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El Esclavo [larry]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 3 de 3. • 1, 2, 3
Re: El Esclavo [larry]
JAJAJA gracias por comentar ya la sigo c:colorada escribió:DIOS SANTO, TIENES QUE SEGUIRLA!
ES TAN EXITANTE jajaaj, TAN HOT...
SIGUELA PRONTOO!
SALUDOOOS :)
larryshipperwn
Re: El Esclavo [larry]
E.A es fascinante para escribir♥ gracias por comentar bueno ya la sigo c:JoselynFuckyeah escribió:Esta s una de mis hitoria favoritas de E.A. Esa mujer es una genia pervertida, la adorooo, gracias por adaptarla, creo que la leere de nuevo con harry y lou, siguelaaaa
larryshipperwn
CAPITULO 4 (parte 1)
La colección de correas, o arnés, como B’orl y el ministro de la indumentaria insistían en llamarlo, no era nada más que un elaborado anillo para el pene que se ataban alrededor de los muslos de Styles y terminaban a su espalda. Styles se mantuvo perfectamente inmóvil, tratando de ralentizar la carrera de su corazón mientras su Maestro le colocaba el aparato. Su polla aún estaba dolorosamente dura por haber sido tan sobre-estimulada tan solo unos momentos antes, y pensó que si llegaba a vivir mil años, nunca olvidaría la deliciosa y erótica sensación de Tomlinson acariciando su polla y sus testículos y abriendo su parte baja como si realmente pretendiera usarlo, follarlo, en vez de interpretar tan sólo un papel
«Maestro», pensó, blindando cuidadosamente sus pensamientos. «Oh, Maestro, ¡si tan solo lo hicieras de verdad!» Continuó vislumbrando pensamientos: imágenes en las cuales estaba atrapado bajo el musculoso cuerpo de su maestro, sus piernas separadas, dispuesto y capaz de tomar el grueso miembro de Tomlinson profundamente en su culo. ¿Era una ilusión de su parte, o algunas de esas imágenes estaban filtrándose a través del vínculo de Tomlinson? Era una locura, ¿no?, esperar que su maestro tuviera los mismos deseos, las mismas ansias incumplidas que Styles.
«Incluso si lo hiciera, no es como si pudiese actuar de acuerdo con ellas,» se recordó a si mismo severamente. Después de todo, si cuando volviesen a Radiant el Concilio tenía al menos un indicio de que una relación inadecuada había comenzado entre Tomlinson y su aprendiz, los dos podrían ser separados y Tomlinson podría ser expulsado de la Orden. Esa era la última cosa que Styles deseaba: la Orden de la Luz era la vida de su maestro, tal y como éste era la suya. Pero aún así, desde que habían sido metidos en esa difícil situación juntos, una situación en la que su maestro tuvo que tocarle y Styles someterse a su toque, ¿estaba realmente tan mal el esperar que Tomlinson hubiese disfrutado tanto como él?
Los pensamientos de Styles fueron devueltos al presente cuando Tomlinson terminó de colocar la confusa colección de correas en su lugar. Había una gruesa tira de cuero de una pulgada que se suponía rodeaba la base de la aún erecta polla de Styles y la mantenía dura.
Antes de abrocharla en su sitio, Tomlinson limpió gentilmente el hilo de líquido pre-seminal que había goteado a la base del pulsante miembro de su aprendiz con una toalla suave. ─«Ya está» ─envió cuando el anillo del pene fue atado en su lugar. «Pero me temo que no van a darte mucha más ropa que ésta. ¿Cómo te sientes sobre eso, Styles?»
Styles inclinó la cabeza. Sumiso, tenía que ser sumiso. Había estado allí antes, años atrás. Lo había hecho muchas veces con muchos hombres diferentes. Pero nunca con uno al que amara como amaba a Tomlinson.
─«Maestro» ─envió al final─. «Mientras esté a tu lado, no me importa qué vista
─«Por supuesto, Styles.» ─Tomlinson lo ayudó a levantarse, una tarea nada sencilla puesto que sus manos continuaban esposadas a su espalda y sus piernas estaban casi dormidas de estar arrodillado en esa postura sumisa durante tanto tiempo. Styles dio un paso, sintiéndose torpe con su polla desnuda y dura pegándose directamente delante de él.
─¿Estamos finalmente listos? ─Se apresuró el ministro de la indumentaria, sus ojos rojos brillando con ansiedad. ─Lo estaremos, tan pronto como le quitéis las esposas de las manos. ─Tomlinson hizo un gesto enfadado a las esposas que aún ataban las manos de Styles detrás de su espalda. ─Muy bien, podemos liberar sus brazos, pero mientras esté a bordo de la nave aún debe llevar las esposas inhibidoras ─explicó el ministro a cargo de la indumentaria, sacando a la vista una pequeña tarjeta magnética y liberando las manos de Styles.
El ministro de indumentaria chasqueó la lengua. ─En absoluto, Maestro Tomlinson… para evitar que toque sus áreas privadas. Si lo intenta, las esposas inhibidoras descargarán una fuerte y nada placentera descarga en su sistema nervioso central. De este modo, dependerá completamente de vos para la gratificación.
─Pero eso es ridículo… y peligroso ─objetó Tomlinson─. Las esposas deben retirarse en algún momento… ¿Qué ocurre si necesita ir al baño?
─Oh, es lo suficientemente seguro, Maestro Tomlinson, no temáis ─le aseguró el ministro a cargo de la indumentaria─. Pero lo lamento… mientras permanezcáis con nosotros en territorio Tiberiano, vuestro esclavo deberá mantener las esposas todo el tiempo. No podría permitirle aparecer delante del Dios-Emperador sin ellas del mismo modo en que no podría permitirle aparecer vestido con esas horribles ropas que vestíais cuando habéis llegado.
─«Todo está bien, Maestro, quizás podamos encontrar la manera de librarnos de ellas cuando estemos en nuestra propia habitación. Si nos dan una habitación» ─Styles de vuelta. Pero en su interior intentó sofocar la creciente marea de pánico. ¿Realmente iba a ser completamente dependiente de su Maestro para su gratificación sexual? Su polla ya estaba tan dura que anhelaba correrse, anhelaba llegar a la privacidad del baño en algún lugar y aliviar el dolor que las grandes manos de su Maestro había iniciado en su cuerpo. Se preguntó cuánto tiempo le sería exigido vestir ese maldito arnés con el anillo y si había alguna manera de librarse de las esposas inhibidoras aparte de la llave que el ministro a cargo de la indumentaria ya había devuelto a su bolsillo.
De repente la puerta del vestidor se abrió deslizándose con un sonoro estrépito y el Ministro T’will entró, sus ojos rojizos ardientes. ─¿Y bien? ¿Cuándo estaremos? Os esperaba listos hace años. El Dios-Emperador, que viva para siempre, lleva solo en la sala de audiencias más de diez minutos estándar.
─Estamos listos ─dijo Tomlinson, dando un paso frente a su aprendiz para escudar la desnudez de Styles.
─¡No aún! ─B’orl apareció de repente junto a ellos sosteniendo una bandeja─. Aún tenéis que elegir un collar para que vuestro esclavo lo lleve, Maestro Tomlinson ─ dijo, poniendo la bandeja debajo de la nariz de Tomlinson. Desde donde estaba de pie, Styles pudo ver que los collares eran de tres colores diferentes: cuero de un blanco puro, un brillante escarlata, y un negro betún. Por alguna razón, mirar el collar negro le provocó un estremecimiento de aprehensión.
Cuando el collar estuvo en su sitio, atado de forma segura pero no ahogando alrededor del cuello de Styles, el Ministro T’will abrió el camino a través de un laberinto de corredores pintados de colores perlados pálidos y alfombrados con algún tipo de piel suave y elástica de un gris plateado. Obviamente, no se había reparado en gastos en ningún lugar de la enorme nave, y allá por donde fueron había oficiales Tiberianos con esclavos semidesnudos.
Styles mantuvo la barbilla alta y trató de no sentirse terriblemente expuesto. No había duda de que esa humillante experiencia estaba trayendo de vuelta trozos del pasado que preferiría olvidar. Pero el zumbido constante de consuelo que provenía del vínculo mental con su Maestro lo ayudaba a soportar lo que de otra forma hubiera sido la insoportable vergüenza de caminar desnudo a través de una multitud de extranjeros.
Tratando de mantener su mente alejada de su propia desnudez, Styles se percató de que él y Tomlinson eran una de las contadas parejas amo/esclavo del mismo sexo que se veían en el enorme navío de guerra Tiberiana. La mayoría de los oficiales que vio eran masculinos y la mayoría de sus esclavos eran féminas. Las féminas Tiberianas eran considerablemente más atractivas que los hombres con apariencia de lagartos de arena, en opinión de Styles. Tenían la misma piel de un verde fangoso, pero en vez de una sola tira de piel púrpura sobre la extensión de su cráneo, tenían una franja como un chal que parecía casi cabello, con la cual se cubrían la cabeza y los hombros enoleadas.
Pechos grandes y caderas anchas parecían ser los ideales femeninos y la mayoría de las esclavas que Styles vio iban con poca ropa o sin vestir nada en absoluto, aparte del omnipresente collar de esclavo en blanco, rojo y negro. El blanco era el color predominante tanto para los esclavos masculinos como femeninos, según vio, seguido por el rojo que estaba llevando él. Tan sólo unos cuantos esclavos portaban el collar negro, y la mayoría de los que lo llevaban, tenían una mirada extraña y vacía en los ojos que hizo a Styles preguntarse si el collar negro tenía algún significado que no era aparente a simple vista.
Sin embargo, los esclavos que vio, masculinos y femeninos, tenían algo más en común aparte de los collares: todos ellos estaban marcados
Como el ministro de indumentaria había dicho, era una quemadura inicial de dos pulgadas en la piel de todos los esclavos que vio, en el bíceps superior derecho o en la tierna piel de la pelvis, tan sólo a unos pocos centímetros de los genitales. La mayoría de las marcas parecían antiguas y algunas habían sido borradas con una marca mayor. Styles supuso que era lo que ocurría cuando un esclavo era vendido a un nuevo amo. Su imaginación trabajó de más hasta que casi pudo sentir el abrasador beso del hierro de marcar y el olor de la carne
«Para, Styles,» se dijo a si mismo bruscamente. «Eso nunca va a pasar.» Después de todo, era diferente interpretar el papel de un esclavo que empezar a sentirse realmente como uno; empezar a creer el papel que interpretaba. Y era ridículo de cualquier modo. No era como si Tomlinson fuera a marcarlo. No lo marcaría más de lo que iba a tener sexo con él… sin importar lo mucho que Styles lo deseara.
Ese pensamiento envió a su mente de vuelta al sentimiento increíblemente caliente de someterse al gentil toque de su Maestro en los vestidores, y por un momento Styles consideró que ser marcado podía valer la pena si también fuese follado por su Maestro. Sí, podría muy bien someterse al hierro caliente abrasando su piel siempre y cuando pudiese sentir la gruesa polla de Tomlinson llenándole como parte del trato.
─«¡Styles, presta atención! Casi estamos en la sala de audiencias.»
La afilada orden de Tomlinson a través del vínculo trajo a Styles de vuelta al aquí y se preguntó si su Maestro había captado alguno de sus pensamientos. Sonrojándose, miró reojo al hombre alto, pero era imposible decir nada por la amplia y musculosa espalda mientras caminaba con resueltas zancadas a través de los largos y multicolores pasillos perlados.
Más adelante, el pasillo se ampliaba en un enorme pasadizo donde los colores pasteles perlados daban paso abruptamente a colores más oscuros. Tiras de seda negra, carmesí y blanca descendían desde el techo en pendones que parecían tener cien pies de largo. Guardias armados con armaduras Tiberianas, las cuales parecían consistir en una coraza que emitía un zumbido de “no-me-toques” y una aún menos práctica pero más colorida pica, se alienaban a lo largo de la alfombra negra y roja que se dirigía a una enorme bóveda.
─¡Deprisa, deprisa, Portador de Luz! ─siseó el Ministro T’will, casi empujando a Tomlinson y Styles por la larga extensión de alfombra─ La audiencia casi ha acabado. Id hasta el final de la alfombra y esperad hasta que los guardias os señalen que entréis. ¡Deprisa!
Tomlinsonpisó la alfombra deliberadamente y caminó con lo que a Styles le pareció un ritmo definitivamente tranquilo, admirando a los guardias armados a lo largo del recorrido. Styles siguió a su Maestro al trote, preguntándose por qué Tomlinson estaba aminorando el paso en vez de apresurarse como el Ministro T’will les urgía a hacer. Cuando finalmente alcanzaron el borde de la bóveda donde dos Tiberianos especialmente grandes estaban de pie, vio el por qué.
Sentado en un amplio trono dorado que flotaba tres pies sobre el suelo ricamente incrustado de pesado-madera, había un Tiberiano gordo y con apariencia aburrida, vestido con ropas tan incrustadas de joyas e hilo de oro que parecía un milagro que aún pudiese moverse siquiera un poco. Sus diminutos ojos eran dos rendijas adormecidas y la cresta de piel púrpura ropas tan incrustadas de joyas e hilo de oro que parecía un milagro que aún pudiese moverse siquiera un poco. Sus diminutos ojos eran dos rendijas adormecidas y la cresta de piel púrpura su trono estaba un Tiberiano inmensamente musculado con una mirada dura en su cara plana. Era tan alto que podía inclinarse para susurrar a la oreja del Dios-Emperador aunque el trono estaba flotando a tres pies del suelo. Pero lo que hizo que Styles lo mirase dos veces no era su altura; era el hecho de que sus ojos no eran del rojo incandescente de la mayoría de Tiberianos. En vez de eso, su iris era de un profundo y pulsante púrpura que era casi negro.
Una vez que mirabas dentro de esos ojos, descubrió Styles, era difícil apartar la mirada. Entonces comprendió que de alguna manera su mirada se había trabado con la del extraño Tiberiano que estaba de pie al lado del trono y miró rápidamente hacia abajo. Lo que vio en el suelo enfrente del trono fue más que suficiente como para distraerle tanto del Dios-Emperador como de su extraño asesor.
Arrodillado en una montaña de almohadones de seda, colocados presumiblemente allí para ese cometido exacto, estaba otro ministro Tiberiano. Apoyada en sus manos y rodillas delante de él había una esclava marcada vistiendo un collar rojo muy parecido al de Styles. Nada de eso fue inusual hasta que se hizo obvio que la esclava estaba arrodillada sobre las manos y las rodillas porque estaba siendo follada.
Con gruñidos y palmetazos de carne contra carne, el ministro Tiberiano reclamaba a su esclava, empujando un largo y grueso miembro en su abierto coño una y otra vez, aparentemente como un homenaje a su soberano, el Dios-Emperador. Styles no tenía ni idea de cómo se suponía que tener sexo en público iba a honrar al monarca Tiberiano, pero el ministro y su esclava ciertamente arremetían con energía; o el ministro, al menos.
Como la pareja estaba colocada en ángulo respecto a Styles, no podía ver la expresión en la cara de la chica. Pero su lenguaje corporal hablaba de sumisión completa, y completa desesperación. Mientras el ministro continuaba entrando ruidosamente en ella, se inclinó más abajo, enterrando la cabeza entre los brazos y alzando su culo incluso más alto en el aire. Claramente tan sólo esperaba que toda la experiencia llegara a su fin para entonces poder marcharse y dejar al siguiente amo y esclavo ocupar su lugar.
«El siguiente amo y esclavo… Por la Luz, ¡esos somos nosotros!» Styles salió bruscamente del trance en el que había caído viendo a la desventurada esclava siendo atacada por el ministro Tiberiano, demasiado entusiasta. Oh, dioses, ¿iban Tomlinson y él a tener que…? Ni siquiera podía pensar en ello. Incluso a pesar de que un momento antes hubiera estado fantaseando sobre entregarse completamente a su Maestro, y ser atrapado bajo el duro y musculoso cuerpo de Tomlinson y llenado con su gruesa polla, la comprensión de que su fantasía podía convertirse pronto en realidad lo dejó helado.
No era así como quería que fuese, comprendió Styles de repente. Follar delante de una audiencia para la diversión de algún gordo monarca extranjero no era la manera en que quería hacer el amor con su Maestro por primera vez. Quería una iluminación suave, música tranquilizante, y, después de haber vislumbrado a Tomlinson en la ducha sónica y en los vestuarios de vez en cuando y conocer las dimensiones bastantes grandes de su miembro, Styles también quería mucho lubricante. Pero de repente parecía que no iba a tener nada de eso.
─«Maestro» ─envió a través del vínculo, tratando duramente de mantener el pánico fuera de su voz interna─. «Maestro, no iremos a tener que…»
─«Cálmate, Styles. Por supuesto que no.» ─La profunda voz interna sonaba completamente segura, pero Styles vio sus amplios hombros en tensión y la expresión en su rostro. Tomlinson era un Maestro de la Orden de la Luz, lo cual significaba que podía llamar unas cuantas armas mortíferas diseñadas para la destrucción desde la misma Luz viva.
Oh, dioses, realmente vamos a tener que hacerlo,» pensó Styles, mirando como el arrodillado ministro y su desdichada esclava terminaban su actuación. «Realmente vamos a tener que…
─¡La Audiencia de su majestad, el Dios-Emperador Rudgez Cuarto, que viva para siempre, ha terminado! ─una voz alta e imperiosa tronó desde algún orador en lo alto. El par de guardias que estaban de pies como estatuas, cada uno en su lado de la bóveda, volvieron a la vida. Las puntas de apariencia cruel de la parte superior de sus altas picas de plata y bronce chocaron de repente, bloqueando la entrada y restringiendo el paso a la sala de audiencias con una finalidad que le quitó el aliento a Styles.
─«Ves, Aprendiz» ─envió Tomlinson con evidente satisfacción─. «Ten algo más de confianza en tu viejo Maestro por una vez.» ─Giró la cabeza tan sólo lo necesario para darle a Styles un astuto guiño y una media sonrisa. Styles habría devuelto el gesto si el Ministro T’will no hubiese llegado corriendo en ese preciso momento, sin respiración y enfadado.
─¿Qué? ¿Después de todas las preparaciones habéis perdido la Audiencia? ¡No puedo creerlo!
─Mis más sinceras disculpas, Ministro T’will ─dijo Tomlinson, haciendo una profunda reverencia─. Es de lo más desafortunado que no fuera capaz de reunirme con el Dios- Emperador hoy. Supongo que tendré que esperar hasta las negociaciones de paz con los Gowgianos para conocer su majestad.
─¡De ninguna manera! ─exclamó T’will, taconeando con irritación─. No podéis entrar en las negociaciones con el Dios-Emperador, que viva para siempre, sin haber sido formalmente anunciados y presentados. ¡Es impensable!
─¿Qué? ─Tomlinson se quedó quieto─. ¿Estáis diciendo que tenemos que esperar hasta que la audiencia de mañana llegue a su fin para empezar las negociaciones? ¿Necesito recordarle que cada hombre, mujer y niño de todo el planeta Gow gi Nef temen por su vida? Necesitamos tener este asunto solucionado.
─No, no. ─El Ministro T’will frunció el ceño─. Habrá otra oportunidad para vos para ser anunciado y presentado esta noche en el Gran Desfile. ─Suspiró con contrariedad y levantó manos─. Lo cual significa, por supuesto, un nuevo juego de ropas tanto para vos como para vuestro esclavo. Bien, simplemente tendré que decírselo al ministro encargado de la indumentaria.
El corazón de Styles saltó a su garganta con el pensamiento de otra “prueba”. ¿Quién sabía que se le pediría que vistiera o hiciera la próxima vez? O cómo se le pediría a su Maestro que lo tocara. Aparentemente, Tomlinson estaba pensando en lo mismo porque su normalmente bronceada piel se puso decididamente pálida y preguntó─: ¿Es realmente necesario volver a los vestidores una vez más? Mi esclavo y yo hemos tenido un largo viaje para llegar hasta aquí y estamos muy cansados, Ministro.
─No, no, el Gran Desfile no empieza hasta esta noche ─dijo T’will─. Permaneced aquí y conseguiré a un sirviente que os guíe hasta una habitación donde podáis descansar y refrescaros antes de los entretenimientos de esta noche. El ministro encargado de la indumentaria tiene ya sus medidas así que puede enviaros una vestimenta apropiada.
─Gracias. ─Tomlinson volvió a inclinarse─. Eso es de lo más amable.
T’will hizo una reverencia corta y superficial y se fue sin contestar.
Tomlinson miró al ministro Tiberiano marcharse, una expresión confundida en su hermoso rostro. ─«Bueno, Styles, creo que tan sólo tendremos que esperar al sirviente para…»
─«Maestro, detrás de ti… El embajador de Gowan» ─interrumpió Styles.
Tomlinson se giró para interceptar al gordo y peludo Gowgiano, quien era seguido por su “esclava” eróticamente afeitada. En una habitación repleta de Tiberianos, Styles pensó que los dos Gowgianos parecían gatos o ratas en un habitación llena de lagartos.
─Maestro Tomlinson. ─El embajador de Gowan no parecía complacido─. ¿Qué es eso que he oído acerca de usted y su esclavo ausentándoos de la Audiencia real?
─Un retraso inevitable, que será fácilmente remediado, Embajador ─dijo suavemente Tomlinson─. Seremos anunciados y presentados esta noche durante el Gran Desfile así que seremos capaces de empezar las negociaciones de paz con los Tiberianos mañana como habíamos planeado.
─Bueno, a mi no me importa la manera en que vaya a ser manejado. ─El embajador de Gowan infló el pecho hasta que su piel negra lo hizo parecer el doble de grande y su ojos redondos y púrpuras brillaron con indignación─. Es de lo más irregular que vos y su apre… ah, esclavo, no pudierais llegar a la audiencia a tiempo.
Tomlinson se quedó quieto. ─¿Puedo recordarle, Embajador, que fuisteis vos quien pidió la intervención de la Orden de la Luz? Si no deseáis nuestra ayuda…
─No, no ─el embajador de Gowan lo cortó rápidamente─. No, es simplemente que estamos todos tan cerca del límite, y esperaba concluir estas negociaciones de paz lo más pronto posible. Mi gente, como estoy seguro de que podéis entender, está terriblemente asustada y disgustada. Todo un cuarto de nuestra población ya ha dejado el planeta desde que la amenaza de los Tiberianos fue declarada. Desafortunadamente, las tres cuartas partes restantes son incapaces o reacias a marcharse. Un estado de caos tan impensable, y la ofensa que cometimos con los Tiberianos fue realmente involuntaria, así que sencillamente no entiendo… ─se interrumpió abruptamente, sus ojos azules verdosos se hicieron más amplios mientras miraba algo por encima del amplio hombro de Tomlinson.
─¿Embajador? ─Tomlinson dio un paso adelante, con el ceño fruncido─. ¿Algo va mal?
─«Maestro, está mirando a ese consejero enorme que estaba de pie al lado del trono del Dios-Emperador» ─envió Styles a través del vínculo─. «Está viniendo hacía aquí.»
─«Gracias, Aprendiz. ¡Me estoy cansando de ser emboscado!» ─Tomlinson y Styles se giraron al mismo tiempo para ver al enorme ministro Tiberiano con ojos púrpuras aproximándose desde la sala de audiencias donde el Dios-Emperador estaba ahora durmiendo descaradamente y roncando en su trono flotante. El ministro vestía una túnica dorado sobre una camisa negra y unos pantalones, pero toda su ropa tenía un severo corte militar y de algún modo se las ingenió para hacerlas parecer más un uniforme que un traje formal de la corte.
─… Sed muy cuidadoso con lo que decís, Portador de la Luz ─siseó el embajador de Gowan─. Ese es H’rak, ministro de guerra del Dios-Emperador. Él fue el que…
Pero antes de que pudieran averiguar que había hecho exactamente H’rak, el enorme ministro Tiberiano estaba sobre ellos y el embajador de Gowan cerró la boca con un chasquido.
─Ah, Embajador. Buenas tardes ─espetó H’rak con una eficiente inclinación militar que el embajador de Gowan y Tomlinson devolvieron─. Y asumo que este es el Portador de Luz que enviasteis para resolver nuestro pequeño desacuerdo. ─Tenía una voz fría y sin matices que se las ingeniaba para mantener irónica a pesar de su falta de expresión.
─Soy el Maestro D’lon Tomlinson de la Orden de la Luz ─dijo Tomlinson, asintiendo─. Y cualquier discusión que amenace con ser el fin de todo un planeta es más que un “pequeño desacuerdo”, Ministro.
─Llamadme H’rak. ─El ministro de guerra pronunció su nombre como alguien que se hubiese asfixiado con un hueso─. Y ¡ay!, Portador de Luz, si tan sólo los Gowgianos no hubieran ofrecido una falta de respeto tan grave a nuestro Dios- Emperador, Rudgez Cuarto, no estaríamos en esta posición ahora mismo.
─Entiendo que los Gowgianos transgredieron vuestros protocolos durante las negociaciones comerciales de rutina por rechazar la comida que les fue servida y no tener esclavos vuestras costumbres exigen que tengan ─dijo Tomlinson suavemente─, ¿pero realmente creéis que esas son causas suficientes para amenazar con destruir todo su mundo?
La expresión de los ojos lisos y púrpuras del Ministro H’rak se hizo incluso más fría. ─No lo ha comprendido bien, Portador de Luz. No transgredieron tan sólo nuestras costumbres, cometieron blasfemia. No tan sólo rechazaron nuestra comida; despreciaron la carne sagrada que fue bendecida por el Dios-Emperador en persona. Y no fue tanto su falta de esclavos la que nos ofendió como el hecho de que vinieron sin los medios adecuados para honrar a Rudgez Cuarto durante la Fiesta de la Clemencia; el más sagrado de los días para el calendario Tiberiano.
─Lo cual lamentamos de todo corazón ─dijo atropelladamente el embajador de Gowan. Estaba tan nervioso que sus largos y negros bigotes temblaban─. Por favor, estimado Ministro H’rak, la ofensa fue involuntaria. Los Gowgianos somos gente pacífica.
─Sí, tan pacífica que no tenéis siquiera armas lo suficientemente fuertes como para defender los límites exteriores de vuestro planeta ─contestó bruscamente, su fría voz calentándose un poco─. Tan pacífica que os negáis a tomar la responsabilidad de… ─se detuvo abruptamente y sacudió la cabeza─. Pero no hablaremos de esos asuntos ahora. Nuestro Concilio está programado para mañana, por lo que entiendo.
»Eso es lo suficientemente pronto como para escuchar tus argumentos de por qué no deberíamos hacerlos explotar fuera del cielo, Embajador.
─Pero, Ministro H’rak… ─empezó el embajador de Gowan en un tono de súplica.
H’rak hizo un gesto imperativo con una mano enorme. ─No hablaré más de ello. Podéis marcharos.
Rechazado, el embajador de Gowan se inclinó rápidamente y se fue, su esclava cortesana siguiéndole silenciosamente.
Abruptamente, el Ministro H’rak desvió su atención hacía Styles, quien había estado de pie silenciosamente detrás de Tomlinson, mirando todo el intercambio por el rabillo del ojo. ─Es un esclavo muy bueno el que tenéis ahí, Portador de Luz ─dijo a Tomlinson, llegando a acariciar la mejilla de Styles con un largo y frío dedo reptiliano. Styles se mantuvo absolutamente inmóvil, manteniendo sus ojos bajos. De algún modo se las ingenió para controlar el impulso de temblar por el toque repulsivo y demasiado familiar.
─Ciertamente lo es. Lo he tenido por muchos años ─dijo Tomlinson de forma neutral. A través del vínculo, Styles sintió una oleada repentina de posesividad enojada, pero su Maestro mantuvo su profunda voz calmada.
─Fogoso también. Podría decirlo por el modo en que encontró mis ojos antes, aunque no lo hará ahora─. Tomó en la mano la barbilla de Styles y lo forzó a levantar la cabeza de modo que sus ojos se encontraran… o todo lo que podían, considerando que Tomlinson era casi dos pies más bajo que el enorme ministro de guerra. De nuevo, Styles tuvo que forzarse a sí mismo para controlar la sacudida de repugnancia que quería correr a través de él─. Y lo tenéis con un collar rojo, ya veo. Es una lástima, cuando el negro le quedaría mucho mejor. ─Los brillantes ojos púrpuras del ministro descendieron por el cuerpo de Styles desde el collar escarlata que envolvía su cuello hasta el arnés de cuero negro y el anillo del pene que mantenía su miembro en una erección constante.
«Oh, dioses, si me toca ahí…» Styles mordió su labio inferior y cerró los puños a los lados. Si el ministro de guerra lo tocaba, sencillamente tendría que soportarlo para evitar una ofensa adicional. Pero sin duda sería una de las experiencias más aborrecibles de su vida.
«Maestro», pensó, blindando cuidadosamente sus pensamientos. «Oh, Maestro, ¡si tan solo lo hicieras de verdad!» Continuó vislumbrando pensamientos: imágenes en las cuales estaba atrapado bajo el musculoso cuerpo de su maestro, sus piernas separadas, dispuesto y capaz de tomar el grueso miembro de Tomlinson profundamente en su culo. ¿Era una ilusión de su parte, o algunas de esas imágenes estaban filtrándose a través del vínculo de Tomlinson? Era una locura, ¿no?, esperar que su maestro tuviera los mismos deseos, las mismas ansias incumplidas que Styles.
«Incluso si lo hiciera, no es como si pudiese actuar de acuerdo con ellas,» se recordó a si mismo severamente. Después de todo, si cuando volviesen a Radiant el Concilio tenía al menos un indicio de que una relación inadecuada había comenzado entre Tomlinson y su aprendiz, los dos podrían ser separados y Tomlinson podría ser expulsado de la Orden. Esa era la última cosa que Styles deseaba: la Orden de la Luz era la vida de su maestro, tal y como éste era la suya. Pero aún así, desde que habían sido metidos en esa difícil situación juntos, una situación en la que su maestro tuvo que tocarle y Styles someterse a su toque, ¿estaba realmente tan mal el esperar que Tomlinson hubiese disfrutado tanto como él?
Los pensamientos de Styles fueron devueltos al presente cuando Tomlinson terminó de colocar la confusa colección de correas en su lugar. Había una gruesa tira de cuero de una pulgada que se suponía rodeaba la base de la aún erecta polla de Styles y la mantenía dura.
Antes de abrocharla en su sitio, Tomlinson limpió gentilmente el hilo de líquido pre-seminal que había goteado a la base del pulsante miembro de su aprendiz con una toalla suave. ─«Ya está» ─envió cuando el anillo del pene fue atado en su lugar. «Pero me temo que no van a darte mucha más ropa que ésta. ¿Cómo te sientes sobre eso, Styles?»
Styles inclinó la cabeza. Sumiso, tenía que ser sumiso. Había estado allí antes, años atrás. Lo había hecho muchas veces con muchos hombres diferentes. Pero nunca con uno al que amara como amaba a Tomlinson.
─«Maestro» ─envió al final─. «Mientras esté a tu lado, no me importa qué vista
─«Por supuesto, Styles.» ─Tomlinson lo ayudó a levantarse, una tarea nada sencilla puesto que sus manos continuaban esposadas a su espalda y sus piernas estaban casi dormidas de estar arrodillado en esa postura sumisa durante tanto tiempo. Styles dio un paso, sintiéndose torpe con su polla desnuda y dura pegándose directamente delante de él.
─¿Estamos finalmente listos? ─Se apresuró el ministro de la indumentaria, sus ojos rojos brillando con ansiedad. ─Lo estaremos, tan pronto como le quitéis las esposas de las manos. ─Tomlinson hizo un gesto enfadado a las esposas que aún ataban las manos de Styles detrás de su espalda. ─Muy bien, podemos liberar sus brazos, pero mientras esté a bordo de la nave aún debe llevar las esposas inhibidoras ─explicó el ministro a cargo de la indumentaria, sacando a la vista una pequeña tarjeta magnética y liberando las manos de Styles.
El ministro de indumentaria chasqueó la lengua. ─En absoluto, Maestro Tomlinson… para evitar que toque sus áreas privadas. Si lo intenta, las esposas inhibidoras descargarán una fuerte y nada placentera descarga en su sistema nervioso central. De este modo, dependerá completamente de vos para la gratificación.
─Pero eso es ridículo… y peligroso ─objetó Tomlinson─. Las esposas deben retirarse en algún momento… ¿Qué ocurre si necesita ir al baño?
─Oh, es lo suficientemente seguro, Maestro Tomlinson, no temáis ─le aseguró el ministro a cargo de la indumentaria─. Pero lo lamento… mientras permanezcáis con nosotros en territorio Tiberiano, vuestro esclavo deberá mantener las esposas todo el tiempo. No podría permitirle aparecer delante del Dios-Emperador sin ellas del mismo modo en que no podría permitirle aparecer vestido con esas horribles ropas que vestíais cuando habéis llegado.
─«Todo está bien, Maestro, quizás podamos encontrar la manera de librarnos de ellas cuando estemos en nuestra propia habitación. Si nos dan una habitación» ─Styles de vuelta. Pero en su interior intentó sofocar la creciente marea de pánico. ¿Realmente iba a ser completamente dependiente de su Maestro para su gratificación sexual? Su polla ya estaba tan dura que anhelaba correrse, anhelaba llegar a la privacidad del baño en algún lugar y aliviar el dolor que las grandes manos de su Maestro había iniciado en su cuerpo. Se preguntó cuánto tiempo le sería exigido vestir ese maldito arnés con el anillo y si había alguna manera de librarse de las esposas inhibidoras aparte de la llave que el ministro a cargo de la indumentaria ya había devuelto a su bolsillo.
De repente la puerta del vestidor se abrió deslizándose con un sonoro estrépito y el Ministro T’will entró, sus ojos rojizos ardientes. ─¿Y bien? ¿Cuándo estaremos? Os esperaba listos hace años. El Dios-Emperador, que viva para siempre, lleva solo en la sala de audiencias más de diez minutos estándar.
─Estamos listos ─dijo Tomlinson, dando un paso frente a su aprendiz para escudar la desnudez de Styles.
─¡No aún! ─B’orl apareció de repente junto a ellos sosteniendo una bandeja─. Aún tenéis que elegir un collar para que vuestro esclavo lo lleve, Maestro Tomlinson ─ dijo, poniendo la bandeja debajo de la nariz de Tomlinson. Desde donde estaba de pie, Styles pudo ver que los collares eran de tres colores diferentes: cuero de un blanco puro, un brillante escarlata, y un negro betún. Por alguna razón, mirar el collar negro le provocó un estremecimiento de aprehensión.
Cuando el collar estuvo en su sitio, atado de forma segura pero no ahogando alrededor del cuello de Styles, el Ministro T’will abrió el camino a través de un laberinto de corredores pintados de colores perlados pálidos y alfombrados con algún tipo de piel suave y elástica de un gris plateado. Obviamente, no se había reparado en gastos en ningún lugar de la enorme nave, y allá por donde fueron había oficiales Tiberianos con esclavos semidesnudos.
Styles mantuvo la barbilla alta y trató de no sentirse terriblemente expuesto. No había duda de que esa humillante experiencia estaba trayendo de vuelta trozos del pasado que preferiría olvidar. Pero el zumbido constante de consuelo que provenía del vínculo mental con su Maestro lo ayudaba a soportar lo que de otra forma hubiera sido la insoportable vergüenza de caminar desnudo a través de una multitud de extranjeros.
Tratando de mantener su mente alejada de su propia desnudez, Styles se percató de que él y Tomlinson eran una de las contadas parejas amo/esclavo del mismo sexo que se veían en el enorme navío de guerra Tiberiana. La mayoría de los oficiales que vio eran masculinos y la mayoría de sus esclavos eran féminas. Las féminas Tiberianas eran considerablemente más atractivas que los hombres con apariencia de lagartos de arena, en opinión de Styles. Tenían la misma piel de un verde fangoso, pero en vez de una sola tira de piel púrpura sobre la extensión de su cráneo, tenían una franja como un chal que parecía casi cabello, con la cual se cubrían la cabeza y los hombros enoleadas.
Pechos grandes y caderas anchas parecían ser los ideales femeninos y la mayoría de las esclavas que Styles vio iban con poca ropa o sin vestir nada en absoluto, aparte del omnipresente collar de esclavo en blanco, rojo y negro. El blanco era el color predominante tanto para los esclavos masculinos como femeninos, según vio, seguido por el rojo que estaba llevando él. Tan sólo unos cuantos esclavos portaban el collar negro, y la mayoría de los que lo llevaban, tenían una mirada extraña y vacía en los ojos que hizo a Styles preguntarse si el collar negro tenía algún significado que no era aparente a simple vista.
Sin embargo, los esclavos que vio, masculinos y femeninos, tenían algo más en común aparte de los collares: todos ellos estaban marcados
Como el ministro de indumentaria había dicho, era una quemadura inicial de dos pulgadas en la piel de todos los esclavos que vio, en el bíceps superior derecho o en la tierna piel de la pelvis, tan sólo a unos pocos centímetros de los genitales. La mayoría de las marcas parecían antiguas y algunas habían sido borradas con una marca mayor. Styles supuso que era lo que ocurría cuando un esclavo era vendido a un nuevo amo. Su imaginación trabajó de más hasta que casi pudo sentir el abrasador beso del hierro de marcar y el olor de la carne
«Para, Styles,» se dijo a si mismo bruscamente. «Eso nunca va a pasar.» Después de todo, era diferente interpretar el papel de un esclavo que empezar a sentirse realmente como uno; empezar a creer el papel que interpretaba. Y era ridículo de cualquier modo. No era como si Tomlinson fuera a marcarlo. No lo marcaría más de lo que iba a tener sexo con él… sin importar lo mucho que Styles lo deseara.
Ese pensamiento envió a su mente de vuelta al sentimiento increíblemente caliente de someterse al gentil toque de su Maestro en los vestidores, y por un momento Styles consideró que ser marcado podía valer la pena si también fuese follado por su Maestro. Sí, podría muy bien someterse al hierro caliente abrasando su piel siempre y cuando pudiese sentir la gruesa polla de Tomlinson llenándole como parte del trato.
─«¡Styles, presta atención! Casi estamos en la sala de audiencias.»
La afilada orden de Tomlinson a través del vínculo trajo a Styles de vuelta al aquí y se preguntó si su Maestro había captado alguno de sus pensamientos. Sonrojándose, miró reojo al hombre alto, pero era imposible decir nada por la amplia y musculosa espalda mientras caminaba con resueltas zancadas a través de los largos y multicolores pasillos perlados.
Más adelante, el pasillo se ampliaba en un enorme pasadizo donde los colores pasteles perlados daban paso abruptamente a colores más oscuros. Tiras de seda negra, carmesí y blanca descendían desde el techo en pendones que parecían tener cien pies de largo. Guardias armados con armaduras Tiberianas, las cuales parecían consistir en una coraza que emitía un zumbido de “no-me-toques” y una aún menos práctica pero más colorida pica, se alienaban a lo largo de la alfombra negra y roja que se dirigía a una enorme bóveda.
─¡Deprisa, deprisa, Portador de Luz! ─siseó el Ministro T’will, casi empujando a Tomlinson y Styles por la larga extensión de alfombra─ La audiencia casi ha acabado. Id hasta el final de la alfombra y esperad hasta que los guardias os señalen que entréis. ¡Deprisa!
Tomlinsonpisó la alfombra deliberadamente y caminó con lo que a Styles le pareció un ritmo definitivamente tranquilo, admirando a los guardias armados a lo largo del recorrido. Styles siguió a su Maestro al trote, preguntándose por qué Tomlinson estaba aminorando el paso en vez de apresurarse como el Ministro T’will les urgía a hacer. Cuando finalmente alcanzaron el borde de la bóveda donde dos Tiberianos especialmente grandes estaban de pie, vio el por qué.
Sentado en un amplio trono dorado que flotaba tres pies sobre el suelo ricamente incrustado de pesado-madera, había un Tiberiano gordo y con apariencia aburrida, vestido con ropas tan incrustadas de joyas e hilo de oro que parecía un milagro que aún pudiese moverse siquiera un poco. Sus diminutos ojos eran dos rendijas adormecidas y la cresta de piel púrpura ropas tan incrustadas de joyas e hilo de oro que parecía un milagro que aún pudiese moverse siquiera un poco. Sus diminutos ojos eran dos rendijas adormecidas y la cresta de piel púrpura su trono estaba un Tiberiano inmensamente musculado con una mirada dura en su cara plana. Era tan alto que podía inclinarse para susurrar a la oreja del Dios-Emperador aunque el trono estaba flotando a tres pies del suelo. Pero lo que hizo que Styles lo mirase dos veces no era su altura; era el hecho de que sus ojos no eran del rojo incandescente de la mayoría de Tiberianos. En vez de eso, su iris era de un profundo y pulsante púrpura que era casi negro.
Una vez que mirabas dentro de esos ojos, descubrió Styles, era difícil apartar la mirada. Entonces comprendió que de alguna manera su mirada se había trabado con la del extraño Tiberiano que estaba de pie al lado del trono y miró rápidamente hacia abajo. Lo que vio en el suelo enfrente del trono fue más que suficiente como para distraerle tanto del Dios-Emperador como de su extraño asesor.
Arrodillado en una montaña de almohadones de seda, colocados presumiblemente allí para ese cometido exacto, estaba otro ministro Tiberiano. Apoyada en sus manos y rodillas delante de él había una esclava marcada vistiendo un collar rojo muy parecido al de Styles. Nada de eso fue inusual hasta que se hizo obvio que la esclava estaba arrodillada sobre las manos y las rodillas porque estaba siendo follada.
Con gruñidos y palmetazos de carne contra carne, el ministro Tiberiano reclamaba a su esclava, empujando un largo y grueso miembro en su abierto coño una y otra vez, aparentemente como un homenaje a su soberano, el Dios-Emperador. Styles no tenía ni idea de cómo se suponía que tener sexo en público iba a honrar al monarca Tiberiano, pero el ministro y su esclava ciertamente arremetían con energía; o el ministro, al menos.
Como la pareja estaba colocada en ángulo respecto a Styles, no podía ver la expresión en la cara de la chica. Pero su lenguaje corporal hablaba de sumisión completa, y completa desesperación. Mientras el ministro continuaba entrando ruidosamente en ella, se inclinó más abajo, enterrando la cabeza entre los brazos y alzando su culo incluso más alto en el aire. Claramente tan sólo esperaba que toda la experiencia llegara a su fin para entonces poder marcharse y dejar al siguiente amo y esclavo ocupar su lugar.
«El siguiente amo y esclavo… Por la Luz, ¡esos somos nosotros!» Styles salió bruscamente del trance en el que había caído viendo a la desventurada esclava siendo atacada por el ministro Tiberiano, demasiado entusiasta. Oh, dioses, ¿iban Tomlinson y él a tener que…? Ni siquiera podía pensar en ello. Incluso a pesar de que un momento antes hubiera estado fantaseando sobre entregarse completamente a su Maestro, y ser atrapado bajo el duro y musculoso cuerpo de Tomlinson y llenado con su gruesa polla, la comprensión de que su fantasía podía convertirse pronto en realidad lo dejó helado.
No era así como quería que fuese, comprendió Styles de repente. Follar delante de una audiencia para la diversión de algún gordo monarca extranjero no era la manera en que quería hacer el amor con su Maestro por primera vez. Quería una iluminación suave, música tranquilizante, y, después de haber vislumbrado a Tomlinson en la ducha sónica y en los vestuarios de vez en cuando y conocer las dimensiones bastantes grandes de su miembro, Styles también quería mucho lubricante. Pero de repente parecía que no iba a tener nada de eso.
─«Maestro» ─envió a través del vínculo, tratando duramente de mantener el pánico fuera de su voz interna─. «Maestro, no iremos a tener que…»
─«Cálmate, Styles. Por supuesto que no.» ─La profunda voz interna sonaba completamente segura, pero Styles vio sus amplios hombros en tensión y la expresión en su rostro. Tomlinson era un Maestro de la Orden de la Luz, lo cual significaba que podía llamar unas cuantas armas mortíferas diseñadas para la destrucción desde la misma Luz viva.
Oh, dioses, realmente vamos a tener que hacerlo,» pensó Styles, mirando como el arrodillado ministro y su desdichada esclava terminaban su actuación. «Realmente vamos a tener que…
─¡La Audiencia de su majestad, el Dios-Emperador Rudgez Cuarto, que viva para siempre, ha terminado! ─una voz alta e imperiosa tronó desde algún orador en lo alto. El par de guardias que estaban de pies como estatuas, cada uno en su lado de la bóveda, volvieron a la vida. Las puntas de apariencia cruel de la parte superior de sus altas picas de plata y bronce chocaron de repente, bloqueando la entrada y restringiendo el paso a la sala de audiencias con una finalidad que le quitó el aliento a Styles.
─«Ves, Aprendiz» ─envió Tomlinson con evidente satisfacción─. «Ten algo más de confianza en tu viejo Maestro por una vez.» ─Giró la cabeza tan sólo lo necesario para darle a Styles un astuto guiño y una media sonrisa. Styles habría devuelto el gesto si el Ministro T’will no hubiese llegado corriendo en ese preciso momento, sin respiración y enfadado.
─¿Qué? ¿Después de todas las preparaciones habéis perdido la Audiencia? ¡No puedo creerlo!
─Mis más sinceras disculpas, Ministro T’will ─dijo Tomlinson, haciendo una profunda reverencia─. Es de lo más desafortunado que no fuera capaz de reunirme con el Dios- Emperador hoy. Supongo que tendré que esperar hasta las negociaciones de paz con los Gowgianos para conocer su majestad.
─¡De ninguna manera! ─exclamó T’will, taconeando con irritación─. No podéis entrar en las negociaciones con el Dios-Emperador, que viva para siempre, sin haber sido formalmente anunciados y presentados. ¡Es impensable!
─¿Qué? ─Tomlinson se quedó quieto─. ¿Estáis diciendo que tenemos que esperar hasta que la audiencia de mañana llegue a su fin para empezar las negociaciones? ¿Necesito recordarle que cada hombre, mujer y niño de todo el planeta Gow gi Nef temen por su vida? Necesitamos tener este asunto solucionado.
─No, no. ─El Ministro T’will frunció el ceño─. Habrá otra oportunidad para vos para ser anunciado y presentado esta noche en el Gran Desfile. ─Suspiró con contrariedad y levantó manos─. Lo cual significa, por supuesto, un nuevo juego de ropas tanto para vos como para vuestro esclavo. Bien, simplemente tendré que decírselo al ministro encargado de la indumentaria.
El corazón de Styles saltó a su garganta con el pensamiento de otra “prueba”. ¿Quién sabía que se le pediría que vistiera o hiciera la próxima vez? O cómo se le pediría a su Maestro que lo tocara. Aparentemente, Tomlinson estaba pensando en lo mismo porque su normalmente bronceada piel se puso decididamente pálida y preguntó─: ¿Es realmente necesario volver a los vestidores una vez más? Mi esclavo y yo hemos tenido un largo viaje para llegar hasta aquí y estamos muy cansados, Ministro.
─No, no, el Gran Desfile no empieza hasta esta noche ─dijo T’will─. Permaneced aquí y conseguiré a un sirviente que os guíe hasta una habitación donde podáis descansar y refrescaros antes de los entretenimientos de esta noche. El ministro encargado de la indumentaria tiene ya sus medidas así que puede enviaros una vestimenta apropiada.
─Gracias. ─Tomlinson volvió a inclinarse─. Eso es de lo más amable.
T’will hizo una reverencia corta y superficial y se fue sin contestar.
Tomlinson miró al ministro Tiberiano marcharse, una expresión confundida en su hermoso rostro. ─«Bueno, Styles, creo que tan sólo tendremos que esperar al sirviente para…»
─«Maestro, detrás de ti… El embajador de Gowan» ─interrumpió Styles.
Tomlinson se giró para interceptar al gordo y peludo Gowgiano, quien era seguido por su “esclava” eróticamente afeitada. En una habitación repleta de Tiberianos, Styles pensó que los dos Gowgianos parecían gatos o ratas en un habitación llena de lagartos.
─Maestro Tomlinson. ─El embajador de Gowan no parecía complacido─. ¿Qué es eso que he oído acerca de usted y su esclavo ausentándoos de la Audiencia real?
─Un retraso inevitable, que será fácilmente remediado, Embajador ─dijo suavemente Tomlinson─. Seremos anunciados y presentados esta noche durante el Gran Desfile así que seremos capaces de empezar las negociaciones de paz con los Tiberianos mañana como habíamos planeado.
─Bueno, a mi no me importa la manera en que vaya a ser manejado. ─El embajador de Gowan infló el pecho hasta que su piel negra lo hizo parecer el doble de grande y su ojos redondos y púrpuras brillaron con indignación─. Es de lo más irregular que vos y su apre… ah, esclavo, no pudierais llegar a la audiencia a tiempo.
Tomlinson se quedó quieto. ─¿Puedo recordarle, Embajador, que fuisteis vos quien pidió la intervención de la Orden de la Luz? Si no deseáis nuestra ayuda…
─No, no ─el embajador de Gowan lo cortó rápidamente─. No, es simplemente que estamos todos tan cerca del límite, y esperaba concluir estas negociaciones de paz lo más pronto posible. Mi gente, como estoy seguro de que podéis entender, está terriblemente asustada y disgustada. Todo un cuarto de nuestra población ya ha dejado el planeta desde que la amenaza de los Tiberianos fue declarada. Desafortunadamente, las tres cuartas partes restantes son incapaces o reacias a marcharse. Un estado de caos tan impensable, y la ofensa que cometimos con los Tiberianos fue realmente involuntaria, así que sencillamente no entiendo… ─se interrumpió abruptamente, sus ojos azules verdosos se hicieron más amplios mientras miraba algo por encima del amplio hombro de Tomlinson.
─¿Embajador? ─Tomlinson dio un paso adelante, con el ceño fruncido─. ¿Algo va mal?
─«Maestro, está mirando a ese consejero enorme que estaba de pie al lado del trono del Dios-Emperador» ─envió Styles a través del vínculo─. «Está viniendo hacía aquí.»
─«Gracias, Aprendiz. ¡Me estoy cansando de ser emboscado!» ─Tomlinson y Styles se giraron al mismo tiempo para ver al enorme ministro Tiberiano con ojos púrpuras aproximándose desde la sala de audiencias donde el Dios-Emperador estaba ahora durmiendo descaradamente y roncando en su trono flotante. El ministro vestía una túnica dorado sobre una camisa negra y unos pantalones, pero toda su ropa tenía un severo corte militar y de algún modo se las ingenió para hacerlas parecer más un uniforme que un traje formal de la corte.
─… Sed muy cuidadoso con lo que decís, Portador de la Luz ─siseó el embajador de Gowan─. Ese es H’rak, ministro de guerra del Dios-Emperador. Él fue el que…
Pero antes de que pudieran averiguar que había hecho exactamente H’rak, el enorme ministro Tiberiano estaba sobre ellos y el embajador de Gowan cerró la boca con un chasquido.
─Ah, Embajador. Buenas tardes ─espetó H’rak con una eficiente inclinación militar que el embajador de Gowan y Tomlinson devolvieron─. Y asumo que este es el Portador de Luz que enviasteis para resolver nuestro pequeño desacuerdo. ─Tenía una voz fría y sin matices que se las ingeniaba para mantener irónica a pesar de su falta de expresión.
─Soy el Maestro D’lon Tomlinson de la Orden de la Luz ─dijo Tomlinson, asintiendo─. Y cualquier discusión que amenace con ser el fin de todo un planeta es más que un “pequeño desacuerdo”, Ministro.
─Llamadme H’rak. ─El ministro de guerra pronunció su nombre como alguien que se hubiese asfixiado con un hueso─. Y ¡ay!, Portador de Luz, si tan sólo los Gowgianos no hubieran ofrecido una falta de respeto tan grave a nuestro Dios- Emperador, Rudgez Cuarto, no estaríamos en esta posición ahora mismo.
─Entiendo que los Gowgianos transgredieron vuestros protocolos durante las negociaciones comerciales de rutina por rechazar la comida que les fue servida y no tener esclavos vuestras costumbres exigen que tengan ─dijo Tomlinson suavemente─, ¿pero realmente creéis que esas son causas suficientes para amenazar con destruir todo su mundo?
La expresión de los ojos lisos y púrpuras del Ministro H’rak se hizo incluso más fría. ─No lo ha comprendido bien, Portador de Luz. No transgredieron tan sólo nuestras costumbres, cometieron blasfemia. No tan sólo rechazaron nuestra comida; despreciaron la carne sagrada que fue bendecida por el Dios-Emperador en persona. Y no fue tanto su falta de esclavos la que nos ofendió como el hecho de que vinieron sin los medios adecuados para honrar a Rudgez Cuarto durante la Fiesta de la Clemencia; el más sagrado de los días para el calendario Tiberiano.
─Lo cual lamentamos de todo corazón ─dijo atropelladamente el embajador de Gowan. Estaba tan nervioso que sus largos y negros bigotes temblaban─. Por favor, estimado Ministro H’rak, la ofensa fue involuntaria. Los Gowgianos somos gente pacífica.
─Sí, tan pacífica que no tenéis siquiera armas lo suficientemente fuertes como para defender los límites exteriores de vuestro planeta ─contestó bruscamente, su fría voz calentándose un poco─. Tan pacífica que os negáis a tomar la responsabilidad de… ─se detuvo abruptamente y sacudió la cabeza─. Pero no hablaremos de esos asuntos ahora. Nuestro Concilio está programado para mañana, por lo que entiendo.
»Eso es lo suficientemente pronto como para escuchar tus argumentos de por qué no deberíamos hacerlos explotar fuera del cielo, Embajador.
─Pero, Ministro H’rak… ─empezó el embajador de Gowan en un tono de súplica.
H’rak hizo un gesto imperativo con una mano enorme. ─No hablaré más de ello. Podéis marcharos.
Rechazado, el embajador de Gowan se inclinó rápidamente y se fue, su esclava cortesana siguiéndole silenciosamente.
Abruptamente, el Ministro H’rak desvió su atención hacía Styles, quien había estado de pie silenciosamente detrás de Tomlinson, mirando todo el intercambio por el rabillo del ojo. ─Es un esclavo muy bueno el que tenéis ahí, Portador de Luz ─dijo a Tomlinson, llegando a acariciar la mejilla de Styles con un largo y frío dedo reptiliano. Styles se mantuvo absolutamente inmóvil, manteniendo sus ojos bajos. De algún modo se las ingenió para controlar el impulso de temblar por el toque repulsivo y demasiado familiar.
─Ciertamente lo es. Lo he tenido por muchos años ─dijo Tomlinson de forma neutral. A través del vínculo, Styles sintió una oleada repentina de posesividad enojada, pero su Maestro mantuvo su profunda voz calmada.
─Fogoso también. Podría decirlo por el modo en que encontró mis ojos antes, aunque no lo hará ahora─. Tomó en la mano la barbilla de Styles y lo forzó a levantar la cabeza de modo que sus ojos se encontraran… o todo lo que podían, considerando que Tomlinson era casi dos pies más bajo que el enorme ministro de guerra. De nuevo, Styles tuvo que forzarse a sí mismo para controlar la sacudida de repugnancia que quería correr a través de él─. Y lo tenéis con un collar rojo, ya veo. Es una lástima, cuando el negro le quedaría mucho mejor. ─Los brillantes ojos púrpuras del ministro descendieron por el cuerpo de Styles desde el collar escarlata que envolvía su cuello hasta el arnés de cuero negro y el anillo del pene que mantenía su miembro en una erección constante.
«Oh, dioses, si me toca ahí…» Styles mordió su labio inferior y cerró los puños a los lados. Si el ministro de guerra lo tocaba, sencillamente tendría que soportarlo para evitar una ofensa adicional. Pero sin duda sería una de las experiencias más aborrecibles de su vida.
larryshipperwn
CAPITULO 4 (PARTE 2)
─«Mantente firme, Styles» ─oyó a Tomlinson susurrar a través del vínculo, y el sonido de la voz interna de su Maestro dentro de su cabeza reforzó su determinación.
De repente, un esclavo que parecía un poco más joven que Styles apareció, aunque era difícil juzgar su edad puesto que era un Gowgiano, no un Tiberiano. El denso y lujurioso pelaje marrón había sido afeitado de su cuello para abajo, haciendo que su cuerpo desnudo pareciera de algún modo incluso más desnudo y sus grandes ojos avellanas estaban deslustrados por el dolor. Quemada en la carne afeitada de su pelvis había una gran H mayúscula que parecía antigua: al parecer el desafortunado esclavo había pertenecido a H’rak por algún tiempo.
Mirando hacia abajo, Styles parpadeó cuando vio que en vez del anillo para el pene, el esclavo tenía una elaborada serie de tiras de cuero que ataba prietamente su miembro erecto y que sólo terminaba en la cabeza de su polla, que estaba perforada. Un gran aro plateado había sido pasado a través de la tierna pepita de carne y la alhaja diamantes que colgaba de él brillaba cada vez que el esclavo se movía. Un ancho collar de cuero negro tachonado con diamantes parecidos rodeaba su cuello.
─¿Éste es su esclavo? ─preguntó Tomlinson, señalando con la cabeza al joven Gowgiano.
─En efecto. ─Casualmente, H’rak alcanzó y empezó a acariciar la polla forrada de cuero de su esclavo, quien intentó sofocar un gemido─. No estimamos mucho a los Gowgianos, Portador de Luz… nunca lo hemos hecho. Pero encuentro que sus culos son tan estrechos y placenteros de follar como los de cualquier otro esclavo una vez que todo ese asqueroso pelaje ha sido afeitado.
─Ya veo. ─La voz de Tomlinson aún era fría y baja, pero Styles pudo sentir la repulsión de su Maestro a través del vínculo.
─No, Portador de Luz, no creo que lo veáis. Pero lo haréis.
Alargando la mano dentro de su túnica dorada, H’rak sacó abruptamente un cuchillo con la empuñadura enjoyada. Era un arma pequeña, no mayor que la mano de Styles desde la palma hasta la punta de los dedos, pero la hoja parecía perversamente afilada.
─¿Qué pretendéis hacer con eso? ─La voz de Tomlinson era llana, pero Styles supo que su Maestro no podría soportar quedarse de pie y mirar al desventurado esclavo ser asesinado o mutilado sin hacer nada.
H’rak ignoró la pregunta. ─Tallen ─chasqueó, aún acariciando la polla del esclavo Gowgiano con una mano y sosteniendo el cuchillo en la otra─. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se te permitió correrte?
Los ojos avellana del esclavo Gowgiano estaban ahora muy abiertos, siguiendo la brillante hoja del cuchillo con un miedo desesperado. ─Seis meses estándar, cinco días y siete horas, Amo ─dijo, su voz baja y temblorosa..
─Excelente, ¿y te gustaría honrar a este estimado Sirviente de la Luz que ha venido a mediar en nuestra disputa por tu inmunda gente? ─continuó H’rak.
─N-nada me complacería más, Amo. ─El esclavo Gowgiano tartamudeó, sus ojos sin abandonar nunca la hoja en la enorme mano de H’rak.
─Muy bien. ─El cuchillo se movió con una velocidad pavorosa. Antes de que Tomlinson o Styles pudieran decir nada, las ligaduras de cuero negro que envolvían la polla erecta del esclavo estaban yaciendo en el suelo. H’rak agarró el nuevamente liberado miembro y empuñó a su esclavo exactamente tres veces, un movimiento rápido y sacudido que parecía más doloroso que placentero para Styles. Se estaba preguntando si H’rak realmente había mantenido a su esclavo en tal estado de agonía sexual durante más de seis meses cuando el ministro de guerra ladró─: ¡Ahora!
Un espasmo repentino sacudió al esbelto y afeitado cuerpo del esclavo Gowgiano y gotas de semen de un blanco perlado salieron disparadas de repente de la punta de su polla y aterrizaron en la alfombra negra y roja a los pies de los pies calzados con botas de Tomlinson.
H’rak soltó la polla de su esclavo de una vez y señaló las gotas de semen que ya estaban empezando a hundirse en la densa textura de la alfombra. ─¡Limpia eso! ─ Exigió.
Sin una sola protesta, su esclavo, Tallen, se dejó caer sobre sus rodillas y empezó a limpiar las evidencias de su alivio del áspero acabado aterciopelado de la alfombra con una lengua larga y rosada
Tomlinson dio un paso atrás, dándole al joven Gowgiano espacio para trabajar, su rostro aún cuidadosamente neutral.
─«Dioses, Maestro, ¿qué se suponía que era eso?» ─envió Styles a través del vínculo─. «¡Ese pobre esclavo!»
─«Creo que era la idea del Tiberiano de un regalo de honor, Aprendiz» ─envió
Tomlinson de vuelta secamente. Le dijo a H’rak gravemente─: Me honráis, Ministro.
─Como vos honraréis al Dios-Emperador esta noche durante el Gran Desfile. ─El ministro de guerra Tiberiano le dirigió una penetrante mirada a Tomlinson─. Nosotros los Tiberianos tenemos un dicho el cual creo que se traduciría a estándar como “para un sabio, una palabra es suficiente.” Vigilad que vuestro homenaje sea lo suficientemente respetuoso cuando seas presentado a Su Majestad. Buenos días, Maestro Tomlinson, os veré a vos y a vuestro joven y delicado esclavo más tarde. ─Se inclinó bruscamente.
─Buenos días, Ministro H’rak. ─Tomlinson devolvió su reverencia y vieron como el Ministro de guerra y su miserable esclavo Gowgiano se marcharon por la larga alfombra negra y roja, desapareciendo entre la multitud de Tiberianos que aun rondaban alrededor de la antecámara a la sala del trono.
Styles abrió la boca para farfullar algo a su Maestro, pero justo entonces un bajo y rotundo sirviente Tiberiano apareció y tiró de la manga de la túnica dorada de Tomlinson.
─Perdonadme ─chirrió─, ¿pero sois el Maestro Tomlinson? El Ministro T’will me envió para guiaros hasta vuestra habitación.
─Gracias. Eso sería agradable. ─Tomlinson asintió y siguieron al sirviente a través de la alfombra y de otro largo laberinto de pasillos perlados. Mientras iban, Styles se preguntó en qué exactamente consistiría un homenaje “suficientemente respetuoso.” Y aunque Tomlinson estaba escudando sus pensamientos, podía sentir la preocupación y consternación de su Maestro a través del vínculo mientras se preguntaba probablemente lo mismo.
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Bueno este es el capitulo más largo, pensaba dividierlo en dos y subir uno hoy y el otro la otra semana, pero como subo 1 vez por semana bueno prefiri subir los dos hoy que más da xd' comenten por favor se agradece(; bye♥
De repente, un esclavo que parecía un poco más joven que Styles apareció, aunque era difícil juzgar su edad puesto que era un Gowgiano, no un Tiberiano. El denso y lujurioso pelaje marrón había sido afeitado de su cuello para abajo, haciendo que su cuerpo desnudo pareciera de algún modo incluso más desnudo y sus grandes ojos avellanas estaban deslustrados por el dolor. Quemada en la carne afeitada de su pelvis había una gran H mayúscula que parecía antigua: al parecer el desafortunado esclavo había pertenecido a H’rak por algún tiempo.
Mirando hacia abajo, Styles parpadeó cuando vio que en vez del anillo para el pene, el esclavo tenía una elaborada serie de tiras de cuero que ataba prietamente su miembro erecto y que sólo terminaba en la cabeza de su polla, que estaba perforada. Un gran aro plateado había sido pasado a través de la tierna pepita de carne y la alhaja diamantes que colgaba de él brillaba cada vez que el esclavo se movía. Un ancho collar de cuero negro tachonado con diamantes parecidos rodeaba su cuello.
─¿Éste es su esclavo? ─preguntó Tomlinson, señalando con la cabeza al joven Gowgiano.
─En efecto. ─Casualmente, H’rak alcanzó y empezó a acariciar la polla forrada de cuero de su esclavo, quien intentó sofocar un gemido─. No estimamos mucho a los Gowgianos, Portador de Luz… nunca lo hemos hecho. Pero encuentro que sus culos son tan estrechos y placenteros de follar como los de cualquier otro esclavo una vez que todo ese asqueroso pelaje ha sido afeitado.
─Ya veo. ─La voz de Tomlinson aún era fría y baja, pero Styles pudo sentir la repulsión de su Maestro a través del vínculo.
─No, Portador de Luz, no creo que lo veáis. Pero lo haréis.
Alargando la mano dentro de su túnica dorada, H’rak sacó abruptamente un cuchillo con la empuñadura enjoyada. Era un arma pequeña, no mayor que la mano de Styles desde la palma hasta la punta de los dedos, pero la hoja parecía perversamente afilada.
─¿Qué pretendéis hacer con eso? ─La voz de Tomlinson era llana, pero Styles supo que su Maestro no podría soportar quedarse de pie y mirar al desventurado esclavo ser asesinado o mutilado sin hacer nada.
H’rak ignoró la pregunta. ─Tallen ─chasqueó, aún acariciando la polla del esclavo Gowgiano con una mano y sosteniendo el cuchillo en la otra─. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se te permitió correrte?
Los ojos avellana del esclavo Gowgiano estaban ahora muy abiertos, siguiendo la brillante hoja del cuchillo con un miedo desesperado. ─Seis meses estándar, cinco días y siete horas, Amo ─dijo, su voz baja y temblorosa..
─Excelente, ¿y te gustaría honrar a este estimado Sirviente de la Luz que ha venido a mediar en nuestra disputa por tu inmunda gente? ─continuó H’rak.
─N-nada me complacería más, Amo. ─El esclavo Gowgiano tartamudeó, sus ojos sin abandonar nunca la hoja en la enorme mano de H’rak.
─Muy bien. ─El cuchillo se movió con una velocidad pavorosa. Antes de que Tomlinson o Styles pudieran decir nada, las ligaduras de cuero negro que envolvían la polla erecta del esclavo estaban yaciendo en el suelo. H’rak agarró el nuevamente liberado miembro y empuñó a su esclavo exactamente tres veces, un movimiento rápido y sacudido que parecía más doloroso que placentero para Styles. Se estaba preguntando si H’rak realmente había mantenido a su esclavo en tal estado de agonía sexual durante más de seis meses cuando el ministro de guerra ladró─: ¡Ahora!
Un espasmo repentino sacudió al esbelto y afeitado cuerpo del esclavo Gowgiano y gotas de semen de un blanco perlado salieron disparadas de repente de la punta de su polla y aterrizaron en la alfombra negra y roja a los pies de los pies calzados con botas de Tomlinson.
H’rak soltó la polla de su esclavo de una vez y señaló las gotas de semen que ya estaban empezando a hundirse en la densa textura de la alfombra. ─¡Limpia eso! ─ Exigió.
Sin una sola protesta, su esclavo, Tallen, se dejó caer sobre sus rodillas y empezó a limpiar las evidencias de su alivio del áspero acabado aterciopelado de la alfombra con una lengua larga y rosada
Tomlinson dio un paso atrás, dándole al joven Gowgiano espacio para trabajar, su rostro aún cuidadosamente neutral.
─«Dioses, Maestro, ¿qué se suponía que era eso?» ─envió Styles a través del vínculo─. «¡Ese pobre esclavo!»
─«Creo que era la idea del Tiberiano de un regalo de honor, Aprendiz» ─envió
Tomlinson de vuelta secamente. Le dijo a H’rak gravemente─: Me honráis, Ministro.
─Como vos honraréis al Dios-Emperador esta noche durante el Gran Desfile. ─El ministro de guerra Tiberiano le dirigió una penetrante mirada a Tomlinson─. Nosotros los Tiberianos tenemos un dicho el cual creo que se traduciría a estándar como “para un sabio, una palabra es suficiente.” Vigilad que vuestro homenaje sea lo suficientemente respetuoso cuando seas presentado a Su Majestad. Buenos días, Maestro Tomlinson, os veré a vos y a vuestro joven y delicado esclavo más tarde. ─Se inclinó bruscamente.
─Buenos días, Ministro H’rak. ─Tomlinson devolvió su reverencia y vieron como el Ministro de guerra y su miserable esclavo Gowgiano se marcharon por la larga alfombra negra y roja, desapareciendo entre la multitud de Tiberianos que aun rondaban alrededor de la antecámara a la sala del trono.
Styles abrió la boca para farfullar algo a su Maestro, pero justo entonces un bajo y rotundo sirviente Tiberiano apareció y tiró de la manga de la túnica dorada de Tomlinson.
─Perdonadme ─chirrió─, ¿pero sois el Maestro Tomlinson? El Ministro T’will me envió para guiaros hasta vuestra habitación.
─Gracias. Eso sería agradable. ─Tomlinson asintió y siguieron al sirviente a través de la alfombra y de otro largo laberinto de pasillos perlados. Mientras iban, Styles se preguntó en qué exactamente consistiría un homenaje “suficientemente respetuoso.” Y aunque Tomlinson estaba escudando sus pensamientos, podía sentir la preocupación y consternación de su Maestro a través del vínculo mientras se preguntaba probablemente lo mismo.
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Bueno este es el capitulo más largo, pensaba dividierlo en dos y subir uno hoy y el otro la otra semana, pero como subo 1 vez por semana bueno prefiri subir los dos hoy que más da xd' comenten por favor se agradece(; bye♥
larryshipperwn
Re: El Esclavo [larry]
ohhhhh me encanta es aaswsa bueno ya me entiendes, me recuerda a un tipo star wars pero con sexo y con larry?? bueno me encanta siguela!!!
FUTURESTYLES
Re: El Esclavo [larry]
ohhhhh me encanta es aaswsa bueno ya me entiendes, me recuerda a un tipo star wars pero con sexo y con larry?? bueno me encanta siguela!!!
FUTURESTYLES
Re: El Esclavo [larry]
ohhhhh me encanta es aaswsa bueno ya me entiendes, me recuerda a un tipo star wars pero con sexo y con larry?? bueno me encanta siguela!!!
FUTURESTYLES
Re: El Esclavo [larry]
Pobre Harry, por un momento creyó que iban a tener que hacerlo ahí, frente a todo el mundo. Aunque realmente no paso por unos pocos minutos de diferencia.
Pero ahora con eso del desfile, no creo que tengan otra oportunidad de zafar. ah
Pobre el esclavo del tipo ese horrible(? 6 meses, eso debería ser ilegal, pobre JAJAJAJAJJAJA
Lo que me intriga es el significado de los colores de los collares.
En fin, seguila pronto por favor!
Te sirvió lo de la pagina?
Adios ♥
Pero ahora con eso del desfile, no creo que tengan otra oportunidad de zafar. ah
Pobre el esclavo del tipo ese horrible(? 6 meses, eso debería ser ilegal, pobre JAJAJAJAJJAJA
Lo que me intriga es el significado de los colores de los collares.
En fin, seguila pronto por favor!
Te sirvió lo de la pagina?
Adios ♥
Invitado
Invitado
Re: El Esclavo [larry]
OMG me estaba perdiendo la re acción!! Me perdí como tres capítulos wtf???
Ok, no sé que decir jajaja
Louis masturbando a Harry!! Juro que casi muero, fue tan asdfghjklñ Dios!! Encima me sigue sorprendiendo cuanto amor, confianza y deseo hay acumulado en Harry por Louis, me da ternura y idk me encanta!! :aah:
Ah si, que onda ese tipo que no se corría hacía seis meses?? OMG que tortura! Siempre pensé que un anillo para el pene debe ser doloroso pero ¿¿ESTO?? WOW se pasó! Pobre u.u
Presientoy deseo desde los mas profundo de mi ser que no se salvan la próxima vez :maloso:
Me tiene muuuuuuuy intrigada el significado de los colores de los collares!
Ahora espero no volver a llegar tarde al próximo capítulo lol
¡Beso! (:
JAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJA ME TENTÉ CON ESA CARA
Ok, no sé que decir jajaja
Louis masturbando a Harry!! Juro que casi muero, fue tan asdfghjklñ Dios!! Encima me sigue sorprendiendo cuanto amor, confianza y deseo hay acumulado en Harry por Louis, me da ternura y idk me encanta!! :aah:
Ah si, que onda ese tipo que no se corría hacía seis meses?? OMG que tortura! Siempre pensé que un anillo para el pene debe ser doloroso pero ¿¿ESTO?? WOW se pasó! Pobre u.u
Presiento
Me tiene muuuuuuuy intrigada el significado de los colores de los collares!
Ahora espero no volver a llegar tarde al próximo capítulo lol
¡Beso! (:
JAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJA ME TENTÉ CON ESA CARA
BlahBlahBlah
Re: El Esclavo [larry]
Hola Hola
Nueva lectora
la tienes que seguir como la dejas hay
es una injusticia :))
Nueva lectora
la tienes que seguir como la dejas hay
es una injusticia :))
✿ Flawless ✖
Re: El Esclavo [larry]
hola hola me llamo pame
definitivamente ame tu novela *---*
tienes a una nueva y fiel lectora ._./
continuala pronto por fis
definitivamente ame tu novela *---*
tienes a una nueva y fiel lectora ._./
continuala pronto por fis
PameBooBear
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