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EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
Aww perdon por abandonarlass mis niñas pero mañana les suboo maraton extra gigante
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 1/15
Capitulo 12 Parte 4
—No, no lo creo. Pero les diré algo. Temo lo que Stryker podría hacerle si alguna vez se entera de que Urian estaba ayudándonos. Quiere que tú y el bebé mueran del peor modo.
______ tragó con esfuerzo al escucharla, luego cambió de tema.
—¿Y qué hicieron ustedes dos?
—Dejé a Urian en su casa para que nadie pudiera saber que lo estaba ayudando. Si alguien me viera cerca suyo, sospecharían inmediatamente. No hemos sido precisamente amigos en estos siglos. Demonios, ni siquiera hemos sido cordiales.
—¿Por qué? –Inquirió ______—. Él parece bastante agradable. Un poquito reservado, pero no puedo culparlo realmente por eso.
—Confía en mí, querida, es un Urian diferente aquí. No es el mismo tipo al que he conocido durante once mil años. El Urian al que he conocido no vacilaría en matar a nada o a nadie bajo órdenes de su padre. Lo he visto quebrar el cuello de cualquier Daimon que se atravesaba en su camino, y no quieres saber lo que le hace a los Were-Hunters que los traicionan.
Liam buscó su trago sobre la mesa de café.
—Los Spathis son la razón por la que los Cazadores Oscuros nunca salen de los bolt-oles, ¿verdad?
Ella asintió.
—El bolt-hole te deja justo en medio del salón de banquetes principal de Kalosis. En el corazón de su ciudad. Los Cazadores Oscuros son asesinados instantáneamente. A los Weres les dan una oportunidad. Pueden jurar lealtad a la Destructora y ser perdonados, o mueren.
—¿Y los Daimons?
—Son bienvenidos siempre y cuando entrenen con los Spathis y defiendan su código de guerreros. En el instante en que muestran debilidad, también mueren.
Liam suspiró lentamente.
—Lindo sitio del que provienes, Kat.
—Ese no es mi lugar. Yo provengo del Olimpo.
—¿Entonces cómo te involucraste con la Destructora?
______ también estaba curiosa acerca de eso.
Kat estaba avergonzada.
—No puedo tocar ese tema.
—¿Por qué no? –preguntó _____.
Kat se encogió de hombros.
—Es algo de lo que nadie habla, y menos aún yo.
Bueno, eso era simplemente irritante y no le decía nada. Pero _____ tenía otras cosas en su mente.
—¿Crees que Stryker será capaz de encontrarnos aquí?
—Sinceramente, no lo sé. Stryker tiene muchos espías en las comunidades Apolitas y Were. Fue como nos encontró antes. Aparentemente uno de los Weres del Inferno trabaja con él y lo contactó en cuanto atravesamos la puerta.
Liam señaló la puerta que conducía a la ciudad.
—¿Entonces cualquiera de las personas allí afuera podría traicionarnos?
—No voy a mentir y decirles que no. Es posible.
_______ tragó con esfuerzo mientras el miedo invadía su corazón.
—¿Hay algún sitio seguro?
—En este momento… no.
Capitulo 12 Parte 4
—No, no lo creo. Pero les diré algo. Temo lo que Stryker podría hacerle si alguna vez se entera de que Urian estaba ayudándonos. Quiere que tú y el bebé mueran del peor modo.
______ tragó con esfuerzo al escucharla, luego cambió de tema.
—¿Y qué hicieron ustedes dos?
—Dejé a Urian en su casa para que nadie pudiera saber que lo estaba ayudando. Si alguien me viera cerca suyo, sospecharían inmediatamente. No hemos sido precisamente amigos en estos siglos. Demonios, ni siquiera hemos sido cordiales.
—¿Por qué? –Inquirió ______—. Él parece bastante agradable. Un poquito reservado, pero no puedo culparlo realmente por eso.
—Confía en mí, querida, es un Urian diferente aquí. No es el mismo tipo al que he conocido durante once mil años. El Urian al que he conocido no vacilaría en matar a nada o a nadie bajo órdenes de su padre. Lo he visto quebrar el cuello de cualquier Daimon que se atravesaba en su camino, y no quieres saber lo que le hace a los Were-Hunters que los traicionan.
Liam buscó su trago sobre la mesa de café.
—Los Spathis son la razón por la que los Cazadores Oscuros nunca salen de los bolt-oles, ¿verdad?
Ella asintió.
—El bolt-hole te deja justo en medio del salón de banquetes principal de Kalosis. En el corazón de su ciudad. Los Cazadores Oscuros son asesinados instantáneamente. A los Weres les dan una oportunidad. Pueden jurar lealtad a la Destructora y ser perdonados, o mueren.
—¿Y los Daimons?
—Son bienvenidos siempre y cuando entrenen con los Spathis y defiendan su código de guerreros. En el instante en que muestran debilidad, también mueren.
Liam suspiró lentamente.
—Lindo sitio del que provienes, Kat.
—Ese no es mi lugar. Yo provengo del Olimpo.
—¿Entonces cómo te involucraste con la Destructora?
______ también estaba curiosa acerca de eso.
Kat estaba avergonzada.
—No puedo tocar ese tema.
—¿Por qué no? –preguntó _____.
Kat se encogió de hombros.
—Es algo de lo que nadie habla, y menos aún yo.
Bueno, eso era simplemente irritante y no le decía nada. Pero _____ tenía otras cosas en su mente.
—¿Crees que Stryker será capaz de encontrarnos aquí?
—Sinceramente, no lo sé. Stryker tiene muchos espías en las comunidades Apolitas y Were. Fue como nos encontró antes. Aparentemente uno de los Weres del Inferno trabaja con él y lo contactó en cuanto atravesamos la puerta.
Liam señaló la puerta que conducía a la ciudad.
—¿Entonces cualquiera de las personas allí afuera podría traicionarnos?
—No voy a mentir y decirles que no. Es posible.
_______ tragó con esfuerzo mientras el miedo invadía su corazón.
—¿Hay algún sitio seguro?
—En este momento… no.
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
aww que feo como toca hacer para poner el tamaño de la letra que pereza poner el tamaño por punto final de oracion awwww feoooooo feooooo
Última edición por issadanger el Vie 13 Dic 2013, 2:38 pm, editado 1 vez
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 2/15
CAPITULO 13
______ estaba preparándose para ir a la cama. Liam aún estaba afuera con Kat, inspirándose con planes de escape en caso de que necesitaran una salida rápida de Elysia.
Personalmente, ______ estaba cansada de correr. Cansada de ser cazada.
Mira el lado positivo, todo terminará el día de tu cumpleaños.
De algún modo, ese pensamiento no la reconfortaba en lo más mínimo. Suspirando, pasó la mano por las cartas que estaban en su caja de recuerdos. _____ se detuvo al notar una pieza de papel pergamino gris sellado, que era diferente a los de color crema que ella había utilizado.
Ella no había agregado ese. Los temores de Liam por lo que su hermana podría haber escrito la volvieron más curiosa.
Con un ceño arrugando su frente, sacó la carta y la miró por encima. Tiró el sello con cuidado de no romperlo, y la abrió.
Su corazón se detuvo mientras leía la caligrafía masculina y fluida.
[size=undefined]Querido hijo,[/size]
Te llamaría por tu nombre, pero estoy esperando a que tu madre lo decida. Sólo espero que esté bromeando cuando te llama Alberto Dalberto.
_____ se detuvo para reír. Era una broma entre ellos, al menos la mayor parte del tiempo. Calmándose, continuó leyendo.
Ya han pasado semanas en las que he visto a tu madre juntar celosamente sus recuerdos para esta caja. Tiene tanto miedo de que no sepas nada de ella, y me molesta muchísimo saber que jamás conocerás su fuerza de primera mano. Estoy seguro que para el momento en que leas esto, sabrás todo lo que yo sé sobre ella.
Pero jamás lo sabrás por ti mismo, y eso es lo que más me duele de todo. Deseo que pudieras ver la expresión en su rostro cada vez que te habla. La tristeza que tanto intenta esconder. Cada vez que la veo, me destruye por dentro.
Ella te ama tanto. Eres de lo único que habla. Me ha dado tantas órdenes para ti. No tengo permitido volverte loco del modo en que hice con tu tío Chris. No tengo permitido llamar a los doctores cada vez que estornudes, y tienes permitido pelear con tus amigos sin que yo tenga un ataque por que alguien podrían hacerte un moretón.
Ni tampoco puedo intimidarte para que te cases o tengas hijos. Jamás.
Más que nada, puedes elegir tu propio auto a los dieciséis años. Se supone que no te compre un tanque. Ya veremos acerca de eso. Me rehúso a prometerle a tu madre este último ítem hasta que sepa más sobre ti. Sin mencionar que he visto cómo conducen otras personas en la ruta. Así que, si tienes un tanque, lo siento. Un hombre de mi edad sólo puede cambiar hasta cierto punto.
No sé lo que depararán nuestros futuros. Sólo espero que cuando todo haya pasado, seas más parecido a tu madre que a mí. Ella es una buena mujer. Una mujer generosa. Llena de amor y compasión aunque su vida ha sido dura y llena de sufrimiento. Lleva sus cicatrices con una gracia, una dignidad, y un humor de los que carezco.
Principalmente, tiene el coraje de personas que no he encontrado en siglos. Deseo con cada parte de mí que heredes todos sus mejores rasgos, y ninguna de mis malas características.
Realmente no sé qué más decir. Simplemente pensé que deberías tener algo mío aquí también.
Con amor,
Tu padre
Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras leía esas palabras.
—Oh, Liam –susurró, con el corazón quebrándosele por las cosas que él jamás admitiría en voz alta.
Era tan extraño verse a través de sus ojos. Jamás pensó de sí misma que era particularmente valiente. Jamás pensó que era fuerte.
No hasta que había conocido a su oscuro defensor.
Mientras ______ doblaba la nota y volvía a sellarla, se dio cuenta de algo.
Amaba a Liam. Desesperadamente.
No estaba segura de cuándo había sucedido. Podía haber sido la primera vez que la tomó en sus brazos. O cuando la acogió de mala gana en su hogar.
No, se percató de que no había sido en ninguna de esas ocasiones. Se había enamorado de él la primera vez que él había tocado su vientre con su mano fuerte y capaz, y había dicho que ese bebé le pertenecía.
Cazador Oscuro o no, era un hombre bueno y maravilloso para ser un antiguo bárbaro.
La puerta se abrió.
—¿Estás bien?
Liam corrió hacia la cama.
—Estoy bien –le dijo ella, aclarándose la garganta—. Son estas estúpidas hormonas del embarazo. Lloro al menor pretexto. ¡Ugh!
Él le secó las lágrimas de las mejillas.
—Está bien. Lo entiendo. He estado alrededor de varias mujeres embarazadas en mi época.
—¿Tus Escuderas?
Él asintió.
—Incluso he recibido a alguno de sus bebés.
—¿En serio?
—Oh, sí. Tienes que amar los días antes de las rutas modernas y los hospitales, cuando yo estaba cubierto de placenta hasta los codos. –Ella rió; siempre reía cuando estaba cerca de él. Tenía una facilidad increíble para hacerla sentir mejor. Liam la ayudaba a apartar todo—. Probablemente deberías ir a dormir. No descansaste bien anoche.
—Lo sé. Lo haré, lo prometo.
Él la arropó en la cama luego de que se hubiese puesto el camisón, luego apagó las luces y la dejó sola. ______ se quedó recostada en la cama, con sus pensamientos vagando.
Cerrando los ojos, se imaginó a sí misma y a Liam en su casa, con un montón de niños corriendo a su alrededor.
Era gracioso que jamás se hubiese atrevido a soñar con un solo hijo y que ahora quisiese más tiempo para tener tantos como fuese posible.
Para él.
Para ella.
Pero toda su gente deseaba más tiempo en esta tierra. Su madre, hasta su hermana.
También podrías convertirte en Daimon.
Quizás, pero entonces el hombre al que amaba estaría obligado a matarla por honor.
No, no podía hacerle eso a ninguno de los dos. Como todos los Apolitas que estaban aquí, ella se enfrentaría a su muerte con la dignidad de la que Liam había escrito.
Y él quedaría atrás, llorando por ella…
_______ dio un respingo. Cómo deseaba atreverse a escapar para que él nunca tuviera que verla morir. Nunca supiese cuándo había muerto. Era tan cruel para él.
Pero era demasiado tarde para eso. No había modo de escapar de él mientras necesitara su protección. Lo único que podía hacer era evitar que él la amara tanto como ella lo amaba a él.
Los tres días siguientes, _____ tuvo la indudable sensación de que algo estaba sucediendo. Cada vez que se acercaba a Liam y Kat cuando estaban juntos, se quedaban callados inmediatamente, y se ponían nerviosos.
Chris se había asociado con un grupo de jóvenes mujeres Apolitas que Phoebe le había presentado cuando lo había llevado a comprar cosas de electrónica que evitarían que se aburriese. Las chicas Apolitas pensaban que su color oscuro era “exótico” y adoraban el hecho de que supiera tanto de computadoras y tecnología.
—¡He muerto e ido al Valhalla! –había exclamado Chris la noche que las conoció—. Estas mujeres aprecian a un hombre con cerebro y no les importa que no esté bronceado. Ninguno de su gente lo hace. ¡Es genial!
—Son Apolitas, Chris –lo había advertido Liam.
—Sí, ¿y con eso qué? Tú tienes una nena Apolita. Yo también quiero una. O dos, o tres, o cuatro de ellas. Esto es tan genial.
Liam había sacudido la cabeza, y abandonado a Chris con una última advertencia.
—Si se acercan a tu cuello, corre.
Al quinto día, _______ realmente estaba comenzando a preocuparse. Liam había estado nervioso desde el momento en que ella despertó. Lo que es peor, él y Kat se habían ido durante horas la noche anterior, y ninguno de ellos le decía que habían estado haciendo.
Le recordaba a un asustadizo jovenzuelo.
—¿Hay algo que necesite saber? –preguntó luego de arrinconarlo en el living.
—Iré a buscar a Phoebe o algo así –dijo Kat, disparándose hacia la puerta.
Hizo una salida apresurada.
—Simplemente hay algo que yo… —Liam se quedó callado.
______ esperó.
—¿Bien? –lo incitó.
—Espera aquí.
Él la dejó para ir a la habitación de Chris.
Algunos minutos más tarde, regresó con una vieja espada Vikinga. Ella recordaba haberla visto en una caja de vidrio especial en su sótano. Los dos debían haber regresado a su casa anoche a buscarla. Pero porqué se arriesgarían de ese modo, no podía imaginarlo.
Sosteniendo la espada en sus manos, entre los dos, Liam respiró profundamente.
—Esto es algo que no he pensado en hacer en más de mil doscientos años y estoy intentando recordar todo, así que dame un segundo.
A ella no le gustó cómo sonaba eso. Sus cejas formaron una profunda ve.
—¿Qué vas a hacer? ¿Cortarme la cabeza?
Él la miró con malhumor.
—No, difícilmente. –Ella observó cómo él extraía dos alianzas doradas de su bolsillo y las colocaba sobre la hoja de la espada. Entonces se las mostró—. _______ _______Peters, me gustaría casarme contigo.
Ella estaba sin habla por su propuesta. La idea de casarse jamás había pasado por su mente.
—¿Qué?
Los oscuros ojos de Liam quemaron los suyos.
—Sé que nuestro hijo fue concebido de un modo extraño, y definitivamente tendrá una vida extraña, pero quiero que nazca al modo anticuado… de padres casados.
______ se cubrió el rostro con las manos mientras las lágrimas caían.
—¿Qué tienes, que me haces llorar todo el tiempo? Lo juro, jamás lloré hasta el día en que te conocí. –Él se veía como si ella lo hubiese golpeado—. No quiero decir que sea de un mal modo, Liam. Es sólo que haces cosas que tocan lo más profundo de mi corazón y me hace llorar.
CAPITULO 13
______ estaba preparándose para ir a la cama. Liam aún estaba afuera con Kat, inspirándose con planes de escape en caso de que necesitaran una salida rápida de Elysia.
Personalmente, ______ estaba cansada de correr. Cansada de ser cazada.
Mira el lado positivo, todo terminará el día de tu cumpleaños.
De algún modo, ese pensamiento no la reconfortaba en lo más mínimo. Suspirando, pasó la mano por las cartas que estaban en su caja de recuerdos. _____ se detuvo al notar una pieza de papel pergamino gris sellado, que era diferente a los de color crema que ella había utilizado.
Ella no había agregado ese. Los temores de Liam por lo que su hermana podría haber escrito la volvieron más curiosa.
Con un ceño arrugando su frente, sacó la carta y la miró por encima. Tiró el sello con cuidado de no romperlo, y la abrió.
Su corazón se detuvo mientras leía la caligrafía masculina y fluida.
[size=undefined]Querido hijo,[/size]
Te llamaría por tu nombre, pero estoy esperando a que tu madre lo decida. Sólo espero que esté bromeando cuando te llama Alberto Dalberto.
_____ se detuvo para reír. Era una broma entre ellos, al menos la mayor parte del tiempo. Calmándose, continuó leyendo.
Ya han pasado semanas en las que he visto a tu madre juntar celosamente sus recuerdos para esta caja. Tiene tanto miedo de que no sepas nada de ella, y me molesta muchísimo saber que jamás conocerás su fuerza de primera mano. Estoy seguro que para el momento en que leas esto, sabrás todo lo que yo sé sobre ella.
Pero jamás lo sabrás por ti mismo, y eso es lo que más me duele de todo. Deseo que pudieras ver la expresión en su rostro cada vez que te habla. La tristeza que tanto intenta esconder. Cada vez que la veo, me destruye por dentro.
Ella te ama tanto. Eres de lo único que habla. Me ha dado tantas órdenes para ti. No tengo permitido volverte loco del modo en que hice con tu tío Chris. No tengo permitido llamar a los doctores cada vez que estornudes, y tienes permitido pelear con tus amigos sin que yo tenga un ataque por que alguien podrían hacerte un moretón.
Ni tampoco puedo intimidarte para que te cases o tengas hijos. Jamás.
Más que nada, puedes elegir tu propio auto a los dieciséis años. Se supone que no te compre un tanque. Ya veremos acerca de eso. Me rehúso a prometerle a tu madre este último ítem hasta que sepa más sobre ti. Sin mencionar que he visto cómo conducen otras personas en la ruta. Así que, si tienes un tanque, lo siento. Un hombre de mi edad sólo puede cambiar hasta cierto punto.
No sé lo que depararán nuestros futuros. Sólo espero que cuando todo haya pasado, seas más parecido a tu madre que a mí. Ella es una buena mujer. Una mujer generosa. Llena de amor y compasión aunque su vida ha sido dura y llena de sufrimiento. Lleva sus cicatrices con una gracia, una dignidad, y un humor de los que carezco.
Principalmente, tiene el coraje de personas que no he encontrado en siglos. Deseo con cada parte de mí que heredes todos sus mejores rasgos, y ninguna de mis malas características.
Realmente no sé qué más decir. Simplemente pensé que deberías tener algo mío aquí también.
Con amor,
Tu padre
Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras leía esas palabras.
—Oh, Liam –susurró, con el corazón quebrándosele por las cosas que él jamás admitiría en voz alta.
Era tan extraño verse a través de sus ojos. Jamás pensó de sí misma que era particularmente valiente. Jamás pensó que era fuerte.
No hasta que había conocido a su oscuro defensor.
Mientras ______ doblaba la nota y volvía a sellarla, se dio cuenta de algo.
Amaba a Liam. Desesperadamente.
No estaba segura de cuándo había sucedido. Podía haber sido la primera vez que la tomó en sus brazos. O cuando la acogió de mala gana en su hogar.
No, se percató de que no había sido en ninguna de esas ocasiones. Se había enamorado de él la primera vez que él había tocado su vientre con su mano fuerte y capaz, y había dicho que ese bebé le pertenecía.
Cazador Oscuro o no, era un hombre bueno y maravilloso para ser un antiguo bárbaro.
La puerta se abrió.
—¿Estás bien?
Liam corrió hacia la cama.
—Estoy bien –le dijo ella, aclarándose la garganta—. Son estas estúpidas hormonas del embarazo. Lloro al menor pretexto. ¡Ugh!
Él le secó las lágrimas de las mejillas.
—Está bien. Lo entiendo. He estado alrededor de varias mujeres embarazadas en mi época.
—¿Tus Escuderas?
Él asintió.
—Incluso he recibido a alguno de sus bebés.
—¿En serio?
—Oh, sí. Tienes que amar los días antes de las rutas modernas y los hospitales, cuando yo estaba cubierto de placenta hasta los codos. –Ella rió; siempre reía cuando estaba cerca de él. Tenía una facilidad increíble para hacerla sentir mejor. Liam la ayudaba a apartar todo—. Probablemente deberías ir a dormir. No descansaste bien anoche.
—Lo sé. Lo haré, lo prometo.
Él la arropó en la cama luego de que se hubiese puesto el camisón, luego apagó las luces y la dejó sola. ______ se quedó recostada en la cama, con sus pensamientos vagando.
Cerrando los ojos, se imaginó a sí misma y a Liam en su casa, con un montón de niños corriendo a su alrededor.
Era gracioso que jamás se hubiese atrevido a soñar con un solo hijo y que ahora quisiese más tiempo para tener tantos como fuese posible.
Para él.
Para ella.
Pero toda su gente deseaba más tiempo en esta tierra. Su madre, hasta su hermana.
También podrías convertirte en Daimon.
Quizás, pero entonces el hombre al que amaba estaría obligado a matarla por honor.
No, no podía hacerle eso a ninguno de los dos. Como todos los Apolitas que estaban aquí, ella se enfrentaría a su muerte con la dignidad de la que Liam había escrito.
Y él quedaría atrás, llorando por ella…
_______ dio un respingo. Cómo deseaba atreverse a escapar para que él nunca tuviera que verla morir. Nunca supiese cuándo había muerto. Era tan cruel para él.
Pero era demasiado tarde para eso. No había modo de escapar de él mientras necesitara su protección. Lo único que podía hacer era evitar que él la amara tanto como ella lo amaba a él.
Los tres días siguientes, _____ tuvo la indudable sensación de que algo estaba sucediendo. Cada vez que se acercaba a Liam y Kat cuando estaban juntos, se quedaban callados inmediatamente, y se ponían nerviosos.
Chris se había asociado con un grupo de jóvenes mujeres Apolitas que Phoebe le había presentado cuando lo había llevado a comprar cosas de electrónica que evitarían que se aburriese. Las chicas Apolitas pensaban que su color oscuro era “exótico” y adoraban el hecho de que supiera tanto de computadoras y tecnología.
—¡He muerto e ido al Valhalla! –había exclamado Chris la noche que las conoció—. Estas mujeres aprecian a un hombre con cerebro y no les importa que no esté bronceado. Ninguno de su gente lo hace. ¡Es genial!
—Son Apolitas, Chris –lo había advertido Liam.
—Sí, ¿y con eso qué? Tú tienes una nena Apolita. Yo también quiero una. O dos, o tres, o cuatro de ellas. Esto es tan genial.
Liam había sacudido la cabeza, y abandonado a Chris con una última advertencia.
—Si se acercan a tu cuello, corre.
Al quinto día, _______ realmente estaba comenzando a preocuparse. Liam había estado nervioso desde el momento en que ella despertó. Lo que es peor, él y Kat se habían ido durante horas la noche anterior, y ninguno de ellos le decía que habían estado haciendo.
Le recordaba a un asustadizo jovenzuelo.
—¿Hay algo que necesite saber? –preguntó luego de arrinconarlo en el living.
—Iré a buscar a Phoebe o algo así –dijo Kat, disparándose hacia la puerta.
Hizo una salida apresurada.
—Simplemente hay algo que yo… —Liam se quedó callado.
______ esperó.
—¿Bien? –lo incitó.
—Espera aquí.
Él la dejó para ir a la habitación de Chris.
Algunos minutos más tarde, regresó con una vieja espada Vikinga. Ella recordaba haberla visto en una caja de vidrio especial en su sótano. Los dos debían haber regresado a su casa anoche a buscarla. Pero porqué se arriesgarían de ese modo, no podía imaginarlo.
Sosteniendo la espada en sus manos, entre los dos, Liam respiró profundamente.
—Esto es algo que no he pensado en hacer en más de mil doscientos años y estoy intentando recordar todo, así que dame un segundo.
A ella no le gustó cómo sonaba eso. Sus cejas formaron una profunda ve.
—¿Qué vas a hacer? ¿Cortarme la cabeza?
Él la miró con malhumor.
—No, difícilmente. –Ella observó cómo él extraía dos alianzas doradas de su bolsillo y las colocaba sobre la hoja de la espada. Entonces se las mostró—. _______ _______Peters, me gustaría casarme contigo.
Ella estaba sin habla por su propuesta. La idea de casarse jamás había pasado por su mente.
—¿Qué?
Los oscuros ojos de Liam quemaron los suyos.
—Sé que nuestro hijo fue concebido de un modo extraño, y definitivamente tendrá una vida extraña, pero quiero que nazca al modo anticuado… de padres casados.
______ se cubrió el rostro con las manos mientras las lágrimas caían.
—¿Qué tienes, que me haces llorar todo el tiempo? Lo juro, jamás lloré hasta el día en que te conocí. –Él se veía como si ella lo hubiese golpeado—. No quiero decir que sea de un mal modo, Liam. Es sólo que haces cosas que tocan lo más profundo de mi corazón y me hace llorar.
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 3/15
Capitulo 13 Parte 2
—Entonces, ¿vas a casarte conmigo?
—Por supuesto, tonto.
Él se acercó para besarla. La espada se inclinó y los anillos rodaron por el piso.
—Diablos –dijo él bruscamente mientras se esparcían—. Sabía que iba a arruinar esto. Espera.
Se puso en cuatro patas y buscó los anillos debajo del sofá. Luego regresó a ella y besó sus labios ardientemente.
_____ lo saboreó. Él le había dado muchísimo más de lo que ella jamás había esperado o soñado.
Mordiendo sus labios, Liam se apartó.
—Según la costumbre escandinava, hicimos las cosas al revés. La pareja intercambiaba los anillos simples en el compromiso. Tú recibirás tu anillo de diamantes cuando nos casemos.
—Está bien.
Él deslizó el anillo más pequeño en la mano de ella, que temblaba, y luego le alcanzó el más grande.
La mano de _______ tembló aún más mientras miraba el intrincado diseño nórdico de un estilizado dragón. Lo deslizó en el dedo de Liam y luego besó la palma de su mano.
—Gracias.
Él acunó su rostro amorosamente y la besó. ______ se mareó instantáneamente.
—Tengo todo planeado para la noche del viernes, si estás de acuerdo –le dijo en voz baja.
—¿Por qué el viernes?
—Mi gente siempre se casaba los viernes para rendir tributo a la diosa Frigga. Pensé que podríamos combinar las costumbres de tu gente con las mías. Ya que los Apolitas no tienen definido el día de la semana, Phoebe dijo que no te importaría.
_______ lo atrajo hacia sus labios y lo besó con todas sus fuerzas. ¿Quién hubiese imaginado que un antiguo bárbaro pudiese ser tan atento?
Lo único que haría esto más perfecto sería tener a su padre presente, pero ________había aprendido mucho tiempo atrás a no pedir lo imposible.
—Gracias, Liam.
Él asintió.
—Ahora Kat y Phoebe necesitan que vayas a comprar un vestido de novia.
Liam abrió la puerta y Phoebe y Kat tropezaron dentro de la habitación.
Las dos sonrieron falsamente mientras se acomodaban.
—Oops –dijo Kat—. Sólo queríamos asegurarnos que todo saliera como estaba planeado.
Liam sacudió la cabeza.
—Por supuesto que sí –dijo ______—. ¿Cómo podría no salir así?
Y antes de que se diese cuenta, la habían llevado rápidamente a una pequeña tienda en la parte principal de la ciudad mientras que Liam se había quedado en el apartamento.
_____ en realidad no había regresado a la ciudad luego de la “cálida” recepción a Liam, y su horroroso descubrimiento de Phoebe y Urian juntos.
Al contrario, ella y Liam habían pasado la mayor parte de su tiempo confinados a su apartamento, donde ella estaba a salvo y no tenía que preocuparse por que alguien lo insultara.
Ahora era agradable salir, aunque el aire fuese más reciclado que fresco. Phoebe la llevó a la tienda de vestidos que pertenecía a una amiga suya, quien las estaba esperando. De hecho, todas las mujeres en la tienda eran sorpresivamente amigables con ______.
Ella sospechaba que eso, más que nada, era por lo mucho que le debían al esposo de Phoebe.
Melissa, la asistente asignada para ayudarlas, parecía tener alrededor de veinte años. Era una delgada mujer rubia de no más de un metro cincuenta y cinco, lo que para una Daimon era muy pequeño.
—Este podría ser fácilmente arreglado para el viernes –dijo Melissa, sosteniendo un elegante vestido de gasa que resplandecía bajo la débil luz. Era de un blanco plateado iridiscente—. ¿Te gustaría probártelo?
—Está bien.
En cuanto ______ lo vio en el espejo de cuerpo entero, supo que no había necesidad de continuar buscando. Era precioso, y se sentía como una princesa de cuento de hadas con él. La tela era suave como la manteca y se deslizaba sensualmente sobre su piel.
—Estás tan hermosa –le susurró Phoebe a su hermana, mientras la miraba por el espejo—. Cómo desearía que mamá y papá pudiesen verte ahora.
_______ le sonrió. Era difícil sentirse hermosa con el estómago sobresaliendo un kilómetro por delante, pero al menos tenía una buena razón para estar gorda.
—Te ves adorable –convino Kat mientras ayudaba a ajustar el largo del dobladillo.
—¿Qué opinan? –Preguntó Melissa—. Tengo más si…
—Me lo llevo.
Sonriendo, Melissa se adelantó y la ayudó a quitárselo; luego tomó medidas para las modificaciones. Kat y Phoebe salieron del vestidor y salieron a buscar accesorios.
—Sabes –dijo Melissa mientras medía la cintura de _______—, debo decirte que te admiro por lo que has hecho.
_____ la miró, consternada.
—¿Qué quieres decir?
—Encontrar a un Cazador Oscuro que te proteja –dijo Melissa mientras anotaba algo en una pequeña PDA
—. Desearía tener a alguien así, que cuidara a mis pequeños cuando me haya ido. Mi esposo murió tres meses atrás, y aunque me quedan dos años, no puedo evitar preocuparme por ellos.
Dos años…
Melissa parecía más joven. Era difícil imaginar a la vibrante y saludable vendedora muriendo de vejez en tan poco tiempo.
La pobre mujer había perdido a su esposo. La mayoría de los Apolitas se casaban con personas con pocos meses de diferencia de edad por esa razón. Se consideraba una gratificación encontrar un esposo que cumpliera los años el mismo día.
—¿Es… doloroso? –preguntó _____ vacilante.
Nunca había visto a un Apolita morir de causas “naturales.”
Melissa hizo otra nota.
—Aquí hacemos una promesa de no dejar que nadie muera solo.
—No has respondido a mi pregunta.
Melissa la miró a los ojos. Sus ojos estaban llenos de emociones tácitas, pero era el miedo que había en ellos lo que llegó hasta _______ y la hizo estremecer.
—¿Quieres la verdad?
—Sí.
—Es insoportable. Mi esposo era un hombre fuerte. Lloró como un bebé toda la noche, por el dolor que sentía. —Melissa aclaró su garganta como si su propio dolor fuese demasiado para aguantar—. A veces entiendo porqué tanta de nuestra gente se suicida la noche anterior. Incluso pensé en llevar a mis hijos a una nueva comunidad para que tuviesen la opción, pero en la superficie hay demasiados depredadores con los cuales luchar. Otros Apolitas, Daimons, Were-Hunters, humanos, y Cazadores Oscuros que están buscando a nuestros hermanos. Mi madre me trajo aquí cuando era sólo una niña. Pero recuerdo bien el mundo de arriba. Aquí es mucho más seguro. Al menos podemos vivir abiertamente sin miedo a que alguien sepa quiénes somos.
_____ no podía respirar mientras los pensamientos la atravesaban. Ella sabía que no sería placentero, pero lo que Melissa había descrito era mucho peor de lo que había imaginado.
Ya sería demasiado malo que ella sufriera… ¿pero qué sucedería con el bebé? Él era tan inocente. No merecía semejante destino.
Pero en realidad, ¿quién lo merecía?
—Oh, bueno –dijo Melissa rápidamente—, no quise perturbarte.
—Está bien –dijo______ con un nudo en la garganta—. Te lo pregunté, y aprecio tu sinceridad.
En cuanto terminaron, ______ ya no se sentía festiva, ni deseaba seguir de compras. Necesitaba ver a Liam.
Lo encontró en el dormitorio de su apartamento, cambiando los canales del TV. Él lo apagó en el instante en que la vio.
—¿Sucede algo malo?
Ella dudó a los pies de la cama. Él se sentó contra los almohadones, con los pies desnudos y una pierna doblada. La preocupación en sus ojos significaba muchísimo para ella, pero no era suficiente.
—¿Cazarás a mi bebé, Liam?
Él frunció el ceño.
—¿Qué?
—Si nuestro hijo crece y decide que no quiere morir. ¿Lo matarás por eso?
Liam aguantó la respiración mientras debatía.
—No lo sé, _______. Realmente no lo sé. Mi honor lo demanda. Pero no sé si pueda.
—Júrame que no vas a lastimarlo –dijo ella, moviéndose hasta pararse a su lado. Tomó su camisa y lo sostuvo con fuerza mientras el miedo y la agonía la inundaban—. Prométeme que cuando haya crecido, si se convierte en Daimon lo dejarás ir.
—No puedo.
—¿Entonces por qué estamos aquí? –le gritó—. ¿Qué tiene de bueno que seas su padre si vas a matarlo de cualquier modo?
—_______, por favor. Sé razonable.
—¡Tú tienes que ser razonable! –exclamó—. Voy a morir, Liam. ¡Morir! Dolorosamente. Y ya casi no me queda tiempo. –Lo soltó y caminó hacia atrás y adelante, intentando respirar—. No lo ves. No recordaré nada una vez que haya muerto. Me habré ido. Me habré ido de todo esto. De todos ustedes. –Miró alrededor de la habitación frenéticamente—. No veré estos colores. Ni tu rostro. Nada. Voy a morir. ¡Morir!
Liam la tomó en sus brazos mientras ella sollozaba contra su pecho.
—Está bien, ______, te tengo.
—Deja de decir que está bien, Liam. No está bien. No hay nada que podamos hacer para detener esto. ¿Qué voy a hacer? Tengo sólo veintiséis años. No comprendo. ¿Por qué tengo que hacer esto? ¿Por qué no puedo ver crecer a mi bebé?
—Tiene que haber algo que te ayude –insistió él—. Quizás Kat puede hablar con Artemisa. Siempre hay una escapatoria.
—¿Como la que tú tienes? –exigió ella histéricamente—. No puedes escapar de ser un Cazador Oscuro más de lo que yo puedo escapar de ser una Apolita. ¿Para qué vamos a casarnos? ¿Qué sentido tiene?
Capitulo 13 Parte 2
—Entonces, ¿vas a casarte conmigo?
—Por supuesto, tonto.
Él se acercó para besarla. La espada se inclinó y los anillos rodaron por el piso.
—Diablos –dijo él bruscamente mientras se esparcían—. Sabía que iba a arruinar esto. Espera.
Se puso en cuatro patas y buscó los anillos debajo del sofá. Luego regresó a ella y besó sus labios ardientemente.
_____ lo saboreó. Él le había dado muchísimo más de lo que ella jamás había esperado o soñado.
Mordiendo sus labios, Liam se apartó.
—Según la costumbre escandinava, hicimos las cosas al revés. La pareja intercambiaba los anillos simples en el compromiso. Tú recibirás tu anillo de diamantes cuando nos casemos.
—Está bien.
Él deslizó el anillo más pequeño en la mano de ella, que temblaba, y luego le alcanzó el más grande.
La mano de _______ tembló aún más mientras miraba el intrincado diseño nórdico de un estilizado dragón. Lo deslizó en el dedo de Liam y luego besó la palma de su mano.
—Gracias.
Él acunó su rostro amorosamente y la besó. ______ se mareó instantáneamente.
—Tengo todo planeado para la noche del viernes, si estás de acuerdo –le dijo en voz baja.
—¿Por qué el viernes?
—Mi gente siempre se casaba los viernes para rendir tributo a la diosa Frigga. Pensé que podríamos combinar las costumbres de tu gente con las mías. Ya que los Apolitas no tienen definido el día de la semana, Phoebe dijo que no te importaría.
_______ lo atrajo hacia sus labios y lo besó con todas sus fuerzas. ¿Quién hubiese imaginado que un antiguo bárbaro pudiese ser tan atento?
Lo único que haría esto más perfecto sería tener a su padre presente, pero ________había aprendido mucho tiempo atrás a no pedir lo imposible.
—Gracias, Liam.
Él asintió.
—Ahora Kat y Phoebe necesitan que vayas a comprar un vestido de novia.
Liam abrió la puerta y Phoebe y Kat tropezaron dentro de la habitación.
Las dos sonrieron falsamente mientras se acomodaban.
—Oops –dijo Kat—. Sólo queríamos asegurarnos que todo saliera como estaba planeado.
Liam sacudió la cabeza.
—Por supuesto que sí –dijo ______—. ¿Cómo podría no salir así?
Y antes de que se diese cuenta, la habían llevado rápidamente a una pequeña tienda en la parte principal de la ciudad mientras que Liam se había quedado en el apartamento.
_____ en realidad no había regresado a la ciudad luego de la “cálida” recepción a Liam, y su horroroso descubrimiento de Phoebe y Urian juntos.
Al contrario, ella y Liam habían pasado la mayor parte de su tiempo confinados a su apartamento, donde ella estaba a salvo y no tenía que preocuparse por que alguien lo insultara.
Ahora era agradable salir, aunque el aire fuese más reciclado que fresco. Phoebe la llevó a la tienda de vestidos que pertenecía a una amiga suya, quien las estaba esperando. De hecho, todas las mujeres en la tienda eran sorpresivamente amigables con ______.
Ella sospechaba que eso, más que nada, era por lo mucho que le debían al esposo de Phoebe.
Melissa, la asistente asignada para ayudarlas, parecía tener alrededor de veinte años. Era una delgada mujer rubia de no más de un metro cincuenta y cinco, lo que para una Daimon era muy pequeño.
—Este podría ser fácilmente arreglado para el viernes –dijo Melissa, sosteniendo un elegante vestido de gasa que resplandecía bajo la débil luz. Era de un blanco plateado iridiscente—. ¿Te gustaría probártelo?
—Está bien.
En cuanto ______ lo vio en el espejo de cuerpo entero, supo que no había necesidad de continuar buscando. Era precioso, y se sentía como una princesa de cuento de hadas con él. La tela era suave como la manteca y se deslizaba sensualmente sobre su piel.
—Estás tan hermosa –le susurró Phoebe a su hermana, mientras la miraba por el espejo—. Cómo desearía que mamá y papá pudiesen verte ahora.
_______ le sonrió. Era difícil sentirse hermosa con el estómago sobresaliendo un kilómetro por delante, pero al menos tenía una buena razón para estar gorda.
—Te ves adorable –convino Kat mientras ayudaba a ajustar el largo del dobladillo.
—¿Qué opinan? –Preguntó Melissa—. Tengo más si…
—Me lo llevo.
Sonriendo, Melissa se adelantó y la ayudó a quitárselo; luego tomó medidas para las modificaciones. Kat y Phoebe salieron del vestidor y salieron a buscar accesorios.
—Sabes –dijo Melissa mientras medía la cintura de _______—, debo decirte que te admiro por lo que has hecho.
_____ la miró, consternada.
—¿Qué quieres decir?
—Encontrar a un Cazador Oscuro que te proteja –dijo Melissa mientras anotaba algo en una pequeña PDA
—. Desearía tener a alguien así, que cuidara a mis pequeños cuando me haya ido. Mi esposo murió tres meses atrás, y aunque me quedan dos años, no puedo evitar preocuparme por ellos.
Dos años…
Melissa parecía más joven. Era difícil imaginar a la vibrante y saludable vendedora muriendo de vejez en tan poco tiempo.
La pobre mujer había perdido a su esposo. La mayoría de los Apolitas se casaban con personas con pocos meses de diferencia de edad por esa razón. Se consideraba una gratificación encontrar un esposo que cumpliera los años el mismo día.
—¿Es… doloroso? –preguntó _____ vacilante.
Nunca había visto a un Apolita morir de causas “naturales.”
Melissa hizo otra nota.
—Aquí hacemos una promesa de no dejar que nadie muera solo.
—No has respondido a mi pregunta.
Melissa la miró a los ojos. Sus ojos estaban llenos de emociones tácitas, pero era el miedo que había en ellos lo que llegó hasta _______ y la hizo estremecer.
—¿Quieres la verdad?
—Sí.
—Es insoportable. Mi esposo era un hombre fuerte. Lloró como un bebé toda la noche, por el dolor que sentía. —Melissa aclaró su garganta como si su propio dolor fuese demasiado para aguantar—. A veces entiendo porqué tanta de nuestra gente se suicida la noche anterior. Incluso pensé en llevar a mis hijos a una nueva comunidad para que tuviesen la opción, pero en la superficie hay demasiados depredadores con los cuales luchar. Otros Apolitas, Daimons, Were-Hunters, humanos, y Cazadores Oscuros que están buscando a nuestros hermanos. Mi madre me trajo aquí cuando era sólo una niña. Pero recuerdo bien el mundo de arriba. Aquí es mucho más seguro. Al menos podemos vivir abiertamente sin miedo a que alguien sepa quiénes somos.
_____ no podía respirar mientras los pensamientos la atravesaban. Ella sabía que no sería placentero, pero lo que Melissa había descrito era mucho peor de lo que había imaginado.
Ya sería demasiado malo que ella sufriera… ¿pero qué sucedería con el bebé? Él era tan inocente. No merecía semejante destino.
Pero en realidad, ¿quién lo merecía?
—Oh, bueno –dijo Melissa rápidamente—, no quise perturbarte.
—Está bien –dijo______ con un nudo en la garganta—. Te lo pregunté, y aprecio tu sinceridad.
En cuanto terminaron, ______ ya no se sentía festiva, ni deseaba seguir de compras. Necesitaba ver a Liam.
Lo encontró en el dormitorio de su apartamento, cambiando los canales del TV. Él lo apagó en el instante en que la vio.
—¿Sucede algo malo?
Ella dudó a los pies de la cama. Él se sentó contra los almohadones, con los pies desnudos y una pierna doblada. La preocupación en sus ojos significaba muchísimo para ella, pero no era suficiente.
—¿Cazarás a mi bebé, Liam?
Él frunció el ceño.
—¿Qué?
—Si nuestro hijo crece y decide que no quiere morir. ¿Lo matarás por eso?
Liam aguantó la respiración mientras debatía.
—No lo sé, _______. Realmente no lo sé. Mi honor lo demanda. Pero no sé si pueda.
—Júrame que no vas a lastimarlo –dijo ella, moviéndose hasta pararse a su lado. Tomó su camisa y lo sostuvo con fuerza mientras el miedo y la agonía la inundaban—. Prométeme que cuando haya crecido, si se convierte en Daimon lo dejarás ir.
—No puedo.
—¿Entonces por qué estamos aquí? –le gritó—. ¿Qué tiene de bueno que seas su padre si vas a matarlo de cualquier modo?
—_______, por favor. Sé razonable.
—¡Tú tienes que ser razonable! –exclamó—. Voy a morir, Liam. ¡Morir! Dolorosamente. Y ya casi no me queda tiempo. –Lo soltó y caminó hacia atrás y adelante, intentando respirar—. No lo ves. No recordaré nada una vez que haya muerto. Me habré ido. Me habré ido de todo esto. De todos ustedes. –Miró alrededor de la habitación frenéticamente—. No veré estos colores. Ni tu rostro. Nada. Voy a morir. ¡Morir!
Liam la tomó en sus brazos mientras ella sollozaba contra su pecho.
—Está bien, ______, te tengo.
—Deja de decir que está bien, Liam. No está bien. No hay nada que podamos hacer para detener esto. ¿Qué voy a hacer? Tengo sólo veintiséis años. No comprendo. ¿Por qué tengo que hacer esto? ¿Por qué no puedo ver crecer a mi bebé?
—Tiene que haber algo que te ayude –insistió él—. Quizás Kat puede hablar con Artemisa. Siempre hay una escapatoria.
—¿Como la que tú tienes? –exigió ella histéricamente—. No puedes escapar de ser un Cazador Oscuro más de lo que yo puedo escapar de ser una Apolita. ¿Para qué vamos a casarnos? ¿Qué sentido tiene?
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 4/15
Capitulo 13 Parte 3
La mirada de Liam la quemó.
—Porque no voy a dejar que termine de este modo –gruñó ferozmente—. He perdido todo lo que me importaba en la vida. No voy a perderte a ti ni a mi hijo por esto. ¿Me estás escuchando?
Ella lo escuchó, pero eso no cambiaba nada.
—¿Cuál es la solución?
Él la atrajo rudamente contra su pecho.
—No lo sé. Pero tiene que haber algo.
—¿Y si no lo hay?
—Entonces destruiré los pasillos del Olimpo o del Hades o lo que sea que tenga que hacer para encontrarte. No voy a dejarte ir, _____. No sin luchar.
_____ lo apretó con fuerza, pero en su corazón, sabía que era en vano. Sus días eran finitos, y con cada hora que pasaba, se aproximaba irrevocablemente al final.
Capitulo 13 Parte 3
La mirada de Liam la quemó.
—Porque no voy a dejar que termine de este modo –gruñó ferozmente—. He perdido todo lo que me importaba en la vida. No voy a perderte a ti ni a mi hijo por esto. ¿Me estás escuchando?
Ella lo escuchó, pero eso no cambiaba nada.
—¿Cuál es la solución?
Él la atrajo rudamente contra su pecho.
—No lo sé. Pero tiene que haber algo.
—¿Y si no lo hay?
—Entonces destruiré los pasillos del Olimpo o del Hades o lo que sea que tenga que hacer para encontrarte. No voy a dejarte ir, _____. No sin luchar.
_____ lo apretó con fuerza, pero en su corazón, sabía que era en vano. Sus días eran finitos, y con cada hora que pasaba, se aproximaba irrevocablemente al final.
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 5/15
CAPITULO 14
Para cuando llegó el viernes, ______ estaba más que preparada para que se realizase la boda. Su hermana y Kat la habían mantenido ocupada y frenética toda la semana. Wulf se había mantenido felizmente fuera de su camino.
Si alguna vez le pedían su opinión sobre algo, su respuesta siempre era: Sé que no debo meterme en medio de tres mujeres discutiendo. Si lo recuerdas, la guerra de Troya comenzó por eso.
Chris no era tan sabio, y finalmente había aprendido a mantenerse fuera del apartamento lo más posible. O salir corriendo en el instante en que las veía aproximándose a él.
Ahora _______ estaba en el dormitorio, con su vestido de novia y esperando. Su largo cabello rubio—rojizo caía alrededor de sus hombros, como era la costumbre de la gente de Liam. Llevaba una corona de plata entrelazada con flores frescas; otra costumbre nórdica. Chris le había dicho que la corona había pasado por todas las generaciones de la familia de Liam desde su cuñada.
Significaba mucho para ella estar llevándola ahora. Sentirse conectada con el pasado de Liam.
Liam también llevaría la espada familiar para el evento, y cuando su bebé se casara, él también llevaría la espada atada a su costado.
La puerta se abrió lentamente para revelar a Urian del otro lado. Su largo cabello rubio colgaba sobre sus hombros, y vestía un elegante traje de seda negra.
—¿Estás lista?
Luego de mucho debatir habían decidido permitir que fuera su padrino. Los Apolitas no tenían las mismas costumbres que los humanos. Como había una gran posibilidad de que los padres de la novia ya hubiesen muerto, elegían a un padrino que pudiera escoltar a la novia hacia el altar, y decir las palabras acostumbradas para unir a la pareja.
______ deseaba que pudieran tener a un pastor para el evento, pero tanto ella como Liam había estado de acuerdo en que arriesgaría demasiado a la comunidad traer uno. Así que se casarían al verdadero modo Apolita.
Al principio, Urian se había negado a la idea de ser su padrino, pero Phoebe lo había convencido rápidamente de que sería mejor para él cooperar con sus deseos.
“Lo harás, y sé agradable con Liam o dormirás en el sillón. Para siempre, y considerando tu edad, eso significa algo.”
—¿Liam está listo? —le preguntó ______ a Urian.
Él asintió.
—Él y Chris están esperándote en el complejo principal.
Kat le alcanzó una rosa blanca que estaba envuelta en cintas rojas y rosadas. Otra costumbre Apolita.
_______ tomó la rosa.
Kat y Phoebe tomaron sus lugares frente a ella y abrieron el camino. Tomados del brazo, ella y Urian caminaron detrás de ellas.
La costumbre escandinava era que las bodas se hicieran al aire libre. Como semejante cosa era incluso más peligrosa que traer a un pastor, habían alquilado la abierta parte comercial. Shanus y varios miembros del consejo se habían tomado la molestia de traer flores y plantas hidropónicas para simular un jardín.
Incluso habían construido una pequeña fuente.
______ vaciló al entrar al complejo.
Liam y Chris estaban parados frente a la cascada construida apresuradamente, que aún así era hermosa. Ella esperaba a medias que Liam estuviese vestido con sus ropas nórdicas. En cambio, él y Chris llevaban smokings iguales al de Urian.
Liam llevaba el cabello largo y suelto, apartado de su rostro. La seda de su traje se moldeaba perfectamente a su cuerpo, acentuando cada curva musculosa. Jamás en su vida había visto a un hombre más apuesto.
Era absolutamente hermoso.
—Me encargaré de esto.
______ se quedó boquiabierta al escuchar la voz de su padre detrás de ella.
—¿Papi? —dijo, girando para encontrarlo con una amplia sonrisa en su rostro.
—Realmente no pensaste que me perdería a mi bebé casándose, ¿verdad?
______ lo miró de los pies a la cabeza, con el corazón martilleando. No podía creer que él estaba allí, con ella.
—Pero, ¿cómo?
Señaló a Liam con la cabeza.
—Liam fue a casa anoche y me trajo aquí. Dijo que no sería una boda para ti a menos que viniera. Y me contó acerca de Phoebe. Pasé la noche en su apartamento con ella, para poder ponernos al día y luego sorprenderte —Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras miraba fijamente el vientre de _____—. Estás hermosa, bebé.
Ella se arrojó a sus brazos, o al menos lo más que pudo debido a su panza extendida, y lo sostuvo con fuerza. Era el mejor regalo que Liam podría haberle dado.
Estaba lloriqueando como una niña.
—¿Deberíamos cancelar la boda antes de que nos ahogues en lágrimas? —preguntó Kat.
—¡No! —dijo _____, recomponiéndose con una aspiración—. Estoy bien. En serio.
Su padre le dio un beso en la mejilla, puso su mano en la curva de su brazo, y la condujo hacia Liam. Kat y Phoebe fueron a pararse detrás de Chris mientras Urian tomaba su lugar al lado de Phoebe. La otra única persona presente era Shanus, quien se mantenía alejado pero los observaba con una expresión amistosa que demostraba que estaba más que feliz de ser testigo del evento.
—Gracias —le dijo en silencio a Liam, quien le regaló una pequeña y desgarradora sonrisa.
En ese momento, ____ sintió toda la intensidad de su amor por él. Él sería un buen esposo para ella en los próximos meses, y sería un padre excelente.
A pesar de lo que Chris hubiese dicho.
Una vez que llegaron hasta su futuro esposo, su padre tomó su mano y la puso sobre la de Liam. Luego su padre tomó las cintas rojas y rosadas de la rosa y las ató alrededor de sus manos unidas.
______ miró fijamente a Liam. Sus ojos eran cálidos. Bondadosos. Ardían con pasión y orgullo mientras la miraba. La hizo estremecer. La excitó.
Su mirada tocaba cada parte de su cuerpo.
Él apretó su mano mientras el padre comenzaba a decir las palabras que los ligarían.
—En la noche…
—Luz —susurró fuertemente Urian, interrumpiéndolo.
El rostro de su padre se sonrojó un poquito.
—Lo siento. Tuve que aprender esto con bastante prisa. —Aclaró su garganta y comenzó de nuevo—. En la luz nacemos, y en… en… —su padre vaciló. Urian se adelantó para susurrar al oído de su suegro—. Gracias —dijo—. Esta ceremonia no es nada parecida a la nuestra. —Urian inclinó la cabeza y dio un paso atrás, pero no sin antes guiñarle el ojo a ______, en un gesto poco característico en él—. En la luz nacemos, y en la noche viajamos. La luz es el amor de nuestros padres, quienes nos reciben y nos dan la bienvenida a este mundo, y es con el amor de nuestro compañero que partimos de él. Liam y _____ han elegido estar juntos, para aliviar su restante viaje y reconfortarse mutuamente en las noches que vendrán. Y cuando la noche final caiga sobre ellos… —Su padre se detuvo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. La miró. La desdicha y el horror que vio en sus ojos hizo que en los de ______ también brotaran lágrimas—. No puedo —dijo en voz baja.
—¿Papi?
Él dio un paso atrás mientras una lágrima descendía por su mejilla.
Phoebe se adelantó y lo envolvió con sus brazos.
_______ comenzó a acercarse a él, pero Phoebe la detuvo.
—Termínalo, por favor, Uri.
Phoebe llevó a su padre a un costado.
______ quería unirse a ellos, pero podía notar que su padre ya estaba demasiado avergonzado y apenado por haber arruinado su boda. Así que se quedó junto a Liam.
Urian fue a pararse frente a ellos.
—Cuando la noche final caiga sobre nosotros, juramos mantenernos unidos y aliviar a quien parta primero. Alma con alma, hemos tocado. Carne a carne, hemos respirado. Y es en soledad que debemos abandonar esta existencia, hasta que llegue la noche en que los Destinos sentencien que nos reunamos en Katoteros.
______ sintió que sus propias lágrimas regresaban mientras Urian pronunciaba el término Atlante para “paraíso.”
Urian subió al pedestal que tenía una elaborada copa de oro. Los tres Destinos estaban grabados en ella. Se la alcanzó a _______.
—Normalmente esta sería la sangre de ambos combinada, pero como ninguno de ustedes está precisamente emocionado por beber eso, es vino.
Urian le pasó la copa a ______, quien dio un sorbo, luego se la dio a Liam, que siguió su ejemplo. Liam le regresó la copa a Urian. Como era la costumbre Apolita, Liam se inclinó y la besó, para que el sabor del vino estuviese mezclado con ellos.
Urian devolvió la copa al pedestal y terminó la ceremonia.
—He aquí la novia, _______ Es única en este mundo. Su belleza, gracia y encanto son el legado de su ascendencia, y serán dotados a quienes nazcan de ella. Este hombre, Liam, por otro lado, he aquí siendo producto de… —Urian frunció el ceño mientras hacía una pausa—.
CAPITULO 14
Para cuando llegó el viernes, ______ estaba más que preparada para que se realizase la boda. Su hermana y Kat la habían mantenido ocupada y frenética toda la semana. Wulf se había mantenido felizmente fuera de su camino.
Si alguna vez le pedían su opinión sobre algo, su respuesta siempre era: Sé que no debo meterme en medio de tres mujeres discutiendo. Si lo recuerdas, la guerra de Troya comenzó por eso.
Chris no era tan sabio, y finalmente había aprendido a mantenerse fuera del apartamento lo más posible. O salir corriendo en el instante en que las veía aproximándose a él.
Ahora _______ estaba en el dormitorio, con su vestido de novia y esperando. Su largo cabello rubio—rojizo caía alrededor de sus hombros, como era la costumbre de la gente de Liam. Llevaba una corona de plata entrelazada con flores frescas; otra costumbre nórdica. Chris le había dicho que la corona había pasado por todas las generaciones de la familia de Liam desde su cuñada.
Significaba mucho para ella estar llevándola ahora. Sentirse conectada con el pasado de Liam.
Liam también llevaría la espada familiar para el evento, y cuando su bebé se casara, él también llevaría la espada atada a su costado.
La puerta se abrió lentamente para revelar a Urian del otro lado. Su largo cabello rubio colgaba sobre sus hombros, y vestía un elegante traje de seda negra.
—¿Estás lista?
Luego de mucho debatir habían decidido permitir que fuera su padrino. Los Apolitas no tenían las mismas costumbres que los humanos. Como había una gran posibilidad de que los padres de la novia ya hubiesen muerto, elegían a un padrino que pudiera escoltar a la novia hacia el altar, y decir las palabras acostumbradas para unir a la pareja.
______ deseaba que pudieran tener a un pastor para el evento, pero tanto ella como Liam había estado de acuerdo en que arriesgaría demasiado a la comunidad traer uno. Así que se casarían al verdadero modo Apolita.
Al principio, Urian se había negado a la idea de ser su padrino, pero Phoebe lo había convencido rápidamente de que sería mejor para él cooperar con sus deseos.
“Lo harás, y sé agradable con Liam o dormirás en el sillón. Para siempre, y considerando tu edad, eso significa algo.”
—¿Liam está listo? —le preguntó ______ a Urian.
Él asintió.
—Él y Chris están esperándote en el complejo principal.
Kat le alcanzó una rosa blanca que estaba envuelta en cintas rojas y rosadas. Otra costumbre Apolita.
_______ tomó la rosa.
Kat y Phoebe tomaron sus lugares frente a ella y abrieron el camino. Tomados del brazo, ella y Urian caminaron detrás de ellas.
La costumbre escandinava era que las bodas se hicieran al aire libre. Como semejante cosa era incluso más peligrosa que traer a un pastor, habían alquilado la abierta parte comercial. Shanus y varios miembros del consejo se habían tomado la molestia de traer flores y plantas hidropónicas para simular un jardín.
Incluso habían construido una pequeña fuente.
______ vaciló al entrar al complejo.
Liam y Chris estaban parados frente a la cascada construida apresuradamente, que aún así era hermosa. Ella esperaba a medias que Liam estuviese vestido con sus ropas nórdicas. En cambio, él y Chris llevaban smokings iguales al de Urian.
Liam llevaba el cabello largo y suelto, apartado de su rostro. La seda de su traje se moldeaba perfectamente a su cuerpo, acentuando cada curva musculosa. Jamás en su vida había visto a un hombre más apuesto.
Era absolutamente hermoso.
—Me encargaré de esto.
______ se quedó boquiabierta al escuchar la voz de su padre detrás de ella.
—¿Papi? —dijo, girando para encontrarlo con una amplia sonrisa en su rostro.
—Realmente no pensaste que me perdería a mi bebé casándose, ¿verdad?
______ lo miró de los pies a la cabeza, con el corazón martilleando. No podía creer que él estaba allí, con ella.
—Pero, ¿cómo?
Señaló a Liam con la cabeza.
—Liam fue a casa anoche y me trajo aquí. Dijo que no sería una boda para ti a menos que viniera. Y me contó acerca de Phoebe. Pasé la noche en su apartamento con ella, para poder ponernos al día y luego sorprenderte —Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras miraba fijamente el vientre de _____—. Estás hermosa, bebé.
Ella se arrojó a sus brazos, o al menos lo más que pudo debido a su panza extendida, y lo sostuvo con fuerza. Era el mejor regalo que Liam podría haberle dado.
Estaba lloriqueando como una niña.
—¿Deberíamos cancelar la boda antes de que nos ahogues en lágrimas? —preguntó Kat.
—¡No! —dijo _____, recomponiéndose con una aspiración—. Estoy bien. En serio.
Su padre le dio un beso en la mejilla, puso su mano en la curva de su brazo, y la condujo hacia Liam. Kat y Phoebe fueron a pararse detrás de Chris mientras Urian tomaba su lugar al lado de Phoebe. La otra única persona presente era Shanus, quien se mantenía alejado pero los observaba con una expresión amistosa que demostraba que estaba más que feliz de ser testigo del evento.
—Gracias —le dijo en silencio a Liam, quien le regaló una pequeña y desgarradora sonrisa.
En ese momento, ____ sintió toda la intensidad de su amor por él. Él sería un buen esposo para ella en los próximos meses, y sería un padre excelente.
A pesar de lo que Chris hubiese dicho.
Una vez que llegaron hasta su futuro esposo, su padre tomó su mano y la puso sobre la de Liam. Luego su padre tomó las cintas rojas y rosadas de la rosa y las ató alrededor de sus manos unidas.
______ miró fijamente a Liam. Sus ojos eran cálidos. Bondadosos. Ardían con pasión y orgullo mientras la miraba. La hizo estremecer. La excitó.
Su mirada tocaba cada parte de su cuerpo.
Él apretó su mano mientras el padre comenzaba a decir las palabras que los ligarían.
—En la noche…
—Luz —susurró fuertemente Urian, interrumpiéndolo.
El rostro de su padre se sonrojó un poquito.
—Lo siento. Tuve que aprender esto con bastante prisa. —Aclaró su garganta y comenzó de nuevo—. En la luz nacemos, y en… en… —su padre vaciló. Urian se adelantó para susurrar al oído de su suegro—. Gracias —dijo—. Esta ceremonia no es nada parecida a la nuestra. —Urian inclinó la cabeza y dio un paso atrás, pero no sin antes guiñarle el ojo a ______, en un gesto poco característico en él—. En la luz nacemos, y en la noche viajamos. La luz es el amor de nuestros padres, quienes nos reciben y nos dan la bienvenida a este mundo, y es con el amor de nuestro compañero que partimos de él. Liam y _____ han elegido estar juntos, para aliviar su restante viaje y reconfortarse mutuamente en las noches que vendrán. Y cuando la noche final caiga sobre ellos… —Su padre se detuvo mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. La miró. La desdicha y el horror que vio en sus ojos hizo que en los de ______ también brotaran lágrimas—. No puedo —dijo en voz baja.
—¿Papi?
Él dio un paso atrás mientras una lágrima descendía por su mejilla.
Phoebe se adelantó y lo envolvió con sus brazos.
_______ comenzó a acercarse a él, pero Phoebe la detuvo.
—Termínalo, por favor, Uri.
Phoebe llevó a su padre a un costado.
______ quería unirse a ellos, pero podía notar que su padre ya estaba demasiado avergonzado y apenado por haber arruinado su boda. Así que se quedó junto a Liam.
Urian fue a pararse frente a ellos.
—Cuando la noche final caiga sobre nosotros, juramos mantenernos unidos y aliviar a quien parta primero. Alma con alma, hemos tocado. Carne a carne, hemos respirado. Y es en soledad que debemos abandonar esta existencia, hasta que llegue la noche en que los Destinos sentencien que nos reunamos en Katoteros.
______ sintió que sus propias lágrimas regresaban mientras Urian pronunciaba el término Atlante para “paraíso.”
Urian subió al pedestal que tenía una elaborada copa de oro. Los tres Destinos estaban grabados en ella. Se la alcanzó a _______.
—Normalmente esta sería la sangre de ambos combinada, pero como ninguno de ustedes está precisamente emocionado por beber eso, es vino.
Urian le pasó la copa a ______, quien dio un sorbo, luego se la dio a Liam, que siguió su ejemplo. Liam le regresó la copa a Urian. Como era la costumbre Apolita, Liam se inclinó y la besó, para que el sabor del vino estuviese mezclado con ellos.
Urian devolvió la copa al pedestal y terminó la ceremonia.
—He aquí la novia, _______ Es única en este mundo. Su belleza, gracia y encanto son el legado de su ascendencia, y serán dotados a quienes nazcan de ella. Este hombre, Liam, por otro lado, he aquí siendo producto de… —Urian frunció el ceño mientras hacía una pausa—.
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 6/15
Capitulo 14 Parte 2
Bueno, él es producto de una perra que no puede soportar la idea de que los hijos de Apolo gobiernen la tierra.
—¡Urian, compórtate! —dijo Phoebe bruscamente desde su sitio junto a su padre.
Él se agitó ante su orden.
—Considerando el hecho de que acabo de unir a un miembro de tu familia con una de las personas que he jurado aniquilar, creo que estoy siendo admirablemente bueno.
Phoebe lo observó de un modo que proclamaba a los gritos que él dormiría solo durante al menos una semana.
Si no más.
Urian frunció los labios al mirar a Liam. Estaba claro a quién culpaba por el malestar de su esposa.
—Bien. Me alegro de no haber dicho lo que realmente pensaba —murmuró en voz baja. Hablando más alto, Urian regresó a la ceremonia—. Son sus similitudes las que los unieron, y sus diferencias las que añaden variedad y chispas a su vida. Que los dioses bendigan y protejan su unión, y que sean… —se detuvo nuevamente—. Bueno, ya han sido bendecidos con fertilidad, así que saltearemos eso.
Phoebe gruñó en voz baja mientras ______ lo miraba furiosamente.
Urian asesinó con la mirada a Liam otra vez.
—Que ambos disfruten cada minuto que les quede.
Entonces, Urian tomó las cintas que unían sus manos y las ató con un doble nudo. Las cintas permanecerían toda la noche, y por la mañana serían cortadas y enterradas para la buena suerte.
Chris y Kat condujeron al grupo de regreso al apartamento.
Su padre se acercó y la abrazó por la cintura.
—Lamento no haber podido terminar.
—Está bien, papi. Comprendo.
Y así era. La perspectiva de decirle adiós también la lastimaba.
Cuando llegaron al apartamento, Liam, como indicaba la costumbre nórdica, la levantó en brazos y la cargó a través del umbral. La sorprendió, porque él tuvo que hacerlo con un solo brazo, ya que la otra mano aún estaba unida a la suya.
Chris sirvió bebidas para todos.
—Y ahora es cuando la gente de Liam se embriagaría y tendría fiestas por una semana entera. ¡Todos aclamen a los Vikingos, antepasados de los chicos de las fraternidades!
—Tú puedes divertirte —le dijo Liam—, pero será mejor que no te encuentre ebrio.
Chris puso los ojos en blanco, luego se inclinó y le habló al vientre de ________.
—Sé inteligente, pequeñito, quédate allí dentro donde el Rey Neurótico no puede terminar con toda tu diversión.
Liam sacudió la cabeza.
—Me sorprende que estés aquí sin tus recién encontradas amigas.
—Sí, lo sé. Voy a buscarlas en un rato. Kyra está trabajando en un nuevo programa y yo voy a probarlo.
Urian resopló al escucharlo.
—Esa es una forma de decirlo.
El rostro de Chris se puso rojo como un tomate.
—Y yo pensé que él —dijo señalando a Liam con el pulgar—, era malo. ¿Qué sucede con las mujeres Peters que las atraen los perdedores?
—Creo que eso me ofende —dijo el padre.
Liam rió.
—Será mejor que vayas a buscar a Kyra antes de enterrarte aún más.
—Sí, creo que estoy de acuerdo.
Chris se disculpó y salió.
Kat apareció detrás de _____ y le quitó la corona de la cabeza.
—Voy a asegurarme de guardarla en su estuche.
—Gracias.
De pronto, una sensación un poco incómoda inundó la habitación.
—¿Papi? ¿Quieres regresar a casa con nosotros? —preguntó Phoebe.
—Seguro. —Le dio un beso en la mejilla a _______—. No fue una gran recepción, pero creo que deberían estar a solas.
Kat se les unió mientras partían.
Ahora estaban a solas, y Liam extrajo de su bolsillo un perfecto anillo de diamantes de un quilate y lo deslizó en el dedo de ______. El anillo era una trama enrejada nórdica muy delicada. Jamás había visto algo tan adorable.
—Gracias, Liam —susurró.
Liam asintió. La miró fijamente bajo la pálida luz, los ojos de ______ brillaban con calidez.
Su esposa.
Lo único que jamás había pensado en tener. Al menos no en los últimos mil doscientos años.
Normalmente una pareja en su luna de miel estaría pensando en su futuro juntos. Cómo pasarían sus vidas…
Él no quería pensar en el futuro. Era demasiado sombrío. Demasiado doloroso. Debería haber mantenido a ______ fuera de su corazón. Cada día lo intentaba, y cada día la encontraba metida aún más profundamente en él que antes.
—______ Tryggvason —susurró, probando su nuevo nombre.
—Suena agradable, ¿verdad?
Él tocó sus labios con los dedos. Era suaves y delicados, como ella. Tentadores.
—¿Eres feliz?
—Sí.
Y aún así, sus ojos verdes estaban teñidos de tristeza.
Cómo deseaba poder eliminar esa tristeza para siempre.
_________ se puso en puntas de pie y lo besó. Liam gruñó ante su sabor. Ante el modo en que se sentía la mano de _______ sobre su nuca mientras sus largos y gráciles dedos le enroscaban el cabello.
Su aroma a rosas lo atravesó, embriagándolo y excitándolo.
—Eres hermosa, mi _______.
_______ se estremeció ante sus palabras gravemente pronunciadas. Le encantaba cuando él se refería a ella como suya.
Tomando su mano atada con la de él, lo condujo hacia el dormitorio.
________ se mordió los labios mientras lo observaba. Era tan alto y devastador. Él la recostó cuidadosamente en la cama, luego se detuvo.
—¿Cómo se supone que nos quitemos la ropa con esto en las muñecas?
—Mis mangas pueden sacarse.
—Las mías no.
—Entonces tendrás ese smoking toda la noche. ¡Ew!
—¿Ew? —preguntó él, juguetonamente—. ¿Ahora soy “ew”?
Ella gimió mientras él acunaba su mentón y mordisqueaba sus labios con los dientes.
—Extremadamente “ew” —lo provocó sin aliento.
Ella sintió que Liam bajaba la cremallera en la espalda de su vestido lentamente, como si estuviese saboreando la anticipación de tenerla desnuda con él.
—Sabes, según la tradición Vikinga, hubiésemos tenido testigos para esto.
Liam se estremeció mientras la caliente mano de Liam rozaba su piel desnuda.
—No quiero ofenderte, pero me alegro de que esta no sea tu época.
—También yo. Tendría que matar a cualquier hombre que viera lo hermosa que eres realmente. Si te viesen, sé que estarían soñando contigo, y jamás podría permitir eso.
Ella cerró los ojos, saboreando esas palabras, mientras él le quitaba el vestido.
Se detuvo sólo lo necesario para besar su vientre abultado. En el instante en que sus labios la rozaron, ella sintió el ligero y aleteante movimiento en su interior.
—Oh, dios mío —susurró—. ¡Acabo de sentir al bebé!
Él se apartó.
—¿Qué?
Con los ojos llenándose de lágrimas, ella colocó su mano sobre el punto que los labios de Liam habían tocado, deseando sentir al bebé de nuevo.
—Lo sentí —repitió—. Recién.
El orgullo brilló vivamente en los ojos de Liam mientras bajaba la cabeza y besaba su estómago nuevamente. Le acarició la piel con su mejilla barbuda.
______ debería haberse sentido avergonzada de tener a un hombre tan perfectamente formado acariciándola cuando ella tenía el tamaño de una ballena, pero no lo estaba. Era tan reconfortante tenerlo a su lado.
Él era su defensor. No por haber salvado su vida, sino por el modo se quedaba junto a ella ahora. El modo en que la abrazaba cuando lloraba. El modo en que la consolaba.
Él era su fuerza. Su coraje.
Y ella estaba terriblemente agradecida de tenerlo. No quería enfrentar sola el final.
Liam no se lo permitiría. Estaría allí con ella, aunque iba a matarlo verla morir. Él sostendría su mano, y cuando ella se hubiese ido, sería recordada a través del tiempo.
—Ni siquiera sé el nombre de mi abuela.
Liam frunció el ceño.
—¿Qué?
—No sé el nombre de mi abuela. Mi madre murió antes de que pudiera preguntárselo. Phoebe dijo que ella tampoco se lo había preguntado jamás. No sé que apariencia tenían ella ni mi abuelo. Sólo conozco a los padres de mi padre por fotografías. Estaba pensando que sólo seré una foto para el bebé. Él me verá como yo solía verlos a ellos. Personas abstractas. Nunca realmente reales.
Los ojos de Liam brillaron con intensidad.
—Serás real para él, ______. Te lo prometo.
Cómo deseaba ella que eso fuera verdad.
Él la envolvió en sus brazos y la sostuvo cerca. _______ se aferró, necesitando su calor. Apartó el arrepentimiento y el sufrimiento de su mente.
No había nada que pudiera hacer. Inevitable significaba inevitable. Al menos tenía este momento.
Comenzó a reír y llorar al mismo tiempo.
Liam la apartó y la miró, confundido.
—Lo siento —dijo ella, intentando controlar sus emociones—. Sólo estaba pensando en esa estúpida canción, “Estaciones en el sol.” Ya sabes, “tuvimos alegría, nos divertimos, tuvimos estaciones en el sol.” Por dios, debería ser una paciente mental.
Él le secó las lágrimas y besó sus mejillas. Sus cálidos labios le quemaron la piel.
Capitulo 14 Parte 2
Bueno, él es producto de una perra que no puede soportar la idea de que los hijos de Apolo gobiernen la tierra.
—¡Urian, compórtate! —dijo Phoebe bruscamente desde su sitio junto a su padre.
Él se agitó ante su orden.
—Considerando el hecho de que acabo de unir a un miembro de tu familia con una de las personas que he jurado aniquilar, creo que estoy siendo admirablemente bueno.
Phoebe lo observó de un modo que proclamaba a los gritos que él dormiría solo durante al menos una semana.
Si no más.
Urian frunció los labios al mirar a Liam. Estaba claro a quién culpaba por el malestar de su esposa.
—Bien. Me alegro de no haber dicho lo que realmente pensaba —murmuró en voz baja. Hablando más alto, Urian regresó a la ceremonia—. Son sus similitudes las que los unieron, y sus diferencias las que añaden variedad y chispas a su vida. Que los dioses bendigan y protejan su unión, y que sean… —se detuvo nuevamente—. Bueno, ya han sido bendecidos con fertilidad, así que saltearemos eso.
Phoebe gruñó en voz baja mientras ______ lo miraba furiosamente.
Urian asesinó con la mirada a Liam otra vez.
—Que ambos disfruten cada minuto que les quede.
Entonces, Urian tomó las cintas que unían sus manos y las ató con un doble nudo. Las cintas permanecerían toda la noche, y por la mañana serían cortadas y enterradas para la buena suerte.
Chris y Kat condujeron al grupo de regreso al apartamento.
Su padre se acercó y la abrazó por la cintura.
—Lamento no haber podido terminar.
—Está bien, papi. Comprendo.
Y así era. La perspectiva de decirle adiós también la lastimaba.
Cuando llegaron al apartamento, Liam, como indicaba la costumbre nórdica, la levantó en brazos y la cargó a través del umbral. La sorprendió, porque él tuvo que hacerlo con un solo brazo, ya que la otra mano aún estaba unida a la suya.
Chris sirvió bebidas para todos.
—Y ahora es cuando la gente de Liam se embriagaría y tendría fiestas por una semana entera. ¡Todos aclamen a los Vikingos, antepasados de los chicos de las fraternidades!
—Tú puedes divertirte —le dijo Liam—, pero será mejor que no te encuentre ebrio.
Chris puso los ojos en blanco, luego se inclinó y le habló al vientre de ________.
—Sé inteligente, pequeñito, quédate allí dentro donde el Rey Neurótico no puede terminar con toda tu diversión.
Liam sacudió la cabeza.
—Me sorprende que estés aquí sin tus recién encontradas amigas.
—Sí, lo sé. Voy a buscarlas en un rato. Kyra está trabajando en un nuevo programa y yo voy a probarlo.
Urian resopló al escucharlo.
—Esa es una forma de decirlo.
El rostro de Chris se puso rojo como un tomate.
—Y yo pensé que él —dijo señalando a Liam con el pulgar—, era malo. ¿Qué sucede con las mujeres Peters que las atraen los perdedores?
—Creo que eso me ofende —dijo el padre.
Liam rió.
—Será mejor que vayas a buscar a Kyra antes de enterrarte aún más.
—Sí, creo que estoy de acuerdo.
Chris se disculpó y salió.
Kat apareció detrás de _____ y le quitó la corona de la cabeza.
—Voy a asegurarme de guardarla en su estuche.
—Gracias.
De pronto, una sensación un poco incómoda inundó la habitación.
—¿Papi? ¿Quieres regresar a casa con nosotros? —preguntó Phoebe.
—Seguro. —Le dio un beso en la mejilla a _______—. No fue una gran recepción, pero creo que deberían estar a solas.
Kat se les unió mientras partían.
Ahora estaban a solas, y Liam extrajo de su bolsillo un perfecto anillo de diamantes de un quilate y lo deslizó en el dedo de ______. El anillo era una trama enrejada nórdica muy delicada. Jamás había visto algo tan adorable.
—Gracias, Liam —susurró.
Liam asintió. La miró fijamente bajo la pálida luz, los ojos de ______ brillaban con calidez.
Su esposa.
Lo único que jamás había pensado en tener. Al menos no en los últimos mil doscientos años.
Normalmente una pareja en su luna de miel estaría pensando en su futuro juntos. Cómo pasarían sus vidas…
Él no quería pensar en el futuro. Era demasiado sombrío. Demasiado doloroso. Debería haber mantenido a ______ fuera de su corazón. Cada día lo intentaba, y cada día la encontraba metida aún más profundamente en él que antes.
—______ Tryggvason —susurró, probando su nuevo nombre.
—Suena agradable, ¿verdad?
Él tocó sus labios con los dedos. Era suaves y delicados, como ella. Tentadores.
—¿Eres feliz?
—Sí.
Y aún así, sus ojos verdes estaban teñidos de tristeza.
Cómo deseaba poder eliminar esa tristeza para siempre.
_________ se puso en puntas de pie y lo besó. Liam gruñó ante su sabor. Ante el modo en que se sentía la mano de _______ sobre su nuca mientras sus largos y gráciles dedos le enroscaban el cabello.
Su aroma a rosas lo atravesó, embriagándolo y excitándolo.
—Eres hermosa, mi _______.
_______ se estremeció ante sus palabras gravemente pronunciadas. Le encantaba cuando él se refería a ella como suya.
Tomando su mano atada con la de él, lo condujo hacia el dormitorio.
________ se mordió los labios mientras lo observaba. Era tan alto y devastador. Él la recostó cuidadosamente en la cama, luego se detuvo.
—¿Cómo se supone que nos quitemos la ropa con esto en las muñecas?
—Mis mangas pueden sacarse.
—Las mías no.
—Entonces tendrás ese smoking toda la noche. ¡Ew!
—¿Ew? —preguntó él, juguetonamente—. ¿Ahora soy “ew”?
Ella gimió mientras él acunaba su mentón y mordisqueaba sus labios con los dientes.
—Extremadamente “ew” —lo provocó sin aliento.
Ella sintió que Liam bajaba la cremallera en la espalda de su vestido lentamente, como si estuviese saboreando la anticipación de tenerla desnuda con él.
—Sabes, según la tradición Vikinga, hubiésemos tenido testigos para esto.
Liam se estremeció mientras la caliente mano de Liam rozaba su piel desnuda.
—No quiero ofenderte, pero me alegro de que esta no sea tu época.
—También yo. Tendría que matar a cualquier hombre que viera lo hermosa que eres realmente. Si te viesen, sé que estarían soñando contigo, y jamás podría permitir eso.
Ella cerró los ojos, saboreando esas palabras, mientras él le quitaba el vestido.
Se detuvo sólo lo necesario para besar su vientre abultado. En el instante en que sus labios la rozaron, ella sintió el ligero y aleteante movimiento en su interior.
—Oh, dios mío —susurró—. ¡Acabo de sentir al bebé!
Él se apartó.
—¿Qué?
Con los ojos llenándose de lágrimas, ella colocó su mano sobre el punto que los labios de Liam habían tocado, deseando sentir al bebé de nuevo.
—Lo sentí —repitió—. Recién.
El orgullo brilló vivamente en los ojos de Liam mientras bajaba la cabeza y besaba su estómago nuevamente. Le acarició la piel con su mejilla barbuda.
______ debería haberse sentido avergonzada de tener a un hombre tan perfectamente formado acariciándola cuando ella tenía el tamaño de una ballena, pero no lo estaba. Era tan reconfortante tenerlo a su lado.
Él era su defensor. No por haber salvado su vida, sino por el modo se quedaba junto a ella ahora. El modo en que la abrazaba cuando lloraba. El modo en que la consolaba.
Él era su fuerza. Su coraje.
Y ella estaba terriblemente agradecida de tenerlo. No quería enfrentar sola el final.
Liam no se lo permitiría. Estaría allí con ella, aunque iba a matarlo verla morir. Él sostendría su mano, y cuando ella se hubiese ido, sería recordada a través del tiempo.
—Ni siquiera sé el nombre de mi abuela.
Liam frunció el ceño.
—¿Qué?
—No sé el nombre de mi abuela. Mi madre murió antes de que pudiera preguntárselo. Phoebe dijo que ella tampoco se lo había preguntado jamás. No sé que apariencia tenían ella ni mi abuelo. Sólo conozco a los padres de mi padre por fotografías. Estaba pensando que sólo seré una foto para el bebé. Él me verá como yo solía verlos a ellos. Personas abstractas. Nunca realmente reales.
Los ojos de Liam brillaron con intensidad.
—Serás real para él, ______. Te lo prometo.
Cómo deseaba ella que eso fuera verdad.
Él la envolvió en sus brazos y la sostuvo cerca. _______ se aferró, necesitando su calor. Apartó el arrepentimiento y el sufrimiento de su mente.
No había nada que pudiera hacer. Inevitable significaba inevitable. Al menos tenía este momento.
Comenzó a reír y llorar al mismo tiempo.
Liam la apartó y la miró, confundido.
—Lo siento —dijo ella, intentando controlar sus emociones—. Sólo estaba pensando en esa estúpida canción, “Estaciones en el sol.” Ya sabes, “tuvimos alegría, nos divertimos, tuvimos estaciones en el sol.” Por dios, debería ser una paciente mental.
Él le secó las lágrimas y besó sus mejillas. Sus cálidos labios le quemaron la piel.
Última edición por issadanger el Vie 13 Dic 2013, 5:12 pm, editado 1 vez
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 7/15
Capitulo 14 Parte 3
—Tienes más fuerza que cualquier guerrero que haya conocido. Nunca vuelvas a disculparte por esos pocos momentos en que me muestras tu miedo, _______.
El amor que sentía por él la atravesó, ahogándola aún más que sus arrepentimientos.
—Te amo, Liam—susurró—. Más de lo que creo haber amado jamás.
Liam no podía respirar mientras escuchaba esas sinceras palabras. Lo cortaron como un vidrio hecho añicos.
—Yo también te amo —dijo, con la garganta apretada por la verdad.
No quería dejarla ir. Jamás.
Pero no había nada que pudiese hacer para detenerlo.
______ jadeó mientras él la besaba apasionadamente. Terminó de desvestirla en un instante. Ella desabotonó su camisa y cuando no pudieron encontrar un modo de quitarla, ni tampoco su chaqueta, Liam las desgarró.
Ella rió ante su imagen. Pero la risa se detuvo en el instante en que él recostó su pesado y caliente cuerpo contra el de ella y regresó a sus labios.
Liam rodó sobre su espalda y la subió encima suyo. Siempre tenía mucho cuidado, para no presionar su vientre y lastimarla a ella o al bebé.
Con los ojos ardiendo, la colocó sobre él.
Ambos gruñeron en el instante en que la penetró. Hicieron el amor furiosamente, cada uno consciente del hecho de que el final se estaba aproximando hacia ellos con rapidez.
Conscientes de que cada día que pasaba se acercaban a un resultado que ninguno de los dos podía controlar ni evitar.
Era aterrador.
_______ gritó mientras alcanzaba una ola de pasión fundida. Liam la atrajo contra sí mientras la acompañaba.
Sus manos unidas descansaban sobre la cama, encima de sus cabezas. Liam entrelazó sus dedos con los de ella y le hizo una promesa con la respiración entrecortada.
—No te dejaré ir sin luchar.
Capitulo 14 Parte 3
—Tienes más fuerza que cualquier guerrero que haya conocido. Nunca vuelvas a disculparte por esos pocos momentos en que me muestras tu miedo, _______.
El amor que sentía por él la atravesó, ahogándola aún más que sus arrepentimientos.
—Te amo, Liam—susurró—. Más de lo que creo haber amado jamás.
Liam no podía respirar mientras escuchaba esas sinceras palabras. Lo cortaron como un vidrio hecho añicos.
—Yo también te amo —dijo, con la garganta apretada por la verdad.
No quería dejarla ir. Jamás.
Pero no había nada que pudiese hacer para detenerlo.
______ jadeó mientras él la besaba apasionadamente. Terminó de desvestirla en un instante. Ella desabotonó su camisa y cuando no pudieron encontrar un modo de quitarla, ni tampoco su chaqueta, Liam las desgarró.
Ella rió ante su imagen. Pero la risa se detuvo en el instante en que él recostó su pesado y caliente cuerpo contra el de ella y regresó a sus labios.
Liam rodó sobre su espalda y la subió encima suyo. Siempre tenía mucho cuidado, para no presionar su vientre y lastimarla a ella o al bebé.
Con los ojos ardiendo, la colocó sobre él.
Ambos gruñeron en el instante en que la penetró. Hicieron el amor furiosamente, cada uno consciente del hecho de que el final se estaba aproximando hacia ellos con rapidez.
Conscientes de que cada día que pasaba se acercaban a un resultado que ninguno de los dos podía controlar ni evitar.
Era aterrador.
_______ gritó mientras alcanzaba una ola de pasión fundida. Liam la atrajo contra sí mientras la acompañaba.
Sus manos unidas descansaban sobre la cama, encima de sus cabezas. Liam entrelazó sus dedos con los de ella y le hizo una promesa con la respiración entrecortada.
—No te dejaré ir sin luchar.
Última edición por issadanger el Vie 13 Dic 2013, 5:16 pm, editado 1 vez
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 8/15
CAPITULO 15
Las siguientes semanas pasaron en una nebulosa mientras ______ terminaba la caja de recuerdos del bebé. Por primera vez en su vida, se sentía verdaderamente a salvo en algún lugar.
Era una sensación gloriosa.
Chris y Kyra, la supuesta “nena Apolita” que Chris había encontrado, pasaba mucho tiempo en el apartamento. Kyra era una mujer agradable que con frecuencia simulaba no recordar a Liam sólo para hacerlo enojar.
La alta y delgada Apolita lo miraba inocentemente y preguntaba: “¿Te conozco?”
Irritaba a Liam pero entretenía a todos los demás.
Mientras el embarazo progresaba, ______ se dio cuenta de otra razón por la cual los Daimons no podían tener hijos. Necesitaba cada vez más sangre. Sus transfusiones quincenales se convirtieron en diarias, y en las últimas semanas había necesitado dos o tres por día.
El incremento la preocupaba. ¿Significaba que el bebé sería más Apolita que humano?
La Dra. Lakis [size]le había dicho que en realidad no tenía nada que ver con la biología del bebé, y que debería relajarse. Pero era difícil.[/size]
______ había estado bastante deprimida y demasiado cansada para moverse toda la noche. Había ido a la cama temprano, incluso antes del amanecer, deseando descansar y estar cómodo algunos minutos.
Liam entró y la despertó lo suficiente como para preguntarle cómo se sentía.
—Estoy durmiendo –le dijo bruscamente—. Déjame en paz.
Él había levantado las manos en señal de rendición, había reído bondadosamente y luego se había acurrucado contra ella. _____ tenía que admitir que le encantaba la sensación de tenerlo allí. La sensación de la mano de Liam sobre su estómago.
Siempre parecía que el bebé sabía cuándo era la mano de Liam la que estaba sobre él. Inmediatamente se volvía más activo, como si quisiera decir: “Hola, papi, no puedo esperar para conocerte.”
También reaccionaba ante la voz de su padre.
Cerrando los ojos, ______ intentó dormirse otra vez, pero no era sencillo, ya que el pequeño Pie Grande comenzó a bailar fandango y decidió darle rodillazos en las costillas un par de veces.
Se quedó allí recostada durante más o menos una hora, hasta que el dolor en su espalda baja disminuyó. A los veinte minutos se dio cuenta de que sus contracciones se habían estabilizado y eran continuas.
Liam estaba durmiendo pacíficamente cuando _____ lo despertó.
—El bebé está llegando —jadeó.
—¿Estás segura? –Con una sola mirada a su rostro exasperado supo la respuesta a esa estúpida pregunta—. Está bien –dijo, intentando despertarse y aclarar la bruma de su cabeza—. Quédate aquí y convocaré a las tropas.
Salió corriendo de la habitación para despertar a Kat y enviar a Chris en busca de la doctora, luego regresó rápidamente al dormitorio para estar con ______, quien se había levantado y estaba caminando.
—¿Qué estás haciendo?
—Estoy paseando para aliviar el dolor.
—Sí, pero…
—Está bien, querido –dijo Kat atravesando la puerta—. El bebé no caerá de cabeza.
Liam no estaba seguro acerca de eso, pero había aprendido que no debía discutir con _______ embarazada. Estaba bastante tensa y emotiva, y podía despellejar con sus palabras cuando quería.
Era mejor darle lo que quería.
—¿Qué puedo traerte? –preguntó Liam.
_______ estaba resoplando.
—¿Qué tal a alguien que tenga a este niño por mí?
Él rió. Al menos hasta que ella lo miró como para asesinarlo.
Calmándose, se aclaró la garganta.
—Ojalá pudiera.
Para el momento en que la doctora llegó, Liam estaba parado junto a ella, sosteniendo su vientre y ayudándola a respirar durante las contracciones. Podía sentir cada contracción apretando contra sus palmas, y sabía exactamente cuándo iba a maldecir por el dolor que le causaba.
Liam odiaba que _____ tuviera que pasar por esto. Ya estaba transpirada por el esfuerzo, y apenas había comenzado con la labor de traer a su hijo al mundo.
Las horas pasaron lentamente mientras trabajaban juntos, y ______ gritaba todo tipo de obscenidades a Liam, a todos los hombres en general, y a los dioses en particular.
Liam sostenía su mano y limpiaba su frente mientras la doctora les decía qué hacer.
Eran recién pasadas las cinco de la tarde cuando su hijo finalmente nació.
Liam observó al diminuto niño que estaba en manos de la doctora mientras el bebé berreaba con un par de pulmones que tenían que pertenecer a un niño sano.
—Realmente está aquí –sollozó ______ mientras se aferraba a la mano de Liam y miraba al bebé que había dado a luz.
—Está aquí –rió Liam, besando su húmeda sien—. Y es hermoso.
La doctora lo limpió y lo examinó, luego se lo dio a su madre.
_____ no podría respirar mientras sostenía a su hijo por primera vez. Sus diminutos puños estaban apretados mientras sus gritos dejaban saber a todos que estaba aquí. Su rostro estaba arrugado como el de un anciano, pero aún así era hermoso para ______.
—Mira su cabello –dijo, peinando la densa masa de cabello negro—. Se parece a su padre.
Liam sonrió mientras el bebé envolvía su pequeña mano alrededor del índice de su padre.
—Tiene tus pulmones.
—¡Oh, por favor! –dijo ella indignada.
—Confía en mí —le dijo Liam, encontrándose con su mirada—. Cada Apolita ahora sabe que mis padres no estaban casados cuando nací, y que si sobrevives a esta noche, planeas convertirme en eunuco.
Ella se rió y lo besó mientras sostenía a su hijo.
—A propósito, si hablabas en serio acerca de eso, ______ –dijo la doctora, con los ojos bajos—. Tengo un bisturí que puedo prestarte.
______ rió otra vez.
—No me tientes.
Liam tomó al bebé y lo sostuvo cuidadosamente con sus grandes manos. Su hijo. La alegría y el miedo dentro suyo eran debilitantes. Nunca había sentido algo así.
El bebé era tan increíblemente pequeño. Un milagro de la vida. ¿Cómo podría algo tan diminuto sobrevivir? Liam sabía que mataría o dañaría seriamente a cualquiera que amenazara a su hijo alguna vez.
—¿Cómo vas a llamarlo? –le preguntó Liam a _______.
Todas estas semanas se había mantenido fuera de esa decisión a propósito. Quería que su madre le pusiera el nombre.
Sería su legado perdurable para su hijo, quien jamás la conocería realmente.
—¿Qué te parece Erik Jefferson Tryggvason?
Liam parpadeó, incrédulo.
—¿Estás segura? –Ella asintió mientras él tocaba suavemente la mejilla del bebé—. Hola, pequeño Erik –susurró Liam. Su corazón se encogió mientras lo llamaba por el nombre de su hermano—. Bienvenido a casa.
—El bebé probablemente quiera alimentarse ahora –dijo la Dra. Lakis mientras terminaba de limpiar todo—. Podría devolvérselo a su madre un momento. —Liam hizo lo que le sugerían—. ¿Necesitarás una nodriza? –le preguntó la Dra. Lakis a Cassandra—. Los bebés Apolitas generalmente no toman mamaderas ni mezclas nutritivas, especialmente cuando tienen una herencia mixta. No hay una mezcla realmente adecuada que podamos probar, ya que no sabemos cuánto hay de Apolita o de humano en él.
—Creo que la nodriza será una buena idea –dijo _____—. No quiero echar a perder esto e impedir su crecimiento, o convertirlo en un mutante o algo así.
La doctora tenía una extraña expresión en el rostro, que básicamente decía: “pensé que tu hijo era un mutante.”
Sabiamente, se quedó callada.
CAPITULO 15
Las siguientes semanas pasaron en una nebulosa mientras ______ terminaba la caja de recuerdos del bebé. Por primera vez en su vida, se sentía verdaderamente a salvo en algún lugar.
Era una sensación gloriosa.
Chris y Kyra, la supuesta “nena Apolita” que Chris había encontrado, pasaba mucho tiempo en el apartamento. Kyra era una mujer agradable que con frecuencia simulaba no recordar a Liam sólo para hacerlo enojar.
La alta y delgada Apolita lo miraba inocentemente y preguntaba: “¿Te conozco?”
Irritaba a Liam pero entretenía a todos los demás.
Mientras el embarazo progresaba, ______ se dio cuenta de otra razón por la cual los Daimons no podían tener hijos. Necesitaba cada vez más sangre. Sus transfusiones quincenales se convirtieron en diarias, y en las últimas semanas había necesitado dos o tres por día.
El incremento la preocupaba. ¿Significaba que el bebé sería más Apolita que humano?
La Dra. Lakis [size]le había dicho que en realidad no tenía nada que ver con la biología del bebé, y que debería relajarse. Pero era difícil.[/size]
______ había estado bastante deprimida y demasiado cansada para moverse toda la noche. Había ido a la cama temprano, incluso antes del amanecer, deseando descansar y estar cómodo algunos minutos.
Liam entró y la despertó lo suficiente como para preguntarle cómo se sentía.
—Estoy durmiendo –le dijo bruscamente—. Déjame en paz.
Él había levantado las manos en señal de rendición, había reído bondadosamente y luego se había acurrucado contra ella. _____ tenía que admitir que le encantaba la sensación de tenerlo allí. La sensación de la mano de Liam sobre su estómago.
Siempre parecía que el bebé sabía cuándo era la mano de Liam la que estaba sobre él. Inmediatamente se volvía más activo, como si quisiera decir: “Hola, papi, no puedo esperar para conocerte.”
También reaccionaba ante la voz de su padre.
Cerrando los ojos, ______ intentó dormirse otra vez, pero no era sencillo, ya que el pequeño Pie Grande comenzó a bailar fandango y decidió darle rodillazos en las costillas un par de veces.
Se quedó allí recostada durante más o menos una hora, hasta que el dolor en su espalda baja disminuyó. A los veinte minutos se dio cuenta de que sus contracciones se habían estabilizado y eran continuas.
Liam estaba durmiendo pacíficamente cuando _____ lo despertó.
—El bebé está llegando —jadeó.
—¿Estás segura? –Con una sola mirada a su rostro exasperado supo la respuesta a esa estúpida pregunta—. Está bien –dijo, intentando despertarse y aclarar la bruma de su cabeza—. Quédate aquí y convocaré a las tropas.
Salió corriendo de la habitación para despertar a Kat y enviar a Chris en busca de la doctora, luego regresó rápidamente al dormitorio para estar con ______, quien se había levantado y estaba caminando.
—¿Qué estás haciendo?
—Estoy paseando para aliviar el dolor.
—Sí, pero…
—Está bien, querido –dijo Kat atravesando la puerta—. El bebé no caerá de cabeza.
Liam no estaba seguro acerca de eso, pero había aprendido que no debía discutir con _______ embarazada. Estaba bastante tensa y emotiva, y podía despellejar con sus palabras cuando quería.
Era mejor darle lo que quería.
—¿Qué puedo traerte? –preguntó Liam.
_______ estaba resoplando.
—¿Qué tal a alguien que tenga a este niño por mí?
Él rió. Al menos hasta que ella lo miró como para asesinarlo.
Calmándose, se aclaró la garganta.
—Ojalá pudiera.
Para el momento en que la doctora llegó, Liam estaba parado junto a ella, sosteniendo su vientre y ayudándola a respirar durante las contracciones. Podía sentir cada contracción apretando contra sus palmas, y sabía exactamente cuándo iba a maldecir por el dolor que le causaba.
Liam odiaba que _____ tuviera que pasar por esto. Ya estaba transpirada por el esfuerzo, y apenas había comenzado con la labor de traer a su hijo al mundo.
Las horas pasaron lentamente mientras trabajaban juntos, y ______ gritaba todo tipo de obscenidades a Liam, a todos los hombres en general, y a los dioses en particular.
Liam sostenía su mano y limpiaba su frente mientras la doctora les decía qué hacer.
Eran recién pasadas las cinco de la tarde cuando su hijo finalmente nació.
Liam observó al diminuto niño que estaba en manos de la doctora mientras el bebé berreaba con un par de pulmones que tenían que pertenecer a un niño sano.
—Realmente está aquí –sollozó ______ mientras se aferraba a la mano de Liam y miraba al bebé que había dado a luz.
—Está aquí –rió Liam, besando su húmeda sien—. Y es hermoso.
La doctora lo limpió y lo examinó, luego se lo dio a su madre.
_____ no podría respirar mientras sostenía a su hijo por primera vez. Sus diminutos puños estaban apretados mientras sus gritos dejaban saber a todos que estaba aquí. Su rostro estaba arrugado como el de un anciano, pero aún así era hermoso para ______.
—Mira su cabello –dijo, peinando la densa masa de cabello negro—. Se parece a su padre.
Liam sonrió mientras el bebé envolvía su pequeña mano alrededor del índice de su padre.
—Tiene tus pulmones.
—¡Oh, por favor! –dijo ella indignada.
—Confía en mí —le dijo Liam, encontrándose con su mirada—. Cada Apolita ahora sabe que mis padres no estaban casados cuando nací, y que si sobrevives a esta noche, planeas convertirme en eunuco.
Ella se rió y lo besó mientras sostenía a su hijo.
—A propósito, si hablabas en serio acerca de eso, ______ –dijo la doctora, con los ojos bajos—. Tengo un bisturí que puedo prestarte.
______ rió otra vez.
—No me tientes.
Liam tomó al bebé y lo sostuvo cuidadosamente con sus grandes manos. Su hijo. La alegría y el miedo dentro suyo eran debilitantes. Nunca había sentido algo así.
El bebé era tan increíblemente pequeño. Un milagro de la vida. ¿Cómo podría algo tan diminuto sobrevivir? Liam sabía que mataría o dañaría seriamente a cualquiera que amenazara a su hijo alguna vez.
—¿Cómo vas a llamarlo? –le preguntó Liam a _______.
Todas estas semanas se había mantenido fuera de esa decisión a propósito. Quería que su madre le pusiera el nombre.
Sería su legado perdurable para su hijo, quien jamás la conocería realmente.
—¿Qué te parece Erik Jefferson Tryggvason?
Liam parpadeó, incrédulo.
—¿Estás segura? –Ella asintió mientras él tocaba suavemente la mejilla del bebé—. Hola, pequeño Erik –susurró Liam. Su corazón se encogió mientras lo llamaba por el nombre de su hermano—. Bienvenido a casa.
—El bebé probablemente quiera alimentarse ahora –dijo la Dra. Lakis mientras terminaba de limpiar todo—. Podría devolvérselo a su madre un momento. —Liam hizo lo que le sugerían—. ¿Necesitarás una nodriza? –le preguntó la Dra. Lakis a Cassandra—. Los bebés Apolitas generalmente no toman mamaderas ni mezclas nutritivas, especialmente cuando tienen una herencia mixta. No hay una mezcla realmente adecuada que podamos probar, ya que no sabemos cuánto hay de Apolita o de humano en él.
—Creo que la nodriza será una buena idea –dijo _____—. No quiero echar a perder esto e impedir su crecimiento, o convertirlo en un mutante o algo así.
La doctora tenía una extraña expresión en el rostro, que básicamente decía: “pensé que tu hijo era un mutante.”
Sabiamente, se quedó callada.
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 9/15
Capitulo 15 Parte 2
Liam acompañó a la doctora afuera.
—Gracias –le dijo mientras pasaban al living, donde Chris y Kat estaban sentados esperando.
—¡Já! –Dijo Kat en cuanto vio a Liam—. Te dije que llegaría sano y salvo.
—Demonios –murmuró Chris antes de entregarle un billete de veinte—. Me dijeron que habías sido castrado después de todo.
Ambos fueron rápidamente hacia el dormitorio para ver al bebé, mientras Liam hablaba con la doctora.
Ella le sonrió con tristeza.
—Supongo que es, de algún modo, apropiado.
—¿Qué cosa?
—Que el último bebé al que ayudé a llegar al mundo sea el destinado a mantenerlo a salvo.
Liam frunció el ceño.
—¿Qué quiere decir con “el último bebé”?
La Dra. Lakis[size] suspiró como si el peso del Armagedon estuviese sobre sus hombros. [/size]
—El jueves es mi cumpleaños.
Liam se quedó helado ante sus palabras, y lo que ellas significaban.
—¿El vigésimo séptimo?
Ella asintió.
—La Dra. Cassus se ocupará de vigilar la salud de ambos. Será quien le dé a ______ su examen físico mensual y se asegure que todo prosigue como debería.
La Dra. Lakis[size] se encaminó hacia la puerta.[/size]
—Doctora, espere. –Ella giró hacia él—. Lo…
—No diga que lo lamenta. Soy sólo otra Apolita para usted.
—No –dijo él, sinceramente—. No lo es. Usted es la mujer que mantuvo a mi esposa a salvo y que ayudó a mi hijo a nacer. Jamás olvidaré eso.
Ella le ofreció una sonrisa trémula.
—Le deseo suerte con su hijo. Espero que crezca para ser un hombre como su padre.
Liam la observó partir con el corazón pesado. Había intentado con tanta fuerza mantenerse indiferente a todos aquí. Sin preocuparse y sin ver cuán humanos eran sus enemigos. Pero era imposible. Tan imposible como era mantenerse apartado de ______.
Contra su voluntad y su sentido común, todos ellos habían invadido su corazón.
¿Cómo podría volver a su papel de Cazador Oscuro luego de esto?
¿Cómo podría matar a otro Daimon cuando los comprendía tan bien? ¿Cómo?
Para el momento en que Liam regresó junto a ella, _______ estaba exhausta. Kat y la nodriza habían tomado al bebé para cuidarlo y que ella pudiese descansar. Por supuesto, tendrían que despertarla cuando fuera tiempo de su próxima comida, pero por un ratito, ______ podría descansar cómodamente.
—Cierra los ojos –dijo Liam.
_____ hizo lo que le pedía sin discutir, y sintió que él ponía algo alrededor de su cuello. Abriendo los ojos, vio un anticuado e intrincado collar. El diseño era evidentemente nórdico. Tenía cuatro piezas cuadradas de ámbar montadas de costado, en forma de diamante. En el centro había una pieza circular con otra piedra ámbar incrustada, y cayendo de la misma había un diminuto barco Vikingo, cuya vela estaba hecha de más ámbar.
—Es hermoso.
—Erik y yo compramos dos de ellos a un comerciante danés en Bizancio. Nos recordaba a nuestro hogar. Él le dio el suyo a su esposa y yo iba a darle el mío a mi hermana, Brynhild.
—¿Por qué no se lo diste?
—No quería aceptarlo. Estaba demasiado enojada conmigo por no haber estado allí cuando nuestro padre había muerto, enojada porque hacía incursiones. Dijo que jamás quería volver a verme, así que me fui y he tenido el collar conmigo desde entonces. Lo saqué de mi caja fuerte cuando fui con Kat a buscar mi espada.
Su tristeza la alcanzó. En los últimos meses, había aprendido cuánto habían significado sus hermanos para él.
—Lo siento, Liam.
—No lo hagas. Me agrada verlo en ti. Es como si tuviese que estar allí. –Le pasó la mano por el cabello—. ¿Quieres que vaya a dormir al sofá?
—¿Por qué querría eso?
—Más temprano dijiste que jamás dejarías que me aproximara a tu cama.
Ella rió suavemente.
—Ni siquiera recuerdo la mitad de lo que dije.
—Está bien. Creo que Chris estaba grabándolo en la otra habitación, para la posteridad.
Ella se cubrió el rostro con las manos.
—Espero que estés bromeando.
—No, en realidad no.
______ pasó su mano por el sedoso cabello de Liam, y dejó que los mechones se deslizaran entre sus dedos.
—Bueno, ahora que terminó todo, soy mucho más tolerante contigo. Así que, ven y acurrúcate. Creo que podría venirme bien.
Liam la obedeció rápidamente.
_______ exhaló larga y cansadamente, y luego se quedó dormida.
Liam la observó mientras permitía que la cálida suavidad de su cuerpo se filtrara en su corazón. Tomó la mano de ______ y estudió su delicada forma.
—No me dejes, _______ –susurró—. No quiero criar a nuestro hijo sin ti.
Pero desear que ella se quedara era tan productivo como desear recuperar su alma.
La mañana del jueves Liam no podía dormir. ______ y Erik estaban felizmente inconscientes. Pero sus pensamientos no se asentaban lo suficiente como para dejarlo descansar.
Levantándose, se vistió y abandonó el apartamento. Como pocos Apolitas se habían levantado de la cama, no tuvo que soportar muchos gestos de desprecio y miradas furibundas.
Sabía que no tenía nada que hacer en el sitio al que se dirigía, pero no podía evitarlo.
Tenía que decirle adiós a la Dra. Lakis. Extrañamente, ella se había convertido en otro miembro de su pequeña tropa en las semanas que había mantenido vigilia sobre la salud de ______ y Erik.
Su apartamento no quedaba lejos del de Phoebe.
Inseguro de cómo lo recibirían, golpeó a la puerta.
Un chico de aproximadamente doce años respondió.
—¿Tú eres Ty? –le preguntó, recordando a la Dra. Lakis hablando de su hijo mayor.
—Mi mamá no va a convertirse en Daimon. Puede dejarla en paz.
Liam retrocedió ante sus furiosas palabras.
—Sé que no lo hará. Sólo quería verla un minuto.
—Tía Millicent –gritó el chico sin permitirle entrar—. El Cazador Oscuro quiere ver a mamá.
Una hermosa mujer de la edad de Chris se acercó a la puerta.
—¿Qué desea?
—Quiero ver a la Dra. Lakis.
—¡Va a matarla! –dijo el chico, detrás de ella.
La mujer lo ignoró. Entrecerrando los ojos, dio un paso atrás y dejó entrar a Liam.
Liam respiró hondo, aliviado, mientras lo conducía a una habitación a su izquierda. La puerta se abrió y le mostró un dormitorio con cinco pequeños y otra mujer de la edad de Millicent. La Dra. Lakis estaba recostada en la cama, pero él apenas la reconoció. En lugar de la joven y vibrante mujer que había traído a su bebé al mundo, ya se veía como si tuviese cincuenta años.
Millicent hizo salir a los niños y a la otra mujer.
—Tiene sólo cinco minutos, Cazador Oscuro. Queremos estar con ella tanto como podamos.
Él asintió, y una vez que estuvo a solas con ella, se arrodilló junto a la cama.
—¿Por qué está aquí, Liam? –preguntó la Dra. Lakis.
Era la primera vez que usaba su nombre.
—No estoy seguro. Sólo quería agradecerle otra vez.
Ella parpadeó sus ojos llenos de lágrimas y pareció envejecer diez años más.
—Esta no es la peor parte –susurró—. Esa viene después, cuando nuestros cuerpos se despedazan mientras estamos vivos. Si tenemos suerte, nuestros órganos fallan rápidamente y morimos. De otro modo dura horas, y es muy doloroso.
Esas palabras lo desgarraron por dentro mientras pensaba en _____ pasando por eso. Sufriendo mucho más dolor del que había pasado cuando Erik había nacido.
—Lo siento tanto.
La Dra. Lakis no sintió pena por él.
—Sólo respóndame una pregunta.
—Lo que sea.
Su mirada lo taladró con su calor fundido.
—¿Comprende?
Él asintió. Sí, sabía por lo que pasaban, y entendía porqué los Daimons se convertían. ¿Quién podría culparlos?
La Dra. Lakis se estiró y tocó la mano de Liam con la suya.
—Espero que su hijo se salve de esto. Realmente, realmente lo deseo. Por el bien de ambos. Nadie debería morir así. Nadie.
Liam miró fijamente la mano que ahora tenía arrugas y manchas. Una mano que había sido tan suave como la suya unas pocas horas atrás.
—¿Hay algo que pueda hacer por usted? –le preguntó.
—Cuide a su familia y no permita que _____ muera sola. No hay nada peor que pasar esto solo.
Su familia regresó a la habitación.
Liam se levantó y los dejó con la persona que amaban. Cuando iba hacia la puerta, la Dra. Lakis lo detuvo.
—En caso de que desee saberlo, Liam, mi nombre es Maia.
—Buen viaje, Maia –le dijo, con la voz profunda por las emociones reprimidas—. Espero que sus dioses sean mucho más piadosos en la próxima vida.
Lo último que Liam vio fue a su hijo cayendo en sus brazos y llorando.
Liam abandonó el apartamento y fue hacia el suyo. Para el momento en que llegó, su furia ardía. Entró a la habitación y vio a _____ durmiendo con Erik a su lado.
Se veían tan hermosos. Ella era una joven mujer que debería tener el resto de su vida por delante. Tenía un bebé que necesitaba conocer a su madre.
Más que nada, Liam la necesitaba.
No podía terminar de este modo. No podía.
Él no iba a permitirlo.
Capitulo 15 Parte 2
Liam acompañó a la doctora afuera.
—Gracias –le dijo mientras pasaban al living, donde Chris y Kat estaban sentados esperando.
—¡Já! –Dijo Kat en cuanto vio a Liam—. Te dije que llegaría sano y salvo.
—Demonios –murmuró Chris antes de entregarle un billete de veinte—. Me dijeron que habías sido castrado después de todo.
Ambos fueron rápidamente hacia el dormitorio para ver al bebé, mientras Liam hablaba con la doctora.
Ella le sonrió con tristeza.
—Supongo que es, de algún modo, apropiado.
—¿Qué cosa?
—Que el último bebé al que ayudé a llegar al mundo sea el destinado a mantenerlo a salvo.
Liam frunció el ceño.
—¿Qué quiere decir con “el último bebé”?
La Dra. Lakis[size] suspiró como si el peso del Armagedon estuviese sobre sus hombros. [/size]
—El jueves es mi cumpleaños.
Liam se quedó helado ante sus palabras, y lo que ellas significaban.
—¿El vigésimo séptimo?
Ella asintió.
—La Dra. Cassus se ocupará de vigilar la salud de ambos. Será quien le dé a ______ su examen físico mensual y se asegure que todo prosigue como debería.
La Dra. Lakis[size] se encaminó hacia la puerta.[/size]
—Doctora, espere. –Ella giró hacia él—. Lo…
—No diga que lo lamenta. Soy sólo otra Apolita para usted.
—No –dijo él, sinceramente—. No lo es. Usted es la mujer que mantuvo a mi esposa a salvo y que ayudó a mi hijo a nacer. Jamás olvidaré eso.
Ella le ofreció una sonrisa trémula.
—Le deseo suerte con su hijo. Espero que crezca para ser un hombre como su padre.
Liam la observó partir con el corazón pesado. Había intentado con tanta fuerza mantenerse indiferente a todos aquí. Sin preocuparse y sin ver cuán humanos eran sus enemigos. Pero era imposible. Tan imposible como era mantenerse apartado de ______.
Contra su voluntad y su sentido común, todos ellos habían invadido su corazón.
¿Cómo podría volver a su papel de Cazador Oscuro luego de esto?
¿Cómo podría matar a otro Daimon cuando los comprendía tan bien? ¿Cómo?
Para el momento en que Liam regresó junto a ella, _______ estaba exhausta. Kat y la nodriza habían tomado al bebé para cuidarlo y que ella pudiese descansar. Por supuesto, tendrían que despertarla cuando fuera tiempo de su próxima comida, pero por un ratito, ______ podría descansar cómodamente.
—Cierra los ojos –dijo Liam.
_____ hizo lo que le pedía sin discutir, y sintió que él ponía algo alrededor de su cuello. Abriendo los ojos, vio un anticuado e intrincado collar. El diseño era evidentemente nórdico. Tenía cuatro piezas cuadradas de ámbar montadas de costado, en forma de diamante. En el centro había una pieza circular con otra piedra ámbar incrustada, y cayendo de la misma había un diminuto barco Vikingo, cuya vela estaba hecha de más ámbar.
—Es hermoso.
—Erik y yo compramos dos de ellos a un comerciante danés en Bizancio. Nos recordaba a nuestro hogar. Él le dio el suyo a su esposa y yo iba a darle el mío a mi hermana, Brynhild.
—¿Por qué no se lo diste?
—No quería aceptarlo. Estaba demasiado enojada conmigo por no haber estado allí cuando nuestro padre había muerto, enojada porque hacía incursiones. Dijo que jamás quería volver a verme, así que me fui y he tenido el collar conmigo desde entonces. Lo saqué de mi caja fuerte cuando fui con Kat a buscar mi espada.
Su tristeza la alcanzó. En los últimos meses, había aprendido cuánto habían significado sus hermanos para él.
—Lo siento, Liam.
—No lo hagas. Me agrada verlo en ti. Es como si tuviese que estar allí. –Le pasó la mano por el cabello—. ¿Quieres que vaya a dormir al sofá?
—¿Por qué querría eso?
—Más temprano dijiste que jamás dejarías que me aproximara a tu cama.
Ella rió suavemente.
—Ni siquiera recuerdo la mitad de lo que dije.
—Está bien. Creo que Chris estaba grabándolo en la otra habitación, para la posteridad.
Ella se cubrió el rostro con las manos.
—Espero que estés bromeando.
—No, en realidad no.
______ pasó su mano por el sedoso cabello de Liam, y dejó que los mechones se deslizaran entre sus dedos.
—Bueno, ahora que terminó todo, soy mucho más tolerante contigo. Así que, ven y acurrúcate. Creo que podría venirme bien.
Liam la obedeció rápidamente.
_______ exhaló larga y cansadamente, y luego se quedó dormida.
Liam la observó mientras permitía que la cálida suavidad de su cuerpo se filtrara en su corazón. Tomó la mano de ______ y estudió su delicada forma.
—No me dejes, _______ –susurró—. No quiero criar a nuestro hijo sin ti.
Pero desear que ella se quedara era tan productivo como desear recuperar su alma.
La mañana del jueves Liam no podía dormir. ______ y Erik estaban felizmente inconscientes. Pero sus pensamientos no se asentaban lo suficiente como para dejarlo descansar.
Levantándose, se vistió y abandonó el apartamento. Como pocos Apolitas se habían levantado de la cama, no tuvo que soportar muchos gestos de desprecio y miradas furibundas.
Sabía que no tenía nada que hacer en el sitio al que se dirigía, pero no podía evitarlo.
Tenía que decirle adiós a la Dra. Lakis. Extrañamente, ella se había convertido en otro miembro de su pequeña tropa en las semanas que había mantenido vigilia sobre la salud de ______ y Erik.
Su apartamento no quedaba lejos del de Phoebe.
Inseguro de cómo lo recibirían, golpeó a la puerta.
Un chico de aproximadamente doce años respondió.
—¿Tú eres Ty? –le preguntó, recordando a la Dra. Lakis hablando de su hijo mayor.
—Mi mamá no va a convertirse en Daimon. Puede dejarla en paz.
Liam retrocedió ante sus furiosas palabras.
—Sé que no lo hará. Sólo quería verla un minuto.
—Tía Millicent –gritó el chico sin permitirle entrar—. El Cazador Oscuro quiere ver a mamá.
Una hermosa mujer de la edad de Chris se acercó a la puerta.
—¿Qué desea?
—Quiero ver a la Dra. Lakis.
—¡Va a matarla! –dijo el chico, detrás de ella.
La mujer lo ignoró. Entrecerrando los ojos, dio un paso atrás y dejó entrar a Liam.
Liam respiró hondo, aliviado, mientras lo conducía a una habitación a su izquierda. La puerta se abrió y le mostró un dormitorio con cinco pequeños y otra mujer de la edad de Millicent. La Dra. Lakis estaba recostada en la cama, pero él apenas la reconoció. En lugar de la joven y vibrante mujer que había traído a su bebé al mundo, ya se veía como si tuviese cincuenta años.
Millicent hizo salir a los niños y a la otra mujer.
—Tiene sólo cinco minutos, Cazador Oscuro. Queremos estar con ella tanto como podamos.
Él asintió, y una vez que estuvo a solas con ella, se arrodilló junto a la cama.
—¿Por qué está aquí, Liam? –preguntó la Dra. Lakis.
Era la primera vez que usaba su nombre.
—No estoy seguro. Sólo quería agradecerle otra vez.
Ella parpadeó sus ojos llenos de lágrimas y pareció envejecer diez años más.
—Esta no es la peor parte –susurró—. Esa viene después, cuando nuestros cuerpos se despedazan mientras estamos vivos. Si tenemos suerte, nuestros órganos fallan rápidamente y morimos. De otro modo dura horas, y es muy doloroso.
Esas palabras lo desgarraron por dentro mientras pensaba en _____ pasando por eso. Sufriendo mucho más dolor del que había pasado cuando Erik había nacido.
—Lo siento tanto.
La Dra. Lakis no sintió pena por él.
—Sólo respóndame una pregunta.
—Lo que sea.
Su mirada lo taladró con su calor fundido.
—¿Comprende?
Él asintió. Sí, sabía por lo que pasaban, y entendía porqué los Daimons se convertían. ¿Quién podría culparlos?
La Dra. Lakis se estiró y tocó la mano de Liam con la suya.
—Espero que su hijo se salve de esto. Realmente, realmente lo deseo. Por el bien de ambos. Nadie debería morir así. Nadie.
Liam miró fijamente la mano que ahora tenía arrugas y manchas. Una mano que había sido tan suave como la suya unas pocas horas atrás.
—¿Hay algo que pueda hacer por usted? –le preguntó.
—Cuide a su familia y no permita que _____ muera sola. No hay nada peor que pasar esto solo.
Su familia regresó a la habitación.
Liam se levantó y los dejó con la persona que amaban. Cuando iba hacia la puerta, la Dra. Lakis lo detuvo.
—En caso de que desee saberlo, Liam, mi nombre es Maia.
—Buen viaje, Maia –le dijo, con la voz profunda por las emociones reprimidas—. Espero que sus dioses sean mucho más piadosos en la próxima vida.
Lo último que Liam vio fue a su hijo cayendo en sus brazos y llorando.
Liam abandonó el apartamento y fue hacia el suyo. Para el momento en que llegó, su furia ardía. Entró a la habitación y vio a _____ durmiendo con Erik a su lado.
Se veían tan hermosos. Ella era una joven mujer que debería tener el resto de su vida por delante. Tenía un bebé que necesitaba conocer a su madre.
Más que nada, Liam la necesitaba.
No podía terminar de este modo. No podía.
Él no iba a permitirlo.
Última edición por issadanger el Vie 13 Dic 2013, 6:09 pm, editado 1 vez
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 10/15
Capitulo 15 Parte 3
Tomando su teléfono celular, regresó al living y llamó a Joseph.
Para su sorpresa, Joe respondió al primer repique.
—¿Regresaste? –preguntó Liam.
—Aparentemente.
Él ignoró el habitual sarcasmo de Joe y fue directo al asunto.
—¿Tienes alguna idea de lo que ha sucedido mientras no estabas?
—Lo sé, Liam –dijo Joe en un tono compasivo—. Felicitaciones por tu matrimonio y por Erik.
Liam se atragantó ante la mención de su hijo. No se molestó en preguntarle a Joe cómo se había enterado de los dos eventos. Joe no le respondería, y todos sabían que el hombre era anormal.
—¿Hay algo…?
Liam ni siquiera podía resignarse a preguntar si tenían o no alguna esperanza de un futuro juntos.
—No estás preparado para la respuesta.
Su furia explotó.
—Maldito seas, Joe. ¿Qué quieres decir con que no estoy preparado?
—Escúchame, Liam –dijo en el tono paciente de un padre tratando con un hijo molesto—. Escucha con atención. A veces, para tener lo que más deseamos, debemos abandonar todo lo que creemos. Aún no estás listo para hacer eso.
Liam apretó con más fuerza el teléfono.
—Ni siquiera sé de lo que estás hablando. ¿Por qué nunca puedes responder a una simple pregunta?
—Hazme una pregunta sencilla y obtendrás una respuesta sencilla. Lo que me preguntas es extremadamente complicado. Has hecho lo que Artemisa quería que hicieras. Has salvado a su linaje y al de su hermano.
—¿Entonces por qué no pareces alegrarte por eso?
—No me gusta ver que usen o jueguen con nadie. Sé que ahora mismo estás sufriendo. Sé que estás furioso. Lo comprendo. Tienes todo el derecho a sentir cada emoción que está agitándose dentro tuyo. Pero esto no ha terminado. Cuando estés preparado, responderé a tu pregunta.
El bastardo le colgó.
Liam se quedó allí parado, sintiéndose aún más traicionado. Quería la sangre de Joe, pero más que nada quería la sangre de Artemisa y la de Apolo. Cómo se atrevían a joderlo así, como si no fuera nada.
La puerta de su dormitorio se abrió, para mostrarle a _______ allí parada, con la frente arrugada por la preocupación.
—Hola –dijo ella; se veía muy cansada.
—Deberías estar en la cama.
—También tú. Me preocupé cuando desperté y no estabas. ¿Todo está bien?
Por alguna razón, todo siempre estaba bien cuando ella estaba cerca. Era lo que hacía que fuese tan difícil estar con ella ahora.
Liam intentó imaginar cómo sería sostener su mano mientras ella envejecía frente a él.
Cómo sería cuando la viese desintegrarse como polvo…
El dolor lo atormentó tan violentamente que hizo todo lo que pudo para no demostrarlo. Para no gritar con toda su furia hasta hacer temblar los propios pasillos del Olimpo.
La deseaba entonces, deseaba tanto estar dentro de ella que apenas podía pensar.
Pero era demasiado pronto. Aún estaba dolorida por dar a luz a su hijo. Y sin importar cuánto deseara el consuelo físico de su cuerpo, jamás sería tan egoísta.
_______ no esperaba que Liam la levantara y la acorralara contra la pared detrás suyo. Sus labios cubrieron los de ella mientras la besaba como si nunca fuese a tener otra oportunidad de hacerlo.
Sin aliento, ella respiró el aroma de su antiguo guerrero. Permitió que la sensación de sus brazos sosteniéndola la llevaran lejos de la realidad de lo que era inevitable.
________ sabía que la necesitaba. Él no lo admitiría. También sabía eso. Liam era demasiado fuerte como para admitir alguna vez que tenía una debilidad. Como para decir que tenía miedo, pero, ¿cómo podía no estar asustado?
Ninguno de ellos sabía si su hijo era humano o Apolita. La prueba preliminar no había sido concluyente. Y pasarían tres meses más antes de que pudiesen analizar a Erik nuevamente, para ver qué ADN era dominante en él.
Cualquiera que fuese el resultado, Liam estaría solo para ocuparse de las necesidades de Erik.
La soltó.
______ tomó su mano y lo llevó de regreso al dormitorio. Lo hizo sentar sobre la cama, y luego lo forzó a recostarse.
—¿Qué estás haciendo? –le preguntó Liam.
Ella bajó el cierre de sus pantalones.
—Luego de todos estos siglos, pensé que serías capaz de reconocer a una mujer seduciéndote.
Él cayó sobre sus manos. _______ descendió la mano por el largo de su pene. Ya estaba duro y goteando. Ella trazó su punta, permitiendo que la humedad cubriera sus dedos.
Liam no podía respirar mientras la observaba. Acunó el rostro de ______ entre sus manos mientras ella se inclinaba para provocarlo con su dulce boca.
Con la respiración entrecortada, vio mientras ella lamía todo el camino hasta la punta mientras su mano acunaba suavemente sus testículos. Era tan agradable hacer el amor con alguien que lo conocía. Alguien que recordaba cómo le gustaba que lo tocaran y lo acariciaran.
Alguien que lo recordaba.
Durante siglos, sólo extrañas lo habían tocado. Con ninguna de ellas se había sentido así. Ninguna de ellas había entibiado ese frío lugar dentro de su corazón y lo había debilitado.
Sólo _____ hacía eso.
Ella sintió que el cuerpo de Liam se relajaba más con cada suave lamida y cada succión que le daba.
Llegó al orgasmo con un feroz gruñido.
Una vez que estuvo completamente vacío y saciado, se quedó recostado en la cama, jadeando, con los ojos cerrados mientras ella se sentaba a horcajadas encima de él y se recostaba sobre su pecho. Los brazos de Liam la encerraron mientras ella escuchaba su corazón latiendo fuertemente.
—Gracias –le dijo suavemente, acariciando su pelo.
—De nada. ¿Te sientes mejor?
—No.
—Bueno, lo intenté.
Él le rió en un tono agridulce.
—No eres tú, amor. Realmente no es tu culpa.
De repente, Erik despertó llorando. Liam se ajustó el pantalón mientras _____ alzaba al bebé y lo consolaba.
Liam vio que ella se levantaba la remera para amamantar a su bebé. Observó lleno de admiración la imagen, que tocó cada salvaje parte masculina de él. Estos eran su esposa y su hijo.
Se sentía primitivo cerca de ellos. Protector. Mataría a cualquiera que se atreviese a amenazarlos.
Se sentó en la cama y abrazó a _____ mientras ella alimentaba a su hijo.
—Esta mañana comenzamos a congelar mi leche de pecho –dijo ____ tranquilamente.
—¿Por qué?
—Para Erik. La Dra. Lakis dijo que sería probable que él necesite mi leche hasta los seis meses. Los Apolitas han desarrollado un modo de preservarla, ya que tantas de sus mujeres mueren antes de que sus hijos se hayan destetado.
—No lo hagas –susurró contra su sien, incapaz de soportar la idea de su muerte—. Yo… he estado pensando acerca de esto. Mucho.
—¿Y?
—Quiero que te conviertas en Daimon.
______ se reclinó para mirarlo, conmocionada.
—¿Liam? ¿Hablas en serio?
—Sí. Tiene sentido. De ese modo…
—No puedo hacer eso –dijo ella, interrumpiéndolo.
—Claro que puedes. Todo lo que tienes que hacer es…
—Matar a gente inocente. –Ella parecía horrorizada—. No puedo.
—Phoebe no mata a nadie.
—Pero ella se alimenta de alguien que sí lo hace, y ella tiene que chupar su sangre. Sin ánimos de ofender, ¡puaj! Sin mencionar el pequeño detalle de que ya no estoy equipada para chupar la sangre de nadie, y a la última persona que quiero morder es a Urian. Y ya que estamos con este tema, no olvidemos que tú y tus compañeros estarán detrás mío si alguna vez pongo un pie fuera de Elysia para cazar a alguien.
—No, no lo harán –dijo él, enfáticamente—. No se los permitiré. Puedo mantenerte a salvo, _____. Lo juro. Puedes quedarte en el sótano conmigo. Nadie tiene que saberlo.
Los rasgos de _____ se suavizaron. Puso su suave y cálida mano sobre la mejilla de Liam.
—Yo lo sabría, Liam. Erik lo sabría. Chris…
—Por favor, _____ –le rogó, pensando en la Dra. Lakis y cómo se veía. Cómo había envejecido. El sufrimiento en su rostro—. No quiero que mueras. Especialmente no como…
—Yo tampoco –dijo, interrumpiéndolo—. Puedes creerme.
—Entonces lucha por mí. Lucha por Erik.
Ella dio un respingo.
—Eso no es para nada justo. No deseo morir más de lo que tú deseas que muera, pero lo que me estás pidiendo es imposible. Va contra todo lo que has combatido y contra todo lo que crees. Me odiarías.
—Jamás podría odiarte.
Ella sacudió la cabeza, incrédula.
—Las cortes de divorcio están llenas de maridos que pensaban eso cuando se casaron con sus esposas. ¿Cómo te sentirías de aquí a un año, luego de que haya tomado varias vidas inocentes?
Liam no quería pensar en eso. Sólo quería pensar en ellos. Por una vez en la eternidad quería ser egoísta. Al diablo con el mundo. Durante mil doscientos años había defendido a los humanos.
Liam no quería pensar en eso. Sólo quería pensar en ellos. Por una vez en la eternidad quería ser egoísta. Al diablo con el mundo. Durante mil doscientos años había defendido a los humanos.
Capitulo 15 Parte 3
Tomando su teléfono celular, regresó al living y llamó a Joseph.
Para su sorpresa, Joe respondió al primer repique.
—¿Regresaste? –preguntó Liam.
—Aparentemente.
Él ignoró el habitual sarcasmo de Joe y fue directo al asunto.
—¿Tienes alguna idea de lo que ha sucedido mientras no estabas?
—Lo sé, Liam –dijo Joe en un tono compasivo—. Felicitaciones por tu matrimonio y por Erik.
Liam se atragantó ante la mención de su hijo. No se molestó en preguntarle a Joe cómo se había enterado de los dos eventos. Joe no le respondería, y todos sabían que el hombre era anormal.
—¿Hay algo…?
Liam ni siquiera podía resignarse a preguntar si tenían o no alguna esperanza de un futuro juntos.
—No estás preparado para la respuesta.
Su furia explotó.
—Maldito seas, Joe. ¿Qué quieres decir con que no estoy preparado?
—Escúchame, Liam –dijo en el tono paciente de un padre tratando con un hijo molesto—. Escucha con atención. A veces, para tener lo que más deseamos, debemos abandonar todo lo que creemos. Aún no estás listo para hacer eso.
Liam apretó con más fuerza el teléfono.
—Ni siquiera sé de lo que estás hablando. ¿Por qué nunca puedes responder a una simple pregunta?
—Hazme una pregunta sencilla y obtendrás una respuesta sencilla. Lo que me preguntas es extremadamente complicado. Has hecho lo que Artemisa quería que hicieras. Has salvado a su linaje y al de su hermano.
—¿Entonces por qué no pareces alegrarte por eso?
—No me gusta ver que usen o jueguen con nadie. Sé que ahora mismo estás sufriendo. Sé que estás furioso. Lo comprendo. Tienes todo el derecho a sentir cada emoción que está agitándose dentro tuyo. Pero esto no ha terminado. Cuando estés preparado, responderé a tu pregunta.
El bastardo le colgó.
Liam se quedó allí parado, sintiéndose aún más traicionado. Quería la sangre de Joe, pero más que nada quería la sangre de Artemisa y la de Apolo. Cómo se atrevían a joderlo así, como si no fuera nada.
La puerta de su dormitorio se abrió, para mostrarle a _______ allí parada, con la frente arrugada por la preocupación.
—Hola –dijo ella; se veía muy cansada.
—Deberías estar en la cama.
—También tú. Me preocupé cuando desperté y no estabas. ¿Todo está bien?
Por alguna razón, todo siempre estaba bien cuando ella estaba cerca. Era lo que hacía que fuese tan difícil estar con ella ahora.
Liam intentó imaginar cómo sería sostener su mano mientras ella envejecía frente a él.
Cómo sería cuando la viese desintegrarse como polvo…
El dolor lo atormentó tan violentamente que hizo todo lo que pudo para no demostrarlo. Para no gritar con toda su furia hasta hacer temblar los propios pasillos del Olimpo.
La deseaba entonces, deseaba tanto estar dentro de ella que apenas podía pensar.
Pero era demasiado pronto. Aún estaba dolorida por dar a luz a su hijo. Y sin importar cuánto deseara el consuelo físico de su cuerpo, jamás sería tan egoísta.
_______ no esperaba que Liam la levantara y la acorralara contra la pared detrás suyo. Sus labios cubrieron los de ella mientras la besaba como si nunca fuese a tener otra oportunidad de hacerlo.
Sin aliento, ella respiró el aroma de su antiguo guerrero. Permitió que la sensación de sus brazos sosteniéndola la llevaran lejos de la realidad de lo que era inevitable.
________ sabía que la necesitaba. Él no lo admitiría. También sabía eso. Liam era demasiado fuerte como para admitir alguna vez que tenía una debilidad. Como para decir que tenía miedo, pero, ¿cómo podía no estar asustado?
Ninguno de ellos sabía si su hijo era humano o Apolita. La prueba preliminar no había sido concluyente. Y pasarían tres meses más antes de que pudiesen analizar a Erik nuevamente, para ver qué ADN era dominante en él.
Cualquiera que fuese el resultado, Liam estaría solo para ocuparse de las necesidades de Erik.
La soltó.
______ tomó su mano y lo llevó de regreso al dormitorio. Lo hizo sentar sobre la cama, y luego lo forzó a recostarse.
—¿Qué estás haciendo? –le preguntó Liam.
Ella bajó el cierre de sus pantalones.
—Luego de todos estos siglos, pensé que serías capaz de reconocer a una mujer seduciéndote.
Él cayó sobre sus manos. _______ descendió la mano por el largo de su pene. Ya estaba duro y goteando. Ella trazó su punta, permitiendo que la humedad cubriera sus dedos.
Liam no podía respirar mientras la observaba. Acunó el rostro de ______ entre sus manos mientras ella se inclinaba para provocarlo con su dulce boca.
Con la respiración entrecortada, vio mientras ella lamía todo el camino hasta la punta mientras su mano acunaba suavemente sus testículos. Era tan agradable hacer el amor con alguien que lo conocía. Alguien que recordaba cómo le gustaba que lo tocaran y lo acariciaran.
Alguien que lo recordaba.
Durante siglos, sólo extrañas lo habían tocado. Con ninguna de ellas se había sentido así. Ninguna de ellas había entibiado ese frío lugar dentro de su corazón y lo había debilitado.
Sólo _____ hacía eso.
Ella sintió que el cuerpo de Liam se relajaba más con cada suave lamida y cada succión que le daba.
Llegó al orgasmo con un feroz gruñido.
Una vez que estuvo completamente vacío y saciado, se quedó recostado en la cama, jadeando, con los ojos cerrados mientras ella se sentaba a horcajadas encima de él y se recostaba sobre su pecho. Los brazos de Liam la encerraron mientras ella escuchaba su corazón latiendo fuertemente.
—Gracias –le dijo suavemente, acariciando su pelo.
—De nada. ¿Te sientes mejor?
—No.
—Bueno, lo intenté.
Él le rió en un tono agridulce.
—No eres tú, amor. Realmente no es tu culpa.
De repente, Erik despertó llorando. Liam se ajustó el pantalón mientras _____ alzaba al bebé y lo consolaba.
Liam vio que ella se levantaba la remera para amamantar a su bebé. Observó lleno de admiración la imagen, que tocó cada salvaje parte masculina de él. Estos eran su esposa y su hijo.
Se sentía primitivo cerca de ellos. Protector. Mataría a cualquiera que se atreviese a amenazarlos.
Se sentó en la cama y abrazó a _____ mientras ella alimentaba a su hijo.
—Esta mañana comenzamos a congelar mi leche de pecho –dijo ____ tranquilamente.
—¿Por qué?
—Para Erik. La Dra. Lakis dijo que sería probable que él necesite mi leche hasta los seis meses. Los Apolitas han desarrollado un modo de preservarla, ya que tantas de sus mujeres mueren antes de que sus hijos se hayan destetado.
—No lo hagas –susurró contra su sien, incapaz de soportar la idea de su muerte—. Yo… he estado pensando acerca de esto. Mucho.
—¿Y?
—Quiero que te conviertas en Daimon.
______ se reclinó para mirarlo, conmocionada.
—¿Liam? ¿Hablas en serio?
—Sí. Tiene sentido. De ese modo…
—No puedo hacer eso –dijo ella, interrumpiéndolo.
—Claro que puedes. Todo lo que tienes que hacer es…
—Matar a gente inocente. –Ella parecía horrorizada—. No puedo.
—Phoebe no mata a nadie.
—Pero ella se alimenta de alguien que sí lo hace, y ella tiene que chupar su sangre. Sin ánimos de ofender, ¡puaj! Sin mencionar el pequeño detalle de que ya no estoy equipada para chupar la sangre de nadie, y a la última persona que quiero morder es a Urian. Y ya que estamos con este tema, no olvidemos que tú y tus compañeros estarán detrás mío si alguna vez pongo un pie fuera de Elysia para cazar a alguien.
—No, no lo harán –dijo él, enfáticamente—. No se los permitiré. Puedo mantenerte a salvo, _____. Lo juro. Puedes quedarte en el sótano conmigo. Nadie tiene que saberlo.
Los rasgos de _____ se suavizaron. Puso su suave y cálida mano sobre la mejilla de Liam.
—Yo lo sabría, Liam. Erik lo sabría. Chris…
—Por favor, _____ –le rogó, pensando en la Dra. Lakis y cómo se veía. Cómo había envejecido. El sufrimiento en su rostro—. No quiero que mueras. Especialmente no como…
—Yo tampoco –dijo, interrumpiéndolo—. Puedes creerme.
—Entonces lucha por mí. Lucha por Erik.
Ella dio un respingo.
—Eso no es para nada justo. No deseo morir más de lo que tú deseas que muera, pero lo que me estás pidiendo es imposible. Va contra todo lo que has combatido y contra todo lo que crees. Me odiarías.
—Jamás podría odiarte.
Ella sacudió la cabeza, incrédula.
—Las cortes de divorcio están llenas de maridos que pensaban eso cuando se casaron con sus esposas. ¿Cómo te sentirías de aquí a un año, luego de que haya tomado varias vidas inocentes?
Liam no quería pensar en eso. Sólo quería pensar en ellos. Por una vez en la eternidad quería ser egoísta. Al diablo con el mundo. Durante mil doscientos años había defendido a los humanos.
Liam no quería pensar en eso. Sólo quería pensar en ellos. Por una vez en la eternidad quería ser egoísta. Al diablo con el mundo. Durante mil doscientos años había defendido a los humanos.
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 11/15
Capitulo 15 Parte 4
Todo lo que pedía era un año de felicidad. ¿Era tanto, luego de todo lo que había hecho por la humanidad?
—¿Al menos lo pensarías, por mí? –le pidió tranquilamente, aunque sabía que ella tenía razón.
“Ten cuidado con lo que deseas, porque podrías obtenerlo.” Las palabras de Talon lo perseguían.
—Está bien –susurró _______, pero aunque dijo esas palabras, sabía lo que debía hacer.
Ambos saltaron cuando el teléfono sonó.
Pensando que era Joe, ya que no registraba la identidad de quien llamaba ni el número, Liam lo extrajo de su cinto y atendió.
—Hola, Vikingo.
Su sangre se heló ante el sonido del grueso acento griego que recordaba demasiado bien.
—¿Stryker?
—Sí. Muy bien. Estoy orgulloso de ti.
—¿Cómo conseguiste mi número?
Si Urian los había traicionado, que dios lo ayudara, porque lIAM arrancaría su corazón de Daimon y se lo haría comer.
—Ah, esa es una interesante pregunta, ¿verdad? Te daré crédito. Me has llevado a una alegre persecución por toda la ciudad. Pero tengo mis fuentes. Afortunadamente, una de ellas vive justo aquí.
—¿Quién? –exigió lIAM.
Stryker se burló.
—La anticipación debe estar matándote, ¿no? ¿A quién tengo? ¿Qué quiero? ¿Mataré a esta persona que tengo conmigo? –Se detuvo para hacer un sonido de deleite—. Bueno, tendré piedad de ti. Creo que eres lo suficientemente inteligente como para saber lo que estoy buscando.
—No te daré a ______. No me importa a quién tengas.
—Oh, ya no quiero a ____, Vikingo. Usa la cabeza. De cualquier modo ella estará muerta en algunas semanas. Lo que quiero es a tu hijo, y lo quiero ahora.
—¡Vete al demonio!
El Daimon se burló de él nuevamente.
—¿Esa es tu respuesta final? ¿Ni siquiera deseas saber de quién es el alma que voy a devorar?
No cuando la comparaba a su hijo o a _____. Realmente no importaba. Nadie en el mundo era más importante para Liam. Pero tenía que saberlo.
—¿A quién tienes?
El teléfono quedó en silencio varios segundos, mientras Liam aguantaba la respiración. No podía tener a _____, ni a Erik, ni a Chris. ¿Quién quedaba?
La respuesta heló su sangre.
—¿Liam?
Era el padre de _______.
Capitulo 15 Parte 4
Todo lo que pedía era un año de felicidad. ¿Era tanto, luego de todo lo que había hecho por la humanidad?
—¿Al menos lo pensarías, por mí? –le pidió tranquilamente, aunque sabía que ella tenía razón.
“Ten cuidado con lo que deseas, porque podrías obtenerlo.” Las palabras de Talon lo perseguían.
—Está bien –susurró _______, pero aunque dijo esas palabras, sabía lo que debía hacer.
Ambos saltaron cuando el teléfono sonó.
Pensando que era Joe, ya que no registraba la identidad de quien llamaba ni el número, Liam lo extrajo de su cinto y atendió.
—Hola, Vikingo.
Su sangre se heló ante el sonido del grueso acento griego que recordaba demasiado bien.
—¿Stryker?
—Sí. Muy bien. Estoy orgulloso de ti.
—¿Cómo conseguiste mi número?
Si Urian los había traicionado, que dios lo ayudara, porque lIAM arrancaría su corazón de Daimon y se lo haría comer.
—Ah, esa es una interesante pregunta, ¿verdad? Te daré crédito. Me has llevado a una alegre persecución por toda la ciudad. Pero tengo mis fuentes. Afortunadamente, una de ellas vive justo aquí.
—¿Quién? –exigió lIAM.
Stryker se burló.
—La anticipación debe estar matándote, ¿no? ¿A quién tengo? ¿Qué quiero? ¿Mataré a esta persona que tengo conmigo? –Se detuvo para hacer un sonido de deleite—. Bueno, tendré piedad de ti. Creo que eres lo suficientemente inteligente como para saber lo que estoy buscando.
—No te daré a ______. No me importa a quién tengas.
—Oh, ya no quiero a ____, Vikingo. Usa la cabeza. De cualquier modo ella estará muerta en algunas semanas. Lo que quiero es a tu hijo, y lo quiero ahora.
—¡Vete al demonio!
El Daimon se burló de él nuevamente.
—¿Esa es tu respuesta final? ¿Ni siquiera deseas saber de quién es el alma que voy a devorar?
No cuando la comparaba a su hijo o a _____. Realmente no importaba. Nadie en el mundo era más importante para Liam. Pero tenía que saberlo.
—¿A quién tienes?
El teléfono quedó en silencio varios segundos, mientras Liam aguantaba la respiración. No podía tener a _____, ni a Erik, ni a Chris. ¿Quién quedaba?
La respuesta heló su sangre.
—¿Liam?
Era el padre de _______.
issadanger
Re: EL BESO DE LA NOCHE - LIAM Y ____
MARATON 12/15
Capitulo 16
Liam colgó, con los pensamientos revueltos. Miró a Cassandra, que había empalidecido.
—¿Qué dijo?
Una parte de él quería mentirle, pero no podía. Su relación estaba más allá de eso. Jamás le había ocultado nada. No iba a comenzar a hacerlo ahora. Ella tenía derecho a saber lo que estaba pasando.
—Stryker quiere cambiar a tu padre por Erik. Si nos negamos, tu padre muere.
Lo que no le dijo era que su padre probablemente moriría, de cualquier modo, dado lo que conocía de Stryker. Estaba casi garantizado.
Pero tal vez Urian podría mantener con vida a Jefferson Peters, ya que tenía un interés personal en la salud de ese hombre.
_____ se cubrió la boca con la mano. Sus ojos estaban abiertos de par en par, llenos de terror.
—¿Qué hacemos? No puedo permitir que mate a mi padre, y está malditamente claro que no puedo darle a mi bebé.
Liam se puso de pie y mantuvo su voz calma para no alarmar más a _____. Ella tenía que preocuparse por su salud y la de Erik. Él se ocuparía de lo demás.
—Sólo hay una cosa que sé hacer. Iré a matar a Stryker.
Ella se veía poco convencida.
—Hemos intentado eso, ¿recuerdas? No funcionó. Creo recordar que él y sus hombres hicieron muñequitos de papel contigo, los Were-Hunters, y Corbin.
—Lo sé, pero lo que tenemos los Vikingos es que sabemos cómo tomar ventaja de los ataques sorpresa, y desorientar a nuestros oponentes. Él no esperará que yo ataque.
—Claro que sí. No es estúpido y sabe con quién está tratando.
—¿Entonces qué quieres que haga? –le preguntó, frustrado—. ¿Quieres que le entregue a Erik y diga bon appétit?
—¡No!
—Entonces ofréceme otra solución.
______ intentó desesperadamente pensar en algo. Pero él tenía razón. No había otro modo.
Tal vez si pudieran contactar a Urian, pero ya hacía varios días que se había ido y nadie, ni siquiera Phoebe, había visto un pelo de él.
—¿Cuándo y dónde se supone que te encuentres con él? –le preguntó.
—Esta noche en el Inferno.
—Pensaremos en algo para entonces.
Eso esperaba Liam. La alternativa era completamente inaceptable para él.
—Iré a ayudar.
Tanto Liam como Kat miraron a Chris como si hubiese perdido la cabeza.
—¿Qué se supone que hagamos contigo, Chris? –Preguntó Liam—. ¿Arrojarte por encima de ellos?
Chris se erizó, ofendido.
—No soy un bebé, Liam. Resulta que sé cómo pelear. Demonios, he estado entrenando contigo durante años.
—Sí, pero nunca te golpeé en realidad.
Chris pareció aún más ofendido.
Kat le palmeó el brazo.
—No te preocupes, Chris. El día en que Sony PlayStation ataque al mundo y amenace con destruirlo, te llamaremos.
Chris hizo un sonido de irritación.
—¿Para qué me molesto?
Liam respiró hondo mientras ajustaba su espada.
—Tu trabajo es proteger a Cassandra y a Erik. Te necesito aquí, niño.
—Sí, sí. Siempre soy inútil.
Liam tomó a Chris por la nuca y lo acercó a sí.
—Tú nunca eres inútil para mí. No quiero volver a escucharte decir eso. ¿Me entiendes?
—Está bien. —Chris cedió mientras intentaba soltarse del fuerte agarre de Liiam—. Supongo que mis habilidades para hacer bebés no están completamente difuntas con el nuevo heredero, ¿eh?
Liam le revolvió el cabello, luego giró hacia Kat.
—¿Estás lista?
—Supongo. ¿Te das cuenta de que simplemente escaparán de mí?
—Bien. Mantenlos en movimiento. Si están ocupados preocupándose por no lastimarte, entonces no podrán concentrarse en cortarme en pedazos.
—Buen punto.
Mientras iba hacia la puerta, _____ lo detuvo. Lo atrajo contra sí y lo abrazó con fuerza.
—Vuelve a mí, Liam.
—Tengo toda la intención de hacerlo. Si dios y Odín quieren.
Ella lo besó y luego lo dejó ir.
Liam miró por última vez a su esposa y al bebé que dormía en el suelo, completamente inconsciente de lo que estaba sucediendo esta noche. Inconsciente de que si Stryker se salía con la suya, Erik moriría y el mundo también.
Cómo deseaba poder ser así de ignorante.
Pero no podía. Tenía un trabajo que hacer y demasiado que perder si fallaba.
En el fondo de su mente se repetía una idea… ¿cómo se había enterado Stryker acerca del padre de ______?
¿Podía haberlos traicionado Urian? ¿Lo habría hecho?
Una parte suya quería creer que era una coincidencia. La otra no podía evitar preguntarse si Urian habría cambiado de opinión sobre ayudar a Stryker después de todo. El hombre era su padre…
Liam y Kat abandonaron el apartamento y se encontraron con Phoebe en la entrada principal. Ella extrajo un collar y lo colocó alrededor del cuello de Liam.
—Esto permitirá que la puerta de Elysia se abra cuando regreses. No pude ponerme en contacto con Urian y eso me preocupa. Sólo ruego que no se hayan enterado de la ayuda que nos otorga.
—Él está bien, Phoebe –la tranquilizó Kat—. Créeme, es un gran actor. No tenía idea de que no era un completo idiota. Estoy segura de que su padre tampoco lo sabe. —Phoebe parecía irritada por sus palabras—. Era una broma, Phoebe –dijo Kat—. Alíviate.
Phoebe sacudió la cabeza.
—¿Cómo puedes estar tan impasible cuando sabes lo que está en juego?
—Porque a diferencia de ustedes, sé que sobreviviré a esta noche, de un modo u otro. A menos que la tierra sea destruida o que me corten en pedazos, no corro peligro. Sólo temo por ustedes.
—Entonces asegúrate de mantenerte cerca mío –dijo Liam, sólo bromeando a medias—. Necesito una armadura cubierta de teflón.
Kat lo empujó hacia la salida.
—Sí, sí. El gran defensor Vikingo escondiéndose detrás de mí. Creeré eso cuando lo vea.
Liam encabezó el camino fuera de la ciudad, hacia la superficie. La camioneta en la que habían llegado había sido llevada a una cueva cercana que albergaba varios vehículos, guardados en caso de que una de sus personas se convirtiera en Daimon y necesitase una conexión con el mundo humano.
Era enfermo, pero esta vez Liam estaba agradecido por su “preocupación” hacia los Daimons.
El deshielo de la primavera había comenzado, y el suelo no estaba tan congelado como antes.
Shanus le había entregado varias llaves para que escogiera el automóvil que pudiera sacarlos de allí más rápidamente. Liam eligió un Mountaineer azul marino.
Kat entró primero. Él miró hacia atrás, por el camino en que habían llegado mientras sus pensamientos regresaban a su familia.
—Todo estará bien, Liam.
[size="18"]—Sí –susurró él. [/size]
Sabía que así sería. Se iba a asegurar de eso, maldita sea.
Liam subió a la camioneta y condujo de regreso a la ciudad. La primera parada sería su casa. O lo que quedaba de ella. Quería estar totalmente armado para este conflicto.
Viajaron al menos durante una hora antes de llegar a su propiedad. Liam entró al camino que conducía a la casa y vaciló. Ya no había señales de batalla. Su garaje, sus ventanas, todo estaba intacto.
Incluso el portón de entrada estaba de pie.
—¿Stryker lo reparó? –le preguntó a Kat.
Ella se echó a reír.
—No es su estilo. Créeme. Jamás repara el daño que causa. No tengo idea de lo que sucedió aquí. ¿Quizás tu Consejo de Escuderos?
—No. Ellos ni siquiera estaban enterados de esto.
Liam abrió la traba del portón y luego se aproximó lentamente a la casa, esperando lo peor.
Mientras se acercaba a la puerta principal, se detuvo repentinamente.
Allí, en las sombras al lado de su casa, vio movimiento.
La bruma que provenía del lago era espesa, remolineante. Apagó las luces para que su visión no fuese dañada por ellas, y buscó la espada retráctil debajo de su asiento.
Había tres hombres muy altos, vestidos de negro, caminando hacia ellos lentamente, arrogantemente, como si tuviesen todo el tiempo del mundo. Estaban unidos en poder y fuerza, y su ansia de luchar brotaba de cada uno de sus poros.
Todos ellos eran rubios.
—Quédate aquí –le advirtió a Kat mientras se bajaba de la camioneta, preparado para la lucha.
La niebla se arremolinó alrededor de los tres hombres a medida que se aproximaban.
Probablemente de no más de un metro noventa y dos, uno de ellos vestía pantalones, un suéter y un sobretodo de lana. Una parte del abrigo estaba apartada para mostrar una antigua vaina y espada de diseño Griego. El del medio era cinco centímetros más alto. Él también vestía pantalones de lana y un suéter, junto con una larga chaqueta de cuero negra.
El tercero tenía el cabello corto, apenas más oscuro que el de los otros dos. Vestido completamente en cuero negro, tenía dos trenzas que caían desde su sien izquierda.
Y en ese instante, Liam lo recordó.
—¿Talon?
El motociclista sonrió ampliamente.
—Por el modo en que sostienes esa espada, me preguntaba si ibas a recordarme o no, Vikingo.
Liam rió mientras su viejo amigo se acercaba. No se habían visto por más de un siglo. Estrechó felizmente la mano del Celta.
Liam se volvió hacia el hombre el medio y también lo recordó, por el breve tiempo que había pasado en Nueva Orleáns más de cien años atrás, durante Mardi Gras.
Capitulo 16
Liam colgó, con los pensamientos revueltos. Miró a Cassandra, que había empalidecido.
—¿Qué dijo?
Una parte de él quería mentirle, pero no podía. Su relación estaba más allá de eso. Jamás le había ocultado nada. No iba a comenzar a hacerlo ahora. Ella tenía derecho a saber lo que estaba pasando.
—Stryker quiere cambiar a tu padre por Erik. Si nos negamos, tu padre muere.
Lo que no le dijo era que su padre probablemente moriría, de cualquier modo, dado lo que conocía de Stryker. Estaba casi garantizado.
Pero tal vez Urian podría mantener con vida a Jefferson Peters, ya que tenía un interés personal en la salud de ese hombre.
_____ se cubrió la boca con la mano. Sus ojos estaban abiertos de par en par, llenos de terror.
—¿Qué hacemos? No puedo permitir que mate a mi padre, y está malditamente claro que no puedo darle a mi bebé.
Liam se puso de pie y mantuvo su voz calma para no alarmar más a _____. Ella tenía que preocuparse por su salud y la de Erik. Él se ocuparía de lo demás.
—Sólo hay una cosa que sé hacer. Iré a matar a Stryker.
Ella se veía poco convencida.
—Hemos intentado eso, ¿recuerdas? No funcionó. Creo recordar que él y sus hombres hicieron muñequitos de papel contigo, los Were-Hunters, y Corbin.
—Lo sé, pero lo que tenemos los Vikingos es que sabemos cómo tomar ventaja de los ataques sorpresa, y desorientar a nuestros oponentes. Él no esperará que yo ataque.
—Claro que sí. No es estúpido y sabe con quién está tratando.
—¿Entonces qué quieres que haga? –le preguntó, frustrado—. ¿Quieres que le entregue a Erik y diga bon appétit?
—¡No!
—Entonces ofréceme otra solución.
______ intentó desesperadamente pensar en algo. Pero él tenía razón. No había otro modo.
Tal vez si pudieran contactar a Urian, pero ya hacía varios días que se había ido y nadie, ni siquiera Phoebe, había visto un pelo de él.
—¿Cuándo y dónde se supone que te encuentres con él? –le preguntó.
—Esta noche en el Inferno.
—Pensaremos en algo para entonces.
Eso esperaba Liam. La alternativa era completamente inaceptable para él.
—Iré a ayudar.
Tanto Liam como Kat miraron a Chris como si hubiese perdido la cabeza.
—¿Qué se supone que hagamos contigo, Chris? –Preguntó Liam—. ¿Arrojarte por encima de ellos?
Chris se erizó, ofendido.
—No soy un bebé, Liam. Resulta que sé cómo pelear. Demonios, he estado entrenando contigo durante años.
—Sí, pero nunca te golpeé en realidad.
Chris pareció aún más ofendido.
Kat le palmeó el brazo.
—No te preocupes, Chris. El día en que Sony PlayStation ataque al mundo y amenace con destruirlo, te llamaremos.
Chris hizo un sonido de irritación.
—¿Para qué me molesto?
Liam respiró hondo mientras ajustaba su espada.
—Tu trabajo es proteger a Cassandra y a Erik. Te necesito aquí, niño.
—Sí, sí. Siempre soy inútil.
Liam tomó a Chris por la nuca y lo acercó a sí.
—Tú nunca eres inútil para mí. No quiero volver a escucharte decir eso. ¿Me entiendes?
—Está bien. —Chris cedió mientras intentaba soltarse del fuerte agarre de Liiam—. Supongo que mis habilidades para hacer bebés no están completamente difuntas con el nuevo heredero, ¿eh?
Liam le revolvió el cabello, luego giró hacia Kat.
—¿Estás lista?
—Supongo. ¿Te das cuenta de que simplemente escaparán de mí?
—Bien. Mantenlos en movimiento. Si están ocupados preocupándose por no lastimarte, entonces no podrán concentrarse en cortarme en pedazos.
—Buen punto.
Mientras iba hacia la puerta, _____ lo detuvo. Lo atrajo contra sí y lo abrazó con fuerza.
—Vuelve a mí, Liam.
—Tengo toda la intención de hacerlo. Si dios y Odín quieren.
Ella lo besó y luego lo dejó ir.
Liam miró por última vez a su esposa y al bebé que dormía en el suelo, completamente inconsciente de lo que estaba sucediendo esta noche. Inconsciente de que si Stryker se salía con la suya, Erik moriría y el mundo también.
Cómo deseaba poder ser así de ignorante.
Pero no podía. Tenía un trabajo que hacer y demasiado que perder si fallaba.
En el fondo de su mente se repetía una idea… ¿cómo se había enterado Stryker acerca del padre de ______?
¿Podía haberlos traicionado Urian? ¿Lo habría hecho?
Una parte suya quería creer que era una coincidencia. La otra no podía evitar preguntarse si Urian habría cambiado de opinión sobre ayudar a Stryker después de todo. El hombre era su padre…
Liam y Kat abandonaron el apartamento y se encontraron con Phoebe en la entrada principal. Ella extrajo un collar y lo colocó alrededor del cuello de Liam.
—Esto permitirá que la puerta de Elysia se abra cuando regreses. No pude ponerme en contacto con Urian y eso me preocupa. Sólo ruego que no se hayan enterado de la ayuda que nos otorga.
—Él está bien, Phoebe –la tranquilizó Kat—. Créeme, es un gran actor. No tenía idea de que no era un completo idiota. Estoy segura de que su padre tampoco lo sabe. —Phoebe parecía irritada por sus palabras—. Era una broma, Phoebe –dijo Kat—. Alíviate.
Phoebe sacudió la cabeza.
—¿Cómo puedes estar tan impasible cuando sabes lo que está en juego?
—Porque a diferencia de ustedes, sé que sobreviviré a esta noche, de un modo u otro. A menos que la tierra sea destruida o que me corten en pedazos, no corro peligro. Sólo temo por ustedes.
—Entonces asegúrate de mantenerte cerca mío –dijo Liam, sólo bromeando a medias—. Necesito una armadura cubierta de teflón.
Kat lo empujó hacia la salida.
—Sí, sí. El gran defensor Vikingo escondiéndose detrás de mí. Creeré eso cuando lo vea.
Liam encabezó el camino fuera de la ciudad, hacia la superficie. La camioneta en la que habían llegado había sido llevada a una cueva cercana que albergaba varios vehículos, guardados en caso de que una de sus personas se convirtiera en Daimon y necesitase una conexión con el mundo humano.
Era enfermo, pero esta vez Liam estaba agradecido por su “preocupación” hacia los Daimons.
El deshielo de la primavera había comenzado, y el suelo no estaba tan congelado como antes.
Shanus le había entregado varias llaves para que escogiera el automóvil que pudiera sacarlos de allí más rápidamente. Liam eligió un Mountaineer azul marino.
Kat entró primero. Él miró hacia atrás, por el camino en que habían llegado mientras sus pensamientos regresaban a su familia.
—Todo estará bien, Liam.
[size="18"]—Sí –susurró él. [/size]
Sabía que así sería. Se iba a asegurar de eso, maldita sea.
Liam subió a la camioneta y condujo de regreso a la ciudad. La primera parada sería su casa. O lo que quedaba de ella. Quería estar totalmente armado para este conflicto.
Viajaron al menos durante una hora antes de llegar a su propiedad. Liam entró al camino que conducía a la casa y vaciló. Ya no había señales de batalla. Su garaje, sus ventanas, todo estaba intacto.
Incluso el portón de entrada estaba de pie.
—¿Stryker lo reparó? –le preguntó a Kat.
Ella se echó a reír.
—No es su estilo. Créeme. Jamás repara el daño que causa. No tengo idea de lo que sucedió aquí. ¿Quizás tu Consejo de Escuderos?
—No. Ellos ni siquiera estaban enterados de esto.
Liam abrió la traba del portón y luego se aproximó lentamente a la casa, esperando lo peor.
Mientras se acercaba a la puerta principal, se detuvo repentinamente.
Allí, en las sombras al lado de su casa, vio movimiento.
La bruma que provenía del lago era espesa, remolineante. Apagó las luces para que su visión no fuese dañada por ellas, y buscó la espada retráctil debajo de su asiento.
Había tres hombres muy altos, vestidos de negro, caminando hacia ellos lentamente, arrogantemente, como si tuviesen todo el tiempo del mundo. Estaban unidos en poder y fuerza, y su ansia de luchar brotaba de cada uno de sus poros.
Todos ellos eran rubios.
—Quédate aquí –le advirtió a Kat mientras se bajaba de la camioneta, preparado para la lucha.
La niebla se arremolinó alrededor de los tres hombres a medida que se aproximaban.
Probablemente de no más de un metro noventa y dos, uno de ellos vestía pantalones, un suéter y un sobretodo de lana. Una parte del abrigo estaba apartada para mostrar una antigua vaina y espada de diseño Griego. El del medio era cinco centímetros más alto. Él también vestía pantalones de lana y un suéter, junto con una larga chaqueta de cuero negra.
El tercero tenía el cabello corto, apenas más oscuro que el de los otros dos. Vestido completamente en cuero negro, tenía dos trenzas que caían desde su sien izquierda.
Y en ese instante, Liam lo recordó.
—¿Talon?
El motociclista sonrió ampliamente.
—Por el modo en que sostienes esa espada, me preguntaba si ibas a recordarme o no, Vikingo.
Liam rió mientras su viejo amigo se acercaba. No se habían visto por más de un siglo. Estrechó felizmente la mano del Celta.
Liam se volvió hacia el hombre el medio y también lo recordó, por el breve tiempo que había pasado en Nueva Orleáns más de cien años atrás, durante Mardi Gras.
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