At the heart of the question|One Direction [TERMINADA]

Aún no lograba asimilarlo; No sabía muy bien que es lo que significaba estar embarazada. Pues nunca lo he estado… Tenía muchísimo miedo decírselo a Harry. Tenía muchísimo miedo de que lo tomara mal. De que ya no me amara solo por estar embarazada. Si bien, Harry adora a los bebés, sí. Pero ninguno de esos bebés es suyo. ¿Que es lo que pensará, sentirá o dirá al enterarse? Creo que lo mejor, es que ahora yo misma lo tome con calma… Se lo diré cuando sea el momento adecuado para decírselo. No sé cuándo será, pero ahora, estoy segura de que no.
Estoy feliz, claro que lo estoy. No podría estar más feliz al recibir una noticia como esta. Pero el único temor que tenía, era aquel. Mi cabeza no dejaba de pensar en eso. Creo que es suficiente.

Nos encontrábamos con las chicas en la casa de Kenneth. Nos ofrecimos a ayudarla para que esté más que bien, para cuando sea su entrevista. Y entre tanto parloteo entre las cinco, nos dimos cuenta de que teníamos una cosa más en común, que no nos habíamos dado cuenta luego de tantos años de amistad. Y eso es algo que nos ocultan nuestros propios esposos… No; nunca había creído que iba a llegar a desconfiar de Harry. Pero es que… Es inevitable pensar que me oculta algo, y mucho mas inevitable es pensar que me engaña. Y es que él siempre fue tan buscado y perseguido por las mujeres, que hasta sé que disfruta de eso. No me gusta que lo tilden de mujeriego, pero todo su entorno lo sabe. Y me molesta que mencionen eso a cada rato. ¡Es que ahora me pertenece solo a mí!, ¿acaso esos papeles que dicen que soy la ‘’Señora Styles’’ no les dice absolutamente nada? ¿y las muestras de afecto, tampoco?. Si, estoy a punto de convertirme en una completa idiota, y todo por culpa él. Aunque en cierta parte, también por la mía.

Habíamos acordado solo una cosa; los vigilaríamos hasta conseguir eso que tanto buscamos.

- No encuentro otra manera, chicas –habló Cassandra. Sabíamos perfectamente que es lo que íbamos a hacer, y estoy segura que no es por paranoia, sino para confirmarnos a nosotras mismas, que podremos seguir confiando en ellos, tal y como lo era meses atrás.
- ¡Ya esta! Lo haremos –ésta vez es Kenneth-, estoy cansada de las excusas de Louis.
- Bien, somos tres –agrega Charlie, no tan convencida como las demás. Y es que lo que vamos a hacer, no es una cosa tan fácil. Para nada fácil. ¿Quién hubiera pensado que llegaríamos al punto de espiar a nuestros propios esposos? Ni yo misma me lo hubiera creído horas antes.
- Cuatro –pronuncié y luego, nuestras miradas se dirigieron a la de Bree, quien hasta ahora, era la única que se había negado a hacer ‘’semejante cosa’’, según ella. La misma, dirigió su mirada a cada centímetro de la habitación, pero trataba de evitar la nuestra.
- Por favor –le supliqué, y me mira. Sé que caerá ante nosotras, siempre lo hace. Si todas estamos de acuerdo,  definitivamente no puede negarse porque sino creerá que se pone en contra del grupo, y sabe que eso a mi no me gusta. Si es una, somos todas. Y si es todas, somos todas.
- Lo siento chicas, no quiero hacerlo –suelta, agacha su mirada y comienza a jugar con sus dedos.
- Pero, ¿porqué? –pregunta Cassandra, con un tono algo enfadado-. Es solo para estar seguras, nada más... No tratamos de decir que no confiamos en ellos, solo es para darnos cuenta de que hacen.

Levanta su mirada, y parece pensarlo. Si vuelve a negarse, no habrá más que obligarla.

- Esta bien, vamos a dar con las respuestas a nuestras preguntas. Empezando por ti, Kenneth –habla, y todas sonreímos satisfechas ante su respuesta. La pelirroja asiente y acto seguido, sale de la habitación diciendo que va por un vaso de agua. Pocos minutos después regresa, un tanto extraña y agrega la excusa de ‘’tener sueño’’ solo para no largarnos tan descaradamente. Sabíamos que se aproximaba la hora para que Louis llegue a la casa; La saludamos con un cálido abrazo, deseándole suerte, ya que tal vez, podrá sacarle alguna información… Aunque viniendo de Louis, sé que tendrá que esforzarse para conseguir algo.

Cada una de las chicas, sigue su camino. Mientras que Bree y yo, caminamos en la misma dirección, ya que tenemos el ‘’privilegio’’ de vivir mas cerca, que con las otras chicas… No hablamos mucho en el trayecto de la vuelta a casa. Tal vez no se sentía muy cómoda al haber aceptado nuestra propuesta. Solo volvió a felicitarme por mi embarazo, y me rogó que la llamase luego de haberle contado a Harry, ya que quería saber la reacción del cabeza de brócoli, tal y como ella y los demás lo llaman; Río ante su petición, y asiento mientras le respondo que lo haré. Me da un abrazo, al llegar a su casa, para luego yo seguir camino a la mía.


Guardo el sobre del análisis, en uno de los cajones de mi armario. Harry no tardará en llegar, y ya estaba dicho de que ahora no le diré absolutamente nada. Y mucho menos ahora, que esto recién está comenzando… Tampoco podrá acusarme con nada, porque tendré un buen punto para acusarlo yo… Y ahí es donde podré sacar información sobre eso que oculta. Si se pone nervioso al mencionarlo, entonces me dará de que pensar.

Salgo de la habitación y me encamino a la cocina, en busca de un vaso de agua; Me agarra la tentación de comer ese trozo de chocolate que se encuentra guardado en el refrigerador, pero ignoro mis impulsos, o sino ya estaría siendo demasiado obvia.

Escucho la puerta abrirse, y la voz de mi esposo resuena en la sala. Dando aviso que ya había llegado, como si no me hubiera dado cuenta de eso; Le doy un último sorbo a mi vaso, y lo apoyo en la mesa… Doy un grito diciéndole que me encontraba en la cocina, y segundos después, aparece.

- Hola, cariño –habla, se acerca a mí y me da un corto beso en los labios. Me separo de él, asqueada. Un horrible aroma que proviene de él, o de su ropa, me da nauseas. ¿Acaso donde se ha metido que ha contraído un olor terriblemente espantoso?
- No me toques –le digo y tapo mi nariz con mis manos-, Harold… Primero ve a darte una ducha, y luego si quieres hablaremos sobre como te ha ido hoy… Pero ahora… Ve al baño.

Harry se saca su chaqueta, y la coloca arriba de la mesa. Pero ante mi mirada amenazante, la apoya sobre una de las sillas. Sonrío ante ello y vuelvo a mirarlo. Parece que no ha entendido.

- Harry, si no te metes ahora mismo en el baño, esta noche duermes afuera, y ya sabes lo que sucederá –lo acuso… Sabe que no miento; una vez, al tener una discusión, hice que duerma afuera, y no terminó muy bien que digamos… Estuvo enfermo toda una semana completa, y mucho peor, tuvo que dormir en el sofá porque yo aún seguía enfadada. Tal vez, se me había ido un poco de las manos… Pero, tuvo la suerte de que me apiadé de él, y falté al trabajo toda esa semana, solo para cuidarlo. Luego de haber pasado la semana en reposo, la reconciliación había llegado, al igual que su promesa de no volver a hacer algo como eso, nunca más.

- Está bien… Solo porque no quiero dormir otra noche lejos de ti –habla y luego sale de la cocina.

Sonrío con satisfacción y me siento. Miro la chaqueta que anteriormente había apoyado sobre la silla, y no sé exactamente que se me pasa por la cabeza en esos momentos, que se me da por revisar los bolsillos de la misma, encontrándome con un papel que tenía escrito una dirección, con un ‘’No debes faltar, es urgente… Saludos, Liam’’.

Ya veremos que es lo que tanto nos ocultan… Primera pista, encontrada.

Sigue: mi hermosa Cam.