Enemies or not? | N. C |

Me odiaba. Eso había sido algo inaceptable, débil, y extremadamente estúpido de mi parte. La ultima vez que había bajado la guardia, me habían lastimado, me había ultrajado. Y justo cuando jure que nunca volvería a hacerlo, llegan ellos, con sus dos pares de ojos azules tan profundos para humillarme.
Comencé a correr, sintiendo como las lagrimas comenzaban a caer por mis mejillas. Creí que era fuerte. Le prometía Louis que me cuidaría, que no volvería a suceder, y hace solo veinte minutos atrás, había roto cada una de mis promesa.
Abrí la puerta de un solo golpe, y me adentre a la casa olvidándome de las señales que habíamos planeado con mi hermano para avisar nuestra llegada. No había tiempo, teníamos que irnos.

-Mierda, Kay, por que no avisas-soltó Louis bajando el arma con la que me había apuntado cuando baje las escaleras hasta el sótano.

-No me llames Kay, Louis. Sabes que no me gusta, me trae recuerdos que no quiero volver a revivir-dije fríamente, esquivando su mirada. Sabia que si llegaba a mirarme tan profundo, como solo el sabia, podía llegar a descubrir que algo malo había pasado, y nuevamente, se volvería el hermano sobreprotector y me encerraría bajo siete llaves en un galpón abandonado a las afueras de la cuidad, mientras yo me dejaba consumir en lagrimas. Ninguno de los dos podía superar lo que había pasado hace solo seis meses atrás.

-Me gusta Kay, siempre te he dicho así... ¿Que rayos te pasa?-pregunto. Ignore su pregunta, intentando enfocar mi concentración en los pocos objetos que había podido extraer de ese colegio, al cual nunca volvería en mi vida. Iba a curarlo y luego lo arrastraría afuera sin dejarlo protestar en contra.-Kay, por favor-dijo, esta vez con un tono de voz mas preocupado. Maldición, no quería que me descubriera. No esta vez.

-Louis, necesito que cierres la boca solo por un segundo. Quiero curar esa herida, y luego nos iremos de aquí...-solté, aun sin mirarlo. La tenue luz de la luna era lo único que nos iluminaba filtrándose por una pequeña ventana. Eche un poco de agua oxigenada en un pedazo de gasa, y camine hacia el, que aun se encontraba sentado en el sofá. La sangre había dejado de fluir  desde su corte, pero aun así, debía desinfectarlo antes de vendarlo.

-Ahí algo que no esta bien acá Kay, necesitas decirme... ¿Es tan malo? ¿Te lastimaron?-me humillaron y yo me deje humillar, solo eso, quise decir. Pero no podía, no quería que se preocupara por mi. Aun llevaba una gran culpa sobre sus hombros, no le daría otra cosa mas para hacerse cargo. El era mi hermano, y había cosas que no podía cambiar. Por mucho que me agradara la idea de borrar de mi memoria aquella noche de verano, no podía, ni yo, ni el, ni nadie. Había sido ultrajada de mas de una forma, y Louis lo había presenciado. Era una venganza... Fue el legado que nos habían dejados nuestros padres.

-No paso nada Lou, ya deja de preocuparte. Dije que volvería sana y salva... Acá estoy. Nadie me toco, nadie me vio, y yo no vi a nadie-mentí. Sus hombro se relajaron al instante, haciendo que fuera mas fácil para mi curarle la herida.
Esta guerra había sido absurda para nosotros desde el primer momento. Solo huíamos de los bastardos que habían asesinado a mis padres. Aunque para Louis ya era algo personal, yo lo mantenía a la raya, y le imploraba que lo ignorara. No quería perder nada mas.

-Maldición Kat, puede por favor ser un poco mas cuidadosa... ¡Me duele!-protesto Louis. Puse los ojos en blanco y deseche la gasa ya manchada con el liquido rojo que comenzaba a secar en su abdomen. Tome una gasas limpias y comencé a subir la herida por completo. La sujete con un poco de cinta, y luego baje su remera terminando mi trabajo. Con mucha suerte, estaría sanado en menos de tres semanas.

-Deja de llorar Louis, hay muchas cosas que hacer... Mejor que levantes tu trasero del sofá y comiences a empacar-dije, volviendo a meter las cosas a mi mochila. Guarde las pocas prendas que tenia, un par de latas de comida, nuestros platos y vasos, y mis tenis sucios.
Louis a duras penas guardaba lo suyo al otro extremo de la habitación. Se mantenía callado y por un lado me daba pena no contarle lo que me había sucedido. Pero necesitaba protegerlo, y protegerme a mi también del posible daño que un simple encuentro podría ocasionar en mi hermano. Ya estaba cansada de que el se echara la culpa de todas las cosas que me pasaban.

-Vamos-sugirió metiéndose su arma en la parte trasera de sus pantalones. Tome su mano y nos dirigimos ambos hacia la salida.
El cielo estaba cubierto completamente por espesas nubes. Llovería en cualquier momento. Debíamos encontrar un lugar donde refugiarnos lo mas rápido posible.

-Louis...-dije intentando llamar su atención. El estaba pensando lo mismo que yo, lo puede ver en sus ojos.

-Ya lo se pequeña, entraremos a la primera casa que sea decente y que parezca deshabitada-respondió apretando mi mano entre la suya, mientras una mueca de dolor surcaba en sus labios. Le dolía la herida, pero el era demasiado terco como para dejar que yo lo ayudara a caminar.

-Nos mojaremos sino entramos pronto Louis, y no creo que eso sea bueno para tu herida. Si la casa esta habitada, rogaremos que nos dejen quedar solo por esta noche, no sera tan malo... Y tu tampoco puedes andar así Louis...-

-No hubiesen encontrado si nos quedábamos-me interrumpió.

-Si, lo se-

-Entremos entonces Kat, odiaría perderte... Eso si que no me lo podría perdonar....-

-Deja el sentimentalismo Louis, esto es una guerra-dije ignorando el comentario de mi hermano. Solté su mano y comencé a caminar hacia la primera casa que encontré, hasta que el se puso en frente mio  para detenerme.

-¿Donde esta tu arma Kat?-pregunto el con el ceño fruncido. Maldición, me había descubierto.- ¿No piensas contarme lo que paso?-

-Nada importantes Louis, lo prometo... La perdí mientras corría de regreso-mentí, nuevamente.

-Entonces deja que yo entre primero-dijo, olvidando el tema. Suspire con alivio, y seguí sus pasos hasta la casa.
La oscuridad se apodero de nuestra visión. La casa se encontraba completamente en penumbras, y la verdad, no sabia si eso jugaba a nuestro favor o en contra.

-Louis, ¿a donde vas? Quedémonos aquí no mas, no quiero ir a investigar-susurre cuando vi que mi hermano pensaba aventurarse por la casa.

-Hay un sofá aquí-dijo el, caminando hasta lo que parecía ser la sala de estar- Podrías dormir aquí...-Un ruido en la parte superior de la casa llamo nuestra atención. Rápidamente Louis me indico que permaneciera en silencio mientras me hacia señas para que me escondiera detrás del sofá.
Louis saco su arma y me siguió hasta nuestro escondite, manteniendo la cabeza levantada para poder ver que estaba sucediendo.
Los pasos se intensificaron, y pude sentir como bajaban por la escalera.

-Lea, revisa el comedor y yo la sala ¿Bien? – Escuchamos que decía una voz suave y tranquila. Eran mujeres... Dos, al parecer.

-Kat-dijo Louis, levantándose con cuidado para no hacer ningún ruido. Me hizo señas para que lo siguiera y yo negué con la cabeza automáticamente. Ese chico estaba buscando que nos mataran.

-¿Que te pasa? Nos volaran la cabeza...-susurre, tirando de su mano para que volviera al escondite detrás del sofá. Estaba loco. Completamente loco.

-No pasara nada Kay, confía en mi.-respondió el, ignorando mi suplica. Lo vi posar su mirada en algo a través de la oscuridad, y luego caminar con sigilo hacia ella. Rodé los ojos, lanzando una plegaria al cielo para quien sea que viviera aquí se compadeciera de nosotros. -Sabes que es mala idea separarse de tú compañero ¿no? – Lo escuche susurrar. Por un minuto, creía que me hablaba a mi, pero luego sentí como me apuntaban en la cabeza, de la misma manera en la que el le apuntaba a una hermosa castaña al borde de la escalera.  

-Camina-me obligo la chica que mantenía su arma en mi cien.

- ¿Y porque tú te separaste de tú acompañante? –respondió ella, mirando a su amiga, que se encontraba detrás de mi. Moriríamos.

- Buen punto –soltó Louis, bajando su arma al ver que me había encontrado. Odie haber dejado la mía en el colegio, tendría que haber luchado por ella. Pero el miedo se había apoderado de mi nuevamente, inmovilizándome, paralizándome. Mi hermano la hizo girar en la oscuridad, y puede ver como la analizaba. Rodé los ojos y por primera vez en la noche me permite sonreír, al ver la enorme sonrisa que se había dibujado en el rostro al ver a la chica.- Louis Tomlinson –se presento. La chica que aun me apuntaba, bajo el arma al ver que ya no había peligro. Nosotros no teníamos nada de peligrosos. Solo queríamos huir de ese maldito infierno, olvidar y volver a empezar, si se podía.

- Elibeth y ella es Eleanor Payne –

- Kat Tomlinson – me presente – Vivimos a dos manzanas de aquí, necesitamos un lugar donde dormir, no los mataremos pueden contar con ellos, somos de fiar, además este idiota está herido y al parecer tú igual así que comprendes este asunto – solté intentando sonar convincente para poder aun que sea conseguir un lugar en el sofá a donde poder dormir, y luego a la mañana desapareceríamos sin que ellos lo notaran.

- Yo a ti te he visto de algún otro lado – dijo la castaña algo seria, frunciendo el ceño mientras miraba a mi hermano en busca de una explicación.

- Es porque el aparece él la foto en donde estamos todos nosotros –Tres chicos aparecieron de la nada, haciendo que mis sentido se .

-Es bueno volver a verlos chicos...-dijo mi hermano con una enorme sonrisa en el rostro. ¿De donde rayos se conocían? ¿Que estaba pasando?

-Si mal no recuerdo, la ultima vez que te vi Tomlinson estabas a punto de morir-dijo uno de lo chicos. Su cabello era de un color chocolate intenso y ondulado haciendo que sus ojos verdes resaltaran aun mas en la oscuridad.

-Ni lo menciones, aun te debo una por eso... a todos-aclaro mi hermano, dirigiendo la mirada hacia los otros dos chicos. Elibeth y Eleanor parecían estar igual de confundidas que yo.

-Louis...-susurre para llamar su atención. Definitivamente había algo que me estaba perdiendo.

-Esta bien Kat, puedes confiar en ellos-respondió el, aun sin mirarme.  

-¿Como estas Kat?-pregunto el ojiverde, el cual mi hermano parecía conocer muy bien, y el parecía conocerme a mi, aunque no me acordaba de haberlo conocido.

-Louis... ¿Puedes explicarme lo que esta pasando? Sinceramente no entiendo... ¿Quienes son, y por que me conoce?-
-Definitivamente hay algo de lo que nos estamos perdiendo chicos-dijo Eleanor.

-El es Harry Styles... Nos ayudo a escapar... Te ayudo a escapar-respondió el mirándome esta vez. Pase mi mirada desde mi hermano, hasta el tal Harry agudizando mi mente para intentar acordarme si había visto su rostro en algún momento de mi vida.

-Deja los misterios Tomlinson, es obvio que tu hermana no lo recuerda. Estaba inconsciente cuando la saco de ese lugar-dijo uno de los chicos, sus ojos miel y su piel morena me inspiraban tranquilidad.

-Louis...-insistí. Vi como mi hermano apretaba los ojos y soltaba un suspiro pesado y lleno de dolor.

-Harry te saco de ese galpón hace seis meses atrás Kat. El te llevo a la casa de Liam, te curo, y te cuido hasta que yo llegue.- explico el. Inmediatamente mi mundo se desmorono bajo mis pies.

-¿Que rayos esta pasando?-soltó Elibeth frunciendo el ceño. Escuche como los otros comenzaban a hablar, pero yo no podía registrar lo que estaba sucediendo.
El me había sacado del mismísimo infierno. Era mas que lógico que no recordara quien era. Yo estaba completamente inconsciente para entonces. ¡Y como no! Como no querer perder la conciencia cuando minutos antes un maldito cerdo me había tocado, me había manoseado. El decía que se estaba vengando, que estaba cobrando lo que mis padres le debían, pero yo lo único que podía pensar era en aguantar el dolor, y mantenerme fuerte, mientras escuchaba los gritos desesperados de mi hermano al otro lado de la habitación implorando que me soltaran. Me habían violado para cobrarle a mis padres algo que nunca podrían pagar por que ya estaba muertos, algo que ni Louis, ni yo teníamos que ver... Pero que aun así, llevo una parte mía y de mi hermano. El pasado mi pisaba los talones y por mas que quisiera olvidarlo, no podría, nunca jamas.