sensación de curiosidad y satisfacción que la dejó confundida y frustrada.
Liberando una de sus manos de los pliegues del edredón, la alargó hacia ellos, animándolos a que se acercaran. Ella meneó la cabeza. No es que fuera lo más inteligente. Le estaría bien empleado si uno se acercaba y le mordía la mano.
Ambos subieron las escaleras, sin detenerse hasta que pararon a cada lado. Ella enterró su mano libre en el pelaje del que estaba a un lado de su cuerpo y soltó el agarre en la manta para acariciar con sus dedos al otro. Ambos eran suaves y sedosos, de un gris muy pálido. Casi plata. Un recuerdo del cabello de los gemelos le atravesó la mente. Qué curioso que los colores se parecieran tanto.
Su mano tembló mientras los acariciaba y después de unos pocos segundos se levantaron, uno moviéndose delante de ella y el otro a un lado. El de su costado bajó el morro hacia su muñeca, con suavidad la tomó en su mandíbula e intentó tirar de ella para ponerla de pie. La barrera entre sus mentes se bajó de golpe, y sintió una explosión de desaprobación y enfado. Una visión de ella acurrucada contra el frío le llenó la mente. Suspirando, intentó recoger la manta sobre sus hombros de nuevo, quiso ponerse de pie, pero estaba demasiado fría.
Alarmada, apretó los dientes. Había estado fuera demasiado tiempo, probablemente se iba a congelar hasta la muerte si no ponía el culo en movimiento, pero su siguiente intento para levantarse fue tan poco exitoso como el primero.
Los lobos intercambiaron una mirada, se ladraron el uno al otro como con un lenguaje propio. Diablos, igual hasta lo era. O tal vez es que al final se estaba volviendo loca. Entonces la cosa más rarísima sucedió. Un minuto estaba mirando a los dos lobos y al siguiente estaban cambiando, sus cuerpos metamorfoseando hasta que Niall estuvo ante ella y Zayn a su lado. Ambos desnudos como el día de su nacimiento. Parpadeó. Debo de estar alucinando.
Zayn dio un paso y sus brazos se deslizaron bajo ella y la levantó, mientras Niall se movía alrededor de ellos y abría la puerta. Por segunda vez aquella noche, fue depositada en el sofá. Niall salió de la sala y Zayn le sacó de los dedos la fría manta, reemplazándola por una del cesto de la esquina. Se giró para empezar un fuego y lo tuvo llameando cuando Niall regresó y le pasó una taza humeante. Dio un sorbo de prueba y sonrió cuando el chocolate le inundó la lengua. Se lo bebió todo, suspirando mientras le calentaba por dentro. Cuando se acabó pensó pedir más, pero una mirada a la cara de los hermanos y no se atrevió. Estaban bien cabreados.
Ella entrecerró los ojos, recordando lo que había visto allá en el porche. No les preguntó sobre ello, se negaba a admitir nada. Los hombres lobo no existían. Y aun así... ¿qué había visto si no eran lobos convirtiéndose en hombres?
—Eso que has hecho ha sido una maldita estupidez, mujer.
Fue Niall el que habló, aquella voz rabiosa la hizo parpadear. Y ella que había estado pensando en él como en el agradable y tranquilo. Zayn no habló pero su desaprobación emanaba de él. Por algún motivo eso la hizo reaccionar.
—¿Qué parte?
La pregunta era sarcástica y los ojos de Zayn se entrecerraron todavía más, mientras que Niall sencillamente levantó una ceja.
Tenía la impresión de que le iban a echar una buena bronca. Una visión repentina de ser puesta sobre su regazo y azotada le pasó por la cabeza. Los ojos de Zayn se encendieron, y ella jadeó al comprender que había captado esa visión de él, no de los oscuros deseos enterrados en su propia mente. Era chocante no solo por la excitación que inundó su cuerpo al pensarlo, si no porque jamás había sido capaz de captar cosas así de humanos. Pero claro, no eran exactamente humanos, ¿verdad?
—¿Qué son? —preguntó, pero no estaba segura de querer saber la respuesta.
—Más tarde —dijo Zayn—. Primero, dejemos claro las normas básicas.
Ella se reclinó contra el sofá, dejando que la manta cayera hasta la cintura, y cruzó los brazos sobre su pecho. No iba a dejar que unos extraños la mangonearan.
Zayn empezó a marcar sus normas con los dedos. Se habría reído si no estuviera tan furiosa por su caradura.
—Una. Jamás abandones esta casa después de caer la oscuridad sin uno de nosotros contigo. Dos. Jamás te vuelvas a acercar a un lobo desconocido así. Ningún lugar es completamente seguro, y ambos tenemos enemigos. Les encantaría usar a nuestra mujer para atacarnos. —Los ojos de ella se abrieron de par en par ante eso y se preguntó si de golpe estaba en una peli de medio pelo—. Y tercero. ¿No tienes un abrigo? Jesucristo, podrías haber pillado una hipotermia ahí fuera. Piensa en lo que podría haber pasado si no estamos allí. Sé que eres una nena playera, ¡pero me esperaba que una contable tuviera más cerebro y el buen sentido de usarlo!
Oh, aquello último fue lo definitivo. Saltó para ponerse de pie, ignorando el modo en que su cuerpo todavía temblaba de frío y se puso las manos sobre las caderas.
—Mira grandote, no sé quién te crees que eres, pero llevo sola mucho tiempo. Puedo cuidar de mí misma y desde luego que no voy a dejar que un desconocido empiece a mangonearme. Llamaré a Chloe y le diré que me saque de tu camino.
De ninguna manera se iba a quedar allí. Rodeó el sofá, determinada a ir arriba y rogó porque su móvil tuviera batería suficiente, rogaba por tener cobertura, pero le bloquearon el camino.
Él estaba a unos pasos frente a ella, pero no se quedó allí. Fue hacia ___ a grandes zancadas, su acercamiento determinado e inexorable. Su mirada caliente, enfadada y lujuriosa la mantuvo en el sitio. Cuando la alcanzó, deslizó una mano alrededor de su nuca y tiró para acercarla. Inclinó su cabeza hacia su hombro y respiró larga y temblorosamente.
—Te voy a decir quién soy, ____. Soy Zayn Williamson, y tú eres mía. Mi compañera. Y no vas a ir a ninguna parte.
—Nuestra —dijo Niall suavemente.
—Nuestra —concordó Zayn.
A ella le tembló el cuerpo al pensar en ser poseída por ellos, por ambos. Gracias a dios que la cautela y la confusión eran la norma del día. Se alejó de Zayn, viendo en su mirada que era solo algo momentáneo, y puso algo de distancia entre todos ellos. Se cruzó de brazos en un esfuerzo inútil por ocultar la prueba visible de su excitación sexual.
—No lo entiendo.
—Te explicaremos todo, pero creo que deberíamos ver si estás bien antes de nada, asegurarnos de que no tienes ningún signo de congelación. —Niall extendió su mano hacia ella—. Venga, ___. Siéntate.
Ella puso los ojos en blanco. No había estado fuera lo suficiente para congelarse o tener hipotermia, pero ellos estaban insistiendo en ello. En vez de discutir más, regresó al sofá, determinada a obtener algunas respuestas. Niall se sentó a su lado y la giró para que se reclinara contra el brazo del sofá, luego le puso los pies sobre el regazo. Montó una pamplina comprobando sus dedos de los pies antes de masajearle la planta del pie.
Dicho masaje fue subiendo, y ella cerró los ojos, se mordió el labio para que no se le escapara un gemido de placer, y ni protestó cuando sus manos subieron por sus gemelos bajo los pantalones sueltos de franela. No era un toque sexual, pero igualmente la estaba excitando. La piel de él la sentía caliente contra la suya. Sus dedos deshacían nudos en sus músculos que ni siquiera sabía que tenía. Pasó sobre sus rodillas, moviéndose hacia sus muslos. Se detuvo un momento cuando sus pulgares rozaron el pliegue entre sus piernas y caderas, como pidiéndole permiso, esperando una señal por su parte. Ella se levantó un poco, moviendo sus caderas hacia él, animándolo, ardiente, a que la tocara.
No se había puesto ropa interior después de la ducha, y cuando sus dedos  danzaron sobre los labios de su coño, siseó y se movió más hacia él. La sangre tenía esa zona hinchada. El deseo llameaba a través de ella. Se agarró la cinturilla de su pijama, determinada a sacárselo y acercarse más a niall.
Cuando ___ empezó a bajarse los pantalones, Niall pensó que la cabeza le iba a estallar. La pequeña. Fue raudo en ayudarla (no quería que se le ocurriera cambiar de idea) y se los sacó de golpe. Ella quedó expuesta de cintura para abajo y él tomó aliento profundamente, obligándose a exhalar y seguir respirando.
Su ombligo tenía un piercing. Ya lo sabía porque había visto el flash de un aro metálico antes, cuando ella había estado caminando. Su mirada viajó hacia arriba por su cuerpo y se concentró en sus pezones.
Apostaría a que también tenían piercings. Estaban duros como piedras con el aire frío del salón. No podía esperar a verlos pero estaba seguro de no querer acelerarlo, no ceder al lado lobo de su naturaleza que le estaba impulsando a ahora, ahora, ahora.
Devolviendo la mirada hacia la mitad de su cuerpo, levantó una mano y recorrió el tatu que le rodeaba la cintura. Una rosa completa con espinas. Sonrió. Le parecía que era un tema apropiado para ella. Era encantadora, la mujer más hermosa sobre la que había puesto sus ojos, pero espinosa. Cabezota, pero pura alegría.
Había tenido miedo de que su corazón no tuviera sitio para otro lazo tan fuerte como el que compartía con su gemelo. Qué equivocado estaba. Ojalá Zayn estuviera allí para compartir el gozo que era ella, pero había salido ya de la habitación. Esta noche estaba solo. Habían acordado que Niall la tuviera primero, que se tomarían tanto tiempo como pudieran para introducirla en su mundo y en la idea de estar emparejada con dos hombres.
En el mundo cambia-formas solo sucedía con gemelos idénticos, e incluso en su mundo se consideraba una rareza. Por primera vez la preocupación se introdujo en sus pensamientos. La preocupación de que ella no pudiera aceptar lo que era, no pudiera aceptar que no era solo un compañero lo que tenía. Intentó ignorarlo. Cuando no funcionó, fue a por una distracción.
Él la levantó del sofá y la estiró sobre la gruesa alfombra delante de la chimenea, metiendo su estómago entre los muslos de ella y dejando la fina camisa y los secretos que ocultaba en su sitio. Cerró los ojos fuertemente y respiró hondo. Su olor iba a volverlo loco. Decadente y lujurioso; feroz y dulce. Se movió hacia delante, repasándole con su lengua desde el culo hasta el clítoris. Sabía a ron fuerte y especiado. Perfecto. Ninguna otra mujer había sabido así, y eso que Zayn y él habían compartido unas cuantas. Podría morir de felicidad ahí, en ese momento preciso.
Ella gimoteó cuando su lengua le pasó sobre el clítoris y él regresó ahí, adorando cómo ella empujaba las caderas hacia arriba, cómo su pelvis se meneaba contra su boca. Chupando el pequeño brote entre sus dientes, lo mordisqueó suavemente. ___ arqueó la espalda y gimió, larga y oscuramente. Podía sentir que el cuerpo de ella suplicaba más, tenso y tembloroso bajo el suyo, y sonrió mientras chupaba más fuertemente, mordía más fuertemente. Así que su compañera recién encontrada disfrutaba con un poco de dolor, ¿eh? Bien. Estarían felices de satisfacerla. Incluso emocionados y aliviados de no tener que retenerse. Por supuesto eso no le daba ni una pista de cuáles eran sus límites. Lo que quería saber realmente era cómo soportaría la fusta. ¿La pondría caliente y húmeda? ¿La haría correrse? ¿Le cortaría el rollo? Tal vez era el momento de una pequeña prueba.
Recordó la imagen de ella saliendo fuera apenas vestida, pobremente preparada para el frío e invitando las atenciones de dos lobos que no conocía. Y luego estaba lo del pelo. Casi llora cuando vio que se había cortado casi todo. Tenía tantísimas ganas de ver aquel cabello cada día, metiendo sus manos en él. Observarla mientras caía sobre su culo desnudo. Seh. Casi estaba más cabreado por lo del cabello que por lo otro.
Se fue deteniendo, hizo sus movimientos más ligeros, sabiendo instintivamente que eso la volvería loca. Las caricias suaves y ligeras sobre su clítoris aumentarían su excitación, pero no le darían un orgasmo. Necesitaría más que eso. Pero le encantaba la vista y el olor de ella, y aunque planeaba castigarla antes de dejarla correrse, no rechazaría la oportunidad de atormentarla un poco más.
Reemplazó su dedo con la lengua. Caricias suaves y amables. Entonces la introdujo en su canal. Ay, Dios.
Puede que aquello fuera un error. Ella estaba caliente y húmeda y estrecha, y solo quería enterrarse en ella para siempre. Tuvo su primer momento de incomodidad. ¿Cómo iba a compartirla con su hermano? ¿Por qué habían tenido que nacer gemelos idénticos?
Se perdió en ella, y por fortuna Zayn lo sintió. Regresó silenciosamente, pero Niall lo oyó. No cambió de posición pero levantó la mirada, levantando una ceja. No le dio la bienvenida a la intrusión.
—¿Por qué te detienes? —jadeó ____ al preguntar.
Él suspiró, sin ganas, aunque sabía que era necesario.
—Porque el castigo va antes que el placer, nena —respondió.___ jadeó y lo miró airada, pero él todavía tenía sus dedos enterrados en ella y sintió su respuesta. Su coño se había tensado a su alrededor. Su interior se humedeció incluso más. Estaba aliviado. Ella lo necesitaba tanto como Zayn y él. Entonces se movió, levantándose y alargando una mano hacia ella para ayudarla. Cuando también estuvo de pie, él le sacó la camisa por la cabeza. Mientras lo hacía, bien podía tener una vista completa de ella. Ya que Zayn estaba allí y que ____ los había visto cambiar, podrían acelerar su horario. Miró a Zayn, comunicándole de manera privada que tenía que desnudarse. Su hermano levantó una ceja, pero no dudó en quitarse la ropa.
Niall la levantó fácilmente y la llevó al sofá. Se sentó y la inclinó sobre su regazo, con el culo justo allí, a una distancia cómoda para palmearlo. Ella luchó, y él volvió a meterle profundamente los dedos en el coño.
—¿Pero qué coño, Niall? ¡Déjame levantarme!
—No lo creo, nena. Tienes pendiente un castigo. Puedes tenerlo de mí o de Zayn, pero de una manera u otra, lo vas a tener. Y te prometo, será más fácil de mí.
Sus intentos de lucha no cesaron, pero su coño se puso más mojado, empapándole los dedos. Él giró la mano para poder tocar su punto G y ella empujó contra él, sus gemidos llenando el aire.
—Esto no está bien —logró decir.
Él detuvo sus movimientos. El momento de escoger había llegado.
—Puedo detenerme. —Hizo una pausa, mirando a los enfadados ojos de Zayn. Su hermano no quería que le ofreciera ninguna salida—. Pero creo que quieres ver lo que yo, lo que nosotros, podemos hacer por ti. —Ella gimió y él sintió humedad sobre su pierna. Tenía miedo de que tal vez estuviera llorando y se acercó a su oído—. Cuidaremos de ti, ____. Queremos cuidar de ti. Pero tienes que decidir. Si esto no te pone, si esto no te hace estar caliente, entonces no tiene sentido, ¿verdad?
Él se detuvo, esperando. Una mano continuó sobre su culo, la otra todavía estaba entre sus piernas. Cuando ella no respondió, volvió a preguntar.
—¿Sí o no, nena?
Ella se arqueó, moviéndose contra su mano, y Niall supo su respuesta antes de oírla susurrar: “Sí”. Gracias a Dios. No creía que fuera capaz de controlarse ahora, y ni lo intentó. Sí probó a ir lento. Le golpeó el culo pero mantuvo controlado el golpe. Aun así dejó un bonito punto rojo. Ella no respondió, pero él dejó sus dedos dentro de su coño y seguía mojada. Necesitaba una respuesta por parte de ella y levantó la mirada hacia su hermano. Estaba claro que Zayn también estaba encendido al verla de aquella manera, que también la quería gritando y meneándose. Tenían motivos diferentes para castigarla, eso sí, y él deseaba que ella supiera cuales eran. Pensó en la mejor manera de decírselo mientras sus golpes aumentaban.
—¿Sabes por qué estás siendo castigada, ____?
Su mano cayó más fuerte mientras preguntaba y Zayn lo miró fijamente. Él sabía que debería ir aumentando hacia golpes más duros, así que se controló. Ella no contestó, solo meneó la cabeza diciendo no. Se acercó más, susurrándole en el oído. Eso era para su beneficio, porque Zayn lo oiría sin problemas gracias a sus sentidos superiores.
—Te cortaste el pelo. Ansiaba tanto meter las manos entre este cabello. —Se calló, dejando que le calara—. Zayn tiene otros motivos. Él está mucho más cabreado porque has salido fuera que yo. No te sorprendas si saca su látigo.
Su humedad cayó sobre su mano ante semejante anuncio, y él le sonrió de oreja a oreja a su hermano. ___ deseaba aquello.
Ella necesitaba lo que ellos le harían.
—Pero esta noche no —dijo con una última fuerte palmada golpeando su trasero.
Le asintió a Zayn, y él sacó de en medio la mesita baja de cristal. Esto era algo que ya habían hecho con alguna otra mujer que habían compartido, mujeres que habían traído a su mundo de compartir sexualmente. Acabaría en frustración para uno de los hermanos, y Niall estaba malditamente contento de que esta vez no fuera a ser él.
Zayn caminó y se detuvo justo delante de sus rodillas. Levantó a ____ pero en vez de girarla hacia él, la puso en el suelo de cara a su hermano. La tenía de rodillas, con la polla de Zayn a meros centímetros de sus labios. A Niall eso le ponía a mil, sabiendo que él exigiría que ella tomara a Zayn en su boca, y estaba bastante seguro de que lo haría. Quería verlo, sabiendo que luego él se enterraría en su coño. Zayn la agarró de las manos y se las colocó en la espalda.
—Enlaza tus dedos —gruñó—. No los sueltes.
Ella lo hizo sin rechistar y Niall metió dos dedos en su coño, agarrando el cabello de su nuca y guiándola hacia la polla de su hermano. Su lengua salió de su boca y él casi se deshace. Ay, Jesús. Quería sentir esa lengua en él. Entonces ella tomó la punta en su boca y Zayn gimió, largo y alto, y compartió la sensación con él. Succión caliente y húmeda. Tortura exquisita. Nialll rozó su punto G con los dedos hasta que ella maulló en la polla de su hermano y se meció contra sus dedos.
Él se inclinó hacia su oído.
—Todavía no te vas a correr, nena. Nosotros controlamos tus orgasmos, y ninguno de nosotros te ha dado permiso.
La sintió luchar contra ello y él retiró su mano, deslizándola por la esbelta columna de su cuello, acariciándola, dejando que Zayn golpeara suave y rápidamente en su boca, dejándolo correrse. Zayn se vertió en su boca y la expresión en la cara de ____ casi logra que Niall se corra. Arrebato. Puro éxtasis. Tan pronto como Zayn salió de su boca,Niall la tiró hacia abajo y aporreó contra ella. Le había dicho que no se corriera, y ella había hecho todo lo que pudo por obedecer. Ahora la quería convulsionándose contra él, gritando su placer.
—Córrete ahora, ___ —le ordenó en un susurro—. Córrete para mí, nena. —Encontró su clítoris con los dedos, lo pellizcó y ella respondió exactamente como esperaba. Su coño se contrajo a su alrededor y su cuerpo entero tembló con el segundo orgasmo. Ella gritó su nombre y el de su hermano, como si no supiera quién la estaba montando. A él no le importó. No importaba. Estaba destinada para ambos, destinada para complacer y ser complacida por los dos. Podría compartirla con Zayn. Siempre esperó hacerlo, pero no esta noche. Esta noche ella era suya.




HOOOOOOOOOOOOOOOOOLA :D PERDON POR NO SUBIR , ES QUE FUI A LA CASA DE MI MEJOR AMIGO Y ME OLVIDE , PERDON :S ESPERO QUE  LES GUSTE :D

Me mato este cap siguela xfisss esta buenisima

Siguelaaaa xfissss

GE - NI - AL
Amé esa parte, en verdad.
Espero que subas pronto.
PD: Continúo esperando tu respuesta.
Steph.

Sigueelaaaa quiero saber q pasara

Ummmm qiero seguie leyendo de esta nove me encanta xfisss siguela

Mas Tarde subo capitos , Hola edibth , tube problemas en casa y subi el anterior capitulo y bla bla :P

Quiero seguir leyendo y saber q pasara sube xfisss cap !!