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50 Sombras de Malik [Zarry] [Erótica]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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50 Sombras de Malik [Zarry] [Erótica]
Nombre: "50 sombras de Malik"
Adaptación: Si. Es de otro fanfic (boyxgirl). (ES UNA ADAPTACIÓN DE UNA NOVELA COMPLETAMENTE DISTINTA)
Genero: Drama. Romance. Hot.
Advertencias: Erotismo. Lenguaje Sexual. Relaciones Homosexuales. Escenas de sexo muy eróticas.
(NO ME HAGO CARGO DE SI CHICAS MENORES DE 14 AÑOS LEEN ESTO, Y SE TRAUMAN, ES SU PROBLEMA)
Otras Paginas: Si. Wattpad.
__________________________________________________________________________________
Holaaa, bueno si, como verán "50 sombras de Malik" ha vuelto, la había eliminado anteriormente, porque tenia pocas lectoras. Espero que les guste esta fanfic, que no es mía, solo lo adapte a chico x chico, ya que era chica x chico :D no se si entenderán, bueno no importa. Comenten si les gusta la idea e historia :D
__________________________________________________________________________________
Prologo:
Cuando el estudiante de Literatura Harry Styles recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Zayn Malik, queda impresionado al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante.
El inexperto e inocente Harry intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea.
Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, Harry se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Malik, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos.
Adaptación: Si. Es de otro fanfic (boyxgirl). (ES UNA ADAPTACIÓN DE UNA NOVELA COMPLETAMENTE DISTINTA)
Genero: Drama. Romance. Hot.
Advertencias: Erotismo. Lenguaje Sexual. Relaciones Homosexuales. Escenas de sexo muy eróticas.
(NO ME HAGO CARGO DE SI CHICAS MENORES DE 14 AÑOS LEEN ESTO, Y SE TRAUMAN, ES SU PROBLEMA)
Otras Paginas: Si. Wattpad.
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Holaaa, bueno si, como verán "50 sombras de Malik" ha vuelto, la había eliminado anteriormente, porque tenia pocas lectoras. Espero que les guste esta fanfic, que no es mía, solo lo adapte a chico x chico, ya que era chica x chico :D no se si entenderán, bueno no importa. Comenten si les gusta la idea e historia :D
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Prologo:
Cuando el estudiante de Literatura Harry Styles recibe el encargo de entrevistar al exitoso y joven empresario Zayn Malik, queda impresionado al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y también muy intimidante.
El inexperto e inocente Harry intenta olvidarle, pero pronto comprende cuánto le desea.
Cuando la pareja por fin inicia una apasionada relación, Harry se sorprende por las peculiares prácticas eróticas de Malik, al tiempo que descubre los límites de sus propios y más oscuros deseos.
Última edición por Zayn Malik Is Hot el Vie 14 Mar 2014, 12:16 pm, editado 6 veces
Zayn Malik Is Hot
Capitulo 1.
Capítulo 1
Frunzo el ceño con frustración hacia mí mismo frente al espejo. Maldito sea mi cabello, sencillamente no se comporta y maldita sea Louis Tomlinson por estar enfermo y someterme a esta terrible experiencia. Debería estar estudiando para mis exámenes finales, que son la próxima semana, sin embargo, aquí estoy, intentando cepillar mi cabello para que luzca controlado. No debo dormir con el cabello mojado. No debo dormir con el cabello mojado. Recitando este mantra varias veces, intento, una vez más, tenerlo bajo control con mis manos. Pongo los ojos en blanco con exasperación, y miro al pálido chico con cabello castaño y ojos azules demasiado grandes para su rostro devolviéndome la mirada, y me rindo.
Louis es mi compañero de habitación y ha elegido el día de hoy, de todos los días posibles, para sucumbir a la gripe. Por lo tanto, no puede asistir a la entrevista que había quedado de hacer, con algún magnate mega-industrial del que jamás he oído hablar, para el periódico escolar. Así que me he ofrecido voluntario. Tengo exámenes finales con los que quemarme las pestañas, un ensayo que terminar, y se supone que vaya a trabajar esta tarde, pero no, hoy tengo que conducir doscientos sesenta y cinco kilómetros hacia el centro de Seattle para reunirme con el enigmático Gerente General de Malik Enterprises Holdings Inc. Como un excepcional empresario, y muy importante benefactor de nuestra universidad, su tiempo es extraordinariamente precioso —mucho más precioso que el mío— pero le ha concedido una entrevista a Louis. Una verdadera oportunidad, me dice él. Malditas sean sus actividades extracurriculares.
Louis está acurrucado en el sofá, en la sala.
— Hazza, lo lamento. Me tomó nueve meses conseguir esta entrevista. Tomará otros seis meses volver a programarla, y ambos nos habremos graduado para entonces. Como editor, no puedo dejar pasar esta oportunidad. Por favor —me ruega Louis con su áspera y adolorida voz. ¿Cómo lo hace? Incluso enfermo, se ve pícaro y hermoso, con el cabello castaño claro en su lugar y los ojos verdes brillantes, aunque ahora estén rojos y llorosos. Ignoro mi punzada de simpatía inoportuna.
—Por supuesto que iré, Louis. Deberías regresar a la cama. ¿Quieres algo de Nyquil o Tylenol?
—Nyquil, por favor. Aquí están las preguntas y mi mini grabadora. Sólo presiona “Grabar” aquí. Haz notas, lo transcribiré todo.
—No sé nada de él —murmuro, intentando y fallando en suprimir mi creciente pánico.
—Las preguntas te ayudarán. Ve. Es un largo camino. No quiero que llegues tarde.
—De acuerdo, me voy. Regresa a la cama. Te hice algo de sopa para que calientes más tarde. —Lo miro fijamente, con cariño. Sólo por ti, Louis, haría esto.
—Lo haré. Buena suerte. Y gracias, Hazza… como de costumbre, eres mi salvavidas.
Recogiendo mi bolso, le sonrío irónicamente, luego salgo directo al auto. No puedo creer que haya dejado a Louis convencerme de esto. Pero entonces Louis puede convencer a cualquiera de cualquier cosa. Será un periodista excepcional. Es elocuente, fuerte, persuasivo, argumentativo, hermoso… y es mi amigo más,
Los caminos están despejados cuando salgo de Vancouver, Washington, hacia Portland y la interestatal 5. Es temprano, y no tengo que estar en Seattle hasta las dos de la tarde. Afortunadamente, Louis me ha prestado su Mercedes CLK deportivo. No estoy seguro de que Wanda, mi Viejo VW Beetle, conseguiría hacer el trayecto a tiempo. Oh, conducir el Mercedes es divertido, y los kilómetros se desvanecen cuando piso el acelerador al máximo.
Mi destino son las oficinas centrales de la empresa internacional del Sr. Malik. Es un enorme edificio de veinte pisos, con cristales curvados y acero, una fantasía arquitectónica utilitaria, con las palabras “Malik House” escritas discretamente en acero sobre las puertas delanteras de vidrio. Faltan quince minutos para las dos cuando llego, enormemente aliviado de no llegar tarde mientras camino hacia el enorme —y francamente intimidante— vestíbulo de cristal, acero y arenisca blanca.
Detrás del sólido escritorio de arenisca, una muy atractiva y bien arreglada rubia me sonríe amablemente. Está usando la chaqueta grisácea y camisa blanca más nítidas que alguna vez he visto.
—Estoy aquí para ver al Sr. Malik. Soy Harry Styes representando a Louis Tomlinson.
—Discúlpeme por un momento, Srto. Styles —Ella enarca una ceja ligeramente mientras espero tímidamente en frente suyo.
Estoy empezando a desear haber pedido prestado uno de los blazer formales de Louis en lugar de usar mi chaqueta azul marino. He hecho un esfuerzo y me he puesto mi único pantalón, mis cómodas zapatos marrones y un suéter azul. Para mí, esto es inteligente. Pongo una de las hebras de mi cabello tras mi oreja mientras pretendo que ella no me intimida.
—Se espera al Srto. Tomlinson. Firme aquí por favor, Srto. Styles. Use el último ascensor a la derecha, presione el piso número veinte. —Me sonríe amablemente, divertida sin duda, mientras firmo.
Me entrega un pase de seguridad que tiene la palabra “VISITANTE” estampada muy firmemente en el frente. No puedo evitar esbozar una sonrisilla. Sin duda es obvio que sólo estoy de visita. No encajo aquí, en absoluto, suspiro para mis adentros. Agradeciéndole, camino hacia la zona de ascensores más allá de los dos hombres de seguridad que están mucho más inteligentemente vestidos que yo con sus trajes negros bien confeccionados.
El ascensor me sacude con una velocidad al límite hacia el piso número veinte. Las puertas se abren y estoy en otro gran vestíbulo, de nuevo, de cristal, acero y arenisca blanca. Me veo frente a otro escritorio de arenisca y otra joven rubia vestida impecablemente de blanco y negro, se levanta para saludarme.
—Señorito Styles, ¿podría esperar aquí, por favor? —Señala a una zona de espera con sillas de cuero blanco.
Detrás de las sillas de cuero hay una espaciosa sala de reuniones con paredes de vidrio y una mesa de madera oscura igualmente espaciosa, rodeada con al menos veinte sillas a juego. Más allá de ellas, hay una ventana que va desde el piso hasta el techo con una vista del cielo de Seattle que deja ver toda la ciudad hacia el Sound4. Es una vista sorprendente y estoy momentáneamente paralizado por ella. Wow.
Me siento, rebusco las preguntas en mi bolso y las reviso, maldiciendo para mis adentros a Louis por no darme una corta biografía. No sé nada de este hombre al que estoy a punto de entrevistar. Él podría tener noventa o treinta años. La incertidumbre es mortificante y mis nervios vuelven a la superficie, poniéndome inquieto. Nunca he estado cómodo con las entrevistas cara a cara, prefiero el anonimato de una discusión grupal en la que me puedo sentar inadvertidamente en la parte trasera de la habitación.
Para ser honesto, prefiero mi propia compañía, leyendo una clásica novela británica, acurrucado en una silla en la biblioteca del campus. No sentado y retorciéndome nerviosamente en un colosal edificio de cristal y piedra.
Pongo los ojos en blanco para mí misma. Cálmate, Styles. Juzgando por el edificio, que es demasiado frío y moderno, presumo que Malik está en sus cuarenta: delgado, bronceado y rubio para encajar con el resto del personal.
Otra elegante rubia impecablemente vestida sale de una gran puerta a la derecha. Respirando hondo, me pongo de pie.
— ¿Señorito Styles? —pregunta la última rubia.
—Sí
—El Sr. Malik lo verá en un momento. ¿Puedo tomar su chaqueta?
—Oh, por favor. —Lucho para quitarme la chaqueta.
— ¿Le han ofrecido algún refresco?
—Ulm… no. —Oh, Dios, ¿la Rubia Número Uno está en problemas?
La Rubia Número Dos frunce el ceño y le da una mirada a la joven mujer detrás del escritorio.
— ¿Le gustaría té, café, agua? —pregunta, volviendo su atención nuevamente a mí.
—Un vaso de agua. Gracias —murmuro.
—Olivia, por favor tráele a la Srto. Styles un vaso de agua. —Su voz es severa.
Olivia se levanta inmediatamente y se escabulle tras una puerta al otro lado del vestíbulo.
—Mis disculpas, Srto. Styles, Olivia es nuestra nueva interna. Por favor, siéntese. El Sr. Malik la verá en cinco minutos.
Olivia regresa con un vaso de agua helada.
—Aquí tiene, Srto. Styles.
—Gracias.
La Rubia Número Dos camina hacia el gran escritorio, sus tacones haciendo eco en el piso de arenisca. Se sienta y ambas continúan con su trabajo.
Tal vez el Sr. Malik insiste en que todas sus empleadas sean rubias. Me estoy preguntando ociosamente si eso es legal, cuando la puerta de la oficina se abre y un hombre afroamericano alto, atractivo, elegantemente vestido y con cortas rastas sale. Definitivamente me he puesto la ropa equivocada.
Él se da la vuelta y dice a través de la puerta:
—Golf, esta semana, Malik.
No escucho la respuesta. Él se da la vuelta, me ve, y sonríe, sus oscuros ojos arrugándose en las esquinas. Olivia ha saltado de su silla y llamado el ascensor. Parece lucirse al saltar de su asiento. ¡Está más nerviosa que yo!
—Buenas tardes, señoritas —dice él mientras sale por la puerta deslizante.
—El Sr. Malik la verá ahora.
—Srto. Styles. Puede pasar —dice la Rubia Número Dos. Me pongo de pie temblorosamente, intentando suprimir mis nervios. Recogiendo mi bolso, abandono mi vaso de agua y me abro paso hacia la puerta parcialmente abierta.
—No necesita tocar, sólo entre. —Ella sonríe amablemente.
Frunzo el ceño con frustración hacia mí mismo frente al espejo. Maldito sea mi cabello, sencillamente no se comporta y maldita sea Louis Tomlinson por estar enfermo y someterme a esta terrible experiencia. Debería estar estudiando para mis exámenes finales, que son la próxima semana, sin embargo, aquí estoy, intentando cepillar mi cabello para que luzca controlado. No debo dormir con el cabello mojado. No debo dormir con el cabello mojado. Recitando este mantra varias veces, intento, una vez más, tenerlo bajo control con mis manos. Pongo los ojos en blanco con exasperación, y miro al pálido chico con cabello castaño y ojos azules demasiado grandes para su rostro devolviéndome la mirada, y me rindo.
Louis es mi compañero de habitación y ha elegido el día de hoy, de todos los días posibles, para sucumbir a la gripe. Por lo tanto, no puede asistir a la entrevista que había quedado de hacer, con algún magnate mega-industrial del que jamás he oído hablar, para el periódico escolar. Así que me he ofrecido voluntario. Tengo exámenes finales con los que quemarme las pestañas, un ensayo que terminar, y se supone que vaya a trabajar esta tarde, pero no, hoy tengo que conducir doscientos sesenta y cinco kilómetros hacia el centro de Seattle para reunirme con el enigmático Gerente General de Malik Enterprises Holdings Inc. Como un excepcional empresario, y muy importante benefactor de nuestra universidad, su tiempo es extraordinariamente precioso —mucho más precioso que el mío— pero le ha concedido una entrevista a Louis. Una verdadera oportunidad, me dice él. Malditas sean sus actividades extracurriculares.
Louis está acurrucado en el sofá, en la sala.
— Hazza, lo lamento. Me tomó nueve meses conseguir esta entrevista. Tomará otros seis meses volver a programarla, y ambos nos habremos graduado para entonces. Como editor, no puedo dejar pasar esta oportunidad. Por favor —me ruega Louis con su áspera y adolorida voz. ¿Cómo lo hace? Incluso enfermo, se ve pícaro y hermoso, con el cabello castaño claro en su lugar y los ojos verdes brillantes, aunque ahora estén rojos y llorosos. Ignoro mi punzada de simpatía inoportuna.
—Por supuesto que iré, Louis. Deberías regresar a la cama. ¿Quieres algo de Nyquil o Tylenol?
—Nyquil, por favor. Aquí están las preguntas y mi mini grabadora. Sólo presiona “Grabar” aquí. Haz notas, lo transcribiré todo.
—No sé nada de él —murmuro, intentando y fallando en suprimir mi creciente pánico.
—Las preguntas te ayudarán. Ve. Es un largo camino. No quiero que llegues tarde.
—De acuerdo, me voy. Regresa a la cama. Te hice algo de sopa para que calientes más tarde. —Lo miro fijamente, con cariño. Sólo por ti, Louis, haría esto.
—Lo haré. Buena suerte. Y gracias, Hazza… como de costumbre, eres mi salvavidas.
Recogiendo mi bolso, le sonrío irónicamente, luego salgo directo al auto. No puedo creer que haya dejado a Louis convencerme de esto. Pero entonces Louis puede convencer a cualquiera de cualquier cosa. Será un periodista excepcional. Es elocuente, fuerte, persuasivo, argumentativo, hermoso… y es mi amigo más,
Los caminos están despejados cuando salgo de Vancouver, Washington, hacia Portland y la interestatal 5. Es temprano, y no tengo que estar en Seattle hasta las dos de la tarde. Afortunadamente, Louis me ha prestado su Mercedes CLK deportivo. No estoy seguro de que Wanda, mi Viejo VW Beetle, conseguiría hacer el trayecto a tiempo. Oh, conducir el Mercedes es divertido, y los kilómetros se desvanecen cuando piso el acelerador al máximo.
Mi destino son las oficinas centrales de la empresa internacional del Sr. Malik. Es un enorme edificio de veinte pisos, con cristales curvados y acero, una fantasía arquitectónica utilitaria, con las palabras “Malik House” escritas discretamente en acero sobre las puertas delanteras de vidrio. Faltan quince minutos para las dos cuando llego, enormemente aliviado de no llegar tarde mientras camino hacia el enorme —y francamente intimidante— vestíbulo de cristal, acero y arenisca blanca.
Detrás del sólido escritorio de arenisca, una muy atractiva y bien arreglada rubia me sonríe amablemente. Está usando la chaqueta grisácea y camisa blanca más nítidas que alguna vez he visto.
—Estoy aquí para ver al Sr. Malik. Soy Harry Styes representando a Louis Tomlinson.
—Discúlpeme por un momento, Srto. Styles —Ella enarca una ceja ligeramente mientras espero tímidamente en frente suyo.
Estoy empezando a desear haber pedido prestado uno de los blazer formales de Louis en lugar de usar mi chaqueta azul marino. He hecho un esfuerzo y me he puesto mi único pantalón, mis cómodas zapatos marrones y un suéter azul. Para mí, esto es inteligente. Pongo una de las hebras de mi cabello tras mi oreja mientras pretendo que ella no me intimida.
—Se espera al Srto. Tomlinson. Firme aquí por favor, Srto. Styles. Use el último ascensor a la derecha, presione el piso número veinte. —Me sonríe amablemente, divertida sin duda, mientras firmo.
Me entrega un pase de seguridad que tiene la palabra “VISITANTE” estampada muy firmemente en el frente. No puedo evitar esbozar una sonrisilla. Sin duda es obvio que sólo estoy de visita. No encajo aquí, en absoluto, suspiro para mis adentros. Agradeciéndole, camino hacia la zona de ascensores más allá de los dos hombres de seguridad que están mucho más inteligentemente vestidos que yo con sus trajes negros bien confeccionados.
El ascensor me sacude con una velocidad al límite hacia el piso número veinte. Las puertas se abren y estoy en otro gran vestíbulo, de nuevo, de cristal, acero y arenisca blanca. Me veo frente a otro escritorio de arenisca y otra joven rubia vestida impecablemente de blanco y negro, se levanta para saludarme.
—Señorito Styles, ¿podría esperar aquí, por favor? —Señala a una zona de espera con sillas de cuero blanco.
Detrás de las sillas de cuero hay una espaciosa sala de reuniones con paredes de vidrio y una mesa de madera oscura igualmente espaciosa, rodeada con al menos veinte sillas a juego. Más allá de ellas, hay una ventana que va desde el piso hasta el techo con una vista del cielo de Seattle que deja ver toda la ciudad hacia el Sound4. Es una vista sorprendente y estoy momentáneamente paralizado por ella. Wow.
Me siento, rebusco las preguntas en mi bolso y las reviso, maldiciendo para mis adentros a Louis por no darme una corta biografía. No sé nada de este hombre al que estoy a punto de entrevistar. Él podría tener noventa o treinta años. La incertidumbre es mortificante y mis nervios vuelven a la superficie, poniéndome inquieto. Nunca he estado cómodo con las entrevistas cara a cara, prefiero el anonimato de una discusión grupal en la que me puedo sentar inadvertidamente en la parte trasera de la habitación.
Para ser honesto, prefiero mi propia compañía, leyendo una clásica novela británica, acurrucado en una silla en la biblioteca del campus. No sentado y retorciéndome nerviosamente en un colosal edificio de cristal y piedra.
Pongo los ojos en blanco para mí misma. Cálmate, Styles. Juzgando por el edificio, que es demasiado frío y moderno, presumo que Malik está en sus cuarenta: delgado, bronceado y rubio para encajar con el resto del personal.
Otra elegante rubia impecablemente vestida sale de una gran puerta a la derecha. Respirando hondo, me pongo de pie.
— ¿Señorito Styles? —pregunta la última rubia.
—Sí
—El Sr. Malik lo verá en un momento. ¿Puedo tomar su chaqueta?
—Oh, por favor. —Lucho para quitarme la chaqueta.
— ¿Le han ofrecido algún refresco?
—Ulm… no. —Oh, Dios, ¿la Rubia Número Uno está en problemas?
La Rubia Número Dos frunce el ceño y le da una mirada a la joven mujer detrás del escritorio.
— ¿Le gustaría té, café, agua? —pregunta, volviendo su atención nuevamente a mí.
—Un vaso de agua. Gracias —murmuro.
—Olivia, por favor tráele a la Srto. Styles un vaso de agua. —Su voz es severa.
Olivia se levanta inmediatamente y se escabulle tras una puerta al otro lado del vestíbulo.
—Mis disculpas, Srto. Styles, Olivia es nuestra nueva interna. Por favor, siéntese. El Sr. Malik la verá en cinco minutos.
Olivia regresa con un vaso de agua helada.
—Aquí tiene, Srto. Styles.
—Gracias.
La Rubia Número Dos camina hacia el gran escritorio, sus tacones haciendo eco en el piso de arenisca. Se sienta y ambas continúan con su trabajo.
Tal vez el Sr. Malik insiste en que todas sus empleadas sean rubias. Me estoy preguntando ociosamente si eso es legal, cuando la puerta de la oficina se abre y un hombre afroamericano alto, atractivo, elegantemente vestido y con cortas rastas sale. Definitivamente me he puesto la ropa equivocada.
Él se da la vuelta y dice a través de la puerta:
—Golf, esta semana, Malik.
No escucho la respuesta. Él se da la vuelta, me ve, y sonríe, sus oscuros ojos arrugándose en las esquinas. Olivia ha saltado de su silla y llamado el ascensor. Parece lucirse al saltar de su asiento. ¡Está más nerviosa que yo!
—Buenas tardes, señoritas —dice él mientras sale por la puerta deslizante.
—El Sr. Malik la verá ahora.
—Srto. Styles. Puede pasar —dice la Rubia Número Dos. Me pongo de pie temblorosamente, intentando suprimir mis nervios. Recogiendo mi bolso, abandono mi vaso de agua y me abro paso hacia la puerta parcialmente abierta.
—No necesita tocar, sólo entre. —Ella sonríe amablemente.
Última edición por Zayn Malik Is Hot el Vie 14 Mar 2014, 12:17 pm, editado 2 veces
Zayn Malik Is Hot
Re: 50 Sombras de Malik [Zarry] [Erótica]
HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, ah que le pasaba. Hola, yo leía tu fic, creo que la llegué a comentar y eso. En estos días la estaba buscando y no la encontré y me puse re mal t-t Relájate mujer, yo ya te sigo y te voy a comentar siempre que pueda porque me encanta esto, soy re pervertida, si $: También tengo una novela, se llama "He was my first love" y es Zarryyyyyyyyyyy, pásate cuando gustes, yo ya te sigo y van a venir muchas más, créeme $_$ Cuídate! :bye: :bye: :bye: :bye:
Pinkidinkidipsilalapo
Re: 50 Sombras de Malik [Zarry] [Erótica]
Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa :333 oh sisi te recuerdo, si había leído tu comentario, realmente lo siento por borrarla :c es que no tenia muchas lectoras, y creo que tampoco las tendra. Me alegra mucho leer que la seguiras siempre xD JAJAJAAJAJ oh las mentes de estas chicas xD Oh really? ahh ok me paso en cuanto pueda :D A ti también, adiós :bye: :aah:Pinkidinkidipsilalapo escribió:HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, ah que le pasaba. Hola, yo leía tu fic, creo que la llegué a comentar y eso. En estos días la estaba buscando y no la encontré y me puse re mal t-t Relájate mujer, yo ya te sigo y te voy a comentar siempre que pueda porque me encanta esto, soy re pervertida, si $: También tengo una novela, se llama "He was my first love" y es Zarryyyyyyyyyyy, pásate cuando gustes, yo ya te sigo y van a venir muchas más, créeme $_$ Cuídate! :bye: :bye: :bye: :bye:
Zayn Malik Is Hot
Capitulo 2.
Capitulo 2.
Empujo la puerta para abrirla y entro a trompicones, tropezándome con mis propios pies y cayendo de cabeza dentro de la oficina.
¡Mi.er.da!, yo y mis dos pies izquierdos! Estoy sobre manos y rodillas en el umbral de la oficina del Sr. Malik. Sus amables manos están rodeándome, ayudándome a ponerme de pie. Estoy tan avergonzado, maldita sea mi torpeza. Tengo que armarme de valor para levantar la mirada. Dios mío, él es tan joven.
—Señorito Tomlinson. —Extiende una mano con largos dedos hacia mí una vez estoy de pie—. Soy Zayn Malik. ¿Se encuentra bien? ¿Le gustaría sentarse?
Tan joven… y atractivo, muy atractivo. Es alto, está vestido con un fino traje gris, camisa blanca, corbata negra, rebelde cabello cobrizo e intensos y brillantes ojos marrones que me observan sagazmente. Me toma un momento encontrar mi voz.
—Ulm… de hecho… —murmuro. Si este tipo está en sus treinta entonces estoy completamente sorprendido. Aturdido, pongo mi mano en la suya y nos damos un apretón. Cuando nuestros dedos se tocan, siento un raro y excitante hormigueo recorriéndome. Aparto mi mano apresuradamente, avergonzado. Debe ser la estática. Parpadeo rápidamente, mis pestañas igualando el ritmo de mi corazón—. El Srto. Tomlinson está indispuesto, así que me envió a mí. Espero que no le moleste, Sr. Malik.
— ¿Y usted es? —Su voz es cálida, posiblemente divertida, pero es difícil saberlo por lo impasible de su expresión. Parece ligeramente interesado, pero más que eso, cortés.
—Harry Styles. Estoy estudiando Literatura Inglesa con Lou, um… Louis… um… el Srto. Tomlinson, en la Washington State.
—Ya veo —dice simplemente. Creo que veo el fantasma de una sonrisa en su expresión, pero no estoy segura.
— ¿Le gustaría tomar asiento? —Me señala el sofá de cuero blanco con forma de “L”.
Su oficina es demasiado grande para sólo un hombre. Frente a las ventanas que van desde el piso hasta el techo, hay un enorme escritorio moderno de madera oscura en el que seis personas podrían comer cómodamente. Hace juego con la mesa de café junto al sofá. Todo lo demás es blanco: el techo, los pisos y las paredes, excepto aquella junto a la puerta en la que cuelga un mosaico de pequeñas pinturas, treinta y seis de ellas arregladas formando un cuadrado. Son exquisitas, una serie de objetos mundanos y olvidados pintados con detalles tan preciosos que lucen como fotografías. Puestas juntas, son impresionantes.
—Un artista local. Trouton —dice Malik cuando atrapa mi mirada.
—Son adorables. Elevan lo ordinario hasta lo extraordinario —murmuro, distraído por él y por las pinturas. Inclina su cabeza hacia un lado y me observa atentamente.
—No podría estar más de acuerdo, Srto. Styles —responde, su voz es suave y por alguna razón inexplicable, me encuentro a mí mismo sonrojándome.
Fuera de las pinturas, el resto de la oficina es fría, limpia y clínica. Me pregunto si eso refleja la personalidad del Adonis que se hunde con gracia en una de las sillas de cuero blanco frente a mí. Sacudo la cabeza, alterado por la dirección que toman mis pensamientos, y recupero las preguntas de Louis de mi bolso. Después, pongo la mini grabadora y soy tan torpe, que la dejo caer dos veces en la mesa de café enfrente de mí.
El Sr. Malik no dice nada, esperando pacientemente —espero— mientras yo me avergüenzo y me pongo más nervioso. Cuando me armo de valor para mirarlo, él me está observando, una mano relajada contra su regazo y la otra ahuecando su barbilla, deslizando su largo dedo índice a través de sus labios. Creo que está intentando suprimir una sonrisa.
l—Lo lamento —tartamudeo—. No estoy acostumbrado a esto.
—Tómese todo el tiempo que necesite, Srto. Styles —dice él.
— ¿Le molesta si grabo sus respuestas?
—Después de que se ha tomado tantas molestias poniendo la grabadora, ¿me pregunta ahora?
Me sonrojo. ¿Se está burlando? Eso espero. Parpadeo hacia él, inseguro de qué decir, y creo que le doy lástima porque cede.
—No, no me molesta.
—Louis, quiero decir, el Srto. Tomlinson, ¿le explicó para qué era la entrevista?
—Sí. Para que aparezca en la publicación de la graduación del periódico escolar dado que seré quien confiera los diplomas en la ceremonia de graduación de este año.
¡Oh! Estas son noticias nuevas para mí y estoy temporalmente preocupado por el pensamiento de que alguien no mucho mayor que yo —de acuerdo, quizá seis años o algo así, y bien, mega exitoso, pero aun así— va a entregarme mi diploma. Frunzo el ceño, trayendo mi caprichosa atención de vuelta a la tarea que tengo en mano.
—Bien. —Trago nerviosamente—. Tengo algunas preguntas, Sr. Malik. —Acomodo mi cabello tras mi oreja.
—Pensé que las tendría — Dijo inexpresivo
Se está riendo de mí. Mis mejillas se calientan al darme cuenta de eso, me enderezo y cuadro los hombros en un intento de verme más alto e intimidante. Presionando el botón de grabación en la grabadora, intento lucir profesional.
—Es usted muy joven para haber acumulado un imperio así. ¿A qué le debe su éxito?
—Lo miro. Su sonrisa es triste, pero luce vagamente decepcionado.
—Los negocios son siempre sobre las personas, Srto. Styles, y soy muy bueno juzgándolas. Sé qué las enoja, qué las hace prosperar y qué no, qué las inspira y cómo incentivarlas. Doy empleo a un equipo excepcional y los recompenso bien. —Hace una pausa y fija una mirada de miel en mí—. Mi creencia es conseguir el éxito en cualquier plan que uno tenga, para convertirse uno mismo en el maestro de dicho plan, conocerlo por dentro y por fuera, conocer cada detalle. Trabajo duro, muy duro para hacer eso. Tomo decisiones basadas en la lógica y los hechos. Tengo un instinto natural que puede descubrir y nutrir una buena y sólida idea y a buenas personas. La línea final siempre está reducida a las buenas personas.
—Quizá sólo tiene suerte. —Esto no está en la lista de Louis, pero él es tan arrogante. Sus ojos destellan momentáneamente, sorprendidos.
—No me adhiero a la suerte o a la oportunidad, Srto. Styles. Entre más duro trabajo más suerte parezco tener. Realmente se trata de tener a las personas correctas en su equipo y dirigir sus energías adecuadamente. Creo que fue Harvey Firestone quien dijo
“El crecimiento y el desarrollo de las personas es la tarea más importante del liderazgo”.
—Suena como un controlador. —Las palabras están fuera de mi boca antes de que pueda detenerlas.
—Oh, practico el control en todas las cosas, Srto. Styles —dice sin un rastro de humor en su sonrisa. Lo miro, y él sostiene mí mirada firmemente, imperturbable. Mi pulso se acelera, y mi cara se sonroja de nuevo.
¿Por qué tiene un efecto tan desconcertante en mí? ¿Su abrumadora y atractiva apariencia quizás? ¿La forma en que me mira? ¿La forma en que frota suavemente su dedo índice sobre su labio inferior? Me gustaría que dejara de hacer eso.
—Además, se adquiere un inmenso poder asegurándote a ti mismo en tus fantasías secretas que naciste para controlar las cosas —continúa, su voz suave.
— ¿Siente que tiene un inmenso poder?
—Empleo a alrededor de cuarenta mil personas Srto. Styles, Eso me da un cierto sentido de responsabilidad… poder, si así prefiere. Si decidiera que ya no estaba interesado en el negocio de las telecomunicaciones y vendo todo, veinte mil personas lucharían para realizar los pagos de su hipoteca después de aproximadamente un mes.
Me quedo boquiabierto. Estoy pasmado por su falta de humildad.
— ¿Y no tiene un comité ante el que responder? —pregunto, disgustado.
—Soy el dueño de mi compañía. No tengo que responder ante un comité.
—Levanta una ceja hacia mí. Me sonrojo. Por supuesto, sabría esto si hubiera hecho algo de investigación. Pero Dios, es tan arrogante. Cambio de enfoque.
— ¿Y tiene intereses fuera de su trabajo?
—Tengo intereses variados, Srto. Styles.
El fantasma de una sonrisa llega a sus labios. Y por alguna razón, estoy confundido y acalorado por su firme mirada. Sus ojos están encendidos con algún pensamiento impío.
—Pero si trabaja tan duramente, ¿qué hace para relajarse?
— ¿Relajarme? —Sonríe, revelando unos perfectos dientes blancos. Dejo de respirar. Realmente es guapo. Nadie debería ser así de atractivo.
—Bueno, para “relajarme” como usted dice, navego, vuelo, disfruto de varias actividades físicas. —Se mueve en su silla—. Soy un hombre muy rico, Srto. Styles, y tengo caros e interesantes pasatiempos.
Echo un rápido vistazo a las preguntas de Louis, queriendo salir de este tema.
—Usted invierte en el sector manufacturero. ¿Por qué en ese específicamente? —pregunto. ¿Por qué me hace sentir tan incómodo?
—Me gusta construir cosas. Me gusta saber cómo funcionan, qué hace que se muevan, cómo construirlas y desmontarlas. Y adoro los barcos. ¿Qué puedo decir?
—Eso suena como su corazón hablando en lugar de la lógica y los hechos.
Su boca hace una mueca y me mira, evaluándome.
—Posiblemente. Aunque hay gente que diría que no tengo corazón.
— ¿Por qué dirían eso?
—Porque me conocen bien. —Sus labios se curvan en una sonrisa torcida.
— ¿Dirían sus amigos que es fácil conocerlo? —Y me arrepiento de la pregunta tan pronto como la digo. No está en la lista de Louis.
—Soy una persona muy privada, Srto. Styles. Hago mucho para proteger mi privacidad. No suelo dar entrevistas.
— ¿Por qué estuvo de acuerdo en hacer ésta?
—Porque soy benefactor de la Universidad, y a pesar de los intentos, no pude conseguir que la Srto. Tomlinson me dejara en paz. Acosó y acosó a mi gente de RRPP, y admiro esa clase de tenacidad.
Sé lo tenaz que Louis puede ser. Ese es el por qué estoy sentado aquí retorciéndome incómodamente bajo su penetrante mirada cuando debería estar estudiando para los exámenes.
—También invierte en tecnologías de cultivo. ¿Por qué está interesado en esta área?
—No podemos comer dinero, Srto. Styles, y hay demasiada gente en este planeta que no tienen suficiente para comer.
—Eso suena muy filantrópico. ¿Es algo por lo que se siente apasionado? ¿Alimentar a los pobres del mundo?
Se encoge de hombros, muy evasivo.
—Es un negocio astuto —murmura, aunque creo que no está siendo sincero. No tiene sentido… ¿alimentar a los pobres del mundo? No puedo ver los beneficios financieros de esto, sólo la integridad del ideal. Echo un vistazo a la siguiente pregunta, confusa por su actitud.
— ¿Tiene una filosofía? Si la tiene, ¿cuál es?
—No tengo una filosofía como tal. Quizás un principio rector, el de Carnegie: “El hombre que adquiere la habilidad para asumir plena posesión de su mente puede tomar posesión de todo lo demás a lo que tiene derecho.” Soy muy singular, tenaz. Me gusta el control: de mí mismo y de aquellos a mí alrededor.
— ¿Así que quiere poseer cosas? —Eres un controlador.
—Quiero merecer poseerlas, pero sí, en pocas palabras, lo hago.
—Suena como el consumidor final.
—Lo soy. —Sonríe, pero la sonrisa no llega a sus ojos. De nuevo esto no concuerda con alguien que quiere alimentar al mundo, por lo que no puedo evitar pensar que estamos hablando de otra cosa, pero estoy absolutamente desconcertado en cuanto a lo qué es. Trago saliva. La temperatura en la habitación está elevándose, o tal vez soy sólo yo. Sólo quiero que esta entrevista termine. Seguramente Louis tiene suficiente material ahora, ¿no? Echo un vistazo a la siguiente pregunta.
—Usted fue adoptado. ¿Hasta qué punto cree que eso afectó su forma de ser?
—Oh, esto es personal. Lo miro, esperando que no esté ofendido. Frunce el ceño.
—No tengo modo de saberlo.
Mi interés se ha despertado.
— ¿Qué edad tenía cuando fue adoptado?
—Ese es un material de registro público, Srto. Styles. —Su tono es severo. Me sonrojo, de nuevo. Mi.er.da. Sí, por supuesto: si hubiera sabido que iba a hacer esta entrevista, habría hecho alguna investigación. Avanzo rápidamente.
—Ha tenido que sacrificar una vida en familia por su trabajo.
—Esa no es una pregunta. —Es seco.
—Lo siento. —Me retuerzo, y él me hace sentir como si fuera un niño perdido. Lo intento de nuevo
—. ¿Ha tenido que sacrificar una vida en familia por su trabajo?
—Tengo una familia. Tengo un hermano, una hermana y dos padres cariñosos. No estoy interesado en extender mi familia más allá de eso.
— ¿Es usted gay, señor Malik?
Inhala fuertemente, y me avergüenzo, mortificado. Mi.er.da. ¿Por qué no empleé alguna clase de filtro antes de leer esto directamente? ¿Cómo puedo decirle que sólo estoy leyendo las preguntas? ¡Maldita sea Louis y su curiosidad!
—Si Harry, si lo soy. —Eleva las cejas, un brillo frío en sus ojos. No parece contento.
—Pido disculpas. Está umm… escrito aquí. —Es la primera vez que ha dicho mi nombre.
Mi pulso se acelera, y mis mejillas están ardiendo otra vez. Nervioso, me sacudo el cabello con una mano.
Ladea la cabeza hacia un lado.
— ¿Estas no son sus propias preguntas?
La sangre se drena de mi cabeza. Oh no.
—Esto… no. Louis, el Srto. Tomlinson, compiló las preguntas.
— ¿Son compañeros en el periódico estudiantil? —Oh mi.er.da. No tengo nada que ver con el periódico estudiantil. Es su actividad extracurricular, no la mía. Mi cara está en llamas.
—No. Es mi compañero de habitación.
Se frota el mentón en silenciosa deliberación, sus ojos marones evaluándome.
— ¿Te ofreciste voluntario para hacer esta entrevista? —pregunta, su voz mortalmente tranquila.
Espera, ¿quién se supone que está entrevistando a quién? Sus ojos me queman, y estoy obligado a contestar la verdad.
—Estaba obligado. El no está bien. —Mi voz es débil y apenada.
—Eso explica muchas cosas.
Llaman a la puerta, y la Rubia Número Dos entra.
—Señor Malik, perdóneme por interrumpir, pero su siguiente reunión es en dos minutos.
—No hemos terminado aquí, Perrie. Por favor cancela mi siguiente reunión.
Perrie duda, mirándolo. Parece perdida. Él vuelve la cabeza lentamente para hacerle frente y levanta las cejas. Ella se ruboriza de un color rosa brillante. Oh bien. No soy sólo yo.
—Muy bien, Sr. Malik —murmura, luego sale. Él frunce el ceño, y vuelve su atención de nuevo hacia mí.
— ¿Dónde estábamos, Srto. Styles?
—Por favor no permita que lo interrumpa.
—Quiero saber acerca de usted. Creo que es lo justo. —Sus ojos marrones están encendidos con curiosidad. Doble ****. ¿Adónde va con esto? Sitúa los codos en los brazos de la silla y junta los dedos frente a su boca. Su boca… distrae mucho. Trago saliva.
—No hay mucho que saber —digo, sonrojándome otra vez.
— ¿Cuáles son sus planes después de graduarse?
Me encojo de hombros, confundido por su interés. Venir a Seattle con Louis, encontrar un lugar, encontrar trabajo. Realmente no he pensado más allá de mis exámenes finales.
—No he hecho planes, Sr. Malik. Sólo necesito superar mis exámenes finales. Para los cuales debería estar estudiando ahora en lugar de estar sentada en tú grandiosa, ostentosa y estéril oficina, sintiéndome incómodo bajo tu penetrante mirada.
—Llevamos a cabo un programa de pasantías excelente aquí —dice tranquilamente. Levanto las cejas con sorpresa. ¿Está ofreciéndome un trabajo?
—Oh. Lo tendré en cuenta —murmuro, completamente confundida—. Aunque no estoy seguro de encajar aquí. —Oh no. Estoy reflexionando en voz alta otra vez.
— ¿Por qué dice eso? —Ladea su cabeza a un lado, intrigado, un indicio de sonrisa jugando en sus labios.
—Es obvio, ¿no? —Soy descoordinado, desaliñado, y no soy rubio.
—No para mí —murmura. Su mirada es intensa, todo el humor se ha ido, y extraños músculos en lo profundo de mi vientre se aprietan de pronto. Aparto los ojos de su escrutinio y miro ciegamente hacia abajo a mis dedos anudados. ¿Qué está pasando? Tengo que irme, ahora. Me inclino hacia delante para recuperar la grabadora.
— ¿Quiere que le enseñe los alrededores? —pregunta.
—Estoy seguro de que está demasiado ocupado, Sr. Malik, y tengo que hacer un largo viaje en coche.
— ¿Está conduciendo de vuelta a la Universidad de Washington en Vancouver? —Suena sorprendido, preocupado incluso. Mira hacia fuera por la ventana. Ha comenzado a llover—. Bueno, es mejor que conduzca con cuidado. —Su tono es duro, autoritario. ¿Por qué debería preocuparse?—. ¿Ha conseguido todo lo que necesita? —Añade
—Sí señor —respondo, guardando la grabadora en mi bolso. Sus ojos se estrechan especulativamente.
—Gracias por la entrevista, Sr. Malik.
—El placer ha sido todo mío —dice, educado como siempre.
Cuando me levanto, él se levanta y me tiende la mano.
—Hasta que nos encontremos de nuevo, Srto. Styles. —Y suena como un desafío, o una amenaza, no estoy seguro de qué. Frunzo el ceño. ¿Cuándo vamos a encontrarnos otra vez? Sacudo su mano una vez más, asombrado de que esa extraña energía entre nosotros siga ahí. Deben ser mis nervios.
—Sr. Malik. —Asiento hacia él. Moviéndose con una ágil elegancia atlética hacia la puerta, la abre de par en par.
—Sólo asegurándome de que llegue a la puerta, Srto. Styles. —Me brinda una pequeña sonrisa. Obviamente se está refiriendo a mi anterior poco elegante entrada a su oficina. Me sonrojo.
—Eso es muy considerado, Sr. Malik —digo bruscamente, y su sonrisa se ensancha. Me alegro de que me encuentres entretenido, frunzo el ceño interiormente, caminando hacia el vestíbulo. Estoy sorprendido cuando me sigue fuera. Perrie y Olivia alzan la vista, igualmente sorprendidas.
— ¿Tiene un abrigo? —pregunta Zayn.
—Sí. —Olivia se levanta de un salto y recupera mi chaqueta, la cual le es arrebatada por Malik antes de que pueda entregármela. La sostiene y, sintiéndome ridículamente tímido, me encojo dentro de ella. Malik sitúa sus manos por un momento en mis hombros. Jadeo ante el contacto. Si nota mi reacción, no dice nada. Su largo dedo índice presiona el botón convocando el ascensor, y permanecemos de pie esperando torpemente por mi parte, fríamente dueño de sí mismo por la suya.
Las puertas se abren, y me apresuro a entrar desesperado por escapar. Realmente necesito salir de aquí. Cuando me vuelvo para mirarlo, está inclinado contra la puerta junto al ascensor con una mano en la pared. Realmente es muy, muy atractivo. Es una distracción. Sus ardientes ojos marrones me miran.
—Harry—dice como despedida.
—Zayn —respondo. Y gracias a Dios, las puertas se cierran.
Empujo la puerta para abrirla y entro a trompicones, tropezándome con mis propios pies y cayendo de cabeza dentro de la oficina.
¡Mi.er.da!, yo y mis dos pies izquierdos! Estoy sobre manos y rodillas en el umbral de la oficina del Sr. Malik. Sus amables manos están rodeándome, ayudándome a ponerme de pie. Estoy tan avergonzado, maldita sea mi torpeza. Tengo que armarme de valor para levantar la mirada. Dios mío, él es tan joven.
—Señorito Tomlinson. —Extiende una mano con largos dedos hacia mí una vez estoy de pie—. Soy Zayn Malik. ¿Se encuentra bien? ¿Le gustaría sentarse?
Tan joven… y atractivo, muy atractivo. Es alto, está vestido con un fino traje gris, camisa blanca, corbata negra, rebelde cabello cobrizo e intensos y brillantes ojos marrones que me observan sagazmente. Me toma un momento encontrar mi voz.
—Ulm… de hecho… —murmuro. Si este tipo está en sus treinta entonces estoy completamente sorprendido. Aturdido, pongo mi mano en la suya y nos damos un apretón. Cuando nuestros dedos se tocan, siento un raro y excitante hormigueo recorriéndome. Aparto mi mano apresuradamente, avergonzado. Debe ser la estática. Parpadeo rápidamente, mis pestañas igualando el ritmo de mi corazón—. El Srto. Tomlinson está indispuesto, así que me envió a mí. Espero que no le moleste, Sr. Malik.
— ¿Y usted es? —Su voz es cálida, posiblemente divertida, pero es difícil saberlo por lo impasible de su expresión. Parece ligeramente interesado, pero más que eso, cortés.
—Harry Styles. Estoy estudiando Literatura Inglesa con Lou, um… Louis… um… el Srto. Tomlinson, en la Washington State.
—Ya veo —dice simplemente. Creo que veo el fantasma de una sonrisa en su expresión, pero no estoy segura.
— ¿Le gustaría tomar asiento? —Me señala el sofá de cuero blanco con forma de “L”.
Su oficina es demasiado grande para sólo un hombre. Frente a las ventanas que van desde el piso hasta el techo, hay un enorme escritorio moderno de madera oscura en el que seis personas podrían comer cómodamente. Hace juego con la mesa de café junto al sofá. Todo lo demás es blanco: el techo, los pisos y las paredes, excepto aquella junto a la puerta en la que cuelga un mosaico de pequeñas pinturas, treinta y seis de ellas arregladas formando un cuadrado. Son exquisitas, una serie de objetos mundanos y olvidados pintados con detalles tan preciosos que lucen como fotografías. Puestas juntas, son impresionantes.
—Un artista local. Trouton —dice Malik cuando atrapa mi mirada.
—Son adorables. Elevan lo ordinario hasta lo extraordinario —murmuro, distraído por él y por las pinturas. Inclina su cabeza hacia un lado y me observa atentamente.
—No podría estar más de acuerdo, Srto. Styles —responde, su voz es suave y por alguna razón inexplicable, me encuentro a mí mismo sonrojándome.
Fuera de las pinturas, el resto de la oficina es fría, limpia y clínica. Me pregunto si eso refleja la personalidad del Adonis que se hunde con gracia en una de las sillas de cuero blanco frente a mí. Sacudo la cabeza, alterado por la dirección que toman mis pensamientos, y recupero las preguntas de Louis de mi bolso. Después, pongo la mini grabadora y soy tan torpe, que la dejo caer dos veces en la mesa de café enfrente de mí.
El Sr. Malik no dice nada, esperando pacientemente —espero— mientras yo me avergüenzo y me pongo más nervioso. Cuando me armo de valor para mirarlo, él me está observando, una mano relajada contra su regazo y la otra ahuecando su barbilla, deslizando su largo dedo índice a través de sus labios. Creo que está intentando suprimir una sonrisa.
l—Lo lamento —tartamudeo—. No estoy acostumbrado a esto.
—Tómese todo el tiempo que necesite, Srto. Styles —dice él.
— ¿Le molesta si grabo sus respuestas?
—Después de que se ha tomado tantas molestias poniendo la grabadora, ¿me pregunta ahora?
Me sonrojo. ¿Se está burlando? Eso espero. Parpadeo hacia él, inseguro de qué decir, y creo que le doy lástima porque cede.
—No, no me molesta.
—Louis, quiero decir, el Srto. Tomlinson, ¿le explicó para qué era la entrevista?
—Sí. Para que aparezca en la publicación de la graduación del periódico escolar dado que seré quien confiera los diplomas en la ceremonia de graduación de este año.
¡Oh! Estas son noticias nuevas para mí y estoy temporalmente preocupado por el pensamiento de que alguien no mucho mayor que yo —de acuerdo, quizá seis años o algo así, y bien, mega exitoso, pero aun así— va a entregarme mi diploma. Frunzo el ceño, trayendo mi caprichosa atención de vuelta a la tarea que tengo en mano.
—Bien. —Trago nerviosamente—. Tengo algunas preguntas, Sr. Malik. —Acomodo mi cabello tras mi oreja.
—Pensé que las tendría — Dijo inexpresivo
Se está riendo de mí. Mis mejillas se calientan al darme cuenta de eso, me enderezo y cuadro los hombros en un intento de verme más alto e intimidante. Presionando el botón de grabación en la grabadora, intento lucir profesional.
—Es usted muy joven para haber acumulado un imperio así. ¿A qué le debe su éxito?
—Lo miro. Su sonrisa es triste, pero luce vagamente decepcionado.
—Los negocios son siempre sobre las personas, Srto. Styles, y soy muy bueno juzgándolas. Sé qué las enoja, qué las hace prosperar y qué no, qué las inspira y cómo incentivarlas. Doy empleo a un equipo excepcional y los recompenso bien. —Hace una pausa y fija una mirada de miel en mí—. Mi creencia es conseguir el éxito en cualquier plan que uno tenga, para convertirse uno mismo en el maestro de dicho plan, conocerlo por dentro y por fuera, conocer cada detalle. Trabajo duro, muy duro para hacer eso. Tomo decisiones basadas en la lógica y los hechos. Tengo un instinto natural que puede descubrir y nutrir una buena y sólida idea y a buenas personas. La línea final siempre está reducida a las buenas personas.
—Quizá sólo tiene suerte. —Esto no está en la lista de Louis, pero él es tan arrogante. Sus ojos destellan momentáneamente, sorprendidos.
—No me adhiero a la suerte o a la oportunidad, Srto. Styles. Entre más duro trabajo más suerte parezco tener. Realmente se trata de tener a las personas correctas en su equipo y dirigir sus energías adecuadamente. Creo que fue Harvey Firestone quien dijo
“El crecimiento y el desarrollo de las personas es la tarea más importante del liderazgo”.
—Suena como un controlador. —Las palabras están fuera de mi boca antes de que pueda detenerlas.
—Oh, practico el control en todas las cosas, Srto. Styles —dice sin un rastro de humor en su sonrisa. Lo miro, y él sostiene mí mirada firmemente, imperturbable. Mi pulso se acelera, y mi cara se sonroja de nuevo.
¿Por qué tiene un efecto tan desconcertante en mí? ¿Su abrumadora y atractiva apariencia quizás? ¿La forma en que me mira? ¿La forma en que frota suavemente su dedo índice sobre su labio inferior? Me gustaría que dejara de hacer eso.
—Además, se adquiere un inmenso poder asegurándote a ti mismo en tus fantasías secretas que naciste para controlar las cosas —continúa, su voz suave.
— ¿Siente que tiene un inmenso poder?
—Empleo a alrededor de cuarenta mil personas Srto. Styles, Eso me da un cierto sentido de responsabilidad… poder, si así prefiere. Si decidiera que ya no estaba interesado en el negocio de las telecomunicaciones y vendo todo, veinte mil personas lucharían para realizar los pagos de su hipoteca después de aproximadamente un mes.
Me quedo boquiabierto. Estoy pasmado por su falta de humildad.
— ¿Y no tiene un comité ante el que responder? —pregunto, disgustado.
—Soy el dueño de mi compañía. No tengo que responder ante un comité.
—Levanta una ceja hacia mí. Me sonrojo. Por supuesto, sabría esto si hubiera hecho algo de investigación. Pero Dios, es tan arrogante. Cambio de enfoque.
— ¿Y tiene intereses fuera de su trabajo?
—Tengo intereses variados, Srto. Styles.
El fantasma de una sonrisa llega a sus labios. Y por alguna razón, estoy confundido y acalorado por su firme mirada. Sus ojos están encendidos con algún pensamiento impío.
—Pero si trabaja tan duramente, ¿qué hace para relajarse?
— ¿Relajarme? —Sonríe, revelando unos perfectos dientes blancos. Dejo de respirar. Realmente es guapo. Nadie debería ser así de atractivo.
—Bueno, para “relajarme” como usted dice, navego, vuelo, disfruto de varias actividades físicas. —Se mueve en su silla—. Soy un hombre muy rico, Srto. Styles, y tengo caros e interesantes pasatiempos.
Echo un rápido vistazo a las preguntas de Louis, queriendo salir de este tema.
—Usted invierte en el sector manufacturero. ¿Por qué en ese específicamente? —pregunto. ¿Por qué me hace sentir tan incómodo?
—Me gusta construir cosas. Me gusta saber cómo funcionan, qué hace que se muevan, cómo construirlas y desmontarlas. Y adoro los barcos. ¿Qué puedo decir?
—Eso suena como su corazón hablando en lugar de la lógica y los hechos.
Su boca hace una mueca y me mira, evaluándome.
—Posiblemente. Aunque hay gente que diría que no tengo corazón.
— ¿Por qué dirían eso?
—Porque me conocen bien. —Sus labios se curvan en una sonrisa torcida.
— ¿Dirían sus amigos que es fácil conocerlo? —Y me arrepiento de la pregunta tan pronto como la digo. No está en la lista de Louis.
—Soy una persona muy privada, Srto. Styles. Hago mucho para proteger mi privacidad. No suelo dar entrevistas.
— ¿Por qué estuvo de acuerdo en hacer ésta?
—Porque soy benefactor de la Universidad, y a pesar de los intentos, no pude conseguir que la Srto. Tomlinson me dejara en paz. Acosó y acosó a mi gente de RRPP, y admiro esa clase de tenacidad.
Sé lo tenaz que Louis puede ser. Ese es el por qué estoy sentado aquí retorciéndome incómodamente bajo su penetrante mirada cuando debería estar estudiando para los exámenes.
—También invierte en tecnologías de cultivo. ¿Por qué está interesado en esta área?
—No podemos comer dinero, Srto. Styles, y hay demasiada gente en este planeta que no tienen suficiente para comer.
—Eso suena muy filantrópico. ¿Es algo por lo que se siente apasionado? ¿Alimentar a los pobres del mundo?
Se encoge de hombros, muy evasivo.
—Es un negocio astuto —murmura, aunque creo que no está siendo sincero. No tiene sentido… ¿alimentar a los pobres del mundo? No puedo ver los beneficios financieros de esto, sólo la integridad del ideal. Echo un vistazo a la siguiente pregunta, confusa por su actitud.
— ¿Tiene una filosofía? Si la tiene, ¿cuál es?
—No tengo una filosofía como tal. Quizás un principio rector, el de Carnegie: “El hombre que adquiere la habilidad para asumir plena posesión de su mente puede tomar posesión de todo lo demás a lo que tiene derecho.” Soy muy singular, tenaz. Me gusta el control: de mí mismo y de aquellos a mí alrededor.
— ¿Así que quiere poseer cosas? —Eres un controlador.
—Quiero merecer poseerlas, pero sí, en pocas palabras, lo hago.
—Suena como el consumidor final.
—Lo soy. —Sonríe, pero la sonrisa no llega a sus ojos. De nuevo esto no concuerda con alguien que quiere alimentar al mundo, por lo que no puedo evitar pensar que estamos hablando de otra cosa, pero estoy absolutamente desconcertado en cuanto a lo qué es. Trago saliva. La temperatura en la habitación está elevándose, o tal vez soy sólo yo. Sólo quiero que esta entrevista termine. Seguramente Louis tiene suficiente material ahora, ¿no? Echo un vistazo a la siguiente pregunta.
—Usted fue adoptado. ¿Hasta qué punto cree que eso afectó su forma de ser?
—Oh, esto es personal. Lo miro, esperando que no esté ofendido. Frunce el ceño.
—No tengo modo de saberlo.
Mi interés se ha despertado.
— ¿Qué edad tenía cuando fue adoptado?
—Ese es un material de registro público, Srto. Styles. —Su tono es severo. Me sonrojo, de nuevo. Mi.er.da. Sí, por supuesto: si hubiera sabido que iba a hacer esta entrevista, habría hecho alguna investigación. Avanzo rápidamente.
—Ha tenido que sacrificar una vida en familia por su trabajo.
—Esa no es una pregunta. —Es seco.
—Lo siento. —Me retuerzo, y él me hace sentir como si fuera un niño perdido. Lo intento de nuevo
—. ¿Ha tenido que sacrificar una vida en familia por su trabajo?
—Tengo una familia. Tengo un hermano, una hermana y dos padres cariñosos. No estoy interesado en extender mi familia más allá de eso.
— ¿Es usted gay, señor Malik?
Inhala fuertemente, y me avergüenzo, mortificado. Mi.er.da. ¿Por qué no empleé alguna clase de filtro antes de leer esto directamente? ¿Cómo puedo decirle que sólo estoy leyendo las preguntas? ¡Maldita sea Louis y su curiosidad!
—Si Harry, si lo soy. —Eleva las cejas, un brillo frío en sus ojos. No parece contento.
—Pido disculpas. Está umm… escrito aquí. —Es la primera vez que ha dicho mi nombre.
Mi pulso se acelera, y mis mejillas están ardiendo otra vez. Nervioso, me sacudo el cabello con una mano.
Ladea la cabeza hacia un lado.
— ¿Estas no son sus propias preguntas?
La sangre se drena de mi cabeza. Oh no.
—Esto… no. Louis, el Srto. Tomlinson, compiló las preguntas.
— ¿Son compañeros en el periódico estudiantil? —Oh mi.er.da. No tengo nada que ver con el periódico estudiantil. Es su actividad extracurricular, no la mía. Mi cara está en llamas.
—No. Es mi compañero de habitación.
Se frota el mentón en silenciosa deliberación, sus ojos marones evaluándome.
— ¿Te ofreciste voluntario para hacer esta entrevista? —pregunta, su voz mortalmente tranquila.
Espera, ¿quién se supone que está entrevistando a quién? Sus ojos me queman, y estoy obligado a contestar la verdad.
—Estaba obligado. El no está bien. —Mi voz es débil y apenada.
—Eso explica muchas cosas.
Llaman a la puerta, y la Rubia Número Dos entra.
—Señor Malik, perdóneme por interrumpir, pero su siguiente reunión es en dos minutos.
—No hemos terminado aquí, Perrie. Por favor cancela mi siguiente reunión.
Perrie duda, mirándolo. Parece perdida. Él vuelve la cabeza lentamente para hacerle frente y levanta las cejas. Ella se ruboriza de un color rosa brillante. Oh bien. No soy sólo yo.
—Muy bien, Sr. Malik —murmura, luego sale. Él frunce el ceño, y vuelve su atención de nuevo hacia mí.
— ¿Dónde estábamos, Srto. Styles?
—Por favor no permita que lo interrumpa.
—Quiero saber acerca de usted. Creo que es lo justo. —Sus ojos marrones están encendidos con curiosidad. Doble ****. ¿Adónde va con esto? Sitúa los codos en los brazos de la silla y junta los dedos frente a su boca. Su boca… distrae mucho. Trago saliva.
—No hay mucho que saber —digo, sonrojándome otra vez.
— ¿Cuáles son sus planes después de graduarse?
Me encojo de hombros, confundido por su interés. Venir a Seattle con Louis, encontrar un lugar, encontrar trabajo. Realmente no he pensado más allá de mis exámenes finales.
—No he hecho planes, Sr. Malik. Sólo necesito superar mis exámenes finales. Para los cuales debería estar estudiando ahora en lugar de estar sentada en tú grandiosa, ostentosa y estéril oficina, sintiéndome incómodo bajo tu penetrante mirada.
—Llevamos a cabo un programa de pasantías excelente aquí —dice tranquilamente. Levanto las cejas con sorpresa. ¿Está ofreciéndome un trabajo?
—Oh. Lo tendré en cuenta —murmuro, completamente confundida—. Aunque no estoy seguro de encajar aquí. —Oh no. Estoy reflexionando en voz alta otra vez.
— ¿Por qué dice eso? —Ladea su cabeza a un lado, intrigado, un indicio de sonrisa jugando en sus labios.
—Es obvio, ¿no? —Soy descoordinado, desaliñado, y no soy rubio.
—No para mí —murmura. Su mirada es intensa, todo el humor se ha ido, y extraños músculos en lo profundo de mi vientre se aprietan de pronto. Aparto los ojos de su escrutinio y miro ciegamente hacia abajo a mis dedos anudados. ¿Qué está pasando? Tengo que irme, ahora. Me inclino hacia delante para recuperar la grabadora.
— ¿Quiere que le enseñe los alrededores? —pregunta.
—Estoy seguro de que está demasiado ocupado, Sr. Malik, y tengo que hacer un largo viaje en coche.
— ¿Está conduciendo de vuelta a la Universidad de Washington en Vancouver? —Suena sorprendido, preocupado incluso. Mira hacia fuera por la ventana. Ha comenzado a llover—. Bueno, es mejor que conduzca con cuidado. —Su tono es duro, autoritario. ¿Por qué debería preocuparse?—. ¿Ha conseguido todo lo que necesita? —Añade
—Sí señor —respondo, guardando la grabadora en mi bolso. Sus ojos se estrechan especulativamente.
—Gracias por la entrevista, Sr. Malik.
—El placer ha sido todo mío —dice, educado como siempre.
Cuando me levanto, él se levanta y me tiende la mano.
—Hasta que nos encontremos de nuevo, Srto. Styles. —Y suena como un desafío, o una amenaza, no estoy seguro de qué. Frunzo el ceño. ¿Cuándo vamos a encontrarnos otra vez? Sacudo su mano una vez más, asombrado de que esa extraña energía entre nosotros siga ahí. Deben ser mis nervios.
—Sr. Malik. —Asiento hacia él. Moviéndose con una ágil elegancia atlética hacia la puerta, la abre de par en par.
—Sólo asegurándome de que llegue a la puerta, Srto. Styles. —Me brinda una pequeña sonrisa. Obviamente se está refiriendo a mi anterior poco elegante entrada a su oficina. Me sonrojo.
—Eso es muy considerado, Sr. Malik —digo bruscamente, y su sonrisa se ensancha. Me alegro de que me encuentres entretenido, frunzo el ceño interiormente, caminando hacia el vestíbulo. Estoy sorprendido cuando me sigue fuera. Perrie y Olivia alzan la vista, igualmente sorprendidas.
— ¿Tiene un abrigo? —pregunta Zayn.
—Sí. —Olivia se levanta de un salto y recupera mi chaqueta, la cual le es arrebatada por Malik antes de que pueda entregármela. La sostiene y, sintiéndome ridículamente tímido, me encojo dentro de ella. Malik sitúa sus manos por un momento en mis hombros. Jadeo ante el contacto. Si nota mi reacción, no dice nada. Su largo dedo índice presiona el botón convocando el ascensor, y permanecemos de pie esperando torpemente por mi parte, fríamente dueño de sí mismo por la suya.
Las puertas se abren, y me apresuro a entrar desesperado por escapar. Realmente necesito salir de aquí. Cuando me vuelvo para mirarlo, está inclinado contra la puerta junto al ascensor con una mano en la pared. Realmente es muy, muy atractivo. Es una distracción. Sus ardientes ojos marrones me miran.
—Harry—dice como despedida.
—Zayn —respondo. Y gracias a Dios, las puertas se cierran.
Última edición por Zayn Malik Is Hot el Jue 05 Dic 2013, 9:02 pm, editado 1 vez
Zayn Malik Is Hot
Re: 50 Sombras de Malik [Zarry] [Erótica]
hola, yo también leía esta nove! esta muy padre! ojala la sigas pronto bye<3
Karen<3
Capitulo 2 (segunda parte) (1/5) (maraton)
Se está riendo de mí. Mis mejillas se calientan al darme cuenta de eso, me enderezo y cuadro los hombros en un intento de verme más alto e intimidante. Presionando el botón de grabación en la grabadora, intento lucir profesional.
—Es usted muy joven para haber acumulado un imperio así. ¿A qué le debe su éxito?
—Lo miro. Su sonrisa es triste, pero luce vagamente decepcionado.
—Los negocios son siempre sobre las personas, Srto. Styles, y soy muy bueno juzgándolas. Sé qué las enoja, qué las hace prosperar y qué no, qué las inspira y cómo incentivarlas. Doy empleo a un equipo excepcional y los recompenso bien. —Hace una pausa y fija una mirada de miel en mí—. Mi creencia es conseguir el éxito en cualquier plan que uno tenga, para convertirse uno mismo en el maestro de dicho plan, conocerlo por dentro y por fuera, conocer cada detalle. Trabajo duro, muy duro para hacer eso. Tomo decisiones basadas en la lógica y los hechos. Tengo un instinto natural que puede descubrir y nutrir una buena y sólida idea y a buenas personas. La línea final siempre está reducida a las buenas personas.
—Quizá sólo tiene suerte. —Esto no está en la lista de Louis, pero él es tan arrogante. Sus ojos destellan momentáneamente, sorprendidos.
—No me adhiero a la suerte o a la oportunidad, Srto. Styles. Entre más duro trabajo más suerte parezco tener. Realmente se trata de tener a las personas correctas en su equipo y dirigir sus energías adecuadamente. Creo que fue Harvey Firestone quien dijo
“El crecimiento y el desarrollo de las personas es la tarea más importante del liderazgo”.
—Suena como un controlador. —Las palabras están fuera de mi boca antes de que pueda detenerlas.
—Oh, practico el control en todas las cosas, Srto. Styles —dice sin un rastro de humor en su sonrisa. Lo miro, y él sostiene mí mirada firmemente, imperturbable. Mi pulso se acelera, y mi cara se sonroja de nuevo.
¿Por qué tiene un efecto tan desconcertante en mí? ¿Su abrumadora y atractiva apariencia quizás? ¿La forma en que me mira? ¿La forma en que frota suavemente su dedo índice sobre su labio inferior? Me gustaría que dejara de hacer eso.
—Además, se adquiere un inmenso poder asegurándote a ti mismo en tus fantasías secretas que naciste para controlar las cosas —continúa, su voz suave.
— ¿Siente que tiene un inmenso poder?
—Empleo a alrededor de cuarenta mil personas Srto. Styles, Eso me da un cierto sentido de responsabilidad… poder, si así prefiere. Si decidiera que ya no estaba interesado en el negocio de las telecomunicaciones y vendo todo, veinte mil personas lucharían para realizar los pagos de su hipoteca después de aproximadamente un mes.
Me quedo boquiabierto. Estoy pasmado por su falta de humildad.
— ¿Y no tiene un comité ante el que responder? —pregunto, disgustado.
—Soy el dueño de mi compañía. No tengo que responder ante un comité.
—Levanta una ceja hacia mí. Me sonrojo. Por supuesto, sabría esto si hubiera hecho algo de investigación. Pero Dios, es tan arrogante. Cambio de enfoque.
— ¿Y tiene intereses fuera de su trabajo?
—Tengo intereses variados, Srto. Styles.
El fantasma de una sonrisa llega a sus labios. Y por alguna razón, estoy confundido y acalorado por su firme mirada. Sus ojos están encendidos con algún pensamiento impío.
—Pero si trabaja tan duramente, ¿qué hace para relajarse?
— ¿Relajarme? —Sonríe, revelando unos perfectos dientes blancos. Dejo de respirar. Realmente es guapo. Nadie debería ser así de atractivo.
—Bueno, para “relajarme” como usted dice, navego, vuelo, disfruto de varias actividades físicas. —Se mueve en su silla—. Soy un hombre muy rico, Srto. Styles, y tengo caros e interesantes pasatiempos.
Echo un rápido vistazo a las preguntas de Louis, queriendo salir de este tema.
—Usted invierte en el sector manufacturero. ¿Por qué en ese específicamente? —pregunto. ¿Por qué me hace sentir tan incómodo?
—Me gusta construir cosas. Me gusta saber cómo funcionan, qué hace que se muevan, cómo construirlas y desmontarlas. Y adoro los barcos. ¿Qué puedo decir?
—Eso suena como su corazón hablando en lugar de la lógica y los hechos.
Su boca hace una mueca y me mira, evaluándome.
—Posiblemente. Aunque hay gente que diría que no tengo corazón.
— ¿Por qué dirían eso?
—Porque me conocen bien. —Sus labios se curvan en una sonrisa torcida.
— ¿Dirían sus amigos que es fácil conocerlo? —Y me arrepiento de la pregunta tan pronto como la digo. No está en la lista de Louis.
—Soy una persona muy privada, Srto. Styles. Hago mucho para proteger mi privacidad. No suelo dar entrevistas.
— ¿Por qué estuvo de acuerdo en hacer ésta?
—Porque soy benefactor de la Universidad, y a pesar de los intentos, no pude conseguir que la Srto. Tomlinson me dejara en paz. Acosó y acosó a mi gente de RRPP, y admiro esa clase de tenacidad.
Sé lo tenaz que Louis puede ser. Ese es el por qué estoy sentado aquí retorciéndome incómodamente bajo su penetrante mirada cuando debería estar estudiando para los exámenes.
—También invierte en tecnologías de cultivo. ¿Por qué está interesado en esta área?
—No podemos comer dinero, Srto. Styles, y hay demasiada gente en este planeta que no tienen suficiente para comer.
—Eso suena muy filantrópico. ¿Es algo por lo que se siente apasionado? ¿Alimentar a los pobres del mundo?
Se encoge de hombros, muy evasivo.
—Es un negocio astuto —murmura, aunque creo que no está siendo sincero. No tiene sentido… ¿alimentar a los pobres del mundo? No puedo ver los beneficios financieros de esto, sólo la integridad del ideal. Echo un vistazo a la siguiente pregunta, confusa por su actitud.
— ¿Tiene una filosofía? Si la tiene, ¿cuál es?
—No tengo una filosofía como tal. Quizás un principio rector, el de Carnegie: “El hombre que adquiere la habilidad para asumir plena posesión de su mente puede tomar posesión de todo lo demás a lo que tiene derecho.” Soy muy singular, tenaz. Me gusta el control: de mí mismo y de aquellos a mí alrededor.
— ¿Así que quiere poseer cosas? —Eres un controlador.
—Quiero merecer poseerlas, pero sí, en pocas palabras, lo hago.
—Suena como el consumidor final.
—Lo soy. —Sonríe, pero la sonrisa no llega a sus ojos. De nuevo esto no concuerda con alguien que quiere alimentar al mundo, por lo que no puedo evitar pensar que estamos hablando de otra cosa, pero estoy absolutamente desconcertado en cuanto a lo qué es. Trago saliva. La temperatura en la habitación está elevándose, o tal vez soy sólo yo. Sólo quiero que esta entrevista termine. Seguramente Louis tiene suficiente material ahora, ¿no? Echo un vistazo a la siguiente pregunta.
—Usted fue adoptado. ¿Hasta qué punto cree que eso afectó su forma de ser?
—Oh, esto es personal. Lo miro, esperando que no esté ofendido. Frunce el ceño.
—No tengo modo de saberlo.
Mi interés se ha despertado.
— ¿Qué edad tenía cuando fue adoptado?
—Ese es un material de registro público, Srto. Styles. —Su tono es severo. Me sonrojo, de nuevo. Mi.er.da. Sí, por supuesto: si hubiera sabido que iba a hacer esta entrevista, habría hecho alguna investigación. Avanzo rápidamente.
—Ha tenido que sacrificar una vida en familia por su trabajo.
—Esa no es una pregunta. —Es seco.
—Lo siento. —Me retuerzo, y él me hace sentir como si fuera un niño perdido. Lo intento de nuevo
—. ¿Ha tenido que sacrificar una vida en familia por su trabajo?
—Tengo una familia. Tengo un hermano, una hermana y dos padres cariñosos. No estoy interesado en extender mi familia más allá de eso.
— ¿Es usted gay, señor Malik?
Inhala fuertemente, y me avergüenzo, mortificado. Mi.er.da. ¿Por qué no empleé alguna clase de filtro antes de leer esto directamente? ¿Cómo puedo decirle que sólo estoy leyendo las preguntas? ¡Maldita sea Louis y su curiosidad!
—Si Harry, si lo soy. —Eleva las cejas, un brillo frío en sus ojos. No parece contento.
—Pido disculpas. Está umm… escrito aquí. —Es la primera vez que ha dicho mi nombre.
Mi pulso se acelera, y mis mejillas están ardiendo otra vez. Nervioso, me sacudo el cabello con una mano.
Ladea la cabeza hacia un lado.
— ¿Estas no son sus propias preguntas?
La sangre se drena de mi cabeza. Oh no.
—Esto… no. Louis, el Srto. Tomlinson, compiló las preguntas.
— ¿Son compañeros en el periódico estudiantil? —Oh mi.er.da. No tengo nada que ver con el periódico estudiantil. Es su actividad extracurricular, no la mía. Mi cara está en llamas.
—No. Es mi compañero de habitación.
Se frota el mentón en silenciosa deliberación, sus ojos marones evaluándome.
— ¿Te ofreciste voluntario para hacer esta entrevista? —pregunta, su voz mortalmente tranquila.
Espera, ¿quién se supone que está entrevistando a quién? Sus ojos me queman, y estoy obligado a contestar la verdad.
—Estaba obligado. El no está bien. —Mi voz es débil y apenada.
—Eso explica muchas cosas.
Llaman a la puerta, y la Rubia Número Dos entra.
—Señor Malik, perdóneme por interrumpir, pero su siguiente reunión es en dos minutos.
—No hemos terminado aquí, Perrie. Por favor cancela mi siguiente reunión.
Perrie duda, mirándolo. Parece perdida. Él vuelve la cabeza lentamente para hacerle frente y levanta las cejas. Ella se ruboriza de un color rosa brillante. Oh bien. No soy sólo yo.
—Muy bien, Sr. Malik —murmura, luego sale. Él frunce el ceño, y vuelve su atención de nuevo hacia mí.
— ¿Dónde estábamos, Srto. Styles?
—Por favor no permita que lo interrumpa.
—Quiero saber acerca de usted. Creo que es lo justo. —Sus ojos marrones están encendidos con curiosidad. Doble ****. ¿Adónde va con esto? Sitúa los codos en los brazos de la silla y junta los dedos frente a su boca. Su boca… distrae mucho. Trago saliva.
—No hay mucho que saber —digo, sonrojándome otra vez.
— ¿Cuáles son sus planes después de graduarse?
Me encojo de hombros, confundido por su interés. Venir a Seattle con Louis, encontrar un lugar, encontrar trabajo. Realmente no he pensado más allá de mis exámenes finales.
—No he hecho planes, Sr. Malik. Sólo necesito superar mis exámenes finales. Para los cuales debería estar estudiando ahora en lugar de estar sentada en tú grandiosa, ostentosa y estéril oficina, sintiéndome incómodo bajo tu penetrante mirada.
—Llevamos a cabo un programa de pasantías excelente aquí —dice tranquilamente. Levanto las cejas con sorpresa. ¿Está ofreciéndome un trabajo?
—Oh. Lo tendré en cuenta —murmuro, completamente confundida—. Aunque no estoy seguro de encajar aquí. —Oh no. Estoy reflexionando en voz alta otra vez.
— ¿Por qué dice eso? —Ladea su cabeza a un lado, intrigado, un indicio de sonrisa jugando en sus labios.
—Es obvio, ¿no? —Soy descoordinado, desaliñado, y no soy rubio.
—No para mí —murmura. Su mirada es intensa, todo el humor se ha ido, y extraños músculos en lo profundo de mi vientre se aprietan de pronto. Aparto los ojos de su escrutinio y miro ciegamente hacia abajo a mis dedos anudados. ¿Qué está pasando? Tengo que irme, ahora. Me inclino hacia delante para recuperar la grabadora.
— ¿Quiere que le enseñe los alrededores? —pregunta.
—Estoy seguro de que está demasiado ocupado, Sr. Malik, y tengo que hacer un largo viaje en coche.
— ¿Está conduciendo de vuelta a la Universidad de Washington en Vancouver? —Suena sorprendido, preocupado incluso. Mira hacia fuera por la ventana. Ha comenzado a llover—. Bueno, es mejor que conduzca con cuidado. —Su tono es duro, autoritario. ¿Por qué debería preocuparse?—. ¿Ha conseguido todo lo que necesita? —Añade
—Sí señor —respondo, guardando la grabadora en mi bolso. Sus ojos se estrechan especulativamente.
—Gracias por la entrevista, Sr. Malik.
—El placer ha sido todo mío —dice, educado como siempre.
Cuando me levanto, él se levanta y me tiende la mano.
—Hasta que nos encontremos de nuevo, Srto. Styles. —Y suena como un desafío, o una amenaza, no estoy seguro de qué. Frunzo el ceño. ¿Cuándo vamos a encontrarnos otra vez? Sacudo su mano una vez más, asombrado de que esa extraña energía entre nosotros siga ahí. Deben ser mis nervios.
—Sr. Malik. —Asiento hacia él. Moviéndose con una ágil elegancia atlética hacia la puerta, la abre de par en par.
—Sólo asegurándome de que llegue a la puerta, Srto. Styles. —Me brinda una pequeña sonrisa. Obviamente se está refiriendo a mi anterior poco elegante entrada a su oficina. Me sonrojo.
—Eso es muy considerado, Sr. Malik —digo bruscamente, y su sonrisa se ensancha. Me alegro de que me encuentres entretenido, frunzo el ceño interiormente, caminando hacia el vestíbulo. Estoy sorprendido cuando me sigue fuera. Perrie y Olivia alzan la vista, igualmente sorprendidas.
— ¿Tiene un abrigo? —pregunta Zayn.
—Sí. —Olivia se levanta de un salto y recupera mi chaqueta, la cual le es arrebatada por Malik antes de que pueda entregármela. La sostiene y, sintiéndome ridículamente tímido, me encojo dentro de ella. Malik sitúa sus manos por un momento en mis hombros. Jadeo ante el contacto. Si nota mi reacción, no dice nada. Su largo dedo índice presiona el botón convocando el ascensor, y permanecemos de pie esperando torpemente por mi parte, fríamente dueño de sí mismo por la suya.
Las puertas se abren, y me apresuro a entrar desesperado por escapar. Realmente necesito salir de aquí. Cuando me vuelvo para mirarlo, está inclinado contra la puerta junto al ascensor con una mano en la pared. Realmente es muy, muy atractivo. Es una distracción. Sus ardientes ojos marrones me miran.
—Harry—dice como despedida.
—Zayn —respondo. Y gracias a Dios, las puertas se cierran.
—Es usted muy joven para haber acumulado un imperio así. ¿A qué le debe su éxito?
—Lo miro. Su sonrisa es triste, pero luce vagamente decepcionado.
—Los negocios son siempre sobre las personas, Srto. Styles, y soy muy bueno juzgándolas. Sé qué las enoja, qué las hace prosperar y qué no, qué las inspira y cómo incentivarlas. Doy empleo a un equipo excepcional y los recompenso bien. —Hace una pausa y fija una mirada de miel en mí—. Mi creencia es conseguir el éxito en cualquier plan que uno tenga, para convertirse uno mismo en el maestro de dicho plan, conocerlo por dentro y por fuera, conocer cada detalle. Trabajo duro, muy duro para hacer eso. Tomo decisiones basadas en la lógica y los hechos. Tengo un instinto natural que puede descubrir y nutrir una buena y sólida idea y a buenas personas. La línea final siempre está reducida a las buenas personas.
—Quizá sólo tiene suerte. —Esto no está en la lista de Louis, pero él es tan arrogante. Sus ojos destellan momentáneamente, sorprendidos.
—No me adhiero a la suerte o a la oportunidad, Srto. Styles. Entre más duro trabajo más suerte parezco tener. Realmente se trata de tener a las personas correctas en su equipo y dirigir sus energías adecuadamente. Creo que fue Harvey Firestone quien dijo
“El crecimiento y el desarrollo de las personas es la tarea más importante del liderazgo”.
—Suena como un controlador. —Las palabras están fuera de mi boca antes de que pueda detenerlas.
—Oh, practico el control en todas las cosas, Srto. Styles —dice sin un rastro de humor en su sonrisa. Lo miro, y él sostiene mí mirada firmemente, imperturbable. Mi pulso se acelera, y mi cara se sonroja de nuevo.
¿Por qué tiene un efecto tan desconcertante en mí? ¿Su abrumadora y atractiva apariencia quizás? ¿La forma en que me mira? ¿La forma en que frota suavemente su dedo índice sobre su labio inferior? Me gustaría que dejara de hacer eso.
—Además, se adquiere un inmenso poder asegurándote a ti mismo en tus fantasías secretas que naciste para controlar las cosas —continúa, su voz suave.
— ¿Siente que tiene un inmenso poder?
—Empleo a alrededor de cuarenta mil personas Srto. Styles, Eso me da un cierto sentido de responsabilidad… poder, si así prefiere. Si decidiera que ya no estaba interesado en el negocio de las telecomunicaciones y vendo todo, veinte mil personas lucharían para realizar los pagos de su hipoteca después de aproximadamente un mes.
Me quedo boquiabierto. Estoy pasmado por su falta de humildad.
— ¿Y no tiene un comité ante el que responder? —pregunto, disgustado.
—Soy el dueño de mi compañía. No tengo que responder ante un comité.
—Levanta una ceja hacia mí. Me sonrojo. Por supuesto, sabría esto si hubiera hecho algo de investigación. Pero Dios, es tan arrogante. Cambio de enfoque.
— ¿Y tiene intereses fuera de su trabajo?
—Tengo intereses variados, Srto. Styles.
El fantasma de una sonrisa llega a sus labios. Y por alguna razón, estoy confundido y acalorado por su firme mirada. Sus ojos están encendidos con algún pensamiento impío.
—Pero si trabaja tan duramente, ¿qué hace para relajarse?
— ¿Relajarme? —Sonríe, revelando unos perfectos dientes blancos. Dejo de respirar. Realmente es guapo. Nadie debería ser así de atractivo.
—Bueno, para “relajarme” como usted dice, navego, vuelo, disfruto de varias actividades físicas. —Se mueve en su silla—. Soy un hombre muy rico, Srto. Styles, y tengo caros e interesantes pasatiempos.
Echo un rápido vistazo a las preguntas de Louis, queriendo salir de este tema.
—Usted invierte en el sector manufacturero. ¿Por qué en ese específicamente? —pregunto. ¿Por qué me hace sentir tan incómodo?
—Me gusta construir cosas. Me gusta saber cómo funcionan, qué hace que se muevan, cómo construirlas y desmontarlas. Y adoro los barcos. ¿Qué puedo decir?
—Eso suena como su corazón hablando en lugar de la lógica y los hechos.
Su boca hace una mueca y me mira, evaluándome.
—Posiblemente. Aunque hay gente que diría que no tengo corazón.
— ¿Por qué dirían eso?
—Porque me conocen bien. —Sus labios se curvan en una sonrisa torcida.
— ¿Dirían sus amigos que es fácil conocerlo? —Y me arrepiento de la pregunta tan pronto como la digo. No está en la lista de Louis.
—Soy una persona muy privada, Srto. Styles. Hago mucho para proteger mi privacidad. No suelo dar entrevistas.
— ¿Por qué estuvo de acuerdo en hacer ésta?
—Porque soy benefactor de la Universidad, y a pesar de los intentos, no pude conseguir que la Srto. Tomlinson me dejara en paz. Acosó y acosó a mi gente de RRPP, y admiro esa clase de tenacidad.
Sé lo tenaz que Louis puede ser. Ese es el por qué estoy sentado aquí retorciéndome incómodamente bajo su penetrante mirada cuando debería estar estudiando para los exámenes.
—También invierte en tecnologías de cultivo. ¿Por qué está interesado en esta área?
—No podemos comer dinero, Srto. Styles, y hay demasiada gente en este planeta que no tienen suficiente para comer.
—Eso suena muy filantrópico. ¿Es algo por lo que se siente apasionado? ¿Alimentar a los pobres del mundo?
Se encoge de hombros, muy evasivo.
—Es un negocio astuto —murmura, aunque creo que no está siendo sincero. No tiene sentido… ¿alimentar a los pobres del mundo? No puedo ver los beneficios financieros de esto, sólo la integridad del ideal. Echo un vistazo a la siguiente pregunta, confusa por su actitud.
— ¿Tiene una filosofía? Si la tiene, ¿cuál es?
—No tengo una filosofía como tal. Quizás un principio rector, el de Carnegie: “El hombre que adquiere la habilidad para asumir plena posesión de su mente puede tomar posesión de todo lo demás a lo que tiene derecho.” Soy muy singular, tenaz. Me gusta el control: de mí mismo y de aquellos a mí alrededor.
— ¿Así que quiere poseer cosas? —Eres un controlador.
—Quiero merecer poseerlas, pero sí, en pocas palabras, lo hago.
—Suena como el consumidor final.
—Lo soy. —Sonríe, pero la sonrisa no llega a sus ojos. De nuevo esto no concuerda con alguien que quiere alimentar al mundo, por lo que no puedo evitar pensar que estamos hablando de otra cosa, pero estoy absolutamente desconcertado en cuanto a lo qué es. Trago saliva. La temperatura en la habitación está elevándose, o tal vez soy sólo yo. Sólo quiero que esta entrevista termine. Seguramente Louis tiene suficiente material ahora, ¿no? Echo un vistazo a la siguiente pregunta.
—Usted fue adoptado. ¿Hasta qué punto cree que eso afectó su forma de ser?
—Oh, esto es personal. Lo miro, esperando que no esté ofendido. Frunce el ceño.
—No tengo modo de saberlo.
Mi interés se ha despertado.
— ¿Qué edad tenía cuando fue adoptado?
—Ese es un material de registro público, Srto. Styles. —Su tono es severo. Me sonrojo, de nuevo. Mi.er.da. Sí, por supuesto: si hubiera sabido que iba a hacer esta entrevista, habría hecho alguna investigación. Avanzo rápidamente.
—Ha tenido que sacrificar una vida en familia por su trabajo.
—Esa no es una pregunta. —Es seco.
—Lo siento. —Me retuerzo, y él me hace sentir como si fuera un niño perdido. Lo intento de nuevo
—. ¿Ha tenido que sacrificar una vida en familia por su trabajo?
—Tengo una familia. Tengo un hermano, una hermana y dos padres cariñosos. No estoy interesado en extender mi familia más allá de eso.
— ¿Es usted gay, señor Malik?
Inhala fuertemente, y me avergüenzo, mortificado. Mi.er.da. ¿Por qué no empleé alguna clase de filtro antes de leer esto directamente? ¿Cómo puedo decirle que sólo estoy leyendo las preguntas? ¡Maldita sea Louis y su curiosidad!
—Si Harry, si lo soy. —Eleva las cejas, un brillo frío en sus ojos. No parece contento.
—Pido disculpas. Está umm… escrito aquí. —Es la primera vez que ha dicho mi nombre.
Mi pulso se acelera, y mis mejillas están ardiendo otra vez. Nervioso, me sacudo el cabello con una mano.
Ladea la cabeza hacia un lado.
— ¿Estas no son sus propias preguntas?
La sangre se drena de mi cabeza. Oh no.
—Esto… no. Louis, el Srto. Tomlinson, compiló las preguntas.
— ¿Son compañeros en el periódico estudiantil? —Oh mi.er.da. No tengo nada que ver con el periódico estudiantil. Es su actividad extracurricular, no la mía. Mi cara está en llamas.
—No. Es mi compañero de habitación.
Se frota el mentón en silenciosa deliberación, sus ojos marones evaluándome.
— ¿Te ofreciste voluntario para hacer esta entrevista? —pregunta, su voz mortalmente tranquila.
Espera, ¿quién se supone que está entrevistando a quién? Sus ojos me queman, y estoy obligado a contestar la verdad.
—Estaba obligado. El no está bien. —Mi voz es débil y apenada.
—Eso explica muchas cosas.
Llaman a la puerta, y la Rubia Número Dos entra.
—Señor Malik, perdóneme por interrumpir, pero su siguiente reunión es en dos minutos.
—No hemos terminado aquí, Perrie. Por favor cancela mi siguiente reunión.
Perrie duda, mirándolo. Parece perdida. Él vuelve la cabeza lentamente para hacerle frente y levanta las cejas. Ella se ruboriza de un color rosa brillante. Oh bien. No soy sólo yo.
—Muy bien, Sr. Malik —murmura, luego sale. Él frunce el ceño, y vuelve su atención de nuevo hacia mí.
— ¿Dónde estábamos, Srto. Styles?
—Por favor no permita que lo interrumpa.
—Quiero saber acerca de usted. Creo que es lo justo. —Sus ojos marrones están encendidos con curiosidad. Doble ****. ¿Adónde va con esto? Sitúa los codos en los brazos de la silla y junta los dedos frente a su boca. Su boca… distrae mucho. Trago saliva.
—No hay mucho que saber —digo, sonrojándome otra vez.
— ¿Cuáles son sus planes después de graduarse?
Me encojo de hombros, confundido por su interés. Venir a Seattle con Louis, encontrar un lugar, encontrar trabajo. Realmente no he pensado más allá de mis exámenes finales.
—No he hecho planes, Sr. Malik. Sólo necesito superar mis exámenes finales. Para los cuales debería estar estudiando ahora en lugar de estar sentada en tú grandiosa, ostentosa y estéril oficina, sintiéndome incómodo bajo tu penetrante mirada.
—Llevamos a cabo un programa de pasantías excelente aquí —dice tranquilamente. Levanto las cejas con sorpresa. ¿Está ofreciéndome un trabajo?
—Oh. Lo tendré en cuenta —murmuro, completamente confundida—. Aunque no estoy seguro de encajar aquí. —Oh no. Estoy reflexionando en voz alta otra vez.
— ¿Por qué dice eso? —Ladea su cabeza a un lado, intrigado, un indicio de sonrisa jugando en sus labios.
—Es obvio, ¿no? —Soy descoordinado, desaliñado, y no soy rubio.
—No para mí —murmura. Su mirada es intensa, todo el humor se ha ido, y extraños músculos en lo profundo de mi vientre se aprietan de pronto. Aparto los ojos de su escrutinio y miro ciegamente hacia abajo a mis dedos anudados. ¿Qué está pasando? Tengo que irme, ahora. Me inclino hacia delante para recuperar la grabadora.
— ¿Quiere que le enseñe los alrededores? —pregunta.
—Estoy seguro de que está demasiado ocupado, Sr. Malik, y tengo que hacer un largo viaje en coche.
— ¿Está conduciendo de vuelta a la Universidad de Washington en Vancouver? —Suena sorprendido, preocupado incluso. Mira hacia fuera por la ventana. Ha comenzado a llover—. Bueno, es mejor que conduzca con cuidado. —Su tono es duro, autoritario. ¿Por qué debería preocuparse?—. ¿Ha conseguido todo lo que necesita? —Añade
—Sí señor —respondo, guardando la grabadora en mi bolso. Sus ojos se estrechan especulativamente.
—Gracias por la entrevista, Sr. Malik.
—El placer ha sido todo mío —dice, educado como siempre.
Cuando me levanto, él se levanta y me tiende la mano.
—Hasta que nos encontremos de nuevo, Srto. Styles. —Y suena como un desafío, o una amenaza, no estoy seguro de qué. Frunzo el ceño. ¿Cuándo vamos a encontrarnos otra vez? Sacudo su mano una vez más, asombrado de que esa extraña energía entre nosotros siga ahí. Deben ser mis nervios.
—Sr. Malik. —Asiento hacia él. Moviéndose con una ágil elegancia atlética hacia la puerta, la abre de par en par.
—Sólo asegurándome de que llegue a la puerta, Srto. Styles. —Me brinda una pequeña sonrisa. Obviamente se está refiriendo a mi anterior poco elegante entrada a su oficina. Me sonrojo.
—Eso es muy considerado, Sr. Malik —digo bruscamente, y su sonrisa se ensancha. Me alegro de que me encuentres entretenido, frunzo el ceño interiormente, caminando hacia el vestíbulo. Estoy sorprendido cuando me sigue fuera. Perrie y Olivia alzan la vista, igualmente sorprendidas.
— ¿Tiene un abrigo? —pregunta Zayn.
—Sí. —Olivia se levanta de un salto y recupera mi chaqueta, la cual le es arrebatada por Malik antes de que pueda entregármela. La sostiene y, sintiéndome ridículamente tímido, me encojo dentro de ella. Malik sitúa sus manos por un momento en mis hombros. Jadeo ante el contacto. Si nota mi reacción, no dice nada. Su largo dedo índice presiona el botón convocando el ascensor, y permanecemos de pie esperando torpemente por mi parte, fríamente dueño de sí mismo por la suya.
Las puertas se abren, y me apresuro a entrar desesperado por escapar. Realmente necesito salir de aquí. Cuando me vuelvo para mirarlo, está inclinado contra la puerta junto al ascensor con una mano en la pared. Realmente es muy, muy atractivo. Es una distracción. Sus ardientes ojos marrones me miran.
—Harry—dice como despedida.
—Zayn —respondo. Y gracias a Dios, las puertas se cierran.
Zayn Malik Is Hot
Capitulo 3 (2/5)
Mi corazón está latiendo con fuerza. El ascensor llega al primer piso y me apresuro a salir tan pronto como las puertas se abren, tropezando una vez, pero afortunadamente sin caerme en el inmaculado suelo de piedra arenisca. Corro por las anchas puertas de vidrio y estoy libre en el fresco, limpio y húmedo aire de Seattle. Levantando mi rostro, doy la bienvenida a la refrescante lluvia. Cierro mis ojos, tomo una profunda y purificante respiración y trato de recuperar lo que queda de mi equilibrio.
Ningún hombre me ha afectado de la manera en que Zayn Malik lo ha hecho y no puedo entender por qué. ¿Es su aspecto? ¿Su educación? ¿Riqueza? ¿Poder? No entiendo mi reacción irracional. Exhalo un gran suspiro de alivio. ¿Qué, en nombre de los cielos, fue todo eso? Apoyado en uno de los pilares de acero del edificio, intento valientemente calmarme y ordenar mis pensamientos. Sacudo mi cabeza. Santa ****, ¿qué fue eso? Mi corazón se estabiliza a su ritmo regular y puedo respirar normalmente de nuevo. Me dirijo al automóvil.
Mientras dejo los límites de la ciudad atrás, me empiezo a sentir *beep* y avergonzado al reproducir la entrevista en mi mente. Sin duda estoy reaccionando exageradamente a algo que es imaginario. Bien, así que es muy atractivo, seguro, dominante, a gusto consigo mismo… pero por otro lado, es arrogante y debido a sus modales impecables, es autocrático y frío. Bueno, en la superficie. Un escalofrío involuntario corre por mi columna. Puede ser arrogante, pero entonces tiene derecho a serlo: ha logrado tanto siendo tan joven. No soporta a los tontos, pero ¿por qué habría de hacerlo? De nuevo, me irrita que Louis no me diera una breve biografía.
Mientras me desplazo por la carretera interestatal 5 mi mente continúa vagando. Estoy realmente perplejo en cuanto a lo que hace que alguien esté tan motivado para tener éxito. Algunas de sus respuestas fueron tan enigmáticas, como si tuviera una agenda escondida. Y las preguntas de Louis ¡ugh! ¡La adopción y preguntarle si era gay! Me estremezco.
No puedo creer que dije eso. ¡Tierra, trágame ahora! Cada vez que piense en esa pregunta en el futuro, temblaré de vergüenza. ¡Maldito Louis Tomlinson!
Compruebo el velocímetro. Estoy manejando con más cautela de lo que lo haría en cualquier otra ocasión. Y sé que es el recuerdo de dos penetrantes ojos marrones mirándome, y una voz severa diciéndome que conduzca con cuidado. Sacudiendo la cabeza, me doy cuenta de que Zayn es más como un hombre del doble de su edad.
Olvídalo Harold, me regaño. Decido que, en términos generales, ha sido una experiencia muy interesante, pero no debería pensar en ello. Olvídalo. Nunca tengo que volver a verlo. Inmediatamente estoy animado por la idea. Enciendo el reproductor de MP3 y subo el volumen, me reclino y escucho el golpeteo de la música indie rock mientras presiono el acelerador. Al entrar en la Carretera Interestatal 5, me doy cuenta de que puedo conducir tan rápido como yo quiera.
Vivimos en una pequeña comunidad de dúplex en Vancouver, Washington. Tengo suerte, los padres de Louis compraron el lugar para él y pago una miseria de alquiler. Ha sido mi hogar por cuatro años ahora. A medida que me detengo afuera, sé que Louis querrá una historia muy detallada y es obstinado. Bueno, al menos tiene la mini grabadora. Por suerte no tendré que explicar mucho más de lo que se dijo durante la entrevista.
— ¡Harry! Estás de vuelta. —Louis se encuentra en nuestra sala de estar, rodeado de libros. Claramente ha estudiado para los exámenes finales, a pesar de que todavía está en su pijama de color azul, el que reserva para después de romper con sus novios, para variadas enfermedades y para estados depresivos en general. Avanza hacia mí y me abraza con fuerza—. Estaba empezando a preocuparme. Esperaba que regresaras más temprano.
—Ah, pensé que demoré poco tiempo, teniendo en cuenta que la entrevista se prolongó. —Muevo la mini grabadora hacia a él.
— Hazza, muchas gracias por hacer esto. Estoy en deuda, lo sé. ¿Cómo fue? ¿Cómo era él? —Oh, no... Aquí vamos, el Interrogatorio Louis Tomlinson.
Me esfuerzo por responder a su pregunta. ¿Qué puedo decir?
—Me alegro de que haya terminado y que no tengo que volver a verlo. Fue bastante intimidante, sabes. —Me encojo de hombros—. Es muy centrado, incluso intenso y joven. Muy joven.
Louis me mira inocentemente. Le frunzo el ceño —No parezcas tan inocente. ¿Por qué no me diste una biografía? Me hizo sentir como una ****a por limitarme a la investigación básica. —Louis pone una mano sobre su boca.
—Caray, Hazza, lo siento... no pensé.
Resoplo. —En su mayoría fue cortés y formal, un poco estirado, como si fuera mayor antes de tiempo. No habla como un hombre de veintitantos años. ¿Cuántos años tiene de todos modos?
—Veintiséis. Por Dios, Hazz, lo siento. Debería haberte informado, pero tenía tanto pánico. Entrégame la mini grabadora y empezaré a transcribir la entrevista.
—Te ves mejor. ¿Has tomado tu sopa? —pregunto, dispuesto a cambiar de tema.
—Sí y estaba deliciosa, como siempre. Me siento mucho mejor. —Me sonríe con gratitud. Miro mi reloj.
—Tengo que correr. Todavía puedo hacer mi turno en Clayton’s.
—Harry, estarás agotado.
—Estaré bien. Te veré más tarde.
He trabajado en Clayton’s desde que empecé en la universidad. Es la mayor tienda independiente de herramientas en el área de Portland, durante los cuatro años que he trabajado aquí, he llegado a conocer un poco sobre la mayoría de los productos que vendemos. Me alegro de que puedo hacer mi turno, ya que me da algo en que concentrarme que no sea Zayn Malik. Estamos ocupados: es el inicio de la temporada de verano, y la gente está re decorando sus hogares. La Sra. Clayton está encantada de verme.
— ¡Harry! Pensé que no ibas a venir hoy.
—Mi cita no duró tanto como pensaba. Puedo hacer un par de horas.
—Estoy realmente contenta de verte.
Me envía a la bodega para comenzar a reordenar estantes y pronto estoy absorto en la tarea.
Cuando llego a casa más tarde, Louis está usando los auriculares y trabajando en su portátil. Su nariz aún es rosada, pero tiene sus dientes en una historia, por lo que está concentrado y escribiendo frenéticamente. Estoy completamente agotado, exhausto por el largo viaje, la agotadora entrevista y por salir apresurado hacia Clayton’s. Me desplomo en el sofá, pensando en el ensayo que tengo que terminar y todo el estudio que no he hecho hoy porque estaba retrasado con... él.
—Tienes algunas cosas buenas aquí, Hazza. Bien hecho. No puedo creer que no aceptaras su oferta de mostrarte los alrededores. Obviamente quería pasar más tiempo contigo. —Me da una fugaz mirada burlona.
Me sonrojo y mi ritmo cardíaco aumenta inexplicablemente. Esa no era la razón, ¿verdad? Él sólo quería mostrarme los alrededores para que yo pudiera ver que era el señor de todo lo que veía. Me doy cuenta que me estoy mordiendo el labio, y espero que Louis no se dé cuenta. Pero el parece absorto en su transcripción.
—He oído lo que quieres decir con eso de formal. ¿Tomaste notas? —pregunta.
—Ulm... no, no lo hice.
—Eso está bien. Todavía puedo hacer un buen artículo con esto. Es una pena que no tengamos algunas fotografías originales. Atractivo *beep*, ¿no?
Me ruborizo.
—Supongo que sí. —Trato de sonar desinteresado y creo que lo logro.
—Oh, vamos Hazz, ni siquiera tú puedes ser inmune a su apariencia. —Arquea una ceja perfecta en mi dirección.
¡****! Lo distraigo con halagos, siempre es una buena táctica.
—Probablemente habrías conseguido mucho más de él.
—Dudo eso, Hazza. Vamos, prácticamente te ofreció un trabajo. Teniendo en cuenta que te he endosado esto a último minuto, lo hiciste muy bien. —Levanta la vista hacia mí especulativamente. Hago una retirada precipitada a la cocina.
— ¿Y qué pensaste realmente de él? —Maldita sea, es curioso. ¿Por qué no puede simplemente dejar pasar esto? Piensa en algo, rápido.
—Él está muy motivado, es controlador, arrogante… realmente aterrador, pero muy carismático. Puedo entender la fascinación —agrego sinceramente, mientras lo miro desde la puerta, esperando que esto lo calle de una vez por todas.
— ¿Tú, fascinada por un hombre? Esta es la primera vez —resopla.
Empiezo a reunir los ingredientes para un sándwich para que no pueda ver mi rostro.
— ¿Por qué querías saber si era gay? Dicho sea de paso, esa fue la pregunta más vergonzosa. Estaba mortificada y él también estaba enojado de que se la hiciera. Fruncí el ceño ante el recuerdo.
—Siempre que está en las páginas de sociedad nunca tiene una cita.
—Fue vergonzoso. Todo el asunto fue vergonzoso. Me alegro de que nunca tenga que posar los ojos en él.
—Oh, Hazza, no puede haber sido tan malo. Creo que suena un poco como si le gustases.
¿Yo le gusto? Ahora Louis está siendo ridículo.
— ¿Quieres un sándwich?
—Por favor.
No hablamos más de Zayn Malik esa noche, para mi alivio. Una vez que hemos cenado, soy capaz de sentarme a la mesa del comedor con Louis y, mientras él trabaja en su artículo, yo trabajo en mi ensayo sobre Tess de los D'Urbervilles. Maldita sea, pero esa mujer estaba en el lugar, momento y siglo equivocado. Para el momento en el que termino es medianoche y hace mucho que Louis se ha ido a la cama. Me dirijo a mi habitación, agotado pero contento de que he logrado tanto para un lunes.
Me hundo en mi cama de hierro blanco, envolviéndome en la manta de mi madre, cierro mis ojos y estoy instantáneamente dormido. Esa noche sueño con lugares oscuros, inóspitos pisos blancos, fríos y ojos marrones.
El resto de la semana, me sumerjo en mis estudios y mi trabajo en Clayton’s. Louis también está ocupado, recopilando la última edición de su revista de estudiantes antes de tener que relegarla al nuevo editor mientras que también tiene que prepararse para sus finales. Para el miércoles el está mucho mejor y ya no tengo que soportar la visión de su pijama color azul.
Llamo a mi madre en Georgia para ver cómo está, pero también para que pueda desearme suerte en mis exámenes finales. Procede a hablarme de su última aventura en la fabricación de velas: mi madre es aficionada a nuevos proyectos empresariales. Fundamentalmente está aburrida y quiere algo en que ocupar su tiempo, pero tiene la capacidad de concentración de un pez dorado. Será algo nuevo la próxima semana. Me preocupa. Espero que no haya hipotecado la casa para financiar este último plan.
Y espero que Bob —su marido relativamente nuevo y mucho mayor— mantenga un ojo en ella ahora que ya no estoy allí. Parece más centrado que el esposo número tres.
— ¿Cómo están las cosas contigo, Harry?
Por un momento, dudo y tengo toda la atención de mamá.
—Estoy bien.
— ¡Harry! ¿Has conocido a alguien? —Wow... ¿cómo hace eso? La emoción en su voz es palpable.
—No, mamá, no es nada. Serás la primera en saber si lo hago.
—Harry, realmente necesita salir más, cariño. Me preocupas.
—Mamá, estoy bien. ¿Qué tal Bob? —Como siempre, la distracción es la mejor política.
Más tarde esa noche llamo a Ray, mi padrastro, el esposo número dos de mamá, el hombre al que considero mi padre y cuyo apellido llevo. Es una breve conversación. De hecho, más que una conversación, es más como una serie de gruñidos de un solo lado en respuesta a mi gentil persuasión. Ray no es hablador. Pero todavía está vivo, todavía está viendo fútbol en la televisión, yendo al bowling y a pescar con moscas o haciendo muebles cuando no hace otras cosas. Ray es un hábil carpintero y la razón por la que conozco la diferencia entre un halcón y un serrucho. Todo parece ir bien con él.
Ningún hombre me ha afectado de la manera en que Zayn Malik lo ha hecho y no puedo entender por qué. ¿Es su aspecto? ¿Su educación? ¿Riqueza? ¿Poder? No entiendo mi reacción irracional. Exhalo un gran suspiro de alivio. ¿Qué, en nombre de los cielos, fue todo eso? Apoyado en uno de los pilares de acero del edificio, intento valientemente calmarme y ordenar mis pensamientos. Sacudo mi cabeza. Santa ****, ¿qué fue eso? Mi corazón se estabiliza a su ritmo regular y puedo respirar normalmente de nuevo. Me dirijo al automóvil.
Mientras dejo los límites de la ciudad atrás, me empiezo a sentir *beep* y avergonzado al reproducir la entrevista en mi mente. Sin duda estoy reaccionando exageradamente a algo que es imaginario. Bien, así que es muy atractivo, seguro, dominante, a gusto consigo mismo… pero por otro lado, es arrogante y debido a sus modales impecables, es autocrático y frío. Bueno, en la superficie. Un escalofrío involuntario corre por mi columna. Puede ser arrogante, pero entonces tiene derecho a serlo: ha logrado tanto siendo tan joven. No soporta a los tontos, pero ¿por qué habría de hacerlo? De nuevo, me irrita que Louis no me diera una breve biografía.
Mientras me desplazo por la carretera interestatal 5 mi mente continúa vagando. Estoy realmente perplejo en cuanto a lo que hace que alguien esté tan motivado para tener éxito. Algunas de sus respuestas fueron tan enigmáticas, como si tuviera una agenda escondida. Y las preguntas de Louis ¡ugh! ¡La adopción y preguntarle si era gay! Me estremezco.
No puedo creer que dije eso. ¡Tierra, trágame ahora! Cada vez que piense en esa pregunta en el futuro, temblaré de vergüenza. ¡Maldito Louis Tomlinson!
Compruebo el velocímetro. Estoy manejando con más cautela de lo que lo haría en cualquier otra ocasión. Y sé que es el recuerdo de dos penetrantes ojos marrones mirándome, y una voz severa diciéndome que conduzca con cuidado. Sacudiendo la cabeza, me doy cuenta de que Zayn es más como un hombre del doble de su edad.
Olvídalo Harold, me regaño. Decido que, en términos generales, ha sido una experiencia muy interesante, pero no debería pensar en ello. Olvídalo. Nunca tengo que volver a verlo. Inmediatamente estoy animado por la idea. Enciendo el reproductor de MP3 y subo el volumen, me reclino y escucho el golpeteo de la música indie rock mientras presiono el acelerador. Al entrar en la Carretera Interestatal 5, me doy cuenta de que puedo conducir tan rápido como yo quiera.
Vivimos en una pequeña comunidad de dúplex en Vancouver, Washington. Tengo suerte, los padres de Louis compraron el lugar para él y pago una miseria de alquiler. Ha sido mi hogar por cuatro años ahora. A medida que me detengo afuera, sé que Louis querrá una historia muy detallada y es obstinado. Bueno, al menos tiene la mini grabadora. Por suerte no tendré que explicar mucho más de lo que se dijo durante la entrevista.
— ¡Harry! Estás de vuelta. —Louis se encuentra en nuestra sala de estar, rodeado de libros. Claramente ha estudiado para los exámenes finales, a pesar de que todavía está en su pijama de color azul, el que reserva para después de romper con sus novios, para variadas enfermedades y para estados depresivos en general. Avanza hacia mí y me abraza con fuerza—. Estaba empezando a preocuparme. Esperaba que regresaras más temprano.
—Ah, pensé que demoré poco tiempo, teniendo en cuenta que la entrevista se prolongó. —Muevo la mini grabadora hacia a él.
— Hazza, muchas gracias por hacer esto. Estoy en deuda, lo sé. ¿Cómo fue? ¿Cómo era él? —Oh, no... Aquí vamos, el Interrogatorio Louis Tomlinson.
Me esfuerzo por responder a su pregunta. ¿Qué puedo decir?
—Me alegro de que haya terminado y que no tengo que volver a verlo. Fue bastante intimidante, sabes. —Me encojo de hombros—. Es muy centrado, incluso intenso y joven. Muy joven.
Louis me mira inocentemente. Le frunzo el ceño —No parezcas tan inocente. ¿Por qué no me diste una biografía? Me hizo sentir como una ****a por limitarme a la investigación básica. —Louis pone una mano sobre su boca.
—Caray, Hazza, lo siento... no pensé.
Resoplo. —En su mayoría fue cortés y formal, un poco estirado, como si fuera mayor antes de tiempo. No habla como un hombre de veintitantos años. ¿Cuántos años tiene de todos modos?
—Veintiséis. Por Dios, Hazz, lo siento. Debería haberte informado, pero tenía tanto pánico. Entrégame la mini grabadora y empezaré a transcribir la entrevista.
—Te ves mejor. ¿Has tomado tu sopa? —pregunto, dispuesto a cambiar de tema.
—Sí y estaba deliciosa, como siempre. Me siento mucho mejor. —Me sonríe con gratitud. Miro mi reloj.
—Tengo que correr. Todavía puedo hacer mi turno en Clayton’s.
—Harry, estarás agotado.
—Estaré bien. Te veré más tarde.
He trabajado en Clayton’s desde que empecé en la universidad. Es la mayor tienda independiente de herramientas en el área de Portland, durante los cuatro años que he trabajado aquí, he llegado a conocer un poco sobre la mayoría de los productos que vendemos. Me alegro de que puedo hacer mi turno, ya que me da algo en que concentrarme que no sea Zayn Malik. Estamos ocupados: es el inicio de la temporada de verano, y la gente está re decorando sus hogares. La Sra. Clayton está encantada de verme.
— ¡Harry! Pensé que no ibas a venir hoy.
—Mi cita no duró tanto como pensaba. Puedo hacer un par de horas.
—Estoy realmente contenta de verte.
Me envía a la bodega para comenzar a reordenar estantes y pronto estoy absorto en la tarea.
Cuando llego a casa más tarde, Louis está usando los auriculares y trabajando en su portátil. Su nariz aún es rosada, pero tiene sus dientes en una historia, por lo que está concentrado y escribiendo frenéticamente. Estoy completamente agotado, exhausto por el largo viaje, la agotadora entrevista y por salir apresurado hacia Clayton’s. Me desplomo en el sofá, pensando en el ensayo que tengo que terminar y todo el estudio que no he hecho hoy porque estaba retrasado con... él.
—Tienes algunas cosas buenas aquí, Hazza. Bien hecho. No puedo creer que no aceptaras su oferta de mostrarte los alrededores. Obviamente quería pasar más tiempo contigo. —Me da una fugaz mirada burlona.
Me sonrojo y mi ritmo cardíaco aumenta inexplicablemente. Esa no era la razón, ¿verdad? Él sólo quería mostrarme los alrededores para que yo pudiera ver que era el señor de todo lo que veía. Me doy cuenta que me estoy mordiendo el labio, y espero que Louis no se dé cuenta. Pero el parece absorto en su transcripción.
—He oído lo que quieres decir con eso de formal. ¿Tomaste notas? —pregunta.
—Ulm... no, no lo hice.
—Eso está bien. Todavía puedo hacer un buen artículo con esto. Es una pena que no tengamos algunas fotografías originales. Atractivo *beep*, ¿no?
Me ruborizo.
—Supongo que sí. —Trato de sonar desinteresado y creo que lo logro.
—Oh, vamos Hazz, ni siquiera tú puedes ser inmune a su apariencia. —Arquea una ceja perfecta en mi dirección.
¡****! Lo distraigo con halagos, siempre es una buena táctica.
—Probablemente habrías conseguido mucho más de él.
—Dudo eso, Hazza. Vamos, prácticamente te ofreció un trabajo. Teniendo en cuenta que te he endosado esto a último minuto, lo hiciste muy bien. —Levanta la vista hacia mí especulativamente. Hago una retirada precipitada a la cocina.
— ¿Y qué pensaste realmente de él? —Maldita sea, es curioso. ¿Por qué no puede simplemente dejar pasar esto? Piensa en algo, rápido.
—Él está muy motivado, es controlador, arrogante… realmente aterrador, pero muy carismático. Puedo entender la fascinación —agrego sinceramente, mientras lo miro desde la puerta, esperando que esto lo calle de una vez por todas.
— ¿Tú, fascinada por un hombre? Esta es la primera vez —resopla.
Empiezo a reunir los ingredientes para un sándwich para que no pueda ver mi rostro.
— ¿Por qué querías saber si era gay? Dicho sea de paso, esa fue la pregunta más vergonzosa. Estaba mortificada y él también estaba enojado de que se la hiciera. Fruncí el ceño ante el recuerdo.
—Siempre que está en las páginas de sociedad nunca tiene una cita.
—Fue vergonzoso. Todo el asunto fue vergonzoso. Me alegro de que nunca tenga que posar los ojos en él.
—Oh, Hazza, no puede haber sido tan malo. Creo que suena un poco como si le gustases.
¿Yo le gusto? Ahora Louis está siendo ridículo.
— ¿Quieres un sándwich?
—Por favor.
No hablamos más de Zayn Malik esa noche, para mi alivio. Una vez que hemos cenado, soy capaz de sentarme a la mesa del comedor con Louis y, mientras él trabaja en su artículo, yo trabajo en mi ensayo sobre Tess de los D'Urbervilles. Maldita sea, pero esa mujer estaba en el lugar, momento y siglo equivocado. Para el momento en el que termino es medianoche y hace mucho que Louis se ha ido a la cama. Me dirijo a mi habitación, agotado pero contento de que he logrado tanto para un lunes.
Me hundo en mi cama de hierro blanco, envolviéndome en la manta de mi madre, cierro mis ojos y estoy instantáneamente dormido. Esa noche sueño con lugares oscuros, inóspitos pisos blancos, fríos y ojos marrones.
El resto de la semana, me sumerjo en mis estudios y mi trabajo en Clayton’s. Louis también está ocupado, recopilando la última edición de su revista de estudiantes antes de tener que relegarla al nuevo editor mientras que también tiene que prepararse para sus finales. Para el miércoles el está mucho mejor y ya no tengo que soportar la visión de su pijama color azul.
Llamo a mi madre en Georgia para ver cómo está, pero también para que pueda desearme suerte en mis exámenes finales. Procede a hablarme de su última aventura en la fabricación de velas: mi madre es aficionada a nuevos proyectos empresariales. Fundamentalmente está aburrida y quiere algo en que ocupar su tiempo, pero tiene la capacidad de concentración de un pez dorado. Será algo nuevo la próxima semana. Me preocupa. Espero que no haya hipotecado la casa para financiar este último plan.
Y espero que Bob —su marido relativamente nuevo y mucho mayor— mantenga un ojo en ella ahora que ya no estoy allí. Parece más centrado que el esposo número tres.
— ¿Cómo están las cosas contigo, Harry?
Por un momento, dudo y tengo toda la atención de mamá.
—Estoy bien.
— ¡Harry! ¿Has conocido a alguien? —Wow... ¿cómo hace eso? La emoción en su voz es palpable.
—No, mamá, no es nada. Serás la primera en saber si lo hago.
—Harry, realmente necesita salir más, cariño. Me preocupas.
—Mamá, estoy bien. ¿Qué tal Bob? —Como siempre, la distracción es la mejor política.
Más tarde esa noche llamo a Ray, mi padrastro, el esposo número dos de mamá, el hombre al que considero mi padre y cuyo apellido llevo. Es una breve conversación. De hecho, más que una conversación, es más como una serie de gruñidos de un solo lado en respuesta a mi gentil persuasión. Ray no es hablador. Pero todavía está vivo, todavía está viendo fútbol en la televisión, yendo al bowling y a pescar con moscas o haciendo muebles cuando no hace otras cosas. Ray es un hábil carpintero y la razón por la que conozco la diferencia entre un halcón y un serrucho. Todo parece ir bien con él.
Zayn Malik Is Hot
Capitulo 4 (3/5)
Viernes por la noche, Louis y yo estamos debatiendo qué hacer con nuestra noche: queremos algo de tiempo fuera de nuestros estudios, de nuestro trabajo y del periódico de alumnos… cuando suena el timbre. De pie delante de nuestra puerta está mi buen amigo Liam con una botella de champán.
— ¡Liam! ¡Me alegro de verte! —Le doy un abrazo rápido—. Adelante.
Liam es la primera persona que conocí cuando llegué a la universidad, luciendo igual de perdido y solo que yo. Reconocimos un espíritu afín en cada uno de nosotros ese día y hemos sido amigos desde entonces. No sólo compartimos un sentido del humor, también descubrimos que tanto Ray y Liam Padre estaban en la misma unidad del ejército juntos. Como resultado, nuestros padres se han convertido en grandes amigos también.
Liam está estudiando ingeniería y es el primero de su familia que logra ir a la universidad. Es muy brillante, pero su verdadera pasión es la fotografía. Tiene un gran ojo para una buena imagen.
—Tengo noticias. —Él sonríe, sus ojos oscuros pestañean.
—No me digas, has logrado no ser expulsado por una semana más —me burlo y él me frunce el ceño bromeando.
—La Galería de Portland Place va a exponer mis fotos el mes que viene.
—Eso es increíble. ¡Felicitaciones! —Muy contento por él, lo abrazo de nuevo. Louis también le sonríe.
—¡Así se hace Li! Debería poner esto en el periódico. Nada como cambios editoriales de último momento en un viernes en la noche. —Sonríe el.
—Vamos a celebrar. Quiero que vengas a la apertura. —Liam me mira atentamente. Me sonrojo—. Ambos, por supuesto —añade, mirando nerviosamente a Louis.
Liam y yo somos buenos amigos, pero sé que en el fondo, le gustaría ser más. Es lindo y divertido, pero no es para mí. Es más como el hermano que nunca tuve. Louis a menudo se burla de mí, de que me falta el gen de necesitar un novio, pero la verdad es que, simplemente no he conocido a nadie que... bueno, por quien me sienta atraído, a pesar de que parte de mí anhela esas rodillas temblorosas, el corazón en mi boca, mariposas en mi vientre, noches sin dormir.
A veces me pregunto si hay algo mal en mí. Quizás he pasado demasiado tiempo en compañía de mis héroes literarios románticos y por lo tanto, mis ideales y expectativas son demasiado altas. Pero en la realidad, nadie nunca me ha hecho sentir así.
Hasta hace muy poco, la desagradable y todavía pequeña voz de mi inconsciente me susurra. ¡NO! Destierro el pensamiento de inmediato. No voy a ir allí, no después de esa dolorosa entrevista. ¿Es gay Sr. Malik? Me estremezco ante el recuerdo. Sé que he soñado con él casi todas las noches desde entonces, pero eso es sólo para purgar la terrible experiencia de mi sistema, ¿verdad?
Veo a Liam abrir la botella de champán. Es alto, en sus pantalones vaqueros y camiseta es todo hombros y músculos, piel bronceada, cabello oscuro y ardientes ojos oscuros. Sí, Liam es bastante caliente, pero creo que por fin capta el mensaje: sólo somos amigos. El corcho hace un fuerte chasquido, Liam mira hacia arriba y sonríe.
El sábado en la tienda es una pesadilla. Estamos asediados por personas que quieren arreglar sus casas ellos mismos. El Sr. y la Sra. Clayton, John y Patrick, los otros dos trabajadores de medio tiempo y yo estamos corriendo. Pero hay un momento de calma alrededor de la hora del almuerzo y la Sra. Clayton me pide que verifique algunas de las órdenes, mientras estoy sentada detrás del mostrador de la caja discretamente comiendo mi bagel.
Estoy enfrascado en la tarea, verificando los números del catálogo con los artículos que necesitamos y los elementos que hemos pedido, mis ojos moviéndose rápidamente del libro de órdenes a la pantalla de la computadora y de regreso, mientras corroboro que las entradas coincidan.
Entonces, por alguna razón, levanto la vista... y me encuentro atrapado en la atrevida mirada marrón de Zayn Malik, quien está de pie en el mostrador, mirándome fijamente.
Insuficiencia cardíaca.
—Señorito Styles. Qué sorpresa tan agradable. —Su mirada es firme e intensa.
Mi.er.da. ¿Qué diablos está haciendo él aquí, con su cabello prolijamente despeinado, ropa de exterior, con su sweater tejido color crema, jeans y botas de caminar? Creo que mi boca se ha abierto y no puedo localizar mi cerebro o mi voz.
—Sr. Malik —susurro, porque eso es todo lo que puedo lograr. Hay un dejo de sonrisa en sus labios y sus ojos brillan con humor, como si estuviera disfrutando de alguna broma privada.
—Estaba por el área —dijo a modo de explicación—. Necesito reabastecer el stock de algunas cosas. Es un placer verlo de nuevo, Srto. Styles .—Su voz es suave y profunda como el chocolate derretido con caramelo… o algo.
Sacudo mi cabeza para reunir mis ideas. Mi corazón está latiendo frenéticamente y por alguna razón, me estoy sonrojando furiosamente bajo su persistente escrutinio. Estoy anonadado por la visión de él parado frente a mí. Mis recuerdos no le hacían justicia. No es simplemente atractivo, es el resumen de la belleza masculina, te quita la respiración y está aquí. Aquí en la ferretería Clayton. Imagínate. Finalmente, mis funciones cognitivas son restauradas y reconectadas con el resto de mi cuerpo.
—Harry. Mi nombre es Harry —logro modular—. ¿En qué puedo ayudarlo, Sr. Malik?
Él sonríe y de nuevo es como si fuera el dueño de algún gran secreto. Es tan desconcertante. Tomando una profunda respiración, pongo mi cara profesional de he-trabajado-en-esta-tienda-por-años. Puedo hacer esto.
—Hay algunas cosas que necesito. Para empezar, me gustaría algunos organizadores de cables —murmura, sus ojos marrones tranquilos pero divertidos.
—Tenemos de varios largos. ¿Desea que le muestre? —digo, mi voz ronca y profunda. Tómalo con calma, Styles. Un ligero fruncimiento de cejas marca la bella frente de Malik.
—Por favor. Guíeme, Srto. Styles —dice. Trato de parecer despreocupado mientras salgo del mostrador, pero en realidad, estoy concentrándome duramente en no caerme con mis propios pies, mis piernas repentinamente tienen la consistencia de la gelatina. Estoy tan feliz de haber decidido usar mis mejores jeans esta mañana.
—Están con los insumos eléctricos, pasillo ocho. —Mi voz es un poco demasiado fuerte. Miro hacia él y me arrepiento casi de inmediato. Demonios, es atractivo. Me sonrojo.
—Después de usted —murmura, haciendo un gesto con sus manos de largos dedos, bellamente arregladas.
Con mi corazón casi ahogándome, porque está en mi garganta tratando de escapar por mi boca, me dirijo a uno de los pasillos de la sección eléctrica. ¿Por qué está en Portland? ¿Por qué está aquí, en Clayton? Y desde una pequeña y casi no usada parte de mi cerebro —probablemente localizada en la base de mi bulbo raquídeo, en donde habita mi subconsciente— llega el pensamiento: está aquí para verte. ¡No puede ser! Lo rechazo inmediatamente. ¿Por qué este hombre de ciudad, hermoso y poderoso querría verme? La idea es absurda y la pateo fuera de mi cabeza.
— ¿Está en Portland por negocios? —pregunto y mi voz es muy aguda, como si hubiera aplastado mi dedo con una puerta o algo. ¡Demonios!
¡Trata de parecer tranquilo, Harry!
—Estaba visitando la división de granjas de la universidad. Tiene base en Vancouver. Actualmente, estoy fundando algunas investigaciones sobre la rotación de ganado y la ciencia del suelo —dice con naturalidad. ¿Ves? No está aquí para encontrarte en absoluto, sé burla de mí, fuerte, orgullosa y enfadada. Me sonrojo ante mis caprichosos y tontos pensamientos.
— ¿Todo es parte de tu plan alimenta-al-mundo? —Pregunto
—Algo así —reconoce y sus labios se curvan en una media sonrisa.
Mira a la selección de organizadores de cables que tenemos en Clayton. ¿Qué demonios va a hacer con esos? No puedo imaginarlo como un tipo de persona “hágalo usted mismo” en absoluto. Sus dedos viajan por varios de los paquetes mostrados y por alguna razón inexplicable, tengo que mirar para otro lado. Se inclina y elige un paquete.
—Estos funcionarán —dice con su tan secreta sonrisa y me sonrojo.
— ¿Algo más?
—Me gustaría un poco de cinta para enmascarar.
— ¿Está re decorando? —Las palabras salen antes de que pueda detenerlas. ¿Seguramente contrata trabajadores o tiene un equipo para ayudarlo a decorar?
—No, no re decorando —dice rápidamente, luego sonríe burlonamente y tengo el incómodo sentimiento de que se está riendo de mí.
—Por aquí —murmuro avergonzado—. La cinta de enmascarar está en el pasillo de decoración.
— ¿Trabajas aquí desde hace mucho? —Su voz es baja y me está mirando, sus ojos marrones concentrados fuertemente. Me sonrojo aún más brillantemente. ¿Por qué demonios tiene ese efecto sobre mí? Siento como si tuviera catorce años, inoportuno como siempre y fuera de lugar. ¡Ojos al frente, Styles!
—Cuatro años —mascullo mientras alcanzamos nuestro objetivo. Para distraerme, me inclino hacia abajo y escojo los dos anchos de cinta de enmascarar que tenemos en stock.
—Tomaré esa —dice Malik, apuntando suavemente a la más ancha, la cual le paso. Nuestros dedos se rozan muy brevemente y la corriente está ahí de nuevo, corriendo a través de mí como si hubiera tocado un cable expuesto. Me atraganto involuntariamente cuando lo siento, todo el camino hacia abajo a algún lugar oscuro e inexplorado, profundo en mi barriga. Desesperadamente, busco alrededor por mi equilibrio.
— ¿Algo más? —Mi voz es áspera y agitada.
—Algo de cuerda, creo. —Su voz refleja la mía, áspera.
—Por aquí. —Inclino mi cabeza hacia abajo para esconder mi recurrente sonrojo y me dirijo al pasillo.
— ¿De qué tipo buscaba? Tenemos cuerda sintética y natural de filamento… trenzada… cuerda de cable… —Me detengo ante su expresión, sus ojos oscureciéndose. Dios santo.
—Llevaré cuatro metros y medio de la soga natural de filamento, por favor.
Rápidamente, con dedos temblorosos, mido los cuatro metros y medio en la regla fija, consciente de su mirada marrón y cálida sobre mí. No me atrevo a mirarlo. Jesús, ¿sería posible estar aún más consiente de mí mismo? Tomando mi cuchillo Stanley del bolsillo trasero de mis jeans, la corto y la enrollo prolijamente antes de atarla en un nudo corredizo. Por algún milagro, me las arreglo para no cortarme un dedo con mi cuchillo.
— ¿Fuiste un niño explorador? —pregunta, labios esculturales y sensuales curvados en sorpresa. ¡No mires su boca!
—Las actividades de grupo organizados no son realmente lo mío, Sr. Malik.
Levanta una ceja.
—¿Qué es lo tuyo, Harry? —pregunta, su voz suave y su sonrisa secreta de vuelta. Lo miro, incapaz de expresarme. Estoy sobre placas tectónicas en movimiento. Trata de parecer tranquilo, Harry, mi torturado subconsciente me ruega de rodillas.
—Libros —susurro, pero por dentro, mi subconsciente está gritando: ¡Tú! ¡Tú eres lo que me interesa! Lo callo de inmediato, mortificado porque mi psiquis está teniendo ideas por encima de su nivel.
— ¿Qué clase de libros? —Inclina su cabeza hacia un lado. ¿Por qué está tan interesado?
—Oh, ya sabes… lo usual. Los clásicos. Literatura británica, mayormente.
Frota su barbilla con su largo dedo índice y pulgar mientras contempla mi respuesta. O tal vez está muy aburrido y está intentando ocultarlo.
— ¿Algo más que necesites? —Necesito poder superar este tema, esos dedos en ese rostro son tan seductores.
—No lo sé. ¿Qué más me recomendarías?
¿Qué te recomendaría? Ni siquiera sé que estás haciendo.
— ¿Para un hazlo-tú-mismo?
Asiente, sus ojos marrones vivos con un secreto humor. Me sonrojo y mis ojos vuelan involuntariamente por sus cómodos jeans.
—Overoles —replico y sé que ya no controlo lo que está saliendo de mi boca. Él levanta una ceja, sorprendido de nuevo.
—No querrás arruinar tu ropa. —Hago un gesto vago en dirección a sus jeans.
—Siempre podría quitármelos —replicó
— ¡Liam! ¡Me alegro de verte! —Le doy un abrazo rápido—. Adelante.
Liam es la primera persona que conocí cuando llegué a la universidad, luciendo igual de perdido y solo que yo. Reconocimos un espíritu afín en cada uno de nosotros ese día y hemos sido amigos desde entonces. No sólo compartimos un sentido del humor, también descubrimos que tanto Ray y Liam Padre estaban en la misma unidad del ejército juntos. Como resultado, nuestros padres se han convertido en grandes amigos también.
Liam está estudiando ingeniería y es el primero de su familia que logra ir a la universidad. Es muy brillante, pero su verdadera pasión es la fotografía. Tiene un gran ojo para una buena imagen.
—Tengo noticias. —Él sonríe, sus ojos oscuros pestañean.
—No me digas, has logrado no ser expulsado por una semana más —me burlo y él me frunce el ceño bromeando.
—La Galería de Portland Place va a exponer mis fotos el mes que viene.
—Eso es increíble. ¡Felicitaciones! —Muy contento por él, lo abrazo de nuevo. Louis también le sonríe.
—¡Así se hace Li! Debería poner esto en el periódico. Nada como cambios editoriales de último momento en un viernes en la noche. —Sonríe el.
—Vamos a celebrar. Quiero que vengas a la apertura. —Liam me mira atentamente. Me sonrojo—. Ambos, por supuesto —añade, mirando nerviosamente a Louis.
Liam y yo somos buenos amigos, pero sé que en el fondo, le gustaría ser más. Es lindo y divertido, pero no es para mí. Es más como el hermano que nunca tuve. Louis a menudo se burla de mí, de que me falta el gen de necesitar un novio, pero la verdad es que, simplemente no he conocido a nadie que... bueno, por quien me sienta atraído, a pesar de que parte de mí anhela esas rodillas temblorosas, el corazón en mi boca, mariposas en mi vientre, noches sin dormir.
A veces me pregunto si hay algo mal en mí. Quizás he pasado demasiado tiempo en compañía de mis héroes literarios románticos y por lo tanto, mis ideales y expectativas son demasiado altas. Pero en la realidad, nadie nunca me ha hecho sentir así.
Hasta hace muy poco, la desagradable y todavía pequeña voz de mi inconsciente me susurra. ¡NO! Destierro el pensamiento de inmediato. No voy a ir allí, no después de esa dolorosa entrevista. ¿Es gay Sr. Malik? Me estremezco ante el recuerdo. Sé que he soñado con él casi todas las noches desde entonces, pero eso es sólo para purgar la terrible experiencia de mi sistema, ¿verdad?
Veo a Liam abrir la botella de champán. Es alto, en sus pantalones vaqueros y camiseta es todo hombros y músculos, piel bronceada, cabello oscuro y ardientes ojos oscuros. Sí, Liam es bastante caliente, pero creo que por fin capta el mensaje: sólo somos amigos. El corcho hace un fuerte chasquido, Liam mira hacia arriba y sonríe.
El sábado en la tienda es una pesadilla. Estamos asediados por personas que quieren arreglar sus casas ellos mismos. El Sr. y la Sra. Clayton, John y Patrick, los otros dos trabajadores de medio tiempo y yo estamos corriendo. Pero hay un momento de calma alrededor de la hora del almuerzo y la Sra. Clayton me pide que verifique algunas de las órdenes, mientras estoy sentada detrás del mostrador de la caja discretamente comiendo mi bagel.
Estoy enfrascado en la tarea, verificando los números del catálogo con los artículos que necesitamos y los elementos que hemos pedido, mis ojos moviéndose rápidamente del libro de órdenes a la pantalla de la computadora y de regreso, mientras corroboro que las entradas coincidan.
Entonces, por alguna razón, levanto la vista... y me encuentro atrapado en la atrevida mirada marrón de Zayn Malik, quien está de pie en el mostrador, mirándome fijamente.
Insuficiencia cardíaca.
—Señorito Styles. Qué sorpresa tan agradable. —Su mirada es firme e intensa.
Mi.er.da. ¿Qué diablos está haciendo él aquí, con su cabello prolijamente despeinado, ropa de exterior, con su sweater tejido color crema, jeans y botas de caminar? Creo que mi boca se ha abierto y no puedo localizar mi cerebro o mi voz.
—Sr. Malik —susurro, porque eso es todo lo que puedo lograr. Hay un dejo de sonrisa en sus labios y sus ojos brillan con humor, como si estuviera disfrutando de alguna broma privada.
—Estaba por el área —dijo a modo de explicación—. Necesito reabastecer el stock de algunas cosas. Es un placer verlo de nuevo, Srto. Styles .—Su voz es suave y profunda como el chocolate derretido con caramelo… o algo.
Sacudo mi cabeza para reunir mis ideas. Mi corazón está latiendo frenéticamente y por alguna razón, me estoy sonrojando furiosamente bajo su persistente escrutinio. Estoy anonadado por la visión de él parado frente a mí. Mis recuerdos no le hacían justicia. No es simplemente atractivo, es el resumen de la belleza masculina, te quita la respiración y está aquí. Aquí en la ferretería Clayton. Imagínate. Finalmente, mis funciones cognitivas son restauradas y reconectadas con el resto de mi cuerpo.
—Harry. Mi nombre es Harry —logro modular—. ¿En qué puedo ayudarlo, Sr. Malik?
Él sonríe y de nuevo es como si fuera el dueño de algún gran secreto. Es tan desconcertante. Tomando una profunda respiración, pongo mi cara profesional de he-trabajado-en-esta-tienda-por-años. Puedo hacer esto.
—Hay algunas cosas que necesito. Para empezar, me gustaría algunos organizadores de cables —murmura, sus ojos marrones tranquilos pero divertidos.
—Tenemos de varios largos. ¿Desea que le muestre? —digo, mi voz ronca y profunda. Tómalo con calma, Styles. Un ligero fruncimiento de cejas marca la bella frente de Malik.
—Por favor. Guíeme, Srto. Styles —dice. Trato de parecer despreocupado mientras salgo del mostrador, pero en realidad, estoy concentrándome duramente en no caerme con mis propios pies, mis piernas repentinamente tienen la consistencia de la gelatina. Estoy tan feliz de haber decidido usar mis mejores jeans esta mañana.
—Están con los insumos eléctricos, pasillo ocho. —Mi voz es un poco demasiado fuerte. Miro hacia él y me arrepiento casi de inmediato. Demonios, es atractivo. Me sonrojo.
—Después de usted —murmura, haciendo un gesto con sus manos de largos dedos, bellamente arregladas.
Con mi corazón casi ahogándome, porque está en mi garganta tratando de escapar por mi boca, me dirijo a uno de los pasillos de la sección eléctrica. ¿Por qué está en Portland? ¿Por qué está aquí, en Clayton? Y desde una pequeña y casi no usada parte de mi cerebro —probablemente localizada en la base de mi bulbo raquídeo, en donde habita mi subconsciente— llega el pensamiento: está aquí para verte. ¡No puede ser! Lo rechazo inmediatamente. ¿Por qué este hombre de ciudad, hermoso y poderoso querría verme? La idea es absurda y la pateo fuera de mi cabeza.
— ¿Está en Portland por negocios? —pregunto y mi voz es muy aguda, como si hubiera aplastado mi dedo con una puerta o algo. ¡Demonios!
¡Trata de parecer tranquilo, Harry!
—Estaba visitando la división de granjas de la universidad. Tiene base en Vancouver. Actualmente, estoy fundando algunas investigaciones sobre la rotación de ganado y la ciencia del suelo —dice con naturalidad. ¿Ves? No está aquí para encontrarte en absoluto, sé burla de mí, fuerte, orgullosa y enfadada. Me sonrojo ante mis caprichosos y tontos pensamientos.
— ¿Todo es parte de tu plan alimenta-al-mundo? —Pregunto
—Algo así —reconoce y sus labios se curvan en una media sonrisa.
Mira a la selección de organizadores de cables que tenemos en Clayton. ¿Qué demonios va a hacer con esos? No puedo imaginarlo como un tipo de persona “hágalo usted mismo” en absoluto. Sus dedos viajan por varios de los paquetes mostrados y por alguna razón inexplicable, tengo que mirar para otro lado. Se inclina y elige un paquete.
—Estos funcionarán —dice con su tan secreta sonrisa y me sonrojo.
— ¿Algo más?
—Me gustaría un poco de cinta para enmascarar.
— ¿Está re decorando? —Las palabras salen antes de que pueda detenerlas. ¿Seguramente contrata trabajadores o tiene un equipo para ayudarlo a decorar?
—No, no re decorando —dice rápidamente, luego sonríe burlonamente y tengo el incómodo sentimiento de que se está riendo de mí.
—Por aquí —murmuro avergonzado—. La cinta de enmascarar está en el pasillo de decoración.
— ¿Trabajas aquí desde hace mucho? —Su voz es baja y me está mirando, sus ojos marrones concentrados fuertemente. Me sonrojo aún más brillantemente. ¿Por qué demonios tiene ese efecto sobre mí? Siento como si tuviera catorce años, inoportuno como siempre y fuera de lugar. ¡Ojos al frente, Styles!
—Cuatro años —mascullo mientras alcanzamos nuestro objetivo. Para distraerme, me inclino hacia abajo y escojo los dos anchos de cinta de enmascarar que tenemos en stock.
—Tomaré esa —dice Malik, apuntando suavemente a la más ancha, la cual le paso. Nuestros dedos se rozan muy brevemente y la corriente está ahí de nuevo, corriendo a través de mí como si hubiera tocado un cable expuesto. Me atraganto involuntariamente cuando lo siento, todo el camino hacia abajo a algún lugar oscuro e inexplorado, profundo en mi barriga. Desesperadamente, busco alrededor por mi equilibrio.
— ¿Algo más? —Mi voz es áspera y agitada.
—Algo de cuerda, creo. —Su voz refleja la mía, áspera.
—Por aquí. —Inclino mi cabeza hacia abajo para esconder mi recurrente sonrojo y me dirijo al pasillo.
— ¿De qué tipo buscaba? Tenemos cuerda sintética y natural de filamento… trenzada… cuerda de cable… —Me detengo ante su expresión, sus ojos oscureciéndose. Dios santo.
—Llevaré cuatro metros y medio de la soga natural de filamento, por favor.
Rápidamente, con dedos temblorosos, mido los cuatro metros y medio en la regla fija, consciente de su mirada marrón y cálida sobre mí. No me atrevo a mirarlo. Jesús, ¿sería posible estar aún más consiente de mí mismo? Tomando mi cuchillo Stanley del bolsillo trasero de mis jeans, la corto y la enrollo prolijamente antes de atarla en un nudo corredizo. Por algún milagro, me las arreglo para no cortarme un dedo con mi cuchillo.
— ¿Fuiste un niño explorador? —pregunta, labios esculturales y sensuales curvados en sorpresa. ¡No mires su boca!
—Las actividades de grupo organizados no son realmente lo mío, Sr. Malik.
Levanta una ceja.
—¿Qué es lo tuyo, Harry? —pregunta, su voz suave y su sonrisa secreta de vuelta. Lo miro, incapaz de expresarme. Estoy sobre placas tectónicas en movimiento. Trata de parecer tranquilo, Harry, mi torturado subconsciente me ruega de rodillas.
—Libros —susurro, pero por dentro, mi subconsciente está gritando: ¡Tú! ¡Tú eres lo que me interesa! Lo callo de inmediato, mortificado porque mi psiquis está teniendo ideas por encima de su nivel.
— ¿Qué clase de libros? —Inclina su cabeza hacia un lado. ¿Por qué está tan interesado?
—Oh, ya sabes… lo usual. Los clásicos. Literatura británica, mayormente.
Frota su barbilla con su largo dedo índice y pulgar mientras contempla mi respuesta. O tal vez está muy aburrido y está intentando ocultarlo.
— ¿Algo más que necesites? —Necesito poder superar este tema, esos dedos en ese rostro son tan seductores.
—No lo sé. ¿Qué más me recomendarías?
¿Qué te recomendaría? Ni siquiera sé que estás haciendo.
— ¿Para un hazlo-tú-mismo?
Asiente, sus ojos marrones vivos con un secreto humor. Me sonrojo y mis ojos vuelan involuntariamente por sus cómodos jeans.
—Overoles —replico y sé que ya no controlo lo que está saliendo de mi boca. Él levanta una ceja, sorprendido de nuevo.
—No querrás arruinar tu ropa. —Hago un gesto vago en dirección a sus jeans.
—Siempre podría quitármelos —replicó
Zayn Malik Is Hot
Capitulo 4 (parte 2) (4/5)
Siento el color en mis mejillas subiendo de nuevo. Debo estar del color del manifiesto comunista. Deja de hablar. Deja de hablar AHORA.
—Llevaré algunos overoles. No vaya a ser que se me estropee la ropa
—dice secamente. Trato de alejar la inconveniente imagen de él sin jeans.
— ¿Necesita algo más? —pregunto tan rápido como le entrego los overoles azules.
Él ignora mi pregunta.
— ¿Cómo va el artículo? —Finalmente me ha hecho una pregunta normal, lejos de todas las indirectas y la confusa conversación de doble sentido… Una pregunta que puedo responder. Tomo mis pensamientos firmemente con mis manos como si fuera algo de vida o muerte y elijo la honestidad.
—No voy a escribirlo. Louis lo hará. El Srto. Tomlinson. Mi compañero de cuarto, el es la escritor. Está muy feliz por eso. Es el editor de la revista y estaba devastado por no poder hacer la entrevista en persona. —Siento que finalmente puedo respirar, al menos un tema normal de conversación—. Su única preocupación es no tener fotografías originales de usted.
Malik levanta una ceja.
— ¿Qué clase de fotografías quiere?
De acuerdo. No había imaginado esto en su respuesta. Sacudo mi cabeza, porque simplemente no lo sé.
—Bueno, estoy por aquí. Tal vez mañana…
— ¿Estaría dispuesto a ir a una sesión de fotos? —Mi voz es aguda de nuevo. Louis estará en el séptimo cielo si logro conseguir esto. Y tal vez lo veas de nuevo mañana, ese oscuro lugar en la base de mi cerebro me susurra seductoramente.
—Louis estará encantado, si conseguimos un fotógrafo.
Estoy tan contento. Le sonrío ampliamente. Sus labios se abren, como si estuviera tomando una repentina bocanada de aire y parpadea. Por una fracción de segundo, parece de alguna forma perdido y la tierra se mueve un poco de su eje, las placas tectónicas moviéndose a una nueva posición.
Oh, dios. La mirada perdida de Zayn Malik.
—Hazme saber sobre mañana. —Alcanzando su bolsillo trasero, saca su billetera—. Mi tarjeta. Tiene mi número de celular en ella. Necesitas llamar antes de las diez de la mañana.
—De acuerdo. —Lo miro de nuevo. Louis estará encantado.
— ¡Harry!
Paul se ha materializado al otro final del pasillo. Es el hermano más joven del Sr. Clayton. Oí que había llegado a casa desde Princeton, pero no esperaba verlo hoy.
—Eh, discúlpeme por un momento, Sr. Malik. —Malik frunce el ceño mientras me giro.
Paul siempre ha sido un amigo y en este extraño momento que estoy teniendo con el rico, poderoso, asombroso y extremadamente atractivo y controlador Malik, es genial hablar con alguien normal.
Paul me abraza fuerte tomándome por sorpresa.
—Harry, hola, ¡es tan bueno verte! —dice.
—Hola, Paul. ¿Cómo estás? ¿Estás en casa por el cumpleaños de tu hermano?
—Sí. Te ves bien, Harry, muy bien.
Me mira mientras me examina a la distancia de un brazo. Luego me suelta, pero mantiene un brazo posesivo sobre mi hombro. Cambio mi peso de un pie al otro, avergonzado. Es bueno ver a Paul, pero siempre ha sido confianzudo.
Cuando miro hacia Zayn Malik, está mirándonos como un halcón, ha cambiado del extraño y atento cliente a alguien más, alguien frío y distante.
—Paul, estoy con un cliente. Alguien que deberías conocer —digo, tratando de disuadir el antagonismo que veo en los ojos de Malik. Arrastro a Paul para presentarlo y se miden mutuamente.
— Eh, Paul, este es Zayn Malik. Sr. Malik, este es Paul Clayton. Su hermano es el dueño del lugar.
Y por alguna extraña razón, siento que debo explicarme un poco más.
—Conozco a Paul desde que trabajo aquí, aunque no nos vemos tan seguido. Ha vuelto de Princeton donde estudia administración de empresas. —Estoy balbuceando… ¡Detente ahora!
—Sr. Clayton. —Zayn mantiene su mano extendida, su mirada ilegible.
—Sr. Malik. —Paul devuelve el saludo—. Espera… ¿no es el Zayn Malik? ¿De empresas Holdings Malik?
Paul va de insípido a asombrado en menos de un nanosegundo. Malik le ofrece una sonrisa educada que no llega a sus ojos.
—Guau… ¿hay algo que pueda ofrecerle?
—Harry lo tiene bajo control, Sr. Clayton. El ha sido muy atento.
Su expresión es impasible pero sus palabras… es como si estuviera diciendo algo completamente distinto. Es desconcertante.
—Genial —responde Paul—. Te veo luego, Harry.
—Seguro, Paul. —Lo miro desaparecer en el almacén.
— ¿Algo más, Sr. Malik?
—Sólo estas cosas.
Su tono es cortante y frío. Diablos… ¿Lo habré ofendido? Tomando una profunda respiración, me giro y voy hacia la caja. Junto la soga, overoles, cinta de enmascarar y organizadores de cables en el mostrador.
—Serían cuarenta y tres dólares, por favor.
Miro a Malik y deseo no haberlo hecho. Está mirándome de cerca. Es inquietante.
— ¿Le gustaría una bolsa? —pregunto mientras recibo su tarjeta de crédito.
—Por favor, Harry.
Su lengua acaricia mi nombre y mi corazón una vez más está frenético. Casi no puedo respirar. De prisa, pongo sus cosas en una bolsa de plástico.
— ¿Me llamarás si quieres que haga la sesión de fotos?
Es todo sobre negocios otra vez. Asiento, mudo de nuevo y devuelvo su tarjeta de crédito.
—Bien. Hasta mañana, quizás.
Se gira para irse, luego hace una pausa.
— Oh… y Harry, me alegra que la Srto. Tomlinson no haya podido hacer la entrevista.
Sonríe, luego sale con renovado interés fuera de la tienda, colocando la bolsa plástica sobre su hombro, dejándome como una temblorosa masa de iracundas hormonas masculinas. Paso varios minutos mirando la puerta cerrada por la que salió antes de volver al planeta tierra.
De acuerdo. Me gusta. Ahí, lo he admitido a mí mismo. No puedo esconderme más de mis sentimientos. Nunca antes me he sentido así. Lo encuentro atractivo, muy atractivo. Pero es una causa perdida, lo sé y suspiro con un amargo resentimiento. Fue solo una coincidencia, su llegada aquí. Pero aún así, puedo admirarlo desde lejos, ¿no? Ningún mal puede venir de eso. Y si encuentro un fotógrafo, puedo admirarlo seriamente mañana. Muerdo mi labio en anticipación y me encuentro a mi mismo entusiasmado como una colegiala. Necesito llamar a Louis y organizar una sesión de fotos.
—Llevaré algunos overoles. No vaya a ser que se me estropee la ropa
—dice secamente. Trato de alejar la inconveniente imagen de él sin jeans.
— ¿Necesita algo más? —pregunto tan rápido como le entrego los overoles azules.
Él ignora mi pregunta.
— ¿Cómo va el artículo? —Finalmente me ha hecho una pregunta normal, lejos de todas las indirectas y la confusa conversación de doble sentido… Una pregunta que puedo responder. Tomo mis pensamientos firmemente con mis manos como si fuera algo de vida o muerte y elijo la honestidad.
—No voy a escribirlo. Louis lo hará. El Srto. Tomlinson. Mi compañero de cuarto, el es la escritor. Está muy feliz por eso. Es el editor de la revista y estaba devastado por no poder hacer la entrevista en persona. —Siento que finalmente puedo respirar, al menos un tema normal de conversación—. Su única preocupación es no tener fotografías originales de usted.
Malik levanta una ceja.
— ¿Qué clase de fotografías quiere?
De acuerdo. No había imaginado esto en su respuesta. Sacudo mi cabeza, porque simplemente no lo sé.
—Bueno, estoy por aquí. Tal vez mañana…
— ¿Estaría dispuesto a ir a una sesión de fotos? —Mi voz es aguda de nuevo. Louis estará en el séptimo cielo si logro conseguir esto. Y tal vez lo veas de nuevo mañana, ese oscuro lugar en la base de mi cerebro me susurra seductoramente.
—Louis estará encantado, si conseguimos un fotógrafo.
Estoy tan contento. Le sonrío ampliamente. Sus labios se abren, como si estuviera tomando una repentina bocanada de aire y parpadea. Por una fracción de segundo, parece de alguna forma perdido y la tierra se mueve un poco de su eje, las placas tectónicas moviéndose a una nueva posición.
Oh, dios. La mirada perdida de Zayn Malik.
—Hazme saber sobre mañana. —Alcanzando su bolsillo trasero, saca su billetera—. Mi tarjeta. Tiene mi número de celular en ella. Necesitas llamar antes de las diez de la mañana.
—De acuerdo. —Lo miro de nuevo. Louis estará encantado.
— ¡Harry!
Paul se ha materializado al otro final del pasillo. Es el hermano más joven del Sr. Clayton. Oí que había llegado a casa desde Princeton, pero no esperaba verlo hoy.
—Eh, discúlpeme por un momento, Sr. Malik. —Malik frunce el ceño mientras me giro.
Paul siempre ha sido un amigo y en este extraño momento que estoy teniendo con el rico, poderoso, asombroso y extremadamente atractivo y controlador Malik, es genial hablar con alguien normal.
Paul me abraza fuerte tomándome por sorpresa.
—Harry, hola, ¡es tan bueno verte! —dice.
—Hola, Paul. ¿Cómo estás? ¿Estás en casa por el cumpleaños de tu hermano?
—Sí. Te ves bien, Harry, muy bien.
Me mira mientras me examina a la distancia de un brazo. Luego me suelta, pero mantiene un brazo posesivo sobre mi hombro. Cambio mi peso de un pie al otro, avergonzado. Es bueno ver a Paul, pero siempre ha sido confianzudo.
Cuando miro hacia Zayn Malik, está mirándonos como un halcón, ha cambiado del extraño y atento cliente a alguien más, alguien frío y distante.
—Paul, estoy con un cliente. Alguien que deberías conocer —digo, tratando de disuadir el antagonismo que veo en los ojos de Malik. Arrastro a Paul para presentarlo y se miden mutuamente.
— Eh, Paul, este es Zayn Malik. Sr. Malik, este es Paul Clayton. Su hermano es el dueño del lugar.
Y por alguna extraña razón, siento que debo explicarme un poco más.
—Conozco a Paul desde que trabajo aquí, aunque no nos vemos tan seguido. Ha vuelto de Princeton donde estudia administración de empresas. —Estoy balbuceando… ¡Detente ahora!
—Sr. Clayton. —Zayn mantiene su mano extendida, su mirada ilegible.
—Sr. Malik. —Paul devuelve el saludo—. Espera… ¿no es el Zayn Malik? ¿De empresas Holdings Malik?
Paul va de insípido a asombrado en menos de un nanosegundo. Malik le ofrece una sonrisa educada que no llega a sus ojos.
—Guau… ¿hay algo que pueda ofrecerle?
—Harry lo tiene bajo control, Sr. Clayton. El ha sido muy atento.
Su expresión es impasible pero sus palabras… es como si estuviera diciendo algo completamente distinto. Es desconcertante.
—Genial —responde Paul—. Te veo luego, Harry.
—Seguro, Paul. —Lo miro desaparecer en el almacén.
— ¿Algo más, Sr. Malik?
—Sólo estas cosas.
Su tono es cortante y frío. Diablos… ¿Lo habré ofendido? Tomando una profunda respiración, me giro y voy hacia la caja. Junto la soga, overoles, cinta de enmascarar y organizadores de cables en el mostrador.
—Serían cuarenta y tres dólares, por favor.
Miro a Malik y deseo no haberlo hecho. Está mirándome de cerca. Es inquietante.
— ¿Le gustaría una bolsa? —pregunto mientras recibo su tarjeta de crédito.
—Por favor, Harry.
Su lengua acaricia mi nombre y mi corazón una vez más está frenético. Casi no puedo respirar. De prisa, pongo sus cosas en una bolsa de plástico.
— ¿Me llamarás si quieres que haga la sesión de fotos?
Es todo sobre negocios otra vez. Asiento, mudo de nuevo y devuelvo su tarjeta de crédito.
—Bien. Hasta mañana, quizás.
Se gira para irse, luego hace una pausa.
— Oh… y Harry, me alegra que la Srto. Tomlinson no haya podido hacer la entrevista.
Sonríe, luego sale con renovado interés fuera de la tienda, colocando la bolsa plástica sobre su hombro, dejándome como una temblorosa masa de iracundas hormonas masculinas. Paso varios minutos mirando la puerta cerrada por la que salió antes de volver al planeta tierra.
De acuerdo. Me gusta. Ahí, lo he admitido a mí mismo. No puedo esconderme más de mis sentimientos. Nunca antes me he sentido así. Lo encuentro atractivo, muy atractivo. Pero es una causa perdida, lo sé y suspiro con un amargo resentimiento. Fue solo una coincidencia, su llegada aquí. Pero aún así, puedo admirarlo desde lejos, ¿no? Ningún mal puede venir de eso. Y si encuentro un fotógrafo, puedo admirarlo seriamente mañana. Muerdo mi labio en anticipación y me encuentro a mi mismo entusiasmado como una colegiala. Necesito llamar a Louis y organizar una sesión de fotos.
Zayn Malik Is Hot
Capitulo 5 (5/5)
Louis está feliz.
—Pero ¿qué estaba haciendo en Clayton?
Su curiosidad se cuela a través del teléfono. Estoy en el fondo de la sala de archivo, tratando de mantener mi voz casual.
—Estaba en la zona.
—Creo que es una enorme coincidencia, Hazza. ¿No crees que estaba allí para verte? —especula.
Mi corazón se tambalea ante la perspectiva, pero es una alegría fugaz. La aburrida y decepcionante realidad es que él estaba allí por negocios.
—Estaba visitando la división de agricultura de la universidad. Está financiando una investigación —murmuro.
—Oh, sí. Le está dando al departamento 2.5 millones de dólares.
— ¿Cómo sabes?
—Hazza, soy periodista y he escrito un artículo sobre él. Es mi trabajo saber esto.
—Bueno, entonces, ¿quieres estas fotos?
—Por supuesto que sí. La pregunta es, ¿quién va a hacerlo y dónde?
—Podríamos preguntarle a él en dónde. Dice que se va a quedar en la zona.
— ¿Puedes comunicarte con él?
—Tengo su número de teléfono celular.
—El soltero más rico, difícil de alcanzar y enigmático en el estado del Washington, simplemente te dio su número de teléfono celular.
—Eh... sí.
— ¡Harold! Le gustas. Sin lugar a dudas.
—Louis, está tratando de ser amable.
Pero a medida que digo las palabras, me doy cuenta de que no es cierto… Zayn Malik no es amable. Educado, tal vez. Y una pequeña voz me susurra: tal vez Louis tiene razón.
Mi cuero cabelludo se eriza ante la idea de que quizás, sólo quizás, tal vez le guste. Después de todo, dijo que se alegraba de que Louis no hiciera la entrevista. Me abrazo con silenciosa alegría, balanceándome de lado a lado, considerando por un breve momento con la posibilidad de que tal vez yo podría gustarle. Louis me trae de nuevo a la actualidad.
—No sé a quién vamos a llevar para hacer la toma. Levi, nuestro fotógrafo habitual, no puede. Está en su casa en Idaho Falls por el fin de semana. Se va a molestar por perder la oportunidad de fotografiar a uno de los empresarios líderes de América.
—Hm... ¿Qué hay de Liam?
— ¡Buena idea! Pregúntale, él haría cualquier cosa por ti. Luego llamas a Zayn y averigua dónde nos quiere.
Louis es irritantemente arrogante respecto a Liam.
—Creo que deberías llamarlo.
— ¿A quién, a Liam? —se burla Louis.
—No, a Zayn.
—Hazza, tú eres la que tiene la relación.
— ¿Relación? —chillo, alzando mi voz unas cuantas octavas. —Apenas lo conozco.
—Por lo menos lo conociste —dice con amargura—. Y parece que quiere conocerte mejor. Hazza, sólo llámalo —dice y cuelga.
Es tan mandón a veces. Le frunzo el ceño a mi celular y le saco la lengua.
Apenas estoy dejándole un mensaje a Liam cuando Paul entra en el almacén buscando papel de lija.
—Estamos un poco ocupados allí, Harry —dice sin brusquedad.
—Sí, bueno, lo siento —murmuro, volviendo a salir.
—Así que, ¿cómo es que conoces a Zayn Malik?
La voz indiferente de Paul es poco convincentemente.
—Tuve que hacerle una entrevista para nuestro periódico estudiantil. Louis no estaba bien. —Me encojo de hombros, tratando de sonar casual pero no lo hago mejor que él.
—Zayn Malik en Clayton. Imagínate —resopla Paul, asombrado. Sacude la cabeza como para despejarse—. De todos modos, ¿quieres ir por un trago o algo esta noche?
Cada vez que está en casa me invita a salir y siempre le digo que no. Es un ritual. Nunca he considerado una buena idea tener una cita con el hermano del jefe, además, Paul es lindo en ese estilo de Chico-Americano-hijo de vecino, pero no es un héroe literario, ni con un mínimo esfuerzo de imaginación. ¿Lo es Malik?, me pregunta mi subconsciente, con su ceja simbólicamente levantada. Le doy una palmada para que se calle.
— ¿No tienes una cena familiar o algo debido a tu hermano?
—Eso es mañana.
—Quizás en otra ocasión, Paul. Tengo que estudiar esta noche. Tengo mis exámenes finales la próxima semana.
—Harry, uno de estos días, dirás que sí —dice sonriendo, mientras escapo hacia la sala de ventas.
—Yo hago fotos de lugares Harry, no de personas —se queja Liam.
—Li, ¿por favor? —le ruego.
Tomando mi celular, paseo por la sala de nuestro apartamento, deteniéndome frente a la ventana a mirar la pálida luz del atardecer.
—Dame ese teléfono. —Louis me quita el teléfono— Escucha, Liam James Payne, si quieres que nuestro periódico cubra la entrada de tu show, tomarás esta foto para nosotros mañana ¿Capiche? —Louis puede ser increíblemente difícil.
—Bien. Hazza volverá a llamar con la dirección y la hora. Nos vemos mañana. —Cierra la tapa de mi teléfono—Arreglado. Todo lo que necesitamos hacer ahora es decidir dónde y cuándo. Llámalo.
Sostiene el teléfono frente a mí. Mi estómago gira
— Llama a Malik, ¡ahora!
Le frunzo el ceño y busco en mi bolsillo su tarjeta. Tomo una respiración profunda, estabilizante y con los dedos temblorosos, marco el número.
—Eh... ¿Sr. Malik? Es Harry Styles.
No reconozco mi propia voz, estoy tan nervioso. Hay una breve pausa. Estoy temblando.
—Señorito Styles. Qué bueno saber de usted. —Su voz ha cambiado.
Se sorprende, creo y suena tan cálido... incluso seductor. Mi respiración se entrecorta y suspiro. Soy consciente de que de repente Louis Tomlinson me está mirando con la boca abierta y me lanzo hacia la cocina para evitar su escrutinio no deseado.
—Eh… nos gustaría seguir adelante con la sesión de fotos para el artículo.
Respira, Hazza, respira. Mis pulmones se arrastran en una respiración apresurada.
— Mañana, si eso está bien. ¿Dónde sería conveniente para usted, señor?
Casi puedo escuchar su sonrisa de misterio a través del teléfono.
—Me quedo en el Heathman de Portland. Digamos, ¿a las nueve y media de la mañana?
—Bueno, nos vemos allí.
Estoy todo efusivo y entrecortado… como un niño, no como un hombre adulto que puede votar y beber legalmente en el Estado de Washington.
—Estaré esperándolo, señorito Styles.
Me imagino el brillo perverso en sus ojos grises. ¿Cómo hace para que cuatro pequeñas palabras contengan tantas tentadoras promesas? Cuelgo. Louis está en la cocina y me observa con una mirada de consternación total y absoluta en su rostro.
—Harold Edward Styles. ¡Te gusta! Nunca te he visto o escuchado tan, tan... afectado por nadie. En realidad estás ruborizado.
—Oh, Louis, tú sabes que me sonrojo todo el tiempo. Es un riesgo laboral conmigo. No seas ridículo —le suelto. Parpadea, mirándome con sorpresa —muy rara vez saco mis juguetes del coche— y me arrepiento brevemente—. Sólo lo encuentro... intimidante, eso es todo.
—Heathman, figúrate —murmura Louis—. Voy a llamar al manager para negociar un espacio para la toma.
—Haré la cena. Luego tengo que estudiar.
No puedo ocultar mi irritación con él mientras abro uno de los armarios para hacer la cena.
Estoy intranquilo esa noche, dando vueltas y vueltas. Soñando con ojos mieles, overoles, piernas largas, dedos largos y oscuros, oscuros sitios inexplorados. Me levanto dos veces en la noche, mi corazón latiendo con fuerza. Oh, voy a lucir hermoso mañana durmiendo tan poco, me regaño. Golpeo mi almohada y trato de dormir.
El Heathman está situado en el corazón del centro de Portland. Su impresionante edificio de piedra marrón se terminó justo a tiempo para la ruptura de finales de 1920. Liam, Niall y yo estamos viajando en mi escarabajo y Louis está en su CLK, ya que no caben todos en mi coche. Niall es el amigo de Liam y su ayudante, está aquí para ayudar con la iluminación.
Louis ha logrado conseguir que nos permitan usar una habitación en el Heathman sin costo alguno por la mañana a cambio de un crédito en el artículo. Cuando el explica en la recepción que estamos aquí para fotografiar al Gerente General Zayn Malik, instantáneamente nos suben a una suite. Una de tamaño regular, sin embargo, ya que al parecer el Sr. Malik está ocupando la más grande del edificio.
Un ejecutivo de marketing nos muestra la suite… es terriblemente joven y está muy nervioso por alguna razón. Sospecho que es la belleza de Louis y su forma autoritaria lo que lo desarma, porque él es como plastilina en sus manos. Las habitaciones son elegantes, discretas y decoradas con opulencia.
Son las nueve. Tenemos una media hora para arreglarlo todo. Louis está en pleno movimiento.
—Liam, creo que vamos a hacer la toma contra la pared, ¿estás de acuerdo? —No espera por su respuesta—.Niall, limpia las sillas. Harry, ¿podrías pedirle al ama de llaves que traiga algunos refrescadores de ambiente? Y Avísale a Malik dónde estamos.
Sí, señor. El es muy dominante. Pongo los ojos en blanco, pero hago lo que me dice. Media hora más tarde, Zayn Malik entra en nuestra suite.
¡Santa ****! Lleva una camisa blanca, con el cuello abierto y pantalones de franela gris que cuelgan de sus caderas. Su pelo rebelde aún está húmedo por la ducha. Mi boca se seca mirándolo... es tan malditamente caliente. Malik es seguido dentro de la suite por un hombre de treinta y tantos años, con corte de militar, vestido con un traje oscuro y corbata, que se queda en silencio en un rincón. Sus ojos color marton nos observan impasibles.
—Señorito Styles, nos encontramos de nuevo.
Malik extiende su mano y el estrecho, parpadeando rápidamente. Oh mi... él es en realidad, bastante... wow. Mientras sujeto su mano, percibo esa deliciosa corriente que atraviesa e ilumina mi cuerpo, me hace sonrojar y estoy seguro de que mi respiración errática debe ser audible.
—Señor Malik, le presento a Louis Tomlinson —murmuro, agitando una mano hacia Louis, que se adelanta, mirándolo a los ojos.
—El tenaz señorito Tomlinson. ¿Cómo está? —Le da una pequeña sonrisa, luciendo genuinamente divertido—. ¿Confío en que se sienta mejor? Harry dijo que estaba enfermo la semana pasada.
—Estoy bien, gracias, Sr. Malik.
Le da la mano con firmeza y sin pestañear. Me recuerdo a mí misma que Louis ha estado en las mejores escuelas privadas de Washington. Su familia tiene dinero y ha crecido con confianza y seguro de su lugar en el mundo. No asume ningún tipo de basura. Estoy asustado de el
—Gracias por tomarse el tiempo para hacer esto. —Le da una sonrisa amable y profesional.
—Es un placer —responde, volviendo su mirada hacia mí, haciéndome sonrojar otra vez. Diablos.
—Este es Liam Payne, nuestro fotógrafo —le digo, sonriéndole a Liam quien me devuelve una sonrisa afectuosa. Sus ojos son fríos cuando mira a Malik.
—Señor Malik. —Asiente con la cabeza.
—Señor Payne.
La expresión de Malik cambia mucho mientras evalúa a Liam.
— ¿Dónde me prefiere? —pregunta Malik.
Su tono suena vagamente amenazante. Pero Louis no está dispuesto a dejar que Liam haga un espectáculo.
—Señor Malik, ¿podría sentarse aquí por favor? Tenga cuidado con los cables de la iluminación. Y luego tomaremos también algunas de pie. —Lo dirige a una silla colocada contra la pared.
Niall enciende las luces, encegueciendo momentáneamente a Malik y murmura una disculpa. A continuación, Niall y yo damos un paso atrás y vemos cómo Liam dispara su cámara. Toma varias fotografías, pidiéndole a Malik que se mueva de esta manera, luego de esta otra, que mueva su brazo, que lo baje de nuevo.
Pasando al trípode, Liam toma varias más, mientras que Malik se sienta y posa, paciente y naturalmente, durante unos veinte minutos. Mi deseo se ha hecho realidad: Puedo estar de pie y admirar a Malik de cerca. Dos veces nuestros ojos se encuentran y tengo que alejarme de su mirada turbia.
—Suficientes sentado —dice Louis de nuevo—. ¿De pie, Sr. Malik? —pregunta.
Él se pone de pie y Niall se escabulle para quitar la silla. El disparador en la Nikon de Liam comienza a hacer clic de nuevo.
—Creo que tenemos suficientes —anuncia Liam, cinco minutos más tarde.
—Grandioso —dice Louis—. Gracias de nuevo, Sr. Malik. —Le da la mano, al igual que Liam.
—Pero ¿qué estaba haciendo en Clayton?
Su curiosidad se cuela a través del teléfono. Estoy en el fondo de la sala de archivo, tratando de mantener mi voz casual.
—Estaba en la zona.
—Creo que es una enorme coincidencia, Hazza. ¿No crees que estaba allí para verte? —especula.
Mi corazón se tambalea ante la perspectiva, pero es una alegría fugaz. La aburrida y decepcionante realidad es que él estaba allí por negocios.
—Estaba visitando la división de agricultura de la universidad. Está financiando una investigación —murmuro.
—Oh, sí. Le está dando al departamento 2.5 millones de dólares.
— ¿Cómo sabes?
—Hazza, soy periodista y he escrito un artículo sobre él. Es mi trabajo saber esto.
—Bueno, entonces, ¿quieres estas fotos?
—Por supuesto que sí. La pregunta es, ¿quién va a hacerlo y dónde?
—Podríamos preguntarle a él en dónde. Dice que se va a quedar en la zona.
— ¿Puedes comunicarte con él?
—Tengo su número de teléfono celular.
—El soltero más rico, difícil de alcanzar y enigmático en el estado del Washington, simplemente te dio su número de teléfono celular.
—Eh... sí.
— ¡Harold! Le gustas. Sin lugar a dudas.
—Louis, está tratando de ser amable.
Pero a medida que digo las palabras, me doy cuenta de que no es cierto… Zayn Malik no es amable. Educado, tal vez. Y una pequeña voz me susurra: tal vez Louis tiene razón.
Mi cuero cabelludo se eriza ante la idea de que quizás, sólo quizás, tal vez le guste. Después de todo, dijo que se alegraba de que Louis no hiciera la entrevista. Me abrazo con silenciosa alegría, balanceándome de lado a lado, considerando por un breve momento con la posibilidad de que tal vez yo podría gustarle. Louis me trae de nuevo a la actualidad.
—No sé a quién vamos a llevar para hacer la toma. Levi, nuestro fotógrafo habitual, no puede. Está en su casa en Idaho Falls por el fin de semana. Se va a molestar por perder la oportunidad de fotografiar a uno de los empresarios líderes de América.
—Hm... ¿Qué hay de Liam?
— ¡Buena idea! Pregúntale, él haría cualquier cosa por ti. Luego llamas a Zayn y averigua dónde nos quiere.
Louis es irritantemente arrogante respecto a Liam.
—Creo que deberías llamarlo.
— ¿A quién, a Liam? —se burla Louis.
—No, a Zayn.
—Hazza, tú eres la que tiene la relación.
— ¿Relación? —chillo, alzando mi voz unas cuantas octavas. —Apenas lo conozco.
—Por lo menos lo conociste —dice con amargura—. Y parece que quiere conocerte mejor. Hazza, sólo llámalo —dice y cuelga.
Es tan mandón a veces. Le frunzo el ceño a mi celular y le saco la lengua.
Apenas estoy dejándole un mensaje a Liam cuando Paul entra en el almacén buscando papel de lija.
—Estamos un poco ocupados allí, Harry —dice sin brusquedad.
—Sí, bueno, lo siento —murmuro, volviendo a salir.
—Así que, ¿cómo es que conoces a Zayn Malik?
La voz indiferente de Paul es poco convincentemente.
—Tuve que hacerle una entrevista para nuestro periódico estudiantil. Louis no estaba bien. —Me encojo de hombros, tratando de sonar casual pero no lo hago mejor que él.
—Zayn Malik en Clayton. Imagínate —resopla Paul, asombrado. Sacude la cabeza como para despejarse—. De todos modos, ¿quieres ir por un trago o algo esta noche?
Cada vez que está en casa me invita a salir y siempre le digo que no. Es un ritual. Nunca he considerado una buena idea tener una cita con el hermano del jefe, además, Paul es lindo en ese estilo de Chico-Americano-hijo de vecino, pero no es un héroe literario, ni con un mínimo esfuerzo de imaginación. ¿Lo es Malik?, me pregunta mi subconsciente, con su ceja simbólicamente levantada. Le doy una palmada para que se calle.
— ¿No tienes una cena familiar o algo debido a tu hermano?
—Eso es mañana.
—Quizás en otra ocasión, Paul. Tengo que estudiar esta noche. Tengo mis exámenes finales la próxima semana.
—Harry, uno de estos días, dirás que sí —dice sonriendo, mientras escapo hacia la sala de ventas.
—Yo hago fotos de lugares Harry, no de personas —se queja Liam.
—Li, ¿por favor? —le ruego.
Tomando mi celular, paseo por la sala de nuestro apartamento, deteniéndome frente a la ventana a mirar la pálida luz del atardecer.
—Dame ese teléfono. —Louis me quita el teléfono— Escucha, Liam James Payne, si quieres que nuestro periódico cubra la entrada de tu show, tomarás esta foto para nosotros mañana ¿Capiche? —Louis puede ser increíblemente difícil.
—Bien. Hazza volverá a llamar con la dirección y la hora. Nos vemos mañana. —Cierra la tapa de mi teléfono—Arreglado. Todo lo que necesitamos hacer ahora es decidir dónde y cuándo. Llámalo.
Sostiene el teléfono frente a mí. Mi estómago gira
— Llama a Malik, ¡ahora!
Le frunzo el ceño y busco en mi bolsillo su tarjeta. Tomo una respiración profunda, estabilizante y con los dedos temblorosos, marco el número.
—Eh... ¿Sr. Malik? Es Harry Styles.
No reconozco mi propia voz, estoy tan nervioso. Hay una breve pausa. Estoy temblando.
—Señorito Styles. Qué bueno saber de usted. —Su voz ha cambiado.
Se sorprende, creo y suena tan cálido... incluso seductor. Mi respiración se entrecorta y suspiro. Soy consciente de que de repente Louis Tomlinson me está mirando con la boca abierta y me lanzo hacia la cocina para evitar su escrutinio no deseado.
—Eh… nos gustaría seguir adelante con la sesión de fotos para el artículo.
Respira, Hazza, respira. Mis pulmones se arrastran en una respiración apresurada.
— Mañana, si eso está bien. ¿Dónde sería conveniente para usted, señor?
Casi puedo escuchar su sonrisa de misterio a través del teléfono.
—Me quedo en el Heathman de Portland. Digamos, ¿a las nueve y media de la mañana?
—Bueno, nos vemos allí.
Estoy todo efusivo y entrecortado… como un niño, no como un hombre adulto que puede votar y beber legalmente en el Estado de Washington.
—Estaré esperándolo, señorito Styles.
Me imagino el brillo perverso en sus ojos grises. ¿Cómo hace para que cuatro pequeñas palabras contengan tantas tentadoras promesas? Cuelgo. Louis está en la cocina y me observa con una mirada de consternación total y absoluta en su rostro.
—Harold Edward Styles. ¡Te gusta! Nunca te he visto o escuchado tan, tan... afectado por nadie. En realidad estás ruborizado.
—Oh, Louis, tú sabes que me sonrojo todo el tiempo. Es un riesgo laboral conmigo. No seas ridículo —le suelto. Parpadea, mirándome con sorpresa —muy rara vez saco mis juguetes del coche— y me arrepiento brevemente—. Sólo lo encuentro... intimidante, eso es todo.
—Heathman, figúrate —murmura Louis—. Voy a llamar al manager para negociar un espacio para la toma.
—Haré la cena. Luego tengo que estudiar.
No puedo ocultar mi irritación con él mientras abro uno de los armarios para hacer la cena.
Estoy intranquilo esa noche, dando vueltas y vueltas. Soñando con ojos mieles, overoles, piernas largas, dedos largos y oscuros, oscuros sitios inexplorados. Me levanto dos veces en la noche, mi corazón latiendo con fuerza. Oh, voy a lucir hermoso mañana durmiendo tan poco, me regaño. Golpeo mi almohada y trato de dormir.
El Heathman está situado en el corazón del centro de Portland. Su impresionante edificio de piedra marrón se terminó justo a tiempo para la ruptura de finales de 1920. Liam, Niall y yo estamos viajando en mi escarabajo y Louis está en su CLK, ya que no caben todos en mi coche. Niall es el amigo de Liam y su ayudante, está aquí para ayudar con la iluminación.
Louis ha logrado conseguir que nos permitan usar una habitación en el Heathman sin costo alguno por la mañana a cambio de un crédito en el artículo. Cuando el explica en la recepción que estamos aquí para fotografiar al Gerente General Zayn Malik, instantáneamente nos suben a una suite. Una de tamaño regular, sin embargo, ya que al parecer el Sr. Malik está ocupando la más grande del edificio.
Un ejecutivo de marketing nos muestra la suite… es terriblemente joven y está muy nervioso por alguna razón. Sospecho que es la belleza de Louis y su forma autoritaria lo que lo desarma, porque él es como plastilina en sus manos. Las habitaciones son elegantes, discretas y decoradas con opulencia.
Son las nueve. Tenemos una media hora para arreglarlo todo. Louis está en pleno movimiento.
—Liam, creo que vamos a hacer la toma contra la pared, ¿estás de acuerdo? —No espera por su respuesta—.Niall, limpia las sillas. Harry, ¿podrías pedirle al ama de llaves que traiga algunos refrescadores de ambiente? Y Avísale a Malik dónde estamos.
Sí, señor. El es muy dominante. Pongo los ojos en blanco, pero hago lo que me dice. Media hora más tarde, Zayn Malik entra en nuestra suite.
¡Santa ****! Lleva una camisa blanca, con el cuello abierto y pantalones de franela gris que cuelgan de sus caderas. Su pelo rebelde aún está húmedo por la ducha. Mi boca se seca mirándolo... es tan malditamente caliente. Malik es seguido dentro de la suite por un hombre de treinta y tantos años, con corte de militar, vestido con un traje oscuro y corbata, que se queda en silencio en un rincón. Sus ojos color marton nos observan impasibles.
—Señorito Styles, nos encontramos de nuevo.
Malik extiende su mano y el estrecho, parpadeando rápidamente. Oh mi... él es en realidad, bastante... wow. Mientras sujeto su mano, percibo esa deliciosa corriente que atraviesa e ilumina mi cuerpo, me hace sonrojar y estoy seguro de que mi respiración errática debe ser audible.
—Señor Malik, le presento a Louis Tomlinson —murmuro, agitando una mano hacia Louis, que se adelanta, mirándolo a los ojos.
—El tenaz señorito Tomlinson. ¿Cómo está? —Le da una pequeña sonrisa, luciendo genuinamente divertido—. ¿Confío en que se sienta mejor? Harry dijo que estaba enfermo la semana pasada.
—Estoy bien, gracias, Sr. Malik.
Le da la mano con firmeza y sin pestañear. Me recuerdo a mí misma que Louis ha estado en las mejores escuelas privadas de Washington. Su familia tiene dinero y ha crecido con confianza y seguro de su lugar en el mundo. No asume ningún tipo de basura. Estoy asustado de el
—Gracias por tomarse el tiempo para hacer esto. —Le da una sonrisa amable y profesional.
—Es un placer —responde, volviendo su mirada hacia mí, haciéndome sonrojar otra vez. Diablos.
—Este es Liam Payne, nuestro fotógrafo —le digo, sonriéndole a Liam quien me devuelve una sonrisa afectuosa. Sus ojos son fríos cuando mira a Malik.
—Señor Malik. —Asiente con la cabeza.
—Señor Payne.
La expresión de Malik cambia mucho mientras evalúa a Liam.
— ¿Dónde me prefiere? —pregunta Malik.
Su tono suena vagamente amenazante. Pero Louis no está dispuesto a dejar que Liam haga un espectáculo.
—Señor Malik, ¿podría sentarse aquí por favor? Tenga cuidado con los cables de la iluminación. Y luego tomaremos también algunas de pie. —Lo dirige a una silla colocada contra la pared.
Niall enciende las luces, encegueciendo momentáneamente a Malik y murmura una disculpa. A continuación, Niall y yo damos un paso atrás y vemos cómo Liam dispara su cámara. Toma varias fotografías, pidiéndole a Malik que se mueva de esta manera, luego de esta otra, que mueva su brazo, que lo baje de nuevo.
Pasando al trípode, Liam toma varias más, mientras que Malik se sienta y posa, paciente y naturalmente, durante unos veinte minutos. Mi deseo se ha hecho realidad: Puedo estar de pie y admirar a Malik de cerca. Dos veces nuestros ojos se encuentran y tengo que alejarme de su mirada turbia.
—Suficientes sentado —dice Louis de nuevo—. ¿De pie, Sr. Malik? —pregunta.
Él se pone de pie y Niall se escabulle para quitar la silla. El disparador en la Nikon de Liam comienza a hacer clic de nuevo.
—Creo que tenemos suficientes —anuncia Liam, cinco minutos más tarde.
—Grandioso —dice Louis—. Gracias de nuevo, Sr. Malik. —Le da la mano, al igual que Liam.
Zayn Malik Is Hot
A/N de la escritora ah ._.
•Holaaa :33
-Bueno, realmente no me acuerdo por donde la eh dejado la ultima vez que la subí, ya que la borre, pero creo que no fue mas que este. ¡Oh aparte! Este es el primer maratón, realmente espero que lo disfruten, espero sus comentarios, y por favor podrían decirles a chicas de zarry que se pasen por aquí, digo esto porque si no tiene mas lectoras la borrare de nuevo y no la volveré a subir mas ¿si?
Muchas gracias por leer y comentar, las quiero<33
:hug: :(L):
*quckly dance* :eaea:
jajaja
Última edición por Zayn Malik Is Hot el Jue 19 Sep 2013, 11:28 am, editado 1 vez (Razón : falto titulo.)
Zayn Malik Is Hot
Re: 50 Sombras de Malik [Zarry] [Erótica]
siiiiiiiiiiiiiiiiiguela please!
sorry porque seacorto el comentario pero me mandan aacostar :)
me e quedao leyendo chica kajsdklajsklj :)
TK! gracias por sbirla
sorry porque seacorto el comentario pero me mandan aacostar :)
me e quedao leyendo chica kajsdklajsklj :)
TK! gracias por sbirla
Invitado
Invitado
Re: 50 Sombras de Malik [Zarry] [Erótica]
NO DIOS MÍO, NOOOOOOOOOOOOOOOOOO :lloro: NO NOS DEJES ASÍ MUJER, QUÉ TE PASA HERMOSA? ME ENCANTA, NO SÉ, SOY UNA PERVERTIDA, QUIERO QUE LLEGUE LA PARTE HOT YA JAMÁS ME LEÍ 50 SOMBRAS DE GREY, ENTONCES TODO ESTO ES NUEVO PARA MI): SÍGUELA CUANDO PUEDAS, POR FAVOR SDKJAFHASKDJFHSKFAJSFSDLKAJF Te amo Adiós :bye:
Pinkidinkidipsilalapo
Capitulo 6 (1/7)
Capitulo 6 (1/7)
—Estoy ansioso por leer el artículo, señorito Tomlinson —murmura Malik y se vuelve hacia mí, de pie junto a la puerta
— ¿Podría caminar conmigo, señorito Styles? —pregunta.
—Claro —digo, totalmente desconcertado. Miro ansiosamente a Louis, quien se encoge de hombros. Me doy cuenta de que Liam tiene el ceño fruncido detrás de el.
—Buen día para todos —dice Malik mientras abre la puerta, parándose a un lado para que yo pueda ir primero.
Infierno Santo... ¿qué es esto? ¿Qué quiere? Me detengo en el pasillo del hotel, moviéndome nerviosamente mientras Malik sale de la habitación, seguido por el Sr. corte de militar en su traje impecable.
—Yo te llamo, Taylor —murmura a corte de militar.
Taylor camina por el pasillo y Malik vuelve sus ardientes ojos marrones hacia mí.
—Me preguntaba si te gustaría acompañarme a tomar café esta mañana.
Mi corazón salta de golpe hasta mi boca. ¿Una cita? Zayn Malik me está pidiendo una cita. Pregunta si deseo tomar un café. Tal vez piensa que no te has despertado todavía, mi subconsciente gime en un modo burlón otra vez. Me aclaro la garganta tratando de controlar mis nervios.
—Debo llevar a todos a casa —murmuro en tono de disculpa, retorciendo mis manos y dedos frente a mí.
— ¡Taylor! —llama, haciéndome saltar.
Taylor, que se había retirado por el pasillo, se da la vuelta y se dirige de nuevo hacia nosotros.
— ¿Regresan a la universidad? —pregunta Malik, su voz suave e inquietante. Asiento con la cabeza, demasiado aturdido como para hablar.
—Malik puede llevarlos. Es mi chofer. Tenemos un amplio 4x4 aquí, así que podrá también con el equipo.
— ¿Señor Malik? —pregunta Taylor cuando llega hasta nosotros, dejando algo de distancia.
—Por favor, ¿puedes llevar al fotógrafo, su ayudante y a al señorito Tomlinson de vuelta a casa?
—Por supuesto, señor —responde Taylor.
—Ahí lo tienes. Ahora, ¿puedes acompañarme a tomar un café? —Malik sonríe como si fuera un hecho.
Frunzo el ceño ante él.
—Um, Sr. Malik, eh… esto realmente... mire, Taylor no tiene que llevarlos a casa.
Le doy una breve mirada a Taylor.
—Puedo cambiar de vehículo con Louis, si me da un momento.
Malik muestra una deslumbrante, descontrolada, natural y gloriosa sonrisa mostrando los dientes. Oh mi... y abre la puerta de la suite para que pueda volver a entrar. Me deslizo alrededor de él para entrar en la habitación, encontrando a Louis sumergida en una discusión con Liam.
—Harry, creo que definitivamente le gustas —dice sin preámbulos. Liam me mira con desaprobación—. Pero no confío en él —añade. Levanto mi mano hacia arriba con la esperanza de que deje de hablar. Por algún milagro, lo hace.
—Louis, si tomas el Beetle, ¿puedo quedarme con tu auto?
— ¿Por qué?
—Zayn Malik me ha pedido que vaya a tomar un café con él.
Su boca se abre. ¡Louis sin palabras! Saboreo el momento. Me toma por el brazo y me arrastra hacia el dormitorio fuera de la sala de estar de la suite.
—Harry, hay algo en él. —Su tono de voz está lleno de advertencia—. Es hermoso, estoy de acuerdo, pero creo que es peligroso. Especialmente para alguien como tú.
Él sonríe.
—Después de usted, señorito Styles.
Se endereza, extendiendo su mano para que pase primero. Hago mi camino por el pasillo, con mis rodillas inestables, mi estómago lleno de mariposas y mi corazón latiendo en mi boca con un dramático ritmo desigual. Voy a tomar un café con Zayn Malik... y odio el café.
Caminamos juntos por el pasillo del hotel hasta los ascensores. ¿Qué debo decirle? Mi mente está paralizada repentinamente con aprensión. ¿De qué vamos a hablar? ¿Qué diablos tengo en común con él? Su voz suave y cálida me saca de mi ensueño.
—¿Cuánto tiempo hace que conoce a Louis Tomlinson?
Ah, una pregunta fácil para empezar.
—Desde nuestro primer año. Es una buena amiga.
—Hmm —responde, sin compromiso. ¿Qué está pensando?
En los ascensores, presiona el botón de llamada y suena el timbre casi de inmediato. Las puertas deslizables se abren revelando a una joven pareja en un abrazo apasionado. Sorprendidos y avergonzados, se separan de un salto, mirando con aire de culpabilidad hacia todos lados excepto a nosotros.
Malik y yo subimos al ascensor. Luchando por mantener un rostro serio, miro hacia el suelo, sintiendo mis mejillas volverse rosadas. Cuando fisgoneo a través de mis pestañas hacia Malik, observo una sonrisa en sus labios, pero es muy difícil de decir. La joven pareja no dice nada y viajamos hacia el primer piso en un silencio embarazoso. Ni siquiera tenemos un pretencioso hilo musical que nos distraiga.
Las puertas se abren y, para mi sorpresa, Malik toma mi mano, apretándola con sus largos y fríos dedos. Siento la corriente a través de mí y el latido de mi corazón se acelera. A medida que me ayuda a salir del ascensor, escuchamos la erupción de carcajadas reprimidas de la pareja detrás de nosotros. Malik sonríe.
— ¿Qué es lo que tienen los ascensores? —murmura.
Cruzamos el amplio y animado vestíbulo del hotel hacia la entrada, pero Malik evita la puerta giratoria y me pregunto si se debe a que tendría que soltar mi mano.
Afuera, es un templado domingo de mayo. El sol brilla y el tráfico es ligero. Malik gira a la izquierda y camina hacia la esquina, donde nos detenemos a esperar a que cambie la luz del semáforo para peatones.
Todavía está sosteniendo mi mano. Estoy en la calle y Zayn Malik está tomando mi mano. Nadie ha tomado mi mano. Me siento mareado y con un hormigueo en todo el cuerpo. Intento sofocar la mueca ridícula que amenaza con dividir mi rostro en dos. Trata de ser genial Hazza,mi subconsciente me implora. Entonces, el hombrecito verde se enciende y comenzamos a caminar otra vez.
Caminamos cuatro cuadras antes de llegar al Café de Portland House, en donde Malik me suelta para mantener la puerta abierta para que pueda entrar.
— ¿Por qué no eliges una mesa mientras voy a buscar las bebidas? ¿Qué le gustaría? —pregunta, amable como siempre.
—Voy a tomar... um, un té English Breakfast, con la bolsa afuera.
Levanta las cejas.
— ¿No café?
—No estoy interesado en el café.
Sonríe.
—Está bien, bolsa de té. ¿Azúcar?
Por un momento, estoy sorprendido, pensando que es una palabra de cariño, pero afortunadamente, mi subconsciente se activa con los labios fruncidos. No, *beep*. ¿Tomas azúcar?
—No, gracias. —Miro hacia abajo a mis dedos cruzados.
— ¿Algo para comer?
—No, gracias. —Niego con la cabeza y se dirige al mostrador.
Lo miro disimuladamente desde debajo de mis pestañas mientras se encuentra en la línea de espera para ser atendido. Podría mirarlo todo el día... es alto, de hombros anchos, delgados y la forma en que los pantalones cuelgan de su cadera... ¡Oh Dios! Pasa una o dos veces sus dedos largos y elegantes por su cabello seco, pero todavía desordenado. Hmm... Me gustaría hacer eso. El pensamiento viene espontáneamente a mi mente y mi rostro quema. Me muerdo el labio y miro abajo hacia mis manos otra vez, sin gustarme el curso de mis pensamientos rebeldes.
— ¿Un penique por tus pensamientos? —Malik está de vuelta, sorprendiéndome.
Me pongo color carmesí. Sólo estaba pensando acerca de cómo pasaría mis dedos por tu cabello y me preguntaba si se sentiría suave al tacto. Niego con la cabeza.
Está cargando una bandeja, la cual coloca en la pequeña y redonda mesa de abedul. Me da una taza y un plato, un vaso de agua pequeño y una bandeja que lleva una solitaria bolsita de té etiquetada como Twinings English Breakfast… mi favorito. Él tiene un café que lleva una maravillosa imagen de hoja impresa en la leche. ¿Cómo lo hacen? Me pregunto sin decir nada.
También se compró un muffin de arándanos. Pone la bandeja a un lado, se sienta frente a mí y cruza sus largas piernas. Se le ve tan cómodo, tan a gusto con su cuerpo, lo envidio. Aquí estoy yo, todo torpe y descoordinado, apenas capaz de ir de A a B sin caer de bruces.
— ¿Tus pensamientos? —pregunta.
—Éste es mi té favorito.
Mi voz es baja, entrecortada. Simplemente no puedo creer que esté sentado frente a Zayn Malik en una cafetería de Portland. Frunce el ceño. Sabe que estoy ocultando algo. Hago estallar la bolsita de té en la tetera y casi de inmediato la tomo de nuevo con mi cucharilla. Mientras pongo de nuevo la bolsita de té usada en la bandeja, él ladea la cabeza, mirándome con curiosidad.
—Me gusta el té negro y poco cargado —murmuro en tono de explicación.
—Ya veo. ¿Es tu novio?
— ¿Quién?
—El fotógrafo. Liam Payne.
Me río, nervioso pero curioso. ¿Qué le daría esa impresión?
—No. Liam es un buen amigo mío, eso es todo. ¿Por qué pensaste que era mi novio?
—La forma en que le sonreíste y él a ti. —Sus ojos marrones sostienen mi mirada. Es tan desconcertante. Quiero mirar hacia otro lado, pero estoy atrapado… hechizado.
—Es más como familia —susurro.
Malik asiente con la cabeza ligeramente, al parecer satisfecho con mi respuesta y mira hacia su muffin de arándanos. Sus largos dedos retiran con habilidad el papel mientras lo miro fascinado.
— ¿Quieres un poco? —me pregunta y esa sonrisa secreta y divertida está de regreso.
—No, gracias. —Frunzo el ceño y miro hacia mis manos de nuevo.
—Y el chico que conocí ayer en la tienda. ¿Es tu novio?
—No. Paul es sólo un amigo. Te lo dije ayer. —Oh, esto se está poniendo tonto.
— ¿Por qué me lo preguntas?
—Pareces nervioso alrededor de los hombres.
Mi.er.da, eso es personal. Sólo estoy nervioso a tu alrededor, Malik.
—Te encuentro intimidante.
Me sonrojo hasta llegar a escarlata, pero mentalmente me doy palmaditas en la espalda por mi franqueza y vuelvo la mirada a mis manos otra vez. Puedo escucharlo inhalar fuertemente.
—Deberías encontrarme intimidante. —Asiente con la cabeza—. Eres muy honesto. Por favor, no bajes la mirada. Me gusta ver tu rostro.
Oh. Pongo la mirada en él y me da una sonrisa alentadora, pero irónica—. Me da una especie de idea de lo que podrías estar pensando. —Respira—. Es un misterio, señorito Styles.
¿Misterioso? ¿Yo?
—No hay nada misterioso en mí.
—Creo que eres muy reservado —murmura.
¿Lo soy? Wow... ¿Cómo voy a manejar eso? Esto es desconcertante. ¿Yo, reservado? De ninguna manera.
—Excepto cuando te ruborizas, por supuesto, lo que sucede a menudo. Sólo desearía saber el por qué de tu rubor.
Lanza un pequeño trozo de muffin a su boca y comienza a masticarlo lentamente, sin despegar sus ojos de mí. Y por supuesto, como si fuera el momento justo, me ruborizo.
— ¿Siempre haces ese tipo de observaciones personales?
—No me había dado cuenta que lo hacía. ¿Te he ofendido? —Sonaba sorprendido.
—No —contesto sinceramente.
—Bueno.
—Pero eres muy prepotente —contraataco tranquilamente.
Levanta sus cejas y, si no me equivoco, su cara se enrojece ligeramente también.
—Estoy acostumbrado a hacer las cosas a mi manera, Harry —murmura—. En todas las cosas.
—No lo dudo. ¿Por qué no me pediste que te llamara por tu nombre? —Estoy sorprendido por mi atrevimiento. ¿Por qué esta conversación se ha puesto tan seria?
No va de la manera que en que pensé que iba a ir. No puedo creer que esté sintiendo tanta antipatía hacia él. Es como si estuviera intentando ahuyentarlo.
—Las únicas personas que usan mi nombre son mi familia y unos pocos amigos íntimos. Es así como quiero que sea.
Oh. Él todavía no me ha dicho, llámame Zayn. Es un fanático del control, no hay ninguna otra explicación y una parte de mí está pensando que quizás habría sido mejor que Louis lo hubiera entrevistado. Dos fanáticos del control juntos. Un añadido es que el es casi rubio —bueno, rubio oxigenado—, como todas las mujeres en su oficina. Y es hermoso, me recuerda mi subconsciente. No me gusta la idea de Zayn y Louis juntos. Tomo un sorbo de mi té y Malik come otro pequeño trozo de su muffin.
—¿Eres hijo único? —pregunta.
Oh… cambio de tema.
—Sí.
—Háblame sobre tus padres.
¿Por qué quiere saber esto? Esto es tan aburrido.
—Mi madre vive en Georgia con su nuevo marido, Bob. Mi padrastro vive en Montesano.
—¿Y tu padre?
—Mi padre murió cuando yo era un bebé.
—Se podría decir eso.
Frunce el entrecejo.
—No me das mucha información, ¿verdad? —dice secamente, frotando su barbilla como si pensara profundamente.
—Tú tampoco.
—Lo siento —murmura y una fugaz mirada triste cruza su rostro.
—No lo recuerdo.
—¿Y tu madre volvió a casarse?
Resoplo.
—Tú me has interrogado ya una vez y yo trato de hacer algunas preguntas. —Me sonríe.
¡Mi.er.da! Él está recordando la pregunta "homosexual". Una vez más, me mortifico. Durante los próximos años, lo sé, necesitaré terapia intensiva para no sentirme avergonzado cada vez que recuerde ese momento. Empiezo a balbucear sobre mi madre… cualquier cosa para bloquear ese recuerdo.
—Mi madre es maravillosa. Es una romántica incurable. Actualmente va por su cuarto marido.
Levanta sus cejas sorprendido.
—La echo de menos —continúo—. Ella tiene ahora a Bob. Y sólo espero que él pueda estar pendiente de ella y recoger sus pedacitos cuando sus planes no vayan como estaba previsto. —Sonrío con cariño. No he visto a mi madre desde hace mucho tiempo.
Zayn está mirándome fijamente, tomando sorbos de su café de vez en cuando. Realmente no debería mirar su boca. Esos labios… son inquietantes.
—¿Te llevas bien con tu padrastro?
—Por supuesto. Crecí con él. Es el único padre que conozco.
—¿Y cómo es él?
—¿Ray? Es… reservado.
—¿Eso es todo? —pregunta Malik, sorprendido.
Me encojo de hombros. ¿Qué espera este hombre? ¿La historia de mi vida?
—Reservado como su hijastro —sugiere Malik.
Me abstengo de poner mis ojos en blanco hacia él.
—Le gusta el fútbol, el fútbol europeo sobre todo, los bolos, pescar y hacer muebles. Es carpintero. Ex carpintero —suspiro.
—¿Viviste con él?
—Sí. Mi madre encontró a su tercer marido cuando yo tenía quince años. Y me quedé con Ray.
Frunce el entrecejo como si no entendiera.
—¿No quisiste ir a vivir con tu madre? —pregunta.
Me ruborizo. Esto realmente no es de su incumbencia.
—Su tercer marido vivía en Texas. Mi casa estaba en Montesano. Y… ya sabes, mi mamá estaba recién casada. —Me detengo.
Mamá nunca habla sobre su tercer marido. ¿Hacia dónde quiere ir Malik con esto? Esto no es de su incumbencia. Los dos podemos jugar a este juego.
—Háblame sobre tus padres —pregunto.
Él se encoge de hombros.
—Mi padre es abogado, mi madre es pediatra. Ellos viven en Seattle.
¡Ah…! él pertenece a una familia acomodada. Y me pregunto por la próspera pareja que adopta a tres niños, uno de ellos se convierte en un atractivo hombre que asume el control empresarial y lo conquista sin la ayuda de nadie. ¿Qué lo llevó a ser así? Sus padres deben de estar orgullosos.
—¿Qué hacen tus hermanos?
—Elliot trabaja en construcción y mi hermana pequeña está en París, estudiando cocina bajo la supervisión de algún famoso chef francés.
Sus ojos se nublan con irritación. No quiere hablar de su familia o de sí mismo.
—He oído que París es encantador —murmuro. ¿Por qué no quiere hablar sobre su familia? ¿Porque es adoptado?
—Es bonito. ¿Has estado ahí? —pregunta, su irritación desaparece.
—Nunca he salido de Estados Unidos. —Así que ahora regresamos a las trivialidades. ¿Qué está escondiendo?
—¿Te gustaría ir?
—¿A París? —rechino. Esto me desconcierta, ¿quién no querría ir a París?—. Claro —admito—. Pero es Inglaterra lo que realmente me gustaría visitar.
Inclina su cabeza a un lado, recorriendo con su dedo índice su labio inferior… ¡Oh, Dios!
—¿Por qué?
Parpadeo rápidamente. Concéntrate, Styles.
—Está la casa de Shakespeare, Austen, las hermanas Brontë, Thomas Hardy. Me gustaría ver los lugares que inspiraron a esas personas para escribir eso maravillosos libros.
Toda esta charla sobre los clásicos literarios me recuerda que debería estar estudiando. Echo una ojeada a mi reloj.
—Será mejor que me vaya. Tengo que estudiar.
—¿Para tus exámenes?
—Sí. Comienzan el martes.
—¿Dónde está el automóvil del señorito Tomlinson?
—En el estacionamiento del hotel.
—Te acompaño.
—Gracias por el té, señor Malik.
Sonríe divertido y percibo una enorme sonrisa secreta.
—Eres bienvenido, Harry. Es un placer. Ven —ordena y me tiende su mano.
La tomo, aturdido y lo sigo fuera de la cafetería.
Paseamos de vuelta al hotel y me gustaría decir que el silencio es afable. Él parece tranquilo al menos, seguro de sí mismo. En cuanto a mí, estoy intentando evaluar desesperadamente cómo ha ido nuestro café de la mañana. Me siento como si me hubiera entrevistado para un empleo, pero no estoy segura de que sea eso.
—¿Siempre llevas pantalón? —pregunta inesperadamente.
—Normalmente.
Asiente con la cabeza. Estamos de regreso en la intersección, frente al hotel. Mi mente está dando vueltas. Qué pregunta tan extraña… Y soy consciente de que nuestro tiempo juntos es limitado. Eso es todo. Es así y lo he echado a perder por completo, lo sé. Quizás él tiene a alguien.
—¿Tienes novio? —digo bruscamente. ¡Santo cielo! ¿Acabo de decir eso en voz alta? Sus labios se curvan en una peculiar medio sonrisa y mira hacia abajo, hacia mí.
—No, Harry. No tengo novio —dice suavemente.
¡Oh…! ¿Qué significa? ¿No es homosexual? Oh, quizás es… ¡****! Debe de haberme mentido en su entrevista. Y por un momento, creo que va a continuar con alguna explicación, alguna pista sobre esta criptica declaración, pero no lo hace. Tengo que irme. Tengo que intentar reordenar mis pensamientos. Tengo que alejarme de él. Camino hacia adelante y tropiezo, saliendo precipitadamente hacia el camino.
—¡****, Harry! —grita Malik.
Me toma de la mano y lo hace con tanta fuerza que caigo contra él, justo cuando un ciclista pasa a toda velocidad yendo en la dirección incorrecta por la calle de sentido único y casi me atropella.
Todo pasa tan rápido, en un minuto estoy cayendo, al próximo estoy en sus brazos y él me está sosteniendo fuertemente contra su pecho. Inhalo su aroma limpio y vital. Él huele a ropa de lino recién lavada y a algún caro gel de baño. ¡Oh Dios, es embriagador! Inhalo profundamente.
— ¿Estás bien? —susurra. Tiene un brazo a mí alrededor, estrechándome contra él, mientras los dedos de su otra mano trazan suavemente mi rostro, sondeando suavemente, examinándome. Su pulgar roza mi labio inferior y escucho cómo contiene la respiración. Está mirándome fijamente a los ojos y sostengo su mirada ansiosa, ardiente durante un momento o quizás sea por siempre… pero finalmente, su hermosa boca atrae mi atención.
¡Oh Dios! Y por primera vez en veintiún años, quiero ser besado. Quiero sentir su boca contra la mía.
—Estoy ansioso por leer el artículo, señorito Tomlinson —murmura Malik y se vuelve hacia mí, de pie junto a la puerta
— ¿Podría caminar conmigo, señorito Styles? —pregunta.
—Claro —digo, totalmente desconcertado. Miro ansiosamente a Louis, quien se encoge de hombros. Me doy cuenta de que Liam tiene el ceño fruncido detrás de el.
—Buen día para todos —dice Malik mientras abre la puerta, parándose a un lado para que yo pueda ir primero.
Infierno Santo... ¿qué es esto? ¿Qué quiere? Me detengo en el pasillo del hotel, moviéndome nerviosamente mientras Malik sale de la habitación, seguido por el Sr. corte de militar en su traje impecable.
—Yo te llamo, Taylor —murmura a corte de militar.
Taylor camina por el pasillo y Malik vuelve sus ardientes ojos marrones hacia mí.
—Me preguntaba si te gustaría acompañarme a tomar café esta mañana.
Mi corazón salta de golpe hasta mi boca. ¿Una cita? Zayn Malik me está pidiendo una cita. Pregunta si deseo tomar un café. Tal vez piensa que no te has despertado todavía, mi subconsciente gime en un modo burlón otra vez. Me aclaro la garganta tratando de controlar mis nervios.
—Debo llevar a todos a casa —murmuro en tono de disculpa, retorciendo mis manos y dedos frente a mí.
— ¡Taylor! —llama, haciéndome saltar.
Taylor, que se había retirado por el pasillo, se da la vuelta y se dirige de nuevo hacia nosotros.
— ¿Regresan a la universidad? —pregunta Malik, su voz suave e inquietante. Asiento con la cabeza, demasiado aturdido como para hablar.
—Malik puede llevarlos. Es mi chofer. Tenemos un amplio 4x4 aquí, así que podrá también con el equipo.
— ¿Señor Malik? —pregunta Taylor cuando llega hasta nosotros, dejando algo de distancia.
—Por favor, ¿puedes llevar al fotógrafo, su ayudante y a al señorito Tomlinson de vuelta a casa?
—Por supuesto, señor —responde Taylor.
—Ahí lo tienes. Ahora, ¿puedes acompañarme a tomar un café? —Malik sonríe como si fuera un hecho.
Frunzo el ceño ante él.
—Um, Sr. Malik, eh… esto realmente... mire, Taylor no tiene que llevarlos a casa.
Le doy una breve mirada a Taylor.
—Puedo cambiar de vehículo con Louis, si me da un momento.
Malik muestra una deslumbrante, descontrolada, natural y gloriosa sonrisa mostrando los dientes. Oh mi... y abre la puerta de la suite para que pueda volver a entrar. Me deslizo alrededor de él para entrar en la habitación, encontrando a Louis sumergida en una discusión con Liam.
—Harry, creo que definitivamente le gustas —dice sin preámbulos. Liam me mira con desaprobación—. Pero no confío en él —añade. Levanto mi mano hacia arriba con la esperanza de que deje de hablar. Por algún milagro, lo hace.
—Louis, si tomas el Beetle, ¿puedo quedarme con tu auto?
— ¿Por qué?
—Zayn Malik me ha pedido que vaya a tomar un café con él.
Su boca se abre. ¡Louis sin palabras! Saboreo el momento. Me toma por el brazo y me arrastra hacia el dormitorio fuera de la sala de estar de la suite.
—Harry, hay algo en él. —Su tono de voz está lleno de advertencia—. Es hermoso, estoy de acuerdo, pero creo que es peligroso. Especialmente para alguien como tú.
Él sonríe.
—Después de usted, señorito Styles.
Se endereza, extendiendo su mano para que pase primero. Hago mi camino por el pasillo, con mis rodillas inestables, mi estómago lleno de mariposas y mi corazón latiendo en mi boca con un dramático ritmo desigual. Voy a tomar un café con Zayn Malik... y odio el café.
Caminamos juntos por el pasillo del hotel hasta los ascensores. ¿Qué debo decirle? Mi mente está paralizada repentinamente con aprensión. ¿De qué vamos a hablar? ¿Qué diablos tengo en común con él? Su voz suave y cálida me saca de mi ensueño.
—¿Cuánto tiempo hace que conoce a Louis Tomlinson?
Ah, una pregunta fácil para empezar.
—Desde nuestro primer año. Es una buena amiga.
—Hmm —responde, sin compromiso. ¿Qué está pensando?
En los ascensores, presiona el botón de llamada y suena el timbre casi de inmediato. Las puertas deslizables se abren revelando a una joven pareja en un abrazo apasionado. Sorprendidos y avergonzados, se separan de un salto, mirando con aire de culpabilidad hacia todos lados excepto a nosotros.
Malik y yo subimos al ascensor. Luchando por mantener un rostro serio, miro hacia el suelo, sintiendo mis mejillas volverse rosadas. Cuando fisgoneo a través de mis pestañas hacia Malik, observo una sonrisa en sus labios, pero es muy difícil de decir. La joven pareja no dice nada y viajamos hacia el primer piso en un silencio embarazoso. Ni siquiera tenemos un pretencioso hilo musical que nos distraiga.
Las puertas se abren y, para mi sorpresa, Malik toma mi mano, apretándola con sus largos y fríos dedos. Siento la corriente a través de mí y el latido de mi corazón se acelera. A medida que me ayuda a salir del ascensor, escuchamos la erupción de carcajadas reprimidas de la pareja detrás de nosotros. Malik sonríe.
— ¿Qué es lo que tienen los ascensores? —murmura.
Cruzamos el amplio y animado vestíbulo del hotel hacia la entrada, pero Malik evita la puerta giratoria y me pregunto si se debe a que tendría que soltar mi mano.
Afuera, es un templado domingo de mayo. El sol brilla y el tráfico es ligero. Malik gira a la izquierda y camina hacia la esquina, donde nos detenemos a esperar a que cambie la luz del semáforo para peatones.
Todavía está sosteniendo mi mano. Estoy en la calle y Zayn Malik está tomando mi mano. Nadie ha tomado mi mano. Me siento mareado y con un hormigueo en todo el cuerpo. Intento sofocar la mueca ridícula que amenaza con dividir mi rostro en dos. Trata de ser genial Hazza,mi subconsciente me implora. Entonces, el hombrecito verde se enciende y comenzamos a caminar otra vez.
Caminamos cuatro cuadras antes de llegar al Café de Portland House, en donde Malik me suelta para mantener la puerta abierta para que pueda entrar.
— ¿Por qué no eliges una mesa mientras voy a buscar las bebidas? ¿Qué le gustaría? —pregunta, amable como siempre.
—Voy a tomar... um, un té English Breakfast, con la bolsa afuera.
Levanta las cejas.
— ¿No café?
—No estoy interesado en el café.
Sonríe.
—Está bien, bolsa de té. ¿Azúcar?
Por un momento, estoy sorprendido, pensando que es una palabra de cariño, pero afortunadamente, mi subconsciente se activa con los labios fruncidos. No, *beep*. ¿Tomas azúcar?
—No, gracias. —Miro hacia abajo a mis dedos cruzados.
— ¿Algo para comer?
—No, gracias. —Niego con la cabeza y se dirige al mostrador.
Lo miro disimuladamente desde debajo de mis pestañas mientras se encuentra en la línea de espera para ser atendido. Podría mirarlo todo el día... es alto, de hombros anchos, delgados y la forma en que los pantalones cuelgan de su cadera... ¡Oh Dios! Pasa una o dos veces sus dedos largos y elegantes por su cabello seco, pero todavía desordenado. Hmm... Me gustaría hacer eso. El pensamiento viene espontáneamente a mi mente y mi rostro quema. Me muerdo el labio y miro abajo hacia mis manos otra vez, sin gustarme el curso de mis pensamientos rebeldes.
— ¿Un penique por tus pensamientos? —Malik está de vuelta, sorprendiéndome.
Me pongo color carmesí. Sólo estaba pensando acerca de cómo pasaría mis dedos por tu cabello y me preguntaba si se sentiría suave al tacto. Niego con la cabeza.
Está cargando una bandeja, la cual coloca en la pequeña y redonda mesa de abedul. Me da una taza y un plato, un vaso de agua pequeño y una bandeja que lleva una solitaria bolsita de té etiquetada como Twinings English Breakfast… mi favorito. Él tiene un café que lleva una maravillosa imagen de hoja impresa en la leche. ¿Cómo lo hacen? Me pregunto sin decir nada.
También se compró un muffin de arándanos. Pone la bandeja a un lado, se sienta frente a mí y cruza sus largas piernas. Se le ve tan cómodo, tan a gusto con su cuerpo, lo envidio. Aquí estoy yo, todo torpe y descoordinado, apenas capaz de ir de A a B sin caer de bruces.
— ¿Tus pensamientos? —pregunta.
—Éste es mi té favorito.
Mi voz es baja, entrecortada. Simplemente no puedo creer que esté sentado frente a Zayn Malik en una cafetería de Portland. Frunce el ceño. Sabe que estoy ocultando algo. Hago estallar la bolsita de té en la tetera y casi de inmediato la tomo de nuevo con mi cucharilla. Mientras pongo de nuevo la bolsita de té usada en la bandeja, él ladea la cabeza, mirándome con curiosidad.
—Me gusta el té negro y poco cargado —murmuro en tono de explicación.
—Ya veo. ¿Es tu novio?
— ¿Quién?
—El fotógrafo. Liam Payne.
Me río, nervioso pero curioso. ¿Qué le daría esa impresión?
—No. Liam es un buen amigo mío, eso es todo. ¿Por qué pensaste que era mi novio?
—La forma en que le sonreíste y él a ti. —Sus ojos marrones sostienen mi mirada. Es tan desconcertante. Quiero mirar hacia otro lado, pero estoy atrapado… hechizado.
—Es más como familia —susurro.
Malik asiente con la cabeza ligeramente, al parecer satisfecho con mi respuesta y mira hacia su muffin de arándanos. Sus largos dedos retiran con habilidad el papel mientras lo miro fascinado.
— ¿Quieres un poco? —me pregunta y esa sonrisa secreta y divertida está de regreso.
—No, gracias. —Frunzo el ceño y miro hacia mis manos de nuevo.
—Y el chico que conocí ayer en la tienda. ¿Es tu novio?
—No. Paul es sólo un amigo. Te lo dije ayer. —Oh, esto se está poniendo tonto.
— ¿Por qué me lo preguntas?
—Pareces nervioso alrededor de los hombres.
Mi.er.da, eso es personal. Sólo estoy nervioso a tu alrededor, Malik.
—Te encuentro intimidante.
Me sonrojo hasta llegar a escarlata, pero mentalmente me doy palmaditas en la espalda por mi franqueza y vuelvo la mirada a mis manos otra vez. Puedo escucharlo inhalar fuertemente.
—Deberías encontrarme intimidante. —Asiente con la cabeza—. Eres muy honesto. Por favor, no bajes la mirada. Me gusta ver tu rostro.
Oh. Pongo la mirada en él y me da una sonrisa alentadora, pero irónica—. Me da una especie de idea de lo que podrías estar pensando. —Respira—. Es un misterio, señorito Styles.
¿Misterioso? ¿Yo?
—No hay nada misterioso en mí.
—Creo que eres muy reservado —murmura.
¿Lo soy? Wow... ¿Cómo voy a manejar eso? Esto es desconcertante. ¿Yo, reservado? De ninguna manera.
—Excepto cuando te ruborizas, por supuesto, lo que sucede a menudo. Sólo desearía saber el por qué de tu rubor.
Lanza un pequeño trozo de muffin a su boca y comienza a masticarlo lentamente, sin despegar sus ojos de mí. Y por supuesto, como si fuera el momento justo, me ruborizo.
— ¿Siempre haces ese tipo de observaciones personales?
—No me había dado cuenta que lo hacía. ¿Te he ofendido? —Sonaba sorprendido.
—No —contesto sinceramente.
—Bueno.
—Pero eres muy prepotente —contraataco tranquilamente.
Levanta sus cejas y, si no me equivoco, su cara se enrojece ligeramente también.
—Estoy acostumbrado a hacer las cosas a mi manera, Harry —murmura—. En todas las cosas.
—No lo dudo. ¿Por qué no me pediste que te llamara por tu nombre? —Estoy sorprendido por mi atrevimiento. ¿Por qué esta conversación se ha puesto tan seria?
No va de la manera que en que pensé que iba a ir. No puedo creer que esté sintiendo tanta antipatía hacia él. Es como si estuviera intentando ahuyentarlo.
—Las únicas personas que usan mi nombre son mi familia y unos pocos amigos íntimos. Es así como quiero que sea.
Oh. Él todavía no me ha dicho, llámame Zayn. Es un fanático del control, no hay ninguna otra explicación y una parte de mí está pensando que quizás habría sido mejor que Louis lo hubiera entrevistado. Dos fanáticos del control juntos. Un añadido es que el es casi rubio —bueno, rubio oxigenado—, como todas las mujeres en su oficina. Y es hermoso, me recuerda mi subconsciente. No me gusta la idea de Zayn y Louis juntos. Tomo un sorbo de mi té y Malik come otro pequeño trozo de su muffin.
—¿Eres hijo único? —pregunta.
Oh… cambio de tema.
—Sí.
—Háblame sobre tus padres.
¿Por qué quiere saber esto? Esto es tan aburrido.
—Mi madre vive en Georgia con su nuevo marido, Bob. Mi padrastro vive en Montesano.
—¿Y tu padre?
—Mi padre murió cuando yo era un bebé.
—Se podría decir eso.
Frunce el entrecejo.
—No me das mucha información, ¿verdad? —dice secamente, frotando su barbilla como si pensara profundamente.
—Tú tampoco.
—Lo siento —murmura y una fugaz mirada triste cruza su rostro.
—No lo recuerdo.
—¿Y tu madre volvió a casarse?
Resoplo.
—Tú me has interrogado ya una vez y yo trato de hacer algunas preguntas. —Me sonríe.
¡Mi.er.da! Él está recordando la pregunta "homosexual". Una vez más, me mortifico. Durante los próximos años, lo sé, necesitaré terapia intensiva para no sentirme avergonzado cada vez que recuerde ese momento. Empiezo a balbucear sobre mi madre… cualquier cosa para bloquear ese recuerdo.
—Mi madre es maravillosa. Es una romántica incurable. Actualmente va por su cuarto marido.
Levanta sus cejas sorprendido.
—La echo de menos —continúo—. Ella tiene ahora a Bob. Y sólo espero que él pueda estar pendiente de ella y recoger sus pedacitos cuando sus planes no vayan como estaba previsto. —Sonrío con cariño. No he visto a mi madre desde hace mucho tiempo.
Zayn está mirándome fijamente, tomando sorbos de su café de vez en cuando. Realmente no debería mirar su boca. Esos labios… son inquietantes.
—¿Te llevas bien con tu padrastro?
—Por supuesto. Crecí con él. Es el único padre que conozco.
—¿Y cómo es él?
—¿Ray? Es… reservado.
—¿Eso es todo? —pregunta Malik, sorprendido.
Me encojo de hombros. ¿Qué espera este hombre? ¿La historia de mi vida?
—Reservado como su hijastro —sugiere Malik.
Me abstengo de poner mis ojos en blanco hacia él.
—Le gusta el fútbol, el fútbol europeo sobre todo, los bolos, pescar y hacer muebles. Es carpintero. Ex carpintero —suspiro.
—¿Viviste con él?
—Sí. Mi madre encontró a su tercer marido cuando yo tenía quince años. Y me quedé con Ray.
Frunce el entrecejo como si no entendiera.
—¿No quisiste ir a vivir con tu madre? —pregunta.
Me ruborizo. Esto realmente no es de su incumbencia.
—Su tercer marido vivía en Texas. Mi casa estaba en Montesano. Y… ya sabes, mi mamá estaba recién casada. —Me detengo.
Mamá nunca habla sobre su tercer marido. ¿Hacia dónde quiere ir Malik con esto? Esto no es de su incumbencia. Los dos podemos jugar a este juego.
—Háblame sobre tus padres —pregunto.
Él se encoge de hombros.
—Mi padre es abogado, mi madre es pediatra. Ellos viven en Seattle.
¡Ah…! él pertenece a una familia acomodada. Y me pregunto por la próspera pareja que adopta a tres niños, uno de ellos se convierte en un atractivo hombre que asume el control empresarial y lo conquista sin la ayuda de nadie. ¿Qué lo llevó a ser así? Sus padres deben de estar orgullosos.
—¿Qué hacen tus hermanos?
—Elliot trabaja en construcción y mi hermana pequeña está en París, estudiando cocina bajo la supervisión de algún famoso chef francés.
Sus ojos se nublan con irritación. No quiere hablar de su familia o de sí mismo.
—He oído que París es encantador —murmuro. ¿Por qué no quiere hablar sobre su familia? ¿Porque es adoptado?
—Es bonito. ¿Has estado ahí? —pregunta, su irritación desaparece.
—Nunca he salido de Estados Unidos. —Así que ahora regresamos a las trivialidades. ¿Qué está escondiendo?
—¿Te gustaría ir?
—¿A París? —rechino. Esto me desconcierta, ¿quién no querría ir a París?—. Claro —admito—. Pero es Inglaterra lo que realmente me gustaría visitar.
Inclina su cabeza a un lado, recorriendo con su dedo índice su labio inferior… ¡Oh, Dios!
—¿Por qué?
Parpadeo rápidamente. Concéntrate, Styles.
—Está la casa de Shakespeare, Austen, las hermanas Brontë, Thomas Hardy. Me gustaría ver los lugares que inspiraron a esas personas para escribir eso maravillosos libros.
Toda esta charla sobre los clásicos literarios me recuerda que debería estar estudiando. Echo una ojeada a mi reloj.
—Será mejor que me vaya. Tengo que estudiar.
—¿Para tus exámenes?
—Sí. Comienzan el martes.
—¿Dónde está el automóvil del señorito Tomlinson?
—En el estacionamiento del hotel.
—Te acompaño.
—Gracias por el té, señor Malik.
Sonríe divertido y percibo una enorme sonrisa secreta.
—Eres bienvenido, Harry. Es un placer. Ven —ordena y me tiende su mano.
La tomo, aturdido y lo sigo fuera de la cafetería.
Paseamos de vuelta al hotel y me gustaría decir que el silencio es afable. Él parece tranquilo al menos, seguro de sí mismo. En cuanto a mí, estoy intentando evaluar desesperadamente cómo ha ido nuestro café de la mañana. Me siento como si me hubiera entrevistado para un empleo, pero no estoy segura de que sea eso.
—¿Siempre llevas pantalón? —pregunta inesperadamente.
—Normalmente.
Asiente con la cabeza. Estamos de regreso en la intersección, frente al hotel. Mi mente está dando vueltas. Qué pregunta tan extraña… Y soy consciente de que nuestro tiempo juntos es limitado. Eso es todo. Es así y lo he echado a perder por completo, lo sé. Quizás él tiene a alguien.
—¿Tienes novio? —digo bruscamente. ¡Santo cielo! ¿Acabo de decir eso en voz alta? Sus labios se curvan en una peculiar medio sonrisa y mira hacia abajo, hacia mí.
—No, Harry. No tengo novio —dice suavemente.
¡Oh…! ¿Qué significa? ¿No es homosexual? Oh, quizás es… ¡****! Debe de haberme mentido en su entrevista. Y por un momento, creo que va a continuar con alguna explicación, alguna pista sobre esta criptica declaración, pero no lo hace. Tengo que irme. Tengo que intentar reordenar mis pensamientos. Tengo que alejarme de él. Camino hacia adelante y tropiezo, saliendo precipitadamente hacia el camino.
—¡****, Harry! —grita Malik.
Me toma de la mano y lo hace con tanta fuerza que caigo contra él, justo cuando un ciclista pasa a toda velocidad yendo en la dirección incorrecta por la calle de sentido único y casi me atropella.
Todo pasa tan rápido, en un minuto estoy cayendo, al próximo estoy en sus brazos y él me está sosteniendo fuertemente contra su pecho. Inhalo su aroma limpio y vital. Él huele a ropa de lino recién lavada y a algún caro gel de baño. ¡Oh Dios, es embriagador! Inhalo profundamente.
— ¿Estás bien? —susurra. Tiene un brazo a mí alrededor, estrechándome contra él, mientras los dedos de su otra mano trazan suavemente mi rostro, sondeando suavemente, examinándome. Su pulgar roza mi labio inferior y escucho cómo contiene la respiración. Está mirándome fijamente a los ojos y sostengo su mirada ansiosa, ardiente durante un momento o quizás sea por siempre… pero finalmente, su hermosa boca atrae mi atención.
¡Oh Dios! Y por primera vez en veintiún años, quiero ser besado. Quiero sentir su boca contra la mía.
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