Beautiful Disaster |James Maslow|

Nunca haría esto, nunca. Pero si Evan me lo pidió no veo otra opción. 
Aparco la moto al lado del lamborgini rojo de James. Me quito el casco, me cuelgo mis cascos del cuello y  me levanto. Hace dos años que no le veo. Y no es que este muy emocionada por volver a verle. La verdad es que no quiero saber nada de el. Yo he cambiado, y mucho, estoy segura que el seguirá siento tan inmaduro y capullo como siempre. Me acerco a la puerta de su casa cogiendo aire para tocar el timbre. Levanto la mano para darle al botón pero de repente la puerta se abre y ahí esta. No ha cambiado nada, solo que ahora está más fuerte y alto. Sus ojos se clavan en los míos. Hace dos años me habría intimidado, hace dos años.
-¿____?-pregunta sorprendido
-Ajá-le regalo una sonrisa falsa-mira, Evan me ha pedido que te de una cosa. Y este será el último momento en el que te dirija la palabra en toda mi vida, así que...-cojo del bolsillo de mis pantalones las llaves-toma.
-¿De qué son?-pregunta cogiendo las llaves.
-Ni idea-su mirada vuelve a mis ojos.
-No pareces la ____ de cuando me fuí-dice con esa sonrisa sexy que solía derretirme.
-Y no lo soy. He cambiado y por lo que veo tu sigues igual-digo con una mueca de asco.
-Tienes razón. Bueno, nos vemos-me vuelve a sonreír y me cierra la puerta en las narices.
¿En serio? ¿Acaba de cerrarme la puerta? Lo tenía todo planeado. El insistiría en seguir hablando conmigo y ahí sería el momento en que yo le soltaría todas las mierdas que me he guardado y le mandaría a la mierda. Pero parece que de verdad no le importo una mierda. No se si estar feliz porque ya no le intereso o cabreada porque ya no le intereso y no puedo hacerle sufrir.
Creo que estoy cabreada.