FIREWORKS [LARRY STYLINSON] [TERMINADA]

Capitulo 3

-Puedes explicarlo más tarde. -Styles lo interrumpió, Aplicó un poco de lubricante en la punta de los dedos y se puso detrás de su compañero, mientras Tomlinson se abría de piernas. -Ahora es tiempo de aprender la lección.

Oyó a su pareja jadear mientras introducía primero uno y luego dos dedos, en la estrecha entrada del cuerpo de Tomlinson. Oh Dios, se sentía bien al hacer esto, al estar tocando a su pareja después de tanto tiempo.

Tomlinson se había perdido mas de lo que podría decir y volver a conectar con él se sentía tan bien que era como una pieza de compecabezas cayendo en su lugar. Y no le importó que su compañero gimiera en voz baja a través de su graganta y se moviera mientras Styles lo abría. El profundo y masculino gemido parecía ir directo a su entrepierna, haciendo que su polla le doliera.

-Dios, bebe, se siente tan... ¡oh! -Tomlinson no pudo terminar la frase, pero Styles captó la idea general.

-Se siente bien, ¿no es así, compañero? -Ronroneó, sacando sus dedos al fin y recogiendo la cola de cuero negro-. Prepárate porque se pondrá mejor.

Tomlinson volvió la cabeza para mirar por encima del hombro a Styles y sus ojos se abrieron de nuevo. -Dios, Harry, no lo sé...

-Tu no sabes nada porque no tienes elección. -Styles hizo que su voz sonara profunda y cruel.

-Puedes separar las piernas y abrirte para mí por tu propia cuenta, o puedo hacer que extiendas las piernas. Y si tengo que hacer eso, te prometo que se va  hacer mas compliado, Louis.

Mantuvo la mirada de su pareja durante un largo rato, sin aliento, esperando la respuesta de Tomlinson a eso. Por un momento, un destello de desafío apareció en el fondo de los ojos azules de Tomlinson, pero luego asintió con la cabeza y bajo la mirada.

-Muy bien, Hazza -murmuró-. Hazlo haz lo que quieras conmigo, no puedo luchar, Nunca podré.

Lenta y sumisamente, extendió sus piernas. Tenía las manos aún esposadas a la espalda, pero bajo su rostro a la colcha de color acul oscuro que cubría el colchón y suspiró prfundamente. -Hazlo, Hazza -dijo en voz baja, mirando hacía atrás de su compañero-. Fóllame. Yo también te quiero.

Styles sintió que su corazón se atrancaba en su garganta cuando vio la hermosa postura de sumición. Era la misma postura, las mismas palabras que Tomlinson había utilizado la primera vez que había hecho el amor en el RamJack. La primera vez que Tomlinson había admitido que quería que Styles lo tomara, para reclamarlo como suyo, que lo follara, a pesar que ninguno de ellos había hecho algo remotamente parecido con otro hombre.

Pero incluso, mientras su corazón cantaba de su pecho, la polla de Styles latía en sus pantalones y sabía que quería ver el negro y largo falo enterrado en el culo de su pareja por voluntad propía. Quería ver a Tomlinson dispuesto a su tacto y que se abriera a todo lo que podía dar, todo lo que necesitaba dar.

Preparate, Louis -dijo con voz enronquecida por la emoción-. Porque voy a follarte duro esta noche.

Tomlinson gemía en voz baja, sin decir ninguna palabra. Cuando Styles empezó a presionar el extremo grueso del consolador de cuero negro en su angosta entrada, temblaba como un animal nervioso, pero no trató de escapar. En cambió, extendió aún más sus muslos y presionó de nuevo para permitir que la cola se deslizara en su interior, centímetro a centímetro.

-Así Louis -murmuró Styles, frotando suavemente su espalda y las nalgas que temblaban-. Esto es tan bueno; tómalo todo, simplemente separa las piernas y toma todo para mí.

Nunca había sentido tanto control de una situación desde la primera vez habían follado. Y nunca se había sentido tan exitado.

Recordando lo ocurrido en el RamJack, y aunque Tomlinson se había ofrecido a Styles, había tenido un profundo sentimiento de culpabilidad, la sensación de que no debería estar haciendo eso a su pareja, al hombre que mas quería en el mundo, porque así terminaría su amistad para siempre. Ahora que se habían establecido firmemente como amantes, no solo como amigos y socios, Styles sintió todo el poder y nada de vergüenza. Se pregunto si Tomlinson se sintió de la misma manera, cuando encadeno a Styles a la cama en navidad y lo fóllo sin sentido.

-Dios, bebe... esta tan dentro de mi... -gimió Tomlinson, interrumpiedo sus pensamientos-. Tan malditamente profundo.

-Iré aún mas profundo -gruño Styles mientras presionaba a las dos últimas pulgadas de la gruesa cola de cuero. Cuando al fin estuvo completamente enterrada dentro suyo, Tomlinson pudo sentir las bolas de cuero largo rozando la parte interna de sus muslos mientras jadeaba para recuperar el aliento y luchaba por mantenerse quieto bajo el asalto de Styles.

-Dios -murmuró-. No puedo creerlo... Dios...

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Pregunta!